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AMÉLIE NOTHOMB

METAFÍSICA DE LOS TUBOS

Una criatura sin modelar por la educación de los


adultos explica cómo se ve el mundo cuando acabas
de llegar. Más curioso aún si tu familia es europea
pero la niñera, la casa y el jardín son japoneses. on
gran sentido del !umor, nos muestra la falta de
comunicación entre los !umanos en un universo en el
"ue las grandes cuestiones se plantean con tanta
sencille# como profundidad.

$m%lie &ot!omb
Metafísica de los tubos
e'U( v).*
)+..)-
ítulo original/ M%tap!ysi"ue des tubes
$m%lie &ot!omb, 0***
raducción/ 1ergi 'ámies
2oto/ 3uliette y $m%lie &ot!omb
2otográfo/ 4ani%le &ot!omb
e'ub base v0.)
5n el principio no !abía nada. 6 esa nada no estaba ni
vacía ni era indefinida/ se bastaba sola a sí misma. 6
4ios vio "ue a"uello era bueno. 'or nada del mundo
se le !abría ocurrido crear algo. 7a nada era más "ue
suficiente/ lo colmaba.
4ios tenía los ojos perpetuamente abiertos y fijos. 1i
!ubieran estado cerrados, nada !abría cambiado. &o
!abía nada "ue ver y 4ios nada miraba. 1e sentía
repleto y compacto como un !uevo duro, cuya
redonde# e inmovilidad tambi%n poseía.
4ios era la satisfacción absoluta. &ada deseaba, nada
esperaba, nada percibía, nada rec!a#aba y por nada
se interesaba.
interesaba. 7a vida era plenitud
plenitud !asta tal punto "ue
ni si"uiera era vida. 4ios no vivía, existía.
'ara %l, su existencia no !abía tenido un principio
perceptible. $lgunos grandes libros comien#an con
unas primeras frases tan poco llamativas "ue uno las
olvida inmediatamente y tiene la impresión de vivir
instalado en esa lectura desde el principio de los
tiempos. 4e igual modo, resultaba imposible señalar el
momento en el "ue 4ios !abía empe#ado a existir. 5ra
como si siempre !ubiese existido.
4ios carecía de lenguaje y, por consiguiente, tambi%n
de pensamiento.
pensamiento. 5ra todo saciedad
saciedad y eternidad.
eternidad. 6 ese
todo demostraba !asta "u% punto 4ios era 4ios. 6 esa
evidencia carecía de importancia, ya "ue a 4ios le
traía sin cuidado ser 4ios.
7os ojos de los seres vivos poseen la más
sorprendente de las virtudes/ la mirada. &o existe
nada tan singular. 4e las orejas de las criaturas no
decimos "ue poseen una 8escuc!ada9, ni de sus
narices "ue poseen una 8olida9 o una 8aspirada9.
:;u% es la mirada< &inguna palabra puede
aproximarse a su extraña esencia. 6, sin embargo, la
mirada existe. =ncluso podría decirse "ue pocas
realidades existen !asta tal punto.
:uál es la diferencia entre los ojos "ue poseen una
mirada y los ojos "ue no la poseen< 5sta diferencia
tiene un nombre/ la vida. 7a vida comien#a donde
empie#a la mirada.
4ios carecía de mirada.
7as únicas actividades de 4ios eran la deglución, la
digestión y, como consecuencia directa, la excreción.
5sas actividades vegetativas pasaban por el cuerpo de
4ios sin "ue %l se diera cuenta. 7os alimentos,
siempre los mismos, no resultaban lo suficientemente
estimulantes para "ue %l los percibiera. $lgo parecido
ocurría con la bebida. 4ios abría todos los orificios
necesarios para "ue los alimentos y lí"uidos lo
atravesaran.
>sta es la ra#ón por la cual, llegados a este punto de
su desarrollo, llamaremos a 4ios el tubo.
5xiste una metafísica de los tubos. 1obre los tubos,
1la?omir Mro#e@ !a escrito palabras "ue uno no sabe
si son abrumadoras en su profundidad o
extraordinariamente desternillantes. ;ui#ás sean
ambas cosas a la ve#/ los tubos son una singular
me#cla de plenitud y vacío, de materia !ueca, una
membrana de existencia "ue protege un !a# de
inexistencia. 7a manguera es la versión flexible del
tubo/ su blandura no la convierte por ello en algo
menos enigmático.
4ios poseía la flexibilidad de la manguera, pero seguía
siendo rígido e inerte, confirmando así su naturale#a
de tubo. onocía la serenidad absoluta del cilindro.
2iltraba el universo y nada retenía.
7os padres del tubo estaban preocupados.
onsultaron a los m%dicos para "ue anali#aran el caso
de a"uel segmento de materia "ue parecía carecer de
vida.
7os m%dicos lo manipularon, dieron unos golpecitos
sobre algunas de sus articulaciones para comprobar si
poseía mecanismos reflejos y constataron "ue carecía
de ellos. 7os ojos del tubo no pestañearon cuando los
practicantes los examinaron con una lámpara/
A5sta criatura no llora nunca, no se mueve jamás. &o
emite sonido alguno Adijeron sus padres.
7os m%dicos diagnosticaron una 8apatía patológica9,
sin reparar en "ue se trataba de una contradicción en
los t%rminos.
A1u beb% es un vegetal. 5s muy preocupante.
7os padres se sintieron aliviados por lo "ue
consideraron una buena noticia. Un vegetal era vida.
ABay "ue !ospitali#arlo Adecretaron los doctores.
7os padres ignoraron a"uella orden tajante. enían ya
dos !ijos "ue pertenecían a la especie !umana/ no les
parecía inaceptable tener, además, progenitura
vegetal. =ncluso les producía cierta ternura.
7e llamaron cariñosamente 87a 'lanta9.
'ero todos se e"uivocaban. 6a "ue las plantas, incluso
las verduras, no por el !ec!o de tener una vida
imperceptible al ojo !umano dejan de tener vida. 1e
estremecen ante la proximidad de la tempestad, lloran
de felicidad con el amanecer, se blindan de desprecio
cuando alguien las agrede o se entregan a la dan#a de
los siete velos con la llegada de la estación del polen.
'oseen una mirada, eso está fuera de toda duda,
aun"ue nadie sepa en "u% lugar tienen las pupilas.
5l tubo, en cambio, era pura y simple pasividad. &ada
le afectaba, ni los cambios de clima, ni el anoc!ecer, ni
los cien pe"ueños tumultos cotidianos, ni los grandes
e insondables misterios del silencio.
7os terremotos semanales del Cansai, "ue !acían
llorar de angustia a sus dos !ermanos mayores, no le
producían ningún efecto. 7a escala de Dic!ter no iba
con %l. Una noc!e, un seísmo de E, derrumbó la
montaña "ue dominaba la casaF unas placas del tec!o
se !undieron sobre la cuna del tubo. uando retiraron
los escombros, era la viva expresión de la indiferencia/
sus ojos miraban fijamente, aun"ue sin verlos, a
a"uellos patanes llegados para perturbarle, con lo
calentito "ue estaba debajo de las ruinas.
$ los padres les divertía la flema de su 'lanta y
decidieron ponerla a prueba. 4ejarían de darle bebida
y comida !asta "ue la reclamase/ de este modo se
vería obligada, tarde o temprano, a reaccionar.
'ero "uien ríe el último ríe mejor/ el tubo aceptó la
inanición como lo aceptaba todo, sin el menor asomo
de desaprobación o de asentimiento. omer o no
comer, beber o no beber, le daba lo mismo/ ser o no
ser, a"u%lla no era la cuestión.
$l t%rmino del tercer día, los estupefactos padres del
tubo lo examinaron/ !abía adelga#ado un poco y sus
labios entreabiertos estaban resecos, pero, por lo
demás, no parecía encontrarse mal. 7e administraron
un biberón de agua a#ucarada "ue se tomó sin pasión
alguna.
A5sta criatura se !abría dejado morir sin "uejarse A
dijo la madre !orrori#ada.
A&o le comentemos nada a los m%dicos Adijo el
padreA. &os tomarían por sádicos.
5n realidad, los padres no eran sádicos/ estaban
simplemente !orrori#ados al comprobar "ue su retoño
carecía de instinto de supervivencia. 7es pasó
fuga#mente por la cabe#a "ue su beb% no era una
planta, sino un tubo/ rec!a#aron de inmediato a"uella
idea insostenible.
7os padres eran de naturale#a despreocupada y
pronto olvidaron el episodio del ayuno. enían tres
!ijos/ un niño, una niña y un vegetal. $"uella
diversidad les gustaba, más aún teniendo en cuenta
"ue los dos mayores no dejaban de correr, saltar,
c!illar, pelearse e inventar nuevas estupideces/
siempre !abía "ue ir detrás de ellos para vigilarles.
on el menor, por lo menos, no tenían ese tipo de
preocupaciones. 'odían dejarlo días enteros sin
canguro/ por la noc!e, lo encontraban en la misma
posición "ue por la mañana. 7e cambiaban los
pañales, lo alimentaban, y ya era suficiente. Un pe#
rojo en un acuario les !abría ocasionado más
molestias.
$demás, a excepción de su ausencia de mirada, el
tubo era de apariencia normal/ era un !ermoso y
tran"uilo beb% "ue uno podía mostrar a las visitas sin
avergon#arse. 7os otros padres incluso sentían
envidia.
5n realidad, 4ios era la encarnación de la fuer#a de
inercia, la más poderosa de las fuer#as. ambi%n la
más paradójica de las fuer#as/ :existe acaso algo más
extraño "ue ese implacable poder "ue emana de lo
"ue no se mueve< 7a fuer#a de inercia representa el
poder de lo larval. uando un pueblo rec!a#a un
adelanto fácil de llevar a cabo, cuando un ve!ículo
empujado por die# personas continúa sin moverse,
cuando un niño se apoltrona durante !oras delante del
televisor, cuando una idea cuya inanidad ya !a sido
demostrada sigue causando estragos, uno descubre,
con estupefacción, la tremenda influencia de lo
inmóvil.
al era el poder del tubo.
&o lloraba nunca. &i si"uiera en el momento de nacer
!abía emitido "uejas ni sonido alguno. 1in duda, el
mundo no debió de parecerle ni conmovedor ni
apasionante.
$l principio, la madre intentó darle el pec!o. $nte la
visión del seno alimenticio, ningún fulgor iluminó los
ojos del beb%/ permaneció "uieto, sin !acer nada, con
las narices a un centímetro del seno. Molesta, la
madre le metió el pe#ón en la boca. 4ios apenas
c!upó. 5ntonces la madre decidió no darle el pec!o.
$certó/ el biberón se correspondía mejor con la
naturale#a del tubo, "ue se identificaba con a"uel
recipiente cilindrico, mientras "ue la rotundidad
mamaria no le inspiraba ningún vínculo de familiaridad.
$sí pues, la madre le daba el biberón varias veces al
día, sin percatarse de "ue, actuando de a"uel modo,
estaba garanti#ando la conexión entre dos tubos. 7a
alimentación divina era una forma de fontanería.
8odo fluye9, 8odo es movimiento9, 8&unca nos
bañamos en el mismo río9, etc. 5l pobre Beráclito se
!abría suicidado de !aber conocido a 4ios, "ue era la
negación de su visión fluida del universo. 1i el tubo
!ubiera poseído alguna forma de lenguaje, le !abría
respondido al pensador de >feso/ 8odo se coagula9,
8odo es inercia9, 81iempre nos bañamos en la
misma ci%naga9, etc.
$fortunadamente, ninguna forma de lenguaje resulta
posible sin la idea de movimiento, "ue constituye uno
de sus motores iniciales. 6 ningún tipo de pensamiento
resulta posible sin lenguaje. 7os conceptos filosóficos
de 4ios no eran, pues, ni pensables ni comunicables/
por consiguiente, no podían perjudicar a nadie y eso
era bueno, ya "ue semejantes principios !abrían
socavado la moral de la !umanidad durante muc!o
tiempo.
7os padres del tubo eran de nacionalidad belga. 'or
consiguiente, 4ios era belga, lo cual explicaba
bastantes de los desastres acaecidos desde el
principio de los tiempos. &ada !ay de extraño en ello/
$dán y 5va !ablaban flamenco, como ya demostró
científicamente un sacerdote de los 'aíses (ajos !ace
ya algunos siglos.
5l tubo !abía !allado una ingeniosa solución para
resolver los conflictos lingGísticos nacionales/ no
!ablaba, nunca !abía dic!o nada, ni si"uiera !abía
emitido el más mínimo sonido.
'ero su mutismo no preocupaba tanto a sus padres
como su inmovilidad. umplió un año sin !aber
esbo#ado su primer movimiento. 7os otros beb%s
daban ya sus primeros pasos, mostraban sus primeras
sonrisas, sus primeros algo. 4ios, en cambio, no
dejaba de !acer su primer nada de nada.
6 todavía resultaba más extraño teniendo en cuenta
"ue crecía. 1u crecimiento era absolutamente normal.
5ra el cerebro el "ue no respondía. 1us padres lo
afrontaban con perplejidad/ en su casa existía una
nada "ue ocupaba cada ve# más espacio.
'ronto la cuna se le !i#o pe"ueña. Bubo "ue trasladar
al tubo a una camaHjaula "ue ya !abían utili#ado su
!ermano y su !ermana.
A;ui#ás este cambio le !aga despertar Adeseó la
madre.
$"uel cambio nada cambió.
4esde el principio del universo, 4ios dormía en la
!abitación de sus padres. 7o menos "ue pudiera
decirse es "ue no les molestaba. Una planta verde
!abría sido más ruidosa. &i si"uiera los miraba.
5l tiempo es una invención del movimiento. $"uel "ue
no se mueve no ve pasar el tiempo.
5l tubo no tenía conciencia alguna del transcurrir del
tiempo. $lcan#ó la edad de dos años como !abría
alcan#ado la de dos días o dos siglos. ontinuaba sin
cambiar de posición, ni si"uiera sentía la tentación de
intentarlo/ permanecía tumbado de espaldas, con los
bra#os a lo largo del cuerpo, como una estatua
minúscula.
5ntonces la madre lo levantó por las axilas para
ponerlo en pie/ el padre le ayudó a "ue, con sus
pe"ueñas manos, se sujetara a los barrotes de la
camaHjaula para "ue tuviera una idea de cómo
mantenerse por sí mismo. 7uego, dejaron "ue a"uel
edificio se desmoronase/ 4ios cayó de espaldas y, en
absoluto afectado, prosiguió su meditación.
A&ecesita música Adijo la madreA. $ los niños les
gusta la música.
Mo#art, !opin, los discos de los )*) dálmatas, los
(eatles y el s!a@u !ac!i produjeron en la sensibilidad
de la criatura la misma ausencia de reacción.
7os padres renunciaron a convertirlo en músico. 4e
!ec!o, renunciaron a convertirlo en un ser !umano.
7a mirada es una elección. 5l "ue mira decide fijarse
en algo en concreto y, por consiguiente, a la fuer#a
elige excluir su atención del resto de su campo visual.
>sa es la ra#ón por la cual la mirada, "ue constituye la
esencia de la vida, es, en primera instancia, un
rec!a#o.
Iivir significa rec!a#ar. $"uel "ue todo lo acepta vive
igual "ue el desagGe de un lavabo. 'ara vivir, es
necesario ser capa# de no situar al mismo nivel, por
encima de uno, a mamá y el tec!o. Bay "ue renunciar
a uno de los dos y elegir interesarse o bien por mamá
o bien por el tec!o. 7a única mala elección es la
ausencia de elección.
4ios no !abía rec!a#ado nada por"ue no !abía
elegido nada. 'or eso no vivía.
5n el momento de su nacimiento, los beb%s gritan. 5se
grito de dolor ya es en sí mismo una rebelión y esa
rebelión ya constituye un rec!a#o. >sa es la ra#ón por
la cual la vida empie#a el día del nacimiento y no
antes, pese a lo "ue puedan decir algunos.
5l tubo no !abía emitido ni el más leve decibelio el día
del parto.
1in embargo, los m%dicos !abían determinado "ue no
era ni sordo, ni mudo, ni ciego. 5ra simplemente un
lavabo al "ue le faltaba el tapón. 1i !ubiera podido
!ablar, !abría repetido sin cesar esta única palabra/
8sí9.
7a gente rinde culto a la regularidad. 7es gusta creer
"ue la evolución es el resultado de un proceso normal
y naturalF la especie !umana estaría regida por una
especie de fatalidad biológica interna "ue la !a llevado
a dejar de andar a cuatro patas !acia la edad de un
año o a dar sus primeros pasos tras varios milenios.
&adie desea creer en los accidentes. >stos, ya sean la
expresión de una fatalidad exterior Alo cual ya de por
sí resulta carganteA o del a#ar Alo "ue todavía es
peorA, son rec!a#ados por el imaginario !umano. 1i
alguien se atreviera a decir/ 8$ la edad de un año di
mis primeros pasos accidentalmente9 o 8Un día el
!ombre jugó a ser bípedo accidentalmente9, le
tomarían inmediatamente por c!iflado.
7a teoría de los accidentes resulta inaceptable, ya "ue
permite suponer "ue las cosas !abrían podido suceder
de un modo distinto. 7a gente no admite "ue un niño
de un año no tenga el pensamiento de andarF eso
e"uivaldría a admitir "ue podría ser "ue el !ombre
nunca !ubiera tenido intención de andar sobre dos
patas. :6 "ui%n podría creer "ue a una especie tan
brillante no !abría podido ocurrírsele algo así<
$ los dos años, el tubo ni si"uiera !abía intentado el
cuadrupedismo, ni el movimiento, por otra parte.
ampoco !abía probado el sonido. 7os adultos
dedujeron "ue existía un blo"ueo en su evolución.
&unca se les !abría ocurrido deducir "ue el beb% no
!abía conocido accidente alguno, ya "ue :"ui%n iba a
pensar "ue, sin accidente, el !ombre permanecería
perfectamente inerte<
5xisten los accidentes físicos y los accidentes
mentales. 7a gente niega con rotundidad la existencia
de estos últimos/ nunca nos referimos a ellos como
motor de la evolución.
1in embargo, nada resulta más fundamental para el
devenir !umano "ue los accidentes mentales. 5l
accidente mental es una mota de polvo "ue, por
casualidad, penetra en la ostra del cerebro, pese a la
protección de las conc!as cerradas "ue representa la
caja del cráneo. 4e repente, la tierna materia "ue
!abita en el cora#ón del cráneo se ve perturbada, se
siente asustada, amena#ada por ese cuerpo extraño
"ue acaba de colarse en su interiorF la ostra, "ue
vegetaba pacíficamente, activa la alarma e intenta
defenderse. =nventa una sustancia maravillosa, el
nácar, envuelve la partícula intrusa para incorporarla y
así crear la perla.
'uede ocurrir "ue el accidente mental sea secretado
por el propio cerebro/ %sos son los accidentes más
misteriosos y graves. 1in motivo, una circunvalación
de materia gris da a lu# una idea terrible, un
pensamiento espelu#nante, y, en un segundo, se
acabó para siempre la tran"uilidad de espíritu. 5l virus
actúa. =mposible detenerlo.
5ntonces, obligado y a la fuer#a, el ser abandona su
entorpecimiento. $ la pregunta terrible e informulable
"ue le !a asaltado, le busca y encuentra mil
respuestas inadecuadas. 5mpie#a a andar, a !ablar, a
adoptar cientos de actitudes inútiles mediante las
cuales espera salir adelante.
