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FUNDACIÓN MAPFRE 2009


Presidente del Patronato INSTITUTO DE CULTURA
José Manuel Martínez Martínez
Presidente
Presidente de la Comisión Directiva Alberto Manzano Martos
Filomeno Mira Candel
Director General
Director Pablo Jiménez Burillo
José Luis Catalinas Calleja
Director General Adjunto
Daniel Restrepo Manrique

CONSEJO ASESOR

Presidente
Alberto Manzano Martos

Vocales
Manuel Alcántara
Gonzalo Anes y Álvarez de Castrillón
Venancio Blanco Martín
Valeriano Bozal Fernández
Eugenio Carmona Mato
Estrella de Diego Otero
Juan Fernández-Layos Rubio
Julián Grau Santos
Pablo Jiménez Burillo
Carlos Malamud Rikles
Ignacio de Medina y Fernández de Córdoba
Antonio Mingote Barrachina
Leandro Navarro Ungría
Daniel Restrepo Manrique
(Secretario no vocal)

Miembros de Honor
Matías Díaz Padrón
Luis García Berlanga
Marcial Loncán Alonso
Antonio López García
Rafael de Penagos
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Fundación MAPFRE 2009

Con la presentación en Madrid de los collages originales de Une semaine de bonté realizados por Max
Ernst, la FUNDACIÓN MAPFRE profundiza en su interés por las obras en papel.
Se trata de obras que permiten niveles muy diferentes de lectura. Como espectadores, podemos com-
partir la labor de seleccionar, cortar y pegar imágenes, ajustando fragmentos de la realidad impresa, y
adentrarnos de la mano del artista en su universo onírico. Cada detalle de cualquiera de los collages contiene
tal cantidad de información que, cada vez que nos acercamos a uno de ellos, descubrimos un nuevo aspec-
to que nos permite redefinir las obsesiones y el discurso del artista.
Max Ernst realizó estos collages en 1933 con la intención de publicarlos en forma de novela –Une semaine
de bonté–, justo en un momento en que, con la subida de Hitler al poder, Europa afrontaba el desafío del
totalitarismo. Algunos de sus sueños, pero, sobre todo, sus peores pesadillas se plasmaron en estas obras, de
las que no estuvo ausente el sentimiento oscuro y premonitorio que invadía el continente. Como Shakespeare,
trabajó en el ámbito de los instintos y las emociones primarias. Un ímpetu violento e intenso recorre su obra,
con la intención de sembrar el desasosiego en el observador. Une semaine de bonté supone la culminación de
la novela-collage; con ella se establece el canon; es, desde el momento de su publicación, un referente inelu-
dible para cualquier artista que se acerque al género. En los collages de Max Ernst, inocuas ilustraciones de folle-
tín dan lugar a composiciones vibrantes, plenas de tensión; en las manos del artista, el gusto decorativo de las
ilustraciones decimonónicas genera un discurso propio y totalmente ajeno a su contexto original.
Hasta el año 2008, la serie de collages de Une semaine de bonté sólo fue mostrada en su totalidad en la
exposición que tuvo lugar en 1936, y precisamente en Madrid, en el Museo Nacional de Arte Moderno. Desde
entonces ha sido conservada por su propietario, el coleccionista Daniel Filipacchi, al que agradecemos de mane-
ra muy especial que haya incluido a la FUNDACIÓN MAPFRE en un periplo expositivo que abarca algunas de las
instituciones museísticas más importantes de Europa: empezó en el Albertina de Viena, continuó en el Max
Ernst Museum de Brühl y la Kunsthalle de Hamburgo, y concluirá este verano en el Musée d’Orsay, en París.
También queremos hacer extensivo nuestro agradecimiento a Werner Spies, comisario de la muestra.
Para la FUNDACIÓN MAPFRE es un honor volver a exponer en Madrid esta serie de collages con los que Max
Ernst logra una de las obras más importantes del surrealismo, plasmando el complejo y delirante imagina-
rio de un movimiento que lideró y al que nutrió con su presencia, desbordante creatividad y talento.

Alberto Manzano Martos. Presidente del Instituto de Cultura - FUNDACIÓN MAPFRE

2-5 Vanguardia y tradición Pablo Jiménez Burillo

6-25 Max Ernst: Una semana de bondad Mercedes Rivas

26-28 Cronología

30 Sobre el catálogo

31 Un acercamiento bibliográfico

32-33 Max Ernst en la red

34-37 Glosario

38-39 Pieza de toque Paula Susaeta Cucalón


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Vanguardia y tradición
Pablo Jiménez Burillo

En nuestra apreciación del arte contemporáneo tal vez haya pesado demasiado
todo aquello que tiene que ver con los aspectos que marcan la ruptura con el
pasado y con el afán de novedad. La historia del arte de vanguardia, entendida
como una sucesión de movimientos en una dirección de progreso, no sólo ha sido
siempre tremendamente sugerente, sino que también ha servido para estructurar
las manifestaciones artísticas.

Sin embargo, cada vez abundan más las exposiciones y los plan-
teamientos que intentan una lectura de la vanguardia desde la
tradición. La idea del clasicismo de la vanguardia y de lo simultá-
neamente clásico y moderno no nos es en absoluto extraña.
En esta exposición presentamos los collages originales de Une
semaine de bonté, que Max Ernst realizó durante el verano de 1933
y que hasta el año pasado se expusieron por primera y única vez
en Madrid en 1936, justo en los albores de la Guerra Civil españo-
la. Desde aquella fecha habían permanecido ocultos al público has-
ta que en 2008 el Albertina de Viena los volvió a mostrar.
Si hay una forma de hacer arte que realmente se identifica con
el siglo XX y con el mundo en el que vivimos, seguramente es la
del collage. Nos transmite el sentimiento y la evidencia del fragmento:
la idea de vivir, de ser un fragmento en un mundo de fragmen-
tos. Frente a las visiones armónicas y globalizadoras del pasado, la
visión fragmentaria del mundo moderno. No es sólo que el colla-
ge encarne la absoluta emancipación del arte respecto a su papel
de reproductor de las imágenes de la realidad, sino que también
Max Ernst en 1933
expresa el carácter, la sustancia de su momento.
Anna Riwkin / Moderna Museet Stockholm. Entre la irreverencia, el sentido del humor y la voluntad de jugar
Moderna Museet, Estocolmo con elementos cargados de trascendencia, Max Ernst estructuró su
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Collage de Una semana de bondad, “El agua”, 1933

collage, lápiz, gouache

22 x 15,2 cm

semaine de bonté siguiendo el orden de los días de la semana, de Grabados que se mueven y utilizan los clichés y los estereotipos
domingo a sábado, y estableciendo una liturgia de colores que, rela- de la representación decimonónica. Son imágenes que se inscriben
cionados con un tema determinado, desafiaban a todo tipo de poder en un momento concreto de la ilustración gráfica, sintetizando los
y a las convenciones sociales de la época. lugares comunes y los puntos de vista de la pintura del siglo XIX. Una
Este juego de libertades empieza al elegir el universo gráfico manera de representar la realidad, o un tipo de realidad, que, por
con el que expresarse, las imágenes con las que construir su obra. natural, Max Ernst emplea como un lenguaje básico con el que com-
Max Ernst no juega con las del día, con las que definían su actuali- poner su nuevo imaginario.
dad; no utiliza, por ejemplo, periódicos o revistas, como tampoco Y es que no es una mala idea la de pensar en la vanguardia del
recurre a las prestigiosas imágenes del pasado. Trabaja, en cam- siglo XX, en general, como en una reutilización de las bases, de los
bio, con humildes grabados pensados para ilustrar novelas de gran principios y de los tópicos del siglo XIX . ¿Qué sería, por ejemplo,
consumo. del surrealismo sin la tradición simbolista?
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Los collages que hoy presentamos tienen mucho de toda esta de convicción aún mayor, y que otorga a las imágenes mayor fuerza
relectura y tienen también toda la fuerza, toda la intensidad y toda y trascendencia: algo que las sitúa en las antípodas de una ocurrencia
la vibración de las obras mayores del arte del siglo XX. casual.
Une semaine de bonté no es en modo alguno un ejercicio más No es el azar lo que guía la mano del artista, o no sólo el azar;
de la vanguardia, ni un desarrollo de los principios sobre los que se no sólo la voluntad creadora o el afán de cierta trascendencia; su
asienta el surrealismo. Es, por el contrario, una obra determinante impulso es como el de la vida, ese otro gran collage en el que todo
en sí misma, una de las obras más importantes del siglo, que se vale se une y se superpone.
por sí y que en sí tiene todo lo que necesita para su grandeza. Y es que, seguramente, una de las cosas más emocionantes de
Pero Une semaine de bonté también nos sorprende hoy por su estas obras es que, con su iconografía tan propia del siglo XIX, con esa
belleza formal. Para empezar, por la delicadeza de su ejecución; mezcla de candidez y perversidad, tan de los primeros años del siglo
Max Ernst se esforzó para que realmente el resultado del collage XX, conservan intacto un soplo de vida que todavía hoy nos conmueve.

fuera la creación de una obra nueva y que, para ello, quedaran pocas
huellas visibles del proceso. Hay, efectivamente, una minuciosidad Pablo Jiménez Burillo . Director general del Instituto

en la elaboración, un empeño, que confiere al conjunto un poder de Cultura - FUNDACIÓN MAPFRE

Collage de Una semana de

bondad, “El agua”, 1933

15,5 x 12,1 cm

collage, lápiz, gouache


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Recorrido

Max Ernst:
Una semana de bondad
Mercedes Rivas

Hay que servirse de lo banal para crear lo fantástico.


Max Ernst

Después de recorrer los museos de otras ciudades europeas –el


Albertina de Viena y el Kunsthalle de Hamburgo–, llega a Madrid,
gracias a la FUNDACIÓN MAPFRE, una muestra excepcional procedente de
la colección de Daniel Filipacchi y la Fundación Isidore Ducasse de
Nueva York: la serie completa de collages originales de Une semaine
de bonté ou les septs éléments capitaux, realizados por Max Ernst
en 1933, un año antes de que fuera publicada en París como la ter-
cera y última de sus novelas-collage.
La presencia de estas piezas en el Madrid del siglo XXI nos permi-
te, por otro lado, rememorar la primera exhibición de estas obras a
nivel mundial en el ambiente prebélico de marzo y abril de 1936. El
Museo Nacional de Arte Moderno, situado en el edificio de la Biblio-
Collage de Una semana de bondad,
teca Nacional, mostró los 184 collages originales, de los que dos eran
“Primer poema visible”, 1933
inéditos; se censuraron cinco láminas por “razones especiales”, se anun-
17,5 x 11,8 cm ció, y es que todas atentaban contra la ortodoxia católica, como la que
collage, lápiz, gouache presenta a una mujer crucificada –se excluyeron las numeradas 11, 12,
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Collage de Una semana de bondad Collage de Una semana de bondad,

“El león de Belfort” , 1933 “El león de Belfort, 1933”

