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Tratamiento social de los problemas de la niñez y

adolescencia atravesada por medidas jurídico-sociales:


El protagonismo necesario de la escuela en clave de Derechos
Mar del Plata 2014-2019
Social treatment of the problems of childhood and
adolescence crossed by legal-social measures:
The necessary role of the school on Right´s key
Mar del Plata 2014-2019

Por Mercedes Minnicelli*


Fecha de Recepción: 01 de junio de 2019.
Fecha de Aceptación: 02 de septiembre de 2019.

RESUMEN niños, niñas y adolescentes inmersos en pro-


El campo epistémico Infancia e Instituciones cesos jurídico-sociales en los cuales, las deci-
propone enlaces discursivos y diálogos habili- siones que los adultos tomen tendrán repercu-
tantes entre discursos y prácticas de diferentes siones reales en sus vidas? ¿Tiene algún lugar
territorios disciplinares para dar lugar a un distintivo la escuela cuando se trata de chicos
análisis del protagonismo posible –y necesa- atravesados por causas que les conciernen ini-
rio– de las acciones políticas a desarrollar por ciadas por Organismos de niñez dependientes
una escuela en clave de Derechos. Se inten- de la administración ejecutiva y/o en Juzgados
tará definir qué se entiende por Tratamiento de familia? ¿Cómo impactan en la escolaridad
social de los problemas de la niñez y adolescen- las decisiones que conllevan medidas excep-
cia contemporánea, particularmente referido a cionales? El tratamiento del tema se realizará
una franja de la población la cual es atravesada considerando, en primer término, la inciden-
por medidas jurídico-institucionales. ¿Cuál es cia que aún presenta la polaridad minoridad
el lugar protagónico de la escuela ante niñas, / educación para ubicar la cuestión contem-
niños y adolescentes heridos por la vida? ¿Cuál poránea de las niñas, niños y adolescentes en
es el aporte necesario cuando sus alumnos son su relación con las instituciones, entre ellas,

* Posdoctorada por el Área Interdisciplina, Programa de Posdoctoración de la Universidad Nacional


de Rosario. Doctora en Psicología por la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Ro-
sario. Licenciada en Psicología por la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Mar del
Plata. Correo electrónico: mercedes.minnicelli@gmail.com

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la escuela. En segundo lugar, aportando a un mily Courts? How do decisions that involve
estado del arte actualizado que visibilice la exceptional measures impact on schooling?
impronta de experiencias e investigaciones en The treatment of the topic will be done con-
las cuales los actores de la escuela se inscriben sidering, in the first place, the incidence that
como protagonistas de las intervenciones jun- still presents the minority / education pola-
to con funcionarios judiciales, profesionales y rity to locate the contemporary question of
sociales. En tercer lugar, ubicando los efectos the children and adolescents in their relation
diferenciales cuando se incorpora la posibili- with the institutions, among them, the school.
dad de dar lugar al punto de vista de niñas, Second, contributing to an updated state of
niños y adolescentes en clave de derechos, en the art that makes visible the imprint of expe-
el análisis de temas que les conciernen. Se ana- riences and research in which the actors of the
lizan las bases legislativas como condición ne- school register as protagonists of the interven-
cesaria, no suficiente en términos de intentar tions together with judicial, professional and
movilizar una estructura discursiva que pueda social officials. Third, locating the differential
redefinir la escuela como otro lugar de acción effects when incorporating the possibility of
política, protagonista en el tratamiento so- giving rise to the point of view of children and
cial de las nuevas generaciones, especialmen- adolescents in terms of rights, in the analysis
te aquellas denominadas como niñas y niños of issues that concern them. The legislative ba-
malheridos por la vida. ses are analyzed as a necessary condition, not
Palabras clave: Tratamiento social, Niñez y enough in terms of trying to mobilize a dis-
adolescencia, Escuela, Derechos, Pertenencia. cursive structure that can redefine the school
as another place of political action, protago-
ABSTRACT nist in the social treatment of the new genera-
The epistemic field Infancy and Institutions tions, especially those named as children hurt
proposes discursive links and enabling dialo- by life.
gues between speeches and practices of diffe- Keywords: Social Treatment, Children and
rent disciplinary territories to give rise to an Adolescents, School, Rights, Membership.
analysis of possible protagonism –and neces-
sary– of the political actions to be developed Introducción
by a school on Right´s Key. An attempt will El joven campo epistémico denominado In-
be made to define what is meant by social fancia e Instituciones1 permite, de manera
treatment of the problems of contemporary child-
hood and adolescence, particularly referred to a
stripe of the population which is crossed by le- 1 Infancia e Instituciones es la denominación
gal-institutional measures. What is the leading de un campo de estudios interdisciplinar,
role of the school for children and adolescents que aborda desde el año 2001, por un lado,
hurt by life? What is the necessary contribu- la necesidad de analizar las formas en las cua-
tion when your students are children and ado- les se instituyen discursos en, sobre y para
lescents immersed in legal - social processes la infancia. Al mismo tiempo, de qué forma
in which, the decisions that adults make will incide la posición subjetiva de los operado-
have real repercussions in their lives? Does the res, docentes y profesionales en la definición
school have a distinctive place when it comes de los problemas y en la manera de com-
to children traversed by causes that concern prender sus posibles formas de abordaje e
them initiated by Child Organisms dependent intervención. La formación se sistematiza e
on the executive administration and / or in Fa- inscribe en el ámbito académico posgradua-
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expresa, enlaces discursivos y diálogos habili- adolescentes estuvieran temporal o permanen-


