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IJAS (jt~UE~LDADES

EN EL PUTlJM~\YO y EN EL CAQUETA

He::ljlduu~:alll(>Ilte .jpdicado .¡ la
SOCIEDAD ANTIESCLAV1STA y }JiWTr;C'l'ORA
D~; JlBOl-ll(.n~Nt;S DE LONDRF~R

:\ Ju::; GclJHI !ICS lit, Si;¡ y CClltroamérir[l. al de los }l;st",rlos


lJ Iildus. :i los ;l¡'~U:'¡)pa y aj I'uelú Colombiano

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BOGOTA
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VICENTE OLARTE CAMACHO
._-----_._._-. ..,.,

LAS CR.UELDADES

EN EL PUTUMAYO yEN EL CAQUETA


REspetuosamente dedicado á la
SOCIEDAD ANTIESCLAVISTA y PROTECTOR ti
DE ABORIGENES DE LONDRES
á los Gobiernos de Sur y CelltroaméricJ. al de los Estados
Unidos, á I1l3 de E:uropa y al Pueblo Colombiano

HOGOT.\

1910
LAS CRUELDADES

EN EL PUTUMA YO y EN EL CAQUETA

Consideramos como deber patrio reunir en el pre-


sente opúsculo algunos de los varios documentos que
atestiguan ante la civilización, la barbarie y la crueldad
de los actos de salvajez que han venido sucediéndose
con la impunidad de los grandes crímenes en las regio.
dt:s territoriale~ de Colombia que se conocen con el
nombre del Putumayo y del Caquetá.
Los autores de esas monstruosas iniquidades ya se
pueden señalar, sea de lo que aparece de los documen-
tos que en seguida reproducimos, sea de la naturaleza
misma y alcance que ellos tienen.
Los altos intereses de la patria y la protección de
los indios, de esos desgraciados compatriotas -asi-
milados á menores de edad por la incapacidad de sus
facultades mentales, por la ignorancia de sus derechos
y por la condición misma de semisalvajes,-nos deter-
minan é insf.'iran al reunir en este opúsculo algunos de
los documento3 publicados en La Integridad Nacional
y tn otros periódicos del Interior y del Exterior.
N uestra tarea no ha sido del todo estéril: á una in-
diferencia grande que hemos calificado de criminal, ha
sucedido una actitud, casi increíble, en toda la Repú-
4 LAS CI\UELDAD&8

blica, pues á las fuerzas vivas de la N ación, antes adoro


mecidas por causas conocidas, ha sucedido una intensa
labor de los buenos hiJos de Colombia.
A ún más: en el Exterior se le ha dado al humani.
tario problema toda ]a importancia que tiene, y ya la doc-
ta Sociedad A ntiesclavista JI Protectora de A borfgenes
de Londres, ha iniciado activa campaña que ha tenido
también eco simpátif'o en publicistas americanos y en
ilustrados pensadores de Suramérica. Entre éstos nos
bastaría citar al competente escritor dominicano D. En-
rique Deschamps, patriota y hábil representante de su
importante y simpática nación en Bucelona, y quien
con espíritu altamente elevado ha iniciado la propagan.
da que se acredita en la comunicación que reproduci.
rnos.
y era natural esta filantrópica actitud del escritor
dominicano. si su interesante patria fue presa de ]O!l
filibusteros y bucaneros y de la explotición de la Com-
pañía de las Indias Occidentales.
The T,.uth V The Da)'le NeUls de Londres, (oneia
do ..Vorte del Brasil. La Felpa de Iquitos y algunos
otros periódicos se han ocupado también en la impor.
tante cuestión de responsabilidad, que debe ser estu-
diada en el trascendental liti~io que significa la Co.ni-
sión arbitral que debe reunir!'e en Río de Janeiro en
virtud del convenio Calderón-Tezanos Pinto, que inser-
tamos en este opúsculo.
En el 17.0 Congreso Internacional de Americanis-
tas que se reunió en la culta y civrlilada ciudad de Bu\!-
nosaires, cuyo Presidente del Comité de organiz'ición
es el muy notable Dr. José Nicolás Mettienzo, decano
dI:.: la Facultad de FJlosofía y Letras de la Universidad
N acional de Buenosaires, se tratará de las razas indíge.
nas de A mérica, y sin duda alguna allí será materia de
estudio la trata de esa raza. que siempre ha llamado la
a tcnción de los Gobiernos civilizados y en los cuales se
han expedido leyes protectoras.
No e .. un sistema de colonización -expansivo y de
dominación- el planteado en los vastos, ricos é inago.
tables territorios del Putumayo i nó, es simplemente un
ré!7imen
o bárbaro de exolotaci6n
, de las riquezas natu·
EN IJ. PUTUMAYO y EN EL CAQUETÁ 5
rales, por un grupo de mercaderes sin conciencia, para
allegar fubulosas riquezas. sin parar en medios para ello
en que la expoliación es el primer factor. Esa codicia,
pues, no necesita de títulos de dominio ni aspira á ellos.
Es, por analogía, semejante á aquella célebre Compa.
Na que usufructuó en la India por la violencia y la cruel-
dad, y de la cual dice. el ilustrado D. Rafael M. de La ..
),ra en su importante obra La Colonización en la Histo-
ria: "A atajar aquellos males tendió el bill de Pitt en
1784, conforme al cual la Compañia fue sometida á la
inspecci6n de un Consejo (board o/ Control) nombrado
por la Corona, poniendo, además, á los Administrado-
res de la India en relación con Jos Ministros en Lon-
dres, los cuales habrían de ser responsables ante el Par·
lamento de lo malo que en la India se hiciese." Por una
irrisión del destino. la Casa Arana se ha nacionalizado
en Londres, y sus Estatutos deben ser regidos por las
Jeyes ·de la Naci6n inglesa. Es bien digno de observar·
se el que la Sociedad Protectora de A borlgent:.s, venga á
libertar á nuestros ¡nfelice.; compatriotas, como ahora
dos siglos el gran Pitt puso limite á un régimen de
horror.
Ya lo hemos dicho: "Lo que pasa y In ocurrido en
Jos territorios del Caquetá y del Putumayo es ya asun-
to de humanidad. No es el honor de Colombia y sus
indiscutibles derechos territoriales los que necesitan
reparación: son las leyes universales de la civilización
las que reclaman la atención del mundo, y por esto nos
hemos dirigido á todos los países europeos, á los Esta-
dos U nidos, á Centro y Suramérica, llamando seriamen-
te su atención para poner término á un estado tan salva-
je y atroz."
La protesta de fa civilización ya se está sintiendo, y
la explotación despiadada y cruel tendrá fin.

Vicente Olarte Camacho

Bogotá (Colombia), I9 I o.
y== =:=: = = ~ E! %':1' E"l!::!i==:: : == :
.~

LABOR

DE LA CANCILLERtA DE cówl.íBlÁ
.V. d~~ 1 ~9'1 Já CanCiUeña de Có~l)!a 11.,..
*~,nado' del Gó'blemo del Perú Co'ftlra ciertos á~
de ,..¡lo y piraterl~. según aparec:e de la ao~ pÜQl-
cáda en el Etan,'o Olida! número 8-,654,' que dice asf:
"NOTAS

L~IiI:l·tJri á~ /á Re~'licti ~'Coló'mbiá; en ~l Pe'ru ~NfitntJ­


ro 84 -Llma, 1.° de Noviembfe 1891 de
Seno.. Ministro:

A Su Señoría el Ministro' de Helaciones Exteriore~-B,'go)tá


8 LAS CRUELD4.D88

Ministerio de Reladones Exteriores-Oficialla Mayor-Co-


pia-Un sello-Su6prelectura-Bajo Amaronas-Iqui-
tos, 20 de Agosto de /89/

Señor Prefecto del Departamento

En cumplimiento de lo ordenado por Vuestra Sef'ioría en


el final de su estimable oficio de 30 de Julio último, trans-
criptivo del que dirigió á Vuestra Señoría el Oficial Mayor
del Ministerio de Relaciones Exterior~s, referente á la recla-
mación hecha por el serior 8ntaffado de Negocios de Colom-
bia por el delito de venta de ¡ndlós de esa República, impu-
tado al ciudadano pernano Abraham Pérez, tengo el honor
de decir á Vuestra Señoría: ,
QUé habiendo recibido el ro del mis:no J olio una comu-
nicación del señor Vicecónsul de Colombia, residente en este
,puerto, conteniendo. la misma rSGlamacióll que ha hecho al
Gobierno el citado Encargado de Negocios. dictó este Despa-
cho, coo' la prontitud que el c,aso requería, las órdenes con-
ducentes al esclarecimiento ¡fel delito, y que las ínvestj'gaeio-
:nes practicadas dieron por resultado encontrar á una mujer
indígena, de nombre Maria Carmen, y á un joven indígena
tamhién, nombrado Jacinto, en poder de personas íntimas de
Pérez, residentes en esta ciudad, los que fueron entregados
inmediatamente al referido Vicecónsul. Los demás indígenas
que se dicen secuestrados y vendidos no existen en el terri-
torio de la jurisdicción de esta Subprefectora\ la que ha teni-
do conocimiento, por conducto del Gobernador de Miraf'io,
que el antedicho Abraham Pérez fue atacado y estropeado,
en Noviembre del año próximo pasado, en Sil residencia de
Santa Maria, cerca del Aguarico, por una partida decolom-
biaIJos y ecuatorianos armados y encabezados por Rafael
Abarca é Ignacio Díaz, los que le quitaron una menor cuyo
nombre no se expresa, y que decían ser hija del primero.
Perseguido el presunto criminal Pérez, ha eludido la ac-
ción de la policía huyendo al Agua rico, t~rritorio colombia-
no, y quedan encargadas de su captura las autoridades de mi,
dependencia, para el caso de su regreso al territo~io peruano.
Para mejor ilustración me es grato. adjuntar á este-oficio
las copias pertinentes á este desagradabJe &8unto, tomadas
del Diario Oficial de Bogotá,del 2~ «}e Diciembre de .89°"
uúrnero 8,276, en una de las que consta la entrega de los in-
~ige'Das al serior Vicecón!lul, de que delO hecha referencia.
EN EL PU!JU".YO Y~,E" .EL CAQUST.\ ~ ,

Dejo uf evacuado el informe pedido y conteltaoo, el c~.


do oficio de V ueslra Seiiorla.
Dios guarde á V. S.
S. P:·
Psooo Jo' R08E~ '.
Es conforme.
El Oficial M1)yor,
Carlos .W~«' .
Es copia.
Lima, 1.° de Noviemhre de 1891.
TANCO ....

En 1894 fue asesinado en Iquitos el colombiano-


Juan B. Vera, y entonces el Gobierno de Colombia ~i­
rigi6 la nota que aparece en el número 9.51 1 del Dza-
~io Ofiúal, que dice:

" CORRESPONDENCIA
REFERE~TE AL ASESINATO DE UN COLmrHIA:'>iO EN IQUITOS

Legación de Colombl'a en el Perú-Número 196~Lima, la.


de Mayo df! d5.'J1
Sr. Ministro:
TenAl'o el honor de remitir adjunta á S. S. copia autori- .
zada dI'! las comunicaciones cruzadas entre esta LegaciÓD y
el Sr. Ministro de Relaciones Exteriores del Perú, con moti-
vo del asesinato del ciudadano colombiano D. Juan Bautis·
ta Vera, perpetrado en la ciudad de Iquit9s, Departamen b
de Loreto, el 14 de Mayo de 1892,;.
Dios guarde á S. S.
tUIS TANOO .

AS. S. el Dr. D. Marco Fidel Suárez, l\Ii-nistTO de Relaciones Exterior"


Bogo" •

Legacidn de Colombia-Número 3S-Lima, 8 de Febrero de .


1893
& Ministro:
Tengo el honor de manifestar á V .. E. , <j.\1e el Sr. V.iCtl-
cónsul de Colombia en Iquitos me informa que el 14 de .
: ~ MI; IIl1d pt'6nlbó' ,"atto AJe¡ i8~rto' ~ kl8 ~~entes
, de la Policía en esa ciudad, et CiQ(fllldábO' iotéodriiaa- D.
, .Juan Bautista Vera.
CoMo esle hecho reviste un car'\cler de ba8t'ant~ grave-
, dap,~zg~ de mi deber suplicar á V. E. se sirva ordenar, sin
. ~rdlda de tiempo, una pes({uisa, á efecto d,e. esclarecer los
Lechos y a veriguar sobre qUién ha de recaér lil responsabili-
dad .del alwladb.
El Sr. Subprefecto de la Provincia informó al Vice~n8UI
--tue habia pueslo lo acontecido eo conocimiento del Juez
-competente, pero hasta el pr6Dflád pd8iidd rrié8 de; NtWíhtbbre,
M!fiá de su última nota á esta Legación, no había {lOdido sa-
ber el Vicecónsul el estado en que se hallaba el juiCIO, no obs-
tante SU8 reiteradas peticiones.
Cottflo en que ese hónorable Ministerio haré cuantb esté
, eh l1i poder para hacer Ills- in vesltgeciones neeeSlÍriH sobte
. C;l SpCe80 á que tengo el honor de llamar la atención de
V. E.
Dígnese, Sr. Ministro, aceptar la 8egu¡''id~d d~' mi mis
alta y distinguida consideración.
LUIS TA.NCO

' •• Excmo. Sr. Dr. D. Raméo Ribeyro, Ministro de Relaciones Exterio-


res del Perú

, -Jil·n¡s~T'l.·o d~ Relaciones Exteriores-NúméM 2.:-:.Líttfa, 10

d~ Febrero dé' í81!3

3~. 'Enedigadó' dé- Négocios :

AI- Béúíi,l; á V. S. recibo de 8U IItédtit nota númi!ró 35,


¡'echada el 8 de los corrienteS y relati\Ía sI' a.esmaltJ éorbt!fi-
do en Iquitos, dt.1 ciudadano colombiano Juan Bilütista
Verli, me és muy grato expresar á V. S. que he dictado l8s
c;oo.,venie~tes ?rden~s ear~ la pros~~~ión ~ápi~9: del ,sumario
~pe.étlvó, cohslgtilehte IInpiltátilhd~d del delato y castigo
«ró'dlgno de 8U8 dulores.
Oportunamente daré cuenta del resultado á esa Lega-
eióp, l entre ~nto ren_uevo,á V. S. las seguridades de mi
,ai¡(s dlStiñgüidll' éorisider~ióri.
1\. RIBSTRO

'.'81'. o; Wi8' ....~; Ellcaf'g¡ilJodli Ne~i~de'f)ólMlthil


EN EL PUT~~~~ y BK .L CAQUETÁ ((

lIinút~rio d~ Relaciones Exteri()r~,-Número 4-Lima, ~9


de Mó,.tó ~ ~8'9'3

Sr. Encargado de Negocios:


Refiriéndome á la atenta noUt tft, V. S;, ilúiíté1rG ~5, del
l. di! Febreru últi~o, rel~~iva al ~nato del ciudadaDo 00-
Iqmbiano .Julln Bautista y ~ra, perpetrado no hA mucho ~~
.9'4Ii~ Pruvincia ~el Bajo Ama~ona8, ~~l Departamepto
JlluVlal de Loreto, teDJo el ~onor de remitirá esa ~13D
cOpia certi~ad~ del o6cio diriridoá este DesR'-cho ~r el
.~tivo Prefecto, en el cual se da cuenta de las rbedidas
dictada8 en orden al esclarecimiento del crimen y eOlito de
los que resultaren delincuentes.
Muy ,,"ato me será transmitir á V. S., en 8U oportunidad,
tos nuevos informes que se me remitan al respecto; y, entre
'8nto, renuévote la prbteita de mi dtitingulí:tlí coti8id~Ci6A.
CESÁREO CHACAl.TANA
Al Sr. D. Luis Taneo, Eneargádo de NegociOs de Colombia

Prefectura del Deparla;Mnlo dé Loreto-MoyolJam6a, Jlar-


zo 7 de 1893
Sr. Ministro de Estado en el Despacho de Relacione8 Exteriores-S. M.
En cont~tatión al dipo oficio de Usía, de 10 de Febrero
.ltihln, ~n él qde me transcribe el contenido de la nota dél
81': Encartado de Nefocios de la República de ColOmbia,
debo ~ir t Usla que he oficiado inmediatamente. tanto al
Sr. Juez de I!- instancia de I~ Provincia del Bajo AmazonM,
corno al Subprefecto de- la misma, para que activen con cele-
ridad la prosecución del sumario sobre el crimen realizado en
la persona del ciudadano crllonlbiano D. J UBn Búutista Vera.
No obstante la actividad que ordeno en este 8SUOtO, mi
próxima presencia en la capItal de la Provincia del Bajo
Altlazonas rrlé daré la mayor facilidad para investigar con
prolijidad todo lo que se refiera 81 crimen perpetrado; y en-
tonces tendré la alLa honra de informar á Usra con rttinucio-
AMad sobre lo que haya. al respi!cto, así de la mayor activi-
dad que procuraré para que, terminado el juicio, los deliocuen-
les sean sl'veramente castigados.
Lo qu~ me 1.'8 gTftlo d~cii' á' UIJ{il pata su coñócimietito y
k, fines consi~uientes.
Dios guarde á Usía.
Au¡ \NDl\O RIVERA
hirñWtMII~ó 29d~ 1896.
8~ t~fotm'é.
El 08ciat Mayor, Cm1o, Wei*e
12 LAS CRUBLDADES

M,'nisterio de Relaciones Ex!er,'ores-Número 7 -Lima, 24


de Julio de 1893
Sr. Encargado de Negocios:
Con la presente comunicación me es grato remitir á V. g.
copia autorizada del inf.)rme expedido por el Juez de ,~ ins-
taneia de las Provincias del All.o y Bajo AmazonaS, sobre el
homicidio del ciudadano colombiano D. J tIan Bautista Vera.
Dejando asl contpstada la e&timable nota de V. S., nú-
mero 35, fechada el 8 de Febrero último, me es muy satisfac-
torio reiterar á V. S. las seguridades de mi distinguida co'n-
sideración.
JosÉ M. J'MÉNE¡I,
Al Sr. D. Luis Tanco, Encargado de Negocios de C'llombia

Juzgado de Ir; l'nstancia de las Provincias del Alt0!l Bajo


Amazonas-lqllitos, Junio 4 de 1893
Sr. Prefecto del DepnrtalllCDlo
En cumplimiento de lo ordenarlo por Usfa en su estima-
ble oficio de la f~cha, pidiéndome informe sobre el estado del
juicio que se sigue por el homicidio del que fue D. Juan Bau-
tista Vera, tengo eJ honor de ot'cir á Usfa que dicho juicio
se encuentra en plenario, y el lB del mes próximo pasado S6
ha mandado actuar la prueba ofrecioa por el defensor del
reo; evacuada Ja cual se pronunciará la sentencia que corres-
ponda.
E~ cuanto puedo informar á Usía sobre el particular.
Dios guade ó Usía, Sr. Prefecto.
JosÉ DEL C. SILVA
Lima, 24 de Julio de 1893.
Es conforme.
El Oficial Mayor, Carlos lVeisse

LegaáóIL de Colombia-Número 40 -Lima, 14 de Diciembre


de 18Y3
Sr. Ministro:
Con fecha 8 del próximo pasado mee de Febrero tuve el
bonor de dingirme al digno antecesor de V. E. denuncian-
do, en nombre de mi Gobierno, el asesinato del ciudadaDd
EN EL PUTUMATO y EN EL CAQUETÁ '3
colombiano D. Juan Bautista Vera, perpetrado en lA ciudad
de Iquitos por los Agentes de Policía el 14 de Mayo del año
pa¡¡ado.
En contestación me manif~stó ese H. Ministerio, con fe·
cha [O del mismo mes, que habia dictadú las órdenes nece-
sarias para la prosecución del sumario y el castigo condigno
de los delincuentes.
Más tarde tuve el honor de recibir copia autorizada del
oficio diri~ido con fecha 7 de Marzo último, por el Sr. Pre-
fecto del Departamento de Loreto, en el cual se da cuenta de
las providencias dictadas á fin de esclarecer los hechos y pro-
mover la apertura de la causa respectiva; y posteriormente,
á solicitud del infrascrito, se dignó V. E. remitir á esta Lega-
ción copia certificada del informp. expedido con fecha 4 de
3
JUniO último, por el Juez de 1. instancia de las Provincias
del Alto y Bajo Amazonas, en que se participa que el juicio
se encontraba en plenario y que :-e había mandado actuar la
prueba ofrecida por el defensor del reo, evacuada la cual se
pronunciaría la sentencia correspondiente.
Habienrlo transcurrido tiempo más qoe suficiente para
que, á pesar de la natural demora de las comunicaciones con
la remola región en donde fue realizado el delito, haya reci-
bido V. E. noticia de la terminación del proceso, ruego á
V. E. se digne participarme la sentencia qUé sobre los crimi-
nales haJa recaído, para, á mi vez, cumullicarla á mi Gobier-
no, cU~'os deseos en este desgraciado suceRO no son otros que
el cumplimiento oe la más estricta justicia.
A pro vecho esta oportunidad para reiterar á V. E. lag
protestas de mi dislinguida consideración.
LUIS TANCO
Al Exclllo Sr. Dr. n, .1, sé M..Jimi~lle¡:, Miuistro de Rel,lcilllp's ¡':xteri<l-
I'es dd Perú.

Mim:~lerio de Relaciones Erteriores-A'úmero -,,-Lima, 15


de D1CÚ!mbre de 18.9.1

Sr. Encargado de Nl'gocios :


He tenido el honor de recibir la nota de V. S., fecha de
ayer, en la que se sirve solicitar que se le comunique la sen-
tencia que, por el tiempo transcurrido, supone V. S. se haya
't'xpedi.lo ya contra los autores del asesinato del ciudadano
colnmbiano Juan flautista Vl!ra, perpetrado en Jquitos el I't
de l\1ayfl del afio próximo pasado.
En la fecha he transcrito la mencionada nota de V. S. a¡
Prefeclo del Oepartamento de L01'eto nara q;ue, á la breve-
dad posible, me transmita los dalos necesarios F$ra ~a~isfac~r
el pedido de V. S.
Aprovecho esta oportunidad para niterar á V. S. las ~
guridades de mi dislinguida consideración.
JosÉ M. JIIII¡;;NU
Al Sr. D. Luis Tanco, Encargado de Negocios de Colombia

Ministerio de Relaciones Exle1'101'I!!8-Númem 3-Lima, ~I


dtJ Marzo de 1894
Sr. Encargado de N~oci08:
Satisfaciendo el pedido formulado por V. S. en su est¡"
mable nota de 14 de Diciembre del afio último, me es grato
adjuntarle copia autoriuda del oficio que sobre el parlicu.
lar ha dirigido á este Detpacho el Prefecto del Departamen-
to de Loreto.
Con tal motivo reitero á V. S. las seguridades de mi m"
distinguida ~onsideración.
JosÉ M. JIMÉN~

Al Sr. D. Luis Tllnco, Encargado de Negocios de Colombia

Prtifeclura del Departamento de Loreto--lquitos, Diciemhre


28 de /893
Sr. Oficial Mayor del Ministerio de Relaciones Exteriores

. Tengo el honor de devolver adjunto al presente oficio el


que Usía se dIgnó remitirme pidiéndome informes del estado
en que se encuentra el juicio criminal seguido por el homici-
dio del ciudadano colombiano Juan Bautista Vera.
Como verá Usía, el Sr. Juez de J. a instancia de las Pro-
vincias del Alto y Bajo Amazonas, me informa que la causa
ba sido sentenciada, condenando al reo Máximo Suárez;
pendiendo el proceso en consulta, ante la Ilublrísima Corte
Superior de Caja marca.
Dios guarde á Us/a.
AlEJANDRO R¡VEII4
Lima, 21 de Marzo de 1894.
Es conforme..
El Oficial Mayor,
Carlos Weisst'
EN EL PUTUMAYO :Y SI'( IL CAQUETÁ 1&

En 1899 el Ministro de R~ciones Exteriores. ,jus-


tamente alarmado, se dirigió al de Gobierno llamando,
la atención por los acto~ de pl~glo y exterminio de los .
n~turales, é indi~aba ci~rta~ ~~dida$ (que no se e~­
tu aro n) según puede verse en el DtaruJ Ofictal nú~eJ;o .
1 1.008. Asim~mo en el infqr"leque ~e ril)(:f~ó al Go~~r­
no en 1899. ,se denuncia el vergonzosQ trát¡co 4e 'indios·
(Di4.rio Oficial número 11,048).
En 1903. con motivo de la prisión de algunos I:f,).
lombianos traídos ;i bordo de la lancha Putumayo, el:
~in¡~tro 'de Rélaciones Extedores diri~ió la !dguie~te­
nqta:
"LiMITES EN LA FRONTERA DEL SUR
RECLAMO contra actos de ocupación de territorios en la marg,en Bepte....
trional del Amazonas, fjercidos por autoridades peruaaas

Legación de la República de Colombia--Ntimero 13-LitnIJ¡.


, 18 de Febrero de 1903
Sr. Ministro:

Mi Gobierno tiene conocimiento de que, desde hace algún, ,


tiempo, las autoridades del Departamento de Loreto vienen.
ejercIendo actos de domioIO y Jurisdiccióp en los territorios
SItuados en la margen septentrional del Amazonas, en las.
hoyas de los ríos Napo, Putumayo y CsqueIA ó Yapurá, te-
rritorios que Colombia ::onsidera como suyos y cuya propie-
dad definitiva está sujeta á la convención de arbitramento ce-
lebradll en esta capital el J 5 de Diciembre de 1894, entre f.o-
lombia, Perú y el Ecuador.
La Cancillería colombiana no había querido tomar en se-
ria consideración dichos procedimientos, porque creía que
ellos podían obedecer á un excesivo celo de parte del Prefec-
to de aquel lejano Departamento, para favorecer los intereses
comerciales de esa "asta y riquísima región; pero hechos re-
cientes han venido á comprobar, de manera p.vidente, que no
se trata en modo alguno de medidas aislapas tomadas con el
fin indicado, sino de un plan perfectamente preconcebido y.
combinado con el objeto de ir tomando posesión de esos te-
rritorios, para lo cual se han establecido en disLiQtos puntos
avanzados de elJos Comisarías fluviales, autoridadea ,"Hila-
res, adu8Dillas, en fin, todo aquello que constituye perfect~ y.
absoluta :ioberanía, como lo comprueban los hechos qllc:pa8(),
á enumerar:
•. LAS C'kUELDADE8

-. En Septiembre de r8gB el Sr. Prefecto de Loreto dictó


. una resolución reSpecto á la navegación del río Putumayo é
I iatroduccióo de mercaderíRs en esta región. En Septiembre
'd~ 1-9°0 establecióse una Comisaría fluvial en el do Napo,
aombrándose pa'ra'el desemp~ño de ella al Sr. D. Manuel Ca-
'milo.
, En Noviembre del mismo año zarpó de Iquitos el aviso
de guerra peruano Gahuapanas, con destino al rf.> Putumayo,
'conduciendo al Sr. D. Francisco IZapatero y Á otros emplea-
oot, con el objftlo de establecer una aduanilla en dicho río,
aBl cumo también al Comandante D. Juan M. González con
tropa armada, con el de fundar así una Comisaría fluvial.
En Julio de J901 llegó á Iquitos la lancha peruana Pula·
MO.!l0, trayendo á 8U bordo, en calidad de presos, á los colom-
lKanos Rafael Tobar Cabrera, Cecilio Plata Rojas, Juan de
Jesús Cabrera y Aquiles'Torres, quienes fueron tomados en
I~aná-Paraná, anuente del PULUmayo," en la margen iz-
',uierda, en un punto denominado La Chorrera, acusados de
un delito cometido en el Cllquetá, región sin disputa alguna
~Iombjana, y cuyo juz~amiento. por lo tanto, correspondía
á las autoridades de Colomhia. Estos individuos fueron pues-
tos en la cárcel pública de '-Iquitos, y sólo por instancias del
Cón~ul tie Colombia en esa ciudad S~ les dio libertad.
lEn SepCiembre de 1901 fue nombrado Jefe de la Comisa-
ria nuvlal en el río PUlumaJo el Sr. D. IIdefonso Fonseca,
-quien se dirigió á tomar posesión de su destino acompanado
de cinco soldados: En Enero de 1902 zarpó de la ciudad de
, Iquitos la lancha del Estado Ir¡aito$, conducien o en comi-
sión del Gobierno pernano al Ing-eniero Sr. G. M. Von Has-
~el, con el objeto l'Ie levantar planos y ver la mejor manera
'de abrir un carnlnO él vía de comunicación con la parte alta
~et 'do Putumayo: En'Ma'rzo dd mismo año el Sr. Prefecto
del Dt'parlamento de Loreto, Coronel D. -Pedro Portillo, se
.ditigió perwnalmente con 'alglJOos Oficiales y quince hom-
íbres de tropa á los ríos' Napo, Putumayo y Caquetá, con el
~hjeto de establecer'en éltos nuevas oficinas y autoridades pe-
tuanas.
En Noviembre del mismo Año sahó de Iquitos, en la lan-
'-cha Pattlmayo, el 'Oficial 'Albarracín con algunos soldados,
. con el ohjeto de reforzar la guarnición establecida en Inga-
ná-Paraná, Afluente del PIHumayo-
Podría, Sr. Ministro, citar muchos otros hechos, pero
:juzgo sufi'cientes Il s que he mencionado, para demostrar el
-émpeilo Coó' que las autoridltdes-peruan88 están procediendo
-con el deliberado fin de tomar posesión, no sólo de territorios
,~ituados 'en la zona otrental disputada entre Colombia y el
'~erú, sino aun en regiones de absoluta é ind!'!cutible propie-
·::.dad de Colombia.
EN EL PUTUlIfA YO y EN EL CAQUETÁ 17
Por lo expufsto !'le conven~er;\ V. E. lie la justicia que
asiste á mi Gobierno para llamar la atención del Perú
.acerca de estos proc~dimlento8, que con~liluyen una infrac-
ción del statu quo derivado de la Convención tripartita de JI-
milt's,
Esta ()rlJp~ci6n que vien r haciendo el Perú en toda la re-
.gión en litis es hoy, como no se escapa á la penetración de
V. E., de consecuencias tanlO más trascendentales para Ca-
lombia, cllllnl.o <lq'H'1 paetu de arhitramento faculta á Su Ma-
jesta,l el H.ey de España para que dirima las cuestiones de lí-
mitl's entre I.'s trl's Repúblicai, alenléllJo~e nI) ~ólo al uli po-
8sidetis d~ 18111, t'S d~cir, á Ius lÍIullls,'I a rglallt'11 I usde estric-
lo del'echo, sino a las convwiellcia~ de cada una de ell¡¡~, de
modo qu~ la línea de frontera concilie el derecho con la jusli-
ela y la ,:quidad. '
Es, por consiguiente, natural y ltigif:o sllp(.ner ql\e la an-
telada posesión ele territorios, m¡lS Ó ml'II()\; .'Hlitl('ada r'I ma~·
tenida, por CU;J!lluiera de la,; Pades IIti~dntes, intluy~ 1:11 el
ánimo del Heal Arbitro:J1 emitir l"U fallo.
En tal virtud, me VtO en la illlprcsciu,iible necesid¡¡l! efe
presentar forlllal l'telamll, á nombre de 1111 G"hierr\o, ante la
{;aueilll~rf¡l dd PI~ní por Indos Mltl~lI()s <le!.os pl'rpetrii'jos por
las autondades pauanas, 4u'~ ell Il,anef¡l all,juna lIIerwseaOt:n
los intl~rcsl~s lenitol'i<tles de Cul,llld,ia ,'" lit IIIal'1.;el1 st~pkn­
tríonal del Amifwnas entre el )iJ(J" y el Caquetá.
Abri/,{o, Sr. Ministro, la firm~ (~(lnviceión de que la ilustra-
da Cancillf>rla que está á cargo de V. E., oMlos sus 110111'081-
simos antccedentes y reconocí,la rectiwd, se apresurará á
desautorizar los procedimientos que ul'!livan esta cumunica-
ción, po/' ser ellos altamente c'.litral'io,; á la leal y f¡'anca
amistari que existe y debe existir siempre entre Colombia y
el Perú.
Aprovecho esta oportunidadpal'a reiterar á V. E. los sen-
,timienlos de mi alla y rlistinguiJa cJlIsiJeraci.jn.
LUiS TANCO ARGÚ:Z

Al Excmo. SI'. DI'. O. E, Lal'l'"b IN' y t-uánuc, Ministl'o de Hela~hlles


EXlcrior('s del Perú.

Ministerio de Re/aciones Exteriores - Urna, 2 R de Peh .'('/ o


de /9°3
Sr. Ministro:
Tengo el honor de avisar n~cib() á V. E. de Sil comunica
.ción de r8 ?el .mes colTipnte, en la • lIal, refiriéndose á algu-
nos actos eJercidos pur las aulonda.les (el Departamento de
Loreto en territorios que, según su ilustrada opinión, están

18

8U)e,to,s á lA Con vención arbitral celebr~~.a" en ~i'ma ~I.~ 5 .de-


DIcIembre de 1894 entre el Perü, Cotott.flla y el Ectfádor, We
sirve pedírme la desautoriución de ~ále8 aclt-s, 'por ctéei't68
co"ntrarios á la leal y franca amistad que éxiste y debe éxis-
tir sIempre entre el Perú y Colombia.
lnmediatamente he pedido los informps del caso, á fin de
atender con toda solicitud y con pleno cón'ocimiento de lOs
hechos, al reclamo que se sirv~ V, E, formllhH.
y entre tanto, puedo asegllrar s\ V. E, que el Perú, fiel á
Jos nobles sentimientos que V. E, invoca dI' lealtad ent're
nuestros países, por Sil parte no empleará nll'dios que pue-
dan afectar interel'es que estuvIeron siempre estrechamente
unidos.
Dígnese V. E. ::lceplar las expresiones de mi alla y distin-
guida consideración.
E. LARRAIlURE y UNÁNUK

Al E.~clllo.
Sr. D. Luí" "j'IInr.o .\rll":\ez, Euviado Extraordínllrío y Minis-
tro Plrnipotenci«rio de Colc)/lilJie.

En 1898, el malogrado joven Dr. Samul'l Hamirez Arhe.


Jáez, Encargado de :"t'gocios ad i"terlm en Lima, descmpetió
una labor inteligent(~, al decir del General Alfredo Vásquez
CoLo, pues no se ha publicado nada al respecto. De una co-
rrespondl'ncia fcrhao¡¡ pn Londrf's el 25 de Mayo del presen-
te año, del expresadfl (Jenl'ral Vásquez, tomamos lo siguien.
te: .. La laLor del Dr. Ramírcz Arbeláez fue inteligente y
digna. Sus nolas al Gubierno de Lima ~on documentos de
Derecho llltrrnacinnal que por su furma y su espíritu hon-
ran nueslra Cancillería: l"uIJerall{a exclusiva de Colombia en
el Putumayo é ind,'mniza,ión por los atropellos y los per-
juicios rf'cibirlos, file la tesIs que ('on carácter y firmeza supo
sostener y ó ... fwdt'I' : dpsyraciadamenle días después de co-
municar ú Boyo/tí importantes dalos sobre la marcha de sus
gestiones, el cable (lflluu:ió su . muerte, atribuida ti la peste
bubón/ea. La IJrr~f{sa e,rtrafljcra deploró en sentidas trases
la muerte del i/(lsl,.(~ compatriota; algún órgano de ella lo
lIamd mrírllr ,k/ deó,'r, !I sin ambages denunció el procedí-
mleJ~lo escanda/os d,' II/s autoridades peruanas al nio/ar el
f)

domin'/io !I e/ a,.('/l/l1o e/(' 111 LeY{l('iófI, so prete,rlo de medidas


higiénicas."
(!le EI.,"/leo·, Tiempo, de ;¡ de Julio de 1!)10)

'El J 8 d~ ;\1;1 \ 11 d .. ¡ 9(18, 1,1 Sr. Dr. Frallcisco José Urru·


'tia dirigIÓ Ulla imp"rtHIIH' nul,l sohre prott'sla rifo' lós acnnle-
ciinientos del Poi 11 lila ) o. Esa COfllHIHcaci¡}1l la publicamos al
fin de fiste opúsculo.
EN EL PUT~Y·O Y. &N ·EL CAQUETÁ Jg

. Por úhimo, el Ministro de Relaciones Exteriores, Dr.


Carlos Calderón, celebró el 13 de Abril de 19[0, con el Sr.
Ministro fiel Perú, el Convenio que lleva su nombre, y }Jor el
cual lie ha someti,lo á una Comisión Mixta InternacIOnal,
para que determine sobre las responsabilidades y demás
puntos qlle ella indica. Al fin también de este opú~cul() in-
tlertarnos tal Convenio, junto con los comentarios que le he-
mos hecho.
Como se ve, la actitud del Gohierno de Colombia ha sido,
fría, débil y bajo t(\do concepto digna de censura.
Durante los últimos treinta años, nuestra Cancillería está>
muy lejl1s de alcanzar el estado de hrillo y esplendor en que·
los fundadores de la nacionalidad la colocaron desde los '-!!-
bores de la I~mancipación.
La historia de la Diplomacia Cololilbiana, referente á 108
acontecimientos ocurridos en el Pulumayo y en el Caquetá,
será muy severa para con quicnp!, no desplegaron toda la
energía necesaria para repeler las ofensas irrogadas á la Pa-
tria, y antes bien impusieron silencio clJando los escritores
independientes llamaron al patriotismo de los cololDbialJos~
exigiendo una reserva para tratar <lt~ esLos asuntos, que nel'-
lamente ~()Io t'lI naciones que han lIe~ado al grado de deca·
den~ia como la ulléstra, pueden soportar.
Las dos nola.., (fue á continuaeilÍn renrorlucimos, tienen
por ohjeto drjar constancia del criterio' SlIl' gencris, acas(~
cuando mA~ necesaria era la lahor de los perIOdistas en UD
asunto I an trascendental eomo éste.
Dicpn así:

"ne/uíUiclZ de (;%m/¡ia-Alinis{p,.io de Gobierno-Sec('ÍrJ,.


,í ,"--Pf'(?n,w, Rsladist{r:a .11 Af'clu'/Jos-Número INo-fJo-
[lo/ú, ;1 dt! 1l/ayo de [f)uN
l:'r. Dire '101' de X }' X-Prespnlc

El Sr. :\Iinistro tic nefacion!'!'. Extl'riores !'e ha ¡;wfvidü


manlft'star al infrascrito el deseo (JlIt~ In anima de que por
{HlI'II! oIt' la ('('t'lIsa peri(',di~a del pllís no i'-e cOlllrihuya /'n lo
minimo á embarazar la ¡¡c~ióll diplofl);ílira t'1I el Hfft'l.do de
IIUeS I l'dS cucstiones pendientes con las HI'públic8s v.E'cinas.
Hay cIerta clase de escritos que, si plltrióticos y I} en in-
tj-ncl(luados, pueflclI I-Igllar 1m; ánimos f'll el interiur de Ja,
Hrpública y producir llIuy mala ilTlprl~sión fuéra de sus lími-
tt's, irnpidi¡'nnd t¡lIizl\ 1111 aV"nimit'll/n f,lv",.ahle rar:~ ella, ó>
el ¡¡f'r.·:;/" rI. fi"illYIJ ti., CIIt'sti"ll' s inIPI'oi/ci, ,,¡¡le;; que nos,in-
tt'I"'''';1!1 "1'1 i¡¡fllt'lJte.
:\ ,,..,,lnl CancílfH{a 1rahaja ~(t" Ifü,nocicla aetividad, y
'ceJo por llegar á un le~llltado favurable para Colombia. Pcrü
20 I,AS CRUELDADES

cualquier palabra imprudente (le la prensa periódica puede


producir en esios momentos fatales consecuencias, y por ello
me permito suplicar á usted, de la manera más encarecida, se
sirva abstenel's~ t:1l lo 8l1ce:-ivo de tratarasunlos internacionales,
sin ponerse previamente de lIcuerdo con el SI'. Ministro de Re-
1aeionp.s Exteriores, quien me ha manifestado varias veces
qne está dispnt'sto ti dar á los señ')res peri'Jdistas los dat08
(Iue necesiten sobre asuntos (/ue no exijan reserva y puedan
darse oportunamente á la luz pública.
D~ suerte que, sin que esto constituya una censura pre-
via, los Sres. Uirecto/'t's de periódicos deben ponerse de
acuerdo eOIl aqllt'l alto funcionario antes de pllbhc¡'f ningu-
na producción de la naturaleza indicada. lIat:iélldolo así, se
dará la ullidad requerida á la prensa pt'riódica y se evitará
d qlJe é!'ta apilrezca ml/chas veces en pugna con la laLor
reposada del G(.hierno de Colornhla.
Me permito, afhm í!', recordar á usted que la ley vigente
sobre prUlsa prohibe dar publiCidad á <letos oficiales de ca-
rácter diplolllatieo, anteS tic q\le lo haya Iwcho el Gobierno,
y aun st"ñala alglÍlI correctivo para los periódicos que violen
dicha prohibición. El encarga<io de este Ministerio conf(a en
que nuor.a Ilel,{&rá el ~aSf) ele aplicarlft, pues los señores pe-
ríorlistas s¡¡!len bien culÍn delicadas son estas cuestiones Inter-
nacionales)' con cmínto tillO deben tratarse, p,l/'a /lit .;om-
promder el mismo nomhre de la Patria.
Suplico á IIsle,l, tirlillrnente, se sirva IlOblicar en su
importal/te periódit:O la pl'l'Sellle nuta, á fin tie q\le la eo-
llozcan sus cole~as de la Pren"a \' si¡;an en 1., venidero la lí-
~lea de conducla ¡¡lIe ell dla se In,lica.
Soy .le usted m\ly atento, ~iI'gllro s('rvidor y amigo,

~1. V AlIGAS"

" llepúbhca de Colomúúl - Jft'rll·.I'le,t'o de GO/;I·~"FIO- SpccúJn


;)." - .YÚmf'ro J ,01.') - p,.ensfl, E$l(l{/í.~tc'(·a .'1 A 1'/.:1 iuos-
Bogotd, 10 de Aúnl de F!) , r¡

Sabe IIsleJ <¡lIe los llSUll1 (I~ iul ernacion;¡ les, como los más
graves y ddiea'lDs de todos. dd,w tratarse COIl SlIllIU tillO .v
discre':lón, ¡i fin de II('vi,dos á feliz lérllllllll sin comprometer
'ntt~rc:;n. L1t~ ptro ord,," que en OcaSIones viell"n á ml'zclarse
á ell"s t:"1I grave pt'rjlli':lo dt~ 1.. IIItegl'iJad ó de la s"lll"ran{a
llaci"/I"1.
D<l aquí que la ley pr"hiba t!'nnillantemt'nle á la prensa
¡¡eriódica el tratar asnnto'" de ('sta naturaleza SIIl previo
permiso del Gobierno, pues LUm:has veces ulla palllbra ¡m-
ES EL PUTUMA YO Y EN EL CAQUET Á 2 r

p~te. una frase of,~nsíva puede producir fatal resnltlldB


en la decisión de determinado asunto internacional. Rige hoy
entre nosotros á este re~ pecto el artículo 33 oe la Ley 51 de
1898, que á la letra dice: "Prohíbese la publicación del curo
so de las negociaciones diplomáticas sin permiso del Ministf()
de Relacion\!s Exteriores, bajo pena de multa de ciento á qui-
nienlos pfSOS."
Me permito, pues, hacer un lIamamienlo al patriotismo
y huenas intencIOnes, tanto de usted COrT>O de los periodistas
y escritores que se sirvan de su establecimiento, á fin de que,
en hién de ¡(lS int\!reses patrioR y para no entorpecer en estús
delicados mOlO\!ntos el curso óe lo .. negocios diplomHicos
que se siguen con las naciones limítrofes, se ahstcn~an en lo
sucesivo de publicar art/culos ó sud tos relativos á estos asun-
los, sin el previo permiso de aquel funcIOnario.
Este Ministerio abriga la seguridad de que la presente
excitación será acogida y acatadll por todos I(,s periodistas
de la Repúhlic:l, sin que las auturidadt's se vean obligadas en
ningún C3!'O á aplicar la sanción que la citada ley establece
para la violación del precepto arriba citado.
De usted atento, seguro servidor,
1\1 IGt:E/. Au,miA l\JÜDEz

11

Protesta de la civilización
Las crueldades en el Putumayo
118J'erlolltl, Ji de Jlllli" de '!llf'
Seií0r Director:
PernlÍtame el I¡(¡flor de pedirle plaza 1-'0 !'tI imporlante
diario para l(ls presentes líneas, dicladas por el deseo de di-
vulgar en América h. iniquidad que hH dl'lerminado la acti-
va camparla en que t'jercita actualmente sus energías la Sa-
ciedad Afltiesclavisla !I Pro lectora de Aborígenes, de Londres.
La publicidad que solicito respetuosamente de su genial
hene\'c1encia será fecunda á todas luces: si es cierto el es-
cándalo que denuncia, esa misma publicidad tenderá á Con-
fundir á los culpables del mal denunciado, ya que el Gobier-
no peruano se apresurará seguramente á destruir las causlls
de aquel mal por su propio decoro y por el nombre del pais.
y si, por el contrario, se tratase de ulla impostura creada al
ealor de pasiones innobles, con la cual se haya sorprendido
22 L:AS CI'tUBLI1AUI!:S

IQ' buena fe d 7aquella genf'ros8lidstitución britá.nica, 1m ~.


mentos autonzados' del Perú y aan' deSudllménca tratlf.,an.
dedtsvirtuar eficaz yráprdllmente'lós efeotosde nnlr propa.·
:ganda' hlibil é inteligentemente organizada que hará bim Al
jos indigenaS' martirizado!!, si ~n efecto' existiesen-pero q'U~'
t1áyalns ó nó.-deprim~ en gran manera el concepto no sóJb'
de la República peruana sino de todo nuesLro Continente.'
Transcribo en se-guida lil denuncia, basl9nlc·difundida· ya
~tl Europa y her.ha ahora dpsrle Londres por persona tllnf
.autorizada como Ramiro de Maestu :

" Ahora se está efectuando en Inglaterra utra campaila


análoga conlra los malos tratos de que S('n objeto los IDdio.
que recogen el caucho en la región dd río Piltumayo, situa-
do en la parte norte é interior del Perú, cerca tie las fronte-
ra.'! de Colombia y Ecuador y no muy lejos del Brasil. Y esta
'Vez no se dirá que el humanismo británico persigue finea
comerciales, porque la campaña se hace contra una empresa
inglesa, la Peruvtan Amazon Company, cinco de cUJos di-
!'eelores residen p~rmanelJtementt' en fnglaterra,
La entidad que hace la campAña; ya iniciada· previamen-
:te en articulos publicados en 1 ruht, el perié-dico de Mr. La-
houdiere, es la Sociedad Antlpsclavisla y Protectora de Abo-
rígenes. Los datos en que se funda la campaña inflJnden es-
panto.
Se trata de inmensos bo~ques poblados por una tribu de
indios llamados huiLotos, eo lus que abunda el codicl8do cau-
oeho. La Compañía citada posee una concesión del Gohierno
peruano quP. la autoriza á extraer el caucho, y el procedi-
miento de extracción, análogo alseguUfu en el Cong_o, con-
siste en hacer que un ejército semi-bárbaro obligue á los io-
dios á entrt'gar determifladas cantidad.:s rle caucho, para lo
-cual se paga una comisión á los capataces que mandan ese
ejército.
Los capataces son 45, jeft's nil otras tanlas secciones, y
-cada uno posee IIna lista de los indios que vlvt'n en ella. Se
'Übliga á los indios á t'ntrt'gar cada ditz días tánlos kilos de
caucho. Cada cRpataz es ayudado por una patrulla dI! hom-
bres armado<l, que en algunas secciones no pasan de cinc/) y
en otras 110 baJdn de ochenta. Y si los indios no enlrt'glln
cad'a diez días la cantidad señalada, son unas veces az;otadbs
y otras mutilarlos y fusilados. Adviértase que aquellm¡ indios
11uitotos son sencillos, huspitalarios. incapaces de organizar-
se. para ninguna clase de oposiCión y de protesta, y. por afta-
-d:idura, carecen efe armamento!!.
Enl re los tes[imonios reclIgilios por la Sociedad Antltzsdá-
dstlJ,figurQ el' de UD ~r88ileño Ramada B'ragll, qmeR VÍo sa··
E1'C EL PU~:r.p Y,~ ~. CAQUETÁ 2,3.~

.~,~po áQClw ,i~~~Qs,y a~IQS á otrps t~~o~... mwl~1!*, en


q'MM\\¡~, f>o.l' \1no de ~p!l; capataces llamado AgUtlFO, y d~!su;
~U~,Il~~ J~m,éne.z.
Cuando los ll1vieron at~cios, el capa~az y su ay~d,apA~ 8,e
~eroo una botella de coñac, y se pusieron á asesInar á 1~
ocho indios á machet¡u~('S, La op~ración duró ~erca,de una,
h9r.a,.taq~o comú los grj~os,desgarradore~ d~ la~ vlctl/'~w." El
delito c,O;I!l!!lf~O pqr ":>~ i{lrliQs fu~ el dI' huir cuando Agüero
J Jiménez quisieron dt'tl'nerlos por la vez primera .
.. ', ESe miAmo te!\timonio refiere que tres meses después vio
fusilar á sangre fría á otro~ treinta y cinco indios por ese
mismo Jiméñez, mientras Agiieró 'bebía coñac. Arlviértase que
esta declara~ión fue hecha en el Perú, y á presencia de un
'Oficial del Ejército peruano.
Otro testigo, Carlos Sllplin, afirma que sólo el capataz
Belisario Suárel: hiZO azotár en unos dos meses á más de
tresCIentos indios. Ei nÚI~ero de azotes oscilaba entre veinte
J cient~q~~a"cif~aq~e allí ~ c~~s~d~~ S4~~~~(lt~ Rara,
·malar á un hombre en e) bCIO. '
Otr" ~ap\iJaz, Al\lol\iq Mp'ño~, h.,i~':I azolar en tres meses á
más dI' cuatrocientos mdios. entre ellos, muchas mujeres y
algllnos niños. Por cit'rto que hubo un indio que resistió dos-
c;i,f:At<!~ a,zott's sin m(Jrirs!!. Etl di¡¡ s.iguiente lo. m~tó.un italia.
no' rle un culatazo en la cabeza. . -
Lo peor es. que 110 se trata de atrocirlad~s comeLidas de
propiO impulso ¡.io'r los capalaús. 'La Socieiád Antiesclavista
ha recogido liívt'rsas oeclaraciones en las que consta qlle el
sistema de azolamientos oberlece á instruccione,s ti~ ~os Direc-
I.~res de la C(lmpllñía. ' '.
Hay más. La SOcif!dad .t1nfiesclavista ha tratado repetida-
mente de avistllrse con los cillCO Dlfectores de la Empresa.
quit:nes re~i(len en 1lIl,\'lalerra. ~o ha podj(lo )()~rarlo. Los
Oirectores se han nt'gado á concedú la entrevista, diciendo
que" nada útil podía derivarse rle ella."
Al fin, la Soet'edad Antiesclavista ha apelado al Gobierno
jn$I~! y' el Gubiel'110 iogléó, dlSpué~io á h~cer just,icia, ha c~­
mU~JCaaO el asuJlto al de los Estados UÓldos A fin de abur
eilLr'e amboa una illformación' e,fi c'i'a 1, Y no cabe duda de
.q~~',s'i en el,la ."e con~rm'lIn lo~ !!l_f?<ri~es ~,~~t¡9o~~re8de la
,s..~!eaa.{1 A.n,',~spla.VlIi{a. I~s GobJt~r~o~ g~ Lo~d~es y de Wás-
hmJw.~ hallar:á!1 lIIudd dé pon!!l' téJ'mtno á el!te !!scándalo,"
_.....- .......................... .....................................................................
,

i!l~~ ~Q~rQl~~Mo ante el mundp el nqbiUsimo ~f{itu


pr,Q(rUl~ dpl.fer,Ji, J I;QfI ~I, el conc~plp q.u~m.jlJ~'FIa. Cif?',
,r~po~ , LQdpe IQII pu¡;blus de nuestro cuntment~. .. '
LAS CRUELDADES

, Su importante diario, Sr. Director, que es factor poderoso-


y eficaz en el rlesenvovimientO cultural del Nuevo Mundo,
h&rá, en mi sentir, obra humana y patriótira, procurando la
difusión d ..1 hecho que se dentlnria, A fin de que lo!! llAmados
á hacerlo lo desmientan. si huhiere lugar á el/o, ó apliquen-
inmediata y ené,rgicamentt: el necesario correctivo.
Con el anticipado homenaje de mi respeto y de mi grati-

-_
tud, soy, Sr. Director, su obsecuente serVIdor y amigo,
ENRIQUE DESCHAMPS

...... .....-,---
_.~

III
Fieras humanas
Los crlmenes cometidos en la región
colombia na del Putumayo

PRUEBAS PUBLICADAS FN" TIIE TRUTH," DE LONDRES

Ministerio de lielaciones R.rteriores-IJma, Jun'o 25 de


1.')°9
Sr. Ministro:
He tomado atentamente fn consideración la nota de S.
Eo, de fecha 15 del presente, relativa á los arreslos y Férdidas-
&\Jfrirlas por los jóvenes Sres. W. Bo Pprkins, J. W. E. Har-
denhllTg, de Jos Estados Unidos, en el Departamento de Lo-
reto. en el primer mes del año de 1908.
Mi Gobierno, Sr. MInistro, siente excesivamente los per-
sonaJes sufrimientos que han dado lugar á )as medidas to-
madas por S. Eo en favor de los mc:ncionados trabajadores, y
estando inspirado en sentimientos de especial deferencia ha-
cia el Gobierno de los Estados Unidos, tiene el placer de co-
municar á S. E. que está resuelto á pagar, á las partes per-
judiradas, como indemnización por Jas pérdidas que han su-
frido, la suma de f.. 500, las que han sido acordadas por '<J8.-
informes recibidos por este Ministerio y compensan las pér-
didas sufridas por ellos, á que se refiere la nola de S. E.
Ruego á S. E. tenga la fineza de comunicarme 8U res-
puesta en cuanto al monto de la suma designada, y si Be po-
ne fin á las medidas que han sido tomados en relación ~.
este negocio; mi Gobierno insertará, en ese caso. la sumls,
designada en el Presupuesto del año de 1910.

Siempre del Sr. Ministro C. C.,


(Firmado) M. H.PORRA~

(Nota del ~Iinistro de Relaciones Exteriores del Perú'


la Legación de los Estados Unidos, Truth, página 1 ,o28,.nú-_
mero 1,714, de 3 de Noviemhre de 1-909)'

DECLARACI(,N TOMA [lA EN MANADS EL UIA 8 DE OCTUBRE DE 1908::


POR M. W. r¡. IIARDENHURG AL CIUDAD~NO BI\A~ILERO JOAO 8A1'-
TlSTA IlRAGA, DE TRf:l:'\TA Y OCHO A~OS DE EDAD, ANTE EL LUGAR-
TENIENTE Josi; ROSA BluzrJ., COMAXO"NTE DI': UN DESTAC,\MENl'n
DF. LA A1\;lIA)),\ IlEL BRASIL EN CONSTANTJ;>¡órOLls

" En el aí'lo de 1902 fui contratarlo como fog-onero rle la


lancha Pl'eriada, pt'rtcneciente á los Sres. J utio C. Arana y.
Hermanos, y que salió de Iquitos para el río Pulumayo.
Después de un liño, más ó menos, renllncié mi carg-o y prIn-
cipié á trahajar en la lancha del Sr. David Caves, Cónsul in-.
glés en lquitos, y allí trabajé por espacio oe un año. El 6 de
Diciembre del año de 1904 me comprometí con los Sres. Ju:-
lio C. AranA Hermanos á dirigir una partida de sesenta y
cinco homhres (pernanos), con un salario de 60 soles (f.. 8 _.
por mes), aoemás una bonificación.
Mis jefes fueron los Sres. Abelardo Ag,uero y Augusto
Jiménez. Inmediatamentl' después de aH llegada el Sr. Ague-
ro me mostró elmélodo y los procedimientos que se usaban
allí con 10s prisioneros: tomó ocho indios que tenia en el
cepo como prisioneros y los colocó en ocho postes en el pa-
tio, y después, de acuerdo cún Jiménez, principiaron á tomar
una botella de brand)' y á matar á esos desgracilldos. Estos
crímenes los cometieron porque I.,s indios hablan pensado
en huir para evitar los horribles maltratos de obra á los cua-
les eran sometidos.
Tres me8es después de este incidente, el Sr. Aguero, jefe
de la sección, me ordenó malar treinta y cinco hombres que
tenia encadenados por el misrT'o delitq de Jos anteriores.
Como yo rehuse cometer semejante primen, me ofreció
matar si no cumplía sus órdenes.
En vista de semejante amen8z~...I rotu,ndamente rehusé- ..
cumplir la orden, y le dije que yo era un ~iu~adano brasile-
ro y que jamás podrfa llegar á ser un asesino.
-Bien, di~o. Si usted no cumple mis ,órdenes, habrá otro
que las cumplIrá, y J/amé al segun~o jefe Jimén,ez, y ordeD~.
·,.ue matase inmelHatamente
"íclimas.
á todas aq.uel~18 ffi!s~raciadas

Todos aquellos treinta y cinco infor.tpn~dos fueron ase·


sinados, sin quitarles las cadenas, con fría sangre, y desde
* momento principia,ron á perseguirme, reduciéndome á
toda clase de miserias. Ellos principiaron por retirarme los
principales elementos de vida, hasta el extremo que con fre-
cueocia tenia <:fue comer airambo, caguana, palmito. etc.;
tas pocas cosas que nos daban no solamente eran insuficien-
tes para el numeroso personal de la Compajiía, sino que
~penas servían para evitar que muriésemos de hambre. En
semejantes condiciones, me pareció que en cUlllquier mQ~e,q~.
oto yD podría ser victim~ de l¡l f~o<;ifflld de lús jd~ d~ ;l~l
~jón: reso/vi r~nunciar "i PUf:$~O, y pregunté, por e~j;
tp, si me era, permitido reg~ar al Brasil.
Cuatro vecea insisti en mi r~nUllci!lt Y siem¡prl" se me
(:(mtestal::a que mientras mi vacante no fue¡;e ocupada, ellos
_o me dPJarían ir. Desde enton¡;es, sin recurso~, sin nQdie á
qllién dirigirme y sin medios de transporte) porque no Iwhf~
· c::.woa en la cual pudiese escapar. Al fin corqprendí queellps,
, DO ~f1~erían dejarme salir de aqlle.lla re.(ión para evit~r q~~.
yocon~~se los enormes crímenes q!le allí se cOqletian. I)u-
ra.te los tres años ocho meses de mi detención, tuve opor~
tunidad dé ver infioidad de atrocid\ldes semejantes á las q~~
"¡ln sic10 cometidas en la Inquisición.
Un dla un jefe de tribu, llamado Iutubide, llegó con 70.
jndios y dio ulla india de su tribu á .Iiménez, el jefe de la
8~ción j éste no quedó satisfecilO y exigip dd indi., su pro-
pia mJljer j la l1egaliva del indio fue suficiente para que Ji~
· lI)énez lo hiciera amarrar y matar.
l'Qdr.{a relalar los innumerables crllflPnes que fueron co-
metidos durante mi estadía en eSd región. En el mes de J u-
liD el jefe de tribu conocido con el nomQre de Tiracabuaca y
su mujer fueron hechos prisioneros y 8e les encadenó. Cu~n­
.to Jiménez-que había eslado teplporalmente ausente- lle-
gó, los ~izo condUCIr á su presencia y les notitjcó que si su
tribu no s~ presentaba en el transcurso de ocho días, ellos
serian pa~~.I.os por I~s arm~s, Y que esa era su mayor an-
_¡edad.
Pas~ron 100s ocho días y la. tribun!) sepresentó.j Jiménez
ordenó poner sobre el/us una lljta, de ~ero~oe, y encendieqdo
· un fósforo, les prendió á eso~ infRr"u.Q~Ps; l~1i lJ~m,a~. ge~
cían la floresta y Lr~.smiúlJ,n \~~ máJi, ~~p!ln.t9so~ aJariq08.
En presl!Dcill de sl'.wejIJP~e, ~Pf\QJ.R8a aVoc~d.It~,. "u~.n.i~e~
· té á Jiméllez mi'borr.or, y entonces m~ r~p()q~.i,ó q,ue á, IJ"'-
,.ti~ le ea;illú:iLolptolwar conlr~ 11\8 Ól"4.e~s que él 4'!.Qa;
. ;'9.~ ~i lp d~~~a. llepodla aqoptJlr GQ"'.lPigo ql 4!~sp1P pr~.t;~
EN EL PUTU....J!O· y. M ..... CAQUETÁ 'J¡1
ditaiento, y 'qU&Si la.Compaf'Halo habia colooado come jefe,
era porque·éI sabia lo .que deWa hacerse. Comprendí; putW,
'fue mi viria estaba en peligro, y resolvl escaparme, arros·
'ranoo loda clase de.ríe~os.
El :l8. de Julio. rila de la indep,mdencia d&l Perú, me
aproveché de la orgfaen que estaban los.jefes de la seccióQ
y lile emb~qué en una cauoll india que estaba en el puerto,
ád&J'.. 4 14. m.
FU6fon mis ctlmpañerü8 Felipe Cabrera, colombiano que
hbLa e.~'ado pre~ pur espacio ele dieciocho meses, y un, pe-
JHano, Melchor Sajllmio, que había estado en la,mismacon-
di.ión que yo y á los. cuales se lea habia tlagelado varias ve·
4!:e8."

(The Truth, página 7'J'J, número 1,7°9, de 29 de Sep-


'iembr.e de 1909).

~LAJ\ACIÓN DE JENARO CAPORO, EMPLEA DO D8 LA COMPAÑiA


auDIDA EN PI\EtIoENCIA DE FED81\JOO PIZARRa, NOTARfO PÚBLICO
DE JQUITOS, RL 10 DE HA YO DE 19°9
(Esta declaración rue firmadll por Jllsé Antonio, en pre-
Iwci!l del citado Notario y á petición de Jenaro Caporo).
" El dip.cisiete de Junio de 19°7 llegué á la sección que
está hilJ<I lalt órdenes de A-el jefe de esta sección. Tan
pronto como lIe~ué me en vió á una comisión compuesta de
'Jeioticinco hombres, para hac~r IIOQ correrla y traer encade..
Dados á todos los indios que tnc~)Otrá~emos juntos con ~us.
HJIlj~rf'S y sus lujos.
A los veinte días re~re8Ó la comisión con treint..a indios
encaoenados. entre hombres, mujeres y niños. A, cuaodo los
yio IIt'gar, se paró y preguntó á tres indios viejos y á tres
indias jóvenes, sus hijas, dónde estaba el resto de los indios.
Ellos contestaron que no sabían, y que algunos dtas antes
habfan sid., dispersado" en la flore"ta, por el temor que ellos
le ten ian ; t'lItonces A lomó el machete y asesinó con la ma-
Jor sangre fría las cincl\ infortunadas vícti mas. El relito de
los in·'fIOH fue conducid" al CllpO, donde, como en una rueda,
existen flif'rt'ntes secciont's. Mas, como diese ode~ de n«>
dar á esos dellgraciados ningún alimento, no tardaron en
pr.iuejpiQ#: á, grita¡;, eQ~ l'Md.ip ,,~~ martir;io y de. la. d~espera~
eión ;: I:o~ que g,Citarull W~rQ4.·qQl:tlJrlps en. p~a2;os y perma-
necieron aJlj abandona(1)lt, P~l' tSIt",~i9 de cuatro á ielS dfas,
al hIelo de su- com,vañeros vivos '"
Vdnte rifas de~pllés de este a(~olltecimienlo, A ordtnó I~
.ali,Ja de 'm.a comisión <t~ diez hombres, para traer á un ca-
LAS CRUELDA-»E8

pitán con su esposa y sus hijos. La orden fue estrictameate


cumplida, puesto que la comisión re~rMó á los cinco días,
conduciendo encadenados al capitán, á su esposa 'Y á dos ni-
ños. Tan pronto como llegaron, A lus puso en cruz y los so-
metió á un interrogatorio sobre la cantidad de caucho que
estaban obligados á llevar; e1-capitán le respondió que á ve-
ces era imposible colectarla. por ·Ia gran cantidad que ~I exi-
gía. La contestai'.Íón fue suficiente para que A lo amarrase
de manos y de pies con una carienR ; después ordmó lo colo-
caran sobre una pila de lena, le 'roció encima mediA lata de
kerosene, y él con sus propias manos le prendió .fUi'g() á
esta infortunada víctima. Cuando la pobre esposa vio -seme-
jant~ acto de crueldari, imploró de A que no a¡:esinase .á s.
marido de una mllnera tan hárbara; esto fue suficiente para
que A cogiese á la mujer tie la cabeza y la arrl'j3se sobre
la pila funeral de su marido; después tomó los niños, y des-
cuarl izandolos con su nlRchete, los arrojó al mi~mo f~o.
También he visto que él cometió otros cr(menes más atro-
ces. Eran las '1 de la tarde del II de Julio del año de 19°7-
La \íclima fue ulla pobre imha que se negó á sen'ir CumG
concubina ele uno de sus ayudantes; la india no cumplió l.
orden, porque tenía ya como psposo á un Indio ....
Por un crimen pare~ido al anterior él suspendió otra in-
dia de cuatro esta~'as ó postes, por las manos .Y por los piet'!,
y después de dilrle cien latig¡¡zo~ tomó IIna bandera perulln~
la que eSlaba ¡JI aeance de su mano, y dt'slr/lzáudolil en pt!.
queños pedazos los mojó en kerosene y t'nvolvló en seguida
]08 pies de la india y les prendió fuego. Tan pronto como la
mujpl' empezó á sentír eSa espantosa agonla, cogió su máuser.,
le disparó un tiro, y la india cayó desplomada.
En tin, para convencerse de lo que acabo de afirmar, bas-
ta illquirir al vecino. A,lemás, en todos aquellos alrededores
se vl~n calaveras y huesos humanos.
NOTA-En el contexto de los comentarios se dice que se
suprimen algunos nomLr:es propios para evitar que los de-
nuncianl..:s sean asesinados por .vivir en aquellas regiones.
Los autores ele Jos crímenes son peruanos.
La anterior inforlll3eión criminal aparece publicada en el
número 1,7°9 del Tl'lltlt, de fecha 2.9 de Septiembre de [goo,
página 723-

DECLARACIÓN DE CELESTINO LÓPEZ, RENDlDA ANTE EL SR. FRAN--


CISCO M. PIZANO, NOTARIO PÚBLICO OE IQUITOS, .EL DíA 24
DE MAYO DE Ig09

Deié á Iquitos, y en el pequeño vapor Liberal seguí para


El Encanto, después de Jo cual conlir:lUé el viaje hasla La
Chorrera. En esta sección principié á trabajar .como empl~
E!'< l;L PU'l'UMAYO y EN EL CAQUETÁ 29

do el 1.° de Abril del mismo ailo. Tan pronto como desem-


'tlarq8é en este puerto tuve notieias, con gran sorpresa y al
mismo tiempo con pr funda piedad, de que los infortunados
~díus que cargaban y descargaban el pl'qucño vapur que es-
taba en el puerto estaban tlacos, hambri.'ntos, impotentes y
~ubierto~ cun enl,rlllCS cosl/'as pnldllcídas por el látigo y los
grandes golpes de machete.
Aquí vi tamlJién á Dancurt, ofieial ejecutor de La C.llOrre-
t'a, t}tll.{e1ar á los illdills, casi dIariamente, por las más trivia-
les faltas, v con tollo el conocimiento .Y aprobación de Víctor
l\laceao, Gerente de La ChufI'era.v .fue;: de Pa;: del Putu-
mavo.
'Entonces Abdardo Agucro, qu~ haLla Ile~ado allf en la
lancha de guerra Ir/Uttos, lne preguntó q'le si queda ir ron él
á La Abisillia, secóón a.· la cual estaba encargado, y roe as~­
gul'ó que allí 110 se llagtlaba á los indios, que tenían buen ah-
-mento y que podía pa~al'ln.~ S 80 pOI' mes. Creí en su buena
-fe, )' alllrs que todo IIU deseaba presenciar tántos crímenes
que m,~ horrorizaban. ACt'J-Ité ~u of,'rta, y á los pocos días
))OS pusimos .. n viaje á bordo de IIna lancha hasta S;¡nta
Julia.
Desde t'!'le piloto nosotros clolJlinuárnos el viHJe á pie has-
td un plinto II¡¡/ll<lo() Araros, de donde me fue imposible se-
~'lIir POI- la impotrllcia ü que rn~ había reducido la falta de
alimento.
Aqllí A;.;-uero .y sus eOlllpai'ieros, (1IIiell"s me habían ofrc-
I:ido tduto. /lit' Jejaron aball(lolla!lo en medIO de la selva. Allí
fui testi/;{o pnsencial Ol' uoa repll~nalllt~ "sc~na. Las m¡\s bár-
baras 1l"llelcl<'iollt's hilhlan sido ima~inildas para Jos riesgra-
tiado,'j indios 'lile nu hahían ejecutado olI'O hecho qu'~ no lle-
var la cilntid<id clt~ cau"}w qlle les iHlhía sido (.rclenarh!, Fue-
fOil fl-l!l.·lil'io,; hastn ,'n I~s ,·,;paldas ." labi"s, pero de lal ma-
llera (Jllt:' qtlrdaf'on dl~!'lr(\zad"s.
En "iHa dc' semrjallle uill'bal'idild, señor, nw rrt-iré, por-
ll{ut' (lO lIIe:.;usta presellciar ¡;emejanles espectáculus.
En ;\layo dd lIIi~mi) añil fui á M\Jrelia, unl\ dc las seccio-
nes rn¡ls .. icas, y pr"scncié la ~l'IJel tlagelación de siete indios,
por 1'1 cl'irnell I/sual de /lO llevar la cantidad de caucho que
)es piden los civilizados para satisfacer SIlS amhiclOnes. Dos
óe e"las víctlllltfS eran unos ni¡lOs.
Dt:spué¡¡; de una estadia ae oeho días t'n MorelíB, regresé
para Alllsinla, rle Hcuerdo con las órcknt's dt~ mi superior.
Dos dl¡¡s después llegó llart(llflmé Zurneta t'n c(l'pañía de
A ug'usto .J i ménez. La llegada de e~tos dos viles .• tlserables
oCilsivnó IIn escándalo y IIlIa Of'gia st,)amt'nlc comparable
l!ú)n las de las hordas salvajes,
UtI CttUttllKDIIS
<

Unos dlas después el Iibert;"o de Agnero ordenó J18g~


ti una de sus concubinas por haber tenido una pftJUeW8 COft-
versación con Alberto Urdinibia. Ellos suspendieron á fa po-
bre mujer de una viga del lecho y la azotaron por dos hOf'aII
seguidas sin compasIón, y exhiblan su deslrClzado cuerpo lle-
no de golpes y cortado por el látigo.
Creí que un hombre honrado 110 podía permanecer allí, y
resolvi escaparme en compañía de Urdinibia; pero como fue-
se notada nuestra ausencia, ellos enviaron en nuestra perse-
cución una de aquellas célebres comisiones del Putumayo, l.
cual nos capturó y nos hizo volver á La A hisinia.
Impaciente For mis continuas quejas, Agu~ro al fin resol-
vió darme. permiso para ir á Santa Julia. Durante los cator-
ce días que estuve en Santa Julia vi flagelar tres indias de f.
manera más bárbara, por orden de Manuel Aponte. Uo np,- ,/
gro que s~rv{a de cocinero se ofreció como verdugo. La fla-
gelación se hacia en la misma forma de las otras secciones;
pero no contentos con eSlo, después inlroolldan sal y vIDa-
gre en las heridas que tenían las pobres mujeres.
(The Trulh nlÍmero 1,7°9, de fecha 29 rie Septiembre del
año de 1909, página 723, primera columna).
NOTA-En los extractos que ha publicarlo la Compañía
de Julio C. Arana fig-llféln como Jueces de ser'ción los asesi~
nos citados en estas informacíonrs.
Véase publicacitSll de E. Robuchon sobre el PlltumayG.
La muerte de este distinguido explorarlor francés fue muy
sospechosa: murió asesinado en el Putumayo.

JI
Extracto de /a declaración renrlirla por Julio l\I,'nll'ro.
ante Fcrlerico M. Pizarro, :\'otario PÍlhlico de 1(/lIil(\S, el 19
de MaJO de 19°9:
"Puedo atestiguar que he visto al mismo Fíd!'1 Velaroe
tomar su machete y principiar /a carnicerfa de ses~[\lél indios,
hombres, mujeres y niños, dejando la mayorfa muerlos á !>t(
alrededor y otros sin un'jas, sin piernas y sin hrazos." (7 h~
Truth, número 1,709, de 29 de Septiembre de Ig09- p~gilla
7 2 3).
Extracto ele la declaracién de Daniel Collantes, firmada
ante Arn¡¡ldo Guichard, Notario público de Iquitos, el .8 de
Mayo oe I g09 :
"Durante mi permanencia rn Atenas h~ vi~l(l aSt'si\lllC'
como sesenta indios, entre hombres, mujeres y fliiius. ESlali
pobres víctimas eran muertaS a lirús, -ó COl"táIlPIlIt·S IfllO dIfe-
rentes miembros con marhf'te, Ó ,>obre IIna gnlD pila O· lila·
dera aseguraban lab v/climas y entonces les prt>lldíall fuegu.
EN EL PUTUMAYO y'EN'BL CAQUETÁ '3~

Ocho dias despuél> de pste 8contecimiento Mllrtirfelipi I


ordenó dt>rrumbar las casas de algunos indios de la vecittdltd
y ordenó también su exterminio, junto con sus mujeres y SY8
'flijos, porque no le habian lIf'vado la cantidad de caucho que
él deseaba.
Días liespués regrf's6 la comisi6n, y para probar que 8US
órdenes habían sido cumplidas, le presentaron dedos, orejas
y cabezas de las infortunadas víctimas. Después de estos 8eOD-
tecimientos pedí permiso para abandonar esta sanguiltaJ'ia,
sección y regresará La Chorrera. Después de unos vemte-d.s
de mi llegada, llegaron prisioneros cuarenta indioR ocaittas.
los cuales fueron encadenados y encerrados en un calabozo_
A las fl a. m. V fctor Macedo, el jele de la sección de Cho-
rrera, tenia catorce empleados de absoluta confianza en· la. '
Sabana, .Y cuando éstes llegaron les ordenó flagelar 108 oea;"
nas hasta matarlos. Esta orden fue inmediatamente cumplí..
da, pero como algunos de los infortunados indios no sucum-
hieron con el látigo, el cruel Macerio repiti6 la orden y Jes,d~
jo que sacaran á los inrlios d~1 calabozo en donde estaban- y
los arrastraran hasta los bancos del río, Jos mataran y les
metieran fUf'go. La oreJen fue rigurol'amente cumplida.
A las 9 3. m. principiaron á llevar la leña y el kerosene
que debía ser IIsado p3ra la cremací(ln, y á las 12 m. Londo-
ño, por orden de l\Iacedo, les puso fuego á las infortunadas
víctimas de la tribu de Ucainas.
Esta espantosa pila de muertos permaneció humeando
hasta las 10 a. m. del día siguiente.
Esta cruelda¡J era cometida e/l un día oe Carnaval <tet
año de 19()3." (The TI'uth, número '7 0 !). Septiembre ~9 de-
J909, página 723, segunda COllllllIlH).
Extracto de una carta dirigida á 1\1r. ArrlenbllfL\ por
M. T. t.amach(l, fechada en Iquitos el 20 de Febrero rle "90S:
"lIe pasarlo algunos rne,es f'n el Putumayo en una de las
secciones perl!~necientes á Julio C. A rana y Hermanos, llama-
da Abisinia, en la cual he presenciado y he tenido conoc;'
mit'nto de algunos crímenes perpetrados en los illforlunados
indios, habitantes de aquellas selvas.
El día de 11 ueslra llegada con Agucro á la sección de la-
cua 1 es jefe, y cuando nos aprox\lnáhamos á la casa, variQ8
perros cadavéricos pretendieron emuestirnos. Cuando fueron
vistos por Aguero preguntó si no habla carne para ellm;, y
como obtuvo una conte:.tación negativa. precipitadamente se
dirigi6 al depósito en donde estab:¡n varios infortunados in-
dios en el cepo, cargados de cadenas: entre ellos había' un
capitán que tenía en sus brazos el uno de sos hijos, porque
su mujer y lllS demás hijos habían sirio ya asesinados. Jer-
king, el niño, fue arrancado por la fuerza de brazos desu padre!
LAS CRUELDADES

'se le libertó del cepo y de las cadenas, se le arroj') al patio en


·oonde recibió vários tiros. y después con un machp.te fue dei-
-cuartizado sin haher muerto.
, Esta muerte, salvaje y criminal en extremo, me llenó de
horror y protesté; mi protesta fue contestada con una carca-
-'jada y una notificación de que debía seguir su ejemplo si
-rleseaba una remuneración mayor por mi trabajo. Las Ilage-
hciones que se cometían diariamente eran espantosas por la
costumbre con qUt~ se hadan y p1r los I'spantosos d~ctos que
-flroduclan: quedaban las víctimas por mucho tiempo ilJcapa-
~itadas para moverse, se cuhrían de gusanos y á veces morian
en medio de tremendas a I.{on ías. Lo peor de estas infamias
era que se cometían t"mbién eon los huérfanos de las vícti-
'mas, que pstahan destinados á la muerte por hambre, porque
no les suministraban alimentos. y cuando lIe~aban á la extre-
ma debili,tad él impotencia armahan los c1wlttossirvlentescon
rilles, rnadletps y cerbatanas y lus hacían atacar y destrozar
á sus vi ;timas."
(The Truth, ntÍmero 1709, de Septiembre 29 de 1906, pá-
-gina 723, sf'gunda columna).
Extracto lie lJna carta ciirigiJa á Mr. Hardenhurg Ipor el
Sr. Aurf'lioBlanw, á principio!'! de 1<\)06 .V desde el distrito
tl1 que Blanco traoajaoa COIIIO ¡;al'pinlt!ro:

"Fue el primer delito tres t) cuatro cortadas que le dieron


en la eaoeza ¡i un indio, lie las cuales murió tres días des-
pués; lo st~gunrlo la mtItilación de una india, acto crimIno-
so qlI~ file cometido por la mujer del jefe de la sfcción en
un arrf'bato de celos; y el tercero, la Ihgelacit'm de dos des-'
graciadas indias, porq"e r10 habían obedecido las Mdenes que
se les habían dado ..... Castigos semt'janles no se harían en la
Inquisición, porque SI' les alaba por los cie,i0s con fuertes li-
. gaduras y se les flá~elaba desde el cuello hasta los pit·s y no
se detenían hasta que las eS(Jalrlas no estaban totalmente cu-
biertas de sangre: puedo aSt~gurar sin exageración que cada
'uno r~cib{a seiscientos lati~8z')s; al día siguiente todas las
-víctimas murieron.
No quise ir en, una c-omisiáo que hizo una matanza de
cuarenta indios." (Tite Tl'lllh. número j ,709, de 29 de Septiem-
'bre de Ig09. página 723. segunrla columna).
, Extracto de la declaración rendida pllf el empleado Juan
:Rosas, firmarla á ruego por Nicanor de la Mesa, ante Julián
'Vá8'Ju~ en lquitos~ e1.6 'de Julio delgo8:
" El 4 de Agosto del año de '903 principié á trabajar en
-una correría de lasec'ciónAbisinia, y fuimos enviados como
-'"custodios ógoardilsdelos'indios para'que entregasen el cau-
EN EL PUTUM4YO T BN EL CAQUETÁ 33
·eho que el Jefe deseaba. Ello del mismo mf!S el Jefe de la .
'Sección puso á cincuenta indio" en el ct!pu, y como DU lea lIB-
bit oi un poco de A~ua. ni mucho menos Illimentos, los po-
~res indios principiaron á co nl'r pedazos de madera por estado
de excesiva debilidaci y hambre en que se encontraban; cuando
~I jefe vio esto, los hizo alar á un poste:; los exterminó á to-
d08 con 8U r~vólver Mauser.
El día 15 del mes de Ago!\to de 1903 envió el citado se-
-ñor ocho hombres á una correrílt.
Ea una de las casas en que pararon encontraron rlOR 10-
dia. enft'rmOR óe virnellt, y estas pobres mujeres snplicllron á
Aguero que l..s rli~Re algunos remeciíos para 1111 curllciÓo.
Ar.ruero 11'8 c/lnt~stó que él nll desf'sba fJlle la fiebre la!! mor-
tificatle, y cogiendo su mache!!'! les cortó la cabeza á elltas in-
'fortunad38 mujeres. El ~o de Septiembre principié á trltbajar
~D la sección More/ia, donde era jefe Jiménez, y el día 30 lIe·
gó una comisión conduciendo calorce prisioneros que fueron
puestos en el cepo. Cuando estaban á punto de morir de ham-
bre, una de la8 víctimR8 le suplicó que más bien lo matase,
antes que hacerle sufrir tan crueles agonías, y este hombre de
·'Corazón de piedra lomó su machete, le cortó una pierna y
después ordenó que le arrastraran, mat.aran y quemaran."
('FIle Truth. número 1,7°9, de 29 de SeptIembre de 1909, pá-
ginas 723 y 724. vuelt~, primera columna).
Publicación del Jornal do Comercio de Manaos, de fecha
·.4 de Septiembre de 1907 :
"De acuerdo con la promesa que hicimos á nuestros lec-
tores, les damos las siguientes noticias, para compl~tar, has-
ta donde es posible, las informaciones relativas á las muer-
tes que !le cometen en un punto cl'fca de nuestras fronteras.
'En los últimos rlías del año de 19°6 un número de emplea-
d08 de la firma Urbano Gutiérrez, salió de Florencia, Depar-
tamento del Tolima, Hepública dé Colombia. Se embarcaron
~n 6 canoas, y despnés de un peno~{simo viaje de treinta y
cinco días llegaron al Bajo Caquetá, conduciendo una gran
cantidad de mercaderías. Como se hacía necesaria la cunstruc-
ción de una barraca para amparar el partido y las mercaderílls,
el jefe, Felipe Cabrera, ordenó á algullos hombres la construc-
ción con la ayuda de los indios mientras el resto procedia á
"quemar el monte para hacer las necpsarias plantaciones. Dt!s-
pués de algunos días. cuantio ellos hablan acabRdo la construc-
ción de la casa que habian comenzado, un grupo de cerca de 20
caucheros peruanos, armados de rifles, se prest'ntaron t'n la I'M·
cena. Dot'hOmbres barbados forma han parte de e~ta handa ó
grupo. Los prru3.nos roliea,ron prim~ro .un grupo de ocho
Iftombres y una mUjer colombIanos, dll~ mdlOs y una india, 108

3
LAS CRUJ:LDAIUIS

cuales estaban separ.ados de 'sus comp.ñer~8, ocupados ea J.


fabricación de la harina de yuca.
De este grupo los dos indios fueron inmediatamtnle Me.-
sinados.
Los peruanos enviaron dl'spnés una carta á un Sr. Nor-
manci, que es "gente de ISI casa Arana, y pocos días después
Ilegú este señor con más gente. Normand urgió á Felipe Ca-
brera. con amenazas, para que envIase orden á José de la
Paz GlItiérrez, que estaba ausenle con el resto de la comisión
colombiana, pnra que t'ntrcgase fodall las armas que tenía.
Cabrera, en vista de semejantes amenazas de perder la vida,
escribió la orden, y Normand la mandó á su destino. Cuando
estuvieron en posesión de las armas principiaron la ear-
nicería.
Los peruanos descargaron sus instrumentos cortantes 80-
bre los indIOS que estaban construyendo el lecho de la casa;
estos pobres infortunados, Jos un08 heridos de bala y 1<>s otros
picados, rodaron del techo y cayeron al suelo.
No contentos con esta t'spantosa y cobarde carnicerla,
puesto que ya habían matado 35, cogieron la india más vieja,
)a colocaron en )llS canoas de los colombianos y entonces
descar~aron sus ritles; cuando las canoas que los conrlucian
estaban t'n la mitad del do. los mataron á todos. Pero lo que
se hizo con lu:> níiios fue aún más bárbaro porque les corta-
ron las cabl'zas y después las colocaron en Jos hoyos que se
habían hecho para soportar los palos de la casa.
NOTA- Una División colombiana J al mando del General
José María Córdoba, decidió de la libertad del Perú, en la
memorable batalla de Ayacucho. " Así paga el diablo á quien
bien le sirve."
En el Porlete de Tarqui (1829) fueron vencidos 10,000
peruano!'; por/I.ooo colombianos comandados por el Gran
Mariscal de A \aclIcho.
Los peruar;os fneron derrotados por haber hollado el sue-
lo de sus libertadort's.
El Perú file la primera nación que reconoció el despojo
de Panamá. DeHpués de esle antecedente. '¿ por qué busca
simpatías (>lJ la cuestión de Tacna y Arica?
() tem¡>vra 1) !llores.
Los p~rl111 nos, después de ~omar pos~sión de las merca-
derías, c"wluj\'('on :\ los colombIanos, al Jete de los Ando-
qllt'S, clos ind](," .Y u n.a .inclia de Matanzas, á la morada de
Normand, 1'11 cuyo viaJe gastaron ~os días.
En t>S\~ l":':rtl' \I>S pri~iollel'os fueron atados con cuerdas,
y clt.splIrs tle h;.\wr pasa cJ~ la noche !n tortura, se les dio
mUt>l'lt~ l'l\ \111<1 de las casa!l. Por la manana el tuchlima y los
dos indius Illel III llevados IHlsta una colina y allí se les 8~
..inó."
EN EL PUTU". Y(l y ¡Ji &L CAQUUÁ 3!l
rThe TT'utlt número f.70~ de 29 de S~pliembre de '90'"
PMiQ~ 7~4. primera colllluna). El Jornal do Comercio de fa
ciudad de Manaos hizo e¡;ta publicación por los informes
que le suministró el cilJdadaoo cCJlomhiano Carlos l\lllr~Qei­
lio: .v á prtición del Or. Jaramillo, Cáosul de Colombia e,-
esa ft'ch<l, sr /t's dio Pllblici(lad. Según pruebas que reposan
en el Consulado de Colombia, Carlos Murgueitio se encuen-
tra detenido 1:'11 La Florida, . e~ilÍn colombiana cid PlIlllma-
yo, sometido á las torturas de que habla en su declaración
Joao Baptista Bra~a. Se ha pl"lCJciplado á lahorar para obte-
ner la lihertaddeMurgueitio, comu lo demulslra la sigllient~
nola:

" Es/ados [/m"dos do Bras/l. (Es/ado Amazonas), Consulado de Cr!Qta-


bla-!rfanaos, 2I de Mayo de I910

Sres. Julio C:. Arana & Hermanos-E. L. C.

