Sei sulla pagina 1di 103

CINE CLUB EL FRAILEJÓN: UN ESPACIO PARA LA MANIFESTACIÓN SENSIBLE

DE LA VIDA

CAROLINA SILVA CORTÉS

Trabajo para optar por el título de Magister en Estudios Artísticos

Director
Jorge Peñuela

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS


FACULTAD DE ARTES-ASAB
MAESTRÍA EN ESTUDIOS ARTÍSTICOS
2017
CINE CLUB EL FRAILEJÓN: UN ESPACIO PARA LA MANIFESTACIÓN SENSIBLE
DE LA VIDA

2
NOTA DE ACEPTACIÓN :

__________________________________________________
Jurado 1

__________________________________________________
Jurado 2

__________________________________________________
Jurado 3

Bogotá, marzo de 2017

3
TABLA DE CONTENIDO

AGRADECIMIENTOS …………………………………………………………………...6
INTRODUCCIÓN ………………………………………………………………………...7
Capítulo I
EL JOVEN FRAILEJÓN COMO METÁFORA CINEMATOGRÁFICA
DE UNA EXISTENCIA ESFORZADA ………………………………………………...15

1. Las luchas invisibles del joven Frailejón………………………………………………..21

Capítulo II
LA EXPERIENCIA DE FABULAR LA VIDA. TÁCTICAS DEL DECIR…………..24

1. Viernes de Cine Club…………………………………………………………………..25


2. Un día zarpó esta barca, ¿a dónde? A donde nos lleve el mar………………………..29
3. Más allá del sin sentido del ocio……………………………………………….............37
4. Qué clase de táctica es el conversar…………………………………………………....41
5. Fabular la vida, táctica de lo sensible………………………………………….............42
6. Una propuesta de corto, como fabulación de la vida del joven frailejón……………...43
6.1. Alex cyrus @ ………………………………………………………………………...44
6.2. Gritos de Estiffany…………………………………………………………………….46
6.3. Germancho…………………………………………………………………………….47
6.4. Las búsquedas de Karoll ……………………………………………………………...48
6.5. El deambular de los Díaz Tique……………………………………………………….49

Capítulo III
EL JUEGO CREADOR DEL CONVERSAR DEL JÓVEN FRALEJÓN… 52

1. Sustrato inicial del conversar………………………………………………………….52


1.1. La conversa…………………………………………………………………...............54
2. Un sustrato mas, cierre y acto cultural del ciclo:
la familia en cuestión y palestina hoy………………………………………………...58

4
3. Prolongaciones del conversar, encuentros de los sábados…………………...............64
3.1. Alex Castro: Sobre la escuela, la familia y la vida………………………………….65
3.2.Prolongación en el conversar………………………………………………………...66
3.3.Conversando sobre Precious…………………………………………………………67
3.4.Viéndonos en los videos, una nueva conversación…………………………..............68
3.5.El cine y Esteffany …………………………………………………………..............70
3.6. Karoll dice… ……………………………………………………………………….70

Capítulo IV

A MODO DE CONCLUSIÓN
CINE CLUB EL FRAILEJÓN COMO POSIBILIDAD: FISURAS
EN LO INSTITUIDO………………………………………………………………….74

1. Cine Club El Frailejón y las fisuras con el arte y la cultura ………………………..76


2. Fisura cine sujeto …………………………………………………………………..81
3. Fisura, cine y política………………………………………………………………..84
4. Fisura cine y joven frailejón………………………………………………………..88
4.1 Joven frailejón ¿espectador emancipado?..................................................................88
4.2 La posibilidad crítica en el joven frailejón………………………………………….95

5
AGRADECIMIENTOS

A Kevin Arce, Jeisner Albarracín, Alex Castro, Carmen Díaz, Eliana Díaz, Keidy Díaz,
Estiffany Gómez, German Gómez, Karoll Pedraza y a todos los asistentes al Cine Club, por
embarcarse en este maravilloso viaje con el cine. Por ustedes Jóvenes Frailejón ha sido posible
comprender gran parte de la existencia. Para ustedes luchadores incansables que cada día buscan
alternativas, fantasean y resisten. Gracias por las conversaciones y por alimentar mi vida de
sentido… por ustedes Jóvenes Frailejón he podido experimentar la sencillez como posibilidad
para comprender.

A Janeth Galeano por cinéfila y apasionada.

Maestro Jorge Peñuela gracias por sus aportes.

Al cine y todo lo que éste nos posibilita….

6
INTRODUCCIÓN

En el barrio Los Libertadores de la localidad cuarta en medio de monumentales montañas,


existe un Cine Club, que funciona los viernes de 6:30 a 8:30 de la noche, desde hace cinco años.
Dicho espacio fue el producto del encuentro de voluntades de un grupo de maestros y estudiantes,
que compartían el gusto por la imagen en movimiento. Así comienza un viaje que deriva, un
viaje que conjuga cine y experiencia. Viaje que manifiesta, que anuncia presencias y
posibilidades para los que participamos de este encuentro. Manifestaciones que crean
experiencia que no se circunscribe al funcionamiento institucional de la escuela. Por el contrario,
discute de manera indirecta algunos de los presupuestos que sostienen la marcha de la escuela.
Mas bien, nuestra idea de experiencia se relaciona con “el suceder”, que implica una noción
temporal ligada con el discurrir de film, con el discurrir de la vida de quienes vemos, el deseo y el
ocio. Suceder que crea experiencia, que rebate el carácter y el contenido que la asimila como
conocimiento racional-positivo o fáctico y concreto. De este modo se conforma un encuentro de
la comunidad del barrio, pues la invitación es abierta, y por tanto, aunque en su mayoría son
estudiantes del colegio, en ocasiones se cuenta con la presencia de vecinos y amigos.

Este espacio llamado Cine Club El Frailejón, intenta acercar el cine y su lenguaje a un
público amateur, que sin conocer mucho sobre las técnica del cine y el lenguaje cinematrográfico,
sí logra sensibilizarse con las historias que allí se narran. El interés de este lugar de encuentro, se
centra en las historias y los mundos presentados por los artistas ante nuestros ojos, oídos, para
leer en ellos nuestro propio mundo, saber quiénes somos en la actualidad, pensar qué
representamos para los otros, controvertir el lugar que ocupamos en la sociedad e indagar cuál es
nuestro papel “real” en ella. Es a través del ver cine con otros en la oscuridad de la sala y luego
conversar lo que nos permite fabular la existencia. Trama que conjuga mundo-existencia del
Joven Frailejon con mundo-cine. Con ello nos permitimos contrastar y comprender como hemos
ido edificando nuestra manera de estar, de sentir y comprender lo que somos. Fabulación de la

7
existencia que implica tres sustratos de la misma; conversar sobre cada película, proponer
historias o cortos y conversar sobre los ciclos de cine en nuestros cierres culturales.

La sensación cada vez más profunda de placer al ver y hablar sobre las películas, anima
un ver que conjuga la proyección de imagen movimiento con historias que hablan del mundo,
sobre el acontecer de la vida humana en diversos contextos y la conversación que suscita el
encuentro con otros, que abren abanicos de lecturas y posturas sobre lo visto. Habilitando así, la
posibilidad de expresarse en la colectividad del Cine Club, que es entendida en este trabajo como
aquello que permite un reconocimiento del otro y de sí mismo como sujeto creativo. La
conversación se da a través de la circulación de la palabra, palabra que es voz poética cuya
enunciación es conjunción de mundo-cine y mundo-existencia del Joven Frailejon. Voz poética
que conforma el intento por contrarrestar las fuerzas contrarias que impiden el ejercicio libre del
pensamiento. Al propiciar la creación de este espacio “en un momento en que tantas fuerzas
trabajan para empujar a los jóvenes a la pasividad”, se hace necesario estimular una “apertura
mental y el sentido de la exploración”. Como afirma Maxi Green “renunciar a las respuestas
estereotipadas y trilladas a cualquier edad es alcanzar una nueva disposición” (2005, p. 33). Todo
esto sustentado en aquello que nuestro suceder permite, como disposición en un conversar, en el
cual nuestra voz poética como posibilidad de elaboración es conocimiento distinto. Pues con este
estrechamos la relacion entre fantasía y “realidad”.

Estar sin estar, existir sin existir, son expresiones contradictorias en un tiempo que rebasa
los presupuestos estables que definen el mundo, que explican y entienden la realidad como
homogénea y estable. Son expresiones con las cuales quienes las profieren, afirman que la vida
carece de sentido, porque la vida de la gente en su barrio, en la cotidianidad de su existencia no
encuentra relación con ese mundo expuesto o presentado en las pantallas de diverso tipo. Los
jóvenes en la actualidad no encuentran la ruta para trastocar la definición del mundo que los
presenta y representa sin su voz y sin su consentimiento. Las personas, las cosas, los flujos del
sistema son percibidos como una invitación a realizaciones que aunque presentadas como
múltiples y diversas, están encaminadas a la finalidad más preponderante del sistema, consumir y
agotar lo existente. Al ponderar dicha realización, se despoja paulatinamente a los sujetos de la

8
comunidad de su capacidad de generación de realidades con sentido. Ahora bien, la carencia de
sentido no se evidencia necesariamente como expresión de desazón o cotidianidad perturbada.
Por el contrario, se sostiene en elementos estables, llevaderos y soportables.

Bajo el presupuesto de la idea de normalidad, continúa la vida, contradictoria y agotada en


la supervivencia. Esta condición de normalidad es heredada generación tras generación, va
perpetuando una condición aprendida mecánicamente sin memoria. Sin embargo, esta condición
no afecta la totalidad de la comunidad, no se podría caer en generalizaciones que nada aportan a
la comprensión de las circunstancias que sostienen esa normalidad que estanca y dificulta la
búsqueda de alternativas diversas de sentido.

Con relación a lo anterior, se intenta poner en tensión la experiencia de un Cine Club, que
se desarrolla en el barrio Los Libertadores con jóvenes del sector. Se tienen en cuenta, algunos
aspectos claves: el Cine Club, la existencia de los jóvenes y la respuesta de estos con relación a
sus posibilidades como sujetos políticos, creativos, con búsquedas que implican la discusión
sobre el funcionamiento y las formas de entender la “realidad” de los jóvenes. Al cruzarse en el
espacio del Cine Club la experiencia de los jóvenes con sus posibilidades reales como sujetos
políticos, no se quiere analizar cómo funcionan o condicionan dichos aspectos. Aquello que se
intenta realizar, consiste en visibilizar las incidencias y tensiones, que generan las ideas
estereotipadas de individuo, que se presentan como una identidad única, definida de ante mano y
condicionada por factores frente a los cuales sencillamente se asume la condición de ser
asignada. Estas circunstancias derivan en un panorama desesperanzador que refuerza la
jerarquización social con la cual se dice qué es el otro y para qué está.

Precisamente en las contradicciones que la vida evidencia, se desenvuelve el ser gregario,


el cual está edificado en la fórmula del espectáculo y se muestra cómplice de la banalización de la
existencia y de la vida que le ha tocado en suerte. Jóvenes embarazadas, drogadicción, pandillas,
familias con historias marcadas por la muerte, el abuso, las ausencias. La muchachada del barrio
“jugó su corazón al azar y se lo ganó” la desesperanza, que opera en dos sentidos. En primer

9
lugar, desde el carácter que inmoviliza e inhabilita. En segundo lugar, como presupuesto según el
cual la vida es así, debe ser asumida.

Sin embargo, es posible hablar y discutir ese mundo y sus presupuestos desde la
experiencia de un Cine Club que habilita un encuentro con jóvenes cuya vivencia como la de un
frailejón es frágil. Los jóvenes que asisten al Cine Club El Frailejón y otros jóvenes que no
necesariamente asisten a este espacio, muestran que en definitiva siempre existen apuestas,
búsquedas, expresiones, reductos, resistencias, salidas, vías, de aquellos que sufren ese mundo,
esa cruda realidad, que enfrentan y padecen sin apartar su mirada de la dificultad que les ha sido
impuesta de antemano.

La vida en el barrio Los Libertadores, Juan Rey y Tihuaque, se desenvuelve en un


contexto de contrastes diversos, un escenario que a 3200 metros de altura, brinda la opción de
aspirar el aire procedente de montañas de las cuales emerge agua por montones, la bruma de la
mañana desciende y abraza el cuerpo ofreciendo en el paisaje los colores más diversos de
verdes, crepúsculos diversos aparecen ante nuestros ojos, la presencia de los frailejones anuncian
un clima de páramo. Crecer en este lugar no es cosa fácil. Como frailejones, los jóvenes luchan
por vivir, por estar. En la actualidad regida por los mercados, cuesta hacerse. La historia aquí es
la historia de quiénes al ser leídos por otros se presentan como pobres y marginales. Sin
embargo, es oportuno preguntar: ¿qué es la pobreza cuando se tiene el privilegio de ver, vivir en
un pequeño paraíso que en la lógica del capital es un espacio periférico?

No es posible reducir la lectura del territorio ni de quiénes habitan allí, a la lectura que de
antemano se establece como criterio de comprensión, escalas de confort y estilos de vida,
propios del modelo capitalista. Escalas y presupuestos que niegan las opciones de vida que
mediadas por distintas circunstancias se diferencian de lo establecido como la idea de vivir bien.

En nuestro ejercicio de reflexión intentamos discutir la división en lo sensible. Pues


consideramos que lo que se postula con esta division es la asignación de papeles y roles sociales.
Como también de capacidades y posibilidades de acción, “ …mirar/saber, apariencia/realidad,

10
actividad/pasividad…Definen convenientemente una división de lo sensible, una distribución a
priori de esas posiciones y de las capacidades e incapacidades ligadas a esas posiciones”
(Rancière, 2010, p. 19) que en definitiva lo que sustenta son relaciones estereotipadas y
jerarquizadas. Esta división camuflada en la vida rápida y caricaturizada de quien satura el
tiempo de actividades que relajan y disipan el aburrimiento, sustenta la pernanencia y estabilidad
de las realizaciones, que esta división ofrece. Por el contrario el Jóven Frailejón, se presenta al
mundo con su voz y su palabra en búsquedas con las cuales intenta comprender críticamente su
existencia. Sin adornos ni etiquetas con la intención de estar, de existir y concebir busquedas de
lo posible. Se trata de comprender a través de los jóvenes que participan del Cine Club cómo se
crea mundo. Pues este, es señal de fábula, es decir, un soy pensado como otro y con otros.
Apertura sensible con la cual se rebaten las asignaciones a priori.

Esta investigación acentúa este carácter fabulador, anunciando aperturas con relación a la
comprensión de sí, de los Jovenes Frailejón, pero además, con relación a lo que entendemos por
conocimiento y la división tajante entre la realidad y lo real. Convirtiendo en centro los sustratos
del conversar. Conversar fabulador de quiénes leen la vida en clave de auto- inter comprensión de
la existencia, revaluando los presupuestos que la sostienen. Es oportuno preguntar: ¿cuál es el
lugar de estos jóvenes en el mundo? ¿Qué cosas pueden ser objeto de transformación para crear
opciones de vidas, con las cuales aprehender lo transitorio de la existencia e impulsar las fuerzas
creativas de las cuales todos somos portadores y con las cuales es posible manifestar las múltiples
diferencias con las cuales hace presencia el mundo?

Una vez realizados los ejercicios de apreciar películas, conversar acerca de ellas y
configurar escrituras visuales, trazamos como horizonte de trabajo la siguiente pregunta, ¿De qué
forma el cine y la conversación que se suscita en el espacio del Cine Club El Frailejón permiten
que los jóvenes del sector Los Libertadores fabulen la existencia como una manifestación
creativa que les posibilita poner en cuestión un estado de cosas que se les presentan como la
Realidad? Esperando profundizar en esto presentamos como parte de este horizante el interés de
construir ambientes desde el cine donde la conversación posibilite la fabulación de la existencia
como expresión creativa de los jóvenes que asisten al Cine Club El Frailejón, con la cual hacen

11
manifiestas sus luchas personales y los cuestionamientos acerca de quiénes son ellos dentro de la
sociedad de la cual hacen parte.

El Cine Club El Frailejón y lo que acontece en él, discute el lugar y papel del cine. Sus
mecanismos de circulación y las posibilidades de este arte. El lugar y papel del cine porque
exhibe películas de corte independiente, cuyo contenido está reservado habitualmente para
públicos con capacidad de interpretación y de disfrute de un lenguaje del cual no sería portador
un joven de la localidad de San Cristóbal. Este Cine Club, pone en tensión los presupuestos que
definen los atributos de los individuos y el campo de sus experiencias, porque a través de la
conversación sobre las películas se generan apropiaciones, desapropiaciones y reapropiaciones
que entran en conversación con el mundo, derivando en quienes participan de éstas en la
posibilidad de fabularlo. Es decir, que al conversar, contar y proponer historias, se abren espacios
para la expresión singular de quiénes hacen parte del Cine Club, discutiendo la comprensión
sobre lo decible y lo pensable.

Siguiendo esta deriva, viajamos a través de cuatro capítulos con los cuales nos vamos
adentrando en reflexiones y apuestas de una práctica. En un primer capítulo titulado: “El Joven
Frailejón como metáfora cinematográfica de una existencia esforzada”, se inteta comprender a
través de una metáfora al Joven Frailejón. Presentación de sus experiencias y maneras de sentir
el mundo en clave de aquello que desde esta presentacion podemos como la singularidad con la
cual hacen presencia en el mundo.

En un segundo capítulo nombrado como: “ La experiencia de fabular la vida. Tácticas del


decir”, en el cual planteamos que esta investigación se desplaza de la noción de metodología al
de tácticas, pues lo que acontece en el espacio del Cine Club pertenece a principios de
oportunidad, que nos permite “obrar poco a poco, aprovechar las ocasiones”
(Certau,2000,pag.43) en la medida en que se permite el fluir en el estar, estar voluntario en el
cual expreso lo que siento. Oportunidad con la que se hacen manifiestas en la práctica, actitudes
asociadas a las sensaciones que despierta el cine. Manifestación que rebasa el cálculo o la
pretensión de control sobre lo que sucede, táctica posible siguiendo este autor por el cuerpo a

12
cuerpo, que no quiere totalizaciones. Cuerpo a cuerpo que sotiene nuestro encuentro en el Cine
Club. Táctica y no metodologias porque nuestra práctica tal vez, no puede ser entendida bajo los
presupuestos racionales-objetivos o como pasos establecidos de antemano para llegar a un fin.
Las tácticas nos permiten más bien, no subsumir en generalidades las posibilidades que nos
brinda el decir-conversar en el Cine Club. En la medida que las tácticas son tan flexibles como la
vida misma. Y el conversar recoge la expresión de la existencia que no puede ser capturada ni
leída como si se tratara de cosas, objetos y por tanto de eventualidades predecibles. Este esquema
de predictivilidad no se ajusta al acontecer del Cine Club. El concepto de táctica entendido como
posibilidad para fabular el mundo y crear mundo por parte de los jóvenes que asisten a nuestro
espacio.

Al volver sobre la práctica y su historia aparecen distintos enfoques que se relacionan con
aquello que en este momento sucede en el Cine Club, es decir, que en un momento dado la
práctica debe ser leída en clave de las pretensiones que se ponen en juego en su devenir. La
reflexión sobre la práctica y lo que allí sucede necesitan de varios registros que permitan volver
sobre lo acontecido de forma reflexiva, para poner entre paréntesis los lujares fijos e inamovibles
que se suelen asumir como maestro, estudiante, padre, con el objetivo renovado de “afinar” la
práctica.

En este sentido las tácticas resultan siendo importantes ya que estas se asocian con un
trabajo de campo que recrea la imagen de un explorador que recorre senderos inexplorados,
abriendo camino, que no teme probar intentando con ello su propia búsqueda, pero que además
se comprende en la conversación con otros, sabe que su exploración también es con otros y para
otros, entonces toma nota, de todos los detalles, habla y pregunta (cine foro). En la práctica del
cine conversado se hace un viaje que relaciona experiencia, sensibilidad y teoría.

En un tercer capítulo denóminado : “El juego creador del conversar del jóven frailejón”,
la palabra y la voz como expresión creativa nos permiten adentrarnos en lo que anteriormente
nombramos como sustratos del conversar. Con estos sustratos nos vamos adentrando en el juego
de fabular la existencia. La palabra del Joven Frailejón va conformando la trama con la cual

13
relacionamos mundo cine y mundo existencia, trama con la cual se crea un conocer de sí, que es
conjunción y mezcla de fantasía y experiencia.

En un cuarto capítulo títulado: “Cine Club El Frailejón como posibilidad: fisuras en lo


instituido” que a modo de conclusiones intenta comprender como el espacio del Cine Club El
Frailejón pone en tensión los atributos, asociaciones y el papel del arte en la sociedad
contemporánea, habilitando un campo reflexivo que permite relocalizar las posibilidades
expresivas de los sujetos, en este caso los jóvenes, y reivindicar el acto creativo como acción
política y como muestra de ruptura, de lucha y resistencia.

14
CAPÍTULO I

EL JOVEN FRAILEJÓN1 COMO METÁFORA CINEMATOGRÁFICA


DE UNA EXISTENCIA ESFORZADA

“ Ese mundo vegetal que vemos tan tranquilo, tan resignado, en que todo parece aceptación, silencio,
obediencia, recogimiento, es por el contrario aquel en el que la rebelión contra el destino es la más
vehemente y la más obstinada. El órgano esencial, el órgano nutricio de la planta, su raíz, la sujeta
indisolublemente al suelo. Si es difícil descubrir, entre las grandes leyes que nos agobian, la que más pesa
sobre nuestros hombros, respecto a la planta no hay duda: es la que la condena a la inmovilidad desde que
nace hasta que muere. Así que sabe mejor que nosotros…contra qué rebelarse…tiende toda entera a un
mismo fin: escapar por arriba a la fatalidad de abajo…”
Maurice Maeterlinck
(La Inteligencia de las Flores)

El Joven Frailejón al igual que el mundo vegetal nos puede parecer resignado y
obediente. Resignado porque acepta sin cuestionamientos aquello que le correspondió vivir.
Obediente porque asume este destino sin opciones de desvió. El destino, ¿Cuál? El que traza de
antemano rutas sin desvíos, el que determina los comportamientos, en definitiva aquel que se
arroga el poder de manejar los látigos de la moral. Pero he ahí la revelación irresuelta del Joven
Frailejón, participar de todo aquello con lo cual interrogarse así mismo y de paso interrogar al
mundo. Sin embargo, a diferencia de la planta, el Joven Frailejón no tiene certeza contra qué
rebelarse, intuye que su existencia no puede estar sometida a los designios dados por el mundo
adulto, y por eso busca formas de enunciarse, maneras de ser contrapuestas, que no siempre, y en
eso consiste la fatalidad, resultan siendo la liberación de su existencia.


1 El Frailejón es una planta propia de los páramos con abundante indumento lanoso que vive entre 2500 a 4000 metros
de altitud. Los frailejones más abundantes de las montañas del páramo de Cruz Verde son conocidos como Espeletia grandiflora
y el Espeletiopsis corymbosa, el primero de hojas arrosetadas y muy peludas, y el segundo con hojas simples, espatuladas y
cubiertas de pelos lanosos. Ambos, retienen sus hojas muertas en la parte inferior del tronco, son como su memoria. Tienen
pequeñas flores amarillas que se agrupan en capítulos, aparentando ser una sola flor que sobresale del tronco.

15
Joven Frailejón, entonces es, la expresión de la cual nos apropiamos para enunciar las
voces de quienes quieren hablar y visibilizar unas maneras de estar y comprender la realidad. La
figura del Frailejón presenta una estrecha relación con el medio, es una expresión concebida
desde un lugar específico, con sentido e historia. Pero, además, representa la elaboración
metafórica que nos permite reapropiar el mundo.

El páramo ofrece unas condiciones particulares para el crecimiento y supervivencia del


Frailejón. Podríamos decir que lo mismo ocurre con la vida de los jóvenes de estos barrios
paramunos, las condiciones y posibilidades para su existencia están demarcadas por un territorio
en el cual van armándose como personajes. Un territorio que en nuestros tiempos pugna entre lo
local y lo global, entre lo virtual y lo concreto; entre la superficialidad del mercado y la identidad
del lugar.

Kevin y Jeisner, dos chicos asistentes al Cine Club, amantes del rock, quienes aprendieron
a tocar la batería y la guitarra viendo a sus amigos del barrio, en el ciclo de Territorio y Conflicto
que se proyectó en el año 2013, propusieron presentar la película Rodrigo D no futuro (1991), del
director colombiano Víctor Gaviria. Al finalizar la película ellos les contaron a los asistentes al
Cine Club qué los motivo para presentar esta película:

Kevin: Vimos como una afinidad con el territorio, porque acá estos barrios los han arreglado pero antes eran
muy parecidos a esos [los de la película], las calles no estaban pavimentadas, y antes había mucha más delincuencia y
cosas como las que se ven allí; por ese lado es como nos metimos, pero también por la música.
Jeisner: También podemos ver que este tipo, Rodrigo, no se mete tanto en ese mundo, opta alejarse un poco,
pues sí se mete con los tipos y parcha con ellos de vez en cuando, pero no se mete tanto en ese mundo de ir a robar y
matar, y al final opta con ir y matarse porque no quiere terminar como los amigos, como le pasó al amigo que
finalmente lo mataron. (Cine-Foro, Rodrígo D No Futuro, 2013)

Las particularidades de los jóvenes en este territorio nos indican que la comprensión que
podemos establecer sobre ellos está referida a su experiencia singular, por tanto no nos
identificamos con el “determinismo espacial”, con el cual se engloba una población, en este caso
el determinismo espacial de jóvenes de los barrios que se encuentran en el límite oriental de la
localidad de San Cristóbal, colindando con la parte sur de la localidad de Usme. Este

16
determinismo espacial, se refiere a las ideas que se hacen de quienes habitan allí sin ningún
miramiento, ideas que llevan asociadas representaciones que establecen capacidades, funciones y
roles. Habitar estos barrios es indicativo de condiciones no solo económicas sino culturales,
éticas, políticas y sociales. Ahora, son difíciles las condiciones económicas, sí, y esto repercute
en problemas de distinta índole, sí. Pero ello no establece, que se construyan unas lecturas y
relaciones que ponen a estas comunidades como carentes de “talento”, predestinadas a. Lo que se
oculta con este determinismo que parte de lo espacial pero que cobija las cualidades y actitudes
de los sujetos, es la incapacidad del Estado y sus políticas de ofrecer alternativas reales de
existencia. Se obnubilan los procesos políticos y sociales con los cuales se van dando y
estructurando estas condiciones, cuando se establece de antemano que allí sólo se permite
sobrevivir. Y en esto no queremos entrar en contradicciones, pues aunque El Frailejón como
planta, está en condiciones específicas, estas pertenecen a un ecosistema que alimenta otros
ecosistemas ofreciendo un equilibrio que hace imprescindible su existencia. Los frailejones son
reservorios de agua, con la que se sustenta la vida de un número significativo de personas.
Equilibrio de ecosistemas sustentado en la particularidad que solo es posible y dada por las
relaciones que crean dentro de un todo natural y cultural. Los páramos, y en ellos los frailejones,
configuran una expresión territorial. Así mismo, los jóvenes Frailejón son expresiones vivas del
territorio. En su singularidad conforman mundo, son expresión y posibilidad dentro de otros
mundos.

La figura del Frailejón nos ofrece la posibilidad de pensar a los sujetos del Cine Club
como parte del mundo, como parte de una existencia en constante transformación, como aquello
que se ofrece ante nuestros ojos, pero que resulta desconocido.

Un Frailejón aparece ante nuestra mirada y quizá no sabremos cuánto frío, cuánto tiempo,
cuánto viento ha soportado. Por otro lado, nos costará un poco de trabajo entender donde oculta
el agua. En ocasiones, apreciaremos su belleza, en otras simplemente, estarán sin más. Los
jóvenes y niños del proyecto aparecen ante nuestra mirada y ocurre lo mismo con ellos, por eso
nuestro espacio de cine, nos permite vernos entre nosotros y verse así mismos, para que las
tormentas, los fríos y las luchas que son memoria puedan aparecer. Lo orgánico como reciclaje de

17
la vida, en nuestro caso reciclaje de lo vivido. Los frailejones incorporan las hojas muertas
primero como protección de su tronco, luego como materia para ser consumida, los jóvenes tal
vez de una manera, algunas veces visible o menos visible, son portadores de una vivencias que
conforman el material con el cual responden a los desafíos que les plantea la vida.

