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La dermatitis irritativa o irritante por contacto es la forma más frecuente de dermatosis ocupacional en
general, y compromete generalmente las manos y antebrazos. Su espectro clínico es muy variado, desde
síntomas sin cambios cutáneos como prurito, ardor o disestesias, hasta formación de ampollas y
ulceraciones profundas, aunque la forma más frecuente es la de eritema y descamación o fisuración
superficial de severidad variable por irritación leve repetitiva. Esta forma crónica, también llamada
dermatitis traumiterativa, resulta de la acción de sustancias químicas y una variedad de factores físicos
perjudiciales como fricción, microtrauma, baja humedad, calor, frío, y otros sobre un terreno
predispuesto en el trabajador, por lo que es un claro ejemplo de enfermedad multifactorial. El agente
causal se denomina irritante y es el determinante primario ya que virtualmente cualquier sustancia puede
causar irritación en cualquier persona si se aplica en la concentración ó duración necesarias. Los
irritantes son muy numerosos y están presentes también en el ambiente extra laboral. Su pronóstico es
usualmente bueno si se toma las medidas necesarias por lo que rara vez causa discapacidad permanente.
FACTORES DE RIESGO
El Irritante Los factores de riesgo implicados guardan relación primaria con las características del
contactante o irritante. Los irritantes potentes como ácidos y álcalis fuertes causan irritación aguda en
todos los individuos, y la severidad de la lesión, indistinguible por lo demás de una quemadura térmica,
depende de su concentración y tiempo de contacto, por lo que su efecto también se conoce como
quemadura química. Pero la mayoría de dermatitis por contacto irritativa ocupacional es de tipo crónico
por exposición prolongada o repetida y descuidada al irritante. Éste en esencia daña o altera la barrera
epidérmica y en particular la capa córnea en forma lenta e inadvertida por mecanismos no
inmunológicos ni alérgicos para al cabo de un tiempo producir inflamación local que en éste caso es la
dermatitis por injuria repetida o dermatitis traumiterativa. Esta a su vez altera aún más la barrera cutánea
y permite el ingreso de los contactantes aumentando el riesgo de sensibilización de tipo alérgico lo que
puede suceder en el trabajo o fuera de él. Los irritantes más frecuentes son el agua y las labores
húmedas, los limpiadores y solventes orgánicos (en especial los aromáticos),los detergentes y
jabones(industriales), aceites y grasas de petróleo (con emulsificantes, antioxidantes, anticorrosivos,
preservantes y perfumes), fluidos de corte y lubricantes, sustancias de alimentos, PROTOCOLOS DE
DIAGNÓSTICO Y EVALUACIÓN MÉDICA PARA ENFERMEDADES OCUPACIONALES – 101 –
plantas, fibra de vidrio, álcalis (endurecedores de epoxi resinas, fosfato trisódico, silicato sódico,
cemento, amoníaco, soda cáustica), y ácidos débiles. El irritante puede producir también cuadros no
eczematosos. Así, la hiperpigmentación puede ser muy notable por exposición al alquitrán de hulla, a
aceites de petróleo, vegetales, frutas, luz y trauma repetido. Esto tiende a presentarse con mayor
frecuencia en gente de piel oscura.
CRITERIOS DE DIAGNÓSTICO
Debido a que no existe rasgo clínico o histológico que diferencie una dermatitis por contacto
ocupacional de una no ocupacional, se requiere de un análisis sistemático de cada caso, evaluando la
historia clínica ocupacional y los hallazgos cutáneos, utilizando criterios de diagnóstico razonables. Los
siguientes criterios propuestos son una modificación de los propuestos por Toby Mathias.
Clases
Dermatitis Irritativa Aguda: SÍNTOMAS: Prurito o ardor o dolor DURACIÓN: Minutos, horas o
pocos días SIGNOS: Eritema, pápulas entematosas, vesículas, ampollas, costras, que se pueden
presentar en forma secuencial evolutiva, predominando en determinado momento alguna de las lesiones
elementales.
Dermatitis irritativa aguda leve: Lesiones en un área menor a 5 cm2 Localización en zona que no
entra en contacto directo con agentes laborales y no produce desfiguración. No afecta pliegues
corporales ni genitales. No causa incapacidad y el paciente no lo solicita espontáneamente.
Dermatitis irritativa aguda moderada: Se adicionan vesículas, extensión entre 5 a 10 cm2 Una clase
aguda leve pero de localización en genitales o pliegues. Generalmente causa incapacidad.
Dermatitis irritativa aguda severa: Aparecen ampollas, extensión mayor de 10cm2 . Causa
incapacidad severa.
Dermatitis Irritativa Subaguda o Crónica SÍNTOMAS: Prurito o ardor o dolor. DURACIÓN:
Semanas a meses o años. Los casos recurrentes serán considerados también crónicos. Una duración
contínua y progresiva ocasiona cambios más acentuados con hipertrofia cutánea y mayor riesgo de
complicaciones.
Dermatitis irritativa subaguda o crónica leve: Lesiones circunscritas menores de 20 cm2 Síntomas
presentes o no. No causan incapacidad. No presentan fisuración o ésta es muy superficial.
Dermatitis irritativa subaguda o crónica moderada: Lesiones con una superficie total mayor de 20
cm2 , en máximo 2 segmentos corporales. Generalmente sintomáticas. Causan incapacidad temporal.
Fisuración superficial o moderada pero sin causar dolor ni sangrado.