1\1 uy estimados señores:


Ante f~ste Consulado se ha presentado un denuncio con-
tra los Srrs. Julio C. Arana & Hermanos, por el seClIl'stm
del ciudadano colomLiano Carlos MlIrguritio, quien s\lmi-
nistró en esta ciudad algunos dalos sobre los delitos cometi-
dos f'n la región eolllmbiana del PutumaJo, y días después
siguil) para esa misma r!'gión, con el fin de reclamar, como
apoderado legal, los hienes per lcnecientes á extintas vícti-
mas de nacionalillall colombiana. Por tales motivos se ase-
gura que el Sr. Carlos Murgueitio fue secuestrado por SU!l
agentes en la sucursal llamada La Florida, y que al/{ se f'1l-
cuentra todavífl, sometido á los más crueles t(¡!'mentos. Por
lo expuesto, se suplica ti ustedes, muy atenlamente, que se
sirvan inh¡rmal' á ('stf: Cum\lllado s()bre la varJadera situa-
ción en que se encllentra actualmente el Sr. Carlos l\Iurgul"i-
tio, cuya liberta! se est1 en la obli;acióll de obtener, defl'!}-
der y proteger.
Afeclisirno y atento seguro servidor,
(Firmado), SA:'iTlA(;O Hozo E."

Lo sig;lienrt~. firmado por Julio l. l\Iurie ias, apareció en


{la Sanddn el 22 de Agosto de J 907 :
" (qllilos,Juli¡):J1 de 1!)07

De ::Jcflprdn con I.. s r!{)('lIm"lll,'s '}11" eSI¡ín ('n mi poder.


los cU¡lles pstán á disposirión del ¡n'II,lico 1'11 lIli casa de ha-
hilllci¡íll silllada fOn la clille UC8\ :di, dejé esra plaza en 4-
m~s de Xoviembr~ del año pasado para srguir á los barade-
LAS CRUELDADES

r08 dp-I Polumayo, en-donde se me habla ofrecido un empleo.


En la sección del Encanto permanecí tres meses, porque mi
sirviente sufrió un ataque de viruela .•..
El empleo nome fue fiario. y cuando seguí á LlI Chorrera,
dt la cual es j .. fe el Sr. Vlctor Macedo, le presenté algunas
cartRs de recomendación. En este lugar estuve tres meses
aguardando que se me cumpliese la promesa del empleo. y al
fin resolví regresar á tquitos á bordo dd vapor Cosmopolita.
Puecio atestiguar que, en nno de los establecimientos de La
€horrera. en la sección de Matanzas, de la cual es jefe Ar-
mando Normanrl, se les aplicaban 2,000 y más latigazos, con
rejo curtido, á los clesgraciados indio~, cuando ellos, por des-
~racia, no entregaban la cantidad de caucho que se cleseaba ;
otras veces, cuando los indios no eran capaces de entregar
toria la rantidad exigirla, cogían los hijos de los indios y los
suspendían d~ los pi~s y de las manos y en ('sta posición les
aplicaban fuego hasta que dedan el lugar en donde sus pa-
dres tenían esco"dido d caucho. Puedo atestiguar que en
. más de una ocasión, por cuestiones del peso del caut:ho. se
i les mataba ó se les cortaban los brazos ó las piernas y deR-
, pllés se arrojaban los cuerpos á los alrededores de la c!l!'Oa en
donde los perros presentHban ti triste espel'táculo de devo-
ra rlus. T>lmbién puedo Cllt"stiguar otra eso'na exce!'Oi vamente
, ¡lIhumana y repugnante ....
Juan C. Castaños !'OC t"mbarcó en el Liberal con dirección
á esta plaza y dl'seó traer consigo una india que [t'nía como
mujt'l"; se llamaba Matilrle; Bifto)omé Zumaeta se lo impi--
dió por la hermo~ura y bdleza de la infortunada mujer, Cas-
taños, vienrlo que nn le era permitido llevarla, y después de
todos los rllegos de Matil,le, resolvió aba/Jdonarla, y en su
p're~t'ncia. 111 infortunada mujr.r fue dada á Zurnaeta.
La india h"yó y dt"l'pués fue enviadCl lIuevamrnte á La
Ghorrera en unu de lus vapores que estaban en el pUt'rto en
dunde fue capturada.
La india fue entregada á la CnmPllñía del'pués de haber·
la tlageladu bárbaramellte con vcinticJOco azole!', fue f'nre-
rrada rn un depósito y allí se encCllltraba cuando saH de L'l
'Chorrera Finalmente ~ por el criml'n de no entregar el mí-
mero de kilos fijados por la Compañia, se ordenó A dus co·
n ocidos col. linhlClnos q 1,11' eSlauall bajo las órdenes de [a
Agencia de El EncClnte qlle flagelaran á los Capi anes Cuyo,
- ti lIerni .Y !\)¡II{\ pi, d·, la 111 hu de! jaquehuas: el primero fue
. tI I\{eladu hasta IIwrir; y los otros, de!spués de las nagelacio-
llA.~S, fuera" cncarlenadlls por algunos mesrs.
Anll's de es'()~ crímelles, 11110 de los empleados me refirió
el asesinato d~ tre~ inciios. hechu con sus propIas manos. Es-
t.}S SOIl lus crímenes que con frecuencia se come len en el Pu-
EN EL PUTUMA YO y EN BL CAQUET Á 31
tumayo." (The Truh número 1709, de 29 de St-ptiembre de
1909. página 724, segunda columna).
NOTA: Debe tener!'e en cuenta, al ver esta información, lo
que haclan los jt:fes con Jos empleados que DO obedec/an SlK
órdenes. Declaración de Jaho Baptista Braga, páginll 72l,
segunda columna-The would,~he served in the ,ume maa.-
nerer.

III
En La Sanción apareció, el día 26 de Agosto del aoo
de 1907, una información suscrita por el Sr. Juan Cttlitailos.
cuyo extracto es el si/luiente: "El 26 de Diciewbre de 1906
recIbe una carta riel Sr. José I. Fonseca, en que me ordenaba
que me hieiese cargo de la sección El Porvenir, porque el SI'.
Joaquín Lameyras se había ausentado anles que obedecer la
orden de malar la india Joseta, mujer de Carlos Lemus, jun-
to con una hija de los .va citados, y á Virtorina, á quien Fon-
seca lt-nía como su mujer .... " Un día recibí una carta de Fon-
seca, en la cual me decía: "Sé que usted llen~ la mujer de
Carlos Lemus, .Josefa. y á Victonna, la colombiana: envíe-
melas por indios que le envIo á ust~d, llamados boras, que
son antropófagos y hostiles á los huirotos: serán enviados.y
obf'dezca las órdent's de su jefe. "
Le dij\~ á la comisión de los boras que la india no habla
lIesarlo todavía, y que mi sirviente estaba afuera buscánde-
las; y los obligllé á devolverse para que dijesen á FOnSeGll
que no tenía las indias en mi poder. Enl.onces rf'cibi olra
carta, en la cual él me decía que yo renía á Josda, Victocina
y Morina, .v que Je.bía apresurarme á cumplir las órdenes
recihidas. Le contesté que JO no quería hacerme refiOpomable
de sangre Inocente, y que, consecuencialmente, no las entre-
garía Á los que querían ser sus asesine,s, pero que podía ve-
nir y tomarlas personalmente. Impaciente por esta respueSóta,
envió diez empleados que rodearon la casa, me insultaron,
amarraron las indias y no tuvieron en cuenta que una de
ellas t'slaha para dar á luz; protesté, tomé mi carRhinB, las
hice respetAr y pretendí enviarlas al Ullimo Retiro. Enton~
principió mi calvario. Los saludos que Fonseca me daba eraa
)os siguientes: "Usted no ha querido obedecerme; usted st-
gue JB_conducta de Lameyfas; usted ha resuelto rebelarse;;
después de todo. vea que mis órdenes lIe obedecen" ; IU8OflO:
" Qué necesita," contestó la india. "Malar ata mujer 00Il
UDa hacha:' Sr. Fonseca, repliqué: hllla lo que á Utlt.ed Ie-
pa~zc8, están en sus manos; salvo mi responsabilidad, y IDO
voy para La Chorrera. "Usled no irá á L. Cabrera, neeeei--
LAS CRUEÚtO)}:'S

lb que usted· vea lo que voy á haéet' <'on RUS protegidas;" Le


contel'té: "haga lo qlie á' usted' le plirezca', estoy' f'x€!nto de
toda responsabilidad" Eól'odces· Pint>do tornó la' müjer, y le
llizo de IIn tiro; la mujer principió á gritar, .Y agarró en él
suelo liria vara j pára hacétsela sólbn, le cortó una'de l:ü¡ma'-
nos; Fonseca tomó entonceS unll' cerbátana y golpeó el Ctre....-
po sin conocimiento; después la matarun.
Cuando me trataba de retirar para no presenciar seme-
¡,antes barharidarles, .me ridiculizaban.
"Usted debe ir ahora Á La Chorrera; ese es mi deseo.'
l.e respondí: no tengo ninguna obhgaci,)n con usted y tengo
aoa razón para ir, "Usted podrá- ir, pero no irá su mUler, ni
SU muchacho, porque ello' deben estar aquí J me pertene-
cen." La mujer no liene ningunA oblig:a~ión con usted, ni el
l!iucha~ho menos. ¿ Por <¡lié, pllt8; pretende usted tomarlos-?
Usted 8lilUme una gran respon!\\8hiti~d ... , Aquí no hay re'S-
ponsabilidad, y no irán," Muy bien, le respondi; usted habla
ae semejllnte manera; usted irá al lugar destinado á 108 dia-
)}Ios y al/{ usted podrá: estar más á sus antojos. Dejé mi mu-
jer. mi hijo y mi "irviente i dejé mi alma; en una palabra, lo
dejé todo .••. Lle~lIé á La Chorreta : tenfa una horrihl~ decep-
oillll y no me atrevía á creer lo que me había sucedido. MII-
~do n e contestaba: ., Usted no respetaha á su jefe y no
.. Led. cía sus órdenes; aquí es n~ct>Sario malar j ningún em-
pleado está exento de cumplir las órdenes que se le rlan." Le
respondí: No deseaba matar gt'nte injustamente. "Obede:illca
usted las órdenes y nada más," fue su única respuesta.

IV

TragediJ P3rú-colombiana
Pasto, O~l\lhr~ 28 de 1909

Excmo, Sr. G~['r'IIl D, Hamón G(·nzwlez Valrn-¡a-R gotá

Ya' 6S'tkllllpO de que la Providencia me permita exhalar


desde el' fOlido- de m. alma una Q\ltia~ honda é iflconmemura-
ble cO'llio el dolor que lit pr,)liut",,; y. ha-brí 1 contiBuad6,de-
. yorando;en lriterldhmi alllllr"UrH ffl·f'd1W zúrcil' los"jirOú8S'de
. gtOl'ia1que'aún le' q.aedllÓ' .'IÍUelItr,a;Htwt\lnada patrial DO' se
~u'b~1'Ir et1~jfr~lld() del' P¡)fif!1' et invivt.o-- cltltNdano>que ho.Y
rige 108 deStinos· de· Colombia. ()~es'" 'fHlhr~ P¡,ltJffiu de' la
América del Sur!
EN EL PU..UJfAWO T BIt tU. CAQUETÁ 39
.eA 'as&., seftor, qué hace mA. de cuatro aliOlI <fUt perdí
-.i ~OfJIiJi JolÉ FUNC!9CO GdMEZ, y mi hijo AI'TBNf~ . .i~
aadós '8n altas horas rie la noche ea b_ márflenesc1e1 Cttrapa-
..aMI ¡tdr mandato de fa Casa peruana de Julio C. Aratta &
C.·, Y acaso no ignoráis, señor, ya qlle es del dominio- públi-
ClO, que el General Reyes se mostró uutiferenle á Jos reclamos
dé justicia y á teda qUl'ja de 8U8 gobernados.
La conmovedora escena que voy á delinear08 á vendes
rasgos os dará idea efe cómo proceden algllB08 hijos del Perú,
y de oómo, en nnmbre de un territorio que no les pertenece,
destruyen {OB campos, la190 nuestrae selvall y ordenan 1"1 ase.
-.iBBLo de hombres honrados y de mérito como lo fue . i e8-
peefl.
Hada poeOtl meses que JosÉ FRANCISCO, debido á SU8 luees
y, ~II probidad, "!e llamad? pa~a desempeña.r UD puesto de
ttlshaeión en esa Esnn!"e ml'terl088; desC91lOCUla para él, que
fi6 denomina con el nombre de Cau Comtreial de J. C. Ara-
na ~ C. IA Pera la funt'sta enyidia roía de una manera sorda
el corar;ón del filibusteru ALLItNDB, empleado principal de tsa
üisa. Mi esposo comprendió que él enemigo lo 8t'gul~ muy
·tle cerca; PUtS e8t~ individuo; á seaw.janll8 d~ Rt>Al8lo el Flo-
rentino, el perfumistll c1e la Reina Catalina de Médicis, el in-
signe eDvenenac1or, ejecuta lus órdenes que se le cómuniquen,
por reprobadas que S"IW, y así, :le convirtió en su sombra fa-
tídica hasta conseguir matarlo, haciendo asesinar á 11.1. vez al
criminal para correr d velo de la impunidad del delito.
José Allenrle ha tenido en divl'réas ocasiones conferencias
rellenadas en BOlfol:\ y en los Estado8 Unidos con un alto
peJ'lOfHlje socio del General Reyes.
ARtes de separarnos de esa tierra j~nominio88, JosÉ
FRANCISCO protestó contra la usurpación del territorio colom-
biono:r contra la vioJen,.ia y I..s actos de piratería de que
éran víctimas muchos de nuestr'08 compatriotas residentes
en esa re~ióll; m08 j oh perfidia I á esa protesta de virilidad
y de caf'!ÍOler se le contestó con una emhuscada, y cuando en
8nBno~he t'5trellltoa\ bajo la sombra del azul inmenso,8e
,~ó dormido, 111 bála asesina ,nató en territorio colombia-
íw átni t'Spóso y Á mi hijo. Yo, Exoelet1tfsimo Sefior, herida
en el fomio i1f> mi alma, aUhlfue pedfil compasión para 188
víctimas, nadie, absolutamente nadie respondiali rnivoz en
la inmensa soJl'cfad del desierto: el río ltrrastrl\ la frágil la-
b'a~ y nos llevó, á flos niñas y tui tftfIo de sejg allos¡ hijos
,1itf6s; ..Jejándé abandonado en la playa solitaria, teatro del
crimen, al esposo aman le, compañt'ro rle mi vida, mientras
mi hijo, herido también por Ja 1)81a del asesino, morla en
mis brazos.
40 LAS CRVI:WADEII

Acerca de este criólen 8f'! retibieron en El Eocanlo tres


.. d~laracione8 por el Intendente del Putumayo. Sr. Benipo--
V clalico, .Y dON por el Suplente encargado del Despacho, Sr.
Adolfo Zapata; tales expo¡;iciones no sé en qué Ministerio-
repollen.
Hoy, en mi calidad de madre desolada, no sé qué ofrecer-
les á mis hijos huérf8nOtl, y sólo miro, en este doloroso aban-
dODO, para el varón, un porvenir incierto, y para las hembras,
la duda del mañana.
No será posible, Excelentísimo Sei'ior, que vos ó un Con-
greso Republicano, quizá el primero en 108 aoales de la vida
independiente de Culombia, paséis inadvertido este asesi-
nato, que sólo por revel'tir lo "troz de una crueldad refinada;.
merece que se averi/;\üe hasta donde St'R posible, mediante el
acuerdo de los Gobiernos del Perú y de Colombia, llamando
á juicio á 108 Sres. Arana y Compmiía, únicus responsables.
de esta inaudita tragedia.
Para terminar esta prolongada carla, me resta manifes-
taros que mi citado esposo foe redactor de varios periódicos
del intérior y exterior de la H.epública. Igualmente fue hon-
fado por el Gobierno del General Plaza, Presidente de la Re-
pública del Ecuador, con el delicado nomhramiento de Secre-
tario dI' la Gobernación del Oriente; y pocos días anteR de
asesinarlo, entregó al Sr. D. Antonio Angarita, residente en-
M/lnaos, los origmales de un lihro de vital importancia para
nuestro Gobierno, y quien se comprometió á hacerlo publicar-
en ulla de las casas editoriales de Europa.
y si á esto se agrega que fue un hijo digno y amoroso,
honrado ciudadano y amante padre de familia, no se puede,
nó, Excelentísimo Señor, medir la intensidad de mi des-
gracla.
Sólo me resta suplicaros que iniciéis, si os es permitido,
la averiguación de este hecho en el augusto recinto de las Cá-
maras, y ya que ninguna de las 8utoridacles de Colombia se
tomó la molestia de indagar, si~uiera, cómo se perpetró el
asesinato de mi esposo y de mi hiJO, quede ese honor para la
alta dignidad del primer Magistrado de ColombIa, y á la mu-
jer del esposo sacrificado por su p8tria, J8 honra de haber
sido atendida por el benemérito Sr. Gt"neral D. Ramón Gon-
zález VaJencia.
Excelentísimo SeAor :
MERCSDES R., Y. DS GÓ~BZ:
v
Un Congo peruano
Cargos de horrible- crueldad'
Traducimos de The Dail!! New!t:
"Truth de hoy contiene un intp.resante articulo que da ..
detalles rle las atrocidades que se afirma haber sido eOftl'eli..
das en algunos años pasados en Jos dominios de. Perll~ '.
Amaron C.o
Esta es una Socierlad cu.ya firma está registrada en Lo.
dres y de la cual son directores trl!8 ingleses y tres ó- eQ8u ....
españoles; y los dominios están situados en un territori&-de
alSl!nos cientos de millas cuadradas de exten.sión, en los pri-
mItIvos bosques del alto Amazonas. Trulh:olCe que un ca __
lIero inglés fue enviado hace unos pocos meses á hacer in ....
ligaciones en nombre de la Compañia, pero como este es •• .
asunto inglés, con los directores y accionistas ingleses, hay
una seria responsabili -iad sohre este pal~ en la materia.
La comarca, que es efectivamente posesión del Perú,·1ID .
obstante ser reclamada por Colombia y Ecuador, era origi-
nalmente rica en caucho.
Sus habitantes son en su totalidad tribus indias, general- -
mente IIl1mados los lIuitotus, y los empleados de la Compaiiia.
Se alega no solamente un sistema de trabajos forzados, se .....
jante ~l que existe en el Congo. sino que se agrava por cruel- .
dades que les han dlido á esos Jugares el título de El Partz_ '
del Diablo. Los cargos hecho, por los periódicos, en el ~r6. •
Y Brllsil, y un lar~o relato cunfirmado por UD joven ioge&Íf!'fO
americano, Mr. ,\1. E. Ardenbur~. como por relacioJtefl ¡..
radas. son que los a~entes de la CompHñ/a fuerzan á los indiea
á trabajar tila y noche, sin pago y casi sin elimenlos; que-'ea .
roban 8U8 propiedades y 8U8 mujeres, las cuales guardap. . . .
harenes-, y 1~8 azotan, mutilan y torturan en circuns'an.... -.
de inconcebible agonla.
AI,unos detalles de estas infamia8 800 dados por" ~
Ardeoburg, y Be dar'o DJás en un fttturo8ttktt~."
VI

'The Feruvian Amazon Company Ltd


La historia de un billete de Banco
Es conveniente llamar la atención sobre la muy exlra-
urdioaria historia que apAreciÓ puhlicada en el Morning
Leuder del lunes último. Después del interview del miércoles,
~()n los Directores y el Sr. Alarco .. le fue prometido al Mor-
.'ng l,eader otro inlerview para el jueves, el cual fue pos-
"~ue8to hasta el viernes en la tarde, por una reunión que te-
... tan los directores,
El viprnes, á las 5 p. m., se presentó el reporter del Mor-
#'IinU Leader, el cual fue recibido por un empleado, que 10
(lOodujo á un cuarto reservado; cerró la puerta y le dijo que
. los Oirectores habían resuelto que 8US in[erVl'ew no fuesen
publicados; puso después sobre su mano una cubierta 810
direcCIón, y le dIjo que el Gerente lo habia recomendado para
. c¡ue se la entregase. La cubierta contenla un billete del Ban-
(lO de Inglaterra. El repórter del Morning Leader observó al

~mplel:ldo que el Gerente había adoptado un procedimiento


.ncorrecto, pueslo que le ofrecía dinero.
El empleado trató de explicaf lo sucedido, diciendo que
el objeto no era comprarlo. sino darle una remuneración por
lo que habla publicado el Morning Leader en su número del
tni~rcoles pasado. El repórter le devdvió la cubierta, le vol-
vió 'a esp&lda, é inmediatamente lil8!ió.
MomentoR despllés d Sr. Smith, que se presume ser el
Secretario de la Peruvian Am~lon Company, se presentó
en la oficio a de la redacción Marning Leade,., y explicÓ el
~880 diciendo que había sirlo un!! equivocación por la cual.. se
bacla respofHliible. "Nuestro Gerente, dijo, es un ~sp~ftol
4Jue entiende muy poco el inglés, y tIf'! enll;añó coo las 10S-
4.rQcciones que á ~te respecto me dio." "Lo .que él Ge~ente
-de la Perumun Amuron Compuny no entiende, contestó
el rep-resentante del Morning Leader~, son las maneras y ~s­
'lumbres de nuestro p¡tíS t ei'pecia1mtn~ en lo qu~ tume reta-
ción con ~Uo(>8'rflS pe¡iódicos." LtleJl;pli98ción podía ser medio
creíble; el Sr. Smith creyó no haber df'Jario duda~ sobre un
-hecho ó engaño que con seguridad no habia sido causado
-flor él.
Seria conveniente saber cuáles fueron las instrucciones
~ue el Gerente de la Peruvian Amaron Company dio al
EN EL PU,",*Y~ 'f IIN U. CAQURT Á. 43
8.,. Stwitb oon ~to •• bitllete de- Benoo. La uplic.oién
hecha' p()f el ~értt.ario lt'é hlbrlae ctllIsadO IOrpre&e, si 88 pu-
dié8e creer que Olla comptlftla ewtá siempre disp • •a".-
tramar stJ dinero 'eh mllrm8 de loa periodistas • L()lldns,
euyalltMción ha sioo lIámada por t08 SUCe868 hist'I!Jrieos de
lb A~~ del Sur.
................................ de 29 de Septiembre tie J909T párioa
721, ptl~1'1l colu"".'<t).

NO'IA-Actúalmeate se encuentra en esta ciudad el Sr.


Smilfi. cilQ(jo en-Ia iafe rmacióa anterior. Lo reuamQ8 fordlal-
meote pat"1l que dil;f8 si los deta lIes publicados con reilpecto á
la Stor!l of A. Bank-Nole, son ó nó auténticos).

"Octubre ,3 !le 1909


'Sr. Secret8rio de la PerUI'¡'fln .Ima~ol/ f:ompl/ny Limited

Elltimado lleiior :
Acuso á usted rt'cibo de su carta de 6 de los corrientes,
incluyendo copia de una carta dirigida a I Editor de Truth
en que, de parle de los Directores de la Peruvian Amazon
Company Umited, se hace distinción entre p.I período duran-
te el cual la propiedad pertenecía á los vendedore8, y el pe-
ríodo en que fueron emilid .. s las acciones para el público
ingléR, en Dkiembre de 1908.
De part.e del Comité de Antiesdavitud 1 de la Sociedad
oe Protección, de Aborígenes, yo debo deCIr que, COíDO la
Compañfa file Incorporada en Octubre de 19')7, la responsll-
bilirtHd del Directorin actual parece haber comenzado en esa
tal época, y ntl en Diciembre de 1908, cuando la'S aec:iones
fueron emiLidas en este país, y, además, que como de los ~n­
cios de la firma vendeoora, son Directores de la PeMlvian
AmaEon Compan!! Limited, de los cuates Uno eS' l)it'ector
'Gerente, mi Comilé no comprenrie el de!'lconocimiento de
-todo lo ocurrido anles de Diciembre de 1908, según el segun-
do parágrafo rle su carta.
Me permito recordar á usted que los cargos hechos se re-
fi~ren al período subsl~ui4mle á 19'17, así como también al
anterior á esa f~cha y que 110 hay fundamento alguno para
, p~n8'1I"r que, et tfatilrn,ien"to de ~ itl'ditl(t I\a rn~jenadn' hasta
81\01'll; POI" el Mnt1'\jno; I'h~ B"fJe~dn COh IIbrmIlCUJnre8 heohas,
el cruel: rIlétodo e,!!pleado constituye eh si et sl"ematá.pte
dbl!d~t'e" la extr'aeción de 1ft gOrila.
OlY!ttr~; pul" 1M .,grUl eH! t¡ de S~ptiembJ'e' pers el Gdiaor
de Trutli; qMiJ'I&Y~LfJiHt\.,. fr() tlt1nt1fl I'llÓlt pUa'·~ 10e
44 LAS CRVIiiLDADP

]a8 alroc~ades referidas 'h1lJ1lD -tenido iup.Sin~"rp.


en. villla de los cargOl circunstanciadoll que se -han hecho y
publicado, y del carácter de cuanlJa de la ~videncia aducida
respecto de 108 métodos emplead08 para la colección de goma
eD los territorios de la CompaiHa, y del mal tratamiento de
los indígeDas, incluyendo cr'ueldades y ultrajes cODsiderables,.
que son cometidos habitualmeDte por los empleados de la
Compai'iía, mi Comité siente DO poder quedar satisfecho con
la afirmación general contenida en el último parágrafo de su
carta. El Comité se considera en el deber de insistir en la
súpltca hecha por carla dc 108 corrientes, ó sea el envio de
una pequeña diputación acerca de 18 Peru.ian Ama.eon-
Company Limited, que lleve é conocimien to de esta CompaiUa
las informaciones recibidas, y que exija de la misma Compa-
ñía que abra una investigación completa sobre la naturaleza
y verdad de Jos cargos hechos.
Le quedaré muy obligado si usted se digna prestarle la
debida atención á e8tH materia.
Soy, estimado señor, su fiel sl'rvirior,
TRAVFRS BUXTOJl

Serrel<¡ ri"

Sr, Travrrs Bllxtnn :\1. A,

Estimado señor :
He puesto su carla de 13 de los corrientes á la considera-
ción del Directorio, quien en re~puesta me ha autorizado
pHra decir á usted que el Directorio es de opinión que no hay
objeto alguno en la diputación propuesta por usted. El Di-
rectorio está tomando todas las medidas en el sentirlo de
asegurar, como lo dije en mi carta del 6 de Jos corrientes,
que los negocios de la Compai'iía serán conducidos de acuer-
do con la conducta tradicional de una Compañía inglesa.
De usted fiel servidor,
A. V. SMITH
SOCl'elllrio Pro Tem
(l'/¡e Trulh núme,'o 171", de fecha 10 de Noviembre de 1!lIO, pági-
na 11113, primera columna).

NOTA-I. a ¡, Es Ó oó cierto que á 108 Sres. Julio C. Ara ..


Da y Hermanos, les fue C(\gidoen dial pasados un contraban"
do de 8OmbrerOA '1 ;
2.& ~ tr.. ó nó cierto que los Sres. C. Arana y HermAIlO)
108, por lo menos, encubridores de 101 eseaioat.oe que le han
COmetid8 en la región colombiana del Potumayo 1;
EN EL PUTUMAYO y EN KL CAQUB-rÁ 45
3'& ¡. Es ó nó cierto que The Pcruman Amaron Compa-
~ Limited, fue organizada por 108 Sres. Julio C. Arana y
HermanoR 'tj
4.'" ¿ Es ó nó cierto que pn 108 prospecto!! que ha publica-
do The Peruvian Amawn Company IA'mited figuran, como
ment's de la Compai'lla, tierraR y siringales que pertenecen á
olros duefto~ ? j
5." ¿ Es Ó nó cierto que se vendieron al Sr. WeDceslao
SalIDa!!, ciudadano chileno, un08 sirin~alt'8 del Acre sin el
conocimiento de los Directores de The Perllvian Amaron
'Companll Limited? j
6." ¿'Es Ó nó cierto que si esa venta si se ha hecho, causa
perjuicio Á los accj(,nistas, y desdice de la seriedad y organi-
zación de la Compai"í{a ? j
7 " ¿ Es ó nó cierto que algunos bit'nes de la CompalHa
'carecen de títulos de propiedlWl definitivos, y solamente están
'constituidos por el dt'recho de ocnpacióll, Ó' por Utulos pro-
villodos ?;
8.a ¿ Es ó nó cierto que las plantas ó planos de algunos
de 108 hienes que se aSt'gllra son de la Compaf\ia están
errados '? ;
9." ¡, Es ó nó cierto que The PerflDian Amazon Com-
,pafly no ha diclado disposición al~una para impedir los crí-
ment's de la re~ión colombiana del Putumayo ?;
10. ¡, Es Ó nó cierto que los saldus, por sueIJos de em-
pJearll's y crédilos de los aviados de la Compañia, represen-
tan un pa!':ivo considerable?;
I T. ¿ Ha lo~rado The Peruvzan Amazon Compan.'! Li-
miled colocar en el mercado inglés sus acciones j ó, por el
contrario, se duna también de los buenos resullario8 que pro-
,duzcan Jos ne~ocios de la Compai"ífa ?
E.rpeclamus ....
To he 011 nol lo he'
Thal l:~ Ihe question.

VII
Víctimas de la Casa: Arana
por asesina to
'Tomado dl'1 illlportanl .. libro Por 1" .1 mérira del Srlt·, del patriolt' es~
l'J'itor y publicis'8 Dr. Rafael 1:I·ibr.l.'rite)

1-José Fraásco Gómez-La muerte ,fe este coJomhiano


'tue relalarla 4 varios de 8US compAtriotas por su viuda, en
,:Manaos,eI-año pasado, á su paso de regreso para Cólorflbia.
46
u, Mi {tposo, dijo, no ,tuvo 'a ( 8 " - Y pa¡eieocia n.eoesar.iaa
paTa esperar el r~sull8do <k Ja8 promeFaS del Sr. Gener~J Ra·
fael Reyes, al hacerse cargo del Gobierno de la Repúblic6,
¡¡egúfl las cuales los coloHlbiaDos rlt'bian tener confianza en
la seguridad de sus dt'rechos, sin difereucia de color poll/ico.
Temiendo mi marido Ja/J conll6eawnci¡¡s de la derrota en la
guerra de los trps años, en que lomó parte activa como libe-
raJ, rt'!lolvió emigrar para ~ PutumayQ, acompañado per mí
y nuestros hijos Arlemio. de quince años j Isabel, de diez. y
otros dos niños menores de seis aDos, aliemás de un pl'rsonal
de veinte hombres que contrató para trabajar I'n aquel r/o.
AlU permaneció algún tiempo en Df'gocios con la Casa Ara-
na, y en parte también como emplearlo rle ella, ppro al cabo
rompió con la Casa por los motivos que paso Á expresar. Mi
marIdo, bombre inteligente, ilu¡o:lrado y patrio'a, comprendió
el peligro que corría todo el territorio del Caquetá de ser
usurpado por el Pe, ú, y conociendo personalmente los pro·
cedimientos de los pernanos para lograr la conquista y ab·
sorción del pais, declaró que regresaría á Pal.'lo, de donde
habíamos salido, aun cuando fuera surcando el PULurnayo á
remo. Para esto no le plisieroll ínconvenit'nlt', ya que la pro-
me!:a de conducirlo con su familia en lancha de vapor no se
realizaría n IInca. Fue del puerto de El Encanto, ~(lbre el CH.
raparaná, de donde zarpó nut'slra canoa, habiendo vt'nido á
despcrlirnos á la hora cid embarque muchos peruanos y co-
lomhianos y una multitud de indios huitotos. En esa ocasión
nolé las atcnciont's dispensarlas á uno de los tres indios que
nos haLian darlo para remar. Era el jf'f~, pues así le dijero!l
á mI esposo que debía considerarlo. recumendándoselo y dI·
ciéndole que podla tener plena confianza en él, porque era
bueno, y, además, h&blalJa y entendía un poco el cHsLdlano.
EmprendImos vil1je por la mañana. lhj.lmm el Carapa-
rana ha~ta Sil des{'mbocadura en d Putumavo,)' dimos prin-
cipio á remontar este TÍo en dirección á Paslo. SI'I ían las tres
y media de la larde cua\Jdo el indio ¡de rlej6 de remar, dI-
ciendo á mi esposo que estaha cansado, qlle p;¡rást'mos en esa
playa para (hscan~ar y pasar la /loche ¡¡h/, (1111'S ¡Í la orilla
del monte se divisaba Ull ranchito nuevo qlle r0rltamos apro-
vecllHr para dormir, y más arriba no encontraríamos I'~a eo
modidad, y Ha lrlt'jor que les t'vitár;-¡lIIo~ á ~I Y á I'U" cnm-
pañeros el trabajo de h"CtT rrlnc/¡(\ ,'se 0/3-(1'(,(1(18 1(01' que
viajan en ca00as por Jo~ ríos 01'1 AnHlzlI"as, sHbell qll~ la
navegación cesa (,fltre cio'·o y sris de l¡¡ I ¡¡rde, ('on li..",plJ
para improvisar un ranchilo t'll la pIH)" d"nd.· ~e va <1 .1,,1'-
mir)-l\li esposo, que)a tenía p,áctic~ t'JI t'"ttl~ \il<Jt·s. dijo
al indio que estaba bien, y yue aunque eFa todavía t"mpri1!J"
dormidan aUl, srgLÍII él lo deseal>a. M~I sal¡/a d deS\entufjjr
EN El PUTU....~Q¡ ~ ¡UI EL. QAQUETÁ

de que fa lo. minutos de M vjrla '1uOOaban contados, deade-·,


el momento en que ddmitla la propoliClón del indio.
Las playas del Putumaye son graodí6)m88 'f de HU are-
lIa tan firme v limpia, que provoca recorrerlo. NU~8trol hijos,
no pudieron ~esistir á ese atractivo, y con nU(>6lro heoep"ei-
to saltaron á tierra y se pusieron á saltar y iu~~r. tan 8Ie,re~
que daba ~U8to verlos. Mástal'de se procedió á la prepafooiOa
d~ la comida y á ~coger el lugar para armar los mosq»tt...
roa. Comimos y conti (luállloS nueslros paseos y diversiop'es
en el arenal, observando yo la alegría de mi esposo por ver
que DuesLro viaje principiaba con lan buenos auspicios.
Llt'gada la hora de dormir, José Francisco vino á traer-
nOB hasta la canoa, de donde sólo se retiró después de dej/u..
nos á mi y á mis hijas Isabel y M-ercedes bien instaladas,
-Duerman Ulitedes aquí, 008 dijo, que yo voy á pasar fa
noche en el rancho con 1(,8 muchachos. Los indios, come soa,
taQ rR1'08, han hecho SIl dormida allá abajo, en la playa.
Estas flleron las palabras de su despedida. que hay »e-
cuerdo con tan amarga tristeza, pues nunca me supuse que-
pudieran ser las líltimas.
Nos dormirnos. Serian las once de la noche cuando me-
despertó UlI;) delflnaei.:J11 de arllla de fuego, y en st'guida
otra, IImbas en direcciúlI al rancho de la playa donde dor-
mían mi marido J mis hijos. L"vanLé el mosquitero para ver
lo que pudiera ser, y COIIIO la noche no estaba muy uscW'a~
advertí que se acercaba un bulto pequeiio y que entraba· pre-
cipitadamenle en la canoa. Era GilcilO. mi hIjo lieguBd~, que
me dijDtemblalldo de miedo:
-MamIla, suelte la canoa y empújl'la al río, que file i ..
dio ya muIó á papacito .v á A rlt~lIIilJ; suéllela, IJIdwi¡8, lige-
ro, que viene va el indio á matarno!; á lodus lIosotl'OS tam-
hién. "
Salté á Ja arena, y lo más breve que me fue posible des-
até la canoa, pero como pesal>a mucho, poco fue el impulso
que pude dade hacia la corriente. Al emharcarme, sentí un.
ruidilo que venía por el agua, del lado oe arriba, y vi otru
bulto qUt~ se acercaba: cra- mi hijo Artemio, que en voz baja
me pedia que lo esperara y Ju embarcase, que venía á moru
á mi lado, pues e¡¡taha muy mal herido. !'lo sé explicar eon
qué fuerza pudo d inf,·Jiz correr t~nlo y llegar á tiempode
embarcarlle, dt'!lpt'oa?arlo cltmo esta ha' por ~ las ba-laB, nise
explicar tampoco por fIlié el indio D{, continuó persi~uiéndo­
lo hasta aoabar dI: matarlo. Suponge que el malu.Qo, al ,ve....
caer eJ niño al do, lo ronsideró Sf'gnro y volvió. á su v4ctH&a.
principal, respecto de la cual pudó ocurrlrseleaJguqa.illJlfa..
R:gres&J;KIo por esto al rancho, y ulla vez coovenoide_1-'
mI esposo estaba completamente muerto, corriá á tode:prtalh,.,
\lIaci.~a eaooa que' ya se habla retirado algo de la orilla. En-
~ces griI-Ó coo'voz terrible:
--Mercedes (este es mi nombre), pára esa csooa y arrima
~ ~a orilla, ó te'echo bala.
Elect4vamente displlro sobre 'flosolros: entonces yo, tem-
'Manero de angustia porque uno de sus tiros podía Acertarnos,
'pRp8ré mi revólver y'quise disparar al monstruo, pero por
ctesgracia los ,dedos se'me habían encelambrado del terror y
ea fue posible dar un' solo dispar n • El asesino, viendo que la
'C8flOa con~jnuaba bajando, 'n08 hizo fuego otra vez con.su
rilll!; entonces tomé la mano de mi pobre hijo Artemio, colo-
lIIué su dedo en el gatillo y le supliqué que viese si podia
.,ciooar haciendo yo la puntería como mejor pudiese. Mi
"ijo luvo fllerza para hacer dos disparos y se desmayó .•••
Por fortuna nuéstra, el criminal no nos disparó más, y ya
.estábamo~ á rt'gular distancia de 18 orilla; pero para un indio
bUfn nadador, como lo Sl'n todos, ninguna dificultad había
'ea a~canzarnÜf', y esl3' idea me aterraba. En efecto: entre los
c:Utidados de Artemio moribundo y mis nii\as á punto de en-
bJuecer, siento que cautelosamente se aproxima una perso-
oa nadando, y ya muy cerca á la canoa, se pone á hablar en
h·t%. La desesperación me da ánimo. tomo el revólver y
e¡pero. El indio, siempre h",blanrlo 8U idioma, sigue acercán-
..Jos!', nadando con una mano,.y ast'guranrio con la otra SIl
~$copeta en alto. "Mis mjitos, que ya entendían algo el huit%,
me hacen yo no sé que ~úp.icas, pero yo no les atit:ndo. Lle-
~a eJ' indio, se agarra del borde de la- canoa á tiempo que yo
fe arrimo á 1a cabeza el cañón del revólver y le disparo. Pero,
:¡ oh Providencia! El arma falla. Entonces comprendo lo que
fllC dic~n mis niños y eh'jo entrar al indio, qu~ no ,era el ma·
~tador SIIIO uno de sus compañeros, que declara vemr á remar .
.f>ero en esto siel'lo que por la popa se aproxima tamhién
-()tf'o hombre nadando, y que se agarra á la embarcación.
-Salto allá, apunto'al indio á boca de jarro y le disparo en la
,espalda, pero el arma vuelve á f¡lllar. Como anles, mis hijos
/fIle hacen comprender que es d otro indio que viene tambIén
,lÍ remar, y esta'vel, jUlllos los dos, nos apartámos rápida·
.daRleotede la playa de la desgracia. Sólo entonces pude de-
dicaNDe á mi pobre hijo herido. ¡ Qué noche tan horrible!
iLos que conocen en>utumayo saben quc de donde ocurrió el
suceso hasta la desembocadura del Caraparaná, apenas se
-'gastará hora y media bajando; efectivamenle, eso demorarla-
''11108 para llegar á ese'punto. Una vez alll, me acordé de que
.cuatro() -lloras más' abajo' había un puerto llamado Nueva Gra-
'1lafkl, ftt." propiedad de un' colombiano. Supliqué á los indios
1dfue «masen nacla allá, á donde· U'gámos ~() después de
4aE-<:uatro de la mañana.
EN EL PUTU:IIA YI) y E!'i EL CAQUETÁ 49
N ucstra sal vacil'>Il I'st u \0 en la n'lblt'za de los do,; i lld il ,s
yen que por dos veces fallara el n~\o¡'¡lvt'r. Sin I~!>O. o'i! C;!Ilt'a.
á lIIerct'd de las aguas, yo cUidando al pohre hend" .lO <>'11
trt's criaturitas que sólo llorar podían, hahrfall/os I'a~ad(l t<J-
davía de noche pOI' la desembocadura del CarallHI'ao<Í, .r to-
d()s sahen que de ahí para ahajo el Puluma)"o lieoe ,~(lrrie!l­
tes .Y 10lHlizadas enormes, d'o)()de es Linl volcarse IIna ('lIIbar-
cación. Pl)f ¡\'/u('va (l(aflfl/lol lIahd.tlIl(Js pasadl, sin 1I0¡;1 r d
pUt'rlo, por no haher hal,ilantt's sino ;i uoa hora distanl,'s de
la orilla. De e;;te puerto para allajo ~,Iíl() habría t~l1rolllrado
ha hitación humana en la d"St~IIIIJ(J<:.lllllra dd río A I~".t¡'¡n, á
m~s de s~is día:>, bajando al goarelt'. LIalll"ía sdo ia Illllert\~
segura para mí y para lIIis hijo:>. El dc:-:;-racia,lo ,\rtemio
fall .. cil) pocas horas dt'spué" ;i desp'O( 110 d~ ItlS cuila h~ que
se it~ prodi~aroo, y,l en la hahitacilÍll de Xllf~I'(1 Gr'uul,Lllo
Ahora diré lo (lile pienso CI,III [j'''lwctll al t:l'imen ,le que
hemos sido víclillla:>. Como antes .l/ji', mi !Oiirido ¡lO St~ po-
dla conformar con la usurpación cid I :aqIWI¡i por llls J,,~rlla­
IIOS, lIi mud\l /IWIlOS cun 11 f,J(°nw ,0011111 I'Sla":l1I soeu,lo tra-
tados 11Ilt'strw; naturales, rlJh;'lIIdt)II\~ su trilÍJ<ljll 'yarrebatán-
d"les SlIS rnujo~res y SlIS lIifí.)s para L\ ;',)rlarl'I~ (<lnlll ilrlÍculo
dt: comercio. Sobre lo lo t:sto tení .. :i ¡lerial escrit.,1 para pu-
o

blicar un lil))Ou á SI; "":;'IlL. ;\ Pasl", :\"0 St~ illla:;inl') di' eu;ill-
tll ,'ran eapacI~s a<¡lIellos t~1l CII}" ¡,,:.n;s ('stal,a III/I~ 1,/ lihro
nll "1\ I'tll.'i,\'I~t'o \'"r d,'s~r..tci;¡ .11 ~,; ¡:roll¡t°j_(·" IItl 1',1<: l,IIl re-
serva,j" I¡He no d,j,¡~" Ik~al' ¡\ nJll¡,,'I.¡¡W¡,[u ,!<- Iluo~str"" ene-
mi¡;os Sil'; d:~si:;lIíos ,'1/ f.i\'lIr d,o ¡! !);'d'lo.I Y IJ,: ¡liS 1->"-
un's illdios 'IIW ~t'llIíall y si:;lIl I1 ~!,¡)i(,IlI" ¡,;'j .• tall ("jim;,)
O

yu:,!"oo S,')lo ;Í ia Casa Aralia apro,;,- ,'¡¡¡ha la illlh~rl!' '¡I~ 1111


publicista de 'j\líen s¡¡llÍ" '1 11: rlo:;-"oo''';'d ;, ,,11 (:illd",] nalill;i
dd.r á la Prclha, t'n ulla 1I11j1l'enta P/o 'j'ia Ti" ',lJii¡, ~¡ r.°i"t"
de las ini'I'1ida it-s '¡If': L:d,ía pr'.':-"Il,oi;lllc I'n t! P,li I¡I/U \ (1,
rdato (1'1I~ por fll!'l'za hahía ,I!: Ilalfldl' la ;¡("¡!I",'lIl .Id I'aj..: V
del G"lowrllll, Un indio dt'~ClllI()cidu, ,í <¡Ili,:u ;lIi e'I)(I::',I IJ;I;-
gUIJa ofensa hahía callsadll. lIingún dlOli \0" Pi°¡-';' ,,,,¡ lelJÍa
para matarlll, Es c,:idl'nk I.lu~ prOct illl:.ililidl: PiJ~,t1,", /1/'11_
o
./;/,

mesas. El rancho cOIlslruí,ll) de <!1I11·'Ii"IlIl'. la h.)ra ,j,o Ijl/",ja/"_


nos en la playa, lal; si~'nilk¡'li\'as ¡j('~jJl"(lj,¡",.; i.¡ in " .. ,o :1I';
demás pormenores (Iue dcjl:< referid"s" ji; dic;w .0 ,<.ir"o;! lO" te IlIJ
plan C(IJICI'bid:) COl) toda aLlicipacil'I/1 iH,r c.dH.'í."s :olljH"llUll'S.
Cll<llrs S()II elhs, e, lo f}ue ~w dl~dIlCi: d.' la lIli"/1i;¡ :UI'I'H:;<JII.
,: QlJi'!1l I,ucl'aba 101~('('ctan)(,lItl~ con la 1'!illli",¡¡'IÚIl ¡jlo tlli l";pO_
so, y /¡UJeIl escoglll d ilJstrlJmento piJl ¡J Iw\O,,! J" ¡¡ la fJ/'i11'licil '!
El Invasor exlralJj,'r" Cldl' ra '1l1il'fl ,1r.:-(' ¡:l'iJlJc,j:'(I) (~')IIJt':t;
ilJd J ¡enJlltar la UpilliúlI cU)"IllIJJ."
U.n~ circulll;tallcia ,notable t~S (ol'~" ,1 indio aSI:sillO di z que
se SUlcldó poco despues élIIJt'g¡¡f 11 jil ¡'fIlllt'rJ Inl)/¡. j Pcru si
4
LAS CR UELDADES

los inoios rara vez se snicirlan! Lo que si les puede suceder


es que los sllicúien CIIUllrlO son testigos importunos."
II-Jo.~é Joa'lllfr¡ de Barros y Eduardo Cau/a-EI prim~­
ro era natural de Portuglll y hombre clllto. Hablaba y escn-
bía c(,rreclHmente inglé~, francés, castellanfl, alemán, y algu-
nos dialectos indígenas, Disgustado de la plaza de Iquitos y
conociendo el porvenir halagij, ñfl que se le esperaba á la
regiólI del Putumayo, resolvió llevar allí su reconocida acti-
vidad CúIlll'rciHI, ¡¡~oprlo por Sil amigo Sebastián F. de
Mello, Tiempo hací¡¡ qlW Barros estaba trabajando en el Pu-
tumayo, cuanoo IIq~ó á Manaos, donde era muy conocido, la
noticia de qu!' había sido asesinado en su propia casa, noticia
({ue CH IISÓ l" fllu IIIH 'yor consternación cuanto vino acom-
pailadH dt~ 1" 110 menos trisle de que ell el mismo lugar y en
el misIO" oía ha/da rt'cihirlo t:lmbJén mllerte violenta Sil com-
pañero EdlJardo Citula. MlJrit'ron t n la desembocadura del
río Carnpll}a, sobJ'c la margen derech>l del Putumayo, y á
seis horas, más ó nwnos, en lancha de vapor, de la hoca de
Caraparaná. El Sr. Mello hanía confiarlo á Barros y á Caula
la adrnir.i~tr;jci(ín y defensa de los capitales que tenía empIca-
dos en el PutumaJo, y me(Ho abandonados allí á causa de la
actitud hostil del Gohierno del Perú, ({uil'n no trepidó en ha-
cer ahalt'ar por Sil fUHza armada la lancha VI'clon'a que ba-
jaba remo\!'ando dos alvarenli\&s con caucho, en dirección á
ManHos y ('narLolctndo banderH brasilera.
El SI'. Mello tenía plena confianza en Barros, á quien
atribuía conocimimlos comerciales, actividad y honradez.
En el Putumayo tenía simpatías entre los colombianos y en-
tre los indios, de quienes ya se hada entender en sus dialec-
tos. C(lmo la muerte de .José Francisco Gómez, la de Barros
y la de Callla sólo podrían aprovechar al Perú y muy espe-
cialmenh~ á la Casa Arana. Caula era naturaloel Ceará, y
perteneciente á untl familia rlistingllida. El Sr. 1\1('110 colocó
este jilvl'n al servicio de la Empresa de Navegación oe que
era c31'italistH y gt'rente, encargándolo de la contabilidad.
En i\!.,naos contaron la muerte de esos dos hombres infor-
tunados dt> ulla manera inverosímil, dieicndo que Caula mató-
<Í su compañero Barros y en seguida se suicidó. Más tarde se
rlijoque I"s indios del Putllmayo podían darcsclarecJlnientos
sobr(quién los habia mandado malar y cómo habían pasado
las cosas; pero naturalmente esos indios han tenido después
tiempo bHstante para suicidarse, como el matador de José
Francisco GÓmez.
IIl-EI notable colombiano D. Emilio Gutiérrez, J se-
senta y seis compañeros perecieron asesinados en un espaci()
de menos de un mes, por órdenes emanadas de la Casa de La
Chorrera, que en aquel tiempo pertenecía á Larrañaga, Ara-
EN EL PUTU~(A YO y E:"I EL CAQU¡';T ,\ 51

na & e. a De allí partió la l'xpedicil'lII que exterminó aquel


grupo de Vl'rdadc~()s Ildrtires del trabaJll, ~ue sólo se OCll'p~­
ban en ~aoar Sil V¡¡-l.1 y en pre>ilar ~ Sil P¡IIS el gran ~f'rVICIO
dl~ ejer,:t'" Ilt-redltl d,~ pospsi"1fl ~()hrt~ f'~as comarcas. D,~spués
dI! asesinarlos, saquearon la I:a~a de los depósitos de goma
elástica y de mercancías, y la incendiaron para que 0(1 ates-
tiA{uase la dOJlinaeión de C'!omhia en esos par<ljl's. Estos
hechos están comprohados en \ln sumario que debe cxistir en
alglloo de los jllzg'acJos cololllbianos, talvo: ('/1 d de Pallllíra.
Debe sabcr de su paradero .Y dar lestinlllllio dt~ los SU,:l'S(lS el
Sr. Aureli'J {;¡¡SCil, IllIlen se UI:UpÓ ell el asunto con nlllcho
empellO.
1V -- (>'WII de~puI"s dI' ('stos crimelll's, murió I'n mellos de
tres di¡¡s Con todos los síntomas dI' (~Ilvenenalllielllo ror el
arsl\nie(l, el sociu de la Casa d.: La Chorrera, B,~niamin La-
rraña~u, pasl liSO .r Iraidor 1Í C· ,)umbia, por halll'r sido el que
favorecí,', JI! clllrada '1 Ills peruanos en t" PlItullIayo.
En su illc'lI1stullcia dl~ ebrio con~lIetlJdinarjlJ, tuyO la im-
prudencia dI: rrl;¡nift'starse (:,)(llrario á los procedunicnt"s de
su socio Julio C. Al ana para la conqllisla del territorio y de
los Ileg(l('¡o,,; <:o(liciad~s. Se haría illdispl'osable su!-tilllir al
peligroso L:IITaíiaga pm Juan Ihutista Vega, tarnLién pas-
luso de nacilllienlo, y mlÍs trai¡fur que 1·1 otro ;Í JIIS intereses
de Sil pHis. Con I'slt' ~;(lci(), la Casa Arana Ill\jró dOlllinar el
tcrritorio y los nrgoeios, El Ca'lllet~ ¡it'hía flal' ;~ la Casa Ara-
na fondrlS para establecer lIlla suclIl'~al en l\Ianaos. para
extender su ('ornercio ~ otros at1w~nlf':" del Amaz()na~, y para
intentar ell i\twva )'01 k la venta de sus pretcndidos derechos
á un sindicato yanqui, á fin df~ p(lnerse á clILierto de tilda
contingencia sobre la soberanía de los territorios liti:.,iosos.
A B~njalI1¡1\ Larr<liia~a lo a,~()mpaíi(lha ('n La ChOrrCrfl
su hijo Hafdel, quit~1\ (Jrf~vJamelltl' fut' apartado de su lad", so
pretexf.o de ir á inslH'ceinllar las tribu". l\las ,:II¡'/lt!O ya vie-
ron rontada" LIs hO('ilS .11,1 ¡non!, SIIS \"'!'du!,\'os lIamaroll al
hijo para (flle lo "il'ra t'xpirar y asistiera ~ S1I entierro. Lr:
dlleron que m\lr(a de c:>n~estión rcrebral alcohólica, y como
ahí estaba 1111 farrnarélltwo fralll'és dI' nomhre Habonchon,
f~cil fue hacer creer la \'t'rsión al inexperto jllYI'Il.
[->('('0 después, la justicia de Iquitos lo reconocía heredl'fO
universal de su padre, por sucesIón abintestato, á pt'sar de
haber otros hijüs naturales; pero poco después también el
joven Larrañaga. dejaba dp ser socio de la Casa Arana, sien-
do sustituido, así corno el judío Barchilón, por el susodicho
D. Juan Bautista Vega, y desp;\I'hanrio á los olros dos con
la entrega de una sUllla insignJÍicante por sus derechos. El
lema de la Casa Aralia es el dl~ (lile qnien no II! ¡;irve ciega.
mente le estorba, y, por consiguiente, lo despide 0 lo supri-
LAS ell (íELDADES

me. Dí~;:¡lo, 'li Ofl, el citado farrnacéutico franeé,;, cómplice en


el envclwnami!'nto de 13,~nj;:¡mín Larraiiaga. Sl~ dice (JIH! des-
apareció entre lo~ indios del Putllmayo. LI) ~iertll es (pe ya
no hare parte de los vivos. S"r;rllramente Sl~ f;uicidió.
V -Pedro Nel/(estr('/JO-Este hu en colombiano era n¡j-
tural .Ie Titirihí, en el DI~P¡Ht amento de An tio(!lIia. Emi~ró
al Amazonas, donrle prdendia cslah(ecl'rs.~ .Y hael'r fortuna.
En Manaos supo que la {'m[)resa de "avf'~aCir'lO rIel Putllma-
yo se ocupaha cn la rcducción de lo'" indios d,~ SIIS m;\r~"nes,
y habiendo llegado á m,'r"cn la confianza oe la cmpn'sa, se
asoció eon Id caueano Ilddonso Gonz,¡!ez y obtllvr, IIlla hl\l~na
cantida,1 lJ,~ mercanCÍas para atraer {¡ los' indio.,; .v l'llSl'iíarlos
á traoajar. Hombre ínteli~,'nte y de h,lslanles 11I0's, I'",JI'O
Nel era d alma de la Sociedad Gon7.ál,·z & t\e"ln~p(), y CtlIIS-
tilllía 1111 rival temihle para l.);; IIsurpadl'l'es r)('rllan,·~. s,~ hd-
da ncct'~ario slIprimirlo, y como se pens,', 1',' hilt,. Ddlit'IHlo
pasar dI! La ChoJ'!'era el !;,s trihus que t!'lIía á Sil oevllci/1n,
fue csp~rado de noche I~n d camino IIIW s,~ sabía había ele
rccorrer. De la misma CllO,.,.era ~illit'r"n los <lsI'"inns con los
faroles y armas n"ces<1rias a la rt'al,zaeliín de Sil intl'1I10. De
est" IJtIt~ len da!' f,~ los mllrho.., colo'nhialltls '1'1'~ la Cas<l Ara-
na enclllltn; "11 l'I PUlllfll;'YO. '~iercjt'lId/l "I"nll dtllOillj.l subre
el río. de los c\I¡¡les 1)(1.'" no glleda alll ('élsi nin¡;-"IIt>.
VI-Tildada falta ~al)t'r por '1111; y Jlor '1uipn fllt'ron
a;;,~sil1;dos B"lljellllíll Vdús,l"t'z y tres cltlllp"iie/'lls; Aquilea
Torres ,"ti odIO cflmpaiÍt'ros; Crisóslulllo IlcflHinl\('z, el g-ran
jefe indio '('dé y la mllltillld d~ indios hlliloto'!, lIIuinal)!'s y
porax 111It' han sido dt~:-;t rllíd()~ cn las di nrsas oc¡¡siolles fIlie
se h¡¡n rehelado conlra la t'sdavitnd d,~ la Casa Arana. Por
lo proltto, pt'rmít¡¡senD'¡ "pllntar '\(IS hecho.; fJlH~ nos part'~el1
mil)' sin~lIlares y (/IW puedclI Sf'r "" hnen in'li(:ill para saber
qlljl~n ,'s el 1'1'0 de esta larga seri,~ d,' critW·{lt'S. E., el priml'J'o,
muy rli~/lo de lIotar~e, qtll~ hasta ahora ningún pernallo y
Illngtrll "("plcad" de Ji.! I~asa Al'an¡¡, allrlfJllt~ no pt'rll'!\t'zcan
á CS,I lI¡wÍ:lllali.lad, ha pererido d .. CllUt'rle \'iol"nw, ni ú ma-
nos d(' lus indHls, ni se h~1 sllicidado. Por Illla rara cilsuHlidad
esos 1IIt1,lns sangrient/ls de [Il~rrler la vida h,11I rec¡!Ído t()dos
1.'.11 colombian()s. Y es el st';)lInnll que d,~SpUl\S oe ludos estus
sucesos y de muchos otros qlle dt'jarnos de ronlar, la Casa
Amllit ('S hoy compldamellle du"iia dd Plltllma)'fJ y sus
aillll'l;tes, cuyo comercio ex piola ;í Sil placer, dejándole un
fl'nrli,nielllo frlhuldsO IJlle, aCllmulado en varios años, consti-
tuye ya ulIa furtuna colosal. Si alguno se atreviere á decir
que, '~n vista de Jo relalado, ella está amasada cun sangre, de
srg\lro lo lralurón de ea/umni,lIlúr.
E~ EL PUTUMAYO y EN EL CAQUET~ 53

1'01\ DESPOJO Y llUEHTE

/lafael loúal'-Estp jovcn colomhi:wo se edlleó en Bogo-


tá y es hijo del fillado (JI'[\l'ral David Tobar. A causa de la
última I;lIerra civil, vino :.tI CaqlJt"¡\, donde se dedicó Ctill de-
Ollt'do ;\ la ft'cluccit'lIl dI' los indios que puehl:H1 el lt·,.,.itt,rio.
De su labor lo sacú, t'n cHlirlad dI' pn'!'(l, la C¡\~a Anilla, qlle
lo hizo conducir ;i la CiÍrcel ¡J., liJui!! s, ciudad csc(,;;ida para
la prisión de LIS colombianos qllt~ le hacen ~c,IllIIl'a t'JI (·1 Pu-
lumll)'o. En el HleI,i\'t, dt'l COllslIl;¡do oc Cololllbia, clltlt'ga-
do por ,,1 Ctíll~111 :\1<11111,,1 Espillos<l J\lpntero á su sustituto
Juan Balltlsla \"'~;t, ,'r, presencia d" testigos, {'xistell jas
pruebas de las. pl'iÍclicas ,¡t~ 1" C;¡S¡( Arana, si es ¡¡lit' el Sr.
\'e~a, socio de ('lIa, lit' L-ts ha d,·struíd ...
'Preso Tobar, St~ It, I'ropuso el ~igllil'lltl' dill'lIIa: v,'(\()er
sus derechos ." 1":,, dI' ~II socio ptlr ulla mist'fi<t, Ó lIlorir en
ulIa cárcel 1fI1l11l1l,la. B.. .i" la pre"i¡',1l dI' la ftlerza la t'le('riúu
nll porfia !wr dudoSL\. La Casa Arana bizo Iln dOCUlllI'nlO y
lo dio {I firlllar por Tobar y sus socios, quedalldo ¡¡sí ('t,nsu-
maJu el de!óf"'.i ' de t's .. s c"/(lfllhianos. ;\(1 pudiendo T .. bar
ref,{rt'~ar <JI l'"ttllll;l.'(1. ('n virtlld ,I,~ Iln<l c1<Íu,,,1a d,'1 (",lIlra-
lo que se It' j:; ¡It"", St' oiJl'jl.!"i,', ai Vallpt;S, CI'I, el 1'1"1 ¡'¡~jl() de
civilizar los ludlt,s de ¡¡lJlld !'Í", al cllal IlO se cxt,'lIdia la
prohibici,'ln dl~ Aralia; p!'I'O ('S I'nsihl(~ qlll' piada su trabajo
con la t!"marC;lcit'm de limites IIfl til, iUlo Tratado.
Ceált''J ¡Jlula-Este valiente mozo colombillno llegó al
Caquetá en ctllIlpailÍa di' Toltar, y más larde fue su socio.
Jlabi,'rH!o VI'llid,,;í IAl r:hof'f'(!{'(f, don,It' impl'ral,,¡ el .indio
Barchil(HI, sl,cio dI' LHaña~a, ,\ranll ,'\: C. a , al t'ntl'élr á Ulla
lancha pt'flWIU flll~ ~or'p!('n,lid(l con la nol ifi('acil'll\ de qll~ 110
podía volver ,í tierra 1)J,1'(1111~ ('s'alta í'rt~SO y t"lIía qllt' s('~uir
á ltl'litos COIl ;;u s,)('ill Tobar. Plata 110 1'11010 ololt'lIl'r q"e le
dij('r;w Clliíl na d lIIolivo d,~ Sil prisión, III pOI' '1"1'- lo ('on-
dut'Íiln rOIl ¡.pilllls p¡¡r;; IIna li,'rTa dono" 110 le (,()lIstaba flue
huhi,'se cárc,,1 dt' Colombia. La IÍnica respuI~sta qlll' se 1" ,lio
fue lii de (1')1' \'1\ IIJIlI\' s saín'ia la e;1\1'3 dt~ Sil dt's~p'at'ia, Eíl'C-
tivamcnk, d"sfl\ll~" de '.1Il viaje o,' marlirio SllpO, pno 110 por
sus C<lrCeleI'tlS, ~illo 1'(11' Sil S(lt:io T.,har, fjUI~ el móvil dl'l pro-
cróirni"nlo era r' lir<trlo dd Plltnmayo. SIlPO tambit'n, por
habérselo explicado Sil SOCIO, qlll~ ¡¡¡na salir de la c)rce! era
necesario rCllullciar voJver dI Puturnayo, es decir, á HI tierra,
á ~nntinmll' eolnrlll¡ialllzando los llurn~rOS(lS indios (I')/~ domi-
naba.v á quienes J<'I había 1'1I~"j'",d() á producir la goma elás-
tica. Esta la Ilecesi taba la Casa .\ l'a;]<I parél sí y para Jt'jarle
un buen renrlimit'nto á la Aduana de lquitos, lu cual no suce-
dería si Plata y sus socios cont inua han gobernando las lribus.
54 LAS CRUELDADES

En consecuencia, tu vo que firmar el mismo docume n to que


Tobar, comprometiéndose á no volver al Putumayo y á ceder
sus der¡~ehos por IIna bicoca oí la Casa A rana.
Sali,jo de la cárcel, Plata vino á :\Ianaos y IlIé~o file á fijar
su residencia en tierra cololllbiana, arr iba de la boca del Apa-
poris ell el Caqlletá, donde con su valor y constancia acos-
tumbrados se dedicó á I'/Isf'iíar á los salva.if~s el comercio con
la gentt' civilizada,sirviendode ha~1'\ la ¡'xtracción de la goma
elástica. Ya iha ohtenit'C1 lo bucnos resultados; ya los indios
eran excelentes {'xtractures de ~()lH; ya esta'ba probando
una vez más!-u aptitlld para la civilización de los salvajes;
por su labor en el A pa poris, CI)JI\(l por la de Tobar en el
Vallpés, quedaba dell'lOstrada la perfecta visión que de sus
intert!ses tiene la Casa Arana. que saeú del Plltumayo <\ es-
tos dos patriotas. porque si allj los hubiese dejado no le ha-
bría sidu tan fácil al P.,I'Ú estahlecer su soberanía en aquel
territur:l' y á la Casa Arilna monopolizar los negocios. Pero
como la codicia rlunca 1~ ..Há satisfecha, la Cilsa pensó que des-
pués JI' apoderarse cid Putllmayo le era preciso apoderarse
del C¡Hjuetá, y entonces vino a tropt'zHr por segunda vez con
CecillO Plata como un estorbo; mas en esta ocasión resolvió
apelar:l uno de SIIS habituales procedimientos: de repente se
dijo en :\Ianaos, y luél,{o la noticia se con!irméJ, que Plata ha-
bla sido asesinado por los indIOS. Inrrlelhatamente dos lan-
chas de la Casa Arana zarparon de l\Ianaos con destino al
Apapu/is. Así la posesi()n de la parte baja del Caquetá hasta
el Salto del Araracuara se daní la mano,suhiencJl', con el do-
minio de la parte alta (Jlle vi.:ne bajando, y ese será otro río
y serán otras comarcas en que de hecho Colombia pierda la
soberanía ante la usurpación extranjera.
Aquileo Torres-S¡.¡hían pi Gobierno de Lort'to y la Casa
Ar:H1a que para obtt'nf'r la co-npleta rertllcción de las tribus
indi~enas necesitah¡¡n del conjunto de Ins colombianos, pero
era necesario esco~erlos, srparando el personal que les qui-
siese servir como instrumentos dóciles, y retirando los dísco-
los; á unos, despojándolos de sus propiedades, y á otros,
mandllndolus a!<esinar, mientras á lo!'! necesarios los drjaba en
sus respecti vas propipdadps hasla que les llegara la hora de ir
expulslindolo<; también lino por uno. Ya vimos lo que suct'rtió
con dos de los socios de la firma T"h¡¡r & C.a, pero nos f¡¡lta
hablar del otro. Se llamaba Aquileo Torres, hijo de un aho-
gado colombiano y hombre de instrucción é inteligencia no
comunes. Los indios le profpsaban cariño y admiración debi-
á su hermosura física. á su fu~rza hercúlea y á sus modales
insinuantes, cualidades muy prestigioRas entre aquellas tri-
bus. Habiendo aceptado de mala gana las condiciones del
contrato que le impuso la Casa Arana, no se conformó con la
EN EL PCTUMAYO y EN EL CAQuETl G5
prohibición de volver á Sil país, y por l/na pica 'lile pfÍrte de
cerca de la boca del Napo I'n direceiún á la d.·1 Caraparaná,
D. Aquilro Torres volvió al Puturnayo, ft'suelto:\ continua.
S\lS explorac.ones y ,1 npollt~r~e á la invasitíll peruana. Para
ello org-anizó IIna t'xpedicii'm. á la eual as()(~i() á olro (~(lI()m­
hiano muy cOllocidl por SIIS campafriolas COIl el diminutivo
cariñoso de C/wI'ttcas, Pero pn las primer<ts jllr nadas, D.
Aquileo, Guariicas y to los sus compañrros fueron asesinados,
siendo de advertir q\le el erirnrn SI' verificó I~n los mismos
lugares en donde fueron víctimas l l, Emilio Glltiérrez y SIlS
sesenta y seIs cornp¡¡iiero~, y que la exp~dicióll qlle s:writlcó
á D. Aquileo y los su)'os partió, Cllm() la olra, de ta Chorre-
ra y á cargo de lino de los jeft~s de la Casa Arana.

]\[anaos, J ulío de r 907

VIII

¡, ~n territorio colombia 11'J


Espantosn" ~l'lleldndt's-.-\s,',illnl(ls p"r orden-,lndi"s I'n t.ol'lura--La
peDa de aZ()tl'~ I'¡ira Illu.ier,~, y "iiíIlS- -'Iujerl's c"I~'a'¡as di' las mu-
ñecas-Muli!ac.iIlJle- (11 hCJ'flIallo de Illl CapitáJl di' lJ'il>ll-nl','jas ('¡¡l"
tildIlS-QUt!lIlildu viva y ullimada:í halazlIs--Todas la, chozas in,'ell-
diadas-La /'erU/'i'lIl AII/I/:on Com¡"u/!j.

liemos traduciflo de 'l1le Truih, impor'tante revista de


Londres, el siguit'nte 31'tíeulo sobre las atroeidadt's cometidas
por la Perul'ian Campal/yen terrillJrio colombiano. A falta
de la protección de nUt'stro Gobierno sohre los desgraciados
indígenas de aquella regi(ín, la opinión europl'a comienza á
conmoverse con el relato de las torturas á que sun someti-
dos los indios.

Si se necesitara mayor prueba de la buena fe de Mr.