14,3 x 11,2 cm. collage, lápiz, gouache 20 x 14 cm. collage, lápiz, gouache

26 y 35 del primer cuaderno y la 16 del ter- La recepción de crítica y público ante estas
cer cuaderno–. La exposición adquiría pleno estampas rebosantes de surrealismo hace más
sentido dentro de los objetivos del director de setenta años fue dispar pero no
del museo, Juan de la Encina, de marcar la indiferente
visibilidad de España en el circuito interna-
cional como emisora y receptora de las nue-
vas tendencias artísticas. El crítico Manuel
Abril firmó el folleto que acompañó a la cambio, sedujeron a Dionisio Ridruejo, su talento de una forma natural, espontá-
exposición. La recepción de crítica y público como recrea en sus memorias, que coinci- nea, y gracias a los sucesivos hallazgos que
ante estas estampas rebosantes de surrea- dió con Pablo Neruda en la muestra: “Res- realiza a lo largo de su vida, la mayoría
lismo hace más de setenta años fue dispar baló la atención de todos por todos, ante casuales, para poder expresar su impulso
pero no indiferente, y causaba un gran los interesantes e imantadores objetos creador. Los primeros pasos artísticos los
impacto la visita a la que sería para muchos surrealistas del pintor, que Neruda conocía daría dentro de la familia, junto a su padre,
su primer contacto con una obra surrealis- ya sin que parecieran interesarle mucho. pintor vocacional que le enseñó nociones
ta. La crónica de ABC los calificaba de edi- A mí me fascinaron. Era la primera expo- básicas y algo más. Cuenta en sus Notas para
ción superrealista de disparates, jugando con sición surrealista que veía en vivo”. una biografía que Philip Ernst ejercitaba sus
el título de la obra de Goya: “El ‘arte’ de Max dotes pintando “con mucha aplicación y algu-
Ernst es distinto; más que arte, es simple De dadamax al surrealismo na ingenuidad” y que solía copiar obras clá-
ingenio pour épater. Pero bueno es con- sicas de tema religioso tomándose algunas
templar este nuevo artículo de exportación, La formación pictórica de Ernst fue vario- libertades: “Daba a los paganos y los répro-
que el ingenio gordo alemán lanza al pinta y poco dada a ser encauzada por nin- bos las facciones de filósofos ateos, como
ambiente internacional de los snobs”. En guna disciplina, se puede decir que desarrolló Nietzsche o Schopenhauer, o protestantes
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collage de Una semana de bondad, collage de Una semana de bondad,

“El león de Belfort”, 1933 “El león de Belfort”

17,9 x 14,3 cm. collage, lápiz, gouache 15,9 x 12,9 cm. collage, lápiz, gouache

La formación pictórica de Ernst fue variopinta Tras su paso por la Facultad de Letras de

y poco dada a ser encauzada por ninguna la Universidad de Bonn, donde estudió las

disciplina: desarrolló su talento de una forma asignaturas que le atraían sin propósito de

natural, espontánea obtener un título o capacitarse para una


profesión –Filología Clásica, Filosofía, Psico-
logía e Historia del Arte–, Ernst comienza su
acercamiento al mundo del arte a través
notorios, como Lutero y Calvino, y el ros- de mi padre se ha animado a tomar la deci- de Auguste Macke (1887-1914) y su círculo de
tro de los miembros de su familia o de sus sión de evadirme de los conventos del surrea- amigos de “la joven Renania”, unidos por
amigos personales a los santos y a los ánge- lismo ortodoxo”. el ansia de saber, de libertad y de absolu-
les”. Es decir, el artista sin pretensiones que Esta libertad para manipular realidades to. En estos primeros años Jean (Hans) Arp
era su padre iba más allá del calco fiel al sus- –objetos y materiales– previas para confe- (1886-1966) sería una de las presencias más
tituir los rostros de los originales de forma rirles un sentido y una nueva identidad influyentes en su carrera; movidos por una
simbólica o anecdótica por personajes cono- –siempre frágil y oscilante– y la euforia que agitación común en busca de un concepto
cidos o familiares, y creaba una suerte de siente en el trance de la creación están nuevo de arte que no habría de llegar del
pastiche que, sin proponérselo, auguraba en la base de toda su obra, y su paso por expresionismo que representaba Macke y el
procedimientos que serían habituales a par- los distintos movimientos de vanguardia Jinete Azul. Juntos recorrerían el estallido
tir del surrealismo o de la trayectoria artís- –expresionismo, dadaísmo o surrealismo– dadaísta en Alemania y la transgresión
tica de su propio hijo. En una entrevista de los realiza con ese bagaje y ese principio cre- surrealista en Francia. Pero antes tendrían
1969 todavía recordaba la libertad que le ador que no se dejaría dominar por ningu- que afrontar la catástrofe de la Primera Gue-
brindó este aprendizaje paterno: “Proba- na disciplina, contrario, como solía afirmar, rra Mundial, que les llevó por caminos total-
blemente el alegre lápiz salido del bolsillo a someterse a ninguna. mente separados: mientras Arp escapó a
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Cuando Max Ernst crea sus de anatomía o paleontológicas; separadas monológicos, y se marcha a París, donde
primeros collages , son las piezas del conjunto, se decía que halla- vivirá con una identidad falsa –Jean Paris–
obras que parten de ba un “placer maligno” en eliminar de su durante el periodo de entreguerras. Con
catálogos y memoria el conjunto para armar uno nuevo pocos medios de subsistencia, sin embargo
enciclopedias, manuales con las piezas pegadas: “Lo absurdo de su pudo presenciar con asiento preferente el
de ciencia popular, acumulación confundía la mirada y todos los nacimiento del surrealismo –el Manifiesto
escenas de viajes, sentidos, provocaba alucinaciones, daba a del surrealismo de Breton se publica en
láminas de anatomía o los objetos representados significaciones 1924– e ir fraguando su personalísima obra
paleontológicas nuevas y en rápida metamorfosis”. Es tam- con criterios originales que terminarían sien-
bién entonces cuando realiza su primera do asumidos como surrealistas por la pro-
exposición en París, Exposición Dadá. Max ximidad de sus planteamientos. Su situación
Ernst (1921); en su presentación André Bre- cambia en 1925: un contrato temporal con
Francia, Max Ernst fue llamado a filas al prin- ton comentaba que en los collages del artis- el coleccionista y escritor Jacques Viot le per-
cipio de la contienda. Tiempo después con- ta el objeto exterior rompía con su campo mite centrarse en su carrera. Ese año hace
fesaba que fueron cuatro años sin vida, de habitual, sus partes constituyentes se eman- un hallazgo que cambiará por completo su
los que volvería “como un joven decidido cipaban de él mismo, a fin de establecer forma de trabajo: el frottage –grattage des-
a descubrir el mito de su época”. relaciones totalmente nuevas con otros ele- pués, cuando lo aplica a la pintura–, una téc-
Su fuerte sentimiento antibelicista hizo mentos, escapando del principio de reali- nica casi escolar (frotar un papel con un lápiz
que se uniera a otros jóvenes que, como él, dad. Sacado de contexto, el objeto recibe blando o carboncillo contra una superficie
compartían su pacifismo y percibían la estu- una carga semántica inédita que lo sitúa con relieve) que el autor había entrevisto
pidez del nacionalismo, su necesidad de un ante una nueva vida o, como se ha dicho, en su infancia, y que sería el medio para
cambio radical, de hacer tabla rasa con todo “se sirve del mundo circundante para minar explorar sus facultades visionarias y conju-
y romper todas las reglas y no someterse a el mundo circundante”. rar ese complejo de virginidad ante el lien-
las leyes, de acabar con los prejuicios y las Como presagiando su propia realidad, zo en blanco, que reconocía haber sentido
censuras, de empezar de nuevo, desde el Ernst comprende que debe salir de su con- durante toda su vida. Desde siempre había
principio. Son estos los motivos que hacen texto para emprender esa tarea de socavar intentado evitar ese vértigo por dibujar el
surgir, hacia 1916, el movimiento Dadá en lo establecido, de disolver los lenguajes primer trazo trabajando con un material
Zúrich con el impulso del poeta y ensayista
rumano Tristan Tzara (1896-1963) y otros
artistas que se habían refugiado en la ciu-
dad suiza huyendo de la guerra, como el pro-
pio Arp, y que se reunían en torno al Caba-
ret Voltaire. Acabada la guerra, el dadaísmo
llega a Colonia gracias a la amistad de Arp
y Ernst, instalado entonces en la ciudad
renana, y del malogrado artista Johannes-
Theodor Baargeld. Los tres fueron los pro-
motores de una de las muestras más des-
afiantes y revolucionarias del grupo en 1920:
Dada Ausstellung. Dada Vorfrühling (Expo-
sición Dadá. Temprana primavera Dadá),
toda una performance precursora en la que
nuestro autor firmaba como “dadatex maxi-
mus” y “dadamax ernst” y a la que califica
como “un relámpago en un cielo despeja-
do”. Es en esta época cuando Max Ernst crea
sus primeros collages, son obras que parten “Rome”, collage para el capítulo 9

de catálogos y enciclopedias, manuales de de La femme 100 têtes, París,

ciencia popular, escenas de viajes, láminas Éditions du Carrefour, 1929


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preexistente, como los collages sobre pin- imagen más potente era la que poseía el más Aunque la creación de
tura, pero con el frottage daría con una fór- alto grado de arbitrariedad. El método exi- collages se encuentra
mula propia. gía rapidez, Ernst se dejaba llevar por las desde su paso por el
De este descubrimiento habla larga- imágenes que quedaban grabadas, super- dadaísmo, a finales de la
mente en Más allá de la pintura (1936), uno poniéndose entre sí, al frotar el lápiz sobre década del veinte los
de sus textos teóricos más intensos y reve- maderas y otras materias en distintas posi- aborda con nuevos
ladores: “El procedimiento del frottage, al ciones. Las figuras que veía eran “cabezas planteamientos, más
no basarse sino en la intensificación de la humanas, animales diversos, una batalla que encaminados a una
excitabilidad de las facultades del espíritu termina en amor [...], rocas, el mar y la noche, producción a mayor escala
a través de medios técnicos apropiados, terremotos...”; compone de esta forma una
excluir toda guía mental consciente (de serie de piezas que reúne en Histoire natu-
razón, de gusto o de moral) y reducir al míni- relle, cuya publicación en 1926 le pone por
mo la participación activa de quien ante- primera vez en contacto con la galerista y del veinte los aborda con nuevos plantea-
riormente era llamado ‘el autor’ de la obra, editora Jeanne Bucher. mientos, más encaminados a una producción
no tardó en revelarse como el verdadero a mayor escala. Llega el momento de las nove-
equivalente de lo que conocía ya con la Si las plumas hacen el plumaje, las-collage, un género absolutamente origi-
denominación de escritura automática. la cola no hace el collage nal de Max Ernst con el que sistematiza su
Como un espectador, el autor asiste, indi- actividad creativa al darle continuidad a los
ferente o apasionado, al nacimiento de su Su obra va llenándose de motivos, como collages, y que se presta a desarrollar la narra-
obra”. Es decir, el frottage supondría su con- las flores y los pájaros, mientras sigue inda- tividad visual y textual de una historia, ade-
tribución formal al movimiento liderado por gando en los lenguajes artísticos. Entre 1929 más de poder ofrecer su obra a un sector de
André Breton, quien había proclamado al y 1933 produce óleos de gran formato pin- público más amplio.
automatismo la esencia de todo surrealis- tados con las técnicas del frottage, del grat- En varios de sus textos teóricos el propio
mo: “Automatismo psíquico puro por cuyo tage y del collage, pero éstos ahora van a con- autor atribuye al collage varias interpreta-
medio se intenta expresar verbalmente, por cretarse en un formato diferente. Aunque ciones: “Es algo parecido a la alquimia de
escrito o de cualquier otro modo el funcio- la creación de collages se encuentra desde su la imagen visual. EL MILAGRO DE LA TRANSFIGU-

namiento real del pensamiento”, donde la paso por el dadaísmo, a finales de la década RACIÓN TOTAL DE LOS SERES Y OBJETOS CON O SIN CODI-

FICACIÓN DE SU ASPECTO FÍSICO O ANATÓMICO”, dice


en Más allá de la pintura. Y más adelante
insiste en la misma idea: “Podría definirse