tantes entre discursos y prácticas de diferentes temente privados de su medio familiar o cuyo
territorios disciplinares para dar lugar a un superior interés exija que no permanezcan en
análisis del protagonismo posible – y necesa- ese medio. Tienen como objetivo la conserva-
rio– de las acciones políticas a desarrollar por ción o recuperación por parte del sujeto del
una escuela en clave de Derechos. Conlleva ejercicio y goce de sus derechos vulnerados y
detenerse en ciertos aspectos insoslayables que la reparación de sus consecuencias. Estas medi-
ubiquen el punto de vista que se intentará das son limitadas en el tiempo y sólo se pueden
transmitir para definir qué será entendido en prolongar mientras persistan las causas que les
este marco por Tratamiento social de los pro- dieron origen. Art. Núm. 39 de la Ley Nacional
blemas de la niñez y adolescencia contemporá- Núm. 26061.
nea, particularmente referido a una franja de
¿Cuál es el lugar protagónico posible de la es-
la población la cual es atravesada por medidas
cuela ante niñas, niños y adolescentes heridos
jurídico-institucionales, sean ellas medidas
por la vida? ¿Cuál es el aporte necesario de la
excepcionales u otras vinculadas al restableci-
escuela cuando sus alumnos son niños, niñas
miento de derechos vulnerados.
y adolescentes inmersos en procesos jurídico-
MEDIDAS EXCEPCIONALES: Son aque- sociales en los cuales, las decisiones que los
llas que se adoptan cuando las niñas, niños y adultos tomen tendrán repercusiones reales en
sus vidas? ¿Tiene algún lugar distintivo la es-
cuela cuando se trata de chicos atravesados por
do a partir de la Especialización en Infancia causas que les conciernen iniciadas por Orga-
e Instituciones Categorización CONEAU B nismos de niñez dependientes de la adminis-
y de la Maestría en Infancia e Instituciones tración ejecutiva y/o en Juzgados de familia?
Dictamen CONEAU del 22/09/14 Sesión ¿Cómo impactan en la escolaridad las decisio-
Nº 407 Reconocimiento oficial provisorio nes que conllevan medidas excepcionales?
a la carrera nueva Nº 11471/13 Facultad de En primer término, se analizan las bases
Psicología, UNMDP. Desde el año 2006, se legislativas como condición necesaria, no su-
crea la Red Interuniversitaria Internacional ficiente en términos de intentar movilizar una
de Estudios e Investigaciones Interdisciplina- estructura discursiva que pueda redefinir la es-
rias en Infancia e Instituciones cuyo sitio es cuela como otro lugar de acción política, pro-
www.psicoinfancia.com.ar por Acta Acuerdo tagonista en el tratamiento social de las nuevas
entre más de 24 grupos pertenecientes a Cá- generaciones. Interesa ubicar en ceremonias
tedras, Proyectos de investigación, Posgrados mínimas (Minnicelli, 2013), en el caso a caso,
de Universidades de la Argentina, Brasil, Co- en el uno a uno, un margen de movilidad sig-
lombia, Bolivia, Uruguay, España y Francia y, nificante en la cual la posición singular de do-
en 2012, se funda la Revista INFEIES – RM centes y profesionales, recobra un saber hacer
www.infeies.com.ar. Fue presentada en agos- viable, por cuyas acciones es posible distinguir
to 2016 por Silvia Lampugnani la primera que más allá de las causas y de los casos, se
tesis de doctorado en Psicología enmarcada aportan gestos y palabras, hilos para historias
en Infancia e Instituciones en la Facultad singulares.
de Psicología de la Universidad Nacional de Considerando que el tratamiento del tema
Rosario denominada Infancia e Instituciones. precisa una seria de argumentaciones que ubi-
La problemática de la filiación en niños y niñas quen el problema en perspectiva, se requiere
desplazados de su ámbito familiar por decisiones considerar al dispositivo integral de protec-
jurídico-administrativas.
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ción de derechos, desde allí, la incidencia que Convención Internacional de los Derechos del
aún se conserva en la polaridad minoridad / niño (hoy niños, niñas y adolescentes) y, sin
educación para ubicar la cuestión contempo- embargo, pocos años en lo que implica una
ránea de las niñas, niños y adolescentes en su transformación social y cultural respecto del
relación con las instituciones, entre ellas, la lugar que se le otorga a las nuevas generacio-
escuela, visibilizando la impronta de experien- nes. Siglo XX, siglo del niño, se ha ido más
cias e investigaciones en las cuales se redefinen en declamaciones que en efectos concretos,
términos y nominaciones para dar un lugar los avances en la revisión de prácticas operan
otro a los protagonistas de las intervenciones. como pequeñas gotas que horadan la roca
Hablar de pequeños sujetos malheridos reubi- dura de premisas cuasi inamovibles.
cará no sólo una posición epistémica ante los El amparo de las leyes de protección de
problemas que les involucran sino, la necesaria derechos, las transformaciones en el Código
revisión de las formas de dar trato social a aque- Civil y Comercial de 2015 en la Argentina re-
llo que aqueja. Por este camino se producen en sultan inscripciones favorables para continuar
el caso a caso concreto, aportes significativos insistiendo respecto de parámetros en torno al
que logran desviar el destino de quienes sin devenir de la vida infantil, que cuentan con
cuidados parentales fueran tradicionalmente más de dos siglos de desarrollos en el marco
orientados hacia la institucionalización. de las entonces jóvenes pedagogías, psicologías
Tomando como herramientas conceptua- del desarrollo y psicoanálisis. Estos discursos
les las nociones de inclusión, pertenencia, in- disciplinares han sido un aporte fundamental
tersección y unión desde las bases de la teoría en la formación de profesionales de la psicolo-
de los conjuntos, se trata de contribuir a la gía, el trabajo social, la salud y la educación,
posibilidad de acompañar el hilado de perte- más allá de sus múltiples diferencias en cuanto
nencia en la escritura de lazos en una nueva a objeto de estudio, metodologías y abordajes,
familia. Se pretende así ubicar los efectos di- han contribuido a la distinción ya formulada
ferenciales cuando se incorpora la posibilidad por Ferenczi (1932) entre lenguaje infantil y
de dar lugar al punto de vista de niñas, niños y lenguaje adulto; lenguaje de la ternura y len-
adolescentes en clave de derechos, en el análi- guaje de la pasión.
sis de temas que les conciernen. Las legislaciones nacionales argentinas y
A lo largo del texto, se tratará de soste- de todos aquellos países adherentes a la Con-
ner la importancia de distinguir, visibilizar y vención Internacional por los Derechos del
poner en valor efectos diferenciales cuando niño del siglo XX consideraron la diferencia
una escuela se ubica como denunciante des- entre adultos y niños, en base a dos criterios:
implicado, respecto de esas otras posiciones a) mayoría de edad; b) dependencia tutelar -
desde las cuales, como protagonista activa en familiar (padre, madre) o judicial (tutor o en-
el hilado de una historia, oficia como sostén de cargado) pudiendo ser la emancipación (por
la palabra de las niñas, niños y adolescentes, matrimonio y/o habilitación comercial) la vía
resultando tejedores de pertenencia en lazo so- legal de salida de la dependencia tutelar fami-
cial y, desde allí acompañando la factibilidad liar antes de la mayoría de edad.
de otras singulares biografías posibles. La primacía de las decisiones sustentadas
en el Interés Superior del Niño, tímidamente
Cuestión de leyes: condición se hacen lugar desde la declaración de la Con-
necesaria, no suficiente vención internacional por los derechos del
En la Argentina, así como en otros países, más niño, incorporada a la Constitución Nacional
de medio siglo ha pasado desde la firma de la en la Argentina y las leyes de Protección de

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Derechos. Antes que ellas, no se habría pues- gica, cierta sociología, historia o ciencia jurídi-
to el énfasis en las necesarias diferencias a ser ca. La apertura discursiva es el primero de los
sostenidas por ley en torno al deber de exiliar pasos a dar en la materia.
a los menores de edad del sexo, del trabajo y ¿A qué infancia se dirige la escuela? ¿Con
de la violencia. En numerosas ocasiones, aún, qué familia espera tratar? ¿Qué sucede cuando
hay quienes olvidan el deber de protección de los interlocutores adultos son los empleados
derechos que la ley sostiene. Es decir, la letra (cuidadores, otrora preceptores, tíos) de un
de la ley al ubicar a todos los menores de edad hogar convivencial? ¿Puede un niño o una
en un mismo concepto de niños = todo menor niña sin padres asistir a la escuela? ¿Se pue-
de dieciocho años, pretende dar por finalizada de estar preparado para todos los temas que
la divisoria de aguas entre “niños” y “meno- surgen en el trabajo cotidiano escolar? ¿Será
res” como categorías institucionales distintivas que es preciso disponerse a la aventura de la
para los unos y para los otros. Dicha categori- novedad en la cual las experiencias con la ni-
zación, evidenció otras distinciones necesarias, ñez acontecen?
hoy en debate, respecto de la diversidad sexual Se requiere un renovado y candente deba-
en la niñez, tema que excede el propósito del te respecto del saber hacer con los niños, ni-
presente escrito, aunque implica la importan- ñas y jóvenes por parte de operadores/legos y
cia de, al menos, distinguir entre niñas y ni- profesionales en instituciones destinadas a su
ños, niñes en tanto genérica inclusiva. cuidado cuando por motivos de índole diver-
Sin embargo, el texto de las leyes genera sa, residen en ámbitos institucionales. A este
condiciones de posibilidad necesarias, pero grupo de niñas, niños y jóvenes se los ubica en
no suficientes. Estas transformaciones, aún una nueva nominación que pretendiendo ser
requieren de un intenso trabajo de revisión de más amigable sin cuidados parentales continúa
prácticas docentes, profesionales, judiciales y ubicando el eje central de deber de cuidar en la
sociales –incluyéndose a los discursos mediáti- familia propia. Si ella no es lo que se espera, el
cos y redes sociales–, considerándose imperio- sin toma el discurso y marca una posición que
so sostener la pregunta sobre si es posible que retoma viejas premisas.
acontezca la transformación cultural que hace En el caso que nos ocupa, resulta un opera-
falta para revisar las intervenciones dirigidas a dor conceptual más eficaz denominarlos niñas
los pequeños y sus familias desde las escuelas, y niños heridos por la vida, ubicando así una
junto con las demás instituciones y en clave posición requerida al Otro social, vinculada al
de derechos. hospedar al herido dando el cuidadoso trato
La noción de dispositivo de Foucault re- social que el caso amerita. Antes de avanzar
sulta un aliado metodológico para avanzar en es preciso presentar la noción de dispositivo,
la presentación del tema y, a su vez, configura por qué es posible hablar de dispositivo inte-
un problema ya que, a partir del análisis críti- gral de protección de derechos en el cual la
co en Infancia e Instituciones, cuando se hace escuela es considera uno de los elementos que
posible la discusión de textos provenientes de entra en relación y, desde allí, ubicar el dar tra-
distintos campos disciplinares se descubren los to social, el tratamiento social por ceremonias
efectos de la tendencia de encierro discursivo mínimas como una llave de abordaje de casos
respecto de la niñez, la familia, la juventud. complejos.
Efectos que se vislumbran cualquiera sea el
agente de dicho encierro, incluyendo de ma-
nera prioritaria aquellos endogámicos que
promueve cierto psicoanálisis, cierta psicoló-

