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UNIDAD 5: La coordinación de nuestro organismo

1. RELACIÓN Y COORDINACIÓN

Cuando pensamos en las características de los seres vivos, solemos hacer referencia a
lo que llamamos las tres funciones vitales:

Nutrición: necesaria para mantener funcional al ser vivo.

Relación: sirve para comunicar al ser vivo con otros seres vivos, con su medio,
obtenerlo que necesita de él, protegerse, buscar pareja, etc.

Reproducción: imprescindible para perpetuar la especie a la que pertenece el ser vivo.

Las funciones de nutrición y reproducción son fáciles de entender. Sin embargo, la


función de relación es algo más complicada de comprender.
En primer lugar debemos ampliar su definición para incluir, también, todo aquello que
se da en el interior de los seres vivos. Hablaremos, por tanto, de relación y
coordinación y entenderemos así que esta función no se desempeña sólo entre los
seres vivos y su medio exterior, sino también con su medio interior:
Con la relación los seres vivos reciben información de su medio, tanto externo, como
interno. Con la coordinación interpretan esa información, elaboran respuestas
adecuadas y las llevan a cabo; todo ello mientras el organismo sigue funcionando
normalmente.
Cualquier información proveniente del medio de los seres vivos, tanto externo como
interno, capaz de provocar una respuesta en ellos, recibe el nombre de estímulo.
En los animales la coordinación puede ser de dos tipos; ambos con características
distintas:
Coordinación hormonal: de respuesta muy lenta y duradera, producida por el sistema
endocrino de glándulas y hormonas.
El crecimiento, el paso de niño a adolescente y luego a adulto es la respuesta lenta,
producida por una serie de hormonas, que pueden tardar años en actuar.
Coordinación nerviosa: de respuesta rápida e inmediata, preparada para mantener la
vida en cada momento y realizada por el sistema nervioso.
Los cambios que se producen en nuestro organismo cuando vemos y olemos comida,
como por ejemplo la producción de saliva, se deben a una respuesta rápida producida
por el sistema nervioso.
SISTEMA NERVIOSO

El SISTEMA NERVIOSO se encarga de recibir la información y elaborar las respuestas


adecuadas. Es el procesador de información: coordina y relaciona todas las funciones
corporales.

Las células del sistema nervioso

El Sistema Nervioso está constituido fundamentalmente por unas células llamadas neuronas.
Además, hay otros tipos de células, las células gliales.

La neurona

La neurona es la unidad anatómica y fisiológica del sistema nervioso. Las neuronas son células
con forma estrellada y en las que se distingue:

El cuerpo neuronal o soma.

Ramificaciones de dos tipos:

El axón, es la única prolongación larga. Tiene una pequeña ramificación en el extremo final,
lugar donde se encuentran unas pequeñas vesículas, los botones sinápticos con los
neurotransmisores que soltarán para transmitir el impulso nervioso a las dendritas de la
siguiente neurona. El axón puede estar rodeado por la vaina de mielina, cubierta formada por
las células de Schwann que cubren el axón dejando unos pequeños espacios sin cubrir entre
vaina y vaina, llamados nódulos de Ranvier.

Las dendritas, prolongaciones cortas, muy numerosas y ramificadas.


Características de las neuronas

Todas las neuronas tienen una estructura común. Como todas las células, las neuronas están
envueltas por una membrana plasmática, que separa el interior de la neurona del medio
externo que le rodea.

Son las células principales del sistema nervioso y se encargan de la transmisión de los impulsos
nerviosos. Son las células más diferenciadas, lo que les ha hecho perder la capacidad de
dividirse y reproducirse, por lo que cuando mueren no se reemplazan.

Como ya se ha visto, en las neuronas se distinguen tres partes: el cuerpo celular, las dendritas
y el axón.

La glía

Las células gliales o neuroglía son unas células más pequeñas y numerosas que las neuronas,
que no transmiten el impulso nervioso, pero sirven de sostén a las neuronas, las aíslan, las
defienden y las nutren, desempeñando un papel fundamental para mantener a las neuronas
en las condiciones óptimas que aseguren su supervivencia, lo que es muy importante, ya que
las neuronas no pueden ser reemplazadas.

El impulso nervioso

Las neuronas tienen la capacidad de transmitir el impulso nervioso. Cuando una neurona es
estimulada, se producen unos cambios eléctricos en su membrana que se transmiten desde las
dendritas hacia el axón, recorriendo toda la neurona.
Este impulso eléctrico pasa de una neurona a otra a través de las sinapsis, unas conexiones
formadas entre el extremo final del axón de una neurona y la dendrita de la neurona
adyacente.

En las sinapsis no se produce un contacto físico entre las neuronas, sino que hay una hendidura
sináptica que las separa. Aquí es donde el axón libera neurotransmisores que recibirán los
receptores de las dendritas de la neurona postsináptica.