Entwurf für ein como un compuesto alquímico de dos o más


elementos heterogéneos, resultantes de su
Ausstellungsplakat, 1921
aproximación inesperada, debida a una
Galleria Civica d'Arte Moderna
voluntad orientada –por amor a la clarivi-
e Contemporanea, Turín
dencia– hacia la confusión sistemática y la
alteración de todos los sentidos o al azar,
una voluntad que favorezca el azar”. Para
adornar su visión del collage, Ernst recurre
a la repetida cita de Lautréamont que tan-
to se ha asociado al surrealismo y a los cadá-
veres exquisitos; dice ser “hermoso como el
encuentro fortuito en una mesa de disección
de una máquina de coser y un paraguas”.
Efectivamente, el collage de Ernst guarda
una íntima relación con las tesis de André
Breton y así los mecanismos del collage pro-
ducirían un “extrañamiento sistemático”
que podrían profetizar el fin del principio
de identidad o su disolución.
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Según comenta Werner Spies, amigo del Comparable al crimen perfecto, el collage
artista y gran especialista en su obra, el autor intenta dificultar el hallazgo de indicios y
trabajaba con tijeras pequeñas para perfilar hasta pretende que se descarte la idea de la
con precisión los contornos de los fragmen- actuación de tijeras y cuchillas
tos recortados, que a veces eran de tamaño
diminuto, porque una de las cosas que más le Las novelas-collage de Max Ernst siempre el mismo: láminas procedentes de
importaba era lograr la uniformidad de los novelas ilustradas, en distintos formatos, que
elementos; por eso a veces introducía peque- La unión de texto y collage para una utilizaban el grabado en madera o xilogra-
ñas correcciones a lápiz o pluma o añadía publicación tenía en su trayectoria prece- fía para reproducir las imágenes. Este anti-
líneas y algunas vistas en perspectiva para dentes en las dos colaboraciones de 1922 guo procedimiento se había recuperado en
aumentar la sensación de profundidad. Cuen- con su amigo Paul Éluard: Répétitions y Les el siglo XIX y mejorado gracias a la elección
ta Spies que Max Ernst le invitaba a tocar los malheurs des immortels. En Répétitions, de maderas más duras que permitían una
collages con la punta de los dedos, para des- Éluard había elegido diez collages de Ernst mejor definición de las líneas del dibujo.
cifrarlos, como si fuera escritura braille, pues para un libro de poemas; en el segundo, Se convirtió en una herramienta funda-
sólo de esa forma podían notarse los desni- en cambio, los veinte textos habían sido mental para la impresión en un momento de
veles y superposiciones del material. Le inte- compuestos por ambos inspirándose en sen- efervescencia de publicaciones periódicas
resaba obtener una imagen acabada en sí dos collages del artista. Estos libros gozaron de todo tipo: literarias, científicas, revistas
misma e inteligible: “Comparable al crimen de una gran aceptación en el grupo surrea- de moda y variedades, enciclopedias, folle-
perfecto, el collage intenta dificultar el lista como, entre otros, Luis Buñuel y Sal- tos políticos, o novelas por entregas y nove-
hallazgo de indicios y hasta pretende que vador Dalí. Max Ernst retoma esta idea en las ilustradas. La xilografía fue el medio de
se descarte la idea de la actuación de tije- 1929 y concibe su elaboración como un todo acercar al gran público imágenes elocuen-
ras y cuchillas. Para alcanzar este objetivo, se donde texto e imagen se integran en la mis- tes de hábiles dibujantes, como Gustave
borran todas las huellas que permitan inferir ma dimensión; existe ahora un propósito de Doré, en ediciones de grandes tiradas. Pero
la conclusión de que se trata realmente de un ficción a través de secuencias de viñetas y cuando Ernst compone sus novelas-collage,
collage”. De esta forma, gracias a un traba- una idea motriz que va articulando palabras el grabado en madera era una técnica en
jo meticuloso, artesanal y profundamente e imágenes. Nos encontraríamos ante colla- desuso que había sido desplazada por nue-
selectivo, la ilusión óptica final es un tram- ges narrativos. vas formas de impresión, como el offset, acti-
pantojo visual de una nueva realidad, se ha En los tres trabajos editados entre 1929 vidad en la que el propio autor había tra-
forjado un mundo paralelo y enigmático. y 1934 el material gráfico de partida es bajado al acabar la Primera Guerra Mundial.
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Las novelas- collage de Max Ernst gozaron entrar en el Carmelo); se trataba de 79 colla-
de una gran aceptación en el grupo ges con sus leyendas y una introducción que
surrealista como, entre otros, Luis Buñuel resume la historia de una muchacha de die-
y Salvador Dalí ciséis años, violada en la infancia, que acep-
ta sufrir toda clase de humillaciones en su
Frente al proceso compositivo de la verbal que sólo podemos descifrar de una deseo de entregarse a Dios.
novela ilustrada, en la que el dibujante se forma consecutiva. Mediante estas obras Ernst desafía al
inspira en el texto para dar una idea gene- La primera novela-collage de Max Ernst lector-observador del momento, habitua-
ralizada de lo que se lee, Ernst nos enfren- en ser publicada fue La femme 100 têtes (La do a narraciones trilladas y convencionales,
ta ante una asociación incoherente entre mujer 100 cabezas) a cargo de Éditions du por medio de unas historias que acaecen en
imágenes y texto –reducido a lemas y leyen- Carrefour en 1929; contenía 148 collages con entornos semejantes pero alterados y con
das ilustrativas–, cuando no a una ausencia leyendas de ilustraciones y un aviso al lector un ritmo sincopado que incumple las reglas
total de palabras depositando la respon- de André Breton que hablaba de “un ale- del relato tradicional. En un estudio recien-
sabilidad narrativa en el collage. La semán- gato romántico a favor del sueño y la sobre- te, Juan Antonio Ramírez indica que el
tica de los collages está determinada por la rrealidad”. Refería el milagroso nacimiento autor utiliza críticamente el material de par-
lámina que utiliza como base y los frag- de un hombre completo que atraviesa dis- tida: sus novelas visuales “son un eco de
mentos superpuestos. El sentido de cada tintas etapas –la infancia, el descubrimien- cosas aparentemente muy conocidas que
elemento, al ser aislado, se conserva sólo to del sexo– y afronta aventuras funestas parecen escucharse en un espacio donde
parcialmente y se suma o amalgama a los –motines, naufragios– hasta que en el últi- sólo cabe la subversión”. Pero al presenciar
otros elementos añadidos. El parecido físi- mo capítulo se reproduce el nacimiento. estas obras, se siente también un desaso-
co entre los diversos recortes era un requi- Dicho así podría tratarse de una novela de siego y una inquietud por el proceso de
sito básico para dar una idea de fusión; por aventuras o una novela bizantina donde el extrañamiento que está bajo las costuras
eso, el número de novelas ilustradas que protagonista es sometido a infinitud de invisibles del collage. La crítica, la subver-
surten de grabados a Max Ernst no es muy pruebas, pero los saltos de escenas, las imá- sión o la parodia, que han sido determi-
elevado, en su mayoría datan de finales del genes chocantes o las elipsis exigen de un nantes en tantas revoluciones artísticas,
siglo XIX . La sintaxis visual consigue ofre- lector activo que pueda suplir lo que no ve. están y van más allá, como un arco que
cer un significado simultáneo –sea o no A finales de 1930 aparecía en la misma edi- apuntara en dos direcciones hacia el arte
comprensible bajo la lógica de la razón– y torial Rêve d’une petite fille qui voulut entrer y hacia la misma sociedad de la que mana
salva así una de las barreras del lenguaje au Carmel (Sueño de una niña que quiso para desestabilizarla.

Cubierta de Répétitions, de Paul Éluard,

París, Au Sans Pareil, 1922,

con la reproducción de un collage

de Max Ernst

“Les moutons”, 1921, collage para

Répétitions, de Paul Éluard, París,

Au Sans Pareil, 1922

Frontispicio y portada de Les malheurs

des immortels, de Paul Éluard y Max Ernst,

París, Librairie Six, 1922


14 cuaderno[ 38

Collage de Una semana de bondad,

“El león de Belfort”, 1933

19,8 x 14,8 cm

collage, lápiz, gouache

Una semana de bondad frottage y firmados por el artista; era un en los originales. Las láminas no llevaban
o los siete elementos capitales tipo de edición especial, propio de galeris- leyendas de ilustraciones y se reproduje-
ta, mientras que con Una semana de bon- ron a doble página. Se imprimieron 800
La publicación de Une semaine de bon- dad se pretendía llegar a un sector de públi- ejemplares –más dieciséis ediciones de lujo
té (Una semana de bondad) se realiza gra- co más amplio. en papel especial para grabado–, en tamaño
cias al interés de la galerista Jeanne Bucher Fueron 182 las láminas publicadas en holandesa (280 x 225 mm), entre el 15 de abril
y a la mediación de Roland Penrose, pin- 1934 y existían dos collages originales más y el 1 de diciembre. Estaba previsto que apa-
tor y amigo de Max Ernst que contribuyó para llegar a los 184 que componen esta recieran siete cuadernos, pero ante el esca-
económicamente en la última fase de la edi- muestra. El formato de los collages, como so número de ventas de los cuatro prime-
ción. Bucher había publicado en 1926 las 34 se puede observar, era variable pero fue uni- ros, Bucher le propone al autor reunir en un
fototipias de Histoire naturelle, una carpe- ficado para la edición, por lo que desapa- quinto volumen los cuadernos restantes y
ta de dibujos realizados con la técnica del recían las firmas del grabador que sí se ven Ernst acepta. Cada entrega se encuadernó en
15 cuaderno[ 38

Collage de Una semana de bondad,

“El león de Belfort”, 1933

22,8 x 15,4 cm

collage, lápiz, gouache

un color diferente –púrpura, verde, rojo, Tercer cuaderno. Rojo. Martes. Elemen- Esta distribución en siete secciones es la
azul y amarillo–, que se guardaban en un to: El fuego. Ejemplo: La corte del dragón. que orienta el recorrido de nuestra exposición.
estuche de cartoné gris. La portada conte- Cuarto cuaderno. Azul. Miércoles. Ele- El nivel referencial de la novela es percepti-
nía el título general de la obra y el de cada mento: La sangre. Ejemplo: Edipo. ble ya en el título: Una semana de bondad o
cuaderno, que se organiza en torno a un Quinto cuaderno. Amarillo. Jueves. Ele- los siete elementos capitales induce a pensar
modelo fijo con leves alteraciones en la mento: El negro. Ejemplos: La risa del gallo en los siete días de la Creación y en los siete
entrega final: el día de la semana, un ele- y la isla de Pascua. pecados capitales, una identificación altamente
mento esencial y un ejemplo. Quinto cuaderno. Amarillo. Viernes. Ele- irónica que excluiría el paraíso por la presen-
Primer cuaderno. Púrpura. Domingo. Ele- mento: La vista. Ejemplo: El interior de la vista. cia inicial del pecado. Aun antes, la organiza-
mento: El barro. Ejemplo: El león de Belfort. Quinto cuaderno. Amarillo. Sábado. Ele- ción de la novela en cuadernos con portadas
Segundo cuaderno. Verde. Lunes. Ele- mento: Desconocido. Ejemplo: La llave de de diferentes colores está inspirada en el famo-
mento: El agua. Ejemplo: El agua. los cantos. so poema de las vocales de Rimbaud: “¡Yo
16 cuaderno[ 38

inventé el color de las vocales! A negro, E blan- sentido paródico, por cuanto desvía el senti- Una semana de bondad. Se trataba de nove-
co, I rojo, O azul, U verde”. Las alusiones lite- do original para expresar algo distinto, cali- las que se habían publicado como libros ilus-
rarias, a diferenciar de la base gráfica sobre ficable incluso de pastiche satírico. trados en las últimas décadas del siglo XIX :

la que trabaja, son constantes y una mirada El número de libros que utilizó Max Martyre de Alphonse D’Ennery; Mam’zelle
fugaz a las imágenes nos llevaría a recordar Ernst para los collages se reduce a unos Misère de Pierre Decourcelles; Les trois
a autores de novelas góticas como Maturin y cuantos títulos, se conjetura que tenía ejem- majors de Lucien Huard; La femme du mort,
su personaje de Melmoth el errabundo, a escri- plares únicos hallados de manera fortuita La grande Iza, Iza, Lolotte et compagnie
tores románticos como Eugène Sue o Edgar en librerías de viejo, como sucedió con el de Alexis Bouvier; Drácula de Bram Stoker;
Allan Poe, a postrománticos y decadentistas Paradise Lost de Milton en la versión ilus- Les damnées de Paris de Jules Mary; tam-
como el marqués de Sade y Octave Mirbeau, trada por Gustave Doré, que compró en bién usó algunos folletines publicados en
entre otros. Esto convierte a Una semana de Milán, cerca del castillo medieval de Vigo- Le Petit Journal o en el semanario L’Ouvrier;
bondad en una red de intertextos, pese al leno, adonde había sido invitado a veranear y recabó muchas tramas de las Mémoires de
limitado uso que hace de las palabras, de y donde compuso el cuaderno tercero de Monsieur Claude, redactadas por Antoine