'ero no sólo no sale adelante sino "ue empeora su
situación. uanto más !abla, menos comprende, y
cuanto más camina, menos avan#a. Muy rápidamente,
ec!ará de menos su vida larval, sin atreverse a
confesárselo.
1in embargo, existen seres "ue no se sienten
afectados por la ley de la evolución, "ue no sufren
ningún accidente fatal. 1on los vegetales clínicos. 7os
m%dicos estudian sus casos. 5n realidad, son lo "ue
desearíamos ser. 5s la vida lo "ue debería ser
considerado un fallo de funcionamiento.
5ra un día cual"uiera. &o !abía ocurrido nada
especial. 7os padres ejercían su oficio de padres, los
niños ejercían su misión de !ijos, el tubo se
concentraba en su vocación cilindrica.
2ue, sin embargo, el día más importante de su !istoria.
omo tal, no se conserva ningún rastro. 4e igual
modo, tampoco se conservan documentos referidos al
primer día en "ue el primer !ombre se puso de pie por
primera ve#, ni del día en "ue el !ombre comprendió
por fin la muerte. 7os acontecimientos más
fundamentales de la !umanidad !an pasado casi
desapercibidos.
4e repente, la casa empe#ó a retumbar a causa de los
gritos. 7a madre y el aya, primero petrificadas,
enseguida intentaron locali#ar el origen de a"uellos
gritos. :$caso un mono acababa de penetrar en su
domicilio< :Un loco se !abía escapado del
manicomio<
omo último recurso, la madre acudió a mirar a su
!abitación. 7o "ue vio la dejó estupefacta/ 4ios estaba
sentado en su camaHjaula y gritaba tanto como puede
llegar a !acerlo un beb% de dos años.
7a madre se acercó al mitológico escenario/ ya no
reconocía lo "ue durante dos años !abía constituido
un espectáculo tan relajante. 1iempre !abía tenido
a"uellos ojos abiertos de par en par, de modo "ue
resultaba fácil identificar su color gris verdeF en a"uel
momento, las pupilas eran totalmente negras, de un
negro de paisaje calcinado.
:;u% cosa lo bastante fuerte !abía podido incendiar
a"uellos ojos pálidos y convertirlos en negros como el
carbón< :;u% temible incidente !abía podido ocurrir
para despertarlo de tan prolongado sueño y
transformarlo en a"uella má"uina de gritar<
7a única evidencia era "ue la criatura estaba furiosa.
Una fabulosa cólera la !abía sacado de su
entorpecimiento, y si nadie sabía cuál podía ser el
origen, la ra#ón debía de ser muy grave a la vista de la
intensidad con "ue se manifestaba.
7a madre, fascinada, acudió a coger en bra#os a su
retoño. 5nseguida lo dejó en la camaHjaula, ya "ue
gesticulaba con todos sus miembros y la golpeaba.
orrió por la casa gritando/ 8J7a 'lanta !a dejado de
ser una plantaK9 7lamó al padre para "ue acudiera al
lugar del fenómeno. 1u !ermano y su !ermana fueron
invitados a extasiarse ante la santa cólera de 4ios.
ranscurridas algunas !oras, dejó de gritar, pero sus
ojos seguían negros de rabia. 7e dedicó una mirada de
enorme enfado a la !umanidad "ue la rodeaba. 6,
agotado por tanto mal !umor, se acostó y se durmió.
7a familia aplaudió. $"uello fue considerado una
excelente noticia. 7a criatura estaba finalmente viva.
:ómo explicar a"uel nacimiento dos años despu%s
del parto<
&ingún m%dico !alló la llave del misterio. 'arecía
como si !ubiera necesitado dos años de embara#o
extrauterino suplementario para convertirse en un ser
operativo.
1í, pero :por "u% a"uella cólera< 7a única causa "ue
podía suponerse era el accidente mental. $lgo !abía
aparecido en su cerebro, algo "ue le !abía resultado
insoportable. 6, en un segundo, la materia gris se
!abía puesto a funcionar. =nflujos nerviosos !abían
circulado por a"uella carne inerte. 1u cuerpo !abía
empe#ado a moverse.
$sí, los más grandes imperios pueden venirse abajo
por ra#ones perfectamente incognoscibles. $dmirables
criaturas inmóviles como estatuas pueden, en un
peri"uete, transformarse en animales c!illones. 6 lo
más sorprendente es "ue eso encanta a su familia.
1ic transit tubi gloria.
5l padre estaba tan excitado como si acabara de nacer
su cuarto !ijo.
elefoneó a su madre, "ue residía en (ruselas.
AJ7a 'lanta se !a despertadoK Joge un avión y ven a
conocerlaK
7a abuela respondió "ue, antes de acudir, iba a
encargar unos cuantos vestidos nuevos/ era una mujer
muy elegante. 5so pospuso su visita varios meses.
Mientras tanto, los padres empe#aban a ec!ar de
menos al vegetal de antaño. 4ios estaba
permanentemente col%rico. asi era necesario
lan#arle el biberón desde lejos, por miedo a "ue les
golpeara. 'odía calmarse durante algunas !oras, pero
nadie sabía lo "ue a"uella calma presagiaba.
5l nuevo guión era el siguiente/ se aprovec!aba un
momento en el "ue estuviera tran"uilo para coger al
beb% y ponerlo en su par"ue. $llí permanecía primero
con aire alelado contemplando los juguetes "ue le
rodeaban.
7entamente, un vivo disgusto se iba apoderando de %l.
1e daba cuenta de "ue a"uellos objetos existían fuera
de %l, al margen de su reinado. 5so le desagradaba y
le !acía gritar.
'or otro lado, !abía observado "ue, con la boca, los
padres y sus sat%lites producían sonidos articulados
muy concretos/ a"uel proceder parecía permitirles
controlar las cosas, anexionárselas.
7e !abría gustado !acer lo mismo. :$caso dar nombre
al universo no era una de las principales prerrogativas
divinas< 5ntonces señalaba un juguete con el dedo y
abría la boca para concederle el don de la existencia/
pero los sonidos "ue emitía no tenían consecuencias
co!erentes. >l era el primer sorprendido, ya "ue se
consideraba perfectamente capa# de !ablar. Una ve#
superada la sorpresa, a"uella situación le parecía
!umillante e intolerable. 7a cólera se apoderaba de %l
y se ponía, mediante c!illidos, a manifestar su rabia.
5l significado de sus gritos era el siguiente/
AJMov%is los labios y de ello emana un lenguajeK J6o
muevo los míos y sólo sale ruidoK J5sta injusticia
resulta insoportableK JLritar% !asta "ue mis gritos se
conviertan en palabrasK
>sta era la interpretación de la madre/
Aomportarse como un beb% a los dos años no es
normal. 1e da cuenta de su atraso y eso le pone
nervioso.
2also/ 4ios no sufría ningún atraso. 6 "uien dice
atraso dice complejo. 4ios no se comparaba. 1entía
en su interior un poder gigantesco y se ofuscaba al
comprobar "ue era incapa# de ejercerlo. 1u boca le
traicionaba. &i por un instante dudaba de su divinidad
y se indignaba de "ue sus propios labios no le
respondieran.
1u madre se acercaba a %l y, vocali#ando
exageradamente, pronunciaba palabras simples/
AJ'apáK JMamáK
$ %l le ponía furioso "ue ella le propusiera imitaciones
tan burdas/ :acaso no sabía con "ui%n estaba
!ablando< 5l maestro del lenguaje era %l. &unca se
rebajaría a repetir 8Mamá9 y 8'apá9. omo
represalia, gritaba con mayor intensidad y de un modo
más desagradable si cabe.
'aulatinamente, sus padres empe#aron a recordar a
su beb% de antaño. :Babían salido ganando con el
cambio< enían un tran"uilo y misterioso retoño y
a!ora se encontraban con un doberman.
A:Decuerdas lo !ermosa "ue era 7a 'lanta, con sus
serenos oja#os<
AJ6 "u% noc!es más tran"uilas pasábamosK
1e acabó dormir tran"uilos/ 4ios era el insomnio
personificado. $penas dormía dos !oras por la noc!e.
6 en cuanto se despertaba, manifestaba su cólera a
gritos.
AJ(asta yaK Ale decía su padreA. 6a sabemos "ue
te !as pasado dos años durmiendo. 'ero %sa no es
ra#ón para impedir "ue los demás duerman.
4ios se comportaba como 7uis =I/ no toleraba "ue
alguien durmiera si %l no dormía, "ue alguien comiera
si %l no comía, "ue alguien anduviera si %l no andaba,
"ue alguien !ablara si %l no !ablaba. 5ste último
punto, sobre todo, le sacaba de sus casillas.
'ara los m%dicos, a"uel nuevo estado resultaba tan
incomprensible como el anterior/ la 8apatía
patológica9 pasó a ser 8irritabilidad patológica9, sin
"ue ningún análisis explicase el diagnóstico.
'refirieron recurrir a una especie de sentido común
popular/
A5s para compensar los dos años precedentes.
Iuestro beb% acabará por calmarse.
81i antes no lo !e tirado por la ventana9, pensaba la
madre, exasperada.
7os vestidos de la abuela estaban listos. 7os metió en
una maleta, pasó por la pelu"uería y tomó el avión
(ruselasHNsa@a "ue, en )OP*, efectuaba el trayecto en
aproximadamente veinte !oras.
7os padres la esperaban en el aeropuerto. &o se
!abían visto desde )OP/ el !ijo fue abra#ado, la nuera
felicitada y 3apón elogiado.
4e camino !acia la montaña, !ablaron de los niños/
los dos mayores eran maravillosos, el tercero era un
problema. 8J6a no lo "ueremosK9 7a abuela aseguró
"ue todo se arreglaría.
7a belle#a de la casa le encantó. 8J;u% japon%sK9,
exclamó al ver la sala del tatami y el jardín "ue, en
a"uel mes de febrero, emblan"uecía bajo los cere#os
en flor.
Bacía tres años "ue no veía al !ermano y a la
!ermana. 1e extasió ante los siete años del niño y los
cinco años de la niña. 'idió entonces "ue le
presentaran al tercer niño, al "ue todavía no conocía.
&o "uisieron acompañarla !asta la guarida del
monstruo/ 87a primera puerta a la i#"uierda, no tiene
p%rdida9. 4e lejos, se oían gritos roncos. 7a abuela
puso algo dentro del bolso y caminó valientemente
!acia la arena.
4os años y medio. Lritos, rabia, odio. 5l mundo
resulta inaccesible para las manos y la vo# de 4ios. $
su alrededor, los barrotes de la camaHjaula. 4ios
permanece encerrado. 7e gustaría !acer daño, pero
no puede. 1e ensaña con la sábana y la manta, "ue
martillea a patadas.
5ncima de %l, el tec!o y sus grietas, "ue conoce como
la palma de su mano. 1on sus únicos interlocutores,
así pues, es a ellos a "uienes grita su desprecio.
$parentemente, el tec!o no se da por aludido. 4ios se
siente contrariado.
4e repente, el campo visual es invadido por un rostro
desconocido e inidentificable. :;u% es< 5s un !umano
adulto, del mismo sexo "ue la madre, parece. 'asada
la sorpresa inicial, 4ios manifiesta su disgusto con una
larga pataleta.
5l rostro sonríe. 4ios conoce el paño/ intentan
engatusarlo. &o cuela. 5nseña los dientes. 5l rostro
deja caer las palabras con su boca. 4ios boxea contra
las palabras al vuelo. 1us puños cerrados vapulean los
sonidos y los dejan CN.
4ios sabe "ue, a continuación, el rostro intentará
tenderle la mano. 5stá acostumbrado/ los adultos
siempre acercan los dedos a su cara. 4ecide "ue
morderá el índice de la desconocida. 1e prepara.
5n efecto, una mano aparece en su campo visual,
pero AJsorpresaKA sujeta entre los dedos un
bastoncito blan"uecino. 4ios nunca !a visto nada
parecido y se olvida de gritar.
A5s c!ocolate blanco de (%lgica Ale dice la abuela a
la criatura al tiempo "ue lo destapa.
4e esas palabras, 4ios sólo entiende 8blanco9/ le
suena, la !a visto en los envases de lec!e y en las
paredes. 7os otros vocablos son oscuros/ 8c!ocolate9
y sobre todo 8(%lgica9. $ estas alturas, el bastoncito
está cerca de su boca.
A5s para comer Adice la vo#.
omer/ 4ios sabe lo "ue eso significa. 5se bastoncito
blan"uecino desprende un olor "ue 4ios desconoce.
Buele mejor "ue el jabón y la pomada. 4ios tiene
miedo y deseo a la ve#. Bace muecas de asco y saliva
de apetito.
5n un arran"ue de valor, atrapa la novedad con los
dientes, la mastica aun"ue no es necesario, se derrite
sobre la lengua, enmo"ueta el paladar, le llena la
boca, y se produce el milagro.
7a voluptuosidad se le sube a la cabe#a, le !ace
 jirones el cerebro y !ace resonar una vo# "ue nunca
!abía oído/
AJ1oy yoK J6o soy la "ue viveK J6o soy la "ue !ablaK
&o soy 8%l9 ni 8%ste9, Jsoy yoK 6a no tendrás "ue decir
8%l9 para !ablar de ti, tendrás "ue decir 8yo9. 6 soy tu
mejor amigo/ el placer es mío.
2ue entonces cuando nací a la edad de dos años y
medio, en febrero de )OP*, en las montañas del
Cansai y en el pueblo de 1!u@uga?a, ante la mirada
de mi abuela paterna, por obra y gracia del c!ocolate
blanco.
7a vo#, "ue desde entonces nunca !e dejado de oír,
seguía !ablando dentro de mi cabe#a/
A5s bueno, es dulce, es untuoso. J;uiero másK
Iolví a morder el bastoncito con un rugido.
A5l placer es una maravilla "ue me enseña a ser yo
mismo. 6o sede del placer. 5l placer soy yo/ cada ve#
"ue exista placer, existir% yo. &ingún placer sin mí, Jyo
no existo sin placerK
5l bastoncito desaparecía dentro de mí. 7a vo# gritaba
cada ve# más alto dentro de mi cabe#a/
AJIiva yoK J1oy tan formidable como la voluptuosidad
"ue experimento y yo mismo !e creadoK 1in mí, este
c!ocolate es un peda#o de nada. 'ero uno lo
introduce en la boca y se transforma en el placer. Me
necesita.
$"uellos pensamientos se traducían en sonoros
eructos cada ve# más entusiastas. $bría los ojos de
par en par, pataleaba de alegría. 1entía "ue las cosas
dejaban su !uella en una parte blanda de mi cerebro
"ue guardaba constancia de todo.
'eda#o a peda#o, el c!ocolate se !abía introducido
dentro de mí. 4escubrí entonces "ue, en el extremo de
a"uella difunta golosina, !abía una mano, y "ue al final
de a"uella mano !abía un cuerpo culminado por un
rostro bondadoso. 6 yo, la vo#, dije/
A&o s% "ui%n eres, pero, dado "ue me !as
proporcionado comida, eres una buena persona.
7as dos manos levantaron mi cuerpo para sacarme de
la camaHjaula y me encontr% en unos bra#os
desconocidos.
5stupefactos, mis padres vieron llegar a la abuela
sonriente llevando en bra#os a una criatura tran"uila y
contenta/
ANs presento a una gran amiga Adijo triunfante.
4ócilmente, dej% "ue me fueran transportando de unos
bra#os a otros. Mi padre y mi madre no daban cr%dito
a a"uella metamorfosis/ se sentían felices y molestos
a la ve#. =nterrogaron a la abuela.
5lla se guardó muy muc!o de revelar la naturale#a del
arma secreta a la "ue !abía recurrido. 'refería dejar
"ue el misterio planeara. 7e atribuyeron dotes
demoníacas. &adie !abía previsto "ue la bestia
recordara su exorcismo.
7as abejas saben "ue sólo la miel proporciona a las
larvas el gusto por la vida. &o traerían al mundo tan
ardientes libadoras alimentándolas con pur% con
trope#ones de carne. Mi madre tenía sus propias ideas
respecto al a#úcar, al "ue culpaba de todos los males
de la !umanidad. 1in embargo, era a a"uel 8veneno
blanco9 Qasí lo denominabaR al "ue le debía el tener un
!ijo con un !umor aceptable.
Me comprendo. $ los dos años, acababa de salir de mi
entorpecimiento para descubrir "ue la vida era un valle
de lágrimas en el "ue se comían #ana!orias !ervidas
con jamón. 4ebería de !aberme sentido estafada.
:'ara "u% matarse a nacer si no es para experimentar
el placer< 7os adultos tienen acceso a todo tipo de
voluptuosidades, pero para abrir las puertas al deleite
de los niños sólo existen las golosinas.
Mi abuela me !abía llenado la boca de a#úcar/ de
repente, el animal furioso !abía comprendido "ue
existía una justificación a tanto aburrimiento, "ue el
cuerpo y el espíritu servían para go#ar y "ue, por
tanto, no !abía "ue tomarla ni con el universo ni con
uno mismo por el !ec!o de estar a"uí. 5l placer
aprovec!ó las circunstancias para dar nombre a su
instrumento/ lo llamó 6o, y es un nombre "ue todavía
conservo.
4esde !ace muc!o tiempo, existe una inmensa secta
de imb%ciles "ue oponen sensualidad e inteligencia.
5s un círculo vicioso/ se privan de placeres para
exaltar sus capacidades intelectuales, lo cual sólo
contribuye a empobrecerles. 1e convierten en seres
cada ve# más estúpidos, y eso les reconforta en su
convicción de ser brillantes, ya "ue no se !a inventado
nada mejor "ue la estupide# para creerse inteligente.
5l deleite, en cambio, nos !ace !umildes y admirativos
con lo "ue lo produce, el placer despierta la mente y la
empuja tanto !acia la virtuosidad como !acia la
profundidad. 1e trata de una magia tan potente "ue, a
falta de voluptuosidad, la sola idea de voluptuosidad
resulta suficiente. Mientras existe esta noción, el ser
está a salvo. 'ero la frigide# triunfante está condenada
a celebrar su propia insustancialidad.
Uno se cru#a a veces con gente "ue, en vo# alta y
fuerte, presume de !aberse privado de tal o cual
delicia durante veinticinco años. ambi%n conocemos a
fantásticos idiotas "ue se alaban por el !ec!o de no
!aber escuc!ado jamás música, por no !aber abierto
nunca un libro o no !aber ido nunca al cine. ambi%n
están los "ue esperan suscitar admiración a causa de
su absoluta castidad. $lguna vanidad tienen "ue sacar
de todo eso/ es la única alegría "ue tendrán en la vida.
$l otorgarme una identidad, el c!ocolate blanco
tambi%n me !abía proporcionado una memoria/ desde
febrero de )OP* lo recuerdo todo. :'ara "u% recordar
nada "ue no est% relacionado con el placer< 5l
recuerdo es uno de los más indispensables aliados de
la voluptuosidad.
Una afirmación tan contundente A8lo recuerdo
todo9A no tiene ninguna posibilidad de ser creída por
nadie. &o importa. ratándose de un enunciado de tan
difícil comprobación, no tengo ningún inter%s en "ue
nadie me crea.
5s cierto "ue no recuerdo la preocupación de mis
padres, las conversaciones con sus amigos, etc. 'ero
no !e olvidado nada de lo "ue realmente valía la pena/
el verde del lago en el "ue aprendí a nadar, el olor del
 jardín, el sabor del aguardiente de ciruelas probado a
escondidas y otros descubrimientos intelectuales.
'revio al c!ocolate blanco, no recuerdo nada/ tengo
"ue fiarme del testimonio de mis allegados,
reinterpretado por mí. 7uego mis informaciones son de
primera mano/ la misma mano "ue escribe.