Hardenburg' con relación á sus relacíoOts con la Peruutan
Amazon Company. se encontraría en el documento que le
ha sido enviado de Lima por el Sr. Ministro americano en el
Perú. Dicho documento está acompaftado d~ la notificación
oficial delllrreglo llevado á cabo, de pagar .¡;, 500 á los Sres.
Hardenburg y Peakins, por el maltratll <}lit! dios sufrieron
en el Putumayo, ,Y es u!la traduccil)[J ofiCIal de la nota que
el Ministro de Relaciones Exteriores del Perú dirigió á la
Legación de los Estados U nidos:
LAS CRUELDADES

" llf¡nt:~/er¡o de Ue/adones E.:c!eriores - Lima, Junio 25


de 1909
Señor Ministro:
Le he dado nll'Jlla cnnsid .. racián á la nota rlc S. E., de"
fecha 1G del pI'CSt'IlI." n'!a('ionar!;l C(ln 1') arreslo y pérdida
jncurndas por los ¡¡')\"'rH's Sres. ,V. U. Pt'fikins y vV. E. fIar-
denbur~, de IlIs EslJdllS Ulli.!os. en (.) D~partamento de Lo-
reto, duranle I(lS 1" im"r(ls ml'ses de) iliio de 1908.
Mi Gobierno, Sr. :\linislro, deplora profunrlamcnle los·
sllfrirni,' n tflS !'t'rsoll;l ),·s que han moli \';.¡,!o los pasos lomados
por V. E.I'1l favll!' d,' IlIs precilados vi<ljnlls, )' t'stando ins-
pirado por ~wlllillli"lll,,;; de deferencia espt:cial hacia el Go-
bierno rlt~ Ins Esla l(ls L:lli los, li,'ne el gllsto de cOlllunicarle
que est:'! listo á p:l~ar ,1 las persona..; lH'rjurlieadas \lila in-
demnizació" dt' f, JI () por Ie,s pérdidas que han sufrido.
Suma (/,It', dI-' aCUt~I'''11 ('('11 los illformt's recil)l(los el! t'slt' D,'s-
pacho, les cI;rnpell~¡lI'¡íl, arnpliallll'nle las pérdidas á que alu-
de V. E. en 'a Ilota á <JIII' nlt~ I't'fiero.
Rue~() á V. E. ~t' ~ir\'a COllllllliC;.trrne t'1l conleslflci/m si
V. E. <tcI'pla t'sta ";llIlIa, ." flsi poner' t ~rlllill() ¡l t':ile i:l:iUIIIO,
en cu}n caso mi (;O!J(('J'IIIJ har;\ incluír ('sla sUllla tn d Pre-
SUpupsl () g/'Ileral pOi ni 1'1 )l iio ele 1 ti 1 o.
Hl'nucvo, Sr. Ministro, etc. etc.
M. F. PORRAS/

EII "islll de documenlo es inútil para los def.'nso-


f'sk
res de la Am,/!'on Compaf'Y, Ja sean (jfici;.tles ó
/)(,I'l/{'¡(/n
parliclllarl's tales ddpnson's, lralar de hacrrle cargo d,· ('hall-
lage el l\lr. IIardpnhllr:.{. El lenia \lila rt'clanraci,ín ddJ/IIda
que Sll' IPlltó corredallleJlle por mt~di() dd lebíÍlilllo conduc-
to oficio 1. '
E<:ta rt'clamarión ha ~i(ln COlIsíd.'rada y de IIIHI marwra
correcta f;.tll"da por (,1 (;.,I,iprno ,Id P.'ní.· Es perl't.'('ta rnt'Jl te
inconcl'l,ihlt' <¡ue si S(~ huhiera sllLioo ell ¡(¡uitos-entre otroS
pur el Prefecto de L, n~to-(l'le!\Ir. IIardl'llbul'g prdt'ndía
obtl-'ner f, 7,()()O de la ¡>r"'IlPtan Ama!'olt Campan!}, pUl' me-
dio de anWllazas, qlle t" Ministro americano huhi,'ra apnJado
Sil reclamación ó que ,,1 (Johierno del Perú hubiera acceJid~
á re,'onocer la reclarflllción.
En "i';la de los ens;.t}'I's que Iwn hecho para desacredi-
tar á MI'. Hardcnhllrg-, Ira hecho traducir a'~llnas de las de-
c1anJ('innl-'s r~co,g-idfls pnr él'y que no han 'sido publieadas.
Una de las que m<Ís llaman la alen('i¡}n es de un ciibHlle-
ro perllano de mejor posici"l/l social que la mayoría de aque-
EN EL PCTUlIlAYO y E~ EL CAQUETÁ '57
Jlos cuyas declaraciones han sido pnhlicadas en Truth. Por
el momtntl) no hay para qué publicllr su nomhre, pues él
está ocupado en ne1;{ocios en el Perú, es de familia respeta-
hle y sus pa rientes viven en Iquitos, y uno de elloS es el em-
picado judicial ante quien rindió la declaración siguiente:
'El 5 de Julio de '!Jo7 hice mi srgundo viaje al Putu-
mayo, después de seis aDOS de ausencia dl~ esa rt'gión.
En el mes de Oct libre de I ~)()7, el Sr. !\I i~uel S. de Loaiz::I,
Superintendente de El RlIconto, file wand¡J á custodia!' una
cantidad (If· cancho que había obtenido dt~ un empleado de
I1defonso Gonz,lI¡'z. Como él temía (lue Gonzált'z vinIera á
reclamar Sil caucho, "w orden¡) qlle fuera á la Sección de Es-
mernldas, donde me dijo se eli(~()ntraba el caucho, y verbal-
nwntr aliadió la ordcn de que si Gllnz,\ It'z se prest'lltaba, que
lo tIwl<lra, y qlll' la Compañía asumida loda la responsHLlIli-
dad tlpl eHSO. E~ta orden me horrorizó, pClO luve tlllc guar-
dar sill'n<:io, PUI'S si JO rdwsahél, me mataban á mí mismo.
Como comprendieron. sin embargq, que yo no na capaz de
cumplir t·~ta orden, Ilolllbrarlln en mi lugar á !\Iariano Ola-
lleta, quien hizo matar :'1 Golllzált'z.
A mi re:;rl'sn ti¡, El I~'r¡r:allf/J me ordenaron un!rrne á la
comisi('m flue aSt'sinlÍ á Ycinlisl!is dt'~graciados, cerea de 1,a
Rpserua, en los primcro,; días de Ft~hrl'ro d,~ 19'.8 CIl!lW re-
}lIIsara haet'r (J" rte 01' tlidla cOlllisir'lII, Daguberto A rrirán
me rehó de la llIl'sa de comer.
Viendu qtW lontl el mundo me era hostil, pedí mi pasaje
para 1(luitns, 1'1 que me fue negado, y me ordenaron si~lIiera
á lJa GhoT,,.e,.u. Ahí caí eufermo ,le fiebre y m¡~ debilité tán-
ln por falta dl~ alimentos, que no po,tla caminar !Jara do.
Finalment¡', tuye que rogarlt~ al Sr. V. l\lacedo qllc me de-
jara regresar :í esta ciudad á eurarme, pero mi solieitud fue
Regada.
Pocos ciías despué!'. el .. mi reposición me mandaron á la
Sección de ,\tenas, en dunde Elías l\1artin¡'nqui es jl'fe. Ahí
fui lesli~o de aclos que lile recuer tan la ¡\pllca históriea del
Virreinato. lié aquí los hechos: :\lartillt'llqui ordena á los
indIOS que 1'111 ¡'{'glJcn cada dnce días de cincuenta á sesenta
kilos de cauch(" pero eOIllO el caueho está casi a~otano, de-
bido á que ord"ñan los árboles con demasiada frecuencia, á
los desgraciados inditos les faltan á vec¡'s uno (¡ dos kilos.
Esta es raZ0n ~uficicnte para az'>larlos cruelmente con lati-
gos de cueru de ,"h'lllta, y si l\)s indios se quejan ó se retuer-
cen en su agonta, los rmpleados los patean y les dRil ~arro­
tazos en la cabeza. Estos casI i;.:'os se emplean illfliferente-
mente á los hOIllLres, liIujern; ,'o' ¡Ii¡¡os lIIa}'Jres de siete años.
Si algunos de t:lks oe lIIiedu 110 ';'~ acuestan derechos, boca
abajo, en el suelo, con Jos Lrazos alJiertos en cruz, los emplea-
LAS CRUELDADES

¿os los co~en y los aplastan contra el suelo. De este morfo


han matado much(\s niños.
Si Jos indIOs no concurren á lIa-nada gt';neral, los emplea-
dos salen en Sil l)lJsca con órdenes de trae,' sus cabezas, lo
que hacen trayénrlolas pn vueltas en hojas de palma. La pri-
mera vez que yo VI eso, crt'Í que traían ffloLas, y cuál sería
mi horror al descubrir que eran cabezas humanas! Para lo-
dO!l f"stos crímenes, Jos jefes de cada cuadrilla tienen de doce
á vl'inte muchach'ls de tribus hostiles á aquellos de que es-
tán hechos cargo.
El tal l\1artinenqui hace efecti va la costumbre de que IIna
india vi uda no puede vol ver á casarse. El c~sti~o de la que
desobedece es la muerte, ó ser col~ada de las muñecas. Esta
regla es inexorable con el fin de obligar á la mujer á produ-
cir la misma cantidad de caucho que su difunto marido tenía
que entregar. A esto se debe añadir que este hombre obliga
á los niños de ambos sexos, mayores de siete años, á hacer el
mismo trabajo, baje. pena del mismo riguroso c'Isligo que los
adultos, y en sus lisLas esos niños aparecen como adultos. Así,
puede él probar, por sus listas, que sus indios no disminuyen
en nlimero.
U n día de entrt'ga de caucho, trajeron amarrado al her-
mano del Capitán de una tribu, A este desgraciado le halltan
cortado una ureja, el calcaiiar del pie derecho y exhillía va-
rias heridas de machete en la cabeza. A pesar de todo esto,
l\1artinenqui ordenó lo colgaran y lo azotaran en debida for-
ma. No hay para qué seguir con historia tan hurripilante .... "
Como se ve, la narr3ción precedente trata de atrocida-
des cometidas durante los dos últimos años. Lo que sigue
relata lo visto por otro te3ti~o, en época anterior, de hechos
de horripilante brutalidad. No quiero hoy tampoco dar el
nombre de este testigo, pero puedo asegurar que tiene una
posici\ín de respetabilidad en el país:
" En el mes de Febrero de 1904 fui como empleado de
J. C. Arana y Hermanos al Putumayo, destinado á La Cho-
rrera. Allí permanecí cuatro ó cinco dlas hasta que Víctor
l\1actdo me envió á la Sección de Santa Julia, á las órdelles
.de Augusto J iménez.
Dos días después de mi llegada á esa Seccibn, el Jefc me
ordenó seguir á Abisinia, acompañado del Jdc de esa Seción,
Miguel S. Flórez, junto con otros ocho in:iividuos, y que me
pusiera á sus órdenes.
Después de dos días de marcha IIcgámos á Abisinia,
donde encontrámos un cepo enorme, en el qlle estaban ocho
indios desgraciados bien fijos de las piernas y con ocho enor-
mes cadenas al pescuezo. Estos indios estaban medio muer-
tos, probablemente de hambre, pues los otros empleados me
f.:O< El, PUTmlA. YO Y EN EL CA.QIJET,( 59
informaron que ~ra f~strjctaIOf~nte prohibirlo, por orden ri~llro­
sa de IOI¡ jdes, darlf~s qué comer ó qué bt~/¡el' á las víctimas
en el ce po. Los cuerpos de ~-;t os dt~s~racia[l()s esta ha n hecho!'!
pedaz'ls ¡) machl'tazos. POC[lS ofas después, Flórt'Z oj" o;dt'n
de sacar esos morihundos d .. \ cepo v ponerlos 4 tmhajar crr·
ca oc la casa. A "sta orden si~uió olra, la de hact'r1t'1- flle~o
y matarlos lan pronto como empt'zaran á trabaj;ll', Esta ope-.
ración fue lIavada á cabo por Flón'z mism;), ayudado de tres
empleados.
Algunos días después el mismo Jefe orclcnó á su Secrl~­
tario de confianz;l qlle junto con otros empleados, cuyos nom-
bres no recuerdo ahora, si~uieran á las casas de otros
indíos y les cortaran las ca!Jrzas Dos días de~pllés volvi!) el
Secretario trayendo IIn r¡llir¡,/ue~ Ó canasto. re pIdo de cabe-
zas de Innios, homhres, mujeres y niños. Estas cabezas fue-
I'on examinadas por Flórez, quit'n se ensangrentaba las ma-
nos con la sangre de sus des~racíarlas víctimas y repella sus
nombres pn tono jOt:oso. Después d(~ esla operación ordeno)
.al Secretario que hctara las eahezas á los perros, presentan-
00 así el j'spectáculo más inhumano}' horripIlante que se
pueda imaginar.
Tamhién le o/ dar orden, y la prl'sencié, de quemar á
todos los indios que acababan de matar. Esto luvo lugar en
presencia de Flórez y justamente enfrente á su casa.
En otra ocasión varios il/dividuos se presentaron anle
este Jde pidiéndole traolljo, tratando de evitar por este me-
dio que llevara á caho sus sangrit'ntas idells. Como contes-
tación, puso en ejecución una de sus más tiernas ideas de
distracción: sacó una na vaja de afeitar y les cortó ¡<lS orejas,
una á una."
No es concebible como crueldad insensata v sin objeto,
fiada que pueda igualar al relato prt'cedl'nlt'. .
Por re~la grneral el objetll del suplicio es atemorizar á
los naturales á fin de obtener cllucho, corno se demuestra
por las otras declara.:iones. Se debe advertIr que el testigo
en cuestión no fue intl'frogado personalmcute pN Mr. Har-
denburg, á ({lIien le fue entregado á su partida de lquitos
por un calmllero que respondía de la huena fe del testigo.
Los hechos que este documento relata, se refieren á la Seco
eión de Matanzas en el año de J 907.
u Los indios tienen que entregar J 4 kilos de caucho cada
diez días, sin que falle un solo gramo; de lo cor.trario, se les
suspende de cuatro palos y son tan sevcramcnte castigados,
quP. ql\edan medio muertos, Luégo sus cuerpos lacerados son
lavados con agutlsal y ¡¡ji. E~tt' l'~ .:/ remedio (Iue les hacen.
Un pobre infeliz se huyó de nI casa, dCl'pués de sufrir
un suplicio enorme. Se huyó (le su compañero, pero fue cap-
60 LAS CRUELDADES

lurado por uo muchacho que lo eot regó al Jefe, quien or-


denó le dieran cien lapos, luégo que lo lIévaran al monle y le
cortaran ambas piernas.
El 20 de Julio, ulla mujer, por no querer vivir coo ese
hombre que la maltrataba, se huyó, pero fue cogida á las dos
de la tarde. Inmediatamente file Hmarrad::t con lrap1ls mpja-
. dos eo petrMeo, quP IlIé;.{o encendieron. Terminado este pe-
queño incendio, obligaron ¡í l::t mujer á pararse d,·fante del
Jrft', quien la uLilizó como blanco de ~1I renjlvcr hasta que
expiró.
En otra ocasión nrdenó á Sil gente coger tinas mujeres
y niños dl~ los pies y revrnlHrlt"s las cabezas contra un éirbol.
Esto tuvo lugar el 16 de Junio de 1907.
El 24 del mismo tuvieron un encuentro con 160 indios
y les cogit~ron 66 prisioneros. Entre ellos hahia UJl Capitán,
á quien pus;rron en cepo. LuÍ'/,{o le corlaron los brazos, y ro-
deándole de Idia, el Jrfc la empapó con medio "¡rro de pe-
tróleo, le prendí!') fuego J q\)(·Ir.ó vivo á ('sle dl'~graciado. La
mujer de e",tc inféliz, á pesar de SIIS I¡)gl'imas. fUt~ b()tal~a á la
hoguera ('on sus dns hijilos, .Y quemados lodos vivos.
El l. o de J ulío eslos infelices prisio/Jf'ros, muertos de
hamhr(', hici~r(ln lIlla IClIlati\O;¡ para t;all<U Sil libertad, pero
o

furron percíbid"s por IlB IlIllpl ~aelo que i!l/orlllá en el acto ill
Jete Este Jio orden de que 11),10s fuer,1Il aZulados inmedia-
lamente.
Un día en qlle un indio no se presenló con su caucho
al cabo de los dlt·z días por ca lisa de enfermedad, el Jefe ele
la Secckm mandó ulla comisión que lo trajera amarrado.
Cuando llegaron, le preguntó por qué no habla entregado el
caucho de acuerdo con la orden. El IIldio contt'slÓ que no
hHl.ía podido traLajar clebido á los tormentos que había su-
frido. Entonces un empleado, lIallHldo Hosendo, por orden
del .Jt:>fc cogi() Sil machete y le cOl'tá la cabeza, dl'jaudo ahí
botado el caCláver. Los otros infelices que habían entregado
su tareH completa, fueron encontrados, sin t'mhargo, al dla
sigui~nte, ahorCados de las vigas de su propia casa.
Los indios, cansados de no recibir corno pago 'lino azo-
tes, trataron un día de rebelarse, pero el Jefe manió uoa co-
misión GOmpueSla de 25 raCionales y de JO much<lchos que
atacaron y qllem:uon las casas de los" rebeldes." Luégo hu-
ho ulla carnicería ('spantosa, quemaron todas las chozas del
vecindario y regresaron triunfantes."
No se necesitan comentarios que 2fíadir á este relato de
horrores, cada uno de los cuales ha si(lo hecho sin remune-
ración alguna por testigos que nada tienen que ganar con
esto y que sí se exponen, CUHlO se ha visto, á que su conduc-
E:'i El. rUTUMAYO y EN EL C.\QUET,{

ta sea mal interprehHJ:l y su fe negada por aqllellos á Iluienes


les interesa filie no se lwt{a luz en ese asunto.
En dos de estas declaraciont's los hechos son tan rer.ien-
tes, que la vcnlad puede ser f;íeilmente comprohada.

IX

FEDlIvfOS JUSTICIA
AS. E. ell\Jinistro .Ie la Ilcpública del Paú.
Los sllsCI'ito'i, ciu,Jadanos ,-~oloml'¡an(Js, n,)s dirig-imof á
S. E. movidos por un 'ielltimirnto natural en el homhrr.
Es público y Il,\torio quc en 9 de Enero de 1908 luyo
lugar en terntorio de Colombia un hecho de armas entre las
fuerzas rt'A"ulares del P,'rú, los ,\gcntcs de la Casa Arana,
por una parle, y siete colombianos, que I~n territorio de nues-
tra :\aciclJl s,~ ocnpak n en 1¡¡!JlJres ag-rieolas, hecho que tUYO
IUl4<1r ,'n IJI( l '''¡"';/I.
~ COIfIIJ S. E, 11, Sil!/!', p"r l'c,.;ultado de eSl~ asalto, v'~l'ifi­
caJo ;Í inddt:nsos hijos dt' Colnn,hia, apal't:ciú asesinado nueS-
tro hermano el j"VI'1I Gust",,',) Pril'lo, 'I"ie/l haCÍa varios
aiíos St' halla! ,t ,'11 la ,,':;it'lIl alll,lida en 1111'1 oC\J(lélcil'lfI 11Iln-
rada v lkita.
1\11 ¡naudito acontecimiento lo narra así el peri('!dico
peruano IJa F('I/Iu:

":'<jO 11.\)" SA'\I Ilí;.; I'¡';;';A'.

Con III<ÍS dult.H l't'sI)('clo de lo ocurridu ~Il La l/U'Jll,


así COlUO lallll,iéll IllI'jU!' illful'lIIados, vamos á ocuparnos de
<lllucI d.'licadl' a"unto, ('11 el cuaí n9S ha cumplicJdo la Casa
criminal y sit"III"'e 111,lIdlt:\ dI; Arana. la qw', desgrnciarla-
mente p¡Ha 1I11':IJtl'tlS, "lIt'nta 1'1111 l¡Ílltos .Y lántos adeptos O:Isa-
lariadlls, t'/Itle los cllall~s, tri,;t:, es decirlo, existe lIIás de un
malldúll. .
L'-IS Sfl'~. Ord¡',ií,'Z J ;\Ll l' 1íncz, que ll~llían negocio~. con
los Al'illl<l, pidieron;'. (:,;tos (¡I((' ~l'S remitiesen cierta canti J,lll
de mercaderías; la Casa de Iquitos cumplió con el pedido y
se las envió á su (iel'l'llt,~ deEI Encanto; Loaizanolluiso des-
pacharlas al IUl4ar dt~ Sil dt'stino, p(ll' mús IIu~ se lo eXigían
lo,:; Srps. Ordóiíez .Y 1\Ltrtínl'z, ¡ :IZi)n por la ('ual éstos man-
daron hiJsta ud un cmpleildo, qupjándose del procedimiento
JcI Gercllte de El EncalJ(I', '
I,AS CRUELDADES

As( la.;; cosas, fueron notifi :ados, en forma de HII¡malum~


los de La Unión para que, Ó manda han inm~diatamente todo-
el prod uclo que ten (a n, ó en su defccto ida El Liberal á traer-
lo á viva fuerza. Como es lrígico suponer, hd amenaza in-
dign(í {¡ los notificado,", y entonces fue cuando contestaron di-
ciendo tenlan muy hUl·1I0S •••• calzones para deft'urlerse, y que
si lo dudaban podían ir por el producto que solicitaban con
tánto imperio.
La ida de los piratas de Arana no se hizo esperar: com!.?'
ya lo hemos dicho en Iluestro ntÍmero anteri,)r, Loaiza armó
gente, la emharcó en Rlf,tiJeral, y en la tarde del 9 de Ene-
ro se dirigieron á La Uf/ú;n, durmiendo en una ensenada in-
mediata á ese pucrto, lu¡:ar del cua I salieron á las 8 a. m.
para Ilf~gar qlli'lct~ minutos-después al teatro de los sucesos.
Apenas vieron á El Uóp.ra/, los de tierra se diseminaron to-
mando posiciones; el Coronel Gustavo Prieto tenía la ban-
dera dt~ su pa(s en una mano, J éste y Ord(íñpz lps dijeron á
los asaltantes que no desembarcaran. Aquí debemos ha-
cer silencio ('n I clación á lo sucedido .... Como consecuencia
del asalto principirí el tiroteo ent~e los de AralIa y ()rdóñez~
tiroteo CJue durada dil'z minutos, (It'jando el campo la gente
de La Uf/iria, la cual fllgi't pOI" una (Jllchradita C(lJe para el
intento les tavort'cía. Sllgllidamente de~emharcó toda la gen-
te y tripulación dd hllqlw asalrante, y rile entonces cllan:lo
comenzC' la partr m~s replla-nallte y salvaje de t'ste acto de
piratt'ria sin precerlen te de~de la época del corso ....
Yacían tendidos por tierra cinco cadá Vf'res J dos hom-
bres heridos; lino de ellos lo file el Coronel Prieto, quien re-
cibió una bala en la pierna derecha, y en tan supremos mo-
mentos se arrastraba hacia el münte, sin duda para escon-
derse en Sil espesllra En talt's circunstancias acercóse(c uo
individuo cuyo nomhre silenciamos por hoy. y tÍ dos pasos
del herido se paró, apuntándole con Sil carabirl3 á la caheza ;
pero inmediatamente de8vió él su arma, sin duda avergon-
zado de tan miserahle proceder. Tras de este hombre ven(a.
un zambillo ex-sargento de la guarnicilÍn, y él, B vista y pa-
ciencia de los demás, le hizo dos disparos en la cabeza á
Prieto, y después de matarle se acercó al otro herido, .JI que
también ultimó .... "
Como el Protocolo firmado en Lima por S. E. el Minis-
tro de HeJaciones Exteriores del Perú con el ':\lini,tro de Co-
lombia alH, Sr. Luis Tanco Argáez, con fecha 21 de Abril de
1 gog, no se cumplió, ni se ejecutará en ningu na forma, acu-
dimos á S. E., como último recurso, en solicitud de un aclo
de justicia para que, por su mediación con el Gobierno de su
patria, se castigue á los delincuentes, ya que los esfuerzoS
diplomáticos de nuestra Cancillería serán estériles.
EN EL PUTUMA YO y EN EL CAQUETÁ

Heciente pstá la amplia satisfaeción dada por el Gobier-


no del Perú á los dos am,~ricanos que fueron damnificados, y
la acuciosa manera como fue aten,lido el Gobierno de los-
Estl¡t!os Unidos; así, es de esperarse que ron quienes tienen
mancomuniJad de l)rigen y de raza, y ti deber de gratitud d.e
lJ emancipacl6n. sean también respetuosos á las leyes UOl-
nrsales de equidad y de justicia.
En consecuencia, no dudamos ¡¡Ile S. E. pondrá en ac-
tividad su \"l;liosa atención y será intérprete ante su Gobier-
no ó,~ la se,lemne pl'Otesta que presentamos por el crimen
cometido con lodos los caractc"es de atrocidad.

E~IiJ.L\"'O PJ\IETC--A \"ELI:>10 PI\JETO-l\IANUt:L PI\IETO

Continúa la barbarie
Ya nos callsan g-rande indignación las permanentes no-
ticias dd eSIHdo salvilje'y cruel como conlhúan los actos de
verdadera piratería en el territorio colombiano, consumados
por la Casa peruana Arana & e'.', sus agentes ú sus emplea-
dos.
Ha llegado á la ciudad el SI', José l~naci() Parí:'!, joven
trabaja·jO!' y de posición social disLin~llida. quien hacía algu-
IJOS años se hallaba en el Caraparaná. Es testi~o de las humi-
llaciones que al Pabellón Colombiano le han irrogado los pe-
ruanos, y nos da la relación si~uienLe: :
•• Emplt'ados ¡-JI' la Casa peruana Arana, eonstituiJos en
cuerpo regular de ciér,~ilo, y organizados en campaña, llega-
ron hasta Cuamañi. EncontrábHse allí el colombiano Sr. ei-
cen, quien tuvo 'IlIe hllir hacia d Vaupés antes que lo asesi-
naran. Los peruanos tomaron posición y plantaron sus tien-
das en ese territorio, completamente de Colombia. Se apro-
piaron de las indefensas tribus colombianas llamadas Cuyo-
tes y l\lenias, fuél'a de otras muchas, y han cometido todo
género de horrores y martirios: entierran los indios vi vos,
ó los queman con petróleo, ó los desnudan y amarran en hor-
migueros al pie de éstos; los robos de los productos de co-
lombianos continúan y están adueñados de todo el Carapa-
raná."
Lo que pasa en esos territorios es ya asunto de humani-
dad. No es el honor de Colomhia y sus derechos territoria-
les los que necesitan reparación: son las leyes universales de
6" LAS CRUELDADES

la civilización las (I"C reclaman la atrnciún del mundo, yes


por esto por 1(, qlw n,lS hrmos dll'i~id(l á todos los paises eu-
ropl~os, ¡í Cenlro y Snra rnérica y á lo" Estados U nidos, Ha-
mandil seriam!'lItc Sil in/lucncia para pOIl!:'r término á un es-
tado tan sal\'aje y alroz.
La clJ('stilin PS, pu!'s, nI' impollt~r la neutralidad inter-
nacional qne los país!'s civilizadlJs obtengan en aquel rico
te~ri!orio, teatro r1el ro (¡o, del asesinnto, del pandillaje y del
CnmPIl.
No es ya asnnlo de límites enlre Colombia y el Perú;
es la protesta de la ci,'ilización,
Excitamos rcspetuosamente al Sr, i\Iinistro de Relacio-
nes Exteriores para (¡ue las g,'sliones p.'ndientes con el Perú
tengan al~ú(\ lin, No p,'rmanezcarnns inrliferentes en el pre-
senle" cuando !ellemos un pasado glorio!',),

XI

La trag'edia del AnlaZJnaS


Durante la p:lsada Admini!'traci,ín n,ryeR se hicit'fon V::l-
rias trntalivas para ,br .í Olllf)Cer por la pn'nsa al~l1noR de
lo", dl'~~racia(i(Js S,](~.',;os (J"t~ han lt'ni,ln 11\;<l(, en la fj'giún
amaztín ica del t('frito!'io colombiano, Pero por uno. ú otra
razrín, el Gnbiernll dI' entonces impidió qlle tales sucesos se
comPfltar.ll1 ; y no s,'¡J1) St~ (J!wdaron irnpllJlI's aquellos cl'Íme-
!WS, si/lo '¡IIf' :í Iqs c[llotllhÍanns no nos fIJe dado siquiera
rl'()t(~"""' cnll!!':! 1,),0; "llrai'~~ inf,'ridos ¡í nll!'~tr(JR compatrio-
las hahitantes d" las Ilajas Ihnuras Lllé~tl el huracún de la
fI~\'olt!('i'!III política, la Itlella e1(~cl()ral, la caíd., de la dicta-
dura, d af,¡n impacicnfl' por renovar el t'xhausto país, re-
hacer LIS Ie)'!'s, r.:rn,·nd;¡r I~ des~aI'rada Constitución, solu-
cionar ,,1 esp;lnlahle problt'lIla de las finanzas ndcionales, en
fin, la fi,'hre dd d,'!Jat .. p(,fítieo .Y el ¡,nhelo flu;l'ustioso 01' la
ren()v¡¡ci(ín, "charoll un velo sobre nuestros OjOR,'y no vi-
mos 1Tl;)S la llaga '111." pam dolor y vergiií'nza nuéstros, se
ahr~ en el de~lltldo cOf¡lZtín de la Patria. lIoy, sin emhargo,
la prensa europea vlldve por (os fuero" de esos desgraciados
compatriotas Illl~stros, J (/pja oir su voz de protesta desde la
gloriosa Alhión, cuna v asiento de todas las lihfrtades.
Es doloruso para Colombia el drama que diariamente se
repite en la re~itÍn arnaztSnil'a de su propio territorio, drama
sangriento en q!le \¡¡s \'iclimas son ciudadanos colombianos
EN BL PUT.U~Y;O ,Y &N Jt ,cAQUETÁ

y t~IJIQ~~lranjerQS Ii qU~Qes .d&hllmQsproteccj~n .pon


arreglo al Derecho de Gentes, y los y¡ctimariQ8 losag«:ntes
de la Peruvian Amazon Compa.n!l Limil!!d, <;uya~&~ritura
social se hizo conforme á las leyes vigentes 8 )bre la materia
en la vecina República del Perú,
No queremos ni debemos entrar en comentarios acerca
de la ¡naoleneia de nuestra Cancillería en lan delicado y
trascendental asunto; pero si crf'f'mos cOlJveni~nte reprodu-
cir el Ilr:ticulo que la Gacela Repuólt'ca.na de Bogotá traduce
de 1 he Tru,lh, importante revista londinense, y que nos da
alguna i~ea sobre los acontecimientos que en esa apartada
comarca de Colombia se delll\rrollan. Más que e'ipantosa rell'
lidad parece el sueño trágico de, una imagin'lción sobreexci-
tada.
(El Dla)