Collage de Una semana de bondad,

“La risa del gallo”, 1933

15,8 x 13 cm

collage, lápiz, gouache


17 cuaderno[ 39
38

Claude, jefe de policía de la Sureté a media- imágenes de torturas, apariciones fantas- las series de collages. El espacio físico se lo
dos del XIX , mezcla de historia policíaca y males, textos que son, como menciona Spies, proporcionan sobre todo los grabados pro-
novela de aventuras. Puede decirse que esta compilaciones de atrocidades: “Algunas cedentes de los dibujantes con menos pre-
clase de libros eran materiales raros, de esca- novelas recapitulaban el repertorio com- tensiones artísticas; funcionan como el esce-
sa distribución, en contraste con la enorme pleto del espanto. Los lugares comunes dra- nario y el decorado para que Max Ernst
popularidad de la que gozaron en el momen- máticos se correspondían con expresiones ejecute sobre ellos su teatro de variedades.
to de salir al mercado por haber sido impre- faciales codificadas, una fisonomía estable- A veces su intervención en la lámina se limi-
sos con una técnica anticuada. Ernst efectúa cida de la maldad y de lo repulsivo, y la cons- ta a la inclusión de figuras que suspende en
una nueva selección al preferir relatos folle- tante repetición de gestos estereotipados. la escena, los hace rotar o los coloca del
tinescos de naturaleza truculenta y rocam- Se podría hablar de un itinerario temático revés e incluso modifica la posición de los
bolesca, novelas góticas y de misterio llenas del horror”. brazos; hay piezas que revisten a los per-
de crímenes y asesinos, mujeres fatales, ajus- La existencia de un mundo objetivo es sonajes de una nueva personalidad, como
ticiamientos, autopsias, dramas pasionales, uno de los principales nexos de unión entre cabezas de animales –sobre todo pájaros–,

Collage de Una semana de bondad,

“La risa del gallo”, 1933

14,5 x 11,5 cm

collage, lápiz, gouache


18 cuaderno[ 38

Collage de Una semana de bondad,

“El león de Belfort”, 1933

19,8 x 14,7 cm

collage, lápiz, gouache

moluscos, plumajes o alas, insectos; otras veces piezas, prefiriendo los de tres y cuatro frag- –Martyre, de Alphonse d’Ennery– y partes de
son fuego, nubes de humo o agua en forma mentos, y sólo en dos ocasiones llega a la encontrada en Milán; Valentine Hugo, pre-
de olas o cascadas; en otras ocasiones, su labor emplear quince y dieciséis elementos. sente aquel verano, recordaba el ruido ince-
quirúrgica se expande y llega a infiltrar recor- Esta unidad de conjunto es palpable en el sante que procedía de la habitación del
tes en los elementos que constituyen el deco- tercer cuaderno, correspondiente al martes, autor: “A través de la puerta cerrada sona-
rado, como cuadros o ventanas, llegando a donde el ejemplo es “La corte del dragón”. ba un duro clic metálico. No comprendí lo que
perfilar los marcos o unos barrotes para enca- Max Ernst compuso esta parte durante el vera- ocurría hasta el día en que tomé un libro gran-
jar a una figura en ese encuadre. En realidad, neo de 1933 en Vigoleno. Se pasaba horas de y deteriorado de la estantería, y lo hojeé.
el número de elementos originales inserta- recluido en su habitación donde recorta- Se trataba de un Paradis perdu con grandes
dos en cada collage varía entre dos y cinco ba la novela que llevaba en su equipaje ilustraciones de Gustave Doré. Observé que
19 cuaderno[ 38

Collage de Una semana de bondad,

“El león de Belfort”, 1933

20,1 x 14,1 cm

collage, lápiz, gouache

todos los grabados habían sido arrancados aleatoria respecto a la novela de Ennery. Las originales por nuevas imágenes (collages 23
y cortados en grandes trozos. Así que Max láminas de este cuaderno muestran un inte- y 42) o aprovecha los recargados vestidos de
recortaba todo lo que le gustaba de las ilus- rior burgués profusamente decorado con las protagonistas para añadirles alas toma-
traciones para componer con ellas sus colla- papeles tapizados, cortinas, alfombras y das de Doré.
ges. Y, por supuesto, el ruido lo había pro- almohadones, toda clase de muebles, cua- Seguidas una a una, la capacidad evo-
ducido Max con sus tijeras, cada vez que las dros y espejos. Son habitaciones domina- cadora de las láminas y las pistas que se des-
dejaba sobre la mesa”. El resultado final fue das por el barroquismo exacerbado del lizan en los títulos de los cuadernos nos
que Martyre es la base de cuarenta y dos de horror vacui que favorece la actividad inva- podría guiar a través de una posible histo-
los cuarenta y cuatro collages de “La corte sora de Max Ernst para difuminar sus injer- ria, aunque no existe tal concepto y más
del dragón”, distribuidos en una sucesión tos. Así, por ejemplo, sustituye los cuadros bien se diría que muchos de los collages
20 cuaderno[ 38

Collage de Una semana de bondad,

“La corte del dragón”, 1933

20,3 x 14,1 cm

collage, lápiz, gouache

constituyen unidades de sentido autónomo de bronce más pequeña en París, que era llenas de tensión textual entre el león y los
que tienen como nexos el elemento y el uno de los lugares de referencia del grupo personajes femeninos, que suelen estar
ejemplo. No obstante, se podría intentar surrealista. En el cuaderno púrpura, color semidesnudos, amordazados o atados; las
captar algunos de los temas que guían las de la jerarquía eclesiástica católica, y del mujeres son torturadas y apaleadas o fri-
secuencias. El primer cuaderno es uno de los domingo, el día del señor, el león de Belfort volizan con el ente leonino. La serie con-
más atroces, su protagonista es el león de encarna un símbolo de poder político y reli- cluye con el collage de unos leones sobre un
Belfort, alusión a una estatua gigantesca gioso, es el hombre con cabeza de león que pedestal con la inscripción “Laudate pueri
esculpida sobre las rocas en Belfort que con- ejerce la autoridad con violencia y lujuria. dominum”, pieza de música sacra de ala-
memoraba la resistencia de la ciudad en la Ernst muestra escenas de persecuciones, banza al Señor. La sección primera viene a
guerra franco-prusiana; existía una versión robos, asesinatos y ejecuciones junto a otras ser una revelación de la cara oculta de los
21 cuaderno[ 38

Collage de Una semana de bondad,

“La corte del dragón”, 1933

15,5 x 12,3 cm

collage, lápiz, gouache

poderes establecidos, la suya es una postu- En el cuaderno del lunes, el agua predo- El tercero es el cuaderno de escenarios
ra política, como considera Juan Antonio mina las escenas en distintas manifestaciones: más equilibrados debido a su gran depen-
Ramírez, “con una gran carga satírica anti- como inundación, en las calles y en el interior dencia de una misma fuente, Martyre, para
burguesa y una visión muy lacerante de la de las casas, hace que los puentes se rompan, la mayoría de los collages. La secuencia se ini-
Iglesia y de su sistema de valores”, que cabría hay personajes que se ahogan o que flotan. cia con la aparición de un gran dragón que
relacionar con la deriva de Europa hacia una En algunas de las láminas hay mujeres como va a introducirse en hogares y espacios urba-
época de violencia que ya se percibía en la náyades que dominan las aguas y otras que nos; sus emblemas son alas, reptiles y cria-
retórica agresiva de Hitler, cuyo ascenso al duermen ajenas a la película acuática que turas; se manifiesta a través de seres híbridos
poder se produce en 1933, el mismo año de sucede a su alrededor, como si se tratara de y se inmiscuye en la vida de personas ala-
elaboración de Una semana de bondad. una pesadilla onírica con sueños de agua. das, sean alas de ángel o de murciélagos.
22 cuaderno[ 38

Todo parece apuntar que el ámbito domés- suplantan la figura mítica de Edipo para añade muestra al hombre-pájaro transpor-
tico que prevalece está subyugado por la tra- evocar los hitos de la tragedia griega: su tando un fardo que parece un cadáver, del
gedia. A su vez, Ernst da una nueva vida a peregrinar, el parricidio, incluso aparece la que empezara a desprenderse el alma de
los cuadros y a los biombos de las estancias esfinge del acertijo en forma de pirámide la mujer.
para evidenciar los miedos y pesadillas de la de Gizeh; en su busca de la amada la encuen- En el quinto cuaderno, el amarillo, “La
burguesía, como en las láminas 38, con un tra encerrada tras unas rejas, la seduce y la risa del gallo” y “La isla de Pascua” se agru-
desprendimiento de rocas, o en la 42, don- secuestra con distintos resultados: la mal- pan en el jueves. El gallo nos devuelve al rei-
de las llamas atacan a una de las mujeres. trata, la apuñala en un pie o la asesina para no de violencia del león de Belfort, con nuevos
El miércoles, cuaderno cuarto, está pro- concluir en un paraje lleno de calaveras en raptos, torturas, duelos entre mujeres y ase-
tagonizado por los hombres-pájaro que su primera versión. Pero la lámina que se sinatos que llegan a una apoteosis en la

Collage de Una semana de bondad,

“La risa del gallo”, 1933

14,2 x 11,1 cm

collage, lápiz, gouache


23 cuaderno[ 38

lámina 11 e incluso se podría hablar de un el de la máscara, cuyo cuerpo está rodea- poema visible 1”, con la imaginería de sie-
suicidio en las láminas 14 y 15. Antecede a do por una serpiente. te de las catorce manos que se estrechan,
“La isla de Pascua” una frase de Jean Arp: Las atmósferas densas y abigarradas de quizá llegando a un acuerdo, y los hue-
“Las piedras se llenan de entrañas. Bravo, los anteriores cuadernos se tranquilizan el vos que evocaban la actividad del artista,
bravo”; así se inicia con el interior de un viernes en “El interior de la vista”, dividi- de lo que se burlaba en ¿Qué es el surrea-
cuerpo humano invadido por otros seres, do en tres poemas visibles. Ernst retoma el lismo?: “Se acabó, naturalmente, la vieja
como si anunciara la duplicidad que vivi- estilo del collage emblemático del periodo concepción del ‘talento’, se acabó la glo-
rán los personajes movidos por máscaras tri- dadaísta con una economía y claridad de rificación de los héroes y con la leyenda,
bales, como en la lámina 4, donde una mujer recursos que ofrecen imágenes netas pero tan cara a los que codician la admiración,
abraza a un hombre escindido entre su yo y mucho más enigmáticas, como en el “Tercer de la ‘fertilidad’ del artista, que hoy pone

Collage de Una semana de bondad,

“La isla de Pascua”, 1933

20 x 14,2 cm

collage, lápiz, gouache


24 cuaderno[ 38

tres huevos, y mañana uno, y ninguno el instintos o viviendo un momento de éxta- de los poetas románticos malditos recu-
domingo”. sis o de extravío, con troncos que se ar - perado por los surrealistas. Es posible que
Pone fin a la obra una procesión de quean como llevados por una fuerza irre- el vacío de palabras sea el anticipo del vacío
mujeres que gravitan en “La llave de los primible. Abre la portada del cuaderno una que envuelve a estas mujeres, que proce-
cantos” del cuaderno del sábado. Son figu- cita llena de puntos suspensivos de Petrus den de publicaciones sobre la histeria del
ras que flotan en las habitaciones y en el Borel y la frase, en alemán, “Qué es esto”; neurólogo Jean Martin Charcot. Recorde-
espacio interior, tal vez dejando fluir sus llamado el Lycanthrope, el escritor fue uno mos que para el surrealismo la histeria no

Collage de Una semana de bondad, “Tercer poema visible”, 1933

22,7 x 16,7 cm collage, lápiz, gouache


25 cuaderno[ 38

era un fenómeno patológico, sino un deslizan sobre los tejados. El problema de La desbordante imaginación que Max
medio supremo de expresión, como André la mujer es el más maravilloso e inquietante Ernst pone en juego ha llevado a crítica y
Breton y Louis Aragon celebraban en “El de este mundo. Y esto en tanto en cuan- espectadores a preguntarse por el sentido
cincuentenario de la histeria”; en otro to nos guía la creencia de que un ser huma- último de Una semana de bondad, que para
momento proclamaban: “Honremos, diji- no auténtico debería de ser capaz de creer unos y otros continúa siendo fuente inago-
mos Aragon y yo, a la histeria y a su séqui- no sólo en la revolución, sino también en table de interpretaciones por la intriga y la
to de mujeres jóvenes y desnudas que se el amor”. magia que desencadena ante nuestros ojos.

