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¿Qué es la Bioética?

Bases teóricas y
objetivos
Una subdisciplina de la ética que estudia el modo en que investigamos con
los seres vivos.

Julia Uliaque Moll

     A lo largo de la historia de la humanidad se han violado en múltiples ocasiones


los derechos humanos, han existido repercusiones negativas y positivas en los avances
científicos de la biomedicina en la vida humana, y se ha priorizado el avance de la sociedad
industrial a costa del daño que se podía generar en los ecosistemas. Como respuesta, a
modo de toma de conciencia, se creó hace unas décadas una nueva área dentro de la
ética general: la bioética.

Como veremos, definir la bioética no es algo sencillo. Existe una gran cantidad de
orientaciones que conforman la bioética, que la nutren para el análisis y resolución de
problemas que han justificado su aparición.

Definición de Bioética
La bioética es una rama de la ética, encargada de proporcionar y examinar los principios de
conducta más adecuados para el ser humano en relación con la vida (vida humana, animal y
vegetal). Entre las múltiples definiciones que existen de la bioética, podemos afirmar que se
trata del estudio sistemático de la conducta humana en el ámbito de las ciencias de la vida y
el cuidado de la salud, examinada a la luz de los valores y de los principios morales.

Debemos aclarar que a diferencia de la ética médica, la bioética no se limita al entorno


médico, sino que aborda múltiples cuestiones (p. ej., medio ambiente y derechos de los
animales).

En síntesis, se trata de la reflexión con carácter ético de los problemas morales de la


sociedad plural contemporánea en la que estamos sumergidos. Sobre todo está centrada en
las profesiones que se inscriben en el ámbito de la salud, como la Psicología Clínica.
Algunos de los temas más conocidos dentro de la bioética aplicada son:

 El aborto y el estado del embrión


 La eutanasia
 La genética y clonación humana
 La investigación y ensayos clínicos
 Medio ambiente y animales (dentro de está área destaca el autor Peter Singer)
 La relación entre médico y paciente
 Donación de órganos
 Tratamiento del dolor

Breve evolución histórica

Se trata de una disciplina relativamente joven, pues tiene menos de medio siglo de
historia. Además, se ha convertido en un área de obligado estudio dentro de la
investigación y la medicina, y a lo largo de los últimos 30 años se ha ampliado su cuerpo de
conocimiento, llegándose a convertir en una de las ramas más actualizadas de la ética.

El autor del origen del término es algo controvertido: unos abogan por el teólogo y filósofo
alemán Fritz Jahr (1927), que utilizó el término Bio-Ethik en un artículo relacionado con la
ética para con las plantas y animales. Otros autores destacan al bioquímico oncólogo Potter,
que en el año 1970 usó el término bio-ethics dentro de un artículo, y un año más tarde
publicó un texto titulado “Bioethics: bridge to the future”.

Pero si algo tenemos que destacar dentro de la historia de la bioética es el Informe Belmont
(1978). Nació a raíz de la National Commission for the Protection of Human Subjects of
Biomedical and Behavioral Research en Estados Unidos, después de los estragos del
conocido experimento Tuskegee (sobre sífilis no tratada en personas afroamericanas). Este
texto recoge los principios o criterios para guiar la investigación con seres humanos en
biomedicina. Hoy en día el Informe Belmont sigue siendo considerado un texto de
referencia para los investigadores.

Grandes principios de la Bioética


A continuación vamos a explicar los cuatro grandes principios de la bioética, propuestos
por Beauchamp y Childress (1979):

1. Autonomía

La autonomía refleja la capacidad de la persona de tomar decisiones sobre uno mismo sin
influencia externa, a su privacidad y autodeterminación. Este principio será susceptible
de no ser aplicado cuando se produzcan situaciones en que la persona no pueda ser
100% autónoma o tenga autonomía reducida (p. ej., estado vegetativo).

La máxima expresión de este principio sería el consentimiento informado del paciente. Es


un derecho del paciente y un deber del profesional que lo atiende. En este sentido, las
preferencias del paciente y sus valores deben ser reconocidos y respetados. En Psicología
también se aplica este principio, y siempre se debe obtener el consentimiento informado de
los pacientes, sean adultos o niños (a través de sus progenitores o tutores legales).

2. Beneficencia

Es la obligación y deber del profesional de actuar en beneficio al paciente u a otros. Se


pretende promover los intereses legítimos del paciente y suprimir al máximo sus prejuicios.
Sería como “hacer lo mejor para el paciente”.

El problema que surge de este principio es que a veces se promueve el beneficio del
paciente pero sin tener en cuenta su opinión (p. ej., el médico posee una formación y
conocimientos que el paciente no tiene, por lo que el médico decide libremente lo que más
le conviene a la persona). Es decir, en estos casos se prescinde de la opinión del paciente o
enfermo por su falta de conocimientos.

El principio de beneficencia depende del de autonomía, sería como hacer el bien que el
paciente consiente o solicita.

3. Justicia

Este principio busca la igualdad y reducir la discriminación por razón ideológica,


social, cultural, económica, de raza, género, orientación sexual, etcétera. Se reconoce
que todas las personas tienen derecho a los beneficios de la medicina, o la psicología, por
ejemplo. Se busca proporcionar a todos los pacientes la misma calidad, atención y servicios
en todas las intervenciones.

En la psicología, por ejemplo, no se aceptan discriminaciones ni prejuicios de ningún tipo.

Este principio es aplicado de forma cualitativamente distinta en función de los países. Por
ejemplo, en Estados Unidos los cuidados médicos se basan en seguros contratados con
compañías privadas, por lo que sí podría existir discriminación por razones económicas. En
España, la asistencia sanitaria es gratuita y universal, basada en un principio de necesidad.

4. No maleficencia

Este principio se basa en la abstención de realizar actos intencionadamente dañinos a la


persona. Es decir, no perjudicar injustificadamente o de forma innecesaria al otro. En
algunas disciplinas este principio puede ser interpretado con matices, por ejemplo:

En medicina, a veces las actuaciones médicas generan daño en el paciente pero el fin es
obtener su bienestar (p. ej., una intervención quirúrgica). En Psicología, pedirle al paciente
que se exponga de forma sistemática y gradual a situaciones que generan ansiedad, miedo,
enfado, etcétera, puede suponer un daño o un dolor para el mismo, pero el objetivo final es
su bienestar psicológico y la superación de los problemas.
Existen otras consideraciones en este principio: el profesional se debe comprometer a
tener una formación fundamentada en conocimientos sólidos y científicos, debe
actualizar sus conocimientos (basados en la evidencia y no en pseudociencias) de forma
permanente para ejercer a nivel profesional, y debe investigar sobre tratamientos o terapias
nuevas con el fin de mejorar y ofrecer a sus pacientes la mejor atención.

Como dice el código deontológico de psicólogos, “sin perjuicio de la legítima diversidad


de teorías, escuelas y métodos, el/la Psicólogo/a no utilizará medios o procedimientos que
no se hallen suficientemente contrastados, dentro de los límites del conocimiento científico
vigente. En el caso de investigaciones para poner a prueba técnicas o instrumentos nuevos,
todavía no contrastados, lo hará saber así a sus clientes antes de su utilización” (...) “
Forma parte de su trabajo el esfuerzo continuado de actualización de su competencia
profesional”.

Referencias: https://psicologiaymente.com/salud/bioetica

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