Estas hojas muertas constituyen en nuestra práctica el conjunto de hechos que los jóvenes
cuentan con relación a su experiencia, ya sea como hijos de madres solteras trabajadoras, padres
desempleados o delincuentes, o como niños maltratados o abandonados, hojas que no deberían
ser ni el referente para darles una posición de imposibilidad ni la justificación de algún proceder.
Ahora, es retador intentar desde una práctica con el cine y la producción de cortos, intentar que
estas hojas muertas puedan ser reabsorbidas, para continuar sin que ellas limiten las realizaciones
o las búsquedas de los jóvenes Frailejón. Por ahora, sólo es posible entrar en conversaciones que
cruzan en ellas las historias de los personajes del cine y la vida de algunos jóvenes. Así como la
creación de cortos que en gran medida son la reconfiguración o el reciclaje de estas experiencias.

Karoll Pedraza, otra de las chicas asistentes al Cine Club, cuenta qué la moviliza para
crear su historia para un corto:

Karoll Pedraza: Porque esa búsqueda que ando haciendo es una búsqueda que la hago desde algo que me hace
muy sensible, son las cosas que suceden en el entorno y me llegan mucho; entonces pensarme ahora cómo pensé en esa
historia, para tratar de trascender en esas situaciones que en el lugar en el que nos encontramos pasan y no son
agradables
Carolina Silva: ¿Cuáles son esas situaciones?
Karoll Pedraza: Pues el hecho de que todo el tiempo estemos… la posibilidad a veces económica, las
situaciones que pasan en la familia; sí, más que todo por el tema de la economía y que no podamos acceder y hacer lo
que de verdad queremos, sino todo el tiempo es a tener que estar sumisos, tener que obedecer, tener que no sé, entonces
me duele ver a mi mamá trabajando tanto para nada.
Esa película de Precious2 me tocó mucho porque es una situación que no se encuentra tan lejana a nosotros que la
vemos allá, sino que es demasiado cercana a mi familia, no sé, a todo3


2
Precious. Dir. Lee Daniels. Rep. Gabourey Sidibe, Mo'Nique, Paula Patton, Mariah Carey, Sherri Shepherd, Lenny
Kravitz. Lee Daniels Entertainment / Smokewood Entertainment Group, 2009. Es la historia de una adolescente
negra y obesa norteamericana, llamada Clareece Precious Jones, cuya madre la maltrata y al parecer la aborrece. Ella
con 16 años no sabe leer y escribir y luego de quedar embarazada de su segundo hijo, es retirada de la escuela
pública. Ingresa a una escuela alternativa en la que encuentra una nueva manera de verse así misma.

18

La opción metafórica que conformamos con la imagen del Frailejón está en
contraposición a lo artificial, entendiendo artificial como algo carente de vida, como realidad
falsa, como algo que pretende mostrar lo que no es. El Frailejón como planta nos indica una
referencia singular con relación al espacio natural. Así los jóvenes exponen a través de su
presencia corporal en el Cine Club, con sus palabras sobre los films y gestos sensibles el
material que conforma su singularidad. La metáfora del Frailejón en contraposición a lo
mecánico, porque nuestro encuentro en el Cine Club es voluntad y deseo. Pero además, porque
no está controlado y predeterminado su camino, porque la conversación sobre el film deriva,
navega.

Digamos en este sentido, que el nombre de nuestro Cine Club y la figura Joven Frailejón,
nos permiten la manifestación de una experiencia que reconoce la importancia de pensarnos
como parte de un escenario, desde el cual se piensan cosas y se dicen cosas. Al respecto
recordamos que algunos de los nombres del Cine Club al comienzo de esta experiencia fueron
Ágora y Cine Club La Libertad. El primero como un nombre prestado, portador de una idea de
conocimiento y de práctica ajeno y distante al contexto y a los sujetos que participan de esta
práctica. El segundo, como producto de un concurso con el cual se aspiraba a encontrar un
nombre con el que nos identificáramos más. Y aunque existe una diferencia significativa entre
Ágora y Cine Club La libertad, ninguno de los dos nos permite la elaboración de pensamiento
que vaya más allá de un nombre.


3
Conversaciones con Karoll Pedraza, sobre la propuesta de su historia para realización de cortometraje, 2015.

19
En el momento que emerge la idea de nombrar nuestro Cine Club como El Frailejón, ya
hemos recorrido y reflexionado una práctica que nos permite comprender que los jóvenes con los
cuales nos encontramos, son portadores de una voz, pero que esta voz no es escuchada ni tenida
en cuenta, que ellos padecen una discriminación disimulada y encubierta. Estos aspectos son
elaborados más adelante. Entonces, al hablar de Frailejón señalamos a jóvenes de un cierto lugar,
mencionamos jóvenes con vidas difíciles y en riesgo, pero además, hacemos referencia a jóvenes
inquietos por la vida, rebuscadores de algunos puntos de fuga, jóvenes creativos, jóvenes con una
voz que comunica comprensiones sobre el cine, arte que propone historias, como también no
podemos evitar decir jóvenes que se marchitan, jóvenes que desaparecen muy pronto.

Cuando compartimos con los niños y los jóvenes la presentación de nuestro logo, estos lo
relacionaban con el viento y el frío, que son nuestros acompañantes cotidianos, es decir lograban
a través del nombre y la imagen construir una analogía estrechamente ligada a su cotidianidad.
Con 12 años de edad, la niña Eliana Díaz acude al cine acompañada de sus hermanas y hermanos
mayores. En una oportunidad expresa: “yo creo que tiene que ver con el páramo, que es una vida
dura, vivir en la calle, vivir feo. Los frailejones duran harto en crecer, son como nosotros, tienen
una vida dura”. Estas analogías son precisamente una reelaboración sobre lo que a diario
presenciamos y sentimos, porque es una figura que suscita una conversación, es una figura
cercana con la cual se elabora una experiencia, de la cual hablaremos más adelante. Además, esta
actividad permite una reelaboración de lo cotidiano porque con una imagen que se superpone y
discurre paralelamente con la vida, la de un Frailejón, hemos logrado imaginar mundo, nombrar
desde un desplazamiento imaginario. Así Laura Torres, otra niña asistente al Cine Club,
practicante de fútbol y cuyo sueño es estar en un equipo profesional, comenta: “la forma como
está, así en círculo, es como el camino que lleva uno, círculo, círculo”. A la cual Germán Gómez
añade: “las tres hojas sueltas que se ven en la parte inferior son como lo que nos permite hacer el
Cine Club, salir de un ciclo, ciclo circular, experimentar cosas nuevas”. Este desplazamiento
imaginario es concebir una nueva manera de enunciar, una conjugación entre el hablar4 y la

4 Hablar viene del latín fabulare. En este caso recurrimos a hablar como la posibilidad de fabular. Más adelante
tomaremos el término conversar como elemento metodológico para la fabulación de la ex/sistencia.

20
figura Frailejón, aunque este desplazamiento se da permanentemente en la medida que las
imágenes del cine recrean esta nueva manera del decir.

1. Las luchas invisibles del Joven Frailejón

Cuando asociamos la imagen de un Frailejón con los jóvenes que asisten a un Cine Club,
quizás intentamos una manifestación con el cual nos percatarnos de algo aún no tenido en cuenta.
Como manifestación emprendemos acciones de pensamiento que desbordan las maneras de
entender y explicar. Es así que la figura de Frailejón y su acompañante joven, resultan siendo lo
que difícilmente podremos comprender en esta experiencia.

En el texto La inteligencia de las flores de Maurice Maeterlinck (2014), aparecen


reflexiones sugerentes con relación a nuestra incapacidad para ver y percibir ese pequeño mundo
que nos trasciende, el mundo de las flores. Al describir los procesos con los cuales las flores
aseguran su supervivencia y reproducción, se nos describe un mundo ignorado e invisibilizado:
[Y]o no olvidaré nunca el admirable ejemplo de heroísmo que daba el otro día, en
Provenza, en las agrestes y deliciosas gargantas del lobo, embalsamadas de violetas,
un enorme laurel centenario. Se leía fácilmente en su tronco atormentado y por
decirlo así convulsivo todo el drama de su vida tenaz y difícil. Un pájaro o el viento,
dueños de los destinos, había llevado la semilla al flanco de una roca que caía
perpendicularmente como una cortina de hierro; y el árbol había nacido allí, a
doscientos metros sobre el torrente, inaccesible y solitario, entre la piedras ardientes y
estériles. Desde las primeras horas, había enviado las ciegas raíces a la larga y penosa
busca del agua precaria y del humus…el joven tronco tenía que resolver un problema
mucho más grave y más inesperado: partía de un plano vertical, de modo que su cima
en vez de subir hacia el cielo, se inclinaba sobre el abismo. Había sido pues
necesario, a pesar del creciente peso de las ramas, corregir el primer impulso,
acodillar, tenazmente, ras con ras de la roca, el tronco desconcertado, y mantener
así… con una voluntad, una tensión y una contracción incesantes, derecha erguida en
el aire, la pesada y frondosa corona de hojas” (2014, p. 31)

21
¿Quién podría percatarse de esta lucha? ¿Cuál sentimiento deberíamos experimentar
frente a este hecho? Por ahora nos remitimos a la idea de la vida que nos hacemos cada uno de
nosotros. Idea que da por descontada, la sutil presencia de la resistencia que cada uno de nosotros
hace para poder sobrellevar la propia ex/sistencia, especialmente en el caso de los jóvenes: las
ausencias, las discriminaciones, los dolores, los deseos y los sueños. Estas resistencias son
invisibilizadas, no tenidas en cuenta. Lo que nos interesa sugerir aquí, es cómo negamos una
parte de la experiencia que es con la que se resuelve lo fundamental, estar en la vida. Es la lucha
que libra el laurel, la misma lucha en escala distinta que libra el Joven Frailejón.

Todo esto nos alienta a decir, que nuestro ver, es un ver que parte de una limitación. La
incapacidad de realmente comprender a lo otro. Al otro como flor, planta, animal o humano.
Porque cuando compartimos con lo otro exponemos y nos exponen un rompecabezas con alguna
fichas ausentes. Pero además, porque en el mundo actual, se ha desvanecido la actitud de darse el
tiempo para ver más allá de lo visible. Con esta actitud sencillamente estamos rebelando una
incapacidad: lo que alcanzamos a percibir de lo otro, son espectros estrechamente ligados a una
mirada nublada.

La figura del laurel centenario, es un reto a las metodologías, a las reflexiones que
pretenden nombrar como conocimiento único y verdadero, lo que no se puede capturar a través
de la técnica, la selección o el dato. En nuestro caso, la metáfora Joven Frailejón, nos alerta sobre
la pretensión de creer que conocemos todo los que estos jóvenes han sido. Aunque ellos
conversen y expongan parte de sus vidas en estos encuentros, no por ello podremos comprender
todo lo que ha sido vivir y resistir para ellos.

De otro lado, el comprender que mucho de lo que son los jóvenes estará oculto a nuestra
mirada también nos permite creer que, la intención de querer fijar o aprehender el material del
cual están hechas las historias de estos jóvenes, nos pone a distancia de ellos, haciéndonos
extraños. Por esto, preferimos hablar de tácticas, en lugar de métodos, que resultarán siendo una
disposición de posibilidades, abiertas y sin finalidades establecidas. Pues hemos comprendido

22
que no hay elementos concretos a alcanzar, solo crear encuentros para ver, oír, y conversar acerca
de las relaciones entre cine y vida. La figura Joven Frailejón es un hallazgo, pues, localiza sin
violentarla esta indeterminación de la existencia del joven.

Las flores no ven lo que el ojo humano sí, nos sugiere el relato del laurel y todo el libro de
Maeterlinck. Sin embargo, están nuestros ojos muertos, como advierte este autor. Ojos muertos
frente a lo que el otro reclama de mí. Ojos muertos para una actualidad que presupone el ver
como centro de su funcionamiento. Ver sin ver, sería el costo para esta actualidad rápida y
saturada. Un ver sin ver aquello que nos rodea, un ver predeterminado por costumbres,
frustraciones, prejuicios, imaginarios.

La paradoja que trazamos desde la experiencia del Cine Club, está relacionada con la
opción de revivir nuestros ojos y con ellos nuestro sentir tacto, cuerpo, olor. Es increíble cuánto
queda al lugar de la imaginación en el discurrir de la vida. Y entendemos la imaginación como
“la facultad de hacer imágenes de las cosas que no están presentes necesariamente, mediante el
artificio (imago)”5 . Pues las piezas del rompecabezas ausentes son construidas por nuestra
imaginación, para hacernos una idea mas completa de los otros. Ahora lo que es importante, tiene
que ver con cómo esas piezas que imaginamos las imaginamos a través de la comprensión y no
del juicio. Es desde esta posibilidad que es posible democratizar la presencia de esos otros que
rebasan nuestra amalgama de personajes.


5
Según H. Rincón Medina en su libro, La pantalla (2001), imago es lo mágico, el artificio de magia que permite la
aparición, y el hecho de la aparición la relaciona con la percepción. Si somos consecuentes, el imago es
primordialmente un proceso mental.

23
CAPÍTULO II

LA EXPERIENCIA DE FABULAR LA VIDA.


TÁCTICAS DEL DECIR

Si esto es así, una película es algo más que unos rollos de celuloide rodados y ensamblados. Más que un
relato y también más que un tema. Una película se separa de su autor y comienza a tener una vida
independiente, que se transforma en forma y contenido con la personalidad del espectador.
Andrei Tarkosvski
(Esculpir en el tiempo)

A través del hacer, a lo largo de la práctica del Cine Club hemos logrado concebir unas
“maneras” de aprender haciendo como señala Dewey (2004). El hacer como centro nos permite
indicar que nuestra concepción de investigar, se da como parte de un estar en el mundo de la
vida, con la gente, con rostros. Mundo de la vida entendido como lo que cada uno de quienes
participamos del cine portamos. Expresión de singularidad, con la cual cada sujeto representa
mundo. Esto nos permite ir, encontrarnos y compartir en un espacio el ejercicio de ver cine, no
desde algo pre-fabricado sino desde lo que este mismo hacer nos indica, nos señala. Por ello, este
mundo-vida de quienes asistimos al Cine Club, es señalado como la expresión de una práctica
cuyo interés fundamental no es alejar lo que sucede de su sentido, de lo que tiene sentido para ese
mundo-vida singular. Pues cuando se quiere encuadrar o condicionar, el sentido se diluye.
Preferimos que la práctica, como un estar haciendo que eclosionen los modos habituales de
entender.

Y esto es posible, cuando en el hacer se vinculan la vida de los jóvenes Frailejón, con un
arte, el cine. Vínculo cuya reflexión se alimenta del conjunto de posibilidades de Los estudios
Artísticos. Estos nos permiten abordajes que rebasan la idea de lo disciplinar, en la medida que,
las discusiones y los retos que nos abren las relaciones entre arte, sensibilidad, vida y
conocimiento son difíciles de demarcar y enmarcar en un aparente sentido lógico y objetivo. Lo
cual indica que la emergencia de nuevos ámbitos investigativos, refieren la búsqueda de
alternativas en cuanto a las “metodologías”. Y esto obedece a un inconformismo congruente con

24
críticas a la construcción epistémica tan fuertemente referenciada por Occidente. De una u otra
manera desde lo que estamos trabajando aquí, se hace evidente una postura que rompe las
relaciones tradicionales entre mundo artístico y sociedad, arte y pedagogía, entre otras. Sin
embargo, nuestro interés no es discutir la pertinencia o el grado de incidencia de estos estudios.
Nuestro interés está referido a las posibilidades críticas que nos permitimos a través del acto de
ver cine. Pues del acto de ver, que está condicionado culturalmente y es siempre un hacer
complejo, híbrido como lo señala Brea (2005, p. 9), que derivamos toda nuestra potencia, como
posibilidad de concebir renovados actos de ver. En este apartado nos referimos a cómo nuestra
práctica y su puesta en juego conjugan el funcionamiento del Cine Club con unas maneras de
reflexionar y concebir conocimiento.

Nos preguntamos: ¿Cómo se conoce y qué clase de conocimientos se elaboran con el acto de
ver en nuestro Cine Club? Respondemos exponiendo nuestros cuerpos y nuestra forma de
proceder y estar en el Cine Club El Frailejón, para luego proponer las opciones tácticas con las
cuales comprender y tensionar, la práctica del Cine Club con relación a las formas de investigar y
las formas de dar cuenta sobre lo que se investiga.

1. Viernes de Cine Club

Son aproximadamente las 6:20 p.m. del día viernes, hora en que las puertas del colegio
Juana Escobar, en el barrio San Rafael S.O., se abren para despedir a los estudiantes de la jornada
tarde. En medio de carcajadas, gritos, besos de despedida, abrazos, muchos salen apresurados y
se mezclan con el tumulto de padres que preguntan por sus hijos; afuera una moto con dos
policías vigila a jóvenes del barrio que fuman esperando a sus novias y amigos al frente del
colegio; ventas de dulces obstruyen el paso, haciendo que el tumulto aparente más caos. A 3.200
msnm, el frío al atardecer es muy fuerte, el viento circula colándose por los corredores ya vacíos
por lo que se escucha su presencia como un habitante más de este lugar. En medio de este
ajetreo, una voz de una maestra, anuncia a través de un megáfono la función de esta noche: “Cine

25
Club El Frailejón, los invita a apreciar la película turca Mustang6, pueden venir con sus amigos,
novias, padres, los esperamos”. Los afiches pegados en las paredes del colegio promocionando la
película confirman la función. Niñas y jóvenes de la jornada mañana ya esperan en las afueras
del colegio, se han vestido para el evento y traen paquetes de palomitas de maíz, algunos vienen
con sus hermanos más pequeños ataviados con gorros, chaquetas y sombrillas. Los participantes
de la jornada tarde le recuerdan a la anunciante que en un momento vuelven porque van a
comprar pan, a despedir a alguien o que sencillamente van por una chaqueta a sus casas. De esta
forma el Cine Club El Frailejón hace su irrupción en la escuela, los cuerpos rompen el flujo de la
dirección de salida contrariando la indicación de que la escuela cierra sus puertas y entra en su
letargo.

Mientras tanto, junto con los asistentes que van llegando, otra maestra organiza en un
salón de una de las últimas torres del colegio, el espacio para la proyección de la película. El
aula, anteriormente organizada con sillas en fila y con un tablero al frente, se transforma en una
sala de cine. El telón para la proyección tapa el tablero y las sillas se disponen en auditorio para
que cada asistente se haga donde desee. Las cortinas negras cubren cualquier luz del exterior que
se quiera colar. Uno a uno van ingresando estudiantes o espectadores foráneos a la sala,
ubicándose en distintos lugares de acuerdo a su preferencia, casi siempre se ocupa primero la
parte de atrás por los jóvenes más grandes, mientras que los pequeños corren a ubicarse en los
asientos de la primera fila. Como toda sala de cine, el murmullo de diálogos, risas, corridas al
baño se presenta antes que se apaguen las luces. Luego de un corto saludo y presentación de la
película, la imagen en movimiento aparece proyectada en el telón y las voces del auditorio se van
apagando.


6
Mustang: Belleza Salvaje. Dir. Gamze E., Deniz. Rep. Günes Sensoy, Doga Zeynep Doguslu, Tugba Sunguroglu,
Elit Iscan, Ilayda Akdogan, Nihal G. Koldas, Ayberk Pekcan. Coproducción Francia-Turquía-Alemania; CG
Cinéma / Vistamar Filmproduktion / Uhlandfilm / Bam Film. (2015). La película narra la vida de un grupo de niñas
adolescentes que tras jugar con sus compañeros de colegio en la playa camino a sus casas, comienzan a sentir el peso
de la tradición sobre sus cuerpos y sus vidas. Sólo una de ellas logra romper con lo que su abuela y tío han trazado
para su futuro.

26
***
Las películas con las cuales trabajamos son de distinto contenido y formato, estas son
seleccionadas para proyectar en cada unos de los ciclos y están referidas a problemáticas con la
cuales discutir el proceder de los seres humanos. Ciclos como el de Palestina Hoy nos
permitieron ver el largometraje documental Cinco Cámaras Rotas de los directores Emad Burnat
y Guy Davidi (2011)7; Inch´AlaH de Anaïs Barbeau-Lavalette (2012)8; El Paraíso Ahora de
Hany Abu- Assad (2005)9. Mencionamos estas producciones como ejemplo, pues nos brindan la
posibilidad de desborde en cuanto acceso, comprensión y puesta en juego de la exposición en
imágenes de escenarios, vidas y conflictos con los cuales como lo propone Brea (2005), se
desmantela el mundo que instala y sostiene las hegemonías a través del acto de ver. Dado que,


7
Cinco cámaras rotas. Dir. Emad Burnat, Guy Davidi. Documentary, Soraya Burnat, Mohammed Burnat, Yasin
Burnat, Taky-Adin Burnat, Gibreel Burnat, Muhammad Burnat, Bassem Abu-Rahma, Adeeb Abu-Rahma.
Coproducción Territorios Palestinos-Israel-Francia. (2011). Película documental que narra la resistencia pacífica de
mujeres, hombres y niños palestinos en el pueblo Bil’in contra la ocupación de las tierras de cultivo por parte de
colonos israelíes. Esta historia es narrada a través de la cámara de un palestino agricultor quien decide comenzar a
grabar la vida de represión y abuso que padece su familia y vecinos. En cada arremetida del ejército sus cámaras son
destruidas por lo que para continuar su historia de cinco años debe adquirir una nueva.
8
Inch’AlaH. Dir. Anaïs Barbeau-Lavalette. Rep. Evelyne Brochu, Sabrina Ouazani, Sivan Levy, Yousef 'Joe'
Sweid, Hammoudeh Alkarmi, Zorah Benali, Carlo Brandt, Marie-Thérèse Fortin, Ahmad Massad, Yoav Donat.
Coproducción Canadá-Francia; micro_scope / ID Unlimited / July August Productions. (2012). Una joven mujer
canadiense se encuentra como voluntaria en un campo de refugiados de Cisjordania, ayudando a mujeres palestinas
embarazadas. Sus ideales de conciliación y paz se ven desafiados por la crueldad que la guerra de ocupación le
impone a la vida cotidiana.
9 Paraiso Ahora. Dir. Hany Abu-Assad. Rep. Lubna Azabal, Hamza Abu-Aiassh, Kais Nashif, Lotuf Neusser, Ali
Suliman. Augustus Film, en coproducción con Lama Productions / Razor Film Produktion.
Palestina/Holanda/Francia/Alemania. (2005). Dos jóvenes palestinos, que han crecido juntos y quienes han vivido la
violencia de la ocupación israelí, tienen suficientes razones para aceptar convertirse en bomba humana. Luego de
salir de sus casas para cumplir la misión en Tel Aviv, se enfrentan a sus propios temores y convicciones, tomando
caminos inesperados.

27
“no sólo no es posible el ver fuera de un marco de precogniciones que condicionan culturalmente
la organización del orden de visibilidades en que nos movemos –lo que podríamos llamar la
episteme escópica en que se inscriben nuestros actos de ver-, sino que nuestras propias
actuaciones en ese campo, proyectadas siempre en un ámbito de socialidad, de interacción con la
alteridad, participan efectivamente en su construcción/deconstrucción dinámica” (p. 11-12). Así,
de una u otra manera el acto de ver, en el Cine Club El Frailejón, permite no sólo la circulación
de ciertas imágenes fílmicas sino que estás, entran a tensionar y modificar los referentes con los
cuales sustentamos nuestras formas de comprender “la realidad”.

Otros ciclos de cine proyectados como el ciclo de Territorio y Conflicto, el de La Familia


en Cuestión, el de Jóvenes y Diversidad Sexual o el de Jóvenes de hoy en el Cine
Latinoamericano, son algunas de las apuestas con las cuales convertimos el encuentro para ver
cine, en posibilidad para pensar, rebatir y cuestionar nuestra forma de ver y por tanto, estar en el
mundo.

Cada ciclo se cierra con un acto cultural en el cual buscamos retomar las ideas que han
quedado de las conversaciones al finalizar cada película o el documental visto, como una forma
de tejer alrededor de la temática central. Para realizar esta actividad, organizamos el espacio de
tal forma que cada espectador se encuentre y converse entre sus amigos agrupados en mesas
donde a la luz de las velas se comparten aceitunas, queso, maíz, chocolates. Aquí son los chicos
quienes proponen para todos videos de canciones, poemas o cortos relacionados con la temática,
siendo otra manera de poner a circular la palabra y la sensibilidad de cada quien.

En estos cinco años hemos venido haciendo un registro fílmico de los encuentros en cada una
de las películas y los cierres culturales. Con este registro y su revisión hemos evidenciado las
posibilidades que nos brinda el cine en cuanto a la comprensión crítica que podemos hacer de
nosotros mismos y nuestro entorno.

Como un trabajo complementario realizamos unos encuentros los días sábados con algunos
chicos del Cine Club. El objetivo de estos encuentros es conocer un poco más acerca de sus

28
propuestas de cortos para conversar sobre ellos ahora desde otra posibilidad. Digamos que, este
encuentro de los sábados implicaba conversar de sus propuestas de cortos, las películas de los
ciclos y los registros existentes de sus intervenciones en el Cine Club en clave de fabular desde
tres dimensiones. La primera como juego de transfiguración, en la medida que la imaginación
permite romper el límite de la vida concreta. El segundo como un conversar en el cual las
películas son parte de la comprensión de un sí mismo. Y un tercero, que podríamos llamar de
extrañeza, pues al verse y ser visto se produce una sensación de ¿ese soy yo? Y,¿ por qué dije
eso? Este proceso de reflexión hace especial énfasis en las dos primeras opciones del fabular.

Las propuestas de creación de cortos10 acentúan lo que hemos denominado fabular la vida,
pues las narraciones de los chicos nos permiten comprender que ellas, conjugan aspectos de su
historia de vida con añoranzas, deseos, reclamos. Propuestas de cortos que les permiten
presentarse al mundo de otra forma. Sobre este fabular la vida hablaremos más adelante.

Los distintos registros de nuestra práctica nos permiten revelar distintos sustratos del ver.
Sustratos del ver que implican la mayoría de veces el conversar. Estos sustratos del ver, estarían
referenciados en este proceso como, en primer lugar, un ver películas que se relacionan con un
tema específico el cual es acordado previamente por el colectivo. En según lugar, exploramos un
ver—conversar sobre el film. En tercer lugar, pensamos un ver—“crear” imágenes a través de los
cortos. Creemos que al presentar este ver como sustratos, indicamos que el acto de ver está
íntimamente ligado con los hilos temporales, con los hilos de nuestra historia de vida, con los
hilos de nuestro inconsciente y todos ellos íntimamente hilados por el poder. Empero, estos hilos
pueden desatarse y modificarse, pueden cambiar su textura y su grosor.

2. Un día zarpó esta barca, ¿a dónde? A donde nos lleve el mar

A veces los anclajes reducen la posibilidad de ampliar los horizontes. Estos constituyen la
seguridad con la que nos movemos por la vida. Seguridad de raza, género e identidad. Sin

10 En este momento, las propuestas de cortos conforman los horizontes que tenemos para el devenir de nuestro
trabajo con los jóvenes. Si bien por ahora, son solo esbozos de ideas para concretar guiones, hacen parte de una
propuesta de creación desde el Cine Club.

29
desconocer la necesidad y preponderancia de algunos elementos fijos, permanentes o constantes
como sostén de realizaciones que discuten el carácter móvil y efímero que caracteriza nuestra
época, presentamos el sentido que tiene el zarpar para nuestra práctica.

Quizás una de las acepciones de este zarpar está relacionada con tomar distancia. Zarpar
de uno mismo, permitir fugarse. Zarpamos cada vez que iniciamos la proyección de la película,
zarpamos de lo instituido en nosotros. Como imagen, el zarpar representa el proceso que en el
Cine Club se da como un acontecer. Que nos reta, nos confronta. Y ha sido así, pues los
hallazgos sugieren que el Joven Frailejón como parte fundamental del Cine Club y todo lo que de
allí emana, configura expresiones inconclusas, tal vez, porque este zarpar sin rumbo, es apertura.
Y las aperturas permiten confrontar el mundo-vida que cada uno representa. Pero además, las
aperturas implican posibilidades de cambio. Zarpar es sinónimo de viaje a través del cine y las
conversaciones sobre film y vida.

