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Importante:
• Previo
a
realizar
el
examen
abdominal,
evaluar
el
vaciamiento
vesical
para
facilitar
dicho
examen.
• La
distensión
vesical
dificulta
palpar
adecuadamente
el
abdomen
de
la
persona.
Además,
se
debe
preguntar
por
zonas
de
dolor,
para
dejarlas
al
final
del
examen.
• Si
se
comienza
por
las
zonas
dolorosas,
se
produce
resistencia
muscular
lo
que
entorpece
el
resto
del
examen
abdominal.
• La
valoración
del
abdomen
se
inicia
evaluando
la
piel,
con
la
técnica
de
observación.
Antes
de
usar
el
estetoscopio,
preocuparse
de
calentar
el
diafragma.
• Cabe
destacar
que
se
facilita
la
palpación
abdominal
si
la
persona
flexiona
las
extremidades
inferiores.
Se
produce
relajación
de
la
musculatura.
• Cuando
termine
la
valoración
abdominal
superficial,
continúe
con
una
palpación
más
profunda,
identificando
zonas
de
dolor
no
precisadas,
presencia
de
masas,
diástasis
de
rectos
anteriores,
hernias
y
distensión
vesical.
En
este
caso
las
técnicas
usadas
son
la
auscultación,
palpación
y
percusión.
Procedimiento:
En
el
abdomen
se
ubican
distintas
vísceras,
entre
las
que
destacan
el
hígado
y
vías
biliares,
gran
parte
del
tubo
digestivo;
el
bazo;
riñones,
uréteres,
vejiga;
glándulas
suprarrenales;
además,
en
la
mujer:
útero,
trompas
de
Falopio
y
ovarios
y,
en
el
hombre,
la
próstata.
Cada
una
de
estas
estructuras
tiene
una
ubicación
y
tamaño,
desempeña
funciones
y
es
fuente
de
alteraciones
y
enfermedades.
El
detalle
conviene
revisarlo
en
textos
de
anatomía
y
fisiopatología.
Referencias anatómicas:
• el apéndice xifoides
• el ombligo
Se
trazan
dos
líneas
imaginarias
perpendiculares
que
pasan
por
el
ombligo.
De
esta
forma
se
delimitan
cuatro
cuadrantes:
• superior derecho
• superior izquierdo
• inferior derecho
• inferior izquierdo
División
del
abdomen
en
nueve
sectores:
Se
trazan
dos
líneas
verticales
y
dos
horizontales.
Las
dos
primeras
son
la
continuación
de
las
líneas
medioclaviculares
que
se
prolongan
hacia
abajo
hasta
los
lados
del
pubis.
De
las
dos
líneas
horizontales,
una
pasa
por
el
reborde
costal
(aproximadamente
la
10ª
costilla),
y
la
otra
pasa
por
las
crestas
ilíacas
ántero-‐superiores.
Se
constituyen
así
nueve
sectores
(entre
paréntesis
se
indican
las
estructuras
intra-‐abdominales
que
se
ubican
en
esos
sectores):
-‐
hipocondrio
derecho
(lóbulo
hepático
derecho,
vesícula
biliar,
parte
del
riñón
derecho,
glándula
suprarrenal,
ángulo
hepático
del
colon).
-‐
epigastrio
(estómago,
duodeno,
páncreas,
parte
del
hígado,
aorta,
vena
cava
inferior)
-‐
hipocondrio
izquierdo
(bazo,
cola
del
páncreas,
ángulo
esplénico
del
colon,
polo
superior
del
riñón
izquierdo,
glándula
suprarrenal)
-‐
flanco
derecho
(parte
del
riñón
derecho
y
del
colon
ascendente)
-‐
región
umbilical
(porción
inferior
del
duodeno,
intestino
delgado,
aorta,
vena
cava
inferior
-‐flanco
izquierdo
(parte
del
riñón
izquierdo
y
del
colon
descendente)
Inspección.
• cicatrices
• hernias
• latidos
• los
movimientos
respiratorios:
lo
normal
es
que
con
la
inspiración
se
produzca
un
abombamiento
del
epigastrio
al
descender
el
diafragma.
En
algunas
insuficiencias
respiratorias,
el
diafragma
no
se
contrae
y
es
arrastrado
hacia
el
tórax
en
la
inspiración,
con
lo
que
el
abdomen
en
vez
de
“abombarse”
se
deprime:
esto
se
conoce
como
respiración
paradojal.
La
forma
del
abdomen
puede
ser
diferente.