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Dispositivo de Protección proposiciones filosóficas, etc. El dispositivo en


integral de Derechos sí mismo es la red que se establece entre estos
elementos.
¿Qué es un dispositivo? Giorgio Agamben
2) El dispositivo siempre tiene una función es-
([2005]2014) respondía a esta pregunta en
tratégica concreta y siempre se inscribe en una
2005, con una interesante hipótesis produci-
relación de poder.
da a partir de la genealogía del concepto en
3) Es algo general, un reseau, una “red”, por-
Foucault:
que incluye en sí la episteme, que es, para Fou-
La hipótesis que quiero proponerles es que la cault, aquello que en determinada sociedad
palabra “dispositivo”, que da el título a mi con- permite distinguir lo que es aceptado como un
ferencia, es un término técnico decisivo en la enunciado científico de lo que no es científico
estrategia del pensamiento de Foucault. Lo usa ([2005]2014: 7-8).
a menudo, sobre todo a partir de la mitad de
los años setenta, cuando empieza a ocuparse de
La noción de dispositivo, en el sentido que
Agamben recupera de Foucault, abre a un
lo que llamó la “gubernamentalidad” o el “go-
universo de análisis diferencial del tratamien-
bierno” de los hombres. Aunque, propiamente,
to social de los problemas de la niñez y de la
nunca dé una definición, se acerca a algo así
adolescencia –en términos macro– sostenido
como una definición en una entrevista de 1977.
en ceremonias mínimas en lo micro social. Di-
Lo que trato de indicar con este nombre es,
cho tratamiento, sólo es posible por el análisis
en primer lugar, un conjunto resueltamente
de las formas ceremoniales cotidianas en las
heterogéneo que incluye discursos, institucio-
cuales las escuelas, albergan –o no lo hacen–
nes, instalaciones arquitectónicas, decisiones
hospedan y se piensan a sí mismas en tanto
reglamentarias, leyes, medidas administrati-
universo simbólico de significación social.
vas, enunciados científicos, proposiciones fi-
losóficas, morales, filantrópicas, brevemente, Recapitulando, tenemos, pues, dos grandes
lo dicho y también lo no-dicho, éstos son los clases, los seres vivientes (o las sustancias) y los
elementos del dispositivo. El dispositivo mismo dispositivos. Y entre los dos, en tercer lugar,
es la red que se establece entre estos elementos. los sujetos. Llamo sujeto a lo que resulta de las
(...) por dispositivo, entiendo una especie -di- relaciones y, por así decir, del cuerpo a cuerpo
gamos- de formación que tuvo por función ma- entre los sujetos y los dispositivos (Agamben,
yor responder a una emergencia en un determi- 2014b: 18).
nado momento. El dispositivo tiene pues una
función estratégica dominante.... El dispositivo Producir subjetividad será efecto entonces
está siempre inscripto en un juego de poder. de las condiciones de posibilidad que el trato
(…) Lo que llamo dispositivo es mucho un caso social sustenta, es decir, de esa relación entre
mucho más general que la episteme. O, más cada singularidad respecto de las instituciones
bien, la episteme es un dispositivo especialmen- de referencia. También es posible que el dispo-
te discursivo, a diferencia del dispositivo que es sitivo produzca desubjetivación y sujetos mal-
discursivo y no discursivo.” heridos, como desarrollamos más adelante.
Como ya expresamos anteriormente, el
Luego de presentar su hipótesis la puntualiza: cambio legislativo es condición necesaria,
pero no suficiente a fin de otorgar un estatuto
1) Es un conjunto heterogéneo, que incluye
para niñeces priorizando su Interés Superior.
virtualmente cualquier cosa, lo lingüístico y lo
La posición de sujetos de derechos, respecto
no-lingüístico, al mismo título: discursos, ins-
tituciones, edificios, leyes, medidas de policía,

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de niño tutelado aún no encuentra el anclaje cial para que el sentimiento de lo siniestro se
preciso. presente, es el encuentro con la “incertidum-
Los asuntos humanos son reactivos a res- bre intelectual”, en términos de Freud, con la
ponder a reglas al modo de Si A B, produ- vivencia de intemperie subjetiva, en términos
ciéndose fenómenos paradojales. En tiempos propios.
de fuertes tendencias a la des-judicialización
La incertidumbre intelectual implica el cho-
de las relaciones sociales, como nunca antes, el
que frontal con los límites de la experiencia y
cotidiano escolar se hace parte de dicho apara-
del conocimiento. Nos ponen de frente ante
to y la vertiente que pretendía des-judicializar
nuestra más aguda ignorancia, nos ubican en
las intervenciones del Estado respecto de las
la intemperie subjetiva que se presenta como lo
relaciones de los llamados niños y niñas vul-
ominoso, ese algo dentro de lo cual uno no se
nerables y/o niños y niñas en riesgo, hoy, en
orienta. Mientras mejor se oriente un hombre
tanto parte del Dispositivo, es un escenario
dentro de su medio, más difícilmente recibirá
donde la judicialización se hace presente en
de las cosas o sucesos que hay en él la impresión
ceremonias mínimas que denuncian la comple-
de lo ominoso” (Op. cit. 1992: 221).
jidad del tema.
Paradojas, deslizamientos, efectos no de- Estas perspectivas iniciales permiten sustentar
seados que alteran la posibilidad de que la dis- la importancia de considerar el trato / trata-
ponibilidad para el gesto de cuidado, propio a miento social que se ofrece ante el problema,
la educación, acontezca. Los otros representan en la atención del sujeto producido: niñas, ni-
amenazas. Los niños resultan una amenaza. ños y adolescentes malheridos.
Sus padres son amenazantes. En ese clima ge-
neralizado, habría ya planteado Freud (1919) Pequeños sujetos malheridos
cómo la hostilidad de lo extraño puede con- Hasta no hace muchos años, aquellas niñas
vertirse en el pavor de lo ominoso o siniestro: y niños atravesados por decisiones jurídico-
Lo ominoso (…) No hay duda de que perte- sociales, estaban ubicados en una posición de
nece al orden de lo terrorífico, de lo que excita objeto respecto de cuidados benefactores que
angustia y horror; y es igualmente cierto que deberían agradecer, dada su condición de “sin
esta-palabra no siempre se usa en un sentido familia” y/o “sin cuidados parentales”. Saberes
que se pueda definir de manera tajante. (…) y prácticas sobre su condición infantil, los ubi-
(Freud, [1919] 1992: 219). caba también como objeto de discursos sesga-
(…) Lo siniestro es aquella variedad de lo terro- dos, aquel postulado por la psicopatología y
rífico que se remonta a lo consabido de antiguo, la psiquiatría. Ante esta tradición, se abrieron
a lo familiar desde hace largo tiempo. ¿Cómo es sendos debates y propuestas diferenciales ofre-
posible que lo familiar devenga siniestro, terro- cidas desde experiencias del Psicoanálisis con
rífico, y en qué condiciones ocurre? niños, desde el Psicoanálisis en sus diálogos
Sólo puede decirse que lo novedoso se vuelve con la Educación y desde el Psicoanálisis en
fácilmente terrorífico y siniestro; algo de lo no- sus diálogos con el Derecho. Por estos trayec-
vedoso es siniestro, pero no todo. A lo nuevo tos, ha resultado posible renombrar un estado
y no familiar tiene que agregarse algo que lo social y subjetivo para referirlos como peque-
vuelva siniestro (Op. cit., 1992: 220). ños sujetos malheridos (Minnicelli, 2016).
Esto implica a aquellos casos en los cuales
El lugar de los niños y niñas en ciertas fami- además del punto de partida difícil en la vida,
lias tanto como el escenario social donde se las intervenciones del Estado o de cualesquiera
albergan, nos enfrentan a una condición esen- fueran las instituciones intervinientes, contri-
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buyeron a incrementar el daño subjetivo pa- de acuerdo a los tiempos de permanencia en