Me convertí en el tipo de criatura con la "ue sueñan
los padres/ a la ve# tran"uila y despierta, silenciosa y
presente, divertida y reflexiva, entusiasta y metafísica,
obediente y autónoma.
1in embargo, mi abuela y sus golosinas sólo
permanecieron un mes en 3apón, pero fue suficiente.
7a noción de placer me !abía convertido en un ser
operativo. Mi padre y mi madre se sentían aliviados/
despu%s de !aber tenido un vegetal durante dos años
y luego una bestia rabiosa durante seis meses, por fin
tenían algo más o menos normal. 5mpe#aron a
llamarme con un nombre.
2ue necesario, para recurrir a la expresión exacta,
8recuperar el tiempo perdido9 Qyo no pensaba !aberlo
perdidoR/ a los dos años y medio, un !umano tiene la
obligación de andar y !ablar. onforme a la tradición,
empec% por andar. &o era nada del otro mundo/
ponerse de pie, dejarse caer !acia adelante,
sostenerse con un pie, y luego repetir el paso de baile
con el otro pie.
$ndar resultaba de una innegable utilidad. e permitía
avan#ar viendo el paisaje mejor "ue gateando. 6 "uien
dice andar dice correr/ correr constituía un invento
fabuloso "ue permitía toda clase de evasiones. Uno
podía arramblar con un objeto pro!ibido y !uir
llevándoselo sin ser visto por nadie. orrer aseguraba
la impunidad de los actos más reprensibles. 5ra el
verbo de los bandoleros y de los !%roes en general.
Bablar planteaba un problema de protocolo/ :por "u%
palabra empe#ar< 6o !abría elegido gustosa un
vocablo tan necesario como 8marrón glac%9 o 8pipí9,
o bien uno tan !ermoso como 8neumático9 o
8esparadrapo9, pero notaba "ue a"uello !abría !erido
susceptibilidades. 7os padres son una especie
susceptible/ es necesario ofrecerles los grandes
clásicos "ue les proporcionan el sentimiento de su
importancia. &o "uería llamar la atención. $sí pues,
adopt% una expresión beatífica y solemne y, por
primera ve#, vocalic% los sonidos "ue tenía en la
cabe#a/
AJMamáK
5xtasis de mi madre.
6 como tampoco se trataba de !umillar a nadie, me
apresur% a añadir/
AJ'apáK
5nternecimiento de mi padre. Mis padres se
abalan#aron sobre mí y me cubrieron de besos. Me
pareció "ue se conformaban con poco. :1e !abrían
mostrado menos encantados y admirativos si !ubiera
empe#ado a !ablar diciendo/ 8:'ara "ui%n son esas
serpientes "ue silban sobre vuestras cabe#as<9 o/ 85
S mc09< =ncluso era como para pensar "ue tenían
dudas respecto a su propia identidad/ :acaso no
estaban seguros de llamarse respectivamente 'apá y
Mamá< 'arecían muy necesitados de "ue se lo
confirmase.
Me felicit% por mi elección/ :para "u% complicarse la
vida si ninguna otra primera palabra podría !aber
colmado tanto a mis progenitores< Una ve# cumplido
con mi deber de educación, podía dedicarme al arte y
a la filosofía/ la cuestión de la tercera palabra tambi%n
resultaba excitante, ya "ue únicamente debía tener en
cuenta criterios cualitativos. $"uella libertad resultaba
tan embriagadora "ue me confundía/ tard% una
eternidad en pronunciar mi tercera palabra. Mis padres
no !icieron sino sentirse más !alagados todavía.
81ólo necesitaba llamarnos por nuestro nombre. 5sa
era su única urgencia.9
&o sabían "ue, dentro de mi cabe#a, yo !ablaba
desde !acía muc!o tiempo. 'ero es cierto "ue decir
las cosas en vo# alta es diferente/ confiere a la palabra
pronunciada un valor excepcional. Uno siente "ue la
palabra se conmueve, "ue lo vive como un signo de
reconocimiento, como el pago de una deuda o una
celebración/ vocali#ar el vocablo 8banana9 representa
!omenajear a las bananas a trav%s de los siglos.
Da#ón de más para pensárselo dos veces. Me
sumergí en una fase de exploración intelectual "ue
duró semanas. 5n las fotos de esa %poca apare#co
con un rostro tan serio "ue resulta incluso cómico. 6
es "ue mi discurso interior era existencial/ 8:Tapato<
&o, no es lo más importanteF uno puede andar sin
ellos. :'apel< 1í, pero resulta tan necesario como
lápi#. &o !ay modo de elegir entre papel y lápi#.
:!ocolate< &o, es mi secreto. :Ntaria< Ntaria resulta
sublime, emite gritos admirables, pero :acaso es
muc!o mejor "ue peon#a< 'eon#a es demasiado
bonito. $un"ue otaria es más viva. :;u% es mejor, una
peon#a "ue da vueltas o una otaria "ue vive< $nte la
duda, me abstengo. :$rmónica< 1uena bien, :pero es
realmente indispensable< :Lafas< &o, es divertido,
pero no sirve para nada. :ilofón<9
Un día mi madre entró en el salón con un animal de
cuello largo cuya larga y delgada cola terminaba con
una toma de corriente. $pretó un botón y el animal
emitió un lamento regular y continuo. 7a cabe#a
empe#ó a moverse sobre el suelo con un movimiento
de vaiv%n "ue arrastraba el bra#o de Mamá detrás de
%l. $ veces, el cuerpo se despla#aba sobre unas patas
en forma de ruedas.
&o era la primera ve# "ue veía una aspiradora, pero
todavía no !abía reflexionado sobre su condición. Me
acer"u% a ella a gatas, para estar a su alturaF sabía
"ue uno siempre tiene "ue ponerse al mismo nivel "ue
lo "ue examina. 1eguí su cabe#a y puse la mejilla
sobre la mo"ueta para observar "u% ocurría. 5ra un
milagro/ el aparato engullía las realidades materiales
"ue encontraba a su paso y las transformaba en
inexistencia.
1ustituía el algo por la nada/ a"uella sustitución sólo
podía ser una obra divina.
Decordaba vagamente !aber sido 4ios no !acía tanto
tiempo. $ veces, oía en mi cabe#a una vo# profunda
"ue me !undía en insondables tinieblas y me decía/
8JDecuerdaK J6o soy "uien vive en tiK JDecuerdaK9 &o
tenía una opinión clara al respecto, pero mi divinidad
me parecía de las más aceptables y agradables.
4e repente, me encontr% con un !ermano/ la
aspiradora. :$caso podía existir algo más divino "ue
a"uella ani"uilación pura y simple< 'or más "ue
considerase "ue un 4ios nada tiene "ue demostrar,
me !abría gustado ser capa# de protagoni#ar un
prodigio semejante, una tarea tan metafísica.
8J$nc!Vio sono pittoreK9, exclamó il orriggio al
contemplar los cuadros de Dafael por primera ve#.
on id%ntico entusiasmo, yo estaba a punto de gritar/
8J6o tambi%n soy una aspiradoraK9
5n el último segundo record% "ue tenía "ue emplear
bien mis recursos/ se suponía "ue poseía dos
palabras en mi activo, no se trataba de perder
credibilidad soltando frases enteras. 'ero tenía mi
tercera palabra.
1in más demora, abrí la boca y acompas% las cinco
sílabas/ 8J$spiradoraK9
ras un primer momento de desconcierto, mi madre
soltó el cuello del tubo y corrió a telefonear a mi padre/
AJBa pronunciado su tercera palabraK
A:uál<
AJ$spiradoraK
A'erfecto. 7a convertiremos en una perfecta ama de
casa.
4ebió de sentirse decepcionado.
Mi tercera palabra me !abía costado muc!oF a partir
de a!í, podía permitirme no ser tan existencial con la
cuarta. onsiderando "ue mi !ermana, dos años
mayor "ue yo, era una buena persona, elegí su
nombre/
AJ3ulietteK Aexclam% mirándola a los ojos.
5l lenguaje tiene poderes inmensos/ inmediatamente
despu%s de pronunciar a"uel nombre en vo# alta,
fuimos presa de una recíproca, repentina y loca
pasión. Mi !ermana me cogió en bra#os y me dio un
beso. omo el filtro mágico de ristán e =solda, la
palabra nos !abía unido para siempre.
&i se me pasaba por la cabe#a elegir como "uinto
vocablo el nombre de mi !ermano, cuatro años mayor
"ue yo/ a"uel maldito sujeto se !abía pasado toda la
tarde sentado sobre mi cabe#a leyendo un intín. 7e
encantaba perseguirme. 'ara castigarlo, no lo llamaría
por su nombre. 4e este modo, existiría, sí, pero
menos.
'or a"uel entonces vivía con nosotros &is!ioHsan, mi
aya japonesa. 5ra la bondad personificada y me
mimaba a todas !oras. &o !ablaba más lengua "ue la
suya. 6o comprendía todo lo "ue decía. Mi "uinta
palabra fue, pues, japonesa, ya "ue la nombr% a ella.
6a !abía bauti#ado a cuatro personasF y en cada
ocasión les !ice tan felices "ue ya no dud% nunca más
de la importancia de la palabra/ demostraba a los
individuos "ue estaban allí. 7legu% a la conclusión de
"ue no estaban seguros de "ue eso fuera así. Me
necesitaban para saberlo. :1ignificaba eso "ue !ablar
e"uivalía a conceder la vida< ;ui#ás no. $ mi
alrededor, la gente !ablaba de la mañana a la noc!e
sin "ue eso tuviera consecuencias tan milagrosas.
'ara mis padres, por ejemplo, !ablar e"uivalía a
formular cosas como %stas/
ABe invitado a los al a cenar el día veintis%is.
A:;ui%nes son los al<
AIenga, 4aniWle, sólo conocemos a los al. 6a !emos
cenado más de veinte veces con ellos.
A&o lo recuerdo. :;ui%nes son los al<
A6a lo verás.
&o me parecía "ue los al existieran en mayor medida
despu%s de semejante diálogo. $l contrario.
'ara mi !ermano y mi !ermana, !ablar e"uivalía a/
A:4ónde está mi caja de 7ego<
A&o tengo ni idea.
AJMentirosaK J7a tienes túK
A&o es verdad.
A:Ias a decirme dónde la !as metido<
6 luego se peleaban. Bablar era el preludio del
combate.
uando la dulce &is!ioHsan me !ablaba era casi
siempre para contarme, entre esas risas niponas
reservadas al !orror, cómo, siendo ella una niña, su
!ermana !abía sido atropellada por el tren Cob%H
&is!inomiya. ada ve# "ue desgranaba a"uel relato,
impepinablemente las palabras de mi aya acababan
con la vida de la pe"ueña. Bablar, pues, tambi%n podía
servir para asesinar.
5l examen del edificante lenguaje ajeno me llevó a la
siguiente conclusión/ !ablar era un acto tan creativo
como destructivo. 5ra mejor andarse con muc!o
cuidado con a"uel invento.
'or otra parte, tambi%n !abía observado "ue existía
una utili#ación inofensiva de la palabra. 8(onito día,
:verdad<9 o 8J;uerida, estás en plena formaK9 eran
frases "ue no producían ningún efecto metafísico. Uno
podía incluso no pronunciarlas. 1in duda, si uno las
pronunciaba era para avisar a los demás de "ue no iba
a matarlos. 5ra como la pistola de agua de mi
!ermano/ cuando me disparaba anunciándome/
8J'amK J5stás muertaK9, yo no estaba muerta, sólo
empapada. 1e recurría a este tipo de frases para
demostrar "ue el arma de uno estaba cargada con
munición falsa. 'or si fuera necesario confirmar lo
dic!o anteriormente, la sexta palabra fue 8muerte9.
5n la casa reinaba un silencio anormal. ;uise
averiguar "u% ocurría y baj% por la larga escalera. 5n
el salón, mi padre lloraba/ espectáculo inimaginable,
"ue nunca más !e vuelto a ver. Mi madre lo abra#aba
como si de un gigantesco beb% se tratara.
on gran delicade#a, me dijo/
Au padre !a perdido a su madre. u abuela !a
muerto.
$dopt% una expresión terrible.
A'or supuesto AprosiguióA, tú no sabes lo "ue
significa la muerte. 1ólo tienes dos años y medio.
AJMuerteK Aafirm% con el tono de una aserción sin
r%plica, antes de dar media vuelta.
JMuerteK Jomo si yo no supiera lo "ue eso significaK
Jomo si mis dos años y medio me alejaran de ella,
cuando, en realidad, no !acían sino acercarmeK
JMuerteK :;ui%n mejor "ue yo para saber "u%
significaba< J'ero si apenas acababa de abandonar el
sentido de a"uella palabraK 7o conocía muc!o mejor
"ue los otros niños, yo, "ue la !abía prolongado más
allá de los límites !umanos. :$caso no !abía vivido
dos años en coma, si es "ue se puede vivir en coma<
:;u% creían "ue !acía, pues, tanto tiempo dentro de
mi camaHjaula, sino morir mi vida, morir el tiempo,
morir el miedo, morir la nada, morir el letargo<
7a muerte, !abía anali#ado a"uella cuestión con
detalle/ la muerte era el tec!o. uando uno conoce el
tec!o mejor "ue a sí mismo, a eso se le llama muerte.
5l tec!o es lo "ue impide "ue los ojos y el
pensamiento se eleven. 6 "uien dice tec!o dice
sepultura/ el tec!o es la losa del cerebro. uando llega
la muerte, una losa gigante cae sobre vuestra ca#uela
cranial. Me !abía ocurrido algo poco común/ !abía
vivido a"uello en sentido inverso, a una edad en la "ue
mi memoria "ui#ás no podía recordarlo pero sí
conservar una vaga impresión de lo vivido.
uando el metro sale a la lu# del día, cuando las
cortinas negras se abren, cuando termina la asfixia,
cuando los únicos ojos necesarios vuelven a mirarnos,
es la losa de la muerte la "ue se levanta, es nuestra
sepultura cranial la "ue se convierte en un cerebro a
cielo abierto.
$"uellos "ue, de un modo u otro, !an conocido la
muerte desde demasiado cerca y !an regresado
tienen dentro de sí su propia 5urídice/ saben "ue en
su interior existe algo "ue se acuerda perfectamente
de la muerte y "ue más vale no mirarla de frente. 6 es
"ue la muerte, como una madriguera, como una
!abitación con las persianas bajadas, como la
soledad, es a la ve# terrible y tentadora/ uno siente
"ue podría sentirse bien con ella. (astaría
abandonarse para reunirse con esa !ibernación
interior. 5urídice es tan seductora "ue tendemos a
olvidar por "u% !ay "ue resistirse a su influjo.
6 !ay "ue !acerlo por la simple ra#ón de "ue, en
general, el trayecto es únicamente de ida. 4e no ser
así, no sería necesario.
Me siento en la escalera pensando en la abuela del
c!ocolate blanco. 5lla contribuyó a liberarme de la
muerte, y poco tiempo despu%s le llegó su !ora. 5ra
como si se !ubiera producido un intercambio. Babía
pagado con su vida a cambio de la mía. :$caso fue
consciente de ello<
'or lo menos mi recuerdo le conserva la existencia. Mi
abuela !abía estrenado mi memoria. 5n justa
compensación/ sigue estando viva, precedida por su
barrita de c!ocolate, como si de un cetro se tratara. 5s
mi manera de devolverle lo "ue ella me dio.
&o llor%. 1ubí a mi !abitación para jugar al más
!ermoso de los juegos/ la peon#a. enía una peon#a
de plástico "ue valía por todas las maravillas del
universo. 7a !acía rodar y la observaba fijamente
durante !oras. $"uella rotación perpetua me !acía
ponerme seria.
7a muerte, ya sabía lo "ue era. 'ero eso no
significaba "ue la comprendiera. Me "uedaban
montones de preguntas por responder. 5l problema
era "ue oficialmente sólo disponía de seis palabras, de
las cuales ningún verbo, ninguna conjunción, ningún
adverbio/ así resultaba difícil formular preguntas. 5n
realidad, es cierto "ue en mi cabe#a disponía del
vocabulario necesario, pero :cómo pasar de repente
de seis a mil palabras sin desvelar mi impostura<
$fortunadamente, existía una solución/ &is!ioHsan.
1ólo !ablaba japon%s, lo cual limitaba sus
conversaciones con mi madre. 'odía !ablar con ella a
escondidas, camuflada detrás de su lengua.
A&is!ioHsan, :por "u% nos morimos<
A:Bablas<
A1í, pero no se lo digas a nadie. 5s un secreto.
Aus padres se alegrarían muc!o si supieran "ue ya
!ablas.
A;uiero darles una sorpresa. :'or "u% nos morimos<
A'or"ue 4ios así lo "uiere.
A:4e verdad lo crees<
A&o lo s%. Be visto morir a tanta gente/ mi !ermana,
atropellada por el tren, mis padres, muertos a causa
de los bombardeos durante la guerra. &o s% si 4ios
"uiso todo eso.
A5ntonces, :por "u% morimos<
A:e refieres a tu abuela< 5s normal "ue uno muera
cuando es viejo.
A:'or "u%<
Auando uno !a vivido muc!o, está cansado. Morir,
para un viejo, es como "uedarse dormido. 5stá bien.
A:6 morirse cuando uno no es viejo<
A5so no s% por "u% es posible. :5ntiendes todo lo
"ue te estoy diciendo<
A1í.
A:$sí "ue !ablas japon%s antes de !ablar franc%s<
A&o. 5s lo mismo.
'ara mí no existían idiomas, sino una única e inmensa
lengua de la cual uno podía elegir las variantes
 japonesa o francesa, según. &unca !abía oído una
lengua "ue no entendiese.
A1i es lo mismo, :cómo te explicas "ue yo no !able
franc%s<
A&o lo s%. u%ntame los bombardeos.
A:5stás segura de "ue "uieres oírlo<
A1í.
5mpe#ó un relato de pesadilla. 5n )O+E, ella tenía
cinco años. Una mañana, empe#aron a llover bombas.
5n Cobe no era la primera ve# "ue, aun"ue lejos, se
oían. 'ero a"uella mañana &is!ioHsan sintió "ue esta
ve# iban a por ellos y no se e"uivocó. 1e !abía
"uedado tumbada sobre el tatami, esperando "ue la
muerte la sorprendiera dormida. 4e repente, justo a su
lado, se produjo una explosión tan extraordinaria "ue,
en un primer momento, la pe"ueña pensó "ue la
!abían despeda#ado. $ continuación, sorprendida de
!aber sobrevivido, "uiso cerciorarse de "ue sus
miembros seguían unidos a su cuerpo, pero algo se lo
impedía/ !abía tardado un rato en comprender "ue
estaba enterrada.
$sí "ue entonces empe#ó a cavar con sus propias
manos, esperando estar dirigi%ndose !acia arriba,
pero sin estar muy segura de "ue así fuera. 5n un
momento dado, revolviendo la tierra, !abía tocado un
bra#o/ ignoraba a "ui%n pertenecía, ignoraba incluso si
a"uel bra#o seguía unido a un cuerpo/ la única certe#a
era "ue a"uel bra#o estaba muerto, separado de su
propietario.
1e !abía e"uivocado de rumbo. 4ejó de cavar para
escuc!ar/ 8engo "ue dirigirme !acia el ruido/ allí es
donde está la vida9. Babía oído gritos y !abía
intentado cavar en a"uella dirección. Deanudó su
trabajo de topo.
A:6 cómo respirabas< Apregunt%.
