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Noviembre - Diciembre 2001 • Año I • Número 4

#4
Noviembre
Diciembre
2001
SUMARIO
Coloquio Jacques Lacan 2001 El AME y el Psicoanálisis Puro
en Barcelona Por Gerardo Maeso
Por Claudine Foos
Marie Hèléne Brousse en la NEL-Miami
Ludwig Wittgenstein y los dos tiempos Por Mónica Prandi
del sinthome
Por Ernesto Sinatra

DOSSIER

A 10 años de la Fundación de la Escuela de la Orientación Lacaniana –EOL–


Saber tomar la ocasión
Compilación: Beatriz Udenio

La Escuela: una ocasión para que el surco Entrevista a Juan Carlos Indart
abierto por Freud y Lacan, no se cierre Por Beatriz Udenio
definitivamente
Por Javier Aramburu Mi Escuela
Por Judith Miller
Diálogo con Graciela Brodsky
Por Beatriz Udenio A los diez años de la fundación de la Escuela de
la Orientación Lacaniana
¡Ah, sí! Diez años de la Escuela Por Jorge Chamorro
Por Germán García
La Escuela del Pase
La EOL, francamente... Por Guillermo Belaga
Por Samuel Basz
La EOL: una apuesta
Hace diez años Por Alejandra Eidelberg
Por Oscar Sawicke
Del Movimiento hacia la Escuela y no de la
La EOL y sus vicisitudes Escuela a un “Movimiento”
Por Luis Erneta Por Aníbal Leserre

Un brindis por los diez años de la EOL El lacanismo no es un discurso sin


Por Frida Nemirovsky consecuencias
Reportaje a María Novotny de López
La constitución de una comunidad de trabajo
llamada Escuela Un brindis por los diez años de la EOL
Por Marina Recalde Por Silvia Tendlarz

Angurria, épica y amor propio


Por Mónica Torres

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#4 Noviembre / Diciembre - 2001

¡Ah, sí! Diez años de la Escuela


Por Germán García
Germán García es AME de la EOL, Miembro de la AMP y Presidente de la Fundación Descartes.

En siete puntos precisos, Germán García –nunca contemporizador- nos habla de objetivos, de rectificaciones necesarias,
de realizaciones efectivas, también de dogmatismo, de infatuación de saber y de un despertar que no duda en atribuirle a la
determinación de Jacques-Alain Miller, al hacernos partícipes de su proyecto.

1. Hace diez años se trataba de revertir la fragmentación en grupos, de crear una estructura que pudiera albergar la experiencia
del pase, los carteles y la permutación. Para eso se procedió a una dispersión de las enseñanzas consolidadas, una nueva selec-
ción basada en el principio “enseñanza por cuenta y riesgo”, cuyos resultados no son los esperados.

La apelación a la instancia “Instituto” es una rectificación, en tanto devuelve a la enseñanza una finalidad que puede sustraerse
–en parte– de la “competencia” por el micrófono, donde los que enseñan son más que los que tienen algo que aprender. El Insti-
tuto Oscar Masotta, en particular, renovó, y anudó por primera vez, la red federal de la orientación lacaniana.

2. La experiencia del pase es una dimensión nueva, cuyas incidencias aún no podemos calcular. Las nominaciones homologa-
das por la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP) modificaron la circulación de la palabra; insertaron al psicoanálisis de
Buenos Aires en un contexto que exige de cada uno una seriedad renovada.

En estos años se produjeron trabajos que no son el resumen de experiencias ausentes, sino el testimonio de una realización
efectiva. El pase no es la última palabra, ni vale por sí mismo (existe en una Escuela, que necesita además de otros dispositivos
de formación).

3. La enseñanza de Jacques Lacan recaló entre nosotros en los años sesenta. Sobrevivió a la aventura en la que estaba envuelta
(recordemos, el “paragua” estructuralista) y se consolidó en un “mercado paralelo” (que llegó a ser para lelos) compuesto por la
minusvalía de los psicólogos frente al psicoanálisis médico.

4. Fue la intervención de Jacques-Alain Miller la que despertó a nuestra Escuela de ese “sueño dogmático” y, a partir de un
diálogo con Horacio Etchegoyem, produjo lo que comienza a ser una configuración inédita del intercambio entre psicoanalistas.
Qué hará cada uno ahora que está despierto, es otra cosa. Pero algo del pasado fue escandido, se perdió la dimensión ilusoria de
una epopeya cuyas batallas se libraban en nombre de la verdad, en la ceguera de una infatuación del saber que sólo mostraba la
ignorancia de la ignorancia.

5. De la diversidad a la selección. Ahora, frente a nosotros los límites de lo instituido situados en el campo de lo real. No se
trata del Bien, como en Artistóteles, ni del Deber como en Kant, ni de lo Útil como en Bentham: se trata del enigma del goce en
relación al saber constituido. A la fantasía de atravesar la fantasía le sigue la dura verdad de la identificación al síntoma. “Todo
por hacer”, como se dice.

6. No quiero imaginar la respuesta de Jacques Lacan a las torpezas que cometemos en su nombre. Prefiero imaginar que lle-
garemos a entender las “razones de un fracaso”. Reconozco que nos divertimos bastante, incluso a través del tedio de algunos
mantras que nos identifican.

7. No sabemos cual sería la historia si Jacques-Alain Miller no hubiera decidido incluirnos en su proyecto. Por mi parte estoy
seguro de que haber asentido a su iniciativa cambió no sólo mi relación con el psicoanálisis: también cambió mi vida.

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