Impétigo Se trata de una infección superficial de la piel, sobre todo de la epidermis, aunque raramente
puede comprometer la dermis y tejidos subcutáneos. Se manifiesta inicialmente por la aparición de
vesículas rodeadas por un halo de tipo inflamatorio, que pasan luego a pústulas, y por último a costras.
Las lesiones son sumamente pruriginosas, el rascado facilita la diseminación a otras zonas del cuerpo y a
otros individuos susceptibles. La mayoría de los casos ocurren en niños de dos a cinco años, afectando
principalmente la cara, con distribución periorificial (boca, nariz) y también las extremidades, sobre
todo inferiores, más expuestas a pequeños traumatismos .
DIAGNÓSTICO ETIOLÓGICO El frotis del contenido de las vesículas o pústulas teñido por la
técnica de Gram muestra la mayoría de las veces cocos grampositivos agrupados en cadenas o racimos.
El cultivo en placas de agar sangre ovina al 5% del contenido de las vesículas o pústulas, puede mostrar
colonias sospechosas de Staphylococcus aureus, Streptococcus pyogenes o ambas. Para una descripción
detallada de los procedimientos de laboratorio utilizados en el diagnóstico etiológico.
TRATAMIENTO Es tópico, aplicando directamente sobre las lesiones antisépticos (iodóforos u otros),
o antibióticos (mupirocina, bacitracina, etc.). En casos de impétigo generalizado o extenso deben
administrarse antibióticos por vía general, que actúen sobre los diferentes agentes etiológicos
potenciales (por ejemplo: cefalosporinas de primera generación).
Ectima
Es una afección cutánea similar al impétigo, aunque el compromiso es más profundo y la evolución es
más lenta. Se observa sobre todo en las extremidades inferiores, es frecuente en niños y ancianos. Las
lesiones se ulceran y luego se recubren de una costra amarilloverdosa. Generalmente están rodeadas de
una sobreelevación violácea. Los agentes responsables más comunes son Streptococcus pyogenes y
Staphylococcus aureus. El tratamiento es el mismo que para el impétigo. En algunos casos de
bacteriemia por Pseudomonas aeruginosa u otros bacilos gramnegativos, pueden aparecer lesiones
cutáneas denominadas ectima gangrenoso. Son ulceraciones circulares, induradas, indoloras, con una
éscara central de color negro grisáceo característico, rodeadas de un halo eritematoso; son producidas
por la necrosis hemorrágica y la reacción inflamatoria que ocurre en la zona afectada.
Foliculitis Es la inflamación aguda de causa infecciosa del sector distal (más superficial) del folículo
piloso y de las glándulas apócrinas asociadas. Generalmente existe compromiso de varios folículos al
mismo tiempo. Las lesiones son de tipo papular con un punto central sobreelevado y purulento. Tiene
distribución variable, con predominio en la cara y axilas. Puede haber compromiso de los folículos
pilosos del conducto auditivo externo. La foliculitis de las pestañas se conoce con el nombre de
“orzuelo”. Una forma particular, denominada “sicosis de la barba”, se caracteriza por la afectación
crónica de los pelos de la barba. Staphylococcus aureus es el agente etiológico más frecuente, aunque se
han descrito casos adquiridos en piletas de natación causados por cepas de Pseudomonas aeruginosa .
Forúnculo En este caso el proceso inflamatorio es más profundo que en la foliculítis, puede haber
compromiso de la grasa subcutánea y de la glándula sebácea asociada. Habitualmente ocurre en un solo
folículo, aunque pueden estar comprometidos varios a la vez, como veremos más adelante a propósito de
carbunco por Staphylococcus. Se manifiesta como un nódulo rojo y doloroso, que luego se hace
fluctuante y purulento. Eventualmente, puede abrirse al exterior a través del folículo afectado. Son más
frecuentes en zonas húmedas, calientes y expuestas a roce frecuente, como por ejemplo cuello, cara,
axilas, pliegues inguinales y nalgas.
57. Afecciones por factores psicosociales: Cie-10 L00
Se reconoce que los factores psicosociales son decisivos, tanto en relación con las causas y la
prevención de las enfermedades como respecto a la promoción de la salud.
En prevención de riesgos laborales, denominamos factores psicosociales a aquellos factores de
riesgo para la salud que se originan en la organización del trabajo y que generan respuestas de
tipo fisiológico (reacciones neuroendocrinas), emocional (sentimientos de ansiedad, depresión,
alienación, apatía, etc.), cognitivo (restricción de la percepción, de la habilidad para la
concentración, la creatividad o la toma de decisiones, etc) y conductual (abuso de alcohol, tabaco,
drogas, violencia, asunción de riesgos innecesarios, etc) que son conocidas popularmente como
“estrés” y que pueden ser precursoras de enfermedad en ciertas circunstancias de intensidad,
frecuencia y duración.
Los riesgos psicosociales perjudican la salud de los trabajadores y trabajadoras, causando estrés y a
largo plazo enfermedades cardiovasculares, respiratorias, inmunitarias, gastrointestinales,
dermatológicas, endocrinológicas, musculoesqueléticas y mentales. Son consecuencia de unas malas
condiciones de trabajo, concretamente de una deficiente organización del trabajo.
5.la doble presencia: el trabajo doméstico y familiar supone exigencias cotidianas que deben asumirse
de forma simultánea a las del trabajo remunerado. La organización del trabajo en la empresa puede
impedir la compatibilización de ambos trabajos, a pesar de disponer de herramientas y normativa para la
conciliación de la vida laboral y familiar. Las mujeres siguen realizando y responsabilizándose del
trabajo doméstico y familiar, por lo que la doble presencia es más prevalente entre el colectivo de
mujeres.