decido en lo real de las experiencias de vida. cada lugar.
Este reposicionamiento ante el modo de Se consigna así en el eje vertical 0: Sin ins-
nombrar un estado subjetivo, surge a partir cripción: Sin datos acerca de su familia de ori-
del estudio y análisis de expedientes judicia- gen / 1: Familia de origen / 2: Familia directa /
les e institucionales en los cuales fue posible 3: Familia indirecta / 4: Institución de Tránsi-
graficar por el instrumento TRAZAS, trayec- to / 5: Institución de Alojamiento / 6: Familia
torias institucionales de niños y niñas sujetos a Guarda Simple / 7: Familia Guarda con fines
medidas excepcionales. En ese tránsito, se lee de Adopción / 8: Adopción. En el eje vertical,
la tenacidad e insistencia de ciertas prácticas en sentido negativo (en tanto más se aleja de
profesionales y de operadores institucionales vivir en familia) se ha consignado -1: situación
y jurídicos que no logran operar en favor de de calle / -2: búsqueda de paradero / -3: Cen-
disminuir el sufrimiento de infantiles sujetos, tro Cerrado de detención.
discapacitados por el esfuerzo de superviven- ¿Qué proponer en estas circunstancias?
cias a devastadoras intervenciones sociales, ju- ¿Qué tipo de trato ofrecer al problema cuando
diciales u otras inclasificables. ya todas las opciones han sido agotadas? ¿De
El TRAZAS fue diseñado como instru- qué otras maneras se puede actuar cuando la
mento de relevamiento de datos de los expe- vida sacudió de esta forma? La imagen que se
dientes y, de su traducción al registro gráfico logra de cada caso, impacta. En ese límite sur-
se realiza en el laboratorio interdisciplinar e gió la idea de gestionar otro lugar (subjetivo)
intersectorial que forma parte de la metodo- en y por el cual, crear y recrear condiciones de
logía de investigación. Consiste en organizar posibilidad para la escucha espontánea de esos
la información disgregada de expedientes ju- chicos y chicas en un escenario más propio a
diciales e institucionales para dilucidar el reco- la vida común que a aquella intervenida por
rrido institucional de cada niño/a y su grupo el Estado.
de hermanos. En primer lugar, se traduce en En este escenario se fue constituyendo la
grillas pre-armadas de información que luego importancia de reubicar los términos dando
se codifica y traslada al gráfico en el cual que- lugar al análisis del trato / tratamiento social de
da dibujado el trazado que se logra escribir y los pequeños sujetos malheridos. Entonces la
visibiliza recorrido. Se ubican los nodos y ca- posibilidad de salir de la polaridad minoridad
minos de esas idas y vueltas de institución en / educación y, también, de las denominaciones
institución y, de regreso, luego de haber ingre- psicopatológicas y/o políticas y/o jurídicas, fue
sado a procesos de guarda/adopción. Con esta hallada en la condición de efecto del dispositi-
presentación, logramos encontrar otra forma vo en los cuerpos infantiles (mal-heridos) pre-
de nombrar el recorrido de un sujeto que va cisándose ahora del operador conceptual que
y viene, que ingresa y egresa para descartar la no sólo diera cuenta de manera contundente
nominación “entrega - devolución”, lo cual lo del impacto de las decisiones institucionales
ubicaba como objeto, permitiendo así leer la en estas vidas malheridas sino, también, de
movilidad institucional, de dónde a dónde se abordajes posibles. Los niños y niñas heridos
dirige, generándose un trayecto que necesaria- por la vida, requieren la reinvención de un
mente lleva a historizar. El eje vertical, marca quehacer en un terreno dónde sólo es posible
el recorrido institucional cuyo orden dio lugar teorizar en el marco de la reflexión ética. Tarea
a significativos debates en el equipo de trabajo. que implica la revisión de prácticas proclives a
El eje horizontal marca la edad del sujeto y en procesos subjetivantes y de reconstrucción de
la traza, es posible dibujar el recorrido seguido

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entramados de lazos sociales y familiares en los resulta obvia para el lego, no lo es tal para el
límites de la experiencia y el saber disciplinar. impersonalmente llamado sistema. Cual si no
Se hace así necesario, ubicar a los dife- se dejara impactar, el incremento de los malos
rentes efectores, inclusive la escuela, en el tratos, abusos de diferente orden, excesos en
tratamiento social posible en la medida que los cuales niños, niñas y jóvenes, incluso muy
sea analizada la manera de dar trato a aquello pequeños son objeto, resultan indicadores
inasible, inasimilable, intratable y expuesto en preocupantes, tanto como la intensa dificul-
crudo, sin velo, que es el desamparo subjetivo tad para que puedan revisarse y transformarse
en su cara real de la experiencia. Esta otra de- las prácticas docentes, profesionales, ciudada-
nominación, esta diferente forma de nombrar, nas en general cuando, lo que se escucha con
de manera explícita, convoca a otras posicio- insistencia en la definición de los servicios de
nes discursivas respecto de la clásica nosografía atención interdisciplinaria (escolares, judicia-
psiquiátrica que define trastornos y receta pas- les, sociales, de promoción y protección de de-
tillas. Intenta dar lugar al sentir de pequeños rechos) es “nosotros no hacemos tratamiento”,
sujetos en su lucha por una subsistencia insti- mientras de manera simultánea asistimos al al-
tucional que resulta arrasadora. tísimo incremento de la medicalización de los
Niños, niñas y jóvenes quienes habiendo comportamientos infantiles (Stolkiner, 2015;
sido objeto de abusos, malostratos, explota- Janin, 2012; Vasen, 2014; Dueñas, 2011, en-
ción laboral o sexual, abandonos, con o sin tre otros).
experiencias de vida callejeras, interpelan el La lectura de las trayectorias institucio-
hacer de la psicología, del psicoanálisis, de las nales, de los trazados institucionales, nos de-
pedagogías y por ende de las prácticas esco- muestran cómo por ceremonias mínimas –en
lares y otras cuando, además, se le requiere su faceta de repetición– se perpetúa el “más
operar en interdisciplina y acorde a tiempos de lo mismo” y, también, cómo es posible su
fecundos en términos de códigos normativos, movilidad significante en el pequeño gesto, en
con aquellos sujetos a la excepcionalidad de la interrogación, en la oportunidad de hacer
una medida que, a partir de lo vivido, además, ante lo mismo algo distinto. Un análisis de di-
cambiará sus vidas de manera definitiva. cho trazado nos demuestra que la pretensión
Los niños y niñas heridos por la vida, de garantizar el derecho a vivir en familia no
resultan testimonio vivo del devaneo que la puede acontecer sin ciertas revisiones y análisis
época impone por la tan poco analizada des- de prácticas y discursos cuando, en la mayo-
institucionalización. Más falta de escuelas, ría de los casos, para ellos “familia” es aquella
dispositivos socio educativos, jardines mater- con la cual “no conviven”. Tal como antes fue
nales y de infantes, espacios lúdicos, sociales y mencionado lo familiar, puede ser también lo
culturales, sin –además– hogares dignos para siniestro, lo ominoso. La escuela precisa ubicar
un albergue en entornos familiares amplios y este malestar y saber hacer con ello.
receptivos a hospedarlos, más intervenciones De una manera o de otra, aquellos niños
que dan cuenta del peso de la inscripción ins- y niñas heridos por la vida, quedaron atrapa-
titucional en sus cuerpos. dos en discursos y en prácticas que los ubican
Será entonces que debamos considerar qué en un lugar de derechos vulnerados que olvi-
implica la intervención del Estado en nombre da, una vez más, que Juan, Pedro, Marisa…
de su protección, incluyendo a las prácticas están en tiempos de configuración subjetiva
psi, a partir de esas medidas de “abrigo” y, de y su corta vida se sostiene o bien escapando
los alcances de la des-institucionalización que o tranzando o haciendo experiencias de vida
se pretende. Esta afirmación que muchas veces callejeras sobreadaptadas y desproporcionadas

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Mercedes Minnicelli “Tratamiento social de los problemas de la niñez y adolescencia...”

