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Instrumentos/Herramientas de evaluación

Todo proceso de evaluación requiere de recolección de información respecto


del objeto que se está evaluando. En materia educativa, aquella recolección se
realiza principalmente a través de instrumentos de evaluación, que pueden ser
definidos como todo aquello que permite obtener información respecto a la
adquisición y grado de logro de un aprendizaje de los estudiantes (Castillo, 2003;
Pimienta, 2008). Estos instrumentos deben ser de óptima calidad, pues solo así
puede asegurarse la obtención de evidencias válidas y confiables sobre el
aprendizaje de los estudiantes. La información emanada de la aplicación de los
instrumentos de evaluación orienta el proceso de toma de decisiones que permite
mejorar y desarrollar con éxito los procesos de enseñanza y aprendizaje (Sanmartí,
2007).

El Reglamento General Estudiantil (2012) define, en su artículo cuarto, los


instrumentos de evaluación como: "un recurso de apoyo en la labor educativa que
permite dar seguimiento, control y regulación de los conocimientos, habilidades y
destrezas que desarrolla cada estudiante durante la aplicación de una estrategia o
técnica de evaluación".

Estos pueden ser listas de cotejo, escalas de calificación y matrices de


valoración, entre otros, que son utilizadas en el proceso evaluativo de las técnicas
y estrategias de una asignatura o curso.

Castejón et al. (2009) escriben un capítulo sobre “técnicas e instrumentos de


evaluación”; en él se proponen exponer una serie de herramientas que sirvan al
profesorado para poder recoger la información necesaria en el proceso de
evaluación, pero también se reconoce que “es difícil separar los instrumentos de las
estrategias y técnicas de evaluación” (2009: 67).

Aquí se clasifican los “instrumentos de evaluación” en función de su


manifestación oral, escrita u observacional. Así, algunos ejemplos de cada uno de
ellos son: 1) instrumentos habituales con predominio de la expresión escrita:
examen, trabajo escrito, ensayo, póster, informe, recensión, proyecto, cuaderno de
campo, fichas prácticas, diario, carpeta o dossier, portafolio y memoria; 2)
instrumentos habituales con predominio de la expresión oral: exposición, debate,
entrevista, entrevista en grupo, grupo de discusión, mesa redonda, panel de
expertos, ponencia y comunicación; y 3) instrumentos habituales con predominio de
la expresión práctica: representación, demostración o actuación, simulación,
desarrollo de proyectos con parte práctica, búsquedas y prácticas supervisadas.
Posteriormente se explica que es imprescindible que el profesorado utilice “algún
tipo de registro que permita constatar cómo se está realizando en un marco de
evaluación formativa y continua” (2009: 89), y se hace alusión a las listas de control
(cuya utilidad es saber si están o no determinadas adquisiciones) y a las escalas de
comprobación (para reflejar los diferentes grados de adquisiciones).

Los instrumentos de evaluación son las herramientas que tanto el


profesorado como el alumnado utilizan para plasmar de manera organizada la
información recogida mediante una determinada técnica de evaluación. Como ya
hemos señalado, todas y cada una de las técnicas anteriormente indicadas sirven
para recoger información acerca del medio que se pretende evaluar; pero esa
información debe registrarse de manera sistemática y precisa para que la
evaluación sea un proceso riguroso.

Dentro de las herramientas de evaluación se destacan:

Rúbrica
Según Díaz Barriga (2004) las rúbricas son guías o escalas de evaluación donde se
establecen niveles progresivos de dominio o pericia relativos al desempeño que una
persona muestra respecto de un proceso o producción determinada. Las rúbricas
integran un amplio rango de criterios que cualifican de modo progresivo el tránsito
de un desempeño incipiente o novato al grado de Portafolio experto. Son escalas
ordinales que destacan una evaluación del desempeño centrada en aspectos
cualitativos, aunque es posible el establecimiento de puntuaciones numéricas; de
acuerdo con Goodrich (1997) las rúbricas son herramientas poderosas para la
enseñanza y la evaluación ya que permiten mejorar y supervisar el desempeño del
alumno, al establecer expectativas claras y criterios concisos para lograr dichas
expectativas, ayudan a definir en qué consiste la calidad de los aprendizajes por lo
que los alumnos y profesores realizan juicios reflexivos sobre su trabajo y el de los
demás, ayudan a los profesores a incrementar la propia calidad de su enseñanza,
incrementan el sentido de responsabilidad y la autodirección de los alumnos,
consolidar estrategias para la autoevaluación y coevaluación, retroalimentan a los
alumnos acerca de sus fortalezas y de las áreas que requieren mejorar.

Portafolio
El portafolio como instrumento de evaluación, permite evaluar lo que las personas
hacen, no solo lo que dicen que hacen o lo que creen saber, puesto que se centran
en el desempeño mostrado en una tarea auténtica, los portafolios permiten
identificar el vínculo de coherencia entre los saberes conceptual y procedimental
(Díaz Barriga, 2004). Algunos autores definen el portafolio como una selección o
colección de trabajos académicos que los alumnos realizan en el transcurso de un
ciclo o curso escolar y se ajustan a un proyecto de trabajo dado; la evaluación
mediante portafolios es una evaluación del desempeño y en determinadas
situaciones se convierte en una evaluación auténtica; de esta manera los alumnos
tienen que demostrar que son capaces de ejecutar determinadas tareas (escribir un
ensayo, resolver un problema, concluir un caso, etc).

