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NACIMIENTO VIVIENTE

Introducción.
Narrador:
Jesús, hoy, como hace más de dos mil años en Belén, viene a nosotros en el Santo Misterio
de la Navidad. Con ternura asume nuestra humana condición, en la fragilidad y dulzura de
un bebé, para que nosotros entremos en la misma vida de Dios.
En María se cumplen todas las promesas de restauración Mesiánica.
Así ocurrieron los acontecimientos:
En un pueblo insignificante, Dios quiso elegir a una mujer para hacerle una gran invitación:
ser la madre del Hijo de Dios. Un anuncio sorpresivo, pero al mismo tiempo lleno de
significado para todos los hombres. Dios escoge a una mujer virgen para la manifestación
de su amor; pero no prescinde de una mujer normal, con planes y proyectos como los tiene
cualquier otra persona. La mujer elegida es una persona abierta a los planes divinos.

Acto I. (La Anunciación)


Narrador: Al sexto mes fue enviado por Dios, el ángel Gabriel, a una ciudad de Galilea,
llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David.
El nombre de la virgen era María.

Canto: El Ángel Gabriel.


Narrador: Llegó el ángel hasta ella y le dijo:
Ángel Gabriel: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
Narrador: María quedó muy conmovida al oír estas palabras, y se preguntaba qué
significaría tal saludo.
Pero el ángel le dijo:

Ángel Gabriel: «No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. Concebirás en
tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús. Será grande y justamente
será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David;
gobernará por siempre al pueblo de Jacob y su reinado no terminará jamás.»

Narrador: María entonces dijo al ángel:


María: « ¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?»
Narrador: Contestó el ángel:
Ángel Gabriel: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá
con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios. También
tu parienta Isabel está esperando un hijo en su vejez, y aunque no podía tener familia, se
encuentra ya en el sexto mes del embarazo. Para Dios, nada es imposible.»

Narrador: Dijo María:


María: «Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho.» Después la dejó
el ángel.

ACTO II (MARÍA VISITA A SU PRIMA ISABEL)


Narrador: Por entonces María tomó su decisión y se fue, sin más demora, a una ciudad
ubicada en los cerros de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Al oír Isabel su
saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo y exclamó en alta
voz:

Isabel: «¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Cómo he
merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el
niño saltó de alegría en mis entrañas. ¡Dichosa tú por haber creído que se cumplirían las
promesas del Señor!»

Narrador: María dijo entonces:


María: Proclama mi alma la grandeza del Señor,
y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador,
porque se fijó en su humilde esclava,
y desde ahora todas las generaciones me llamarán feliz.
El Poderoso ha hecho grandes cosas por mí:
¡Santo es su Nombre!
Muestra su misericordia siglo tras siglo
a todos aquellos que viven en su presencia.
Dio un golpe con todo su poder:
deshizo a los soberbios y sus planes.
Derribó a los poderosos de sus tronos
y exaltó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos
y despidió a los ricos con las manos vacías.
Socorrió a Israel, su siervo,
se acordó de su misericordia,
como lo había prometido a nuestros padres,
a Abraham y a sus descendientes para siempre.

Narrador: María se quedó unos tres meses con Isabel, y después volvió a su casa.
Canción: A ti te cantamos.

ACTO III (JOSÉ ES VISITADO EN SUEÑOS)


Narrador: Durante los 3 meses que María estuvo con Isabel, José, el prometido de María,
se enteró del estado de gracia de su prometida y se comenzó a llenar de dudas, por lo que
el mismo ángel que se reveló a María, también se le apareció a él en un sueño.
(José acostado y el Ángel Gabriel sentado a su lado)

Ángel Gabriel: José hijo de David, no temas en recibir a María como tu mujer, ella es una
buena joven y nunca te ha fallado.

José: ¿Cómo qué no? Ella está embarazada y no es de mí.


Ángel Gabriel: Ni de ti ni de ningún otro hombre. El niño que espera maría es el hijo de
Dios, el cual ha sido concebido por la gracia del Espíritu Santo.

José: ¿Del Espíritu Santo? ¿El hijo de Dios?


Ángel Gabriel: ¡Si, el hijo de Dios! Y aun así, tu deberás criarlo, cuidarlo y quererlo como
si fuera tu propio hijo, porque el salvara a tu pueblo de sus pecados.

José: Pero… ¿Por qué María? ¿Por qué nosotros?


Ángel Gabriel: Simple, Dios los ha elegido a ustedes porque, tanto María como tú, han
demostrado ser buenas personas y obedientes a sus leyes.

José: Pues siendo así, cumpliré la misión se me ha encomendado y amaré a Jesús como mi
hijo.
Ángel Gabriel: (Saliendo de escena) Recuerda José, María te ama y sigue conservando su
pureza e inocencia.

