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Rev.

Ciencias Sociales 141: 49-59 / 2013 (III)


ISSN: 0482-5276

EL MIEDO EN LA ARGUMENTACIÓN: UNA APROXIMACIÓN ÉTICA

FEAR IN THE ARGUMENTATION: AN ETHICAL APPROACH

Henry Campos Vargas*


A Marjorie, mi hermana

RESUMEN

Argumentar es un acto humano que, como tal, posee reglas. En este artículo se examina el
temor en la argumentación con ayuda de la pragma-dialéctica.

PALABRAS CLAVE: TEMOR * ARGUMENTACIÓN * LÓGICA * ÉTICA* PRAGMA-DIALÉCTICA

ABSTRACT

Arguing is a human which has rules. In this article, we examine the fear in the argument
using the pragma-dialectical.

KEYWORDS: FEAR * ARGUMENTATION * LOGIC * ETHICS * PRAGMA-DIALECTICAL

1) ¿QUÉ ES ARGUMENTAR? atributos físicos de la mujer amada, en el caso


de una composición romántica).
Si bien, argumentar es una actividad La argumentación involucra el lenguaje,
mental, como lo son razonar y pensar, no se ya que ciertamente, es un fenómeno producto
identifica con estas últimas pues, aunque “todo de su uso; no obstante, hay factores extralin-
razonamiento exige la actividad de pensar, no güísticos que también intervienen en ella, tales
todo pensamiento es un razonamiento” (Cama- como, costumbres, escalas de valores y ciertas
cho, 1983: 114). Téngase presente, por ejemplo, prácticas sociales.
que al recordar en nuestra memoria una ima- Argumentar se relaciona directamen-
gen de nuestra infancia se está generando un te con el carácter social del ser humano, es
tipo de pensamiento, empero, no un razona- un tipo de interacción con los otros, lo cual
miento. De manera semejante, al componer una implica, en palabras de Plantin, que “la argu-
canción se producen muchos tipos de pensa- mentación en una lengua natural maneja con-
mientos que no necesariamente, son razona- juntamente la lógica y la retórica” (Plantin,
mientos (como lo serían la descripción de los 2008: 16). En este ámbito, la lógica opera como

* Escuela de Filología, Língüística y Literatura de la Universidad de Costa Rica (UCR).


hcamposv@yahoo.es
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un verificador de la corrección de los razona- cultivo y transmisión, en un escrupuloso afán


mientos, constituye siempre la base de la argu- por prevenir enfrentamientos.
mentación; no en vano, una de las reglas indica Hay muchos modelos empleados para
expresamente que “todas las formas de argu- ejemplificar el intercambio de ideas, algunos
mentación deben ser válidas” (van Eemeren y de los cuales recurren a metáforas muy útiles.
Grootendorst, 2002: 187). Para no pocos, un intercambio de ideas es un
Sin embargo, junto al componente lógico combate, prácticamente una guerra, en la que
se encuentra el retórico, el cual incide sobre solo uno de los contendientes puede resultar
nuestra capacidad de convencimiento. Este victorioso: no triunfa la fuerza de las ideas,
factor considera aspectos como el emisor, el sino la fuerza verbal o en el peor de los casos, la
canal y el receptor (para emplear conceptos de fuerza física.
la semiótica), en el que ninguno de ellos es neu- Otros pensadores recurren a la figura
tral. Esto se comprueba en la experiencia de no de un intercambio comercial, en el cual las
pocas personas (como los niños y las mujeres), partes negocian sus puntos de vista para llegar
quienes a menudo, no son escuchados por su a un acuerdo.
sola condición (en este caso, el ser precisamente Entre las principales imágenes para des-
niños o mujeres). Tal y como puede apreciarse, cribir un debate destacan las cinco siguientes:
este es un factor extraño a la lógica, pues apun-
ta a la credibilidad del sujeto (el ethos, en pala- Metáfora bélica: debatir es luchar.
bras de Aristóteles), que en no pocas ocasiones Metáfora mercantil: debatir es comerciar.
ciega nuestra razón y capacidad de escuchar. Metáfora lúdico-deportiva: debatir es jugar.
Argumentar es una práctica social exqui- Metáfora exploradora: debatir es viajar.
sita que, como tal, puede estar afectada por Metáfora constructora: debatir es construir
vicios. Es importante, por ello, social e indi- (Cattani, 2003: 74).
vidualmente, argumentar bien, de manera
correcta, elegante y precisa.
Cada una de estas metáforas está aso-
De acuerdo con van Eemeren, “la argu-
ciada a un quehacer, una ejecución particular
mentación utiliza el lenguaje para justificar o
en la forma como argumentamos. Piénsese, a
refutar un punto de vista con el propósito de
manera de ilustración, en la distinta actitud
asegurar un acuerdo en las ideas” (2003: 305).
que despierta la metáfora bélica comparada
Por su parte, “los puntos de vista son
con la mercantil, en donde desde el léxico y las
categorías funcionales que no dependen pri-
estrategias, hasta la interacción asociada son
mariamente de la forma o del contenido” (van
radicalmente distintos. Algo semejante ocurre
Eemeren y Grootendorst, 2002: 44).
al comparar la metáfora constructora con la
exploradora: la primera, parece tender a la con-
2) MODELOS DIALÓGICOS Y ARGUMENTATIVOS
secución de un producto, un resultado, mien-
Si se tuviera que describir qué es una tras que la segunda, puede estar más abierta
argumentación se podría responder median- a la imposibilidad de llegar a una conclusión
te algunas imágenes. Quizás algún lector se específica; sin embargo, ambas desarrollan un
vería tentado a concebir la experiencia argu- espíritu cooperativo.
mentativa como una discusión; sin embargo, Ahora bien, nuestro quehacer argumen-
otro la podría asociar con un diálogo de café, tativo puede tener lugar en muchos contextos.
mientras que un tercero con una conferencia. Walton y Krabbe, en Arguments from Ignoran-
En efecto, la argumentación tiene lugar en ce, plantean la existencia de diez distintas cate-
muchas formas de intercambio académico, gorías dialógicas en las que la argumentación
familiar, político… y no debe identificarse puede desarrollarse:
inmediatamente con un conflicto, al menos
en sentido “violento”, ya que esta asociación a) diálogo persuasivo: en el cual se pre-
podría perjudicar seriamente su desarrollo, tende convencer a un interlocutor con