XII

Voces del Putumayo


De una illteresante rplación que publica f'n nuestro Sim-
pático colega La Cohesión de lbagué el Sr. D. Custodio 1\10-
-Tales R, transcribimus Jo que sigue:
" Párte el General Velasco para Iquit( s, acompañado del
Sr. Partio y de 108 Generílles Pizarro y Mon rf'Y; son deteni-
dos en Cotué por el Comandante de la guarnici6n peruana
acantonada al/l, J sometirJos á una e~l'uplllosa requisa; no
permite el Comandante de la guarnición expresada el paso
al G~neral Monroy por ser, en concepto de IIquél, un espia.
E/ General Munroy se mostró siempre celoso por la jnte-
.gridad nacional, haciendo propaganda en este Rentldo. Por
-Su ordt>n izaron bandf'ra colombiana los vapores extranjeros
que ~!1r~~b'ari a~uas de Colombia.
~~~r~só el Gener~1 Monroy al Car8para?~, en eu) a mar-
gen lZqulerta acomf'Ltó entonces la fuudaclOn de un pueblo
<Jue. llamaron San Gregorio, en donde estahleció el General
Adolfo Z8pa~a la Inspección ,de ¡Polida de) río Carapllraná,
puesto p~r!l el·cual fue nombrado por el General V dasco.
Después de algún tiempo regresó de Iquitos el General
Vel9sco, Il·bordo dH vapor Lloeral, .~n compaiH8 d~ D. Julio
·C. Arana y sin el Sr. Pardo. Entonces se suscitaron altl'rca~
·dos entre D. J.C. Arana y el General Monroy, en defensa
66 LAS CRUELDADES

este último de intereses patrios, é intervino el General Velas-


co, imponiendo 8i1encio al General l\fonroy.
Permaneció el General Velasco algunos Mas en el Cara-
paraná aguardando, según nos dijo varias veces, al Sr. Par-
do, que dehía regresar de Manaos, para luégo emprender jun-
tos viaje al interior por Pasto. Inútilmente aguardó el Gene-
ral Velasco j el Sr. Pardo no pareció, en vista de lo cual lomó
aquél Putumayo abajo y desapareció de la escena.
Con él desapareció toda autoricJad colombiana en aque-
llas regiones, quedando únicamente la guarnición pernana
en Cotué, desamparados los colombia nos y el territorio pa-
trio; preponderante el elemento peruano y en plena activi-
dad la explotación de nuest~as riqu"zas naturales.
Desaparecieron también nuestras ilusiones de cuando,
atestados los puertos de cauchos, soñámos que los derechos
de exportación que algún dta pagaran los extranjeros que se
los llevaban, podrían solllrionar muchos problemas de nues-
tra lamentable siluaci¿n fiscal.
Se originó la liquidación de la Casa Calderón, Arana y
Compañia, cuyo socio Gregorio Calderón (colombiano), due-
ño por todos títulos de lo que constituía la riqueza de aque-
lla Casa (explotación de caucho con salvajes huitotos), apa-
reció, según la contabilidad de la mencionada Casa (llevada
úmcamente por conlabilistas exclusivos de la Casa peruana),
con un saldo agobIado en su contra.
Se liquidó lambién la Casa Pérez Arana, vendiendo sus
derechos al socio Hipólito Pérez (colombiano), en mal.ísimas
condiciones para éste.
No hada mucho tiempo Braulio Cuéllar, colombiano, de
lüs colonizadores allí, hombre de buenas costumbres, profun-
do conocedor de los dialectos indígenas y poseedor de una
valiosa y JiJlcta propiedad con casa, sementeras, potreros, al-
macén mllgníficamente surtido y empresa de caucho con in-
dios huitoto~, había sido despojado de su riqueza mediante
un documento de venta, arrancado en momentos en que
Braulio no se daba cuenta de su persona por el brandy y
champaña que le hablan hecho tomar los representantes de
la Casa Arana, para la realización de su negocio, á bordo de
un vapor anclado en el puerto de su fundación.
David Serrano, dueño de La Reserva (empresa de cau-
cho con indiOS), murió á mano!! de los peruanos por el de-
lito de ser colombiano y querer conservar su fundo.
Ante la perspectiva de tamaño desamparo, menosprecia-
ron muchos sus propiedades, y los que intentaron conservar-
las pl1gal'on con sus vidas el slIcrificio de su nunca bien re-
compensarla conqui~ta; otlOS las abandonaron llevando eL
EN EL PUTUMAYO y EN EL CAQUETÁ 6¡-
imperecedero recuerdo de las autoridades colombianas qe
patrocinaron la expropiación .Y contribu.veron al engrandeoi-
miento extranjero, con detrimento del de su patria,
Confundidos quedaron los salvajes huitolos que, con vea·
cid os del caráctel' divino de los mandatarios, esperaban de
las autoridadt>s colomhianasel castillo por tánto lujo de crnel-
dad!'!': .v d~ crímenes-como garantfa de sus más dementalea
derechos:,-clJando vieron á sus victimarios departiendo ami-
gablemente con los que suponían sus divinús salvariores.
Fue lodo aquellu una catástrofe, una sombra que no pG-
dla llega r en aquellos tiempos al interior de Colombia, pero
que ha lIt'gaelo ya y que envuelve muchas víctima!!, desde tu
apartadas rt'giones amazónicas hasta el inlerior, af~clando III
integridad nacional, somhra lanto más densa cuanto más se
apn;xirne el dla ele las liquidaciones territoriales.
Asediarios por la influencia peruana, y después de haber
Eraulio Cuéllar vendido á José Cabrera, y éste á la Casa
Arana, Sil parte en la empresa de Nueva Granada del PuUi-
mayo, aSI)ciados partimos para Jo más bajo del río Caquett
en busca de un retiro en donde pudiéramos proporcionarn<l&
un verdadf>fIl modus vivendi fuéra del alcance de IOli señores
peruanos. Este retiro fue Cuemañf, sitio en la margcn ¡',z-
qUlerda del río del mismo nombre, al frenle del Caquelá POt
su handa izquierda, lejus de toda fundación de blancos.
pues la ve~indad más próxima quedaba á cilh':o días de di~
tancia, en medio de tre,; tribus de indios huitotos (jayoües.
mirafos y akinangaros), y con muchos indios carijonas (pa-
rientes de llraulio, pues la madre era carijona) acomet(llt()C
trabajos en agricultura para luégo emprender en la explota-
ción de cauchos.
Pronto empezaron á lIe",ar indios huitotosde Caraparan~<
huyendo d~ la cadena y del látigo con que recompensaba..
los peruanos SIJS servicios, é implorándonos protección. naja.
han en emharcaciones provisionales mal construidas, sufri~fI·
do naufragios, en los que se aho¡,;-aron muchas mujeres y 01-
ños, vatios de cuyos cadávercs cncontrámos pocos días d!'8-
pué!! en las palizadas y en las playas sirviendo de pasto á I.a.t;
aves y de memoria á aquellos tiempos,
Considerablemente alimentaba en Cuemailí la inmi~r3..
ción huitota, y con los carijonas que hicimos venir del Yar,
riel Amir y rJeCuñaré, com.mdadoli por los caciques Taken~·
ko, Carerujmo y Kil>hll, se formó un pueblo numeroso, Llilie
para una verdadera colonización.
Enlonces file cuando, congregados lo~ salvajes, aquellos
hombres primitivos, canlhalts habiladores del oscuro bosca-
je, de tez hroflceada, largas eaht-dleras, desnudas forma,¡, cs-
truendosa V(JZ, huellas de heridas en sus cuerpos, adornadO$
fi8 LAS ca UtlLDADIIS

cpn brazaletes de plantas aromáticas, rojas plumas de KlUloa-


maya en laR orejas, brillantes oarrizos de Darigueras, lipdu-
ras en las pantorrillas y pendientes de sus cuellos hermosos
collares de dientes de jagultr; tendidos bajo las sombras de
sus palmeras y de sus árboles frutales, en las apacibles horas
de la larde, medidas por la tranquila superficie del río Cue-
mañí, entre un oriente de celajes y un sol muriente, levanta-
-ban sus atavicos ojos oblicuos á Braulio, que, erg;uido en
medio de ellos como un ¡.¡acerOOte indio, les hacía ver la causa
de sus desgracias presentes y sus futuras desventuras si no pro-
pendían por una transformación en sus costumbres'y daban
comienzo á su civilización, haciendo educar á sus hijos en el
interior de Colombia. Les habló de las grandes riquezas na-
turales que poseían y que podían explotar en beneficio de
ellos mismos y en beneficio de la patria,.y les dijo que había-
mos resuelto pedir protección al Gobierno, para lo cual sal-
dría el suscrito al interior, y que, si ell<ls querían, podJan
mandar á algunos de sus hiJOS para que se educaran.
Inmensa fue la gu~~abara, y la selva, salpicada de pal-
meras, repelía el eco de su j chqjojoo! ¡ chojojoo I (i VIva!
¡ Viva!) que se perrlía en las lejan(as de la espesura y de las
superficies tranquilas. -
Todos querían mandar sus hijos, pero como carecíamos
oc n'cursos para una travesta tlln larga. apenas con tres in·
olecitos, en el mes de Noviembre de 1906, nos embarcám08
.. n Cuema!H Rernabé Mornles y el susl,rito su hermano, ram-
ho al interior, escasas- provisiones, magnlficos bogas carijo-
flllS; á golpe de remo, surcando las aguas del Caquetá, Orte-
guaza )' Hacha. J después de mes y medio de navegación,
con las inclemencias y peligros consiguientes Jlegámos á Flo-
rpocill. al píe de
!il interior.
'aCordi\l.era Oriental, para de ahí marchar

Cualldose recuerdan aquellas selvas de gomas elásticbs,


sarrapia, mafíl ó barniz de PaMlo, caraña, hállidlllO dd Perú,
gutapercha, jeve fino del Brasil, castllRas dd A mRzunas, ani·
males de ricos plumajes .Y valiosas pieles, tortugas de exqui-
sita carne y apreciadus aceites, mi 11(/.1\ es de peces para su con·
servación en "sodws ó iat!is, grandes ríos na\/egables y her-
mosas maderas de c.Jnstrucciíln, )' se siente el hambre del
interior y el Jamentllole estado del Prellupuesto nacional,
-sobreviene plllflwda Lrislez&,-pero ni siquiera comparltble con
J¡j Indignación que se f'xperlmenla ante la inalt.eFahle usur-
pllción peruana, funestisima á la integrillad cololllbiana, v
en estos momentos en plena aclÍvídad. "
EN EL PUTUII;\TOTEN,EL OAQUETÁ 69'

y nO'!lmi taMe cuando-tornemo,,·al régimen orMrlo~ de


eS\o!l dese!tree; pues ni siquie.a- Re ha' dP8irufdo el ~errMn
inocH1.do á Aucstr9 insuficiente Conllti'ución rle (886.
Se hace necesaria tina rt'fflrma, un-a I..bor desinte~f¡ada
y patrióh ~a ql1e reml1eva este sucio estertHzad{\ por las cose-
chas rtel clande~liniRmo y haga ~ermin8r la simiente de una
nueva ConstÍlu.-ión que re!'ponda á necesidades de hoy, di-
ferentes, rol' simple ky de evd(}l'ión, & laR neeesidacWs de ayer,
y 8&,"f'"i8198 pOI" la Constitución dt! ,886.
CAn una mirada' retrospectiva, fácilmente podemos re-
sumir :
El vMtiee abierto á Ct1 10mhia sobre la rula :fe su pro-
greso material por una dominación sin calificativo en la
historia, cO>ldyuvarta con un lamentable retroce"o moral;
Un problt~ma lalellte: el Putnmayo, que -\ molo de 11Ft
astro funesto de primera magnitnrf, se rtest8~a en nuestro
horiZllnte con precedentes análogos á los de la srparación
de Panamá;
La nota culmillanté de l(t~ salvajes. claMando por Sil
civilización para defender las fronteras de su p¡¡tria; y
La profunda indolencia en estos tiempos, d~ lan profll-
so apostolado, anle el clamor de la bal·barie sedienta de ver-
dad y de IlIz.
CUSTODIO MORALES H."

XIII

Proceso histórico
Comenzamos á publicar los diferentes hechos relacionaooll
COI) nuestra frontera con el Perú, á fin de hacer lué~o un
folleto qut> acredite los actus crillllnalcl'o de que han sido ob-
jeto nuestros compatriutas. Lo fIlie ~i~ue es lomado de UH
opúsculo, El Caquetá !I el PalwlHl!Jo, de que es auto!' D. Abd
Calderón S.; dIce así:
"Ttllgt)'el propósito de rtiferir ~laIlRd9tnente los inci-
den{~8 dé inis'corrcrlaR de ta N:>gión' de que vengo hat./ando,
de lo queen eOa vi. especialmente en la-hoya def Cáquetá y
.re
el P\llOl1\lI'yO~ y los pro(fuctos f':ústehles e industtiasque
aHI podrlant1oreeer en cuanto á ellll lIf'gaRe la' acción de un
Gl)bierno que no dejase á cada clIAI t·1 cargo de defenderse
pet<Abn a Itnelnte, ni lo expuRie~e á ser despojado, de un mo-
10 LAS Gl\URLDADES

mento ;¡ otro, por mano alevosa, de un trabajo arduo y te-


nible. Pero por Jo pronto interrumpo mi narración aquí para
aftlinuarla en folletoR que me propongo publicar poste-
riormente, y cedo el campo á hechos que en los actuales mo-
Jlleftlos juzgo de la mayor importancia, y de problemas
ny_ solución urge sobremanera á nuestro pals, cuales son
1m! actos que ejecutan los particulares y las autoridade:i pe-
manas en terrltorio colombiano, y la situación trist~ y pre-
aria en que los colombIanos se hallan en sus propios domi-
JIftJs, por falta de autoridades propias que los protl'jaD, y
.-re respalden los derechos de aquéllos y la soberanía DQ-
riODRI en esta zona tan prodigiosamente rica.
Mejor que los mrjores comentarios llena mi propó:iito la
. relación descarnada de los hechos; ellos hablan por sí solos
DO necesidad de otra cosa que de exponerlos fielmente.
El Sr. Benjamín Larraniaga, á quien atrás me referí,
.;,currió al Gobierno peruano á ponerse bajo su protección y
la sido el instrumento mÁs eficaz que el Perú ha tenido para
rme1¡;ar en la hoya del Putumayo, pO"r el conocimiento que
lAte sefior Liene de este río y de la zona bañada por él y ¡¡us
aftuentes.
Las autoridades peruanas se apresuraron á darle privi-
·ltgio para colonizar y conquistar indios en esa reglón, y él
i su turno cedió al Perú los derechos adquiridos por sus ex-
ploraciones anteriores.
Las autoridades peruanas de Iquitos armaron en guerra
d vapor Caooopana, yen éste con bandera y autoridades
Jeruanas que le diesen posesión oficial, subió Larnniaga
. Jaasla el punto de la Chorrera, en el río I~arapar8ná, uno de
h sitios en que este señor tenia establecida IIgencia. Lle-
_ba también el objeto-demostrarlo más tarde-de hosti·
lizar, aprisionar y llevar presos hasta el Perú á los colombia-
JlOS que trabajaban entonces en ese territorio, que es colom-
lÑano.
Navegar p.,r vapor estos rloi~ tener el privilegio de ex-
,Iotarlos, contar con el apoyo de autoriciafies eficaces, es un
nrdadero tesoro_ Así lo comprendió Larraniaga, y para
ast'gurar mejor el éxito de tan colosales ventajas, se asoció
·con Bit judlo de T¡\nger, residente entonces en territorio
b~silei\o, Sr. Jacob hallc Barchilon. y con José Maria Mo-
ID Ramírez, peruano muy influyente con sus compatriotas.
La suhirta del Cahuopana ocurrió á fines efe· J ~oo. En-
&re El [<'ahi y ~I Caquetá nos hlllláhllmos desd~ el año ante-
mr los Sres. Raf<tel Tobar, I~mael Cuartas, Ceciho Plata,
JUlln de Jt!Sús Cabrera, Rafael Cuervo, Aquileo Torres, unos
,eoneli y yo, lodos colombianos; y merced á estuerzos in-
4lecibles, todos honrados y lícitos, habíamos logrado acu-
EN EL PUTUMA. YO y EN EL CAQUETÁ 71
mular una cantidad, para nosotros muy considerable, de buen
caucho.
Larraniaga, para quitÁrnoslo en ejercicio de su privilegio
y monopolio, mandaba ya á la tripulación del buque á dar-
nos caza como fierus, diz que porque no atendíamos su
llamamiento. que no habíamos recibido, cuando acudimos
á su agencia, y alll, en depósito, le entregámos nuestro
caucho.
En 1901 subió otra vez en vapor armado en guerra con
bandera peruana hasta el sitio dicho en territorio colombia-
no. El vapor en que hizo este viaje se llamaba el Plltuma!l0.
En vez de traer á mis compañeros y á mí nuestro caucho de-
positado en su casa de comercio, nos notificó, una vez que
nos tuvo inerml's y desprl"venidos en su buque, su resolUCIón
de no pagarnos lo nuéstro, porque, dijo él, era suyo, siendo
así que lo habíamos nbteni io en sus tierras.
Notificó en seguida á tod< s mis compañeros prisión por
supuestos delitos, y se los llevó encadenados en su buque.
Habiéndome dejRdo á mí libre, me apresuré á poner en co-
nocimiento de IOH otros colombianos trabajadores en los si-
tios circunvecinos, lo que á todos amenazaba. Ellos se pu-
sieron en guardia, y cuando, después de los rodeos consi-
guientes á bajar el 19araparaná, coger de nuevo el Pu\uma-
yo, subirlo y subir el Caraparaná, llegó el vapor á La Flo-
rida, agencia de los Sres. Calderones, colombianos, ya todos
estábamns prevenidos. N uestra actitud impidió que siguiera
adelante en sus planes conlra nosotros, y su viaje en nues-
tras lierrlls, v se volvió Hevando sus prisioneros dichos, los
que puso en ·poder ne las auloridades peruanas en Iquilos.
Por fortuna, el Cónsul colombiano en esa ciudad reclamó
contra esa prisión, y mis compañeros fueron puestos en li-
bertad.
A fines de 190 I subió el Putumayo olra vez armado en
guerra, con bandera peruana, que llegó hasta La Florida.
Este vapor no logró lIev¡\r prisioneros colombianos al
Perú, como era 8U intento; pero fil llevó varius indios. La
trata de indios es uno de los ra mos predilectos de los perua-
nQS en aquella región. Di!ifrazan con subterfu~ios la trata
odiosa rle estos nuevos esclavos; pero el disfraz no quita á
este infame comercio su clara verdad.
El Comandante de este huque simpatizó con un indie-
cito de UD año y medio de edad que yo habia recibido de sus
padres cunel propósito de llevarlo á mi casa de compañero
y servidor de mis hij.)s y con el de educarlo junto con ellos.
Me propllBO se lo vendiera, y me otreció 500 soles. Repúsele
yo vivamente que en Colombia /lO habla esclavitud, y que
aquí no acostumbramos vender á nuestros semt"janles como
I.AS CRUELDADES

a'n'irnates 6 cosa!!l~ Et me obligó á' entrAr en segtiirlá lit buque,..


me manifest6 la ~racia que hacia no castIgándome el d~tUt':
to cón Un"a lIúlnridad tan Hita coltt'ó él era; y m~ dijo' que ét
nó comprába el indj¡lcilo sino que me orrecla ésos 500 soJes:
para indemniiarme el trabajo de cogerlo y del valor de los
vestirlos que yo le habia puesto. Cun subterfugios de esta
clase disfrazan en el Perú la venta de los inrlios que de nues-
tra tierra se llevan estos piratas para enajenar allá como
a'Dimates.
y resp~cto de mis n'clamos sobre ser ese territorio perte-
neciente A Colomhia, sac0 nn mapa trabllJado en Inglaterra"
bajo la ¡"l'Ispección y autúrizari61l del Gobierno peruanó, y
valién"rlose c1e ese mapa como incontestable argumento, me
dijo: "Vea" usted, torlo esto es nlléstro, anles no hemos: re-
corrido todo nuestro territorio" ; y señalaha pal·te enorme de.
Ecuador y de nuestro llamado territorio del Caquetá, y agre-
gó:" lorla la hOyA riel Putumayo hasta sus vertientes es Dués-
tra." Y para que no me quedara duda me hizo presente
cómo 1'1 Perú sí tenía, y Colomhia nó. autoridadt's en ese te-
rritorio; rómo la bandera pernana flotaba en esos rlos, don-
de no I'e conocfan los co/(,res de la efe Colombia; cómo el Pe-
rú tenfa establecidas en "se río Adnanas, donde Colombia
n"o tenfa nilJ~unas. Se rt'f~da á la Aduana pl'ruana poes-
ta en la confluencia tiel COI ué con el Pul umayo.
En VAno le repliqué qoe un mapd hl'cho por el Gobierno
interesado en despojarnos 0") era prueba en su favor, y que
et q'ne nuestro Gobierno nO atendiera á sus ciudadanos q\Je
ttablljaban allf, no era prueba de f!l'ta tie derecho de domi-
nio, SUlO de incuria y Ife abandono. El siguió sosteniendo
so's derechos y cazando inilios para red()ndeár su ne'~ocio á'
la ,vuelta á su patria humanitaria y civilizada, AlU cada in-
dio ó india valen de 400 á 800 soles. Los llevan como traba-
ja'dores, como sirvientes j á las indias las Ifev8n tamlliért con
fines tan infames como los medios de qoe se valen esos traft-
cantl's en cárne humana. •
Otras veces estos explorAdores son muy generosas": regá~
lan indios ó indias, sin cobJ·aT su precio, del propio modo que
se puéde rf>galar una res, Ó que en tiempo en que la ese1a-
viturl manchaba al mundo, 8e rrgatába un n"gro.
Esl( s cortos rasgos cllIn la clave dé lo que acontece con
los inrelic~s indios de nuestro territorio explotado y recorrido
illcon testada men te con el Perú, y cUál es/a suerte de ros bie-
nes y persnnas de los colombianos civilizádos que se tBflzan
á e~~ misma tierra.
D~bo agrpgar que 111 orden y planes dé Larranillgá'tuan.'
do htzó con n(¡solros el slIpratJicho simulacro de chntra-to de'
compraventa para llevarse lIuestro caucho, eta la de d8'rnos
EN El, PUTUMA'YO y EN EL CAQU&TÁ 73-
ríWJet&e á mi" comptii'ieros' y j mí, y que sólo el habernos pre-
séft(*do bú'énilmente nos libró de caer asesinados por la t~i·
putá'tiól'l del buque arm8'do con la bandera peruana que traía
á ese seí'ior á t'jercer semejantes actos de dominio en nuestra
tierra patria, siendo él mismo colombiano.
Esto M)" cllanto al Putumayo. Por lo que hace al Caquetá~
toda su descmb'ocadora desde el Amazonas hasta La Chrr
rrera ó Cascada de Aracllara, t'slá ocupada por d Brasil.
Esa chorrera, qne impide la navegación de ~(IlIel río de ahf
para IIrriba, ha sido el único baluarte de nUl'slra soberanía
sobre aquella ininfn~a región prodigio!';8 11enll' rica pn !óiiringa,
crue es, como vimos atrás, 1'1 caucho más fino y mils valioso.
Me he detenido I'n la rel~ción de !'slos hecho!ói de preferen-
cia á cnalt'squit'ra otros, porque, cClbalnlt'nte, mi ¡nlnvención
personal eu ellos me ha pllt'sto al tanto de sus rletalles .Y en
capacidarl de saber y ast'gurar L~ vernal! de mi relato. Pero
estos hpchos no s"n aislados: ellos oao la clave, cllmo digo,
de la situación de lodo~ los col,'rnhianos en el It'rritorio co-
lombiano invadido por el Perú y abandonarlo a esa nación
por nut'stros Gohierllos antt>riores.
Así, por pjemplo, cuando Ileg:ímos á psa rrgión, en la co-
rrería á qlle mI': he referido, IIn Sr. l\1uñoz y Celio Sih'a,
ambos tolimenses, haf,{HIl sl'in víctimas de lIn atropello inau-
dito por parte dI' los mismos prl'uano!ói. A orillas del Campu-
ya, afluente del Plltumayo, tenlan ellos su establecimiento
provisto cie gran cantidad de caucho, que alistaban para su
exportación. En un momento dado, en que ellos no estaban
allí, llegó un huque peruano, cuya tripulación desembarcó
paré cargar con aqndla resina. L(lg indios que trabajaban á
órdenes de Silva y Muñoz se opusieron á ese roho, y sobre
ellos los per\lH nos hicieron fut'go del modo más terrible.
Muchos indios murieron, 01 res fueron apresados para ser
vendidos RlSiI tarde en el Perú, Los dd buque pusieron fue-
go á la casa rle l\luf'íoz y Silva. Cuando éstos llegaron y recla-
maron de lo que esl aba sucedienoo, los dueños del buque,
no IitreviélTdos~ á ultimadOR, les dijeron que bajaran en el
buque hasta MROIJOS, qnt> alH realizar/an el caucho y que les
pag9'r{en su valor, y eltos acc~dier(ln. A los pocos dlas tue-
ron abandonados en una playa desierta del A mazonas, y
aHí habrfan pereeido si por una fpliz c8sualidacf no hllbit>ran
subido en esos días los Sres. Calderones (colomblanOS), quie-
nes recogreron á J08 Sres. Silva y Molioz y 108 llevaron de-
nuevo á su establecimiento.
NuestrbS Jllilses limítrofes tienen G6biernos eficaces, pre-
ocopadlJ8' por su 80beran/a y por la driensa de sus fr(¡nte't8'8~
y á tas veces, como se ve, ambiciosos lo bastante para pJ'6.0
tender extenderhis á costa del derecho ajeno. Nosotros, ea.
,4 LAS CRUELDADES

cambio, hemos tenido Gobiernos muy prácticos en ganar


elecciones, en aferrarse bien al poder, y en dejar perder por-
ciones valios/simas del suelo que nuestros mayores regaron
con su sangre y legaron libre.
La dura y espantosa lección que nos ha dado Panamá
d~be aprovecharse por nuestro patriotismo: no es abando-
nando las secciones y dt'jando á cada cual á su buena estre-
lla. como se estrechan los vínculos y como se hace efel'.tiva la
soberanía y se desarrolla y afirma la idea de patria.

ABEL CALDERÓN S."

XIV

LOS PIRATAS
:y las autoridades peruanas
contra Colombia
El apreciable compatriota D. Jesús Orjuela O., de quien
>.publicámos una importante correspondencia en el número
~.o de este ~emanario, nos hace la relación que publicaremos
en nuestro próximo número.
Los informes del Sr. Orjuela tienen tanta más impor-
·tanda cuanto él fue Inspector de Policía de Caraparaná se-
-gún Decreto ejecutivo número 1,109 ele J 908, publicado en
-el Diario Oficial número 13.070.
Por hoy, reproducimos del periódico peruano denomi-
liado La Felpa, que se publica en Iquitos, lo que en seguida
verán nuestros lectores. Acaso pocas veces s~ registran en
nuestra historia actos que más puedan afectar nuestro honor
~om() Naci ln y nuestra dignidad como colombianos.
La victoria de Tarqui, cuando fuimos pals organizado,
libre é independiente, nos hace pensar hoy cuánto hemos
degenerado en nuestro carácter, en nuestros derechos y
lIuestras libertades, si hasta por Decreto ejeculivo se prohi-
bió á la prensa que tratara precisamente eslas cuestiones que
,táoto nos afectan.
Esperamos que el Gobierno actual sabrá hacer respetar
'lIuestro pabellón, y no dudamos que se acreditará en Lima
-·una Legación, que, sin vínculos de ninguna especie, defienda
"4luestros derechos. Asimismo deseamos saber SI la protesta
El\ EL PUrU~IA YO y EN EL CAQUETÁ 75
que debió presentarse al Gobierno del Perú por el Plenipo-
tenciario de Colombia se efectuó ó nó.
Habiendo desaparecido la mordaza de la prensa, es hue·
no Que se sepa que si los colombianos no hahlamos con ente-
reza y virilidad, fue porque el mIsmo Gobierno lo impidió.
Dicp. así el periódico dIcho:

"AL SE:\OR PREFECTO

Cc>n el debido rcspeto nns permitimos decirle que obli-


gue con ener~ía á la Casa de J. C. Arana y Hermanos para
que en el ciCa restituya á l(ls lugares de su procedencia á los
t)res. Regidores Orjuela y Marlínez, así corno también á la
gente de este último spñor.
El caso de que no salga pronto uno oe los vapores de la
casa plagiadora hacia el Putumayo, no es razón, por cuanto
debe tener presente S. S~ <file no se trata de reparar en lo
posible el ultraje infendo á indiyiduos particulares, si el que
8e ha hechu á autoridades colomhianas, las que venian cum·
pliendo órdenes oe segllridad que les imparllera su gobierno.
Juzgamos, pues, indispensable qlle en el día se obligue á
los Arana, fleten tina lancha cualquiera para que lleven á las
a)udidas autllridaries colomhianas y gendarmes á sus pues-
tos respectivos; esto sin perjuicio de las indemnizaciones pe-
cuniarias del caso.
Debe t¡onH presente S. S a que en ello VA la tranquilidad
de la H<=púhlica, y que ante ésta, debe y está obligado el Sr.
Preft'cto á posponer todo, absolutamente todo: sus conve-
niencias y slmpatfas hacia la casa trai-iora, pues el simple
hecho de que no haya recibido á tales presos, nos prueba
que no ha encontrado correcto el que se les ha ya traldo. No
creemos de más indicar á S. S." que debe hacer responsables
á los Arana por las vidas de los colomhiantls que regresen al
Putumayo, pues al no ser así, seguramente les asesinarlan,
como acostumbran hacerlo, por meras venganzas personales,
con todo el que qluerl'n.
S~nliríamos no ser inmediatamente escuchados, pues en
lal caso nos veremos en la necesidad de lanzar una exposi-
ción min UClOsa, detallada y riocumenlada sobre todo este feo
asunlo, para que el público juzgue y conozca quiénes s«;>o los
8utorfS y compromelidos en 1t/8 r,rfmenes de lesa patrIa lIe-
"ados á cabo por el Putu ..,aJo."
LAS CRUE"LDADES·

xv

Más sobre lo del Pu tUffiayo


Saqueos, incendios, aspsin;¡to de }1critlls- Violaciones y rapto de mnj.rl'S
por la Casa Arana-Lo (lile h 'Y ,'rs!),"cto á los partes onciales culolD-
biallos-Luai/.u' concihe, pl"\'para y ejecuta el /158110

NO JlAY SANCIÓN PENAL

Cnn más datos re~peclo á lo ocurrido en La Unidn, ase


como también mt'jOl' informados vamos á ocuparnos de aquel
delicado asunto, en el cual nos ha comp icado la Casa crimi-
nal y siempre maldita de Arana, la que, desgra r iarlamenl8
para llosOlro!ól, cuenta con lántos y tánlos adeptos asalaria-
dos, entre los cuales, triste tS decirlo, existe miÍS de un
Mandón.
Los Sres. Ordóiíez y l\Iarlínt'z, que tenllln nt'~ocios con
los Araua, pidi"ron á éstos ylle les remitiesen ci~"La cantidad
de mercadtrías; 1>1 Casa de Iquitos cllmJ)lió con el pedido y
se las envió á Sil Gerente di' El Encanto; Loaiza no quiso des-
pacharlas <11 IlIgar de su destioo pOI' másquese lo eXlgian los
Sres. O,',1óñez y Marllnez, razón p"r la qu.., éstos mandil ron
hasta acá un emple¡vio, qUfjáoduse del proceduniento dd Ge-
rente de El Encanto.
Así las cosas, fUt'ron notificados, en forma de ulú'matum,
los de La Unión para que, ó mauJaban inmerliatam/'nte torio
el producto que tenían, ó en Sil (it·f~cto idl El Liberal á
traerlo á viva fuerza. Como es lÓ:,{Íro SUpllIlCI', lal ¡¡menaza
inrlignó á lus notificados y entoners fuI' que contaron, di('ien:
do tenfan muy bu!'nos..... calzones pafa detenders!', y que SI
lo dudaban podían ir por el producto que sülicilahan con
tanlo imperio.
La ida de los pir"l'~~ de Arana no lOe hizo espprar; como
ya lo hemos dicho I'n n 11 f'!\ I ro núrnno Hnttrior, Loalza armó
gente, la embarcó en El Liberal, y I'n la tarde del 9 de Enero
se dirjgieruJI a La Unión, durmiendo en una ensenada inme·
diata á ese puerto, lugar del cual salieron á las R a. m. para
llegar quince minutos de~pllés al teatro de los sucesos. Ape-
nas vieron al El Llveral, los de tiCf/'9 se diseminaron lomando
posiciones; el Coronel GustaVQ Pri"l sostenía la bandera de
su país en \lila mano, y ésle y Ordóñcz les dijeron á los asal-
tantes que no desembarc¡:¡r¡w. Aquí debemús hacer silencio ....
en relación á lo slJcecli,io ..... Como consecuencia del asalto
EN EL P~TUr.lAYO y EN EL CAQUETÁ 77

pri.ncipió el tiroteo entre los de Arana y Ordóñez, tiroteo que


d.urarfa diez minulos,d€'jando el campo la gente de La Unión,
la cual ru~ó por una qUt'bradita que al intento les tavorecía.
Seguidamente desembarcó torla la gente y tripulación del
buque asalLante, y es enlonces cuando comenzó la parte más
repugnan Le y salvaje de este acto de piratería, sin prece4ente
desde la época del corzo .....
Yacían tendidos pOI' llerra cinco cadáverts y dos ho~­
bres heridos uno de ellos lo fue el Coronel Prieto, quien re·
cibió una bala en la pierna derecha, y en tan supremos mo-
mentOl! se arrastraba hacia el monte, sin duda para esconder-
lIe en su espesura. En tales circunstilncias, acercósele un indio
viduo cuyo nombre silenciamos por hoy,'y á dos pasos del
herido se paró apuntándole con su carabina á la cabeza;
pero inmediatamente desvió él Sil arma, sin duda avergonza-
do de tan miserable proceder. Tras de este hombre venía un
zambillo ex-sarg'ento de la guarnición, y él. á vista y pacien-
cia de todos los demás, le hizo dos disparos en la cabeza á
Prieto, y después de matarle se acercó al otro herido, al que
también ultimó .....
Los muertos fosron prolijamente desbalijados de lo que
llevaba n consi4;o.
Dueños del campo aquellos "Jóvenes patriotas que anhe-
laban únicamente adelantar una plllgada m(~ en e/terreno
de la conquista, el pabellón peruano" -pa labras textuales
de El Onente,-dut'"ños del campo los chacales, repito, se de-
Jicaron al soqueo. En t¡jn deltcada labor fueron dirigidos
po/' su oignll Jefe, el patriota Loaiza. el cual buscaba con aví-
Jez, entre los' pa peles de Ordóñez. su corresponde.ncia, Se
ileval'On toda ella y algo más, abordó, sin perjuicio de em·
barcar 23,000 kilos de productos. Mientras por un lado se
Ilevaha á cabo esta operación, por el otro se veía á los em·
picados" modelo" y "patriotas" de A ,'ana, recorrer el bos-
que vecino eu husca de las ¡urdic!'s mujeres de los coJo.mbia-
nos prófugos, que se habían ido á refugiar en él, y á medida
que Ja~ iban encontrando, después de satisfacer sus apetitos
(le hesl ia. lie 1.. " VdH diri¡,;irse clln ellas, orgullosos (1 ah va-
lor!) á la lHncha Liberal para irle entregando á Zubiaur
aquellas prí' ¡oneras, las mismas que él custodiaba solícito.
E(l,tre Jos URAYUS que tAl hicieron se destacó en -primer tér-
mino el Sr. A .... B ... Concluí lo el saco, le cupo desempepar
8U d(qno pe pel ni Sr. Bartclorué Zumaeta, y entonces, con un
arrojo y patriotismo digno de los de su raza, avanzó el pa-
trl~~io y prendit fuego á las casas ....
EPILOGO: A!olalto, asesillfltos, ultimación de .heridos,
despojo de éstos, robo de mercaderías y prol!uct01<, viQ\¡u,ío-
Pes y secuestro de mujeres ajenas é inofensivas, é incentl,io!lie
Jo que no podían robarse .... !!! .
78 LAS CRUELDADES

Labor palrldlica, moralitadora, enérgica, /Jlril y todo lo


de más bello que dice el ventral Oriente de sus defendidos;
los foragidos de Arana.
No hay tales proclamas ni preparación para la defensa
nacional colombiana; no, simple y llanamente se han reuni.
do unos diez ó doce hombres que más parecían espectros, y
eso es todo. Tan es así; que termina su articnlo sohre el Pu·
tumayo de fecha 3 del presente el ór'l"ano asalariado, dicien.
do: "Hay que ver que hasta hov la cuesti/m está encomenda-
da simplemente al ELEMENTO CIVIL DE CADA PAIS, se
puede decir, los Gohiernos mismos no han dicho, no lo ~abe.
mos, su última palabra, etc. .

XVI

Los horrores del Putumayo


Míen tras n nestro Gobierno permanrce indifaen te- que
sólo á indiferencia puede atribuirse el que en tánt(,s añOi
nada se haya logrado contra los atroptllos de los peruano&
en el Caquetá,-Ia prensa europea principia á publicar 10M
actos de salvajez perpetrados en esas regioms, y á protestar
contra eIJos.
Dolor profundo causa á Jos corazones patriotas que kili
extranjeros se conduelan de las afrentas que se nos infieren.
cuando nuestra Cancilleriu, entre trago y trago de champa-
fia, ó se hace de la vista gorda, ó no quiere ver ni oír, ó ei
impotente.
lIace meses, la viuda de José Francisco Gómez, caballero
importante de Pa!'to, que fue asesinado con su hijo Artemio
en las orillas del Putumayo, á la vista de su espusa, por or-
den de la Pel'lwian Amazon Company, se dirigió 111 Presi-
dente González Valcncia, dándole cuenta del vil asesinato y
pidiendo justicia.
Hasta hoy no be sido atendida, como no lo fue por el Heroe
Amazdnlco, como no ha sido atendido ningún colombiano
de los que habitan esas sclvas, aunque diarIamente c1amall
se les protejan sus mtereses y se les defiendan sus vidas.
Ha llegado el momento de que el Ministro de I\elacionea
Exteriores dé cuenta á h s cÚ)lID1bianos de las gestiones he-
chas en Jos graves asuntos que tenemos ptlldicntes con d
Perú. '
EN EL PUTUMAYO y EN EL CAQUETÁ 7~

Hace arios se nos está entreteniendo con promesas de·


próximo arreglo, con modus vivendl, con palabrería diplomá-
tica, tufo de champaña y galanteríAs de gabinete.
Queremos algo definitivo: que de un modo ó de otro se
haga cesar la matanza de OUt.stros hermanos de la raza mdi.
gena; que se acabe la infam~ esclavitud á que se les tiene so-
m~tidos por casas comerciales que tienen el apoyo dd Go-
bierno peruano.
Que h8bJen los Gobernadores de Nariño y del Huita, á
cuyos oídos llegan por millares las quejas de las horripilan-
tes relaciones de crimen es atroces.
y I'S que los que tenemos exaclO conocimiento de esas
atrocidades, porque en Pasto las hemos otrio relatar á testi-
gos pre!'enciales, sentimos la justa indignación dp) patriotis-
mo; el sentimiento de humanidad herido.
Oíd, colombianos, y resolved si os quejáis á nuer.lra Can-
cillería <Í dl'jáis qu~ la carniceda humana si/;{a saóando el
instinto salvaje de Jos usurpadores del territorio patrio; *loe
las tribus putumayas sean aniquiladas; qut' sobre nuesLras
concieneias caigan sus maldiciones y sus lágrimas.
Los agentes de la Perlwian Lornpany ordenan á los in..
dios entregar de cincuenta á sl'senta kIlos de caucho cada
doce días; y si por)a escasez que hay ya de esa goma, tes
faltan 11110 Ó dos kilos á esos infelices colnrndianos, lo;; azo-
tan con látigos de:'cuero de danla ; si se quejan siquiera, 108
ultiman á patadas y á garrotazos en la caheza.
Estos castigos se aplican indiferentemente á hombres,
mujeres y niños, estando obli¡;adas las víctimas á tenderse
en el suelo, voluntariamente, con los brazos en cruz y boca
abajo.
Si cuando se toca llamada general, como á piara de cer-
dús, no acuden todos los Indios, salen los agentes en su htlsea
y regresan con las cabezas d(~ los que fa I Lifl , envueltas en
hojas, comO si fueran animales de Colza esos seres humanos!
Un agente de la Peruvian pl'Ohihe á las viudas, bajo peoa
de muerte, conlraer nuevas nupcias, con el fin de que las
indias entreguen en la agencia la misma cantidad de caucho
que entregaba su marido.
Castigos comunes, aplicados diariamente, son las motila-
ciones de las orej as, de los dedos de los pies, de los brnos y
las piernas j el cepo, donde se les mantiene por dias, cargar-
dos de cadenas. con hambre y con seo.
Unttal FJórez, agente de la Peruuian, también ordenó ua
día á sus subalternos que fueran á un caserío vecino y cor-
taran las cabezas de los indios. Dos días de¡;pués vo/yiero...
con un canasto repleto de cabezas ensangrentadas, de hom-
bres, mujeres y niños, las que d bandido Flórez iba arro- _
80 LAS Cl\UB.LDA.D18

. jando á los perros, después de ident.ificarlas, entre carcajadas


.Je canibal.
A este mismo hombre se pre.senlaron dos huitotos, pi-
diéndole trabajo, para no ser también decapitados. ¿ Les dio
trabajo? Nó, pero con una navaja de afeitar les mutiló, él
mismo, las orejas.
En ~Iatanzas, los indios están obligados á entregar 14
kilos de caucho cada diez dfas, y si falta un solo grano, se
fes suspenrle de cuatro palos, drjÁndolos medio muertos y
lavándoles después los cuerpos lacerados con aguasal y
con aj(!
A. un indio que huyó de la casa por haber sido cruelmen-
te castigado, se le capturó, y clespués de aplicarle cien palos,
se le condujo al monte inmediüto y le amputaron las piernas.
Unl! india huyó de Flórez porque la maltrataba y no
quería vivir con él, pero fue cl1gida, y, empapAda en petróleo,
te prendieron fuego, y, así incendiada, sirvió como blanco
del revM ver de ese monstruo peruano.
En otra ocasióll ordenó Fl6rez co~er de los pit's á unas
mujer!'s y 1\ unos niños y reventarles las cabezas contra un
árbol!
En un encuentro tenido con 160 inriios, que cazaban ~ara
esclavizarlos, entre 60 prisioneros que hicieron, cayó el Ca-
pitán.
Lo pUl'ieron I'n el cepo, le cortaron los brazos y, rodeán-
dolo dt~ leña empapada en petróleo, le prendió Flórez fUfgO.
La esposa del desArraciado Capitán, á pesar de SIlS lágrimas,
fue arrojada á la hoguera con dos de sus hijitos, y todos que-
macJIIs vi vos.
e o iodio no se presentó el dla fijado para entregar l~
10 kilos de caucho, por haber estado enfermo á cUDsecuflncia
de un clH!ligo; se le mandó aprehender y fue decapitado. Los
otros indios, que sí hablan entregado su tarea, amanecieron,
.sin emoargo, ahorcados de las vigas de sus propias casas. y
estos actos. de la más brulal salvajez, que son tan evidentes
eomo la luz del sol; que han relatado, bajo jurameofo, ~~sti­
gos presenCIales é idóneos, son casos aislados, pálidos, linte
la realidad aterradora.
Aldeas enteras Incendiadas; matanzas colectivas; tortu-
ras que cril'pan los nervios ~s yanquis; cacerías de tri pus,
organizadas al estilo de las batidas defierlls; violacÍóIl deJ~
esposas y raptos de las .hij:ls, que sólo viven mieDtr~s;8Ací;ln
sus bestiall!s pasiones y mueren después sacr.ficQdas m;.sera-
-hlemenle.
Yesos infdices son nut:8lros hermanos; son nuestros
compatriotas j son seres humanos. El Terrilorio del Caquelá
:1Jgura como parte integrante de Colombia; e8ta~08, ha(:e
1m EL PUTU~(AYO y EN EL CAQUETÁ 81

aftos, disclltienno unas 1"¡:lIas m,ís ele e,a rl'~i",n, y 00 s()mOS


car"lce" de I'r,lk~ 'r ;1 sus d('s~T:l<'iad()s habitantes,
Inriifert'llcia. illhumanidad, ¡¡lIe gritan pronto remf~di(l;
que claman justicia,
P¡,lam"s ClIf'{\(as al Gobierno de lo que ha hecho, ele lo
qu~ est¡~ Iwcit'ndll, de lo (lIJe hicit'rnn sus anlec('slIres en bi(~n
de los inf"hef's r"llIInltiauIIs del Caquetá y del PutllmaJo.
Si nos res¡Jo/lde con el sileneit> Ó nos diee que na -la se
puede hacer, por altora, sup/iquérnosle que \'enda es,~ !t~[... i-
torio á IInH nuri(¡n civilizada qlJe sea lo bastante hUnI.lOa
para prtlt"g-,~r f;1I~ h'lhílalltes, .Y ha.,lanlc fuerte para casti~ar
¡;;US crímenes. Y I)(' importa que los millolles que prwluua
esa venta se pierdan en las cajas 1>;1/ fOlldo de los acaparadu-
res ,_h-I paLri(/)(:ni,) comlÍn ; no importa quP. esla I1lwva VI'[1111
no~ Hfrt'Il"~, P"('(III~ más deshonran la illllllmanidad, la tolc-
rancia del crimen y la permisión de la bar/¡¡¡/'ip..
EFRAI.U EVGF:XI') f:.\STRÜ

XVII
Crímenes horroTClsos en el Pll tU111:l '"VO
AC[(J;; s<lI\':I.lcs ¡~ iUt'l'ciJ,les-t '''' uCIlu:tria [t!I'l'ilJt"

La siguiente reprodur.ción ti· n~ el m::¡y()r v;:¡lnr, pues


es un denuncio prt>spntado ror \111 honrado ciudadano
que tuvo el valor civil de pedir la investíg-ación crimi-
nal de aquellos lJiratas que, sin l!nciones de humanidarl,
han cometido atroces crimem:s. El Sr. Saldaña Rocca,
aunque peruano, no puede transigir con la implil1i.Jad ni
menos con la labor salvaje de criminales que est3n fué.
ra de toda nacionalidad.
Hem(,s recibido por conducLo esppcial un p¡¡qtlf'le tie nú-
lO..roSde La Sanción, bisemanario que se pllblicH t'n Iquilos,
.Y con los elemplares una circular firmada pUl' D. Benjamín
Sald¡¡ña B.occa, en que solicita el apoyo de Jos ór,;.lIllls de
la prensa y de personas influyentes, para qlIC se trarnitp. con
-presLt'za .v f\e ha'fa luz judicialmente ~ohre una rtclJllncia de-
vada por él al Juez oel crimen de aquella ciudad, y que corre
insertada en Jus números d~ La Sanción que hemos recibido.
Esa denuncia es tan grave, contiene cargos tan horri.
bles, que sólo puerle sel' la ohra de un delirante ü lit' un con-
vencido; y si bien en Jos pl'imero~ JIIIl!rIt'nlos decidimos no
publicarla, después, y tenienJo en cllenta, pur otras noticias,
que los sindicados como autores de los alcllLado" ({UC se Je-
nuncian no habían enjuiciado al denunciante; que f') J ue~
6
LAS CRUELDADES

ante el cllal se ve la c!pollnri::t fiscal plc\"{) el asunlo á la Al-


tísima Cnrle, para qllf' é",la rf'SlIf'\\'H SI "Irnicndo en cuenta
el 11(~lu;¡1 mod/ls l'i1'eT/lk ,'!'II'brado t'fltft' 1'\ PI'ní )' Colombia,.
I'S IWlllnd la z(,na clt·1 PIIIUrrJ<l)'O," lo qlle se alribuye á ha-
lH'r si lo irdlllt'llciado 1'1 .11\0'1. para </111' '¡ .. rnorc las invesli~a­
ciollts ifltli"pt'mabll's j .'. I'0r últillllJ, cC'lIocit'ndo, como eo-
IlOC!'1I t"d{Js, '1UI' aqll('lIa~ z\!llaS llu se lii~lill~tlI~n por las ~a­
raflti IS ,If~ qllt~ Illlz;¡n !'tI" habitantes, h('rnt!~ decidido aco-
ger L-I tl"/lllllci¡i )' pIII¡\ic'¡;¡ la,
Es IIt'ccsaril', es illdi"!If'Il~ahl!' Cjlle SI' I.Hga luz sobre es-
tos hechos, s"hre todas LIS ini'llli·tades 'lile se denuncian. Y
si bi"r. 11 liS j'S d,>!\''''''I) II'PI'O,IIICir I"s 1I111111,fCS de torl"s los
8CII";:!!!"s y I(J:,~ ,illr,'" {'iI!i(i,_~ativos con 'lile se les trata--Y3
(jllt' 11111('11';,,, P(lI"): 11 1e-,d!ilr ino(:,'lot,'s ti,' lo~ carl:os qlle "¡se
ks iH'UIrIIlI¡¡Il-t'n Indo ca~o t'l \','n~dicl() judieial será Sil /lm-
plia lI'IHr¡-,,,i"lIl; P""I"t' I'!fJl','dc, de otro modo, habit'lldn
\In (illda,Jall" t¡lIe <t('II;;a ¡¡¡,jo Sil fin'Hl J rl'spt.nsabilidad.
pOI' f'1 ('amilll. <JIII' It' fi.('ilita la jllstlcia y t'lIanr!o puede caber
reel,Jo ~11¡'1't' ,,1~lInos llllt'/lI)¡('os de ésta, 11" ser'la juslo /Ji dicaz.
II,~ aquí ahora la delluncia .) los !IIonstruosos hechos que
señala:
Sr, .llIa ,kl (: .. iI1lCII
Benjamín S¡¡ldaiía l~(\cca, ron domicilio It'gal en la ca-
lle dCI l'rós!wro, \' o 23R, á IIsted digo:
Qut' en Im\rito de los ~cntirnit'nt(ls de humanidad (lile me
ltnilllfln ,; 1:'11 st'l'\'ici" dI' !IIS p\lbres y desvalidos indios po-
bladores lid río PulullIa}o y ~us afluentes, haciendo uso de-
la st'gunda parte del artículo 2;) de! Código de Enjuieia-
mil~lIt()s en maleria pen¡¡1 y jurando nI) proceder de malicia,
oentlneio á los nqebn's forajidos Víclor l\Iacedo, Miguel
LOlliza. Carlos Mirallda, José Inocente Fonseca, Luis Alcor-
ta, l\ligu,'1 Flórcz, Arrllando i\\lrman, Allrelio Hoddguez,
Aristidt'~ n,){lrf~lIl~z, EIí¡¡" Ma,.linl·n~lIe, Abelardo AglJero,
Andrés O'Dollnell, Alffcdü .;\111I1It, Abelardo Calderón, llar-
tolomé üuevara, ,\ IIl.{lIsto J iméol'z, D;I:{ob,~rto A rriurán y
~. Stlál't·z, COIJIO autllft'S de Jos ddil\ls de estafa, rubo, in-
et'ndio, violaci('lfl, "stupro, envl'nenamiento y homicidios~
agra vados Coll los lfI,b crllelt's tu rmc!) los, como el fUl'go, el
¡¡/lua, el IMig(" las lIl\llil<t¡>iOlll's;'y COlIJO ('rH'uhridon's de c,-
los nefando~ dditos á los Sl'e!'. Arana Vega y C. a y J. C.
Arana y Her-nl<IOI'S, jl'ft:s principales de Jos denunciados,.
quienes tienen pelfecto cOfloeimil'1I10 d~ todos estos hechos y
jllInAs Ins han denllllciado "i hun tratado de evitarlos.
Los delilos 01' qlle aCllso á los anteriormente nombrados l
se }tall realizado t'lI los ,,[J;u~lItes del rjo Pulumayo, Ó sea en
Ire los ríos I~al'¡lpill'allá, Caraparan<Í, Calninari, Cotllhué~
IdilP::t, l\lcnago J otros dond.e tSlán ubicallas las posesiones-
-de L,s ernpr\:s •. " indll";! I i,.!!'s ¡.("(Iruer¡\s dI' L,s razones ~~ci,'¡es
Aran:l V(':~';l v (:." \..1. e Anula '; "'·.fIIl"IlIlS, ¡f.'/lolJllnadas
La r;/u,/'f'(,!,([' \. !--'f Ff/f'i/"fo, las iJ1J<' :l la nI. j'sf:\n sllhdi\'idi-
da!. ,'[1 olr.ls ,i'l<~ It'I'r!)I'IlI'IIIOllllll'" d,' S"CClIlIIl'S; ,)/'rl"II"<:II'I\-
do ¡\ l.. 1" ¡'III'!';' ",",Ti",1I 'as Ihlli;!'l;IS ,)'1/1', (JI'((!',!f', / ·1II·,ln .. 1ff!.
nas .....',"do (:1110//1/1/ f 'IIIIIII,{(,·I'-f ' ,. j'r),,/'.'·1/I/,.. \/'1.'/"/1((, .....'011 l'/;~_
/rll', J/I/{of/::tJs, ¡':!/'f'(~ /(i;)·;. n ',d"I/ifl. SUfllf/ .luí"" J/oFf'tia y
¡)<lmll ; \ ¡¡ h :-,.~ 1'lId., C¡,,("·II.·i ... \'1 ~¡';¡ 1:'1 FII.'llftfu, las ele
l~'Spl'f'lII;::II. 1.1' ,')'HII!'!'f,', IAI Ifld/", Stí/l . \!lt(JfIl~.. , ....;I'/'tI/a,
!J'I!" .. r!li1/lI • . \/'I¡dlll \ 1,(/ FI",i/,,; ,'¡el,,1' ~(;lt'\~ lo l'" el (;"-
rt'lllt' ,1 1, /.(1 (.h',,.,·, f'ff \' :\li':II\'! L,:liza ,i.' FI /-:líl'ill!tf); hi-
los, {lile.!:' 1,·.·,: .. ,". ~,.il· !oh (';II,¡d;. ',·s . .l' 1\1" 1\11":s, ;': t¡IJil'ne:-i
lafll I""'11 ,JI !I"",; " ~;"ll 1, l. ';ld)~,·r,·llr,·" Ik LIS 1'I1;},!;'s ~''CI.'iono;.
1I'~d/;, .... 1" LI"" !l':"'iíil para i!nslr¡¡:i'''1l ,lt, 11,1/'" y del
i\li/li~I." i" /o'i,,(',,1, In-o ;/ ('XIII<I/('(' ;.1\.;'111)(>- ,it' In.; d.lílos t¡lIe
dCllllrri,/: "Íl'i,," :\LIl';·d.l. ,,1 I:\,«'I¡((> .1,. /.11 (;IIO/'/'{'I'(/, uno
de es' s rni:;"I'"h l "s lI"t'"ill')s, y i\li~ 111"; Lo¡¡iza, ~u émulo),
dando, ¡('[lila Slltl!;! ¡Í ;;¡¡;; ill~ti'lltos C1illli/w!t-s, S(~ dan COJl-
tinuanl"I!!" I'! p!;OCI'1' de qu{'mar j' ¡lst~."ifl;¡r á lo,; i.",left'IlRCS
y pacíli"IIs !Il'lr;lolllro's d¡~ esas Ifll·!III1.·.. as selvas. Lno dI' los
actos d., r"I'{lcid¡ld de eSlls dos llIisl'ral,lt,s, l'II('mi~os de 1:1
hum<lni,lad v j(' Iodo s,'ntilllicnto I:ob/(!. fue el lJ'lt, I'paliza-
roll prtl'¡¡ Caf'll<1va¡"s ('11 1!)";)' 1'/ /lIá.~ nd'ando y ÍlllJ'I'l'fHlo de
In ... cf'ÍnW/lPs. J).'-~nl('il\d'IIIl.·lIte lI"g-aron ('n esa tlp(t('í1 á La
(,'!tu""/'I'a 111- lfIdi 1"; (kaillll~, en lJúnwro de m;ís de t{ólO para
cnt//'ga!' los produ;;l"s 11111.' habían c"scehado, y desput's del
PI'S¡, ~. I'ntn'g-a dt' (: ... 1, s, /,1 jefe de secciún (¡lIe ks diri~{a,
Fu/e/ V e1arde, ~d('ct'i(lll(¡ ¡í veinlil,inco de dIos, alcganrlo
que cnw pl'r,·z',~()S para d Irabajo; t.'~ta rxp/l~il'il'}[1 por par-
te de Velar..-le fllt' slIfirit·/lIr. para IJUé Víctor l\Iacedo y su
cOlJl,!;ént'1'e I,,,,,iza, unl/'Ilurall filIe a gui~a de túnica st~ le
p\l~il'ra ¡í ("¡¡da 111/11 de I(JS indios 1111 clIstal empapado en ke-
rOSl'lIe y s.~ ¡"s prt'lldi"r<l fu ('f,\'O. S,, dio CllIllplimi"I/IO <Í es-
tas órd"III~S, .Y "llfO/l!:I's St~ IH'I'srntú ,,1 pavoroso cuadru de
vur correr 1.'11 div,'/,sas dil'l'(~I'lllnes ¡í I~S(lS infelices, dando los
m¡\s ilgud"S J I,btifllcros alal'i.los, h~1 sta Ilegal' (11 río y se-
pllltarse en Sil'; ~~{las, pellsando sa/varse; mas ll'jvs de esto..
todos pfrt'(·it'rp/l.
Este fue IInu de los entretenimientos carnavalescos del
furajido l\1accdo y la pavor~a cuadrilla que dirige.
Ütru caso !Iue también deoe llamar la atenciólI de usted
y del uni\'<,{,s~1 entero es el valor espartano que desplie-
ga el inocente JOSt; Inocente Fonseea, con las desuiehadas
indias que le ~irveil de concuuinas .Y que también t$tún á su
servicio, Hará pr6xirllarnellte (JI! ililO l~lJe el mencionado
Funscca entró ;~ Sil ~errallo, donde al uel'ga más de diez in-
dias cllJa edad fluctúa cutl'e OcllO y (JlIince aüus, y dirigién-
?OS~ al dormitorio t'lIt:')lltn'l á Sil hija .Jllanila, halli,-Ja en la
India Laura, qlJe J't'c,\gía del suelo unH r¡)lilfa II retazo lie ei.
garr'o V se lo ponía en la boca, sin (lile de esto se apercihiera
la iodia Tr¡)nsilo. Tal deseuido dI' Tránsito fue motivo sufi-
ci"lIte para que el handi,{o Fon<;eca al'ro.i'ira los cin00 tiros
de su reveíl\'l'r sDhre la inf"¡iz Tráni'ito, q\lien, como c.¡ lIa-
tural. quedll I'x:lllillH' rn el instante,
l\II~lId FI¡íl't,z, otl'a-ie las hiellas del Putumavo, COlllC-
litS Untos aspsinatos 1'11 hnmhres y mui'~l'es, allci~nos y ni-
líos, (!'Ie Vicente, .i\t,lcrdo, ternrroso de qlle se despoblara
a<¡uella secci<',n y de fllll~ IIq~ara á lquitos la noticia dI' tánto
crÍnH'l1,ol'denll al malvado Flórt'z qtll' 110 matara {(ÍntfJ in-
oio 1'11 sus or!,('léls, sino ¡'¡I\il~amente cWHl,Io d\'jaran de entre-
gar raucl\(', )' f'nt<lnCt's, reformado Flórt.'Z por el mandato su-
perit.r, ~ólo lila!!) en Ilos nwsl's cuarenta y tantos indios; pe-
ro rT'tr~ tanto las l1agf'lariont'~ eral} continuas.v las Illuti-
heielO,'S horrorosiis : se cortaban dt>dos, brazos, piernas, ore-
jas, halda castraeio/H's "Le. Esh'i son las ~racias de lino de
mis aClIsa(los y de los empleallos modell) de ,J. C. Arana y
hermanos,
La s~cci¡~u ,t!¡¡sifliatambién ha si ln Il'alro el\' las horroro-
sas I'''Cf'nas dI:' toda clase dl~dt'litos, Allí d idt~ de esa s\:'cción,
AII/'hmlo Alrlll'ro, f'n f;ompaíif" de Sil S('~(JIIt!O, AII~lIstO .Ji-
mt"/lt-'z, c.:ando qllit~ren probar Sil plItllt'l'Ía ron armas de fue-
go, ,aean lino e) m,ís de Ins inllio;; r¡nl~ injllstarn"nte tienen
(~n el C,~pf) y lo~ hacl~n salir de la eelsa :so pretexto Je que trai-
gan yUC>lS; una Vf~Z estos df's~raciaclos en el palio dt' la mis-
ma, reciben por la espalda la tlescar¡;a dt! fusilería que les
ltact'n sus asesinos; otras veces, desean,lo mt'jorar su punte-
ría, hll<;ean cl'ialnras huérfanas, plles ~'a Sl1~ padres han sirio
3!,;l'sinados, p:na qlle les sin'an cie hlalFo más pequeño, y,
finalmf'nte, cansados de IIsar las armas de fue~o, hlandiendu
macheteí', se hacrn cnndul'ir ¡¡ncianos'y niñ>is, y después de
eSlruprar á estas últimas, tocan á drgiiello y caen las cabezas
y los cuerpos mutilados y aun con restos de vida. En este
estado, muertos y morihundos son amontonados, y prp.vio
un rocío de kerosene se les quema inhumanamente, ó cuando
q\lieren di .'el'tirse más, seglÍn el morlo de sentir de f'SOS de·
salmados, llaman á los perros, los que, ya acostumbrados á su
b.otín, lIaccn espléndidas presas de esos desgraciados.
Malan::as (!!), otra sección dd Igaraparaná, es la más
pcst¡J"nle y la que conserva más esqueletos á los alrededores
de la casa Je los cielitos de indios que han sido inmolados
por la ferocidad de Norman. Este mozo, que está en la plenitud
de la vida, pues attn no tienen veintidós años, es más crimi-
nal que el célebre Chaca liaza, de memorable recordación en
los anales de la penitenciaría de Lima. En la sección que di-
E:"l EL f'UTUMA YO y ¡;::o; t:L CAQUETÁ

rige Norman manda matar sin wmpasión y quemar por cen-


tenas á los indios, y se les azota por milhues; estas gl'ntes
asl tle~I'ladas y :-;in cur<lcilill de lliJl~'llna c:-;¡lt'óe, se agllsanilll y
despidt'n fdHln, d.~ ramt'S poJnd'ls; ya tll ese tsl¡¡dc de dc~­
cUIIII'(}sicrcin, é i.,scl vibles para d lraln1jCó) llis manda ma-
tar ¡l Olachehlzos,
t.:n<l wz el de~~I'¡jríadu X¡,rnwn, deseando sati~fact'1' SIIS
instintos fl'l'oces. ni'audó matar Uf) iudit'cito de 1lIlI'IlUS unos
ocho año!' de edad, desplIl-s de n,hll' ¡lgulllz¡¡ndo por efecto
de Jos latÍl.;'uzOS qllt~ ¡.. hahlan cl ... d".
En la St'criúll (-¡timo /{d,l'o se realiz<ln parcci(lus ¡j('(¡n-
tecimientos. El slll).id·t~ An,('<lluza lIland.'J dur Illucrtc á una
ÍnoJa llama ti Sirnolla, 1'11 queriJu, ¡'Uf/pie crela Illle kn{a
rclacj"llt's ,:on 1111 1Il1J('/¡,IChlJ llamado lambién ~illlúll; la
mut'rlt! de rsa inf.. liz hw ole lo IIHJS horrol'oso: (lrd('!lú AI'~a­
luza á los IIl'gros bélrbad"lIsPs SllInlcy y Lt'wis'y Ernesto Sío-
L~rs, conocido con t'I ¡¡podo ,Iet F'I'U¡'!er'ilo, le aplicaran cielito
cÍ(Jt:ucnta y cinco latigaz,s, j' cllandu la india C!>tIlVO eoll las
nalgas destrozadas, se It~ !'nc('rró en un cual'tp en dunde la po-
bre se H¡{IISanlÍ; colonCt'S \,1 valil'llle Argalu7a ordenó á 1I1l0
de /(lS empleados t¡III' la Inélt'Ira. lIabiéndose rt'sislido (~,.tc á
t'jecuh r á la Sirnoll<1, tPIlIt', aqll,\1 Sil cal'3hina'y le .-lijo: ,",i no
la matas, te mllt0!l0 ,í ti; convirliéndose 1'1 i¡:;n(lI'<lIIIC emplea-
du, por fuerza IlIa.\(\[·, 1'11 dt'línrtlt'lIte inconscit'nte.
Elllljllriosll Bal'lol(,IIII: Zumada, e[[lpl. ado suha!tt'fIIo ¡le
La Chor('crH, 1'1' <II'Llsioll') dt' 1<1 herlllosura de \loa i/lf,·líz lla-
mada Matildt', y ni> Plldwndo consqplIl' dI: ella sus favl'I'I'S y
posf'si(¡n, recllrrí,', al cri 'Jl "11 , torn;\/ldola r"r la tuerza, no
obstante la~ protestas d.' Sil I'ompa;¡ero, y dt'~pués de satisfa-
cer SU1l apetll.,S ea/nales, la tlaKt:!¡), encadenó}' rlleerr() en el
depósito del callch(" dUllde (¡uedó moribuotlo, falkcicmlo á
los pocos días,
Para no fHtj~;lr 1I1;\s la atcnci("1l de ustedes,) no hacer
m;\s larg-a "sla 1'1 Sl'rl;' d,! íll<:"lificilhles cdnwnes, citan: como
líltilllO episodio s,lIl¡,;rit'lllo di' esas malditas n'giolles el
deóut del mal,"1I LUIS A IrlJrta, as~soradt} pOI' el dt:sta Icallor
dp. correos de e"ta eill.la,l, Su;ín'z, ell la p,'rslJlla de .lllstinn
J['Toándfz, acat'ci.¡o !~I 22 de 1\1")'0 .11,1 afio fn curso,;\ las
J 2 m. Este había tpllidd 1111 p"'1I1t>Iio tllU'rcado pse miSII)(1 dla
á la~ O a. m. ('on A I(~"rt;l) r s.,I" pllr fsla razón fue encerr¡¡llo
('n 1111 cUllrto. l\Lis tarrlp, ¡'¡ sea á 1"" J 2 del día, el 111:11,)11
Alcort<l, toman 1" Sil revóivel' J/flllSSel', S~ dirj~ió á la I'l'ísi(ín
de lIt'rnún<!I'¡;, ~' d,'l la.:o de afuera de la habitul'ión disparó-
le Seis tiros de revólver, no prosiglliendo I"s di-pa['us r0r
hahl'J' atraca lo 1,1 :trilla ,Jp fllH~ hada l."". Fue en esos ill!-tan-
les cu:,ndo grif¡',: ,';". I.ol/¡'"'''! )"1) flWlt' llI! preso! VfnfJa
IlSft·¡{ ti perlo! Entullees Luaiza. ClbaIlJ(,nandu la lancha Li..
86 LAS ell CELOADES

Ileral.y dando traspiés por la embría~lIcz f'f1 que se encon-


tro/w, llamó al (J0 rll"nos borracho eH!'! •• S Z\lIJl;iln p"ra que
Jo acolllp¡liiara, v a/llbos subierOIl ¡.\ la casa, don'!" 1'/l,'OI1I n¡-
r(ln oí Alcorl?, d qllP ('11 unión dI'. S\I<Ín'z, trataha de des-
:.-hapar 1<1 rlllt'J·t" á "alazos)" !'arar ¡ti qlH' cOJ)sid('r¡./;¡'ll ca-
¡J;Í\'l-"; p"ro tsl<I ~\I¡'I>:-.i .. i ... " /lO f,u~ ,'sada, f'IWS al,ril'lldo
I1"J'J);íllc/t'Z ia f',It'II<I, 1II"'Sl'UI{¡Sl' á SII:-' t'tI"!lIj~()" Eu !';;Ia
1·,lJclln~larlCiu. (,1 UI'I;:I'II hiJ), dl~ B;nl",.!,.s. (¡r,'/,{"J'Ío Oli\';)I'I's
y U'I lal ¡\~ujlal', l., hi"i",o/l "11"\<1 <I,''';(';¡I:':<I. " ct>'IIIJ1'tutlien-
do I 1¡'lll,í IIdl'Z. al \'t IN' al'! ibilludo ¡\ bH lazos, q \le h' /jll/'daban
j'lIf l )S 1Il"'III'J)I(,s d,~ vi'¡a, ~t~ ab"l¡l/Iz¡'¡ s"hrl' el ('"hard.' Alcor-
ta )' COJ) ,,1 1'¡d,¡',1l dI' IIn;l ('a!'"billa lt'. ['ompí,¡ 1<1 cal\l'z'l, á la
v{'z filie ca.,,'¡ l'x;\niflll~: file /'I~ t'slt' i¡¡;;litlll,' CIl:llld(, ¡n'an-
ZÓ ',1 ) ........ ¡'¡ltiJl/o, dHlldole IIn balazo 111 la (~ .. llt'za.
Tilllll,il'~'1 I'S dil,(lIo dl~ IPI'lIcÍcín 1'1 C;JlItÍ\'t'rill il/jnsto 1'11 el
(;11<\1 til'l/('tI;í AlJllill.'o Tlirr('~,ell el pll/'sto dr!lo!llillildo Tarm(l,
á r'oe<!s ¡'"r(ls de L, Churl't'fa; ¡í ('stc i"fol'llInado lo ¡¡('usan
d(~ hHll/'r prd,'n./ido COIHJUlstar indÍos tI!'l CaCi"CI.l, pOTClue to-
rl,,, lo,.; illdills (I'H'pl)raq\lt'IIHs r/'gioll/'s moran son lie la t'Jnica
pnpi,'darl de los s"¡illn~s t'I'urJ¡.d,'s di' horcH .Y cuchillo, vidHS
)' h'll:inldas,.1. C. AC'Hna & JJI~lmarJ(lS, Al illlt,lIz Torres
se le tÍerw l'IICf'rra1., I'n (,1 SÓIHIlU de la ra~a, ('OH IIna cadena
¡¡I cl/el/o, de tl't's fll'r'obllS de peso, J cuando SI' t'mbl'iHgan los
emplt'lldos qut' le clI;;lo(li~n, le loman coTl/O 1I1(111CO d~ sus co-
h:J/'dl'S, torpes'y crul'!t's illent'idos. PUI'S le t'~culJt'n, ;!¡'(lfetl~Hn,
dan de pUlIlapiés. ¡¡zotan, escaf'(l¿cié!l"ol~ vd, c"bHrdt! y
des¡¡lmadalJlent¡', Estus In'ch(ls Ivs realiza FiJe! Vdarde,
Alia~a y otros emplearlos más.
Pt'ro lo q'.e más IIHm¡¡ la atl'nción, Sr. ,JIII'Z, HlJl las fa-
mosas correrías I:Jlle so pretexl0 de civilrzaclón n¡¡lizan los
bandidos del PutllflIH,Y0, perj"l(licaml'ntt', y donde los mayo-
res crimenl's que n'~isl ra lil hislOl'iaie Ji! Irlqui!iicieJIJ, riur¡¡n-
te t'l ninado de F{'!Jpl' 11, SOIJ p:ílidos anle IIIS qlll' se come-
ten en t'slc vasto y trlrico t'SCI'JHHio (k la crirnln::di,!ari, ul-
traje inhumano de la civd¡z;!('i(,n.
Eslas f¡HnOSaS corfl~rias que (kbían ser ¡wrst'/,(nÍ,Jas por
todos ll/s M'0!.It·l'IlOS hllnora}¡!t-s y sus tluloritladls suballer-
nas, se f(~aljzan f~n e-la forma: f~1 Capil~n /,j'I'IIt'f'al, ti sl'a
jt'f,' de s¡'cci')Il, l,r,kua ¡Í sus elllplt'adl>s sUJ,i!Itt'1'1I0S armarse
y (~rnprt'lldcr viClje pan¡ huscar ('n sus f/{J"io(/f>s á los indios,
y l't'co:,{t'r d calld,,) que cada diez días deben elll/'f'l.1'ar. Se di-
ri~I'J1 ú la r.iI~a prillClpal, dOllde tI.·bt'H re'unirSI' los i"dios para
elltn'g'ar d caurho; e:1 este IIl~Hr St' pa~a lista á lus indios para
que cntri'guen el ntínwro de kilos glle se It's imp lile; dt'spnés
dd prso I'esulta que algunos hall dejado de clItrt'gar el tulal

(1) ElI C'I I"-ri/f.-lil'" rn ¡'r.'n,'", c1p. dl.nde se tomó, está horrado.
EN EL I'VTU~IA YO y EN El, CAQUET Á

del que les Ct rrcspolld", y t'1I ,~~II' nl~(), I(\~ qu~ /lO r,lIlllpli"f!)fl,
recilw/l "l'lIllicinco lali~~zlJ~ dt' "'S 1l<'~r(lS barhadt'II't's, (lile
,:ólo para este IIbjeto, e~ decir, {Iara d dt~ v( rdllg"\li-, lo,; ~\al\ 11t'-
vado á e:-as rt':;illlles, t¡1I,~dar\!l() al dl'i'!((JO \;lli~;tzq d('';III''ya-
dos, CIJlIlII c"II~I'CII'~II,:ia dt'l inL"II,n dolor qllt' It'~ I'rodlll'f'1l ,n¡;
Ilorrihl,·s heridas. UII a~ Vt'C,'S ;i 1'"1",, cOIT,'rí"S 01, ¡>lit dt' Bs;~lir
tres /. más illdill~ 0'11 ,1I~ "t'~r)t'('liv<ls f.ulfilias, p"l '111,' nI) !tan
{Jodido c.,scciwl' t,l C¡1I1t ho <ft\<' <1,,1,..(1 enll t'~:l['; en t ~t" ('¡ISIl, d
jefe que ha diri~i,lt) Ict c()I'!"Plía y !jtl!' ,t~ t'1I"ut'lllrit t'n la ('asa
pl'illci¡lrIl dt, It,s jpdip,.;, da 0('(1,'11 ti" fjllt' ('11;" 111 (1 ('inco t'!II-
pl"ados ~;lIhllllt'l'lIlis, ,'ivili/.i1dl'~. H' ;P't\l1ip:t1I"1l t'''1l di, 1. t)
quilH'e salv;tjl'>- I~rll'rni~~,,~ d,' Itls¡II'IIS ~aha.i'·" Iltll' "" r",('"i.
¡;tIH'II, .v df"~rllll;S dt~ ¡./!.:lIll"S hlOn, d,' I't's<] ti i,;¡} , ..! eapiLill il\~
di .. '1111' va ¡¡Inarrado sirvil'lIdn de d.·lal,,(', indica .,1 IUl.\al'
(ltllldt~ SI' ()('{rll;t/I Ins (lt'rsl'l,('lIid"s, E"I"Il"'~S IIt'IIt: ItI!.;·¡i[' el
eua,lr\) lilAs e~\,;'llltl\';(I, L·, ('h,'/.<I ('I\IIS: rllÍlla pUl' L.,.; 1'1 f\l:{ia-
dos es de paja, y Iwr,,~ la formil c¡'¡ni.;a. ~in pt!t'l'las; el que
·diri~e 1'1 ¡¡sill!tI lIIan,la siliar la (',Isa, .v veriti('"t1o ,',lo, mall-
da por individ\los l11t~ pn'ndan fll"g'o á la dlllza; J CtllIl(J es
-de StlpnfWr, I.!s indios S()(,pl'I'lldldlls j'rnpl't'nd.'(( la fu.;a por
eft'clo dd incelldl.); "."tolle,'s !, s ,ji i<loor .. s o\~,;eal ;;<111 SIIS r"l-
raltiuas sobre Ifts inf,'llc!'s qUl' hll,' t'n, 1I,'\',ílldIlSI' ¡¡ c"lltl la
más rt'(!1 gn: ole y he¡r!or(;f:a n1nlícería, aldes (lllt' tt'IOIinee\
illcendj., d,~ la ..:ho?;:-l man,la.!" i1s,1Itar. eJJ('('ntr;'lIIo1t1se tll ella
muchas veces anr.iilno.~, cri'ltllra.'i r cnft'rrn.'s 1¡lIt' 110 puedt'l\
·mOVt'rst\ Ins que rwrt'cl'n bai,),,1 falalmadlt'lI' del Pllllllllayo.
Perú ~1'1Í¡j in"cab;dll .. , Sr, J lI"Z, la I'd,iI'lÓII ddallada de
todtls los dtlitos qlle put'do dt'lllll\ciar res(lt'do de llls clÍrnc-
nes que acuso; "JI la uc¡¡sión Opl 'ft \lna p' nh:né pit'lla 1I1t'/l le
lo qlle rl .. jn relatado, plles eXislI'(\ lihllndil/lles y abrlllllado
ras pruch,ls con qtl~ cOllfll1l iír ú eSI s llIalvado~ asesinus y
sus c()rnpliccs y f'nclIbritlofl's,
Pucden dar razlín di: I'hlos ht'chos, por halwr!(ls presnH'ia-
do, los Sres, .Iuan C, Casl¡¡iílls, ,Iulio CUIJIl'da:-;, .JUliO V,·la,
J\,·j"aldo TOl'I'e~, Padfi('() GUI'J'('t'IO, A(, jandi'O A II/.ola, Fran
cisco Z"garra y Anaclt,tü P"rloc¡:¡rrcrü J olros lOuchos, CII,YOS
nombn's no I'ecucrrln pllr IIhora, pelo qllt~ pr,'st'1I1,t1é HI Jaz-
gado á fin de que prl'stt'lI (as dt'(~léI('ilci,'n,'s ,!,w Irs !'t'",wclan,
y (¡fn'7.'~o lamllléll prest'll!ar d'H~llmClll(,s (1IJt~ se I'elaciorwn
-con eslos delilos,
[)or lo t'XI"lf'Sto, á usted slll'lie.o se sirva acqltar la Je~
nllfleÍa, tramitarla c(l(Jf()l'In(~ Ú la I,'y ), dl'clarAnd"la fU/liJa-
da, condellar á los autor,'s de, slltS t1ellltls ;~ la ¡wlla d .. IJIIler·
te, dt~ conf,¡rmidad con d ¡¡rlÍenl" 232 J,'I C('''\¡~II P,'na\. ,Y á
Jos cómplice;; y eocultri,lo/'t's, cornil lu dl~l't1nt'n 1', sl'eeLÍva-
ml.'ole los al'til'lrlos 4R j' 1!) dd tIIi"IIHl C')"i~ll, lt'J\it~I\\I,) tll
considcració!l el artículo '15,
88 LAS Cl\UELDADES

Otrú si. Di~o que tratiÍndose de delitos que horrorizau'


al Perú y al munr!ot'ntero, y como entre los (knnnciados hay
al~ulI()s de lIlala fama y rt'l>s prófu~IIR, pido que se It"s tnü-
ga á "sla ca pit:-¡f para qut': presten su instructiva, pllf'S de lo
celntrdrio fllgarán, y se haee~ necesario qlle se ('nvÍI'" por ellos,
corno sucedió en la ¡¡dmillistr¡¡ción dd Sr. Fucntes cuando
ésle U1¡¡nd() la /lincha Amfl.collas para que condujese á esta
capital á St'veriano LJ~c(H1o.
Otro )0;1 Digo que!'f' haga compar('ct'f en el término de
la disl¡¡n cia él A qlli leo '1'0 rrt'S, el qlJl', por el estado lastimoso
en que' se t'nCIU'lllra, es el 0ll'jt1r cuerpo del oelilo.
Olro sI. Digo <¡Ut' e~lando esparcidas al rl'(ft'dor oe las
callas de 'dI" st'eciollt·s, lalt~S come> ¡lfataru:fls, Ullimo llf'liro,
Sabana, Sanfa Cn/a/¡'f/fl, ,"'mz Vlctor'y lodas las dem¡Ís de-
pt'nt1e~llci(ls dt' El 8rU'tlTllo y La Chorrera las osafilt'(\I;.¡s dt' los
millares de indios qu!'! St~ han asesinado, se hare indispensa-
blc qlle 1'1 Juz~ado St~ con!'tiluya t"n e~as seccillfl"s á fin de
q\le r('aIJce .If1H vi~ila ocular á la brevedad posl(¡I,', anles de
que hagllf1 d"sapar!'!cer I .. s osamentas d~ las víctimas.
0(/0 ~f. Digll que lIil/t.;llIJa de las diligencias de este su-
mario ptll'óen t'lIc()/lIt'ndalse á los jllt'ct's de paz de ese
Jugar, porque tod"s !'Oll culpablrs y t'mplt'ados de las Casas
a
Anl!lH, V ,.~a .Y C. J J. C. AI'¡;na J lIt'rrnanos, porque se hace
indispensahle que usted lus ha~a comparecer á este IlIgar.
Iquilos, 9 de Agosto de 19°7,

B. SALDA5iA RueCA-D. A. UR)IENITA

XVIII
Asesinatcs en Minayas
llepúblt"ra de ColomIna - Ofiána lelf'grrí/ica Centml- Oficiai
(iobef1lGclúll-Número 337
Hura JI' inlroJucción, 1I 11. m.
llora JI' reriho, II p. m.
Pilstn, 30 de Mayo Je ) 908

ExcdelllÍsitll,) Prcsit/(,Il(r, .\linistro Helaci'JDcS E..:lCl'iúres-U(goui

Transl'rif·o: "Inlt'f)(If'IH'ia oel Pulllmayo--1\focoa, Mayo


22--lIpy J(f'~Ó á esft' Dt'spacho una comunicación del Bajo
PUlllrna:v p , diri~ida por Antonio Ordóñez, feehada de l.~ de
Abril pr(¡ximo pH!'ado, la qlle lexlu¡¡lmt'nl~ dice a~Í: • Con
respeto y agradecimiento eonteslo su Oficio número I J 9, co-
EN El. PUTUMA YO y EN EL CAQlJETÁ 89
municándole los aeontecimientos últimos que tuvieroIl lugar
el 30 de Enero J 2 de Fehrero últimos. El 29 de Enero se
diri/.{lan á la casa del Sr. D.lvid St'I'IClno ("mpresa colombia-
na) lo..; Sres. L. !\lelo PII ¡ido, su plente ¡Id Sr. Corrt'~idor,
Jllan E"c,,[,al', Rllfael Cano, Fernando Qnimayas, Félix Le-
IlH'S, Vicenlt~ y Francisco Ham{rez, ludos colomhianos y
eIllplt'ar!os dt~ mi dt'pendt'IH;ia, J flleron tornados á traición
y llevados al sitio de los Jlina!J(ls y aSf'sinados en este punto
hl dla si~uienlt'. Una VI'Z cUllsumado el hecho, se dlrigit'f(lf) á
la casa del Sr. Da vid Scrrano, donde estaban los Sn·s. Ra-
món Castro, Luis .hrarnillo, Juan dte> la C. Anacona, B"nja-
min l\Juñ/17., Atlt'lardo Hivt'/'a, l\lanuel Erllso y qllincc como
pañeros, ('11 yos nomhres ign"ro, y lodos fueron tomados Cll
las c0udici"nl's de los primeros y asesinados cobardemcnle.
Perpt'lrddo el crimen, saquearon é incendiaron la casa. Es·
peroq\lc, c(lIno ver ladero I'epresrnlanle de nuestro GIJbit'rno,
lome td mayor interés para ql.le no quede impune tan horren-
do crimen. Dios guarde á usted, Af/tonio Orddríez.'
Me- apresuro :1 transcribir lo anlerior para conocimiento
de la Gohernación )' para los fines á que haya III;;-ar, put's se
nola que los peruanos han resudto hacerse dueños absolulos
de nuestro territorio del Pulumayo ~ol' IIlcdio de la extirpa-
ción tolal del cbmcnlo colombiano en aquella región, em-
pleandu al ('feeto procedimientus tan horrorosos como lns (!ue
quedan expresados.
Muy alenlo y seguro servidor, José Oviedo.·'

J ULrÁ:-I UCCHEI.I

XIX

lvrás CrÍffieneS

Posteriormente á nuestros escritos precedentes, la Casa


Arana ha proseguirlo su carrera á fue~(1 y sangre.
En (·lmi .. mo par<Jj ~ de la hoca de Ap;.¡por¡s, donde pere-
ció Cerilio Plata, fueron asesinados el eolombiano Bn~dio Bo-
rrero, Vicente Luna y un jo1nn Furtoul, por lus indios ando-
ques, su~esti(lnados por la Casa peruana que, ¡,-jos de aban-
donar, aumenta sus pretclIsiont's de apt,derarse dd C¡¡quetá.
para Jo cual la anima, más que anles, el recit'ute Tratado
cOllcluf,lo entre el Brasil y el Perú, so/¡re navegael6n de este
río, paclu contra el cllal no salJemus si hd prolestaJu /lueslra
CanCIllería.
LAS CI\ IJELDADES

El compatriota JlIslinittno Espinosa ha seguid .. , con el


~aráder de Vietcónslll en Cololllbia, á reemplazar á ll0nero
en cl I\pap0l'is, corno BIIITI!IO hahla reemplHzado á Plata en
~se puesto d.~ honor .v de ¡wlil,(TO ; ." "j, como t'S probable, Es-
pinosa ca.'. tlllllbi.:n, I'S de t'sperarse que m~s tarde Colombia
no olvide á f'stos llIode~to~ s.~rvi,lorrs que hHn p,lgado con su
vida ellllllOr ,} su pHis en estas remotas y ¡¡b¡¡lIdollildas ,'1'-
giones, hasta d<'nde flHI't'Cf' «11.'. no alcanza ni el 1'1)(lcr, ni la
vigilancia protee!ola d.~ 1;1 It'jana Bogo!;},
Los üllirno;; ('mprt'~¡\I'i(ls colomhianos que qlll'dahan pn
el Plltlllllayo enlll, COIIIO I{lH~da dicho, los Sres Ordt'li'íl'z &
l\Iartínez. La CHSll Arana les tenía ofreCIdos 200,llOO solts por
su fundación, con tal de I{tW Se n'tiraran del río; contestaron
primero rt'hll~ando y dl~,pllés aplazando su n'siJlución para
cuando la propia CHsa Arana les de"pachase 1111 pecido dc
mercand", fIue lt~ (¡'nÍ<m ht'cho, á cambio dI' 2.500 arrollas
de caucho que ha! ían reeog-ido. La casa de Iquilos clcspachó
el pedido á la Al.{l'ncia de La Chorrera, pero con instruccio-
nes ft'sl·rvaclas. El Sr. Lllalza, gerente ,jI' Ins negocios del
Putuma)'o, se prescntc'l á la Casa de Ordóñl:'z & Mar!ínez exi-
giendo el caucho j nalllfalmentc no qusieror! enlft'g;hselo
mientras no rerihinan la m.~rcadería. Loaiza d,'spachó enton-
ces un prúpio á lquitos, comunicando al Pn'ft·cto que los co-
lombianos, en nÚfIlero de 4011 habían invadúio el Pllwmayo.
La noticia cau!'<Í alarma; 1'1 Prefecto I/ ... mó al puehlo para aro
marlo y disciplinarlo; y pocos tiías de~pués salieron para el Pu-
tumaJo la lancha de guerra lt/uÜos, con So hombres, seis ca-
ñones y dos amelra llacloras, y la lancha Liberal, de los Aranas.
Esl a mm pió primero los ftlt'gos conlra el ('slahlecimienlo de Or-
dóiíez & MarlílH'z,clonde sólo hahía unos 14 homhres; no bien
hubieron roml'nzado la resistencia, sobrcviuo la (quitos, que
aclrede se hllbía qucdado un poco atrás y oculta, y ponien-
do en acción sus cañones.v ametralladoras y la fusilería de
sus 50 soldados, pronto barrieron á n lIest ros indefensos y
desprevl'nidos Cl IIn pa triotas. ~I urieron el Sr. Ordóñez y sei~ de
sns infelices compllñero", sin lico,po siquit.:ra para d~ft'llderse
de la brusca é inmotivada agresión; descmharcando los asal-
tantes cuando ya se pt'rsuadiPTo!) dc qlle ningún ricsgo co-
rrían, aprisionaron á los pocos que se hablan salvado, persi-
guiéndolos por l(ls m()l~tes, donde hablan huscado refugio;
los encadenaron, los ml'tlt'ron en las ho le~as de los buqnes y
los condtJjeron á Iquit(ls junto con las 2GI)0 arrobas de cau-
~ho, (tl.jeto principal de. lil expedición.
Tan cierlo e,; que no hulto comhate, como la prensa pe-
ruana lo ha propalado, que La Felpa, periódico de Iquitos,
denuncia que las pocas balas que recibió la lancha Liberal
fueron disparadas por los mismos asesinos, dt'spués de com~-
Er-ó EL PUTllMA YO y EN EL f:AQUET,\ 91
ter el crimt'n, con el fin de demostrar que hahía hJIJi:!o l\l-
,dla; v el Pl'pfpclo de Iquitos no quiso reci/'¡r como prisione-
ros á los c"lofllbiallos r¡\H~ If~ fllf'ron t'ntre;:J"fos, sIno 'IJW los
pm;n innll'dialalllPlIll' en libtrlad.
Iflkl'l'()~'adf) el ,\~t'l\k peruano Sr. Hey df~ Ca,;lro por
UIlO t:,' nosfllros t'll ;\(:llIao" ~tlbre la t'xplicélci,'1Il 'lile I.uvieran
esl",; alrtlC'PS SI\('"S,'S, cflnt('.~I¡'¡: 1, :'liada, t'S slrnplt'lfIf'1l1t' qtle
d Pn,,..i¡{t'¡:le PanhJ ha rt'slIdlo ocupal' mililéll'lllt'nlt' el PII-
tUl/laylJ, y 011 d.'do ha fIIan,lado all( :¡o() homlllo"s. Eo;to ol1e-
dece :í (Jlle el Enctlr!oiélt!o ti,. i\','gocius de C"I"I/Ibia ,'" Lima
deshallCit'l de ti na rllan!'ra hrllsca el úl I irno Cnllve nio de mo-
dus u:' ,('ml'- celebra,lo t'n tl't~ .-1 Perú y t:olom lIia.
\)n III('S allks d!'1 aSt'~iflato del Sr. Ord()iíez vele sus
comp;IJien.s y dd saqlll'o de ti\lS propiedades, habia" sido lo-
mado prest) el Sr, l\1artint'z con ~it'le eOlllpaiit·l'os más de la
Guardiil C"II)mbialla que p.ustodi¡¡han los eOllfinildos; poste-
riorlIlt'III,> fueron a . ;esillat!os villananlt'ntc pUl' ZII1II3t'la, cu-
ñado de Do Julio Arana, un Sr. J. Jaramillo y 2/1 p.ort.paiíe-
ro<;, colombianos todos; de I/Ianera 'Iue parece '1 \Ip. la Casa
Arana ha mndado su alllign¡¡ táclica de suprimir 11110 por UIIO
á los (~()Inrnhianos del Plltllmayo; uhora los uSt'sina flor gru-
pos, para acabar más apr'isa con Illlcstro:> compatriolas, la-
cea que ya terminó.
l\Janaos, Febn,ro de 1 !JoH.

I :I\OS COLOMRlANOS

xx
Atrccidades en las ca ucheras
del Amazonas
SITUAC¡Ó:O¡ DF. LO:; DIR ELTOII ES

t¡ no de los rasll'0s más sorprenden tes fll relación con la


exposiclI!1II de las atrocidad ... s perpl'tra1las rOIl los in,H\;'t'nas
colectores rlc caucho en el PUlutllll\'O, han sido el silt'llcio
que han ~uardado los D¡r(~ctores de la CnrnpaiHa p"ruaml
<ld Amaz()I\~S, O .. sde que mis refer~nci¡¡s ill asunlo ks obli-
garoll á declarar en Sil sorpresa que no ft'níiln raz(;n alguna
pllra r.l'eer que I¡¡,.; rd"rj,Jas ¡¡tmcitla.Jes habían I"nido lugar
y los illlllljl'Jool} ~ diri:.:-il'III(' '1";1 a~lara('it'lIl, t~n la cual eva-
.1en loda rOI~sp"lI"ahili l'id, ¡';ISO d,' r¡rlt.~ ve('dad(~raIllPllte Sl~
hubieran (>ItTII'lido t.all~s al.rtl o¡,ladJ',,;, lit) han dado aviso al-
LAS CRUELDADES

guno sobre las gestiones que se propongan h Icer para in-


vt'stigar por Sil cuenta lo que haya de vcrdarl en las relacio-
ll!'S (¡Utl por las publica.:iollt's IIt'chas en Trulh han IIfgado á
Sil cOllocimiento; sin embargo, su actitud en el asullto está
claramente definida en las cartas que se h¡¡n cruzado entre
el S.'crctario de la Sociedad Protectora de Ese/avos y Abo-
rigclII's)' el Secretario de la Compañia peruana del Ama-
zonas.
T¡¡n pronto como la S(lciedad Protectora de Esclaves y
Ab()rfgenl'~ tuvo noticia de los artículos publicados en Trulh~
el Comité rlc rlicha Sociedad, cOllsirlerando el asuntú de ma-
nifiesto interés para ella, buscó la oportunidad de ponerse el}
cOnlunicaciún directa ('on los Directores de ¡¡qudla Compa-
ñia, con la mira de conscguir que se inVt'slil,(ara escrupulo-
saml'nte la verdad en el asullto; como respuesta se le aClIs&
reciho de su carta y se le incJ.l)ó co~ia de la que me habian
dirigido, y á la cual he hecho ya referencia; á esta earta
cont.'stó t'( Secretario de la Sociedad Proltclora de Esclavos
y Abol"lgcncs en los siguientes términos:

Al Sen. ("J'io de la Comp"iii., pCI'ltl!lla del Alllnolias

Estimado señor:
Acuso á lIstell ft'ciho de su carta de fecha 6 del presen-
le, inclu)éndome copia de una carta diri!,{ida al editor de
Trulll, en la cual usted, en nombre de la Cumpañía peruana
del Amazonas, estahll'ce difel'l~ncia entre la época en que la
pr()pil'dad pertencda excJusivaml'nte á los vendedores y
aquella en qul' se dierun al púlJlico inglés las acciunes: Di-
ciembre de 19°8.
En /lumbre del Comité Je la Socieda.l Protectora de Es-
('Iavos)' Aborigent>s, debo lIalTlllr la atenci{m de ustedes al
hecho de que, como la Comp¡¡ñ{a se incor~or(¡ en Odubre
de '9°7, parece que la responsabilidad de la J unla Directi.
va ¡¡elt'a I dpbe comenzar dt'sde esa épuca y no desde Diciem-
bre de r !Jo8, mes en que se dieron las acciones 111 público de
este país y además qUf', como dos de los socios de la Com-
pañia venderlora son Director('s de la Compañía peruana de'
A ma Züll <11', y uno de ellvs Director-Gerente de la mis~8~
este Comité no acierta á con.prcllder el fundamento que eXIs-
ta para manifestar ignorancia de hechos ocurrido~ antes de
Diciembre de J !}\·8, como lo expresa usted en el segundo pá-
rrafo de su carla.
Me permito recordar á usted que los cargos que se han
hecho, S\! refieren tanlo á época posterior á '9°7, como á
EN EL PUTUHAYO y EN EL CAQUETi 93

época antrrinl', y qllt' hasta el presellte no hay rllZ0n algllna


para iuz~ar '{IW el tralarni"nto !illrlO á los indlg-pnas haJa
cllmbia¡\1l ¡) IOPjor¡¡d" el! algo, ;;ino flllr, por el contrario, se-
g'Jn Ills d,.claraciollcs QllC S!~ han IIt'ch,., el u~o de la fut'rza
y la cI'uddad cnllstitlly'~1l parte esencial del sistema adopta-
do para la ,'xplotacir'm fiel caudlo,
l\Ianitit'~ta usted "JI la carla que diri:.:ió al c.litor d,~ 'l'rlllh
con f.~cha 27 de Septie'nllre, (111C los J)jrector(',~ de esa Com-
pañía '1\,) til'lwn raz¡'JIl al~urHI para creer II1Ie cn reali,lad
hayan tenido lugar las atroci.ladcs de IJ1It~ se ha dado CUf'n-
ta, Sin emIHII'I.i0' .~n "i,.. ta de lns car,\("os circunstanciados que
se han hecho y puhlicado, de la calirla ..1 y canlidad dt~ las
pruchas que han sid" presenta ias en relación con los méto-
dos 'lile se adopten p;lra coleddl' el caueho y drl IlIullr¡¡to
que se da á los ab()rí~ent's, 1'11 el cual ,{ucda comprendi jo el
cúmulo dl~ crueldadf~s .Y de atrocidades (I'w se dll't' cOlOdcn
habitualmente los empleados de la Compéuila, el Cornil.: de
esta Sociedad siente ¡)() p(J(Ii'r darse por satisfecho cO/J las
afirmaciones de cadeter genf'Ltl qn!' contienc !'l último pá-
rrafo de Sil eilrta, y cree un d,'I)(~r para con la Socif'dad 'lile
representa reitf'l':1r la solicilll\l ,{ne hi(:!" en mi carla de I4
del presentf" ellcaminada á o!.tt'llel' I)ue S(~ nombre ulla co-
misión qlle h¡¡~a ;H('sente á )'IS Directo/"('s de 1(1 Compañía
peruana del ArnélZllIlilS la ind(¡ll~ (le los informes 'lile St' han
recibido y haga pall'(Jtt~ cuán (\t'cesario t'~ que la Compañía
lleve á cahu l/I1a ri:.;-urosa jnvt~sligac!ón de la verdad de los
car{lo~ que se le han hecho,
Le agradeceré altamente se digne atrnder cuanto antes
este asun to,

Soy de usted atento, seguro servidor,

TREVf:RS BUXTO=", Secretario,"

En esta carla sr ponen Jl~ manifiesto c.on admiraLle cla-


ridad los punlos que ya se han expuesto en Truth en cuanto
á la conveniencia ele llevar á cabo una investigación, y era
de esperarse <¡ue el Directorio de la Compañía peruana del
Amazonas acogiera con gusto la cooperación de una Socie-
dad independiente, si no huhicr¡l "raZ('1Il para creer que en
realidad hayan tenido lugar las atrocidades de que se ha
dado C1lenta," y esto aun en el caso de que la Junta Directi-
va " n.o tuviera responsabilidad alguna I~n ellas;" pero este
repetido ofrecimiento dc cn vial' ti na comisión de la Sociedad
á hacer luz en el asunto en cO'.l'cración con la Junta Direc-
tiva, ha obtenido por línica respuesta la siguiente nota:
64 LAS eR lJELDADES

"Sali-hury "'lll-c L,,"do" '''all E. e., Uctuhre ?í de IgU!,,'

5r. Tl'H"''I''' lluxloll .\IA.

Esti mado senor :


Irl' prl'spntado ~II rarla del !.1 rlt' IDs c(Jr,.i~nl:s;í la .Jlln-
ta Dirt'cli\'a, la cllal lile h:l da,-!o orden dp. manif.'slar á liS'
ted que no se obtendría lIifl~ün rcslIllalo práctico con la cn-
misi,'Jll {¡ (I'¡~' Ilsted haCt~ rd"I'I·(\cia. La Junta está lomando
las pro"i.j,'!lI'ias nt'cesarias tí fin d,~ obtener qlle I,)s nt'~o('l(}S
de la Cornpaiila s(~ lleven á ('aho, CI)!DI) le dí~t) ('11 mi carta
de G cid pr",;enlt~. de acuerdo con las !mjores tradiciolJt'S de
una Compañía in;;lesa.
Soy de usted alento servi.lor,

A. V. S~lITII, Secretario intrrino."

Aunque me t'S grato saht'r ror ('sla rt'spllesla CJIII' la .Jun-


ta eslá lomanrlo las provirlenr'ias n('cesarias <Í fin de obtener
que los nt'~ocios de la CornraiíÍa se lleven á cabo de acuerdo
con "J~ nlt'jores tradiciones de una CompaíiÍa ingl"sa, no