Esto
depende
de
la
edad,
de
la
relación
entre
el
peso
y
la
talla,
de
la
constitución
del
cuerpo,
de
lo
atleta
o
sedentaria
que
sea
la
persona
y
de
alteraciones
que
puedan
existir:
tumores,
ascitis,
meteorismo
(gas
aumentado
en
el
intestino).
Normalmente
tiene
una
forma
redondeada
o
plana.
En
personas
delgadas
y
en
decúbito
dorsal
se
aprecia
un
abdomen
excavado
(escafoide
o
cóncavo).
Si
se
aprecia
abultado
se
habla
de
un
abdomen
globuloso
o
prominente.
Cuando
en
decúbito
supino
el
abdomen
impresiona
que
se
"rebalsa"
hacia
los
lados
se
le
llama
en
alforjas;
si
estando
de
pie,
se
aprecia
un
gran
pliegue
que
cuelga
del
hemiabdomen
inferior
se
llama
en
delantal.
La
presencia
de
tumores
o
masas
es
otra
importante
observación.
Algo
parecido,
pero
localizado
en
el
hipogastrio,
ocurre
con
una
vejiga
distendida
que
no
puede
vaciarse
(globo
vesical).
En
ocasiones
se
ven
estrías
de
distensión
que
corresponden
a
rotura
de
fibras
elásticas
de
la
piel.
Se
encuentran
en
los
flancos
y
partes
bajas
del
abdomen.
El
ombligo
normalmente
es
umbilicado
(hundido)
o
plano.
Una
onfalitis
es
una
inflamación
del
ombligo
que
se
manifiesta
por
enrojecimiento
y
secreción.
La
distribución
del
vello
pubiano
es
diferente
en
el
hombre
que
en
la
mujer.
En
el
primero
tiene
una
distribución
romboidal,
llegando
hasta
el
ombligo.
En
la
mujer
es
de
tipo
triangular
(ginecoide),
sin
extensión
del
vello
hacia
el
obligo.
Auscultación.
Lo
que
se
trata
de
auscultar
son
ruidos
que
derivan
de
la
movilidad
del
intestino
y
posibles
soplos
vasculares.
Se
efectúa
antes
de
la
percusión
y
la
palpación
ya
que
éstas
pueden
alterar
los
ruidos
intestinales
o
ruidos
hidroaéreos.
La
auscultación
debe
ser
metódica
y
cubrir
los
distintos
cuadrantes
del
abdomen.
Otros ruidos que se pueden auscultar son soplos por flujos turbulentos dentro de las arterias:
En
mujeres
embarazadas
se
pueden
auscultar
los
latidos
cardíacos
fetales
a
partir
de
las
16
a
18
semanas.
Se
escuchan
mejor
con
una
corneta
especial
que
usan
los
obstetras
y
matronas
o
mediante
dispositivos
con
amplificación.
Percusión.
Normalmente
al
percutir
el
abdomen
se
escuchan
ruidos
sonoros
que
reflejan
el
contenido
de
aire
en
el
tubo
digestivo.
Frente
a
un
abdomen
distendido,
la
percusión
puede
ayudar
a
diferenciar
si
la
distensión
es
por
acumulación
de
gas
(meteorismo)
Palpación.
Se
comienza
efectuando
una
palpación
superficial
mediante
la
cual
se
buscan
puntos
dolorosos
y
se
evalúa
si
la
pared
abdominal
es
depresible.
Cuando
existe
resistencia
muscular,
puede
ser
voluntaria
o
involuntaria.
En
el
primer
caso
puede
deberse
a
tensión
nerviosa,
temor
a
sentir
dolor,
frío
o
cosquillas.
Es
necesario
tranquilizar
al
paciente
y
solicitarle
que
se
relaje.
El
examinador
debe
poner
su
antebrazo
y
mano
en
posición
horizontal,
y
los
dedos
van
examinando
ejerciendo
una
presión
suave
y
uniforme.
Se
recorre
el
abdomen
en
todos
sus
cuadrantes
teniendo
presente
qué
se
puede
llegar
a
palpar
en
cada
sector
de
acuerdo
a
la
anatomía
normal.
A
continuación
se
efectúan
una
palpación
profunda
mediante
la
cual
se
identifican
con
más
detalles
las
estructuras
intraabdominales.
Es
frecuente
que
se
pueda
desencadenar
una
molestia
al
presionar
sobre
el
ciego,
colon
sigmoides
o
la
aorta.