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el propósito de comprender las distintas El genio de Estagira comprendió que este


posiciones; tipo de razonamientos comportaba un examen
b) debate: donde la finalidad es convencer distinto del de la simple y llana validez. La labor
a una tercera parte (generalmente, un de discernir las premisas subyacentes, no expli-
auditorio) mediante la habilidad argu- citadas, implicaba una tarea por parte del inter-
mentativa y retórica; locutor, empresa que, desafortunadamente, no
c) indagación: empleada para adquirir alcanzó a normar.
conocimientos a través de la verificación En este sentido, la labor de van Eeme-
o confutación de una conjetura; ren y Grootendorst forma parte de una serie
d) trato: basado en la transacción y el con- de esfuerzos de numerosos investigadores por
senso para obtener el mayor beneficio; llenar este vacío. Su enfoque tiene la virtud de
e) comisión: que tiende a la elaboración de que destaca que las falacias no solamente son
un plan o decisión común, previa consi- violaciones de una norma de validez, sino de un
deración de los pros y los contras; conjunto de normas funcionales que tienen que
f) diálogo pedagógico: característico de ver con la comunicación.
la función docente en la que se busca La llamada “falacia de circularidad” o
enseñar y aprender para transmitir cono- “petición de principio” puede servir para ilus-
cimientos; trar eso, dado que, desde un punto de vista
g) deliberación: en la que se tiende a solu- lógico, se trata de una tautología, pues la con-
cionar un problema práctico con la arti- clusión (la tesis que se defiende) figura como
culación de fines en común; premisa. Sin embargo, argumentativamente
h) contienda: con la evidente intención de no es una forma “correcta” de argumentar, es
derrotar al oponente ante la manifesta- una falacia. Esto implica que el razonamiento,
ción de tesis encontradas; aunque es “válido” (siempre es verdadero), no
i) entrevista: empleada para exponer la necesariamente es “correcto”. Esta aparente
posición de un invitado, con el fin de paradoja se aclara a través de la pragmática, la
difundir su punto de vista e informar al cual indica con toda claridad el origen de este
auditorio y por último; error argumentativo. Nótese así que hay una
j) consulta de expertos: requerida para la toma diferencia entre “argumentación” y “validez”.
de decisiones operativas mediante informa- De manera semejante, hay quienes argu-
ción privilegiada (Cattani, 2003: 73). mentan con base en la repetición estratégica de
su tesis, lo cual, lógicamente no es incorrecto
Tal y como el lector podrá apreciar, (de hecho, se relaciona con reglas de inferencia
son muchas y muy diversas las situaciones como la “tautología” y la “reiteración”), aunque
en las que cotidianamente se emplea la argu- argumentativamente puede constituir un vicio.
mentación. Lo anterior sugiere que en la argumen-
En el estudio de la argumentación, la tación hay factores extra lógicos, es decir,
lógica desempeña un papel muy importante, factores o información adicional significativa
sin embargo, no es el único criterio que puede que tienen que ver con la forma cómo los
o debe considerarse. Nótese a este respecto que, hablantes hacen uso de la lengua, a esto se le
stricto sensu, un análisis lógico de la experien- denomina pragmática.
cia argumentativa cotidiana llevaría a concluir
que prácticamente todos los razonamientos En su sentido más amplio, la pragmá-
son inválidos. En alguna medida, Aristóteles tica es el estudio de la comunicación
era consciente de este problema, ya que señaló lingüística en contexto. El lenguaje es el
que existe una forma de argumentación que principal medio de comunicación entre
no corresponde a los esquemas por él desarro- las personas; sin embargo, el solo cono-
llados, el entimema, cuyo estudio reserva para cimiento de las palabras y la gramática
obras como Refutaciones Sofísticas y Tópicos. de una lengua no garantiza el éxito en

