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JOS£ ORLANDIS HISTORIA DE LA IGLESIA QW cvicionestogos MisToRIA DE LAIELESIA Capitulo 111 EL IMPERIO PAGANO ¥ EL CRISTIANISMO: LAS PERSECUCIONES EL Crssaniomo nav se dearolls dentro del marco pltico- cal el ipee roniane. Dara i Clipe pe ano pesiguis als cristianos, porque nu reign repreentaba aro tiene y prob a el rendu religion a be 1, El nacimieno y primer desrallo del Crsiansme two lugar deni del marco cultural y police del Imperio roman, Esco gue durante rls la Roma pagans pig» los eistianos pero seria equivocado pens qe a Teperia onstiay can slo un factor nepativa pata difsion del Eranglio, La unidad del mando gieolatino conepus por Roma habia rendo un amplima pact geoptioy don pot une misma autoridad supreme, done naan ¥ Lorde, La wang exten haa Gen end el Sp Yl facilided de comunicacines ence as divers ets del lnnpetofivorecian a crelacin de sides Cae sina oe eae = las. eee y las rutas del mar latino fueron cauces fare Bean Nien rng, doo arco dels eee 2. La afinidad linguttica—sobre la base del gieg, pri Ingo ye ig yan, dus lia coc Gin yl entendimienco entre hombres Ellis copa, dominado por la crisis dl paganism ancestral y la extension 2 MISTORIA DELAIGLESTA de un anhelo de genuina religiosidad encre las gences espiti- ‘walmente selects, predisponia tambien a dar acogida al Evan- fplio. Todos estos factresfavorecan, sin dud, la extension del Crstanismo. 3. Pero la adhesién a a fe cristiana implicaba también difi- culeades que, sin exageracién, cabe calificar de formidables. Los eristianas procedentes del Judaismo debian comper con la comunidad de origen, que en adelante los como eds: fugas ytraidores. No eran menores los obsticulos que necesits- ban superar los conversos venidos de la gentilidad, sobre coco los pertenecientes alas clases sociales elevadas, La fe cristina les obligaba a apartarse de una serie de pricticas tradicionales de culto a Roma y al emperador, que tenfan un sentido reli- ‘goso-pagano, pero que eran a l vex consideradas como expo- rnente de la insercién del ciudadano en la vida piiblica y vsti rmonio de fidelidad hacia ef Imperio. De abi la acusacién de ‘atelsmo» lanaada tantas veces contra los cristianos; de ah la amenaza de persecucin y martiio que se cernié sobre ellos durante sigls y que hacia de la conversin cristiana una deci ‘sin arresgada y valerosa, incluso desde un punco de vista me- zamente humane, 4, Calle fucron las razones que determinaron el gran en- ‘rentamiento entre Impetio pagano y Cristianismo? La religia cristiana fomentaba entre ls genes cl respeto a obediencia hacia la legitima autoridad, «Dad al César lo que es del Césary a Dios lo que es de Dios» (cle. McXX, 15-21), fue el principio formulado por el propio Cristo. Los Apéstoles desarrollaron cesta doctrina: wtoda persona estésujera alas potestades supe- Fiores, porque no hay potestad que no provenga de Dios» (Rom XIII, 1), escribié San Pablo os fieles de Romas semned 4 Dios, honad al ey» (I Pee Il, 17), exhortaba San Pedro a los discipuloe. El Imperio, por su pare, era religiosamente liberal y toleraba con facilidad nuevos cultos y divinidades exeran- 2B AISTORIA DELAIGLIESEA jeras. El choque y la rupeurallegaton porque Roma pretendis ‘exigir de sus sibditos cristianos algo que ellos no podian dar: , 7. En elsiglo it, las persecuciones romaron un nuevo cai Enos iments de enact de pare que spon saparqula militar» —un periodo de peligrasa desintegraci6n litica—, uno de los eapitulos principals fue La restaueacién del cult alos dioses yal emperador, en cuanto expresin de la fidelidad de los sibdites hacia Roma y su soberano, La Iglesia cristiana, que prohibia a los fcles participar en el cuto impe- sil, aparecié entonces como un poder enemigo. Esta fue lara- én de una nueva oleads de persecuciones, promovidas ahora por la propia autoridad imperial y que tuvieron un alcance ‘mucho mis amplio que las precedenees. 