Si
se
repite
la
palpación
con
más
cuidado
es
posible
que
la
molestia
no
ocurra.
La
palpación
profunda
se
puede
efectuar
con
una
o
las
dos
manos.
En
esto
influye
mucho
la
experiencia
que
el
examinador
se
haya
ido
formando
y
finalmente
lo
que
a
él
le
resulte
mejor.
Un
examinador
delicado
trata
de
provocar
el
menor
dolor
posible,
sin
perder
información
necesaria
para
el
diagnóstico.
• localización
• tamaño
• forma
• consistencia
Hígado:
El
hígado
se
ubica
preferentemente
en
la
región
del
hipocondrio
derecho,
pero
su
lóbulo
izquierdo
se
proyecta
al
epigastrio.
• su límite superior
• el borde inferior
• la
proyección
hepática
(o
sea,
la
distancia
entre
el
límite
superior
y
el
borde
inferior,
lo
que
da
una
idea
de
su
tamaño)
Determinación
del
límite
superior
del
hígado:
se
efectúa
fundamentalmente
mediante
percusión.
Se
percute
a
nivel
de
la
línea
medio
clavicular,
desde
los
pulmones
(área
sonora)
hacia
el
hígado.
En
el
punto
que
el
sonido
cambia
de
sonoro
a
mate
se
ubica
el
límite
superior
del
hígado.
Esa
ubicación
se
precisa
contando
el
estacio
intercostal
correspondiente
partiendo
desde
el
segundo
espacio
intercostal
(que
está
a
la
altura
del
ángulo
de
Louis)
hacia
abajo.
Lo
normal
es
que
esté
a
nivel
del
quinto
espacio
intercostal
derecho,
en
la
línea
medio
clavicular.
De
lo
anterior
se
puede
ver
que
el
hígado
en
contacto
con
la
pared
abdominal
da
una
“matidez”.
Este
signo
podría
no
encontrarse
si
se
interpone
un
asa
de
colon
entre
el
hígado
y
la
pared.
También
se
pierde
la
“matidez
hepática”
en
cuadros
de
pneumoperitoneo
en
que
entre
aire
a
la
cavidad
peritoneal
(por
ejemplo,
en
una
perforación
gástrica
o
intestinal).
Determinación
del
borde
inferior
del
hígado:
se
efectúa
mediante
la
palpación.
Estando
el
paciente
en
decúbito
dorsal,
se
va
con
la
mano
al
encuentro
del
borde
inferior
al
momento
que
el
paciente
efectúa
una
inspiración.
Algunas
personas
prefieren
palpar
con
la
punta
de
sus
dedos,
con
la
mano
en
dirección
al
tórax.
Otros
lo
hacen
"enganchando"
el
borde
inferior
con
la
mano
en
dirección
al
abdomen
y
los
dedos
flectados.
Conviene
partir
palpando
unos
cuantos
centímetros
por
abajo
del
reborde
costal
e
ir
subiendo
hasta
lograr
sentir
el
borde
inferior
(si
el
hígado
fuera
muy
grande
y
no
se
palpó
suficientemente
bajo,
podría
no
captarse
el
borde
inferior).
Al
mismo
tiempo
de
palpar
el
borde
inferior
del
hígado
se
aprovecha
de
precisar
otras
características:
Se
logra
palpar
en
personas
de
contextura
delgada
o
cuando
está
muy
dilatada.
Lo
que
es
más
frecuente
es
sentir
un
latido
en
la
región
del
epigastrio.
El
diámetro
normal
de
la
aorta
no
supera
los
3
cm
(en
promedio,
2,5
cm).
Para
delimitar
su
diámetro
se
palpa
primero
la
aorta
por
un
borde
y
luego
por
el
otro,
o
con
las
dos
manos
se
aprecia
la
distancia
de
un
borde
al
otro.
Esta
pesquisa
es
más
importante
en
personas
mayores
de
50
años
ya
que
con
los
años
aumenta
la
posibilidad
de
encontrar
un
aneurisma.
Si
se
sospecha
un
problema
de
este
tipo,
conviene
solicitar
una
ecotomografía
para
definir
mejor
las
características
de
la
aorta.
Una
de
las
partes
que
con
alguna
frecuencia
no
son
examinadas
bien
son
las
regiones
inguinales
porque
se
despeja
el
abdomen
solamente
hasta
ese
nivel.
Con
esto
se
pueden
escapar
del
examen
físico
alteraciones
como
las
hernias
y
adenopatías
de
esta
región.