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la comunicación. Las palabras pueden Este modelo de interpretación tiene como


significar más (o algo distinto) de lo que marco de referencia el desarrollo de una “discu-
dicen. En su interpretación intervienen sión crítica”, la cual se caracteriza porque su:
una multiplicidad de factores, entre los
cuales se encuentran la familiaridad con (…) propósito es lograr acuerdos acerca
el contexto, las marcas de entonación y de la aceptabilidad o inaceptabilidad de
los supuestos culturales. La misma frase los puntos de vista en discusión, ave-
puede tener diferentes significados en riguando si, mediante la argumenta-
diferentes ocasiones, y se puede expresar ción, pueden o no ser adecuadamente
la misma intención mediante diferentes defendidos de la duda o de la crítica (van
medios lingüísticos. La pragmática se Eemeren y Grootendorst, 2002: 55).
ocupa de fenómenos como estos (Blùm-
Kulka, 1995: 67). La argumentación, expresan estos auto-
res, es un acto de habla complejo. Cuando
Es fácil corroborar lo anterior, al con- hablamos, hacemos algo, hablar, pero nuestra
siderar una expresión como ¿quedó café? For- habla tiene múltiples efectos: afirmamos algo,
mular esta pregunta un sábado, antes de ir hacemos peticiones, ordenamos… Estos actos,
de compras, es una forma de averiguar si es que se pueden considerar como actos de habla
necesario comprarlo; en cambio, en una tarde elementales, pueden clasificarse en “asertivos”,
de vacaciones durante la visita a la casa de un “directivos”, “compromisorios”, “expresivos”
amigo puede equivaler a la petición de algo para y “declarativos”. Ellos desempeñan un papel,
beber. Discernir entre uno, otro u otros signifi- denominado “función comunicacional”. En los
cados es propio de la competencia pragmática asertivos, la función comunicacional es bási-
del lenguaje. camente decir cómo es un objeto; en los direc-
Junto a esta faceta, hay un: “… aspecto tivos, lograr que el oyente haga algo; en los
dialéctico [que] consiste en que hay dos par- compromisorios, comprometerse a hacer algo;
tes que intentan resolver una diferencia de en los expresivos, expresar los sentimientos
opinión mediante el intercambio metódico de en relación con un evento o situación; y en los
pasos (moves) en una discusión” (van Eeme- declarativos, crear la situación que se expresa,
ren, 2002: 29). en este último caso, por ejemplo, concluir una
La conjunción de estos dos aspectos ha sesión mediante la frase “se levanta la sesión”
dado lugar a lo que se denomina “pragma- (sobre el tema puede consultarse van Eemeren
dialéctica”, la cual sirve de base al presente y Grootendorst, 2002: 58-60).
estudio. Para van Eemeren y Grootendorst, esta A diferencia de estos actos de habla ele-
perspectiva involucra ambas características de mentales hay actos de habla complejos como
la argumentación: la argumentación. En estos últimos, uno o
diversos actos de habla elementales se insertan
Debido a que los dialécticos consideran con un propósito que complementa la función
que cada argumento es parte de una dis- del acto elemental, lo cual puede ilustrarse de
cusión crítica, sea ésta explícita o implí- la siguiente manera: en un proceso argumen-
cita, su modelo proporciona reglas que tativo, una descripción, además de describir,
especifican qué pasos (moves), en las puede servir para fundamentar una determi-
diversas etapas de esta discusión, pueden nada tesis. Tal es el caso de quien describe la
contribuir a resolver una diferencia de tragedia del Hindenburg del 6 de mayo de 1937,
opinión. Si este intercambio verbal metó- para sustentar la afirmación “los dirigibles no
dico es concebido pragmáticamente, son un medio seguro de transporte”. Por un
como una interacción de actos de habla, lado, la descripción transmite información,
este enfoque, que es el que nosotros favo- pero la función de su intervención tiene un
recemos, puede ser llamado pragma-dia- sentido distinto: el acto descriptivo coexiste
léctico (2002: 26-27). simultáneamente con el macroacto argumen-