La imagen de la barca que zarpa es lo que conforma el “material” de nuestro trabajo.


Material inmaterial que no es tan fácil de señalar o capturar. La conjunción de esta imagen con
los jóvenes Frailejón, su mundo y proceder, nos indica que este tomar distancia para el proceso
investigativo, es búsqueda. Búsqueda que hibrida lo racional con lo imaginario, en un proceder
que permite a lo sensible presentarse como potencia. Como lo expresa Laignelet “[a]l abrir
nuevos canales mentales a través de sensibilizar la cognición posibilita nuevos flujos de
pensamiento y favorece la emergencia de nuevas visiones que producen conocimiento” (2010,
s.p). Estas nuevas visiones de sí mismos de los jóvenes Frailejón son un conocer, cuyos sentidos
no son tan fácilmente delimitables.

La barca que navega se mueve hacia lo desconocido, por lo cual no se trazan divisiones
tajantes, entre un conocimiento y otro. Este desconocido está en el acercamiento que como
amateur hacemos con relación al cine, también por lo que esta experiencia ha ido configurando
como “material” de reflexión. Además, este desconocido implica que el pensamiento dicotómico
de la ciencia moderna se diluya. Porque en el Cine Club se da un “desarreglo de los sentidos, esto
es, la ruptura de las rutinas perceptivas, y con ello, de las rutinas del pensamiento” (Ibíd.), tan

30
fuertemente afincadas en la antinomia racional-irracional, blanco o negro. Por ello nos hemos
permitido plantear que el campo de la sensibilidad que se produce con las imágenes en la
contemporaneidad implica, nuevas y renovadas maneras de entender y comprender.

En este sentido señalamos un primer distanciamiento con relación a las metodologías que
trazan como objetivos el extraer información con la cual perfilar análisis sobre fenómenos
sociales o desarrollar trabajos que parten de la idea de la transformación social y de los sujetos.
Por el contrario, en esta apuesta hemos procurado un compartir a través del cine con el cual
aclarar y discutir nuestro lugar. Nuestro lugar con relación a un mundo y sus múltiples divisiones.
Sin que esto conlleve a la falsa presunción de que quienes “lideramos” el Cine Club estamos por
fuera del sistema de relaciones que estructuran el mundo. Tampoco creemos que somos quienes
debemos indicar “lo políticamente correcto”. Por esta razón, no existen resultados calculables o
esperables. Tampoco algún tipo de jerarquía con la cual se establezca una división en cuanto “al
investigador e investigado”.

Nuestra práctica sugiere que en el estar sucediendo se dan experiencias que concentran la
energía y la fuerza del encuentro del mundo-cine y el Joven Frailejón, pues experiencia es
recobrarse para la vida, y a la vez significa fábula, fantasía, imaginación y poesía. La experiencia
así planteada, nos remite a un estar sucediendo en un límite o frontera que riñe con las
circunstancias que hacen que este suceder se dé, así, como algo fortuito o revelador. La pausa
aquí se hace necesaria.

Por un lado, la separación cada vez más tajante de las esferas de la vida como
compartimentos incomunicables, implica la separación entre un conocimiento concebido como
racional y objetivo del mundo de las apariencias y los sentimientos. Esta primera escisión implica
que el mundo de los sentimientos no puede ser parte de la concreción de un conocer sino parte de
un afuera, que no se relaciona con el funcionamiento y discurrir del mundo, la vida va por un
lado y la producción de conocimientos por otra. Por ello, la práctica del Cine Club en el espacio
de la escuela plantea el reto, de permitir que la vida esté presente como el conocer más necesario
para existir. Por otro lado, la experiencia planteada de este modo, permite trazar diferencias con

31
la “experiencia” exótica y vertiginosa que concibe el capitalismo: “El hombre moderno vuelve a
casa de noche, extenuado por un fárrago de acontecimientos —divertidos o aburridos, insólitos o
comunes, atroces o placenteros— ninguno de los cuales, sin embargo, se ha convertido en
experiencia” (Agamben, 1978 p.152)

Sería oportuno, conjeturar que la noción de experiencia tiene varias equivalencias, una de
ellas la encontramos estrechamente ligada al desarrollo de la ciencia en cuanto fue asociada con
el campo de lo experimentable por tanto “convertida en calculable y cierta”. Está además, el
vertiginoso mundo contemporáneo saturado de flujos de información e imágenes producto del
amplio desarrollo tecnológico y su oferta de “experiencias”, que vacían la vida misma. Por otro
camino, podríamos afirmar que nuestra experiencia11 está referida como comprensión de la
existencia en estrecha relación con lo cotidiano y el acontecer en el Cine Club, que se constituye
en un campo en disputa con la idea de un único sujeto que “conoce” y es productivo.

La necesidad de que la vida no se reduzca a una presencia sin opciones para la
sensibilidad creativa y como posibilidad de un conocimiento de nosotros mismos, nos lleva a
concebir tácticas que lejos del experimento, se conciben como un estar en el cual, se renueva
nuestra manera de hacernos humanos. Estas tácticas implican que el suceder del Cine Club no se
presenta como un proceso a través del cual se pretende explotar, extraer y controlar lo que allí
pasa. De Certeau (2000) diferencia la estrategia de la táctica en la medida en que “[ l]as
estrategias son acciones que, gracias al principio de un lugar de poder (la propiedad de un lugar
propio), elaboran lugares teóricos (sistemas y discursos totalizadores) capaces de articular un
conjunto de lugares físicos donde se reparten las fuerzas.” (p.45) mientras que las tácticas, “son
procedimientos que valen por la pertinencia que dan al tiempo: en las circunstancias que el
instante preciso de una intervención transforma en situación favorable, en la rapidez de
movimientos que cambian la organización del espacio, en las relaciones entre momentos


11
Si la experiencia es “eso que me pasa”, el sujeto de la experiencia es como un territorio de paso, como una
superficie de sensibilidad en la que algo pasa y en la que “eso que me pasa”, al pasar por mí o en mí, deja una huella,
una marca, un rastro, una herida. De ahí que el sujeto de la experiencia no sea, en principio, un sujeto activo, un
agente de su propia experiencia, sino un sujeto paciente, pasional. O, dicho de otra manera, la experiencia no se hace
sino que se padece. A este segundo sentido del verbo pasar de “eso que me pasa” lo podríamos llamar “principio de
pasión”. (Larrosa, 2006, p.91)

32
sucesivos de una ‘jugarreta’, en los cruzamientos posibles de duraciones y de ritmos
heterogéneos, etc.”(ibíd.)

Así, una táctica no pretende preparar sus expansiones ni asegurar una independencia con
relación a las circunstancias. Las tácticas permiten la enunciación espontánea, de la gente común,
en palabras de este autor, de los débiles. Ya que, estas no esperan, no calculan, tampoco
prometen, son presente y por tanto, posibilidad de un decir libre y común, mas cercano a la
expresión por parte del Joven Frailejón de sentimientos o sensaciones. Siguiendo esta reflexión,
el decir de los débiles se constituye en la mejor oportunidad para la táctica porque lo dicho es
expresión de existencia y de pertenencia. En nuestro caso, el hecho de encontrarnos en la
proyección de una película que se presenta como un conjunto de imágenes y sonidos que
implican varias esferas de la comunicación, nosotros como público participante y emancipado,
según lo plantea Jacques Rancière (2010) 12, enunciamos nuestras apropiaciones de ese mundo-
cine, de ese cine hecho mundo.

Nos adentramos en una reconfiguración del decir. Iniciamos reedificaciones de la


enunciación. Enunciación táctica, en la medida que es posible hablar desde aquello que cada uno
es, sin la mediación del buen decir o de la preparación para decir. Así tomamos distancia de las
estrategias en la medida en que estas hacen referencia al cálculo o manipulación de las relaciones
de fuerza posibles desde un sujeto de voluntad y de poder (Ibíd., 42), en este caso, a prácticas que
pretenden trazar de antemano y desde un lugar de privilegio, el del investigador, los sucesos que
ha de capturar para su análisis.

El estar sucediendo implica que cuando estamos en el Cine Club viendo cine,
conversando sobre cine-mundo se produce allí una atmósfera que opera como artificio para


12
Según Rànciere la emancipación comienza “cuando se comprende que mirar es también una acción que confirma o
que transforma esta distribución de las posiciones. El espectador también actúa, como el alumno o como el docto.
Observa, selecciona, compara, interpreta. Liga aquello que ve a muchas otras cosas que ha visto en otros escenarios,
en otros tipos de lugares. Compone su propio poema con los elementos del poema que tiene delante. Participa de la
performance rehaciéndola a su manera, sustrayéndose por ejemplo a la energía vital que se supone que está ha de
transmitir, para hacer de ella una pura imagen y asociar esa pura imagen a una historia que ha leído o soñado, vivido
o inventado. Así, son a la vez espectadores distantes e intérpretes activos del espectáculo que se les propone”.
(Rànciere, 2010, p. 19-20)

33
fabular la vida, para inventar la vida y transfigurarla en mundo. La táctica mezcla el suceder del
cine con la experiencia, que se manifiesta a través de la conversación y los silencios. El Cine
Club El Frailejón es, no por definición a priori, un escenario de convergencia de tácticas dadas
por la experiencia.

Entonces transformar un salón en sala de cine, estar de noche en la escuela, conversar


como no sucede en la hora de clase, sentir y compartir comida, conforman la creación de un
espacio que pasadas dos horas deja de ser. Son todas expresiones afines de las tácticas.

Asimismo, este momento de la noche configura la táctica con la cual opera el artificio,
que nos permite recuperarnos de la carga de la vida formal y concreta. Es la hora del sueño.
Sueño creativo que permite a lo real como experiencia inconsciente permear y atravesar la
realidad codificada e idealizada. El cine en acto es el médium que supera su externalidad como
película, pues al integrarse a nuestra existencia nos expone unos a otros configurando una
diversidad de mundos. Por tanto, no acudimos a la instrumentalización del cine, nos permitimos
en el transcurrir de la existencia, mirar; un mirar que es estar atentos como lo plantea
Masschelein, “es decir, abiertos al mundo, expuestos (al texto) de modo que este pueda
presentársenos y entonces conducirnos” (2006, p. 299) . Por tanto, el cine no es como sucedería
desde otras perspectivas aquello que como “investigador” utilizo, irrumpiendo en la ex/sistencia,
en la cotidianidad de la gente para obtener “algo”.

En nuestro caso, el cine, tal vez interrumpe la vida, pero con la idea señalada
anteriormente, según la cual el cine se localiza entre lo real y la realidad. Podemos indicar que la
realidad como sustento de la producción de conocimiento racional, observable, medible y
concreto, pierde su fundamento cuando es confrontada por la imaginación que, como
espectadores, se activa en el Cine Club. La imaginación se vive como una apertura, como la
experiencia de diferentes maneras de sentir, ser, pensar y hablar.

Esta diversidad de maneras de imaginar nos indica que en el plano de nuestro estar en el
Cine Club, no tenemos el interés de prescribir formas para imaginar. Como señalábamos en
algún momento, puede ser que la palabra como parte de una conversación sin finalidades irrumpa

34
en la realidad, como también los silencios que ni son falta de, o de incapacidad, sino más bien,
otra manera de estar. Porque después de algunos films ha sido imposible para algunos pronunciar
alguna palabra. Pero su rostro y su cuerpo evidencian que algo sucedió.

Como parte de su riqueza, el estar sucediendo conjuga un juego temporal sobre las
construcciones del conocimiento, pues el suceder del inconsciente mientras estamos viendo la
película está en una activación, sólo posible mientras discurre el film. Un conocer del cual no
somos conscientes, pero que sin lugar a dudas existe, opera y maquina. Sobre este aspecto
estaremos en deuda, pues no nos es posible adentrarnos en este campo tan estrechamente
relacionado con la psicología y la psiquiatría. Pero sobre el cual, para el caso de la escuela y la
vida de los jóvenes se revelan modos de trabajo sobre la condición psíquica de los jóvenes. Abro
aquí un pequeño paréntesis. Aunque señalamos que este suceder del inconsciente es inaprensible
en nuestra práctica, creemos que este suceder aflora en forma de sentimientos y expresiones
verbales que son expuestas y puestas en común, con otros, razón por la cual creemos que este
nuevo suceder reconfigura-reapropia alivianando cargas psíquicas fuertes a través de la ficción.
Este relato es la reelaboración que cruza en el film, recuerdos y añoranzas de los sujetos.
Cerramos este paréntesis, indicando que se nombra como tal, porque es difícil para nosotros
establecer que esto sea así.

Nuestra responsabilidad ética, implica no revolcar aspectos sobre los cuales no tenemos
como responder. Pues en muchas conversaciones emergen recuerdos y circunstancias que han
marcado de una manera muy fuerte la vida de los jóvenes Frailejón.

35
Es así que al evidenciar lo que deviene con el trabajo del cine y su capacidad de
impregnar nuestro estar en la vida es lo que nos permite creer que se da un conocer, de nosotros
mismos. Conocer13 que es sueño y ficción, como afirma Medina (2001):

“[E]l sueño es una construcción que posee un contenido manifiesto y un


contenido latente…estos ponen de manifiesto los estados del propio ser, mediante la
consciencia que lo individualiza: descubre un estado consciente en el que prima nuestra
voluntad en los actos y los recuerdos; un estado preconsciente en el que por la intensidad
y duración de las percepciones estos escapan a la introspección del sujeto consciente, y un
nivel inconsciente que es el conjunto de procesos dinámicos que actúan sobre la conducta
pero que escapan por completo a la voluntad, no obstante están en la mente del sujeto; en
otras palabras es lo que sabemos pero que no conocemos” ( p.49 )

El reto de esta forma de conocer, que es un conocer que aquí nombramos como
reconocimiento del ex/sistir esta en la contingencia de abrirse camino. Contingencia porque es
expresión táctica de quien invisibilizado recobra su fuerza. A veces sin ser plenamente consciente
de ello. Pero que como fuerza crea fisuras. El Joven Frailejón manifiesta su ex/sistir como un
conocer de sí, sin que esto implique la atomización de un sujeto, por el contrario, es con la
confrontación de sí a través del cine y la conversación que se hace manifiesto un conocer.
Conocer cuyo contenido es la existencia singular del Joven Frailejón.
Precisamos por ello que este conocimiento pertenece como ex/sistir a cada joven. Lo cual
configura la disposición de una experiencia que no se deja capturar, ni en la lógica del
conocimiento objetivo ni tampoco en el conocimiento sobre aspectos subjetivos con las cuales se
aspiraría capturar este conocer.


13
El conocimiento desde esta perspectiva no se reduce a la noción cartesiana sobre la Razón. Tampoco a la
propuesta del conocimiento como producto de la experimentación observable y medible sino a la experiencia que
permite preguntarse por el cuidado de la existencia, es una preocupación ético política por los otros y por uno
mismo.

36
3. Más allá del sin sentido del ocio 14

Una parte de nuestra táctica está referida a algo que consideramos importante, los jóvenes
Frailejón asisten al Cine Club por diversión, por ocio, por “parche”. Por tanto, asumimos nuestra
idea ocio como un tiempo no obligado. No es una convocatoria impuesta, es deseo. Sobre este
aspecto podemos señalar, que al incluir el ocio como parte de una posibilidad con la cual
concebir una experiencia, se hace un reconocimiento del sujeto como singularidad, es decir no
solo como mente racional, o como cuerpo sin mente, o como cosa, como objeto de un saber.

La disposición de quienes asisten al Cine Club nos permite conjugar el ocio y el deseo
como elementos claves para concebir un tipo de conocimiento que está signado por una lógica
distinta a la obligación, que no cumple con la función de imponer, organizar, pre-definir e
ilustrar. Se trata más bien un conocimiento con sentido que es cuidado de sí, de los otros y del
entorno. Como elaboración propia, consentida por quien la elabora y dada en un tiempo que
generalmente es despreciado por improductivo y considerado por la institucionalidad como un
como un sin-sentido. En este punto reflexionamos acerca de los modos y la necesidad de
concebir un tipo de conocimiento que permita la sostenibilidad de la vida humana y de todas las
especies. Que traiga consigo la posibilidad de mejorar “algo”, pues los Estudios Artísticos no
pueden ser simplemente un nombrar del cuerpo, la cultura, la sensibilidad, lo no occidental, sin
que estos entren a tensionar o cambiar ese “algo”, que es lo que sostiene un estado de cosas
carente de dignidad.

El carácter útil del conocimiento, más no utilitarista, lo sugiere los modos de hacer, los modos de
investigar. Por ello, tratamos de proponer un tipo de trabajo que quizá, tenga sentido, pues

14
La categorización cuádruple de Kraus (1978) del ocio considera: (1) La visión clásica del ocio según Aristóteles y
recogido por Grazia (1962), según el cual, el ocio es para una minoría. (2) El ocio como símbolo de una clase social.
Esta concepción aparece recogida en el modelo de Thorstein Veblen (1899) The Theory of the Leisure Class, el ocio
como símbolo de categoría unido al consumo conspicuo, está unido a la concepción puritana del ocio, esto da como
resultado la imagen tan negativa que el ocio tiene. (3) El ocio como una forma de actividad. El ocio aparece como
una forma de actividad del tiempo libre, en el tiempo desocupado es la concepción asumida por Dumazedier (1975).
(4) El ocio como un tiempo no obligado. Es la visión más utilizada en la literatura sociológica. pag 14

37
permite un abordaje de la imagen movimiento en relación con la existencia. Sentido que expresa
contradicciones y paradojas. Esto remitiéndonos a las reflexiones planteadas por Guilles Deleuze
en su texto La lógica del sentido (1969). Aclarando lo complejo que resulta para nosotros el
comprender “plenamente” lo que plantea este autor. Sin embargo, nos atrevemos a disponer de la
comprensión que hace Deleuze del sentido, por dos elementos fundamentales. El primero tiene
que ver con lo planteado sobre la manifestación, pues el identificar el sentido con la “
manifestación tiene más posibilidades de éxito, ya que los designantés mismos no tienen sentido
sino en función de un Yo que se manifiesta en la proposición. Este Yo es sin duda primero, ya
que hace empezar el habla; como dice Alicia, «si sólo hablarais cuando se os habla, nadie diría
nunca nada». Se concluirá de ello que el sentido reside en las creencias (o deseos) de quien se
expresa” (p. 22) En consecuencia la conversación conforma la manifestación de un sentido. Que
por supuesto sabemos, es un sentido inaprensible. Dado por el carácter acontecimental del
suceder del Cine Club que inscribe el sentido en ese pertenecerle a cada sujeto que se manifiesta
sin que este sea perfectamente delineable.

El segundo tiene que ver con la comprensión que hace esta autor del sentido a través de Lewis
Carroll y su obra literaria Alicia en le País de la Maravillas. Porque al presentar una lectura
comprensiva del sentido con una obra literaria nos permitimos plantear una comprensión del
sentido con el cine y la experiencia de los jóvenes. Cine ficción que nos permite crear ficción,
como expresión de estar, en el que se rebasa la compartimentación del mundo. Sujeto-objeto,
racional-irracional, real-irreal, entre otros. “Por el contrario, la obra fantástica concierne
inmediatamente al sentido, y la remite directamente la potencia de la paradoja. Lo que
corresponde muy bien a los dos estados del sentido, de hecho y de derecho, a posteriori y a priori,
según si se lo infiere indirectamente del círculo de la proposición, o si se hace aparecer por sí
mismo, desplegando el círculo a lo largo de la frontera entre las proposiciones y las cosas” (p.26)

Ahondemos un poco en la concepción de conocimiento que se da en la experiencia del Cine Club.


Partamos de relacionar el conocimiento con la creación. Consideramos la creación como acto
circunscrito a un medio y una historia. Crea el pintor, crea el científico, crea el literato desde los
elementos que le son “propios”. Pues “Las ideas son potenciales, pero potenciales ya
comprometidos y ligados en un mundo de expresión determinado”. En nuestro caso la creación

38
pertenece al proceder del propio Cine Club. Esto nos permite señalar que no todo es ni puede ser
nombrado como creación. Por el contrario entendemos el acto de creación como una opción para
estar y discutir el mundo, sino, no lo es. Deleuze (2003) plantea que la creación debe implicar un
acto de resistencia, frente a lo establecido, frente a lo dado. Necesidad y búsqueda orientan y
alimentan el acto de creación comenta este autor. Como “ acto de resistencia no es ni
información, ni contra-información. La contra-información no es efectiva mas que cuando se
vuelve acto de resistencia”. Y, como acto de resistencia referenciamos este conocer, conocer
sobre nosotros mismos, un conocer que recoge en él la experiencia de ver cine, con la experiencia
de los espectadores. Simbiosis imaginativa, que se da como experiencia, pero además produce
experiencia. Esta doble experiencia entendida como aquello que sucede que me cambia, me
modifica, me mueve. Podríamos referenciar la idea de experiencia sustentada aquí como diferente
de la experiencia despojada de sujeto, en la reflexión que propone Walter Benjamín (1933): “Con
la Guerra Mundial comenzó a hacerse evidente un proceso que aún no se ha detenido. ¿No
se notó acaso que la gente volvía enmudecida del campo de batalla? En lugar de retornar
más ricos en experiencias comunicables, volvían empobrecidos. Todo aquello que diez años
más tarde se vertió en una marea de libros de guerra, nada tenía que ver con experiencias que se
transmiten de boca en boca” (p. 1). Por el contrario, la experiencia creada en nuestro Cine Club
reivindica la dignidad y las posibilidades de enunciación de los jóvenes Frailejón como acto de
resistencia.

Acto de resistencia que permite el anudamiento del mundo–existencia, referido a la


experiencia de los sujetos, con el mundo-cine alusivo a la imagen y la fantasía. Porque el
mundo-existencia entendido como la experiencia de la cual todos somos portadores y el mundo-
cine con todas las tramas que nos presenta, permiten ampliar los elementos con los cuales
conversamos como posibilidad de contra-información . Ahora, esto es posible porque es el deseo
y la búsqueda los que priman cuando el Joven Frailejón hace presencia en este espacio y por ello
creemos se da la opción que su comprensión de sí cambie, permitiendo influencias o impurezas
en ella. No sólo por lo que ve sino por lo que se conversa.

39
Cuando desplegamos la posibilidad de esta experiencia en el Cine Club, creemos que se
crea un espacio, en el cual se aúnan la disposición de los chicos para estar allí, en las horas de la
noche de un viernes, viendo cine y conversando. Como oportunidad para disputar con la
superficialidad de la vida que se quiere imponer, un recuperar el sentido poético de la existencia.
Sentido poético porque nos permite estrechar la relación entre sentido como manifestación y su
exposición poética como decir propio, diferenciado del “discurso sin sujeto” (Barcena,2006, p.
245). Nuestros ojos muertos tal vez en este espacio van recuperando la capacidad de maravillarse
con la luz, la sombra, las presencias. Capacidad que nos pertenece a todos, pero que venimos
cediendo cada vez más a los productores del espectáculo de reality show y de historias digeribles.
Este sentido poético se refleja cuando el pensamiento poético entendido como “la capacidad de
acceder a lo desconocido por medio de lo conocido” (Laignelet, 2010, s.p.) se presenta como
experiencia.

En contraposición al sentido poético, opera el sentido común que se sostiene por medio
de las premisas de la realidad modulada institucionalmente: por la academia, la ciencia y el
Estado. Y aunque en cierta medida estas instituciones funcionan y maniobran ordenando y
jerarquizando, no necesariamente estructuran la totalidad del sentido. El sentido como
exterioridad, amparado en un conocimiento técnico-racional sostiene unas lógicas del sentido. A
las que se suman, las lógicas del mundo de los estímulos, los estados de confort, ocio y arte. Estas
dos fuentes del sentido no se pueden prestar a equívocos, pues ambas sostienen una idea de sujeto
que excluye la experiencia y la singularidad con la cual cada cual configura su sentido. El sentido
modulado institucionalmente establece lo que es posible y se debe conocer y la idea de las
esferas de los estímulos que se ampara en su carácter libre y neutral.

Por ello, se advierte que el problema aquí, es continuar reforzando el sentido común,
como aquel que por impera, despojándonos del sentido poético. Por esto, discutimos la idea que
presenta al ocio, como una esfera de la vida en la cual “no pasa nada”. Este escollo es lo que
permite al Cine Club, configurar al sentido poético como posibilidad, pero además, señalar que
allí es posible concebir conocimiento, un conocimiento que está estrechamente ligado con crear.
Pues “los procesos de creación tienen que ver con el cambio; por ello, buscan transformar

40
constantemente las reglas del juego de sus propios procedimientos, para recrear nuevos hábitos
de percepción y de hacer en el proceso mismo, liberándolos de sus condicionamientos. La
liberación del conocimiento de sus condicionamientos produce a su vez aperturas a nuevas
formas de conocimiento”. (Laignelet, 2010, s.p.) por tanto, el sinsentido es la búsqueda de otros
sentidos que se dan como parte de la expresión singular del Joven Frailejón como modos de
conocer. Conocer de sí mismo en relación con los otros.

4. Qué clase de táctica es el conversar

El acto de poner en palabras lo que nos acontece cuando vemos cine es renombrar la
vida. Renombrar desde lo que ella es, como imagen, fantasía, sentimiento, es decir como pathos.
Este retomar a través de la conversación las filigranas que nos unen, nos distancian, nos
confrontan es entrar a relacionar el film con aquello que somos. Habilitando un espacio en el cual
esto sucede. Este espacio es creado y recreado por la deriva de las palabras y las imágenes, que
circulan, van, vienen. Como en el cine, la conversación hace cortes y pliegues juega con el
tiempo, fluye. No le pertenece como acción a un sector o grupo social, hace parte más bien de
una necesidad, la de contar.

Conversar es la acción, es la experiencia del pensamiento, cuya posibilidad de ser siempre


es con otro. Conversamos y nos vamos elaborando a medida que elaboramos mundo. Ahora bien,
como señalamos anteriormente, en el Cine Club el conversar implica el acto de ver, escuchar,
sentir. Y esta conjunción tiene varias implicaciones, pues cuando se conversa se produce una
evocación permanente de personajes del cine, de familiares de amigos, de escenas y situaciones
personales sobre las cuales jamás se repara, si son reales o irreales. Esto nos indica que cuando
conversamos sobre los films no estamos escindiendo una parte de la experiencia como lo que es y
otra como lo que no es, esto es, la diferencia entre ficción y realidad.

Lograr expresar sin acudir a la diferencian sobre lo ficcional y lo establecido como real es
permitirnos adentrarnos, en la sutil presencia de lo acallado, por lo concreto, fáctico y real. Pues
este conversar aúna el film con la vida del Joven Frailejón para realizar una experiencia y crear

41
mundos. Táctica que es, como lo señala De Certeau (2000), un modo de valernos de, un
momento fugaz y único del Cine Club, en el cual se detonan los contactos entre el mundo de la
vida de quienes estamos allí y el cine.

Sobre este conversar es pertinente indicar que se orienta por algunas preguntas
relacionadas con el ciclo que estemos trabajando, estas preguntas son elaboradas por quienes
sostenemos esta práctica. Con ellas vamos sugiriendo aspectos sobre el film que podrían
relacionarse con el ciclo. Es importante anotar, que mientras conversamos, vamos haciendo
nuevas preguntas relacionadas con aquello que los chicos van diciendo, porque en definitiva,
consideramos que interrogar su mundo es trascendental, dado que, en ocasiones afloran prejuicios
sexistas, de género, de raza, que deben ser cuestionadas. No como corrección de quien imparte
una idea de moral, sino como posibilidad de cambio o ruptura de esos hilos que condicionan
nuestra vida.

Este conversar es una elaboración plural, polifonía de voces; jóvenes, niños, adultos y en
ocasiones mamás o papás. La conversación es un acto que desestructura las jerarquías cognitivas
y la preeminencia de las estructuras del lenguaje, como también el privilegio de quien tiene la
palabra y por tanto un cierto grado de poder. Estas reflexiones sobre la conversación se ampliaran
en el siguiente capítulo.