Propagación del impulso nervioso

Unas vesículas liberan neurotransmisor a la hendidura sináptica. Los neurotransmisores se


unen a lugares específicos de la membrana postsináptica. La neurona se excita y produce el
impulso nervioso que se transmitirá a la siguiente neurona.

Para aislarse mejor del entorno, los axones están recubiertos de células que se enrollan sobre
ellos. Estas células se denominan Células de Schwann. Contienen mielina en la membrana, por
eso, la capa aislante que recubre el axón también se conoce como vaina de mielina.

Las neuronas son unas células que tienen la capacidad de transmitir el impulso nervioso en
forma de corriente eléctrica. El impulso nervioso sólo se propaga en un sentido. Cuando una
neurona es estimulada, se originan unos cambios eléctricos que empiezan en las dendritas,
pasan por el cuerpo neuronal, y terminan en el axón.

El impulso nervioso no se transmite con la misma velocidad en todas las neuronas. Depende de
si el axón está o no rodeado por unas células, las células de Schwann, que producen una
sustancia blanca, la vaina de mielina, que impide el paso del impulso nervioso y hace que
tenga que "saltar" entre los espacios sin vaina de mielina (nódulos de Ranvier), por lo que la
velocidad será mayor.

A este tipo de propagación del impulso nervioso se le denomina "conducción o propagación


saltatoria".

También se pueden clasificar las neuronas según si tienen o no mielina:

Neuronas mielínicas. Sus axones son más gruesos y el impulso nervioso se propaga con más
rapidez gracias a la conducción saltatoria.

Neuronas amielínicas. Carecen de mielina, por lo que conducen el impulso nervioso más
lentamente.

La sinapsis

Las neuronas no forman redes continuas, sino que existe un pequeño espacio entre ellas
(sinapsis) que debe atravesar el impulso nervioso para pasar de una neurona a otra.
La sinapsis es la zona de transferencia de información de una neurona a otra. Tiene tres
elementos:

La neurona anterior (componente presináptico), cuyo axón libera neurotransmisores a la


neurona siguiente.

Espacio o hendidura sináptica.

Neurona posterior a la sinapsis (componente postsináptico), que contiene receptores que


captan los neurotransmisores liberados desde otras neuronas.

Dos neuronas adyacentes están unidas mediante la sinapsis. Cuando el impulso nervioso llega
al extremo del axón (componente presináptico), las vesículas que contienen los
neurotransmisores los liberan en la hendidura sináptica, el pequeño espacio que queda entre
las dos neuronas, adhiriéndose a los receptores específicos de las dendritas (componente
postsináptico) de la siguiente neurona.

Organización del sistema nervioso

El sistema nervioso está formado por el sistema nervioso central y el sistema nervioso
periférico.
Sistema Nervioso Central

El Sistema Nervioso Central constituye el centro de coordinación y control del organismo. Se


encarga de recibir los estímulos que le llegan tanto del exterior como del propio organismo, y
elabora las respuestas.

Está formado por:

• El encéfalo.

• La médula espinal.

El Sistema Nervioso Central es muy importante para el organismo y también es muy delicado,
por lo que está protegido para evitar posibles lesiones por:

• Una protección ósea: el cráneo y la columna vertebral, en cuyo interior se aloja.

• Entre el hueso y los órganos nerviosos, lo protegen tres membranas, las meninges.
Desde la más interna a la más externa, se llaman piamadre, aracnoides y
duramadre. Entre la piamadre y la aracnoides se encuentra el líquido cefalorraquídeo,
que amortigua el efecto de los golpes sobre los centros nerviosos y evita
traumatismos.

En el Sistema Nervioso Central se distinguen dos zonas de aspecto distinto:

• La sustancia gris, formada por cuerpos neuronales y dendritas. Se localiza en la corteza


del encéfalo y en el interior de la médula espinal.
• La sustancia blanca, formada por axones cubiertos de mielina. Se localiza en el interior
del encéfalo y en el exterior de la médula espinal.
Encéfalo

El encéfalo es la parte del sistema nervioso en la que se localizan los centros de coordinación e
integración.

Se encuentra dentro del cráneo. En el encéfalo se distinguen cuatro regiones:

El cerebro.

El tronco cerebral.

El cerebelo.

El bulbo raquídeo.

El cerebro

Es la parte más grande e importante del encéfalo. Está formado por sustancia blanca en su
zona interior y sustancia gris es su zona exterior, la corteza cerebral, donde se dirige el
aprendizaje y los movimientos voluntarios.

Es importante que no confundas el encéfalo (todo lo que se encuentra dentro del cráneo) con
el cerebro (una parte del encéfalo).

En los seres humanos, la corteza cerebral tiene más superficie que en otros organismos, por lo
que para que quepa en el cráneo tiene que tener unos pliegues que pueden ser de dos tipos:

Circunvoluciones cerebrales: numerosas y poco profundas.