A&o lo s%. 5xiste un modo. $l fin y al cabo, !ay
animales "ue viven bajo tierra y "ue respiran. 5l aire
llegaba con dificultad, pero llegaba. :;uieres saber
"u% ocurrió despu%s<
7o estaba reclamando con entusiasmo.
2inalmente, &is!ioHsan llegó a la superficie. 8$llí es
donde está la vida9, le !abía dic!o su instinto. 1e
e"uivocaba/ allí estaba la muerte. 5ntre las casas
destro#adas !abía peda#os de seres !umanos. 7a
pe"ueña tuvo tiempo para reconocer la cabe#a de su
padre antes de "ue una en%sima bomba explotase y la
!undiese muy profundamente bajo los escombros.
'rotegida por su mortaja de tierra, se preguntó primero
si no "uedarse allí/ 8$"uí es donde estoy más segura
y !ay menos !orrores "ue ver9. 'oco a poco, empe#ó
a a!ogarse. Babía cavado !acia el ruido, aterrori#ada
ante la idea de lo "ue iba a descubrir esta ve#. Bacía
mal en preocuparse/ no pudo ver nada ya "ue, apenas
!abía emergido a la superficie, volvía a encontrarse
cuatro metros más abajo.
A&o s% cuántas !oras duró a"uello. 6o cavaba y
cavaba y cada ve# "ue conseguía salir a la superficie
volvía a "uedar enterrada por una nueva explosión. 6a
no sabía por "u%, aun siendo así, volvía y volvía a
subir, por"ue era más fuerte "ue yo. 6a sabía "ue mi
padre !abía muerto y "ue me !abía "uedado sin
!ogar/ pero todavía ignoraba "u% suerte !abían
corrido mi madre y mis !ermanos. uando la lluvia de
bombas cesó, no podía dar cr%dito al !ec!o de seguir
con vida. $l retirar los escombros fueron encontrando,
poco a poco, los cadáveres, enteros o no, de a"uellos
"ue me faltaban, entre ellos los de mi madre y mis
!ermanos. 5nvidiaba a mi !ermana "ue, atropellada
por el tren dos años antes, se !abía librado de a"uel
espectáculo.
7a verdad es "ue &is!ioHsan tenía !ermosas !istorias
"ue contar/ los cuerpos siempre terminaban
destro#ados.
omo acaparaba a mi aya cada ve# más, mis padres
decidieron contratar a una segunda japonesa para
ayudarles. 'usieron un anuncio en el pueblo de
1!u@uga?a.
&o tuvieron problemas de elección/ sólo se presentó
una señora.
Cas!imaHsan se convirtió, pues, en la segunda aya.
5ra totalmente opuesta a la primera. &is!ioHsan era
 joven, dulce y amableF no era guapa y procedía de un
medio pobre y popular. Cas!imaHsan tenía unos
cincuenta años y una belle#a tan aristocrática como
sus orígenes/ su espl%ndido rostro nos miraba con
desprecio. 'ertenecía a la antigua noble#a nipona
abolida por los americanos en )O+E. 4urante cerca de
treinta años !abía sido una princesa, y de la noc!e a
la mañana se !abía encontrado sin título y sin dinero.
4esde entonces, vivía de trabajos dom%sticos como el
"ue le !abíamos ofrecido. ulpaba a todos los blancos
de su decadencia y nos odiaba en blo"ue. 1us rasgos,
de una finura perfecta, y su altiva delgade# inspiraban
respeto. Mis padres se dirigían a ella con la
consideración debida a una gran señoraF ella no les
!ablaba y trabajaba lo menos posible. uando mi
madre le pedía "ue la ayudase en una u otra faena,
Cas!imaHsan suspiraba y le dirigía una mirada "ue
significaba/ 8:'or "ui%n me !a tomado<9
7a segunda aya trataba a la primera como a un perro,
no sólo a causa de su origen modesto, sino tambi%n
por"ue la consideraba una traidora "ue
contempori#aba con el enemigo. 4ejaba "ue &is!ioH
san !iciera todo el trabajo, aprovec!ando "ue %sta
tenía un desafortunado instinto de obediencia !acia su
soberana. 7a reprendía a la menor ocasión/
A:Bas visto cómo les !ablas<
A5llos tambi%n me !ablan.
A&o tienes ningún sentido del !onor. :&o te basta
con "ue nos !umillaran en )O+E<
A&o fueron ellos.
A5ran los mismos. 5sta gente eran los aliados de los
americanos.
A4urante la guerra eran niños, como yo.
A:6 "u%< 1us padres eran nuestros enemigos. 7os
gatos no se entienden con los perros. 6 los desprecio.
A&o deberías decir eso delante de la niña Adijo
&is!ioHsan señalándome con la barbilla.
A:5ste beb%<
A5ntiende lo "ue dices.
AMejor.
A6o la "uiero, a esta pe"ueña.
4ecía la verdad/ me "uería tanto como a sus dos !ijas,
dos gemelas de die# años a las "ue nunca llamaba por
su nombre ya "ue le resultaba imposible diferenciarlas.
1iempre las llamaba futago y durante muc!o tiempo
creí "ue a"uella palabra dual era el nombre de un
único !ijo, al ser las marcas del plural muy ambiguas
en la lengua nipona. Un día, las niñas vinieron a casa
y &is!ioHsan las llamó desde lejos/ 8J2utagoK9
$cudieron como siamesas, revelándome con este
!ec!o el sentido de a"uella palabra. 5n 3apón ser
gemelo debe de ser más problemático "ue en otros
lugares.
Dápidamente me di cuenta de "ue mi edad me
confería un estatus especial. 5n el país del 1ol
&aciente, desde el nacimiento !asta el parvulario
inclusive, uno es un dios. &is!ioHsan me trataba como
a una divinidad. Mi !ermano, mi !ermana y las futago
!abían abandonado la edad sagrada/ les !ablaban de
un modo ordinario. 6o era un o@osama/ una !onorable
excelencia infantil, un señor niño.
uando por la mañana entraba en la cocina, &is!ioH
san se prosternaba para ponerse a mi altura. Me lo
consentía todo. 1i yo expresaba el deseo de comer de
su plato, algo "ue ocurría con frecuencia ya "ue
prefería lo "ue comía ella a lo "ue me daban a mí, ella
dejaba de tocar su pitan#a/ esperaba a "ue yo !ubiese
terminado antes de reanudar su alimentación,
suponiendo "ue yo !ubiera tenido la grande#a de
espíritu de dejarle algo.
Un mediodía, mi madre se percató de mis maniobras y
me riñó severamente. 7uego le ordenó a &is!ioHsan
"ue no aceptara más mi tiranía. 5n vano/ en cuanto
Mamá le dio la espalda, mis picoteos en su plato se
reanudaron. 6 tenía motivos para ello/ el o@onomiya@i
Qtortita de col, con gambas y al jengibreR y el arro# al
tsu@emono Qrábano silvestre marinado en salmuera
amarillo a#afránR eran muc!o más apetitosos "ue los
tacos de carne con #ana!orias !ervidas.
Babía dos comidas/ la del comedor y la de la cocina.
omiscaba en la primera y me reservaba para la
segunda. Dápidamente, elegí mi bando/ entre unos
padres "ue me trataban igual "ue a los demás y un
aya "ue me divini#aba, no !abía duda.
1ería japonesa.
2ui japonesa.
$ los dos años y medio, en la provincia de Cansai, ser
 japonesa consistía en vivir en el cora#ón de la belle#a
y de la veneración. 1er japonesa consistía en
empac!arse de las flores exageradamente olorosas
del jardín !umedecido por la lluvia, sentarse junto al
estan"ue de piedra y contemplar, a lo lejos, las
montañas inmensas como el interior de mi propio
pec!o, !acer "ue perdurase en el cora#ón de una el
canto místico del vendedor de patatas dulces "ue, al
caer la noc!e, recorría el barrio.
$ los dos años y medio, ser japonesa significaba ser la
elegida de &is!ioHsan. 1i yo se lo pedía, y en cual"uier
momento, ella abandonaba lo "ue estuviera !aciendo
para cogerme en bra#os, mimarme, cantarme
canciones "ue !ablaban de gatitos o de cere#os en
flor.
1iempre estaba dispuesta para contarme sus !istorias
de cuerpos mutilados, "ue me fascinaban, o la leyenda
de esta o de a"uella bruja "ue cocía a la gente en un
caldero para convertirlos en sopa/ a"uellos adorables
cuentos me maravillaban !asta el embobamiento.
1e sentaba y me mecía como a una muñeca. 6o
adoptaba una expresión de sufrimiento sólo justificada
por mi deseo de ser consolada/ durante !oras, &is!ioH
san me consolaba de mis inexistentes penas,
sig
iguui%
i%nd
ndoome la co
corrrien
rientte, se ap
apia
iada
daba
ba de mí con
consumado arte.
6 con un dedo delicado seguía el tra#o de mis rasgos
y alababa su belle#a, "u "uee calific
icaaba de extrema/
ensal#aba las virtudes de mi boca, de mi frente, de mis
mejillas, de mis ojos, y llegaba a la conclusión de "ue
nunca !abía visto a una diosa de rostro tan admirable.
5ra una buena persona.
6 yo nunca me cansaba de estar en sus bra#os, me
!abría "uedado allí para siempre, embobada ante su
idolatría. 6 ella se pasmaba de idolatrarme de a"uel
modo, demostrando así lo afinado y excelso de mi
divinidad.
$ los dos años y medio, tendría "ue !aber sido idiota
para no ser japonesa.
&o era casual "ue !ubie ierra manifestado antes mi
conocimiento de la lengua nipona "ue de la lengua
materna/ el culto a mi persona tenía sus exigencias
lingGísticas. &ecesitaba un idioma para comunicarme
con mis fieles. &o eran muy numerosos, pero me
bastaban por la intensidad de su fe y la importancia
importancia del
lugar "ue ocupaban en mi universo/ eran &is!ioHsan,
las futago y los transeúntes.
uando paseaba por la calle cogida de la mano de la
principal sacerdotisa de mi adoración, esperaba con
serenidad las aclamaciones de los curiosos/ sabía "ue
nunca dejarían de exclamarse ante mis encantos.
'ero donde más disfrutaba de a"uella religión era
entre las cuatro paredes del jardín/ a"u%l era mi
templo. Una porción de terreno plantada con flores y
árboles y rodeada por una cerca/ no se !a inventado
nada mejor para reconciliarse con el universo.
5l jardín de la casa era nipón, lo cual lo convertía en
un jardín pleonástico. &o era #en, pero su estan"ue de
piedra, su sobriedad y la elección de su pelambre
decían muc!o sobre el país "ue, más religiosamente
"ue los demás, !a definido el jardín.
5l área geográfica
geográfica de culto a mi persona
persona alcan#aba
alcan#aba su
mayor grado de densidad en el jardín. 7os muros
elevados y culminados de tejas japonesas "ue los
enclaustraban me protegían de las miradas de los
laicos y confirmaban "ue nos !allábamos en un
santuario.
uando 4ios necesita un lugar para simboli#ar la
felicidad terrenal no opta ni por una isla desierta, ni por
una playa de arena fina, ni por un campo de trigo
maduro, ni por el pasto "ue verdece/ elige el jardín.
6o compartía su opinión/ no existe mejor territorio para
reinar. 4ueño y señor del jardín, tenía por subditos a
plantas
plantas "ue, si se lo ordenaba,
ordenaba, se abrían a ojos vistas.
vistas.
5ra la primera primavera de mi existencia y yo no
imaginaba "ue a"uella adolescencia vegetal conocería
un apogeo seguido de un posterior declive.
Una noc!e, le !abía dic!o a un tallo culminado por un
capullo/ 82lorece9. $ la mañana siguiente se !abía
convertido en una blanca peonía en plena
deflagración. &o !abía duda, tenía poderes. 1e lo
coment% a &is!ioHsan, "ue no me desmintió.
4esde el nacimiento de mi memoria, en febrero, el
mundo no !abía dejado de manifestarse a mi
alrededor. 7a naturale#a se asociaba a mi
advenimiento. ada día, el jardín era más frondoso
"ue la víspera. Una flor sólo se marc!itaba para
renacer más !ermosa y un poco más lejos.
Jómo debería de agradec%rmelo la genteK JBasta "u%
punto su vida debía de ser triste antes de míK 'or"ue
yo era la responsable de !aberles traído todas
a"uellas innumerables maravillas. :;u% más
comprensible "ue su adoración<
1in embargo, seguía existiendo un problema lógico en
a"uella apolog%tica/ Cas!imaHsan.
5lla no creía en mí. 5ra la única japonesa "ue no
aceptaba la nueva religión. Me odiaba. 1ólo los
gramáticos son lo bastante ingenuos para creer "ue la
excepción confirma la regla/ yo no lo era y el caso de
Cas!imaHsan me perturbaba.
$sí pues, cuando yo acudía a la cocina para comer por
segunda ve#, ella no me permitía coger nada de su
plato. 5stupefacta por su impertinencia, volví a acercar
mi mano a sus alimentos/ a"uello me costó una
bofetada.
'asmada, fui a lamentarme entre lágrimas junto a
&is!ioHsan, esperando "ue castigaría a la impíaF pero
no ocurrió nada parecido.
A:e parece normal< Ale dije con indignación.
A5s Cas!imaHsan. 5lla es así.
Me pregunt% si a"uella respuesta resultaba admisible.
:$caso tenían derec!o a golpearme por la única ra#ón
de ser así< Me parecía un poco fuerte. 5so le costaría
a la irreductible "uedar al margen de mi influencia.
Nrden% "ue su jardín no floreciese. $"uello no pareció
inmutarla. oncluí "ue era indiferente a los encantos
de la botánica. 4e !ec!o, no tenía jardín.
Npt% entonces por una actitud más caritativa y decidí
seducirla. on una sonrisa magnánima, me plant%
ante ella y le tendí la mano, como 4ios a $dán en la
cúpula de la apilla 1ixtina/ ella se dio la vuelta.
Cas!imaHsan me rec!a#aba. &egaba mi existencia. $l
igual "ue existe el $nticristo, ella era el $ntiyó.
5xperiment% !acia ella una inmensa piedad. J;u%
siniestro debía de resultar no adorarmeK 1altaba a la
vista/ &is!ioHsan y mis otros fieles resplandecían de
felicidad, ya "ue "uererme resultaba beneficioso para
ellos.
Cas!imaHsan no se dejaba arrastrar por a"uella dulce
necesidad/ podía leerse en los !ermosos rasgos de su
rostro, en su expresión toda dure#a y rec!a#o. 6o
daba vueltas a su alrededor sin dejar de observarla,
buscando la ra#ón de su nula inclinación !acia mí.
&unca imagin% "ue la causa pudiera estar dentro de
mí, tan fuerte era mi convicción de ser, de pies a
cabe#a, la indiscutible gema del planeta. 1i la
aristocrática aya no me "uería, significaba "ue tenía
un problema.
7o encontr%/ a base de escrutar a Cas!imaHsan,
observ% "ue sufría la enfermedad de reprimirse. ada
ve# "ue surgía una ocasión de alegrarse, de reírse, de
extasiarse o de divertirse, la boca de la noble dama se
crispaba, sus labios se volvían rígidos/ se reprimía.
5ra como si los placeres fueran indignos de una
persona de su condición. omo si para ella la felicidad
constituyera una abdicación.
Me entregu% a algunos experimentos científicos. 7e
llev% a Cas!imaHsan la camelia más !ermosa del
 jardín subrayando "ue la !abía cogido para ella/ boca
fruncida, agradecimiento seco. 7e pedí a &is!ioHsan
"ue le preparase un sublime c!a?an mus!i, "ue fue
consumido con remilgos y comentado con silencio. $l
percibir un arco iris, corrí a llamar a Cas!imaHsan para
"ue lo admirase/ se encogió de !ombros.
5n mi generosidad, decidí entonces dejarla contemplar
el espectáculo más !ermoso "ue pueda concebirse.
Me puse el vestido "ue &is!ioHsan me !abía regalado/
un pe"ueño @imono de seda rosa, decorado con
nenúfares, con su largo orbi rojo, las geta la"ueadas y
la sombrilla de papel púrpura decorada con una
migración de grullas blancas. Me embadurn% la boca
con el carmín de mi madre y fui a contemplarme en el
espejo/ no !abía lugar a dudas, estaba espl%ndida.
&adie se resistiría a semejante aparición.
5n primer lugar, fui a dejarme admirar por mis
feligreses más leales, "ue profirieron los c!illidos "ue
yo ya esperaba. 4ando vueltas como la más cortejada
de las mariposas, ofrecí luego mi soberbia al jardín, en
forma de dan#a fren%tica y brincadora. $provec!% la
ocasión para adornar mi vestimenta con una peonía
gigante con la "ue me cubrí la cabe#a como si de un
sombrero bermellón se tratase.
5ngalanada de esta guisa, fui a mostrarme a Cas!imaH
san. &o tuvo ninguna reacción.
$"uello confirmó mi diagnóstico/ se reprimía. 4e no
ser así, :cómo !abía podido "uedarse impert%rrita
ante mi vista< 6 al igual "ue !i#o 4ios con el pecador,
concebí para ella una absoluta conmiseración. J'obre
Cas!imaHsanK
1i !ubiera sabido "ue la oración existía, !abría re#ado
por ella. 'ero no veía modo alguno de integrar a"uella
aya apor%tica en mi visión del mundo y eso me
contrariaba.
Me !acía descubrir las limitaciones de mi poder.
5ntre los amigos de mi padre, !abía un !ombre de
negocios vietnamita "ue se !abía casado con una
francesa. $ consecuencia de los problemas políticos
fácilmente imaginables en el Iietnam de )OP*, a"uel
!ombre !abía tenido "ue regresar con toda urgencia a
su país, llevándose a su esposa pero sin atreverse a
cargar con su !ijo de seis años, "ue les fue confiado a
mis padres por un tiempo indeterminado.
Bugo era un niño imperturbable y reservado. Me causó
buena impresión !asta el momento en "ue se pasó al
enemigo/ mi !ermano. 7os dos muc!ac!uelos se
convirtieron en inseparables. 'ara castigarlo, decidí no
pronunciar jamás el nombre de Bugo.
ontinuaba diciendo muy pocas palabras en franc%s,
con el objeto de administrar mis reservas. $"uella
situación empe#aba a resultar insostenible. 1entía la
necesidad de proclamar cosas tan cruciales como
8Bugo y $ndr% son unas cacas verdes9.
7amentablemente, se suponía "ue yo era incapa# de
pronunciar tan complicadas aserciones. ascaba el
freno pensando "ue a los c!icos ya les llegaría su
!ora.
$ veces me preguntaba por "u% no les demostraba a
mis padres la extensión de mi palabra/ :por "u%
privarme de un poder semejante< 2iel, sin saberlo, a la
etimología de la palabra 8niño9, intuía de un modo
confuso "ue, al !ablar, perdería algunas de las
deferencias concedidas a los magos y a los retrasados
mentales.
5n el sur del 3apón, el mes de abril es de una
voluptuosa suavidad. Mis padres nos llevaron a la
playa. onocía muy bien el oc%ano, gracias a la playa
de Nsa@a, "ue, por a"uel entonces, rebosaba de
inmundicias/ era igual "ue nadar en las cloacas. $sí
pues, nos trasladamos al otro extremo del país, a
ottori, donde descubrí el mar del 3apón, cuya belle#a
me subyugó. 7os nipones califican ese mar de mac!o,
en oposición al oc%ano, al "ue consideran !embra/
esa distinción me dejó perpleja. odavía !oy sigo sin
comprenderla.
7a playa de ottori era grande como el desierto.