5. Fabular la vida, táctica de lo sensible

Fabular es la posibilidad de una acción, ¿cuál ? La de conversar sobre las historias del
cine, no como un relato impersonal de la historia de la película, sino reconfigurando y
transformando estas historias que entran a configurar un nuevo decir. Decir deslindándose de las
estructuras de un sistema lingüístico ordenado y reglado. En este sentido, cuando los chicos
hablan sobre los personajes y sobre aquello que les acaece entran a fabular, permitiéndose la
conjunción mágica entre film y vida del Joven Frailejón. “Fábula, esto es, según el étimo, algo
que tiene que ver esencialmente con la palabra” (Agamben, 2009, p. 4). Palabra cuyo sonido y
voz visibilizan un nuevo visible, que es expresión de sentimientos que configuran una nueva y

42
renovada palabra con la cual recreamos una nueva presencia. La presencia expuesta en sonidos
que circulan en forma de metáforas, añoranzas y deseos. Este nuevo visible es lo que el Joven
Frailejón presenta como juego en el cual ficción y vida se anudan.

La fabulación nos envuelve indicándonos que podemos viajar, entrar en nuevos mundos,
rebasando la condición inexorable de vivir una única vida. Con todo aquello que implica vivir; la
conmoción, la desazón, la esperanza, la lucha. Conversamos fabulando, lo cual implica grados de
movimientos relacionados con nuestra disposición, en la medida que permitimos que los films se
inscriban en nuestras emociones.

Al fabular nos adentramos en el sentido poético , como expresión de mundo en el cual la


conversación que fabula se traslada al mundo imaginación “irreal” o falso. Sin sentido para el
mundo real, sin sentido de verdad, sin sentido histórico. Ahora este mundo real y de verdad esta
sostenido en elementos rebatibles, pues tanto el mundo “real, verdadero e histórico” crean fábulas
y fantasías. Ahora, nuestro fabular no encubre ni intenta adoptar ese sentido. Es más bien un
fabular que nos libera del rigor de la historia, de la carga de la verdad y de lo que somos y
debemos ser. Por ello este fabular como eventualidad táctica no es dato, ni es biografía.

Podríamos indicar que se da otro fabular, cuando se hacen las propuestas de crear cortos.
Está propuesta se la hicimos a los chicos y chicas como una forma de pasar a poner en imágenes
lo que somos y soñamos ser. Es necesario aclarar que por ahora estas historias son borradores,
bocetos que quizás un día se filmaran. A continuación intentaremos desarrollar algunas
reflexiones sobre estas propuestas de cortos y la fabulación en relación a como se enuncian
algunos jóvenes frailejón.

6. Una propuesta de corto, como fabulación de la vida del Joven Frailejón15

En este apartado queremos presentar a algunos de los jóvenes frailejón que han asistido al
espacio de Cine Club, esbozando inicialmente aspectos de su personalidad, sus sueños y formas

15
Las ideas expresadas acá se recogieron en un cierre cultural de uno de los ciclos, como parte de la pregunta
expuesta a los chicos: ¿qué les gustaría contar a ustedes en un cortometraje?

43
de enunciarse, para luego presentar las primeras ideas sobre un posible corto creado por ellos
como parte de fabular la vida.

6.1. Alex cyrus @

Alex Castro es un chico que salió de grado undécimo el año 2016 tras haber perdido el
año. Alex es caleño y tiene en este momento dieciocho años, es extrovertido y siempre evidencia
una personalidad que le permite retar y hacer frente a muchas adversidades. Una de ellas tiene
que ver con el hecho de declararse gay tras su llegada al colegio. Declaración que implicó
inicialmente burlas por parte de sus compañeros y trato discriminatorio por parte de algunas
directivas. Alex, Joven Frailejón que reta con su presencia la dinámica institucional del colegio y
la familia, nos cuenta que para que su mamá se enterara de su orientación sexual, la invito a ver
una película en casa, Oraciones por Bobby de Russell Mucahy. Enterar a su mamá y a todos los
miembros de su familia no ha sido cosa fácil, pues en un comienzo hubo rechazo y
cuestionamientos. No es nuestro interés presentar este personaje como si su orientación sexual lo
pusiera en una condición especial. Pero sí podemos decir que en gran medida. Alex referencia su
mundo y vida desde esta decisión. Algunas veces cuando recordaba su infancia nos relataba que
envolver la toalla en su cabeza e imaginarse con un cabello largo le fascinaba. Las múltiples
facetas de Alex entrañan esas nuevas expresiones de lo juvenil, nuevas manera de estar y
entender la vida. Cuando hizo teatro con otros compañeros del colegio, puso en escena un cuerpo
versátil, expresivo que cuestiona y reclama respeto y reconocimiento. Sin embargo, en unos de
los encuentros de los sábados reflexionando sobre la exposición a la prostitución de algunos
jóvenes homosexuales, él afirmó no tener ningún problema con esta, reconociendo incluso que él
la ejercería si tuviera la necesidad. Queremos señalar aquí, que ese momento nos confrontó y aún
no sabemos qué decir sobre esto. Pues, aunque no se trata de manifestar algún tipo de moralismo
sí resulta difícil asimilar esta opción. Sobre esto nos atrevemos a pensar que lo instituido no nos
permite como maestros, dimensionar lo que esto supone en la actualidad. Lo instituido como lo
que debe ser, especialmente con el cuerpo nos interroga. Especialmente cuando intentamos
comprender al Joven Frailejón, porque pareciera que cuando este se revela tan controvertido no

44
logramos entrar en un movimiento de parte y parte. Pues aunque discutimos y debatimos no
hubo posibilidades para este movimiento. Alex se reafirmó.

Y: Quisiéramos saber quiénes trajeron ideas, por lo menos unas pinceladas de los
adelantos de la historia para su corto. ¿Quiénes trajeron por lo menos un esbozo, o
una idea?
Alex: Yo lo estoy haciendo con Karol, ella es como mi asesora, entonces ella me toma
fotos y todo eso, bueno y va a ser explícito, muy explícito, va a ser loco, o sea va a ser
súper loco, muy extraño, así como a mí me gusta, y yo ya tengo una parte grabada y
también va a ir complementado con la obra de teatro que hicimos hoy, entonces va a ir
un pedacito ahí.
J: ¿Pero cuál sería la historia que quieres contar?
Alex: la transformación que he tenido, el cambio, porque pienso que he evolucionado
mucho como persona en general.
J: ¿Es tu vida, y esa transformación que has venido teniendo?
Alex: Si, el protagonista voy a ser yo. Una escena que he imaginado es con el dorso
desnudo y me proyectan luces con los colores del arco iris en mi pecho y con música de mi cantante
favorita Miley Cyrus.

Sobre esta primera idea de Alex es importante señalar que su registro fotográfico es
amplio, en una Tablet que lleva a todo lado solo aparecen fotos suyas posando de diferentes
maneras, a veces podría parecer un poco egocéntrico. Muchos de sus cambios podrían estar
asociados a dos esferas, una de imagen y otra relacionada con su paulatino posicionamiento y
defensa de su decisión. Sobre la primera indicamos que siempre está cambiando el color de
cabello, alguna vez utilizó extensiones de cabello afro, también utiliza lentes para cambiar el
color de sus ojos, suele tener las cejas depiladas y maquillarse con los labiales y polvos de sus
amigas. Sus últimos cambios intentan guardar una apariencia similar a la de su cantante favorita,
Cyrus. Sobre los cambios en la comprensión de sí mismo que no están aparte de su juego con la
imagen sino que creemos la complementa, están en juego las aperturas que desbordan la
comprensión e ideas con las cuales fijar y definir. Fijar y definir a los jóvenes, fijar e identificar,
cuando lo que sucede es una transformación constante. Pues este personaje puede parecer en
ocasiones banal, pero también puede pasar a ser un joven preocupado y comprometido, prueba de

45
ello es que Alex se postuló y ganó la personería del colegio en el 2016, indicando como premisa
de su campaña, la defensa de la diversidad sexual. En un foro del proyecto de Derechos
Humanos, él presento una ponencia en la cual expuso ideas relacionadas con la comunidad
LGTBI. También asiste a marchas que defienden la diversidad sexual. Alex convirtió su decisión
en el lugar de enunciación con el cual interrogar el mundo.

J: Bien, alguien más a pensando ideas para lo que podría ser una historia de un corto?

6.2. Gritos de Estiffany

Estiffany Gómez Bravo es una chica


de diecisiete años, vive con su mamá y
hermanos siendo ella la única mujer. Es
una joven inteligente que asiste siempre al
Cine Club apenas termina la jornada
escolar, casi siempre en compañía de su
amiga Leydi. Las cosas más comentadas
por Estiffany están relacionadas con los
problemas que tiene que sobrellevar por los
tratos que recibe de su mamá, pues ella
siente que su mamá le da un lugar distinto al de sus hermanos a quiénes permite salir sin mayores
problemas. Ella narra que cuando quiere salir con amigas le grita cosas despectivas sobre su
sexualidad que evidencian el temor a que quede embarazada. Por ello Estiffany se muestra
rebelde frente a estas actitudes con las cuales se le quiere limitar. Ella explora diversas
alternativas que hay en el barrio relacionadas especialmente con el mundo audiovisual, gráfico y
artístico. Con relación al colegio ha tenido que librar luchas parecidas a las que libra con su
mamá, pues algunas maestras descalifican su imagen al asociarla con el comportamiento de
chicas de “la calle”, especialmente por el color de su cabello y sus uñas, negras.

46
Estiffany: Yo no me acuerdo de qué video, es de skriller, voy a tomar mis fotos, las que ya tengo, de mi cambio,
primero tenía el cabello así y luego diferente, y con cada foto hacerle una manipulación de cambio de colores, es que
el video no me acuerdo bien cómo es, ni de quién es, pero cuando ustedes ven el video, ustedes ven la foto y le
empiezan a aparecer las líneas, los rasgos, entonces no cuentan la historia de la foto, sino de lo que va apareciendo en
la foto. Luego de las fotos, un pequeño corto de los videos que a mí me matan, no sé si aquí tengo la lista, bueno yo
tengo acá en mi celular los videos que a mí me gustan, los traté de descargar, no sé si los lea el computador
sinceramente, que son los videos que a mí me fascinan. Entonces hay uno de una chica que está bailando y está
expresando mucho corporalmente, entonces en el momento que yo me decoloré el cabello, aparece la chica loca
bailando, expresándose, liberándose; en la otra en la que están matando a una chica, que es del otro video, entonces
cuando tengo otro color de cabello y sí como mostrar cada parte y relacionándolo con el video que a mí me gusta.
Muchos colores de cabello.

Sobre la propuesta de Estiffany podríamos decir que ella exterioriza a través de los colores del
cabello búsquedas y resistencias frente al rol que se le quiere imponer como mujer. Rebelándose
con su cuerpo, que es rasgo y línea que va apareciendo. Con la intención de liberar con la fuerza
del grito su presencia, que no quiere estar inscrita en aquello que dicta lo que se debe ser como
mujer.

6.3. Germancho
German Gómez Bravo es hermano de Estiffany, en la
actualidad es beneficiario de Ser Pilo Paga en el programa de
Artes Plásticas de Universidad Tadeo Lozano. Es introvertido,
cauto con una capacidad reflexiva y crítica que le permite hacer
aportes que alimentan desde otros horizontes todo aquello que se
este trabajando. Asistió al Cine Club durante cuatro años. Aun hoy
asiste cuando puede. Su gran pasión es el dibujo y la música que
siempre se hacen presentes.

Germán: Yo estuve buscando por internet y no es una idea muy original, pero me gusta porque me siento
identificado. Es, contar mi historia dibujando, es decir, me voy a grabar dibujando y así comenzar a contar mi
historia, si es un tipo Youtube, pero me gusta la idea porque me identifico mucho porque me gustan las artes
plásticas y se me va bien en el dibujo y en cuanto a la banda sonora, si he pensado en una banda pero no en la
canción, la banda se llama Ship, es de música experimental, hace poco la descubrí y me gusta muchísimo.

47
Germán puede ser la expresión de las combinaciones en la fabulación entre decir, dibujar e
imaginar lo que podemos ser. Pues propone que a través de un dibujo que se va anunciando se
haga su historia. Cuya revelación se da como croquis discontinuo y borroso. Búsqueda posible
en el dibujo al cual se añaden sonidos y nuevas formas de estar siendo. Con este dibujar va
fabulando, creando mundos inéditos pertenecientes a la imaginación.

6.4 Las búsquedas de Karoll

Karoll Pedraza es la expresión de la mujer frailejón que siente el mundo y lo que en él acontece
de unas maneras particulares. Crea un grupo de teatro llamado ICARO y presenta obras con un
contenido crítico relacionado con el rol de la mujer, la discriminación y la rebeldía frente a las
imposiciones del mundo adulto. A través de este grupo dirigido por ella y en el cual no interfiere
ningún adulto, Karoll realiza una crítica a la idea de conocimiento jerarquizado y adulto centrado.
Pero además, configura junto con su participación en el Cine Club y las conversaciones, la puesta
en evidencia de la fabulación, que es expresión crítica de un estado de cosas.
Karoll: (Coloca la canción de J.Lennon, Mother, la escuchamos para luego
expresar las ideas para su corto).
Madre, tu me tuviste, pero yo nunca te tuve.
Yo te quise, pero tu no me quisiste.
Por eso tengo que decirte
Adiós, Adiós.
Padre, tu me dejaste, pero yo nunca te dejé.
Yo te necesité, pero tu no me necesitaste.
Por eso tengo que decirte
Adiós, Adiós.
Niños, no hagan lo que yo hice
No pude caminar así que traté de correr.
Por eso tengo que decirles
Adiós, Adiós.
Mamá, no te vayas.
Papi, regresa a casa

Bueno, pues esto es que surgió la idea de hacer el cortometraje pensándome un


poquito como qué sería y qué música, porque es complicado para uno de tantas
cosas que le gustan escoger algo, y más allá es que eso que uno escoge coincida
de verdad con la historia que uno quiere contar, y más que coincida con la historia que uno quiere contar es saber qué

48
historia uno quiere contar. Entonces es bien complicado. Yo siempre he pensado que no quisiera ser yo protagonista
sino pues mi entorno, todo lo que me acompaña, es decir, las personas que viven alrededor mío son los protagonistas
de mi historia porque gracias a esas personas es que yo he sido. Entonces, mi idea de cortometraje, lo primero que se
me ocurrió es contar la historia, pero no mi historia sino la historia de mi comunidad, de esto que pasa aquí. Entonces
tuvimos un trabajo con unos chicos aquí de la escuela donde decidimos hacer teatro, no me enviaron el video, pero
quería traerlo para mostrar una idea de lo que podría ser mi cortometraje, y es mostrar esa historia de esos chicos que
para liberarse deciden buscar una forma de hacer una cosa que les gusta y que les llena y que les transforma. Hoy
escuchaba esta canción y es una canción que me trasciende mucho, ha significado mucho para mí, y cuando uno la
escucha y piensa en la problemática social que vive, resulta que coincide, por eso pensé que esa canción podría estar
en mi cortometraje, ya.

La presentación de la canción que habla sobre los padres y la propuesta de corto de


Karoll, nos permiten comprender que los bosquejos que conforman lo más íntimo de la existencia
están en tensión permanente con aquello que Karoll presenta como la historia que uno quiere
contar. Porque en este espacio del Cine Club se pone en evidencia que la historia que uno quiere
contar coincide con la historia que uno no quiere contar. Porque están allí, aparecen y
desaparecen. La historia familiar de Karoll, que sufre el abandono de su padre, las diferencias con
su mamá y el deseo de liberarse. Fabular es entonces la coincidencia de los sustratos de todo lo
que nos hace ser expuesto como juego de la imaginación. Juego que lo hace ser de otra forma.

6.5 El deambular de los Díaz Tique

Alexandra, Keydi, Carmen, Eliana y Víctor, representan el grupo familiar cuya cinefilia
es evidente, sin falta hacen su arribo cada viernes. Su saludo agitado es muestra de la prisa, pues
realizan un desplazamiento largo para llegar a tiempo. Carmen, Eliana y Víctor estudian en el
colegio Juan Rey en la jornada tarde, por ello les es más difícil la asistencia. Mientras que
Alexandra y Keydi estudian en la Juana.

La familia Díaz Tique pertenece a una comunidad indígena del Tolima, comunidad y
lugar que tuvieron que dejar por razones que no conocemos. Como desplazados se trasladaron a
Bogotá iniciando gran parte de su trasegar en la localidad de San Cristóbal. Las conversaciones
de los hermanos que asisten al Cine Club traen a colación la lucha y el esfuerzo diario por

49
sobrevivir, cosa que otros de los chicos narran, pero que en ellos implica otro tipo de situaciones
y otras circunstancias. Sus rostros indígenas, su actitud y modo de conversar tienen otras
dimensiones. En esta familia, cada uno de ellos se nombra como un nosotros y ello quizás tenga
que ver con la necesidad de estar unidos frente a tanto dolor, pues además de ser desplazados
perdieron a su mamá hace tres años. Situación que ha dejado huellas profundas y que contrario a
lo que podríamos pensar casi no se menciona. Sin embargo, en un encuentro en el que
conversamos sólo con ellos, su mamá siempre esta está presente en cada uno de ellos como ese
dolor que dejo su ausencia.

La familia Díaz Tique inicialmente llegó a habitar una casa abandonada en el parque
Entre Nubes, allí buscaron mantener el estilo de vida de su lugar de origen. Tener animales,
sembrar y estar rodeados de campo. Esto duro
poco, pues fueron desalojados de allí por los
cuidadores del parque, ahora narran las
dificultades de vivir en arriendo al contar por
ejemplo que los vecinos del barrio les
envenenan los perros que tiene su padre o que
ya no pueden sembrar como antes. Keydi
expresa que ella quiere trabajar y para
ofrecerle a su padre una casa en la cual pueda
tener los animales que desee. Han debido
trasladarse varias veces de lugar de vivienda,
pero nunca han salido del sector de Juan Rey,
Tihuaque. Así como ellos, al colegio asisten
varios niños de origen indígena que tienen
apellido Tique, algunos se reconocen
abiertamente de la etnia Pijao, sin embargo,
esta familia no le gusta mencionar mucho su origen indígena, y en ocasiones reniegan de él con
expresiones de desprecio hacia formas de vida que ahora catalogan como “salvajes”.

50
Eliana Díaz Tique: Yo he pensando que hay cosas en la vida que se tienen que contar y hay unas duras, otras difíciles
y otras felices; entonces, también hay gente que lo hace sentir a uno mal o lo discriminan y otras si lo hacen sentir a
uno feliz, y …y ya.
C: ¿Y contarías sobre eso? Si? ¿Y qué personajes pondrías en esa historia?
Eliana Díaz Tique: La realidad de la gente que hay en la comunidad.
Carmen Díaz Tique (hermana): Digamos nosotros estamos pensando la realidad que nosotros vivimos, las
situaciones malas que nos han pasado, cómo las hemos solucionado y cómo las hemos pasado y seguimos adelante
sin mirar atrás y buscar una vida alegre, feliz, con mi familia y bueno, tantas cosas más.
Janneth: O sea, los personajes serían los hermanos?
Carmen: Sí, mi familia y mis hermanas que más quiero
Carolina: Y a los que no, cómo haces, son los antagonistas (risas)

Este suceder del Cine Club El Frailejón, como un suceder con experiencia es conjunción
de temporalidades inaprensibles, el tiempo del suceder, el tiempo del fabular y el tiempo de la
experiencia. El tiempo de la experiencia de la cual todos somos portadores, ya que hemos vivido.
Pero además el tiempo de la experiencia que se produce en el Cine Club. Experiencia distinta,
vivificada por la fabulación.

51
CAPÍTULO III

EL JUEGO CREADOR DEL CONVERSAR DEL JÓVEN FRALEJÓN

La conversación como acción medular en nuestro encuentro esta referida como se


indicaba en algún momento a tres sustratos, cuyos tiempos son expresiones y modos del decir
que implican un contexto y una atmósfera. Sobre tiempo y conversación anotamos que, el
tiempo de nuestro conversar es un tiempo “que pasa, corta o conecta (y que sin duda jamás ha
sido pensado) no es el tiempo programado” (Certeau, 2000, p. 222) es como un tiempo
cinematográfico expuesto como conversación. Collage de palabras, imágenes y experiencia. Así
el tiempo del conversar en nuestro Cine Club rompe las relaciones causales, lineales y
controlables. Por ello, no pretendemos atraparlo para decodificarlo o traducirlo. Este conversar
conforma el tiempo de la ex/sitencia. Y como ex/sistencia es pensado no desde la formalidad del
dar cuenta de algo, ni como estructura conceptual, es pensado como decir poético, que
desarrollaremos más adelante. Entonces los sustratos del conversar están referidos a un
conversar después de la película, un conversar como parte del cierre de ciclos y un conversar en
los encuentros de los sábados.

1. Sustrato inicial del conversar

Se enciende la luz, los rostros se revelan de nuevo y esto ocurre después de un pequeño
aplauso. Por qué aplaudimos, no sabemos, es un acto reflejo que indica en nuestro espacio,
euforia. Presencia o visita de sentimientos, frente a la vida de un joven, Mateo. La película
Mateo16, conforma la intersección en esta sesión del Cine Club, del mundo de los personajes y las
ex/sistencias del Joven Frailejón. Intersección con la cual fabulamos. Es decir imaginamos
mundo. Y aunque suene extraño el juego del teatro cumple el papel en el film de “médium” entre
la vida concreta de unos jóvenes y la posibilidad de ser de otra forma. Juego de “médium, tras


16 Mateo. Dir. María Gamboa. Rep. Carlos Hernández, Felipe Botero, Samuel Lazcano, Miriam Gutierrez.
Coproducción Colombia-Francia; DíaFragma / Fábrica de Películas / Ciné-Sud Promotion (2014). Mateo es un joven
que encontrándose aún en el colegio, trabaja en las tardes para su tío quien con un grupo de hombres armados
extorsiona a los comerciantes de un pueblo colombiano del Magdalena Medio. Mientras tanto, su madre trabaja en
diversos oficios para sobrevivir rechazando las actividades de su hermano. En este lugar, un grupo de jóvenes se
unen para hacer teatro y son estos quienes cambiarán la forma de ver la vida de Mateo.

52
médium”, teatro para película, cine para el Joven Frailejón. Médium entendido como el mediador
entre el mundo cine, momento o expresión de la fantasía y la experiencia vivida del Joven
Frailejón. Por lo tanto como lo sugiere Agamben (1978), esto se hace posible en el fantasma, la
unión entre la forma sensible y el intelecto posible (p. 161) . Sin embargo, indicamos que la idea
del médium al cual alude este autor, hablando de la antigüedad y el valor asignado a la
imaginación y su relación con la experiencia, planteando por ejemplo que “el mundo de la
imaginación tiene su plena realidad entre el mundus sensibilis y el mundus intelligibilis, y es
antes bien la condición de su comunicación” (p.160) puede ser re-comprendido. Queremos
indicar, que nuestra experiencia en el Cine Club es muestra de manifestaciones en las cuales el
medium cine activa la sensibilidad. Que puede hacerse manifiesta o no. Y quizá encuentra su
mejor posibilidad en la palabra, pero ello no refiere un conocer que podamos referenciar
claramente. Este conocer a través de la relación que nos posibilita el médium es un conocer que
nombramos como un conocer de sí. Pero puede ser otro conocer, que quizá tenga al igual que el
conversar, varios sustratos.

El médium nos sustrae a las esferas de lo posible, como recreación de presencias y


ausencias; de escenas, de experiencias, de familiares, de momentos, de personajes, de
sentimientos con los cuales creamos mundo. Sin que por ello queramos asimilar este médium al
médium de la antigüedad, sino como indicativo de nuevas búsquedas. El las que el médium
reactualice su “papel” y posibilidades.

Tal vez, como juego en el cual el médium, conforma el escenario del aprendizaje onírico,
como lo plantea este mismo autor (Ibíd., p. 161). Aprendizaje sin sentido, para el currículo
escolar, pues no puede ser medido, evaluado o estandarizado. Aprendizaje sin sentido, pues no
resulta productivo, en la lógica del mercado. Aprendizaje onírico que como juego creador,
dispone en el espacio del Cine Club, la conformación de ideas, cuya potencia esta en la necesidad
que cada cual define para sí. Pero que sin lugar a dudas, reivindica una necesidad apremiante
para los seres humanos, la necesidad de decir. Estos elementos expuestos por Deleuze (1987) se
decantan en la emergencia de actos de resistencia. En nuestro caso resistencia humana, frente al
sentido que se nos quiere imponer. Resistencia frente a las realizaciones que se quieren asignar

53
tanto a los personajes de la película como a los Jóvenes Frailejón. Mateo esta cercado por la
única posibilidad que aparece en su contexto. La de trabajar para su tío paramilitar. Sin embargo,
el teatro y su relación con otros jóvenes le permite “resistir”. Ahora bien, en un comienzo Mateo
cede, se adentra en ese único personaje que puede encarnar. Se adentra en lo que tiene “sentido”
en ese momento. Ese sentido, que se sostiene a través de un ejercicio de poder, que despliega su
tío, como representación de un segmento de la sociedad colombiana. Radical, excluyente,
conservadora. Sin embargo, los hallazgos de Mateo lo adentran en el sin sentido. El sin sentido
de un grupo de teatro, de actuar, de conversar con otros jóvenes. Este sin sentido, conforma las
primeras confrontaciones consigo mismo. Los miedos por ser de otra forma, miedos porque salir
de la forma como norma, como verdad, cuesta. Implica esforzarnos y experimentar un dolor,
implica trabajo salir del sentido al sin sentido. Como lo señala Zizek (2010) cuando habla sobre
la ideología, y la extrema violencia de la liberación, tienes que ser forzado para ser libre. Pues
este sin sentido duele y cuesta, porque requiere de disposición, es mas difícil de asumir porque
implica retar, resistir el sentido que se impone, como natural y necesario.

1.1. La conversa

Carolina Silva: Preguntó qué les gusto de la película, tú dices: tantas cosas, de todas esas, dí una, una que a
ti te haya gustado.
Jade Arango: Lo que más me gustó de la película es como él trata de recrear sus problemas a través del
teatro.
Janneth Galeano: El papel que comienza a jugar el teatro en ese escenario.
Carolina Silva: Bien, qué más.
Janneth Galeano: Por qué identificarnos con ese personaje?
Carolina Silva: Bueno, primero eso, les genera cercanía el personaje de Mateo? En algún momento se cruza
con ustedes? Se siente algo de identidad con él o ninguna?...No sé si se dieron cuenta el espacio de diálogo
que tenían estos chicos, cómo interactúan entre ellos mismos, dónde se encuentran y para qué se
encuentran? Cuántos de ustedes cuentan con ese tipo de espacios? Parchan con sus amigos para qué? Les
pregunto no para que me respondan sino para que lo piensen y diría yo que uno de los espacios de diálogo
que quizás estamos habilitando es este; entonces por eso los estamos invitando un poco a qué piensen, cómo
sienten la película, ver a Mateo les produce algún sentimiento? Angie te escuchamos

54
Angie Mejía: Me gustó como la forma en que se expresa él a lo último y que los amigos lo perdonaron y
que se arriesgaron por él, me llamó mucho la atención ese pedacito, me refleja ese pedacito mi vida. Me
gustó mucho porque muestra las cosas malas, uno no las ve…
Carolina Silva: Siguiendo la línea que tú dices, no sé si vieron el lema de la película, tiene que ver con la
esperanza, “cuando hay esperanza, todo es posible” , es relacionado a lo que tú dices, perdonaron a Mateo,
qué piensan ustedes de eso, perdonaron a Mateo o qué fue lo que pasó con él?