creo qtW esta simple promesa St'll lodo 1(1 r!trc se requiera
para sati~facer la concient~ia J el t'splril u públicos; y la ra-
zón es obvia: hasta tener en cuenta la constitllción de la
Junta de Direclores. La Compañia peruan t del Amazollas
fue incorporada en Octubre de 1907, época en la cual, en
virtud de un contralo eelchrarlo entre la Compañía J los
Sres .•J. C. Arana, Lisardo Arana, Pablo Zumaeta .y Abel
Alarco, quienes negociaban h<ljo la raz6n social de J. C.
Arana)' Hermanos, la Compafiía peruana del Amazonas-
vino tÍ quedar en posesión de la Empresa. Los primeros Di-
rectort's que nombró la nueva Compañfa fueron:
Al)/'l A!arco. Salisbury llnuse E. C. Comerciante .
.Iuli() C. Arana. l\lanaos. Brasil.
T. Russell G{lbin~f. 22 Carlton-hiJl, N. \V. Cahalliers.
Sir John Lister Kaye. 26 l\Iancht'sler "qllare, \V.
Henl'y Manuel Head. 96 Gracechurch Street, E. C. Ban-
quero.
lIenry Bondl!el. 10 Rue d'Aumale. París.
Este último sriíor renuncit'¡ Sil puesto poco antes de que
se hirieran las publicaciones en Truth, y fue reemplazado
por Thomas Francis Marino. 120 Bishopsgatc Slreet \Vithin,
E. C. Se notará que los dos miembros de la Junta, Sres.
Abel Alarco y Julio C. Arana, pran socios de la Compañía
de que fue sucesora la COJ11(Jaiiía Limitada peruana del Ama-
EN EL PUfUMA YO y EN EL CAQUETÁ

zonas, qlle CdlltintÍ<lIl form~nrlo p .• rle de la Dirección, y que


el Sr. Ju!io C. Arana ,'s ad('más Director-Gerente. Si se tie-
ne ea clII'lIla qlle eslOs rlos cahalleros eOlllinlÍ<ln haciellrlo
parle de la .Il1l1ta Directiva y (pIe cII<llesqlli.~ra qlle sean las
responsa ¡ Ji Iid;¡,JI~s (I'JI~ pn,'rla n lt'n!'l' lüs 1I1\t~VOS Directores,
aquéllos 11<1 I"lt'den Iw\{ar su propia ['t'spollsabilidao, salta á
la vista Lt llf'c"'si,lild de ¡,I;.{o IIHís dicaz qlll~ ulla simple pro-
rne..;a dt' 1\1((: s,~ t'st,lll tllman,!\) 1,,-; !\lt:díIlS para Ilenll' á cabo
Ins 'lt'g,)('i()~ d,~ anll'f'do COII Ii!"; /Ilejores tl<t,Ji,~f(IIII'S Je una
Comp¡lli{¡ i/ll,('ipsa,
Es pl't'I'istI (pie Ins Dlrectorl's se ,'onWllzan dl~ qne stSlo
se e\)lIsjd,~ril ni Sil I isfct!: 111 I'i 11 el q lIe pOI' lo lIIl'nos se lleve á
cab'J 1111,\ "';('I'llpllll's,j ." 1~()lllr¡"la IIld,ll,('aci"'Il, vt'l'itica.t" !Jor
persllllas in,I''I'''n'¡il'ut"s que ¡¡~i:{lwlI C/l1I imparcialidad las
respolIsal·jli,fadt·s ¡l q\li"n('~<J"i~l'a qlli~ c()rn'~pond¡ln d~
aClIl'l'do CI'II 1,1" pl'Ut'hlIS (IIIC (,/¡"'ngau, Parece qlw hasta el
presente I"s Uiredol'l's 110 han dado paso al,~IIIl() para dar
(JI'in('ípill il tal jnda,ga.'jún; /lO So' hall cOfllunicado "i con el
Sr. Ilan!t Ilbllrg ni COllllli~o para examinar la intormacióll
documentada y olnu;; prlll'has IJ\I'~ estáu ('11 nuel;tro poda, y
aun han n'hu_arlo discutir el asunlo COII una comisión de la
S',ciedad Protectora de In\lí~""ilS, qlle t'staba lisla para
obrar como inlt'rmediaria en la clIesliún
Perrnitanm·· Ills Srrs, Directores que les as('g"rc qlle. eOIl
evasivas Vilf.\"<iS y gellera!t·s por parte de los f{'sponsables de
los atropt Ilos, no se atenderá dt'hirlamen le á lo que la grao
vedad del caso r"quiere, y séame permitido, además, hacer
presente á los Directof('s, ó por lo mellos á los miembros in-
gleses de la Junta, que es un deber, t<lnto para con su patria
como para con ellos mismos, no sólu veriticar una indaga-
ción rigurosa .r comp¡"la como les sea dable, sino lamhién
dar cuenta al público de la~ medidas que tumen, á fin de ha-
cer "ft'ctiva tal investil('Dción.
En las últimas semanas he recibido muchas comunica-
ciones de personas conocedoras !Id bltO Amazonas. Copio en
seguida la carla de una señora que vivió dos años en Iqui-
tos, por ser esta carta muy interesante, en razón de la luz
que da sobre el canicter general de los aborí~enes de aquella
regi6n, los cuales tienen naturalmente completa semejanza
con los de las caucheras del Pulu1nayo :
"La población de fquitos liene unos 8,000 habitantes,
cuya mayoría la constiluye una mezcla de gen les de diver-
sos pueblos, á saber: europe' s, b¡'asileros, peruanos, indíge-
nas, comerciantes chinos, gran número de gitanos, prove-
nientes ell ~u maJar parle de Táuger é lqllitt'ños; estos úl-
timos tiellen en general un semblante amarillento, y todos,
:>in distincit'¡n de edadrs, llevan el cabello largo y suelto;
LAS Cl\lJELDADES

~Oll frecucncia se It·s vc sentados en el suelo á la puerta tie


~1I~ CIIOZ¡'¡S, pr.inando Sil eabdlo; también tienen en grande
estima los dicntes, en los cllales llevan oro á manera -de cal-
zas, pero en realiJad se hacen incrustar este metal por ser
esta la ruoda.
Los indios del alto Amazonas son de un tipo raro y de
una mallserlumhre rayana en eslllpidl'Z; cuhrcn Sil desnudez
con cualquier lJndrajo; el cabello les Ilt'ga á los hombros y
es liso, ~TlIeso y de un negro azabache; tienen la cara llena
de ('orladas y l'lcatrirt~s, sl.~g'ún la raza a (lile pertenecen; en
la ciwlad es c1iffcil clisling'uir los varon¿s de las mujeres y
en los hos({ues no J/t'van vestido alguno. Casi todos los hahi-
tantes de lquitos andan descalzos, y s(\/o lIf1aS [locas muje-
res usan corsé ó corpiiío; torlas son muy hábiles con la agu-
ja y tralan de imitar las modas inglesas tlllf~ "en ....
En el propio lquitos no se ven las crueldades que se dice
se cometen con los colectores de caucho; pero constante-
mente ¡.;e oyen relaciones similares á las (lile se han publica-
do en 'lhLlh, J recuerdo haber visto en prlsióll á IIn ¡lneiano
de bondadoso aspecto á tluien se acusaba d~ haber dado
muerte á !'angre fda á ulla docena ó más de indígenas in-
ofensi vos."
Lo relatado por la autora de esta carta se corro hora por
las relaciolles de todos los que han estado entre los indios de
aquellas regiones. To(los los descrihen como seres pacificos,
inofensivos, muy perezosos y tími:los y avergonzados en
presencia de lus europeos, quizá debido m;ís á la dura ex-
periencia que á su naturaleza. El carácter de los indios ex-
plica hasta cierto punto el que se sometan como corderos á
la tiranía de sus opresores .Y hace más inhumana y más es-
pantosa la crueldad con que se les trata.
(Traducido del Tl'lllh correspondiente al 10 de Noviem-
bre de '9°9)'

Febrero 1, de J 909.
E~ EL PCTUMAYO y EN EL cA~uETl 97

XXI

La LeQ'ación dEl Perú


y 31 Paraíso d8l Diablo ¡, lJ
'"
Mucha sl.rpn'sa ml~ ha causad) el silencio que han guar-
dado los nir'('(~I('reS rle la Compaiiía peruallfi riel Amazonas,
respt'I't" al ültilllo ¡¡['t{c"I O flllC se publicó en ,¡'u/h, en el cual
hiCt~ ('1101/110 ('stll\"O <Í lIIi alcalice para ilustrarlos s"ore la na-
tllraleza ,le las declaraciones Ijll" (,lIos dt'sl'tln'lI'íall, L, L.'-
gacióll peruana ('n Londr ..s me ha favoreeÍ,lo, sin e!\lIHr~(),
con la llueva comunÍI~,II:il)n cuyo clllltenido c"i,io en sl':;lIjda :

• /.~~'H~ióll del I',';'ú, Londres ()Clll}¡I'I~!¡ de I(¡ ()

St'iior :
EIl el lIúmém d,~ su f'cl'i,Sdict>, corrt'spondieot(: al ?9 del
pasado, ellO tin ú a IIsted la [ill hllCa ,'i"/II dc SlIS iIl f.. ,'[/Ia <:1 1111 Pi;
n'spccto á ~ltpUI'sl." Críllll'III'S (l'lt' 1. 10 !ellj,I" lu~al' t:1I el Pu-
tumayo, á pesar dt' mi CIIIUlIllic<lci.í" Hnt'~I'il)r, "/J la cllal Je-
hati sus IIseveraci"nl's V hov 1'11 dd 'II";! <1 .. 1 h'lell lIoll,[lI'e del
P,~n'l dt'bl) recllfi"ar s;,~ nllt:"as .di, rnaei,,"t's,
El PrlltOI'olo del? 1 de A bri I 1'1' I í 1lI0 (11. 0 del 1,0 de Abril)
qlle fil'maron los liu/¡it~I'lll)S <.Id P"ní y de Colomhia, It'n(a
por ohjeto, (~omo se expresa ell Ii! l'arLI~ ~1I't'ljmillal', "lllllwr
fin, oc (lila marlt'ra arni~ahle. á la- dt~s¡¡vt'nt~n(~i¡!s (¡!le han
l'xistido entre ellos y evitar toda (In.;ibili,lad dI> fuLllro, (~i)II­
nietos en la región ffOnleriza."
Los conflictos Á qllt' St~ lIac!' rl'frn'll<'ia t\lVil'f(l1l 111:';-;11' en-
Ire las allloridaóes de IIIS dos (,<list·s "Júl' raZI)!1 dt: los límiles
fronterizos, los clIillt:s no SI" han det"l'nliIlHdo, "t's ,\ t'stos con-
Hictos y no á los crlrnenp.s á qlle se It<l hecho aillSit"íl, ;l In qlle
M~ I't'fj~n: el Gobierno en la cláusula del Traliit!1I (I"t' usted
eila,
Ni! hay en absoluto fUIlJamenlo alguJlI) para hacer la ase-
veración que usted formula en el sentido de 1Jt1'~ SI' hay¡¡ "'¡¡Il-
brado una ctlmisit'm internacional con el fin ,k ¡¡lit' illvesli-
~!\r. y atestigüe los delitos comune~, comoljui'~l'a (lile lus su-
puestos crímenes que usled dCIIllnCI<l se dice haher ~i,lo fJcr-
petl'ados en tel'l'itorio peruano, en ¡j1l1),le privan las leyes del
Perú,
Mi Gobierno ha tenido conoci:lli,'nltl. ,Ie~d,~ hace al~ún
tiempo, del ohjeto ,¡ue se propollell lus illl\:i,ldol'CS de ('sta
í
g8 LAS CRUELDAUES

c¡¡mp¡¡ila de difamación. y conoce tamhién la falla ele valor


Irgal de las declaracivII"s r¡lle se IHUI o[.tenido en Iquilos, COQ
d mismo lin, procerl,'ntl's ,k individuos Iple no merecen <:ré-
dito al~un(), por razón oe StlS alltf'('e,lt~otes j plles muchos de
ellos l!¡¡n sufrido prisiones en el PI'ni J ''o Jos pars!'!' vt'cinos,
en dond,' al~lmos clJlllpl'~1l aún ~\I~ con le!l;<s Los Tribuna-
les de Justicia del P.'ni han desl'rhado lel maJ()\" part!' oc e~­
las dl'c!ar¡¡ciollt,s por lalta de fundamento, y usled publica al-
glln;:¡<; de las que ya no ti"!len v¡¡lor ¡¡J~IIllO Ir~al.
(;'"110 loS afirmarioll"s qul' usted ha publicado proceden.
de per~()lIas ql'" obrall por interés, pur rnírfls personales, es-
ta Legación ,h','li"a ()['upal'se de ¡,Ilas en lo fllluro,
So)' de llSff'd atento servi,lor,

(Firmado) E. LDIBCKE, Encarg-a'-!o de ~rgocios.~~

(;IIn t¡..Io 1'1 resp .. to qu~ merece el Sr, Lembrke J la Lega_


ción rld (>"I'l'¡, rn'~ullt" si "1,1 buen nombre del Perú" 'íalla-
rá al/.{o á losoJos 01,1 púhli(~o con car'tas como la anterior.
En la rarta que publiqué en la semalla pH~ada, el Encar
gadll de Nt'gocills t'xhilw (l pnor¡' argumentos tendientes á de-
moslnH qllt~ incidenlt's wmo los descritús en el nümero
anltrior de Ji'lIth r\() han podido ten .. r III/.{ar sin qtl'~ de ello
tllvi,'rn rnn:lclrniento el GI hit'rnCl eI!'1 Perú y oa á entendert
como rlt'dllcci¡'lIl, q\le tales acontecimientos no pueden haber-
se ,'erificado, En mi ff'SplIesta hice referencia al Protocolo- de-
2 r de Abril (el error de fecha fue un detalle sin jmporta-ncia~
acordaoo entre los Gobiernos elel P~I'Ü y de Colombia, ei-
cllal da á cnmprender la pXlslencia de nn estado de completa
oesmoralizaciún en aquella comarca. El Sr, Lemhcke mani-
fiesta ahora qlle el Protocolo s,~ refiere simplemente á "con-
flictos I'lItre las aulori'¡ad~s de I(ls dos país1s por razón
de J(Js Iímitt,s frontcrizos y que aqlll:1 110 se refiere á los crí-
menes d¡'llUnciadus." lIare distinción cntre actos cOlJletidos-
en el curso de rsle c(lnflil"lo ,"cmi-oficíal ocurrido entre las au-
tOlidadt's locales, .Y "d,·litoscomuncs", qllcrienclo sin duda dar--
á e"tt'ndl~r qlle torlo lo SlICt'diilo ha SIdo un couflicto perso-
nal en la frontera cntre .... ficiales ci soldados de los dos Go-
biernos.
~" ,'en cómo pueda ser compatiLle esta curiosa manera,
de interpretar la evidencia de los hechos con el texto del
Protocolu y !¡¡s declaraciones de los Sres. Handerburg y Per-
kins y otros Iwch"s incontestahles que han "isto la )uz pú-
Llica, I()s ruales SIIJI perfectamente distintos de las declara-
ciones dc "perfOIJ¡;S intt'resadas", en que hace tánto hinca-
pié el Sr. Lembcke, Esto;, perfectamente enterado de que hao
~N EL rUTU~AYU y EN EL CAQUETÁ 99
habirlo uli,{uoa di,puta a~el'ca 04' l{llIih''';, y et reconocimiento
que ltaC\~ de este IH'cho el "l'. L4-mbckt~ r;iift'Ce incompatible
Clln Sil ""il-cióll iw(t'l'inr ~ la dl'S(~,.ipciólI qlle hice de alfuella
reg-il)1) ,Id 1'1I11I1IIil.\'1I \~,,¡¡ndo dij., 1J1lt' I-ra lIlia "tielr¡-\ sin se-
DI)I'.·' Es /IIuy p¡"bablt' qlle ('!I¡cudo los A¡.{enlt's d*'. la Com-
pailÍa ¡1t'/lIalla dd Amazonas allrl'hl'/ldip!'on ciudadal1ps 1:0-
tUI/,Lian"", Ills H~l'si/tarulI harba/ilmt-uh', dl'strllp'Illlo sus
propi\~d,tI\,s ¡'¡ SI~ ,I}lotlna/oll de pilas y lIllo'jarOI/ á sU!'. /lIU-
,
Jeres I 1¡t IIlanl-ra (I'ser/I,t,!lo
(1- l' p' 11' "!)t-r~t)f¡&s 'tnterfS\l\l\lS
.J " ,

sino P')!' (4-sllgos ('pmplptarnl'/ltp. IInpfllcialt's ; t's mlly proba-


hle, di~o, '1111' olcllOs A~elJtfs "in, icaban derechos le¡{ales á
la [H'{\l'i",¡ittl ocupada por colllOlbialJos, Sil (11'1'I('xto de (lile
estas propit'dad, s I'SI¡¡!Jal) PIl territorio peru«no; pe!'.' míen-
tras n() Si..' /'t~ -!tal'el', corno un zlIrcido) de /Ut'nlirl-ls, todas las
aclaJ'¿!('i'illI's '1111~ 1)1' presenta lo, rt'nlJ(la" por tt'sti~(}s de posi-
ción i/l'lt'[H'lIdil'ntl', no hay nin~llna I';lZt'l/l para (pie el Sr.
Lembrke descriha estlls sur/-sos ·CUfIIO CSC'ftI'llmIlZClS semi,n¡i-
litares enlu' IlTrnwlJtantt's (Iticiales dp. los dos G"hit'l'oos.
i,Ct,últ's son I"s !tt'chos de que los Sles, lIardenburg y
Pe! kills fllI'J'()1l testigos oculares'! Elllls aSl'vrran que llega-
ron de Colombia ;Í la rl'gic'lll del PuttlmaJo á principios de
19°8)' estuvit'l'OU t~/1 IJa [(pserva, estahlecimiento pertene-
cit'nte ¡jI clllorllbiuno David Snralln; el día'~ (iC Enrro, Se-
rrallo ies hi,lO la I't'I¡jci(in p"blicada en TT'fllh (página 0(5),
rcferellle al J¡oI'nhle atropello de que fue víctima su t'sposa
en presencia de él, y á la confiscacIón de toda la existencia
de mercancías qlJf~ posefa, lodo lo cual se llevó á cabo por
una "Comisión" enviada :1 La Rpsef'va por la Compañía
peruana dd Amazonas. En "ista de estos hechos, él deseaba
abandonar af{ut'lIa rl'~iqn. y con este fin celehn\ un arrt'glo
con los Sn's. Hanlenburg .Y Perkins, por ('1 clHll cedía á és-
tos en Hota sus propiedades; al día sil,ruie/llt' IIt-gó á la es-
cena .le~lÍs Orjllela, C'111 el títlllo de NU('/lo Cn/'/'r'[fúlf)l' dp Ca-
T'aparomÍ,
Aquí t(,B\~m(lS aparentemente un rt>pT't'senttlllle oficial del
Gobiel'flo de ColomLia, .y t's muy irnporltlnte saber lo que
hacia ,Y lo que le ac.ollteció. Orjuela se diri~{a á El Dorada,
otro establecimiento colombiano perteneciente á IIdt:ftnso
üonz;lJez, con el fin de encontrarse allí con \lB representan-
te oficial de la Cornpa/ila perllana del Amazonas, con quien
SI;: proponía llEgar á nn arreglo amigable que pusiera tt."rmi·
hO á atropellos eomo los cometidos conlra Serrano por Ja
Comisión.
Hardl~nblll'g, deseando conocer el país, solicitó permiso
para acompañarlo y se pusieron CIl marcha. El Represen-
tante de la Compañía no acudil', al lugar de la cita, y por
esa razón na tuvo lugar la entrevista. Durante el viaje de
JOO LAS CnUEI.IJ.\UES

regrtsn, subiendo por el PUlUIUIl.Y0, Orjllf.Ja, el Corregidor


ctlll'mbiano, flH~ aprt'~ado y detl'nido en A rgelia por los
Agentes de la Compañia peruana dd Amazonas. A II-¡rden-
blll'~ !'c It~ pcrmiti(í continuar su \'i¡¡je; I)pro m:b fHIi'lante
cncontní dos lanchas qlle baj¡¡ball y fue h\'clto pri~il)llerO;
f.slas lallc:has perlenee{<lll, la ulla á la Compaiiía P"I'IJaIlH .1,,1
Am;:¡ZI'lI<lS y la otra al Go\)terrlll Jcl Perú; ti S:', II,u',len-
hurg fue condllcirlo á esta ültirna y alU I'rt'sl~n,~i,í el horri-
lile atrop"llo cprnelido en la [H'rsoJla dl~ \lila rri~ionera 1'0,
lomhiana, atropello del cual se han rlado.va a ('on(lC'~" aquc-
Ilos delalles qlle se podian publicar sin det rim,'nlo de la
mOTlll.
El Encarg-ado de los ~t'gocios dd P"ni prt¡bablemenle
des('H que eslt~ alropt'llo se atribn~'a á IIn inci,lt'nle militar
que (IIVO III~ar f'JI el curso (h~ Iln contliet() Ol':lIrridn ,'ntrj~ las
:4utllridadps de los flos Gobiernos y filie por e¡;a l'Ilzón es
muy dift'['I~nte de un "d"lilo común." Aqul'ilas dos lanchas
volv(an á la sazón del teatro de la horrible devastacic'ltI y
alwpell(ls de que fupron viclimas lo!' cololllbianos, y 'lile se
han d"scrilo en el Jorflal dlJ r:IJ!JlPrcú); ('Sr(l~ acont,~rimi('n­
tos tuvit'ron lu~ar mientras Handenllllr({ St~ (~Ilcamíllaha ha-
cia 1~'IIJr.,T'Gdo_ . ~
Las ¡"ncltas AI'I.{(·lia'- r1ond" (lrjlll'la, el He-
rpl.(Tf.SilrOn ;\
pn'sPlllante de la autoridad clllombiana, file 1I1~\'a 1" á bordo
)" cll('prrado en IIn calabozo de la hlldt'!,("a; IIJt\:,::O file condu'
ndo ¡\ 1llllitos, donde el Prefecto le puso t'1l lilv'rtad uno ó
dos días despurs.
En Ar~elia, lIan,J¡~nbl1r~ encontró á Pt'kins, qni!:'n le in-
formó de los atropl'll/ls 'lile hahian tenido III~ar en La lJ ni¡)n,
cu}'o relalo harelllos mál't adt'lanl p , r (fue <ldl'llIás los in VflSO-
res se h<loíall diri[,\'ido de La Unión á La Hesen'a, dOlldl~ ha-
bían asaltado la cása de Serrallo (nMI'se 1]11\: ~ste e~ el sP~llnd(\
asalto efl~c(\lado contra Serrano), (lile habían embarcarlo '?)
arrobas tit' caucho en la laneh.¡ de la C'lIllpaiíia, llama-la 8/
f.ib(f'(]/, Y "destruido lodo aquello que /lO habían podido
rolwr."
Hespecto á lo que anteriormenle había (cnirlo IIIg-ar en
La UnuJn, posesi6n colllmbian'.l laml)lén, me refiero {¡ 10<; pa,
sajes cilarlos en el número del Trulh correspondienle al 22
de Sl'ptiemhre, los cuales fUl'ron tomados del Jurnal do Co-
mel'l't'o riel Brasil, de 2 de Junio de rgoS, relación que fue
puulicada en el peri<'Jdico brasilero por informes suministra-
dos por el Cónsul colombiano de la localidad. Los represen·
tt~ntes de la Compaiiía peruana del Amazonas habían hecho
aquí algunos prisioneros y hablan asesinarlo seis colombia·
nos j de allí pasaron á la funciación de Serrano, La Reserva,
la saqllearon y asesinaron á varios individuos, y finalmente
E~ EL I'UTUMA YO y E~ EL CAQUETÁ [() [

capturaron y as~sinaron á I1Jefooso González, el dueño de la


casa ;\ rJ()nrle se halda clirig-ido el Sr. HardellLurg en compa-
ñia!ld Corr('~i'¡or colombiano con el ol'.i~lo de l,'Ile/' "na
conf~n~I)(~ia <~"" t>I n"l'resenlalllt~ de la Compaiíía peruallél d::-l
Amazonas, La n'la('IIIfI del asesina lo de (ionzal"z ~'xplic~ (pe
"COIIIO I"~te Illlrnbre cUlIstiLIIJ,~ra IInl, de los principal!'!> ous-
t¡'¡eulos para decl O:!r la usurpación del Lerritllrit) 1"11 disputa,
se ordenó Sil retirtl .. .Y 10'\:;0 S," hizo fuf'¡;o sobre él, file heri-
do y rematado ;\ ~arrotHzoS_
Dt'spués de ha/wr obtenido estas pruehas de dos viaj,"ros
americano., .Y de 1111 periú,jico hrasil/"ro, cUJos Jat.·s habían
~ido obtenidos !J"r I'tJnducto ,leí CÓlIsul local de Col()IIILia,
tuvirntlS (,(!IIIl,:illlil"[tt" lit: q\lt~ ~I Gobierno di' Colomhia'y el
del P,'ni c/'I/'brart'fI .. 1 aii 'si:';IJi~lIte IJI) arre:.!,·lo ftlflllal ("orno
base d,~ 11/1 Trillad", '"11 ,,1 cIJal ,'xprl'san ,t se/llimienlo d,' la
mllS pr"f!lnda pt"ua p()r I"s S\lCt'H)S qlle LII\"j"I'''1l IIJ~ar f~· ;Hlo
pasado en la n'~i<'lll ti!'! PtllnIlHI}Il" .Y f'ollvielll'/I t"n fstabl. cer
"ulJa Comisit'ln inlenlHcittlJal \,'Ira que i/lVesli~IJe y aclare
los "ech"s que tU\"IC['O[l IU,I.('ar e/l aquella rq.;-iólI .Jef ['uluma-
yo." Ctlllvierlt'rt a'¡"!11 is t'n (l'lI~ ,. tun pro/lto como se d/~rf'r­
milw quiélw:- hall :-i·11l 11l~ r t~_'pnllsahl,·s y rulpahlf's df~ tales
procedillli,~nl,,'. SI' les apli(I!['~ I"! casti:.;'" fltle jln'scribt'1I las
ley'·s. una v,,~ CllIl,·lu(t!o ,,1 eOl'l'e~pulldil'llte procf'so jlldi-
cial " ; .Y COlln'"/It"1I larnbiéll 1.'11 que" aljuel/I's 1.p1l' /tul,i.'ren
sufrid(. perjnicio!"o Illatt"riales S!'¡¡II ill,lt'lIl1lizHdt,~ di' ulla 1,la-
nerH er¡lIitaliva, In !IIi"rtlll que las filluilia,; de las vÍ>:li[lI<ls de
cualt'sqlliera " .. cll(l~ (llllli/tlcs" El FII('¡rrgado dI' nl'~(Jci()s
del Pt'ní, al rd','rir",~;j ('"r,~ documento, pur c,'nvl'lli"¡l\'ia
pasa pt,r allo t'sl"" si~-nrfieati\'os térmillos y "r!'ll'nde (¡tle el
puebl,) briléÍlIl('O en'a qllt', al 1I,'\·al' ¡\ \~ab() didlo aIT("~I/I y al
usar de tules IhtlliIlU~, los rt'!JlT:-.elltitlllt'S de I\ls dos ·l.;ol,ier-
n ()s igll ol"a ha [) IliS Stll't~~f)S I¡rw IliS Sn's lla rtl.~/IIII/1 rg .\. [>'-1 k i ¡~~
dí<:t'1I hl1ber pres,'nci;¡,j", ,} (Jllt" el ./UI'I/ft! ¡Jo COlllert·¡'·j r,'I"ta
por irrf"l"rnaci,'H\ d.·1 (;"111";111 Cololllhlallo. La L"~aciún ((lit-ría
hac,"r'/Ios (Tf'er t¡ll!~ Lod¡iS ,'stas as,'vI'raciulles ~tllI .. i({\a~illa­
rias" V los alll .. r,'s de ellas embllslt'rus de mala fe, Dt mí ~é
decir (i;lI~ [)I) 1" crr'/I; el plll'blo I.ritánicu I'llt'dt~ deducir las
C(IlIC!\l~ioIIl'S '11jI' ,i l,i('1I t"II!i\';l }' 11/1 cr,~o qll'~ haya dilicllilad
para ('lIn. El v,'rdad."r" t'stado "el asnnto par~n~ ¡H'r I't"'I;I-
ment,· c1Hru: s'~ I ralit.te una r{'~i"1/I qlle !It1l11illalrrlt'lIl', ;;/:
encuenlra lHtjo la jll/'lsdlcei,íll ni' las aulorirlad,'s peruanas, ('11
la cual caJa lIIdivi.IIJU se a lrlllnistra .ill~tIC¡¡1 T"d' su propia
cuenLa. L,¡s fronlt'ras di: las lres n<icilllles ·¡¡'cillas e:-\¡11l i/l,Ie-
filli,las y en dispu'a. La (;olllpaliia peruana del Arllazunas
rt~ela(na ci.'rlas v;tJio,as re~I'lllt·~ f,n¡,J'I('111I dS d(· cauellíl, (1(:11"
padas ptll' ~",l)l!lltiall"s; los t'rlljd,~.j,los ,1" ,1f¡IJt!lIa tOrllan las
mediJas descritas arriha para desalojar ú IIIs culumbianos y

BANCO DE LA ~'=¡ ,::-:LiCA


I'IUOTECA LU!)-M',;::'L Af<!ANGO
CATALOGA2ION
102 J.A~ CRUF.LD.\OF.S

las autoridades ó soldados peruanos que se encuentran allí


no se dar¡ por entendidos ó cooperan á aqurllos atropellos.
Los oos GobÍl~rn()s, ron la mira de poner fin á pslc escaIH}a.
loso estado de rosas, cdehran un Tratado y nombran ulla
(~ornisi('¡IJ, cuyo principal ohjt'l" es in\'t's(i~;H ('.id .. lo a('unte-
cldll y cas'i:::lr.¡ los aS('siuos y ladrones é ind .. mniznr lÍ las
víc,irnas dI' éilns. L'l id"a dl~ (11le no se tr'ila de invcsti~;H
dchtns romlllles y dl~ '1111~ en 1'1 arrr~lo sól" S" tr¡¡la d,~ cit'r·
tos Cf)1l11 irlo,; y ch¡¡fJ;J,~s hahi.jos entre los reprt~Sell(anll's ofi·
cial,~s de I.·s d(·s Gl>IHeru(J1!'l en lil frontera, es ~i[[l.plemellte un
al),.;;.rd".
Los alropl'llfls cOllw!ilos contra ci\Jtlalanos cclombia·
nos no olllsl illl.' t'n 1,1 c¡jr~o principal en el caso presl'Il I t'; Ifts
h,~ relatado prinripalmclllt' p"l'q1le esos can.ms son los mil;;
hO['f'ipil.lllt,'s, f'n lo II'II~ se ren ~re al (ratamiento q"f~ se da ;í
los aborl~l'n('s, el cual es no sólo creíhle sino pn'cisamente
)0 que I'S d,~ espl~r"r de t:jles Iltimbres 1'0 st'm,'janles rt'~ifJOe,¡.
La L~~¡tcilÍlI ¡id Perú, desp\II\s de recortar IlIs llJelll'i"nados
ultrajes, inf,~ridos á los c'llomuiantls, dl~s"cha airosa lo las las
decbrac:iones que hacen rderl'ncia al tratllrniento qlJe se da
á los ab()rl~elles, consideránd"los como parte inte.4{rante de
una "campaña de dif¡\(naGií'm" cuyo fin es conoei In desde
hace mucho tiempo fH,r el G"bierno 'del P,·rÚ. Es de lamen·
tar qut>, d,'spués de haher dicho tánlo 1'1 Sr. Lelllh('ke no se
di~nilra explicarse de una rnllnf~ra preCIsa, plH'S del mildo
como If' hll hpcho, ap¡rece él mismo comprollwtido en \lila
"calllpaiia de difilmaeifín," porque, tÍ sus palahras se ('t·fit'ren
al Sr. H;Hdt'nbllrli;" Ó care':I'n de s'ntido. ¿.Dcsea PI tit'fíor
Encarg-ado de Negocios que se apliquen Ó 110 se apliquen á
dieho señor?
En el primer ca "0, PS \11' sltrprt'nder que el G.,bierno del
Perú, estando en posesión de tan impflrtilntt's illftlrmes, no
huhiera hreho uso dI' ellos cllando los E.;ta,J,.s Unidos reda·
maron inrlemnízací.-ín para los Sres. HilrJenh(/r~ .r Pc,kins
por los a tropel los de que fueron v(clim¡ls en sus propIas pf~r­
sonas. El Gohierno peruano, le¡(ls de presentilr ilqucllos in·
forrnt's ó oe hacer alguna inculpación á estos OOS caballeros,
convino en poner fin á dicha reclamación merliilnle el pa~o
de .¡¿ :;')0 (el Sr. ILlfil;>nhurl,{ ha recibido cOrrlllni,:aci.'¡1I ofi·
ci~1 :1 j'ste respecto). Ahora, si el Sr. LelllLcke no desea que
SI/S p~labras s.'an interpretadas como 1111 cargo á los Sres.
Har,I'~flb\lr~ y PCl'killS, entonces el aparte de Sil carla que ve·
nimos examinando carece de oLjetu; cilllcediendo, sin em-
har~o, pn obs~qllit) de la discusión, que las declaraciones que
el Sr. lJardf'nhur~ alll'.4{ó el Iquitos con rt'speclo al lrala-
mipnLo quc rt'ciben los indi!,{enas de parle de la C"rnpHiiia,
deben ser desechadas COIIIO UlI zurcido de mentiréis. Los mis,
E:-; IIL PUTU~(A YO y EN EL CA<¿UET,{

IDOS Sres, IIardellbnr~ y p", kins son testigos oClllart's de los


más é's¡mntosos el ¡mt'~le's, y ellos dan lpslímonill dt·' sisll>má-
tlCO maltrato que de la mallera más crnd se da á los intlíg-e-
nas'y dt'SéTibtn d e:,tadu.le CO/lljJlda deslIluruliZill"iún II"e
t'xis(1' en "sa COlllilrca, estado (1'11' pl'l'rnil~ la fwrpetraci:tI' .Ie
toda das!' d!~ all'ori,lades, POI' \;lIlt", loi el Sr', LI'mIJ,'ke no
plll>(:l' ,It'shacr'rsele t~slos d .. s st'fi<lres de .¡l!·a manera 4111' 11')
!h'a :l¡JI'lalldo Ú Iweef'!es irl<'lIlpw'¡ollt's veladas. llI;ís I,~ vdl-
dria 11<11)\'1' ~uardadll sill'n .. il¡ h¡¡sta !JI) t',~lal' llIt'jor IIIf"l'lIIado.
Llalllo ad,~n¡¡is la ;¡lención al 1lt'c1w dl~ (lile d SI', Lt:lIlIH ke,
p"" <:1 nvt'lliencia, hace caSI) IIlIIis'l dI' IIDI) de 1"" lIla1i irll(!I.>r-
tantes artículos dI' los r¡ue St~ publicaron en Tlllth "11 la se-
mana p(\~ada, D.> la Iwjt)/' fl/r'IIIt~. :!lInlllW 110 t'!'toy anl')l'iza-
du paJ'a darla á COIIOCCI' .Y llill,{lIl1a "t~I<t('í")1I tit-nr' COII d Sr',
lJ¡¡l·dcuhllr..;-, he sdIJido q\l~ 1'1 (i"bie(,[)tl I:e Barbados ha he-
dl<' ¡le \'.·z en ('liando rCclarlla(~ront's, lanto ('o!J\ra la COIII-
paiií¡¡ peruana del AIII¡¡z lilas como e"nlra la 1',,1.<')11 ~oci"l di'
que dic/¡<I Con,paiiía I'S S\lCt'~I)ra dl's(k J9"7, por indemniza-
cionf's á nl'~r()s de Bullados, l'lÍ ¡'dillls lll\{lt'sl's (111" haldan
rt~cibi¡jc. serios maltratos t'st«I\(!O ¡>n St'rvirit) en 1" rt'g-iólI (It'l
PCltlllll~y(), Y he l'"bi,¡u adeJll¡is (1',e t'n lodt's los ra~os f'~lo:lS
re.clam¡H·iorlc~ h<lll si,jl) pag-ada", En olfl<s térlllinos: elmaltra-
to inferi lo á lus !le~r()s di' B ¡rllad.,s ha sido l'cnJlloci,lo d.~
la lUanera más pr;ietlca que es p'lsih"~ hacerlo, Eslo l.) rlije
en mI último articulo. l, .1.,11:1' ,-1 Sr, Lprnh. k., al~pl!la observa-
ción á este lt'speelü t ¡,Ó qlJil'n~ que el públit'() crl'.a '1ue ,,1 Go-
bit"'lW de Barba(los hlmbiéu ha eslado esl¡¡fanJo con alllcna-
zas á la Compañia peruana JeI AIll3ZtIlHlS '!
N() ten~o panl qué ar _,üir con d Sr, Lernnrke res-
pe<:{() al e['~Jito (¡ue (/H~rr'Z(~il carlil una ci(~ las ot'cl"racic-
n~ individuales q\ll~ el Sr, 11 ('denhllr!>;, ohtuvo de otros les-
tigos, Claramentt' he manifestarlo qut'!lO las prrsento coml~
-irrdutahles en cada CiiSO y t'n cada UIlO de sus del¡dlt's; pu-
8íhl~ i'S ,¡Uf' en algunus pUIl!ns haya eX-lg~racitÍn y alln se
encuentrt'n falsedadts; tampoco lt'n;:o fun,lallll'(.IO para oh-
jetar las aSt!v~raci lIl1'S del Sr. Lrmbcke ft'specto ~ I(s 8nte-
ce,tenlt-s de los testigos, 3ulltJue me "trevQ á dudar ((nI' él
esté tm posesión ,dl~ poder sUllllrJistrar datos que deslruy<tn el
cré,lito qu\'. lIH'rel'en los teslj~t,S elJ cada UIII' dr' los ei1!'os ;
pt'ro cuando el Encargadodt' ~.'uoci()s nus diCt' ti"e "los Tl'i-
bunllles pNII!lIJOS de Justicia han dest'chlldll la IIwJor p¡Hte
de ~'stat-: declaracionps por talla de pruebas", me pan're que
seria bueno (fue e!'pl'riticara cuándo y ('n dónde slH'ed¡,') tal
Cl.sa, En ~1I carta que puhliqné rn la sema/la pasada, el Sr.
L\'mhck~ hizo serios carguS 1>:\I'á dt'saulurizH al Sr, S.II-
dai\¡.¡, aulor y propietario de d.'~ pt'!íI1dicos lit, Iqllitos, que
han publicadu .la <tlgllnlls (kclaracioncs; "ti('[IIÓ qlle el ~r.
104 LA!'; CI\UELOADES

Saldaña habla sido demilnelado ('n 'quitos por lihelo y qutt


llaLía huid(l. En respuesta le presenté les'imoo;os pt'rsooa-
les del Sr. HardenLUlg, que son eolcrlln¡('ole incompatibles
con t'sas aSf:vl'facill/lt's, v dl'be t'Xi'usarme el Sr. Lembcke que
11' (lig-a que si no I'slá 1';1 ~illlacifÍlI de poder r!-fular lan clIte-
gcSrí('a IU·,\.\"<,liva di' !'IlS aS('Hraci,Jnt's, haría mrjllr f-O abste-
nt'rsl~ de hliCt'r ('!'fllf'IZOS para d,-~¡l('n'dit¡¡r {¡ (lln's 1,-sligos.
Ya di á rOllOCl'r a I público la dt'cl<lraciúlI dd Sr, 1(¡.lf¡lell-
Lurgde qlw el Sr. Saldana I'rdinódar un "denuncio" formal
anle los .JUI'Ct'S de 1(I"iloS cOlltra la COllJpaiJía peruana del
Arn¡¡ZnnéiS (i ~us AgI'IIII~s. En la Idaci¡)n qut' hace t'l Sr. Har-
dl'nbllrg-, ron dalos ~ullIlnislrad(¡s por el hijo de Saldaña, roa-
lIifi,'sla Ijue dicho dl'nll/lcio tue archivado ¡)¡IstH flUt' Saldaña
se reliró t1f~ la ciurlad y no "'~ volvió á locar dt'sf'lIt'~s; ¡¡qui
t'slá "tra d"clarnci(¡J} que /10 t:~tá muy Jc llellerdo cfln la éttir-
JIHH'jún del Sr. Lelllf¡("kl~ I"Ullllrlo dice qt/e "llls T,ibulIales pe-
ruant'S dt, .ruslieía df'I'('<!wnon la maJo" p::lrle ele e!:ias decla-
raci(lclf s por f¡¡lta tle pllll'bas:' ¿. Qtll'ná el Sr. ErH'¡¡rgHdo de
I\'t'gf,,'ios dl'cirnqs qué rlfl:-e dt~ irJ<lll~acif)nt's hicil'ron los
Jut'CI'S oe Iqtlllos con 1'I'f.;~ ... c:lo :d "ot'lIt1n('it," de SaldHiia?
El Sr. I-Iét rd ... n 1111 f¡;, t'n la inl .. rlliación qtle obtuvo de persa-
OIlS dd IL.~ar qlle !r[lían et·IH.lrilllielllfl de los hl'e1lOs, maní-
fifsla que SlIleü;ñll, dl'!'pct:s de iniriar III r3IlS¡¡, tuvo, I'or va-
líos m,'se~, :l sus Il'sti~()s lislos para Cjur se les IOterr(1gara,
si t'r;¡ llfCI-¡;ario, y '1111:' ~,,(l" nunca fueron requt"J'idos por
los JIII'("-S. DI' ,d¡tIlIIOS de éstos ohtlJ\"O, como f'S de sup"ner,
el nai:-mo Sr, Jlardt di 11 r(.(, el cúmulu ,It~ declaraciollts que
pe'seo fll la actualidad y de las cuales he dado á cOllocer al-
guoas ;¡l plÍblicl).
LH Le~acJón (H'fll<lna manifiesla fJlI!' al t'scrihir á lrulh
olwdece al sl'nl imi"n lo pa triólírll de Ilt'ti-ndrr "el bu~n nombre
del Pt'ní." Si 1'1 EUt'<lrí{ado dt~ ;\'¡-g"llcios 110 lo huhiel'a IJIsíJlua-
00, nUllca lile lanl.ina ocurrido pt'nsarqlle ti bucn numhre del
Pel tí ~I' "'lIIproltlt'lit"l'a dc lIIanerll al~'ul'll en t't-ilas ,'!ce!llra-
ciorll's. )Ii opini{'l) 1'11 esle asnillO ftw dt'sde el (ll'incipi .. , y
alÍn lo t"S, qlw el tJlllaielllO df'1 Perú no podla, pOI" la natura·
It'za rfl:'l e;¡so, I'stHr Jh\lr <11 c('rrit'ule del "UI'SO de los StlCt'sos
que II'ní;,,'1 IIIgal' ell :1(11;1:'1 :oafHHLado rincón de sus dominios.
ESloy Jau I'-j',s de r)t'll~ar 1'1\ atrihuirle resp(¡JlsalJllid¡¡d al¡,;u.
JlCI 1'1\ las at['llci,Jades rt frridiis, como lo esloy (It' ;.alribuírse-
la á la .1 1111 la Directiva Ot' la Compañía pHualla del AIIHlz<lnas,
c(m :<1';, I¡to I'n Londl''''~, 1,1 cual ha f'xplIcadll que por I;¡s puhli.
caci!lllt's /¡I'cha, 1'11 Trll{/¡ ha Vl'lIido ell conocimlenl-) por pri-
1lll'I'H \'t'z de tales 1lsf·vt'nll:ionl's. Por eSI~ motivo no aci .. ftn aún
~ cOlllpr"llIlt'r porqué la Lt'~¡jciúlI dl:'l Pt¡ é. se cree en la lIeeesi·
d¡¡{\ ,le hacI:'r tan rotunda" 11I:'!.;"ativas y dar IllU incoIJvl'llit'ntes
explicacitlnes acerca de aquello cuya verdad es inconteslable ;
EN EL PI:JTUJlIA YO y EN EL C.\QUETÁ

empero, si afirmo, con torio el énfasis nccrsario, que cuandO'


de una manera evidente COIlOZCa ya el público tanto las COD-
diciont's del pH(S como el carácter d~ a h,(\1IlIlS de los Agentes-
de la Compañia, tal!'s como aparecen ¡II'I Proloc"lo, de'la re-
lación de los Sres. lIan\t'nbnr~ y Pel kins, confirmados por
las ncgociaej,)[lt's q\le respeclo á la rt'cj¡lInación de dichos
8t'ñores se llevaron <Í cabo entre los Gobiernos de los Estados
Unidos y el Perú, y fill¡¡lment~ por la ¡¡ceión oficial (Iue el
G(lbierno de BarbCldos llevó á cabo en defensa de sus propios
súbditos, entonces 8Í caerá una enorlllt' responsabilidad, para
lo futuro, tanto lioorc el G"biel'llo del Perú como sohre la
Junta Directiva dl~ la Compaii(a peruana del A"wzonas. El
blJen nombre del Perú sólo corre 1 iesgo de empañarse en d
caso dr <¡lit' su Gobierno trate de resolver t'stos escándalos
pUf mnllO de incoll~lIJ¡as Ill'/;('uliva.; y de at,HI"I'S velados de
caráclt'r prrsonal, 1'11 vez de haet'r sinct'flls y dj"aces el'fUl'r-
zos>\ fin de llegar al conocimiento de la vt'rdad J pOIH'r fin
á un estado de cosas que constituye un 0f'robio para Id ci vi-
Jizaci<Ín.

I Tra(Í \lcid" del ]',.:11" <1,' l,"I1UJ e" l'l'l'l'I'SI'0Ild iet) '" ,d ti d¡, OCIIlI'I'" de
'!l0!/).

XXII

Trad ucción d'3 una c~arta


eSJrit3 en inQ"'lés 811 IGui tos ~

1'01\ EL SIl. W. E. IJAIl/lE:\'BCIII;, ,\,\11-:1111:,\[1;",

AL Sil. (i. S. WALUH Á lllT~:"íAVE.'iTt:Jl'\ ES le¡ f¡~: n:rmEllO L>I; 1908


Amigo \Valoh ;

En una ocasir')(, tuvimos \Ina aventllra lllll y cur i()~¡¡ :


Una oo('h" \,1 do t'sthha (,¡¡slnnt!: f'('(·('i¡J(: y lJfJ'''mll':~ por
amarrar la eanoa á UIl trollcn, como I'S de cIIstllrubre, y IIOS
acoslámos; á la mañana siguiente nos l'nclIIllnirnlls ~otH'e
una isla de al't'lIa :. 3"0 melros de dislallcia del LIgua j 1'1 río
hahía })Hjarlo COCllO cuatro pit's. Como (sla (IU: la ültima cre-
cienll: del r!o (." nw tit'lIIpo dI' 11,) \'j¡¡-<, 11"'" i([l¡¡~ifl¡íIllOS (lile
~ellrlrlal}()~ qlW estarllOS ,,111 ¡il~¡lflUS 1Ilt',"'es, pues la canoa.
""06 LAS CRUELDADES

-t!ra demasiado pesada para arrastrarla; afortunadamente al


s~xto día de esta obligada pprmanencia, pasó un Inspt'c[or de
{)olida colombiana con su tH{l'nte y n(Js ayudó á anastrar la
canoa para ponf'r1a á flote. Durante aquello" st'is tilas nues-
tra comirla fue princiraln\f!nle hUI~vos de tortuga qlll' reeo-
gialllos 1'11 la arena, !wro lambién cnrnjamos al~una otra
cosa. Al fin, el 30 dt' Oicit'lTlllre 1I¡'g;hnos á un punto llamado
llemo!illo, y de a llí fui á otro pUlll., llamad" I.rl Ctllón á \'~l"
SI d dUI'iíO de aquel silio qU('da comprar f111('slra canoa y
-también para.tratar de const'guir indios para condurjr nues-
(ro I·quip:¡j.· al r{o :'iapo por \lila vereda llamada Tam!Jorga.
ea; COllJu no lo l'nconlrHra, tu\'e que ir hasta la casa de 11/1 Sr.
Sara no, con quien alTt"glé la venta de la cano¡t, y el "a,aje
iluéstro hasta IIIuilOS por diez libras fstt'rlllHls. La COrrl¡Jal1ía
Aralia, dlH'l1a de los estalllt'cirnit'ntos dl~ C,III/HI (le f" mlIl os, tie-
ne un servicio de vapores desde Encanto á Iquitos, pero 1·1 pa-
Mje es muy caro. Serrano mandó unos indios á a )"udar á Per-
kins á pasar la canoa á Gosa, y al sig\lienl~ d(a mitn<jó dos
más á trat'J" nuestro c!juip(lje hasta su ca~a, el cual queda-
mos venderle. Tuvimm. que drjar nuestros baúles y la canoa,
poque el camino que íbamos á seguir era por la vereda de
Tamúorgaco, á pie, de donde arreglámos para salir en cua-
tro ó cinco días.
En el mapa adjunto, los puntos marcados liD son poblacio-
nes "ino estahlecimientus de caudlO; los marcados cun una e
son colmlllanos; los marcados con una P son perudnos. Los es-
tablecimient(Js perua¡ws son más ¡;{randt's bajo la misma direc-
ción y errlplean más gente que los estahlecimientos colom-
bianos. lIay más ó menos ciento setenta y cinco colom-
bianos .Y ochocientos á mil peruanos. Los peruanos resi-
dentes en esta re~ióIl, tienen pretensiones de que es de ellos,
aunque es absolutamente colombiana. Toda esta región
está absolutamt'nte sin I.~y y ocurren todit clase de ro-
bos y &sesinalos. La única leyes la de \Vinchester, En-
-contrámos á los colombianos llIuy disguslados con los perua-
nos porque éslos hHbían cllpturado á un Sr. Martínez, Ins-
pector de Policía colombiana en el territorio del Putumayo,
yadcrll<is se habian llevado diez mil pesos en mereanc(as de
Serrano y hahí;¡n viola lo la mujer de éste y sus sirvÍtntas.
El 3 de Enero llegó de B{)gotá Jesús Orjucla, Inspector de
Policía en 1'1 territorio del Cal¡uetá; el 4 avisó á los colombia-
nos que deblan alistarse y nombró primer Jefe al GI'neraI
Acosla y segundo al Coronel Prieto. En seguirla le escribió á
lJoayza, Jefe de lo~ peruanos, solicitando una confaencia en
Dorado para tratar de arrl'glar cualquier dIÍc¡'encia amiga-
blemente. Orjucla estaba aguardando con noslltros á Scrra-
.no. Al siguientt; día Orjuela, un SI", Sánchez y yo, principiá_
E:-i I;L I'UTUlIrAYO y EN EL CA~(;ET.i. 10 7
mos el viaje hacia Dorado, á donde Ile:p\mos el dí,. 7. Allí
aguardámosdosdías,y COlIJO Loayza no pan'cit'!'iJ, rt'"olv(uws
regrl'srlr.
Coa nodlt~ vimos subir dos vapores, p~r() ellos no nos
vieren; cuando IIq(IIlIOS á Argelia arreslarlln tí Orjtl,'la, per-
mili'~lldollos st'~lIir á S:ínchez .Y iÍ mí. Al si~lIielltp. dí¡.¡ oímos
tlros di' rilll~ desdl~ las diez hasta las O/lCI~ .Y lIIedia ,11' la ma-
ñana. A(!llf'lIa misma noclll' rlOs encolltr¡llllOS ;" L,,, ,lo,; \,;lpO-
res que venían bajando, y tan pronto como /lOS rieron nos or-
denaron rendicit'>n, pero C,J1110 no lo IlIcil~ramos [an pronto,
nos dispararon un caiíonazo, cuyo proyedil pasó á dos pies
de mi cabeza. Los v¡¡pores ('ran la lancha Iquitos, d,,1 GobIer-
no peruan<l,y el IJ6eral, de la Compañía Arana. A boróo del
Liberal ellcontré á Pt'f'kins, quien hahía sido arreslado por
encontrarse en la ellsa eJe Serrano; él me dij<l que los do.;;
vapores, con cielllo veinte hombres armados, suhieron con la
id ca de ir á tomar La Ullión, donde diecisidt~ colomhiclfios les
impidieron el desembarque. Los peruanos rompit~l'on ti fllt'~o
sobre los colomhianus con un catión Galhin~ y des~mbarca­
ron sus tropas. Los colombianos pelearon valerosamente COIl·
tra tan crecido número de peruanos, hasta que se les agota-
ron las municione" y tuvieron qne relirarse, dt'jando en el
campo de banderas cuatro muertos y al Coronel l'rie[CI heri-
do, á quicI! ultimaron los peruanos. Después t¡uemaron éstos
el pueblo (La Uni<in). Perkins, Sánchez)' yo seguímos has-
ta Iquitos en el vapor Lloera[ y Perkínsse (juetló en Encanto
para ver si era posíhle recoger nuestro I'quipaje. Cuando él
llegue pienso presentar la queja al Cónsul. ~o me gusta esta
gente. Todu es muy caro j la única industria es la del eau·
eho; es un punto muy desagradable y muy caliente. La mo-
neda que circula aquÍ es únicamente libras eslerlinas.

Deseando se encuentre hien etc., elc.

\V. E. l {,\I\oENBURG

--_..._-
108 L,\S CRUELDADES

XXIII

Informe d31 Sr. Jesús Orjuela


(De La !nfey,.¡dwi Nacional)

SI', Ministro de Gobierno-I',

En mi carácter de Inspector de Policía wi honorem Je


la región del Caraparaná, en el territorio del Caqllt'tH, me es
honroso rendir á esa Supcl'it'l'idad un informe detallado rela-
tivo á los ültimos aeontt'cimil'ntos qlle han tenido lugar en
31luel territorio, aeonlt'cimientos que justifican mi {lrct;encia
en esta capital, á la vez que mi forzada rt'tirada dt'l radio de
mi jurisdicción sin la Vt'llia previa de ese Ministerio.
En el 1111'S de Octuhre del Hiío próximo pasado salí de
esta cillflad en dirección al Putllrnayo ¡í conliuuar mis tra-
hajos de t'xplotaciún de goma e1ástica.v á dt'Sf IlIpdiar eOIl
celo ratriól ico el car~o á lJue he hecho nft'fcnria.
El dla 3' de Diciembre del año próximo pasado lIe~ué
con \lno de mis compañeros de vi¡¡je, el Sr. Primitivo l\Ie1o
Pulido, á las casas de los illdi~en¡¡s denominados AOfluyas,
y allí ¡,eribí \lna carta de los -colombianos residentes t'1I La
Unión (puerto sobre t'1 Caraparaná),en la cual me decían en-
tre otrHs cosas: "su presencia !Jquí ur~e en estos momento!! ;.
estarnos á punto de ser asesinados ó encadenados por lus pe-
rup.nos j véngase á marchas forzadas, pues quizá usted sea
atendido, <Í á lo menos como autoridad de Colombia protege-
rá nu' sIras yi,¡¡¡s v nuestros inl,'reses. Las comisiones de la
Casa Aranil ¡¡Jldar~ ,ht'sinando é incendlilndo en toda esta re-
gión y j'Sfll'l'aIllOS t¡ue IIsted nos favorezca."
Des"t~ t'sk momento Sl'guí ,i marchas forzadas y llegué al
punto ele La Unión 1'1 2 dl~ Enero del COI "it'nte a¡¡o,.Y allí en-
contré la siguielllt' situacitín: el Sr. D. B,lrlolomé Zumaeta,
cmpl{'ado de la Casa perllana de Ar<lna Hermanos, á la ca-
beza ele Hila comisión había lIt>.gado á la A;;-ellcia colombia.
lIa dl>1 Sr. David Se/'rano, á quirn son.eliú á las más bárha-
raS y hUlllillantes to/'Iuras, tales como alar'lo J ponerlo en
ct'po dI> carnpaña, vi!llando á su esposa en su prcsl>ncia y á
1l1~lInas indias del servicio doméstico j saquearoll el almacén,
displlsiercln de torlas las aves de corral y terminaron esta ho-
rrO/"l1ia y aUI'nLa tarra con el rapto de la susodicha esposa
de Seríano, haciéndole abandonar sus dos hijitos, de los cua-
les el uno a penas licne lres meses de nacido.
EN EL PUTUMAYO y EN F.L r.AQUETÁ 1 °9
File dicha comisión al sitio del Sr. Cornf'lio .losa, colom-
biano, é lflcendiaro[) la casa. Más adelanle encontraroll cua-
tro inrii()~, á IluiplH>S mataron á bala.
En el Alto Puturnayo, sitio de Zllhlnc!o, cerca ele l\Iocoa,
Ulla~. Luarl'nla I"guas de di!'tancia ie la boca <1'" CampuJa,
flll' lt'du('i,lo á p";si,ín el III~pect()r de Polida dd Pulumayo,
SI'. D. (J"briel l\IaI'LÍnez, con euatro ~endarmes que tenía
com'It,:'t1arnieilín, pl)r una eornisi<Ín dI' la Casa Arana á ()rlle-
nes de D. Barlolomé Zumaeta, comisión (Iue surcó el dI) en
la Iflnelta Cal/ao.
El Sr . .luan de la C. An:1eona mI' informó que había sido
recomelllJ¡do por el mismo Zllmaeta para que les dije"fI á lO-
dos Ills (»Iomllianos "qll!' t'stllvieriHl li",tos: que eonforme
alHamí al Corrl'~j 101' (sic) (]abriel l\lartíncz y Sil tropa pron-
to ~nldJ'Í;1 ¡} bajar á lodos I(ls colomhiano,; COIl una nldena al
cnello."
L1el.\'<') un pllsta de la A¡';'f'ncia colllmbiana del Sr. Ileliodo-
ro Moreno (seis días arriba de La Unión), á avisar {, ésle que
habla IIt>l.\'ado una Comi~ióIl de la Ca~a Arana, á dt'cir que
cntl',~~araIl unos indios que se hallaban en fll~a, so pena de
la muerte. Sin dll 'la, los cuatro (') cinn) colombianos que ha-
bía, viéll,!()~'~ 'n ti caso dt~ ~alvar ~us vidas se impusieron,
IUc!larll/l por lllf~dl() dl~ I¡:¡s armas y los v,~/leiel'on. Los comi·
Slonadns fjlll'd<lron presos 1'11 po,(l'r dl~ ItlS colombianos. Una
illdi.l ,It·t sl'ni,:i .. doméstict) de los colombianos, (Jue tomó
parte :\ favor de "us patrunes, fue herida mortalmente por
los peruanos.
Lo que dejo an(¡tarto, como ya dije, era lo que hab{;¡ ocu-
rrirlo hasta el 2 de Enero, día en que llegué al punto de Lll
Uni/m.
En las ;¡~ell ;i;l~ de los culombianos encontré el más com-
pleto alalma: había postas.r espíils po!' tortas pilrtes; el te-
rror s':rlIllrado por las co:nisiones de Zllmaela dejaba su hue-
lla san:.;rjl'nta por duquiera; la detunacitlll de la escopeta de
un cazador, UIl grito dentro de las selvas, era motivo de
alilrma, y tolo se preparah':l para Jefendt:r SIlS intereses, re-
peliendl' a fuc/'ZJ con la fuerza hasta donde les fuera po-
sihll'.
En afJlJeI día, 2 de Enero, tui infllrmado por unos lHuc:ha-
chos que hHbían IIt'garto á La Unión, de que hablan vist(; al
Sr, Inspl'ctor oe la Polida dd PutulIlayo preso en la A~~ncia
de RI Rnr:anlo I'n IIn calabozo, junto con sus gendarme~, pri-
vado de comunicación y custodiado por las fuerzas de la Ca-
sa Arana Hermanos.
En aquella situación, cualldo uno de lus a;cntes (le nues-
tro .Gobierno se encuentra en la prisión con sus gendarmes,
repIto, 1'11 \In eal¡thuzo, pri\'ado de comunicación, custodiado
110 LAS CRUELDADES

por fuerzas particulares; ctlilrJdo esas mismas fuerzas roban,.


asesiIl¡:¡n é incendian; cllando tiencn hasta el cinismo de man-
d¡:¡rse anunciar para que se preparen, ¿ qué hada un Ins-
pector d(~ Púlicía sin g-uaruiciólI, sin elemeutos? ¿ qué haría
cuando está ohli~ad() á vdar pUl' los intereses nllcionales y
por los de los ciudadanos, intereses fincados denlro de nues-
tro pfl'pi() krritorio '! ¿ clwrdo lodos le piden protecci()n y
a::lvi,~['tf'n que cst;ln dispu"sl'lS á morir antes que verse ultra-
jados y amarrados, antes qUI' vpr ultrajada la soberanía de
su t(,/'J'itoriu patrio '?
Difícil sitllación. Sr. l\Iilli.~lr,): sin m~dio para ppdir allxi-
lio al (¡(lhirmo, h¡;hía que tratar eSOS asuntos por "ía ami-
gable.
Al ('fecto, escribí d(¡s car'las de carácter particular: al
Sr. Zumal'ta, una, para qlW suspendiera un PIICO sus inva-
siont~s; y al Sr. !\lig-Ilel S. LoaJza, otra, como represf'ntante
de la precitada Casa Arana Hermanos, y jefe en El Encanto,
para que se acercase á El Dorarlo (punto hasta'donde yo tenía
jurisni,:ción, por quedar dt'n!ro d,'1 territorio no neutraliza-
do), y alll confc:renciásernos )" arre\{lásernos de al~una mane-
ra esos asuntos entre pert!¡:¡/Ios y culornhip.nos, que cada día
tomaban cal'act('res demasiaJo s(~rios. Los colombianos se
opusirron rotundaml'nle á este mi proced\lni,~nto: "No p:lse-
de aquí, me decían; lo mata!) ó lo ultrajan; lo encaot'nan ";
tal era para ellos ellel'ror; sin duda sabían mrjor que yo lo
que me iha á suceder. En la carta que diri~í al Sr, Loay la en
mi carácter particular, le suplicaba de una manera especial
atendiese mi llamamiento para vel' si amigablemente ponía-
mos poner fin á esas disidencias que ya tomahan un carácter
internacional alarmante.
Circulaban algunas n(,ticias, t.ales como la de que venían
las lanchas de gUI~rra del Pel'ú y los vaporrs de la f:asa Ara-
na lray(~ndo tropas para invadir nucstro territorio. Todo esto
lo creí falso, pues nunca me imaginé que el Prrú violara el
Tratado de modus vivendi por el único motivo de apoyar á
la Casa de El Encanto en su tarea de devastación.
Tampoco imllg'illt\ que nuestro Gobierno hubiera roto sus
rela~iones con el Perú, una vez que yo acababa de llegar del
interior, y que oficial J particularmente estaba impuesto de-
que actualmente se trataban de arreglar dl.' ulla maneraamis-
tosa y pacífica las cuestiones corresponlhentt's á los límites.
con el Ecuador y Perú.
Esta incredulidad de mi parte fue lo que me hizo solicitar
del Sr. Jefe de El Encanto la entrevista de que ya hablé. no
sin manifestarle en esa carta que yo era Agente del Gobierno
de Colombia.
E:'\ El. PUTU~[A YO y I::N EL e '12UET Á I 1 Ii

Se~lIí para El Dorado en compaiíía de los Sres. G. H¡¡r-'


dellbllr~, ciudadallo americano,'y Alfollso Sándll'z, colorn-·
biano, pen,t,nas r¡u~ en mi conct'plo permanecían ajenas á lo!'
aconlf'ci'lli"nlos ya dichos, y quienes esplHlLínea'y caballero-
samf'n I ~ llll' ofrt'ci .. roJl su COIll pa ñía.
Inútilrnfnlt' t'spert- en El Dorado, .Y mi carta no solamente
nO fue ~tl'lIdid;¡, sintl (ltJl~ ni aun conl.'slad<l. Desl.{l'aciada~
mente mi bUl'na inl"nción'y mi procedimi"nln se calificaron
de injuriosds, cumo .·1 miSll1il Sr. Loayza me lo I.{ritó cllande
ya me tenía preso. El caso fue que esperé más de lu sulicien-
te, .Y vien,ío (lile ¡wrdía mi li.~mpo, rl'l.{resé.
E~I'¡h:lInlls dllrlllienlo en d sitio del inllio Francisco
Pt~f('z, ~()hl\' !lila quebrada ... f1l1rnle dd Caraparaná, una·
cuadra más arriba tic su desembocadura, cuando los indios
que yo IIc\·aba de hlt~as me rlrspertaroll dicit:'ndo que habían
senlid() p<lsar la \¡mcha. Bajé t'n mi emharcación á la boca de
la qut'Lrada y ya fue imposible divisar el vapor, pues apena!'.
se (\ía ~II ruido casi imperc"ptible.
Al día si~uit'nte y á eso de las di,~z .Y media, oí pitar el
vapor <¡lIt~ a!lu!\ciaba su salida de Argelia, hora en que está··
Lamos IIpl.{<lndlJ al puerto de ab1ljo. U nas tres horas después
lIegámos al puerto de arriba en compaiíia de doce colombia r

nOR, quienes, t'rnplcatlos q1le Han de la Casa An.na. al cercio-


rarse de que eran f¡o&tilldade., del Perú contra Colombia,
pidieron 1'1 arreglo de sus cuentas en El Encanto) partieron
para el 'l\¡lima. Ad vierlo que ellos pasa ron por El Horade'
cuando yo me encontraba allí en espera del resullado de ml
carta, y me manifestaron que habían venido fuerz,¡s unifor-
madas y traían la lancha de guerra y algunas piezas de alti·
lIeda.
Ya en el puerto de Argelia encontrámos un centinela
uniformado J armado, t¡ulcn lile gritó que atracara ó hacía,
fuego; .Y en efecto, alra(lllé. En ese momentu llegó el Capitál!
Ramiro de O:>man, lile preguntó quién era lO J quién era
toda e!'Oa ~l'llte que me acompañaba; me invitó á la casa,
como IIJI COI1 mis compañeros Sánchl'z y HardenLurg, y ya
allí me manifestó que tenía orden de ponerme preso; .Y al·
preguntarle de quién era esa orden, me dijo t¡ue era del Co
misario del Perú (Alcalde entre nosotros), quien suLía en la
lancha de guerra, añadiendo que tenía orden de tratarme COll,
suma rigurosidad; pero, como no tenía las aptilu.ies de s~,
compañeros, me trató caballerosamente.
El día J 2 de Enero por la noche llegaron al sitio en don··
de me I!ncontraba preso la lancha de guerra I(JUllos y el va'·
por mercante Lióeral. En la lancha venía el Capitán Arce
Benavides con parle de la (¡llarlll(:¡(Jn de Lardo, la cual as~'
cendía á ochenta y cinco hombres unit()rmados,'y venía ar---
L~S CRUELDADES

lDlada con una ametralladora y dos caiíones. En el vapor


-venían St'senta empleados de la Casa Arana, de los suhven-
cionarlos por el Gohif'rno del Perú, todos armarlos, y traían,
a,:lcroás IIn catión. Cno)' otro venian de La Unión, como
punto dO!ldt~ vf'rific:aron el atalllle, dd (:ual hablaré después.
Fui c.mducido á la Iilncha dt~ ~uerra, en donde reunidos
los jefes .Y dern;\s emplt'adns, me tom;Hon cucnta de mi COIl-
ducla, por el hecho dt~ lIi1rnilr!os á un arft'glo ami~able, y en
medio de insultos .Y amt'nazas me bajaron á empujones y gol-
pt's por la escil)¡~ra, me arrojaron de cabeza entre la borlega
ó purón, .v allí C¡HPrOn (·u>llro marineros encima, quiene!!
por orden del Cornisilrio d!'1 Perú, Sr..Jorsi, me pusieron dos
cadenas y dos grillos en 1"8 pies.
Así p(~rrnanl'd hasta el I3 por la tarde, hora I'n que me
sacaron en El En("(1T1!() para colocarme en el calabozo donde
se encontraba el Sr. Inspector del Putllmayo, Gabriell\Iartí-
nez, con siete eompaiít'rus.
A otro momento, p(lr la noche. una guardia me condujo
á la Oficina del Comandante rn Jefe de la Guarnición, Sr.
Polack, quien en lono ami~-able me prrgunt6 qué era lo que
aconteda y pI,r qUt: estaha preso, á quien cOlltesté qur si no
sabía él, :nll!'hí~illl() menos sahía yo. Me suplicó le refiriera
con entera francpl!'za,)' como arni~o, lo que pasaba. Al f'fT'clo,
le hice UII relato dI' los acoult'(:illlientos de qUt~ yo trnía co-
nocimiento. A dicho ./de Ir. parecic) muy extI'año el hecho de
que no blJbif'ra fuerzas colombiarias en esa fegi611. corno se
lo habían intorlllado. y me aspguró que sab;a que el General
colombiano !\f(,nro)' bajaba con dos mil hombres. Me dijo,
entre otras cosas, 1J1Ie ellos habían rl'cibido orden de venir á
ocupar el Putumayo y combalir las fuerzas colombianas, por
motivo d.' hab('r dt~Jlllnciado Colombia el Tralarlo de modus
lJl;Jf3udl. Yo le manifesté IJll!, no tplda conocimiento de esa de-
nllncia; 'lile no había traído gllarnición; que el Gobierno de
Colombia !'Oc proponía rnoralizilr la rf'gión y dar garantías á
'os colonos; que yo como autoridad venia á proteger á aque-
llos que estaban establecidos dentro del territorio no neutra-
Jizarlo y con orden terminante de no traspllsar mi jurisdicción
ni una línea mlis abfljo d~ la boca del río Campuya. El Co-
mamlante me manifestó si sería posible arreglar ese asunLo,
volviénnonos á colocar en nuestros respectivos lugarrs, á lo
-.que contesté que t'ra imposiule, que el Inspector del Putllma-
yo liada un mes ('staba preso, y de esto tendría noticia el Go-
bierno de Colombia dentro de pocos días; que yo también lo
estaba, y todos los colomhianos residentes en la re~ión tenlan
noticia de esto; que nUl'stro territorio no neutralizado había
sido invadido por fuerzas regulares del Pert'l y que la ofensa
.á Colombia estaba hecha; que esto no lo podríamos arreglar
EN EL PUTUlIlAYO V EN EL CAQUETÁ Ir.3

nosotros en esa situación, y que nuestro (;obierno sabrLI pe-


¿irle explicaciones al Perú por la violacióo de l'1I territorio .Y
-consiguientes crimenes coml'tidos rit'nlrode él. El COrnand<lfl-
te á esto me manifestó que en realidari el Sr. Prt·f~cln ti .. ! D,~­
parlamento de Loreto 'ya tenía noticia dt~ la PI isi/ln dl·1 Sr.
Marlínez y que ya no (Juedaba otro camino qlle el de remi-
tirnos á Iquitos.
Después de esta larga conferencia, en la cual se mostró el
Sr. Comandante aterrado pJr lo sucedido, hacien lo compren-
der que hablan sido engañados con noticias f<llsas de lIe'i1dd
de tropas colombianas. volví al calabozo, y el ¡ {) de Enero
nos condujeroll á bordo del vapor Lihem/,en dOllde nos en-
cerraron en la bodega de proa, en un espacio qlle sólo po-
día dar cabida á tres personas y que fue destinado para nueve
prisioneros.
En este vapor seguemos custodiados pOI' la CompañIa ó
guarnición á mando del Altérez César Lurki. La manera
bárbara corno nos trataron durante el viaje es irn¡)[)sible des-
cribirla; baste deci¡' qlll: ~in ventilación de nin~llna clase,
con las puertas y clarat,ops [ilpallas con tahlas, vi\·iendo en
una temperatura no rnt~nilr de cuarenta grados, sin tener dere-
cho de salir al t'xctlsadp ~in() tilla \'eZ flor día y <'n ocasiones
este derecho para do ..; 1) lr'~s de Ilosotrus, COII la circutlstancia
de que todos esláballlft,; t"Jt'ermns del esr.órnC\~o; en una pa-
laLra. f!J&OlOS t'n UII t'.\':II.-d lo. L,);; llIi';'Il()~ ",,( la los que nos
Ctlstorllaban kníall L¡';II /1;\ del m¡¡l'lirillaq:I'~ ~e nos sometía,
y el Alfért'7. nunca alt'lIdiú ti rcclarnl) d,~ que siquiera se nos
dejase ¡¡ bicrt a 1;\ pUt'r\ a.
La población tlt' 1(}l1 il os, cllando lIe~ ,irnos, estaba en com-
pleto alarma: la handa de Intbicil andaba por las calles prin-
cipales sl:'guida dd POI)fllitcho, lanzmdo DlUcr¡¡s á Colomhia,
yen las eSfluinas prOllllllriaban disclIrs!ls, los cllaks (~r}("CITa­
han el más grande ills:dlo rara nuestra patriJ. La prensa se
o~upaba en au!n ~lIlar a 1'1 ~I alarm,l I\:\('i·~n;{) ci '·(.:nlar noti-
cias perfectament(~ Ld~as. tales como las de (lllf~ OI'Slltros éra-
mos prisioneros de la guerra internacional; que el vapor Car-
tagena se encontraha t~n l\1anaos consi~uielldo armamento y
recursos con el t,obiel'llo del 13rasil para \'en ir á atacar á la's
fuerzas peruanas qlle <h'f"f)(lían el PutllfllCJyO. Todos estos
datos, decían, eran oficiales.
Pero nosotros permanecímos á bordo en el puerto más de
cuarenta yocho horas, sin que se movieran á compasión y
nos sacaran de a<{uel calabozo inmundo, en d')IIde IIn'ába-
mos dieciocho días de encierro, hasta que el 'l de Febrero á lbS
seis de la tarde Jlegó IIn ofi.:ial ¡; ¡','llllllli(":Jrfl¡lS la orden de
liberlad por no habernos recibid" como prl'~"s el Sr. Prefec-
8
n4 LAf. CI\UELDADES

lo del Deparlamen lo de Lorelt1 , pue!l sl'guramente no hall6


correcto el que se nos huhiera aprisionado.
Allí quedámos abandonados en las calles de aquella ciu-
dad, sin hogdr, sin recursos, en un país en donde ni deseába-
mos ni podiamos vivir, hostiles todos, enemigos con todo el
mundo y I'xpueslos á que se nos asesinara de un momento á
otro, por ser nosolros los llOicos testigos que podríamos en
lo venidero dar luz sobre todo lo OCUfJ ido y elevar la justa
queja :í nuestra Patria.
A l fin la Prensa se calmó un tanto y terminó su tarea con
un artículo, en el cual deda que eran contradictorias las ver-
siones que circulaban en el pueblo, y que ellos, por motivo
que el púhlico corilprendcJ {a, se ahstenían de seguir hablan-
do sobre 31]II!'IIos acontecimientos. Sólo un periódico deno-
minarlo '.a Felfia sig-uió hahlando sobre el particular y nos
dio á <:(lnnCH la multitud dt' crímenes c(l/uelidos por lus pe-
ruanos ('11 el PutllnHl)o: ".\.salto, ase~inatos, ultimación de
heridos, desp<'jo de éstes, robo de mercancías .Y productos,
robo J secuestro de mnjeres, de mujeres ¡¡jenas é inofensivas,
é incendio de lo que no podían robarse ...... !!!" "Labor pa-
triótica, moralizadora, enérgica, viril y todo lo más bello que
dice el ventral Oriente de sus defendidos, los forajidos de
AranA." (La Felpa, n\imero 16, de 8 de Febrero de I908).
Esle úgano de la Pren!'a procuraba convertir este asuntu en
meramellte parlicular, J trataba á los demás diarios de la
ciudad de traidores, con motivo de haber hecho conocer al
público que en el atu(ple de La Unión habían tomado parte
las fuerzas rr;\ulares del Ejércilo peruano; que la lancha de
guerra había puesto en Acción su ametralladora, que los solda-
dos hah/an l(,mado parte en el !laqueo, elc.
En In's dí"s consecutiv()s flli al Despacho del Sr. Prefecto
del Dt'par'Hllwllln :. solicitAr audiencia para conferenciar con
él sobre el paf'licul,.r, J ,,1 fin la consq~ní: hablamos larga-
mente y me IrHlllift'sló, '~Iltre otras cosas, enviar al PutumaJo
un juez imparcIal que levantase un sUllIario en averiguaci6n
de \(\s Ilt'chos y c.,sligál" á los culpables; después mostró su
intención de c(llocarnos en los lugares en donde habíamos
sido aprisionados, y algunas otras promesas que tendían á
tapar los horrorus<ls procedimientos qlle él Ó sus subalternos
habíAII mandado {'¡ecutar. A esta insinuación correspondí
con ('[1 nlcler patriótico, haciéndole sallf'r á dicha autoridad
que no se tralaba solamente de indemnizar á particulares,
sino que el principal ultraje había sido á Cülombia, nuestra
patria; y á ella correspondia pedir cuenta de tamañas ofen-
saS j y que an l~poniamos á nuestros intereses que hablan sido
robados y á las demás tropelías referentes á nuestras perso-
nas, el honor de nuestra patria mancillado. Por otra parte~
EN EL I'I:1TU~A y,J y E:-I EL CAQUETÁ "5
hubiera sido una estuJ-lit~z de nue;;Ira parte aceptar el ofreci.
miento de v../vt'rnos al PUlIIIIIH.\'tI, \->II,~S \'xi~lía en es~ culon-
c~s, más que nune", el pdj~f"(, illrninnlk.le 8('1' a~l'slnadosy
seguir I¡¡ ~Ilf'rll~ ri .. llut'sLn,s cornp:llriotas.
HI';;IH'ctCl al ataque á qut' hjCf~ referencia, la misma ~ren.
sa de Iqllil(ts ,."¡iriÓ q'lt~ el S/'. Gus avo Prlelo, colo .•. lllano,
salió al puerto ;'1 ¡¡ vi"arlf's qllt~ 110 atracilran y IJlle una des·
carga dt I vapor Lió(,l'al,qtlt", lo dt'jó en li~ffa heriJo, para ul-
timarlo <lesl,né,. file su úllica colllt'slación; que las dos em-
barcacionf's IItnd.l:1n iz"da la handera ~}('rllana en 1'1 m~stíl
principal; qlle las tr"pas de amhas t'lIlhareacíones tomaron
part." t'n ('1 cllmllfllp \' ,'n d S;l'J!WO; qne en unil rle las casas
había IIl1a Illllj,'r ,nl.'rllla ("1°11 1111 nliltl .v Illlt~ SI' II~ c('naron
las plJl'rl<Js !)(,,,itlll.l,,f.· f(lego ¡Í la ca~a, hacit~ndola pel'tc(~r con
su criatllra dl,utr,) de lus 1I¡¡([las; qlw á Itls prisiollt:r0s (/ue co-
glt'IOII, los IIllilll<l1 011; Y gue Ilt'von CPIllO 1I0tt·cs de ~11 victo-
ria cinco IllI1,it'!'t·s de~liIHlflas.í ~IIS ~¡¡Ivajts ¡.¡pl'lit0S. E~tas mu-
jeres las vi, ,'0111" la mhién vi dt'St~rnbat ca r t'n la casa de A r-
gelia, de Arélna Ht'nrJanos, Ill.l'lllinas, muebles J olros efecto¡¡
provl'nientt's d!'1 saqut'o.
Me parece lo Ill.ís oportuno IImnar lu atención del Ga-
bieniO ;ohrt· 1<1 stll'rle actual de los colllnos, quienes "ligan
por esas m(lIltailas víq\,t'nes dd Caquetá sin asilo de ning-u-
na espeeie, manleniéndose con raíces y en el más completo
desamparo. A ('sla situación los red\ljo el asallo pirata de los
peruanc/s, persiguiéndt¡Jos corno fieras, después de asesinar á
muchos de ellos, incendiándoles sus casas y robándoles todo.
En tod"s admiro 1'1 patriotismo, riel cual han dado pruebas
manifiestas desde haee doce años, colonizando territorio para
Colomhia é infundiéndoles el amor" patril) á más de diez mi{
indios que allí e~tán fhspUl'bll'S á deft'llrler la ma,lre que les
han hecho ClInOCt'r. También bllgtl constar que dichos coln-
n( S colombianos de~precial()n alliv¡¡mente puñados de li-
Lras esterlinas que les ufrecían á lrut'ql1e de la libre posesión
peruana, ejpmplo qUl' dista mucho de la cnnducta de los co-
10mLianos CalcJt'rén, Pén'z, C(1br~ra y C;¡rviljal. No es justo.,
pues, que se les deje abandonados en ocasión en que han
dado la más al la nula de patriotismo. En el Ministerio de
Relaciones Exterions debe encontrarse la lista de los colom-
bianos muerlos en los hechos que acabo de referir. Sin em-
bargo, me permito advertir que también fue a¡;esinado el Sr.
Pedro León Santos; individuo que /levaba como compañero·
Concluyo mi pesada narración haciendo constar que á pe-
sar de la miseria en que nos encontrámos al salir de la pri-
s ión, acümetimos la empresa Je dirigirnos á esta capital á dac
cuenta de lu ocurri¿o á nuestro GoLierno á cesta de cual-
quier 88CI ificio, ccnsecuentes con el recto cumplimiento de
Jl6 LAS CRUELDADES

Jluestro deber como autoridades puestas en aquella región


por el Gobierno de Colombia é impulsados por nuestro gran
amor á la patria.
Bogotá, Mayo 8 de Ig08.
J ESl-S OIUUELA O.

XXIV

Asesinato de Vicsnte Luna,


Manual Eraso y otros
En Girardot, á catorce de Diciembre de mil novecientos
nueve, presente en el Despacho de la Alcaldía el Sr. Daniel
Suárez con cl objeto de rendir la declaración que de él se so-
licita. En tal virtud, Juró decir verdad y expuso: Soy mayor
de edad y vecino de la ciudad de Girardol. Con relación á lo
ocurrido en la rc~ión del alto Caquetá, me consta lo siguien-
te: En el mes de Noviembre del año de mil novecientos siete,
salí dc esta ciudad con dirección al alto Caquetá, en busca de
mejor fortuna,alucinado con las vanas promesas que le oí al
General Reyes, en Juntas,de mejorar en cuanto fuera posible
aquella re~ión inculta, auxiliando á los que para alli partieran
-á desafiar la vida ó la muerte-con alguna suma, no sé en
qué forma, pues yo no fui á costa ne nadie; llegué á Florencia,
yen aquel diminuto y ruinoso caserío, ton que todo el viajero
por esos mundos de Dios tiene que proveerse de la em-
barcación, me proveí de la mía y me embarqué en aguas del
río " Hacha"; ese mismo día llegué á "Marsella," puerto en
la conlluencia del mencionado río con el Orteguaza, y allf en-
contré á los Sres. Jesús Orjucla (Inspector principal enviado
por nue~tro Gobierno á la región del" Caraparaná " ), Vicen·
te Luna (hijo de Emiliano Luna, de Garzón), Carlos l\Iurgai-
tio y Patrocinio Cuéllar, que estaban preparando embarcación
para el "Caquetá." Luna y Murgailio eran compañeros, é
iban á explotar una porción de montai'ía virgen en el río
Apaporis, como cesionario Luna de las acciones que allí le
correspondían al Sr. Gregorio Calderón y que se había reser-
vado en venta que los Sres. Calderón & C. a le habían hecho
á la Casa de Julio Arana C. y Hermanos; Cuéllar llevaba una
ancheta para la dicha Casa de Julio C. Arana, y unas bestias;
y como JO bajaba por mi propia cuenta, únicamente con un
EN EL PUTUMAYO y EN EL CAQUET,\ J 17

compañero que habia llevado, dichos señores me propusiel'oll


que Jos aguardara para que nos fuéramos todos Juntos, pro·
puesta que acepté, por no irme solo y no conoccr las vías por
donde dehía surcar en el Caquet¡í. A lo" tres días partimos de
dicho puerto, quedándose el Sr. Orj uela ahí, y á los tres si·
guientes, Ilegámos al de "La Victoria" ó "Trcs esquinas,"
confluencia del Orteguaza con el CaquetA ; allí se organizó la
expedición y part{rr1os en número de veintidós ú veinticinco;
á los doce días si mal no recuerdo, Ilegámos al puerto de
"Las Delicias," en donde desemharcAmos, y de allí, al día Sl-
/ifuiente, siguió Cuéllar para" La Unión," casa de Ürdónez y
Mart{nez, colombianos, quedando yo encargado de la anche.
ta que Cuéllar llevaba para la Casa Arana, mientras éste vol-
vía, trayendo algunos indios para pasar la carga en el vara-
dero; á los POC,)S días, Luna partió por la vía de "Puerto
Pizarro," con dieciocho ó veinte compañeros y dos mujeres,
unos del Sur y Centro del Tolima y otros del Callea, COIl dírec.
ción al río Apaporis, teniendo que atravesar tl'ocha~ sumamen-
te horribles, é in transitables, evadiendo la trocha principal que
va á" El Encanto" (casa de Arana), para escapar de un alaque
que los peru<lllos pudieran hacerle, porque Luna temía que
no lo dejaran pasar, porque sabía que I,)s peruanos habían
dicho que no d ..jaban filtrar á na(he y menos pooesionarse
de alguna parte de la región del Apaporis, por creerse ellos
dueños ab",olutos de esa IOlllensid,lIj de tierra riel!; efectiva-
mente se intcrnó Luna .Y sus companeros en la IlIollLaila, lle-
vando po,. buia á un prácti<'o y aurlaz racional, criado allá.,
que logró conseguir de esle lado del Caquetá, llamado Brau-
lío Cuéllar, quien llevaba consigo un iudio .huiloto, un ca-·
rijona y olro coregullje, á quienes les entendía y hablab&
sus dialeclos; el paso tenía que ser obligadarneJlte por el me-
dio de las eal'aS Ó a~ellrias de los Sres. Aranas, tituladas" El
Encanto" ,y" La Chorrera," en las cuales dichos st'ñorcs
cuentan, según illfol"mes, con linos seis mil indios, divididos
en grupos, según sus razas, y manrjados algunos por racio-
nales perUAnos tí bra6ileiíos; pero como en esa rC\1;ión que
tenían que atra vesar ~e halla una tribu, llamada" Audoquis,"
insinué á Luna que no dehía lanzarse A semejante avcntura,
porque peligraha; pero éste me contestó que ya había gasta-
do más de eien mil pesos y que se mori:J. ó lograba COlJ~t'gllir
lo que desraba, que entraba pLr buenas; como dije, se iuterlHí,
yen la cruzada fueron ultimados tudos; así lo supe pocos me·
ses después, cuando l't'gr <,saba al HUIla; dicen que fueron JOg
Andoquis los autores de ese asesinato, pero yo supongo quc
fueron indios y racionales enviad. ,s por los peruanos.
A POC(\S días de haoerse iJo Luna lie Las Delti.úls (puer-
to donde me encontraba enfermo), llegó el SI' ..JesÚs Orjuela,
1I8 I.AS CRUELDADES

ac(\mpañado fiel Sr. Primitivo Melo Pulido, á quien a!>esina-


ron los pcr lIano~, una Sr:¡. Carmen N., y otro!>, llevando \Ina
ancheta para la casa de Ordóñez y Martínez, y á los pocos
días siguieron para La Un¡'ón (la misma casa de Ordóñez)
llevando la ancheta. que era valiosa, según su dicho; desde
entonces no he vuelto á ver al Sr.Orjllela, pues como iba
con instrucciones de nllestro Gobierno para Iirreglar las dife-
rencias que se suscitaban en ese entonce;;, él se apresuró á
irse á arreglar con el jefe representante de la CAsa A.rana, Sr.
Miguel S. Loaiza, pero riesgraciadamente, dicho señor, lejos
de atenderlo, lo PUS,) preso, Y se encaminó en una lancha de
guerra y un vapor hacía el puerto de La Unión, en donde se
encontraban los colombianos reunidos (P:JCOS y mal armados);
una vez en tierra los perllan03, y apoderados de la agencia,
~rocedieron á saquearla'y después la incp.ndíaron. así como las
demás casas de colombianos, y para complementar la obra de
sah'ajez, mataban los animales (ganado, cerdos, gallinas,
etc.) que se les presentaban á su vista, y ni aun los aprove-
chaban, pero sí se llevaron consigo los ohjetos del saqueo y
nna gran cantida(! de eilllcho, más tÍ menos mil arrobas. En
esechnque hubo dos mlJl'rlos, según dalas, un colombiano y un
peruano. Sohre es'o'i hechos rel¡¡ta 1m, rderentes al ataque
verifieano el d{a 12 Ó 13 de Enero eje! ¡¡ño pasaio ('9°8) en
La l/l/ion, Pllrrlen drclara r enn precisión l(1s Sres. Car!ns Mur-
gaitio y Pal rcwinio Cut1llar, que venían en 1'1 vapo,. Cuéllar se
halla en Garzón, v éste dará razón d~ Mllrgaitio, quien siguió
en negocio .. CPll los peruanos. Con relación al Hsesinato del Sr.
Primitivo M. Pulirlo, me consta que ,,1 día 14 Ó '5 de Enero
del año pasado ('9°8), yrnrlo yo en dirección hacia la casa de
La Unron. llegué á una habital"ión de indios, lIamarios Nonu-
JOS ú ()ueios, que manejaba ..el Sr. Carl?s MrJía (anlIoqueño),
emplpado de Il)s Sres. Ordónez y MartlOez, y allí I'ncontré al
Sr. Pulido, á qllil'n JO conocí en el Caqllt>tá, y que me pro(ligó
lronsi,ieracilllles, é inmediatamente lo saludé, y de pronto, al
yo prt~gllntarlt~ por la "ilu,Jción política me dijo que hada
dos riías habían peleado en La {fn¡"ón, y que los hablan venci-
do los peruanos, por ser aqlléllns un gran númf'ro y los co-
lombiHnos POC'liS, por cuya razón lo encontraua ahí, cuidando y
viendo c('¡mll podia sal vllr ,,1 ft'stn de la anchda que le quedaba,
por lile la otra part" la tenia escondida rn una quebra(h cer-
ca de La {-nidn: allí estaba con olr(s dos compañeros y Me-
jla; yo le illsinué varias veces que se retirara de ese punto,
porque estaua expuesto á que de un momento Á otro llegara
una comisi6n rie peruanos con jnnios y los asesinaran, J por
contestación me dijo que ahí se esta ha esperando al Sr. Or-
iueIa, qlle lo debitln soltar los peruanos si no Jo mataban, y
EN EL PUTUIIIAYO y EN EL CAQUET Á I f 9
que, como autoridad de Colomhia, en su calidad de Inspector
suplente encargado, debía estar;¡e ahí; que ~i acaso lo cogían t
querrla decir que ponían presa á una autondad y que lo ma-
larlan, pero que él no r¡ueria retirarse de allí; yo, al ver lo
que sucedía, y el pelig-ro inminente (~n que me hallaba, resolví
regresar al Caquetá, quedándose Pulido y sus compañeros;
dichos señorts, á los pocos días, fueron ase~inad03 y lirados á
las aguas por ha ber sido sorprendidos por lus peruanos y por
los indios en una quebrada, en IHlsCH de la p~rle de la anc~lela
que por allí len lan ; eslo lo pUNlen deelarar Carlos M urg-altlO,
-que estará en B(lgotá, en Garz6n ú ('n Iquitos; Carlns Cuen-
ca, que estará en Honda, y C::¡rmen :"l., sllbanera, mujer que
·fue de Pulido, la misma que anles nombr(;.
En esa misma época, y despué,; del asesinato que dejo na-
rrado, ocurrió otro, y fue el siguientt', ejecutado por los pe-
ruanos: de léI casa de El Encanto h~bía dt'spachado su repre-
sentante, Sr. Miguel S. Loaiza, al Sr. Manuel Eraso (colom-
biano), para que "iniera al Toíima á llevar para el servicio
de dicha Casa unos cuantos trabajadores; y, al electo, logró
llevar unos veinLidós individuos que bajaron dlas después de
la pelea en La Uni6n, en Encro, pero resultó que llegó el
mencionado Eraso á la casa del colombiano DaVId Serrano,
y allf se hospei6 con su ~enle, mientras que bajaba él mismo
en persona á solicitar dPl ComanJante de la fuerza y de Loai-
za, que se hallal¡¡tO á la sazón t'1l el puerto de Argelia con la
tropa, etc., d permiso para sl'gllir con la gente (trah¡.¡jadores)
á la casa de El Encanto; y. efeclivamente, por llevar la gente
para la citada C¡.¡sa, se 1" conc"dió el pase, pero apenas hubo
regresado Eraso donde lenla la gente, fue atacado en aItas
horas de la noche por ulla eomisi/'n de indios)' racionales,
comandados por \In Z:nnaela, pariente de Loaiza, quien ma-
nejaba una porción de inlios, exterminando á to 10s los que
allí estaharl, entre los cuales fue vlctima hasla el mismo due-
ño de la casa, Sr. Sarano. incendiando á continuación las
casa!>; ¡¡II{ diz gue fue fusilado un peruano por no obedecer
la orden de Zumaeta, de asesinar un colombiano qU!~ tenía
preso; sólo se l'alv¡¡ron lres indiviJuos que se hahían ido á
cacería, y de casualidad, por haberse internado mucho en la
montaña, se perllieron j' salieron a los dos días al ~itio don-
de habían dejado sus cl!mpañero~. '~Il donde sólo hallaroll es-
combros, veslIgios y restos de CUl'rpo'l humanos consumidos
por el fuego, y animales muertos; faJes individ.JOs regre-
saron al Ca'luel:Í y lIegal'On donde yo eSlakl, á los que les oí
ref"rir el desaslre. Por el transcurso del tiempo y el poco
trato que tuve con ellos, se me han olvidado sus nomLres;
apenas recuerdo de un l;¡1 Hicallrle y UIl Luna; quienes dan
T¡lZón de sus Il'lrn!¡[cs son los Sres. !J:rn ¡rdl) Carv¡¡j;:¡1 y Juan
120 LAS CRUELDADES

de ]a Cruz Muñoz, de Pitalito. Otro asesinato fue el de uo


negro I1defonso, colombiano valiente, á quien asesinaron los
peruanos en una canoa y lo botaron al río, quemándole la
casa y J1ev~ndose en seguida Jos bienes de éste para la pode-
rosa Casa Arana; así me lo informó Carlos Murgaitio, por-
que á él se lo dijeron en El Encanto. Los Sres. Bernard()
Calderón, Juan de la Cruz Muñoz, un Sr. Guevara y Estehan
Silva, de Pitalito, pueden declarar sobre algunos de los pun-
tos relatados. El Sr. Bernardo Carvajal, que se hallará en
Santa Librada ó en Florencia, puede hacer una relación de
los ultrajes que á él le hicieron cuando lo pusieron preso 108
peruanos; otra relación puede dar el Sr. Gabriel Martínez~
quien fue apresado con cuatro gendarmes, por los peruanos,.
á órdenes de Zumaeta, siendo Martínez Inspector de policía
en el Putumayo, que habla bajado de Pasto. Después de esos
acontecimientos, los que logramos salvarnos regresámos
á este lado del Caquetá, en donde nos refugiámos en casu-
chas de racionales é indios, y vagando luégo por esas mon-
tañas, expuestos á las plagas y á ser devorados por las fieras,
ó traicionados por indios, y sometidos á mantenernos con fa-
riña, cazabe y frutas, cuando se conseguía, hasta que lográ-
mos salir.
DANIEL SUÁREZ

xxv
Otros crímenes
El Sr. Prefecto de Ambalema J¡~ recibió juramento en la
forma legal, y hajo su gravedad ofre::ió decir verdad en la de-
claración que va á rendir. Esta exposición fue presentada por
escrito en los siguientes términos:
Habiendo sido yo empleado de la casa Calderón-Ara-
na en la Agencia llamada La Florida, sobre el rio Carapa-
raná, afluente del Putumayo, durante el término ó el tiem-
po de ocho meses, presencié algunos acontecimientos por va-
rios peruanos. capataceR de la casa Arana, perjudiciales para
nuestro pa/s, los que voy á relatar: Un individuo, tambiéo
peruano y Agente de esta misma casa, que lleva por apellido
Loaiza, cometió el si¡ruiente crimen con veintitantos de nues-
tros ind/genas : Habiéndole dicho el jefe de éstos que esos io-
dios no habían sacado el caucho suficiente durante los días de
su trabajo, resolvió Loaiza ordenar á éste se les forrara coo
unas coletas de cañamazo, se les regara petróleo, y á renglón
E~ EL PUrUMAYO y EN EL CAQUETÁ 12.

seguido se les metiera fuego; nuestros indios, viéndose todM'


encendidos, se botaron al río Ingaraparaná, donde fueron la-
dos ahogado... También me consta que en este mismo año le-
nía la casa Arana de empleados á un señor de apellido Gó-
mez (pastuso) y á un Sr. Allende (argentino); este último
ordenó al primero, por orden de la casa Arana de Iquitos,
la suspensión de su empleo; después de su destitución, el Sr.
Gómez dijo iría á redactar un periódico en Pasto, delatando
todos 108 crímenes ordenados por I¡¡ casa Arana en estas·
regiones; habiendo tenido conocimiento el Sr. Allende de
Jo dicho, comunicó al Sr. Julio C. Arana, con propio, por
la vla del do Nltpo; teniendo conocimiento el Sr. Arana de
lo que iba á slIceder, comunicó con el mismo propio des-
pacharla inmediatamente al Sr. Gómez con su familia para
Pasto, surcando el PutumaJo, y que le dieran uno de los
indios de más confianza para que lo asesinara en la prime-
ra jornada, como en ('fe·~to sucedió; el Sr. Allende comanda-
ba en ese entonces la lancha J1m la ta , perteneciente á dicha
casa; dicho señor prohibió la entrada á ella á los particula-
res, pero sí permitió entrada libre al indio que iba como pilo-
to de la embarcación en que el Sr. Gómez con su familia se
dirigía á Pasto; esta libertad la daba él para instruir al iodio
del modo como debía cometer el crimen; en el pl'imer c:lfa de
haberse emb:lfcado en el río Caraparaná (Agencia de El En·
eal/to), la que dista tres horas al do Putumayo, y luégo sur-
cando éste, \lilas do~ horas más, re"ol vieron Iwrnoclar en una
de sus playas, y á pocos momentos de estar ya instalados en
ella pidió el indio que iba como pill,to, y quien había rer.ibi-
do instrucciones del Sr. Al/ende, la carabina al Sr. Gómez"
quien se la riio inmediatamente; volteando el Sr. Gómez la
espalda, le hizo el indio fuego. y eslando éste en tierra le dis-
paró un tiro. Gómez, herido, II~ dic!': " No me mates, yo soy tu
amigo," y el inriio le contesta: "No soy yo quien te mato, es
que mandan matarte"; disparó sobre la víetima dos tiros
más, hasta que la dljó exánime, y luégo siguió dando muerte
á uno de Jos hijos de Gómez; de¡;pués de dejar los dos cadáve-
res, emprendió su fuga, y la señora con dos hijos más y dos
bogas volvieron al punto de El Encanto, donde el Sr. Inten-
dente de que he hablado, les tomó la declaración ('orrespon-
diente. Habiendo tenido de nuevo conocimiento el Sr. Ara-
na de que se p"rsegufa al indio que haLía sido el asesino de
dicha familia, mandó orden á uno de sus secuaces para que
los indios de su misma tribu lo persiguitran hasta poner fin
á su vida, como en efecto sucedió. Habiendo sido empleado·
de dicha casa en la agencia de La Florida, sobre el río Cara-
paraná, me tocó vender á los indios perlcnecicntts á nuestro
pals un paiiuelo que llamamos Nubo de [Jallo que hoy día
122 LAS CRUELDADES

'vale en nuestra moneda quince pesos, por la suma de quince


kilos de cHucho, por ser ésta la arroba que se usa en el Brasil
~ sea treint~ libras; el kilo estaba en Iquitos á cuatro soles,
1J sean dOscIentos pesos de nuestro papel moneda, ó sean tres
mil pesos de nuestra monetia lo que un pañuelo cuesta á nues-
.tros salvajes; pongo este ejemplo por ser uno de Jos artículos
de menos valor en el país; j uzgu~n ustedes cuánto les Ct'5ta-
rán muchos otros de mayor valor.
Además hago constar que me embarqué en el vapor lla-
mado Liberal, perteneciente á la casa Arana, en la agencia de-
nominada El Encanto sobre el río Caraparaná, y luégo en el
