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EL REPORTAJE
Aunque el reportaje y la noticia tengan similitud en cuanto a que los dos informan sobre un
hecho y deben redactarse de acuerdo a una estructura lógica y coherente; el reportaje es más
abarcador y extenso que la noticia. Un aspecto más que distingue al reportaje de la noticia es
la capacidad de análisis claro, imparcial, en que el periodista puede inferir. En la noticia no se
permite el análisis.
Además, el tiempo para una noticia es sumamente corto, ya que la información se desvanece
rápidamente. El reportaje, debido a su extensión investigativa, requiere de más tiempo para la
publicación.
Generalmente, parte de una recreación de algo que fue noticia, pero también de hechos que
sin ser noticia, en el sentido más estricto del término, forman parte de la vida cotidiana,
desarrollando extensamente un tema de interés general.
Martín Vivaldi dice: "El término reportaje es una voz francesa con raíces inglesas, que
realmente proviene del latín y que llevado al español es "Reportare": que significa traer o
llevar una noticia. Y según la voz francesa Compte réude, se describe como la información
recabada de algún hecho, situación o viaje escrito por un reportero.
La investigación es quizá el mayor atractivo del reportaje; por ello, el periodista debe investigar
todo a fondo y con precisión, antes de escribir su reportaje.
El reportaje es la máxima expresión del periodismo; conlleva una gran fuerza descriptiva y
expresiva, así como un profundo contenido social y humano. El reportaje es el eslabón entre el
periodismo y la literatura. En su desarrollo, el reportaje reúne todos los géneros periodísticos:
la nota informativa, aunque con la diferencia que aquí la noticia se examina con profundidad.
La crónica, con descripciones vivas, coloridas y precisas, así como entrevistas, a modo de
narración. La mezcla de estos ingredientes debe producir un “sabor” agradable, reflexivo,
interesante, intrigante, sorpresivo.
En este género, el periodista debe acentuar su propio estilo a fin de imprimir su sello
particular, su personalidad. Ejemplo: “Subimos 76 escalones para tocar la felicidad. Cuenta la
tradicional placa que quien llega a la cúpula de la catedral de Babel y logra alcanzar con la
mano el corazón de la pesada y añeja campana, tendrá felicidad y sus sueños se harán
realidad”.
Actualidad
Que el tema esté siendo tratado en esos momentos en los medios, o que sea un asunto
siempre actual: indocumentados.
Sencillez
La confusión en un reporte viene de una mala construcción gramatical, del uso de tecnicismos
innecesarios y el abuso de cifras y porcentajes.
Interés
Debe abordar temas de interés general. Ejemplo “El retorno involuntario de indocumentados
se intensificó. en vuelos procedentes de E.U. llegaron a la ciudad de México, familias
completas, con todas sus pertenencias; jornaleros sin recursos.”
Humanismo
Que el lector se sienta involucrado con el relato. Que sea humano, cálido, vivo.
Colorido
El color en un reportaje significa literalmente decir esto es verde, rojo o blanco, etc., a fin de
ayudar al lector a ver lo que el periodista ha visto. En la narración hay que plantear todo lo que
se percibe. El reportero, cuando describe, debe dejar que las cosas hablen por sí mismas.
Vigor
Se necesita el vigor, la fuerza de las palabras, la organización de las ideas para atrapar al lector
y que éste llegue hasta el punto final del relato.
Vivencia Personal.
Ya a principios de la década de los años 50 el género reportaje era utilizado en varios países de
América Latina, y algunos periódicos se esmeraron por publicar este género pero desde un
ámbito mucho más periodístico.
Lo cierto es que a principios de los años 60, el género reportaje era ya manejado de forma
usual y muy profesional en los principales medios escritos de nuestro continente. Y comenzaba
a incursionar en los medios de radio y televisión, claro está, como un género más centrado
hacia la máxima información objetiva.
DIFERENCIAS ENTRE REPORTAJE, NOTICIA Y CRONICA.
Un reportaje es un género periodístico que tiene varios en sí mismo: es al mismo tiempo una
nota periodística, una crónica de los hechos, una entrevista y utiliza a cualquier otro género
para dar posibles de un hecho periodístico.
El reportaje es una noticia desarrollada que incorpora elementos que no tienen cabida en esta.
Una noticia es cualquier hecho periodístico contado en forma relativamente breve que
responde a las preguntas ¿Qué? ¿Quién? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Porqué? ¿Cuándo?
Una crónica es una historia contada de manera cronológica y un poco más subjetiva. El
propósito de la crónica es exponer ampliamente una serie de acontecimientos en forma
narrativa y literaria, incluyendo detalles y descripciones de los mismos, junto a comentarios y
valoraciones del redactor.
TEMA 2:
Reportaje Informativo.
Reportaje Interpretativo.
Si bien, el informe de cualquier hecho noticioso requiere del talento e imaginación del
periodista para ser transmitirlo de manera inteligente y amena; en el reportaje interpretativo
es aún mayor esa responsabilidad, ya que el reportero tiene la función de explicar al lector un
tema demasiado complejo, como asuntos de finanzas, leyes, guerras.
Reportaje de Investigación.
Reconstruye hechos del pasado que no tienen repercusión en el presente. Se trata de estudiar
el pasado e intentar conectar éste con la actualidad. Intenta captar detalles desconocidos
sobre un hecho en particular. Se encargan de ello dos tipos de profesionales: el periodista
historiador o el historiador periodista.
El reportaje investigativo requiere una labor casi detectivesca del periodista para captar
detalles completamente desconocidos sobre un hecho en particular. Requiere mucha
confianza de las fuentes en el reportero, las que aportarán pruebas y documentos en muchos
casos confidenciales, con la total certeza que el periodista no revelará sus nombres.
También se encuentran el reportaje descriptivo, el cual se destaca por hacer una relación de
las características de lo que se va a hablar: objetos, sensaciones, seres humanos, ciudades. La
descripción en el reportaje requiere de fundamentalmente de una enorme capacidad de
observación por parte del reportero, además deberá ser objeto de una precisa selección. Para
este tipo de reportajes, basta que el reportero exponga bien lo ven sus ojos y perciben sus
cinco sentidos.
Reportaje Autobiográfico.
Nombre acuñado por el periodista norteamericano Tom Wolfe, quien innovó en su tiempo con
nuevos estilos en el periodismo. Este reportaje es en el que el propio reportero se convierte a
sí mismo en el personaje del propio reportaje. Es aquél que está centrado en una persona o en
una colectividad, dando relevancia a su vida o a un aspecto de su vida.
Reportaje Narrativo.
Así pues, el reportaje narrativo debe ser un relato natural en el diálogo, dinámico en la acción
y preciso en el planteamiento. Cuando no se atiende a estas premisas, el reportaje narrativo
puede caer en un reportaje adulterado por el afán de hacer literatura donde no se necesita.
Reportaje de Actualidad.
Son investigaciones realizadas sobre hechos que están sucediendo y que tienen relación
directa con temas de actualidad. Uno de los problemas que pueden presentar para su
elaboración es que no haya suficiente distancia temporal para mantener una equidistancia
objetiva sobre el caso a investigar.
Reportaje Científico.
Este tipo de reportaje destaca los avances y descubrimientos científicos más recientes.
Interpreta los términos científicos haciéndolos entendibles para receptores de todo nivel
cultural. Los reportajes médicos, ecológicos, astronómicos, bioéticos, etc.
Científico Explicativo.
Formal.
Reportaje Comunitario:
Entonces se puede decir que el Periodismo Comunitario es una nueva versión del periodismo
tradicional por medio de la cual los ciudadanos, miembros de una comunidad, pueden dar a
conocer información relacionada con su entorno inmediato, dejando así de ejercer el rol típico
de “lector” para pasar a tener un papel más activo en la generación del reportaje para su
posterior difusión.
Reportaje Político:
Este tipo de reportaje es el que se realiza a cualquier figura del medio político. En muchos
países se cataloga como el tipo de reportaje de alto riesgo debido a que los periodistas son
muy atacados por los trabajos periodísticos que elaboran. Muchos pagan con sus vidas o con
atentados criminales.
Reportaje Social:
Reportaje Deportivo:
Reportaje Económico:
Enfocado a informar sobre los hechos relacionados con la economía, incluyendo temas
sobre finanzas, bancos, el mercado bursátil; además muestra cómo analizar, interpretar y
redactar la información económica.
Reportaje Cultural:
Reportaje de Espectáculos:
Como la mayor parte de los textos audiovisuales, se estructura en tres partes: apertura,
desarrollo y cierre.
La mayor parte de quienes han estudiado la estructura del reportaje en radio coinciden en
subrayar unas ideas fundamentales:
1) El reportaje es un género libre, flexible y muy sujeto al tema y a la creatividad del autor.
3) Aún así, como en cualquier narración, en general existen tres partes mínimas bien
diferenciadas: apertura, desarrollo y cierre.
4) Aunque estas partes pueden recibir distintos nombres, les corresponden siempre funciones
similares:
a. A la apertura la de centrar el tema y captar la atención del oyente para que escuche el resto
de la emisión.
El reportaje responde a cuatro funciones principales, la primera de ellas es, sin duda alguna, la
de informar, es la función elemental de la profesión periodística, debemos informar sobre todo
hecho de interés para nuestra sociedad.
Es ineludible que un buen periodista deba seguir una guía progresiva para los efectos de
buscar el tema, las investigaciones correspondientes, selección de información, construcción
del reportaje, la revisión de éste y su publicación.
Primeramente, debe disponer de un tema, ya sea asignado o buscarlo si es por agenda libre.
En esta primera instancia es necesario realizar una lista de temas posibles, teniendo en cuenta
la relevancia que puedan adquirir en determinados contextos. Por ejemplo, debes tener
presente quiénes serán los receptores de tu trabajo y cuáles son sus áreas de interés.
Seguidamente, el periodista inicia la búsqueda de las fuentes (ya sea humanas, documentales
o electrónicas), que puedan guiarnos directamente a la investigación profunda del tema. Con
el fin de no caer en reiteraciones revisa los archivos de diarios, revistas, y libros referentes al
tema de tu investigación. Siempre habrá algo escrito.
Luego, se determinan las áreas más débiles en información clave: En el punto anterior ya has
detectado cuáles son los tópicos que han tenido una mayor cobertura; ahora determina qué
aspectos se han eludido, tratando de determinar las causas de esta situación y dándoles la
cobertura necesaria para otorgar originalidad a tu exposición.
Finalmente, se revisa el reportaje una vez escrito. Se chequean los datos bibliográficos y
aquellos entregados por los entrevistados, de manera de revisar la fidelidad de la información,
poniendo mucho cuidado al momento de citar la fuente.
La entrada tiene que ganar la atención del lector interesarlo por el escrito.
TIPOS DE ENTRADA:
Sumario:
Es una lista o secuencia de puntos que dan una idea del reportaje.
Descriptiva:
De Contraste:
Cita:
El Desarrollo:
Por Temas:
Cronológicos:
Enigmático:
Se ordenan lo datos para crear suspenso narrativo con la finalidad de captar la atención del
lector.
El remate o cierre debe ser congruente con el texto. Los diferentes tipos de remate son:
Conclusión:
Sugerencia:
Moraleja:
En los párrafos subsiguientes se dan los detalles, empezando por los más importantes. Cada
párrafo sucesivo contiene información progresivamente menos importante.
He aquí un ejemplo:
El alcalde de Cuenca (QUIÉN) plantó un árbol (QUÉ) el martes (CUÁNDO) en la Escuela San Juan
de Dios (DÓNDE) en honor de un valiente estudiante que murió por salvar a un compañero de
clase de ahogarse (POR QUÉ).
En los párrafos siguientes se le informará al lector quién fue el valiente estudiante, cuándo,
dónde y cómo murió y a quién salvó.
Un buen reportero incluirá lo antes posible algún comentario de un familiar del estudiante
muerto.
Sugerencia:
A veces ayuda escribir el primer párrafo (encabezamiento) al final, después que has organizado
todos los detalles subsiguientes.
Presenta siempre una disposición diferente a la noticia. Se destaca de múltiples formas. Suele
venir acompañada de fotografía.
El reportaje informa y entretiene, puesto que aporta la visión particular del reportero, además
de utilizar elementos literarios.
Se combinan los elementos periodísticos con los literarios. Está presente la subjetividad del
autor, más que en uso de la 1ª persona (suele mantenerse la 3ª) en la valoración de los
hechos. Especialmente relevante suele ser la presencia de adjetivos valorativos. No son ajenos
otros recursos literarios como los paralelismos, anáforas, comparaciones, etc.
El párrafo de apertura o la entradilla es un párrafo atractivo que debe suscitar la curiosidad del
lector, debe incitar a seguir leyendo. Puede presentar los rasgos tipográficos de la entradilla, es
decir estar escrito en letra negrita y separada del cuerpo de la noticia. Pero puede también
aparecer integrado en el reportaje.
El relato. Todo reportaje debe tener un orden en la exposición de los hechos. Ese orden o hilo
argumental responde a una intención: cronológica, biográfica, explicativa, crítica. Un reportaje
no puede ser una suma de hechos. Cada párrafo ha de estar conectado con el anterior por lo
que es importante definir ese hilo conductor. El lenguaje periodístico debe ser claro, conciso,
exacto e interesante.
El párrafo final debe ser escrito cuidadosamente, constituye el remate final que le deja al
lector el sabor de una buena lectura,
Lenguaje Claro:
Se entiende sin lugar a dudas. Entre dos palabras correctas, opta siempre por la más sencilla.
Conciso:
Exacto:
Interesante:
En primer lugar, cabe señalar que los medios de comunicación se dividen, de forma general, en
tres grandes grupos (según los tipos de medios de comunicación que engloban):
Medios Masivos:
Son aquellos que afectan a un mayor número de personas en un momento dado. También se
conocen como medios medidos.
Medios Alternativos:
Son aquellas formas nuevas de promoción de productos, algunas ordinarias y otras muy
innovadoras.
Los reportajes en los medios alternativos, si bien deben cumplir con las normas de escritura,
investigación y presentación, varían en cuanto a los contenidos que se desarrollan,
sectorizando los temas de acuerdo al público al que está dirigido el medio.
En el caso de los reportajes audiovisuales, se caracterizan por tener una estética poco
convencional, de acuerdo al contenido que se está desarrollando, esto con el fin de hacerlo
más atractivo para un sector del público, sin perder la visión general de los posibles
espectadores.
Por el contrario, aquellos reportajes realizados de manera fotográfica o iconográfica, suelen
estar cargados de elementos poco convencionales, y recursos técnicos limitados, que sin
perder el objetivo, ofrecen un meta mensaje al receptor.
Como la mayor parte de los textos audiovisuales, se estructura en tres partes: apertura,
desarrollo y cierre.
La mayor parte de quienes han estudiado la estructura del reportaje en radio (Faus, 1981: 281-
284, Cebrián Herreros, 1992: 186-192, Merayo, 1992 y 2000, Ulibarri, 1994: 159-268, Del Río,
1994: 139-149, Echeverría, 1998: 68-117, Rodero, 2001: 163-180, Fernández Parrat, 2003: y
Martínez - Costa y Díez Unzueta, 2005: 119-123) coinciden en subrayar unas ideas
fundamentales:
La Apertura:
Supone una primera toma de contacto con la audiencia, a la que hay que descubrir el
escenario de los hechos y la motivación que ha llevado al reportero hasta allí (Faus, 1981: 268).
En este sentido, toda apertura tiene siempre dos cometidos: reclamar la atención del oyente y
prepararle antes de ofrecer el dato fundamental de la historia. Esta preparación se refiere al
tema del reportaje, pero también a su propósito y enfoque. Puesto que se trata de la primera
toma de contacto con el receptor, se exige claridad de ideas y exposición precisa del tema y el
enfoque del reportaje (Martínez - Costa y Díez Unzueta, 2005: 120).
Su importancia es decisiva ya que, como se suele decir en oratoria, “el principio es la mitad de
todo”. A la hora de elaborar un reportaje, esto es especialmente cierto. Así lo afirma, por
ejemplo, Ibarrola, en la siguiente cita que, pese a que se refiere a los reportajes en prensa,
bien se podría aplicar para la radio:
“En toda información periodística, no es ocioso repetirlo, la clave radica en la entrada. Una
buena entrada o ‘lead’ capta de inmediato la atención del lector. Una mala entrada o una
entrada floja hacen que el lector vuelva la vista hacia otras informaciones. En el caso del
reportaje esto es especialmente importante. No se trata de una noticia que requiere
únicamente de información, de hechos concretos y exactos, sino de todo un planteamiento”
(Ibarrola, 1994: 87).
Por eso, no basta con cualquier entrada. La apertura de un reportaje en radio debe cumplir los
siguientes requisitos (Rodero, 2001: 163-164 y Benavides y Quintero, 2004: 252).
Sencillez:
De manera que los oyentes la pueden entender, lejos de artificios estéticos que pueden
resultar confusos.
Relevancia Temática:
La entrada debe capturar la esencia temática del reportaje, ni más ni menos. Si es una
anécdota, está debe ilustrar el tema principal y no sólo una parte o incluso contradecirlo.
Interés Intrínseco:
La magia de iniciar con “casos de la vida real”, por ejemplo, no garantiza una buena entrada.
Los personajes de la vida real son aburridos, y suelen decir cosas aburridas. Si el reportero no
tiene una anécdota interesante, es mejor que utilice otro tipo de entrada.
Color:
Se busca un lenguaje distinto, colorista pero, a la vez, sencillo y claro. Se trata de descubrir la
originalidad no sólo en el tema, el propósito o el enfoque, sino también a través del lenguaje
empleado.
Intriga:
La apertura debe ser llamativa pero no caer en el error de contar los datos principales. Lo más
adecuado es ir dosificándolos a lo largo del texto para evitar que la tensión se concentre tan
sólo en un parte. Dicho de otra forma: el reportaje debe generar expectación pero no
resolverla.
Sin duda, se trata de una tarea complicada. Mucho más de lo que ocurre en la apertura de una
noticia donde el elemento informativo, el conocer qué ha pasado, puede atraer por sí mismo al
oyente. En el caso del reportaje, en cambio, esto no es así. Los reportajes se emiten cuando ya
se han dado a conocer los elementos noticiosos más importantes de la acción: el qué, el
cuándo, el dónde, el quién, etc. Su cometido más bien es el de profundizar sobre todo en el
cómo y en el porqué. Pero no sirve de nada que hayamos indagado en estos dos interrogantes
si no somos capaces de plantear un comienzo atractivo.
Un periodista debe competir cada mañana con el cruasán que el lector engulle en el bar o en la
cocina de su casa mientras sujeta el periódico con la otra mano. Si no captamos la atención del
receptor de nuestros mensajes, su mirada se irá inmediatamente al cruasán; y cuando regrese
al periódico lo hará para buscar una información diferente a la que perdió la partida. La noticia
puede competir bien contra el cruasán, puesto que - si realmente hay noticia - narra un hecho
sorprendente, de actualidad, interesante para la colectividad a la que se dirige el periódico. En
cambio, el reportaje no dispone normalmente de esa materia prima que constituye un hecho
crucial, un suceso, un acontecimiento político. Por ello, el redactor habrá de volcar su
imaginación para hacerse con la mirada del lector y lograr que no abandone el artículo hasta
que llegue al punto final. Ahí está el reto, sobre todo, del primer párrafo de un reportaje”
(Grijelmo, 1997: 61).
Con los reportajes en radio viene a ocurrir lo mismo. Por eso, para competir por la escucha de
nuestros oyentes, deberemos prestar un cuidado especial a esta parte. En realidad, son
muchas las formas de conseguir una apertura. Algunas de las más habituales son (Ulibarri,
1994: 164-168):
En este caso la apertura es parecida a una entrada de noticia, con la diferencia de que lo que
se resume no es un hecho individual, sino una situación.
Resulta adecuada cuando nuestro trabajo conduce a una revelación, a descubrir algo
importante que estaba oculto o que no se conocía.
Es propia de aquellos reportajes complejos en los que los hechos fundamentales no se pueden
resumir y también de aquellos que contienen elementos específicos capaces de atraer a la
audiencia.
El caso es que, dependiendo del modo de aproximación a la apertura, éstas pueden ser de
diverso tipo. La clasificación más importante que se ha propuesto hasta la fecha ha sido la de
Ulibarri (1994: 169-185) que parte y completa la de Leñero y Marín (1986: 196-213) y que, a su
vez, es seguida por Echeverría (1998: 67-83) en prensa y por Rodero (2001: 164 y ss.) y
Martínez - Costa y Díez Unzueta (2005: 120-121) en radio. En este caso, vamos a seguir
también la propuesta que elabora Ulibarri, aplicándola a la radio y recuperando tres variantes
complementarias.
Antes de comenzar a describir cada una de ellas, podemos decir que las aperturas de un
reportaje en radio pueden ser: de resumen, de sumario, narrativa, descriptiva, de contraste,
de pregunta, de apelación directa, de cita, deductiva, de parodia, de suspenso, simbólica y de
caso.
La apertura de resumen.
Es similar a una entrada de noticia. Resume la esencia del texto de manera informativa. Es
relativamente previsible y, en principio, no es la apertura más recomendable por su gran
parecido con la noticia. Lo mejor es utilizarla como última posibilidad.
La apertura de sumario.
La apertura narrativa.
Apela al relato como gancho del texto. En estas aperturas se debe tener especial cuidado no
sólo de seleccionar muy bien lo que se va narrar sino también de cuidar la forma en que se
hará. En este sentido, los ritmos, el vocabulario, la extensión de las frases son elementos
fundamentales. Es imprescindible, además, que el relato guarde relación directa con el tema
del reportaje o que, al menos, ejemplifique un aspecto. En la práctica, es un tipo de apertura
bastante empleada.
La narración suele empezar con el relato de un aspecto pequeño y mínimo de la historia pero
que, pese a todo, tiene suficiente interés para atraer al oyente. De ahí se suele ir pasando de
forma progresiva de los aspectos más particulares a los más generales. Así ocurre, por
ejemplo, en la apertura del reportaje de Severino Donate (Cadena SER) en el que acompaña a
Manuel Fraga en un día cualquiera para conocer más de cerca la personalidad de este político.
En lo que respecta al reportaje de televisión, se aplican las mismas premisas, teniendo como
adicional la utilización de las imágenes para resaltar o minimizar el efecto de la información
que se está dando, ya que no es igual hablar de los huecos en el pavimento, que presentar la
imagen de los mismos, con lo cual el espectador tendrá una idea mucho más clara de la
pertinencia del reportaje, así como de la situación que se está exponiendo.
Cabe destacar, que los reportajes de televisión pueden ser de longitudes muy variadas y suelen
durar desde dos minutos hasta una hora. La finalidad del reportaje es, en esencia, ampliar los
contenidos básicos de una noticia.
En la televisión estos elementos son determinantes, si se tiene en cuenta que se trata, más
que de una información, de una presentación de los hechos.
Es necesario atribuír a alguien con autoridad las aseveraciones que se vierten a lo largo de un
reportaje. De ello depende que el material tenga fuerza y credibilidad.
Todo reportaje debe incluir los dos o más puntos de vista de las comunidades o personas
envueltas en un tema controvertido. La labor del reportero es encontrar ese punto de balance
para poder objetivar su reportaje.
Ejemplo:
El tema de la eutanasia. Si sólo atiendo a las voces que defienden ese procedimiento, lo que
voy a hacer no es un reportaje sino una apología.
Es importante que el reportaje consulte voces, testimonios. E. Swallow dice al respecto: “un
reportaje de televisión que sea leído casi en su totalidad por un locutor no es televisión sino
radio con ilustraciones”.
Un reportaje bueno, según el teórico Tuchman, es aquel que nos dice “lo que queremos saber,
lo que necesitamos saber y lo que deberíamos saber”. Ejemplo: los nuevos impuestos.
Queremos saber en qué consiste el decreto; necesitamos saber de qué manera nos afectará y
deberíamos saber todos los alcances que, en contexto, tendrá la medida.
La valoración de los hechos que constituyen materia de un reportaje puede establecerse con
base en los siguientes criterios:
Impacto:
Oportunidad:
Preeminencia:
Proximidad:
Conflicto:
Rareza:
Insólito, inesperado.