Cisuras: escasas y profundas.

El tronco cerebral

Comprende varias partes del encéfalo, situadas entre el cerebro y el bulbo raquídeo, que
regulan los estados de sueño y vigilia, los reflejos visuales y auditivos, la comunicación entre el
cerebro y otras partes del encéfalo, así como la selección de los estímulos que pasan al
cerebro.
Además, una parte del tronco cerebral, el hipotálamo, está conectada con la hipófisis, a la que
controla. La hipófisis es una glándula que segrega hormonas que regulan el resto de las
glándulas del organismo, como ya se vio en el Sistema Endocrino.

El cerebelo

Está situado en la parte posterior del encéfalo. Se encarga de recibir la información sobre el
equilibrio que envía el oído y regular la actividad de los músculos que intervienen en el
mantenimiento del equilibrio. Además, coordina las órdenes motoras enviadas por el cerebro
para que los movimientos sean precisos, acción muy importante cuando se tienen que
coordinar varios músculos distintos.

El bulbo raquídeo

Es una prolongación de la médula espinal. Los nervios que vienen de la médula y los que bajan
del cerebro pasan por el bulbo raquídeo, donde se cruzan, de modo que el hemisferio cerebral
derecho recibe la información procedente del lado izquierdo del cuerpo, y hemisferio cerebral
izquierdo, la que viene del lado derecho del cuerpo.

Además, el bulbo raquídeo también forma parte del sistema nervioso autónomo,
encargándose de regular el latido cardíaco, la presión sanguínea, la ventilación pulmonar, la
tos, el vómito, el estornudo, el hipo, etc.

Médula espinal

La médula espinal es un cordón de tejido nervioso que recorre el interior de la columna


vertebral, también recubierto, como el encéfalo, por las meninges.

La sustancia gris se localiza en el centro de la médula espinal y presenta forma de alas de


mariposa. La sustancia blanca se sitúa en la parte externa. En el interior de la sustancia gris se
encuentra el epéndimo, un canal que la recorre y que contiene líquido cefalorraquídeo.

Salen nervios de la médula espinal hacia todos los lugares del organismo, menos hacia la
cabeza.

Las funciones de la médula espinal son las siguientes:

Conduce los impulsos nerviosos que llegan desde los receptores hacia el cerebro, y las
respuestas con las órdenes motoras desde el cerebro a los órganos efectores. Así, el cerebro
recibe la información y puede elaborar una orden que modifique la respuesta refleja dada por
la médula espinal.

Realización de actos reflejos. Elabora una respuesta ante un estímulo sin que participe el
cerebro.
Sistema Nervioso Periférico

El Sistema Nervioso Periférico está formado por los nervios que salen del Sistema Nervioso
Central (encéfalo y médula espinal) o entran en él. Se encarga de conectar los receptores y los
efectores del organismo con los centros nerviosos.

Está formado por los nervios, formados por grupos de axones asociados.

El SNP se encarga de conectar:

• Los órganos de los sentidos con los centros nerviosos (nervios sensoriales)

• Los centros nerviosos con los órganos efectores (nervios motores)

• También existen nervios mixtos: llevan axones de neuronas sensitivas y motoras

Según el punto de donde parten los nervios se distinguen entre:

• Nervios craneales: parten del encéfalo.

• Nervios espinales: parten de la médula

El Sistema Nervioso Periférico se divide en:

• Sistema Somático.

• Sistema Autónomo o Vegetativo.

Sistema Nervioso Somático

El Sistema Nervioso Somático conecta los receptores sensitivos de los órganos


sensoriales con el Sistema Nervioso Central, y éste con los músculos esqueléticos, los
que se pueden mover conscientemente y responder a los cambios externos.

Se pueden clasificar los nervios según el punto del Sistema Nervioso Central en el que
entran o salen en nervios craneales y nervios raquídeos.

Sistema Nervioso Autónomo


El sistema nervioso vegetativo o autónomo, también
llamado neurovegetativo o involuntario, regula y coordina las funciones que son
involuntarias, insconcientes y automáticas.

Los centros superiores del Sistema Nervioso Autónomo se localizan en la zona lateral
gris de la médula espinal, en el bulbo raquídeo y en el hipotálamo, y de ellos surgen
nervios que llegan hasta los distintos órganos.

Se divide en dos sistema nervioso autónomo: el simpático y el parasimpático. Las


funciones de uno y otro son antagónicas, logrando así un balance funcional que tiende
a mantener la homeostasis corporal.

Sistema Nervioso Simpático: se encarga de activar la mayor parte de los órganos del
cuerpo para que trabajen de forma más intensa, salvo los relacionados con la
digestión.

Sistema Nervioso Parasimpático: relaja la actividad de la mayoría de los órganos,


menos los relacionados con la digestión.

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