Collage de Una semana de bondad, “La llave de los cantos”, 1933

14,5 x 10,2 cm collage, lápiz, gouache


26 cuaderno[ 38

Cronología
Max Ernst [1891-1976]

1891. Max Ernst nace en Brühl, su relación con Gala, que se man- concibe la técnica del frottage.
cerca de Colonia. De familia tiene, con altibajos, hasta 1927. Firma un contrato con Jacques
católica, su padre, Philipp, es 1922. Se publica Répétitions, Viot –promotor de Joan Miró y de
maestro de sordomudos y pintor poemas de Éluard con una selec- Hans Arp– que le permite insta-
aficionado. ción de collages de Ernst y vuel- larse en Montmartre y trabajar
1910. Se matricula en la Univer- ven a colaborar en Les malheurs con sosiego. Aunque el contrato
sidad de Bonn, estudia Filología des immortels. Llega a París con duró poco tiempo –Viot se va de
Clásica, Filosofía, Psicología e His- el pasaporte de Éluard. Trabaja Francia inesperadamente–, su
toria del Arte. en una fábrica de artículos de dedicación al arte es plena desde
1912. Comienza su acercamiento souvenirs. entonces. Conoce a Roland Pen-
al pintor expresionista August 1924. Éluard hace un viaje alre- rose, pintor surrealista influido
Macke y al grupo de la Joven dedor del mundo, Gala y Ernst se por Ernst, que sería un gran apo-
Renania. reúnen con él en Saigón (actual yo para su carrera.
1913. Conoce a Robert Delaunay Ho Chi Minh). André Breton publi- 1926. La galerista Jeanne Bucher
La puberté proche..., 1921
y a Guillaume Apollinaire. Parti- ca el Manifeste du Surréalisme. edita Histoire naturelle: 34 foto-
Colección particular
cipa en las exposiciones de expre- 1925. Su situación ilegal le obliga tipias realizadas a partir de frot-
sionistas renanos y en el Primer a refugiarse en Bretaña, donde tages con prólogo de Hans Arp.
Salón de Otoño alemán, organi- Theodor Baargeld visita a Paul
zado por Macke y Kandinsky para Klee. Gracias a la revista Valori
Der Sturm (La tormenta) en Ber- Plastici queda fascinado con la
lín. Sus trabajos acusan influen- obra de Giorgio de Chirico. Empie-
cias del cubismo, futurismo y za a trabajar en impresión offset
expresionismo. en Colonia. Se cartea con Tzara.
1914. Conoce a Jean (Hans) Arp. Produce sus primeros collages.
Es alistado para el ejército al ini- 1920. Presenta el álbum de lito-
ciarse la Primera Guerra Mundial. grafías Fiat modes pereat ars
Sufrió una herida en la cabeza y (Hágase la moda, muera el arte).
fue condecorado con la Cruz de Max Ernst y Theodor Baargeld
Hierro. editan Die Schammade (El colmo
1916. Expone en la Galería Der de la vergüenza) y organizan la
Sturm junto a Georg Muche. primera exposición Dadá de
1918. Contrae matrimonio con Colonia. Nace Jimmy Ernst.
Luise Straus, compañera de estu- 1921. Invitado por André Breton
dios e historiadora del Arte. Se inaugura su primera exposición
instalan en Colonia. Tristan Tza- en París en la librería Au Sans
ra publica Dadá manifiesto. Pareil. Veranea en el Tirol con
1919. Durante un viaje de la Tzara y Breton; Gala y Paul Éluard
pareja a Múnich con Johannes- le visitan en Colonia. Se estrecha Œdipus Rex, 1922. Colección particular
27 cuaderno[ 38

Über den Wolken wandert die Mitternacht..., 1920

Colección particular

Junto a Miró diseñan el escenario negro tú) con diez poemas de


y vestuario para los ballets rusos Hans Arp y cinco collages de
de Diaghilev. La difícil relación con Ernst. A final de año aparece Sue-
Luise Straus termina en divorcio. ño de una niña que quiso entrar
1927. Se casa con Marie-Berthe en el Carmelo, segunda de las
Aurenche y se instalan en Meu- novelas-collage.
don. Conoce a Yves Tanguy. Su 1931. Reúne 39 collages para el
gran amigo Baargeld fallece en libro A l’intérieur de la vue, publi-
los Alpes. cado en 1947 junto a ocho poemas
1928. Expone en la Galería Bern- de Éluard. Comienza la serie de
heim de París. collages en torno a Loplop, una
1929. Éditions du Carrefour suerte de alter ego de Ernst que ya Une semaine de bonté ou les septs 1940. Carrington huye a España
publica su primera novela-colla- aparecía en La mujer 100 cabezas. éléments capitaux. Escribe el tex- y Ernst sale del campo de Les
ge, La mujer de 100 cabezas. 1933. Compone Una semana de to del catálogo de la exposición Milles, donde había vuelto a ser
1930. Actúa en La edad de oro de bondad. ¿Qué es el surrealismo?, celebra- recluido. Espera permiso cerca de
Luis Buñuel. Se publica en Zúrich 1934. Jeanne Bucher publica en da en Zúrich. Marsella para viajar a Estados Uni-
Weisst du schwarzt du (Blanco tú París la tercera novela-collage, 1936. La exposición de los colla- dos. Conoce a Peggy Guggen-
ges originales de Una semana de heim. Primeras decalcomanías.
bondad se inaugura en el Museo 1941. Desde Lisboa, vuela con
Nacional de Arte Moderno de Peggy Guggenheim y su familia
Madrid. Participa con 48 obras en a Nueva York. Se casan el año
la exposición itinerante Fantastic siguiente. Se reúne con su hijo,
Art, Dada, Surrealism, iniciada en que había llegado en 1938 huyen-
el MoMA de Nueva York. Se sepa- do del nazismo.
ra de su segunda esposa. 1942. Participa en la exhibición
1937. Publica uno de sus textos First Papers of Surrealism, orga-
teóricos fundamentales, “Au- nizada por Breton, con una ins-
delà de la peinture” (“Más allá talación de Duchamp. Conoce a
de la pintura”). Se celebra en la pintora Dorothea Tanning.
Londres su segunda exposición 1943. Tras un nuevo divorcio,
individual. Conoce a Leonora empieza a vivir con Dorothea
Carrington y se van a vivir a Saint- Tanning.
Martin d’Ardèche en 1938. 1945. Colabora como guionista y
1939. Al estallar la Segunda Gue- actor en la película Dreams That
rra Mundial es recluido como Money Can Buy (Sueños que pue-
extranjero enemigo por las auto- de comprar el dinero) de Hans
ridades francesas. Éluard logra Richter, inspirándose en Una
L’ange du foyer, 1937 Colección particular liberarlo en esta ocasión. semana de bondad.
Versión coloreada de "Les ciseaux et leur pére",

collage de Les malheurs des immortels, 1922

Colección Würth, Künzelsau

de bondad, amor y humanidad)– 1971. En Milán se imprime Lieux


compone nuevos lemas y un colla- communs, con diez poemas y
ge para la cubierta. Se edita en once collages. Utiliza recortables
Nueva York, Milán y Tokio. de Épinal para elaborar por pri-
1964. Se traslada al sur de Francia. mera vez collages en color.
1966. Nombrado oficial de la 1972. La Universidad de Bonn le
Legión de honor. nombra doctor honoris causa.
1970. El volumen Écritures (Escri- 1975. El Grand Palais de París
turas) recopila sus textos de teo- celebra la última retrospectiva en
ría artística, su autobiografía y vida del artista.
una amplia selección de frottages 1976. Fallece en París el 1 de abril,
y novelas-collage. en la noche de su 85 cumpleaños.

1946. Se instala con Dorothea 1958. Se le concede la ciudada-


"Le fugitif"
Tanning en Sedona, Arizona, nía francesa.
donde recibirá la visita de nume- 1959. Exposición retrospectiva en collage de Les malheurs des immortels, 1922

rosos amigos. Se casan ese año el Museo de Arte Moderno de


en Beverly Hills. París.
1947. La Galería Maeght celebra 1960. En el catálogo de la expo-
la última exposición surrealista. sición Hans Arp, Max Ernst, de
1948. Obtiene la nacionalidad la Galería Spiegel, se incluyen
estadounidense. ocho collages con ángeles, leo-
1949. Exposición panorámica en nes, gallos y espejos. La serie com-
la Galería Copley de Beverly Hills pleta de once piezas se editará
que incluye los originales de Una en 1962 con el título Die Nackheit
semana de bondad. der Frau ist weiser als die Lehre
1951. Para conmemorar su 60 des Philosophen (La desnudez de
cumpleaños, Brühl acoge una la mujer es más sabia que la doc-
gran retrospectiva de su obra trina de los filósofos).
que se paseará por ocho ciuda- 1961. Retrospectiva en el MoMA,
des alemanas. escribe para el catálogo “An
1953. Regreso definitivo a Fran- Informal Life of M. E.”, tercera
cia. Exposición de la Galería Spie- versión de su autobiografía. Jean
gel de Colonia. Desvilles rueda una corto de ani-
1954. Gana el Gran Premio de la mación a partir de Una semana
XXVII Bienal de Venecia. de bondad.
1955. Se muda a Huismes, en la 1963. Para la primera edición
Turena. alemana de Una semana de bon-
1957. Recibe el Gran Premio de dad –publicada como Die weisse
Pintura del Estado Renania del Woche. Ein Bilderbuch von Güte,
Norte-Westfalia, en la Repúbli- Liebe und Menschlichkeit (La
ca Federal Alemana. semana blanca. Un libro ilustrado
29 cuaderno[ 38

Collage de Una semana de bondad, “Tercer poema visible”, 1933. 22,7 x 16,7 cm collage, lápiz, gouache
30 cuaderno[ 38

Sobre el catálogo

Con el catálogo Max Ernst: Une semaine de bonté. Los collages originales, la FUNDACIÓN MAPFRE
pone a disposición del lector español una de las obras más ambiciosas que se han publicado
hasta el momento sobre esta novela-collage de Max Ernst. Hemos querido recuperar, aunque en
un solo volumen, el diseño inicial que se ideó para la publicación de la novela, con su separación
por cuadernos y colores, incluyendo los dos collages que Ernst añadió tras la edición de 1934.
Acompañan a la novela estudios centrados en Une semaine de bonté ou les septs éléments capitaux y en
la exposición de 1936 del Museo Nacional de Arte Moderno de Madrid.