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tativo. En efecto, “(…) la argumentación no podrían generar temor, un temor que puede
tiene una función comunicacional en el nivel afectar la voluntad así como la inteligencia y
de la oración, sino en un nivel textual supe- por ende, la libertad del individuo en la toma
rior” (van Eemeren y Grootendorst, 2002: 50); de sus decisiones.
este último nivel corresponde al de los actos de En conclusión, el miedo parece ser muy
habla complejos. difícil de evitar en la argumentación humana.
De lo anterior, se colige claramente que:
4) LAS REGLAS DE LA ARGUMENTACIÓN
(…) la constelación de actos de habla que
constituye la argumentación no es auto- La argumentación posee reglas que han
suficiente, sino que debe estar conectada de respetarse. Adelino Cattani propone un con-
de una manera especial con otro acto junto de once reglas, de índole ética y pragmá-
de habla: el acto de habla en el cual se tica, las cuales han de regular todo debate:
expresa el punto de vista que es apoyado
por la argumentación (van Eemeren y Primero, no te consideres infalible (…)
Grootendorst, 2002: 50). Segundo, busca un punto de partida
común (…)
Tercero, atente a lo que crees cierto (…)
3) LA PARADOJA DEL MIEDO Cuarto, aporta las pruebas que se te
piden (…)
La palabra “paradoja” proviene del griego Quinto, no eludas las objeciones (…)
parádoxos, que quiere decir “inesperado, increí- Sexto, no eludas la carga de la prueba (…)
ble, extraño, maravilloso, raro, singular, extraor- Séptimo, trata de ser pertinente (…)
dinario” (Diccionario Manual Griego-Español Octavo, esfuérzate en ser claro (…)
1995: 450). Se trata de una voz compuesta por el Noveno, no deformes las posiciones aje-
prefijo pará-, “al lado de” y el sustantivo, ádoxos, nas (…)
voz relacionada con la de sobra conocida dóxa a Décimo, en condiciones de empate final,
través de la literatura filosófica, con un amplio suspende el juicio, a no ser que
campo semántico asociado a la “opinión, mane- comporte un daño mayor.
ra de ver, idea, parecer, creencia” (Diccionario Undécimo, en presencia de elementos
Griego-Español, 1964: 157). Sin embargo, tal nuevos, acepta la reapertura del
y como se aprecia, ádoxos antepone un prefijo debate y la revisión del caso (2003:
negativo (a-) a dóxa, de donde resulta su signi- 128-129).
ficado: “no glorioso, obscuro, que no goza de
buena fama o reputación, inesperado, contrario El carácter ético y pragmático se aprecia
a la opinión general; paradójico” (Diccionario en la ausencia de normas que se refieran a la
Griego-Español, 1964: 23). validez y corrección de los argumentos emplea-
De lo anterior se colige que parádoxos dos. Es esta una ausencia muy importante de la
se refiere a una situación en la que nos encon- propuesta de Cattani.
tramos ante algo que causa extrañeza; y así Por otro lado, van Eemeren y Groo-
lo es en la presente sección de este artículo. tendrost, con su enfoque pragmadialéctico,
La aquí denominada “paradoja del miedo” se postulan que “(…) la razonabilidad no está
refiere a que, en los procesos de argumen- determinada solamente por la norma de acuer-
tación, el miedo puede producirse tanto con do intersubjetivo, sino que depende también de
intención como sin ella; incluso, es posible que la norma “externa” de que este acuerdo debe ser
pocas sean las situaciones argumentativas en alcanzado de una manera válida” (2002: 26).
las que no se suscite algún grado de temor. El Estos autores no proponen una ética en
motivo parece ser que en la mayor parte de las sentido moral, sino reglas comunicacionales.
argumentaciones se ven involucrados diver- Quizá por esto no ofrecen una denominación
sos tipos de bienes cuya pérdida o menoscabo específica para cada una de ellas, lo cual podría

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inducir a pensar que se trata de un decálogo interpretar las formulaciones de la parte


(dado que se trata de diez enunciados). Dichas contraria tan cuidadosa y exactamen-
reglas son: te como les sea posible (van Eemeren y
Grootendrost, 2002: 223-224).
Regla 1: Las partes no deben impedirse unas
a otras el presentar puntos de vista o el Con el respeto debido a tan eminentes
ponerlos en duda. investigadores, seguidamente se identifica cada
Regla 2: Una parte que presenta un punto de una de estas reglas con una denominación par-
vista está obligada a defenderlo si la otra ticular, esto, para efectos mnemotécnicos y así
parte le solicita hacerlo. facilitar su identificación y memorización:
Regla 3: El ataque de una parte en contra de un
punto de vista debe referirse al punto de Regla 1: Principio de libertad
vista que realmente ha sido presentado Regla 2: Principio de carga de fundamentación
por la otra parte. Regla 3: Principio de pertinencia activa
Regla 4: Una parte solo puede defender su punto Regla 4: Principio de pertinencia defensiva
de vista presentando una argumentación Regla 5: Principio de comprometimiento
que esté relacionada con ese punto de Regla 6: Principio de lealtad
vista. Regla 7: Principio de corrección argumentativa
Regla 5: Una parte no puede presentar algo Regla 8: Principio de lógica
falsamente como si fuera una premi- Regla 9: Principio de humildad
sa dejada implícita por la otra parte, ni Regla 10: Principio de claridad
puede negar una premisa que él mismo
ha dejado implícita. Como se destacó supra, “una disputa
Regla 6: Una parte no puede presentar falsa- no es necesariamente un conflicto, una pelea
mente una premisa como si fuera un o una discusión en el sentido corriente” (ibid.:
punto de partida aceptado, ni puede 37). Por el contrario, una disputa es un encuen-
negar una premisa que representa un tro dialógico en el que las ideas se explicitan
punto de partida aceptado. y fundamentan. Si bien, no siempre puede lle-
Regla 7: Una parte no puede considerar que un garse a “zanjar una disputa”, la experiencia
siempre permite enriquecer los puntos de vista
punto de vista ha sido defendido conclu-
encontrados. En este proceso:
yentemente, si la defensa no se ha llevado
a cabo por medio de un esquema argu-
Un argumentador solo puede resolver
mentativo apropiado que se haya aplica-
racionalmente una disputa referente a un
do correctamente.
punto de vista si, por medio de la argu-
Regla 8: En su argumentación, las partes solo mentación, logra convencer a su inter-
pueden usar argumentos que sean lógi- locutor de la aceptabilidad de su punto
camente válidos o que sean susceptibles de vista. La argumentación comprende
de ser validados explicitando una o más toda la constelación de enunciados pre-
premisas implícitas. sentados en defensa de un punto de vista
Regla 9: Una defensa fallida de un punto de (ibid.: 34).
vista debe tener como resultado el que
la parte que lo presentó se retracte de Esta es la solución óptima de una dispu-
él y una defensa concluyente debe tener ta. Empero, hay otras, ya que:
como resultado el que la otra parte se
retracte de sus dudas acerca del punto de … zanjar una disputa significa que la
vista. diferencia de opinión simplemente se deja
Regla 10: Las partes no deben usar formula- de lado. Esto puede hacerse de una mane-
ciones que resulten insuficientemente ra más o menos civilizada, lanzando una
claras o confusamente ambiguas y deben moneda al aire, o más civilizadamente