German Gómez: Yo digo que no lo perdonaron sino que en sí la comunidad ya estaba cansada de la
situación, entonces dijeron, la idea no es excluir a un compañero de la comunidad sino apoyarlo en la
situación, o sea ponerse en el lugar de él. Sin embargo no lo perdonaron, porque ellos dijeron que no lo
habían perdonado. O sea, se me hace difícil afirmar eso.
Janneth Galeano: Qué otras cosas encontramos, esas risas de ustedes viendo la película, cuando el público
ríe en una película la risa no es solamente por una extrañeza, sino que en ocasiones cuando uno ríe en una
película es porque de una u otra forma se está sintiendo parte del cuento, entonces la pregunta es en qué? Se
identifican como jóvenes?, por lo que pasa en el barrio?, con lo que les ha pasado en otros espacios?
(murmullos)
Yurany Malagón: Yo percibí, no sé si me equivoco, cuando Mateo tenía las charlas con su mamá, sentía en
ese momento las risas de ustedes (risas) yo supongo que ahí es cuando más sienten la identificación? Cómo
sienten esa relación con la autoridad, con la mamá o con el papá, con la persona que está al lado nuestro?
Camila Henao: Yo pienso que somos ignorantes hoy en día, a nosotros nos dicen algo y lo que hacemos es
reírnos, porque creemos que es chistoso, por qué? Porque somos ignorantes a la hora de decir o hablar.
También relacionaría la película con algo reflexivo donde está la cuestión de que ni mañana ni ayer será
tarde para poder arreglarlo, él decidió salir y expresar lo que pensaba aunque pudiera perder, y realmente no
perdió nada porque pudo expresarse y decir lo que sentía. Entonces es la triste realidad que se vive hoy en
día, entonces nos causa gracia porque somos así.
Carolina Silva: A mí también me daba risa ver esas escenas porque yo los veía a ustedes, ni siquiera solo
con la mamá, a veces mi experiencia como maestra diciendo a un chico: usted si tal cosa, y él humm (hace
gestos de indiferencia) (risas de todos). La actitud del pelado es de muchos de ustedes.
Janneth Galeano: Yo veo a ese muchacho Mateo y los veo a ustedes ahí, veo situaciones que nos pasan en el
aula que nos pasan en el colegio y que se dan en la película reflejada en esa actitud desafiante de él. Bueno
alguien quiere hablar más sobre la identidad?...No? bueno indaguemos por otro lado, cómo ven ustedes esa
transformación de Mateo, creen que eso es posible o es pura ficción?
Varios: Si es posible..
Angie Mejía: Porque ha habido casos casi iguales, pues sí, he tenido personas cercanas que han estado peor
que él y se han superado mucho más rápido, de lo más bajo suben.

55
Carolina Silva: Sin embargo, hay que matizar una cosa, y no es que Mateo esté en lo más bajo, Mateo es un
sujeto presionado.
Karoll Pedraza: Pues a mí me dejó mucho esa película, me hizo sentir muchas cosas, pero en cuanto a la
transformación de Mateo, yo pienso que más que decisión de él fue algo que pasó según el entorno en el que
él vivía, porque a veces entonces nos limitamos y actuamos dependiendo de nuestras circunstancias y no
podemos ver que hay otras circunstancias donde podríamos actuar diferente, entonces qué paso, qué cuando
yo, o en el caso de la película Mateo, se encuentra rodeado de esa vida en la que únicamente el tío mata, el
tío roba, también comparte con compañeros que hacen la misma tarea de mensajero del tío, ese es su único
entorno, entonces él piensa que está bien, porque es ahí donde él cree que encaja; entonces cuando
encuentra ese otro espacio que es el teatro y se da cuenta que ahí las cosas se ven desde una perspectiva
diferente, entonces era inevitable la transformación porque más que él no haya querido antes, era porque no
encontraba la posibilidad, entonces es simplemente algo inevitable esa transformación.

Carolina Silva: Eso me parece muy importante para empatarlo con lo siguiente y es que por lo que les decía
y tú lo refuerzas, Mateo está presionado por un medio pero aparece el lenguaje teatral y se configura la
película desde el lenguaje teatral en términos de lo que sucede con Mateo y cuando nosotras les
proponemos a ustedes preguntarnos por cómo el cine los muestra, pero a la vez, como en algún momento
ustedes pudieran construir una historia, es porque quizás necesitamos espacios donde cambiar la perspectiva
y configurarnos de otra manera en otra forma de ser, de estar …yo ahora les hagó esta pregunta, Mateo sale
con ellos a espacios donde salen tomándose un vino y consumiendo marihuana. Ustedes qué sienten al ver
esa escena? Qué les parece, cómo juzgan ese momento que sale en la película …(Risas)…con tranquilidad,
con frescura, qué les suscita esa escena, ese grupo de jóvenes echándose un vino, llegan y arman un porro,
se lo están rotando, qué piensan de esa escena?
German Gómez: Pues profe yo diría que, más que sentir, ay no qué mierda! (risas) yo digo que si todos
hiciéramos algo parecido, o sea si esta sociedad fuera más abierta, creo que mejoraría mucho la situación no
sólo del país sino de todos los lugares.
Carolina Silva: Abierta en qué sentido Germán?
German Gómez: En cuanto a…humm…(risas) o sea que dejara de ser tan conservadora.
Carolina Silva: Bien, otra opinión sobre esa escena? Y lo digo porque…
Karoll Pedraza: Perdón te interrumpo.
Carolina Silva: No, dale, mejor.
Karoll Pedraza: A mí me parece chévere, pues más allá de que estén consumiendo vino, más allá que se
estén fumando un porro, pues esos encuentros son muy chéveres porque yo personalmente he estado en
encuentros donde nos sentamos a leer poesía, a jugar con las letras, de pronto que en nuestro espacio llegan
unos músicos y compartimos canciones, esos espacios son muy chéveres, ya que el vino y el porro vengan
por añadidura en ese momento pues eso ya es otra cosas (risas). Pero sin embargo, el hecho de estar

56
compartiendo otra cosa que ya no es simplemente dañarnos y estar en espacios donde lo único que podemos
ver es que bailamos y que hablamos de cosas que a veces no tienen sentido, entonces sentarse a hablar de
otra cosa que no habla todo el mundo, es un espacio que nos permite conocer el mundo de una manera
diferente y a mí me parece chévere.

Las palabras que van hilando este conversar implican al sujeto que las enuncia, porque
estas llevan consigo las señales de memorias, aperturas y cambios. Es una conversación con la
que hacemos un trabajo en nosotros mismos. Vamos conversando y nos vamos pensando. Y nos
pensamos no como individuos aislados, ni como el sujeto objeto de un experimento, sino como
un “pensamiento poético que favorece una visión holística, sincrética y polivalente de lo real”
(Laignelet, 2000, s.p.). Porque tal vez, el médium cine que nosotros asociamos al sueño permite
que “la realidad” se disloque al ser invadida o desarticulada por lo real. Derivando en la
manifestación de unas palabras en un nuevo lenguaje. Nuevo, porque el existente nos es ajeno, tal
como lo refiere Bàrcena: “cuando digo que ese lenguaje se está haciendo impronunciable, me
refiero, por ejemplo, a su carácter totalitario, al modo como convierte en obligatorias tanto una
cierta forma de la realidad (junto con la forma de la verdad que es su correlato) como una cierta
forma de la acción humana”. (2006, p. 246). El conversar del Cine Club, como se puede leer en
este capítulo, no responde a las lógicas de los discursos promulgados para demostrar un
conocimiento, ni para responder obligatoriamente por algo. Pues cuando por ejemplo Angie
Mejía afirma, “ me refleja ese pedacito de mi vida”. Es cuando este conversar nos indica que hay
alguien, con voz y experiencia. Con una presencia concebida en ese momento en el que cine-
mundo y Joven Frailejón conforman este conversar. Aclaramos entonces que las palabras que
pronunciamos no son una abstracción impersonal; “perdonar, arriesgar, me hizo sentir muchas
cosas” son palabras que señalan una estrecha relación entre la película y el acontecer de la
experiencia de los jóvenes.

Conversar desde estas aperturas, permite que se abra una grieta o fisura a la estructura
tanto de la jerarquía del lenguaje como a la división entre experiencia vivida y conocimiento,
real-irreal. Pero además, abre un horizonte, pues cuando se conversa parece que se construyera un
presente que se proyecta. Asimilamos el conversar con lo que señala De Certeau (2000) cuando
indica que unas prácticas cotidianas recogidas en historias de milagros, conformarían la inversión

57
de las relaciones de fuerza, en la medida que se asegura, con el milagro al mal nacido la victoria
en un espacio maravilloso, utópico. En nuestro caso las palabras en un lenguaje cotidiano sobre
mundo-cine, conforman el carácter renovado de expresiones, que crean un decir “propio”. El
conversar crea este espacio maravilloso y utópico expresión táctica disponible para el porvenir.

Sobre este conversar y las jerarquías podríamos decir que cuando German Gómez refuta a
la profesora, indicando que no se trata de perdonar sino mas bien ponerse en el lugar del otro,
desmorona la correspondencia habitual entre quien conoce y quien no. Así como la autoridad del
maestro y el dominio por parte de este de la palabra, la palabra correcta. Camila propone dos
formas del decir, uno ignorante, cuando se ríen y otro cuando puedo decir y expresar lo que
siente. Por ello, en esta conversación en algún momento se manifiesta el vacío que existe en la
lengua cuando esta se pronuncia como autoridad, que corrige, que encausa “ somos ignorantes
por eso nos reímos” o cuando la profesora trae a colación su recuerdo, de la “cantaleta” a los
estudiantes. Pero además nos sugiere que las conversaciones develan unos modos del decir,
modos que implican que en el conversar se producen diferencias. No todo conversar es el mismo,
“…distintas maneras del decir nos ponen en distintas relaciones con el mundo, con nosotros
mismos y con los otros” (Bàrcena, p. 243). En el Cine Club, se conversa desde la singularidad
que representamos, por eso, nuestro conversar deriva. Sin que por ello no se tensionen nuestras
singularidades, pero además porque las conversaciones no se repiten, siempre conforman un sin
sentido con sentido renovado, una nueva combinatoria de cine, palabra y experiencia.

2. Un sustrato mas, cierre y acto cultural del ciclo: la familia en cuestión y palestina
hoy

Como “cierre” intentamos recoger elementos de las tres o cuatro películas del ciclo.
Cierre en sentido figurado pues consideramos que es imposible “cerrar la conversación sobre
algún film” pues estos estarán disponibles, abiertos a nuevas conversaciones, es mas bien una
excusa. Excusa táctica para conversar a través de otras relaciones, cruces y posibilidades. Pues la
música y los videos nos permiten manifestaciones renovadas sobre el ciclo.

58
En relación al video de Vamos a portarnos mal de Calle 13 que fue presentado en el cierre
del ciclo La familia en cuestión, se presentó esta conversación:

Carolina Silva: Qué significa para ustedes portarnos mal


Karol Pulido: Romper las reglas
Carolina Silva: ¿Cuáles reglas tienen que romper?
Helen Ovalle: Como las del colegio.
Henry Correcha: Las del gobierno
Janneth Galeano: ¿Por qué las del gobierno, Henry?
Henry Correcha: Pues porque es romper las reglas de la autoridad porque ellos nos quieren gobernar
Janneth Galeano: ¿Y tú estas de acuerdo con eso?
Henry Correcha: Si. Porque esos policías a uno lo agreden
Janneth Galeano: A veces la policía resulta bastante abusiva con los jóvenes especialmente. Helen tu que
dices?
Helen Ovalle: Las de la casa, cuando nos dicen que usted tiene que formarse así, tiene que ser varón porque
así es de la familia
Carolina Silva: Romper las reglas, romper esa imposición de género
Janneth Galeano: Que hacen que sufran tanto chicos como chicas
Luz Nelly: En el video yo ví que había partes buenas y malas porque una mamá le enseño a fumar a la hija
que estaba al lado, eso me pareció como que no. Pero hay partes donde si nos dice rompamos las reglas que
nos han hecho personas juzgadoras, que nos han hecho personas que en sí no valen la pena y pues…cuando
dice que romper las reglas del gobierno, esa parte a mí si como que, es que depende de qué reglas.
Johan Torres: Una parte donde ellos estaban en un edificio y llego la policía y les arruino la felicidad que
ellos llevaban allí y empezó el momento crítico.
Alejandro Bermúdez: Pues lo que él dice que estaban en una festividad chévere porque habían roto todas las
reglas y entraron a interrumpir la cena y pues la policía es abusiva la forma como los trato. También uno
debe saber controlarse, tiene que saber sus límites y así uno quiera hacer las cosas simplemente no puede.
Carolina Silva: Sin embargo, especialmente para los jóvenes hay un proceso sistemático y sostenido de
regulación, ¿por qué? Cuando ustedes son jóvenes es el momento más efervescente de la vida y es cuando
más búsquedas tienen y es cuando más se rebelan frente a cosas que deberían cambiar, porque hay cosas que
deberían cambiarse, sin embargo permanecen y permanecen y por eso hay que de una u otra manera luchar
contra ese tipo de cosas que nos condicionan tanto. Miren, las películas nos señalaron que los niños tuvieron
que romper las reglas y si no hubieran podido ser lo que ellos querían.

59
El bola17, ¿qué regla rompe?
Niños en coro: con el papá.
Carolina Silva: ¿Cuándo rompió la regla fundamental con el papá?
En coro: cuando lo escupió.
Carolina Silva: ¿Cuando lo escupió? Hay ahí un ruptura de la regla
Estudiantes: Si
Carolina Silva: ¿Por qué hay una ruptura de la regla ahí?.
Camila Quitian: Pues porque se supone que eso no se le hace a los papás y él lo hizo como para liberarse.
Carolina Silva: Frente a un sujeto que lo degradaba de la manera que lo hacia ese escupitajo al papá es una
manera de moverse hacia otro lugar, y algunos lo podrían juzgar de una manera: No, eso nunca lo podrías
hacer, por qué no? Solo para que lo piensen, no vayan a decir que yo les estoy diciendo que lleguen a la casa
y al papa… (Risas)
Janneth Galeno: Hablando con algunos de ustedes, no a todos les pasa, pero pasa que cuando estuvieron
pequeñitos aguantaban el hecho que el papá llegara a maltratar a la mamá…
Henry Correcha: Ah si
Janneth Galeano: Y lo soportaban y se escondían debajo de la cama, pero llega un momento en que no,
ustedes rompen esa regla de quedarse callados porque es el papá
Henry: Uno ya se le para firme al papá..
Janneth Galeano: Si, se le para firme al papá y cambian también las relaciones familiares.
Carolina Silva: Ahí pasamos a la otra película Mustang18, ¿cuándo la niña rompe la regla?
Helen Ovalle: Cuando cierra las puertas para que no entre la familia y el novio con el que van a casar a su
hermana
Carolina Silva: Esa cerrada de la puerta, cambia la vida de esa chica, si ella no hace eso, la vida continúa
ella termina también casada con un man x en esa imposición cultural tan fuerte, ahí tengo que trazar una
idea de “rompo con esto y me porto mal”.
En Guerreros de Antaño19: ¿cuándo rompe la regla?


17
El Bola. Dir. Achero Mañas. Rep. Juan José Ballesta, Pablo Galán, Manuel Morón, Alberto Jiménez, Ana
Wagener, Nieve de Medina, Gloria Muñoz, Javier Lago, Soledad Osorio. España: Prod. Tesela P.C. 2000. Un chico
de 12 años que vive una violencia permanente por parte de un padre agresivo y una madre acobardada, encuentra en
la experiencia familiar de un amigo de la escuela, la manera de comprender qué ha pasado con su corta vida.
18
Esta película fue referenciada en páginas anteriores.
19
Guerreros de antaño. Dir. Lee Tamahori. Rep. Rena Owen, Temuera Morrison, Mamaengaroa Kerr-Bell, Julian
Arahanga, Taungaroa Emile, Rachel Morris Jr., Joseph Kairau, Pete Smith, Cliff Curtis. Nueva Zelanda:
Communicado / New Zealand Film Commission / Avalon Studios / New Zealand on Air. 1994. En una familia de
Mahoríes que como muchas han sido desplazadas de sus tierras y han llegado a la ciudad, perdiendo sus raíces, las
vidas de cada uno de los hijos se ven afectadas por el alcoholismo y machismo del padre, quien además de golpear a
su esposa pone a sus amigos por encima de lo que su familia necesita. La sensible protagonista, una niña de 13 años,
es atacada sexualmente durante una fiesta organizada por su padre en su casa. Esto cambiará para siempre el
trascurrir de la vida y la visión del mundo que cada uno de los personajes.

60
Henry Correcha: Cuando la niña se suicida.
Carolina Silva: Cuando ella se suicida, ese suicidio de esa chica es una ruptura a la regla de manera radical:
no me quedo con este mundo que me quiere moler, y ¿cómo lo hago? Desaparezco, esa es tremenda. Y qué
hace esa niña con esa ruptura de la regla total? Desestabilizar totalmente a todos los personajes de la
película, ponerlos en otro lugar, porque es una ruptura total. Quiénes en la historia de la humanidad han
hecho eso? Uds., podrían pensarlo.
Janneth Galeano: me haces recordar a Sergio, Sergio Urrego.
Niños: Ah si.
Janneth Galeano: No se si se acuerdan que hace dos años nosotras hicimos un trabajo sobre Sergio Urrego,
desde Derechos Humanos, que fue el chico que por su condición homosexual fue señalado, acosado por la
rectora de un colegio y él tomó la decisión de suicidarse, pero antes de tomar la decisión de suicidarse, que
es una cosa compleja, hizo una carta en la cual denunciaba todos los abusos y acosos que había recibido de
la rectora, del colegio, y se genera a nivel nacional toda la movilización en relación al acoso que se vive en
las escuelas cuando se es homosexual y eso fue importante porque puso la discusión en muchas escuelas,
quién hizo eso, Sergio con ese acto, rompió las reglas. Cuando rompemos la regla, no solo nos movilizamos
nosotros sino a los que están a nuestro alrededor.
Carolina Silva: La película Billy Eliot20, cuándo creen Uds. que se traza esa ruptura?
Fabián Puentes: Cuando comienza a bailar delante del papá.
Carolina Silva: Esa es la ruptura, cuando su papá lo encuentra bailando y él decide continuar bailando y es
el papá el que rehúye la presencia de su hijo, es él el que tiene que salir y eso cambia la película?
Niños: Si, claro
Carolina Silva: Su papá reconsiderá la condición de su hijo y le da la posibilidad a su hijo que sea otra cosa.

Las conversaciones sobre films que se cruzan con videos musicales, implican la evocación a
través de la música. Táctica de fiesta, pues como evento cultural nos encontramos en una
disposición que no es la de ver una película de una o dos horas. Acudimos al juego de la
conversación cuyo fluir se da a través de la música. Música y videos de dos o tres minutos.
Hibridación de lenguajes, que permiten nuevas relaciones, nuevos sentimientos. Se suscita un
efecto en nuestro ánimo, vemos los videos y a la par se habla. En el ambiente se siente que se
“encienden” nuestras pulsaciones. Eso provoca Calle trece y su video Vamos a portarnos mal:

20
Billy Eliot . Dir. Stephen Daldry. Rep. Jamie Bell, Julie Walters, Gary Lewis, Jamie Draven, Adam Cooper, Jean
Heywood, Stuart Wells, Nicola Blackwell. Reino Unido: Working Title Films / BBC Films / The Arts Council of
England, 2000. En un barrio obrero de Durham, Inglaterra, crece un chico que sueña con poder ingresar a una
escuela de ballet. Sus deseos se contraponen con lo que la tradición de clase le ha dictado a su padre y a su hermano
mayor, quienes han planeado para él aprender a boxear y prepararse para su futura vida de trabajador de las minas. El
deseo por bailar del pequeño Billy es más fuerte que la tradición.

61

Suban el telón, abran las cortinas
Enciendan las turbinas con nitroglicerina
El desorden es tu penicilina
Brincando curas los dolores sin aspirina
Vamos a provocar un cortocircuito
Antes de que en el 2012 caiga un meteorito
A portarnos mal, a cometer delitos
A comernos a Caperucita con los tres cerditos
Esto no se trata de rebeldía
Esto se trata de ser indisciplinado por un día
Los incomprendidos del nuevo testamento
Tenemos nuestras reglas, nuestro propio mandamiento
Como no comprenden nuestro comportamiento,
A todos los psicólogos les damos tratamiento
Pa' romper con la rutina repetitiva
Que el sol salga de noche y que llueva para arriba
Nos quieren controlar, como a control remoto
Pero la autoridad, no puede con nosotros
Nos gusta el desorden
Rompemos con las reglas
Somos indisciplinados
Todos los malcriados
Vamo' a portarnos mal
Vamo' a portarnos mal
Vamo' a portarnos mal
Oye, hoy vinimos a portarnos mal, (mal)
Como un niño con su resortera (mal)
Como novia en despedida de soltera
Vamo' a portarnos (mal), pero con dignidad
Vamo' a hacer que Susan Boyle pierda su virginidad
Somos diferentes, nada de lo que se espera
Como una naranja con sabor a pera
No somos clones, no somos imitaciones
Hoy vinimos a hacer lo que no se supone
Contar un cuento sin narrativa
Tirar el cielo patas pa' arriba
Como los árabes que escriben al revés
(caminan con las manos, saludan con los pies)
Con el pie izquierdo empieza el día
Levanta tu cerveza, a brindar por la anarquía
Mama huevazo, vuela sin techo
Defiende tu derecho de hacer lo que no haz hecho
Nos gusta el desorden
Rompemos con las reglas
Somos indisciplinados
Todos los malcriados
Vamo' a portarnos mal
Vamo' a portarnos mal
Vamo' a portarnos mal
Como cuando te apuntan con una pistola
La gente con las manos arriba que suban solas
(Como si te apuntaran con una pistola)
(Sube la mano)

62
(Como si te apuntaran con una pistola)
(Sube la mano)

Como opción táctica creemos que la música y lo que esta nos cuenta con sus letras, nos permite
avivar aun mas el pensamiento poético. Porque precisamente partir desde otra expresión sensible,
trastoca lo ya existente como referencia o comprensión de algo. Por ello, trastocar de nuevo los
sentidos con una letra que habla de indisciplina, que subvierte roles y acentúa el portarnos mal,
es sin duda, permitir la manifestación del sin sentido con el cual hacemos unas críticas al sentido
de lo existente como inamovible. Esta opción táctica, no nos permite acomodarnos a lo ya
sugerido por la película, provoca “ el desarreglo de los sentidos” de Laignelet (2000) la
renovación de la conversación, que como lo sugieren nuestros ciclos, cuestionan la verdad.

La eventualidad para los Jóvenes Frailejón de hablar desde “otro lugar”, lugar metafórico,
en el cual mi voz es palabra que enuncia una presencia, un “soy pensado” Laignelet, referencia la
conformación de un espacio en el cual esto puede suceder. Así, este “soy pensado” y este
“suceder” conforman la expresión de lo inaprensible. Porque sólo se da allí y sólo allí tiene todo
su sinsentido. Conformando el lugar metafórico que anuncia el des-anclaje, el viaje que deriva
como enunciación de algo inédito. Voz y palabra que irrumpe en la concatenación del mundo-
cine para crear otra a la que se aúna la experiencia del sujeto.

Durante el cierre del ciclo de Palestina, referenciado en el anterior capítulo, se presentó la


siguiente conversación a partir de un poema títulado Hoy, mi cuerpo fue una masacre televisiva
de la poetisa palestina Rafeef Ziada, quien creo este poema después que una periodista le
preguntó, mientras Israel descargaba Bombas sobre Palestina, ¿No crees que estaría bien si
simplemente dejarais de enseñar a vuestros hijos a odiar?

Janeth Galeano: ¿La tele, cómo construye una realidad y cómo nos hace a nosotros pensarnos en esa
realidad?. Y aquí, en este poema, ella dice, “mi cuerpo, una masacre televisiva”, “hoy mi cuerpo fue una
masacre televisiva” ¿qué querrá decir eso? Y lo repite varias veces: mi cuerpo fue una masacre televisiva,
de no sé cuántas palabras, de no sé cuántas imágenes, reducida a no sé cuántos segundos de televisión.

Enrique: Reflexionando de todo, yo diría que es la supremacía del mono sobre los humanos, o sea qué seres
racionales somos si hacemos todo esto, y nos dejamos guiar por lo que dicen los demás, los intereses ajenos,
de lo que nos inculcan, eso no es ser razonable, diría yo, sí, el odio se crea es por eso, por seguir los
intereses de otros.

63
Janneth Galeano: Bueno, bien, pero entonces, vuelvo y repito, tratemos de echarle cabeza al asunto, ¿qué
querrá decir que mi cuerpo se vuelve una masacre televisiva?

Yesner: Es lo que yo decía ahorita, es lo de los soldados, que pasan en el noticiero de las nueve, que
simplemente sus muertes quedan en eso, en el noticiero de las nueve para que la gente, habla y critique
sobre el tema

Yaritza: Yo lo que creo es que la televisión es muy amarillista, las noticias más que todo, y muchas veces
como usted dice, morbosean las cosas y no se va más hacia el fondo, y todo lo dejan como para tener más
riquezas, para tener más audiencia, y no ayudan, no ven el problema de fondo, entonces es como eso.

Janneth Galeano: ¿Qué más?

David: Hacer ver a los palestinos como si ellos fueran el problema de los israelitas.

Janneth Galeano: Listo, ¿qué más?

Brian: Pues en la parte que dice que se reduce a ese pequeño fragmento de imágenes, es porque esas noticias
no se pueden comparar en magnitud con lo que es el problema en realidad, es muy mínimo; y también, que
las noticias muestran lo que es estadístico, es decir, dicen murieron tantas personas pero no muestran por
qué, qué paso, qué tenía en la cabeza los que ejecutaron esa masacre.

Janeth Galeano: Y qué efectos tienen esas imágenes que estamos viendo ahí en nuestros cuerpos, que es la
otra cosa, o sea, pensamos que la masacre televisiva es porque nos muestra allá en la imagen una masacre,
unos niños muertos, unos niños heridos, como lo mostraban las imágenes de Palestina, muestran toda esa
cantidad de heridos y luego pasan de sesión: “bueno, ahora los deportes”, ¿si?, ¡les importa un carajo!.
Pero también, la masacre televisiva se refiere a qué produce en nosotros, en nuestros cuerpos esas imágenes,
cómo nos hacen vivir, o sea, el hecho de que nos hagan pensar un mundo lleno de guerra, un mundo lleno
de destrucción y que nos hagan creer que es culpa de nosotros mismos, es una forma de masacrar nuestros
cuerpos, porque nuestra mente hace parte de nuestro cuerpo, no solamente esto es cuerpo (se señala el
cuerpo) sino que la forma como yo pienso, hace parte de mi cuerpo, y es un cuerpo masacrado en el sentido
en que es un cuerpo mutilado, que no me dejan pensar, no me dejan ver el mundo como es, y reflexionar
sobre ese mundo para transformarlo. En ese sentido yo entiendo también, eso de la masacre televisiva.

Vamos conformando los entramados del conversar, que como tal figuran en su suceder la
crítica mas radical que una práctica puede procurar. La crítica de nosotros mismos y con ella las
señales de ruptura con el sentido que se nos impone. Conversar que tramita un “saber emergente
construido con base en aportes de la experiencia de cada otro” (Berriso, p. 77)

3. Prolongaciones del conversar, encuentros de los sábados

La prolongación de la conversación “sucedió” algunos sábados, lo que nos permitió adentrarnos


en algunos temas relacionados con la vida de estos Jóvenes Frailejón. ¿Por qué nos reuníamos?

64
Tal vez, porque como cualquier grupo de amigos sentíamos la necesidad de hablar. De contarnos
algo más de lo dicho en la conversación de los viernes en el Cine Club. Pero además, por la
cercanía que vamos advirtiendo a medida que vemos películas con algunos de ellos. Cercanía que
se da de manera distinta a las que se construyen en otros escenarios; la escuela, el barrio, la
familia, etcétera.
En este conversar se cruzan historias personales, recuerdos de fragmentos de películas, de clases,
gustos, añoranzas y deseos.