Lista de cotejo
Corresponden a una lista de aspectos (características, cualidades, secuencia de
acciones, etc.) a ser observados en el desempeño o ejecución práctica de algo y
sobre las cuales se desea determinar su presencia o ausencia. Tienen siempre dos
posibilidades de respuesta: Ej sí o no; logrado o no logrado, etc. Esta lista sirve
para determinar si cada uno de los elementos importantes está representados o no
en el procedimiento del alumno, sin intención de calificar el nivel en que se realizó
cada uno. Las Pautas de cotejo o check list: SI / NO: para medir si la característica
está presente o ausente, cuando existe un estándar absoluto y cuando se aceptan
pequeños grados de tolerancia para el éxito del desempeño. (Ruíz, 2007:35)

Según Costa (1998, p. 32), la lista "debe reflejar las fortalezas y debilidades de los
alumnos y promocionar una definición de metas", de tal manera que los resultados
de la observación permitan al docente preparar y desarrollar estrategias para ayudar
a los alumnos a desarrollar sus habilidades. El mismo autor menciona algunos de
los comportamientos que el observador debe calificar con la siguiente escala: 1 =
Sí 2 = No

Escala valorativa
Es un conjunto de criterios específicos fundamentales que permiten valorar el nivel
en el que se encuentran los alumnos y permite valorar el aprendizaje por medio de
indicadores de desempeño (Secretaría de Educación Pública, 2011).

Este instrumento detecta el grado en que un sujeto presenta el rasgo


evaluado, desde su ausencia o escasa presencia hasta la posibilidad de tener el
máximo de este o de una determinada actitud o conducta (mediante una escala
gráfica, categórica o numérica).

Una escala de apreciación es un conjunto de características, aspectos o cualidades


que deben ser juzgadas de acuerdo a una escala que permite identificar el grado
hasta el cual se ha presentado cada cualidad o característica. Pretenden graduar la
fuerza con la que aparece una conducta, por lo tanto, es un buen instrumento para
recoger información frente a comportamientos o acciones que queremos observar
de manera permanente si nos interesa cuantificar su grado o intensidad.

Importancia de un buen instrumento de evaluación

La evaluación no solo debe ser una herramienta que nos proporcione información
sobre si se han conseguido o no los objetivos perseguidos, según Santos-Guerra
(2014), esta debe indicarnos también por qué no se han alcanzado. Es aquí donde
cobra sentido la evaluación formativa, la cual es entendida por López-Pastor y
Pérez-Pueyo, (2017) como el proceso de evaluación cuya principal función es
procurar que el alumnado aprenda más y el profesorado perfeccione su práctica
docente. No se trata de quedarse en la mera calificación de las producciones de
nuestro alumnado, sino de disponer de la información necesaria para que pueda
mejorar y aprender más.

En este sentido, Díaz-Lucea (2005) dice que la evaluación formativa debe estar
integrada en el proceso de enseñanza-aprendizaje y en las tareas habituales del
profesor. Además tiene que ser una ayuda tanto para los alumnos como para el
profesor en vez de suponer una carga añadida. Como docentes, en ocasiones nos
puede producir cierta inquietud que nuestro alumnado obtenga excelentes
resultados, ya que se puede pensar que no les presentamos retos a su medida.
Pero, ¿acaso no es el sueño de todo docente tener unos alumnos de sobresaliente?
Pues permitámosles que puedan llegar a ello dándoles la oportunidad de saber en
qué han fallado y qué tienen que hacer para llegar a él. Así seguro que todos, o casi
todos, llegarán.

Bibliografía
Castejón, Javier, Marta Capllonch, Natalia González y Víctor Manuel López Pastor (2009), “Técnicas
e instrumentos de evaluación formativa y compartida para la docencia universitaria”, en Víctor
Manuel López Pastor (coord.), Evaluación formativa y compartida en educación superior, Madrid,
Narcea, pp. 65-91.

Costa. (1998). Evaluación del aprendizaje, enfoque actual de la evaluación del aprendizaje. México:
Monterey, p.32.

DÍAZ B. Frida y RIGO, Marco A. (2000). Formación docente y educación basada en competencias.
En VALLE F., María de los Ángeles. Formación en competencias y certificación profesional. México,
UNAM/CESU.

Díaz-Lucea, J. (2005). La evaluación formativa como instrumento de aprendizaje en Educación


Física. Barcelona: Inde.

El Reglamento General Estudiantil (2012) Instrumentos para la evaluación. Disponible:


https://multimedia.uned.ac.cr/pem/recursos_pace/b-instrumentos-evaluacion.html

López-Pastor, V. M., & Pérez-Pueyo, Á. (Coords.) (2017). Evaluación formativa y compartida en


educación: experiencias de éxito en todas las etapas educativas. León: Universidad de León.
Recuperado de http://buleria.unileon.es/handle/10612/5999
Pimienta, J. (2008). Evaluación de los aprendizajes, un enfoque basado en competencias. Ciudad
de México: Pearson
Ruíz, M. (2007). Instrumentos de evaluación de competencias. Universidad Tecnológica de Chile.
Disponible: https://www.ciea.ch/documents/s07_chile_ref_ruiz.pdf

Santos-Guerra, M. A. (2014). La evaluación como aprendizaje: Cuando la flecha impacta en la


diana. Madrid: Narcea Ediciones.

Secretaría de Educación Pública, S. (2011). Reforma Integral de la Educación Básica. Diplomado


para los maestros de primaria: 3° y 4° grados. En Módulo 1: Fundamentos de la Articulación de la
Educación Básica. México.

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