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aún, solicitando el arbitraje de una terce- … obstáculos que impiden resolver una
ra parte neutral: un árbitro, un ombuds- disputa a través del discurso argumen-
man o un juez. También puede hacerse tativo, el problema de las falacias se ve
de una manera menos civilizada, saltan- como una parte integral del problema
do al cuello del adversario o, tal vez aún que tienen los usuarios del lenguaje para
peor, recurriendo a la intimidación o al lograr adecuadamente sus metas comu-
chantaje (van Eemeren y Grootendorst, nicacionales e interactivas, en un evento
2002: 55). de habla específico, que ocurre en un
contexto específico y una situación espe-
Se ha pretendido criticar que la propuesta cífica (2002: 231).
de van Eemeren y Grootendorst se aplicaría solo
a “discusiones críticas”, con la agravante de: Se colige así que las falacias no solo
apuntan a un tipo de vicio, la invalidez, sino
Pero no es fácil saber cuándo se está, de que involucran aspectos mucho más amplios,
hecho, ante una discusión de esa natu- tal y como las distintas reglas de la argumenta-
raleza, con el propósito de ambas partes ción permiten apreciar.
de que prevalezca la cláusula de confian- Generalmente, la primera regla (el prin-
za y credibilidad, necesarias para todo cipio de libertad) se ve comprometida negati-
acuerdo o pacto (traducción del autor. vamente en contextos en los que se emplea el
Salvador, 2007: 303)1. temor. En este sentido, menoscaban el derecho
de toda persona a ser razonablemente conven-
Los autores van Eemeren y Grootendorst cida respecto de una tesis o en el peor de los
reconocen expresamente que, entre las limita- casos, su derecho a sostener y fundamentar una
ciones de su modelo, figura el no poder aplicar- tesis contraria.
se a todas las situaciones discursivas, pues se
Atentar contra la libertad personal del
relaciona estrictamente con aquellos contextos
oponente, negándole el derecho a presen-
en los que se trata de resolver una disputa de
tar un punto de vista o a criticarlo, es un
manera argumentativa (al respecto puede con- intento de eliminarlo como participante
sultarse ibid.: 127). Sin embargo, las reglas por serio de la discusión. Esto se puede hacer
ellos expuestas se harán extensivas en este artí- presionándolo a abstenerse de presentar
culo a otros tipos de discurso. un punto de vista particular o de ponerlo
en duda. También puede hacerse desa-
5) LA REGLAS DE LA ARGUMENTACIÓN Y EL creditando su experiencia, imparcialidad,
MIEDO integridad o credibilidad. Generalmente
tales maniobras no se ejecutan de una
La argumentación y el miedo a menudo
manera directa, sino por medio de des-
interactúan en el ámbito de las falacias.
víos sofisticados y retorcidos. Más que
Al asumir van Eemeren y Grootendorst
dirigirse directamente al oponente, a
una perspectiva comunicacional, enriquecen de menudo están dirigidas a una audiencia
sobremanera la teoría de las falacias, pues tra- que constituye un tercer partido (van
dicionalmente estas consisten en errores mera- Eemeren y Grootendorst, 2002: 128).
mente lógicos. En efecto, no se trata solamente
de errores en los razonamientos, sino de: Tales violaciones comprenden al cono-
cido argumentum ad baculum (falacia de ape-
lación a la fuerza), así como, al argumentum
1 Porém Não é fácil saber quando se está de fato ad hominem (falacia personal) que por lo gene-
diante de uma discussão dessa natureza, com
empenho de ambas as partes, em que prevaleça a ral, no suelen expresarse de manera directa,
cláusula de confiança e de credibilidade, necessá- sino indirecta. Tal es el caso de una expresión
ria a todo acordó ou pacto. como “no quisiéramos pensar que usted (un

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compañero de trabajo) no apoya a su equipo”. La manipulación de las emociones de la