3.1. Alex Castro: Sobre la escuela, la familia y la vida

Alex Castro: Me sentí mal porque yo era el único del salón, entonces hablaron sobre los homosexuales y
entonces ya todos me miraron a mí, pues me sentí mal porque en ese entonces sentía muy presente el
rechazo en el salón, los hombres en ese tiempo, aún me rechazaban mucho y pues me sentí mal y yo lloraba
así como que la profe hablaba y yo (gesto de secarse las lágrimas)…yo me secaba así las lagrimas (risas)
Carolina Silva: ¿Pero fue duro para ti?
Alex Castro: Claro, pero como siempre lo he dicho yo, a pesar de eso sigo de pie…
Carolina Silva: O sea tu después le hiciste a eso, (gesto de pistola)
Alex Castro: Si, fuck you mens …cara de chimba cara de plátano…(risas)
Carolina Silva: A mí se me olvido preguntarte algo y es en tu casa, con tu mamá ¿cómo fue ese proceso?
Alex Castro: Pues es que yo siempre le dí muchas pistas a mi mamá cuando era pequeño yo me acuerdo que
yo me ponía un toalla en el cabello y decía que era mi cabello largo, me ponía los tacones de mi mamá,
jugaba con barbies con mis primas, todas mis tías, ósea la familia ya sabía, ellos ya sabían que yo iba a decir
cuando fuera grande: mami me gustan los hombres (Risas) Entonces mi mamá fue como, solo esperaba que
yo le dijera si?, pero yo sé que ella ya sabía, y cuando mi familia se entero, yo digo que he tenido suerte
porque tal vez si mi familia fuera diferente tal vez me hubieran dicho: no usted qué boleta, o en casos peores
lo echan de la casa, pero creo que mi familia me apoyo, fue muy linda, por ejemplo mi mamá, al principio
obvio le dio duro, pero luego ya ni siquiera hablamos de eso; mi padrastro antes era muy machista, ya no es
machista, el ya es súper relajado conmigo, ósea, el día de la marcha, ellos fueron los que me dieron para el
pasaje, listo váyase, ósea porque yo fui a la marcha LGTBI, ¿no fue?
Carolina Silva: A la marcha gay, no fui (risas)
Alex Castro: Pues todo el mundo podía ir…
Carolina Silva: no, no es por eso…y fuiste y qué?
Alex Castro: fue mi primera vez, fue muy chévere (Risas)
Carolina Silva: Hubiese sido chévere acompañarte a la marcha

65
Alex Castro: Ah una cosa, es que a mi mamá no le gusta que entre a mis novios a mi casa
Carolina Silva: ¿No te deja entrar a tus novios a la casa?
Alex Castro: No, a ella le preocupa que me hagan daño, que contraiga una enfermedad o algo así
Carolina Silva: Alex y cuántos novios has tenido? Eso si es de puro chisme
Alex Castro: Ahmmm, pues ¡eso va a salir ahí?! Pues no sé, novios novios, nunca he tenido, fijos solo he
tenido como dos, el resto solo ha sido, un beso y otras cosas y así.

3.2. Prolongación en el conversar

Carolina Silva: meterse en el circulo de la prostitución por ser homosexual no es cualquier cosa, entonces lo
que decimos es que si eres homosexual y perteneces a cierta condición social la primera cosa que haces es
vender tu cuerpo y si eres gay en otra condición entonces no, porque tienes una condición económica
distinta.
Alex Castro: Pero, yo lo dije porque yo tengo amigos que literal, buscan trabajo y no se los dan, por su
condición homosexual, y no es que, ¡ah quiero ser prostituto qué chévere!, no sino es que, de verdad que les
ha tocado, es como la única puerta, por eso lo dije.
Carolina Silva: No sé si…yo te interpretaba a ti era como, el acto sexual disfrutado desde esa condición, lo
entendí así también.
Alex Castro: Aunque también sí (Risas)…no falta la persona que lo disfrute
Carolina Silva: ¿Y tu lo disfrutarías?
Alex Castro: (Sonrisa) no lo sé, depende. No porque si tuviera la necesidad, no, porque es una necesidad no
es un gusto, no?
Carolina Silva. Ahh ok, si es por gusto es diferente a necesidad, si tu decidieras relaciones con otros sería
porque quieres, porque te gusta.
Alex Castro: Si claro, pero yo no lo haría por gusto, solo lo haría por necesidad.
Karol Pedraza: ¿Cómo así?
Alex: ¿No me hago entender?
Karol Pedraza: O sea si tu…no mentiras dale, ¿qué ibas a decir?
Alex Castro: No pues la profe me dice y yo le digo, no es que sea un gusto acostarse con 10 hombres en una
noche lo digo porque…
Carolina Silva: Y por qué no Alex? Yo no estoy utilizando un juicio moral acá
Alex Castro: No, lo digo por mi gusto, a mi no me gusta acostarme con muchos (sonrisa)
(Risas) Bueno, tal vez, no sé…pero si me hago entender
Carolina Silva: No, porque dices que si es por necesidad sí pero no por gusto, y es mas retador el gusto que
la necesidad, que por gusto tu decidas me voy a echar a todos estos manes y no por la necesidad

66
Alex Castro: Yo lo dije como si yo fuera a hacer eso, es mi punto de vista. Si yo tuviera que hacerlo porque
no tengo cómo, yo lo haría, pero yo no lo haría porque me gusta, si?
Caro. No es tu preferencia eso, ok Alex.

3.3. Conversando sobre Precious


Karol, Alex, Estiffany, Germán miran un video de sus intervenciones en los foros del cine

Alex Castro: Ah ahora me (hace gesto de recordar)…creo que yo soy como Precious, porque Precious se
miraba en el espejo y se veía rubia y yo siempre he querido tener el cabello rubio y siempre hablo de tener
los ojos claros, entonces ví la película y me identifique
Carolina Silva: Y cómo te identificaste?
Alex Castro. Pues que ella no se acepta a ella misma y ella quiere ser otra persona y yo me miro en el espejo
y quiero ser otra persona
Carolina Silva: ¿Y sigue sucediendo eso? ¿Te miras al espejo y buscas otro?
Alex Castro: No, o tal vez sí, no es que yo me mire al espejo así, sino que, no sé si todos en el colegio saben
que a mí me gusta mucho Miley (sonrisas) y entonces digamos que yo me veo en el espejo y me veo como
ella porque siento que comparto muchas cosas que ella tiene.
Carolina Silva: Quién es Miley
Alex Castro: Ella (muestra un cuaderno donde está impresa la foto de una cantante rubia y delgada: Miley
Cirus)
Karol Pedraza: La de la camiseta
Carolina Silva: Si la que llevaba en la camiseta de ayer. La que sale en una bola así colgada. Tampoco es
que haga muy buena música cierto?…no mentiras
German Gómez: Ella ha sacado mucha música
Estiffany Gómez: Si ella ha sacado mucho cuando tenía el cabello largo, …
Alex Castro: Ahmmm (hace un gesto de no interesarle lo que digan de ella)
Estiffany Gómez: Alex dice, quieren saber cuánto me importa…sigamos con mi entrevista (risas)
Alex: Ah pues no sé, es que mucha gente la critica porque es simplemente ella, entonces a mí también me
pasa lo mismo; cuando ella se rapo y se sintió libre yo también hice lo mismo me pinte el cabello y para mí
pintarme el cabello, maquillarme, vestirme, el tono de mis pantalones, esa es mi libertad y ya no me importa
lo que piense la gente, entonces digamos que aunque no comparto ciertas cosas de ella, si me veo como ella
porque sigue fuerte y yo también he crecido y he sido fuerte así la gente me critique…(risas)
Janneth Galeano: Te acuerdas la carta que escribiste para filosofía, tú dices ahí algo que me llamó mucho la
atención porque tu dices que la gente te quiere meter en un estereotipo que te llama homosexual y que te
llama marica y que tu no eres nada de eso

67
Alex Castro: (continua la frase) simplemente soy una persona que estoy enamorada, que ama…porque es
así, incluso a veces mi mamá, dice cuando me empecé a pintar el cabello, por qué yo no tengo el cabello
corto, tengo que ser como un hombre, un hombre es masculino es macho, tiene que tener cabello corto, un
hombre no puede pintarse el cabello, un hombre no puede ser vanidoso…entonces a eso me refería cuando
dije que me tienen que meter en una caja como un muñeco y tengo que ser como algo que yo no soy .

3.4.Viéndonos en los videos, una nueva conversación.

Se presenta el video del cine foro en el cual Estiffany habla sobre Precious:

Estiffany Gómez: No sé ese día que tenía pero estaba toda depre ahí, incluso Leidy estaba toda triste y llegó
llorando ese día, y las dos llorando y luego colocan esa película …
Carolina Silva: ¿Agudizó tu tristeza?
Estiffany Gómez: Si, no sé, también porque la muchacha dice que nunca tuvo novio, que nadie la quiso, que
nadie la amaba, y cuando la profe le dice: yo te amo, yo pensaba ayyy cómo quisiera que alguien me dijera
eso (con voz de suplica)
Carolina: Sentiste eso…
Estiffany Gómez: sí
Janeth Galeano: A mí me llama mucho la atención lo que tu dices, porque lo que tu encuentras en cada una
de esas tres mujeres es un poco lo que tu hoy estabas conversando en relación a tu vida, porque tu dices, que
finalmente todas tienen miedo, y tienen miedo de mostrarse como son de ser lo que son porque hay una
serie de restricciones sociales, en ese sentido tú te encuentras en esa peli?
Estiffany Gómez: Pues no sé pero en todo momento siempre tuvieron miedo, todas, todas. Porque la mamá,
aunque, no sé si lo vieron, también está el estereotipo de mujer de la femenina, la más bella, y si estoy en
casa tengo que estar en pijama y venga me arreglo si viene una visita, se arregló como en cinco minutos
para atender a una persona, y por qué una mujer no puede estar en pijama y estar tranquila, por qué no se
puede? …por qué abandonar a la hija, que la hija quería estudiar, tener novio ser famosa y siempre le
cortaba las ilusiones y por eso ella se veía en el espejo como otra persona, porque siempre la criticaban
porque era morena, gordita, porque era bajita, porque era fea, y siempre la criticaban y por eso es que ella
quería cambiar, en lo sueños de ella se mostraba como ella quería ser y no era, porque no sentía el apoyo, en
ningún momento ella le dijo a las amigas o a la maestra: yo sueño con ser cantante y que me admiren y que
me miren y yo creo que eso está en todas las personas, yo creo que todos quieren ser buenos en lo que les
gusta y ser reconocidos por lo que son, entonces yo digo pues que Karoll debe ser en el teatro que le digan
ese trabajo está chévere y no que le digan, ay pero es solo actuar, lo chévere es que reconozcan. ¡Ay logro
algo!, es chévere…

68
Carolina Silva: Estiffany cómo te ves?
Estiffany Gómez: Llorona, (risa) muy sensible y muy llorona y eso siempre lo he sabido.
Carolina Silva: Y te incomoda verte ahí
Estiffany Gómez: No, normal, yo soy así, yo siempre he dicho que yo soy una chillona de aquí a la (risas)
Carolina Silva: Pero no sobre el sentimiento, sino digamos sobre ver tu rostro ver tu presencia ahí, tu voz
Estiffany Gómez: No yo soy feliz así, aunque siempre me han dicho, cuando usted se pone a hablar nadie la
caya, usted divaga mucho, usted es una fastidiosa, y yo a veces pienso ¿será? Y como que sí, pero no ahí
voy (risas)
Carolina Silva: Hay algo que haces cuando hablas casi siempre y es que interrumpes tu hablar con las risas,
por qué haces eso?
Estiffany Gómez: Es que a veces no formulo bien las respuestas y es como esas muletillas, en vez de decir:
humm, ahh, esto qué, yo en cambio hago jajaja, y vuelvo, es mi muletilla
Carolina Silva: Tu crees eso, o quizás si hicieras el ejercicio de seguir viéndote
Estiffany Gómez: no yo soy así (jajaja)
Alex Castro: Puedo decir algo? Es que yo veo la risa es como de nervios, porque yo cuando estoy nervioso
también me río mucho, entonces cuando ella se ríe para mí es como si estuviera nerviosa o como si le diera
pena, no sé
Carolina Silva. German qué piensas de esa risa de tu hermana?
German Gómez: Yo más que la risa también observo que ella también se auto interrumpe y se hace auto
bullyng
Estiffany Gomez: jajaja
German Gómez: No sí ella como que. “Ah yo soy una tonta” creo que es como falta de autoestima, porque
así yo la esté cagando yo no haría eso: ah soy un idiota…bueno yo si digo que soy un idiota pero no tanto
como ella
Estiffany Gómez: (Asiente con la cara)
Carolina Silva: Precisamente con eso que tu dices German, precisamente tu hablas de luchar por ser,
Estiffany Gómez: y no sé si en esa lucha por ser cuando tu comunicas cosas dudas de eso que comunicas y

Estiffany Gómez: jajaja, si yo creo que sí, no sé que pensar…(se muestra bastante nerviosa)
Carolina Silva: No, no lo tienes que pensar ya, ni tampoco es para tener acá…sino a largo plazo, para que te
mires, para que reflexiones un poco sobre ese personaje que eres tu…
Estiffany Gómez: Siempre me ha pasado lo mismo, voy a tener 20 años y voy a decir: en serio yo decía eso,
qué idiota
Carolina Silva: Si hay algo que sucede con lo que tu dices es que no dices cosas tontas, Estiffany, dices unas
vainas que a veces..
German Gómez: (Asiente con la cabeza y sonríe)

69
Carolina Silva…creo que es importante que empieces a verlo porque realmente eres una mujer que tiene
muchísimas cosas para decir
…y con relación a, de todas maneras pones ahí una cosa y dices: amar y reclamas para ti amor…por qué
reclamas para ti amor, por qué reclamas amor para ti Estiffany?
Estiffany Gómez: No sé, yo creería, no sé cómo explicarlo, es que es complicado
Carolina Silva: ya es muy profundo eso, ya es muy tuyo?
Estiffany Gómez: Si, es como una baja autoestima mía, es como que yo siento que nadie me aprecia por lo
que soy entonces como que …bah

3.5.El cine y Estiffany


Yurani: Quien eres tú?
Estiffany: Yo soy una fanática del mundo y quiero descubrir, experimentar me parece muy interesante esta
cuestión eso soy yo. Alguien extrovertido, loco, dinámico, atrevido, eso es Esteffany.
Vengo al cine porque me gusta experimentar, descubrir y la cuestión del séptimo arte es algo muy
importante porque es la forma de interpretar los sucesos de la vida en una imagen. Es algo muy interesante
más porque las historias que vemos aquí son muy reales no son algo ficticio de Hollywood, por eso vengo a
descubrir más cosas y más historias que yo no he vivido.
Yurani: ¿Qué significa entonces el cine para ti?
Estiffany:Expresión, medio, descubrimiento, sensaciones, emociones es una amplia variedad o gamas como
decirlo, porque uno en una película puede llorar, puede sentir, puede experimentar las emociones que está
sintiendo el otro.
Yurani: ¿Es decir que el cine te toca, como te hace sentir, como te toca el cine?
Estiffany: Eso es importante, porque dependiendo de la historia uno se ve manipulado por el director, por
eso hasta llore…

3.6. Karoll dice…


(Los chicos y chicas observan el video donde Karol presenta ante los asistentes al Cine Club su propuesto
de corto)

German Gómez: Cómo te ves Karoll


Carolina Silva: Ya German preguntó, a ver respóndele a Germán
Karoll Pedraza: pues realmente siento que me sigo conmoviendo con lo que dije ahí, lo veo y me vuelvo a
conmover como cuando lo dije, como si lo dijera de nuevo (pausa) no sé qué decir
Carolina Silva: Y qué te conmueve Karoll?

70
Karoll Pedraza: Porque esa búsqueda que ando haciendo (se apena y se tapa la cara), pues es una búsqueda
que la hago desde algo que me hace muy sensible, son como las cosas que suceden en el entorno y me
llegan mucho, entonces pensarme cómo pensé en esa historia para tratar de trascender en esas situaciones
que como en el lugar en el que nos encontramos pues pasan y no son agradables (Karol se ve muy
conmovida y se permite una larga pausa)
Carolina Silva: ¿Cuáles son esas situaciones?
Karoll Pedraza: Pues el hecho de que todo el tiempo, la posibilidad a veces económica, las situaciones que
pasan en la familia, si, más que todo por el tema de la economía y que no podamos acceder y hacer lo que
de verdad queremos, sino todo el tiempo es a tener que estar sumiso, tener que obedecer, tener que no sé,
entonces me duele ver a mi mamá trabajando tanto para nada.
Esa película de Precious me tocó mucho porque es una situación que no se encuentra tan lejana a nosotros
que la vemos allá, sino que es demasiado cercana a mi familia, no sé a todo.

Carolina Silva: Precisamente cuando veía los videos y tú lo tomas ahí Karoll y es la necesidad de lo sensible
y la necesidad de lo sensible en cuanto a lo que cada uno de nosotros es, porque la tendencia es a siempre
movernos en el plano de lo racional, el saber desde unas formas y unas maneras y cuándo realmente
abordamos lo sensible, cuándo circula lo sensible y cuándo se pone en juego lo sensible desde cada uno de
ustedes y pues creo que Karoll retoma ahora cosas diciendo primero lo sensible, cómo es abordado desde el
espacio del cine, cómo circula ahí lo sensible desde las historias que son contadas en las películas que
vemos, pero también lo sensible en cómo esas historias comunican a nuestra vida, tu pones Precious, a mí
por lo menos cuando trabajamos en ciclo de Palestina, ese ciclo para mí fue muy significativo, no sé ustedes
que Karoll toca la película de Precious, con qué película se han identificado…
AlexCastro: Pues en mi caso me identifique con Precious porque, número uno, por lo que ya les había dicho
de cuando ella se mira al espejo y ella se ve como una persona diferente pero ella quisiera ser; también
porque como dice Karoll no es muy lejano a lo que normalmente pasa, también me tocó mucho la
desigualdad, por ejemplo ella como vivía; por ejemplo la mamá de Precious me recordó a veces mi mamá,
porque a veces ,ella nunca ha sido mala conmigo, ella ha sido muy muy bonita conmigo, pero a veces hay
palabras que a uno le lastiman y que se las diga esa persona que uno ama, a veces a uno le duelo mucho,
entonces tomé esa película por ese lado. También por lo sentimental, por lo que a ella le pasa.
Carolina Silva: Estiffany, qué pelis?
Estiffany Gómez: (se encuentra muy conmovida por la conversación y tiene lágrimas en los ojos) Ya les dije
soy muy llorona…me reservo el comentario
Carolina Silva: Te reservas la peli? Y tu Germancho, películas que hayan sido así como Crick…
German Gómez: No se, no recuerdo una de todas las que hemos visto
Carolina Silva: Si hemos visto hartas

71
German Gomez: Yo recuerdo que al primer ciclo que fui completo el año pasado al principio, en ese ciclo
una película que me gustó…
Carolina Silva: Descríbela para saber si la recuerdo
German: es que no la recuerdo, es que recuerdo el sentimiento que tuve en ese momento, pero no la
película…es que yo tengo una manera de reflexionar distinta, es que no es un sentimiento de felicidad es
como en ese momento se mostró el poder o algo así, es algo sobre eso pero no recuerdo qué película fue.
Carolina Silva: Vimos en control social, Asesinos por Naturaleza, te acuerdas la pareja que empieza a matar,
vimos El Experimento, Vimos The Wall de Pink Floyd, vimos Holly Motors
German Gómez: Si también me acuerdo de esa
Carolina Silva: Pero bueno, a propósito de lo que habla German, lo que nosotras hemos tratado de indagar
es, ¿el cine le habla en clave a nuestras vidas? O sea, ir al espacio de cine, o más bien la pregunta sería, ¿por
qué ir al espacio del cine?
Alex Castro: Pues yo, es que no sé qué decir, pero hay películas que le llenan el corazón a uno, que uno se
ve reflejado en ellas, como también hay películas que lo entretienen y le dan a uno esa sensación de querer
saber qué va a pasar.

Hemos expuesto el recorrido de nuestro conversar, recorrido que transita. Transita con la
palabra conjugando en ella mundo-cine y experiencia del Joven Frailejón. Transito posible en el
espacio del Cine Club El Frailejón en el cual se configura la conversación como expresión
poética de la vida. “Aquí lo poético es experiencia de apertura, me refiero a una persona que es,
a la vez una incisión poética (un nuevo sentido) y una incisión política (un nuevo comienzo)Lo
poético introduce algo nuevo que rompe con lo anterior, algo nuevo que es sorpresa. El momento
poético es un estado que implica una relación libre, no sometida a los significados dados y
establecidos sobre las cosas” (Bàrcena, 2006 p.241). La apertura como manifestación de
búsqueda, un “soy pensado” a través de personajes, de historias, de escenas. Apertura del mundo
ficción que irrumpe en la experiencia del Joven Frailejón. Señal de tensión frente a lo establecido
a través de los discursos sobre el genero, la identidad, la educación, el conocimiento. Por ello,
expresión política, en la medida que la voz, enuncia una presencia. Que conversa con otras en un
lenguaje propio y autentico, propio porque expresa con la palabra las ideas que solo allí en el
Cine Club y para sí tienen un nuevo “sentido”. Auténtico porque es su modo de decir, no un
modo de decir prestado o impostado.

72
Este recorrido nos permite con la conversación conocer al Joven Frailejón. Conocerlo en
un esbozo que el presenta como reelaboración de sí. Pues mientras conversa, piensa, relaciona,
conjetura, se pregunta, se escucha y escucha, reclama, siente. Conversación cuya enunciación
implica que Karoll Pedraza, Estiffany Gómez, Alex Castro, German Gómez, Yesner Albarracín,
Enrique, Kevin Arce, David Alape, Keydi Díaz, Carmen Díaz, Eliana Díaz, Jacobo León entre
otros están presentes. Y hacen presencia a través de la exposición de su ex/sistencia abierta y en
búsqueda. Ex/sistencia fabulada, expresión del juego del desanclaje de un sí mismo, que se
dispone a la creación de actos de resistencia .

73
CAPÍTULO IV
A MODO DE CONCLUSIÓN

CINE CLUB EL FRAILEJÓN COMO POSIBILIDAD:


FISURAS EN LO INSTITUIDO

Ver cine para los integrantes del Cine Club El Frailejón es un ejercicio que los acerca a
las historias con las cuales circulan ideas, espacios, sentimientos, personajes y mundos. El cine
presenta ante la vista, oído e imaginación la perspectiva de algún director que ha encuadrado un
acontecimiento y creado un montaje. El juego de la luz los hace partícipes de un encantamiento
que es a su vez “un compromiso entre poéticas divergentes, un entrelazamiento complejo de las
funciones de la presentación visible, la expresión hablada y el encadenamiento
narrativo”(Ranciére, 2012). Arte nuevo, para el que existen diversos espectadores. Espectadores
que se integran al juego cinematográfico.

El juego de luz y sombra fusiona a los espectadores en esta poética, cuando esas historias
que aparecen como exterioridad se integran al universo de representaciones que portan como
sujetos, con lo cual se arma de nuevo una historia, que ahora al ser propia empieza a integrarse
con figuras y recuerdos al universo de la imaginación. Para este caso, se trata del universo de la
imaginación de espectadores jóvenes. Universo que desde un tiempo, un espacio, unas relaciones
sociales y unas formas de entender el mundo, hacen este juego, el cual incide en los intereses y
contenidos que son retomados en cada película. Se puede decir que, se ve y se fija la mirada de
acuerdo a aquello que se es, pero lo que se es, no es simplemente el acaecimiento de un tiempo y
un espacio. Sino fundamentalmente la oportunidad de desestabilizar a través de este juego lo que
cada uno es.

Pero si los jóvenes espectadores filtran, en el sentido de seleccionar y dejar pasar algunas
cosas, o en centrar su atención en ciertos aspectos y dejar de lado otros, el cine también produce
selecciones. Esto implica que las formas de representar, configuran la expresión de las tensiones
que encausan los estilos, las apuestas y búsquedas de un arte que es muchos cines. Tanto por las

74
apuestas de los directores como por los públicos que asisten a diversas salas. Sin embargo,
reconocemos que para nuestra experiencia existe una selección de películas y unas
“orientaciones” que inciden en el tipo de cine que trabajamos y en lo que quisiéramos retomar de
los films. Porque no podemos caer en la ingenuidad de la neutralidad de producciones que
recrean formas de visualización de los sujetos y su vida, porque además, “el cine es asimismo un
aparato ideológico productor de imágenes que circulan en una sociedad y donde esta reconoce el
presente de sus tipos, el pasado de su leyenda o los futuros que se imagina”(ibíd., pág.13). Esta
premisa sobre cine permite entrever el andamiaje que sostiene las producciones cinematográficas.
Andamiaje que no es sólo imagen, es imagen en relación con otros elementos, entre los que se
encuentran el poder, los intereses económicos, las luchas sociales y la apropiación de discursos
externos al cine que se apropian del cine. Que aunque no visibles y en ocasiones no conscientes,
sí están referidos a un aparato perteneciente a una época.

El cine como andamiaje productor de imágenes, es ante todo proyección de unas maneras
de experimentar lo sensible, como lo señala Déotte (2012) al referirse a las épocas de la
sensibilidad, no porque las podamos diferenciar de manera tajante, sino por la importancia de
pensar la sensibilidad en clave de aquello que la produce. Diríamos que en nuestro caso, tanto la
fotografía como el cine van a suscitar en la modernidad y la postmodernidad unas maneras
particulares de producir lo sensible.

Desde la experiencia del Cine Club El Frailejón esta configuración de lo sensible permite
discutir algunos postulados, referidos al lugar que le damos a la experiencia de los sujetos, en
cuando a la manera de percibir los sentimientos y las emociones propias y de los otros. En este
sentido, la preponderancia dada a ciertos conocimientos, en la comprensión general de una época,
se signa por aquello que desde aspectos económicos, políticos o históricos define un espacio
temporalizado. Es decir, la sociedad líquida de Bauman (2002), propone unas maneras de ser y
sentir desde la superficialidad, mientras que la sociedad del espectáculo de Debord (2004), nos
propone el sentir y el deseo desde el frenesí de la imagen engañosa; y así una amplia gama de
postulados acerca de cómo somos, dejando de lado el dibujo que bajo estas definiciones va

75
ramificándose a través de la experiencia sensible. Es decir, la experiencia de lo sensible es, en
una estrecha relación con la cotidianidad de la gente.

Lo que sugiere esto, en clave del proyecto, es que la experiencia en relación con el cine
brinda unas posibilidades enormes para pensar quiénes somos desde nuestros rasgos más
distintivos, como lo son nuestros sentimientos, deseos, emociones; allí nos acercamos a la
comprensión de los otros a través de las ficciones del cine y de esa sensibilidad vivida en el
encuentro, la palabra que rota y no se centraliza en el adulto o el conocedor. Una experiencia de
lo sensible entregada en el encuentro para ver cine y conversar, no institucionalizada por las
definiciones a priori de una época.

El cine permite estrechar la relación mágica de tiempos, espacios y vidas, con los cuales
nos permitimos sentir el mundo. Es importante señalar que para la comprensión y elaboración de
una experiencia, la del Cine Club, el cine cobra unas dimensiones particulares que no pueden ser
entendidas como partes o fragmentos sobre las cuales dar cuenta.

Como un todo, la experiencia del Cine Club El Frailejón (proyección de films,


conversación, experiencia de lo común diferente y creación de subjetividades juveniles), permite
visibilizar fisuras frente a lo instituido en cuanto a lo artístico, la noción de sujeto, la política y el
joven como espectador y creador.

En los siguientes apartados presentaremos cada una de estas fisuras como parte del
ejercicio de comprender la experiencia del Cine Club El Frailejón desde la posibilidad, como
apuesta ético-política en contraposición a la negación tanto de los sujetos jóvenes como de lo que
estos pueden crear.

1. Cine Club El Frailejón y las fisuras con el arte y la cultura

Empecemos por trazar la idea de aquello que se entiende por fisura en este trabajo. Fisura
como momento diferencial entre un antes y un después, es el anuncio de lo no conocido, por

76
tanto, fisura como algo sutil que busca moverse hacia algo distinto, que aún no es definitivo pero
que señala un conflicto con la trama en la que se inscriben las prácticas sociales y culturales. La
fisura es la posibilidad de pensarse desde la no clausura, el cierre o punto final; es además
interrogante, es poner en cuestión lo que ha sido dado como real y acabado. Se anuncia en la
proyección de películas una de las fisuras que se relaciona con el séptimo arte, especialmente con
el denominado cine arte y el uso del cine como diversión o entretenimiento.

Hablamos de cine-fisura en la medida en que el espacio del Cine Club El Frailejón pone
en cuestión el tipo de cine al que comúnmente acceden los jóvenes de los sectores periféricos de
la ciudad. En este espacio se proyectan películas de todos los géneros, pero sin lugar a dudas
predomina la proyección de películas de países y directores poco conocidos. Esto produce
tensiones con relación al lugar–destino de cierto tipo de cine, el cual es proyectado en salas de
cine del centro y norte de la ciudad. Ahora, ¿qué permite visualizar esta proyección de películas
que pueda representar fisuras?