Putumayo, por doce días con seis noches; bien entendllio que
este vapor camina doce millas por hora. Todo este territorio,
más veinticuatro horas que se caminan por tierra hacia el rín
<":aquetá, están hoy por cuenlade la Casa Arana,siendo terri-
torio colombiano, y donde trabajan el caucho de veinticinco á
treinta mil indios, que fueron conquistados por tolimenses y
pastusos.
OLIVERlO DUI\ÁN B.

XXVI

AsesinatiJs de Ismael Molina


y Hermógenes Corral
:Scñor Ministro de Relaciones Exteriorps-B"got1Í

Gu~toso envío á ese Despacho ilos poderes que acompaño,


-conferidos por las Sras. Adelina Molina, madre de Ismael
Molina, y Odlores Rojas de Correa, madre Ile Hermógenes Co-
rrea, asesinados ésl.os en las selvas del río Putumayo entre
-muchos otros centt'nareS de colombi'lrlOs que han sido vícti·
mas de la ferocid¡;d de los p~ruano~, que se crern hoy dll~ños
.absolutos de aquellas rt'giones.
Correa fue muerto clJ:lndo el vapor Liberal, propiedad de
la casa de JulIo C. Arana J Hermanos, atacó en el año ante·
pasado, si mal no recuerdo, la po~iciólI ole propiedad de los
Sres. Ordól'íez y l\1artine7. situada un p,lcn arriba del Cara-
paraná, la cual fue destron,la completarnl'nte dr!spllé_~ de ha·
berle s:ltIueado lodo el caucho, lihras esterlinas, alhajas, y de-
más cosas de valor qu~ alll tenían sus dueños. En ese punID
murirron otros colombianos cuyos nombres no recuerdo.
Los Sres. Ordófiez y l\Iartínez, de origen pastuso, víctimas rie
aquel atentado, están estableciéndose hoy cerca de Flol'encia,
..en las cabeceras del río C:Jquetá.
EN EL PUTUMAYO y EN EL CAQUET'\ /23

Ismael Molina fue mnerto por una cuadrilla de peruanos


-;comandados por un tal Zumaeta, cuñado de Julio C. Arana,
que subió en una lancha, y el dla 3 de Febrero del año pasa-
do asaltaron la posición llamada la Reserva, de propiedad
oel colombiano llamado David Serrano, asesinaron á éste, á •
Molina, á Manuel Efaso (pastnso) y vrintiséis colombianos
más, cuyos eadáveres vio á pocos ¡({as de muertos en la pla-
ya del do Putnmayo el Sr. Carlos Julio Cuenca, residente hoy
en el ~Jullicipio del Espinal y natural de ¡¡11f, quien salió en-
toncf'S de la montaña ¡\ la poblaci,ín de Glladalupe en el SUI'
del T"lima, y JO lo hice ;í mi costa á Pitalito, á que nos in-
formara lo más flue SIIpil'f<l de lo ocurrido en La Reserva.
El Sr. Cuenca no puJu ddr noticia de los nombres de los
otros muertos, pon¡')!' no los conocía; y allí no encontró
quit'fi se lo explicara. Sí dice que vio los cadáveres intactos
porque en e~a región no hayalllmales que los devoren pronto.
David Serrano, dueño de la fundaci6n llamada la Reser-
va, fue asesinado all!, como dejo c1icho.
Los pernanos comandatlos por Zumada saquearon la cas~,
t1evándose más de mil libras que en monedas tenía allí Serra-
no, cua lro ó más rel(ljes de oro, unos cuantos anillos del
mismo metal y muchas otras joyas de 01"0, loza de porcelana
y de mdal, muebles extranjeros y demás titiles de importan-
cia, cerca de rioscien tas arrobas de caucho. Lo que ~ a no va-
1ía cargarlo lo quemaron con las casas, rozaron las platane-
ras y demás plantas frutales que &111 habla, mataron todo el
gana¡lo que alll tenia Serrano, nada más que con el propósi-
to de qlle ni) quedara alll recurso de ninguna clase.
HdieJ"~ el Sr. Currea que Zumaeta hizo ,.. atar allí á un
peru lno porque éste le dijo que él no e~taba comprometido á
'ir á nsf:'ú'/(/I' ,~¡,;o tÍ ,,.abajar, que fue el úniCi) á qllit'n lo;; pe·
ruanos 1,· di,·¡on sepultura.
......... .... ........ , .......................................................... o'......................................... . ....... .......... .
~

Mud.ps otros Clcontecimientos han oCllrrido en aqllellas


·inmema~ soll~dades, que permanl'ct'n ocultos hajo las sombras
(f.el mister io y de qlle de~graciadarnente las víctimas han silfo
slempr,~ colombianas, en Sil mayor p&rte hombres honorables
y de trabajo, que se lanzan á esos mundos, impl'lirlos por la
ruina, pero con el deseo de ganar la vida honraJarfit'ntt'. Mu-
chos dt~ estos jóvenes ItlS conocí personalmtnte .
....... .. .... ............ ................ ............................... ................. ....... ' .... .
V"lveré á hablar de lo ocurrido en el Caraparan¡\: los
Sres. An!.("~lino Claros y EIí&s Salillas, naturales y residentes
JIO)' t'n PitHlito (Departamenlode Neiva), estuvierun en el Ca-
rdparaná en Abril ó Mayo Je este año, é informan (hablé con
ellos personalmente) que en aquel punlo ya no hay posadas
.ni colocación, ni le dan pasaje para el Amazonas á ningl.in
LAS CRUELDADES

colombiano, ni le compran nada de lo que lleve, pues hay


orden de los Jefes de la Peruvian para hostilizar así á
los colombianos que lleguen allí. Loaiza, agente gene-
ral de la casa en aquella región, le mostró á Claros una car-
• la en que le dlln esas terminantes instrucciones .
.... .......................................... "......................................................
;

Se sabe últimamente, por personas que vienen del Sur, que


los peruanos han vuelto á asesinar colombianos en distintos
puntos de las regiones que ellos dominan.
Respecto del trato que aquéllos dan á los indios, ya sean
hombres, mujeres ó niños, es horripilante describir los méto-
dos que emplean para castigar aquellos infelices. Cuentan
Claros y Salinas que ya están exterminándose y acabándose
esas ~randes multitudes de indios, que son decenas ue miles,
que colombianos descastados vendieron por un mendrugo á
la casa Arana, pues en pago de que los han enriquecido y los
están enriqueciendo fabulosamente, el trato que les Jan es ex-
cesivamente cruel; que ya no hay niños porque las indias vi-
ven moribundas y demacradas por el hambre y por el traba-
jo, pues les toca hacer caminos y poner labranzas, trabajando
diariamente, de cinco á seis, sin descansar, y en aquellos cli-
mas y con malfsima alimentación. La tarea de los hombres de
diez años para arriba es entregar cada tres días cuatro kilos
de caucho, yel que no cumpla, aunque sea en parte con esta
tarea, lo amarran en el sucIo á estacas y con látigos con gar-
fios de hierro les dan veinticinco azoteb Ó más, arrancándoles
de cada azote los pedazos de carne de cualquiera parte del
cuerpo, hasta de la cara. Los indios que no mueren agusanados
y abandonados á su propia suerte, después de sufrir horroro.
samente sanan pero quedan mutilados y descarnados sus
miembros. En Florencia creo que hay uno que otro de estos
infelices indios que podría servIr de muestra.

ABELARDO MARTíNEZ PEÑA

XXVII

Asesinato de Francisco Duarte y ctros


En la ciudad de Tunja, á quince de Febrero de mil nove-
cientos diez, fresen te en el Despacho de esta Gobernaci6n el
Sr. D. Migue Antonio Acosfa, y previo juramento, ofreció
decir verdad en lo que supiere y le fuere preguntado, y en
consecuencia expuso:
Que el once de Enero del afio en que fue ordenada por el
Gobierno del General Reyes mi expatriación por las regiones
E~ EL PUTUlIlA YO y EN EL CAQUET Á 12 5

del Caquetá y Putumayo, en el punto denominado La Un idn ,


sobre el río Caraparaná, fui atacado por lo~ empleados de. la
Casa Arana, en número constante de tresCientos sesenta In-
dividuos (300) y al mando de un Teniente Ramírez, perte-
neciente ;Í la fuerza regular del Perú. Mis compañeros el día
de dicho ataque eran veinticinco (25) colonos colombianos,
de los cuales perecieron veinticuatro; entre los que recuerdo,
Gustavo Prieto, Francisco Dnarte, un Sr. Martínez, dueño
de la expresada Agencia La Unidn, y un Sr. Primitivo Melo
Pulido. El ataque lo verificaron de á bordo del vapor Liberal
y la lancha l/u/tola. Por una carta enviada de El Encanto
por el Sr. Miguel de los Santos Loaiza, y recibida e(l La Re-
serva (también sobre el río Caraparaná) cuatro días antes
del ataque, se nos ordenaba, bajo la pena de ser pasados por
las arm¡¡s y las Agencias reducidas á cenizas, abandonar la
región en el término de cinco días. La amenaza de Loaiza,
Jefe entonces de la Casa Arana, en su citada carla, fue cum-
plida en lodas sus partes; es testigo de estos hechos el Sr.
Juan de la Cruz Muñoz, residente en PitaJito, Departamento
del Tolima ; y tamLi~n tienen conocimiento de lo expresado,
aunque no fueron testigos presenciales, los Sres. Alfonso
Sánchez, quien est¡i en llarranquilla como guarda de las
mercancías del furocarril, y Jcsú" Orjuela, residente en Car·
tagent\ como oficial del Ejército.
MIGUEL Al'óTO;"li1O ACOSTA

XXVIII

Sal vajs carnicería


Traduci.llos de l;} Folha do Norte, periódico que s~
edita en la ciudad del Pará (Urasil), el escrito publicado en
21 de Sept iembl'c de 19')7 :

" FlEltAS 1I(;)lA:'iAS--GR,\NOES ATROCIDADEs-noMBREs, ~IUJEnES


y CRIATIJI\AS E:-i EL SUI'LICIU

" Publieamos la notieiH de una tragedia de que fue tea-


tro un sitio hacia las fronteras del Estado del Amazonas, con-
forme lo narra el Jornal do Comeráo, de Manaos.
En los últimos días del año pasado salieron de Floren-
cia, donde esLí );¡ casa comercial del Sr. Urbano Gutiérrez, en
la República rll' Colombia, Estad o del Tolima, los Sres. Aqui-
leo Torres, Felipe Calm'ra, Feliciano Muñoz, Pascual Ru-
]_AS CRUELDADES

Liano, José de Paz Gutiérrrz, Bonifrlcin Cahrera, Jnr~e Car-


vajal, Ca .. "'s Maria Sil va, lIeliodoro de Tal, C/'Isanln Victodo,
Roso España y .dos mu¡ .. res, todos a\'iados dl~ J,t r,.ferida
casa comercial.
Se embarcaron junlos clln gran cantina,1 d,~ mr.rcan-
das, en seis oatcloes (champanes) }' S~ rlirigierlln para el río
Caquetá ó Yapurá, e/l donde iban á Ir¡,baj'lr 1'11 tx1racCJélll
de caucho y promover la catequizacióJI de los indi"s de aque-
lla región para que los auxiliasen en el Iraoalo. Después de
tres días de penoso viaje, llegaron al lwjo Caquetá. donde'
existe la triou de los indios Andaques, f.il~n,io los c(¡;ombia·
nos Lien recibidos por los salvajes qllt~ rrsid,'n ,'n trrrilori 1
colomoi1:llIo. ),IIS ei\'iliz;ldos, para captar"" l<l '!lIIi"tu.[ de los
naturaJt.s, les obsrq'JÍaron di\'t~rsos ol.jd.us, y lIstos It~S ¡,fre-
cieron en retribución mandioca (yIlC,') Y ,,1,jLII1IIS. Estaba
vcncida la prim~ri:l rlificultad, pues en po.:os días los in·
dígenas s~ pusieron enteralTlenlt' á dispo;¡icióll de los recién
llegados. Como t~"a urgellte necesidao collstluÍr uoa casa para
el abrigo de las personas y dt: las lIler callcias, el jefe del gru-
po colombiano, Sr. Felipe Cabrna, rnan.\6 que su gente, auxi-
liada por los indios, diese principio al servicIO, en cuanto á la
quema de la roza, para hacer las plantHcioncs necesarias.
D~spués de :.Igunos día~, cuando.Ya eSIHlJa abierta IH roza y
bastante adelantada la construcción de la ca~a, apareció cn
aquel punto un grupo de cerca de veinte caucheros peruanos r
armados de rifles.
Haelan parte dc ese grupo dos negros de Barbados.
El primer encuentro que los peruanos tuvieron fue con
un grupo de ocho personas, de las cuales cuatro hombres y
una mujer eran colombianos civilizados, Ulla india y dos in·
dios! st'.r~arad(ls d.e la tribu, ~ue se hallauan \I('upado'i en la
fabflcarlOn de f.lfliía de mandIOca (mañoco de Juca)
De! esa ~eCJte inofensi VH fueron víctimas á machete los
dos indius. En se~uida mandaron los peruanos un propio con
una carta al Sr. Nordell. a viado de la Casa A ra na, quien des-
pués de tres días llegó acompañado de otro grupo de indivi-·
duos.
Nordeu trató de interrogar á los presos, y como entre
ellos estaba Felipe Cabrero, jefe de los colombianos, I~ hiZt)
una illtimaci<Ín bajo amenaza, para arrancarle una orden, á
fin de que José Paz Gutiérrez, quc se hallaba en otro punto
con el reslo de compañeros, le entregase todo el armamento
que poseían. El prisionero, temiendo la muerte, escribió la
orden solicitada, que fue conducida por el mismo Nordeu, á
quien le sirvió de guía el preso Roso España,
Después de recogidas las armas comenzaron nucvos ase-
sinatos.
EN EL PliTllMAYO y EN EL CAQllETÁ 121'

Los peruanos di~pararon las ¡Hmas conlra los indios.:


que se hallaban subr~ I~ cumhr~ra de la casa en construc-
ción. Esos po ores IIItehct's, hendos unos y muertos dros"
cayeron al !'utlu.
Los bandirJog, porque sólo tal nombre les es adecuado"
alÍo no contentos con tan cobardes asesinatos, pues habían
ya veinticinco muertos, agarraban las indias de edad ya.
avanzada, y en las canoas de los colombianos las empuja-
ban al merjio del do, y las ultimaron á lodas haciéndolas.
blanco de sus rifles.
Fue- aún más Lárbaro y &lroz le. que hicieron con las
criaturas: las colocaron de cabeza para ahajo dentro de los
hoyos IIt'cllos para las columnas de la C8,.;a, y después de ase-
/,\'IlI'lHlaS con c:;lac¡¡~, !>irviel'on de blanco para los misera-
bles,
Los peruanos, d~~sp\lés de apoder<.arse de todas las mercan-
cías, condujeron á los colombianos al lllc!tahua (jefe) de la tri·
bu de los ando,/ues, IIna ill(lJa y dos indios para el Ju~al' de-
nominado Ma!an::as, residencia del mal vado Nordeu, distan-
te dos días de via je por I ¡erra.
AlU los ¡ll isionerns fuef(llI a marrados y encerrados lles-
pués en una casa donde pasaron angustiosa noche de supli-
cio, hasta que al amant"cer furron colocados el lachahua y
dos indios en meoio de un pa tjo, donde fueron muertos á ga-
rrote.
Después de medio dla, los infelices que habían escapado,
tueron conducidos á Saoana, donde todo el poder está en
manos de Juan Rodríguez,'y á donde llegaron á las diez de la
noche, y en la maiiana siguiente los llevaron á Oriente, lugar-
del peruano Velarde. Fue ('n esLe último sitio donde se eje-
cutaron más barbaridades. Los colnmbianos sufrieron allí
horrores, pues al motnt'1I10 de l¡.¡ IIl'gada se les encadenó por el.
cuello y las piernas. En tan dolorosa posición los presos re-
clamaron, y quitándoles las cadella~ fueron puestos de pies
en cepos de pesados tronws.
En la misma casa en que se hallaba esa pohre gente ha-
bia gran número de indios encadenad/,s, á quienes todos los.
días se les aplicab3Jl violentos casti~os, tales como azote y
palizas. Algunos de eslos salvajes presentaban grandes heri-
das, algunas de ellas producidas por armas de fuego.
Después de cinco dJas fueron sacados de la prisión los je-
fes colombianos Fdipe Cabrera, Aquileo Torres y José Paz.
y cond'.lcidos para el lugar denominado Abisinia, y no se
sabe del destino que dieron á los demás compañeros.
Los presos de Oriente permanecieron en torturas durante
dos meses, hasta que llegó la noticia de haber llegado al ruer-
to de Igaraparaná, que es río anuente del Putumayo~ e va-
LAS CRUELDADES

:pot' Uheral. En este puerto está establecida la casa principal


de J. C. Arana y Hermanos, en la región del Putumayo, que
8uministra mercancías á las demás casas Ja referidas.
Los colombianos fueron entonces embarcados á bordo del
vapor Liberal para ser conducidos presos á Iquitos. A bordo
de ese buque e¡¡tuvieron cerca de cuatro dlas; mas una vuel-
ta. antes de llegar á la frontera brasileña de Cotuhé y temien-
do su Capitán que el empleado brasileño visitase el buque y
tuviese cDnocimienlo de los prisioneros, desembarcó las víc-
timas, dejándolas abandonadas en una canoa al medio del
reo, ~on unas latas de sardinas y un poco de mañoca. Las
víctimas remaron para el puerto de la frontera brasileña,
donde sólo pudieron arribar después de la salida del vapor
Liheral, que siguió para Iquitos.
En aquella frontera se presentaron al Sr. Nestor, jefe de
dla, á quien le narraron todo lo sucedido."

XXIX

AS8sina to de Jus tino Hernández:


En Bogotá, á veinticinco de Enero de mil novecientos
diez, s~ presentó en el Despacho del .Juzgado 1.0 del Circui-
to en lo Criminal, el Sr. Rubén Cabrera. con el fin de dar nn
denuncio en asunto criminal, sohre los hechos cometidos en
el Pulumayo y sus afluentes, el Caraparaná é Ingacaraparaná,
-desde el año de '903 á esta fecha:
Asesinatos cometidos en La Chorrera por los empleados
de la casa de n. Julio C. Arana y hermanos, siendo el em-
picado superior el Sr. Victor Macedo, por cuya orden se han
cometido los hechos de mutilación y fusilamiento en los indios
sal vajef:, hechos que ci>tán denunciados con más de sesenta
declaraciones por un señor extranjero, inglés, cuyas decla-
raciones he visto reproducidas en el periódico El Ilepublica-
no, de donde se pueden tomar los wejores datos para exigir
del súbdito inglés dichos documentos: En los primeros días
del mes de Enero de '9°7, ó en los últimos meses del 1906,
salló de los fundos de los indios el Sr. J uslino Hernández,
ciudadano colombiano del Departamento de Antioquia, con
el fin de hacer entregas del caucho á la casa de El Encanto
sobre el río Caraparaná; suscitado un disgusto con alguno
-de tos empleados de esa casa, peruanos, por derechos de na-
cionali iad, se lanzaron contra él más de treinta peruanos ar-
mados de carabinas \Vinchester, lús cuales descargaron todas
EN EL PUrUMAYO Y BN EL CAQUETÁ 1~9

·sus armas en el cuerpo ~l Sr. Hernández, quedando. muer-


to éste en el corredor 1e UDa de las casas de El Encanto;
todo esto pasaba á presencia y contentamiento del Sr. Mi-
.guel S. Loaiza, empleado princIpaL de dicha casa; como testi-
gos presencial€s de este hecho cito á los Sres. Jesú:i Antonio y
Anlbal Calderón y Angel Pérez ; los dos primeros vecinos y
residentes actualmente en el Municipio de PitaliLo y el último
del Airado (Departamento de Neiva); IGs dos Calderón, com-
pafierOB de Hernández, que mil"grosamt!nte no corrieron la
misma suerte, pueden aclarar este denuncio.
En el mes de Enero de 1907 (y el dJa 12) fueron sorpren-
didos los Sres. Antonio Ordóñn y Antonio Martlnez en su
hacienda llamada La Unión sobre el río nomurado última-
mente, por una fuerza de más de d03cientos hombres, los cua-
les íban en dos lanchas Al mando de un Comandante Polak y
por orden del Sr. Miguel S. Lnsiza; teniendo' conocimiento
·Oi'd'ól'ie7 y Martínez de que los Iban á atacar, resolvieron reu-
nir sus emplt!arJos en número de dit!ciocho, y se pusieron en
expectativa para no dejar enc03tar dichas lanchas en sus
puertos; como dichos señores insistieron en encostar, sostu-
vieron un lar~o tiroteo, en el cual murieron algunos colom-
bianos; terminadas las municiones que tcnfan Martinez y sus
empleados, tll vit:ron que abandonar su casa y su hacienda;
apoderados los peruanoi de dichéi hacienda, saquearon su casa,
II-evándose en las lanchas m~8 de sesenta mil kilos de can-
e1io, una exislencia de mercancías de valor de doscientos mil
soles, todo el oro sellado y plata que tenían en sus baúles;
terminado el saqueo, mandó incendiar las casas, malar el ~a­
nado y cp.rdos á bala. Pocos días después de este suceso, el Sr.
Miguel Loaiza ordenó construir una muy buena casa de ma.
der,¡ y tl'ja de zinc, donde puso y liene una guarnición á órde-
nes del CJma~ldante ya citado; cito como testigos de este ht}-
(:ho á los Srt's. JeSÚs Oriuela, Sargento Mayor y en servicio
actual, D. Miguel Antonio Acosla, resirJente en esta ciudad,
.J~an de la Cruz !\I~~o~, José An.tonio Cuéllar, vecinos y re:-
sldentes en el MUOlClplO de P¡lahlo y lodos Jos que éstos CI-
ten, sit:ndo de advertir que el Sr. Loaiza, como empleado de
la casa ya citada y cOn el nombre h()~' de Pernuiart Amazon
Campany Limiled es dueño y señor de todo lo que Ordóñez
y M'arfinez tenían ahí en esa hacienda de La Unión, más de
veinticinco reses, muchos cerdos, bestias cabalgares, aves, '1
todas las sementeras, para el sostenimiento de más de quiOleft
tos indios que mantenían para la txtncción de goma.
En los primeros días del mes de Febrero del miifDO afio
fue preso el Sr. M'!lo Pulido, ciudadano natural de {'sta caf1i~
9
13° LAS CRUELDADES

tal, Jesús Escobar y otros tres seriores colombianos cuyos


nombres no recuercio.
El Sr. Paulo Zumaeta era el encargado de perseguir y
asesinar á los colombianos establecidos en esa región. Los
pocos colombianos que hablan quedado de empleacios en
la casa ya citada, con todo lo ocurrido en elios días ccn
sus compatriotas, pidieron sus cuentas para retirarse de
esa Casa, y se fueron inmediatamente por la vía de Puer·
to Pizarro; unos pasaron, pero Daniel Claros é Ignacio Rin-
cón fueron presos por Zumaela en el mismo punto donde
tenían presos á Puli lo, Escobar y sus tres compañeros;
aclarándole estos dos jóvenes que venfan de El Encanto,
y reconocidos por los compañeros de Zumaeta, les robaron
todo lo que llevaban en dinero y los pusiero~ en libertad para
que regresaran á l~l Encanto, en donde dieron parte al Sr.
Loaiza que Pulido y sus compañeros estaban presos por el ya
citado Zumaeta. Inmediatamente mandó á Miguel Flórez con
orden expresa y terminante de que asesinaran á Pulido, Es-
cobar .Y sus tres compañeros, orden que Zumaeta ~e resistió
por el momento á cumplrr, pero el ban jido Flórez le diju que
si él no cumplía la orden dada por Loaiza, que se la permi-
tiera cumplir á él p(,rquc tenian que pasar inmediatamente
á la casa de David Serrano á aprehender y asesinar á v<!inti-
dós colombinnos que estaban en la misma casa de Serrano,
llamada La flese/'ua, sobre el mismo río que venimos citando;
discutido el cumplimien"to de la orden de asesinato y resueltos
á cumplirla ¡~ causa de mucho licor que tomaron, dieron prin·
cipio á su hecho s3ngrient?dl"spachando á Pulido con dos pe·
ruanos á un punto determlIJado en la montaña, donde lo inti-
maron á halazos, hacienrlo .10 mismo con sus cuatro compa-
fieros, CIlJOS cuerpos apareCieron d~spedazados á bala J ama-
rradosá los ¡írl)(Jlt's de la montaña; cumplido esto, siguieron á
la casa de I.a flese/'va, dond~ ~staban los veintidós colombianos
con Serrano, J doude fueron aprehendidcs é intimados uno á
uno después de azotados; muchos de ellos fueron ultimados á
halazos, apareciendo sus cuerpos amarrados á los árboles y
otros con los orazus amarrados; siendo de advertir que estos
veintidós colombiano,> iban á órdenes de Manu,,1 Eraso, quien
salió al Sur de l'\eiva comoempleadode la misma casa; éste los
habia dejado en La fleserva mientras fue á El Encanto á darle
parte á Lu¡¡iza de que ahí estaban los trabajadores, que si podía
biliar, á lo glle collleslÓ que sí; cuando r~gresó á llevarlos fue
asaltado en la montaña pur orden del mismo Loaiza y asesina.
do antes de llegar á La Ileserua, donde ter.ia la gente que lleva"
ha; terminado I'ste acto de salvajismo, el Sr. Zllmaeta, jrfe de la
partida de bandidos, en la misIDa casa de Serrano repartió 108
intereses de é"te: mil Itbras esterlinas entre él, Miguel Fló-
E:"i EL PUTUlIAYO y EN EL CAQUETÁ 131

rez, el emisario para el allesinato, y uno ~e apellido Tigroso.. y


los reh'jes de oro que Serrano tenía, mIl soles, más de qu m -
ce mil soles en mercancfas y doce rell.jes d~ níquel entre 108
demás bandidos, quedándose por algullos días en la casa de
Serrano haciendo fiestas, tornándose algunos garrafones de
licor que tenia ahí y comiéndose lln sinnúmero de aves y
cerdos, hasta que los per~iguió el Jefe militar Comandante
Polak, qllien les instruyó. el sumllrio y cogi(~ I,a lllli'y(lr ~arte
de los \1srsinos COII ,~xLepclón de Zurnaeta)' florez, á qU1en~8
avisó el Sr. Loaiza que hUJel·an; al retirHfse Zurnat:ta dt'J6
escrita una carta sobre la me~a de su escritorio,en la cual ha-
cía la aclaración de que todo lo hecho había sido en cumpli-
miento de úrdl'lIt's recibidas del Agente superior de la casa
de f~1 El/c(/l/to, Sr. Loaiza; e~ta carla diz que ¡¡-{ura en el su-
mario lIl~truldo por el r.omandante PulClk; t(¡!l(lS los asesi·
nos estuvieron presos por más de dos lIIeses, inclusive Loai-
za, hasta que Ilt'gú el Prefecto de Iquitos, un Sr. Zapata,
quien recihit'lIdu ,Icho mil libras de manus del Sr. J IIlio C.
Arana, pliSO 1'11 libertad á lus asesinos, quedando to,lus em-
picados en la lIIisma casa.
Creo justo alJ6t<lf que un Sargt'nto Cáceres, peruano, qll'~
prott'shí dd llt'eho bárbaro de asesinato, no habiendo <¡ut'-
ririo [(latar á ninguno ni ast'~illar. fue ¡¡st'sinado por detníl'i
por los mismos peruanos; cito como lestigos de esto á le,s
Sres. HuficlU y Marco Antonio Silva, Uefllélrdu y José Vicen-
te Carv~jal, Leonardo Cahrera, JOliqul1l G¡Jmez .Y Jo~é Anto-
nio Cuéllar; el último, natural y rtsidente en Pitalito, y 1011
otros, residentes en el río Putumayo yen el río Hacha,juris-
dicción del Corregimiento de Florencia. En el mismo lIIeS de
Febrero, el Sr. I1defonso González que tenia su fundo ó hacien-
da llamada El Dorado, en vista de todo lo ocurrido resol vió
pasarse al Campuya, afluente del río Putumayo, y andando en
la excursión solicitandu el pun to con vcniente, el Sr. Loa iza
mandl) á El Dorado á cOA{er los empleados de González, que
eran Toblas Calderón y Zenón Medina, del Municipio de Pi-
talito, y poner nuevos empleados en la casa ya citada, COII
orden de 'lile cuando llegara González de su expedición, y
pidIera canoas para pasar á su casa, lo asesinaran, encargan-
do para esto al Sr. Mariano Olañete, orden que fue cumplida
puntualmente, pues al presentarse González un dia, á las seis
de la tarde, á pedir canoas para pasar á su casa, pasó el Sr.
O/añele con cuatro compañeros y lo intimaron á balazos,
echándolo en el fondo del río Caraparaná I En rl mismo mo-
mento siguió á El Encanto, na vpgaudo torfa la noche, á dar
cuenla de su comisión al Sr. Loaiz'j, obteniendo en recompen-
sa de semejante acto el que lo enviara á la casa do! González
como dueño y señor de todo lo <JUI: allí había; fU ella vi·
LAS CRUELDADES

vió hasta ..1 mes de Ahril del año pasado. en que murió de
muerte natural. Dt! todos los intereses de Gonz~ll'z, inclusive
los in,jios trahajadores, es dueña la casa ya citada, en donde
tiene empleados el Sr. Loaiza. Cito como testigos á los Sres.
lhsclmo Magallano, ciudadano venezolano, A velino Calde-
rón, residentes ambos á pocas cuadras abajo ele la Casa El
Encanto, Antonio Ordóñez y tndos los demás que he venido
Citando con excepción del Sr. OrJuela y de ACOSla.
Ag-reg o también q"e en los mismos días del :lrontl'cimien-
to de La Unión,el Sr. Loaiza llegó ó encostó en La Reserva,
en la Cfisa de Serrano; éste al sentirlo, y por todo lo ocurri-
do el dta antes, se fue al monte de huida; encontrando la
casa sola Loaiza, sacó dos mil kilos de caucho que tenia ahí
Serrano, y los peones de Loaiz'i algunos relojes de niquel,
trayéndose esto á la casa de El Encanto, diz que para arre-
glar dcspué,¡ con Serrano, cuyo pago se efectuó á los cuatro
ó CinCO días con el asesinato de él; esto lo supe por con-
fesión del Sr. Loaiza, h~eha I'spontánc¡tmente á mi en la
casa de El Encanto en los primeros rlias del mes de Abril
pasado. Al continuar mi viaj~ de El Encanto á (quitos por
el rio Putumayo, llegué al estrecho entre la confluenCia de
los dos ríos Caraparaná é IQ~araparaná, sitio en donde tenía
8U fundo el Sr. Aníbal Mera P., ciudadano colombiano, quien
estaba construyendo una gran balsa para bajarse con todo su
personal al Brasil, huyendo de la pe:secución del jefe de El
Encanto, el ya citado Loaiza, quien había llegado ya varias
veces con gente armada á rondarle ta casa y quitarle todos
los indios que éste había criád'o. El I. o de Junio del alio pa-
sado tuve la pena de ver destruír los inmensos cultivos que
tenta allt Mera, é incendiar seis casas y salir más de cuarenta
coJembíanos-quedando despoblado ó deshabitado el río Pu-
tumayo-huyendo de la persecución de los empleados de la
Casa AranR; el día ya citado salimos en la balsa más de
cuarenta eolombianos: M"ra con los de él, á la Rt'pública
del Brasil, buscando trabajo y garantías pclfa sus "idas; y yo
seguí á (quitos, habiendo navegado en balsa qi.lince días con
sus noches hasta el Amazonas; cito como (esti f;{os de estos
hechos al mismo Sr. Mera, Antonio y Joaquín 131:avo, Rober-
to Gómez y Alejandro Torres, ciudadanos colombianos y es-
tablecidos ho'y en el Departamento de A maZ'oIH's, cuyos tes-
timonios podrán recogerse por conducto del Cónsul en Ma-
naos; además de esto, declAro que supe por muchos con-
duetos de personas eminen tes en IquiLos que el Gobierno del
Perú sólo pretende engafiar al Got>i~rno de Colombia á fin
de pedir plazos y plazos p~ra toda negociación diplomátIca,
y de este modo quedarse con el territorio colombiano que
tien'en ocupado; que todos los actos que vengo relatando
EN EL pU1tntAYC! y EN EL CAQUETÁ j3~

e8tán.c!lmprobado8~on más de ~eIreI'l19d~cia.rám@n~ tO~9,~a'8


en IIj,Ultos en los pruneros meses del afio p~satlopor el RÓ.b-
diL~ Inglés Mr, Hardepbutg'JPuhlicadas en ~~n.drt'1I y.eo-
vládas á todas las naclOOfS clvHitadas, de las cuales he Visto
PQrte en la Gaceta R.épub~icana número 152, de l2 de Ene~
3el ano en curso., No habIendo expuesto nada más, se le leyó
el denuncio, Jo aprobó, y fiJ'mil, manirestando qul' es mayor
de edad, vecino de Pitalito. En este estado, el Sr. J uez l~ exi-
gió juramento, el que prestó en legal forma, diciendo que es
verdad lo relatado en este denuncio.
Rubén Cabrera P.

xxx
Ase3ina to del jefe de los WiJtos
Toda lahor (lile tienda á realzar el or~ullo de la raza es
noble y di~na de encomio. Doj mis parabienes al Sr. Direc-
tor de.\( y Z pUl' la que ha emprendi(to en su importante
bisemanario, permitiéndome al propio tiempo. ya que está
palpitl1nle entre nosotros el asunto Colombia y Pení, enviae-
le algunos datos que merecen. 8 ~r conocidos por el país. EIl
el número 1 r 3 de su periódico he visto con sumo agrado al-
guno!! artículos sobre el asynlo á que me refiero, y veo p.o,r
ellos que el pueblo colombiano no está todavía al tanto de las
bárbaras tr"pellas cometidas contra sus hermanos por perua-
nos agentes de la Casa Arana Hl'rmanos.
Hace cuatro meses que me retiré de la región del Caque-
tá J aúf¡ están frescos en mi memoria los hechos acontrcidos
durante el tiempo de mi permanencia en esas rit:as sdvas.
Uno de los tántos crimen es cometidos por lo!! peruanos. que
ponen de manifiesto su afán de conquista, y que llenan de In·
dignación todo corazón patriota, fue el perpetrado en la per-
sona de Ifé, jefe de algunas tribus (h~ \VlOtos, indio inleli~en­
te, generoso, nohle, respetado y querido por sus súbditos, que
rue detenido en Diciembre del año de 1906 sin otra causa
que la mira desmedida J ambiciosa de Arana & c.a.
En el curso de cuatro meses tue víctima desgraciada. de
sus verdugos, encabezado~ po~ Coronado, ag-e!1te de la Cllha
Arana y Hermanos, que SIn Pledarl alguna pusIeron á su cue-
llo gruesas cadenas, llevándolo despué3 ál sitió denominado
LAS CRUELDADES

JJarcelona (agencia peruana), situado sobre la trocha que


conduce de Pue) to Pizarro, en el río Caquetá, á los puertos
,rincipales del Caraparaná, para continuar alll su tortura;
no les fue sufidente á los peruanos verlo en tan horrorosa
.ituación, sino que con cobarde y malsana crueldad lo azo-
tlSron con látigos de punta acerada hasta que, lleno de dolo-
r.osas heridas y pesares sin cuento, murió e"n el curso de tan
sal vaje suplicio.
Pudiera citar millares de episodios de esta naturaleza,
pues es muy frecuente en aqueJlos parajes encontrar vlctimas
'1ue refieren, horrorizadas, los tormentos á que las han someti-
do, ostentando las recienles quemaduras producidas por el
petróleo, elemento de que se sirven esos modernos inquisido-
res para dominar á los indios por el terror, diezmando una
buena parte de aquf'lIos colombianos.
Los Sres. Apolinar Cuéllar, Leonardo Cabrera, Silva y
otros colombianos han sido repetidas veces atacados por gru-
pos de peruanos sostenidos por la Casa Arana & c. a El Sr.
Lesmes Claros fue también detenido, teniendo qlle abandonar
RUS embarcaciones en manos de aquellos asesinos para sal-
nrse. La alevosia del elemento peruano nn tiene limites; sólo
es comparable al eterno olvido en que yace la rrgión más
r.ica de nuestra patria y al absoluto abandono á que están so·
metidos sus colonos; nuestro' descuido ha dado margen á la
usurpación peruana.
Los peruanos han invadido una parte considerable de
nuestro suelo y ya las zonas comprendidas entre los ríos Ca-
Jttparaná y Putumayo, la nombrada Chorrera, otras situadas
sobre el Apaporis, afluente del Caquetá (bajo) y algunos pun-
tos habitados por indios andoques, están sojuzgddllS y some-
tidas á la rapiña de aquella horda corrompida, mil veces más
salvaje que los primitivos dominadores de esas vegas.
La vida de los pocos colomhianos que el de¡;Lino ha arro-
jado á esas selvas seculares, pobladas de fieras, moscos, zan-
cudos, voraces reptiles, en una palabra, todo gén~ro de pla-
gas, es insufrible j los azares, la lucha á brazo partido con ele-
mento eXlraño, los indígenas, el hambre, las enfamedades,
todo conspira contra esos litres resueltos que merecen la ma·
yor atención.
La feraci 1ad de ese suelo produce á Arana & C~, se-
gún datos aproximados, 62,500 kilos de caucho del Pará (Si-
riargc) memmales que valen en Iqllitos la regular suma de
$ 87,500 en oro, á razón de $ 1-40 el kilo, en camhio de gran
canudad de lál.igo y de una exigua parte de rancho y mer-
eancías; como se ve, esta riqueza que es absolutamente de
Colombia y que la producen colombianos, podría sacar al
país de la gra ve crisis que atra viesa.
EN EL PUTUM4YO y EN EL CAQUETÁ 136
Es ~a tiempo, pues, de que ti condor {lndino se cierlla
~n los alres y vaya é mostrar é los peruanos que aún copser-
-va la fortaleza, el ánimo y el valor con qlle un día les dio Ií-
-hertad en Ayacucho.
Bogotá, A bril de 1 g08.
lG:'IACIO R1VAS PUTNAM

XXXI

Asesinatos
DEI. GENERAL CAMILO GUTIÉRREZ y DE LOS SRES. FRANCISCO
GUTIÉRREZ y ROBERTO GUTIÉRREZ

Como para entret~ner niños, como para mitigar con men-


'tiras el dolor, ha sido firmado el Convenio entre el Ministro
.~alderón Reyes y el del Perú. •
Calderón es inteligente, no lodudamos, y en esla ocasión
-ha tenido esperanzas de poder desviar el buen criterio del
mayor número de los colombianos.
Aquel Ministro bien comprenrie que á las familias de las
víctimas cúlombianas sacrificadas rn las hoyas amazónicas
les es casi imposible porier levantar UII expediente probatorio
de los minuciosos hechos que complementan los crímenes de
108 peruanos; es decir, probar que los asesinatos se verifica-
1'on de tal ó clIal manera, en tales ó cuales circunstancias. Sa-
bido es qll~ los testigos de aquéllos han sido colombianos, que
nan perecido también en las garras de las fieras peruanas, y
es ante é,>tas linte quien~8 tenemos que llevar nosotros nues-
-tras probanzas.
Con motivo del tópico que nos ocupa referimos algunos
casos de crímenes I'n aquellas regiones: Navegaban en una
lancha del Perú varios peruanos con algunos colombianos.
En algún lugar de las riberas del Putumayo enr.ontraron iza.
da una bandera colombiana. Los pern¡¡nos mandaron inme-
diatamente que se arriara aquella bandera. Entre los colom-
bianos se encontraba el General Camilo Gutiérrez, quien se
opuso á la orden de aqllél\o~. Por tal acto de energía el Ge-
'neral Gutiérrez tuvo que sufrir la pena de quedarse abando-
nado en la playa.
El General Camilo Gllliérrez, miembro de una numerosa
)' distinguida familia del país, después de haberse portado
-con valor y de haberse cubierto de laureles, a{ln muy joven,
~n varIOs de los campos de batalla de la última guerra, ha-
· LAS CRUnDAtlE8

bla partido á n\testrlls selv8s am8'Zónic8S en busca de rortu-·


ria. El Gmerlll Gu'tiérrez llevaba en RU cartera ampli08pode-
res parn recta nar de la CA~a Arana, en {quitos, una fuerte
suma de dinero qUf:' dicha Casa se habla apropiado, suma que-
pertenecía á los herederos del Sr. Francisco G.lltiérrez, primo·
hermano de aquél. Dicha cantidad de dinero era bien resP'!-
tableo Ella sirvió para levantar en un principio la inmensa
fortuna de la Casa de Arana. Al comprender la fatldica Casa
que el General Gutiérrez podría estorbarlelj la marcha de de-
predaciones é ignominias, resolvieron hacerlo asesinar. El
plan lo organizaron tal como esos criminales lo acostumbraD
hacer. Se encontraba el General Camilo Gutiérrez en una lan-
cha peruana que surcaba las aguas del Putumayo. Allí fue
sorprendido, encadenado con pesados hierros y arrojado al
f(lndo del Tio. Los ppruanos hicieron un infame simulacro de
sumario para encubrir el horrible crimen que acababan de
consumar. Ahura preguntamos al Ministro Calderón: ¿ El ex-
pediente hecho ad-hoc por 109 bandidos del Perú será UD
modelo válido para recJ1!rnaciones ante J8 Comisión rle Río
~e .Ianeiro?
Muchos son los miembros "P. la familia Gutiérrez que han
habitado el Sur del Departarrlf'llll1 del Huila. Eslos hHn acos-
tumbrado trabajar en la explOltt(li6n del caucho eo las mencio-
nadas selvas. Mas ¡cuán caruha costado á los Gutiérrez el
hecho de internarse en tales regioot·s, ha"'a encontrar gente
del Perú I Pocos d/as antes del atoesinato del General Camilo
·Gutiérrez habían apresado á su PI in.o d Sr. Roberto Glltié-
rrez y á diet'iséis compañeros más. Eslos fueron amarrados
tí los árboles de una de las orillas del Putumayo, en donde se
les u1timó de una manera cruel y salvaje.
y viendo los anteriores horrores y los muchos otrOs eje-
eul.ados, ¿cómo es posible que los colombianos podamos per-
manecer neutrales, cuando nuestros hermanos del Sur van á
(:ombatir en defensa de sus hijos asesinados, como los de Co-
lomhia, y de su integridad nacional?
La familia Gutiérrez es extensa y conocedora de los aza-
res de la guerra. Sabemos que muchos de sus miembros esta-
rán entre los primeros para conlpartir las fatigas de la campa-
f'ia con la hermana que ha sahido da r pruebas de hidalguía y
adhesi6n á Colombia en sns horas fatídicl18.

hsús ANTONIO GUT/¡:;RREZ

--_.......
--
aN BL Pt1l'UlltA 1'0 yaN EL CAQUETÁ "31'

XX~II

Los horrorEs del Putumayo


CAMPAÑA HUMANITARIA

La Sociedad AntiescJavista.y Protectora de Abor'lgenes


de Londres ha abierto 'formidable campaña para oponerse'
que continúen los horrores del Plltur!layo, los cn"res ha ~e­
nunciado anle Europa desde las columnas del Trllth, penó..,
dico londinense, del cual reprodujimos ,Has pasados, bajo et
título Fieras humanas, las declaraciones 'lile han pUl.'stfl al
descubierlo los abominables crímenes qUI! comelen t'n aque-
]as regiones los emplearlos de la casa peruana que se conOce
en todo América con el siniestro nombre de Arana & C;a.
Sobre la hnmanitaria labor de la Soci .. dad Antiesclavista
dice lo sil,{uiente el distinguido publicista RamIro de ~lae~lll ~
" .•... Ahora se esta t'f~ctualldu en Inglaterra otra campana
análoga contra los malos tralos de qlle ~on objeto los indios.
que recogen II caucho en la rp¡¡ión dd do Putumayo, situadl)
en la parle norte é Interior del Paú, cerca de las fronteras de
Colombia)' Ecuador y no muy lejos dd Brasil. Y esta vez nI)
se dirá qUI' el humanitarismoLmlánico persigue fines comer-
ciales, porq1J~ la campaña se hace conlra una empresa ingle-.
sa, la Peruct'an Amazon Campan!!, cinco de cuyos directores
resirlen permanentemente en Ingl¡.¡lt·rra.
La t'1I1i,lad que hace la campaña, ya iniciada previamente
en artículos puLliclldos en TI'uth, ti ppriódico de Mr. Labou-
diere, es fa Suciedad Antitsclavista y Protectora de Abor/ge-
nes. Los datos en que s<! funda la r.ampaña infunden eSp'ant().
Se trala de inmensos Lusrlue. pohlados por una tribu de
indios llamados IllIilolos, en los que abunda el codiciado cau-
cho. La Compañia citada pos,>e una concesión del Gobierno
peruano, que le autoriza á extraer el caucho, y el procedimien-
to de extracción, análogo al seguido en el Congo, consiste' eD-
hacer que un ejército semi-bárbaro ohli~lIe á los indios Á en-
tregar determinadas cantidades de caucho, para lo cual se
paga una comisión á los capataces que manden ese f'jércit()_
Los capataces son cuarenta y cinco, jtfes de otras tantas
secciones, y cada uno posee una lista de los indios que viven
en ella. Se obliga á los indios á entregar cada diez dlas tan-
tos kilos de caucho. Cada capalazes ayudado por una paltu-
Ila de hombres armados. que en ¡>I~unas Sf'CClones no paSaD
de cinco y en otrlJs na bajan de ochenta. Y si los indios no·
entregan cada diez dlas lacantidÍld sefiaJaaa, son unas vece~
I.AS CRUELDADBS

'~Eotados, otras mutilados y fusilados. Adviértase que aque-


llos iodios huitotos son sencillos, hospitalarios, incapaceR de
--organizarse para ninguna clase de oposición y de protesta y,
-por añadidura, carrcen de armamento.
Entre los testimonios recogitios por la Sociedad Antiescla-
-vista, figura el de un brasilefio llamado Braga, que vio sa-
car del cepo á ocho indios y atarlos á otros tantos postes en
410 patio por uno de esoHapataces llamado Aguero y su ayu-
. dante Jiménez.
. Cuando los tuvieron atados, el capataz y su ayucJante se
bebieron una botella de cogi'iac y se pusieron á asesinar á los
ocho indios á machetazos. La operación duró cerca de una
..hora, t.anto como los gritos desgarradores de las víctimas. El
·delito cometido por Jos indios fne el de huir cuando Aguero
_y Jiménez quisieron detenerlos por la vez primera.
Ese mismo testimonio refiere que tres meses despu~s vio
.,fusilar á sangre fría otros treinta y cinco indios por ese mis-
.roo Jimér.ez, mientras Aguero bebía cogñac. Adviértese que
esta rleclaración fue hecha en el Perú y á presencia de un ofi-
'cial del Ejército peruano.
Otro testigo, Carlos Saplín, afirma que sólo el capataz Be-
]isario Suárez hizo azotar en unos dos meses á más de tres-
. cientos indios. El número de azotes oscilaba entre veinte y
.ciento cincuenta, cifras que allí se consideran suficIentes para
matar á un hombre en el acto.
Otro capataz, Antonio Muñoz, hizo azotar en tres meses
-á más de cuatrocientos i [l,Jios, entre ellos, muchas mujeres y
algunos niños. Por cierto que hubo un indio que resistió dos-
cientos azotes sin me rirse. Al día siguiente, lo mató un ila-
'liano de un culatazo en la cabpza.
Lo peor es que no se trata de atrocidades cometidas de
propio impulso por los capataces. La Sociedad Antiesclavista
:tIa recogido diversas declaraciones en las que consta que el
~istema de azotamiento obedece á instrucciones de los directo-
res rle la Compañia.
Hay más. La Sociedad Antiesclavisla ha tralado repeti-
damente de avistarse con los cillco directores de la Empresa,
. que residen en Inglalerra. No ha podido lograrlo. Los direc-
tores ¡;C han negado á conceder la enllevista diciendo que
nada úM p,día derivarse de ella.
Al fin la Sociedad Antiesclavista ha apelado al Gobierno
inglés, dispuesto á hacer justicia, ha comunicado el asunto al
de los Estados Unidos á fin de abrir entre ambos una infor-
·mación úficial. Y no cabe duda que si en ella se confirman los
<informes particulares de la SOCIedad AntieRclavista, los Go-
'..biernos de. Londres y de Vv áshioJton hallarán modo de
,~()er térmlOo á este escándalo ........
EN EJ. PUTUHA YO y EN EL CAQUBTÁ J 39

XXXIII

Los horrores de un paraíso


El Paraíso es el valle dp-l Putumayo. En lo más virgen
de J08 bo"ques de vegetación lujuriosa que esconden las fuen-
tes del Amazonas, en la vertiente oriental de los Andes del
Per\Í, una raza de hombres algo distintos de los que fueron
pasados á cuchillo por los presidiarios espafloles de Pizarro,
forma la población nativa de la mejor porción del territorio
comprendido entre laR montAflas y el mar.
En medio de aquella vegetación espléndida, siempre loza-
na por la pletórica fecundación tropical, rodeados de las
plantas frondosas y raras que producen la fiebre y matan
traidoramente á los hombres blancos, hace siglos vive quieta-
menle una existencia imperturbable é imperturbada una raza
de hombres momias, raza degenerada, cuyos aborígenes, in-
teligentes y bravos, destrozó la horda conquistadora de Pi-
zarro.
La obra de aquellos avenlureros de hace cuatro siglos,
aquella ignominIOsa página de historia hispana escrita por
los representantes de la más florida ci vilización de la tierra,
acaha de tener una segunda parte, escrita igualmente por los
representantes dt~ una civilización que se tiene como la glo-
ria más espléndida de nuestros días, civilización de pura
apariencia, bajo cuyas maravillas-que son esto que se llama
"progresos de la Humanidad"-se oculta con frecuencia la
bestia humana, el troglodita de las cavernas, más malo tal
vez, porque es más inteligente.
Por uno de esos "progresos de la Humanidad", precisa-
mente, ha sido perturhada la paz de aquellos hombres-mo-
mias de los inextrincables bosques andinos-y el quietismo fe-
liz en el que se deslizaba su existencia vegetativa. ¿ Quién
había de decir que el automovilismo debía acarrear una se-
rie de horrores en eS08 paraísos terrenales, donde bosques de
la célebr~ IJpuea BraszO¡ieflsls dan el caucho de los millones y
millones de llantas que han hecho la locomoción urbana más
silenciosa y cómoda '1 Como el carbón indispensable para la
"ida humana, qlle causa de año en año esas hecatombes ho-
rripilantell de Courriéres, de Westfalill, y hace sólo cuatro
días, de \Vhitehaven, el caucho, que por lanto enlra hoy en
el bienestar malerial de Jos humanos, ha \levado á aquellos
bosques vírgenes la desolación y la muerte.
LAS CRUELDADES

En vida del rey negociante por antonomasia, Leopoldo H,


la prensa de toda Europa. t~vQ que..,9cuparse con horror é in~
dignación de las brutalidilde8 que Jos agentes de la Compa_
ñia congolense, cuyo amo era el mismo rey, cometían en la
persona de los pobres, negro!'>, obligados. bajo pena de azotes
y de mutilación, á recolectar una determinada cantidad de
caucho. El ruido que metió la Prensa acabó con aquella ver.
güeQ2;a. Poco tiempo ha transcurrido desde entonces y nueva-
mente el caucho produce SU obra de exterminio, esta vez en
Jos bosques del P~tumayo y en condiciones q(]e parec~Q
ha~er palidecer los relatos de horror provocarlos por los crí.
menes del Congo belga.
. A la Prensa inglesa cabe también ahora el honor de ser
la primera en haber señalado esta nueva vergiienza de la ci-
vilización, y á la Socierlad A'ntiesclavista y Protectora de 108
Abodgenes, de Londres, el de haber recogido la Protesta. y
qrganizado la campaña cuya consecuencÍa inmediata ha sido
la intervención del Gobierno inglés cerca rlel peruano para
poner término á la!'> infamias que lleva cllmetidas la Compa~
i'Ha explotadora.
Mr. Bunton, secretario de la humanitariA Sociedad citad~.
ha facilitado las prueba., irrecusables de esos horrores. Lai
primeras nOLicias fueron dadas por un ingeniero civil norte;'
americano, Mr. Harsienbnrg, quien. en unión de su compañe-
ro Mr. Perkins, via.ió por dquel territorio con el objeto de es-
tudiar las posibilidarles de establecer en élllna explotación de
caucho. Según lo visto por los viajeros y confirmado en fuen-
tes oficiales, á la cabeza de todas las operaciones hay un
director local, instalado en Iquitos, un señor .J uli() C. Arana.
Bajo su dirección hay cuarenta y cinco estaciones ó seccionei
centrales, cada una de las cuales es mandada por un jefe.
Estos tienen en su poder una lista de los indios que viven en
su distrito y encargan á cada uno de ellos cierto número de
kilos de caucho, con obligación de entregarlos cada diez días.
St:cunJan al jefe de cinco á ocho emplearlos armados. Los na-
turales de aquellos disLritos son sencillos y hospitalarios.
incapaces de loda oposición organizada, no contand .. , como no
cuentaJl, con armas de ninguna clase. Si los obreros misera-
bles 110 consi~ut:ll entregar al cabo de los dirz días la faena
exigida, son flagelados bestialmente, frecuentemente mutila~
dos .Y muchas veces muertos tras horribles martirios.
Un empleado llamado José Bautista Braga firmó delante
del teniente José Rosa Brazil, Comandante del desta::amen-
lo dp. COlIstantinópolis, la siguiente declaración:
"Inmediatamente despué~ de ,ni, llegada, el Sr. Aguero
me l/amó para mostrarme elptoced¡m~entoque segula con
Jos obreros prisioneros; sacó á ocho indios del cepo, donde
EN FoL I'IITVM.\YO y BN ':1,. CAQUETÁ 141

acabllban de ller bárbarameQte martirizados. los ató á ocho


postes del palio, y después de haber' vaci~do una botella de
engnae con Sil adlátere Jlménez-nótese que todos los nombres
de eslos esbirros denuncian su origen español-comenzó á
d~r muerte á aquellos infelices indios indefensos, que sucum-
hlan sin fxhlllar una queja, como muere un perro fiel, vícti-
ma de las iras de Ull amo brutal. Unos tres meses después,
el Sr. AK"uern, jefe di. la sección, ordenóme que matara á ti-
ros á treinta y cinco indios que no hablan pOlhdo sucumbir
al martirio. Como rehusara el cometer semejante crimen, me
insultó y me amenazó con matarme. A pesar de todo me ne-
gué rotu,.darnente á cumplir la ordeD, diciendo que yo era
IIn ciuliadano brasill'iío, pero jamás UD asesino.
-Bien-lile cClntestó-·pues emplearé á otro. Y llamó á
~u ayudante Jiméncz para que malAfa á los treinta y cinco
infortunados, que cargados de cadenas, inexpresivos, pacien-
les, eran testi~os de la horrible ('seena. A lodos fue matando
el esbirro Jiménez á sangre fria. y desde aquel instante tanto
él como Aguero me hicieron blanco de loda clase de perseeu-
cione~, ne~ánciorne hasta el alimento y obligándome á co-
mer pirambo (una hoja parecida á la vinagrera), caguana,
palmito, elc."
Parece que esto es ya el colmo de la bestialidad huma-
na .... civilizada; pero hay más todavía: hay la siguiente de-
claración hecha aute el notario de fqllito~, Federico Pizarra,
por Gil rlos S .. [lit n :
" En El EnNlnio. sección de Macl'do, y en Monle Rico,
sección de A rtemio M uñoz, he visto flagelar á los indios de
'a manera más bárbara. ~eneralmente hasta dejarlo.s muertos.
El verdugo de Monte Rico ~ra Belisarío Snárez; en dos me-
lles que eslu ve de servicio he visto azolar más de trescientos
indios. Cada lino de ellos reciLfa de veinte á cien latigazos ó
tie cinCllenta Á d(\!"cif~ntos cuando haLla la rletprminacinn de
aCllhar CIIlI f·lIo!'. Otros inoi"s recihí¡1II cien azotes solamente
y eran ~Hr(1.iados al bosque, cargados de cadena's para que
acabarall Ile morirse lfntamente .Y llenaran ele terror á sus
cllmarllrillS. En t'Nta sección todos Ins empleados debYan azo-
lar. c',mo IIJS Ilam"rlos Andrés Guerra, González-siempre
apellirlos f'spaiioi!·,,-y otros que no rt:cuerdo. En la seCCJó"
Esmeril/da.<: se corndiifn Il's mismos crímenes. El jefe de esbI-
rros er¡¡ Antonio Muñoz, el cual flageló ó mandó flagelar,
en un espacio de clllltro meses J á más de: cuatroCientos indios
tlllre h~J~h,.f'~, I~ujt'res y niños de oc~o .a'ños, que mo~fan
con el ~Iltlllo latigazo ... Bahía allí un mdlO 9~e, liO qU~len­
tio monr (tí caho de dos dlas de haber recibido dOSCientos
azotes, rtl~ .·ntreglldo á .~~ ferocidad de Ernelit~ 'A¿pstá para
'fue acabara con él. ...... .
LAS CRUELDADIS

¿ A qué continuar? Los relatos reproducidos bastan para


poner de relieve con todo su horror ese nuevo caso de barbarie
que la civilización nos sirve. Porque hay que tener en cuen-
ta que detrás de aquellos esbirros asalariados hay la podero-
sa Compañía explotadora del caucho, los grandes accionis-
tas que están pendientes de la cotización de las acciones de
la goma, regulada por el número de azotes que los agentell
de la Compañía descargan contra los infelices indios reco-
leetadores.
Los directores de la Compañía son peces gordos de la
Banca y de la especulaci6n bursátil: el Bilrón de Souza Dei--
ro, los Sres. JulIO Arana y Abel Alarco, Msrs. Rpad, Lis-
ter y Russel, de Londres, y el banquero parisiense M. Henri
Bonduce. Todos ellos son Jos representantes de esa civiliza::ión
embustera é inmoral que lleva tras sí el espíritu de rapiña y
que un día expolia á los chinos en Pekín, otro á los boers en
el Transvaal, y otro diezma á los negros I'n el Cong-o, á los
hereros en Cameron y á los indios en ese Jardín de las Deli·
cias del Putumayo.
E. DíAZ RETG

XXXIV
Iquitos-" La Sanción" número 2, de 26 de Agosto de 1907
Soy poseedor de treinta y dos declaraciones auténticas.
en cada una de las cuales se hacen revelaciones pavorosas;
así como también conservo en mi poder cartas y clocumenlOS
comprometedores, de la casa comercial que dtfiende EIOrien-
le, con los que probaremos sucesivaml'nte que los jt-fes prin-
cipales de la referida casa son Isdn nes, encubridores de
asesinatos, torturas, incendios, estupros, ele., y que, además,
también son, si nó precisamente traidores á la Patria, por lo
menos anlipatriotas. Todos esos papeles son suscritos por
Arana, sus empleados y autoridades habil!os por aquellas
zonas.
Más aún, probaremos igualmente, y siempre con docu-
mentos suscritos por la misma casa, que los indios del Putu-
mayo son "tranquilos", de "buenas costumbres y sencillos".
así como también que no tan sólo se asesinan indios" bravos,"
sino que esos "jóvenes, zapadores infatigables de la selva,"
asesinan, por vía de ejerciCio, sin ducia, á gl nle civilizad ..
como J. Hernández, J. Crisóstorno, V. Coron¡¡d(l, Jll~rt'z y
otroll; así como también encadenan á personas indef~nsa"
como aquel Torres.
EN EL PUTUMAYO y BN EL CAQUETÁ J43"'

y ¿cuál es el pago que se les da á esos infelices indios.~


en cambio de la ingente fortuna que están obligados á buscar,
á cuatro desalmados? El látigo, el arrebato que se les hace
de sus mujeres é hijos, el asesinato, las torturas y la más.
completa desnudez, pues sus lraj~s son 108 que usaban Adán
y Eva •
........... ........ ....... ..................................................... _..................
~ ~

y ¿ sel á dable y honrado que haya personas sin escrú~


pulos y con tan poca verg üenza que se presten para la defen-
sa de esa nefanda causa?
Lo que me llama la atención es que el Ministerio fiscaL
no tome cartas en el asunto.
Nosotros, hombres nonrados, tenemos en nuestro poder
documentos y revelaciones importantes que hacerle.
llllertanto el tiempo pasa, varios testigos que teníamos.
han sido comprados por los agentes de la caSa criminal y han
abandonado la localidad, siendo vÍcLÍmas nosotros, los hon w

rados, del boycoleo más repugnante.


Señor Fiscal: dígnese lec!' nuestro primer número.
No somos más extensos en esta réplica por cuanto fa
ahundancia del malerial nos lo impide; pero bien pronto
verán nuestros lectores la gran diferencia moral que media-
entre nosutros y los señores redactores de El Oriente, cuando
les prohem()s que decimos la verdad en pro de aquellos miles
de indios infehccs y desvalidos.

xxxv
Neu traI
¡'luiIOS, 27 d,' Juni,) de 1r.P7..
SI". Benjamín Saldaiía I\occa

.Mi estimado amigo:


Al cabo de algunos años he tenido el placer de volverle
á ver.
Según lo que hablámos ayer, cumplo con hacer á usted la-
primera exposición de los muchos acontp.cimientos pavorosos
y espeluznantes de la crueld~d y barbarie más rdinada, allá,.
en las posfsiones que en el Putumayu tienen los Sres. J. c..
Arana Hermanos, que se llevan á cabo con mengua de la ci·
vilización, escarnio de nuestras leyes y en pro únicamente de-
ambiciones bastardas y criminales y de venganzas ruines.
LAS CRIIBJ.DM>B8

Hoy flor hoy, me ocuparé en primer término de algo que


me ha Iregad o muy cerca, puas !le trata nada menos que de re-
'~lam8r á '/a pobre compañera de trabajo!! y peORlidades all',
llor El Retiro, y de lo quP. Hún más 9ue todo vale para mi, d~
nuestro hijito, seres predilectos de mi alma, los que me fueron
cruelmente arrebatados por José 1. Fonseca, sin razón algu-
na que alegase para j nstificar tal procedimiento.
, El 24 de Diciembre de J 906 recibí una carta del Sr. José
l. Fon~eca para que me hiciera cargo de la sección " Porve-
nir" por ausencia del Sr. J"aquín Lameyros, quien abando-
nó el puesto por no ace(>tar la orden de asesinar á la india
Josefa. mujer de Carlos Lemus, con un hijo del mismo, y á la
india Victoria, á quienes él tenia de mujeres, pues huyeron de
Ellleliro porque laR hostilizaba su india Laura, quien les
manifestó en ausencia de Fonseca que se huyeran, que ya no
habia conservas y que él no podia mantener tántas mujeres.
Ellas co~ieroo sus hamacas y se marcharon á su gente. E,atan-
ces re<,iL,C una carla de Fonsec'i, en 111 que me decia que me
fuera á hacer cargo de El Porvenir por ausencia de Llmeyros,
con dos empleaños, uno llamado Ez~quiel Razón y otr(' Están
Lúis, inglés. 1nrnerliatamenle me trasladé al lugar de mi desli-
no; encontrando el puesto abandonado, sin indios, solamente
con uri emplea in llamado Pinedo, quien me manifl!sló que los
indios estaba .• huí los rOlr la separacióri de Lameyros con m()-
,tivo de que Fonseca S~ iba á lomar posesión del pueslo y que
tenian miedo, pues I.. s mataba sin manifestarles por qué; si
tralall caucho, los mataba; si no traian, lalllLién; así es que
llablan resuello no trabajar con él.
Inmerliatamenle m~ pu~e en movimiento en busca de los
indios, enconlrando algunos pocos, qui~ne8 me manifestaron
'que ellos no querían Irab'1jar con Fonseca, pues les quitaba
á sus mujeres y á sus hij'fS .y los ohligllha á trabajos forza ios,
y que reclamalJfllI al Sr, L~rneyros; enlonces le~ aseguré que
iba en lugar de Lameyro<;. que yo seria bueno, que no lt:s pe-
garla; ellos qllCrlii ron con leutos ofreciéndome lra bajar con mi-
~o y sacar el reslu de sus compañeros. En efecto, a." lo hicie-
Ton, I'stablt'cientlo el Irab:ljo; todos se entregaron á sus labo-
res, cuando de un momento á olro recibí una carta de Fonse-
ca rn la cual me dice: "Sé que tiene usted á la Josefa, india
de Callos LCIlI u -; á la Victoria, colombiana; mándemelas con
unos indios que tiene á su servicio llamados Jos boras, 'que
son indios contrarios á los bitotos y los traen con el olJjeto
de que cumplan las órdenes dt:ll jefe por ser antropófagos y
~nemigos dp. 108 bitotos."
Manifesté á la comisión de los boras que Jas indias no
habían llegado, que mis muchachos Jas estaban buscando;
oellos insistieron; enlonces IOSQbli~u~ á que regresa "ao, con",
EN EL PUTUMATO y BN EL CAQUBTÁ 145

'testando á Fonseca que no 1a8 tenia en mi poder. Recibí otra


i:arla en la que me decla que mandara á '>uen lugar al Ca-
pitán Rintequioy (a Pereza), pon I*bía se,:Jucido á dos indias
de 8U servicIO (mujeres del Capitán) que las tenía sustraídas
Ponscca; entonces mandé que buscaran á las indias y fueron
encontradas. Con testé que las lenia en mi poder; mandó em-
pleados en busca de ellas, porquf' éstos se ocupan en buscar in-
dias bonitas para los jefes. Llegaron las in,has á la CaS'" mo-
trJZ é inmediatamente fueron muertas, seglÍn fie dice.
Recibí otra carta en que me deda que tenia ya á la Jose-
fa ó á la Victorina y á la Marina. y que procrdiera confor-
me órdl'nes recibidas; contesté que yo no queda manrharme
con sangre inocente, y por conslguient~ yo la!' llevaría per-
sonHlmente y que no entrl'gaba las indias á "Uf; \'erougos;
impacientado por tal respuesta, manoó diez emp!eadoR, los
que rodearon la casa, me fallaron, amarraron las indias y
'hasta quisieron hacerlo con mi mujer; yo protesté y tomé
mi carabina é hice respetar á mi cholfl, que f'stah¡¡ en días
de dar á luz, y marché con tonos ellos h;;sta P;{ Iletiro.
Aquí principia mi calvario: un vi¡¡je de dif'z horas, mi
mujer en esl arlo inleres9nle, mi muchacho lleno fie piques;
las presas indias, ullas con sus hijilos, (ltras "nfamas, un
viaje fOlzado. evitando que los esbll'fos asesinasen á las in-
dias que él me ordenó matar.
Lll"gámos fiin comer y si] ¡¡Imorzar; el recibimiento que
él me hizo fue el siguiente: Usted no ha cumplido mis órde-
nes; uSled arlmite la conducla de Lameyros ; usted se rebe-
la; dt'sde Juégo, vea cómo se r.if'rutan las órdenes. Susana r
Qué quieres! contestó la india. Vén, hacha, máta á esta iodia.
Sr. Fonseca: t'n sus manos est:in, yo no soy responsable; us-
ted proceda como quiera, Ahl e!;t~ n todas las innias; me voy
á La Chorrera, Usted no se va, quiero q\le vea usted el fin
(le sus prott'gidos. Conteslé: hllga lo qt:<l guste; yo estoy eXt'O-
to de toda responsabilidad.
Pinedo: ~aque á la india, pégueJe un bolazo. La india
rogó, 1I0r.), se cogió de un pa lo que estaba cl:! vado; para
soltarla, le cortaron 108 brazos; cI'gi ó un palo Fonseca, y la
desmayó: en seguida la mataron; torio concluyó pacienre-
,mente. Me retiré porque no podía soportar tántas crueldades•

•••

10
LAS CRUBLDADES

XX~VI

La ola de sangre
Iquitos, ;, de Agosto de 19'17
Sr. Benjamín Saldaiía Iloccn-Ciud8,d

Seilor mio:
...............................................................................................
Episodios sangrient. 'S que se han llevado á cabo ~n el Putuma-
yo, en el sitio denominado El Encanto, hechos qlJe presencié
cuando por aquella ~poca llegó á esas zonas el vapor Lióeral,
del que era yo.... cocmero:
Es el caso que un día, estando anclado El Liberal, senU
un ruido inusitado en la cubierta superior, y al acercarme
para ver lo que pasaba pude enterarwe que el Comandante
Carlos Zubiaur le daba una feroz paJiza, con una enorme raja
de leña, al joven Juan J uárez, el que no podía defenderse de
su agresor. Cuando Juárez cayo al suelo, sin sentido, Zu-
bianr le dio de patadas, y una de ellas le cayó en la testa al
infeliz Joven, d~jándoJe casi muerto. Cuando el Comandante
lo hizo bajar arrastrado, una vez en la segunda cubierta t
seis marinerGs, por orden del Comandante Zubiaur, le dieron
más palos y de&lrOzaron el cuerpo, y en seguida, después de
esta segunda paliza, loarrojaroA del buque á tierra, dejándo-
lo tendido en la orilla del río.
Al segundo día de esta paliza, desespllra® de verse en un
estado tan lamt'nt~ble, s~ pegó un balazo el joven Juárez,
porque sufría muchos dolort:s y no podía sanar....... .
··.. .. ..
·D~~p·~·é~:·~;~:·s·~i·d:r.·~·: ~:;;;l;ié~ ~·i···~·uand~.. i~ ·¡;~g·~;~~·~ ..
balazos á Justino HernÁndez. Es el caso que el Sr_ Luis AI-
corta luvo un cambio de palabras COD Hernández, y no acep-
tando la invitación que éste le hjzo para trompearse, se fue
Aleorla á los altus y bajó con Suárez, ambos arn;Jados, y le
dieron de balazos al pobre HernáDd~. al que habían ence-
rrado sus amigos en un cuarto. Le hicieron como treinta ó
cuarenta disparos de rine y revólver, y al fin lo hirieron con
muchas balas. Cuando ya estaba para morir, se fue sobre AI-
corla, ya sin balas en el revólver, y le dio eGn una carabina,
sin bala )'a, un cai'lohazo en la cabt'za, y se la rompió; en
seguida cllyo al 8uelo 8~onizando y Suért z y el negro Agui-
I¡¡r le dieron de balazos en la caOtza.
Así fue ('(IUlO lt'rminó esle drama "an~, ¡enlo.
E'I Gertnle SI'. Loaiza no ca~tigó á na-die.
Después han qQu-ido ~Cif qu!, unos j,odividuO,B .pr.eten-
()iUotl ~uMevar~. ltW1tí,l;"/J Sr. Sa,1ru.1ia: los diez ó~oce e~­
tranjeros que tlllb/a Af.ijl. 4ts"bau sin armlls; Jos mismos q~e
ta«yemn á la moalaña c.uando vieron abalear á su paisano.
Estos hechos los he preseociado yo, y como tal me constaR.
Sin más, ésta •

.. La Sa.nción" de Iquitos (Perú) número 10. del 28 de


Septiembre de 1907
El L¡¡'pral, vaporcito de la Casa Arana, ha traldo del
P utumayo 93,000 kilos de goma elástica.
I i I Cuánlos laligazos, mutilllciones, torturas, lá~rimas, san-
gre, asesinatos y desolaciones representará la tal goma II!
I i Y los miserables que disfrutan de ese dinero maldito,
así como sus asquerosos defensores, aquellos que roen el
hueso d,'scarnado que les arroja la Casa criminal, cu4n tran-
quilos están y de cuánta impunidad gozan .... 11

.. La Sanción" de Iquitos (Perú) número 12 de 3 de


Septiembre de 1907
I\EMINISCENCJAS

.................................................................................................-

Ahora, calmados los áni,nos, recuerrlo los crímenes ho-


rrendos, sin precedentes, de la Casa malvada de Arana, '1
no puerlo menos qlle exclamar: .
I Pobre Iquitos !....
I Cuántos hombres iocowpetentes tienes de autoridad 1.._

-
..................................................................................................
la conducta de un jurz que, en vista de la denuncia fiscal, ea
todo el lapso de un mes no ha hp.cho nada Ó casi nada al res-
pecto, pues únicamente ha iniciado el autocabeza de proceso,
siendo a!lÍ que uno eJe lo!! cientos de aquellos criminales es-
tán en IqlJltos (Carlos Znbian). ¿Por qué no sale, le echA
mano y lo pone en la cárcel?
y la Ilustrísima Corte, ¿qué dice de ('sI o?
J~8 LAS CRUELDADES

¡,No seria oportuno, en vista de la intensiriad de 108 crí-


menes que se denuncian, amonestar en estll ocasión, como en
muchas otras lo ha hecho, al subaltt'rno?
Si éste hoy ignora su neber, ¿por qué no líe lo traza la
Ilustr{!'ima Corte cual JO lo he verificado antes?
¡, Por qué /lO se traen presos á Mac~du, Fonseca, Velarde,
Rodríguez, A Icorta, Loaiza, O'Dinel, Noman, en una pOlla-
bra, á tedns los jPfes de srcción '! ¿ O es que se requiere que
el pueblo, por si, se haga justicia? ...

Hemos rBcrito ya á Lima y remitido periódicos á los Pre-


sidentes de las Cortes, Fis/'all's, ~tc., y esperamos que aque-
llos Tltf1.qislrados l'nmnculados, que aquellos diqnos ejecuto-
les de la justicia, amonestarán á los subalternos dlslraidos é
ú,dljeranles de por acá, que nada hacen, para que no siga n
asesinando, t'stuprando, incendiandu, robanrio, torturando,
lIlutilando y t'i'candalizando al mundo con tánto horror, úni-
ca y rxcltJslvameote por t'xplolar al indio y acaparar dinr.ro
contra toda ley divllla -" humana.
Sólo f¡¡lla que el seiilJr Juez de la caUSIl, con aquella ener-
gía y suficienCia que ya le vamos notando, ordene que no
traigan á los crimillale~, t>ino que el juez de allá leS lome la
iflstructi va.
-t. y sabe el público quién es el juez de allá '!
- P U f S llaJa menos qu~ el autor prinCIpal de tOllos e~os
horrores; el juez de allá es Macedo; el Gerente de la casa
crimillal Arana Hermanos.
El inmediato, Loaiza; esto es, su segundo, otro cri-
minal.
¿, y será dable que uno de los criminales sea juez de sus
coparticipes y de sí mismo?
¿ S,orá fslo honrado, moral, digno, decente; siquiera I'a-
ciollill 'L ..
En fin, no creernos tal cosa; es una mera liuposiciólI la
que hacemos. pero tal procedilOit'nlo constituirá el es- ........... .
pues el señor juez de la causa sabe que Macedo.y Loaiza SOIl
Jueces en el PUlumayo, por cuanto en el juicio tI (le sigue 1'0-
I'res-una de las il. numerables víctimas de aquella casa crí-
lilíual--se lo ha dicho Ja en lodos los tonos al señor juez en
vlHios de sus escrito" ....
EN EL PUTU.,A YO y F:N El. CA QUItT Á J 4.9

La Sanción" de Iquitos (Perú) número 15, de 10 de


Octubre de 1907
LOS ASESINATOS DE ARANA

Siguen Jos repugnantes ast'sinatos de la Casa AraDa-


Herluanos, en su nefand¡¡ y criminal labor; nada aún se lo.
gra con las declaraciones que venimos hal'Íf'ndo de les in-
mímeros crínelll's que diariamenle se lIev!!n á caho con men-
gua de lodo derecho y escándalo del mundo enlero. Si:.!uen
matando, roband,), qutmando, elc., y nueslras auloridades ju-
diciales, fn m<\s de un mes y medio que venimos hablando de
aquéllo, casi nada hacen, pues el Sr. Jut'z,anle el cual se ve l.
denuncia fiscal, no se afana por que caiga sobre Jos crIminalM
la sanción pt'nal que ellos se mert'Cl'n. y antes bien, con e¡;crtÍ-
pulos de...... doncdla é inspirado sabe Dios en qué, eleva el
88unlo á la Iluslrfsima Cortf', pora que ésla le sllque de dudll
y diga si teniendo en cuellta el aclual modus vi/lpndi cel~
brado enlre el Perú y Colombia, aquella zOfla-el Puluma-
yo-es neutral, y si él puede ó nó ejercer jurisdicción.
V !!Iit'n le consulla !
¿ Tan pronto olvidó el Sr. J Uf' 1; que a penas la Corle di&
principio á sus al'gllstas labores, eElo f'S, mucho dl'~pllés efe
celebrado ti tan cacareaJo caballito de batalla titulado mod",
vivendi; tan pronto olvidó, repito, que lo primero que hizo
aquel Trihunal fue nombrar todos los j uece!! de paz que de-
herían funl'iunar en ~u juri!ldicción, comprendiendo á Ins del
Puluma.vo, nombramiento recaMo en los asesinos y socios de
Arana Hermanos. ó sea en Macedo, Loaiza, etc.? LIl!'go
¿ hay juriseficclón ?
Si lo olvidó, deploramos tAnta falta de .... memoria, y si
no fue as!, ¡, para qué la consulta? (: Para ganar tiempo, hasta
qUI~ lIegut! Arana '? ¿ Y qué se lognrá con que por el próximo
vapor inglés eslo suceda 'i
j Misterios I ...... .
La I1uslrísima Corte, para ser por lo menos consecuente,
no puede por ningún IIlolivo c()ntradt:cir~e, ni J'!r una laa
p,¡Jpable pr ueba de incompetencia, nó; lal cosa no la espera-
mos de magistrados que, como ellos, no deben errar jamás,
y menos en asuntos internacioTlales de lan poca monla para
ser solucionados.
Si al presente la Corte dijera que aquella zona es neutral,
tal fallo ne, significaría sino una lit! estas dos cosas: parciali-
dad, ó error al haber nombrado los jueces de paz para UD
lugar en el que el Perú había perdido todo derecho de sobe-
rania; pero, repelimos, lal lallo no lo podemos esperar del
Tribunal Superior, y sí el que declara la jurisdicción judicial
_pedi~ para el júez 1imorato.
Mucho se habla del grlln puder de· la Casa criminal; de
au mucha influencia; de su abundante oro, y, en fin, de mu-
ehas Jindt'zas de la la,a; p6fe-' pesar file 'odo, nosotros abrí-
.mos la firme convIcción de que el corruptor cáncer del
JrevM'icato no negará ni 8Uft ái las puer'- del recinto de tao
_gosto Tribunal .. _

Iquitos - "La Felpa" número 3, de Diciembre de 1907


Los asesinos de la Cafla A faDa sigMa en su devastado-
.. y sa,,~rienta labor. Y di~o aRe8i~8 de la Casa Ar8R8",
porque por más que su jefe principal hay. vendido aquellas
pesesioDl's á un "indicato in~lés, el Juko C. Arana, sus her-
Manos, cuf'íado y demás funesta parentela; si@Juea siendo Jos
primeros accionistas de tal sindicato, y tienen IiÚfl de jef~s y
Jltrentes por el Putumayo, á esa lurba de desalmados que ya
toI ptíbhco conoce.
No contentos estos miserahles con txpundir sus instintos
«iminales ónicamente por aquel pávorOt!o escenario, se apar-
(IIJI leguas tle leguas de los alrededores de tan tétricas poSi-
f'Íones, en persecución de las infelices víctimas que despavo-
ridas y torturadas, huy"n delltlcance de su ferocidad, cuando
Yen á malvados empedernidosfdel jatz de Bartolomé Zumae-
té, excursionar hasta el río Napo, para en aquellas zonas segui.r
"cueslrando, flaM'dando y asesinando gente, sin que se im-
pidan tales atentados.
Los crímenes últimamente realizados por Zumap.ta tuvie-
ron lugar en Septi~mbre último.
Hé aquí ciertos párrafos de la8 cartas que nos han remi-
tido denunciándonos los hechos ddicluosos, á los que veni-
mos haciendo referencia al principio de este 8Ft/ruto:

" Río Tambt>riaeo, Ü<'tnbre 2\) eJe '9°7


Sr., Benjamín SalJaña Ro:ca-Illuitos

Muy sel'ior mio:


Por la presente me permito pr¿sp,nlarle y recomf'BtJa"le 11
)M Srt's R. L. Y F. A. A., qtJiené!t tDW' ésa' por asunt~ co-
*,~rciáll's,
Como tle"eh ~con6cr,io pór sü' iltill'lTltdd periódico ser
M1ed tinó dé ros priJ1rerti!i prot~I'~' de~ '" hmuanidlut: do~
.nt~, dellelfn darle noeV08 dát~s de los ól'{tWeries q~ sí~ti
BN In. PUTU.A~O Y, UI ~L CAQUSTÁ 15 r
-eoosumaodo por estas regiones 101 Qsesinos de la Casa Ara-
Da. Deseándole felicidadell se repite de usted atento, seguro
iier vidtjj',
M.J.
, ..........,..,....._..........-.. .....,.....-, .. .,.................._...............................
:
Creo que pronto deba pasRr á Iquitos UD tal L ..... quien
<~oce. mucbGS crímenes rristeri0808 conslJmadoB por estu
.avasj. procure verle con él.
M. "
....................................................................................................
..... Datos que es\'ós eei\ores ........ le darán mióuerosa-
~eqí.e :
Mu~rle ~ incimilio qué cometió Bartolomé Zamlleta en El
Pe;,scúni6nloéh ti mes PiSádo. Secuestro de la muler 6 hijl)
d¡;..Aníb'1l1eíii~ y oftlen qu~ dio éb c'oHtra de éste el tal Zumaeta;
'!6irlos n'o'nlll qué Htrie ptontól Loaiza pura hacer 8se8inar
~n la jurisdicción de Et Plmsáinie'nto. Dillos que tomó el Comi-
·Ihrtit> Sr. Ricardo Palis Conroy , bordo de la l1l1tCha Elis(J;
r~onloCiel1do á los ftagelados C-apitán N..... y al iodio E..... y
por último muchos otroll que el Sr. A..... no tuvo tiempo de
Hplicarrne.
T .... "
" El Sr. Comisario me manifestó á última hora de despe-
dida que pndia com unicllr á esa imprenta que él lleva datos
wrldic08 de 108 detitos CQ(DetirloSl por BarLolomé Zumaeta y
fa comisión de su mando en el mes pasafto ~n juris.diccjón del
rfo Napo. siendo este indiViduo. reincidfm.te, en delitqs ('o la
misma jurisdicción. pues el Comisario ya lo lomó preso en
cierta ocasión, segtin dicho señor me comunicó.
T,"
No puhlico los nombres de las personas que figuran en la
anterior carta, porque ~omo constan temen le viajao por aque-
llas zonas, podrían ser víctimas de al~ún alentado criminal
G8 parte de aquellos malvadus; pero lo hacemos ante la auto-
ridad respectiva, si 81d tu exige de nosotros.
La lenidad é iodifneucla COIl la cual S8 trata e.te asunto
por los lIatnados á atllicaf la ley y por en. le lit 8aIlcióIl plmal
~tle demandan los fuer08 de una sociedad escarneclda lan vil-
Uieftte por unos cmmlos IOlsentbles, dI! lugar á que ésto,.
D'JOfánd08e de nuestra Justicia (/ ! I / ), SIgan impáVidos en la
p~ueión de 8U8 f!dmenes sin p reeedt! 11 te.
En fin; h08tl\~ bentOS cum,lido y seguirelllQscumplie.a-
do con el deber de cimladaoOá y periodistas hool'adOtJ;
otros 108 que respondaD más torde ante Dios y lá sociedad por
,ea..
~U8 procede",s.
BANCO ¡X L.', <__ -Li t.L1CA
JlIUOTECA LUIS·ÁNGE.L AIi"NGC
CAT Al:.OGACION
LAS ca UELDA DES

"La Felpa" de Iquito3 (Perú) número 9, de 22 de


Diciembre de 1907
Como nijimos en nuestro número anterior, los asesinos de
la Cllsa J. C. A rana y hermanos, que existf'n en las posesio-
ne!l gomp-r3s del Putuma)'o, siguen en su nefanda y dt'solado-
ra labor de slIngN', fuego, torturas, y lo que aún es peor~
emigran á olros dos en pos de nuevos escenarios donde ex-
panrlir SIIS inslin/os feroc~s. .
Hemo!l dacio una tn'gua de cerca de dos meses á 'esos mi-
serAbles, pues creímos que, sabedores de qlle sus cdmenes son
del dOlIlIni •. \ ptj hlíco, se hubieran de CQntener en la fl'aliza-
ción de olros nuevos y bárparos actos, pero vemos que aque.,
l/o no ha sucedido asl, pues creyendo, sin duda los tales con-
lar ron su implInidarl, sIguen en su antigua y Lárbara Jabor
con más t~ncarnízamiento aún, si cabe....
......... ......... ............. _............,.........,................................................
•••••••••••••••••••, ••• , .......... •••• t ......................... , ................................... , ••••.

De hoy en adelanle rlar.emos á la publicida j en cada mÍ-


mero de La Felpa. una nueva carta, de I<lS num,'r'Jsas que
lIón tenemos inédit;:¡s.
Vaya l\;:¡ra murslra la primera de l<ls muchas que nos ha
dirigido Tllrres, una dp. la~ víclimas rie esos miserables,
pUt's estando dormido en La Chorrera, Miranda le asesl ~ va·
rios culatazos, rompiéndole un brazo y escapando milagro-
samente de ser asesinado.
El inte4rérrimo Macedo, Jefe de esa Zona, aprobó la con-
ducla ele Miranda .......... ..
lié aqu{ la carta á que hacemos referencia:
Sr. Benjamín S;,ldaña Rocea.

Estimado señor:
......................................................................................................
No puedu mrnos, selior, que comur.icllrle mis malos ratos.
viendo las in famias que se cnmden en k>8 illleriort's de la casa
de La Chorrera: lenil'ndo que ver indios degullados, otros
con cadena al pescuezo, á c"04lro metros de altura, en hor-
quetas de palo; y no contenloS !lún de verlos así, tienen la
conciencia de tirarles en tierra; R otros matarles con ma-
chetes, cortándoles el pescuezo; á {JtrOfol, mall:lrlos COn bala y
aun con vl'neno, que " s dal\l en agua,· y también matan con
ronzales, para lo cual I(¡I! crucifican en cuatro eslaC88 ; pero
todo esto no lo hacen por motivos ~t'8'Vé8 sipo porque los io-
dios no lrabajan á gusto del Jefe. Pero qué les va á agrada~
EN EL PUTt1JlA'1'O y IN EL CAQVETÁ ¡53
al ellos, cuando por un roudin exigen dos arrohas de caucho;-:
lo mIsmo por un espejito de esos que menos precio lient!fJ ;
por un cuchillo de cinco pu(qadas, .dos arrobas; por un ma-
c~ele de número 12,$. tres arrohas,!I después de torio esto lO&.
henen muertos de hamhre.
Tienen otra huena costumbre: la de castrar indios, y al;
empleado que no cu mple con eSA orllen que dan los Jefes de-
sección, le consideréln mal emplelldo y cian de él malos in-
formes, diciendo que es ........ perezoso, dormilón, sin vergüen-
za, qu~ no vale para n¡¡da.
Estas novedades son de cinco años, todas iguales á las que
digo en este papel. '
Para comprohar se servirán firm¡¡r ....