8. La primera de estas grandes persccuciones siguié a un ‘edicto dado por Decio (a. 250), ordenando a todos los habi- tantes del Imperio que participaran personalmente en un sacti- fico general, en honor de los dioses patios. Fl edicvo de Decio sorprendié a una masa cristiana bastante numerosa ya, ycuyo temple se habia reblandecido, tas una larga época de pa. El resultado fue que, aun cuando los miértices fueron numerosos, hhubo también muchos erstanos elaudicanees que sacrfiaron pblicamente 0 al menos reibieron el sibelow de haber sacrifi- ado, y cuya reintegracién a la comunién cris é luego controversias en ef seno de la Iglesia. La exp HMUSTOREA DE LATGLESIA fida sitvié en toda caso para templar los espiitus y cuando, pocos afios después, el emperador Valeriano (253-260) pro- movié ura nueva persecucién, la resistencia crstiana fue mu cho més firme: los mércires fueron muchos, y los cristianos Fieles los lipsi—, muy pocos 9. a mayor persecucién fue sin duda la iltima, que twvo lga © comienaos del siglo 1, dentro del marco de la gran re- foema des etctcas de Roma rand por el erperador Dioclsciano. El nuevo régimen instiuido por el fundador del Bajo Imperio fue la «Terarquias, es decie, el gobierno por un «colegio imperiale de cuatro miembros, que se discribufan la adim.niscracién de los inmensos tericorios romans. El réi- ‘mer: teteirquico aribufaa la religidn tradicional un destacado papel en la regeneracin del Imperio, pese a lo cual Diocle- iano no persigui alos crstanos durante los primeros diecio- cho afios de su reinado, Diversos factores —entre ellos sin dda la influencia del eésar Galerio— fueron determinantes del comienzo de esa tarda pero durisima persccucién. Cuatro cdictos conta los cristianos fueron promlgados entre febrero del ao 303 y marzo del 304, con el designio de termina de luna vex para siempre con el Cistianismo ya Iglesia. La perse- ccd fue muy vielen e hizo muchos martives en la mayoria de las provincias del Imperio, Tan sélo las Galas y Britania —gobemadas por el efsar Constancio Cloro, simpatizante con cl Crstianismo y padre del futuro emperador Constantino— 4quedaron précticamente inmunes de los rigores persecutoros El balance final de esta lima y gran persecucién constcuyé tun absoluto fraaso. Digceciano, rs renuneiaraltrono impe- rial, vivié todavia lo sufciente en su Dalmacia natal para pre- senciat, desde su retiro de Spalato, el epilogo de la era de las persecuciones y los comienzos de una época de liberad para la Iglesia y los crstianos. 26 Capteulo IV LAVIDA DE LA PRIMITIVA CRISTIANDAD Los ertians formaron comunidades locales —iglsias— bajo 1s autridad pastoral de un obspa. El obispo de Roma —secesor del Api! Pedvo— ejerciaelPrimado sobre todas ls iglesias. La ‘Eucarisia era centro dela vide crstiana, El rechazo del Gnost- camo fue la gran victoria doctrinal del Ilsa primiva 1, La expansi6n del Cristianismo en el mundo antiguo se acomodé 2 las estructuras y modos de vida propios de la soce- dad romana, Examinadas ya la progresva realizacién del pri ipio de universalidad cristiana y las relaciones entre la Iglesia y clImperio pagano, procede ahora exponer los principales as- pectos dela vida interna de ls crstiandades: su composicion social y jerdrquica, el gobierno pastoral, la doctrina, la disci plina, el culo lcirgico, etc. La Roma dlisiea promovi6 por doquier, con deliberado pro- ppésito, a difusin de a vida urbana: municipios y colonias sur- feron en gran ndmero por todas ls provincias de un Imperio ppata el cual urbanizacin era sindnimo de romanizaci6n. El ‘Cristianismo nacié en este contexto histricoy las cludades fueron sede de las primeras comunidades, que constcuyeron cen elas iglesias locales. Las comunidades erstanas estaban 10- -deadas de un entorno pagano host, que Favoreca su cohesi6a interna y la solidaidad entre sus miembros. Pro esa iglesias ‘no fteron nicleos perdidos y sslados: la comunida y a comu- sicacin entre lls era real y todas tenfan un vivo sentido de 2 HISTORIA DE LA FGLOSIA hallatse incegradas en una misma Iglesia universal, la dnica Iglesia fandada por Jesucrsto. 