Los espacios en los que se ve cine cuyos contenidos se rotulan como cine de culto, cine arte, cine
de acción, dirigido a tipo de público específico, generan una diferenciación no solo de
espectadores sino de contenidos y montajes. Al asumir dicha división se crean y producen
películas destinadas para una diversidad de públicos, que en la actualidad global presupondría,
un afianzamiento de las libertades individuales. Frente a este hecho es importante reactualizar
discusiones sobre el papel del espectador en una sociedad de consumo desbordante. Es decir,
reconsiderar críticamente las reflexiones sobre el devenir mercancía del cine, con las
consecuencias que ello acarrea. Aunque no es el interés de este trabajo ahondar en esta discusión
sí es pertinente considerar, la división de lo sensible en el marco de la producción
cinematográfica. Películas hollywoodenses, películas de cine arte, películas para niños etc.

Un rótulo que genera esta división es aquel cine nombrado como cine arte. Un tipo de cine que
reduce su público al ser asociado con temas y formas de producción con características
particulares. Dicha denominación produce una jerarquización y división con la cual se
determinan, las personas y los lugares aptos para la recepción de dicho cine. Es una especie de

77
determinismo sensible, constitución de un andamiaje que configura lo sensible. Que estipula las
cualidades de algunos individuos de ciertos grupos sociales, que no solo cuentan con las
condiciones necesarias para entender y disfrutar de este cine, sino que dicho acceso produce una
diferenciación en un espectro amplio que implica lo cultural y lo político.

En el aspecto cultural, la diferencia entre alta cultura y cultura popular caracterizan las formas de
clasificar la producción artística y con ello las formas de poner en circulación, apropiar e
interpretar. (Martha Rodríguez sugiere que “[e]stas valoraciones conducen a que se promueva la
oferta cultural de un tipo particular de cultura, se excluyan otras ofertas culturales y modos no
“oficiales” o no “cultos” de apreciación” (2013, p. 11) ; lo que deriva en la idea de gente
cualificada para acceder y entender, y por tanto, aquellos otros, destinados a la incomprensión y
desprecio de los contenidos del llamado cine arte, pero también en la ubicación para la
distribución de dichos productos culturales, en este caso el cine. Con esto, se reproducen
privilegios para ciertos grupos sociales que a través de la diferenciación aseguran el disfrute de
ciertos productos, es decir, se acentúa la anti democratización en el acceso y goce de la
producción no solo del cine, sino de variedad de productos artísticos. Ahora, ¿quién determina
que el cine sea clasificado como arte o como cine para las masas? ¿Serán los mismos directores
quienes asumen el rol como productores de cine arte? ¿O es la inserción de las películas en las
industrias culturales la que determina esta clasificación? Preguntas cuya resolución permiten
evidenciar grados de responsabilidad e influencia en el marco de las relaciones sociales.

Es importante mencionar la anterior problemática, porque en la práctica del Cine Club El


Frailejón, entendemos que nuestra actividad está inserta en un espectro de discusiones que pasan
por la valoración del cine desde una perspectiva democrática, en cuanto al acceso a diversos
contenidos y la comprensión que hacemos de su contenido. La interpretación se hace en clave de
indicar para nuestras vidas el papel del ocio, en la concreción de formas de ser y actuar. Además
de la consideración crítica del mismo. En nuestro caso, creemos que la lógica de incluir la
producción cinematográfica como posibilidad para conocer y pensar, permite armarnos de
reflexiones y herramientas que permiten poner en cuestión la alienación, que es el producto de la
unión cada vez menos evidente entre arte, cultura y mercado.

78
Otro aspecto relevante tiene que ver con el uso que se hace de los contenidos presentados
en las películas, en este sentido la fisura se acentúa, en la medida que la apropiación de los
mismos corresponde al grado de inscripción que produce el film en la experiencia de los
espectadores. Para este proceso investigativo la relación cine—arte se discute desde horizontes
tan disímiles como la pasión, la diversión, la evasión o el ocio, que se convierten en la excusa
para conversar acerca de aquello que podríamos denominar desde Badiou “las poéticas del film”:

“[S]e podría denominar poética del film al anudamiento de tres acepciones de la palabra
movimiento, cuyo efecto es que la Idea visita en lo sensible. Insisto en el hecho de que no
se encarna en él. El cine desmiente la tesis clásica según la cual el arte es la forma
sensible de la idea, puesto que la Visitación de la Idea a lo sensible no le otorga a ella
ningún cuerpo. La Idea no es separable, no existe en le cine más que en su pasaje. La idea
es visitación” (2011, pág 22)

En la proyección de un film este discurre, como falso movimiento, efecto mágico del cine,
artificio del montaje. Cada título, cada historia es el anuncio de algo, el film nos visita y como
poética irrumpe en nuestra cotidianidad, creando una atmósfera de lo distinto, acercamiento de
mi existencia en un sutil anudamiento con la historia que este narra. Como poética despierta
nuestra sensibilidad, nos confronta con los otros, por ello disfrutamos tanto nuestra participación
en este espacio, en la oscuridad: poema (film) y poeta ( asistentes al Cine Club) se suprimen
mutuamente. Cuando el film pasa, se conciben nuevas ideas, cuando el espectador en medio de
un encanto que ya es pasado enuncia lo que este le permitió pensar para sí mismo entre los otros.
Tras el tránsito del film, al haber visto, oído y sentido se da una recomposición de ideas, que son
la posibilidad sensible de pensar. Emerge un efecto poético.

Nuestra práctica del Cine Club, a través de estas reflexiones discute las jerarquizaciones
con la cuales se define a los sujetos de acuerdo al lugar donde viven, de acuerdo a su condición
económica, generando así una asimilación de atributos y cualidades relacionados con la
distribución de los contenidos artísticos, en nuestro caso el cine. Segregación sensible con la cual

79
se produce “la diferenciación”, diferenciación que no puede ser entendida positivamente, en la
medida que esta sostiene una inequidad, relacionada con la posibilidad de que aquellos grupos
“marginales” conciban opciones sensibles desde su imaginario estético.

Otro factor que contribuye en la diferenciación, está relacionado con la asimilación


acrítica, de enunciados como “arte para las masas”. La noción de masa engloba a los sujetos,
también sugiere una idea peyorativa de las “capacidades” y los atributos para el disfrute de los
“productos artísticos”. En todo caso, estas nociones que generan unas divisiones y
jerarquizaciones de lo sensible, sostienen y acentúan las relaciones de poder y la aceptación de la
exclusión de los sujetos desde sus propias experiencias, haciendo que se nieguen a sí mismos
para inscribirse en lo que “debe ser”.

En este sentido la conversación entre los asistentes al Cine Club, que ha venido recreando
una comprensión sensible sobre los distintos films, ha sido la opción palpable de ruptura de
jerarquías en cuanto al saber y el sentir. Porque el andamiaje con el cual se establece una manera
de producir “el sentir” es disuelto, cuando se enuncian un sentir por fuera de él. Pero, además,
porque este acercamiento que implica la diversidad, permite para quienes se comunican allí,
decidir con libertad y de acuerdo a cada vida y experiencia. Esto es importante porque frente a las
divisiones y jerarquizaciones que establecen cualidades y lecturas de quien ve y lo que ve, dicho
espacio ha posibilitado que un público supuestamente incapaz por su edad, su condición social,
sus intereses, se permita el disfrute de películas reservadas para “otros públicos”.

La mención del tipo de películas que circulan en el Cine Club no pretende acentuar la
división que el mercado establece entre un tipo de cine y otro. Tampoco se pretende alcanzar o
igualar al público del Cine Club El Frailejón con los públicos de otros lugares. Por el contrario,
se busca la posibilidad de redescubrir en el lenguaje creado por el cine las motivaciones con las
cuales ampliar los rumbos de la vida, porque como sostiene Rancière (2010) , “la grandeza del
cine no [está] en la elevación metafísica de sus temas o la visibilidad de sus efectos plásticos,
sino en una imperceptible diferencia en la manera de poner en imágenes historias y emociones
tradicionales”, permitiendo desde allí, la emergencia de lo cotidiano y de espacios para retomar

80
los aspectos silenciados u ocultos del discurrir de la vida, espacios en el que la noción de conocer
es discutida y transformada en cada oportunidad. Pues este conocimiento parte de la filigrana de
la vida, que no es otra cosa que el sentido mismo de estar y de existir en lugares a los que se
niega su voz y experiencia, al considerarlas como poco relevantes. Las expresiones de lo
cotidiano en el cine se aúnan a las expresiones de lo cotidiano de los jóvenes del Cine Club.

2. Fisura cine sujeto

El contenido de la vida de los jóvenes del Cine Club, añade impurezas a los contenidos
presentados por el cine, rebasando las fronteras que definen su sentido artístico, ya que los
contenidos del cine son fabulados por chicos que toman y reconstruyen dichos contenidos en
clave de su mundo. Fabulación de amateur que permite situarse “dentro de un universo sin
jerarquías donde los films que recomponen nuestras percepciones, nuestras emociones y nuestras
palabras cuenten tanto como lo que se grava en una película” ( Ibíd, pág.15). El joven amateur se
permite romper el límite creado por los expertos, al fabular no quiere, no desea asumir el lenguaje
experto, redimensiona más bien, las tensiones en las relaciones entre: cine- arte, cine-política,
cine y teoría.

El cine no es un objeto porque no es en sí mismo algo, “el cine no es de ningún modo el


nombre de un ámbito de objetos homogéneos que dependen de una misma forma de
racionalidad” (Rancière, 2013, p.13); solo cuando es visto y apropiado por un espectador cobra
sentido. Al presentar en simultáneo la circulación de lo sensible y la representación de lo
observable en imágenes, conforma lo que sería la construcción de una relación que contribuye al
desmoronamiento de la contemplación como pasividad absoluta; la lectura preconcebida de los
contenidos en el cine, que despoja al espectador de cualquier posibilidad de interpretación y
fabulación, se diluye en el espacio creado por el Cine Club, donde los jóvenes espectadores
recrean a través de su propia voz lo observado y sentido. Ahora bien, lo que resulta siendo
relevante de dicho proceso, no es la idea de un público “capaz de”, sino la posibilidad para quien
ve, de interrogarse a sí mismo y también de ser posible interrogar el mundo.

81
La fisura que genera el cine en el Joven Frailejón (sujeto), está dada por la discontinuidad
que se crea en el encuentro con otros en el espacio del Cine Club. Discontinuidad temporal y
espacial provocada por el cine, discontinuidad en el acontecer cotidiano de la vida de algunos
jóvenes en el barrio que acuden a ser partícipes de este evento, en el que lejos de la idea
construida sobre ellos como sujetos incapaces de pronunciarse sobre el mundo, entablan una
conversación sobre las películas que atraviesa sus propias vidas y cuestiona sus maneras de estar.

El cruce de dimensiones de las vidas que encarna el cine con las vidas que interrogan el
mundo, es un cruce de tiempos que dialogan en la re-significación de un tiempo presente, es lo
que en palabras de Foucault citado por Naput (2011, p. 19) se denominaría ascesis: “el trabajo
que uno hace sobre sí mismo para dar paso a ese sí mismo que por suerte jamás alcanzamos”; ese
siendo inalcanzado que no podrá encontrar el resultado final, porque no existe.

El cine resulta siendo entonces, la luz que revela lo invisible o in-visibilizado en un


tiempo presente saturado de imágenes y significados que determinan la existencia humana.
Existencia humana que en el mundo que le acaece vislumbra que bajo la imposibilidad de
desestructurar o desatar los hilos de “la realidad” no podrá concebir la espera de un momento
ideal para actuar, deberá asumir el riesgo de iluminar las partes, descifrar el laberinto, para que en
algún momento pueda crear unos nuevos caminos, laberinto alterno en el que se recobre el
sentido.

Se postularía que el cine produce, moldea y crea subjetividades, en la medida que


haciendo uso de la imagen conjuga en él un cruce de lenguajes que recogen una intencionalidad
proyectada a un público que en ocasiones, asume de manera acrítica, lo propuesto y expuesto en
el film. Por tanto, hacer consciente la inscripción de ese lenguaje de imágenes-símbolo es entrar
a comprender las “formas de subjetivación del mundo que encarnaron y las formas de hacer
mundo que protagonizaron” (Ibíd, p. 1) aquellos que hicieron un producto fílmico. Se reitera el
carácter de rizoma que ofrece el cine, un cruce de tiempos y subjetividades para la reinscripción
del mundo de lo posible, que no es dado sin la comprensión de la individualidad inserta en un
tiempo que no se explica así mismo, sin entrar a comprender lo faltante u oculto de otros tiempos

82
que en ocasiones nos presenta el cine como un mágico viaje temporal, que también habla de por
qué somos lo que somos.

La fisura cine sujeto, puede comprenderse desde lo que Naput (2011) identifica en el
director francés Chris Marker, en la medida que: “[e]l yo Markeriano se especializa en el
despliegue visual de un mundo convertido en espejo, se busca así mismo en el espejo del mundo”
(p.1 ), lo cual entraña que, no solo veo sino que me veo, sin establecer una identificación
inmediata con personajes o historias, sino rebasando la definición de una individualidad
construida por sí misma y para sí misma. Reflejos de espejos que distorsionan el sentido de la
realidad, construcción de aperturas a nuevas relaciones, entre lo sensible y la experiencia, entre el
conocimiento y la fábula.

Las aperturas que se dan en la relación entre film y vida en el espacio del Cine Club,
permiten deslindar los compartimientos, las divisiones tajantes, para permitirse derivar en
aperturas sensibles que desmoronan aquello que adjudica y define los comportamientos. Es una
relación con capacidad desestabilizadora de las individualidades, para hacerlas móviles y por
tanto indefinibles. Esta indefinición le permite al sujeto desplazarse a una zona en la cual
comprende críticamente, los patrones sociales, los roles de género, así como los desequilibrios
que sustentan las relaciones inequitativas. No como producto de procesos recientes sino como
parte de oleajes largos, medianos y cortos como lo presentan los historiadores de los Annales.

De esta forma el cine, introduce en el discurrir de la vida de los asistentes al Cine Club las
presencias de hombres y mujeres de todos los tiempos, evidenciando las contradicciones, los
acomodamientos y resistencias que han acompañado el devenir humano. El cine espejo no es una
metáfora reductible, es la posibilidad para el Joven Frailejón de reclamar su opción como
fabulador de la existencia; permitiendo que los sujetos o individuos reconozcan, rechacen o
identifiquen en el tránsito del film, nociones de justicia o injusticia, estados emocionales y
conflictos con los cuales desnaturalizar lo asumido como normal. Es decir que la fabulación es
aquello que nos permite nombrar desde un lugar distinto aquellos temas sobre los cuales poco se
habla. Es el derrumbamiento de las certidumbres, para recrear de nuevo la vida.

83
Se reconoce esta posibilidad de recreador de la vida facilitada en quién la ve por la
imagen en movimiento, en un doble juego que a través de distintos momentos del Cine Club,
permite la deslocalización de quien ve como espectador, ahora como creador, contando con
imágenes, construyendo-reconstruyendo aquello que anteriormente denominamos como
construcción de laberinto alterno, con lo cual se intenta: la “[c]rítica de lo que somos, que es a la
vez, análisis histórico de los límites que nos son impuestos y un experimento de la posibilidad de
rebasar esos límites” (Naput 2011, p. 3 ).

Dicha creación de los jóvenes del Cine Club a través de la narración de su propia vida con
la intención de crear cortos es acción política, porque apropiando para sí un lenguaje que muestra
lo que son , ahora son ellos los que narran quiénes están siendo, es decir, logran desestructurar la
mismidad de quienes han sido nombrados por otros, para construir la imagen del que se es. Sin
embargo, el nombrarse a sí mismo no se pretende desde el lugar de la totalidad y la unicidad;
jamás se podrá presentar la totalidad de un sujeto en la singularidad que representa, con lo cual se
intenta rebasar el paisaje de lo común, discutiendo “la forma institucionalizada de lo visible y
decible y sus efectos inmanentes de invisibilidad y silencio”(Ibíd., p.3).

Mundo cine, experiencia juvenil e historia estrechan una relación que encarna como posibilidad
un espacio en el que se presenta la voz como capacidad comunicativa de significado, que enuncia
un proceso de redefinición y búsqueda, “asumiendo reflexivamente las mediaciones que exhiben
un yo constelación de identificaciones” (Ibíd., p 2). Lo que se pone de presente es que tal
relación cine sujeto, es fisura de la idea de un yo determinado y acabado, para entrar en una
conversación reflexiva sobre las actuaciones propias y aquellas que encarna el cine.

3. Fisura, cine y política

No es fácil trazar una única comprensión de la relación entre cine y política, ni tampoco
señalar todas las fisuras que de esta relación se pueden derivar. Es importante indicar que los
pensamientos aquí señalados están referidos a la comprensión que desde la práctica del Cine Club

84
concebimos como político. Político en el sentido de la oportunidad para una voz de ser
escuchada, la voz de los jóvenes que enuncian unas experiencias, que son el epicentro sísmico a
través del cual discutir lo existente.

Con esta perspectiva es importante indicar que la relación de la vida de los jóvenes con el
cine cobra sentido, no porque el film indique lo que se podría considerar como políticamente
correcto, sino por las posibilidades de ver mundo en el cine, de concebir la vida, la de los jóvenes
en horizontes amplios, con los cuales vislumbrar la vida más allá de la vida misma. Tal vez,
como una alteridad global, que permite entender que las exclusiones son producto de un accionar
que va más allá del individuo.

Cabe anotar que la noción de lo políticamente correcto en relación al cine hace parte de
un debate histórico que no puede simplemente descartarse como superado. Retomamos acá el
planteamiento de Rancière (2012) según el cual, la historia del cine estuvo marcada en una época
por un modo de hacer cine, lo que él denomina paradigma brechtiano, producto de un momento
histórico, que básicamente concibe:

“[U]n tipo de arte que [sustituía] las continuidades y progresiones características del
modelo narrativo y empático por una forma rota que [apuntaba] a sacar a la luz las
tensiones y contradicciones inherentes a la presentación de las situaciones y a la manera
de formular sus elementos, motivos y salidas… Clásicamente, la forma fragmentaria y el
enfrentamiento dialéctico de los contrarios apuntaban a aguzar una mirada y un juicio
capaces de elevar el nivel de certidumbre que sostenía la adhesión a una explicación del
mundo, la explicación marxista” (Ibid.p. 106)

Este tipo de cine si bien señala una intención pre-determinada por un director también nos
indica una anticipación del efecto, una especie de relación causal. Lo político es entendido aquí
como la formación a través de la imagen en movimiento de un público capaz de lograr entender
las contradicciones de una sociedad. Razón por la cual indicamos que la práctica del Cine Club,
marca distancia con relación a la idea de preconcebir un efecto, pero además marca distancia con

85
la idea de indicar presupuestos políticos “correctos” o la idea de evidenciar los mecanismos de la
opresión.

Es claro, que esta corriente cinematográfica puede pensarse como parte de un recuento
histórico superado, sin embargo, señala la estrecha relación entre los contenidos y las intenciones
políticas del cine, maridaje alimentado por las condiciones que en un momento, época, tiempo,
acontecen. Es decir que el cine inscribe las circunstancias, los conflictos y las maneras de vivir
conforme a los tiempos.

Rancière (2013) identifica otro paradigma, el post-Brechtiano que:

“En cambio, no ofrece una explicación del mundo que serviría para resolver las tensiones,
sino que permanece en ‘una tensión sin resolución’… La distancia producida por la puesta
en escena no está destinada a dar una lección sobre la sociedad, sino a manifestar una
capacidad sensible que atraviesa las épocas”. (Ibíd.p. 14)

Esta transición es considerable, en la medida que el lugar de los cuerpos que exponen o
representan un personaje son cuerpos con capacidades, capacidades sensibles con las cuales se
controvierte el mundo, cuerpo-personaje que encarna las contradicciones, las pasiones y
pulsiones de las sociedades. Rancière en su libro Las distancias en el cine (2012) describe un
personaje de la película Sátántangó, de Béla Tarr (1994), la niña que con paso firme camina en
un terreno fangoso con su gato muerto entre los brazos decidida a suicidarse en una iglesia, tras
descubrir el engaño de su hermano, quien le hace enterrar sus ahorros para robarlos, porque estos
florecerán después. Ella portadora de ideas de mundo, no es una niña ingenua, es una chiquilla
que traza una ruptura radical con la experiencia de mundo que se le propone. El paso firme hacia
el suicidio es un gesto que suprime cualquier aceptación del engaño. Esta historia se propone con
unos tonos que producen sensaciones de tristeza y melancolía. La lluvia permanente y la actitud
de los personajes son una referencia a la condición humana de todos los tiempos.

86
La película no presenta diálogos o acciones que permitan evidenciar abiertamente una posición
política, sin embargo, el gesto, como posibilidad de enunciación, puede movilizar la sensibilidad
y permitirnos identificarnos desde la rabia, el dolor, la resistencia, con el personaje. La
sugerencia sensible a través del gesto ha sido lo que permite en nuestra practica del Cine Club,
pensar una renovación de lo que se entiende por político. El gesto, la actitud y la disposición de
los cuerpos en los films irrumpen en la experiencia de los jóvenes, lo que permite la construcción
colectiva de una mirada propia y contextual.

Lo político implica por tanto, la selección de películas, porque estas permiten rupturas con
el tiempo, rupturas en las identidades, rupturas en cuanto a las características del gusto:

“ Pero esas historias de espacios y proyectos, caminantes y viajes, también pueden


ayudarnos a invertir la perspectiva e imaginar ya no las formas de un arte adecuadamente
puesto al servicio de fines políticos, sino formas políticas reinventadas sobre la base de las
múltiples maneras que tienen las artes de lo visible de inventar miradas, disponer cuerpos
en lugares y hacerlos transformar los espacios que recorren” ( Rancière, 2012, p. 126)

Los tránsitos de los films en las proyecciones nocturnas del Cine Club se mezclan en las
conversaciones sobre lo visto, permitiéndonos visibilizar el carácter más significativo de lo
político en esta experiencia, la subjetivación que a través de la conversación permite transformar
el carácter predeterminado de las representaciones, así como el sentido de los films.
Conversación colectiva de iguales, con la cual se expresa un saber-sentir vinculado con la
experiencia.

Lo anterior nos remite a lo fundamental de la fisura en la relación cine y política, esto es,
la subjetivación que quienes participamos de esta práctica, nos permitimos, al ver y conversar
sobre el contenido de las películas. Lo cual permite que los jóvenes del Cine Club se distancien
de la imposición de un ser joven predeterminado, al cual se le atribuyen comportamientos y
actitudes concebidos socialmente como parte de una “transición” difícil, pero que puede ser
“moldeada” con el acompañamiento de los adultos en la familia y la escuela. En este sentido,

87
trazamos una diferenciación entre aquello que establece una definición de joven y la
subjetivación de los jóvenes del proyecto del Cine Club.

Digamos que este desacople entre lo definido y lo que realmente acontece, no permite
cambios sustanciales en las instituciones y los procedimientos con los cuales crear nuevas
maneras de acoger tanto la vida de los jóvenes como las expresiones de un saber. Contraposición
de la supuesta objetividad del mundo con la subjetivación que los sujetos hacen en su estar en él.

En este sentido nuestro encuentro en el Cine Club nos ha permitido comprender que la
indefinición y la desidentificación son una posibilidad que va en contravía de la identificación
con los roles y estereotipos con los cuales se limita y predetermina la realización humana. Le
apostamos más bien, a la metamorfosis óntica, que permite una movilidad indefinida,
metamorfosis que conjuga la experiencia de los cuerpos en los films y la experiencia de los
jóvenes frailejón; permitiendo que la apropiación por parte de los jóvenes de los films, les
permita nuevas miradas, apropiación de nuevos lenguajes a través de las interferencias del mundo
cine y las interferencias de las conversaciones. Todo esto instituye cuestionamientos de las
fronteras que nos son impuestas, a través del ver y conversar como un hacer que revalúa los
criterios dominantes.

4. Fisura cine y Joven Frailejón.

Si bien hemos hablado de la fisura cine sujeto, en este apartado queremos referirnos
particularmente a los jóvenes frailejón del Cine Club, y a lo que allí acontece desde el lugar del
sujeto cuya voz y experiencia es validada y reconocida como posibilidad de conocimiento.

4.1. Joven Frailejón ¿espectador emancipado?

Para la experiencia del Cine Club El Frailejón un espectador emancipado es un singular –


plural. Es decir que es entendido como la posibilidad que cada sujeto construye para sí pero
siempre en relación con otros, porque la práctica refuerza en la conversación un ejercicio

88
artístico, una relación recíproca entre aquellos que participamos de la experiencia. Conversación
y ejercicio artístico se conjugan para generar en este encuentro, un intercambio de mundos, los
ofrecidos por el cine y aquellos de los cuales son portadores cada uno de los asistentes, ejercicio
artístico que presenta el acto creativo como perteneciente a todos. Es la expresión de una
cotidianidad filtrada, no por un sujeto aislado y absorto en reflexiones metafísicas, sino en el
compartir lo que cada uno está siendo, sintiendo, pensando, poniendo en discusión a través de
este filtro, la asignación de los atributos sensibles con los cuales se distribuye una clase de cine
acorde a cada público. Distribución que confina en ciertos lugares el cine denominado “cine arte”
como parte de un disfrute exclusivo para públicos con ciertas “capacidades”.

La práctica del Cine Club permite la emergencia de nuevas opciones para un accionar ético
político. Entendiendo éste como posibilidad de relacionarnos sin jerarquías, instituyendo
relaciones que nos permitan el reconocimiento de cada uno de quiénes participamos de este
encuentro, como portador de un saber. Este accionar ético político se hace manifiesto en la
práctica. No es un enunciado discursivo, vacío. Recoge en él, la comprensión de la vida en clave
política, ya que la vida, lo que yo soy puede ser orientado hacia algo, sin definir, pero distinto a
lo propuesto como lo que debe ser.

Este accionar ético político permite que las expresiones artísticas de los jóvenes sean una forma
de intuir caminos, qué implican la enunciación singular de la emancipación, que es también
posibilidad para un colectivo. Porque permite visibilizar a los jóvenes con búsquedas sobre sí
mismos, sujetos cuya voz enuncia una particularidad que piensa, siente, sueña e imagina. La vida
de los jóvenes frailejón se encuentra en algo así como un borde, búsqueda abierta, inacabada,
percibida en este trabajo como apertura. Este borde implica la imposibilidad de atrapar en una
descripción general a los jóvenes del Cine Club, así como también la reconsideración de su
experiencia en la vida como fisura. Lo personal se teje con el film y emerge en la conversación,
para poner en tensión los referentes conceptuales con los cuales se define el mundo juvenil, el
papel y lugar del arte.

89
Por tal razón, un criterio fundamental para sustentar una práctica que reconoce lo ético
político, sería que ésta no se permitiera la definición de una emancipación para ser presentada a
los jóvenes, porque son finalmente ellos quienes comprenden como horizonte en construcción de
qué y cómo se emancipan. Al ser presentada como horizonte se pretende evidenciar la necesidad
de un largo aliento, para que el Joven Frailejón corte los hilos de lo que él siente, limita y
condiciona su opción de vivir. Esto permite aclarar que aunque en el espacio de Cine Club ellos
son visibilizados como sujetos de saber, críticos, con sueños y formas de comprender
particulares, no es allí donde se traza la ruta, ni donde se aclaran todas las opresiones. Solo es un
espacio de conversación de iguales en el cual es posible que se hable de aquello que en lo
cotidiano de la escuela se silencia y oculta.

La propuesta de la realización de cortos de los jóvenes frailejón, presentada en el


anterior capítulo, permite anudar el sentido de retomar los presupuestos del espectador
emancipado que propone Rancière; dado que en el campo del ejercicio artístico –que para este
proyecto se da con relación al ver cine, hablar de cine y contar a través crear cortos– deriva en un
ponerse en el centro de lo que tradicionalmente se ha estipulado como el hacer en el arte. Es
decir, que con la experiencia del Cine Club se configura la intersección que resulta en la
construcción de “nuevas” maneras de intercambio de la palabra y de creación desde un arte, el
cine. Pensar el quién, cómo y dónde es decisorio para comprender la jerarquización que refuerza
la división de lo sensible. Ver, hablar y contar ponen en acción ejercicios de ruptura, que rebasan
las dualidades, pasividad–actividad, causa-efecto. Porque los jóvenes hablan sobre cine desde lo
que ellos son, porque la creación de sus cortos se expone como la habilitación de un espacio
desde el cual se afirma una presencia. Estos síntomas son quizá lo más significativo en cuanto a
las trasgresiones de las divisiones, pues estas mismas se rebasan en la medida que la voz cuenta,
configura su polifonía en las opciones de ver, conversar y crear.

