IMPORTANCIA DE LA PLANIFICACION ESTRATEGICA ORGANIZACIONAL E

IDENTIFICACIÓN DE LOS RIESGOS EN LAS EMPRESAS

En la actualidad se presenta grandes oportunidades para las empresas, las cuales

deben estar a la vanguardia con su entorno, adelantarse al futuro y renovarse
constantemente para ser viables, rentables y competitivas en esta época de
globalización es decir, de cambios acelerados a todos los niveles, afectando en
mayor o menor grado a todos los sectores económicos. A su vez, este proceso
dinámico producido principalmente por la sociedad, y que ha abierto sus puertas a
la revolución informática, llegando a un nivel considerable de liberalización y
democratización en su cultura política, en su ordenamiento jurídico y económico
nacional, y en sus relaciones nacionales e internacionales.

Dado lo anterior, es imprescindible para las organizaciones contar con la

participación y el compromiso de todos los trabajadores, además de tomar
conciencia de que hoy no se trata de dirigir a los seres humanos, sino de dirigir
con los seres humanos. Partiendo de la premisa de que todo el personal debe
conocer hacia dónde va, qué persigue, con qué cuenta y cómo alcanzar lo que se
propone. A partir de estos cambios las organizaciones están exigiendo a los
directivos ser más proactivos, planificar, y evaluar a diario sus competencias,
aunado a una retroalimentación y monitoreo del entorno y especialmente del
mercado, desarrollando con ello una visión estratégica que los sitúa en mejor
oportunidad para optimizar las nuevas oportunidades, por consiguiente lograr un
sinergia de restructuración y cambios organizativo, que permitan reducir los costes
de producción y aumentar los beneficios.

De acuerdo con Stonner la administración estratégica es el “Proceso de

administración que entraña que la organización prepare planes estratégicos y,
después, actúe conforme a ellos". Es decir, que formule, implemente y evalué
decisiones que permitan a la organización alcanzar sus objetivos.

Dado que la inestabilidad de los procesos de producción, económicos y culturales

a nivel mundial se muestra como una invariante que atribuye la necesidad de
instaurar nuevos modelos de gestión que hagan más necesario el factor humano
en los diferentes ámbitos de la vida social. Por lo tanto, nuevos valores,
estructuras y relaciones que favorezcan el cumplimiento de su misión en la
sociedad. Se debe prestar especial atención a los órdenes de la gestión, con el fin
de consolidar la mejora gradual de los procesos que desarrollan, más aún cuando
en la actualidad todas las actividades que realizan se enfrentan de forma
permanente a una serie de amenazas y riesgos, lo cual las hace altamente
vulnerables y compromete su estabilidad y hasta su supervivencia.

De allí la importancia y necesidad de gestionar adecuadamente los riesgos en el

proceso de planificación estratégica, y a traves de ellos demostrar su valor como
elemento fundamental para el aseguramiento de la calidad y la obtención de
resultados e impactos que le otorgan valor agregado a la organización.

Por consiguiente, contar con una estrategia bien fundamentada es una condición
necesaria de la dirección estratégica para la calidad, es encontrar la orientación
correcta de la empresa con relación a su entorno. No se puede pensar en la
implementación y menos aún en el control, si no se diseña la estrategia a través
de un proceso de calidad para concebir y poner de relieve en ella los elementos
más importantes y prioritarios para el desarrollo futuro de la empresa. Es por esto
que la calidad es un elemento importante en el proceso de planificación
estratégica, asimismo el riesgo puede tener una o más causas y, si se produce,
uno o más impactos.

Existen distintos tipos de riesgos. Los conocidos son aquellos que han sido
identificados y analizados y es posible planificar las acciones necesarias para
afrontarlos, y los desconocidos son aquellos con los que no puede trabajarse de
forma proactiva. Los riesgos pueden detectarse tanto en el proceso mismo del
diseño de la estrategia, como en su posterior implementación y control.

Finalmente, la planeación estratégica como proceso de gestión deberá intervenir y

crear dinámicas de diagnóstico y evaluación estratégica, con el objetivo de saber
qué tanto se aproximan sus resultados a lo proyectado inicialmente y dónde están
las fallas, las dificultades o los retos y de qué manera pueden solventarse para
obtener mayor eficiencia y resultados óptimos.
De igual manera, el llegar a conocer estos resultados podemos anticipar los
posibles problemas que puedan surgir, aunque existen riesgos que no se pueden
prever pero si mitigar su impacto, del conocimiento que se tenga del riesgo se
puede identificar una oportunidad para una nueva estrategia que aporte beneficios
a la empresa.
 BIBLIOGRAFIA

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