2. Muchas iglesias del siglo tFueron Fandadas por los Apés tolesy5 mientras és vivieron, permanecieron bajo su autori- dad superior, dirgidas por un scolegios de presbiteros que or- denaba su vida litirgica y disciplina. Este régimen puede scestiguarse especialmente en la iglesias epaulinas»,fundadas por el Apéstol de las Gentes. Pero a medida que los Apéstoles desaparecieron, se generaliz6 en todas partes el episcopado lo- ‘eal monarquico, que ya se habia introducida desde un primer ‘momento en otras iglesias paticlares. El obispo era el efe de In iglesia, pastor de los fees y, en cuanto sucesor de los Apés- toles, poseia [a plenitud del acerdocioy la potestad necesaria para el gobierno de la comunidad. 3. La cave dela unidad de las iglesias disperses por el orbe, ‘que las integraba en una sola Iplesia universal fue la institu cin del Primado romano, Cristo, Fundador de la Iglesia —tal como se records en orto lugar, escopié al Apdstol Pedvo como fa roca firme sobre la que habria de asentarse la Iglesia Pero el Primado conferido por Cristo a Pedro no era, de nin- ‘gin modo, una instuciéa efimera y circunstancal,desinada 2 extingurse con la vida del Apésto Era una institacién per- ‘manence, peda de la perennidad de la Iglesia y valida hasta el fin de los tiempos, Pedro fue el primer obispo de Roma, y sus sucesores en la Citedra romana fueron también sucesores en la prerrogativa del Primado, que confirié ala Iglesia la consttu- in jerdtquica, querida para siempre por Jesucrst, La Iglesia romana fie, por tanto —y para todos los tempos-—, centro de ‘unidad de ke Iglesia universal, 4. Bl ejerccio def Primado romano ha estado Iégicamente condicionado, «lo largo de los siglos, pot as circunstancias hiscéricas. En épocas de persecucin o de difciles comunica- 28 HusroRIA DELA TeLESIA sions etfs pueblos aque seco fae menos fle n- favo que co ovfs momentos ms propicis, Peo la bistoria teieitedocumenca, desde la primera hors, tnt el reco inant pot a demas igesins de a proemienda que core pond big omans, como coninca qu os cbispos "Roma enn desu Prima soe Ilia uve [A prinepios del sig, San Tp, obapo de Antogula escta que niles romana esa iglesia cpus al cabeza Gein exrdadn, stibuyendole aC on derecho de supremacia Softer uniesal, Para San Treneo de Lyon, ens tata “ontalas eras 185) fags de Roma gorabs de una ‘Sngular preemincnciay eta ceri seguro ara el cono- Eimento del verdadertdocsoa deaf. Dea concenca tue ten los obispos de Ror de posse el rimado sobre Teles unisealhaqusdo un remonio signe, qu er ‘Rome sig A raz de un grave problema interno, sugido Cl seno ee a comunidad criana de Corinto, papa Cl mene inrine demo cia, Lata spor Papa, preseribiendo aquelo que procedta hacer y exigin bee ass modo cota une dr rcs de coneienia que tenia desu pote praca no es menos Sipe la esperuom doc! acogidadispensada por la igen de Carns 4a inerenion pom 5, Los ctstianos no nacen, se hacen», escribié Terculiano finales del siglo It. Estas palabras pudieron significa, entre ‘otras cosas, que, en su tiempo, la gran mayoria de los feles no eran —como sean a partir del siglo 1N— his de padres cxis- tianos, sino personas nacidas en la gentilidad, venidas a le Igle- sia en vitud de una conversién a la fe de Jesuctisto. El bau- tismo —sacramento de incorporacién ala Iglesia constitula éentonces el coronamiento de un dilatado proceso de iniciacién ctistiana, Este praceso, comenzado por la conversi6n, prose guia lo largo del ucatecumenador, un tiempo de prueba y de 29 HISTORIA DELA TELESIA, inscruccion catequécica,insttuido de modo regular desde fina es del siglo U. La vida linrgica de los crstianostenfa su centro en el Sacrificio Bucarlstico, que se ofrecia por lo menos el dia del domingo, bien en una vivienda cristiana —sede de alguna siglesia doméstica-—,o bien en los lugares destinados al cleo, ‘que comenzaron a existe desde el siglo I 6. Las antiguas comunidades cristianas estaban constitui- cs por toda suerte de personas, sin distinci6n de clase 0 con- dicién. Desde los tiempos apostélicos, la Iglesia estuvo abierta a judtos y gentiles, pobres y ricos, libres y esclavos. Es cierto {que la mayoria de los cristianos de fos primerossiglos fueron gentes de humilde condicién, y un incelectual pagano host al Cristianismo, Celso, se mofaba con desprecio de ls tjedores, ‘zapacetos,lavanderos y osras gentes sin cultura, propagadores

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