La oportunidad de la emancipación de los presupuestos sobre el arte permiten para la


práctica del Cine Club perder el miedo y asumir el riesgo, de compartir nuestra ignorancia en un
campo, para posibilitar en el contexto de los barrios Libertadores, Tihuaque y Juan Rey una
experiencia con el contenido y generación de sentido que la misma experiencia produce. La

90
emancipación es la oportunidad de trasgredir en la cotidianidad de la vida, las ideas, los
prejuicios, los estereotipos y los roles con los cuales se contienen, como muros simbólicos todas
las expresiones y capacidades de las comunidades.

Aquí deseamos volver a retomar una de las experiencias de creación de cortos, el de


Estifany la joven de 16 años, que presenta los colores de su cabello como los tránsitos por los que
pone en discusión las formas con las que se pretende definir su lugar como mujer, hermana,
estudiante, hija. Esta propuesta de corto nos posibilita evidenciar las formas de resistencia que
esta joven construye desde la fabulación, a partir de una situación de discriminación que vivió en
la escuela. En su corto, el color de cabello va tornándose diferente, y a pesar de ser ella misma es
a la vez, diversidad de personajes con los cuales intenta evidenciar su inconformidad e
incomodidad con los roles con los cuales se pretende mutilar su cuerpo-ser, roles que desde la
perspectiva de la emancipación presentada por Rancière deben ser disueltos, porque los mismos
determinan capacidades y asignaciones que socavan lo múltiple de la experiencia humana.

La historia de su corto surge de una vivencia propia. Un día esta estudiante, decidió
llevar su cabello de color azul al colegio. Este acto suscito que una profesora le llamara la
atención, por tan “horrible” color, asociado según ella con comportamientos de jóvenes
“callejeras”, sin “modales”. La profesora citó a la mamá de la estudiante, a quien le comentó
entre otras cosas que su hija debía mejorar su aspecto personal y su comportamiento, nada acorde
con una “señorita”. Nuestro interés no es entrar en una discusión sobre los presupuestos que
sustenta esta profesora de lo que debe ser una mujer. Sí es nuestro interés ahondar en la
correlación de una experiencia (portar el cabello de un color) con la posibilidad de crear un corto
cuyo tema fundamental es la relación del color de cabello – con estados emocionales y vivencias,
además de su concordancia con la posibilidad de convertir este hecho en parte de un nuevo
relato, que ya no pertenece al marco institucional de la escuela o la familia, dado que también la
mamá de Estifany hizo señalamientos relacionados con cambios “negativos”. Este nuevo relato,
se reincorpora como relato creativo a través de cual asumir defensas, frente a la clausura y
sanción de formas de ser. Porque cuando Estifany presenta su idea, teje con esta presentación un
decir reflexivo, dado que no hay aceptación de los discursos con los cuales se pretenden juzgar,

91
limitar y señalar el comportamiento de una mujer, que no es la simple manifestación de rebeldía
juvenil, es una forma de trastocar los linderos o las divisiones que instauran las instituciones. En
un primer momento Estifany expone sus argumentos frente a la profesora y la mamá, y en el
encuentro del Cine Club defiende de forma simbólica a través de su corto la posibilidad de su
mundo.

Es así, que en el mundo “real” la escuela y la familia, el cabello azul de Estifany genera
tanta incomodidad que refleja el lugar, el papel y la incidencia de los prejuicios en el
funcionamiento de una conjunto de espacios, que hoy, pleno siglo XXI continúan perpetuando
una sociedad clasista, machista, discriminatoria que opera en la vida cotidiana a pesar de los
principios constitucionales, derechos humanos y sentencias que exponen los avances y
transformaciones frente a las libertades civiles.

Este mundo “real” propone especialmente para la escuela, un idea de sujeto del cual se
espera un máximo de docilidad para acoplarse a los esquemas que allí se trazan, por tanto el color
de cabello de Estifany altera el color de la misma, su cabello reta la idea de sujeto de algunos
profesores. Lo difícil es creer que un color de cabello nos permita evidenciar de manera
contundente las pugnas y luchas que se deben librar en distintos espacios de la vida juvenil para
permitir la emergencia de las búsquedas y proyectos con los cuáles ellos se proyectan en el
mundo.

Estifany en el mundo ficcional logra exponer la verdad sobre la experiencia humana, la


mezcla casi imperceptible de irreal- real, el carácter que señala que la vida de la gente que se lee
de acuerdo a un estar empírico; los tiempos de la escuela, cuando trabaja y produce algo,
desconoce el porcentaje acontecimental que implica la experiencia, lo empírico se fija en
presupuestos que trazan una estrecha relación con la realidad, en la medida que es entendido
como concatenación lógica y causal de hechos. Mientras que Estifany al reconstruir este hecho y
agregar otros elementos, inicia una fabulación que le permite, comprender ese hecho, “empírico”
de múltiples maneras, se da una nueva manera de pensar y de exponer lo real. Es preciso aclarar

92
que nuestro encanto por la ficción, esta dado, no por el carácter que define lo ficcional como
falsedad, ni tampoco como la ficción cinematográfica con personajes y hechos de otros mundos.

Nos permitimos comprender lo ficcional en una estrecha unión con las posibilidades de
emancipación para quienes participamos del Cine Club. Porque ficción es el movimiento que
rompe o eclosiona:

• La idea de los jóvenes como pasivos e incapaces, en una condición de minoría de edad,
que nos les permite proponer ni transformar su “realidad”
• La división tajante, los límites establecidos entre maestro que sabe— estudiante
ignorante.
• La creación (cortos) como acción exclusiva de ciertos sujetos, en ciertos lugares.
• La realidad que desvincula la voz de los sujetos portadores de experiencia.
• La linealidad causal que determina la inteligibilidad de los hechos.

La creación (cortos) es mezcla indisoluble entre experiencia y pensamiento, con lo cual se


genera un extrañamiento de lo que acontece ya no como rutina, sino como real-ficcionado; como
lo afirma Rancière, “lo real debe ser ficcionado para ser pensado” (s.f. p. 13). Así los cortos se
convierten en formas de un ver, decir y saber. Entendemos también que las ficciones no son por
esencia positivas, son también el dispositivo de adiestramiento de nuestro tiempo, el universo de
la ficciones circula ahora más que nunca como inherente a la constitución de poderes e intereses.

Los cortos, así como las conversaciones sobre las películas visibilizan lo juvenil como formas de
interrogar y retar la definición de ámbitos institucionales amarrados a temporalidades que no
corresponden a las nuevas realidades. Dado que el conjunto de nuestra práctica está en medio de
una red de relaciones de poderes institucionales, la escuela, la familia y el estado; el Joven
Frailejón se manifiesta a través de un movimiento desequilibrante que no es definitivo, es una
apertura, es un borde desbordante que aspira a contaminar el mundo institucional.

93
Esta contaminación es lo que nos permite comprender que inmersos en ciertas lógicas y
postulados excluyentes, perviven memorias, voces y acciones heterogéneas, que aunque
silenciosas, están presentes. Como en la película Kynodontas, traducida al castellano como
Canino, de Yorgos Lanthimos (2009), que cuenta la historia de una familia que está aislada del
mundo exterior, solo el padre puede salir y entrar libremente. Lo interesante de esta película está
en la forma como se recrea la creación de un mundo. En el cual, el contenido y la definición de
las cosas es distinto a los contenidos de la vida que los circunda, los hijos como materia maleable
viven y creen en ese mundo en ocasiones mordaz e irreal, con comportamientos asociados al
mundo animal, asumen y acatan las reglas que nos dejan perplejos. Empero, este mundo sólido y
ordenado es contaminado por el cine, pues el ingreso de una vigilante cada cierto tiempo en la
casa para satisfacer las necesidades sexuales del hijo, conlleva a que en un momento dado esta
ingrese “ilegalmente” unas películas. Esta contaminación incide en una de las protagonistas,
quien añorando lo desconocido, decide cumplir una de las reglas que su padre pone como
condición para salir, perder uno de sus dientes caninos. La escena en la cual arranca su diente con
un patín y su posterior ocultamiento en el baúl del carro, rompen todas las prefiguraciones, todas
las certezas preconcebidas por el padre.

Esta película nos proporciona las intersecciones entre fabulación, cine y posibilidades
emancipadoras para los jóvenes, en la medida en que las formas de lo real pueden ser,
parafraseando a Zizek (2015) el marco de fantasía fundamental, que como un fondo transparente,
crea el modo en que nos relacionamos con la realidad y al traspasar o trascender ese marco,
podemos construir nuevas formas de ser y estar en el mundo. Pero también, porque los reductos y
las fugas a través de la experiencia de ver cine y pensar la vida en estos términos ofrece caminos,
aperturas o búsquedas hacia algo no definido, como en el final Canino, una total incertidumbre.

En este sentido la emancipación de estos jóvenes es contra el amoldamiento y la docilidad


que quiere imponer el mundo institucional adulto que presenta “lo real” bajo los presupuestos
normalizados en términos de comportamientos heterosexuales, patriarcales, homofóbicos,
sexistas y clasistas. Para nosotros lo ficcional es lo real, es la oportunidad de concebir lo distinto
más allá de los presupuestos de lo normal instaurado a través de la rutina y el tiempo.

94
Los jóvenes frailejón proponen a través de sus cortos opciones del ser, que en ocasiones
son reforzadas con los personajes ficcionales del cine que aprecian, no como falsa identificación,
sino como convergencia de lo sensible; con expresiones que les pertenecen a los jóvenes y cobran
allí un cuerpo y un espacio, que se manifiestan a través del gesto, no circunscrito, o tal vez sí a
una definición, para surfear en las olas de la re-existencia.

Se conjugan varios aspectos con la presencia de los jóvenes en el espacio de esta


experiencia, uno de ellos tiene que ver con el papel del cine en un proyecto que no asigna al cine
la función de clarificar, evidenciar la verdad o lo verdadero de la vida, ni el acercamiento puntual
a los elementos que conforman su arte. No, porque ni verdad ni técnica permiten la fabulación de
la vida. Ya que cada joven puede concebir su lectura, interpretación del relato cinematográfico
porque su mundo y experiencia de vida son los que le permiten redefinir, remodelar, reapropiar
para continuar la fabulación, que no se quiere limitar.

4.2.. La posibilidad crítica en el Joven Frailejón

Para el Joven Frailejón la búsqueda de caminos implica la comprensión paulatina de su


origen, la comprensión del contexto particular en el cual va edificando la conformación de su ser.
Pues el primer camino se podría decir es impuesto, se nace en un país X, en una familia X, en un
barrio particular. La incursión en la vida, está determinada por un marco social de referencia que
va modulando nuestra experiencia. Sin que esto implique un determinismo reduccionista, sí es
importante referenciar tanto las condiciones como los momentos históricos en los cuales
transcurre el devenir de la vida. La mención de lo anterior, tiene que ver con un elemento
fundamental para el desarrollo de una práctica crítica; saber quién eres, qué te hace ser como
eres, por qué actúas, crees o aspiras a lo que aspiras. Para poder establecer que es lo que será
objeto de crítica. Es decir, la crítica de nosotros mismos, la crítica de sí, de formas de actuar y de
asumir la cotidianidad que además está referida a un momento histórico que opera en quien
critica.

95
Es pertinente aclarar que una crítica de nosotros mismos no es posible sin las conexiones
con el territorio, la historia individual y colectiva, los contextos políticos y económicos que
definen momentos y condiciones para generaciones enteras. Por eso diferenciamos la posibilidad
crítica en el Joven Frailejón de la crítica de auto superación o la critica que presenta al individuo
como responsable de su suerte. Intentaremos esbozar las relaciones y momentos que nuestra
practica de Cine Club nos ha permitido evidenciar.

Arranquemos con la crítica que denominaremos cercana, la de nuestro entorno. Iniciamos


con está porque las conversaciones sobre los films habitualmente derivan en la relación que los
chicos hacen de las películas con su entorno. Sin embargo, estas relaciones no surgen desde allí,
desde su barrio o país, se generan a través del recorrido que hacemos con el cine y sus historias.
Salimos de nuestro territorio viajando con la imaginación, nos trasladamos a esos otros lugares y
es cuando se está allí que logramos ver críticamente nuestro espacio. ¿Por qué? Tal vez, porque al
estar en “otro lugar”, el de la historia del film, se permite la incursión de sentimientos con los
cuales la elaboración reflexiva transita por las profundas conexiones que se experimentan con los
personajes y las historias, conexión que no es otra cosa que encuentro o hallazgo de lo que
padecemos o disfrutamos. El ver, el vernos desde otro lugar genera la extrañeza que permite
percibir aquello que no percibimos, quizás por estar inmersos en un funcionamiento mecánico de
la vida.

En el Cine Club se han presentado ciclos con los cuales se hace énfasis en las
problemáticas contemporáneas que permiten a quiénes participan de esta experiencia, ver el
mundo. Mundo cuyas dinámicas económicas, sociales y culturales son reflejadas en un tipo de
cine que las hace visibles, pero que además de ello pueden entrar en diálogo con los chicos que
asisten al cine. Ciclos como de el de territorio y conflicto, control social, diversidad sexual,
conflicto palestino-israelí, jóvenes en Colombia, permiten desde distintos ángulos complejizar los
entramados que inciden desde distintas latitudes en la sobre explotación de recursos, en la lucha
nunca acabada de vivir la diferencia, en la jerarquización social y el refinamiento de las
tecnologías del control.

96
Entonces el acto de ver cine, la conversación sobre este, permiten evidenciar que para ver
cine es importante abrirnos a los problemas y conflictos que operan en el mundo, permitiendo
entender que dichos problemas y conflictos tienen implicaciones en quiénes los padecen, pero
que además, no pueden ser entendidos como particularismos que funcionan por separado. Al
respecto podríamos decir que los ciclos trazan una comprensión de lo cercano, visto en otros
lugares. Los problemas, los conflictos y las luchas, son parte de la comprensión que nos permite
entender cuál es el lugar y las posibilidades de ciertos grupos sociales en los films.

Lo cercano y lo lejano tejen una correlación que deriva en otro momento de la crítica, este
tiene que ver con el papel que cumple cada sujeto en la distribución, jerarquización,
sostenimiento o cambio de un tipo de relaciones, signadas por el efecto cada vez más marcado, de
aceptación voluntaria y naturalizada del estado de cosas. Por ello al ver el mundo a través del
cine, no como un espectador ocioso en plan de divertimento que contempla la destrucción, el
dolor, las luchas sino como sujeto activo que lee en ese mundo su propio mundo, se traza como
diferencia, el papel del cine en nuestra experiencia.

Nos adentramos en la crítica que como sujeto en construcción va haciendo el Joven


Frailejón, relectura de sí, en clave de críticas a su entorno familiar y social. Crítica de la idea
asumida de sí mismo, que es posible con la conversación que se entabla con los personajes de las
películas y lo que estos nos sugieren, al enfrentar adversidades, al asumir roles, al recrear y
alimentar relaciones de poder, estos personajes son los personajes de la vida diaria.

Algo que resulta interesante sobre esta crítica, tiene que ver con la apertura y la
pluralidad, en la medida que la percepción de los personajes y su distintos caracteres ofrecen para
los jóvenes, la opción de pensarse como sujetos múltiples, al asumir la defensa de lo que van
decidiendo ser, pero también por acudir a un espacio de manera voluntaria, haciendo manifiesto
su deseo de algo distinto, al conversar, presentar y exponer su voz, son profundamente críticos,
pues la sociedad que los define como apáticos, desinteresados y carentes de talento pierde su
sustento. En este sentido, la crítica cobra una dimensión para el presente, porque el Joven
Frailejón, experimenta un cambio que es la apertura crítica con la cual intentar ser feliz.

97
Esto quiere decir que la perspectiva crítica parte también del contenido de los films, de los
espacios y personajes que aparecen en ellos y del tipo de conversaciones que entablamos sobre
estos. Aunque nuestra práctica no partió de una pre-concepción de la crítica está si fue fluyendo
a medida que fue aumentando nuestro encuentro en el Cine Club. Pues al reconsiderar gran parte
de los presupuestos con los cuales definíamos a los otros, a nosotros mismos, nuestros roles como
maestras, mujeres, jóvenes, estudiantes, las relaciones jerárquicas, iniciamos la crítica de nosotros
mismos que es la vez la critica de los otros, de la sociedad.

Estableciendo que la enunciación de la crítica no precisa resultados alcanzables, es


ejercicio permanente que busca discutir “la concepción de un individuo al cual se indilga la
obligación de ser gobernado y dejarse gobernar a través una proceso que implica unas
generalidades como también procesos particulares, meticulosos con los cuales se establece una
relación con la verdad” (Foucault, 1995, p. 5) Consideramos que los integrantes de esta práctica
discuten desde su rol las relaciones que definen y sostiene los ejercicios de poder en una escala
especifica, pero que se anudan a relaciones de poder amplias.

Se señala aquí, que como “práctica” se intenta construir lecturas no reductibles ni


enmarcadas en lo que en palabras de Rancière (2010) sería el maestro embrutecedor, que
pretende postular al maestro como el conocedor que entiende el mundo, en una relación directa
con la verdad. No, todo lo contrario, somos sujetos diversos que en un espacio dado entendemos
que el régimen de la verdad opera en todos, y que, al estar en este espacio todos estamos
luchando por la in- servidumbre.

Pero cuándo emerge o se construye la opción de optar por algo que pertenezca
exclusivamente al individuo, no existe esa posibilidad o siempre nos será esquiva en la medida
que siempre seremos con otros, referidos a otros, condicionados por estructuras, en sujeción
permanente de. Tal vez no sea fácil reflexionar al respecto, porque en el camino de la vida y de
la condición humana priman proyectos que no pertenecen a individualidades, pertenecen a grupos
humanos, colectividades que caracterizan momentos y búsquedas de la libertad, la justicia social

98
o aquello genere para ese momento o para ese tiempo la idea de algo distinto. Con ello se plantea
que la comprensión de la sujeción y la estructuración de dicha sujeción, no necesariamente
genera inmovilidad o abnegación-anegación. Ya que a lo largo de nuestra historia se han dado
luchas frontales contra los ejercicios de poder excesivos, contra dictaduras, contra limitaciones o
imposiciones, siempre en cualquier periodo de nuestra historia vamos a encontrar relatos que
circulan de un tiempo a otro, recordando la vigencia de dichas reivindicaciones, que no
pertenecen al pasado y que re circulan o se reeditan en el presente. Es decir, que combatir la
sujeción, puede partir de un individuo pero siempre implica la alianza, la construcción con otros,
porque somos con otros.

Presentamos aquí la singularidad de una experiencia que crea un espacio en el cuál se


realiza una práctica particular, que maneja como antorcha en el laberinto de la verdad, la sujeción
y los estereotipos, la crítica; porque en el escenario institucional de la escuela se da una
experiencia que trata de deslindarse de ella, quizá creando desde esa marginalidad,
comprensiones críticas sobre la misma, es decir, deslizándose hacia un encuentro no
institucionalizado porque sus funciones son nocturnas, en las horas en las que la escuela no
opera. Además porque el cine ha permitido un encuentro des-institucionalizado en la medida que
se da por voluntad tanto de los estudiantes como de los maestros, permitiendo una conversación
horizontal, pero también por poner en el centro de nuestra práctica el cine y las historias que este
nos presenta, permitiendo la reafirmación, la negación, los sentimientos y la deslocalización del
conocimiento, que no porta exclusivamente el maestro, ni se desarrolla en espacios únicos, cosa
que no es novedosa pero que para esta práctica implica no corroborar lo cierto o lo falso y
reconfigurar el uso, la definición y finalidad de los espacios.

En concordancia con Rancière (2010) la crítica presupuesta aquí no es aquella con la cual
se devela una realidad oculta, una realidad contrapuesta al mundo de las apariencias. Los jóvenes
del proyecto intentan moverse hacia formas particulares de sentir, de ver y de decir.
Construyendo unas expresiones juveniles diferentes a las estandarizadas, con las cuales se asocia
al joven con actitudes desinteresadas frente a su vida y contexto, como hijo de una sociedad de
consumo de la cual él es el máximo representante. Digamos que dicha definición sobre los

99
jóvenes es una forma de agrupar, dicha agrupación es portadora de un estereotipo, en este caso
joven de San Cristóbal, al que se le atribuyen ciertos comportamientos, vestimentas, al rotular
joven de San Cristóbal, se da una división en el plano social. Esto permite discutir las
condiciones o atributos que se le asignan al joven de San Cristóbal, es como si se diera una
asignación con la cual se define a un sujeto y sus posibilidades, una suerte de fijación , “ es lo que
yo llamo la división policial de lo sensible: la existencia de una relación “armoniosa” entre una
ocupación y un equipamiento entre el hecho de estar en un tiempo y en un espacio específicos de
ejercer en ellos ocupaciones y de estar dotado de las capacidades de sentir, de decir y de hacer
adecuadas a esas actividades” (Ibíd.pag 46). Los jóvenes del Cine Club representan una voz
portadora de una experiencia que rebasa los atributos que definen y establecen sus posibilidades,
los jóvenes del Cine Club aquí y ahora resuelven cosas, actúan, crean y proponen.

Tanto las películas como la vida de los jóvenes del Cine Club discuten la idea de su
amoldamiento según las imposiciones de los adultos, discuten la carencia cognitiva, discuten la
invisibilidad en el tiempo presente pues se les proyecta como la concreción de un sujeto futuro-
adulto. Por el contrario, es un joven siendo, que dentro de su cotidianidad enfrenta la presunción
de lo que debe ser, al ver cine integra al mundo de su experiencia, personajes, historias para
ficcionar la vida y hablar de sí y su relación con el mundo, esta es la opción critica del Joven
Frailejón. Este espacio anuda cine, experiencia y critica a través de la conversación y creemos
que; “en eso consiste un proceso de subjetivación política: en la acción de capacidades no
contadas que vienen a escindir la unidad de lo dado y la evidencia de lo visible para diseñar una
nueva topografía de lo posible” (Ranciére, 2010 p. 52)

100
BIBLIOGRAFÍA

AGAMBE, G. (1978). Infancia e Historia. Ensayo sobre la destrucción de la experiencia. Torino:


Editorial Einaudi.

BARCENA, F.; LARROSA, J. & MÉLICH C. (2006). Pensar la educación desde la experiencia.
Revista portuguesa de pedagogía , Año 4-1 , 2006 p. 233-259.

BAUDIO, A. (2011) Imágenes y palabras. Escritos sobre cine y teatro. Buenos Aires: Manantial.

BAUMAN, Z. (2000) Modernidad líquida. Fondo de Cultura Económica, 2002

BASSAS VILA, J. (2013) El poder del cine político militante, “de izquierdas”. Entrevista a
Jaques Rancière. En: Cinema Comparative Cinema, Vol. I Núm 2. • p. 9-17.
http://www.ocec.eu/cinemacomparativecinema/pdf/ccc02_esp_entrevistas_ranciere.pdf

BENJAMIN, W. (1936) El narrador, Traducción de Roberto Blatt. Taurus Ed., Madrid 1991

BREA, J. (2005). Estudios Visuales. La Epistemología de la visualidad en la era de la


globalización. Madrid: Akal Estudios Visuales.

DE CERTAU, M. (2000) La invención de lo cotidiano. I. Artes de Hacer. México: Universidad


Iberoamericana, Departamento de Historia. Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de
Occidente.

DEBORD, G. (1967) La sociedad del espectáculo. Pre- textos. Barcelona 2004.

DÉOTTE, J. (2012) ¿Qué es un aparato estético? Benjamin, Lyotard, Rancière. Santiago de


Chile: Metales Pesados.

DELEUZE, G. (1987) ¿Qué es el acto creación? Traducción de Bettina Prezioso En:


http://estafeta-gabrielpulecio.blogspot.com.co/2012/03/gilles-deleuze-que-es-el-acto-de.html

DELEUZE, G. (1969) La lógica del sentido Traducción de Miguel Morey En:


http://www.uruguaypiensa.org.uy/imgnoticias/588.pdf

DEWEY, Jhon. (2004) Experiencia y Educación. Madrid: Biblioteca Nueva.

HERNANDEZ, M & MORALES, V. (2010) Ocio, tiempo libre y animación socio cultural en:
https://cienciayculturafisica.files.wordpress.com/2010/01/invest1ocio.pdf

LAIGNELET, V. (2010) Historia de una Querella. Revista La Tadeo N° 75. En:


https://revistas.utadeo.edu.co/index.php/RLT/article/view/44

101
MAETERLINCK, M. (2014) La Inteligencia de las Flores. Bogotá: Taller de Edición Rocca.

NAPUT, A. (2011). El cine y los fantasmas del siglo XX: La tumba de Alexandre de Chris
Marker. En: Revista Imagofagia – Asociación Argentina de Estudios de Cine y Audiovisual
(ASAECA) No 4 www.asaeca.org/imagofagia

FOUCAULT, M. (1993) ¿Qué es la crítica? [Crítica y Aufklärung]. En: Revista de Filosofía, Nº


11, p. 5-25. http://revistas.um.es/daimon/article/view/7261/7021

RANCIÈRE, J.(s.f) La división de lo sensible. Estética y Política. Traducción: Antonio


Fernández Lerna. En: https://poderesunidosstudio.files.wordpress.com/2009/12/jacques-ranciere-
la-division-de-lo-sensible1.pdf

RANCIÈRE, J. (2010) El espectador emancipado. Buenos Aires: Manantial.

RANCIÈRE, J. (2012) Las distancias en el cine. Buenos Aires: Manantial.

RINCÓN M., H. (2001) La pantalla. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

TARKOVSKI, A. (2013) Esculpir en el Tiempo. Madrid: Ediciones Rialp. S.A.

ZIZEK, S. (2015) Acontecimiento. Madrid: Sexto piso.

PELÍCULAS

ABU-ASSAD, Hany (Director) (2005).Paraiso Ahora. Palestina/Holanda/Francia/Alemania:


Augustus Film, en coproducción con Lama Productions / Razor Film Produktion.

BARBEAU-LAVALETTE, Anaïs (Directora) (2012) Inch’AlaH. Coproducción Canadá-Francia:


micro_scope / ID Unlimited / July August Productions.

BURNAT, Emad; DAVIDI, Guy (Directores) (2011) Cinco cámaras rotas. [Documental].
Palestina: Coproducción Territorios Palestinos-Israel-Francia.

DANIELS, Lee (Director) (2009) Precious [Cinta Cinematográfica]. E.U: Lee Daniels
Entertainment / Smokewood Entertainment Group.

DALDRY, Stephen (Director) (2000) Billy Elliot [Cinta Cinematográfica]. Reino Unido:
Working Title Films / BBC Films / The Arts Council of England

GAMZE E., Deniz. (Director) (2015) Mustang: Belleza Salvaje. [Cinta Cinematográfica].
Francia-Turquía-Alemania: CG Cinéma / Vistamar Filmproduktion / Uhlandfilm / Bam Film.

102
GAVIRIA, Víctor (Director) (1990) Rodrigo D No futuro [Cinta Cinematográfica]. Colombia:
Compañía de Fomento Cinematográfico / FOCINE / Fotoclub-76 / Producciones Tiempos
Modernos

LANTHIMOS, Yorgos. (Director) (2009) Canino [Cinta Cinematográfica]. Grecia: Boo


Productions / Greek Film Center / Horsefly Productions

LEE, Tamahori (Director) (1992) Guerreros de antaño. [Cinta Cinematográfica]. Nueva Zelanda:
Communicado / New Zealand Film Commission / Avalon Studios / New Zealand on Air

MAÑAS, Achero. (Director) (2000) El bola. [Cinta Cinematográfica]. España: Tesela P.C.

RUSSELL, Mulcahy. (Director) (2009) Oraciones por Bobby [Cinta Cinematográfica]. EE.UU:
Sigourney Weaver.

103

Potrebbero piacerti anche