respecto de su desvalimiento real como infan- armas a su alcance y, en esos intentos, en “cada
tiles sujetos. O bien el ser albergados (abriga- vez”, más dañados resultan. Esta dura cuestión
dos) por el Estado en hogares convivenciales cuenta hoy en día con un marco propicio para
replica la desproporción entre el daño que en otras versiones de ciertas prácticas, anticipadas
lo singular-biográfico han vivido y la oferta de en muchos casos, por los pioneros de la pe-
tratamiento social que reciben. El saldo anun- dagogía y por pioneros del psicoanálisis con
cia una repetición casi asegurada. niños. Abre a la importancia del trabajo con
Quizás como nunca antes, tenemos regis- otros, a la creación de redes transferenciales
tro del deterioro subjetivo que pagan incapaci- que ofrezcan un sostén más allá de las coyun-
tándose en el esfuerzo por sobrevivir. turas y de nuestras presencias.
Resultan así cortas vidas sujetas no sólo a Tanto pioneros en psicoanálisis como
las severas dificultades en lo familiar / singular; quienes le sucedieron en la línea del psicoa-
a vidas configuradas como “infancia en estado nálisis con niños, destacaron siempre la im-
de excepción sin mitos ni leyendas” (Minnice- portancia de diferenciar aquellos casos en los
lli, 2010) sino, además, sometidas a múltiples cuales algo realmente sucedió, de aquello que
intervenciones, muchas de ellas en pugna, que se hubiera fantaseado. Eso no implica que en
se desconocen como parte del tratamiento so- uno u otro caso la realidad no sea la subjetiva
cial de esta época, la nuestra. siempre, la realidad psíquica ubicando cómo
Intervenir en otras claves de lectura, otras afecta a cada quien lo vivido, experimentado,
versiones de ciertas prácticas en pos de la re- gozado, disfrutado o padecido. Sino que res-
subjetivación es imperioso, ya no sólo necesa- pecto del recorte de un objeto-causa, cuando
rio. Es decir, es preciso promover otras pregun- hay un hecho definible (la guerra, una catás-
tas que reconfiguren la posición desde la cual trofe, un derrumbe constatable materialmen-
se ejecutan intervenciones desde cualquiera sea te, por ejemplo) el sujeto tiene de dónde aga-
el escenario de decisión que desconocen que rrarse para dar soporte a la intensidad de la
allí, delante suyo, hay un niño o una niña mal- experiencia.
heridos no sólo por las circunstancias silentes En cambio, cuando se le pregunta a un
de la vida ante lo cual cada agente del sistema niño o niña sujeto a medias excepcionales ¿por
se coloca ahondando en las llagas abiertas, sino qué estás aquí? –invitados a realizar el ejercicio
muchas veces, por lecturas banales que forman de la pregunta–, ellos no saben qué respon-
parte de un tratamiento social a reconsiderar, der y se ubican como habiendo cometido un
revisar, redefinir, replantear. pecado-causa de la separación familiar. No se
La banalidad del mal (Arendt, 1963) se ubican ni como protegidos ni como refugia-
hace carne viva en la piel de los chicos y chicas dos. Se ubican como rehenes, como presos
que parecieran encontrar como únicas salidas, producto de un secuestro.
enloquecer, delinquir o demenciarse. Se desta- Infantiles sujetos van de desilusión en des-
ca el parecieran porque cuando se les ofrecen ilusión y, en cada vuelta, ganan en desgano,
otras alternativas y condiciones de posibilidad desvitalización, debilidad mental o –por con-
para otras perspectivas; cuando la reparación trapartida– agresividad pasiva o activa hacia
se hace posible por intervenciones cuidadas, sí, los otros o el medio en el cual están cir-
delicadas, respetuosas, lúdicas, rápidamente cunstancialmente. Cuadros típicos de niñas y
puede descubrirse que ni locos, ni delincuen- niños cuyos cuerpos exponen la institucionali-
tes, ni dementes. Simplemente niños y niñas dad arrolladora.
expuestos a defenderse del más puro desvali-
miento y fragilidad subjetiva con las únicas

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Trato / tratamiento social comunitarios, sociales y de distinta índole que


El nuevo Código Civil y Comercial de la Na- permitan dar lugar al sostén social, educativo,
ción Argentina, sancionado en 2015, ubica a cultural, jurídico de niñas y niños.
las instituciones en co-responsabilidad respec- En el inicio de esta investigación, sorpren-
to de los temas que involucran a niñas, niños día la cantidad de profesionales intervinientes
y adolescentes2. Cómo impacta en la escue- en casos en los cuales se identificaban “dere-
la –si lo hace– este cambio normativo es un chos vulnerados”. Particularmente, en el caso
tema a indagar. Por lo pronto, permite avan- de aquellos alejados por diversas razones del
zar respecto de su importante inclusión en el entorno familiar. Las derivaciones desde la es-
tratamiento social de casos complejos, el que cuela hacia otros efectores, se realizaban utili-
nos ocupa, cuando se trata de niñas y niños zando una frase recurrente la cual, al modo de
que llamamos en términos genéricos malheri- ceremonia mínima, como dicho, se reiteraba
dos. Algunos de ellos, sin cuidados parentales, ante cualquier interpelación sobre qué otras
como antes fue mencionado. alternativas podrían ofrecerse desde la escuela
Entonces, habiéndose iniciado una apro- (…) nosotros no hacemos tratamiento. Esta res-
ximación a la indagación sistemática del pro- puesta no era hallada sólo en la escuela, sino
blema en tanto poder identificar en un primer que, en un encadenamiento discursivo, más de
momento la necesidad de producción de tec- siete u ocho efectores del Estado, dirigiéndose
nología social en clave de derechos –para el los unos y los otros entre sí, repetían el nosotros
caso de niñas y niños sujetos a medidas excep- no hacemos tratamiento. En esa reiteración, los
cionales3–, en un segundo momento de la in- recursos agotados exponían a más de veinte
vestigación, apunto a cómo impactan las me- (hasta treinta) profesionales en un mismo caso
didas jurídico-administrativas definidas por el interviniendo sin que se llegara a producir
sistema de Protección de Derechos ejecutivo ninguna modificación en favor del recupero
y/o judicial en la escolaridad de los adolescen- subjetivante. Los propios niños se escurrían de
tes (Girardi, 2019). las manos en el marco de un dispositivo inte-
Sostener que la escuela es parte del trata- gral de protección que no lograra darle sostén.
miento social de los problemas de la niñez y Tomando este punto de partida, el aporte
adolescencia, precisa de aclaraciones, en tanto de María Cristina Kupfer (2012) habilitó una
se la considera un elemento clave en la red de nueva instancia de abordaje del asunto, ubi-
sostén del dispositivo integral de protección cando la importancia del tratamiento social
de derechos, junto con las otras instituciones discursivo y no discursivo que se ofrece a las
jurídicas, centros de protección, programas nuevas generaciones al afirmar: Educar es tra-
tar. El operador conceptual tratamiento social
es heredero directo de la noción de dispositivo
de Foucault. Se puede identificar en dichos y
2 Cuestión ya planteada en la Ley Nacional de decires recortados en su calidad de ceremonias
Protección de Derechos Núm. 26061. mínimas (Minnicelli, 2013). El tratamiento so-
cial, deriva del trato, de la manera de dar trato
3 PDTS CIN – CONICET: “Tecnología social
a aquello que afecta a las nuevas generaciones
para la protección de derechos: El caso de ni-
involucrando un amplio número de efectores
ños y niñas sujetos a medidas excepcionales”,
institucionales y de actores profesionales, téc-
cuya producción incluye el diseño de un ins-
nicos y administrativos ubicados en diferentes
trumento de registro de trayectorias institu-
dependencias públicas y del Tercer sector des-
cionales denominado TRAZAS (Minnicelli et
tinadas a la protección de derechos.
al., 2017).
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Mercedes Minnicelli “Tratamiento social de los problemas de la niñez y adolescencia...”

De modos directos e indirectos, es posible ve para otras interferencias en diálogos inter-