para que qllede comprobado todu esto en cualquiera casa de-


juzgado.
Firmo á la cabeza.
HEDIAlDO TORRES ...

E'Ita carla f'stÁ If'glllizlloa linte el Notario púbhco •

.. La Felpa" número 10, de Diciembre 29 de 1907


SEGU;\OA CARTA m: R, TURRES

................................................................................................_.-..
Crímenes enfile' idns en ,,1 PulUITw\'n-Lista dI' los indios muertos en la
!!f'C!.'ióu Alf'lIas, mandados mal"l' p'lr EIi,s Martinengui, el mes de
M~ rzo de 1 ()J3

Los que 108 malaron fueron los si~uientes muchachos de


la casa, lIamadus Pirnienllt, Pedro Cutlludo, Felipe Santia-
go Satanó.
El que no obedece la orden del jefe tiene que morir ato
momento.
(Siguen los nomhres de siete indios, los que no juzga ...
mos prudente publicar). Después, los de dos mujeres.
De la nación Guiloma, dos indios; de la nación Hucha-
lia, siete indios y una india: Maria, mujer que fue de 8. __
á. la cual, no contento el jef~ con flagelarla, le introdujo ua
tizón .....•..
Nación Nayuenes, Entre Ríos: gente de Odonue', cualro
indios.
E"! Abisinia, el mismo Aguero sacó uno del cepo y le dio
dos balazos; éste fue el Capitán P., ..
EH Cahuioad, J. M., ~llerto .por Carlos Milll~d~ ; 1, cptrQS
-.que después le diré, presenciaron esl~ cdmenesl\. T., F.
P., J. G, J. M. A., P. B.. . " . 1

Estos pueden comprobar eó . dondequie~a,q,u.e; e(Jtoá cH-


'menes se cometieron sólo por lIena'l'se J08 bolsillos, no por
l.iD~ÚD pecado.
Total, veinticinco a~siDatos.
Después le diré los otros.
Rtll'CUDO TOfta&'S

"La. Felpa" número 13, de Enero 11 de 1908


CRUELDADES CON LOS INDIOS

Jamás les dan comida; ellos se la buscan. Al que ne en-


trega los sesenta kilos de un fabuco cada tres meses, entrega
total que hacen de diez en diez días; al que le falta siquiera
·medio kilo, le aplican cincó ó diez latigazos.
El indio es tan humllae. que apenas ve que la aguja de
la balanza de resorte no marca diez kilos exactos, él mismo
pone las mAnos hacia adelante y se echa en tierra para reci-
bir el castigo. Entonces el jere Ó uno de sus subalternos
avanza, se agacha, toma al indio por 108 cabellos, le da de
, ~Ipes, levantándole la cabeza y dejándola caer del lado de
la cara contra el suelo, y después de bañarle en san~re y de
aplicarle linos cuantos lapos, puftetes y puntapiés, le fla~eJan;
flato es cuando mejor le tratan, que otras veces les degüellan
á machetazos.
En Matanzas he visto amarrar indios á un palo, levan·
tándoles los pies sobre el suelo una media vara y después
echar leña abajo y qaemarlos viyos.
E1!to lo hacen con gusto. Cuaodo el Sr. c..._. est.aba en
El Porvenir, Fonseca le mandó malar á C........ dos intliOlll
. oon los Bot'as Remigio y Buchico, y traer tres indittsama-
nadas, que Fonseca queda para 8US mujerl's; eran la ¡.~ .....
edil 8U hijita, de C. L. A. Y Z. ComaC ........ no quiso cnmplir
la orden, lo l1evaron amarrado al Ultimo Retiro y 81H lo qui-
so tnlltar, pero e ....... se defendió coo su carabina en actitud
. enérgica cuando FonsecB le sacó el revólver. A las iodias,
'C ........ IHS llevó á La Chorrera; y á 108 iodios 10M hiza matar
en el monte, Fonseca, el que para vengarse de C........ le qoM6
de ..edio camino, con los ¡nOn.., á su mujer enfe'i'ma. en dias
de dar á luz, que se llamaba I!mbel, y á un muchacho Adol-
fé; después he oído decir que Foo8eca mandó matai' á ia Isa-
~I, cuando ya estaba en su tribu de 108 ooruCJ08.
EN EL PUY8• •TO T EN -aL CAQUBTÁ '55
LOft iodio8 son mBR8911, humildes, y DOS traen comida;
moeh~ veces, después que estos infelices traen comida al jefe
¡daMio, éste les hace matar.
. Le dó,. á ustM ~t08 datos para que haga lo que crea con-
teaien1e en pro de esos infélices; siga la acción judicial que
crea necesaria para el cast~o de los culpables y haga las pu-
blicaciones que crea convenientes.
M. O.

Doy fe que el Sr. M. G. ha comparecido á mi oficina y


ha manifestado que la firma que aparece al pie del do·
'fIJe
éftmento que antecede y que dice: "M. G.", es suya, en cuya
setial firma conmigo la presente, que la siento á pef¡ción dé
parte interesada.
M. G.

XXXVII

Los indios del Putumayo


Todos los moradores, oriundos de aquellas selvas, son tle
carácter pacifico, amantes del trabajo, parcos, hospitalari08,
humildes y obedientes. Talv~z este aserto parez.:a falso"
má8 de una persona, pues siempre habrán oído decir que por
Rllá II/s naturales son feroces, indómitos y aun antropófagos.
Nó, p.llo es inexacto J exagerado, y si no, escuchp.mos la pala-
ÍJtlt autorizada de D. Julio C. Arana, el cual, al dirl~irse á
tinO de 8US amigos reflidentes en Argelia-Putumayo-Ie dice
lo sigllíen te:
" Mucho me all'gra saber que ya se encuentra en ésa nues·
tro amigo D. Hipólito, J mayor será mi contento cuando
8epa, df'spués de algún tiempo. que ustedes han simpatizado,
y q~ alegres y content()8 sobrellevan las soledades de esos
Jugares. alt'itrlHlns únicamente por los encantos de la naturale-
za, la senCillez de los indio8 en sus usos .11 costumhres, y sobre
todo, con la satisfacción del deber r-umplido ......... "
CottJlJ 8e ve, por el párrafo que precede, los indios son de
estActet y costumbr~s dóciles y buenas. De otro lado ¿ cómo
tie éoticibe indios indómitos y feroces, siendo así que ell08
8ó~ 108 que han formado la fortuna de los Arana y C!' desde
h~ tlrit08 atlos?
Lo que plisa I'S lo siguiente: aquellos indios vieDen civili-
2dodosé desde que los Calderón, Laf"l'lIftaga y otros in vadie-
ton aquellas zonas y fueron ¡nt~rn'nd08e en ellas, comprán-
LAS CRUBLD4DBS

doles á sus moradores el caucho á trueque de artículos euro-


peos, talescomo machetf>S; tocuyo, escopetas y algo más; des-
pués vinieron los tales Aranas, y, cual el jesuÍl9 de la antigua
mquisición, pusieron el tradicional primer clavo, celebrando
Sociedad con uno de 108 principales invasores de esas zonas;
después con otro; en seguida, les compraron al uno y al otro y
al de más allá sus derechos, y así, poco á poco, fueron exten-
dienfio la esfera de sus dominios por esas hoy tan luctuosas
selvas.
No cabe rluda que I'!110s. con un tino que revela talento
comercial, dividieron acertadamente sus posesiones en geren-
cias, y éstas en agencias, de una manera feliz y acertada;
pero lo malo estribó pn la elección del personal que para el
comando y rlirerción de ellos huscaron. Este fue de lo l'eor
qul'! puede ima~inar!'.e, por cuanto en el mismo Averno será
imposihle hallar otro anál()~().
Volviendo al indio dd Pnlumayo, aquellas gentes se lIe-
vahan mlly bien con sus primer()s conqni. tadores; les que-
rían y tpni>!n intercambios ó trueques de artículos por Ilrlfcu·
los; tanto es ast, que Benjamín Larrañaga hasta familia formó,
crUZitnrlose con ulla india natural del lugar, en la cual tuvo
hijos reconocidos por él.
Los imlios est¡\n divididos en naciones, v carla "na de és-
tas recolloce IIn jefe, al que denominan Cap'ilán; son enemi-
gos de la poligamia v por demás celosos, tanto los hombres
como las lOujt'res. Ti,>nen chácaras que cultivan éstas y ellos;
108 hombres se dedIcan á la pesca, caza y extracción de
goma. -
Felices vivian ésto~, pohres y sencillns, no antropófaga
gentl" hastll que AnIDa y los suyos invadieron llquello. AlU
pri~cipi() el Tántalo para todos: hombres, mujeres, niños y
ancIanos.
Los jefes de spcción, tales como I( s famosos bandidos
Normal;, Aguero, Rodríguez (los dos hermanos). Fonseca V
otros m~s ya conocirlos y enumerados, todos ellos imponen
á los imljos la canlid¡ui de caucho que en carla jábaco (un
espacio de tiempo) dehen pnlJl'gar en la casa cada uno de
ellos, CAntidad que e!'.tá estipulada en cinc.o arrohas por per-
sona. Cuando llega la época de la entrl'ga, acuden aquellos
infelices con su carga á la espalda, llevando á sus mujeres é
hijos, los que también les ayudan á cargar el ("aucho; una
vez en la sección, es pesado el producto, y ya ellos conocen
hasta dónde lipne que ir la aguja de la balanza: cuando ésta
marca el peso justo, brincan y se sonríen de placer, y en caso
contrario, ellos mismos se echan boca abajo, y así esperan el
látigo, el plomo ó el machete. Eso es á elec~ión del jefe; pero
por lo general les dan cincuenta azoles COIl ronzales, hasta
t:N EL PUTUMAYO y BN EL l:AQLErÁ 157

hacerll's brincar la carne en lonjas, ó á machetazos les degüe-


llan. Tan bárbaro espectáculo tiene lu;ar delante <le todos
108 demás. entre los que están 8US mujeres é hijos! l !... .....
E!! de IIdvertir que al que entregll el peso que ellos impo-
nen, por tilda remuneración le dan un l'oudm (de á IrelOta
centavos). ó un pañuelo de color, de algodóll (cincuenta cen-
tavos), IIn poquito lit chaquira ó cualquit'ra otra mara tila, lo
cual ellos rl'ciben rnalllft'blando sumo placer, pues de lo con-
trario ~on fla~plados ó muertos á halazoso
No se preocupan ,te lo que comen, y 1'11 cuanto al v.~stido,
no lo tienen, por cuanto homi>res y mujeres viven en la más
completa de~nudez
Todas aquellas tribus ahora quince años ascendían á más
rle 20,000 pel sonas, y I'n la aclualidad no 11t'g-all iÍ 10,000. La
desolación ha invildido aquellas selvas. juoto cun los Arana,
peor aún que el cóler'a rnorblls Ó 1.1 bubónica, plagas aterra·
Joras'y pavorosas que de cII¡\ndo en cuándo parlen del Asia
para f'xlenders~ pillO el resto dtl globo, semhrando el pánico,
el lUlO, el dolor y la muerte.
Ahora, corno relativamente hay pocos indios, cometen la
crlJeldad de lIblil;\"ar á las mujeres á trabajar, extrayendo
goma, J ni por Sil S(~x() se libran las infdices de los casti(l;os
que eSlls hfÍrbaros sayones ¡jt~ Arana It's aplican, pues las fla-
~dan. torluran J de/;\iidlan con la mayor IIItlexibilidad.
Cierta ho.J<l asal.lriadrl por la Casa aiminal, al dar cuenta
de IJ\I~S Memorias del explorador Hobuchon, dice que éste
asegura ljl1e soH hospitalarios los in,¡ius; como se ve, pues,
"O slIy yo el primero que di(;l~, y las ptOrsonas que hayan Ile-
gadu á Pu~r to Berlllúdez pueden cole/,l;ir lo que serán af/ué-
lIos por los CarJJpll~. que es la t,ibll IIHis altiva, y sin (~lTIhar.
~o, en Punto BerllltÍd~z están en íntimo contacto con todos
los que por allá p,~samus y nos propurcionan lo que les pe-
flirnlls.
El a"l'crtn de los infelices moradores del Pulllma) o es
alerrador .Y t~t ri(;(): hunHldos, flilCOS, ('xtcnllados, más pare-
t:en espcctrol"i t"sc<lpados de las hUl'sas que seres humanos. Y
looill etllbarl;!"o • .í los emplt'ados, cllanrJo van por SIIS naciones,
les sillen all'lIClll'lItro oOstl]lIiándolessus pocOi,frulos; ofrell-
,lit que m¡ís lit: ulla vtZ s~ premia con la mllerlt~o
En muy C{Jllta.las (lca~io/les se han rellt'/ado j pelo lid
acto consisle en huírse de sus naciones rara emigrar lejos,
vreterlllit:ndo pl1nerse fuéra del alcance de sus verdugos, y
esto lo ha,oe" cuando Jos matan, flagdan, quemalt, torturan,
mutilan, roban sus hijos, hijas ó mujeres con mucha frecuen-
cia. Hé allí el crimen de los desgraciados indios del Putuma.
y"; secul'slrarse de sus verdug()8. Pues bien: éstu8, indIgna-
dos, se reúnell en parlida~ de cincuenla ó más y la t'mpren·
LAS CRUBLDADBS

den contra 108 prófugos; oaen á media noche Á 8UII nut'~.e8


posesiones, y una vez cercado el tambo en que eslán, le pllen..
den fue~o y al que 8ale lo matan á hala.
¿ Cómo no será dable que se defiendan y defi ndan á 108
seres queridú!' de su alma estos desgraciados en sus últimas
posesiones? Es pues allf, cuanrio algunas veces, no siem,.
pre, se traban luchas desesperadas; esto es: los civilizados
con sus rifles, y ellos, los indios, con machetes y palos. Como
es lógico, siempre los infelices pierden y son víctimas de sus
verdugos. pues los queman por centenas y lo!! vuelven á obli.
gar á trabajos forzarlos.
Creo del caso hacer presente que el caucho all:\ se ('stá
extinguiendo, y que juntar una onza les demanda verdaderos
sacrificios. Seria muy conveniente, pueR, que los comprado.
res ingleses que nan formado un sindicato con el fin de tra-
hajar aquello, vean que esa fortuna es ilnsoria, pues Arana y
C.a venden lo que no es suyo, por cuanto en el Perú no hay
esclavos.
Más tarde nos ocuparemos de otros puntos concernientes
á este asunto, pues se hace indispensable que el inLliz é in-
tenso sinrlicato que se ha embarcado en tal aventura, sepa lo
que en realidad es, y en qué condiciunes tan difíciles ~e en-
cuentra, pues hasta existen tratados internacionales con Co-
lombia, los que en la actualiriad han tomado un tono álgido
y belicoso.

XXXVIII

Asesinato de L. Melo Pulido


y varios compañeros
República de Colombla-Departamento de NarúirJ-lnten-
dencia del Putllmayo-Nlímero 202
MOCOII, 2'. de ~Iayo de 1908
Sr. Secretario General de la GoherDación.-Pasto.

Hoy llegó á este Despacho una comtmicación del bajo Pu-


tu mayo, dirigida por Antonino Orrlóñez, f"chada el 13 de
Abril próximo pasado, la que textualmentp fiicp así:
" Con respeto y 8gr~rtecimiento cnnle lo ¡¡n nficio núme-
ro 1'9, comunicándole los acontecimientos úllimoq que tu·
vieron lugar el 30 de Enero y 2 de Febrero últimos:
EN EL PU'itrilAYO' Y-WN aL CAQUETÁ J 5~

"El 29 de Eoero se dirigían á la CAsa del Sr. David Se--.


rrano (empresa colombiii!~.Jtol S~s. 1.. Melo Pulido, s ...
pleote del Sr. Corregidor; Juan Escobar, Hafael Cano, Fer--
na~ Qu~YÓ¡, W.J.ix LemOlJ, Vicente y Francisco Ramíre~
todos colorabianos y empleados de mi dependencia, y fueraR"
tomados á traición y llevados al sitio de los Nuimayos, y ase-
8Íaad08 en este punto al día siguiente.
,. Una vez consurMd,O el heoho, sedirigieroD á casa del Sr.
Davirl Serrano, donde estaban 101'> Sres. Ramón Castro, Luis
Jaramillo, Juan de la C. Anacana, Benjamín Muiloz, Abelar.
do Rivera, Manuel Eraso y quince compañeros, cuyos nOID-
bres ignoro, y todos fueron tomados en las condiciones de l,08
primeros y asesinados cobardemente. Perpetrado el crimeo.
saquearon é incendiaron la casa.
" Espero que, COmo verdad~rú representante de nuestrn
Garuarno, tome el mayor interés para que no se qu~de impu-
ne tan horrendo crimen.
"Dios guarde á usted,
ANTONIO ORDÓÑEZ.--

Me apresuro á transcribir lo anterior para conocimiento de


la Gobernación y para los fines á que haya lugar, pues se nota-
que los peruanos han resuelto hacerse dueños absolutos de
nuestro territorio del Putumayo, por medio de la extirpación
tolal del elemento colombiano en aquella región, empleand();
al efecto procedimientos tan horrorosos como los que quedan
expresados.
De usted muy atento, seguro servidor,
JOSJ~ OVIEOO-

César S,ínchez Núñez- Bogotá

Avise General Mamerto Cortés, Intendenle Putumayo,.


comunica peruanos asesinaron Melo Pulido y veintisiete co-
lombianos más
JULlAN BUCIIELl:,

- - . " ' 1........- -


'.:160 L4S c,aUSLDADI8

XXXIX

Asesinato de Gustavo Prieto y otro


En El Agrado, á lioce (1" Mayo de mil novecientos ocho,
':se hizo comparecer al Despacho de la Alcaldla al Sr. Liborio
'-Guzmán, con el ohjdo lie ((lIe rinda IIna declaración jurada
-sobre lo que le conste con rt'JSpecto á los crímenes cometidos
·por individuos peruanos contra colomhianos en las selvas del
~8{}uetá ó del CaraparanÁ, pormenorizando lo más que sea
posible Ins sucesos, al tf nor de lo rtispnesto por el Sr. Alcalde
Clrovincial en su telegrama númtro Il87, lie fecha cinco de los
. corrienll's, diri~i"¡o á estA (,ficina. El Sr. Alcalde por ante mi,
el Secrl'tario, le recibió juramento, previa imposición del ar-
11culo 408 del Código Pen::tl, bajo el cual prometió no faltar
3 la verdad; interrogado por el Sr. Alcaltie para que haga
una relación lo más detallada posihle de los sucesos á que se
·ha hecho rt'ferencia, conteslÓ: El ocho lil' Enero dl'l presente
año nos encontrámos con el Sr. JeslÍs Orjllela en RI Dorado,
·~uien me dijo lIevaha órdenes de nuestro Gobierno par::t ::Irre-
~(ar con los peruanos alg-unos asuntos; que ya se sabia qu~
·'106 peruanos eslab~n prepllrarlos para la guerra. El vapor Le-
/Jeral, al tnH ndo (Id ClJm,lOnante Sr. Carlos Subiabur, había sa-
IidCl de El Enr~a!lto el dla diez de Enero. y conducía poco más
el menos ciento sesenta hombres, entre éstos, sesenta de tropa,
·tuen armados. Ti:! mLién suLía una lancha huilola, que conducía
más gente rie tropa. auxiliar de la del vapor. El nnce del mis-
mo mes fue preso en la Argdia el Sr. Jes"'~ Orjuela por un
Sr. 1I0dman, I'eprest'r.tllnt~ de l::t casa Arana ..\ mi me dijo di-
diO Sr. Hodman que podj¿J continuar mi marcha, lo que su-
ceriió, y fui un poco arriha de Argelia. El día doce hajaron
el vapor y la lancha, les Ilamámos II! alención con un farol,
~ el Comandante IIOS f,{ritó que no subiéramos, porqlle nos
iha mal, lo cual obedecirno!': por lo pronto, de miefio de !óef
presCls; luégo fuimos {¡ La Florida, y de allá mandé á la Ar-
f:e1ia por la carga que me correspondía, y que iba en el vapor.
·EI día calorce, al IIt-gar á La Unión, tuve noticia en casa de
;Da"id Serrano de lo ocurrido el día doce. Manuel Cerquera nos
conló lo sigui"nle: allll'garel vapor á La Unión, pitó, é hizo
un disparo sobre el puerto; los peruanos desembarcaron, se
·lIevaron mil doscientas arrobas de caucho, unas reses, unos
flavos reales, unas mujeres, la esposa é hijos de Manuel Cer-
~\Iera y quemaron las casas que había. ~o hallé tres cadáve·
·I'I!S en un zanjón y dos en el puerl.o, comIdos por los perros y
~s puercos. Supe que cntre los muertos figuraba Gustavo
EN El. PUTUJlU.YO y EN EL CAQUETÁ 16l

'Prieto, bogotano, Pedro N., muchacho de Orjuela, un indio


-Sucre, muchacho de Loaiza, Fabio Duarte, pastuso, Hermóg".
oIJes Correa, de Pitalito, y Antonio Chacón, de GUlldalupt'.
Antonio l\luñoz, pasluso, fue herido. Entre otros crímenes, re·
cut'rdn el t'xpont'nte el asesinato perpetrado en la persona
del Sr. J \lslillO Hernálldez, antioqueño, por I(,s S·es. Luis Al·
corta, un inglés de apellido Quin. un Sr. Olivares y otros. Dar-
tolomé Zumaeta con sus empleados, entre éstos, dus colom-
biano~, llamados Antonio Chacón y A velino Calderón, toma-
ron prisionero á Davld Serrano y lo pusieron en IIn cepo de
campaña por cuatro horas; hicieron uso de sus mujeres en
presencia de él; le apretaron la garganta á un niño porque llo-
raba viendo que estaban haciendo uso de su madre, J finai.
mente, cargaron á S,~rra no con unas ma letas y 1.. lleva ron á Ct)-
nerla en busca d!~ unosindiosquedecí<ill que D,IVid Il's había
sonsacado; le quemaron la casa y malaron á d4.S cololl,ilianos
más que allí había. Bartolomé Guevara hizt) matar á rejo al
Capitán jefe. Los mismos hechos que dt'jo rdaci"/lad .. s puede
relatarlus, porque también tiene cllllllcirnien lo de cllCls. el Sr.
Lisar. tiro Bermúdez, quien aC>lba de llegar de ,.,.." rc/¡\'iólI.
Leida que le fue su l xpoilición, en ella se afirma y ratifica,
y firma COll el Sr. Alcalde por anle mí el Secretariu .

.J. RICARDO CAnHEHA- LIIIOHIO GUZ)I,\N

En el Agrado á doce de Mayo de mil novecienlos ocho r-c


11izo comparecer al Despacho de la Alcaldia al testigo Li-
sandro Bermúdez para que rinda una rleclaraciófl al t,~oor de
la cila que le hace Libario Guzmán en su der.laración allterior_
El Sr. Alcalde, por anle mí el Secretario, le rt'cibió jure-
menlo en la forma legal, bajo el cual prometió no taltar á la
verdad, é interrogado, contestó: que es mayor de edad, vrCI-
no de este Municipio y compañero de Liborio Guzm:ifl en la
región del Caquetá y Caraparaná; que se adhlf·rt~ 1'11 ll!l lo-
-do á la declaración darla por el Sr. Guzrmín con reiación á
los sucesos que allí se refieren, pues le consta del mismo mo-
do por haber sido su compañero; que en nada difiere la ex-
posición yl!e pudiera dar rl~ (a que ha chulo I'on f,'('ha el· Itny
-en esta ofICIna el Sr. Gllzrllllll. Leída que le fu,'",u n:j,,Jsi"ióll
4a aprobó, y firma con el Sr. Alcalde y Secretario '

Por ruego de L;sandro Bermúdez, ARCADIO B,U¡[IIEZ

El Secretario, 1:',/1,' n .1';/oluIIO

I 1
LAS CRUELDADES

XL

Asesina to de Rernalldo Constain


En los últimos días del mes de Mayo del corriente afio, en-
el sitio denominado Colombia, á orillas del río Caranarua,
afluente del río Blanco, file asesinado mi sobrino el Sr. D. Her-
naorlo C mstain, colombiano, natural deesta ciudad de Popa-
yán, juntamente con un compañero suyo por José Mercedes
Rodrlgut'z (a Cauchiva), H.oque Noriegaydoce bandidos más,
procedenll's Illdo~, srgtin se supone, de aquella Nación.
Constain he hallaba en comi"ióll de la casa Rocha Herma-
nos en esa región, y el día del acontecimiento en el fundo de
El Callado, en Compañia de Baldomero Durán y dos peones, al-
manaba tranquilamente cuando llegaron sus victimarios Ro-
drrguez, NOrJega y compañeros con el exclusivo y delibera--
do propósito de asesinarlo, como al efecto lo hicieron de ma-
nera alevosa y cobarde, según lo relata el periódico denomi-
nado El Oriente, de Iquitos, de J J de Agosto pasado.
~ste a8t'sinato, así como otros de que ya se ha ocupado la.
prensa del pais, perpetrados en nuestro territorio á ciencia Y-
paciencia de nuestro Ministro y de las autoridades limítrofes,
alienta día á día á los malhechores de esa Nación que se han
enseñoreado de gran parte de nuestro territorio, amparados,
según parece, por su Gobierno y por la impunidad de sus
frecuentes delitos y atentados contra nuestros derechos y
Due~tra honra nacional.
Por todo lo expuesto, pido respetuosamente á Su Señoría-
ordene á quien corresponda la investigación de este nuevo
delito, exigiendo, además, III debida indemnización á que son.
justamente acrt'dores sus rlesgraciados marlre y hermanos,.
de quienes era lIt!rnando eficaz y único apoyo.
RODOLFO CONSTA IN-

XLI

Asesinato del Jefe de los Huitotos


Garzon, 20 de Febrero de 1901
General Reyes- Urgeule-Bpgotá

Diariamente infórmase atrocidades cometidas peruanos


Caraparaná. En Barcelona, obedeciendo órdenes Aranas, co-
gieron hace tres meses Ifes, Jefe supremo huilolos, diéronle
EN EL PUTUMAYO y EN EL CAQUETÁ 163
cien azotes, colgáronle radeoa cuello. amarráronle bocabajo,
debiendo haher muerto. Muchas víctimas. Ciudadanos respe-
tables acuden solicitando inFormar Su Excelencia.
Servidor,
EZEQUlBL LOSADA. S.
Auténtico, Ardila

AIt~lllira, 20 de Fcbr{'¡'o de '9('7


Presidente Repúbljcn-Bogot~

Peruanos cometen atropellos diariamente. Capitán Hes'


cadena cnello, gravemente herido. Muchos indios mueren lá-
tigo peruanos, helo presenciado personalmente.
NAPOLEÓN CALDEl\ÓN

XLII

A 1... vista If':lpmos tn~s peri,)dicos de lquilos, Departa_


mentll ¡" Lnrplo CII el P""i. que rorrohoran los datos publi
callos I'JI X Y Z sohre 1(11' t'scándll 'ns oel Pulumayo, á pesar
de ~IIS oi,,1 illlas Il'ndenci s y del c",fuerzo que hacen por hacer
apflr.. "t'!" ~ los cnlomhíflnf'S f'nmo rf'!'prnsables de lo sucedido.
Dos d~ t'lIos. Lorelo Comef'('ial y Oriente. sostienen que las
fuerzas rt'gulart's pernana!! vinieron de Iquitos hasta La Unión
á rechazar una i'lva8Íón cie fuerzas regulares colombianas y
no hicier(ln sino cumplir con su deber y castigar 108 desma-
ll P S dI': nlll'slro~ e(Jmpalli,.Ii\~; f'J otro. La Felpa, que lla-
mó< ,,!<ahHI ... i •• ~ ¡\ ~II!O e"I"l{as .,,,,,,lIrado .. \' les censllra la acli-
tllll que han tilma 'in I'n el pil r tir.ular, al "ribuye lo sucedido á
la \ o/'acidad Ó e:-plrilu de apropiahiJitlad de la Casa Arana, y
pide para los a~l~nlf'S de é"la el castigo que SIIS crlmenes me-
rec.. n. De este último son los párr¡¡fus que publicamos al pie,
lomandolos de su número corrcsponJienle al sábado l? de
Fehrero del año en cur~o.
Dicen así:

"CRIM~:N DE LESA })ATRIA

Personas llegadas del Putumayo nos comunican lo suce-


dido por allá, en relación á lo acatcido con los colombianos,
en /11 forma siguiente:
En el Yubine~, quebrada sita arriba del C¡¡mpuya, en el
Ito Putumayo, estaba el corregidor Gabriel Marl/nez COIl
LAS CRUELDADES

unos cUllnto!l caucheros colombianos, y como necesitase gen-


te, empezó á catequizar algunos indios pertenecientes á la
tribu de los Sebuas, logrando J1evar~e á su fondo cincuenta
de aquellos infelices á quienes los empleados de Arana a8esi-
nan y torturan sin pudor.
Enterado de tal hecho Loaiza (subgerente de la firma Ara-
na Hermanos), sin rluda mal enterado ó maliciosamente y
tan sólo por servir mejor los bastardos intereses de sus patro-
nes, mandó un propio á la casa principal de lquitos, con el
cual comunicara que numerosas fuerzas colombianas, bien
armadas, uniformadas y al mando de dos Generales, venían
por el Alto Csquetá en són de combate, por cuanto habían
manifestado tener que tomar posesión deEI Encanto y La Cho-
rrera. También agregó Loaiza que aquella fuerza, más él me-
nos de trescientos á cuatrocientos hombres, tra{.! un cañón.
Como es natural suponer, tal noticia alarmó sobremane-
ra al jefe de la Casa Arana, y éste, es de presumir, comunica-
rá lo que le decían á la autoridad política, pues únicamente
así se explica el por qué S. S." lOmó la actitud que todos co-
nocemos .v envió, por eh-tal, l,s únicos OCHENTA y CI~CO
. HOMBRES de que se disponía acá, pertenecientes al bata-
llón Guarnición Militar de Lardo, no quedando gente ni aun
para montar la guardia prefectural, pues para tal fin se hizo
venir después seis soldados de la comisaría del Alto Marañón.
Una vez los ochenta y cinco soldados en el Putumayo al
mando del Comandante Polack, Capitán Arce Benavides,
Teniente Risco y otros de menor graduación; una vez allí
esta fuerza, repito, recibió aviso de la casa Bartolomé Zu-
maeta, para ba~ar con quince hombres por Argelia hasta El
Encanto á recibir órdenes de Loaiza; así lo hizo, se constituyó
en la subgerencia el tal Zumaeta, é instruído de lo que debe-
ría hacer, se embarcó el 13 de Diciembre con catorce hom-
bres, en la lancha Callao, dirigiéndose al Yubinet para asaltar
al brigadier Martinez, que catequizaha indios, los mismos que
los Arana decían cfnicamente ser de ellos .••.. Llegados al lu~ar
de su destino, tomaron preso, con engallos, al brigadier Mar-
tfnez ~. siete hombres más que le acompañaban, los mismos
que fueron llevados á El Encar.to.
Sabedor de este hecho el brigadier Orjuela, comisario del
Caqlletl, bajó hasta La Unión, pueslo de los colombianos
.Ordófiez y Marlinez.
Creo del caso advertir que los jefes de la Casa Arana en
el Putumayo tenian relaciones de comercio con los Sres. Cué-
llar y C. a de las inmediaciones de La Unión, á los mismos que
compraban ó cambiaban sus productos, y como en El Encan-
to necesitasen reses y mulas, mandaron pafia traerlas á dos de
-s;us empleados colombianos.....
EN EL PUTUHAYO y ~ tU. CAQUETÁ t%.
Deseando saber Loaiza el resultado de Ja comisión d~
esos hombrts, resol vió ir á La Uflidn, Y con tal fin se embar~
có on El Liberal, llevando ochenla hombres armados para ~
realización de 8U pliln. A poca distancia iba la lancha Iqu~·to&.-
Cuando El Liberal estuvo inmediato al puesto La Unzan,
tocó el pito j enlonces uno de sus dueños, Ordóñez, dijo que
no atracase la lancha por cuanto 110 habla puerto, esto es, no
querían recibirla. Al ofr esto, el tan cobarde como impruden-
te Zubiaur se apersonó y dijo algo j entonces se percibieron.
de tierra las siguientes palabras: fuego .....
Apenlls se dej6 oír \a descarga avanzó la ¡quitos. cuand9'
ya los de ti~rra huían despavoridos en la más compJeta <lis:":
persión, los que se desbandaron á la montafta pidiendo á gri~­
tos piedad ..... Después ba ¡aron los de Arana, esto es, aquella--
jauría de chacales, é hicieron lo de costumbre ..... Ju~go de-
máR relatar lo que me dicen sucedi6, pues aquello lo dejo pata
otras personas, las que bien presto lo dirán, por cuanto están
al corrientc de cierto~ ddalles espeluznantes y asquerosos .....
Se dice, y yo á mi vpz lo comunico con las reservas del -
caso, que all{ hicieron emharcar los empleados de la Ca.6Q
Arana d~ 1,000 á 1,500 arrobas de gomas, las mismas lue
aseguran trae El Liberal.....

LA SITUACiÓN

Es de más delicada la dif{cil posición internacional en,


la cual nos ha colocado la Casa criminal y anlipatrilÍlica de
Julio C. Arana y Hermanos con motivo de los exagerados y-
por demás maliciosos hlarmas que hIZO circular en Cl'ta ciu-
dad, en relaci6n al avance de fuerzas re~ulares del Ejército
de Colombia por el Pulllrnayo peruano. Bien se comprende
que Loaiza, gerl'rlle dc El Eflcanlo al lanzar el alarma, !lO per--
.¡guió SInO IIn fin avieso, pucs de~eoso de secundar los anhdOtl
ambiciosos .ie sus patront's en el sentido de ser éstos lo~ úni-
cos dueIios y señores de llldas aquellas v¡¡slas sel vas, obrando
de común acucrdo, 110 pierden momentos, ni t'~catiman me-
dios, por vedarlos que ellos sean, para ilrrt'batar á 106 Sres.
Serrano, 01' 'óñ('z y Mar,{nl'z, prupietarius de La Reserva y
La Unión, sus rl's[lectivos fundos.
Es sabirlo que los Ara.na han gestionado en tiiversas oca-
siones ante los propietarios d,~ La Reserva y La Uman la venta
de ~Has propif'dades, no ha hiendo querido hacerle ¡SUS rl lwños ;
y vlenrl.o que no lograban adut'ñarse de aquellas seccionf's, hAn
procedIdo como lo hall hedlO, para por I¡.les medios ver si
pueden contar con el ap0'y0 de la fuerza pública, y baj'l ese
amparo llevar á caho en el puesto La Cuión los excf"SOS que
eUos 8010s realizaron tJl el lucluor.o día del 10 de Enero en
curso; hechos criminales, dc piratería é incendio, que el Go-
LAS CRUELDADES

,bjerno de Colombia puede creer más tarde fueron efectuados


por fuerzas reguldre8 del Perú, siendo así que ellas han esta-
do muy lejos del pavoroso teatro del suceso, y que sólo han
tomado parte en tan criminales actos lo!! siempre asesino! y
mi!!erables esbirros de las tétricas posesiones de El Encanto,
capitaneados por su capataz Loaiza.
De otro lado l. qué piensa hacer S. S a con los colombia-
nos que plagió lB Casa Arana en el Alto Putumayo y que es-
tén á bordo de El Liberal? ¿ No cree que es complicar la
situación recibir gente que no ha dado motivo para estar
presa y á la cual son los Aralia los que tomaron sorpresiva-
mente, /lin intervención de nuestras autoridades de allá?
Yo creo que el simplt: hecho de que á bordo d~ El Liberal
ros custodien soldados peruanos, constituye una responsabi-
lidad. Lo cuerdo serla someter á juicio criminal á Zumaeta,
jefe de la casa Arana, y á Zubiaur, su empleado de á bordo
y portador de aquellos infdlices. Con tal procedimiento S6
enderezarla en algo tan felJ asunto.
Despué~ de esto, pregunto: ¿ cuál el origen de todo? La
ambición desmedida de gentes sin honor, las que por lal de
acaparar oro y más oro pasan por sobre todo") avanzan por
la resbalosa pendiente de la criminalidad, sin que les deten·
ga consideración alguna, pnes ni el santo amor á la Patria
les conmueve, por cuanto en sus empedernidos corazones no
t!Dcuentra eco ningún sentimiento noble y levantado.
Para terminar, juzgamos del CllSO dfcir que u na vez más
liacemos constar que la Casa criminal!l anlipatrirJlica de
Arana Hermanos sigue ha~ienr/o daños enormes!l de gran
trascendencia internacionanl al Perú. y que es ella la única
responsable de los vergonzusos y cobardes crímenes rellliza-
dos, ast como también de las ulteriores complicaciones que
tales actos nos puedan traer, por cuanto sólo ella ha incendia-
do, muerto, saqu~ado y robarlo en La Unidn.
j Pueblo de Iqui tos 1
Pueblo honrado. htborioso y siempre explotado por los
llUrgueses: hé all( á tus verdugos y ÚIlICOS enemigos capita·
les, y de la Patria; conóceles bien para que cuando llegue el
día de las grandes expiaciones, caigas sobre ellos, y entonces,
señalándoles con el dedn, oigas con tu potente v"z de trueno:
Mald¡ola sea la Casa criminal !J antipalri7la de J. C. Arana
yllermanosl.. ...

Á ÚLTJ~I.\ HORA

Se nos comunica que el Sr. Prefecto no ha querido recibir


I19s alltoridacies colombianas y c1emás «ente que plagió en sus
puestos la Casa Arana, y que é~ta los pliSO ayer en libertad.
EN EL PUTUMAYO y EN KL CAQU~Tl 167

Creemos oporluno hacer presente á S. S~ que con el hecho


de no haber recibido á los tales presOR no ha salvado del todo
8U responsabilidad, pues ha permitido que les custodien sol-
dados de la guarnición; de 01 ro lado, deberla ordenar se ini-
cie el respectivo juicio criminal á la Casa A rana para castigar
cual se merece á los que resullen culpables en tales crimen~
pues con ellos han comprometido seriamenle la tranquilidad
de la República."

XL III
Peruvian Amazon Rubber Oy
ARJIIADA PERUA!'iA

Como complemento á los nurnerosos documentos que


¡hemos publicado Bollre a vance de los peruano!l en nuestro te-
rritorio, protegidf\s por fuerzas n'gulares del Perú, apoyadas
por la cañonera ['Juitos, siquiera obraran sin orden dtl Go-
bierno de Lima, y sobre 10-; crímCOI'B horrrbles cometidos por
agentes de .J. C. Ar¡¡na & H"rrnanos para c1eslruír las funda-
ciones colombianas del Caraparaná y del Ingaraparaná y
adueñarse, como lo n<in h,·~ho, de aquella inmensa y rica re-
.gión de Colombia, rt'pI'Odnf·jrntl!l hoy, de periódicos peruanos.
algo aoore el registro "n N \I,'va yl)lk de la PN'uu/an AmaEon
Rubbpr (;.0, acerca de la ~lIal ordenó nuestro Ministerio de
Relaciones Exlt:rioTl's al Ministro en \Vashington, Sr. Cortés,
·que informdra al Gohierno Americano sohre los indiscutibles
derechos que liene Colombia á los territorios que tal Compa-
ñía quiert explotar y sobre el propósito de ocuparlos, á costa
de cualquier sacrificio, que abriga Illlt'stro Gobierno, y la re-
lación de los harcos de guerra de q He dispone hoy el Pení,
así en el Pacítico corno en el Arnal,onas yen el Putumayo.
Ignoramos cuál haya sido el rt'sultado de las gestiones
del Sr. Cortés, pero mncho temenlO~ que elLs no tengan el
buen éxito que nuestro Gobierno persi~ue, porque, según nos
lo informa persona di4{na de todo crédito y conocedora de
cuanto SI': refiere al Putuma.Y0 y empresas que explotan sus
.caucheras, la Casa de Arana Hermanos cuenta con socios co-
lombianos, cuyos intllreses es posible reprl'senle 1'1 Sr. J. J.
Medina, de Londres, que sabrán oponerse á (liS pretexl('s del
Sr. Corté,;. Quiera Dios que ello no sea así, y que en caso de
serlo, tome pie el GoLi~rno del informe q"e consignamos aquí,
para hacer esclareeer la participación lluC puedan tener al-
gunos colombianos en la dicha Casa ó en la PeT'llvian Ama-
ron Rubber e.o y ponga nuestra Legación en \Vashinglon
168 LAS CRUELDADES

en cHpacidad de defender eficazmente la integridad de nues-


tro territorio, oponiéndose á las intrigas interesadas de Jos-
maJos hijos de Colombia. Hoy por hoy, nuestro. enemigo en
el Putllmayo es la poderosa Casa de J. C. Arana Hermarr08.
El patriotismo ('xlge que conozcamos los colombianos que
hagHn parte de ella, siquiera para despreciarlos, si es que
olro castigo no puede irnponérselps.
Las transcripciones MlO estlls :

" POR V E"m DEL PUTUJlIA YO

La Perlwian ¡lma~on Rllóber Company Limited ha sido


registrada ell 26 de Septiembre último, con un capital de
1.0.0.0.,00.0 de libr¡¡s esterlinas, distribuido en acciones de f. 1,
de !tIS cuales :~Of>,OOO senln de preferencia destinadas para
adquirir las p"se~ion .. s gomeras de Iquitos y de Manaos, de
que son propIetarios los Sft'S. J. C. Arana y Hermanos y que
son c. ¡nocidas co.n los nombres de Colonia Indiana, El Encan-
to, Ar:qelta, Pe vas y Nanay. Los signatarios del Sinnicalo
son: Julio C. Arana, \Va/'/';ston, North-end-Roarl, Hamps-
tead, N. \V. A ALarco, \Varriston, North-end-Rd .. Hams-
tead N. W., M. ZlIrnaeta, Marriston, North-('nd-Road,
Hamslead N. \V., J. C. Ztlm~eta, Mfirriston, North-enn-Road,
JIamstealf N \V.,.J . .l. Medina, !~8 Queenshorough Terrace,
Hyde Pdrk. \V; vV. M. C. Quihhan, 116 Unión Road, Ley-
tonslllnt', ~ E.; A. HulligeJ, The Cruft, Dembridge Hoad,
Bickley, Kent.
Se ha elilablecirlo que no habrá acciones liberadas y que
los prllTler\Js din'ctores (en número no menor de 3 ni mayor
de 7), serán design:¡dos por Jos accionistas, y tendrán IIna
remuneración de.~ 200 por año, y el Gerente la de f. 300,
tambié;1 por año.
y cnn ('Sla ocasión, como según IlIs publicaciones hechas,
aparece el G"ltierno dl~ Colomhl[l di~poniendo de territo.rio.s
que no l., p"rt('nrcen, debrmos aplaudir- la actitud de nuestro
Cónsul Gelleral en l'\unll Y"rk, Sr. Carlos Higginson, quien
en to..lo momento ha defendido nuestros derechos en esta y en
otras clleslionel', y ha hecho saludables advertencias al Comer-
cio par-a que no se drje sorprender por falsas concesiones que,
al St'rvir- ,le !J¡¡se á l'mpr('sas c(.merci¡¡les, nos suscitarían
graves cuestiones que es necesario evitar á tiempo.

ESCUADRA PERUANA

Fln!q dp/ Pacifico


AITl/t"ran(e G,.all !J Coronel Bo logn e."" :
E .. ¡"r¡¡ ..............•••................................................ 1 1 1 metros
EN EL PUTUIIAYO y EN EL CAQUETÁ 169'

Manga ................................................................. 12- 1 5 ,,..


Punta!......... ............ ........ ................................ 7- 28 "
Calado á popa .................................................... 1~-58,,.
" proa..................... •..•.....• .................... 3-98 ..
" medio ................................................... o-5 2 ,,.
Desplazamiento................... "............................. 3,200 tone·
ladas.
Material de construcción ............................................. Acero·
Propulsor............................................................... 2 hélices
Caballos de fuerza nomioales..................................... 14,ooo-
Velocidad ................................................. 24 millas por hora
Capacidad de carboneras ............................. 500 tonelada&
Máquinas ............................................ 2 de triple expansión
Armamento........................................ 2 cañones de J 5 c. m.
8 " ,,14 lis.
de tiro rápido, otros S-
de 1 ilb y 2 tubos lan-
za-torpedos sumergi-
dos.
Su alumbrado es eléctrico, disponiendo de dos proyec.
tores.
Crucero Llrna-Drspués de las últimas reparaciones, se
encuentra en satisfaclorio estado de servicio con su nueva ar-
tillerla que pal A su montaje se encargó á Jnglaterra. Tiene-
instalación eléctrica.
Transporte Constitllcú1n.-Este buque presta importantes
servicios y se encuentra en buen estado.
Transporte !r¡uitos.-EI bur¡ue de este nombre por último
decreto ha sido transtormado á buque-escuela, provisional-
mente.
Es una excelente nave, que puede convertirse en un bu-
que de guerra, llegado el caso.
Transporte Clzalaco.-Ha etl'clllado diferentes y repeti-
dos viajes, encontrándose en perfecto estado de servicio.
Flotilla de Lorelo-Cañollera América,
Lant'has de ~uerra: Ama!:onas; !r¡ultos, que tomó parte
en el último asalto de la Casa Arana clIlltra Jos colomhianos;
Cahuapanas, Francisco Pizar/'o, Orellana y Rer¡aena. Las
dos últimas son gemelas y lienen : •
Desplaza micn lo ................................................. 7 ¡ toneladas-
métricas.
Eslora ............................................................ 22 m. 50 "
l\lunga ..... ",," ............................................... 2 m. 77.
Punid!. ....................................................... I In. 20.
LAS CRUELDADES

Las calderas de ambas son tipo locomotoras, de J 20 pies


.cuadrados de superficie, de calefacción para una presión de
:120 libras por pulgada cuadrada.
Propulsor............................................... Hélices de bronce.
Radio de acción ................................. J 00 millas cada una.
Andar................................................. t 2 millas por hora.
El número de embarcaciones á vapor matriculadas artual-
.mente en el tercio naval de ese deparlltmento asciende á 49,
. con un tonelaje neto de registro de: r,6 (4 toneladas.
El número de patrones existente monta á {¡7, sienJo 22
·de r!- clase y 25 de 2. 80, de los cuales 45 son peruanos. Los
,prácticos de la región son de cuatro cla~es, habiendo un to·
"111 de 50.
Flotilla de Madre de Oios.-Se encuentra en Europa el
<Capitán de fragata D. O~tavlo Cavero, inspeccionando la
..construcción de las cañoneras Cuzco y Puno, de¡;linarias á
4'esguardar la integridad nacional en el Madre de O:os. Estas
cañoneras vendrán en piezas á Moliendo; y aun cuando su
·transporte importa ruerles gastos, el Gobierno no trepida en
medios, tratándose de salvaguardiar lo~ intereses naCIOnales."
(X r Z número 118.\

LA PEl\UVIAN AJIIAZON RUBER e.O

de que hablamos en el número anterior, como registrada en


Nueva York por J. C. Arana & H~rmanos para explotar las
riquezas colombianas LleI Putumayo, no fUi' allí sino en Lon-
dres en donde se organizó, .Y sus acciones se lanzaroa en la
Bolsa de esta ciud.d con el fant1\stico pronóstico de que por
cada libra pagada ahora recibiría el accionista 5 lihras el
la vuelta de un año. Este 400 por 100 fie ulilir1ad, que en la
City londinense debió de oler un poco á hombug ó farsa, y los
esfuerzos de nuestro Gobierno poroponerse á la labor de Arana
.Hermanos, han sido parte á desacreditar el famoso Sindicato
'y á evitar la colocación de sus acciones.
El Gobierno colombiano, que se dirigil, primeramente á
.nuestro Ministro en \Vashnigton. pensando quizás en que allí
se habia constituido la Perauian Amaron RuMer el:!, reCibió
aviso del Sr. Cortés de que esta Compañía se habiél orU'lwiza-
do en L'mires, según In anunció Tite lndlon RuMer \Vorld,
yeot,mc{'s hizo á nuestro Ministro en la Gran Bretaña el
.mismo encargo que le hahía hecho al de los Estados U nidos,
y tanto el Sr. Gutiérrez Ponce como el Sr. Cortés se aprf'su-
raron á poner avisos en los periódicos de uno y otro país, ha-
ciendo notar que J. C. Arana & Hermanos n() podían aclelan-
tar su negociacibn sin el permiso de Colomhia y f]ue corría
peligro de perderse el capital que se invirtiera en ella por
.que tal permiso no era fácil de obtener. E"ta prOlPsla de
EN EL PUTU!\fAYO y EN r:L CAQUETÁ Ijl

nuestro Ministro-no pretexto, como malamente dice en nues-


tro articulo anterior-si ha dado, pues, los resultados desea-
dOS, Á pesar dt: los temores que allí mismo anotámos.
Esla buena nueva que hoy damos á nuestros lectores, y
que muestra la vigilancia diplomática de nuestro Gobierno,
ya que á otra más eficaz no le es diHio ocurrir todavla, es
tanto más importante cuanto qlle la CIIS8 de Arana no sólo
cuenta con las fll ndaciont's de Colom'a Indiana en el Jngara-
paraná y las de El Encanto y Argelia en el CarAparaná, que
primeramente le ofreció al Sinrlica lO, sino que ya h0.Y, y gra-
cias á sus salvajes alentarlos ::lel pasarlo mes de Febrero, ha
exlfll.Jido lihrem,'ntc su con'luista sobre el Caraparaná, has-
ta la fundación de La Florid.a, y ensanchando su campo de
acción er. aquel rico territorio colombiano, ha aumentado
también el ceho de! anzuelo qlJe tiene ten lido en las Bols8s de
L<. n ires y de Nueva YOI k........
En el río Putumayo y sus atlu{'nlt's. región netamente co-
lombiana y r~~on()cida hoy comn tál pOI' nuestro tratado de
límites con el Brasil, que establcre la frontera con Colombia
en CoLhué. sobre el Putuma}o, y sohre torlo en la parte de
Ja banda i7quíerda de este río, reconocida colomhiana por el
mismo P,~flí en el modas viveruh firlll"ll) har-e dos años en
B'lgotá, existen las fundaciones gOfllt!ra<; llamadas Colom'a
Indiana, Encanto y Ar,qelia. á que se rdiere el suelto ya
mencionado. La primera de é,tas exislf' ~ohre el río Igara-
paraná y la ~egunda y t/'rcera sohre 1,1 r.araparaná, ambos
afluente; rlel PUlumayo sohre Sil banda izquierda y á cinco
días de navegación de la boca del río ('n Vil por de ocho mi-
llas por hora y veinte de navrgación diaria, y I"n donde ha
habido alltoridades colornhiana<;. Eu <:lIalllo á las dos fun-
daciones lI'slantes á que Sf~ refi'~r,' la Pel'lIvian Ama.!:on
Ruhher en, Pe/¡a.~ y Nafw!I no S"1l g'lrJ),'ras J no existen en
~l Putuma\'o sino en el AllIilzonils.
L'l!! tres prImeras funJaclOnes H¡lIÍ 1II,'n~i(lnadas fueron
hasta hacl~ Ull año propiedad de e .. lolllh¡¡¡nos y fundadas por
éstos ;:on /.;'randes ~ncrificiOi personales y ;l cosl a también de
muchas vidas colllmbianas. lié ¡Hluí lo!' IIombrl's: Benjamín
LarnlOiaga, fun,llIdur y dueñu de la Colonia Indiana; Grego-
rio Alon~o y TeófiJo Calderón, también flllldaoo['es y dueños
de El Enranto, é Hipólilu (l("rl'z, d\~ .i"!JI"w."
Por i~norancia de los p"sl'edort':; (iI! ('stas fu ndaciOlnrs,
por su afición á la bebida,)' miÍs qUt~ por engaíio conseguido
Insinuánrlt)les la idea de que poddan III'r,Jer todo pOI' la con-
ccsión hecha por el Gobierno á Caolo, Cuello)' CI!, la Casa J.
C. Arana .Y Hermanos llegó á hao'rse d"t'fía Je eslos estable·
cimienlos, aj u,lada por el Sr. Jnan B. Vt'¡,{a, ant¡~u() Cónsul
colombiano en lquitos y sociu de A rana. En aquel señor has-
ta entonc~s los colonlbianos residen Les t'n esa región tenían
LAS CRUBLDADES

gran confianza y era su consultor. De esta manera los J>re-


cío s á que consiguieron Arana Hermanos las fundaciones fue-
ron insl~nificanles, atendiendo á su verdadero valor. Colo-
nia Indiana fne venriída por el hijo de Benjamín Larraniaga
en la suma de 180,000 soles plata; esta fundación tiene J J ,00&
indios á quienes se hace explotar el caucho, sin contar muje-
res y niños, y en un solo año da esa empresa más ó me-
nos 800,000 kilos dcl precioso articulo. El Encanto tiene unOlJ
4,000 indios de trabajo, y la sola casa de habitación costó más
de 75,000 soles; tiene además unas ochenta vacas, alié á
grandes precios, almacenes, etc. etc., y fue vendida en J 20,000
soles, y la entrega de caucho en pI mismo mcs de la venta en
Diciembre de J 906 fue de cerca de 80,000 kilos. La de Pérez,
con mayor cantidad de ganado y entrando en el negocio
cuenlas de venta de caucho quc existían en Londres y 10,000
kilos en depósito, fue realizada en la misma suma.
Total: 420,000 soles plata por tres empresas que dan en
el año la tercera parte de la exportación total de Iquitos,
pues producen de 1.000,000 á 1.200,000 kilos de caucho, y que,.
á más de las utilitiaties que la empresa deja al colocarlas la
Casa Arana en el Sindicato de la Compai'lfa citada, les produ-
ce la mdd¡'ca ganancia de 260,000 libras esterlinas .
•................................................,.............................................. ..-
Siendo como es, región colombiana, y no teniendo actual-
mente nuestro Gobierno ningún agente allí, lo natural seria
que todo lo que se importara ó exportara en esa región no·
tuviera ningún gravamen; esto sucede allf en realidad por
parte de Colombia, pero no así por el Perú, pues pur ser pe-
ruanos los poseedores actuales de esaR fundaciones y hacerse
el tráfico en vapores de aquella nacionalidad, obligan á lodo
vap"r que sale para el Plltumayo á que compruebe el pago
de dcrechos tie importación de su cargamento, además el de
torios los impuestos al alcohol, tabaco ele., é íntegramente el
caucho con rlue esos vapores regresan cargados llega á Iqut-
tos, y de allí se expor'ta como articulo peruano, y púr consi-
guiente paga SIlS den::chos de exportación. Lo único que aún
no se han atrevido á hacer es cobrar los derechos de arren-
damiento d(~ las caucheras¡ como se hace en toda la región,.
tanto peruana como brasilera.
Heducidos á números todos estos derechos, aproximada-
mell te tenel damos: á o.!~o plata la exportación de cada kilo
de caucho, en J .200,000 kilos serían 480,000 soles; y ponien-
do que los tierl'dlOS de importación en un peso bruto apenas
doble d,,1 caucho explotado ascendieran á una suma igual á la
que produce la exportación, más los derechos especiales á
ciertos arlíeulos é impuestos de alcohol y tabaco etc., tendría-
mos lo menos un produclo anual de 1.000,000 de soles ó seaB
500,000 pesos oro, que indehidamente cohra el Perú.
EN EL PUTUMAYO y EN EL CAQUETÁ 173

XLIV

Importantes notas
Las dos importantes comunicaciones suscritas por Jos ex
Ministros Dr. Urrutia y Calderón Reyes, que en seguida re·
producimos, constituyen ya una actitud menos pasiva de los
gobernantes de Colombia. Empero, enlf'nJemos que la pro·
testa que sugiere el Dr. lJ rruha no mereció los honores de la
presentación. En tcdocaso, siempre son dignos de aplauso esos
votos de patriotIsmo y de defensa de nuestra integridad, aun·
que ellos, por otra parte, se hayan hecho por la Cancillería
eoJombiana con una moraloria de años en que, justo es reco-
DooerJo, no son responsables los distinguidos diplomáticos úl-
timamente citados.

República de Colombl'a - J/¡'nútel'lo de n/!lar:ione.~ E.rleriores-


Número,9/ Il-:';eccidn Prt'mera-Bo!Jolá, /9 de Mayo
de 1,')08

'Señor Miuistro ,le Cololll!,i:l---l \ ío <le J aneiru,


Me refiero al cablcl,frama de usted, del (J dd mes en
~urso, que dice así: "Informan Manaos tuvo lugar nuevo
encuentl'o Al'gelia entre peruanos y cúlombianos; tropas perua-
nas por crden Prdeclo Loreto prepararon emboscada para
capturar David Serrano J veinticínco colombianos; prepá-
ranse peruanos invadir CaquetA; nada sé de Ministro Perú;
es inútil reclamar Lima."
En respuesta dirigí á usted, con fecha (4 de los corritln-
tes, el siguiente despacho: " Impuesto. Sírvase dirigir ca-
blegrama al Gobierno peruano protestar contra alentados
doce Enero en Unión, contra nuevo ataque colombianos, con-
tra ocupación teniol io Clllomhia tropas Perú, destrucción
~idas, pl'opieriades colombianos. Pida usled evacuación, ór-
denes autoridades civiles y militares Lorelo respetar nueslros
derechos, castigo responsables, indemnización víctimas. Di-
ga usted retardo protesta sólo por necesidad informes com-
pletos y anuncio hecho por Gobierno peruano de que venía
Representante Perú ésta con encargo discutir bases de un
modus vivendi; se esperaba su llegada para exponerle, toda
gravedad agravios. Ofrezca ampliaciones correo. TérmÚle8
protesta á juicio de usted, expresando procede expresa orden
Gobierno."
Como usted sabe, cuando tuvieron lugar los deplorables
~contecimientos de Enero pasado se encontraba en Lima de
174 LAS CRUELDADES

Secretario de la Legación al digno cargo de usted, el malo-


grado Dr. Ramírez Arbeláez, á quien se dio orden de pre-
sentar inmediatamente una protesta formal contra los aten-
ta:los perp~trados por oficiales y tropa peruanos en La
Unión. El Dr. Ramírez preparaba esa protesta cuando le
sorprendió la muerte. Al mismo tiempo recibió aviso este
Ministerio de que en los prImeros días de Mayo se había em-
barcado en Bu~nosaires para Europa, vía para Colombia,
el nuevo ¡plenipotenciaro del Perú, Sr. D. Ernesto Tezanos
Pinto, á quien su gobierno enviaba con el propósito de pro-
poner las bases de un nuevo modus vivendi en las regiones
(tel Putumayo. Resolvióse entonces aguardar la Hegada del
Plenipotenciario peruano para presentarle una documenta-
ción lo más completa p03ible sobre los acontecimientos efe
Enero, acompañada de la protesta y de las demanfias que la'
graverlad elel ¡¡tentado requería.
Pero corno nada ha vuelto á saberse aqul del Sr. Te-
zanos Pinlo, 110 obstante haber transcurrido más de dos
meses def'pués de I'U salida de Buenosaires, y como el ca-
blegrama de usted á que me refiero en el cf.·mienzo de estE'
oficio hace compnnder que continúan y continuarán los
atentados conlra nuestra soberanía en las regiones del PII-
tumayo y que aún se inlenta invadir el Caquetá, no ha
crddo el Gobierno que pueda diferirse ya por más tiempo la
formal protesta que sólo un espíritu exagerado de cordiali-
dad había podido suspender hasta ahora. Siendo como es
usted el órgano natural de comunicación entre este Gobierno
y el del Perú, se ha creído también que esa protesta debla ser
presentada por usted. Nadie mejor que usted conoce los su-
cesos de que ha sido teatro nuestra región oriental y nadie
como usted podrá apreciar su excepcional gravedad ni la forma
en que la protesta debe estar concebida. El Gobierno, CI)n
razón ha creírlo conveniente dE'jar á juicio de usted 108 tér-
minos en que la protesta referida ha de ser presentada.
De las informaciones recibidas en este Ministerio de in-
dividuos que fueron testigos presenciales y víctimas de las lro-
pellas de los Agentes, jefes militares y tropas peruanas, he podi-
do deducir lo siguiente, que expongo á usted en resumen, á fil)o
de que vea usted hasta dónde están de acuerdo esas informa-
ciones con las que habla obtenido la Legación al digno cargo-
de asled.
El 14 de Diciembre del afto pasado, en Jubineto, á orilles
del río Putumayo, el Sr. Gabriel Martlnez, Inspector de Poli-
cía del Putumayo, con 1I soldados de su dependencia, fue
sorprendido por una fuerza p"ruana que llegó alli en la lan-
cha de guerra Callao, de propiedad del Gobierno del Perú.
La fuerza estaba comandada por el Capitán Ba! tolomé Zumae-
EN EL PUTVMAYO y EN EL CAQUETÁ 17&
ta.Los soldados de Martínez, que se encontraban casi mori-
btindo8 por erecto de las fiebres y de las privaciones, no pu-
dieron defp.ndl'rse y, una vez apresados, fueron conducidos '"
bordo de la misma lancha Callao al estableCimiento El En-
canto, de propiedad de los sellores Arana & "C~, en donde
fueron despojados de cuanto tenian, aun de 8US papeles es--
trictamente particulares.
El 12 de Enero del Il ño en curso fuerzas peruanas elv
número considerable, al mando de los Jefes BeDllo E. Lores-
y Carlos Zubiano, llegaron á bordo del vaporLlberal, de pro-
piedad de la casa J. C. Arana Hermanos, y de la lancha de gue-
rra lr¡lIilos. del Gcbierno del Perú, al punto denominado La-
Unidll, I'n la riht'ra nccidl'nl:d rI"I IÍn Caraparaná ; atacaron á·
los hahilanles d,~ ,·"'tal,I.:,-illlj,'ttlos cul(llllbianos I! ,¡"lenles allí j-,
aseSinar0(\ al SI'. Priet\!. c"llllllhiano qlle allí residía, J á varios
de sus compl!Í1I'f(,!" inct 1I'liaron las CliS"S de los Sres. Ordó-
iiez y M JI tínez, el tu'fios de la agencia comercial (Id mismo-
nombre, y, después de C/'lIstJlnad"s eslos hechos y otros más
vergons, zos él ún. emhllrt:a ron 1'11 las COI harcaciones nombradas-
los 'ganlldos, m~qllinas y productos allllacenadus, conducién.
dolos fi (finitos.
En el punto denominado La Argeh'a, en la margen orien·
L.l del mismo do Garaparaná, I"s mismos Jdes ya nombrados-
apresaron al Sr. Jesús O.juela, Inspector de Policía del Putu-
mayo, le desppjaron dd t1inl~1I) y papeles que tenía, lo pusie-
ron en un infecto calabozo á bordo del vapor Liberal, y en és-
te /0 condujeron preso á Iquilos, en dO:lde d Prefecto no se
dignó recibirlo.
El mismo procedimiento se adoptó con otros colombia~
no,. Hambrientos y casi desnudos se pal'earon por las calles-
de lA pohlación pl'ftlana qllien"s IHO i/lhnmanamf'nte fueroD
condudrloR allí h ..... 13 <tUl' al~\In"s de cll/)s pudieron, me-
dianle auxilio privad" lie gt'nt'1 os"s compatriotas, venir á dar
cuenta á ,'sIc Gohierno de los crímenes perpetrados; otros-
han perrci(lo; Olrt·s sufren llún en tierra prruana las conse·
cuendas rie /(1S alroces hechos á que nos referimos.
Flléra ,le los hechos que á grandes rasgos he referido
aquí, el Gobielno lit'ne noticia de otros, igualmf'nle crueles,.
perpetrarlos C{lotl a ciudadanos colombianos en SU8 perso-
nas y bienes, unas veces por las mismas autoridades civilfS y
militares del Perú, otras fJor los empleados de la Casa AraDa,
que goza de la franca é incondicional protección del Gobiern9-
y auroridades peruanas.
Debe también ten~rse en cuenta la persecución, por DO-
decir el extermini0, que se lleva á cabo contra las tribus íl)o
dígenas colombianas, persecución y exterminio que recuerdan'
y superan á las de ig'ual carácLer de épocas pasadas, que ana-
tematiza la historia de la humanidad.
LAS CRUELDADES

Los atentados aquí expuestos constituyen gravísima


-ofensa á nuestra soheranfa nacional en sus más esenciales de-
·fechos. La usurpación de territorios consumada ya; el ata·
.que á las personas y hienes de los colombianos, y la tentativa
de llevar esa usurpación y 'lSC ataque cada día mi\s adelante,
tocio pilo efectuario prlr agentes, autoridades y tropas perua-
nas. agravios son de aquéllos que no pnedl'n menos de per-
·turbar profundamente el orden internacional y las relaciones
enlre Colombia y el Perú. Ellos han herido el sentimiento nacio-
nal del pueblo colombiano f.n [o más vivo, y han sido califica-
dos por la opinión pública como el más ultrajante descono-
.cimit'nto de nuestros derechos de Nación soLerana.
Aun en el supuesto de que hubiera existido un estado
de guerra entre las dos H.epúblicas, los hechos perpetrados por
tropas peruanas en las regiones del Putumayo son de tal na-
turaleza, que la ley de las nacIOnes y las prácticas civilizadas
en solemnes acuerdos consignadas, las condenan unánime-
mente. Usted se servirá á este propósito recordar á la Canci-
lIeria peruana los términos de la Con vención suscrita en La
HaJa el 29 de Julio de 1899, para reglamentar las leyes y
costumbfl~S de la guerra en tierra, y especialmente los térmi-
nos del articulo 23, que prohibe en absoluto el herir ó matar
á traición individuos pertrnecienles al ejército enemigo, herir-
los ó matarlos cuando se han rendido ó no pueden ya defen-
derse, negarles el cuartel, destruir y apresar propiedades ene-
migas, salvo el ea so ele que las necesidarles de la guerra lo exi-
jan. Ahora bien: si estas reglas que el Perú aceptó al adhe-
rirse, como se adhirió, á la Con vención dicha de La Haya,
prevalecen aun en caso de guerra y ¡.,rolegen al enemigo ar-
mado, (; cómo puede concebirse el que se las atropelle al am-
paro de las relaciones de amistarl no interrumpida entre las
dos Repúblicas, y que se las haya atropellado y se las siga
atropellando, no para destruír enemigo armado sino á paci-
ficos habitantes colombianos de las regiones del Putumayo,
á cultivadores indefensos y á desgraciados indigenas, cuya
condición se ha hecho allí inferior á la de las bestias?
El Gobierno de Colombia cree que la misma gravedad
de la situadón actual en las regiones del Putumayo será un
motivo para que se trate cuanto antes de ponerle fin. El Go-
·bierno de Colombia tiene la convicción de que por los trata-
·dos del año de J 829 Y por el subsiguiente Protocolo de 1830
.quedaron perfectamente terminadas las disputas en l~e la an-
tigua Colombia yel Perú, y que el Marañón quedó como fron-
tera de derecho entre las dos Repúblicas; siempre ha creído
.que la ocupación por el Pení de una parte de las regiones de
la ribera izquierda del dicho Marañón es una mera usurpa-
..ción, pero como una prueba de su espíritu de confraternidad
EN EL PUTUMA YO y EN EL CAQUETÁ. J 77

~ GQruerno de Colombia convino en aceptar los términos du


los Tf'alado8 del n de Sep' it'mbre de J !)05 Y en los dos mo-
-da. vivendi que de 1'I11)!! Sil dl'rivaron. Sobre la base de la opro.
bacióo de estos TralaJos pueden discutirse los términ(,8 de
un nuevo modus uiver/di pOI" el cual queda neutralizada y suje-
ta á autorid/lde!l y policía mixta la zona á que se refiere d
modus vivendi, denunciado pn Octubre de 1907 por Colombia
con una Aduana mixta en Coluhé, Como según parece, S. M.
el Rey de España expedirá pronto el Laudo respectivo en
la cuestión de Ifrnites entre el Ecuadl)r y el Perú, el modus
vivendi tendrá corla duración y pronto podrá sustanciarse el
arLitrilje respectivo entre S. S. el Sohaano Pontífice. en el
improbab:e caso deque en el Laudo se adjudicaran al Perú te-
rritorios de la ribera izquierda del Amazonas.
Los tíltimos atentados contra nUfstl'llS derechos, á qu.e
este oficio !le ha referido, podrÁn ser sometidos por medio de
una Convllnción I~sp('cial al juiri,) riel mismo soberano Pontí·
fice ó á lIlIa comi;;ión conslituida rn la f(lrma qUe nctermina
la Convellción de La Haya sobre arre:.\I() pacífico de los con.
flictos internaciollllJes; Convención á la cual se hall adhl!fldo
Colombia y el Perú.
Cumo la protesta que usted habrá dirigido por cahle ne-
-«sita la correspondiente ampliación, he !Jnerioo yo exponer
.á usted las ideas dd Gobierno sohre e"ta ,¡..li,"aJ,t cues-
tión, á fin de que la ampliación que u"ted haga se con-
forme á dicnas ideas, pero dejando siempre al ar.ertado
criterio de usted y á su reconocida discreción los términos
de las comuOlcacion6S que dirija al señor Minislro de Hela..
ciones del Perú. Si antes de la fecha en que probablemente
-debe llegar esta nota. al poder de usted, ocurriere al~o que
viniere á introducir innovaciones en el estado actual de co-
-S8S, se comulIIcará á l sa Honurable LegaCión por cabJ...
Con sentimienLos de ¡ilstinguido aprecio me suscribo de
.usted servidor muy atento,
FRANCISCO JosÉ URRU1'C.\

NOTA Á l.A LH.,ACIÓN DEL l'l:RÚ

República de Colombia-lIFnisten'o de Relaciones Ea:leriores.


Bogotú, Marzo /'! de /g10
Se'Dor Ministro:
En las conferencias que he tenido el honr r oe celebrar
-eoo Vuestra Excelencia, y especialmen te en la del 19 del mes
.DLerior, he procurado expresar á Vuestra Excelencia con
toda precisión que el Gobierno y la opinieín pública de Ca-
l:l
17 8 LAS CRUELDADES

lombia han esperado que en breve término y de alguna ma-


nera sean definidas las responsabilidades de diverso géner()
en que se incurrió por razón de los hechos cumplidos en la
región del Putumayo en épocas recientes, pero especialmente
en los años de 1907 y J 908.
En el curso de los últimos meses han sido materia de dis-
cusión entre Vuestra Excelencia y este Ministerio los térmi.
nos de una Convención que ponga fin á la diferencia que de
modo tlln funesto y ~rave obra sobre la amistad de 18s dos.
naciones. Mi Gobiuno ha confiarlo t'n que esa Convención
quede pelfeccionada en el curso de brev~" días y se haya de
proceder sin demora á darle cumplimiento.
Pero 31.HH1e de los hechos de car:kter delictuoso y crimi-
noSo que dt ben sl'r j\lz~ados de llcueJ'do con la Convencióll'
pro.vecl¡.¡da, de los cuales SPIIO responsables individuos parti-
cnlare¡;¡. olros hechO'1'\ ocurrieron, I'jecntados por fuerz8s y 8U-·
toridatl.'s peruanas contra parti¡;ulares y empleados públicos.
de Colombia. Esos hechos envuelven responsabilidad para e~
Gobierno del Perú, como lo hizo presente el Ministro de Co-
lombia en Lima, en nota dirigida al Ministerio de Relaciones·
Exteriores de aquel país el J 5 Je Marzo de '9°9,
En verdad que esa nola fue retirada por el Ministro de
Colombia, como medio de facililar la f'jecución del Protocolcr
.suscrito por él en Lima el 2 J de Abríl; pero ello significa-
precisamente que Jos hechos referidos en tal nota deben ser
materia de consideración entre los dos Gobiernos, y que a~'
de Colombia se den siempre las reparaciones debidlls por ac-
tos que no quedan comprendidos en Jos términos del Protoco-
lo 01 habían de quedar tampoco dentro de la clasificación
hecha en el proyecto de Convenio que se halla en vía de ce-
lebraCión,
Uno de f'SOS hel'hos es la ocupación, por autoridades pe-o
ruanHN, 1"11'1 lerritol jo colombiano, poseído y ocupado sin per-
turbació" alglllla hasta la fecha lie 108 sUCesos referidos. EI7
ese tt·rritoJ'io h .. tenIJlI, de tiempo inmemorial, autoddades.
conl'ti.uirllls el Gobierno de Col"lIIbia, y ejercido actos posi-
tivos de jUllsóicciólI, ¡;jn opo~ición alguna de sus vecinos.
Los dos órderlt's de ac'os á que me he referido necesitan
consideración dift"rt'ule de palte del Gobierno je Vuestra.
Excelencia.
Los alenlados c(lmdi:f~s por las autoridades peruan.as
constituyen ofensa gravlslma á la soberanía de Colombia.
Las fuerzas peruanas que han subido el Pulumayo en buques-
de guerra no sólo no han ,impedido I~ consumación de .actos
salvajes en la persona y. bienes. de Ciudadanos c~lomblanos
establecidos en esas regIOnes, SIDO que han contribuido á la.
consumación de esos actos.
EN El, PUTUMAYO y EN EL C.AQUETÁ 179
Como primera reparaci6n que la amistad de la8 dOl oa-
ciones debe á la justicia que asiste á Colombia por razón de
106 sucesos aludidos, se impone el castigo de los agentes ofi-
ciales del Perú que contribuyeron á ejecutarlos. En segundo
Jugar, el Gobierno del Perú debe á los colombianos perjudi-
cados por obra de tales sucesos, indemnización completa por
los daños que sus agentes les causaron.
U n artículo de la Convención que se tiene proyectaoo
atribuye á la Comisión Mixta el examinar y determinar la
responsabilidad del Gobierno del Perú por los actos de sus
agentes, con los cuales /le infirió agravio á personas colombia-
nas; pero la ofensa hecha á Colombia en las personas de sus
agentes por los del Gobierno del Perú exige una re?aración
diferenl~, que no es mdteria de las estipulaciones del Con-
venio.
Adem~fóI, la usurpación del territorio colombiano, que se
viene consumalldo por alltoridarfes peruanas desde hace al
gunos años, "1' ct'ntraria lt la armonía t'lllrt' las dos naciones
y c(ln!'<tilU)C MTaVe ofensa al honor de Colombia.
El COllveni" 1)lIe se h<llla ho)" en vía de negociación cier-
tamenle eliminaría algunlls de los molivos de diferencia que
hay ('nlre los dos pueblos; pero sedan incompatibles con la
olmislari á que ellos fieben aspirar en razón de la comuni,lad
de sus interest's, )'a el qu~ la nación co!ombiana no recibiese
la satisfacción de honor que le es debida por los actos á que
me he referillo, Ja la persistencia de una usurpación de terri-
torio que Colombia ha poseído y cuya desocupación habrá
de disponer el Gobierno del Perú, como testimonio del esp(-
ritu de rectitud y justicia que es fund:lmento de las rela-
ciones internacionales. En el propósito de consolidar las
amistosas relac101les de los Ilos pueblos, aquel acto, lealmente
t'jeclllado por el Gohierno d,,1 Pení, abriría vías amplias at
defillltivo arrrglo Je las cuestiones que se hallan pendientes.
Si ha de accptarl'le corno perfrcto .Y asentido por los dos
Gobiernos el Protocolo firmado en Lima el 21 de Abril últi-
mo, procede además suscribir el modlls vivendi que ese docu-
mento prevé; y á esa Convención no se podr(a llegar sino eg
cuanto las rios naciones redujesen el límite de sus posesiones
á lo que tradicionalmente han poseído. Colombia ha rjercido
jurisdicción no interrumpida sobre los territorios que se ex-
tienden hasta el Napo yel Amazonas por el Sur, y van al
Oriente hasta el Orinoco y el rio Npgro. Jamás el Perú, aunque
haya pretendido derechos de dominio sobre esos territorios,
los ha fundado en el hecho de poseerlos ni haberlos ocupadQ,
sino en titulos de otra naturaleza. Han sido los viajeros co-
lonos, autoridades y misioneros colombianos, quienes han da-
do nombres á las regiones recorridas por aquellos grandes
180 LAS CRUELDADEfi

dos; y sólo en virtud de los actos de violencia cumplidos es-


pecialmente en 1907 y Ig08 es corno las autoridades coloro"!
bian88 han dt'jado de ejercer allí pacífica y tranquila juris,"
dicción en nombre de la República.
No necesito presentar á Vuestra Excelencia las diversasy
muy serias consideraciones que determinan á mi Gohierno á
proponer á V uestra Excelencia la celebración del modus viven-
di aludido, en cuanto él tienda á evitar conilictos de fronteras
y á restablecer el statu quo ju~isdiccional sobre los territorios
limítrofes. Ege ha de ser el alcance práctico del Protocolo de
Lima, para que signifique, en el espíritu de las dos naciones,
UD medio de" poner término en forma cordIal á los desacuer-
dos que han surgido entre ellas, y pvitar en lo sucesivo toda
posibilidad de conflictos en la región de la frontera," ya que
han transcurrido más de tres meses de la celebración del mis-
mo Convenio sin que Su Majestad el Rey de España haya
pronunciado el Laudo en el JUIcio arbitral perúecuatoriano.
Se trata, en consecuencia, de dar efectos prácticos, en pro de
la armonía de las partes JIlteresadas, á aquel Cl'nvenio. que
tiene esencialmente el carácter de un naovimiellto inicial de
aproximación en el pensamiento rle las dos naciones.
Complacido aprovecho la oportunidad para reiterar á
V uestra Excelencia las manifeslaciones de mi cUII!;ideración
más distinguida.
CARLO& CALDERÓN
A Su Excelencia el Sr. D. Erne;to de Tezanos Pi lito, I~nviad,) Extraordi-
nario y Milli~lr.) Plenip:Jlenciario del Perú.

XLV

La armonía de Colombia con el Perú


Los diversos documentos aquí recopilados y que forman
este primer volumen, justifican el espíritu de indignación que
liay latente en la H.epública contra los criminales y el Go-
bierno de la nación que hasta hoy ha dejado impunes tántos
delitos atroces.
No es un deliberado propósito de oriio el que predomina
en el pueblo colombiano respecto al pueblo de la antes her-
mana República del Perú, no, y ello está acreditado con he-
chos solemnes. Ocho años hace el distinguido y hábil Diplo-
mático D. Alberto UJloa desempeñaba la Legación de su país
en esta ciudad. Todas las altas clases sociales manifestaban
su voto de simpatía al representante de la Nación que con
"nnto acierto ejercía las delicadas funciones ante el Gobierno
EN EL PU',.,.UYO·,Y &N EL'CAQUETÁ I·th

4e Colombia; y ya en la fecha clásica de 8U emanc¡'pacióD,y.


en todo 'momento, el Sr. Ullea y su distinguido SecretarIo,
Sr. Tudela, merecía mo.v justas expresiones de cariñosa def~
reoeia. A úntnás : eDellihro Tacna!J Anca, publicado en Li~
me, se hallan las opiniones tlecomplet8 adhesión de todos los
elementos intelectuales de Colombia en ese liligio, y asimis~
mo Jo acredita la cordial mllnera como fue despedida m Le-
gación peruana en 1902, y que reproducimos á conlin~ació-fl,
tomándola de un opúsculo de aquella época, y que dice as{:
" En la segunrta semana del mes de Marzo del presente
año túvnse conocimiento entre los amigos del Excmo. Sr. D.
Alberto Ullna de que lan distinguido como apreciado diplo~
mático se alistaba rápidllmente para dejar la capital coloin~
hillna y emprender un viaje de recreo á Europa.
Desrosos leIdos los admiradores y relacionados del inteli.-
gente Plenipotenciario rlel Perú entre nosotros, de correspon~
der en algo á IlIs atencinnes hechas por lan ilustre huésped,
y de hacer á la vez una manifestación cariñosa de simpatla
al pueblo peruano y á su digno Representante, varios grupos
rle caballeros se ren nieron con el objeto de acordar la manera
de f,¡rmalizar el plan proyectado.
No eran verch·derarnente propicios los momenlos para una
manifestación de e!'a especie debido á las calamidades que
por causa d,~ la revoluci<Í1l envolvlan al país y á la capital en
aquellos dí.I,~, Con tocio, cierto número de jóvenes determina-
ron declicar al Ministro UIl hanquete, quese fijó para el 18 de
Marzo ¡Í las 7 p. m., fn el sulón principal del Hotel Enropa.
Componl"n el grupo rle invitanles los ~iguienles caballe-
ros: Antonill Borda e., Carlos Arturo Torres, Carlos Pardo,
Carlos Tavera ~avfls, Daniel Arias Argáez, David Restrepo.,
Diego Uribl', E luardo Po~arla, Emilio Cuervo l\fárqnez, Emi-
lio Ruíz Barrdo, Francisco OIarle Carnacho, Guillermo Gon-
zález, Gui!I"rrno Carnacho, Luis F. Calrleró", Luis \Villiam-
son, Pahlo LOf(,pzan<l, Rit'ardo Bnendia, Roberto de la To-
rre, Vicente Olar te Cumacho, \Venceslao Paredes y Zoilo
Cuéllar D.
Una comisión ,~ompurs'a de los Dres. Eduardo Posarla y
Ricardo Bllendía se trasladó á la casa de la Leg-ación del
Perú con ,,1 ohjeto de coudueir al Sr. Ulloa, á su Secretario
el Dr. Tudrla y al Cónsul General, Sr. Argáez, al lugar en
que io;e verificaha 1'1 bauquele.
Las notas del himno peruano, ejecutadas por la excelente
orquesta de 10s hcrlllanlt; Conli, dieron la señal de que ei
obsequiado y sus compaii!'los se hallaLan en el recinto en que
debla tener lugar la fiesta. Recibido el Ministro en uno de los
elegantes salones del HlIlel. y:transcurrirlos algullofil momen-
tos, se dio el aviso de pasar al comedor. El aspecto que dicho
LAS CRUELDADES

Jugar presentaba era suntuoso y correcto. A los lados de l.


puerta central se ostentaban 108 escudos del Perú y de Co-
lombia, artísticamente trabajl!dos f'n flores, y al frente de ellee
!te admiraban unas grandes estrella!!, con Iss letras iniciales
del nombre y del apellido del Sr. Ministro. Tanto en tales
estrellas como en los demás adornos de tlores de las arflñas y
.re los muros, no se veían otros colores que los del pabellón
peruano, admirable y armoniosamente combinados .
.•..................................................... ......................... ....................
A la hora lie los postres, y después de la ejecución de
Himno pernano, que file eseu chado de pie por todos los con-
currl'ntes en medio de respetuoso reco~imiento, el ilustrado
Dr. R uiz Barreto, f x-Ministro de Justicia y miembro impor-
!\lnte de nuestra sociedad, ofreció el obsequio en los siguien-
tes términos:

, Señor Ministro:

. El selecto grupo de jóvenl's aquí congregado, al encargar-


me de ofreceros, s/'flor Ministro, ¡'s/e hanquete, quiere, sin du-
da, que yo haga públicos los sentimientos de alta considera-
ción y de honda simpalía que habéis sabirio despertar entre
auestra más culta sncie ¡ad, donrle así han lucido las bellas
prendas lie educaci()n y de cHÁcter de vuestra notabilísima
consorte, como se han puesto de lclieve las de vuestra clara
inteligencia y n-finada cultura.
Sin pretender tralar aquí de vuestra importantisima
labor diplomática, 8610 hal'é constar la muy grata impre-
sión que ella deja en nuestro mundo letra:io, especialmente en
cuanto habéis buscado nuestra convicción por los caminos de
la inteligenela, solamente, mediante la pública elucidación
del grave problema in tcrn aciona l que la ~uerra del Pacífico
tia dejado planteado sobre los pueblos de nuestra raza y Con-
Linentc.
Como representante digno de un pueLlo humano, que
r.f'almente nlls siente hermanos, vuestros esfuerzos han sido
y son en estos momt'nlos incansables en favor de la con-
cordia t:ntre los colombianos, clm('ntada en el granito incon·
movible de la justicia politica, incompatible con las intran-
sigencias que conviert an á las nllciones en campamentos
me iioeva les, donde dos h,mdos (df posilarios ambos de la
verdad absoluta) se disputan 1'1 triste privilegio de tirani7.ar
á su adversario en tanlo 11t'~a la hora de exterminarlo.
Siguiendo la magnificencia I ranicional de las Ll'gaciones
peruanas en Bc'gotá, y I'xc('dién(lohll', si cabe, vuestra hos-
pitalaria casa ha sido desne vut'stra llegada centro suntuoso
P;N EL PUTUMAYO y EN EL CAQUETÁ 183
,~n que habéis dado cita á todo lo que se Oll mosLró existir en
~ta capital de belleza, distinción ó superioridad. De lamen-
tarse es que nuestras aciagas circun!-tancias hayan impedido
-corresponder, como vos lo merec~ls y vuelltra generosa palri8~
-á las calurosas manifestaciont's de fraternidad enviadas á Co-
Iombia desde Lima y El Callao, el 20 de Julio de 190[, y el
,inolvidable comportamiento de la Le~acjón á cargo vuéstro
y del caballeroso y simpálieo Sr Tilde/a.
Confurmaos con saber, al rrgrrsar lleno de merecimientos
á vuestra patria, que habéis rrnovado en el corazÓn de 108
,rolombianos, robusteciéndolos, los rL'cuerdos de la vieja alian-
za que, para siemprt', 6e selló ro IIIS campos ya clásicos de
Ayacucho COA la san~re de amhos pueblos; y que los que
dejáis entre nusotros de vupslra persona son tan sinceros co-
mo los que sentimos por eSd decisi~'a jornada de la emanci-
\pacillO a merica na.
Tomemos, señures, esta copa ¡-fe champagne por el noble
,pueblo peruano y por su digno Minisll'ú el Sr. Dr. Ulloa.'

El Sr. M¡nistro, visiblcllwnte emocionado, se expresó asE:


, Antes d~ levantaf' á mi vez esta copa en honor de vos-
otro!;, permil idme 11/111 (lh~.'rvtlcj(¡n subjetiva.
Pocas veces, en 1"" IlIchls qur la existencia impone á los
hombres, logran é,~tn" 1;.1 ""IISfac(:ión de los bienes que la cs-
-peranza dibuja; Ins ohsl;lnll ..s d .. 1 error J del merlío les cie-
rran el paso y hact~n surgir el deseqlJilihrio que engendra la
-duda.
Cu;.¡ndo nos ¡temos juntado tántas ver'es durante esta in-
olvidable residwr.ia ellh! vosotrus, liS habréis sorprendido
de mi fe unas veces 1'11 vuestro porvtonir y progreso, y de
-nuestra satisfacción otras mucha~, lan sincera como perma-
nente.
. Pues bien, señores: (S vo)' á dar la razón de estas impre-
'SIODI'S:
Mis aspiraciones de hombre .Y dl~ funcionario púhlico se
han ('ealizado: las íntimas aspiran"'lt~s que alimenté desde
joven de venir él C.lUnCH vllestra p;¡lna y de traer á ella las
manif"stacionc!O de nUt'stro nacional -
ilf"CIO, están satisfechas',
y lo están en tal forma, que me slenlo pnr primera vez de mi
-vida orgulloso de mí.
Vine aquÍ, st'iíores, á vísililros t'II repn'sentación de mi
patria, con la sola mira, COII el fin t'x<'lllsivo dI' solidificar por
el afecto los vínculos que fUllltalon Jl\Jt'sLr'(ls padres; de re-
'coroaros en esta hora de plena Ilctividad po/{Iica del Univer-