Sobre este tema van Eemeren y Grootendorst audiencia busca explotar sus prejuicios,
apuntan: los que no son directamente relevantes al
punto de vista defendido, en vez de abo-
Una manera sofisticada, aunque no poco carse a defenderlo partiendo de premisas
común, de utilizar amenazas para presio- mutuamente acordadas por los partici-
nar al oponente es la manipulación de sus pantes de la discusión. En este caso, el
emociones. Por ejemplo, se le da a enten- pathos toma el lugar del logos. Por esta
der al oponente que, si comienza a poner razón, a veces tales violaciones de la Regla
en cuestión un punto de vista, será consi- 4 son llamadas “falacias patéticas” (van
derado responsable de herir o desilusionar Eemeren y Grootendorst, 2002: 153).
a la persona que lo presentó. La amenaza
contenida en este chantaje moral le hace La Regla 4 o “principio de pertinencia
sentir que ya no es libre de poner en duda defensiva”, como puede apreciarse en la cita,
el punto de vista (ibid.: 130). posee un marcado compromiso lógico. En Retó-
rica, Aristóteles había destacado la existencia de
Nótese que en el ejemplo se califica ipso tres tipos de argumentos:
facto el planteamiento de una tesis diferente
como “un caso de falta de apoyo”. Se obvian De entre las pruebas por persuasión, las
preguntas evidentes como: ¿debo apoyar a mis que pueden obtenerse mediante el dis-
compañeros cuando están equivocados?, ¿es curso son de tres especies: unas residen
mi tesis un ejemplo de falta de apoyo per se? en el talante del que habla, otras en pre-
y la más importante, ¿es correcta la tesis con- disponer al oyente de alguna manera y,
traria? No obstante, estas consideraciones son las últimas, en el discurso mismo, mer-
de carácter lógico, mientras que para el enfo- ced a lo que éste demuestra o parece
que pragma-dialéctico es igual o mayormente demostrar (1999: 1356a, 175).
importante que se menoscabe el principio de
libertad. Esto no excluye que, al igual que ocu- El talante del que habla se refiere a lo
rre en el campo de las falacias, se hayan infrin- que en griego se conoce como éthos, es decir, el
gido otros principios, ya que mediante este tipo carácter o personalidad del orador. Involucra su
de recursos no solo se afecta el principio de fama, su reputación y sobre todo, la forma espe-
libertad, pues también se transgrede el “prin- cífica de cómo la moldea mediante su discurso.
cipio de comprometimiento”, de acuerdo con el
cual toda tesis (en este caso, la de los compañe- Pues bien, <se persuade> por el talante
ros de trabajo) debe ser fundamentada. (éthos), cuando el discurso es dicho de
Si bien algunos autores hablan del “mito tal forma que hace al orador digno de
de la argumentación no coercitiva” (al respecto crédito. Porque a las personas honradas
véase Cattani, 2003: 57), lo cierto es que se las creemos más y con mayor rapidez, en
trata de un tipo de interacción que como tal, general en todas las cosas, pero, desde
ha de tener sus reglas. En todo caso, se procura luego, completamente en aquéllas en que
mejorar sobre la base de una observación previa no cabe la exactitud, sino que se prestan
y descripción de reglas (tal y como hacen van a duda; si bien es preciso que también
Eemeren y Grootendorst), este quehacer. esto acontezca por obra del discurso y
Dado que el miedo consiste en una no por tener prejuzgado cómo es el que
“pasión del ánimo que hace huir o rehusar habla. Por lo tanto, no <es cierto que>,
aquello que se considera dañoso, arriesgado o en el arte, como afirman algunos tra-
peligroso. 2. Presunción o sospecha. 3. Recelo tadistas, la honradez del que habla no
de un daño futuro” (Real Academia Española, incorpore nada en orden a lo convin-
2001: 2150); resulta evidente que puede ser cente, sino que, por así decirlo, casi es
objeto de manipulación: el talante personal quien constituye el

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El miedo en la argumentación: una aproximación ética 57