ACTO IV. (MARÍA Y JOSÉ BUSCAN POSADA)


Narrador: Por aquellos días salió un decreto del emperador Augusto, por el que se debía
proceder a un censo en todo el imperio. Éste fue llamado “el primer censo”, siendo Quirino
gobernador de Siria.
Todos, pues, empezaron a moverse para ser registrados cada uno en su ciudad natal. José
también, que estaba en Galilea, en la ciudad de Nazaret, subió a Judea, a la ciudad de David,
llamada Belén, porque era descendiente de David; allí se inscribió con María, su esposa,
que estaba embarazada.
Todas las posadas estaban llenas por tantas personas que venían también para el censo.
Buscaron dónde quedarse y pasar la noche, pero no había lugar.

(Canción: Buscando Posada)

ACTO V. (JESÚS NACE EN BELÉN)


Narrador: María y José sólo consiguieron un establo para pasar la noche. En el lugar había
animales.
Mientras estaban en Belén, llegó para María el momento del parto y dio a luz a su hijo
primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pues no había lugar para
ellos en la sala principal de la casa.
Se apagan las luces.

Canción: Kikiki riki.


Finalizado el canto, se encienden las luces.

Narrador: En la región había pastores que vivían en el campo y que por la noche se
turnaban para cuidar sus rebaños. Se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor
los rodeó de claridad. Y quedaron muy asustados.
Pero el ángel les dijo:

Ángel: «No tengan miedo, pues yo vengo a comunicarles una buena noticia, que será
motivo de mucha alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, ha nacido para
ustedes un Salvador, que es el Mesías y el Señor. Miren cómo lo reconocerán: hallarán a un
niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»

Narrador: De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron junto al ángel, y


alababan a Dios con estas palabras:

Ángeles: «Gloria a Dios en lo más alto del cielo y en la tierra paz a los hombres: ésta es la
hora de su gracia.»

Narrador: Después que los ángeles se volvieron al cielo, los pastores se dijeron unos a
otros:

Pastor: «Vayamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha
dado a conocer.»

(Canción: Pastores, pastores, vamos a Belén.)

Narrador: Fueron apresuradamente y hallaron a María y a José con el recién nacido


acostado en el pesebre. Entonces contaron lo que los ángeles les habían dicho del niño.
Todos los que escucharon a los pastores quedaron maravillados de lo que decían. María,
por su parte, guardaba todos estos acontecimientos y los volvía a meditar en su interior.
Después los pastores regresaron alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto
y oído, tal como los ángeles se lo habían anunciado.

Ante todos estos sucesos, María meditaba en su corazón el por qué de todo eso que pasaba.
¿Cómo no hacerlo? Aquello formaba parte del gran misterio que resultaba inexplicable,
pero a la vez que estaba lleno de significado. ¡Cuánta sencillez, humildad y confianza se
vivía en aquellos acontecimientos! ¡Cuánta esperanza!

ACTO VI (TRES REYES DEL ORIENTE SIGUEN UNA ESTRELLA)


Narrador: Los pastores regresaron a sus rebaños, alabando a Dios por enviar a su hijo a
salvar a su pueblo. Después, tres reyes magos de oriente vieron la brillante estrella.

1 Rey Mago: ¡Miren, esa estrella brillante en el cielo!

2 Rey Mago: Ya sabemos lo que eso significa.


3 Rey Mago: Si, las antiguas profecías comentan que cuando el niño Rey nazca, aparecerá
una brillante estrella en el firmamento.

1 Rey Mago: ¡Sigámosla!

2 Rey Mago: Si, tenemos que encontrar al nuevo Rey, la estrella guiara nuestro camino.

Narrador: Los tres Reyes Magos siguieron la estrella hacia el país de Judea y cuando
llegaron a la capital, Jerusalén, empezaron a preguntar a la gente. Pero cuando Herodes, el
rey de Judea, escucho esto, mando a buscar a los tres reyes magos para hablar con ellos.
Herodes, pensando. “No puedo dejar que alguien más ocupe mi lugar. ¡Yo soy el único rey
de esta tierra! Tengo que hacer algo”.
Mandó llamar a los Reyes y les dijo: “Por favor, cuando lo encuentren, háganme saber
dónde está, para ir y adorarlo yo también”.
Los Reyes Magos le dijeron: “Vamos a continuar nuestro viaje, y tan pronto como lo
encontremos, se lo haremos saber”.
Los Tres Reyes Magos siguieron la estrella hacia Belén, y cuando se detuvo descubrieron
que iluminaba directamente un pequeño establo, cuando entraron se encontraron a Jesús
en brazos de María.

1 Rey Mago: ¡La estrella se detuvo!

3 Rey Mago: Entremos.

Tres Reyes Magos: (A José y María) Buenas noches, venimos de muy lejos y hemos traído
regalos para nuestro Rey.

José: Pasen adelante.