-so, qlle á pesar rle Vllt'stros dolon·s .Y JJur en medio rle elln8~
-.os ('onsidt'J'alllos hermanus y ~lIlIIl'a[ieros en las faenas del
_adelanto moral y pr¡IClico ,le I(ls I'llt~ld(ls,
184 LAS CRUELDADtS

Ese llamamiento fraternal ha sido escuchado, yyome-


siento or~Il\lo80-rrpito-de haber recibido el eco de VUt8-
t1'08 nobles sentimientos, tan unánimemente expresados.
Nada hahría pudido halagarme en estos postreros inM.9o-
te!' de mi permalll'ncia entre vosotros, como el contribuir,
por medios dicace!' y perfectamente imparciales, á la cl'sación
de Vllr~tra cruenta guerra ci vil. Sólo en tal forma habría po-
didll saldar(,s la inrnpnsa deuda de gratitud que á vosotros-
me liga. Pero mientras mi planta pise el suelo colombiano,
me esf(,rzaré pOI' induciros, á los unos y á los otros, á hacer-
ce!'ar una contienda qllf~ os hace ve~lir un ropaje contralio ~
las tendenclilsy á los impulsos ~enl'rosos 1e vuestra raza.
La manift-stación con que me hpnráis aumenta todavía la
8atisfacción de que r~toy poseído, y despil'rta senlimielltos de
gratilud qut' no pUl"do expresar. S(Jis aqul, sin distinciones
políticas. los rt'prr~wnlallles gl'nuinos de la inleleclualida<i y
de la cultura colomhiana, á la vez flue la más le~flima espe-
ranza para 1'1 pOI'Vfnir de esle pUl'blo. V ueslra presencia me
da, ,'lIes, la sl'¡,rllridacl de qlle IlIs af"Clos que hoy nos rt'úneo
y l:ls p~perHn7as que en pll"s rifrHmos, Irjos de rlesapHrecer al
ale.iarme de v"sotros, se f"rl ifjl:Hrán y pe~arán permanente-
menle rn los dl'slillus dd PP' ú V de Colombia.
PlJr la prosperidHd de ésta;' P'" que IIn iris de paz venga
á feilHlar á Ims hijos unH llueva senda de felicidad y de pro-
grelio, y PO'(Plf~ vusot,os todos Hlcaneéis la ventura personal
y plÍblica á que t'stáis IJamadlls.'
Vlla salva de apl~'lIsl)s PliSO de r:lanifiesto la aprobación
que IIIS anfitrio/les d~t'l'On á su VOcero y el agrad~, ~on que
fuerun oídos los l/lmH/Osos conceptos d .. 1 hábIl Y lInoso Re-
preselllante pl'l'uano. A los acordes del Himnu colombiano
prO!;i~uit'fon los hrindis parciales, t n medio de los cuales se
detl"'Inmó un,ínimeml'nte enviar á la inll'rt'sante y distingui-
da Sr". Soton'ayor de UlIoa, la emhltmálica y hermosa ca-
nasta de caml'lias blanc<ls .Y rIjas que adornaba el centro de
-la me~a. y sobre la que flotaban esprciales gallardetes con sus
simbólicas aCllare):!8.
Insladl's valios de los presentes para hacer uso de la pa-
laora, ac('eclieron á 1'110 los Sres. KJllardo Po,ada, Guillermo
Camacho y Emilio Cuervo ~Li'ql1eZ, expresando en Leilas y
oporlllllas frases sus simpatías por los miemh,os de la Lega-
ciúu y por el noble país 1'01' ellos representado. El inspirado
Dit'({() Vribe recitó el aplaudido soneto que ya conoce el pú-
blico. "
El Sr. Ulloa fue entonces un lazo de un'ión enlre los dos
pa("'·". v 110 debemos d, jar de consignar un aclo de gl~nerosa
hO~I,i':.Iidad que nlls prodi~ó, cllando en moml'nlos en que
- n, 1111110 del Panóptico - prisión política de los hombres hun-
EN EL PUTlJMA YO y EN EL CAQUETÁ :¡S5

Tad08 en aquella luctuosa época, nos concedió el der~ho sa-


grado del asilo, á que forzosamente ocurrimos p'ara libr.arnolJ
del atropello que los esbirros de la dictadura militar, surgida
del gol pe de cuartel del 31 de Julio de 1900, nos prodigaba.
Un deber elemental de gratitud nos obliga á traer á la me-
moria este hecho de humanidad.
En la misma prensa de Lima se nos hace justicia, según
se colige del siguiente cable qu~ tomámos de la edición del
.22 de Agosto de El Nuevo Tiempo de esta ciudad:

u EN EL PERÚ SE HACE JUSTICIA Á COLOMOIA


EL PERÚ NO CUMPLIÓ SOLEMNES COJlIPROMISOS

Lima, 2o-La Prensa hace alarmantes comentarios reR-


pecto á la alianza entre Colombia y Ecuador. Dice que ella eS
el resultado de los desaciertos del Gobierno del Perú, que
hirió el amor propio de todo un pueblo, desconociendo, por
favorecer intereses mezquinos de (~speculadores sin conciencia,
los fueros de la justicia internacional, y suscribiendo repetidos
convenios perúcolombianos que no eran cumplidos por el
Perú, con lo cual se escarnecía la fe nacional.
Este artículo en que se hace jm¡licia;\ Colombia ha cau-
sado honda impresión en todos los circulos."

XLVI

Convenio celebrado
en tre Colom bia y el Perú
REFORM\TOR/0 EL CELEBRADO EL 21 DE ABRIL DE 'g09
El Gobif'rno de la Repühlica o1e Colomhia y el de la Re-
plíbliea dd Perú, deseando cumplir y ampliar lo estipulado
en el artículo 10 del Acuerdo diplomático de amistad yar-
Litra je celehrarlo en Lima el 2 I de Abril de 'gog, han re-
suelto celebrar un Convenio que traduzca fielmente sus pro-
pósitos, para lo cual han auturizadu debidamente á sus Ple-
nipoteneiarios respectivos, á !ilaber:
El Presidente de la República de Colombia, al Sr. Dr. D.
Carlos Calderón, Ministro de nelaciones Exteriores, y el Pre-
sidente de la ncpública del Perú, al Sr. D. Ernesto de Teza-
nos Pinto, Enviado Ext.raordinario y Ministro Plenipoten-
ciario ele dieha Hepública en Bogotá, quienes han acordado
Jo siguiente:
~86 LAS CRUELDADKS

Art. 1. Los Gobiernos de Colombia y del Perú acu~r­


-dAn constituír por medio de este Convenio una Comisión.
Mixta Internacional á quien corresponda:
1.0 Fijar el monto de la indemnización pecuni<lria que
uno de los dos pa/srs deba pagar al otro por causa de los
daños que las autorirJades ó ciudadanos del mismo país ha-
yan causado A lds personas ó propirdades del otro en la re-
gión comprendida entre los dos CaquetA y Amazonas, hasta
la fecha de este Con venio.
°
2. Determinar los casos en los cuales se deba proceder,
de acuerdo con las leyes del respectivo país, A invt'stigacio-
Jles judiciales encaminadas al juzgamiento J castigo de los
individuos responsables pqr hechos punibles pjecutados en el
mismo territorio y en el mismo tiempo.
Arl. 11. La Comisión Mixta se reunirá en Río de Janei-
ro y estará constituída por un Delegado nombrarlo por el
Gobierno de Colombia, otro nombrado por el Gobierno del
Perú y un tercero en discordia, que será S. E el Sr. Bar6n
de l\lo Branco, actual MInistro de Relaciones Exteriores de
los Estados Unidos del Brasil, quien deberá preSIdirla si tie-
ne á bien aceptar el cargJ.
Art. 111. Los Gobiernos de Colombia y pI Perú solicita-
rán de S. E. el Sr. Barón de Río Branco que acepte el cargo
.de Tercero en discordia en la Comisión Mixta I nternacio-
tlal A que se rdi.:re este Convpnio, .y si no quisiere ó no pu-
diere aceptar este c<lrgo, los dos Gobiernos se dirigirán á S.
E el Sr. Ministro de la Gran Bretaña en lHo de Janeiro, con
.igual fin. Si el Sr. Ministro de la Gran Bretaña se excusare
también de act'ptarlo, se pedirá á S. E. el Ministro del Impe-
rio Alemán en Río de Jant'iro que lo desempeñe, y si éste
tampoco pudiere aceptarlo, el Tercero será nombrarlo por
acut'rdo entre los Dd~gados de Colombia y el Perú, al mo-
mento de entrar á ejercer sus funciones de miembros de la
.comisión Mixta.
Arl. IV. Suá Presidente de la Comisión Mixta el tercero
.en discordia, v su voto y opinión decididn en cualquier caso
de desacuenio entre los dos miembros de ella.
Art. V. La Comisión Mixta InlHn:lcional se reunirá den-
tro de cuatro mest's, contarlos dt'sde el día en que sr firme el
presente Convenio, y tenrld facultad para envIar c"rnlsiones
nombradas por ella á lo~ IU;l"ares á donde In cOllsidere nece-
sario, con el fin de obtener datos é infdrmes fidedi~nos que
iluslren su criterio y puedan servIr de base para fallar con
pleno conocimIento de causa.
Art. VI. Los ,Gobiernos de Colombia y del Pt>rú podrán
.presentar á la Comisión toda clase de exposiciones, memorias
.J alegatos de pruebas y con trapruebas, J hacer defender sus
EN EL PUTUMAYO y EN EL CAQUETÁ 187

prelensionf>R rie palabra y por escrito con toda libertad, du-


note el término que con tal objeto fije la Comisión Mixta
Internacional.
Art. VII Dentro rie un término de cuatro meses, después
de vencido tI plazo para la presentación de los alegatos, ré-
plicas y contrar'éplicas, pruebas y contrapruebas por la8
'Partes, la Comisión Mixla Internacional diclará su decisión
para determinar los casos en los cnales se deba proceder á
fas investi~acionl's judicillles de que se ha hablado en el pa-
rágrafo 2.° riel arlículo 1.
, Art. VIII. D/'ntro rid mismo término de cuatro meses, la
ComiiOión Mlx'a Internacional fijará igualmente en su fallo
ar')ítn,1 la :-ouma que se deha pa~ar, de acuerdo con el pará-
grafo,. o del art{culo 1, por cualquiera de los dos Gobiernos
al otro, á tflulo de indemnizllción á favor de las personas
que hayan sufrido daños materiales ó personales por hechos
punibles y á favor de las f¡¡milias de las víctimas de tales
hechos,
Art IX. Eslos pagos deberán tijarse en monedas de oro
in~lés y dectuarse en esta especie, en la capital del pais que
n~!'I¡\te obligado, á más tardar cllatro ml"ses después de la fe-
cha de la sf'ntencia dictada por la Comisión Mixta Interna-
cional.
Los particulares que Sl~ aCCljan á las cfecisionfs de la Co-
misión Mixta en cuanto á la ¡ndemnización por los daños
sufridos, renllncian yirtualmente al clerecho de reclamar nue-
va indemnización por las mismas causas, contra el Gobierno
que les olorgó la primera.
Arlo X C\lando la Comisión Mixta h¡¡ya llenado su co-
mclido, cI>mullicará su juicio á los respectivos Gobiernos,
ilara que, si:;{lliéndose pr .. viamelllt~ la causa criminal que
fHIJa lugilr s!'gún las Ic)'/'í' del rel'pectivo pais, se les impon-
ga á IlIs cnlpahlf's las penas que las mismas leyes SI ñalan.
Par;í~r¡¡fn. Jlilra determinar á cuál de la~ dos Hepúbli-
cas corresponde. en cada caso, el enjuiciamiento y castigo de
'os cnl rahl!'s, la Comisión Mixta observará las reglas si-
guien',';; :
I,a A los Triblln3le~ de cada una rie las dos HepúLlicas
eOI'f!'sl'0ncle conocer de los dditos romdidos por sus funcio-
narios () ernpll"fHlos púLli~ns en el ejercicio de su cargo;
2,a A los Tl'ibllnales de cada \lila de I¡¡s dos Repúhlicas
COITf'Spllnne i~lIalmente conocer d(·los delitos cometido,", por
'tos .JrfI"S, Oficiales ó individl:os de tropa de su Ejército, ó por
'os COIIHlndantes, Oficiales ó Iripul¡¡ntes de sus naves de gue-
TJ'1l Ó d" na vrs em picadas en Sil servicio;
3:\ Ue los delitos cometidos por particulares correspr'llde
conocer á los Tribunales rle la I\t'ptíhlica en cuyo territorio
cometieron.
188 LAS CR UELDAD88

Si los hechos punibles tuvieron lugar dentro de territori()


disputado por ambas Repúblicas, la Comisión resolverá· á
cuál de ellas corresponde conocer del juicio criminal, tenien-
do en cuenta para ello únicamente cuál de las dos: Repúbli-
cas tenía constituídas autoridades en Ilse territorio. Pero .si
el individuo responsable se hallare en lugar ocupado por su
país de origen, en el momento en que la Ce misión Mixta de-
termine á qué jurisdicción haya de estar sometido, será juz-
gado conforme á las leyes de aquel país. Los nacionales de
un tercer país serán juzgados por jueces del en que se ha-
llen de¡;:pués de suscrito este Convenio.
Si los hechos punibles se hubieren realizado en territorio
en el cual ninguna de las partes contratantes tenia á la sa-
zón constituidas autoridades, corresponderá conocer del jui-
cio criminal por tales hl'chos á los tribunales del país á que
pertenezcan los individuos sindicados.
Lo ~sliplllado en este artículo no implica, por parte de
una de las Repúblicas contratantes, el reconocimiento de la
jurisdicción ejercida por su limítrofe en elterritol'io disputa-
do para efectos difaentes de los del cumplimiento del Laud()
arbitral.
Art. XI. El fallo de la Comisión Mixta Internacional será
definitivo é inapelable y quedará ejecutoriado en la misma
fecha ('n que haya sido dictado.
El dicho fallo será comunicado á las Legaciones de los
dos países en Río de Janeiro, y á falta de éstas á los respec-
tivos Gohiernos.
Arl. XII. El Gobierno de Colombia y el del Perú arre-
glarán y pagarán separadamente los honorarius de su res-
pectivo Arbitro y estipularán conjuntamente los del tercero
en discordia. Estos últimos honorarios, así como los otros
gastos de carácter que ucasione la Comisión Mixla, se divi-
dirán por mitad y serán pagados por ambos Gobiernos den-
tro del término de tres meses de decididas todas las cuestio·
nes sometirlas al fallo de la Comisión Mixta.
Art. XIII. Este Convenio será considerarlo como n·forma·
torio del (/lIe fue celehl'ado en Lima por S u Excelencia el
Enviado Extraordinario y Ministro P/.·nipotcnciario de Co-
lomhia en esa ciurlad, y ell\linistro de Relaciones Exteriores
del Perú, el !lI de A IJril de IgOg, y surtirá sus efectos desde
la f!'rlla en que se suscribe.
En fe dc lo cual firman, en doble ejempla/', el presente
Convenio, en Bogotá, á trece de Abril de mil novecientos
diez.
(L. S.) CARLOS CALDERÓN

(L. S.) E. DE TEZANOS P,NTO


EN EL PtJTUM4YO yaN EL CAQUETÁ 189

El Conyenio celebrado el J 3 del presente, entre el Dr.


CllrJos Calderón, Ministro de Relaciones Exteriores de Co~
l()rDrna, y D. Ernesto de Tezanos Pinto, Enviado ExtraQi!di-
nario y Ministro P~enipotenciaf"io del Perú, merece D&estra
más solemne atención.
El pueblO' colombiano ansiabe,qU6 la Cancillería de nuf'~
tra patria pusiera muy en alto nuestro insospechable dere-
cho y nuestra extraordinaria justicia en las afreo.tasirroga.
das á la Nación por las fuerzas del Perú y sus naeionales,
consumadas en las regiones del Caquetá y del POtum8yO.
O mejor dicho: que ya que fue recibido el Plenipotenciario
del Perú sin que hubiera precedido plena satisfaccióD, las
negociaciones con aquella República se hubieran colocado en
ese terreno y luégo en lo que es secundario.
Al examinar cada una de las cláusulas del citado Conve-
nio, no podemos menos de expresar nuestra objeción, si bien
respetuosa 110 menos sincera.
Asimismo dejamos constancia de que reconocemosla8 in-
teligentes dotes del Sr. Ministro de Relaciones Exteriores, y
estamos seguros de que el Consrjo de Ministros conoció del
trascendental documentt) qlle vamos á principiar -á analizar.
Nuestra censura, pues, está dirigida á todo el üabinete, por-
que es solidario en IIn acuerdo :¡U6, en nuestro concepto, no
nos favorece, y, al contrario, puede ser de consecuencias irre-
mediables.
Bien merecemos nuestra suerle: somos una agrupación
de indif~rent.es incapaces de recJafD6r nueslros derechos. Vea.
mos: el 2 ¡ de Abril de J 90~1, cuando ya S6 sentían los albo-
res de una restauración en la llepública, fue firmado en Lima
un Convenio que su~cribió el ex-Ministro de Colombia allí,
Sr. Luis Tanco Argáez, y que hoy reproducimo8. Ese arre·
glo comprendía cláusulas tan humillantes para Colombia,
ClDlO éSLa :
" Los Gubiernos del Perú y de Colombia expresan' sus
sentimientos oe vivo pes al' por 108 sucesos ocurridos en la
rerión del Putumayo el ailo último y, en señal de mutua sa-
1l8faccton, convienen en constituir, por medio de UDa Con-
veoeión elipecia!, suscrita dentro del térmioo de tres meses,
contados de!!de la fecha en que se ponga eo,vigencia el pre-
sente Acuerdo, una Comisión In ternacionaL que anrigüe y es--
clarCltC8 los hechos ocurridos en esa región, dando cuenta del
re8u~tarJo de tillS invesligaciones por medio de un informe.
Si después de rendirlo este informe no lo~ran ponerse de
acuerdo ambos Gobiernos sobre las responsabilidades que de
LAS CRUELDADES

tales hechos se deri ven, se someterá el asunto á una decisióB


arbitral."
Ese Acuerdo contenía, además, estipulaciones sobre re-
anudación de negociaciones de limites, sobre modus vivendi y
sobre comercio y navegación. Vana y fofa palabrería que nOS'
exhibe una vez más como pueblo de ignorante., mezclando-
cuestiones territoriales con solemnes derechos de Nación
ofendida, 9ue en lugar de recibir, otorga /a satisfacción. ¡Oh.
poder sublime de nuestros esclarecidos Diplomáticos I
De más está decir que ese Convenio apenas se firmó sin-
tener ningún resultado, porque según documento que tene-
mos en nuestro poder, se ordenó al Sr. Tanco suspender 108
efectos de la célebre Convención.
Ocupémonos ahora del Convenio Calderón-Tezano8 Pin-
to y analicemos cada una de sus cláusulas á la luz de la más
c(mple!a imparcialirlad y justicia á fin de que nueslro JUIcio
sea seren" .Y culto. Ante todü, debemos declarar, con toda la.
serenidarl que los momentos demandan, que nuestros juicios
no tienen otra inspiración que la de abogar en pro de los sa-
~Tados derechos de la Patria, en cuyos altares no se puede
oficiar sino fuéra de prejuicios y de ambiciones.
Diee el ar! {culo 1 ~ del Con venio celebrado d 13 del pre-
sente, que los Gobiernos de Colombia y el Perú acuerdan
cunstitulr por medio de ese Con venio una Comisión Mixta
Internacional á quien corresponda:
l? Fijar el monto de la indemnización pecuniaria que uno
de los dos países deba pagarle al otro, por causa de los daños
que las autoridades ó los ciudadanos del mIsmo país hayaD
causado á las personas ~y propiedades del otrll en la región
comprendida entre los rlos Caquetá y Amazonas, hasta la ft!-
cha de ese Convenio;
2? Determinar los casos en los rouales se deba procecler r
de acuerclo con las leyes del respectivo país, á investigacio-
nes judiciales encaminadas al juzgamiento y casligo de IOR
individuos responsables por hechos punibles ejecutatJ08 en d
mismo territorio y en el mismo tiempo. .
En ~stas cláusulas, en ve1. de que el Perú reconOClera los
atentadoR cometidos, comprobado~ y reconocidos, ya por Sil
ejército re~ular. ya por sus nacionales, ya por los Agentes
de Arana & C. a, uno de cuyos socios tiene, según en Lende-
mo~, algún carácter oficial de su patria en Iquitos; en lugar
de fse reconocimiento, decimos, viene á aminorarse la res·
ponsabilidad manifiesta de los invasores y á p~nerse en tela.
de discusión un hecho ¡w.rfectamente esclarecJd~. ¿ Cómo es
posible que se desconozca aquella clara cuestión que .con
abundadcia de documentos hemos acreditado y está prego-
nando la prensa universal? Además, como todo ese cúmul~
EN EL PUTUJlA YO y EN EL CAQUET Á '91
de atrocidades fueron cometidas en territorios que el Perú,
sin razón alguna, reclama como suyos, envuelve esa cláusula
una determinación de jurisdicción para castigar á Jos crimi-
nales el grave problema que no tendrá solución jamás pae/f¡-
camente : el de límites.
Para que alguno de los dos paises pueda abocar el cono-
cimiento de las investigaciones judiciales, se necesita ante
todo la determinación de jurisdicción territorial, y, como es
sabido, Colombia no tiene hoy en aquellas regiones ninguna
autoridad pues fueron retira Jas las que existían allí.
Atin más: si se objetare que el Plenipotenciario del Perú
insistía en la cláusula q 11e examinamos, ha debido prescin-
dirse de ella, ó á lo menos no continuar una negociación á
lod¡¡!O lucrs inconveni"ntf~ á nl,,'!Otro __ tI"recho".
EII esa cII'l'li<'lIl .1,01 ,\IIH.:.I;lJllliS "t~ cnvuelve IIn pr<!bllOma
de simplc Dcrecho IntcI1l8cionlll Privado, (') sea los delitos
comurlP.s. Jos rnnos, Jos ase~illal()s, I¡JS violaci/llH's y todo ese
cúmulo de hechos pUllihlt's en qll~ I'xisle ulla legislacióll
universal que ri~e desd~ el I'slado primitivo de las socieda-
des, qnc I'S el castigo de los delincl/tliles; no es Ilsunto de so-
mcter á Convención, es /lIgo que I'e roza con el derecho na-
tural de toda sociedad de IlIImbres, porque el crimen y el
delito se castigan sin necesida,1 de ocurrir á decisiones arbi-
trales. Esto es pueril. Ni Colombia ni el Perú, con&iderados
independienternenll~ como p::\íses civilizados, pueden prohijar
los hechos criminosos, yel Perú, 1ue ha usurpado el territo-
rio, está en el deber de castigllr á los criminales.
Hay más: una EJe las formas comu se hace visible la so-
beranía de un país es precisamente en actos de jurisdicción
que, como dejamos dicho, Colombia no puede ejecutar por
imposibilidad material.
Y. como por olr'a parte. el Brasil hfl "irlo la única Nación
qllC se ha sepli rad" ti 1" I prillcipio dd /lli fJos.~idelis de t 8 ¡O,
y sostiene el principio contrario, es lógico concluir que en
estll cuestión no prodrá acompaliarnos 1"1 ilustre hombre que
se designa como árbitro.
Pretendemos hacer Iln I'studill detenido del Convenio,
(lue tiene una trllscendencia mayor de la quP. aparentemente
aparece, y seguiremos en el curso de las próximas edicione.'l
examinando las cláusulas restantes para llegar á esta con-
c1usión:
Colombia, con este pacto, hará ilusorios los derechos de
sus nacionales, y ha perJido la oportunidad de obtener ulla
satisfacción plena por las ofensas irrogadas al suelo sagrado
de la Patria.
LAS CRUELD:AbSS

11

Continuaremos ocupándonos del ya célebre Acuerdo.


Se dispone en el artículo 2.0 que la Comisión Internacio-
Ilal tendrá facultad para nombrar comisiones y para obtener
.datos é informes fidedignos que ilustren su criterio y sirvan
·de base para fallar.
Al contemplar el lugllr donde se han verificado los gran..
des escándalos y los extraordinarios crímenes, que son el ho-
rror de sus autores, vemos lo imposible de acreditar y levan-
tar pruebas y de comprobar los delitos, que no tienen otros
testigos que los mismos cómplices, auxiliadores y encubrido-
res de las atrocidades cometidas.
Por otra parte-y nótese que ello es más serio-el Conve-
nio que comentamos se refiere á que es reformatorio del ce-
lebrado en Lima el 2 r de Abril de IgOg, y que sólo se extien-
de á los actos de bandalaje ocurridos en 1908, siendo así que
los hechos punibles comprenden 110 sólo esto sino también un
espacio de tiempo mayor en que ha predominado en el Pu·
tumayo el asesinato y el robo. Los acontecimIentos de 1908
fueron tan sólo pálidas manifestaciones de un e¡;tado de co-
sas tan anormal, que aquello fue pequeño en relación á los
demás actos punibles ocurridos antes all{. En este caso se ha-
ce, una vez más, ilusori;) el derecho de nuestros compatrio.
tas que han si::Jo víctima de los piratas. Aún más: era ya un
asunto resuelto por el Gobierno del Perú. y aceptado en Lima,
.que se radicara en Bogotá el funcionamiento de la Comisión,
Jo cual facilitaría muche;> el esclarecimiento de la verdad, y
esto era lo nalural. plles aquí reposan la mayor parte de los
.documentos en el Ministerio de Relaciones Exteriores, donde
.existe una copiosa documentación; en esta ciudad viven mu-
chos de los herederos de I¡)s víctimas, residen testigos hono-
rabIes que fueron evacuando el territorio del Caquetá y del
Putumayo á medida que los invasores sentaban sus tiendas,
y en el resto de la República lienen SIlS domicilios la mayor
parte de los damnificados. Además, era de esperarse esa cor-
tesía con la Nación agredida, que, por otra parte, no debía
renunciar aquella muestra de cordialidad internacional.
En los precedentes diplomáticos de Colombia, en r~lación
~on actos semejantes al que nos OCUptl, siempre ha prevale-
~ido aquella elemental fórmula, yeso que han sldo cometi-
dos en estado de guerra y no en plena paz.
Italia, por ejemplo, sometió á la jurisdicción de nuestra
·Corte Suprema y á Comisión Mixta los reclamos de muchos
y
.de sus nacionales, lo mismo los Estados U nidos.
EN EL PUTUMAYQ y E~ EL CAQUET,( 193

Es al interés individual al que corresponde el p~rfeccio­


namiento de las demandas y de sus pretensiones, y no al cui--
dado de comisiones más ó menos hábiles, pero siempre fáci-
-les de que su juicio no sea exacto. Ahora bien: esas comisio-
nes que puede en viar la Comisión Mixta para esclarecer los
hechos ¿cómo quedan constituidas en su personal? Este es
-otro lunar muy interesante en el in consulto Convenio, y del
cual también depende, en mucho, un fallo acertado y justo.
Seguiremos analizando el Convenio, el cual, para honor
de Colombia, ha merecido la sanción de toda la Prensa de la
.~apital y la protesta de ciudadanos libres de toda sospecha.

XLVII

Convención Calder511-Tezan·Js PintJ


JII

A I terminar hoy el ligero y somero análisis que, movidos


por un sentimiento de patriotIsmo, hemos hecho del pacto
Calderón-Tezanos Pinlo, deseamos estudiar si propiamente
el Acuerdo en cuestión se halla comprendido entre aquellos
Convenios que deben ó nó llenar, para su validez, la aproba-
ción del Congreso. Nosotros conceptuamos que tal requisito es
necesario en el caso presente.
Veamos primeramente á este respecto la historia de n ues-
tro país en los últimos cincuenta años.
Ley 28, de 13 de Mayo de J 86~, aprobatoria del Conve-
nio adicional al de 1857, para arrc4\"lar reclamaciones recípro-
cas elltre Colombia y los Estados U nidos de América.
Ley 43 de 15 de Junio de 1874. Autoriza al Poder Ejecu-
tivo para someter una reclamaci')n de los Estados Unidos á
una decisión de árbitros.
Ley 41 de 188~. A prueba el Convenio enlr¿ el Ministro
de Relaciones Exleriores y el Encargado de Negocios de
Francia, sobre una reclamación.
Ley 61 de 1884. A prueba ia Convención Internacional
celebrada con el Ecuador, respecto á someter á árbitro las re-
clamaciones de colombianos.
Ley I.a de 1886. Se aprobó el Convenio por el cual se so-
metió á arbitraje el asunto Cerruti.
Ley 68 de 1886, por el cual se aprobó el Convenio cele-
obrado con ell\1inistro Residente d~ España, sobre reclamo de
·un español.
13
LASCRUELIÜ,Ílh'

Ley 12 de J 887, por la cual se aprueban dos Con'Vehi'os,.


ó sea la manera de pagar ciertas iód'embiillcioDes.
Ley 60 de 1887, por la cual s~ aprueba un Cónvemo cbil'
un súbdito alemán. .
Ley 98 de 1887, que autoriza al Gobierno pa'ra qúe re-
suelva sobre la validez de cinco Convenios; tbdos elloS ver-
san sobre reclamaciones.
Ley 90 de 1892, aprobatoria del Convenio celebrado con
Ja Honorable Legación de Italia, sobre reclamaciones que se
sometieron al arbitraje de la Corte SlIprema de Colombia·.
Ley 55 de 1894, que aprueha el Protocolo relativo á la
reclamación Cerruti, que se sometió al arbitraje del Presi-
dente de los Estados Unidos.
Ley M~ de 1898, que 1'8 pertinente á la cuestión actual,
porque se rdiere al arreglo de la reclamación del peruano
Machuca y Vega, y que reproducimos íntegra en otro lugar.
. Ley';. 7 d~ (~()8, que aprobó el Converrio subre . reclama-
CIOnes pcculllan8s.
Ley 27 de 1 909, que autorizó al Gcbierno para terminar
definitivamente las diferencias entre Italia y Colombia.
Ley lO de 1909, que aprob6 la Convención celehrada en
Quito para someter á la decisión de árbitros las reclamacio-
nes pecllniarias de varios colombianos.
La Jurisprudencia, pues, de Colombia, es cla ra en el par-
ticular.
Todos los Convenios de la naturaleza dp.I que no& ocupa
han llevado la autorización del Congreso. La sola diferencia
que existe con el caso que examínamos~ depende de que los
Convenios sometidos á la aprobación legislativa lienen el de-
recho de la fuerza, y los de nllestros compatriotas nó.
Aün m;Ís: en rt'ciente reclamo de un súbriito italiano,
originado precisamente por la acción de las autoridades co-
lombianas en el Alto Caquetá, fue suscrito un compromiRo de
arbitraje para resolver las peticiones del damnificado. Reu-
nidos los árbitros, encontraron (Iue no había autorización del
Congreso para tal objeto, y por esla razón no se constituyó
el Tribunal.
Los fundamentos que tuvieron los expresadoS: árbitr JS
están consignados en la siguiente exposición:
" Pero al empezar á estudiar el asunto, hemos tropezado
con algun~ dificultad para aceptar el mencionado encargo y
constituir el Tribunal. Es P.! caso que parece que para cons-
tituir un Tribunal de Arbitramento en el asuilto en que 'el
Gobierno tenga interés ó sea parte por ctlalquier motivo, se
necesita una autorización especial dada en una ley ó decreto.
Buscando antecedentes en cuestiones semejantes. hel11os·b·á..
liado (Iue en el asun lo Punchard se dictó un decreto de carác-
EN EL PUT~ y ~ aL CAQUETÁ r 95

ter Ieg;statjvo para con'Stituírel Tribonaf de Arbitros; y qUfJ'


artt6 de esto, el Gobiei'ilO de· Antloq:úia se opuso 9 ennstitUfr-
16por ralta de una ley sobre la materia, como lo dice la nota
de dicho Gobierno al Sr. Spencer, apoderado de los recla-
mantes, con fecha 31 de Octubre de 1893."
El Dr. Porras, en su obra sobre práctica forens(', dice:
" Las C'..orporaciones y 108 e:ól<lblecimirntos plÍbJicos no
pueden tampoco comprometerse sin que antf'ceda la autori-
zación 8upenor que e\l08 nece~itan para poder obligarse. El
Representante del Gobierno tampoco puede comprometer los
derecho;; é inl.f~reses de la Haci~nda púhlica sin estar previa-
mente facultado por UII Decreto dd Poder Ejecutivo ó por
una ley ........ ·,
"Pero ¿ qué asuntos no podrán ser materia de transac-
ción arbitral Ó qué cosas no podrán ser objeto de arbitraje?
Estableceremos las excepcioms, pues ya queda establecida la
reglQgenl'ral de que puedl'n Hmeterse á la decisión de jue-
ces, árhitros ó arhitradores todas las contestaciones y diferen-
('ia~ tntre parks, anles ó después de aducidas en juicio, y
Clwlquit'ra que sea el estado oe éste, bien se hallen en prime-
ra, bien en se:,nmda instancia.
Dos son las cuestiones que \'amos á mencionar, aunque
ellas no aparezcan dett'fminadas expresamente por el Código
Civil ni por el Judicial, las cuales, sin embargo, se despren-
den, en nuestro concepto, del espíritu de sus disposiciones y
están en consonancia con sus preceptos y como engranadas
en la misma institución arbitral. No pueden ser, pues, com-
prometidas:
1.° Las cuestiones relativas al estado civil de ]as perso-
nas, cuales son las que versan sohre la paternidad, la legiti-
midad de los hijos, la Ilulidad del matrimonio, el divorcio,
la naturaleza, "tcindad y demás cuestiones que se refieren á
la calidad, condición ó manera en que Jos hombres "iven, ó
están en la sociedad ci vil ó en la familia. La razón es, como
dict'n los comrntadores, porque ('stas cuestiones ó contiendas
afectan al orden púhlico y pueden lastimar derechos de per-
sonas que ninguna intervención han tenido en el litigio, de-
biendo, por tanto, estar sujetas á las mayores garantías de la
legitimidad, q tle ofrecen los Tribunales de Justicia; y
2.° Las cuestiones en que deba intervenir el Ministerio
Público con arreglo á las leye!'!, cuales son las que versan so-
bre derechos é intereses del Estado, ó de los ausentes, ó de
los me";ores ó incapacitadns que necesitan de su amparo. y
proteccl6n, y d 'luellos en que pueda r('sultar alguna mfrac-
ción de la le'y, ;Ii~na de castigo, hien que puede haber autori.
zación especial respechl de 108 primeros negocios que acaba-
LAS CRUELDADES

mos de mencionar; pero. en un juicio de testamentaria, por


ej( mpIo, mientras esté yacente la herencia () haya herederos
amentes, no podrfan, en ningún caso, ser comprometidas las
diferencias que ocurran ó las cuestiones que se promuevan,
hasta que, apersonados estos interesados, haya cesado la in-
tervención del Ministerio Público ó del curador ó represen-
tante Jegal de los ausentes.
También parece que la Corte Suprema ha dictado dos
sentencias en las cuales se resolvió que. la decisión de juicios
en que la Nación tiene parte no puede someterse á árbitros,
pues los derechos nacionales están excluídos ele todo arbi-
tramento. Esto se ve en la obra Jllrú~prtldenáa de la Corte
Suprema (página 25, número 107), cuyas citas hemos halla-
do exactas al consultar las dos sentencias allí mencionadas.
En consecuencia, tenemos la pena de excusarnos de acep-
tar tan honroso puesto, salvo que se nos sei'ialen disposicio-
nes que no conocernos, que allanen este inconveniente, ó an-
tecedentes que nos autoricen para constituir dicho Tribunal
de Arbitramento.
Presentamos de nuevo á usted nuestros sinceros agrade-
cimientos por tan alta prueba de confianza."
Lo transcrito es, pues, concluyente: si un simple con vento
en que no se debatían más cuestiones qut' una ligera indem-
nización pecuniaria, sin trascendencia de nin~una especie, se
aceptó por el Gobierno actual, que no podla resolv~r sin pre-
via ley y autorización del Con~reso, ¿ qué puede alegarse en
favor de la Convención que perjudica á miles de colombianos '?
Resueltamente, el Acuerdo que mereció el apoyo de todo
ell\Iinisterio no es válido porque le falta el rer¡uisito de la
autorización del Cuerpo Ll'gislativo.
Con todo respeto insistimos en la solicitud que sobre el
particular dirigimos, en asocio de varios caballeros, al Excmo.
Sr. Presidente de la República, y llamamos la atención ha-
da lo que dejamos anotado como precedentes, (Iue son pre-
dsamente los actos que constituyen Jurisprudencia interna-
CIOnal.
Desearíamos conocer un solo Convenio de la naturaleza
que nos ocupa, en que nuestra Cancillería haya procedido
sin la autorización del Congreso.
La tesis sostenida de no necesitarse la lormalidad que
objetamos ha sido por otra parte debatida en· el llamado Con-
venio Herrán-.Hay, que era un verdadero tratado. En la dis-
cusión que en el Senado de la República se suscitó lue presen-
tada por el Sr. D. Miguel A. Caro (q. e. p. d.) una luminosa
~xposición sosteniend.o eso, con respecto á la cual fue también
de la misma opinión el connotado publicista Dr. Antonio J.
Uribe.
E~ EL I"JTUMAYO y EN EL CAQUETÁ 197

Aun más: la muy laboriosa y competente Comisión Legis-


lativa, entre los importantes proyectos de ley que presentó á
la Asambla actual, tiene uno en que se determinan las di-
ferencias entre esos pactos. Esta es una elocuente respuesta á
quienes han sustent'ldo que el Convenio Calderón-Tezanos
Pinto no necesitaba de la aprobación legislativa.

XLVIII

El P'J :1J mayo y el Gobierno del Perú


"Dp. fuente de información intachable, puesto qur deriva
de ori6{cn del propio lllgar que fue teatro de los aconteci-
mientos," toma '.a Prensa el sl~uienle relato, que acogemos
como el que tomamos de La Estrella de Panamú y del Sr,
.Juan Ap'ustín G()mez, á titulo de mera información, por el
deseo patriótico de '1ue el país conozca los procedimIentos
peruanus y sin espíritu de réclame alguno. En esto, como en
todo lo qtll~ damos al púlJlico, nos guía sólo la ruda sinceri-
dad del patriotismo. (JlIiera el cole~a tomar Ilota de esla de-
claración y explicarse por ella el silencio con que ac.ogem0s
los cargtlS 'lue nus hac(~. Ante 1" méljestad de la Patna, nada
valen nllPslras personalidades. Por iguales conc'eptos publi-
camos al pie dos cartas qu~ hacen referencia al mismo asun,
too La transcri pción de IJa Prensa es esta:
"De tiempo atrás, como no lo ignora nin¡:ún colombiano,
los negociantes peruanos, amparados por el Gohie\"Jlo de su
país, han \'enido explutando las riquezas naturales que en-
cierran las sel vas de la región amazónica"j han exlendido
sus trallJjos ha!'ta hacerlos penetrar mlly hOD'lamente en
territori" culolll biano. Con este moli vo n lIt'st ra Cancillería se
ha esforzadu por establecer un //lodlls UÚH>fIrli, dentro de lími-
tes pro\'iSionalmente c;on\'cniclo:>, rnit~nlras que con el Perú
~e celelJr(l, C(lIllO con el Brasil)' el Ecuadol', un tratado de-
ti ni ti vo, .
Ni esus esfuerzos, ni los qllf" por comi¡;ión del Sr. Minis-
tro de Rdaciones Ext.eriores, Sr. General A. Vásquez CuLI),
ha debido hacer nuestro Ministro en \Vá6hington, en cumpli-
miento de la nota que sobre la materia le dirIgió el primero
en 24 de Febrero pasado, han sido bastantes á contener la.
creciente y audaz lDvasión peruana, ni á impedir los crimi-
nales procedimientos que la Casa comercIal de Arana &
CompañIa ha \'enido adoptando al usurpar, con insolente hOR-
tilidad, una parte de nuestro territorio, que ex:plQtaD~on ra-
,paz y desenfrenada codicia.
Los continuos choqu~ que ocurren entre los usuf:~ores
'peruanos y los pobladores colombianos y de que habla la nO-
ta ante!'! mencionada, y la sevicia con que se trala á los indios,
tamhién colombianos, cuyos brazos son los principales fac-
tores de la explotación peruana, determinaron un chor¡ue
más fuerte que todos los anteriores, CON L~ )flTY SUSTANCIAL
r;IIICU'i'iTANCIA de haber sido tropas regulare!'! del Perú, AL SI,:n-
VICI0 D~; LA CAS,\ CO~lERC1A.L DE ARANA & CO:lH'A5ííA, las que con-
sumaron. E!\i S0N DE GLORIOSO COJlIB .TE, las hazaiias de asesinar
herido., .Y gentes indefensas y de saquear é inct>ndiar las ha-
¡litaciones de los colonos colombianos.
La causa generadora del conflicto se halla latente desde que
la tántas v~ces citada Casa de A.rana & CompañIa ha invadido
criminalmente nllt~stro territorio y lo explota con rapacidad.
Estalla esa cau;;a cada vez que, por cualquier motivo, se po-
lIt'n t'n inmediat0 CJntacto los explotadore!'! peruanos con los
roluno; colombianol, y el 12 de Enero fueron tropas fl'gula-
res del Gobiemo del Pclrú las que tomaron parle cn el choque
'111", en rrsum'~n, no tuvo más significación que la de sel' re-
petición rle much .. s otros que han tcnido IlIgar en las mis-
mfls re~i()nr~s Ó rlt~ Id'; qllf~ habla la nota oc 2 '1 rl~ Febrero,
ue mt~nciflnaml)s antes,"
E:I \,ista dt~ t'sto, debemos informar n n ues! ros con n acio-
nales de lo qlll~ actu.t1mente está pasando en la r"g'lón meridio-
nal dc la Ht:púhlica, en la frontera con el Perú yen el l'Ío Pu-
tuma)'o, adonde h<ln avanzarlo ya los peruanos en su tarea
de ct:recnar el t,'rritorio de Colombia; y, al t'f!~cto, nos refe-
rimos á UI1 te~tjgo presencial, á una per"sona firledigna, que
como d SI'. n()~erio María Becerra, ha viajado por esas apar-
tadas J't'~iolles .Y ha vivido mucho tiempo en el Caquctá, bus-
cetnd,) .. 1 pan pariJ SIIS hijos en esas selvas seculares donde
sól .. impera la ,b;oldción y la mucrte.
Es el caso qlll~ d río Pulumayo hasta más ae,l dcl Campu)'a
esto e~, c'~l'ca (k 6 1(1 millas, está hoy en poder del comercio
pf~rll;¡n,), Ihsta '902 el Corregidor del PlItumayo ejer-
cía jlll isdicción en ludo el río, pero hoy se encuentran fuerza8
peruan:ls en la desembocarlura del Caraparaná, en la con-
fluencia con el Campuya, en El Encanto, en Ar!!e/ia, en Bar·
ce/ona, )' aún más acá. Los peruanos suben el Pulumayo en
lanchas .Y prenrlpn á cuanlos quieren, cometiendo toda clase
de tropellas. Allí los desafueros de lo!'! comercióntes peruanos
contra lo~ pobres ind{~enas, á quienes esdavizan, venden y
matan á ciencia y pacIencia de las autoridades del Perú. Su
consigna es malar á los inriios, para así, por medio del temor,
reducirlos á la esclavitud. Tribus enteras de los salvajes que
EN EL PU,1:QJJ¡\ yo y EN EL CAQUET,( 199

pueblan aquellos dilatados bosques huyen amedrentadas á la


simple vista de los peruanos, porque saben que ellos sólo les
ofrecen el martirio, la esc'-vitu,d y la muerte. David Serrano
fue víctima de eslo. Estando en su casa de La CTnión, llegaron
!¡o soldados peruanos, y despuésde ultrajarlo vilmente, lo ma-
niataron, arrasaron sus sementeras y le robaron algunas arro-
bas de caucho y muchas mercancías, imponiéndole esto como
tor.tura para que descubriera dónde esta han los indios ,,,'ebuas,
{lue habían huido aterrados por los crímenes que cometían
.los Rel'uanos.
En Julio riel año próximo pflsado asesinaron cobarde-
mente tÍ un seiior d,~ apellirlo lIeruándcz, antioqueño, en El
Encafl(o, C.!fCa del Caraparawi. Dastl'¡ para cometer este aten-
tado la ord\'11 verbal de D. l\1i~uel Loaiza, agente general
de la Casa Arana. y 30 soldudas cOllsumaron el asesinato,
distingUiéndose entre los victimarios su jefe, ({lle era un Sr.
Alcorta, quien quiso dar ejem plo, disparando el primero!
A mediados de Diciembre postrero el In~pt~dor del Putll-
. mayo, Sr. Gahl'icll\lal'llncz. emprcn1lió marcha ::acia La Sofía.
y en d pun lo) denolllinado BUI'!iosail'cs, en la JescmDllcadura
d,:1 Y lI':illo'ltl, lo alcanzó una LIncha peruana comanda:la por
Hart ·1, !ll'" Ztlllluela, y le orJtlHí (lue siguiera con ellos, Al
acerCHI i;e Z!I madi! en acli lud hostil, dando orden de hacer
fuego, Ls [lo'risimos CI,lombi:mos allí preseptes se aperci-
hierun para la dd~lIsa, Znmaela dio en[(mCt~:,; ~(lHtJ'aorden
para que Il~J ,lis~u('a['an~ pero se \levl). con;"igo ,\1 Insp~cto,r S~.
1\Ial'1Ínez, a 1-11 SecretarIO Sr. ArsenlO G¡llv,~;¿ y á seIS llld¡·
viduos má ~.
Debe sah('['se qlJe tOllas las tribus de sah-ajes de aquellas
inmensas regiones tuero n reducidas por colonos colombianos
en 1880, pero al prl'sen te el comercio ql\e aqllélllJs hacían se
halla t'xtingllldu, por1lue las antnridadrs pcruan;:¡s 11) impiden
en absoluto y nu p~rCllilen (Iue los colombiallos usfl'uctú'~n Sil
propio lt~rritnriú.
Es menester, pues, si querernos merecer el nombre de Na-
ción, que los colombianos hagamos acto de prcsl'ncia en es-
tos solemncs momentos de la vida internacional; que baga-
mos rcspetar Iluestros derechos y que pensemos seriamente
en poner honroso término á esta cuestión con el Perú, que
c!stá desacredItándonos ante el mundo civilizado.

Fedaleo Puertali J.
200 I_AS CH VELDADES

XLIX

Por la América del Sur


Del importante libro que con este tílulo publicó el infati-
gable é ilustrado publicista Dr. Rafael Uribe Uribe, repro-
<lucimos el oportuno discurso que pronunció en Lima, y
donde resaltan el amor á la patria y la defensa viril que, con
tánta energla como valor, se destaca de aquella pieza ma-
gistral, lJue hace honor á su respetable autor como al pueblo
colombiano:
"Mí respetable compatriota Sr. Dr. Cllmaco Gómez Val-
dés, antiguo Secretario de la gran Convención de Ríonegra,
que expidió la Constitución más avanzada que pueblo algu-
no se haya dado en América, y hombre cUJa larga vida está
toda llena de merecimientos que no enumero por no herir
511 modestia, se ha servirlo honrar mi paso por la capital dd
Perú con numerosas atenclollPs, entre las cuales se cuenta
este lucido banquett', realzado por la asistencia de distingui-
dos personajes, y que me es (;fn'cido en tan lXalantes térmi-
nos. Reciba mi ilustre amigo el Dr. Gómfz V lllOés púhlico
testimonio de mi gratitud por su generoso comportamiento y
por sus frases amables, que me dt'Jan obligado de por vida
para con él.
Celebra hoy Colombia el nonagésimo quinto aniversario
de su primer grito de independencia. Dentro de ocho dlas
festejará el Pert'r su fecha nacional. Si se recuerda que la
confirmación del movimiento rmancipador de ambas nacio-
nes ~ólo "ino ti obtt'nerse ddinitivamente en las jornadas de
J unin )' AJacllcho, donde los ~Uffrerús colornlJianos, veni-
dos Jd más lejano confín del horizolll(', se batirron alIado
de Jos patriotas del Pert'1; con la de eJ1()~ mezclaron su san-
grt', y la contemplación de un mismo ideal de libertad y por-
venir estremeció sus almas al caer en los campos de batalla)
se verá que algo muy grande é io;Jyidahle poseen en común
los d( s pucbks; que 3('1150 los tropiezos que han hallado en
Sil cHlOino proceden del ohido en que pusIeran sus comunes
glorias, y que si miran ¡Í Sil origen, distra}éndose de lo pre-
sente. hallarán para Jo fulmo más motivos de cordialidad
que de tibieza.
Dos complementos de la emancipación han perseguido
sin cesar los paises de América: la libertad politica'y la fija-
ción de sus IImitt's territoriales. Sentían que, sin lo uno, la
independencia careda de razón de ser; palpaban que sin lo-
EN EL PUTUMAYO y EN EL CAQUETÁ 20#

otro quedaba indeciso el radio de ejercicio dI! la soberanfa


conquistada.
Las divergencias sobre el modo de concebir la libertad y
sobre los mejores procedimientos para realizarla, mantuv)e~
ron hasta hace poco en lucha recia á los partidos de cada na-
cionalidad, y con deplorable frecuencia los condujeron á la&.
guerras intestinas. Una onda de apaciguamiento .Y calma re-
corre hoy el continente de uno á otro extremo. De la propia
manera que á la edad de las conmociones plutónicas, que tra-
jo revueltos los elementos tolios, sucedió el periorlo en (ll~
esos elementos se cJ/lsificaron y superpusieron en estratas.
regulares, 3S! creo que ha pasado para sirmpre en la Améri-
ea esp~ñola el sielo de las contirnoas civiles par& dar lugar
(tI imperio del orden y la ley. No, talvez, porque la libertad
esté conseguida en todas parles- puesto que lo propio de
ella es ser progresiva, de suerte que jam~s el hombre creerá
tener bastante, y siempre aspirará á adquirir más y más~
sino porque un acuerdo parece !t¡¡!lcrse producido sobre eto
modo de aumentar la cantida(1 \'a alcanzada, rechazando.
c:Jmo inrondm:f'ntes, costosos .Y ;¡I(;atorios I(lS procederes vio-
!t'nto,:;, y a!t'niéndol'e ¡l las soltlrioC\('s Icntas pero seguras de·
Ja paz, Si IIIS intereses fueran, eCl el fondo, Jistintos de las
iúrus, diriase <¡ue el mero mixt'l imperio que éstas han ejer-
cido sol.Ht' nuestra suerlp, haciéndonos infelices, está sicndo
re~mplazado pOI' el predominio de ¿l/Iudlus que li"nen la ven-
taja de no ser in.icfinidcs sino Iw~itj\'()~, no inasibles sino rea-
lizaLlt'~:, y /lO incompatibles sino ar1ll6nico!ll, porflue saben.
que detri'Ís de aparentes antagonismo,> está la congruencia
perfecta.
La definición de las frontcras ha sirio también motho de
querellas inlt'rnas, pero más aún de inrf'Jietud internacional.
Tomando pOI' íllJll10 de partida filie la pl'opierlad causa más.
sinsubor('s que goces si !lO e!'t;\ hien delimitada, y que la
amistad elltre H'cinos es imposiblc sin buenos linderos, se tH}
visto (JlIt~ la falta de e!l()s entre naciones es ocasionada á dis-
putas y g'\Ierras, como p(lr dcs!o\"racia lo hemos experimenta-
do ('II llucslra América. Pero al cabo de larga tardanza, per-
judicial para todos, hemos comprendido que no podemos se-
guir adelante sin señalar con exactitud los límites respectivos.
El problema está. maduro: en muchas parles Jo han resuell()
ya, y hay cmpeíio en las demás de resoh'crlo una Vf'Z pot
todas, para Ilue, dÁndose cada cual por e'1tregado de su he-
redad, pueda dedicarse, libre de cuidados, á su incremenlu
y ~I cultivo de buenas relaciones con sus colindantes y.
amJ~os.

19-norfllllos en Colombia cómo fallará España el litigio en-


tre Peflí y Ecuador. Pero suponemos <lue á nadie sor-
Illfenderá nuestra afirmación de que, tratándose de territori.oft
8<\bre los cuales estos dos países y Colombia han ,a..delanf44<>
: pretensiones incompatibles, la se n teocia española pronuncia-
da en un juicio á cuya audiencia no se nos ha citado, car~
para nosotros de toda fuerza obligatoria y la considc!ramos
como no avenida en todo lo que nos perjudique. Más claro:
.con el laudo como título no se puede ir á tomar posesión de
romarc&s sobre las cuales nosotros creemos tener derechQ&,
sin que antes se nos oiga y se nos venza en una nueva litis,á
que nosotros concurramos.
Debo reconocer que no por causa del Perú dejó de llevar-
se á efecto la Convención tripartita, medio el más adecuado
para que un mismo Juez determinara en un mismo fallo las
l)Qrciollt,s de los tres comuneros. Por desgral'ia, en los plei-
los internacionales no pueden introducirse, como en 10<; civi-
les entre particulares, tercerías coadyuvantes ó excluyentes,
porque JlO se puede comparecer en estrados para donde ,no,~
ha recibido ccmparendo. Mas, aun sin necesidad de adv¡m-
tirio, repito qllC es nalmal y axiom;Hico que no nos obliga-
rán los términos de una decisit)n arbitral expedi,la sin estar
nosotl'O& presentes, y que nuestra firme re,olucit'm es no pa-
decer las consecuencias de la síluaci6n-al parecer desaira-
da -pn que, 110 por cl/lpa tllll(stra, se nos ha colocado. En
hora (IpUl'tllna quisimos y pedimos que se nos aJministrara
justicia, 1'11 forma tÍ la cual nos hab, Íamos somelido, por des·
favorable que nos fuera. En mOlla hora fllimns npartados del
dehate, y se siguió Jitigilll(\o sobre cosa que en toJo 6 en par-
te nos corresponde. Por decoro hemos tenido que dejar ha-
cer, y ~lIardar silencio, pero abrigamos la confianza de (Iue á
su debido tiempo ~e nos escuchará, y que hallaremos en los
gobiernos de! Perú y E(~llador el mismo espíritu de equidad
que anima al de Colomhia.
Esperamos que el Laudo dejant restlt'ltas toJas las cues-
tiones pendientes, pero si lo contrario fuere, tenemos certeza
de (Iue el pl'(fceso de re"isitín que necesariamente sohreven-
drá, se terminará por sistemH arbitral ó por el de inteligencia
amigabe y directa, sin apelar fn ningún caso á los medios
violen tos.
Lo que importa por ahora-permítaseme insistir-es que
el pueblo peruano y el ecuatoriano queden entendidos de que
esta disputa, al rededor de la cual se mele I¡tnlo ruido, no 6S
entre nos únicamente, sino que hay un tercer interesado del
q:ue no ha delJldo prescindir"e, y al cual es menester no echar
en olvido; que Colombia es tan heredera de España como el
'1Jue más legítimamente lo sea; que, por tanto, ha sido anó-
malo seguir el juicio de suceliión y prepararse á hacer la par-
t.ición sin convocársenos previamente; pero que eso no anu-
EN EL PUJJ,{~P .l'.~ ~L CAQUETÁ ~Q.3

10 ni debilita el valor denueatrM "tules; y que- el Laudo ti-


bitral no podrá tener carácter de sentencia definitiva, porque-
respecto de lo que nos sea desfavorable, nosotros reclamare,
mos de quien corresponda1JnJl segunda instancia, en que
bien podní suceder que haya casación y restablecimiento á su
'lugar de los derechos lesionados.
Colombia estima la ribera que los Tratados españoles de
1750 y 177 6 le otorlil'aron sobre el Amazonas tan to ó más que
ws riberas sobre los Océanos Atlántico y Pacífico; y no po-
dría ver con buenos ojos que se la bloquease por el Sur, in-
~omunicándola con el gran canalcenlral que el Amazonas
conslituye y que el Autor del universo puso alll para servir
oe vehíclllo de unión entre 108 condóminos de sus aguas y
sus márgenes.
Respirando el ambiente de paz y de cordura que hoy ro-
dea á la América, formulo en nombre de mi país y de mi Go-
bierno los más ardientes votos por la más pron,ta y feliz ter-
minación de las cuestiones internacionales; por el plantea-
miento estable de las relaciones reciprocas sobre un pie de
cordialidad y sinceridad; por la paz y progreso internos de
torios los paises que con Colombia comparten la posesión del
1\ ue\o l\I II ndo; por la prosperidad de sus gobiernos y la sa-
lud personal de sus Jefes y sus representantes, y muyespe-
cialmente por el Ex~,entfsirno señor Presi<iente del Perú, y
por 5US Ministros aquí presentes y que han tenido la bondad
de honrarnos con su concurrencia."
LAS CRUELDADES

XLX

PROTESTA
SOBRE LA ORGANIZACIÓN DE LA "PEReVIA:" AMAZON
COMPANY LIMITED"

John Venn & Sons-Notarios Públicos .'1 Traductores-l" 'n/-


ca direcet"ón: j;'j,7 Ij Y 77, Coruhill, Londres-Antes
del número .'J, Papes Head Alley. E. C.-Dirección te-
legráfica: "RL'lreme, London"- Te/1fonos: Número
I,2(j4 Auenue (Natlonal) !J .1.502 Central (Post o./ft'ce).

Por medio de este instrumento público de protesta se


hace saber á todos aquellos á quienes concierna, que en este
día ocho d~ Diciembre de mil novecientos ocho, ante mi
John I1eathcote James, de la ciudad de Londres, y !\otario
Pliblico p(Ir Autoridad Heal, debidamente admitido y jura-
mentado. compareció personalmente Mr. Francisco Becerra,
Cónsul General de la Hepública de Colombia en Londres,
qUien me declaró (Iue habiendo anunciado la Prensa de Lon-
dres una emisión de acciones de la PeT'lll'/r.m AmaF.on
Compan!! Limited, abierta á suscripción pública desde el sie-
te de Dicicmbre de mil novecientos ocho, él por eso interpo.
nc su protesta declarándome quc la República de Colombia
resuva sus derechos sobre la región del Putumayo. por
Cllilll to que ella le pertenecc, y que en consecuencia tal re-
gión no puede ser \'xplotada mientras no se cumplan las for-
malidades respectivas prescritas por la Ll'y de Colombia.
El mismo demandante me declaró también, como á :-\0-
tario, que la Legación de su Gobierno en Londres comunica- I

rá esta pIOtesta al Secretario de Relaciones Exteriores de I


Su Majestad. y que ha dado instrucciones á sus aLogados, I
Sres. Foss, llilbrough, Plaskitt, Foss &: Bryant, de esta ciu-
dad, para que en\'íen \lna copia de esta protesta á cada uno 11
de los Directores de la Peruvian Ama.::on Compa"l!! L/nl/-
ted, á la Compa ñía y á los abogados de ella.
Por tanto, el dicho demandante declara que protesta, y
yo, como :\'otario, protesto á petición suya contra la mencio·
nada Compañia y también contra cualquier persona ó perso-
nas que sean responsables por cualquier pérdida ó perjuicio
EN EL I'UTUlUYO y EN EL CAQUE1',( 205

que su Gobierno haya sufrido ó sufra debido á la contra- -1 ;


vención de sus derechos en la mencionada región. I
As! se hizo y protestó en Londres, como queda dicho, en I
el día, mes y año indicados. I

(Firmado) FRANCISCO BECEl\l\A, I


Cónsul (ieneral de Cololllhia

(Firmado) JOHN H. JAMES,


Notario Público

(Sello del Consulado General de la República de Colom-


bia, Londres).
(Estampilla de I~l)

(Sello de John Heathcote .Iames, Notario Público, Lon-


dres) •

.Jo/m V'Jnn & Sons-Nolaáos Púó/¡'cos !/ l'raduclores-


UT/{'ca dlrección: 7,j, 76 !/ 77 Coruhill, Londres-Antes
del número 2. Papes IlRad Alley, E. C.-Dirección tele-
gráfica: "E.Tlrem'J, London" - TeMjonos: Número
/,264 AlIenlle (Nalional) !/q,,'j02 Central (Post Q/Fce).

Sea también sabido por todos aquellos á quienes intere-


se, que hoy, nueve de Diciembre de mil novecientos ocho,
ante mí, John Heathcote James, Notario Público por Autori-
dad Real, debidamen~e admitido y juramentado, compare-
ció personalmente, Mr. Edward Plaskitt, Foss & Bryant, de
esta ciudad, como abogado del Gobierno de Colombia, quien
me declaró que el día ocho de Diciembre de mil novecientos
ocho hizo doce r.opias de l instrumento notarial de protesta
adjunto, expedido bajo mi sello oficial, para ser ratificadas
con el mismo y remitidas por registro pestal en el mismo día
á cada uno de los Directores de la PeruV/'an Amaron Com-
¡IUTly Ll·mt'/f'd, como sigue:
Henry 1\1. H.ead, Esq., 4, Lancaster Gate Terrase, Hyde
Par k, W.
Sir John L .. Kaye, Bar,t., 'lO, Manch.ester Sq~are, ,Y.
J. R. Gubbms, Esq., 2:1, Carlton HIII, N. " .
Ferreira & C?, Ltd., Manchester.
M. Henry Bonduel, 10, Rue d'Anucale, Par/s.
Sr. Julio C. Arana, Salisbury House, E. C.
Sr'. Abel Alarco, Salisbury Hou8Ie", E. C., Y ft 1M aboga.·
dos de la Peruvian Amaron Compttny Limited, 8s/:
Mees8rs. Ashurst, MoJi'is (Crisp) & C.o, 17, Trogmarton
Avenue, E. C., Y a] Secretario de la mencionada Compañía,
así:
Al Secretario de ]a Peruvian Amazon Compan!! Limited.
Sa]isbury House, London Wal1, E. C., Y á Jos Directores de
]a Peruvian Amazon Company Limited, Salisbury House,
London Wall, E. C.
y el mismo demandante me presentó como Notario once
certificados de registro postal de paquetes dirigidos como ya
se ha dicho.
En fe y testimonio de esto yo he puesto en ello mi mano
y mi sello oficial para que sirva y valga donde sea necesario.
Londres, el día, mes y afio escrilo antes al principio.

(Firmado) JOB!" H. JAMES,


Notario Público

(Sello de John IJeathcote James, Notario Público).


(Estampilla de I~)

-_ _-.--
...... .....

l
1

i
XLXI

La cuestión territorial con el Perú


Analizando con espiritu imparcial y criterio sereno la
cuestión territorial á que se ha pretendi(lo vincular los cr!·
menes del Pulumayo, no podemos menos que llamar seria-
mente la atención de los hombres pensadores del Perú á fin
de que estudien el probl~ma de frontcras en ese aspecto .
. Nos resistimos á pensar que aquella nación pueda admi-
tir el escandaloso enriquecimiento de elementos heterogéneos
asociados con algunos de sus nacionales á trueque de mante-
ner en las porciones explotadas una hegemonía verdadera-
mente nula é ineficaz. El Perú no deriva heneficio alguno de·
esa bárbara manera como $e usuft'llctúan las regiones gome-
ras del Putumayo, yen cambi \) sí le acarrea la responsabilidad
internacional y la sanción mOfal de los pucblos cultos-de
aquellos actos de barbarie de que son estas páginas pálida de-
mostración. No es sólo Colomhia la única nación que ha teni-
do que ocurrir á la gestión diplomática y suscribir convenios
como el últimamente firmado en esta capital, pues también
con el ¡Brasil se pactó el Convenio de 12 de Junio de I90th
para solucionar conflictos semejantes á los nuéstro~ y con
Jos Estados Unidos vióse obligado eDtinisterio de Relaciones
Exteriores (le Lima á dirigír una respetuosa manifestación
por los hechos conslJmados con dos cindada:1os dl~ ¡u/uclla
poderosa nación y ofrecer una equitativa intlemniz'lci0n.
Dentro de pocos años terminará la explolaci<1n de esas re-
giones, ya por hauerse agotadu la preciosa goma en una ex-
tracción bárbara, ya porque los grandes cultivos que se ha-
cen en la actualidad y en especial en el Brasil, producirán
una baja en el artículo, más () menos tard~, y para enton-
ces ¿ que :habrá quedado de la pretendida civilización pe-
ruana? Nada, pues ni un palmo de terreno habrán conquis-
tado los millonarios enriquecidos á costa del honor de su
patria y de las innumerables é inocentes víctimas inmoladas
en arall de la codicia, de la lujuria y de la ambición desme-
surada de lucrus. Apenas quedará una vasla extensión de te-
rrenos áridos, despoblados y donde la leyenda será' perma-
nente prott:sla para tánta iniquidad y t~nto crimen, que como.
LAS CRUELDADES

las hordas de A tila han sembrado la destrucción y la mi-


seria (1).
Contrasta en verdad, las actuales relaciones entre los
dos paises y la manera como Colombia contribuyó á la eman-
dpación del Perú, en que la batalla de Ayacucho selló la li-
bel'tad de esa nación con el esfllerzo poderoso de los colom-
bianos. Y para no citar más, incertamos los siguientes párra-
fos que hallamos en la Memoria de Relaciones ExterIores de
182:!, y qlle dicen así:
" Pero si hemos de hablar con propiedad, Colombia en
sus relaciones con la República, no debiera pertenecer á pals
·extraño. Tal ha sido su interés en nUl!stra salvación.
Desde el venturoso día en que se comprometió á esta obra
por la palabra del Libertador, no ha habido género de sacri-
fi~ios que no haya empleado eficazmente en nuestra defensa.
Colombia, señor, semejante á un padre que teniendo un
-hijo único, muy pequeño, en la cautividad, no perdona me-
'dios para libertarlo, ha procurado la independencia del Perú.
'La escuadra de Colombia aumentó oportunamente nues-
tras fuerzas: ha sostenido el bloqueo del Callao, habiendo
sido constantemente la escolta de los transportes que han traí-
do los auxilios de Colombia y nuestro consuelo en las riberas
de1 Norte. Colombia, señor, ha tenido que aumentar el nú-
lUero de sus fuerzas tan sólo para auxiliar á la República; es
necesario que esla consideración fije sobre los demás motivos
la gratitud peruana.

(1 I Llamamos la lIteJldón hacia 1\s siguientes datos 'lile toma "l\O~ de


la .col'les, eUlI/ereiul & /J IId,in;¡ Com¡Jany Limifed, de Agosto úhi-
rila, cU~'a CaslI ti,~ne Ag-t'ntcs en ¡quitos á \rana, Alare" & C."
,. C.\tJcllo-Desde la I'el-ha de nupst,'a última Revisla y hasta el 9 del
presente el precio de este produdO continuó hajando, yen la fecha indica-
rla el Par-u Fiflr) toc,; el c l/Upnfr,tivIl hajo precio de 75 8;1 pOI libra, par-
tir.ivaudo eo esta dccl:n,lcirúl todas las d/~máo; clasrs, Es!!' b"jo ni.-el, em-
pero, inclinó á los rompl'ad.ll'(,s ¡i pedir, lo que motivó c,)JJsiderabl~ ac-
tidJad, y ha habido liria fiÍpiJa re;¡cciún. El avance en los precios I~a
ratlsado sensación, pues fue d·' más de uo chelín por libra, en el espacIO
de unas cuantas horas. DesJe t'lllonccs ha estado bien sostenido á uno!;
'!lS -(id á 9' 7d por I¡l,ra, Ilel'O clln m !rclldo muy quieto.
El Finar¡cial Times plllJlic,1 uo ar!ícul<l que á continuación tradll-
~imos :
, ,\ viso; recién llega los, f/!chados ell.o del corriente, dicen que los
~lrI~ci,s del caucho, mah!ria prima, se inclinan á un nivel más bajo en los
iHstarlol Unid'ls. Los manufactureros en aquel país siguen retirados del
mercado, esp ran,lo la re;¡lización de sus anticipaciones algunJs, creyen-
do que Ilegal'á á $ 2.
, De Bl~ton los interesados en la baja de la materia prima dicen que
los manufactureros nntao flojedad marcada en la demanda, Comparada
con la actividad de fine, del año J!l0g y en la primavera de I~IO. Los fa-
hricantes de artículos mecánic.\s de caucho se quejan de lo mIsmo.
• Sin embargo, rcpa,ando la situación en geDeral con cuiJado, nn
puede uno menos que quedar i'npresionado con las probabilidades que
~xistt'n para una me.illri~.·
EN EL PUTUIIA YO y EN BL CAQUETÁ 209

XLXII
Nuestro archivo en Lima
" Crimmal es la conducta del Gobierno peruano, en 10
que resp~ctlt en la actitud que tomó con motivo de la muerte
del S", D. Samuel Ram{rez Arbeláez, Encargado de Ne'l'lJcio8
de la R~públjca de Colombia ante la Cuncilleríd del Rimllc.
Informaciones recibidas por el último vapor del Sur y
tomadas de fuente resp .. table y fidedigna, nos han puesto al
corriente del pr"cedimltmto empleado por una comisión nflln·
brarta por el Guhierno fiel Sr, Pardo; r.omisión que eslu vo
varios díaR en la Legaciófl Colomhiana investigando, béij" la
Las entregas I'n los Estados Unidos duraDte Julio, t:ompnr¡Jda~ con
las de los años anteriores, fuer"n como sigue,
I!)IO 1,9 08 19°7
:.9 0 1,260 700 tonela:las
y las en Inglalel'ra eu el mismo periodo;
1910 191)[) 1[)08 1907
1,520 tigo 6go 1,030 ton~ladas
Los recibos de Pará y del Perú, IUI..nte Julio. comparados con 108 de
los a"us anteriores, son los siguientes ;
19°9 .19°8 19°7
1.410 1,310 J ,370 toneladlls
Existellcia viqible el 3, de Julio;
19°,9 19°7
2,8 '0 2,884 toneladas
y las existencias eu Inglaterra, de todas clases, eran el 3, de Julio;
1910 1909 1908 1!J07
3,506 2,049 3,512 3,023 touel.ld.s
(Jauf·ho
COTI ZACIONES Caucho A dote
O pan. lleaar en mano
Pará,fino ........ _••••••. :~_ ••.•• _........ _•• 9s 7d 98 7d
Peruano de (g~ltos, Jcve, hno. _.•..• _.. _..... 9~ 3d
g~ ~d
d
Sernambl o b"llis ..••••••••••..• _.•• _, • __ 65 5d
Caucho en pencas (slab) ••••.•• • _.••• , ••••
M ollendo. fino ••••••••••••.••••••.•••.•••.•••
r--~
tt:
Rabos de Mollendo ...•••.•••••••.•••••.•••.••••••••• 48 od á 48 6d
ColombiBno y Guayaquil, bueno á fiuo .••• _••• t 4 od á s d
Entrefino ••••..••...•••••••...•••.....• 5"··" s 5 9
Cartagenu ...• , •••....•..••••.••.•••••••.• ' ••• " •• " 3s od á 48 3d
J4
210 LAS CRUELDAO«S

s<?mbra sobrecaída como desgracia para Colombia y oportu-


Dldad para el Perú, el archivo de toda la documentación di-
plomática, de cuyo seno dos taqu{grafC\s oficiales copiaron lo
más interesante, privado y sagrado de Colombia.
Se explica que las pomposa~ honra~ fúnebres, rendida,
por la cortesía limeña al cadá ver del malogrado diplomáticos
fueron simples sugestiones, que no se le escaparán á ningún
criterio hábil, para emplear la ley filosóficll de la adaptación,
esto es, vulgarmente, á río revuelto, ganancia dI'! pescadores;
hicieron los peruanos una barricada para atraer fijamente la
atención general, á fin de aislar su comisión privada que de-
bía dar el importante detalle que nl'cesitahan y que obtuvie-
ron por medios tan solapados cuanto denigrantes para un país
digno de mejores cODcep'os.
Hechos consumados de esta naturaleza, que vien!!n á
descubrir una conducta infa 'Oe «Id Gobierno que la autoriza,
tienen necesariamente qUf" sl!r r~prochad08 y caldeados con
el coraje y la protesta ele 1.. víctima.
Existe en Lima ulla SJcledari Geográfica, pflsP-eriora de
magníficos elementos y con rentas propia .., que dau R I!~a
Nación cuantas facilidades se nquieren ~ara el conocimiellto
Dleno de la topografía territorial, su hIstoria, 8US costum-
bres, y, en general, para el acaparllmiento de los medills con
que, á más de preconizar su ingratitud, quieren Ilpoderarse
de tierras ajenas. La misma Sociedad Geográfica dl"be tener
ya otras copias de la docUlllent;t«~ión violada por lus comi-
sionados de que nos ocupan estas Uneas; y mientras ello!! se
dedican á un prolijo estudio sobre la materia, no sab.:llIus
hasta dónde y cuántas sean las sorpresas que pudieran dar,
al cUlltiDt~nte y en particular á los pai~es liluítrot¡.s, en grllria
del dt:.svencijamiento del territorio que á éstos pertenece.
En breve DOS ocupareme.s de tan impol'tante cuestión
que nos hiere y nos levautR el patriutismo."
(De X Y Z número 121~

Advertencias importantes
H~mos omitirlo Jos nomlmos de al~lIJ1os de nue,¡tro8 C"III-
patr'j. tas sobre quit"nt"'s !'t"cae el gr"vi~Hno y denigrante llLU·
lo de trliidores á la patria, i los car~08 que s~bre dios pes~n,
ya porque eslp opúsculo tiene ~arácler es"nclülmeute I'atl')ó-
LÍco, y ya, en fin, porque SlJstallrA:lndose.allle.nuelitro~ "r~b!-1na
les el sumario Jel caso, debemos esperar á que la JustICIa l'ie
admioistre. _
El segundo volumen rte este libro Jo publicarp.moa muy
en breve, pues apenas hemos recopilado en el ~resente lus po-
cos datns 'ln~ con mucha ddicultaJ hemos pojldo obt~ner en
simpl~ iot'ul'lllarión privada.
EX EL PUTU~~YO y EN EL CAQUETÁ 2fI

Cultivo del caucho


Hace un !oiglo el cultivo del caucho no era conocido, y segura-
mente pocos pensaron en que esto podía ser moti~o de plan~cio­
nes de importancia extraordinaria, porque talvez los más previso-
res cor.taban con la inagotabilidad de los bosques de Améri~ y
d .. Africa. En 1870 el consumo de caucho fue de 7.756 tanela-
44s, en 1890 ~ubió á 23,200 toneladas; hoy el consumo mundial
de e~ta goma oscila entr~ 70 y 75,000 toneladas, que las suminis-
tran los siguientes países:
Brasil, Pení y Bolivia, 40,000 toneladas.
Méjico y América Central, de 7 á 8,000 toneladas.
Colombia, unas 600 toneladas.
Africa, de '9 á 20,000 toneladas.
Ceilán, Malaya, Sumatra y Bornea, de caucho cultivado, de 4
á 5.000 toneladas.
Las principalt s n3ciones donde se consume esta enorme pro-
ducción de caucho son Inglaterra, Estados Unidos, Alemania,
Francia y en pequeña escala en Italia y en Rusia.
La primera tentativa para cultivar caucho fue hecha en 1875
por el Gobierno de la India, que mandó á Mr. \Vi.:kham á reco·
rrer ~l valle del Amazonas con el objeto de recoger semillas de
las mejores variedades de caucho; este señor \levó en grandes
cantidades de éstas del lIebrea Braúltnst, y este esfllerzo ha dado
por resultado que en esas culonias orientales ya citadas crecen
actualmente de 75 á 80 millones de ~rbóles.
En 1876 una nueva remesa de semillas, procedente dt:l Brasil
por la intervención del Gobierno de Ceilán, fueron plantadas. Du-
rante veinte años el cultivo del caucho atravesó un periodo ente-
ramente experimental, pero de unos doce años á esta parte, el
cultivo del caucha en grande e5cala ha tenido el carácter de una
industria real. La evolu 'ión de est'l industria puede expresarse en
l"s siguientes cif ¡ as en Ceilán:
At:res
189<>.................. ........................................... 300
189r;, .. ••• .. ·· .... ·•• .... ··· .. • ........ · ........ · ...... ··........ 550
1"98... ......................................................... 1,250
1904........ ... ............... ......... ......................... 11,000
1907···...... .................................................... 150,000
19 10 .. ............ ......... ....... ............. ................ 19.0,000
En las otras partes del mundo el siguie~ cákulo es bastante
aproximado por datos suministrados por periódicos ingleses :
ProVincia de Malaya......... ....................... 250,000 acres.
Jaba, Sumatra y Borneo........ .. ................. 90,000
Indostán...... ............ ..... ......................... 25,000
Colonias Alemanas de Africa..... ........ ....... 3"8,000
Méjico, Brasil, Africa (otros territorios)....... IOO,OCO
Por los datos que suministra la prensa de las toamdades pro-
ductoras de caucho cultiyado, se llega' la conclusión de que. cada
212 LAS CRUELDADES

acre sembrado produce de 200 :( 250 libras, porcientaje que au.


menta cuando los I1rboles alcanzan favorables condiciones de creci.
miento. En 1909 las plantaciones orientales exportaron en núme.
ros redondos 4,500 toneladas, de las que 2,800 fueron de la Penín.
sula de Malaya.
Contrista en verdad, en vista de los datos estadfsticos que de-
jamos transcritos, que Colombia, pals esencialmente poseedor de
extensas regiones, especialmente apropiadas para el cultivo de la
preciosa goma por la fertilidad de su suelo, la humedad de su
atm6sfera y en muchas la facilidad de transportes, el desarrollo
de esta valiosa industria haya quedado en embri6n. Muchos in-
dustriales de nuestro país han llamado la atención, años hace,
sobre la riqueza que desarrollarla en la Nación el cultivo det
caucho en grande escala; pero parece que la carencia de capi.
tales, por una parte, y por la excesiva de!idia de muchos de
nuestros compatriotas, las vo;es de esos industriales se han per-
dido en el vaclo. Es digno de anotarse, y á ello llamamos la
atención del Gobierno y de los hombres trabajadores de la Re-
pública, que es la poderosa y rica Inglaterra la Nación de Europa
que está a. la cabeza del cultivo del caucho, empeñada en un pro-
blema de los más grandes que preocupan la industria humana.

DECRETO LEGISLATIVO NUMERO 23 DE 1906


(10 DE lIARZO)
sobre fomento d~ la agricultul'a
El Prtsidente de la República de Colo11llia,
En uso de sus facultades legales,
DECRETA
Art. 1.° Desde la fecha de la publicación del presente Decreto
los cu!tivadores de cé2ucho y cacao en terrenos baldlos tendrán
derec ha á una prima, consi~ter te en una adjudicación definitiva
hecha por el Ministerio de Obras Públicas y Foment<" de mil
hectáreas de terrenos baldíos en el lugar donde tengan los cul.
tivos, salvo derec hos de terceros, por cada veinticinco mil matas
de caucho 6 de cacao sembradas 6 cultivadas por e1l05.
Art. 2.° Para tener derecho .1 la prima de que trata el presen.
te artículo, los cultivadores levantarán, con intrrvención del Agen.
te del Ministerio Público, una informaci6n de nudo hecha de cin.
co testigos, que compruebe el carác ter de baldíos de los terreno3,
el númelo de matas que tiene la plantación, y que ésta es propie-
dad del que solicita la prima.
Art. 3.° El solicitante hará levantar un plano topográfico del
terreno á que tenga derecho conforme al presente Decreto; pla-
no que debe ser hecho por ingeniero ó agrimensor graduado y
nombrado por un Juez á petición del interesado.
Art. 4.° Las adjudicaciones de las primas se harán tan pronto
como se presente la solicitud al Ministerio de Obras Públicas y
Fomento, acompañada de los documentos que quedan expresados.
Comuníquese y publfquese.
Dado en Bogot', á 10 de Marzo de IgOO.
INDICE

Prefacio..................... ............ ......... .. ................... • J


Labor de la Cancillerfa de Colombia.. ........................... 7
Protesta de la civilización. Comunicación de D. EnriquC!
Deschamps ...... ......................... ....................... 2(
Fieras humanas. Crímenes cometidos en la región colombia-
na del Putumayo.. ................... .............. .......... ... 24
Nota del Dr. Santiago Rozo E... ............. ......... ............. 35
Tragedia perú-colombiana. Asesinato de D. José Francisco
G6mez y Artenio Gómez............ ........................... 39
Un congo peruano............. ................................... ...... 4t
Historia de un billete de Banco..................................... 42
Víctimas de la Casa Arana por asesinato (muertes de José
Francisco Gómez, José J. Barros, Eduardo Caula, Emi-
lio Gutiérrez, Benjamín Lanañaga, Pedro Nel Restre-
po, Benjamín Velásquez, Aquileo Torres, Crisóstomo
Hernández, Cecilio Plata, etc. etc.) Escrito del General
Rafael Uribe Uribe .. oo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
Espantosas crueldades, asesinatos, indios en torturas, la pella
de azotes para mujeres y niños. etc. etc.............. ...... 55
Memorial al Ministro del Perú, de los herederos de Gustavo
Prieto......................................................... ...... 6[
Declaración de José Ignacio París............... .................. 63
La tragedia del Amazonas.......................................... 65
Voces del Putumayo. Asesinato de David Serrano. Escrito
de D. Custodio Morales R...... ...... ......................... 65
Proceso histórico. Declaración del Sr. Abel Calderón S...... 69
Los piratas y las autoridades peruanas contra Colombia...... 74
Más sobre el Putumayo. Saqueos, incendios, asesinatos de
heridos, etc........ .............................................. 76
Los horrores del Putumayo. Escrito de Efrafm Eugenio Cas-
tro........................... .......................... ............ 78
Crfmenes horrorosos en el Putumayo. Actos ~Ivajes. Una
denuncia terrible del probo ciudadano D. B. Saldaña
Rocca ............................................................. 81
Asesinatos de los Sres. Juan Escobar, Rafael Cano, Fernan-
do Quimayas, Félix Lemos, Vicente y Francisco Ra-
mírez, Ramón Castro. Luis Jaramillo, Juan qe la C.
Anacona, Benjamín Muñoz, A,belardo Rivera, -Manuel
Eraso y otros ............. -....................................... ,. 8g
Más crímenes. Asesinatos de Budio Barrero, Vicente Luna,
N. Fortoul, Ordóñez y otros.......... ................ ......... 91
Atrocidades en las caucheras del Amazonas. Situación de
los Directores ....... " ..... , ............. u: ........ .............. ••• 9'

",t }!(O ~~.(...; ~

,afILIOTEC\ LL¡'.,,¡':':;CL .':'.i:.ANGO


CA"~ ..:,..:.. ,-,-:~;'CION
iNDlCE

La Legación del Perú y el Paralso dtl Diablo ....... ..• '" ... '" 97
Declaración del ciudadano americano W. E. Hardenburg... lOS
Informe del Inspector de Policía, Sr. Jesús Orjuela. Asesi-
nato de Pedro L~ón Santos...... ...... ......... ............... 108
Asesinatos de Vicente Luna, Manuel Eraso y otros. Decla.
r'\ción de Daniel Suárez............. .......................... 116
Otros crímenes. Declaración de Oliverio Durán................ 120
Asesinato de Ismael Molina y Hermógenes Correa........ .... [22
Asesinato de Francisco Duarte. Declaración de Miguel
Antonio Acosta ..................................................... 125
Sah'aje carnicería, traducción de Fo/ka do Norte, respecto
del asesinato oe Urbaho Gutiérrez, Aquileo Torr~, Fe-
I:pe Cabrera, Feliciano Muñoz, Pascual Rubiano, jasé
de P. Gutiérrez, Bonifacio Cabrera, jor-ge Carvajal,
Carlos M. Silva, Heliodoro de Tal, Crisanto Va tono,
ROZJ Espa ña y otros............................................ 126
AseSInato de Justino Hernández. Declaración de Rubén Ca.
brera R............................................................ 128
Asesinato del jefe de los Huitotos. Escrito de D. Ignacio Ri-
vas Putnam ......................................... [33, 162 Y 163
Asesinatos de los Sres. Camilo Gutiérrez, Francisco Gutié-
rrez y Roberto Gutiérrez. Escrito de Jesús Antonio Gu-
tiérrez .................................................... .......... 135
Campaña humanitaria......... ....................................... 132
1.0s horrores de un Parafso. Articulo de D. E. Dlaz Retg... 139
Articulos de La Sandón de Iquitos ............ 14 2 , 147, 148 Y 149
Carta á D. B. Saldaña Rocea .............................. 143 Y 146
Artlculos de La Felpa de Iquitos .. I50, 151, 152, 153, 154 Y 15'5
1.05 indios del Putumayo.................. ............... ............ 155
Asesinato de L. Melo Pulido................... ...... ......... ...... 158
Asesinato de Gustavo Prieto...... •••. ........ ............... ...... 160
Asesinato de Hernando Consta{n.......... ......................... 162
Artículos 'de X Y 7............ .......... ............... 163, 167 Y 170
Protesta del ex-Ministro de Relaciones Exteriores, Dr,
Francisco j. Urrutia... ................................. ......... 173
Importante nota del ex-Ministro Dr. Garlos Calderón... ...... 177
Armonía de Colombia y el Perú.............................. ...... 180
Convenio entre Colombia yel PertL............................. liS
Convención Calderón-Tezanos Pimo ........ ; ............. 18<) y 193
El Putumayo y el Gobierno del Perú. Artículo del Dr. Fe.
derico Puertas J................. ........................ ......... 197
Por la América del Sur. Importante discurso del Dr. Rafael
Uribe Uribe ............................... , ............ '.. ...... 200
Protesta de Colombia sobre la organizaci6n de la PerU'Vian
Amazon Q.mpa'!Y Limiled...................... ......... ... ...... 204
La cuestión territorial con el Perú ................................. 207
'Nuestro Archivo en Lima....... .................................... 209
Advertencias importanteS...... ........................... ............ 210
Cultivo del caucho, como in~us'ria nacioaa!............ ......... 2 [[

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