afirmar que todos ofrecemos tratamiento so- disciplinares e interinstitucionales.
cial a los problemas de la niñez y adolescencia Ubicar a las niñas y niños sin cuidados
contemporánea. Incluso cuando en el hogar se parentales respecto de un tratamiento social
debate con familiares o con el discurso mediá- “contemporáneo” (Agamben, 2014a: 18) co-
tico en torno a cuestiones que conciernen a loca a la escuela –al igual que a cualquiera de
políticas vinculadas a las nuevas generaciones las instituciones que en estos casos intervie-
y sus dificultades. nen– en una relación singular con el propio
Tratamiento social –como operador con- tiempo, una adherencia y distancia a la vez que
ceptual– permite una significación más espe- expone su desfase y anacronismo. Implica dar
cífica que habilita múltiples análisis. Refiere lugar a otra acción posible que no sólo dirija
al circuito de servicios públicos y/o privados, su mirada a un alumno, sino que pueda con-
equipos interdisciplinarios y/o disciplinares siderar que ese alumno o alumna, es una niña,
que conforman escenarios clínicos, educati- un niño; niñez que requiriendo de Otros sig-
vos, judiciales, sociales y comunitarios, guber- nificativos, precisa apuntalamientos múltiples
namentales y no gubernamentales. Por cere- en su crianza hallándose en numerosos casos
monias mínimas se configura así, en esa red ese recurso en quienes a diario son parte de
de relaciones entre elementos discursivos y no la cotidianeidad que se instala en la escuela.
discursivos, dichos y no dichos, el dispositivo Esta alternativa, no implica bajo punto de
de tratamiento social a las nuevas generaciones vista alguno que la institución escolar deba
y, desde ese trato, el dispositivo de protección –además– hacerse responsable del problema
(o des-protección de Derechos). sino que, de cara a cada uno de sus alumnos
La escuela es uno de los elementos clave en situación referida, pueda leer que allí donde
en el trato social del problema. En la medida aún un niño o niña concurre a la escuela, ser
que logra abrir la puerta al punto de vista de contemporáneo es abrir la chance de lectura,
niñas, niños y adolescentes sin cuidados pa- ya no de aquello que encandila (niños sin cui-
rentales, habilita un lugar Otro en las histo- dados parentales no son alumnos, son meno-
rias singulares, en el caso a caso, tejiendo una res), sino leer que, en las sombras se ilumina
malla de pertenencia creadora de condiciones la chance de visibilizar otros caminos posibles,
de posibilidad subjetivantes, incluso, en entor- que ofrezcan alternativas sublimatorias, que
nos de vida adversos. Avanzar en este análisis, habiliten otros mundos a construir y a tran-
de manera directa implica considerar que las sitar. En términos de Gerez Ambertín (2017),
acciones y prácticas docentes y profesionales infancias testimoniantes y caminos sublimato-
que el trato social vehiculiza, cuentan con la rios. Es decir, cuando la escuela se ubica en la
oportunidad de ser aliados de la subjetividad red de abordajes interinstitucionales, las chan-
infantil, acentuándose en cada caso concreto ces de sostén social y subjetivo se amplían de
la importancia de dichas prácticas como ac- tal manera que hace más transitable –incluso –
ciones políticas, en el sentido que Hannah condiciones de vida por demás desfavorables.
Arendt (2005) le otorgara al término. Se trata de crear y recrear condiciones de posi-
Las posiciones teóricas que se sostienen, bilidad, incluso en los entornos más adversos.
las intervenciones que se realizan en cuales- Crear condiciones de posibilidad implica
quiera sean escenarios de desempeño docente una posición activa de parte de los actores in-
y profesional, inciden en el tratamiento social tervinientes. Muchas veces requiere de una su-
del problema y, a la vez, resulta también la cla- cesión de acciones entre ellas gestiones, llama-
dos telefónicos, contactos y comunicaciones

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preliminares, evaluación de tiempos, búsque- deseado cuando se trata de grupos de niños,


da de puntos mínimos para hacer viables otras niñas y adolescentes a quienes la propia consi-
posibilidades. Es decir, abordar una cuestión deración en el discurso de cierta política públi-
de modo tal que se oficie para hacer posible ca (excesivamente próxima a la otrora mino-
que algo suceda. Desde allí el carácter de po- ridad) configura como un conjunto particular
líticas a las acciones que se realizan creando identificado por sus frágiles subjetividades,
condiciones de posibilidad en los límites de la reactivas a la escuela.
experiencia y del saber disciplinar, creando en A contramano de lo políticamente co-
la adversidad, sobre todo cuando esa adversi- rrecto en la época, las categorías de inclusión,
dad refiere a la intemperie intelectual produ- unión y pertenencia no pueden pensarse por
cida por “no saber cómo hacer”. Será la inte- fuera del conjunto al cual se puedan referir.
rrogación en diálogo con otros lo que pueda Esto implica que no toda inclusión es subje-
habilitar nuevos rumbos a los ya conocidos, tivamente favorable y que no toda unión será
explorados y fallidos. deseable y que no siempre pertenecer tiene
Se trata en cada caso de condiciones de po- privilegios.
sibilidad para acompañar a los pequeños desde Antes de avanzar con la presentación de
otro lugar adulto, en los casos en los cuales, casos, será necesario poder responder respec-
por razones de diversa índole, los cuidados pa- to de qué hablamos cuando referimos a in-
rentales se encuentran perturbados. clusión. Servirse de las operaciones inclusión,
pertenencia, unión e intersección desde el
Experiencias de pertenencia aporte de la matemática, a través de la teoría
en la escuela de Conjuntos como operadores conceptuales,
Ubicar a la escuela como sede de la pertenen- permite analizar posibilidades de contribuir a
cia social, fundante de lazo y subjetivación, en la acción política y ética que toda subjetividad
el marco de un tratamiento social amplio del merece, en el universo lingüístico que el len-
problema, nos convoca a ciertas distinciones guaje vehiculiza.
que pueden resultar paradojales cuando se ¿Por qué no puede contribuir la escuela
trata de “heridos por la vida” en torno a los para la construcción de procesos de inclusión?
términos: conjuntos, pertenencia, inclusión ¿Qué es lo que aleja de esa posibilidad? Traba-
y unión. Términos analizados en el marco de jar con este interrogante nos permite desandar
bases conceptuales mínimas de la teoría de los ciertos caminos discursivos para poder transi-
conjuntos, de donde los tomamos prestados a tar otros.
fin de dar cuenta de operaciones matemáticas, Tanto por diversos análisis llevado adelan-
que son a la vez discursivas, con efectos sub- te respecto de las dificultades para la inclusión
jetivos. La lógica de estas operaciones mate- escolar, como por el estudio de expedientes y
máticas, permite una extensión del horizonte causas judiciales de niños, niñas y adolescentes
de análisis del problema que ocupa recreando que han sido “devueltos”, es decir, reintegra-
nuevas hipótesis orientadoras de otras prácti- dos luego de haber formado parte de procesos
cas docentes y profesionales. de adopción familia4 nos encontramos con
Iniciamos el análisis por la intención de
salir de la clásica polaridad minoridad / educa-
ción. Luego, tomada la categoría de sin cuida- 4 Respecto del tema, una distinción necesaria
dos parentales, ubicamos el riesgo de replicar entre filiación y crianza puede ampliarse en
el recorte en una nueva categoría paradojal, Minnicelli, M.& Ballarin, S.& Lampugna-
en tanto puede volver a producir el efecto no ni, S. (2018). Fraternidades y parentalidades
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Mercedes Minnicelli “Tratamiento social de los problemas de la niñez y adolescencia...”

ciertas formas contemporáneas de insistencia Estar incluido en el conjunto de niños


y resistencia de subjetividades incipientes ante inter-venidos por el Estado en nombre de sus
pretensiones escolares y/o judiciales de ser in- derechos, lleva a revisar categorías, legislacio-
cluidos en familias de las cuales no sienten per- nes, prácticas profesionales y denominaciones.
tenencia. Encontramos aquí ciertas claves que Es preciso de-construir en pos de otras formas
puedan traer un poco de luz sobre el tema5. de inclusión y de pertenencia posibles, viables
para cualquiera sea el escenario (educativo,
social, convivencial) en el cual debamos tra-
malheridas. Puntos de encuentro familiar: im- tar formas de acompañamiento a procesos de
plementación, abordajes y acciones interdiscipli- subjetivación.
nares. Rosario: HomoSapiens. ¿Qué significa inclusión? ¿Será que dicha
insistencia significante –y a la letra–, nos in-
5 La teoría de conjuntos, aporta operadores
dica que estamos equivocando el rumbo? ¿Se
conceptuales para abordar el problema de la
tratará de seguir insistiendo con incluir sin re-
inclusión desde un punto de vista no transi-
visar la relación entre quien se pretende será
tado aun, promoviendo un ejercicio de pen-
incluido y el lugar al cual hacerlo?
samiento, un experimento del pensar a través
del cual reposicionar el problema que se lee
como paradojas de la inclusión.
Para la teoría de Conjuntos, no es posible
hablar de inclusión si no es en la relación entre Cuando un elemento es parte de un con-
conjuntos. Para ser más específicos, inclusión junto y mantiene una relación con los otros
se define como la relación de un subconjunto elementos de ese conjunto se dice que perte-
en un conjunto. nece a ese conjunto.
En términos técnicos matemáticos, es bien El símbolo para escribir la relación de per-
diferente decir “Juan está incluido en el con- tenencia es y para indicar que no pertenece
junto Escuela 7” que decir “Juan pertenece a es .
la Escuela 7”. Existen convencionalmente dos formas
Estas distinciones son necesarias para ubi- de definir un conjunto en matemáticas: por
car distintas posiciones en el discurso que ha- extensión y por comprensión. En el primer
bla al niño, la niña o adolescente respecto del caso se nombran uno a uno los elementos del
lazo social, de su lugar en una institución, en conjunto y en el segundo, se da una caracte-
un grupo, en un conjunto determinado. Nos rística que distinga a esos elementos y sólo a
permite otras lecturas de la relación del sujeto esos, para que se consideren pertenecientes al
respecto de aquello que pretende incluirlo o mismo.
no hacerlo. Definir un conjunto por extensión es “ex-
La diferencia entre inclusión y pertenencia tenderse” nombrando uno por uno los ele-
queda establecida en la propia definición de mentos de ese conjunto. Definir un conjunto
ambos términos, las cuales se ubican en todos por compresión, significa agrupar a todos sus
los casos, en una relación. Será inclusión res- elementos bajo una característica que los dis-
pecto de… y pertenencia respecto de… tinga y los diferencie sólo a ellos.
La relación de inclusión, se da entre con- Entre conjuntos es un error hablar de per-
juntos y subconjuntos. Es correcto decir que tenencia cuando se refiere a relación entre
un subconjunto está incluido en un conjunto conjuntos. En ese caso, se trata de relaciones
mayor, pero no es correcto decir que un sub- de inclusión. El símbolo para inclusión es y
conjunto pertenece a un conjunto mayor. para no incluído .
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La hipótesis se enuncia de la siguiente ma- oportunidad de trabajar creando condiciones