Las referencias que encon- Civil; la inspiración que insufló en collage durante su etapa Dadá de Una semana de bondad en el
tramos en estudios especializados artistas como Buñuel, Chaplin, como una práctica que posibilita Museo Nacional de Arte Moder-
y catálogos de exposiciones a esta Jacques Tourner, Hans Richter, e reinterpretar el material de par- no, situado en el edificio de la
novela-collage y a las dos que le incluso el ex Monty Phyton Terry tida después de trasplantado; lle- Biblioteca Nacional. A través de
preceden –La femme 100 têtes Gilliam; la variedad de las fuen- vado por su capacidad visionaria la prensa madrileña, Pérez de
(1929) y Rêve d’une petite fille qui tes utilizadas y la importancia del y los procedimientos oníricos Ayala va repasando la impresión
voulut entrer au Carmel (1930)– grabado en madera, el papel del familiares al surrealismo, la ico- que causó la presencia de estos
son frecuentes y acertadas, pero subconsciente, el proceso com- nografía que fundan los collages collages que parecían aquilatar la
carecíamos hasta ahora de estu- positivo de Una semana de bon- del autor va a permear el lenguaje importancia de la capital espa-
dios tan completos y específicos dad y los trámites posteriores de cinematográfico de sus contem- ñola en las corrientes artísticas
como los trabajos de Werner la edición de Jeanne Bucher. A poráneos, influyendo en cineas- internacionales del momento,
Spies y Jürgen Pech que incluimos resaltar, en especial, el rastreo de tas como Luis Buñuel en Un perro aunque no todos validaran la cali-
en nuestro catálogo. Spies, la novelas ilustradas utilizadas por andaluz (1929) o Jean Cocteau en dad de Max Ernst. Si el periódi-
mayor autoridad mundial en Max Ernst para componer los collages La sangre de un poeta (1930). La co El Socialista aplaudía “este des-
Ernst, aporta testimonios directos y su mundo de referencias lite- fragmentariedad del cuerpo gra- file de las obras más discutidas de
del autor y toda una vida dedi- rarias, así como el estudio deta- ta al surrealismo y a nuestro autor nuestro tiempo por nuestro ador-
cado a investigar su obra para llado de los cuadernos en que se –la mano, la oreja, un ojo autó- mecido Madrid”, en ABC se veía
abordar el análisis de la novela en divide la novela; Spies reconoce nomos– se traslada también a pelí- como “nuevo artículo de expor-
un trabajo extenso en el que no en Ernst “al pionero de una crí- culas de vanguardia y al cine fan- tación que el ingenio gordo ale-
olvida tratar ningún aspecto que tica gráfica radical y al creador de tásticos; un director como David mán lanza al ambiente interna-
pueda estar relacionado con el un mundo en el que las imágenes Lynch, por ejemplo, se dejaba lle- cional de los snobs”, arte pour
universo artístico, incluso afec- se contagian recíprocamente” var por la fantasía de una oreja épater. El público madrileño aco-
tivo de Una semana de bondad. Jürgen Pech, director cientí- amputada, que es la clave para gió esta muestra con entusiasmo.
En “Los desastres del siglo”, títu- fico del Max Ernst Museum de descifrar la trama de su film Blue Una cronología de Max Ernst,
lo de su estudio, va urdiendo las Brühl, estudia la proyección de la velvet (1986). asimismo de Jürgen Pech, y una
numerosas ramificaciones que se novela en el cine contemporáneo En “Madrid 1936. En torno a bibliografía selecta, elaborada
desprenden de la obra, la emo- en “Enfocar la fantasía. Secuen- la exposición de Max Ernst”, el crí- por Mercedes Rivas, complemen-
ción, por ejemplo, que sintió Ernst cias de la imaginación, la novela- tico Juan Pérez de Ayala recuer- tan un catálogo que pretende
porque los collages le fueran collage Une semaine de bonté y da la repercusión que tuvo en la situarse como una imprescindi-
devueltos intactos tras la exposi- el lenguaje cinematográfico”. sociedad española en un momen- ble herramienta de consulta para
ción de Madrid, a pesar de la Parte del análisis de los prime- to tan agitado e incierto la exhi- cualquier lectura futura de Une
situación creada por la Guerra ros acercamientos de Ernst al bición de los collages originales semaine de bonté.
31 cuaderno[ 38

Para saber más


Un acercamiento bibliográfico

La publicación de libros de y sobre Max Ernst se ha reforzado en los últimos años gracias a la aparición de
nuevos estudios sobre el artista y a la celebración de diversas exposiciones que han revisado una obra tan
rica como la suya. Algunos trabajos han optado por acercarse al Ernst dadaísta y surrealista, o se trata de
catálogos de exposiciones retrospectivas, y hay un notable interés en analizar su concepción del collage y,
en particular, su aportación al libro ilustrado Una semana de bondad. Para un mejor conocimiento del
artista, es útil también acercarse a estudios generales sobre Dadá, el surrealismo y el universo del collage
que siempre se refieren a Max Ernst como uno de sus principales exponentes.

ABRIL, Manuel. Exposición de Lufthansa. Sttutgart, Hatje, — (ed.). Max Ernst: Life and
composiciones supra-realistas 1996. Work. An Autobiographical
de Max Ernst, marzo-abril Max Ernst. Invisible a primera vis- Collage. New York Thames &
1936. Madrid, Museo Nacional ta: gravats, llibres il·lustrats. Hudson, 2006.
de Arte Moderno, 1936. Cat. exp. Barcelona, Fundació — y Julia Drost. Más allá de la
ADES, Dawn. El Dadá y el surrea- La Caixa, 2005. pintura. Max Ernst en la Colec-
lismo. Barcelona, Labor, 1991. Max Ernst. Dream and Revolu- ción Würth. Cat. exp. Mála-
ARAGON, Louis. Los collages. tion. Cat. exp. Moderna Mus- ga, Museo Picasso de Málaga,
Madrid, Síntesis, 2001. set, Suecia, y Lousiana Museum 2008.
BISCHOFF, Ulrich. Max Ernst, of Modern Art. Ostfildern, Hat- — (ed.). Max Ernst. Une semai-
1891-1976: Más allá de la pin- je Cantz Verlag, 2008. ne de bonté: die Originalcolla-
tura. Colonia, Taschen, 1993. Portada del cuaderno METKEN, Günter, Patrizia Nitti y gen. Cat. exp. Albertina, Vie-
BRETON, André. Manifiestos del segundo. “El agua”, 1934 Roberto Perazzone. Le surréa- na, y Hamburger Kunsthalle,
surrealismo. Madrid, Visor, 2002. lisme, une révolution, 1922- Hamburgo. Colonia, DuMont,
— y Paul Éluard. Diccionario entrar en el Carmelo y Una 1944: hommage á Max Ernst. 2008.
abreviado del surrealismo. semana de bondad, estudio de Cat. exp. Aosta, Centro Saint- WALDBERG, Patrick. Dadá: la
Madrid, Siruela, 2003. Juan Antonio Ramírez]. Madrid, Benin, 2000. función del rechazo. El surrea-
DROST, Julia, Ursula Moureau- Atalanta, 2008. RAINWATER, Robert, Evan Mau- lismo: la búsqueda del punto
Martini y Nicolas Devigne —. Una semana de bondad o los rer y Anne Hyde Greet. Max supremo. México, Fondo de
(dirs.). Max Ernst, l'imagier siete elementos capitales, edi- Ernst: Beyond Surrealism. A Cultura Económica, 2005.
des poètes. París, Presses de ción de Josep Elías. Barcelona, Retrospective of the Artist's WALDMAN, Diane. Max Ernst: A
l'Université Paris-Sorbonne, Gustavo Gili, 1982. Books and Prints. Cat. exp. New Retrospective. Cat. exp. New
2008. GIMFERRER, Pere. Max Ernst o la York, New York Public Library, York, The Solomon R. Guggen-
DUROZOI, Gérard. History of the disolución de la identidad. Bar- Oxford University Press, 1986. heim Museum, 1975.
Surrealist Movement. Chicago, celona, Polígrafa, 1976. SCHWARZ, Arturo (ed.). Surrea- WARLICK, M. E. Max Ernst and
University of Chicago Press, HUGNET, Georges. La aventura lismo: Max Ernst y sus amigos Alchemy. A Magician in Search
2002. Dadá: ensayo, diccionario y tex- surrealistas. Cat. exp. Milán, of Myth. Austin, University of
ERNST, Max. Escrituras. Barcelo- tos escogidos. Gijón, Júcar, 1973. Mazzotta, 2004. Texas Press, 2001.
na, Polígrafa, 1982. Max Ernst. Cat. exp. Madrid, Fun- SPIES, Werner. Max Ernst. Colla- WESCHER, Herta. La historia del
—. Tres novelas en imágenes [edi- dación Juan March, 1986. ges: the Invention of the collage. Del cubismo a la actua-
ción de La mujer 100 cabezas, Max Ernst. Obra gráfica y libros Surrealist Universe. London, lidad. Barcelona, Gustavo Gili,
Sueño de una niña que quiso ilustrados. Cat. exp. Colección Thames & Hudson, 1991. 1976.
32 cuaderno[ 38

Para saber más


Max Ernst en la red

www.exposicionesmapfrearte. Presentaciones como la de


com/maxernst Hamburgo se detienen en las
Como en todas nuestras técnicas de elaboración
exposiciones, la FUNDACIÓN –recortar, pegar, rotar– que
MAPFRE pone a disposición del provocan un proceso de
internauta una página web en desfamiliarización por los
la que se incluye un recorrido enigmáticos escenarios en los
virtual, la cronología del autor que transcurre el collage.
y el acceso al cuaderno en pdf. www2.museopicassomalaga.org
www.maxernstmuseum.lvr.de La exposición Max Ernst. Más
[alemán y francés] allá de la pintura del Museo
Página meramente informativa Picasso de Málaga ha reunido
sobre el museo de Brühl, la una selección de 57 trabajos del
ciudad natal del autor, que fue artista procedentes de los
inaugurado en 2005. Su fondos de la Colección Würth.
colección, procedente de La muestra repasa las técnicas
diversos préstamos más conocidas del autor
permanentes, ofrece una visión –frottages, collages, algunos
de conjunto sobre la obra del procedentes de novela-collage
autor de la que expone una como La mujer 100 cabezas–
destacada selección de todas con un recorrido por el
las técnicas que practicó: surrealismo y por los temas
pinturas, collages, casi la recurrentes en su trayectoria
totalidad de su obra gráfica, como los pájaros, los sueños o
esculturas y ensamblajes, libros el erotismo.
y carpetas, así como 36 www.guggenheimcollection.org
D-paintings, la serie de cuadros [inglés]
que pintó para Dorothea Esta dirección es el acceso
Collage de Una semana de bondad, “Primer poema visible”, 1933
Tanning por cada cumpleaños. directo a la colección on line
www.hamburger- del Guggenheim Museum de 17,9 x 14,7 cm collage, lápiz, gouache

kunsthalle.de/archiv/seiten/en_ Nueva York. Ofrece un motor


ernst_2008.htm [inglés] de búsqueda por diferentes
Sitio de la exposición de la serie categorías –autor, periodo, información a través de la entonces reunieron casi 16.000
completa de collages originales obras– y en sus distintos museos página del museo en Venecia, piezas entre pinturas,
de Una semana de bondad y colecciones. La colección sede de la Peggy Guggenheim esculturas, grabados, dibujos y
realizada en la Hamburger neoyorkina cuenta con óleos Collection (www.guggenheim- libros raros. Centraron el peso
Kunsthalle que ofrece un destacados, como L'habillement venice.it). de su colección en artistas del
resumen de las características de l'épousée (de la mariée) www.menil.org [inglés] surrealismo europeo, desde
esenciales de Una semana de (1940) y ofrece fichas La Menil Collection fue iniciada Chirico a Magritte, Victor
bondad y habla de su explicativas de cada una. Se por el matrimonio Menil en la Brauner, Man Ray y Max Ernst,
procedimiento compositivo. puede acceder a la misma década de 1940, desde además de clásicos como Léger,
33 cuaderno[ 38

