Ricardo Jardón Herrera

A01422732
Ciudadanía
22 de febrero del 2019

La sociedad Dolida, el malestar ciudadano

Este libro me pareció bastante interesante ya que el autor Juan Ramón de la

Fuete narra en su obra la situación de México en la actualidad y la describe como
un malestar ciudadano, dando un diagnostico sobre la misma de la misma forma
que un doctor prescribe los síntomas y llega a un resultado o el origen de ese
malestar.

El malestar comienza con una desconfianza por parte del pueblo, hacia los
gobernantes, ya que no se tiene una relación abierta entre ambos, existe mucha
incertidumbre al hablar de política y las decisiones que se llegan a tomar, las cuales
suelen beneficiar a la minoría y afectan a la mayoría, gracias a estas decisiones la
brecha entre los ricos y pobres crece de manera desmesurada, es por eso que esta
gran masa de personas que se sienten excluidos y sin escuchar han optado por
acercarse a partidos que al ser populistas tocan temas que psicológicamente
hablando han afectado la realidad de estas personas gracias a los otros partidos e
ideas políticas. Sin embargo es importante recalcar que este tipo de situaciones no
solo está aquejando a México, podemos observar que en todo el mundo las
personas están reaccionando ante sus gobiernos por la falta de resultados e interés
hacia ciertos sectores de la población.
Tenemos sociedades decepcionadas y exasperadas, gracias a estos factores tienen
las de ganar ya que representan la gestión de malestares sociales.

Sin embargo podemos observar que los gobernantes cuyo papel es el de cuidar y
procurar el bienestar de los ciudadanos que votaron por ellos están haciendo todo
lo contrario, a nivel nacional, como es el caso de los niños de Veracruz que en lugar
de suministrarles su medicina o quimioterapias les dieron agua destilada a estos
niños que literal lo necesitaban para vivir, a nivel internacional, específicamente con
el prepotente de Donald Trump que en cada rueda de prensa critica a los mexicanos
y nos exhibe frente al mundo como seres inferiores a los norteamericanos entre
otras cosas, sin embargo nuestros gobernantes quienes están encargados de
representarnos y defendernos frente a este tipo de situaciones, están haciendo caso
omiso, y no solo eso sino que el secretario de hacienda invitó a Trump para que
viniera a México sin una previa disculpa publica, debido a que la merecíamos, todo
lo que dijo previo a su visita y después de la misma nos dejó claro que es una
persona que no tiene interés en el país ni su población, excepto por el empresario
Carlos Slim, el cual respondió “El mejor muro que puedes hacer es la creación de
empleos en ambos países”
Necesitamos dejar que esos prejuicios nos sigan afectando como sociedad,
necesitamos crear una imagen fuerte de los mexicanos, ya que lo somos. Somos
una nación multiétnica, diversa, con una enrome riqueza cultural y patrimonial, sin
embargo estamos cansados del régimen pero sobre todo con su clase política.

Pero no solo observamos esta inconformidad hacia los gobernantes por parte del
pueblo debido a su incumplimiento y su falta de compromiso con las personas que
los pusieron en esos puestos, ya que de igual podemos encontrar signos y síntomas
de dolor, rabia, impotencia, frustración y coraje debido a la falta de credibilidad que
tienen los funcionarios, legisladores y jueces, esta falta de credibilidad la podemos
observar en un caso muy peculiar que fue noticia internacional, la desaparición de
43 alumnos de Ayotzinapa, los cuales desaparecieron de la faz de la tierra y el
gobierno no supo dar respuestas concretas a los familiares de estos estudiantes,
los gobernantes son el principio de este malestar ciudadano que se ve reflejado en
las calles.
Necesitamos un cambio apresurado sobre nuestra cultura, tenemos que unirnos ya
que de esta manera seremos más fuertes, que si nos seguimos excluyendo entre
nosotros. Debemos comenzar a aceptar nuestras diferencias individuales que
también las podemos conocer como derechos y garantías individuales. Solo de esta
manera lograremos ver el cambio que deseamos. Si lo que deseamos es construir
una sociedad más solidaria, cosa que nos vendría bien como país, debemos
empezar a reconocer que las diferencias individuales existen, sin embargo estas no
son necesariamente disruptivas.

Bibliografía:
Juan Ramón. (2018). La sociedad dolida, el malestar ciudadano. México:
Grijalbo.