3 Rey Mago: Yo le traje la mirra que se debe untar a los hombres escogidos, ya que este
niño será un gran hombre entre los hombres.
1 Rey Mago: Yo le he traído el incienso que se le ofrenda a Dios, ya que Jesús es el hijo
de Dios hecho hombre.

2 Rey Mago: Y yo le traje el oro que se les da a los reyes, porque tu hijo ha venido de
parte de Dios, como rey del mundo, para traer la justicia y la paz a todos los pueblos.

Narrador: Esa noche cuando los Tres Reyes Magos estaban durmiendo, un ángel se les
apareció en sus sueños. Y les dijo: “Dios me envío para advertirles que no regresen con
Herodes, ya que su verdadero plan es terminar con la vida del Niño Jesús. Tomen otro
camino de regreso que los aleje de Herodes”.

Narrador: Al día siguiente, al despertar,………….. Regresaron a sus países en el Oriente


siguiendo un camino diferente. Cuando los Reyes Magos Partieron, Herodes estaba furioso
porque no habían regresado a informarle sobre el paradero del Niño Dios y su plan había
fallado.

¡Ha nacido el Salvador! ¡Ha nacido el Dios con nosotros! El que permanecerá hasta la
eternidad.

El mundo nace otra vez. A la degradación del mundo entregado el egoísmo,


sale al encuentro “LA CIVILIZACIÓN DEL AMOR”.

FIN
Canto: Noche de Paz
CANCIONES DEL NACIMIENTO VIVIENTE
El Ángel Gabriel Buscando Posada.
A dónde vais. José y María,
El Ángel Gabriel le anunció a María (Bis)
de puerta en puerta,
Que al cantar el gallo Jesús nacería. (Bis)
no encontrareis dónde quedaros,
Y a la medianoche, cuando Ella dormía,
no quieren no.
Se cumplió el mandato de la Profecía. (Bis)
Tús pies cansados están José,
Para el nacimiento del Dios de Israel, (Bis)
los tuyos más María,
Bajaron cantando los Reyes también. (Bis)
de caminar hasta el portal,
Y los pastorcillos a Belén se van
el Niño va a nacer.
Llevando hallaquitas, cachapas y pan. (Bis)

Quiere nacer en un portal,


San José y María, la mula y el buey (Bis) como señal de humildad,
Reposan debajo de un araguaney. (Bis) para alegría de los pobres
Y sobre una mata El Niño se mece y a los ricos enseñar.
Y un haz de cocuyos de luz resplandece.
(Bis) Que sean feliz en navidad
------------------------------------------------------- y que vivan juntos en la humanidad.

A ti te cantamos. --------------------------------------------------
A ti te cantamos, preciosa María, Lumbrera del mundo,
y de Ti esperamos paz y alegría. cándida María
A ti te cantamos (Bis) en la vida triste
preciosa María nuestros pasos guía.
--------------------------------------------------
Tú, la flor más pura Kikikiriki
del vergel del cielo, Kikikiriki el gallo cantó,
eres la esperanza, Kikikiriki el Niño nació. (bis)
eres el consuelo.
A las doce en punto
A ti, gran Señora, el galló cantó,
A ti suspiramos, anunciando al mundo, (bis)
Madre del Dios niño que el Rey Dios nació.
A quien tanto amamos.
Afina gallito,
No nos desampares, afina tu voz,
Divina Señora; porque es Noche Buena (bis)
sé nuestro consuelo y cantas para Dios.
en cualquier hora.
Pastores, pastores, vamos a Belén.
Pastore, pastores, vamos a Belén, que ha
nacido el Niño y será nuestro Rey. (bis)

Vengan, venga, vengan pastorcitos,


Vengan, venga vamos a Belén. (bis)

Noche de Paz Noche de Paz


Noche de paz, noche de amor Noche de paz, noche de amor,
Todo duerme derredor Todo duerme alrededor
Entre los astros que esparcen su luz entre los astros que esparcen su luz
Bella anunciando al niño Jesús viene anunciando al niño Jesús
Brilla la estrella de paz Brilla la estrella de paz
Brilla la estrella de amor Brilla la estrella de paz.

Noche de paz, noche de luz


Ha nacido Jesús Noche de paz, noche de amor,
Pastorcillos que oíd anunciad Todo duerme alrededor,
No temáis cuando entréis adorar Sólo velan en la oscuridad
Que ha nacido el amor Los pastores que en el campo están;
Que ha nacido el amor Y la estrella de Belén
Y la estrella de Belén.
Desde el pesebre del niño Jesús
La tierra entera se llena de luz
Porque ha nacido Jesús Noche de paz, noche de amor;
Entre canciones de amor Todo duerme alrededor;
Sobre el Santo Niñito Jesús
Una estrella esparce su luz,
Brilla sobre el Rey,
Brilla sobre el Rey.

Noche de paz, noche de amor


Todo duerme alrededor
Fieles velando allí en Belén
Los pastores, la Madre también
Y la estrella de paz,
y la estrella de paz.

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