$traves% a"uel 1a!ara y llegu% !asta la orilla. 5l agua
tenía tanto miedo como yo/ a la manera de los niños
tímidos, avan#aba y retrocedía sin cesar. 6o la imit%.
odos mis familiares se lan#aron al agua. Mi madre me
llamó. &o me atreví a seguirla, a pesar del flotador "ue
llevaba a modo de cinturón. Miraba el mar con terror y
deseo. Mamá vino a cogerme la mano y me llevó a
rastras. 4e repente, escap% a la pesade# terrestre/ el
fluido se amparó de mí y me encaramó a su superficie.
5mití un grito de placer y %xtasis. Majestuosa como
1aturno, con mi flotador por anillo, permanecí en el
agua durante !oras. uvieron "ue sacarme a la fuer#a.
AJMarK
$"u%lla fue la s%ptima palabra.
'ronto aprendí a prescindir del flotador. (astaba
mover las piernas y los bra#os y se obtenía algo
parecido al modo de nadar de un cac!orro de perro.
omo resultaba cansado, me las apañaba para
permanecer allí donde !acía pie.
Un día se produjo el prodigio/ entr% en el mar, me puse
a caminar en línea recta !acia adelante, en dirección a
orea, y constat% "ue el fondo dejaba de !undirse
bajo mis pies. 1e !abía levantado para mí. risto
caminaba sobre las aguas/ yo conseguía "ue el fondo
marino ascendiera. $ cada uno sus milagros. 5xaltada,
decidí caminar con la cabe#a erguida !asta el
continente.
$van#aba !acia lo desconocido, pisando el dulce tapi#
de a"uel fondo tan complaciente. aminaba,
caminaba, alejándome de 3apón a pasos de titán,
pensando en lo fabuloso "ue resultaba go#ar de
semejantes poderes.
aminaba, caminaba, y de pronto me !undí. 5l banco
de arena "ue me !abía llevado !asta allí se agrietó
debajo de mí. 'erdí pie. 5l agua me engulló. =ntent%
mover fren%ticamente bra#os y piernas para regresar a
la superficie, pero cada ve# "ue mi cabe#a emergía,
una nueva ola volvía a !undirme bajo las olas igual
"ue un torturador "ue intentara sonsacarme una
confesión.
omprendí "ue me estaba a!ogando. uando mis
ojos conseguían salir del mar, veía una playa "ue me
parecía lejana, mis padres durmiendo la siesta y varias
personas mirándome sin moverse, fieles al viejo
principio nipón de jamás salvarle la vida a nadie, ya
"ue eso implicaría obligarle a una gratitud excesiva
para %l.
$"uel espectáculo de mi público asistiendo a mi propia
muerte resultaba todavía más !orroroso "ue mi óbito.
Lrit%/
AJasu@eteK
5n vano.
Me dije entonces "ue ya no era momento de andarme
con pudores con la lengua francesa y traduje el
anterior grito c!illando/
AJ1ocorroK
5s posible "ue a"u%lla fuera la confesión "ue el agua
"uería obtener de mí/ "ue !ablara la lengua de mis
padres. 'or desgracia, %stos no oyeron nada. 7os
espectadores nipones respetaron su regla de no
intervención !asta el punto de ni si"uiera avisar a los
responsables de mis días. 6 yo miraba cómo me
miraban morir con atención.
'ronto ya no tuve fuer#as para mover mis
extremidades y me dej% arrastrar !acia el fondo. Mi
cuerpo se desli#ó bajo las aguas. 1abía "ue a"uellos
momentos eran los últimos de mi vida y no "uería
perd%rmelos/ intent% abrir los ojos y lo "ue vi me
fascinó. 7a lu# del sol nunca !abía sido tan !ermosa
como a trav%s de las profundidades del mar. 5l
movimiento de las olas propagaba ondas
centelleantes.
$"uello !i#o "ue me olvidara del miedo a la muerte.
Me parece "ue permanecí allí durante !oras.
Unos bra#os me arrancaron y sacaron a la superficie.
Despir% de golpe, muy fuerte, y abrí los ojos para ver
"ui%n me !abía salvado/ era mi madre "ue lloraba. Me
llevó !asta la playa abra#ándome con fuer#a sobre su
vientre.
Me envolvió en una toalla y frotó mi espalda y mi
pec!o vigorosamente/ vomit% muc!a agua. 6 luego me
meció mientras, entre lágrimas, me contaba/
ABugo te !a salvado la vida. 5staba jugando con
$ndr% y 3uliette cuando, por casualidad, !a visto tu
cabe#a en el momento en "ue desaparecía bajo el
mar. Ba venido a avisarme enseñándome dónde
estabas. J4e no ser por %l, estarías muertaK
Mir% al pe"ueño euroasiático y dije solemnemente/
ALracias, Bugo, eres muy bueno.
1ilencio patidifuso.
AJBablaK JBabla como una emperatri#K Aexclamó con
 júbilo mi padre, "ue en un instante pasó de los
escalofríos inmediatamente anteriores a la carcajada.
ABace tiempo "ue !ablo Adije, encogi%ndome de
!ombros.
5l agua !abía conseguido su objetivo/ !abía
confesado.
umbada en la arena cerca de mi !ermana, me
preguntaba si me sentía feli# de no estar muerta.
Miraba a Bugo como si fuera una ecuación
matemática/ sin %l, yo no existiría. :Me gustaría no
existir< 8&o !abría estado a"uí para saber si me
gustaba o no9, me dije con lógica. 1í, me sentía feli#
de no estar muerta, de saber "ue eso me gustaba.
3unto a mí, la !ermosa 3uliette. 1obre mí, las
magníficas nubes. 4elante de mí, el admirable mar.
4etrás de mí, la infinita playa. 5l mundo era !ermoso/
merecía la pena vivir.
4e regreso a 1!u@uga?a, decidí aprender a nadar. &o
lejos de la casa, en la montaña, !abía un pe"ueño
lago verde "ue bautic% como el 'e"ueño 7ago Ierde.
5ra el paraíso lí"uido. 1us aguas tibias eran de una
belle#a subyugadora, perdidas entre una profusión de
a#aleas.
&is!ioHsan tomó la costumbre de llevarme cada
mañana al 'e"ueño 7ago Ierde. 1ola, descubrí el arte
de nadar como un pe#, siempre con la cabe#a debajo
del agua, los ojos abiertos y fijos en los misterios
ocultos, cuya existencia !abía descubierto gracias al
a!ogamiento.
uando mi cabe#a emergía, veía cómo se levantaban
a mi alrededor las montañas pobladas de árboles. 5ra
el centro geom%trico de un círculo de esplendor en
constante expansión.
Baber ro#ado la muerte no "uebrantaba mi convicción
no formulada de ser una divinidad. :'or "u% los dioses
iban a ser inmortales< :5n "u% medida podía la
inmortalidad convertir a alguien en divino< :$caso es
menos sublime la peonía por el !ec!o de marc!itarse<
7e pregunt% a &is!ioHsan "ui%n era 3esús. Me
contestó "ue no lo sabía exactamente.
A1% "ue es un dios Ase aventuró a decirA. 6 "ue
tenía el pelo largo.
A:rees en %l<
A&o.
A:rees en mí<
A1í.
A6o tambi%n tengo el pelo largo.
A1í. 'ero a ti, además, te cono#co.
&is!ioHsan era una buena persona/ tenía opiniones
fundadas.
Mi !ermano, mi !ermana y Bugo iban a la escuela
americana, cerca del monte Do@@o. 5ntre sus libros
escolares, $ndr% tenía uno titulado My friend 3esús.
odavía no era capa# de leerlo, pero contenía
ilustraciones. Bacia el final, podía verse al !%roe en
una cru# con muc!a gente a su alrededor, mirándolo.
$"uel dibujo me fascinaba. 7e pregunt% a Bugo por
"u% 3esús estaba clavado en una cru#.
A5s para matarlo Acontestó.
A:5star en una cru# mata a los !ombres<
A1í. 5s por"ue está clavado sobre la madera. 1on los
clavos los "ue le matan.
$"uella explicación me pareció de recibo. 7a imagen
resultaba todavía más formidable. $sí pues, 3esús se
estaba muriendo ante la multitud, Jy nadie acudía para
salvarloK Me recordaba algo.
6o tambi%n !abía pasado por a"uella situación/ estar
diñándola mirando cómo la gente me miraba. Babría
bastado "ue alguien acudiera a retirar los clavos del
crucificado para salvarlo/ !abría bastado "ue alguien
acudiera a sacarme del agua, o simplemente "ue
alguien avisara a mis padres. 5n mi caso, como en el
de 3esús, los espectadores !abían preferido no
intervenir.
1in duda los !abitantes del país del crucificado tenían
los mismos principios "ue los japoneses/ salvar la vida
de un ser e"uivalía a convertirlo en un esclavo a causa
de una exagerada gratitud. Ialía más dejarlo morir "ue
privarlo de su libertad.
&o pretendía rebatir a"uella teoríaF sólo sabía "ue
resultaba terrible sentirse morir ante un público pasivo.
6 experiment% una profunda complicidad con 3esús,
ya "ue estaba convencida de comprender el
sentimiento de rebeldía "ue le invadía en a"uel
momento.
;uise saber más sobre a"uella !istoria. omo la
verdad parecía estar encerrada en las rectangulares
!ojas de los libros, decidí aprender a leer. $nunci% mi
decisiónF se rieron en mis narices.
6a "ue no me tomaban en serio, lo !aría yo sólita. &o
suponía ningún problema. Babía aprendido por mí
misma a !acer cosas igualmente dignas de
admiración/ !ablar, andar, nadar, reinar y jugar a la
peon#a.
Me pareció racional empe#ar con un intín por las
ilustraciones. 5legí uno al a#ar, me sent% en el suelo y
fuii pa
fu pasa
sand
ndoo la
lass pá
pági
gina
nass. Me res
esul
ulttar
aríía imp
mpoosi
sibble
explicar lo "ue ocurrió, pero en el momento en "ue la
vaca salió de la fábrica a trav%s de un grifo "ue
fabricaba salc!ic!as, sentí "ue ya sabía leer.
leer.
Me guard% de revelar a otros a"uel prodigio, ya "ue mi
deseo de leer les !abía parecido risible. $bril era el
mes de los cere#os del 3apón en flor. 5l barrio lo
celebraba por la noc!e, con sa@e. &is!ioHsan me dio
un vaso/ a"uello me !i#o gritar de satisfacción.
'asaba largas noc!es de pie, sobre mi almo!ada,
agarrada a los barrotes de mi camaHjaula, mirando
fijamente a mi padre y a mi madre, como si tuviera el
proyecto de escribir un estudio #oológico sobre sus
personas. $mbos experimentaban un creciente
malestar. 7a seriedad con "ue los contemplaba los
intimidaba
intimidaba !asta el punto de !acerles perder el sueño.
Mis padres comprendieron "ue yo ya no podía dormir
en su !abitación.
raslad
adaaron mis pertenencias a una especie de
granero. $"uello me encantó. 5xaminarlo me produjo
un pl
plac
acer
er de
desc
scon
onoc
ocido
ido,, es
espe
peci
cial
alme
ment
ntee su
suss gr
grie
ieta
tas,
s,
más expresivas "ue a"uellas cuyos meandros !abía
estado observando durante dos años y medio. Babía
tambi%n un fárrago de objetos "ue interrogar con la
mirada/ cajas, ropa vieja, una piscina !inc!able
des!inc!ada, ra"uetas podridas y otras maravillas.
'asaba fascinantes noc!es de insomnio
preguntándome por el contenido de a"uellas cajas de
cartón/ debía de tratarse de algo muy !ermoso para
permanecer tan bien escondido. Babría sido incapa#
de bajar de la camaHjaula para ir a mirar/ estaba
demasiado alta.
$ finales de abril, una maravillosa novedad conmovió
mi existencia/ abrieron la ventana de mi !abitación
durante la noc!e. &o recordaba !aber dormido con la
ventana abierta. Desultaba prodigioso/ podía escrutar
los enigmáticos murmullos "ue se escapaban de un
mundo soñoliento, interpretarlos, darles sentido. 7a
camaHjaula estaba instalada junto a la pared, bajo la
abu!ardillada ventana/ cuando el viento separaba las
cortinas, podía ver el cielo color de s%samo. 5l
descubrimiento de a"uel color me dejó sin respiración/
resultaba reconfortante descubrir "ue la noc!e no era
negra.
Mi ruido preferido era el ladrido lancinante y lejano de
un perro inidentificable "ue bautic% como 6oru@o%, 8la
vo# de la noc!e9. 1us gimoteos molestaban al barrio.
Me fascinaba como un canto melancólico. Me !abría
gustado conocer la ra#ón de tanta desesperación.
7a suavidad del aire nocturno fluía por la ventana y se
asomaba directamente sobre mi cama. Me la bebía
!asta sentirme ebria. 1ólo por a"uella prodigalidad de
oxígeno !abría podido adorar el universo.
4urante a"uellos fastuosos insomnios, mi oído y mi
olfato funcionaban a pleno rendimiento. 7a tentación
de utili#ar la vista no era menos intensa. $"uel ojo de
buey, encima de mí, constituía una provocación.
Una noc!e, no pude resistirlo más. 5scal% los barrotes
de mi camaHjaula por la pared, levant% las manos lo
más alto posible/ logr% agarrarme al borde inferior de
la ventana. 5mbriagada por a"uella !a#aña, conseguí
levantar mi d%bil cuerpo !asta a"uel punto de apoyo.
5ncaramada sobre el vientre y los codos, descubrí
finalmente el paisaje nocturno/ exultaba de admiración
frente a las grandes y oscuras montañas, los pesados
y majestuosos tejados de las casas vecinas, la
fosforescencia de las flores de los cere#os, el misterio
de las calles oscuras. ;uise asomarme para ver dónde
tendía la ropa &is!ioHsan y lo "ue tenía "ue ocurrir
ocurrió/ me caí.
1e produjo un milagro/ tuve el reflejo de separar las
piernas y mis pies permanecieron agarrados a los dos
ángulos inferiores de la ventana. Mis pantorrillas y mis
muslos se extendían a lo largo del estrec!o reborde
del tejado, mis caderas descansaban sobre el canalón,
mi tronco y mi cabe#a permanecían suspendidos en el
vacío.
Una ve# superado el susto inicial, empec% a sentirme
a gusto en mi nuevo puesto de observación.
ontempl% la parte trasera de la casa con enorme
inter%s. 3ugu% a balancearme de i#"uierda a derec!a y
me dedi"u% al estudio balístico de mis escupitajos.
'or la mañana, cuando mi madre entró en la
!abitación, emitió un grito de terror/ justo encima de la
cama vacía, la ventana abierta con las cortinas
separadas y mis pies a uno y otro lado. Me sujetó por
los tobillos, me !i#o reingresar intra muros y me
administró la a#otaina del siglo.
A&o podemos dejarla dormir sola. 5s demasiado
peligroso.
;uedó decretado "ue el desván se convertiría en la
!abitación de mi !ermano y "ue, a partir de entonces,
yo compartiría la de mi !ermana ocupando el lugar de
$ndr%. $"uella mudan#a trastocó mi vida. 4ormir con
3uliette acentuó !asta la exaltación la pasión "ue
sentía por ella/ compartiría su !abitación durante los
"uince años siguientes.
$ partir de a"uel momento, mis insomnios sirvieron
para contemplar a mi !ermana. 7as !adas "ue se
!abían asomado sobre su cuna no sólo le !abían
concedido la gracia de dormir, sino tambi%n la gracia a
secas/ en absoluto molesta por mi permanente mirada,
ella dormía con una calma "ue obligaba a la
admiración. Me aprendí de memoria el ritmo de su
respiración y la musicalidad de sus suspiros. &adie
conoce tan bien como yo el reposo ajeno.
Ieinte años más tarde, leí, estremecida, el siguiente
poema de $ragon/
5ntr% en la casa como un ladrón
ú compartías ya el intenso reposo de las flores
Me asusta tu silencio y sin embargo respiras
ontra mí te mantengo aliento imaginario
6o soy cerca de ti el turbado vigía
;ue con cada paso multiplica su eco
5n el fondo de la noc!e
6o soy cerca de ti de los muros vigía
;ue sufre por la !oja y muere por un susurro
5n el fondo de la noc!e
Iivo por esa "ueja en la !ora del reposo
Iivo por ese temor en mí por cual"uier cosa
5n el fondo de la noc!e
Ie y diles, gacela mía, a los días futuros
;ue a"uí el nombre de 5lsa sólo es mi rúbrica
5n el fondo de la noc!e.
1ólo !abía "ue sustituir 5lsa por 3uliette.
5lla dormía por las dos. 'or la mañana, me levantaba,
radiante y dispuesta, descansada por el sueño de mi
!ermana.
5l mes de mayo empe#ó bien.
$lrededor del 'e"ueño 7ago Ierde las a#aleas
protagoni#aban una explosión floral. omo si una
c!ispa !ubiera prendido la pólvora, toda la montaña se
vio contaminada. 5n lo sucesivo, nad% entre el rosa
más intenso.
7a temperatura diurna no se movía de los veinte
grados/ el 5d%n. 5staba a punto de pensar "ue mayo
era un mes excelente cuando estalló el escándalo/ en
el jardín, mis padres levantaron un mástil en cuyo
extremo superior flameaba, ondeando al viento como
una bandera, un enorme pe# de papel rojo.
'regunt% de "u% se trataba. Me explicaron "ue de una
carpa, en !onor a mayo, el mes de los c!icos. 4ije "ue
no veía cuál era la relación. Me respondieron "ue la
carpa era el símbolo de los c!icos y "ue se enarbolaba
ese tipo de esfígie piscícola en los !ogares de
a"uellas familias "ue tuvieran un !ijo de sexo
masculino.
A:6 cuándo cae el mes de las c!icas< Apregunt%.
A&o existe.
Me "ued% sin !abla. :;u% clase de apabullante
injusticia era a"u%lla<
Mi !ermano y Bugo me miraron con expresión burlona.
A:'or "u% una carpa para un c!ico< Apregunt% de
nuevo.
A:'or "u% los beb%s siempre dicen por "u%< Ame
replicaron.
Me alej% dolida, convencida de la pertinencia de mi
pregunta.
5s cierto "ue ya !abía observado la existencia de una
diferencia sexual, pero eso nunca me !abía
perturbado. 5xistían muc!as diferencias sobre la
tierra/ los japoneses y los belgas Qcreía "ue todos los
blancos eran belgas menos yo, "ue me consideraba
 japonesaR, los pe"ueños y los mayores, los buenos y
los malos, etc. Me parecía "ue la de mujer u !ombre
era una oposición como otra cual"uiera. 'or primera
ve#, sospec!% "ue se trataba de algo muc!o más
importante.
5n el jardín, me situ% debajo del mástil y empec% a
observar la carpa. :5n "u% evocaba más a mi
!ermano "ue a mí< :6 la masculinidad, en "u%
resultaba tan formidable como para dedicarle una
bandera y un mes, más aún teniendo en cuenta "ue
a"u%l era un mes de suavidad y de a#aleas< Mientras
"ue a la feminidad Jni si"uiera le dedicaban un
banderín, ni un solo díaK
7e propin% una patada al mástil, "ue no manifestó
ninguna reacción.
6a no estaba tan convencida de "ue el mes de mayo
fuera de mi agrado. $demás, los cere#os del 3apón
!abían perdido sus flores/ se !abía producido una
especie de otoño primaveral. 7a frescura se
marc!itaba antes de "ue yo la !ubiera visto resucitar
dos matorrales más allá.
Mayo merecía ser el mes de los c!icos/ era el mes del
declive.