La FUNDACIÓN MAPFRE pone a disposición visualización de las obras y sus documentación del documento
del internauta una página web características. Posee piezas de dadaísta que posee libros y
en la que se incluye un recorrido Max Ernst desde el periodo folletos originales, revistas,
virtual por la exposición dadaísta, como el collage Le manuscritos en microfilms y
y la cronología del autor Chanson de la chair (1920), La archivos sonoros. Permite la
grand roue orthochromatique consulta de la Digital Dada
qui fait l’amour sur mesure Library, que ofrece imágenes
(1920) o Ubu imperator (1923). digitales de las publicaciones
www.tate.org.uk [inglés] Dadá originales, como
A través de su servicio de panfletos, folletos o catálogos
búsqueda, proporciona acceso de exposiciones e incluso
directo al autor o las obras fuentes manuscritas que
consultados de los que luego pueden verse por Internet.
estudia sus características www.dada-companion.com
principales. Pertenecen a la [inglés]
colección Tate algunas piezas Página dedicada al dadaísmo
señaladas de Max Ernst, y a las artes radicales
partiendo del dadaísmo hasta contemporáneas que
los años cuarenta; comenta la constituirían un legado Dadá,
obra La ville entiere (1934) como el movimiento Fluxus.
elaborada con el Contiene un diccionario Dadá
procedimiento del grattage. que recoge información sobre
www.nga.gov/exhibitions/2006/ los artistas principales y de las
dada/cities [inglés] exposiciones que se han
Página de la National Gallery of celebrado en torno al tema con
Art de Washington dedicada la numerosos links a páginas
exposición Dadá celebrada en relacionadas con el dadaísmo
2006, una de las más completas y sus integrantes.
exhibiciones de artistas y obras www.surrealist.com [inglés]
dadaístas. Junto a la visita Promovida por un aficionado al
virtual a las obras presentadas, arte, esta página proporciona
incluidos los más famosos una cuantiosa información
ready-mades de Duchamp, se sobre el movimiento
facilitan biografías de los surrealista, su historia, artistas,
autores, un repaso al el manifiesto de Breton y
movimiento Dadá en las enlaces a páginas de galerías
Collage de Una semana de bondad, “Segundo poema visible”, 1933
distintas ciudades donde de artistas actuales que se
27,1 x 20,4 cm collage, lápiz, gouache triunfó, un glosario de las consideran herederos del
técnicas habituales y una casa surrealismo.
de citas de lemas Dadá. www.collageart.org [inglés]
Matisse o Picasso, y después los maestros de su colección, sdrc.lib.uiowa.edu/dada [inglés] Lugar de encuentro para
la expandieron hacia organizada por periodos Página de International Dada numerosas páginas
movimientos como la artísticos. Archive, recurso académico relacionadas con la práctica del
abstracción, el pop art o el www.cnac-gp.fr [español, establecido en 1979 como collage, donde se facilitan
minimalismo, que terminarían inglés y francés] complemento de Dada Archive enlaces a los artistas, libros
expuestos en un museo de su El Centre Georges Pompidou and Research Center de la y talleres sobre collages,
propiedad inaugurado en ofrece la consulta de su Universidad de Iowa, Estados fotomontajes, ensamblajes,
Houston en 1987. Da colección a través del enlace Unidos. Es una de las información técnica y
información muy breve sobre “recursos on line”. Permite la principales fuentes de exposiciones.
34 cuaderno[ 38

Glosario

Collage
Es una técnica de composición que, sobre una
superficie, fija papeles y materiales hetero-
géneos de la vida cotidiana, buscados o
encontrados, después de haber sido tratados
por el autor –cortados, rasgados, rotos–; se
logra así superar la distancia entre vida y arte,
y se plasman momentos determinados de una
biografía a través de fragmentos. El papel
procede de textos impresos –periódicos, libros,
grabados– o de ilustraciones y fotografías.
Habitualmente se utilizan elementos planos,
como cartón o tejidos, pero pueden obtenerse Anuncio de Une semaine de bonté en la revista Minotaure, núm. 5, mayo de 1934

también efectos de bajorrelieve con chapas,


cajas de cerillas, cuerdas, botones, etc. Pro-
cede del francés coller, que significa pegar. folletos y catálogos de impresión que oscu- suizos y alemanes, el mismo que le conduciría
Comienza a ser utilizado durante el cubismo, recía y transformaba encubriendo la fun- hasta París en un esfuerzo por dinamitar el
artistas como Georges Braque o Pablo Picasso ción a la que iban destinados. Su base favo- corazón de la vanguardia literaria y artística.
creaban los primeros papier collés –pape- rita era un catálogo de instrucciones de Su Manifiesto Dadá, de 1918, clamaba por la
les encolados– hacia 1912, pero es a partir materiales sanitarios de 1873. abolición de la lógica, de las jerarquías, de
de dadaístas como Arp o Kurt Schwitters la memoria y hasta del futuro: “Libertad: DADÁ,
cuando adquiere la condición de una técnica Dadá, dadaísmo DADÁ, DADÁ, aullido de colores encrespados,
autónoma. Desde entonces el arte del colla- En una apretada síntesis, el crítico Patrick encuentro de todos los contrarios y de todas
ge y del objet trouvé –objeto encontrado– ha Waldberg resume las líneas esenciales del las contradicciones, de todo motivo grotesco,
guiado a numerosos artistas como Remedios dadaísmo: “Dadá registraba una voluntad de toda incoherencia: LA VIDA”. Para el dadaís-
Varo, Robert Rauschenberg, Antoni Tàpies, generalizada de ruptura, por medio de la cual mo el objeto liberado pasaba a adquirir un
Miquel Barceló, etc. El valor que añade Max cada uno, de acuerdo con su temperamen- nuevo significado, según Arp: “Nosotros
Ernst a esta técnica es el collage de ilustra- to, retomaba sus orígenes verdaderos y pro- rechazábamos todo lo que fuera copia o des-
ciones, con el que logra la fusión de los ele- fundos”. Era una suerte de vértigo iconoclas- cripción para dejar que lo elemental y lo
mentos conjugados en la obra transmután- ta que llevaba al artista a desterrar prejuicios espontáneo actuaran en plena libertad”. Jean
dolos en una nueva realidad. establecidos y a salirse de sí mismo sin mie- (Hans) Arp (1886-1966) era de origen franco-
do a volcar deseos y miedos, sueños y rabias. alemán, fue uno de los fundadores del grupo
Collage sobre pintura Por eso no tenía freno: nada podía limitar a dadaísta de Zúrich y del de Colonia, junto a
(Overpainting) Dadá, como proclamaba su gran propagan- Max Ernst; su obra se vinculó también por un
En su periodo dadaísta, Max Ernst utilizó dista, Tristan Tzara (1896-1963). Llegado a tiempo al surrealismo, pero ya en los años
como material de partida páginas ya impre- Zúrich para estudiar en su universidad, este treinta se acercó a la abstracción; desarrolló
sas de diversas procedencias: creó varias obras poeta rumano reinaba en las noches del Caba- su obra fundamentalmente como escultor y
a partir de materiales como papeles pintados, ret Voltaire con sus lecturas de poemas que escritor de poesía y ensayos. Protagonista de
patrones de costura o de labores de ganchillo, fueron instigando el espíritu Dadá en jóvenes esta etapa fundamental es Johannes Theodor
35 cuaderno[ 38

Un peu malade le cheval patte pelu..., 1920

Galleria Civica d'Arte Moderna e Contemporanea, Turín

Baargeld (1891-1927), nombre artístico de


Alfred Ferdinand Gruenwald; contribuyó al
arranque del movimiento Dadá en Colonia
con textos políticos, poesías, collages, foto-
montajes o ensamblajes, muchas de ellas obras
de carácter efímero que no han podido con-
servarse; editaba con Ernst la revista Die
Schammade (El colmo de la vergüenza). Los
tres, Arp, Baargeld y Ernst, organizaron la
polémica Dada Ausstellung. Dada Vorfrühling
(Exposición Dadá. Temprana primavera Dadá)
a la que el público accedía por un urinario y
era invitado a destruir a hachazos una talla de
Ernst. En Alemania el movimiento tuvo tam-
bién implantación en Berlín, dominado por
un sentimiento más politizado, en Hanóver hoja similar sobre la que ejercerán una pre- sus “capacidades de visionario y de la aluci-
–con el artista de collages Kurt Schwitters– y sión moderada. Levanten sin prisa esta segun- natoria sucesión de imágenes contrapuestas
en Nueva York contó con Marcel Duchamp da hoja”. Ernst presionaba la pintura también o sobrepuestas en distintas capas”.
(1887-1968) que, huyendo del horror de un con cristales con los que formaba burbujas,
París en guerra, quedó fascinado por los obje- surcos o ramificaciones, y trabajaba con el Grattage
tos industriales que le inspiraron sus ready- pincel para conseguir superficies coralinas o Técnica que Max Ernst desarrolla desde el
mades. París congregó a dadaístas europeos musgosas. frottage en 1927 para ser aplicada la pintura.
y contó con Francis Picabia (1879-1953) que, Consiste en extender varias capas de pintura
tras una experiencia en la vanguardia, con- Frottage sobre un lienzo que se presiona contra super-
tribuyó a Dadá con sus pinturas mecano- Procedimiento creado por Max Ernst hacia ficies con mucha textura o efectos de relieve
mórficas y sus ataques virulentos al arte, la 1925 que podría considerarse una especie –maderas, mallas de alambre, cristales rotos
sociedad y la religión. de grabado a mano. Consiste en apoyar una o cordones– y se raspa después con un cuchi-
hoja de papel sobre una superficie desigual llo o una espátula. Ernst trabajaba el resul-
Decalcomanía y frotarlo con un lápiz blando para que que- tado con pinceles que transformaban por
Técnica de transferencia que comenzó a ser uti- de impresa la materia del soporte. El hallaz- completo las formas que se habían grabado
lizada en Inglaterra en el siglo XVIII. El pintor go se produjo al observar el entarimado de en el lienzo y que convertía en bosques, pája-
canario Óscar Domínguez (1906-1957) la recu- una habitación: Ernst quedó fascinado por las ros, nenúfares o ciudades petrificadas. Tanto
pera para el surrealismo y la convierte en una vetas y la textura de la madera y sintió el el frottage como el grattage guardan relación
de sus técnicas creativas favoritas. Breton y deseo de fijar las figuras que aislaba en su con las manipulaciones formales y cognitivas
Éluard la describen así en su Diccionario abre- mente; además de la madera, utilizaba otros del surrealismo y equivaldrían en la plástica
viado del surrealismo: “Extiendan con un pin- elementos tales como hojas, fibras vegetales, al mecanismo de la escritura automática pro-
cel grueso gouache de color negro, más o menos rabos de cereza, pan duro o paja trenzada puesto desde la literatura. Como explica en
diluido por zonas, sobre una hoja de papel blan- que reproducía en los frottages como fan- “¿Qué es el surrealismo?” (1934), la satisfac-
co satinada que recubrirán enseguida con una tasmagorías pictóricas dejándose llevar por ción que produce cualquier metamorfosis
36 cuaderno[ 38

entrer au Carmel. En este periodo también


mantuvo relaciones con otras mujeres: la
artista Meret Oppenheim (1933), la cantan-
te y actriz Lotte Lenya (1934) y Leonor Fini
(1935), pintora, decoradora y escritora.
Conoció a Leonora Carrington durante la
exposición del pintor en Londres en 1937,
comenzaron a vivir juntos un año después;
tras el arresto de Ernst como enemigo del
pueblo francés, Carrington huyó a España
y se reencontraron en Nueva York, cuando
el pintor ya vivía con Peggy Guggenheim.
Ernst compuso collages para sus libros de
cuentos House of Fear (1938) y La Dame oval
(1939). Su tercera esposa fue Peggy Gug-
genheim, se conocieron en 1940, mientras
Ernst esperaba en Marsella poder viajar a
Estados Unidos; compró buena parte de su
obra hasta ese momento. Se casaron por
insistencia de la coleccionista en 1942; cono-
ce entonces a Dorotea Tanning y se enamo-
raron al momento; de 1946 es la doble cere-
monia de boda en Beverly Hills de la pareja
junto a Man Ray y Juliet Browner. La obra
Collage de Una semana de bondad, “Edipo”, 1933
de Tanning entronca con un surrealismo de
16 x 11,5 cm collage, lápiz, gouache tintes fantásticos.