nera: la propia denominación y pretensiones de posibilidad para lazos de pertenencia.
de la inclusión – sin revisión del conjunto en Resulta significativo ubicar la diferencia,
el cual se la pretende– confronta con un im- como el caso que se relata a continuación:
passe teórico que, como todo atascamiento, se
Escena 1. A. una niña de 9 años, luego de haber
presenta como un callejón sin salida, convo-
sido reintegrada en dos intentos de adopción
cando a servirnos de la metáfora del hilo de
fallidas, le pide a la Juez de Familia intervinien-
Ariadna para ubicar otras vías de análisis por
te: “Jueza cámbiame todo, mándame a dor-
las cuales sea posible contribuir en el diseño de
trayectorias subjetivas viables. Si avanzamos
mir donde digas, pero no me cambies
en las discriminaciones necesarias, llegamos a
de la escuela!, ahí están mis amigas…”
la necesidad de reubicar el planteo del proble- Entonces, algo del impasse teórico se despeja
ma en tanto cualquier contribución sólo será si, en lugar de promover procesos de inclu-
posible si cada docente y profesional revisa su sión, trabajamos en pos de la pertenencia.
propia posición subjetiva, su propia posición Para que ello suceda, el sujeto debe dar su
discursiva ante el caso a caso. Entonces, será consentimiento subjetivo. En esta dirección,
necesario poder responder de qué conjunto si abandonamos el camino de la inclusión y
hablamos cuando referimos a inclusión ya que lo sustituimos por formas proclives a la filia-
ella se define como la relación de un subcon- ción, estaremos ante distintas acciones: la no-
junto en un conjunto. Esto es, ¿de qué sub- minación, la de inscripción –afiliación– por el
conjunto respecto de qué conjunto se trata la sostén del ritual que da lugar a esa inscripción
inclusión? y la posibilidad del reconocimiento subjetivo,
Una nueva necesidad de distinciones se expresión del deseo de ser parte de…
presenta. La operación de Unión de dos con- El análisis de los lazos de pertenencia, nos
juntos, no implica que se establezcan relacio- conducen a su vez a otra distinción importan-
nes de inclusión. Si la relación de inclusión se te. La propia nominación nos lleva a conside-
da entre conjuntos y subconjuntos y, lo co- rar que en torno a la pertenencia nos hallamos
rrecto es decir que un subconjunto está inclui- ante las dos caras de Jano. Pertenecer presenta
do en un conjunto mayor, pero no es correc- dos sentidos muy diferentes según se trate de
to decir que un subconjunto pertenece a un ubicar la pertenencia en la faceta de la propie-
conjunto mayor, deberemos gestar procesos de dad, ser dueño y poseer derechos sobre lo que
pertenencia porque en sí misma, la inclusión a alguien le es propio, o bien, en la otra cara
sólo ofrece ser parte del mismo espacio, pero de lo propio a un sujeto, el sentirse y formar
no pertenecer. parte de, sentirse filiado, identificado, reco-
Las categorías de inclusión, unión y perte- nociéndose en aquello de lo cual es parte, en
nencia no pueden pensarse por fuera del con- aquello que le es propio.
junto al cual se puedan referir. Esto implica Sentirse parte, hacerse parte, formar parte,
que no toda inclusión es subjetivamente favo- hacerse sujeto con otros, pertenecer… ligadu-
rable –en tanto subconjunto de otro conjunto, ra y lazo social.
los niños no cambian de posición en el cam-
po de juego–. Desde esta perspectiva, no toda Escena 2. C. y J. viven con una tía que declina
unión será deseable y no siempre pertenecer en la continuidad de la crianza. Tienen 3 y 5
tiene privilegios. En nombre de un trabajo que años. Vencidos los plazos de ley, son declarados
se orienta en torno a la inclusión, se pierde la en estado de adoptabilidad. Asisten al jardín de
infantes. Las maestras y el equipo de orienta-

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Mercedes Minnicelli “Tratamiento social de los problemas de la niñez y adolescencia...”

ción escolar están al tanto de la situación. Dan (PEF) con el fin de acompañar la presentación
intervención al Punto de encuentro familiar6 de los candidatos adoptantes, un matrimonio
igualitario. El camino de conocerse requiere de
tiempo, la tía no puede sostener los movimien-
tos necesarios para que ese tiempo se concrete
6 El Punto de Encuentro Familiar es un dis-
sin ayuda extra. Se abren dos opciones: a) que
positivo público que ofrece tratamiento social
los chicos en el “mientras tanto” sean alojados
especializado a los casos derivados por au-
en un hogar transitorio durante el proceso de ir
toridades de aplicación por el cual se llevan
conociéndose con sus pretensos adoptantes, o
adelante estrategias de intervención profesio-
bien, b) se generan apoyos para la permanen-
nal interdisciplinaria destinadas a fortalecer,
cia en casa de la tía y acompañamiento en los
establecer o restablecer vínculos familiares y
traslados hasta el PEF, espacio donde podrían
sociales, y/o para garantizar la ininterrupción
encontrarse y coordinar paulatinas experiencias
de los mismos.
de acercamiento en el ir armando una nueva
En este sentido, se identifican al menos
vida familiar.
cuatro órdenes de problemas que inicialmen-
Lo necesario era crear un puente de sostén en
te dan lugar al pedido de derivación al PEF
un traslado corto, del jardín hasta el PEF, tiem-
vinculados a: a) NNA afectados por Medidas
po en el cual la tía trabajara imposibilitándose
de Abrigo resistentes a procesos de guarda/
el hacerse cargo de los niños.
adopción familiar residentes en hogares con-
Se reúnen los profesionales de los equipos téc-
vivenciales y/o separados de sus progenitores;
nicos del PEF y del jardín, definiendo entre
b) NNA no convivientes con sus hermanos y
ambos la modalidad de acompañamiento posi-
hermanas; c) NNA en procesos de atención /
ble en la salida del jardín y hasta el PEF, de este
evaluación / definición de estado de adopta-
modo y por un tiempo, la tía puede sostener
bilidad y su sustentabilidad en el tiempo; y,
que sigan viviendo en su casa.
d) NNA no convivientes con sus progenito-
Hasta allí, una cuestión de viabilizar recursos.
res quienes requieren de un abordaje integral
Sin embargo, el asunto tiene mayor trascenden-
para los encuentros (problemas de salud men-
cia en tanto el relato de los pequeños ingresa en
tal entre otros).
la ronda de conversaciones en el aula. Se sos-
La atención de estos órdenes de proble-
tiene la intervención por aproximadamente dos
mas cuenta con los siguientes dispositivos in-
meses, con mayor participación semana a sema-
terdisciplinarios especializados: Club del PEF
na de parte de los adoptantes. En ronda, cada
- Merienda de Hermanos y Hermanas - Coor-
día, la “novela familiar” de los pequeños es tema
dinación de Parentalidad / Acompañamiento
de conversación en la sala. Cada uno de los pe-
a la crianza.
En todos los casos, la participación en el
PEF considera la importancia del consenti-
miento subjetivo de los NNA y orienta en el el lugar de los ateneos, laboratorios de análisis
sentido de una autonomía progresiva en cual- de casos y reuniones interinstitucionales para
quiera de las líneas de trabajo en las cuales se el abordaje conjunto que promueva la sali-
inscriba su participación. da de la cronicidad que muchos de los casos
La articulación interinstitucional de las que se atiende detentan. Para ampliar el tema
estrategias de abordaje convivenciales, tera- Minnicelli, M. et al. (2018). Fraternidades y
péuticas, escolares, judiciales resulta una vía parentalidades malheridas. Puntos de encuentro
regia para cumplimentar los propósitos de familiar: implementación, abordajes y acciones
cada una de las líneas de abordaje resaltándose interdisciplinares. Rosario: HomoSapiens.
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queños cuenta sus avances en el conocimiento Escena 4. Relato de una maestra de la escuela
de la nueva familia. Llega el momento en que donde asiste una nena de 8 años, en proceso
se van a vivir juntos. Ese día, llega un mensaje de adopción
de la maestra en el cual relata que se acercó una Estando abierto el registro de asistencia sobre el
mamá de la sala para decirle que su hijo al llegar escritorio, lee allí su nombre y apellido de ori-
a casa le habría dicho que estaba muy feliz por- gen. En ese momento le dice a su maestra “vas
que C. y J. ahora tenían una familia. a tener que cambiar todos los papeles dentro
de poco porque ese ya no es mi apellido, ahora
Si bien esta intervención puede dar lugar a
me llamo…”
múltiples análisis, ilustra el concepto que in-
teresa ubicar en la presentación habilitando el No se trata de considerar a ese sujeto incluido
debate. Dar trato / tratar a niñas y niños más en términos de un Ideal social que siga el mis-
allá de si cuenta o no con cuidados parentales, mo camino para todos los casos, que lo englo-
implica un corrimiento de lugares definidos be en un subconjunto dejando tranquilas cier-
de manera taxativa en tanto por esta interven- tas conciencias en nombre de lo políticamente
ción, docentes y equipo escolar dieron lugar correcto sino, de ubicar en cada caso, aquellos
a una experiencia de ciudadanía temprana no elementos que hagan a que un sujeto, ese suje-
sólo para los pequeños C. y J. sino, para el gru- to, cualquiera sea su edad y condición, se viva
po de compañeros quienes vehiculizaron vita- como parte de un colectivo que lo aloja, al
les relatos de tejido de lazos familiares. cual puede acudir y decir que allí es parte, allí
Diferente el caso siguiente: identifica y reconoce que pertenece.
Esta inclusión de la escuela en el disposi-
Escena 3. P. transita su edad adolescente resi-
tivo integral de protección de derechos; esta
diendo en un hogar convivencial. Asiste a uno
visibilización de la escuela como elemento no-
de los dispositivos del PEF cuando en medio de
dal en el tratamiento social del problema que
una actividad expresa a viva voz su descontento
nos ocupa, no puede quedar librada al azar o a
por lo sucedido en clase de “ética y ciudadanía”.
la buena voluntad de sus actores, reiterándose
La maestra propone definir familia, esperan-
así viejas prácticas tutelares. Se requiere otra
do hallar aquella única que fuera conformada
comprensión del problema y del lugar prota-
en una normalidad supuesta a la presencia de
gónico que en el caso a caso la posición de la
mamá – papá – hija e hijo. Filiación por con-
escuela conlleva.
sanguineidad y convivencia como formas de
Habiendo hecho estas salvedades, nos
fijar lazos moralmente correctos. Esta joven
queda entonces poder ubicar a la noción de
define familia por la fraternidad y lazos con
intersección como aquella que puede darnos
sus hermanos no convivientes. A la docente no
la clave para una operación que permita dis-
le agradó su respuesta y fue desaprobada. M.
tinguir en la relación entre conjuntos, aquello
salió indignada de la escuela en tanto el decir
que pueda ser considerado común y aquello
de la docente fue “vos no tenés familia” “eso
que no. Será así que ubicaremos ese punto en
no es una familia”. No aceptó regresar más a
el cual se ubican los elementos comunes y se
la escuela.
desligan ciertos elementos de conjuntos que
Salirse del conjunto establecido para reagru- pueden resultar inconciliables. El símbolo que
parse en otro, reordenar ligaduras y definicio- escribe la intersección es .
nes taxativas; salirse de la posición de dominio Anudando lo histórico social a lo invarian-
sobre la vida de los otros, para ser protagonista te de la indefensión humana, donde el trata-
y parte de su condición de posibilidad. miento social es aquella respuesta que intenta