1olicit% ver carpas de verdad, como un emperador
exige ver un aut%ntico elefante.
5n 3apón, nada más sencillo "ue ver carpas, y en
mayo más todavía. 1e trata de un espectáculo difícil
de evitar. 5n los par"ues públicos, siempre "ue !ay un
punto de agua, contiene carpas. 7a función de los @oi
no es la de ser comidos Aen realidad, un sas!imi de
carpa sería una pesadillaA, sino observados y
admirados. =r al par"ue a contemplarlos constituye una
actividad tan civili#ada como asistir a un concierto.
&is!ioHsan me llevó al arboretum de 2utatabi. 6o
caminaba levantando la nari#, asustada ante el
inmenso esplendor de las criptómeras, !orrori#ada por
su edad/ yo tenía dos años y medio, ellas doscientos
cincuenta/ eran, literalmente, cien veces más viejas
"ue yo.
5l 2utatabi era un santuario vegetal. &i si"uiera
viviendo en el cora#ón de la !ermosura, como era mi
caso, uno podía dejar de sentirse subyugado por lo
soberbio de a"uella cuidada naturale#a. 7os árboles
parecían ser conscientes de su prestigio.
7legamos al estan"ue. Nbserv% un !ormigueo de
colores. 5n la otra orilla, un bon#o se acercó a tirar
unos gránulos/ vi cómo las carpas saltaban para
alcan#arlos. $lgunas eran enormes. 5ra un brote
refulgente "ue iba del a#ul metálico al naranja
pasando por el blanco, el negro, la plata y el oro.
5ntrecerrando los ojos, uno sólo podía contemplar su
c!ispeante colorido a la lu# y maravillarse. 'ero,
abri%ndolos de par en par, uno no podía !acer
abstracción de su espesa silueta de pecesHdiva, de
sobrealimentadas sacerdotisas de la piscicultura.
5n el fondo, parecían astafiores mudas, obesas y
engalanadas con vestidos tornasolados. 7os vestidos
multicolores resaltan el lado ridículo de las morcillonas,
igual "ue los abigarrados tatuajes !acen destacar la
grasa en los gordinflones. &ada resultaba tan poco
agraciado como a"uellas carpas. &o me disgustó "ue
fueran el símbolo de los c!icos.
AIiven más de cien años Ame dijo &is!ioHsan en un
tono de absoluto respeto.
&o estaba muy segura de "ue fuera algo de lo "ue
presumir. 7a longevidad no era un fin en sí mismo.
'ara una criptómera, vivir largamente suponía tener
tiempo de asentar un reino, de suscitar la admiración y
el reverencial temor ante semejante monumento de
fuer#a y paciencia.
'ara una carpa, ser centenaria significaba revolcarse
en una adiposa duración, suponía criar mo!o con su
fangosa carne de pe# de aguas estancadas. Bay algo
todavía más repugnante "ue la grasa joven/ la grasa
vieja.
Me abstuve de expresar mi opinión. Degresamos a
casa. &is!ioHsan aseguró a los míos "ue las carpas
me !abían encantado. &o la desmentí, cansada ante
la idea de exponerles mis puntos de vista.
$ndr%, Bugo, 3uliette y yo nos bañábamos juntos. 7os
dos enclen"ues granujas se parecían a todo menos a
unas carpas. 5so no les impedía ser feos. ;ui#ás %se
era el punto en común originario de a"uel símbolo/
estar en posesión de algo feo. 7as c!icas nunca
!abrían podido ser representadas por un animal
repugnante.
7e pedí a mi madre "ue me acompañase al 8apuario9
Qcuriosamente, era incapa# de pronunciar la palabra
8acuario9R de Cobe, uno de los más famosos del
mundo. $ mis padres les sorprendió a"uella pasión
ictiológica.
1ólo deseaba comprobar si todos los peces eran tan
feos como las carpas. 'ermanecí durante largo rato
observando la fauna de a"uellos amplios y
acristalados estan"ues/ descubrí animales más
encantadores y agraciados "ue otros. $lgunos eran
fantasmagóricos como el arte abstracto. Un creador
!abría go#ado con tanta elegancia importable y, sin
embargo, allí al alcance de la mano.
Mi conclusión fue inapelable/ de todos los peces, el
más inepto Ael único "ue era ineptoA era la carpa.
Me reí para mis adentros. Mi madre vio cómo
disfrutaba. 85sta pe"ueña estudiará biología
submarina9, decretó con sagacidad.
7os japoneses !abían acertado al elegir a a"uel
animal como símbolo del sexo feo.
;uería a mi padre, toleraba a Bugo Aal fin y al cabo
me !abía salvado la vidaA, pero consideraba a mi
!ermano la peor de las molestias. 7a única ambición
de su existencia parecía ser perseguirme/ lo !acía con
tanto deleite "ue constituía un fin en sí mismo. uando
me !abía !ec!o rabiar durante !oras, ya daba por bien
empleada su jornada. $l parecer, todos los !ermanos
mayores son así/ "ui#ás !abría "ue exterminarlos.
on junio llegó el calor. Me pasaba el día en el jardín y
sólo lo abandonaba, a mi pesar, para dormir. 5l primer
día del mes, el mástil y la bandera piscícola fueron
retirados/ los c!icos ya no eran merecedores de !onor
alguno. 5ra como si !ubieran ec!ado abajo la estatua
de alguien "ue no me gustara. 1e acabaron las carpas
en el cielo. 3unio me resultaba todavía más simpático.
7a temperatura permitía los espectáculos al aire libre.
Me anunciaron "ue todos estábamos invitados a
escuc!ar cantar a mi padre.
A:'apá canta<
Aanta no.
A:6 eso "u% es<
A6a lo verás.
&unca !abía oído cantar a mi padre/ se aislaba para
sus ejercicios, o "ui#ás los practicara en su escuela,
 junto a su maestro de no.
Ieinte años más tarde, me enter% de cuál fue la
singular casualidad "ue !i#o "ue el responsable de
mis días, al "ue nada predisponía para una carrera
lírica, se convirtiera en cantante de no. Babía
desembarcado en Nsa@a en )OP, en calidad de
cónsul de (%lgica. 5ra su primer destino asiático y
a"uel joven diplomático de treinta años !abía
experimentado !acia a"uel país un flec!a#o recíproco.
3apón se convirtió Ay siguió si%ndoloA en el amor de
su vida.
on el entusiasmo del neófito, "uería descubrir todas
las maravillas del =mperio. omo todavía no !ablaba la
lengua local, una brillante int%rprete nipona lo
acompañaba a todas partes. ambi%n le !acía de guía
y de iniciadora en las diferentes formas de artes
nacionales. $l comprobar !asta "u% punto era abierto
de espíritu, se le ocurrió mostrarle una de las joyas
menos accesibles de la cultura tradicional/ el no. 5n
a"uella %poca, los occidentales se mostraban tan
cerrados al no como abiertos al @abu@i.
$sí pues, le !i#o visitar una venerable escuela de no
del Cansai, cuyo maestro era un esoro viviente. Mi
padre tuvo la sensación de !aber retrocedido mil años
en el tiempo. $"uel sentimiento se agravó cuando
escuc!ó el no/ de entrada, pensó "ue se trataba de
borborigmos procedentes de la noc!e de los tiempos.
5xperimentó el tipo de malestar !ilarante "ue inspiran
las reconstrucciones de escenas pre!istóricas en los
museos.
7entamente, fue comprendiendo "ue se trataba de lo
contrario, "ue se !allaba ante la sofisticación misma y
"ue no existía nada tan estili#ado y civili#ado. 4e a!í a
"ue le gustase, todavía !abía un trec!o "ue no podía
recorrer.
$ pesar de a"uellos extraños decibelios "ue lo
asustaban, mantuvo la expresión afable y encantada
de un aut%ntico diplomático. $l final de la melopeya A
"ue, por supuesto, se alargó durante !orasA, no
manifestó ni un ápice del aburrimiento "ue !abía
experimentado.
Mientras tanto, su presencia !abía provocado la
perplejidad de toda la escuela. 5l viejo maestro de no
acabó plantándose ante %l para decirle/
ABonorable !u%sped, es la primera ve# "ue un
extranjero penetra en estos lugares. :'uedo pedirle su
opinión acerca de los cantos "ue acaba de escuc!ar<
7a int%rprete !i#o su trabajo.
onfundido por la ignorancia, mi padre se aventuró a
expresar amables tópicos sobre la importancia de la
cultura ancestral, la ri"ue#a del patrimonio artístico de
a"uel país y otras estupideces, a cual más
conmovedora.
onsternada, la int%rprete decidió no traducir una
respuesta tan tonta. $sí pues, a"uella japonesa culta
sustituyó la opinión del responsable de mis días por la
suya propia y la expresó con las palabras justas.
$ medida "ue iba 8traduciendo9, el viejo maestro abría
cada ve# más los ojos. JómoK J$"uel ingenuo blanco,
"ue apenas acababa de desembarcar y escuc!aba no
por ve# primera !abía comprendido la esencia y la
sutile#a de a"uel arte supremoK
on un gesto impensable en un nipón, y muc!o menos
en un esoro viviente, tomó la mano del extranjero con
solemnidad y le dijo/
ABonorable !u%sped, Justed es un magoK JUn ser
excepcionalK Jiene "ue convertirse en mi alumnoK
6 como mi padre es un excelente diplomático,
contestó en el acto por mediación de la dama/
A5ra mi más preciado deseo.
4e entrada, no calibró las consecuencias de su buena
educación, al suponer "ue todo "uedaría en papel
mojado. 'ero, sin más dilación, el viejo maestro le
ordenó "ue acudiera a la escuela a recibir su primera
lección al día siguiente, a las siete de la mañana.
Un !ombre en su sano juicio lo !abría anulado por la
mañana con una llamada telefónica de su secretaria.
5l responsable de mis días, en cambio, se levantó al
amanecer del día señalado y acudió a la !ora
indicada. 5l venerable profesor no pareció
sorprenderse lo más mínimo y le prodigó su áspera
lección sin asomo de indulgencia, considerando "ue
un alma tan profunda merecía el !onor de ser tratada
con dure#a.
$l final de la lección, mi pobre padre estaba reventado.
AMuy bien Acomentó el viejo maestroA. Degrese
mañana a la misma !ora.
A5s "ue yo empie#o a trabajar a las oc!o y media
en el consulado.
A&ingún problema. Ienga a las cinco de la mañana.
Bundido, el alumno obedeció. $cudió a la escuela
cada mañana a a"uella !ora in!umana para un
!ombre "ue ya tenía un oficio con muc!as
obligaciones, salvo los fines de semana, en los "ue
podía permitirse empe#ar sus clases a las siete, lo "ue
constituía un aut%ntico lujo de pere#a.
5l discípulo belga se sentía arrollado por a"uel
monumento de civili#ación nipona al cual intentaba
incorporarse. >l, al "ue, antes de su llegada al 3apón,
le gustaba el fútbol y el ciclismo, se preguntaba por
"u% infausta metedura de pata del a#ar se encontraba
sacrificando su existencia en aras de un arte tan
oculto. $"uello le convenía tan poco como el
 jansenismo a un vividor o la ascesis a un tragón.
1e e"uivocaba. 5l viejo maestro !abía tenido más
ra#ón "ue un santo. &o tardó en !acer salir a flote,
desde el fondo del anc!o pec!o del extranjero, un
órgano de primer orden.
A5s usted un cantante admirable Ale dijo a mi padre,
"ue, entretanto, !abía aprendido japon%sA. $sí pues,
completar% su formación y le enseñar% a bailar.
A:$ bailar< 'ero, !onorable maestro, JmíremeK A
balbuceó el belga mostrando su espesa y palurda
silueta.
A&o veo cuál es el problema. 5mpe#aremos la
lección de dan#a mañana por la mañana, a las cinco.
$l día siguiente, al final de la clase, le tocó al profesor
sentirse consternado. 5n tres !oras, a pesar de su
paciencia, no consiguió arrancarle al responsable de
mis días ni un solo movimiento "ue no fuera
lamentable en su torpe#a y simplicidad.
5ducado y entristecido, el esoro viviente concluyó
con las siguientes palabras/
ABaremos una excepción con usted. 1erá un
cantante no "ue no bailará.
Más tarde, muerto de risa, el viejo maestro no perdería
la oportunidad de contar a sus coristas a "u% se
parecía un belga aprendiendo el baile del abanico.
5l pobre bailarín, sin embargo, se convirtió en un
artista si no pasmoso, sí apreciable. omo se trataba
del único extranjero del mundo en poseer ese talento,
se !i#o famoso en el 3apón con el nombre "ue le
"uedó para siempre/ 8el cantante no de los ojos
a#ules9.
odos los días, durante los cinco años "ue duró su
consulado en Nsa@a, acudió, al amanecer, a perder
sus tres !oras de lección en la escuela del venerable
profesor. 1e estableció entre ambos una magnífica
relación de amistad y admiración "ue unió, en el país
del 1ol &aciente, al discípulo con el sensei.
$ los dos años y medio, yo no sabía nada de a"uella
!istoria. &o tenía ni la más remota idea de cómo
ocupaba mi padre sus jornadas. 4e noc!e, regresaba
a casa. =gnoraba de dónde venía.
A:$ "u% se dedica 'apá< Ale pregunt% un día a mi
madre.
A5s cónsul.
Ntra ve# una palabra desconocida cuyo significado
acabaría averiguando.
7legó la tarde del anunciado espectáculo. Mi madre
llevó al templo a Bugo y a sus tres !ijos. 5l escenario
ritual del no !abía sido instalado al aire libre en el
 jardín del santuario.
omo el resto de los espectadores, recibimos cada
uno un cojín duro para poder arrodillarnos. 5l lugar era
muy !ermoso y yo me pregunt% "u% iba a ocurrir.
7a ópera empe#ó. Ii aparecer a mi padre en el
escenario con la extremada lentitud re"uerida. 7levaba
un vestido precioso. 1entí un inmenso orgullo de tener
un progenitor tan bien vestido.
7uego se puso a cantar. Deprimí una expresión de
terror. :;u% eran a"uellos extraños y espantosos
sonidos procedentes de su vientre< :uál era a"uel
idioma incomprensible< :'or "u% la vo# paterna se
!abía transformado en un lamento irreconocible<
:;u% le !abía ocurrido< 1entí deseos de llorar, como
si acabara de presenciar un accidente.
A:;u% le ocurre a 'apá< Ale murmur% a mi madre,
"ue me ordenó callar.
:5ra a"uello cantar< uando &is!ioHsan me cantaba
canciones infantiles me gustaba. $!ora, los ruidos "ue
salían de la boca de mi padre no sabía si me
gustabanF sólo sabía "ue me !orrori#aban, "ue me
producían pánico, "ue me !abría gustado estar en otro
lugar.
Más tarde, muc!o más tarde, aprendí a amar el no, a
adorarlo, al igual "ue el responsable de mis días, "ue
necesitó aprender a cantarlo para amarlo con locura.
'ero un espectador inculto y sincero "ue escuc!a no
por ve# primera no puede sino sentir un profundo
malestar, como el extranjero "ue prueba por primera
ve# la áspera ciruela marinada a la sal "ue se come en
el desayuno tradicional japon%s.
Iiví una tarde temible. $l miedo inicial le sucedió el
aburrimiento. 7a ópera duró cuatro !oras, durante las
cuales no ocurrió estrictamente nada. Me preguntaba
"u% !acíamos allí. &o parecía ser la única en !acerse
a"uella pregunta. Bugo y $ndr% mostraban su mortal
aburrimiento. 5n cuanto a 3uliette, simplemente/ se
!abía "uedado dormida sobre su cojín. 1entí envidia
de a"uella bienaventurada. =ncluso a mi madre le
resultaba difícil reprimir algunos boste#os.
Mi padre, arrodillado para no tener "ue bailar,
salmodiaba su interminable melopeya. Me preguntaba
"u% debía de pasar por su cabe#a. $ mi alrededor, el
público japon%s lo escuc!aba con impasibilidad, señal
de "ue cantaba bien.
$l atardecer, el espectáculo terminó por fin. 5l artista
belga se levantó y abandonó el escenario muc!o más
deprisa de lo autori#ado por la tradición, y eso por una
ra#ón t%cnica/ para un cuerpo nipón, permanecer de
rodillas durante !oras no plantea ningún problema,
mientras "ue las piernas paternas se !abían "uedado
profundamente dormidas. &o "uedaba otra opción "ue
correr !acia los bastidores para desplomarse allí
mismo, lejos de las miradas. 4e todos modos, en el no
el cantante no regresa al escenario a recibir los
aplausos, "ue, por otra parte, suelen ser muy poco
generosos. Nvacionar a un artista !abría parecido el
colmo de la vulgaridad.
'or la noc!e, mi padre me preguntó "u% me !abía
parecido la representación. Despondí con otra
pregunta/
A:5n eso consiste ser cónsul< :5n cantar<
1e puso a reír.
A&o, no es eso.
A:;u% es, entonces, ser cónsul<
A5s más difícil de explicar. e lo dir% cuando seas
mayor.
85so esconde algo9, pens%. 4ebía de implicar
actividades comprometedoras.
uando permanecía con un intín abierto sobre las
rodillas nadie sabía "ue estaba leyendo. reían "ue
me limitaba a mirar los dibujos. 5n secreto, leía la
(iblia. 5l $ntiguo estamento resultaba
incomprensible, pero en el &uevo !abía cosas "ue
parecían escritas para mí.
Me encantaba el pasaje en el "ue 3esús perdona a
María Magdalena, pese a "ue no comprendía la
naturale#a de sus pecados, aun"ue ese detalle me
resultaba indiferente/ me gustaba "ue se arrodillase
ante %l y "ue le frotase los pies con sus largos
cabellos. Me !abría gustado "ue me !icieran algo así.
5l calor se disparó. 3ulio inauguró la %poca de lluvias.
5mpe#ó a llover casi todos los días. 7a lluvia, tibia y
!ermosa, me sedujo desde el primer momento.
Me encantaba permanecer días enteros en la terra#a,
mirando cómo el cielo se encarni#aba sobre la tierra.
3ugaba a ser el árbitro de a"uel cosmogónico combate
!aciendo el recuento de los puntos. 7as nubes
resultaban muc!o más impresionantes "ue el sol, y sin
embargo %ste siempre acababa por vencer, ya "ue era
el gran campeón de la fuer#a de inercia. uando el sol
veía acercarse los espl%ndidos nubarrones cargados
de agua, mascullaba su leitmotiv/
AIenga, vapul%ame, mándame tu stoc@ de
municiones, despác!ate a gusto, aplástame, no dir%
nada, no gemir%, nadie encaja como yo, y cuando ni
si"uiera existas por culpa de !aberme escupido
encima demasiadas veces, yo seguir% estando a!í.
$ veces, abandonaba mi refugio para tumbarme sobre
la víctima y compartir su suerte. 5legía el momento
más fascinante, el de la tempestad/ el pugilato
definitivo, la fase del combate en la "ue el asesino
golpea la cara al ritmo del grani#o, sin parar, en un
aparatoso estruendo de osamenta "ue cruje.
=ntentaba mantener los ojos abiertos para mirar al
enemigo a la cara. 1u belle#a resultaba espantosa. Me
entristecía saber "ue, tarde o temprano, perdería. 5n
a"uel duelo, !abía elegido mi bando/ estaba vendida
al adversario. $un cuando vivía en la ierra, era
partidaria de las nubes/ resultaban tan seductoras. &o
!abría dudado en cometer traición por ellas.
&is!ioHsan venía a buscarme para obligarme a
refugiarme bajo el tec!o de la terra#a.