lograda “no responde a un miserable deseo de arte Luise Straus (1893-1944), su prime- Ready-made
artístico de distracción, sino a la necesidad ra esposa y madre de su único hijo, no Término empleado por Marcel Duchamp para
secular del intelecto de liberarse del paraíso encontró un lugar en las búsquedas de Ernst designar su método de trabajo consistente
ilusorio y tedioso de los recuerdos petrifica- en los momentos iniciales de su carrera ni en en separar de su contexto un artículo indus-
dos y buscar un nuevo dominio de experien- la relación con Paul Éluard y Gala; a pesar trial y exhibirlo como una obra de arte. Su
cia incomparablemente más vasto en el que de los esfuerzos de su hijo desde Estados primera propuesta fue Rueda de bicicleta con
las fronteras entre lo que se ha convenido en Unidos, fue deportada a Auschwitz en el últi- una rueda montada sobre un taburete (1913),
llamar mundo interior y lo que la concepción mo tren que saldría de Francia para el cam- y es muy conocida su Fuente (1917, original
clásico-filosófica considera el mundo exterior po de concentración. El triángulo amoroso perdido), en realidad un urinario que firmó
se difuminarán cada vez más y, con toda pro- con Gala duró, aproximadamente, entre como “R. Mutt” (empresa de porcelana sani-
babilidad, terminarían por desaparecer com- 1921 y 1927, aunque la influencia de Gala taria). Aunque suele confundirse con los
pletamente cuando se hallen métodos más sobre Ernst se mantuvo unos años más. Su objet trouvé, Duchamp diferenciaba entre el
precisos que la escritura automática”. segundo matrimonio, con Marie-Berthe objeto encontrado que poseía características
Aurenche (entre 1927 y 1936), coincide con singulares y el producto a gran escala del
Max Ernst y las mujeres uno de los periodos más fructíferos en su ready-made, con el que pretendía agujerear
Varias son las mujeres que se asocian a la bio- carrera, años en los que publica las tres el formalismo del arte.
grafía de Max Ernst y con las que mantuvo novelas-collage; al parecer, ella le inspiró El legado del ready-made fue reivindicado por
relaciones tensas o furtivas hasta que cono- alguna de sus obras eróticas como El beso el pop art como una de las manifestaciones
ce a Dorothea Tanning, la pintora surrea- (1929) o Loplop paradise (1931) y su edu- artísticas más singulares del siglo XX y rein-
lista estadounidense con quien comparte cación católica podría haberle sugerido la terpretado por Joan Brossa con sus objetos
toda su vida desde 1943. La historiadora trama del Rêve d’une petite fille qui voulut imposibles y su poética de extrañamiento.
37 cuaderno[ 38

Surrealismo y surrealistas
Nadie mejor que Max Ernst para explicar el
nacimiento y caída del surrealismo: “Dadá era
un fenómeno espontáneo, no un movimien-
to organizado. A partir de 1922 algunos ex
dadaístas parisienses sintieron la necesidad de
desarrollar una doctrina que les permitiera
organizar sus ideas. Nació entonces el surrea-
lismo gracias a la acción de André Breton. Creo
que aun hoy me adheriría a algunos princi-
pios básicos de su surrealismo, que también
invocaba la espontaneidad; por ejemplo, la
escritura automática. Pero ¿cómo conciliar
la libertad individual con la disciplina de gru-
po bajo el dominio de un jefe autoritario? La
lenta desintegración del grupo surrealista, for-
mado por personalidades de fuerte carácter y
bastante homogéneo al comienzo, se debió a
la imposibilidad de resolver este problema”.
Esos principios se lanzaron a abolir la coherencia
de los relatos –fuera en arte o literatura–, que
sería sustituida por una coherencia afectiva e
indescifrable a primera vista, pero que se nutría
de las sorpresas perturbadoras o desconcer-
Collage de Una semana de bondad, “Edipo”, 1933
tantes del sueño. Tras su ruptura con Tzara y el
dadaísmo, André Breton (1896-1966) se con- 15,3 x 11,5 cm collage, lápiz, gouache

virtió en líder de este nuevo movimiento y alia-


do a escritores como Louis Aragon y Philippe el Dictionnaire abrégé du surréalisme (1938); y el grabado a hilo cuando se hace en sentido
Soupalt crearon la revista Littérature para dar durante la guerra se convierte en el poeta de inverso sobre maderas blandas –más proble-
voz a sus propuestas: la escritura automática la resistencia y se compromete con el comu- mática por la existencia de nudos–. Originaria
–así compuso con Soupalt Le champs magné- nismo soviético; el amor, la poesía misma y la de China, la técnica llega a Europa en la Edad
tiques (1920)–, seguir el dictado del inconsciente verdad son los tres ejes de su obra poética. Ernst Media y se expandió en el siglo XIV por la difu-
y esperar que surgiera la magia, explorar el fue amigo también de Roland Penrose (1900- sión del papel. Grabadores famosos del Rena-
mundo del sueño y sacralizar el instante. No 1984), poeta y pintor surrealista, que colabo- cimiento y el Barroco son Durero, Lucas Gra-
fue nunca una escuela, sino una disposición del ró con Picasso, Miró o Man Ray promoviendo nach o Hans Holbein, su práctica disminuyó con
espíritu, “un conjunto de aspiraciones con miras sus obras en Londres donde jugó un papel pri- la introducción del grabado en metal hasta que
a restituir la totalidad al ser” (Patrick Wald- mordial en la difusión del arte contemporáneo. se recupera en el siglo XIX, cuando se popula-
berg). La euforia surrealista sería, sin embargo, rizó para la ilustración de libros, sobre todo a
atacada por la intransigencia de Breton, que se Xilografía partir del trabajo de Thomas Bewick, grabador
comportaba como un semidios para acoger a Xilografía significa etimológicamente graba- inglés que afina el tallado de la madera y mejo-
sus acólitos o decretar expulsiones del grupo. do en madera, es decir, es una estampación ra la reproducción del dibujo; más tarde vuel-
En su periodo de mayor auge, antes de y duran- realizada sobre una plancha de madera que ve a ser utilizada durante el impresionismo por
te la Segunda Guerra Mundial, se sintieron se ha vaciado –usando gubias y buriles– para influencia de las estampas japonesas y por el
surrealistas numerosos artistas: Giorgio de Chi- dejar en relieve el dibujo, previamente calca- propio August Macke y los expresionistas ale-
rico, Robert Desnos, Salvador Dalí, Man Ray, Xul do; después se entinta para que se produzca manes. Los grabados de algunas de aquellas
Solar, por citar algunos. Paul Éluard (1895-1952), la impresión por contacto. Según el sentido novelas ilustradas son la fuente en la que Max
poeta asociado primero al dadaísmo, escribió de la fibra existe el grabado a testa –se trabaja Ernst encuentra la base y el mundo de sus
con Breton L'Immaculée Conception (1930) y en sentido perpendicular con maderas duras– collages.
38 cuaderno[ 38

Collage de Una semana de bondad, “La corte del dragón”, 1933

15,2 x 12,2 cm collage, lápiz, gouache


Pieza de toque

La corte del dragón


Paula Susaeta Cucalón

Un hombre espía por una puerta entreabierta. Desliza la mitad los poderosos para conservar su estatus). Junto a ella, caracteriza-
del cuerpo dentro de una estancia y observa. Nosotros somos ese hom- da con alas de ángel, aparece la cola de un dragón en su misma
bre: nosotros entramos a través de una puerta entreabierta en el mun- actitud: ambos se encuentran reclinados sobre un sofá, en posi-
do de Une semaine de bonté, para entrever un universo paralelo: ción de oración.
aquel que encarna los ideales y las obsesiones más importantes del El confort opresivo soberano que desea transmitir el artista se
movimiento surrealista, pero también las propias de Max Ernst, por- refleja en los espacios cerrados y acolchados. Abundan las cortinas,
que nadie salvo él hubiera sido capaz hacer que el observador se estampados, alfombras y paredes enteladas. El ojo no puede des-
sintiera tan atraído y repelido al mismo tiempo por ese universo. cansar en ningún lugar de la obra. En todos ellos hay tramas que dibu-
Al acercarse a los collages que conforman Une semaine de bon- jan sobre el suelo, las paredes, las personas y los animales: no hay
té es necesario mirar una segunda vez. Y una tercera. Y probable- lugar para el vacío, para el descanso o la serenidad. Por eso el reco-
mente, una cuarta. Cada uno de ellos se abre como una muñeca rusa gimiento de la dama y de la cola del dragón resultan desesperados.
de la que surgen imágenes, significados, retazos de los sueños e El artista utiliza la pintura de la pared para realizar el juego de
infiernos del artista que se han visto, todos y cada uno, plasmados “el cuadro dentro del cuadro”, donde construye un correlato de la
en este horizonte que presenta. misma actitud de entrega y reverencia: un caballero besa la mano
Max Ernst tiñó las cubiertas de color rojo para este cuaderno (el de otra dama en actitud de saludo entregado. También en ella hay
tercero) que dedica a la burguesía y a poner en evidencia el infier- una violencia contenida en el gesto de agarrar la mano al besar.
no acomodado de la misma. La corte del dragón es el ejemplo que Ernst afila las aristas de un entorno en teoría manso, pero que
lo recorre, y su motivo, el fuego. como una muerte dulce, asfixia de manera lenta hasta haber con-
En este collage el artista lleva la utilización de todos los recur- cluido con el último soplo de aire fresco. No hay ventanas. No hay
sos a su alcance en forma de correlato poliédrico hasta sus últimas blancos, no hay manera de liberar la tensión. Como si de una noria
consecuencias; la actitud de los personajes principales y secundarios enloquecida se tratara, la dama busca la paz en una oración sin dios.
de la escena, así como la propia decoración de la estancia, cuenta La violencia se entrega contenida y bien encerrada: los broca-
la misma historia: entrega, oración, silencio; un recogimiento que dos y patrones mullidos la silencian. La desesperación se afina, el
destila desesperación. El artista transmite una sensación de reve- amor tiene forma de soga, los deseos materiales cumplidos son un
rencia absoluta en cada una de las diferentes acciones. cuchillo. En el paraíso –primero añorado y luego construido–, des-
La dama está envuelta en un rico vestido adornado con lazos. cubrimos una jaula hecha a nuestra medida: a la medida perfecta
La cintura se encuentra firmemente ceñida –la belleza artificial apri- de nuestra arrogancia y nuestras renuncias; tejida con aquello que
siona la belleza pura-, mientras, las capas de su falda caen desde dife- nunca debimos entregar y entregamos a cambio de la riqueza, la
rentes alturas y dan peso al vestido, pero también encarnan el que posición y la pleitesía.
arrastra (el peso de una burguesía entregada al baile del favor de Un hombre espía por una puerta entreabierta.
Próxima exposición

Contra Rodin:
La escultura en París
[1905-1914]

En el ámbito de la escultura, alrededor


de 1900, se aspira a un nuevo universo formal:
los escultores quieren reencontrar las leyes
de su arte. El sentimiento de la forma, de la
belleza, de la línea, de la perfección
geométrica se vuelve predominante
en artistas como los franceses Aristide Maillol
o Joseph Bernard, en el alemán Wilhelm
Lehmbruck o el rumano Costantin Brancusi,
que reaccionan contra el exceso
de imaginación que expresaban las
obras de Auguste Rodin, por aquel entonces
un maestro de la escultura celebrado en toda
Europa, contra el que, sin embargo, una
generación entera de artistas se rebela.
cuaderno[ 38
Fundación MAPFRE 2009

Dirección
Pablo Jiménez Burillo

Coordinación
Paula Susaeta Cucalón

Corrección de textos
Miriam López Díaz

Maquetación


eleuve

Fotomecánica y preimpresión
Cromotex

Impresión
tf. Artes Gráficas, S.A.

© De las obras: Max Ernst, VEGAP 2009

© De los textos: los respectivos autores

© De las fotografías: Peter Ertl, Anna Riwkin/Moderna Museet Stockholm

© De la presente edición:

FUNDACIÓN MAPFRE. Instituto de Cultura

Paseo de Recoletos, 23
28004 Madrid

ISBN: 978-84-9844-151-2

Depósito legal: M-4434-2009

Imagen de cubierta:

Collage de Una semana de bondad, “Segundo poema visible”, 1933

Todos los collages originales que conforman Una semana de bondad

pertenecen a Daniel Filipacchi-Isidore Ducasse Foundation, Nueva York


Comisario
Werner Spies

Coordinación
Paula Susaeta Cucalón

Registro
Pedro Benito Albarrán

Restauración
Jorge García

Diseño y dirección del montaje


Jesús Moreno y Asociados

Realización del montaje


Exmoarte, S.A.

Transporte
SIT Transportes Internacionales, S.A.
Masterpiece International Ltd.

11 febrero - 31 mayo 2009


Seguros
MAPFRE EMPRESAS
FUNDACIÓN MAPFRE Compañía de Seguros y Reaseguros, S.A.

SALAS DE EXPOSICIONES RECOLETOS


Otros servicios
Paseo de Recoletos, 23
MAPFRE CAUCIÓN Y CRÉDITO
28004 Madrid Compañía Internacional de Seguros y Reaseguros

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