1. Inspección: evaluar aumento de volumen, eritema o deformación de cada articulación
Luego
de
haber
evaluado
cada
articulación
en
forma
individual,
se
debe
elaborar
un
patrón
de
compromiso
basado
en
los
siguientes
elementos:
Movimientos
• Abducción: Elevación activa de brazos con rango normal de 180º
• Aducción : 50º
• Flexión: 180º
• Extensión: 50º
Examen
del
codo
Inspección:
se
aprecia
una
concavidad
entre
el
olecranon
y
el
epicóndilo
lateral.
Cuando
hay
derrame
articular
desaparece
la
concavidad
apreciándose
un
abultamiento,
que
a
la
palpación
es
fluctuante
y
sensible.
Movimientos:
Evaluar
rangos
de
movilidad
con
el
paciente
sentado
en
la
camilla
con
los
brazos
colgando
al
lado
del
cuerpo:
• flexión: 145°
• extensión: 0º respecto a la vertical. Más de -‐10° se denomina hiperextensión
• pronación y supinación
Muñeca
• Flexión: 60-‐90°
• Extensión: 60-‐90°
Manos
Inspección:
evaluar
aumentos
de
volumen
y
deformaciones
articulares.
También
el
aspecto
de
la
musculatura
(músculos
interóseos).
• Nódulos de Heberden: aumento de volumen duro (engrosamiento óseo) en IFD
• Nódulos de Bouchard: aumento de volumen duro (engrosamiento óseo) en IFP
Palpación:
el
examinador
debe
tomar
cada
articulación
entre
el
dedo
pulgar
e
índice
de
una
mano
y,
en
el
sentido
transversal,
hacer
lo
mismo
con
la
otra
mano.
De
este
modo,
si
existe
derrame
articular,
al
presionar
en
un
sentido,
se
produce
un
abombamiento
en
el
sentido
transversal,
y
viceversa.
Movimientos:
• extensión: 0°
Cadera
o flexión:
hasta
90º
con
la
rodilla
extendida
y
120º
con
la
rodilla
flexionada.
Rango
disminuye
con
la
edad
o rotación
interna:
con
la
cadera
y
rodilla
flectada
en
90°,
se
rota
hasta
30º
(pie
hacia
lateral)
o rotación
externa:
con
la
cadera
y
rodilla
flectada
en
90°,
se
rota
hasta
60
(pie
hacia
medial)
Inspección:
evaluar
aumento
de
volumen
de
las
rodillas
y
asimetría.
Evaluar
estado
del
cuadríceps
(la
atrofia
hace
sospechar
patología
crónica
de
la
rodilla).
Observar
alineación
de
la
extremidad
inferior.
Las
piernas
arqueadas
que
forman
un
ángulo
en
la
rodilla,
como
los
vaqueros,
constituyen
un
genu
varo;
si
el
ángulo
es
en
sentido
contrario,
o
sea,
las
rodillas
se
tocan
y
las
piernas
se
separan,
se
llama
genu
valgo.
• Signo
del
témpano:
con
ambos
dedos
índices
comprimir
la
rótula
hacia
la
articulación
femorotibial
y
sentir
si
hay
rebote,
como
si
la
rótula
estuviera
"flotando"
• Signo
de
la
ola:
con
el
dorso
de
la
mano
se
comprime
el
fondo
de
saco
de
un
lado
de
la
rodilla,
y
se
observa
abombamiento
contralateral.
Movimientos
o Flexión: 135°
2.
Al
evaluar
rangos
de
movimientos,
buscar
presencia
de
crujidos
articulares
(que
pueden
ser
audibles
o
palparse),
y
serían
manifestación
de
una
artrosis.
• pie plano: arco longitudinal caído Se ve mejor con el paciente de pie.
• dedos
en
martillo:
hiperextensión
de
la
articulación
metatarsofalángica
con
una
flexión
de
la
interfalángica
proximal.
Es
frecuente
que
en
el
sitio
de
roce
con
el
zapato,
en
el
dorso
del
nudillo,
se
forme
una
callosidad.
• callosidades: engrosamientos no dolorosos, frecuentes en la planta en arco anterior.
Movimientos: Paciente acostado en decúbito supino, evaluar rangos de movilidad normal:
• Flexión: 15°
• Extensión: 55°
Movilidad
• Evaluar rangos de movilidad de la columna cervical con el paciente sentado o de pie.
• Rotación: 60-‐90°
• Flexión: 60-‐90°
• Extensión:60-‐90°
• Expansión
torácica:
se
mide
con
huincha
a
la
altura
del
apéndice
xifoides.