más firme <medio de> persuasión (1999: Supra se indicó que esta forma de argu-
1356a5-15, 176, ni el paréntesis ni la itá- mentar violenta el “principio de pertinencia
lica están en el original). defensiva”, dado que en realidad, no tiene como
objeto la tesis de la contraparte.
Por su parte, la predisposición de los Otro tipo de argumento que involucra el
oyentes se expresa en griego mediante la voz temor, considera las consecuencias negativas de
pathos, es decir, las emociones del auditorio las tesis en conflicto.
(aunque también intervienen las emociones de
la contraparte en la discusión). Con respecto a los argumentos por con-
secuencia, una de las preguntas críticas
De otro lado, <se persuade por la dis- que debe plantearse es si lo que se pre-
posición> de los oyentes, cuando éstos senta como una consecuencia es real-
son movidos a una pasión por medio del mente algo que podría ocurrir o no. Si
discurso. Pues no hacemos los mismos un curso de acción se rechaza sobre la
juicios estando tristes que estando ale- base de que tendría un resultado extre-
gres, o bien cuando amamos que cuando madamente negativo, en circunstan-
odiamos (1999: 1356a13-18, 177). cias de que en realidad ese efecto no
se produciría en absoluto, entonces se
Finalmente, lógos es el término griego está usando incorrectamente el esque-
empleado para aludir a las propiedades argu- ma argumentativo. Un abuso común de
mentativas del discurso. este esquema argumentativo, en que se
lleva al extremo una especulación sobre
De otro lado, en fin, <los hombres> se consecuencias negativas no fundamen-
persuaden por el discurso, cuando les tales, es la falacia conocida como pen-
mostramos la verdad, o lo que parece diente resbaladiza. Esta falacia consiste
serlo, a partir de lo que es convincente en sugerir erróneamente que, si se toma
en cada caso (1999: 1356a17-19, 177). el curso de acción propuesto, se estaría
yendo de mal en peor (van Eemeren y
Son muchas las emociones que pueden Grootendorst, 2002: 182-183).
verse involucradas en una argumentación,
empero, generalmente su empleo aparece aso- Se aprecia que los errores en la argu-
ciado al argumentum ad populum (falacia de mentación se refieren aquí a aspectos como
apelación al pueblo), el cual: la posible falta de veracidad (al sostener una
consecuencia que no tiene lugar) o yerros en la
(…) es una falacia que puede observar- argumentación. Aquí, “los principios de lógica”
se frecuentemente en manifestaciones y de “corrección argumentativa” son los que no
públicas, reuniones políticas y asambleas se estarían respetando.
religiosas. Su efecto depende de factores También se relacionan con este tema,
socio-psicológicos que juegan un rol en los argumentos que usan incorrectamente la
las reuniones de grandes grupos de per- relación “causa-efecto”, las “generalizaciones” y
sonas. La persona que obtiene el mayor la falacia denominada post hoc ergo propter hoc
éxito en la manipulación de las emocio- (por haber ocurrido después de esto, es, por lo
nes de los presentes es la que tiene mayo- tanto, por causa de esto).
res probabilidades de lograr su cometi- A simismo, van Eemeren y Grooten-
do. El verdadero demagogo sabe cómo dorst proponen la existencia de tres esque-
manipular tanto las emociones positivas ma s argumentativos bá sicos. Su modelo
como las negativas y cómo llegar tanto de análisis es bastante simple, puesto que
al grupo en su conjunto como a los indi- ambos autores expresan que no pretenden
viduos que lo componen (van Eemeren y asociarse con la línea de la tópica aristoté-
Grootendorst, 2002: 153). lica; es más, se distinguen notablemente de

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58 Henry Campos Vargas

ella. Sin embargo, el curso de la exposición Entre los (sub)tipos de argumentación


sugiere que se trata de un esfuerzo en la basados en una relación de causali-
misma línea del filósofo de Estagira. dad, se incluyen aquellos que seña-
De acuerdo con estos autores, “un esque- lan las consecuencias de un curso de
ma argumentativo es un indicador que señala acción, los que presentan algo como
cierta ruta dialéctica” elegida por un argumen- un medio para lograr cierto fin y los
tador (van Eemeren y Grootendorst, 1992: 118). que enfatizan la nobleza de una meta
Los tres esquemas argumentativos básicos son: con el fin de justificar los medios pro-
puestos para lograrla (1992: 117).
a) la argumentación por sintomaticidad
b) la argumentación por similaridad Cada uno de los esquemas argumenta-
c) la argumentación por instrumentalidad tivos citados puede desarrollarse para inducir
temor en la audiencia o la contraparte. A mane-
La primera de ellas se basa en una rela- ra de ilustración, considérense casos como los
ción de concomitancia entre la aceptabilidad de siguientes:
las premisas y la conclusión; la segunda, en una
relación analógica y la última, en una causal. a) Una madre le habla a su hijo sobre un
En palabras de ellos: amigo o amistad: “No me gusta que su
nuevo amigo sea tan aficionado al rock
En el primer tipo de argumentación, el pesado, ese tipo de música está asociada,
hablante trata de convencer a su interlo- por lo general, con el consumo de drogas”.
cutor mostrando que algo es sintomático
de alguna otra cosa. Este tipo de argu- Este es un claro ejemplo de “argumenta-
mentación está basado en un esquema ción sintomática” en la que una característica
argumentativo en que la aceptabilidad se asume como definitoria de una categoría de
de las premisas se transfiere a la con- personas (en el fondo, hay un complejo cúmu-
clusión haciendo comprender que existe
lo de falacias presentes). Aquí, la asociación
una relación de concomitancia entre lo
rock pesado-drogas se toma como un elemento
que se afirma en el argumento y lo que
disuasivo del cultivo y fortalecimiento de la
se afirma en el punto de vista. La argu-
nueva amistad, induciendo desconfianza, temor
mentación es presentada como si fuera
y recelo hacia el compañero del hijo.
una expresión, un fenómeno, un signo o
algún otro tipo de síntoma de lo que se
b) La oposición de la Iglesia al derecho de
afirma en el punto de vista (1992: 116).
las parejas a optar por la fertilización in
Más adelante, estos autores añaden: vitro es una forma de fascismo moral.