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Mercedes Minnicelli “Tratamiento social de los problemas de la niñez y adolescencia...”

darse y las instituciones promueven maneras ca a otro ángulo de análisis. Se identifica un


de pertenecer y segregar, se tratará de evaluar estado que requiere de abordajes delicados,
cómo llevar adelante la operación de Unión de cuidadosos, de aproximación lenta en tanto
diferentes conjuntos a fin de ir encontrando detentan fragilidad. Uno de los tratamientos
aquello que pertenece a ambos y lo que no. Lo posibles, es aquel que permite crear condicio-
que sí pertenece a ambos, será lo compartido, nes para sentirse parte de una trama de rela-
lo que permita una intersección, definiéndose ciones que acompañe hacia otros escenarios
un nuevo conjunto formado solamente por posibles en los cuales pertenecer sea una con-
aquellos elementos que estén presentes en to- signa insoslayable, imprescriptible y de efectos
dos los conjuntos en cuestión. En otras pala- incalculables.
bras: sólo forman parte del nuevo conjunto, Es decir, no será sólo por ser incluidos en la
los elementos que tengan en común. Para ello, escuela que resulte viable un reposicionamien-
habrá que ver si es posible que se llegue a cual- to subjetivo, sino, por la factibilidad de hacer
quier encuentro con elementos ubicables en la de la escuela, un espacio en el cual pertenecer
intersección, si, antes, no se pasó por la unión sea lo que permita una experiencia vital.
de todos los elementos de dos conjuntos, con-
formándose uno nuevo. Referencias bibliográficas
Sin embargo, también puede suceder que Arendt, H. (1963). Eichmann en Jerusalén: Un
dos conjuntos sean disjuntos, eso quiere de- estudio sobre la banalidad del mal. Editorial:
cir, que si pretendemos la intersección entre Debolsillo.
ambos, obtendremos como resultado, un con- Arendt, H. (2005). Qué es la política. Buenos Ai-
junto vacío7. res: Paidós.
Tanto la noción de niñas y niños malhe- Agamben, G. (2014a). La desnudez. Buenos Aires:
ridos por la vida como el hecho de dirigirse a Adriana Hidalgo ediciones.
la revisión del trato social que reciben, convo- Agamben, G. (2014b). ¿Qué es un dispositivo?
Buenos Aires: Adriana Hidalgo ediciones.
De Lajonquière, L. (2000). Infancia e ilusión (psi-
7 Primero definimos a los respectivos conjun- co) Pedagógica. Buenos Aires: Nueva Visión.
tos: G = {a, b, c, d, e, f, g, h} H = {a, e, i, o, u} Dueñas, G. (Comp.). (2011). La patologización
G H = {a,e} de la infancia (I): ¿Niños o síndromes? Buenos
En efecto, a y e, son los únicos elementos Aires: Noveduc.
en común, es decir que están presentes en los Ferenczi, S. (1932). Confusión de lengua entre los
dos conjuntos a la vez. adultos y el niño. El lenguaje de la ternura
Un caso especial lo configuran los con- y el de la pasión. Conferencia presentada en
juntos disjuntos. Podría ser que, al intentar el XII Congreso Internacional de Psicoanálisis.
realizar la intersección de conjuntos, éstos no Wiesbaden.
tengan elementos en común. En ese caso, se Freud, S. ([1919] 1992). Lo Ominoso. En O. C.
dice que la intersección es vacía, o sea, es un Libro XVII (219; 220; 221). Buenos Aires:
conjunto vacío. Escrito en símbolos, esto se Amorrotu.
señala así: A B = Gerez Ambertín, M. (2017). Infancias testi-
Se dice que dos conjuntos son disjuntos, moniantes y caminos sublimatorios. IN-
cuando su intersección es vacía. Para citar un FEIES – RM. 6 (6), on line. Presentación/
ejemplo podríamos decir que si C, es el con- Comunicaciones.
junto de las letras consonantes y V es el con- Girardi, L. (2018). Proyecto de investigación Becas
junto de las letras vocales, C V = Abraham Solís, 2018-2019. Denominación:

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Revista Estado y Políticas Públicas Nº 13. octubre de 2019 - abril de 2020. ISSN 2310-550X, pp. 83-101

Estudio y análisis crítico del impacto de las deci-


siones judiciales y/o medidas de defensa del niño, Para citar este Artículo de investigación:
en indicadores que reflejan la salud mental de Minnincelli, M. (2019). Tratamiento social de
adolescentes de entre 13 a 18 años, de escuela los problemas de la niñez y adolescencia
secundaria pública, ciudad de Mar del Plata, atravesada por medidas jurídico-sociales: El
en el período 2010 a 2017. Estudio de casos. protagonismo necesario de la escuela en cla-
CABA: mimeo. ve de Derechos. Mar del Plata 2014-2019.
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