Debe
ser
mayor
a
5
cms.
• Evaluar rangos de movilidad de columna lumbar con el paciente de pie
• Flexión:
con
las
rodillas
extendidas,
la
punta
de
los
dedos
de
las
manos
debe
llegar
más
debajo
de
la
línea
de
las
rodilla
• Extensión: 30°
EXAMEN ARTERIAL
Dado
el
carácter
pulsátil
y
superficial
de
muchos
de
los
vasos
arteriales,
es
posible
un
examen
exhaustivo
de
ellos
en
las
4
extremidades.
La
inspección
permite
apreciar
la
perfusión
en
las
extremidades
a
través
de
la
coloración
de
la
piel
(rosada,
pálida
o
cianótica).
La
palpación
es
fundamental
no
sólo
para
el
estudio
de
las
características
del
pulso
arterial
(frecuencia,
ritmo,
amplitud),
sino
para
determinar
si
existe
o
no
una
obstrucción
arterial.
Las
arterias
tienen
paredes
elásticas
que
con
los
años
se
va
tornando
más
rígida,
incluso
puede
sufrir
calcificación,
lo
que
las
hace
incompresibles
y
difícil
de
palpar.
La
amplitud
de
los
pulsos
se
gradúa
en
cruces
desde
0
(ausente),
hasta
4
(amplitud
normal).
Los
pulsos
subclavio,
axilar,
humeral,
radial
y
cubital
son
todos
palpables.
Desde
el
punto
de
vista
semiológico,
interesa
precisar
si
los
arcos
palmares
y
dorsal
en
los
que
desembocan
las
arterias
radial
y
cubital,
se
encuentran
permeables.
La
continuidad
de
los
arcos
arteriales
de
la
mano
se
puede
determinar
con
la
maniobra
de
Allen,
que
consiste
en
la
compresión
de
las
arterias
radial
y
cubital
en
la
muñeca
con
la
mano
cerrada.
Luego
se
libera
la
compresión
de
una
de
las
2
arterias
al
extender
la
mano,
observándo
el
tiempo
de
llenado
capilar
de
la
palma
y
dedos.
La
maniobra
se
repite
posteriormente
ocluyendo
el
pulso
cubital.
El
llene
capilar
se
retarda
si
una
de
las
2
arterias
no
completa
el
arco,
estándo
la
otra
comprimida
durante
la
prueba.
En
la
pelvis
se
reconocen
las
arterias
ilíacas.
En
las
extremidades
inferiores
se
palpan
los
pulsos
femorales
comunes,
popliteo,
tibial
anterior
y
pedio.
La
palpación
de
un
frémito
sobre
el
trayecto
de
una
arteria
es
sinónimo
de
turrbulencia,
fenómeno
asociado
a
estrechez
del
lumen
(estenosis)
severa
o
a
cortocircuito
arteriovenoso.
La
auscultación
de
los
trayectos
arteriales
busca
la
existencia
de
soplos,
habitualmente
sistólicos,
que
traducen
turbulencia
asociada
a
estenosis.
Este
hallazgo
es
de
especial
significado
en
el
área
submandidular
del
cuello,
donde
se
ubica
la
bifurcación
carotídea,
por
las
implicancias
que
una
estenosis
de
este
vaso
puede
tener
sobre
la
irrigación
cerebral.
EXAMEN VENOSO
Las
venas
superficiales
son
normalmente
visibles
bajo
la
piel
en
la
4
extremidades,
especialmente
en
el
dorso
de
manos
y
pies,
En
el
resto
de
la
extremidad
se
aprecian
fácilmente
en
personas
delgadas
y
de
piel
clara.
La
dilatación
y
elongación
venosa
(ver
Várices)
puede
ocurrir
en
cualquier
sitio,
sin
embargo
es
típico
en
las
extremidades
inferiores.
Su
examen
debe
ser
practicado
en
pocisión
de
pie,
para
permitir
el
mejor
llenado,
facilitado
por
la
presión
hidrostática
Una
zona
enrojecida
y
dolorosa
puede
ser
manifestación
de
inflamación
aguda
secundaria
a
trombosis
venosa
superficial.
La
palpación
de
un
cordón
indurado
en
relación
con
un
paquete
varicoso,
o
a
veces
en
relación
a
una
vena
previamente
normal,
es
sugerente
de
flebitis
superficial.
Procedimiento:
Examen Ginecológico:
Procedimiento: