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RESUMEN
Argumentar es un acto humano que, como tal, posee reglas. En este artículo se examina el
temor en la argumentación con ayuda de la pragma-dialéctica.
ABSTRACT
Arguing is a human which has rules. In this article, we examine the fear in the argument
using the pragma-dialectical.
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 141: 49-59 / 2013 (III). (ISSN: 0482-5276)
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tativo. En efecto, “(…) la argumentación no podrían generar temor, un temor que puede
tiene una función comunicacional en el nivel afectar la voluntad así como la inteligencia y
de la oración, sino en un nivel textual supe- por ende, la libertad del individuo en la toma
rior” (van Eemeren y Grootendorst, 2002: 50); de sus decisiones.
este último nivel corresponde al de los actos de En conclusión, el miedo parece ser muy
habla complejos. difícil de evitar en la argumentación humana.
De lo anterior, se colige claramente que:
4) LAS REGLAS DE LA ARGUMENTACIÓN
(…) la constelación de actos de habla que
constituye la argumentación no es auto- La argumentación posee reglas que han
suficiente, sino que debe estar conectada de respetarse. Adelino Cattani propone un con-
de una manera especial con otro acto junto de once reglas, de índole ética y pragmá-
de habla: el acto de habla en el cual se tica, las cuales han de regular todo debate:
expresa el punto de vista que es apoyado
por la argumentación (van Eemeren y Primero, no te consideres infalible (…)
Grootendorst, 2002: 50). Segundo, busca un punto de partida
común (…)
Tercero, atente a lo que crees cierto (…)
3) LA PARADOJA DEL MIEDO Cuarto, aporta las pruebas que se te
piden (…)
La palabra “paradoja” proviene del griego Quinto, no eludas las objeciones (…)
parádoxos, que quiere decir “inesperado, increí- Sexto, no eludas la carga de la prueba (…)
ble, extraño, maravilloso, raro, singular, extraor- Séptimo, trata de ser pertinente (…)
dinario” (Diccionario Manual Griego-Español Octavo, esfuérzate en ser claro (…)
1995: 450). Se trata de una voz compuesta por el Noveno, no deformes las posiciones aje-
prefijo pará-, “al lado de” y el sustantivo, ádoxos, nas (…)
voz relacionada con la de sobra conocida dóxa a Décimo, en condiciones de empate final,
través de la literatura filosófica, con un amplio suspende el juicio, a no ser que
campo semántico asociado a la “opinión, mane- comporte un daño mayor.
ra de ver, idea, parecer, creencia” (Diccionario Undécimo, en presencia de elementos
Griego-Español, 1964: 157). Sin embargo, tal nuevos, acepta la reapertura del
y como se aprecia, ádoxos antepone un prefijo debate y la revisión del caso (2003:
negativo (a-) a dóxa, de donde resulta su signi- 128-129).
ficado: “no glorioso, obscuro, que no goza de
buena fama o reputación, inesperado, contrario El carácter ético y pragmático se aprecia
a la opinión general; paradójico” (Diccionario en la ausencia de normas que se refieran a la
Griego-Español, 1964: 23). validez y corrección de los argumentos emplea-
De lo anterior se colige que parádoxos dos. Es esta una ausencia muy importante de la
se refiere a una situación en la que nos encon- propuesta de Cattani.
tramos ante algo que causa extrañeza; y así Por otro lado, van Eemeren y Groo-
lo es en la presente sección de este artículo. tendrost, con su enfoque pragmadialéctico,
La aquí denominada “paradoja del miedo” se postulan que “(…) la razonabilidad no está
refiere a que, en los procesos de argumen- determinada solamente por la norma de acuer-
tación, el miedo puede producirse tanto con do intersubjetivo, sino que depende también de
intención como sin ella; incluso, es posible que la norma “externa” de que este acuerdo debe ser
pocas sean las situaciones argumentativas en alcanzado de una manera válida” (2002: 26).
las que no se suscite algún grado de temor. El Estos autores no proponen una ética en
motivo parece ser que en la mayor parte de las sentido moral, sino reglas comunicacionales.
argumentaciones se ven involucrados diver- Quizá por esto no ofrecen una denominación
sos tipos de bienes cuya pérdida o menoscabo específica para cada una de ellas, lo cual podría
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aún, solicitando el arbitraje de una terce- … obstáculos que impiden resolver una
ra parte neutral: un árbitro, un ombuds- disputa a través del discurso argumen-
man o un juez. También puede hacerse tativo, el problema de las falacias se ve
de una manera menos civilizada, saltan- como una parte integral del problema
do al cuello del adversario o, tal vez aún que tienen los usuarios del lenguaje para
peor, recurriendo a la intimidación o al lograr adecuadamente sus metas comu-
chantaje (van Eemeren y Grootendorst, nicacionales e interactivas, en un evento
2002: 55). de habla específico, que ocurre en un
contexto específico y una situación espe-
Se ha pretendido criticar que la propuesta cífica (2002: 231).
de van Eemeren y Grootendorst se aplicaría solo
a “discusiones críticas”, con la agravante de: Se colige así que las falacias no solo
apuntan a un tipo de vicio, la invalidez, sino
Pero no es fácil saber cuándo se está, de que involucran aspectos mucho más amplios,
hecho, ante una discusión de esa natu- tal y como las distintas reglas de la argumenta-
raleza, con el propósito de ambas partes ción permiten apreciar.
de que prevalezca la cláusula de confian- Generalmente, la primera regla (el prin-
za y credibilidad, necesarias para todo cipio de libertad) se ve comprometida negati-
acuerdo o pacto (traducción del autor. vamente en contextos en los que se emplea el
Salvador, 2007: 303)1. temor. En este sentido, menoscaban el derecho
de toda persona a ser razonablemente conven-
Los autores van Eemeren y Grootendorst cida respecto de una tesis o en el peor de los
reconocen expresamente que, entre las limita- casos, su derecho a sostener y fundamentar una
ciones de su modelo, figura el no poder aplicar- tesis contraria.
se a todas las situaciones discursivas, pues se
Atentar contra la libertad personal del
relaciona estrictamente con aquellos contextos
oponente, negándole el derecho a presen-
en los que se trata de resolver una disputa de
tar un punto de vista o a criticarlo, es un
manera argumentativa (al respecto puede con- intento de eliminarlo como participante
sultarse ibid.: 127). Sin embargo, las reglas por serio de la discusión. Esto se puede hacer
ellos expuestas se harán extensivas en este artí- presionándolo a abstenerse de presentar
culo a otros tipos de discurso. un punto de vista particular o de ponerlo
en duda. También puede hacerse desa-
5) LA REGLAS DE LA ARGUMENTACIÓN Y EL creditando su experiencia, imparcialidad,
MIEDO integridad o credibilidad. Generalmente
tales maniobras no se ejecutan de una
La argumentación y el miedo a menudo
manera directa, sino por medio de des-
interactúan en el ámbito de las falacias.
víos sofisticados y retorcidos. Más que
Al asumir van Eemeren y Grootendorst
dirigirse directamente al oponente, a
una perspectiva comunicacional, enriquecen de menudo están dirigidas a una audiencia
sobremanera la teoría de las falacias, pues tra- que constituye un tercer partido (van
dicionalmente estas consisten en errores mera- Eemeren y Grootendorst, 2002: 128).
mente lógicos. En efecto, no se trata solamente
de errores en los razonamientos, sino de: Tales violaciones comprenden al cono-
cido argumentum ad baculum (falacia de ape-
lación a la fuerza), así como, al argumentum
1 Porém Não é fácil saber quando se está de fato ad hominem (falacia personal) que por lo gene-
diante de uma discussão dessa natureza, com
empenho de ambas as partes, em que prevaleça a ral, no suelen expresarse de manera directa,
cláusula de confiança e de credibilidade, necessá- sino indirecta. Tal es el caso de una expresión
ria a todo acordó ou pacto. como “no quisiéramos pensar que usted (un
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más firme <medio de> persuasión (1999: Supra se indicó que esta forma de argu-
1356a5-15, 176, ni el paréntesis ni la itá- mentar violenta el “principio de pertinencia
lica están en el original). defensiva”, dado que en realidad, no tiene como
objeto la tesis de la contraparte.
Por su parte, la predisposición de los Otro tipo de argumento que involucra el
oyentes se expresa en griego mediante la voz temor, considera las consecuencias negativas de
pathos, es decir, las emociones del auditorio las tesis en conflicto.
(aunque también intervienen las emociones de
la contraparte en la discusión). Con respecto a los argumentos por con-
secuencia, una de las preguntas críticas
De otro lado, <se persuade por la dis- que debe plantearse es si lo que se pre-
posición> de los oyentes, cuando éstos senta como una consecuencia es real-
son movidos a una pasión por medio del mente algo que podría ocurrir o no. Si
discurso. Pues no hacemos los mismos un curso de acción se rechaza sobre la
juicios estando tristes que estando ale- base de que tendría un resultado extre-
gres, o bien cuando amamos que cuando madamente negativo, en circunstan-
odiamos (1999: 1356a13-18, 177). cias de que en realidad ese efecto no
se produciría en absoluto, entonces se
Finalmente, lógos es el término griego está usando incorrectamente el esque-
empleado para aludir a las propiedades argu- ma argumentativo. Un abuso común de
mentativas del discurso. este esquema argumentativo, en que se
lleva al extremo una especulación sobre
De otro lado, en fin, <los hombres> se consecuencias negativas no fundamen-
persuaden por el discurso, cuando les tales, es la falacia conocida como pen-
mostramos la verdad, o lo que parece diente resbaladiza. Esta falacia consiste
serlo, a partir de lo que es convincente en sugerir erróneamente que, si se toma
en cada caso (1999: 1356a17-19, 177). el curso de acción propuesto, se estaría
yendo de mal en peor (van Eemeren y
Son muchas las emociones que pueden Grootendorst, 2002: 182-183).
verse involucradas en una argumentación,
empero, generalmente su empleo aparece aso- Se aprecia que los errores en la argu-
ciado al argumentum ad populum (falacia de mentación se refieren aquí a aspectos como
apelación al pueblo), el cual: la posible falta de veracidad (al sostener una
consecuencia que no tiene lugar) o yerros en la
(…) es una falacia que puede observar- argumentación. Aquí, “los principios de lógica”
se frecuentemente en manifestaciones y de “corrección argumentativa” son los que no
públicas, reuniones políticas y asambleas se estarían respetando.
religiosas. Su efecto depende de factores También se relacionan con este tema,
socio-psicológicos que juegan un rol en los argumentos que usan incorrectamente la
las reuniones de grandes grupos de per- relación “causa-efecto”, las “generalizaciones” y
sonas. La persona que obtiene el mayor la falacia denominada post hoc ergo propter hoc
éxito en la manipulación de las emocio- (por haber ocurrido después de esto, es, por lo
nes de los presentes es la que tiene mayo- tanto, por causa de esto).
res probabilidades de lograr su cometi- A simismo, van Eemeren y Grooten-
do. El verdadero demagogo sabe cómo dorst proponen la existencia de tres esque-
manipular tanto las emociones positivas ma s argumentativos bá sicos. Su modelo
como las negativas y cómo llegar tanto de análisis es bastante simple, puesto que
al grupo en su conjunto como a los indi- ambos autores expresan que no pretenden
viduos que lo componen (van Eemeren y asociarse con la línea de la tópica aristoté-
Grootendorst, 2002: 153). lica; es más, se distinguen notablemente de
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Existen, por supuesto, muchas sub- Mediante una analogía establecida entre
categorías de esquemas argumenta- la Iglesia y el régimen fascista, se establece una
tivos. Entre los (sub)tipos de argu- asociación negativa en el auditorio para que
mentación basados en una relación desconfíe y no evalúe críticamente, la posición
de concomit ancia est án, por ejem- moral de la primera (¿se supone que no hay que
plo, aquellos que presentan algo como escuchar a los fascistas?).
una cualidad inherente o como una
parte característica de algo más gene- c) Si usted continúa con ese negocio, irá a
ral. Algunos (sub)tipos de argumen- la bancarrota.
t ación ba sados en una relación de
analogía son, por ejemplo, el hacer Un mal económico que hay que temer, la
una comparación, el dar un ejemplo quiebra, se establece como consecuencia causal
y el hacer referencia a un modelo. directa de una operación mercantil.
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