A5stás loca, te pondrás enferma.
Mientras me "uitaba la ropa empapada y me
friccionaba con una toalla, contemplaba la cortina de
agua "ue proseguía con su obra pleonástica/
terraplenar la ierra. enía la impresión de vivir en un
gigantesco túnel de lavado.
$ veces sucedía "ue la lluvia ganaba. $"uella
provisional victoria recibía el nombre de inundación.
5l nivel del agua subió en el barrio. 5n el Cansai, a"uel
tipo de fenómeno se producía todos los veranos y no
se consideraba una catástrofe/ era un ritual previsto y
en vista del cual se tomaban medidas, como por
ejemplo dejar abiertas las oHmiso Qlas !onorables
alcantarillasR de las calles.
5n coc!e, era conveniente circular lentamente con el
fin de evitar las excesivas proyecciones de agua. Me
daba la impresión de viajar en barco. 7as estaciones
de lluvia me satisfacían por múltiples ra#ones.
5l 'e"ueño 7ago Ierde casi !abía doblado su
superficie, sepultando las a#aleas circundantes. enía
dos veces más espacio para nadar y me parecía
deliciosamente extraño el !ec!o de trope#ar, en
ocasiones, con un matorral florecido bajo los pies.
Un día, aprovec!ando una tregua pasajera, mi padre
"uiso dar un paseo por el barrio.
A:Me acompañas< Ame preguntó tendi%ndome la
mano.
=mposible negarse.
$sí pues, nos marc!amos los dos a dar una vuelta por
las calles inundadas. Me encantaba pasear con mi
padre, "ue, absorto en sus pensamientos, me dejaba
!acer las tonterías "ue "uisiera. Mi madre nunca me
!abría permitido saltar con los pies juntos en los
torrentes del borde de la calle, mojando mi falda y el
pantalón paterno. >l ni si"uiera se daba cuenta.
5ra un aut%ntico barrio japon%s, tran"uilo y !ermoso,
bordeado de paredes culminadas por tejas niponas,
con los gin@gos sobresaliendo de los muros de los
 jardines. $ lo lejos, la callejuela se transformaba en un
camino "ue serpenteaba por la montaña !acia el
'e"ueño 7ago Ierde. $"u%l era mi universo/ y, por
única ve# en mi vida, me concedió la profunda
sensación de sentirme en casa. enía la mano
levantada para sujetar la de mi padre. odo estaba en
su sitio, empe#ando por mí, cuando de pronto me
percat% de "ue mi mano estaba vacía.
Mir% a mi alrededor/ no !abía nadie. 5staba segura de
"ue, un segundo antes, mi padre estaba allí. Babía
bastado girar la cabe#a un momento para "ue se
esfumase. &i si"uiera !abía notado el instante en el
"ue me !abía soltado la mano.
Una angustia indescriptible se apoderó de mí/ :cómo
un !ombre podía volatili#arse de a"uel modo< :$caso
los seres eran algo tan precario "ue uno podía
perderlos sin motivo ni explicación< :'odía
desaparecer una mole como a"u%lla en un abrir y
cerrar de ojos<
4e repente, escuc!% la vo# paterna "ue me llamaba/
desde ultratumba, sin duda, ya "ue, por más "ue
mirase a mi alrededor, seguía sin aparecer. 1u vo#
parecía atravesar el mundo para llegar !asta mí.
A'apá, :dónde estás<
A5stoy a"uí Arespondió con calma.
A:4ónde<
A&o te muevas. 1obre todo no avances !acia donde
estaba yo.
A:4ónde estabas tú<
A$ un metro de ti, a tu derec!a.
A:;u% te !a ocurrido<
A5stoy debajo de ti. Babía una alcantarilla abierta, me
!e caído dentro.
Mir% a mi lado. 5n medio de la calle, convertida en río,
no se distinguía ninguna trampilla. 'ero, observando
con más detenimiento, me pareció apreciar una
especie de torbellino "ue debía de indicar la apertura
de las alcantarillas.
A:5stás en el miso, 'apá< Apregunt% con !ilaridad.
A1í, "uerida Adijo %l serenamente con la intención de
tran"uili#arme.
1e e"uivocaba/ !abría !ec!o mejor alarmándome. &o
esta
es taba
ba as
asus
usta
tada
da en ab abso
solu
lutto. $"u
"uel
el epi
piso
soddio me
parecía de lo más cómico y no veía dónde estaba el
peligro. Nbservaba fijamente el agujero de agua "ue lo
!abía engullido, maravillada de "ue pudiera !ablarme
a trav%s de a"uella muralla lí"uida/ me !abría gustado
reunirme con %l para ver cómo era su refugio acuático.
A:5stás bien donde estás, 'apá<
A1í. Iuelve a casa, y dile a Mamá "ue estoy en la
alcantarilla, :de acuerdo< Acontestó con tanta sangre
fría "ue no me di cuenta de la urgencia de mi misión.
AIoy.
4i media vuelta y me puse a juguetear.
'or el camino, me detuve, asaltada de pronto por una
evidencia/ :y si el oficio de mi padre consistía
precisamente en eso< J'ues claroK ónsul significaba
aleantarillero. &o !abía "uerido contármelo por"ue no
se sentía orgulloso de su profesión. J;u% callado se lo
teníaK
Me reí/ por fin !abía aclarado el misterio de las
actividades paternas. 1alía temprano por la mañana y
regresaba por la noc!e sin "ue yo supiera adonde iba.
$!ora ya lo sabía/ se pasaba el día en las
canali#aciones.
'ensándolo mejor, me alegr% de "ue mi padre tuviera
un trabajo relacionado con el agua/ el !ec!o de "ue
fuera agua sucia no "uitaba "ue fuera agua, mi aliado
elemento, el "ue más se parecía a mí, a"uel en el "ue
mejor me sentía, a pesar de !aber estado a punto de
a!ogarme en %l. 'or otra parte, :acaso no resultaba
lógico "ue !ubiera estado a punto de morir en el
elemento con el "ue más identificada me sentía<
odavía ignoraba "ue los amigos eran los mejores
traidores en potencia, pero sabía "ue las cosas más
seductoras tenían "ue ser, a la fuer#a, las más
peligrosas, como inclinarse demasiado por la ventana
o tumbarse en medio de la calle.
$"uellos interesantes pensamie ienntos borraron el
recuerdo de la misión "ue me !abía sido
encomendada por el alcantarillero. 5mpec% a jugar al
borde de la callejuela, a saltar con los pies juntos
sobre aut%nticos ríos mientras cantaba canciones "ue
me iba inventandoF sobre una pared, localic% un gato
"ue, por miedo a mojarse, no se atrevía a cru#ar/ lo
cogí en bra#os y lo deposit% sobre la pared de
enfrente, no sin antes soltarle un discurso sobre los
placeres de la natación y las ventajas "ue le
reportaría. 5l minino !uyó sin darme si"uiera las
gracias.
Mi padre !abía elegido una curiosa manera de
confesarme cuál era su profesión. 5n lugar de
explicármela, me !abía llevado a su lugar de trabajo,
al fondo del cual se !abía lan#ado a escondidas con la
intención de causarme una impresión todavía mayor.
J4ic!oso 'apáK ambi%n debía de ser allí donde
ensayaba sus lecciones de no, %sa era la ra#ón por la
cual nunca lo !abía oído cantar.
1entada sobre la acera, fabri"u% un barco con !ojas
de gin@go y lo solt% en medio de la corriente.
7o perseguí correteando. J5xtraños los japoneses, "ue
necesitaban a un belga para sus alcantarillasK 1in
duda era en (%lgica donde se encontraban los más
eminentes alcantarilleros. 5n fin, todo a"uello no tenía
demasiada importancia. 5l próximo mes celebraría mi
tercer aniversario/ Jsi por lo menos pudieran regalarme
a"uel elefante de peluc!eK Babía multiplicado las
alusiones para "ue mis padres comprendieran mi
deseo, pero esa gente, a veces, daba muestras de no
enterarse de nada.
1i no se !ubiera producido la inundación, !abría
 jugado a mi juego favorito, "ue yo denominaba 8el
desafío9/ consistía en tumbarse en medio de la calle,
en cantar mentalmente una canción y en permanecer
allí !asta el final del estribillo, sin moverse, ocurriese lo
"ue ocurriese. 1iempre me !abía preguntado si !abría
permanecido en el supuesto de "ue !ubiera pasado un
coc!e/ :!abría tenido el arrojo de no abandonar mi
puesto< Mi cora#ón latía muy fuerte ante esa idea. 'or
desgracia, las raras veces "ue logr% #afarme de la
vigilancia de los adultos para jugar al desafío, no !abía
pasado ningún ve!ículo. $sí pues, no !abía podido
obtener una respuesta a mi científica pregunta.
ras a"uellas múltiples aventuras mentales, físicas,
subterráneas y navales, llegu% a casa. Me instal% en la
terra#a y me puse a !acer girar mi peon#a con
obstinamiento. &o s% cuánto tiempo transcurrió así.
Mi madre acabó por verme.
A$!, ya !ab%is vuelto Adijo.
ABe vuelto sola.
A:6 tu padre<
A5stá trabajando.
A:Ba ido al consulado<
A5stá en las alcantarillas. =ncluso me pidió "ue te lo
dijera.
A:;u%<
Mi madre saltó dentro del coc!e y me ordenó "ue la
guiara !asta la alcantarilla en cuestión.
AJ'or fin llegáisK Agimió el alcantarillero.
omo no conseguía subirlo a la superficie, buscó la
ayuda de algunos vecinos, uno de los cuales tuvo la
feli# idea de coger una cuerda. 7a lan#ó dentro del
miso. Mi padre fue arrastrado por algunos matasietes.
1e formó un grupo de gente para ver emerger al belga
anadiómena. Merecía la pena/ igual "ue existen
muñecos de nieve, a"u%l parecía un muñeco de barro.
5l olor tampoco era excesivamente normal.
Iista la sorpresa general, comprendí "ue el
responsable de mis días no era alcantarillero y "ue
acababa de asistir a un accidente. $"uello me produjo
cierta decepción, no sólo por"ue me parecía divertida
la idea de tener familia en el sector de aguas usadas,
sino tambi%n por"ue eso suponía regresar a la casilla
inicial en mi elucidación del significado de la palabra
8cónsul9.
7a consigna fue dejar de pasear por las calles antes
del final del diluvio.
7o ideal, cuando llueve sin cesar, es, además, ir a
nadar. 5l remedio contra el agua es más agua todavía.
5n adelante, me pasaba la vida en el 'e"ueño 7ago
Ierde. &is!ioHsan me acompañaba cada día, agarrada
a su paraguas/ ella no !abía renunciado a tomar
partido en favor de lo seco. 6o, de entrada, !abía
elegido el bando opuesto/ salía de casa con el traje de
baño puesto para estar mojada antes de nadar. &o
tener nunca tiempo de secarme, %se era mi lema.
Me tiraba de cabe#a al lago y no salía de allí. 5l
momento más !ermoso era el c!aparrón/ ascendía
entonces a la superficie para !acer el muerto y recibir
la sublime duc!a perpendicular. 5l mundo caía sobre
mi cuerpo entero. $bría la boca para tragarme la
cascada, no rec!a#aba ni una sola gota de lo "ue la
lluvia me ofrecía. 5l universo era generosidad y yo
tenía la sed suficiente para beberme !asta el último
sorbo.
5l agua debajo de mí, el agua encima de mí, el agua
dentro de mí/ yo era el agua. &o era casual "ue, en
 japon%s, mi nombre incluyera el agua. $ su imagen y
semejan#a, me sentía preciosa y peligrosa, inofensiva
y mortal, silenciosa y tumultuosa, odiosa y feli#, dulce
y corrosiva, anodina y rara, pura y embargante,
insidiosa y paciente, musical y cacofónica, pero, por
encima de todo, más "ue cual"uier otra cosa, me
sentía invulnerable.
Uno podía protegerse de mí permaneciendo bajo un
tec!o o un paraguas sin "ue eso me perturbase. $
corto o largo pla#o, nada podía serme impermeable.
1iempre podían reescupirme o blindarse contra mí, de
todos modos acabaría por infiltrarme. &i si"uiera en el
desierto uno podía estar absolutamente seguro de no
encontrarme, y sí, en cambio, estar totalmente seguro
de pensar en mí. Uno podía maldecir observando
cómo yo continuaba cayendo tras cuarenta días de
diluvio sin "ue eso me afectase lo más mínimo.
4esde lo alto de mi experiencia antediluviana, sabía
"ue llover constituía la cumbre del placer. $lgunas
personas !abían observado "ue era recomendable
aceptarme, dejarse inundar por mí sin oponer
resistencia. 'ero lo mejor era ser directamente yo
misma, ser la lluvia/ no !abía voluptuosidad mayor "ue
derramarse, llovi#na o c!aparrón, fustigar los rostros y
los paisajes, alimentar los manantiales o desbordar los
ríos, estropear las bodas o celebrar los entierros,
abatirse con profusión, don o maldición del cielo.
Mi infancia pluvial transcurría en 3apón como pe# en el
agua.
Barta de mi interminable novia#go con mi elemento,
&is!ioHsan acabó por llamarme/
AJ1al del lagoK Je vas a derretirK
4emasiado tarde. Bacía muc!o tiempo "ue me !abía
derretido.
$gosto. 8Mus!iatsui9, se "uejaba &is!ioHsan. 5n
efecto, el calor era el de un baño turco. 7icuefacciones
y sublimaciones se sucedían a un ritmo insostenible.
Mi cuerpo anfibio rebosaba de satisfacción. 4ebía de
ser el único.
$ mi padre le parecía infernal tener "ue cantar con
a"uel calor. 4urante unas representaciones al aire
libre, deseaba "ue la lluvia interrumpiese el
espectáculo. 6o tambi%n lo deseaba, no sólo por"ue
a"uellas !oras de no me llenaban de aburrimiento,
sino sobre todo por la alegría del c!aparrón. 5l
estruendo del trueno en la montaña era el ruido más
!ermoso del mundo.
3ugaba a contarle mentiras a mi !ermana. odo valía
con tal "ue fuera inventado.
Aengo un burro Ale dije.
:'or "u% un burro< Un segundo antes no sabía "u%
iba a decirle.
AUn burro de verdad Aproseguí al a#ar, con un gran
valor frente a lo desconocido.
A:;u% dices< Aacabó por espetarme 3uliette.
A1í. engo un burro. Iive en un prado. 7o veo cuando
voy al 'e"ueño 7ago Ierde.
A&o !ay ningún prado.
A5s un prado secreto.
A:6 cómo es tu burro<
ALris, con unas orejas largas. 1e llama Cani@u A
invent%.
A:ómo sabes "ue se llama así<
A6o le puse ese nombre.
A&o tienes derec!o a !acerlo. &o es tuyo.
A1í, es mío.
A:ómo sabes "ue es tuyo y no de otro<
A>l me lo dijo.
Mi !ermana se rió a carcajadas.
AJMentirosaK 7os burros no !ablan.
JMaldita seaK Me !abía olvidado de ese detalle. 1in
embargo, me obstin%/
A5s un burro mágico "ue !abla.
A&o te creo.
A'eor para ti Aconcluí con altive#.
Me repetía para mis adentros/ 87a próxima ve# debo
acordarme de "ue los animales no !ablan9.
Iolví a la carga/
Aengo una cucarac!a.
'or ra#ones "ue se me escapan, a"uella mentira no
surtió ningún efecto.
=ntent% una verdad, para probar/
A1% leer.
A6 "u% más.
A5s cierto.
A1í, seguro.
(ueno. 7a verdad tampoco funcionaba.
1in desesperarme, proseguí mi bús"ueda de
credibilidad.
Aengo tres años.
A:'or "u% te pasas la vida mintiendo<
A&o miento. engo tres años.
AJ4entro de die# díasK
A1í. asi tengo tres años.
Aasi tres años no es lo mismo "ue tres años. :Ies
como te pasas la vida mintiendo<
enía "ue acostumbrarme a a"uella idea/ no tenía
credibilidad. &o era grave. 5n el fondo, me daba lo
mismo "ue me creyeran o no. 6o seguiría inventado
para mi propia satisfacción.
5mpec%, pues, a contarme !istorias. 6o, por lo menos,
me creía lo "ue decía.
&adie en la cocina/ una ocasión para no
desaprovec!ar. 1alt% sobre la mesa e inici% mi
ascensión de la cara norte del armario de provisiones.
Un pie sobre la caja de t%, otro sobre el pa"uete de
galletas, con la mano sujetando el ganc!o del
cuc!arón, tarde o temprano acabaría por locali#ar el
botín de guerra, el lugar en el "ue mi madre escondía
el c!ocolate y los caramelos.
Un cofre de !ojalata/ mi cora#ón latía como si fuera a
salirse de mi pec!o. on el pie i#"uierdo dentro del
pa"uete de arro# y el derec!o sobre las algas secas,
!ice explotar el cerrojo con la dinamita de mi codicia.
$brí y descubrí, con los ojos como platos, los doblones
de cacao, las perlas de a#úcar, los ríos de c!icle, las
diademas de regali# y las pulseras de nubes. 5l botín.
Me disponía a plantar mi bandera y a contemplar mi
victoria desde la cima de a"uel Bimalaya de jarabe de
glucosa y de antioxidante 5+0X cuando oí unos pasos.
'ánico. 4ejando mis piedras preciosas en lo alto del
armario, descendí !aciendo rappel y me escondí
debajo de la mesa. Unos pies !icieron acto de
presencia/ reconocí las pantuflas de &is!ioHsan y las
geta de Cas!imaHsan.
5sta última tomó asiento, mientras "ue la más joven
ponía a calentar agua para el t%. 7e daba órdenes
como a una esclava y, no contenta con su dominación,
le decía cosas terribles/
A5stá claro "ue te desprecian.
A&o es cierto.
A1alta a la vista. 7a mujer belga te !abla como a una
subalterna.
A$"uí sólo !ay una persona "ue me trata como a una
subalterna/ tú.
A&ormal/ tú eres una subalterna. 6o no soy !ipócrita.
A7a señora no es !ipócrita.
A5sa manera "ue tienes de llamarla señora resulta
ridicula.
A5lla me llama &is!ioHsan. 5l e"uivalente, en su
lengua, es señora.
A$ tus espaldas, puedes estar segura de "ue te llama
la c!ac!a.
A:ómo lo sabes< &o !ablas franc%s.
A7os blancos siempre !an despreciado a los
 japoneses.
A5llos no.
AJ;u% estúpida eresK
AJ5l señor canta noK
AJ85l señor9K :&o te das cuenta de "ue el !ombre
belga !ace eso para burlarse de nosotros<
A1e levanta cada día al amanecer para acudir a sus
clases de canto.
A5s normal "ue un soldado madrugue para defender
su país.
A5s un diplomático, no un soldado.
A6a vimos para "u% sirvieron, los diplomáticos, en
)O+*.
A5stamos en )OP*, Cas!imaHsan.
A:6 "u%< &ada !a cambiado.
A1i son tus enemigos, :por "u% trabajas para ellos<
A&o trabajo. :&o te !as dado cuenta<
A1í, ya me !e fijado. 'ero aceptas su dinero.
A5s muy poco comparado con lo "ue nos deben.
A&o nos deben nada.
A&os !an robado el país más !ermoso del mundo.
$cabaron con %l en )O+E.
A4e todos modos, acabamos ganando. &uestro país
es a!ora más rico "ue el suyo.
A&uestro país ya no es nada comparado con lo "ue
era antes de la guerra. ú no conociste a"uellos
tiempos. 5ntonces !abía motivos para sentirse
orgulloso de ser japon%s.
