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Miedo a comer (cibofobia): causas, síntomas y tratamiento

Este extraño trastorno de ansiedad puede ser distinguido de la anorexia o la bulimia nerviosa.

por Juan Armando Corbin

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Existen muchos tipos de fobias; estos trastornos se caracterizan por un un miedo irracional y persistente
frente situaciones, objetos, actividades o personas.

El principal síntoma de este trastorno es el deseo de evitar el estímulo temido, y el desarrollo de las fobias
suele ocurrir por factores ambientales, Ahora bien, algunos expertos afirman que nuestro cuerpo está
programado para sentir miedo, pues es una emoción adaptativa, que nos ha sido útil a la especie humana
durante siglos, por lo que sería relativamente fácil sufrir esta condición.

Los miedos irracionales pueden llegar a ser muy incapacitantes, como en el caso de la cibofobia o miedo a
comer, que puede causar serios problemas para la salud de la persona. En este artículo hablaremos de esta
extraña fobia y profundizaremos en sus causas, síntomas y tratamiento.

Artículo relacionado: "Tipos de fobias: explorando los trastornos del miedo"

¿Qué es la cibofobia?

La cibofobia es un trastorno de ansiedad que provoca un gran temor y malestar a la persona que lo padece,
pues ésta experimenta un gran miedo irracional a comer o a los propios alimentos.

Este trastorno debe diferenciarse de otras condiciones patológicas como la anorexia o la bulimia, que tienen
su origen en las ideas que tiene la persona sobre las consecuencias estéticas de la ingesta de comida,
aunque en ocasiones puede estar vinculado a estos. No obstante, el miedo irracional por poseer una imagen
corporal negativa al alimentarse como pensar que los alimentos pueden contener toxina o gérmenes pueden
contribuir al desarrollo de cibofobia.

Algunas características de este trastorno son:

Las personas con cibofobia muestran una obsesión irracional hacia los alimentos, que puede llevarles
obsesionarse por los nutrientes que contienen y por su procedencia.

Pueden evitar el consumo de alimentos a pesar de ser necesarios para gozar de una buena salud.

Evitan los platos cocinados por otros individuos, pues necesitan conocer en exactitud qué comen o cómo se
ha cocinado el plato.

Evitan comer alimentos preparados en días anteriores por el miedo a intoxicarse.

Síntomas de este trastorno fóbico

Como puedes ver, la persona que sufre esta patología tiende a evitar los alimentos debido a sus ideas
irracionales sobre éstos, y pese a que en muchos casos muestran conocimiento sobre su problema, no
pueden controlar esa situación.

Los síntomas de la cibofobia no difieren de otros trastornos fóbicos, pues la sintomatología se caracteriza por
consecuencias a nivel cognitivo, conductual, físico y fisiológico.

A nivel cognitivo, la persona tiene ideas irracionales de miedo, sufre angusta, pérdida de concentración,
desorientación y preocupación extrema. Su comportamiento también cambia, principalmente evitando el
estímulo fóbico.
Los síntomas físicos y fisiológicos se caracterizan por taquicardias, opresión en el pecho, sudoración
excesiva, mareos, temblores, escalofríos.

En casos graves, la persona puede experimentar ataques de pánico. Puedes leer más sobre esta condición
en este artículo: “Ataques de pánico: causas, síntomas y tratamiento”.

Causas de las fobias

Las fobias tienen su origen muchas veces en factores ambientales. De hecho, los trastornos fóbicos se
aprenden y se desarrollan por un tipo de aprendizaje asociativo llamado condicionamiento clásico. Este tipo
de aprendizaje fue estudiado inicialmente por Iván Pavlov, aunque lo popularizó un psicólogo
norteamericano que es conocido como uno de los precursores del conductismo, John Watson.

Watson fue el primer investigador que estudió este fenómeno y consiguió que un niño pequeño aprendiera
un miedo irracional hacia una rata blanca que antes adoraba. Al inicio del experimento, el niño, llamado
Albert, jugaba tranquilamente y disfrutaba de la compañía de la rata blanca.

Sin embargo, en el experimento de Watson, cada vez que se presentaba la rata blanca también aparecía un
fuerte ruido que asustaba al pequeño. A las pocas sesiones, el pequeño Albert asociaba el fuerte ruido a la
presencia de la rata blanca, y por tanto, cada vez que aparecía la rata blanca sola Albert sentía un fuerte
miedo irracional que nada tenía que ver con la inofensiva criatura.

Si quieres profundizar en el aprendizaje por condicionamiento clásico. puedes leer este artículo: “El
condicionamiento clásico y sus experimentos más importantes”.

Otras causas de este trastorno

Ahora bien, el condicionamiento clásico no es la única vía por la que una fobia puede desarrollarse, y la
cibofobia puede aparecer por el aprendizaje por observación. De hecho, algunos autores hablan del
condicionamiento vicario como una de las posibles vías de adquisición de los miedos irracionales. Si quieres
saber más sobre este concepto, puedes leer este artículo: “Condicionamiento vicario: ¿cómo funciona este
tipo de aprendizaje?”

Por otro lado, otros autores piensan que las personas estamos predispuestas biológicamente a sufrir miedo,
pues es una emoción que se produce gracias al cerebro primitivo pues ha sido muy útil para nuestra
supervivencia. El aprendizaje del miedo se produce por asociaciones primarias y no cognitivas, por lo que las
fobias no responden a argumentos lógicos.

Tratamiento de la cibofobia

Los estudios científicos demuestran que la psicoterapia es realmente eficaz en el tratamiento de fobias, y
uno de los tipos de terapia psicológica que ha dado mejor resultado en las investigaciones es la terapia
cognitivo conductual.

Esta forma de terapia combina técnicas de la terapia cognitiva y de la terapia de conducta, y unas de las
más empleadas para el tratamiento de las fobias son las técnicas de relajación y las técnicas de exposición.
De hecho, la técnica por excelencia en el tratamiento de fobias es la desensibilización cognitiva, que combina
ambas.

La desensibilización sistemática consiste en enseñar al paciente diferentes habilidades de afrontamiento (por


ejemplo, técnicas de relajación) para cuando se encuentre en la situación temida, y se expone a éste al
estímulo fóbico de manera gradual para que experimente él mismo la irracionalidad de su miedo.

Por otro lado, el tratamiento farmacológico está indicado en casos graves, pero siempre en combinación con
la terapia psicológica.

Otros tipos de terapia que se utilizan para tratar esta patología son: la terapia cognitiva basada en
Mindfulness, la terapia de aceptación y compromiso o la hipnoterapia.

y cuáles son sus beneficios

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