Existen, por supuesto, muchas sub- Mediante una analogía establecida entre
categorías de esquemas argumenta- la Iglesia y el régimen fascista, se establece una
tivos. Entre los (sub)tipos de argu- asociación negativa en el auditorio para que
mentación basados en una relación desconfíe y no evalúe críticamente, la posición
de concomit ancia est án, por ejem- moral de la primera (¿se supone que no hay que
plo, aquellos que presentan algo como escuchar a los fascistas?).
una cualidad inherente o como una
parte característica de algo más gene- c) Si usted continúa con ese negocio, irá a
ral. Algunos (sub)tipos de argumen- la bancarrota.
t ación ba sados en una relación de
analogía son, por ejemplo, el hacer Un mal económico que hay que temer, la
una comparación, el dar un ejemplo quiebra, se establece como consecuencia causal
y el hacer referencia a un modelo. directa de una operación mercantil.

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El miedo en la argumentación: una aproximación ética 59

6) UN PAR DE PRINCIPIOS SOBRE EL MANEJO BIBLIOGRAFÍA


DEL TEMOR
Aristóteles. Retórica. Madrid: Editorial Gredos,
Con base en la “paradoja del miedo”, es 1999.
necesario reconocer que el miedo puede suscitar- Bibliogra f. Diccionario Manual Griego-
se en el curso de una argumentación de manera Español. Barcelona: Bibliograf SA , 1995.
involuntaria, aunque también intencional. Blùm-Kulka, Shoshana. “Pragmática del
Por eso, es conveniente proponer un con- discurso”. El discurso como interacción
junto de principios en relación con su existen- social. Estudios sobre el discurso II. Una
cia. Tal y como se ha visto en la exposición de introducción multidisciplinaria. 2da.
van Eemeren y Grootendorst, en general, el reimpresión. Teun A. van Dijk (ed.).
miedo incide fundamentalmente sobre cuatro Barcelona. Editorial Gedisa SA , 1995:
reglas (aunque puede manifestarse en otras): 67-99.
Camacho Naranjo, Luis. Introducción a la
1) Principio de libertad: debe respetarse de lógica. 1era. edición. San José, Costa
manera imperativa la libertad del audito- Rica: Editorial Universidad de Costa Rica,
rio y de las partes que intervienen en el 1983.
conflicto. Cattani, Adelino. Los usos de la retórica.
De lo anterior, se colige que se ha de Madrid: Alianza Editorial SA , 2003.
proscribir toda forma de intimidación
Plantin, Christian. La argumentación. 2 da.
directa o indirecta.
reimpresión. Barcelona: Book Print
Digital, 2008.
2) Principio de pertinencia defensiva: la
Real Academia Española. Diccionario de la
argumentación debe concentrase en la
Lengua Española h/z. 21va. edición.
tesis propuesta, sin incurrir en la mani-
Madrid: Editorial Espasa Calpe SA , 2001.
pulación patética.
Salvador Mosca, Lineide. “O espaço tensivo da
controversia: uma abordagem discursivo-
3) Principio de corrección argumentati-
va: los esquemas argumentativos deben, argumentativa”. Filología e Lingüística
primero que todo, ser ciertos. No han Portuguesa. São Paulo: Universidad de
de proponerse relaciones, analogías o São Paulo, 2007: 293-310.
consecuencias negativas de una tesis, a S o p e n a . D i c c i o n a r i o G r i e g o - E s p a ñ o l.
menos que sean pertinentes. Debe pre- Barcelona: Editorial Sopena SA , 1964.
venirse la manipulación de prejuicios. Van Eemeren, Frans H. y Grootendorst, Rob.
Las analogías deben ser equilibradas, Argumentación, comunicación y falacias.
no desproporcionadas, los efectos adver- Una perspectiva pragma-dialéctica.
sos deben ser apreciados en su correcta 2da. edición. Santiago, Chile: Ediciones
dimensión y sopesarse su pertinencia. Universidad Católica de Chile, 2002.
Va n Eemeren, Fra ns H.; Grootendorst,
4) Principio de lógica: nuestros argumentos Rob; Jackson, Sally y Jacobs, Scott.
deben ser válidos y sobre todo, tener relación “Argumentación”. El discurso como
con la tesis que se defiende y la que se ataca. e s t r u c t u ra y p r o c e s o . E s t u d i o s
sobre el discurso I. Una introducción
Tal y como puede apreciarse, estas breves multidisciplinaria. Teun van Dijk (ed.).
cuatro reglas involucran aspectos pragmáticos, 2da. reimpresión. Barcelona. Editorial
a la vez que lógicos. Se trata de una prime- Gedisa SA , 2003: 305-333.
ra propuesta, que se mejorará conforme se
profundice en la investigación en el tema, en
procura de una mejoría en los procesos argu- Fecha de ingreso: 27/08/2012
mentativos que vivimos cada día. Fecha de aprobación: 14/12/2012

Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 141: 49-59 / 2013 (III). (ISSN: 0482-5276)

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