A7o dices por"ue !ablas de tu juventud. 7a ideali#as.
A&o basta con "ue uno !able de su juventud para
"ue sea !ermoso. ú, si !ablaras de la tuya, resultaría
miserable.
A5s cierto. 5s por"ue soy pobre. $ntes de la guerra
tambi%n lo !abría sido.
A$ntes existía belle#a para todos. 'ara los ricos y
para los pobres.
A:;u% sabes tú<
ABoy ya no existe belle#a para nadie. &i para los
ricos ni para los pobres.
A7a belle#a no resulta difícil de encontrar.
A1on los restos. 5stán condenados a desaparecer.
5s la decadencia de 3apón.
A5so me suena.
A6a s% lo "ue piensas. $un"ue no compartas mi
opinión, !arías bien en preocuparte. $"uí no eres tan
apreciada como crees. 5res muy ingenua si no te das
cuenta del desprecio "ue se esconde detrás de su
sonrisa. 5s normal. 7a gente de tu origen está tan
acostumbrada a ser tratada como un perro "ue ni
si"uiera se da cuenta. 6o soy una aristócrata/ noto
cuando me faltan al respeto.
A$"uí nadie te falta al respeto.
A$ mí, no. 7es dej% bien claro "ue más les valía no
confundirme contigo.
A5l resultado es "ue yo formo parte de la familia y tú
no.
A:ómo puedes ser tan estúpida para creer en
semejantes cosas<
A7os niños me adoran, sobre todo la pe"ueña.
AJ'or supuestoK J$ esa edad sólo son cac!orrosK J1i
le das de comer a un cac!orro, verás como te "uiereK
A6o los "uiero, a esos cac!orros.
A1i "uieres formar parte de una familia de perros,
mejor para ti. 'ero no te sorprendas si, un día, tambi%n
te tratan a ti como a un perro.
A:;u% "uieres decir<
A6o ya s% lo "ue me digo Adice Cas!imaHsan,
poniendo su ta#ón de t% sobre la mesa, como si
"uisiera dar por terminada la discusión.
$ la mañana siguiente, &is!ioHsan anunció a mi padre
"ue se despedía.
Aengo demasiado trabajo, estoy cansada. 4ebo
regresar a casa a ocuparme de mis gemelas. Mis !ijas
sólo tienen die# años, todavía me necesitan.
Mis padres, abatidos, sólo pudieron aceptar.
orrí a colgarme del cuello de &is!ioHsan.
AJ&o te vayasK Je lo suplicoK
7loró pero no cambió de resolución. Nbserv% un
amago de sonrisa en la comisura de los labios de
Cas!imaHsan.
Me apresur% a contarle a mis padres lo "ue !abía
comprendido de la escena "ue, desde mi escondrijo,
!abía presenciado. Mi padre, furioso contra Cas!imaH
san, fue a !ablar en privado con &is!ioHsan. Me "ued%
en bra#os de mi madre llorando convulsivamente/
AJ&is!ioHsan tiene "ue "uedarse conmigoK J&is!ioH
san tiene "ue "uedarse conmigoK
Mamá me explicó con suavidad "ue, de todos modos,
un día tendría "ue separarme de &is!ioHsan.
Au padre no estará destinado en 3apón toda la vida.
4entro de un año, de dos, de tres, nos marc!aremos.
6 &is!ioHsan no vendrá con nosotros. 5ntonces
tendrás "ue !acerte a la idea de separarte de ella.
5l universo se !undió bajo mis pies. $cababa de
enterarme de tantas abominaciones al mismo tiempo
"ue ni si"uiera era capa# de asimilar una sola. Mi
madre parecía no darse cuenta de "ue acababa de
anunciarme el $pocalipsis.
ard% en poder articular un sonido.
A:&o vamos a "uedarnos a"uí para siempre<
A&o. u padre será destinado a otro lugar.
A:4ónde<
A&o lo sabemos.
A:uándo<
Aampoco lo sabemos.
A&o. 6o no me marc!o. &o puedo marc!arme.
A:6a no "uieres vivir con nosotros<
A1í. 'ero vosotros tambi%n ten%is "ue "uedaros.
A&o tenemos derec!o.
A:'or "u%<
Au padre es diplomático. 5s su profesión.
A:6<
A4ebe obedecer a (%lgica.
A'ero (%lgica está lejos. 1i %l la desobedece no
podrá castigarlo.
Mi madre se puso a reír. 6o lloraba cada ve# más.
A7o "ue me !as dic!o es broma. J&o nos vamos a
marc!arK
A&o es ninguna broma. Un día nos marc!aremos.
AJ&o puedo marc!armeK Jengo "ue vivir a"uíK J5s mi
paísK J5s mi casaK
AJ&o es tu paísK
AJ5s mi paísK JMe morir% si me marc!oK
$gitaba la cabe#a como una loca. 5staba en el mar,
!abía perdido pie, el agua me engullía, me ganaba,
perdía los puntos de apoyo, ya no !abía tierra en
ninguna parte, el mundo ya no me "uería.
A&o, no te morirás.
5n efecto/ ya me estaba muriendo. $cababa de
enterarme de la terrible noticia a la "ue, un día u otro,
todo !umano tiene "ue enfrentarse/ lo "ue amas, lo
perderás. 87o "ue te !a sido dado te será
arrebatado9/ así es como me formulaba el desastre
"ue iba a convertirse en el leitmotiv de mi infancia, de
mi adolescencia y de las peripecias subsiguientes. 87o
"ue te !a sido dado te será arrebatado9/ tu vida entera
se verá marcada por el luto. 7uto por el país amado,
por las montañas, las flores, la casa, &is!ioHsan y el
idioma "ue !ablas con ella. 6 será sólo el primero de
una serie de lutos cuya duración ignoras. 7uto en el
sentido más intenso, ya "ue nada recuperarás, ya "ue
nada reencontrarás/ intentarán engañarte igual "ue
4ios engaña a 3ob cuando le devuelve otra mujer, otra
casa y otros !ijos. 'or desgracia, no serás lo
suficientemente estúpida para dejarte engañar.
A:;u% es lo "ue !e !ec!o mal< Adije entre sollo#os.
A&ada. &o es culpa tuya. 5s así.
J1i por lo menos !ubiera !ec!o algo malK J1i por lo
menos a"uella atrocidad fuera un castigoK 'ero no. 5s
así por"ue es así. ;ue seas o no odiosa no cambia
nada. 87o "ue te !a sido dado te será arrebatado9/
%sa es la norma.
on casi tres años, uno sabe "ue un día morirá. &o
tiene ninguna importancia/ ocurrirá dentro de tanto
tiempo "ue será como si no ocurriera. 1ólo "ue, a esa
edad, enterarse de "ue dentro de uno, dos, tres años,
uno será expulsado del paraíso, sin si"uiera !aber
desobedecido las consignas supremas, es la
enseñan#a más dura y más injusta, el origen de
infinitos tormentos y angustias.
87o "ue te !a sido dado te será arrebatado9F Jy si
supieras la cantidad de cosas "ue un día tendrán el
descaro de arrebatarteK
Me puse a gritar de desesperación.
5n a"uel momento, mi padre y &is!ioHsan
reaparecieron. 5sta última corrió a cogerme en bra#os.
A&o te preocupes, me "uedo, no me marc!o, me
"uedo contigo, Jse acabóK
1i me lo !ubiera dic!o un cuarto de !ora antes, !abría
estallado de alegría. 5n adelante, sabía "ue se trataba
de una prórroga/ el drama "uedaba pospuesto para
más adelante. riste consuelo.
$nte el descubrimiento de este futuro expolio, sólo
existen dos actitudes posibles/ o bien uno decide no
encariñarse con las personas y las cosas, con el fin de
"ue la amputación no resulte tan dolorosaF o, por el
contrario, uno decide amar todavía más a las personas
y las cosas, poner toda la carne en el asador, 8ya "ue
no estaremos muc!o tiempo juntos, te voy a dar en un
año todo el amor "ue te !abría podido dar en una
vida9.
>sa fue mi elección inmediata/ me abrac% a &is!ioHsan
y apret% su cuerpo tanto como me permitían mis
inexistentes fuer#as. 5so no impidió "ue todavía
llorase durante largo tiempo.
Cas!imaHsan pasó por allí y presenció la escena/ yo
abra#ada a una &is!ioHsan aliviada y enternecida.
5nseguida comprendió, si no mi espionaje, por lo
menos el papel afectivo "ue !abía desempeñado en
a"uel asunto.
2runció los labios. Ii cómo me lan#aba una mirada de
odio.
Mi padre me tran"uili#ó un poco/ nuestra marc!a de
3apón estaba prevista para dentro de dos o tres años.
'ara mí, dos o tres años e"uivalían a la duración de
una vida/ todavía me "uedaba una existencia entera
en el país "ue me !abía visto nacer. 2ue un amargo
consuelo, como esos medicamentos "ue alivian el
dolor sin curar al enfermo. 7e sugerí al responsable de
mis días "ue cambiara de trabajo. Me respondió "ue la
carrera de alcantarillero no le atraía demasiado.
$ partir de entonces viví sumergida en un sentimiento
de solemnidad. $"uella misma tarde de la trágica
revelación, &is!ioHsan me llevó a la explanada de
 juegosF me pas% una !ora saltando fren%ticamente
sobre el pe"ueño muro del arenal repiti%ndome las
siguientes palabras/
8Jienes "ue recordarK Jienes "ue recordarK
96a "ue no siempre vivirás en 3apón, ya "ue serás
expulsada del ed%n, ya "ue perderás a &is!ioHsan y la
montaña, ya "ue lo "ue te !a sido dado te será
arrebatado, tienes el deber de recordar todos estos
tesoros. 5l recuerdo tiene el mismo poder "ue la
escritura/ cuando ves la palabra 8gato9 escrita en un
libro, su aspecto es muy diferente del minino de los
vecinos, "ue te !a mirado con esos ojos tan !ermosos.
6, sin embargo, ver esa palabra escrita te proporciona
un placer similar a la presencia del gato, a su dorada
mirada dirigida a ti.
97a memoria es igual. u abuela murió, pero el
recuerdo de tu abuela !ace "ue siga viviendo. 1i
logras inscribir los tesoros de tu paraíso en la materia
de tu cerebro, transportarás en la cabe#a si no su
milagrosa realidad, sí por lo menos su poder.
95n adelante, sólo vivirás consagraciones. 7os
momentos "ue lo mere#can se verán revestidos de un
manto de armiño yl serán coronados en la catedral de
tu cráneo. us emociones serán dinastías.9
7legó finalmente el día de mi tercer cumpleaños. 5ra el
primer aniversario del "ue tenía conciencia. 5l
acontecimiento me pareció de una importancia
planetaria. $"uella mañana me despert% imaginando
"ue 1!u@uga?a sería una fiesta.
1alt% sobre la cama de mi !ermana, todavía dormida,
y la sacudí/
A;uiero "ue seas la primera en felicitarme.
Me parecía "ue se sentiría muy !onrada. Defunfuñó
feli# cumpleaños y se dio la vuelta con ademán
descontento.
Me alej% de a"uella ingrata y baj% a la cocina. &is!ioH
san estuvo perfecta/ se arrodilló ante la niñaHdios "ue
yo era y me felicitó por mi proe#a. enía ra#ón/ cumplir
tres años no estaba al alcance de cual"uiera.
7uego se prosternó ante mí. 5xperiment% una alegría
intensa.
7e pregunt% si los lugareños iban a acudir a
aclamarme a mi casa o si era yo "uien debía salir a
pasear por la calle para recibir sus aplausos. &is!ioH
san tuvo un inst
instante
ante de perplejida
perplejidadd antes
antes de encontrar
encontrar
la siguiente respuesta/
A5stamos en verano. 7a gente está de vacaciones.
4e no ser así, !abrían organi#ado un festival en tu
!onor.
'ens% "ue era mejor para mí. 1in duda, semejantes
fastos me !abrían agotado. &ada mejor "ue la
intimidad para celebrar mi triunfo. Mientras recibiera mi
elefante de peluc!e, la jornada alcan#aría la cumbre
de su fasto.
Mis padres me anunciaron "ue recibiría mi regalo a la
!ora de la merienda. Bugo y $ndr% me comunicaron
"ue, excepcionalmente, se abstendrían de incordiarme
durante un día. Cas!imaHsan no me dijo nada.
'as% las !oras "ue siguieron en un estado de
alucinada impaciencia. $"uel elefante sería el regalo
más fabuloso "ue me !ubieran ofrecido en mi vida. Me
interrogaba acerca de la longitud de su trompa y el
peso "ue tendría una ve# en mis bra#os.
(auti#aría a"uel elefante con el nombre de 5lefante/
sería un !ermoso nombre para un elefante.
$ las cuatro de la tarde me llamaron. 7legu% a la mesa
de la merienda con unos latidos del cora#ón "ue
alcan#aban el grado X de la escala de Dic!ter. &o vi
ningún pa"uete. 4ebía de estar escondido.
2ormal
2orm alid
idad
ades
es.. 'a
'ast
stel
el.. re
ress ve
vela
lass en
ence
cend
ndid
idas
as "u
"uee
sopl% para despac!ar el asunto. anciones.
A:4ónde está mi regalo< Atermin% por preguntar.
Mis padres esbo#aron una sonrisa taimada.
A5s una sorpresa.
=n"uietud/
A:&o es lo "ue !abía pedido<
AJ5s mejorK
&o existía nada mejor "ue un pa"uidermo de peluc!e.
Me temí lo peor.
A:;u% es<
Me condujeron !asta el pe"ueño estan"ue de piedra
del jardín.
AMira dentro del agua.
res carpas vivas jugueteaban en su interior.
ABemos observado "ue sentías pasión por los peces
y en particular por las carpas. $sí "ue te !emos
comprado tres/ una por año. 5s una buena idea,
:verdad<
A1í Arespondí con educada consternación.
A7a primera es naranja, la segunda verde, la tercera
plateada. :&o te parece encantador<
A1í Adije pensando cuán inmundo resultaba.
Aú te ocuparás de ellas. e !emos preparado un
stoc@ de galletas de arro# abuñuelado/ las cortas en
trocitos y se las tiras, así. :5stás contenta<
AMuc!o.
=nfieern
=nfi rnoo y ma
mald
ldic
ició
iónn. Ba
Babr
bríía pr
preefe
ferirido
do "u
"uee no me
regalasen nada.
&o era tanto por cortesía por lo "ue !abía mentido.
5ra por"ue ningún lenguaje conocido podría !aberse
acercado a la magnitud de mi despec!o, por"ue
ninguna expresión !abría podido llegarle a la suela del
#apato a mi decepción.
$ la infinita lista de preguntas !umanas sin respuesta,
!ay "ue añadirle %sta/ :"u% pasa por la cabe#a de los
padres bien intencionados cuando, no satisfec!os con
!acerse ideas asombrosas respecto a sus !ijos, toman
iniciativas en su lugar<
uando uno es pe"ueño, es tradicional preguntarle
"u% "uiere ser de mayor. 5n mi caso, resulta más
interesante formularles la pregunta a mis padres/ sus
sucesivas respuestas dan la imagen exacta de lo "ue
nunca "uise ser.
uando tenía tres años, proclamaban 8mi9 pasión por
la cría de carpas. uando cumplí siete años,
anunciaron 8mi9 decisión de ingresar en la carrera
diplomática. Mis doce años vieron acrecentarse su
convicción de tener por retoño a un líder político. 6
cuando cumplí diecisiete años declararon "ue sería la
abogada de la familia.
$ veces les preguntaba de dónde procedían a"uellas
extrañas ideas. $ lo cual me respondían, siempre con
el mismo aplomo, "ue 8saltaba a la vista9 y "ue 8era
la opinión de todo el mundo9. 6 cuando "uería saber
"ui%n era 8todo el mundo9, ellos decían/
AJ'ues todo el mundoK
&o !abía "ue contrariar su buena fe.
Iolvamos a mis tres años. 6a "ue mi madre y mi padre
tenían para mí proyectos en el mundo de la
piscicultura, me apli"u% con benevolencia filial a mimar
los signos externos de ictofilia.
on mis lápices de colores, en mis cuadernos de
dibujos, me puse a crear peces a miles, con aletas
grandes, pe"ueñas, múltiples, ausentes, escamas
verdes, rojas, a#ules con lunares amarillos, naranjas
con rayas malvas.
AJBicimos bien en regalarle las carpasK Adecían mis
padres encantados al contemplar mis obras.
$"uella !istoria !abría resultado cómica de no !aber
sido por mi deber cotidiano de alimentar a a"uella
acuática fauna.
$cudía a la despensa a buscar algunas galletas de
arro# abuñuelado. 6, de pie junto al estan"ue de
piedra, desmenu#aba a"uel alimento aglomerado y lo
lan#aba al agua con calibre de palomita.
Desultaba más bien divertido. 5l problema era "ue
a"uellos as"uerosos bic!os acudían a la superficie,
con la jeta abierta, para #amparse su jalancia.
7a visión de a"uellas tres bocas sin cuerpo
emergiendo del estan"ue para comer me dejaba
estupefacta de repugnancia.
Mis padres, siempre sobrados de buenas ideas, me
dijeron/
Au !ermano, tu !ermana y tú sois tres, igual "ue las
carpas. 'odrías llamar $ndr% a la tercera, 3uliette a la
verde, y la plateada llevaría tu nombre.
5ncontr% un amable pretexto para evitar a"uel
desastre onomástico.
A&o. Bugo se pondría triste.
A5s cierto. :'odríamos comprar una cuarta carpa<
Dápido, inventar algo, lo "ue sea.
A&o. 6a las !e bauti#ado.
A$!. :6 cómo las !as llamado<
8:;u% es lo "ue se agrupa en forma de a tres, por
cierto<9, me pregunt% a la velocidad del rayo.
Despondí/
A3esús, María y 3os%.
A:3esús, María y 3os%< :&o te parecen unos
nombres muy curiosos para unos peces<
A&o Aafirm%.
A:6 "ui%n es "ui%n<
A5l naranja es 3os%, el verde es María y el plateado
es 3esús.
Mi madre acabó ri%ndose ante la idea de "ue una
carpa pudiera llamarse 3os%. Mi bauti#o fue aceptado.
$d"uirí la costumbre de acudir a alimentar a"uella
trinidad cada día !acia las doce, cuando el sol estaba
en lo más alto del cielo. ual sacerdotisa piscícola,
bendecía la galleta de arro#, la desmenu#aba y la
lan#aba al agua diciendo/
A>ste es mi cuerpo y yo os lo ofre#co.
7as sucias jetas de 3esús, María y 3os% se
presentaban de inmediato. 5ntre un gran estruendo de
agua fustigada por los golpes de sus aletas, se
lan#aban sobre su pitan#a, se peleaban por tragarse lo
antes posible a"uella por"uería de jalancia.
:an buena era como para justificar semejantes
disputas< Mordis"ue% a"uella especie de frigolito/ no
sabía a nada. =gual "ue comer pasta de papel.
6, sin embargo, !abía "ue ver cómo a"uellos besugos
de peces luc!aban por a"uel maná "ue, !inc!ado por
el lí"uido, debía de resultar simple y llanamente
infecto. $"uellas carpas me inspiraban un desprecio
infinito.
Me esfor#aba, dispersando el arro# aglomerado, por
mirar lo menos posible las jetas de a"uella masa. 7as
de los !umanos "ue comen ya constituyen un
espectáculo lamentable, pero no eran nada
comparadas con las bocas de 3esús, María y 3os%.
Una boca de alcantarilla !abría resultado más
apetitosa. 5l diámetro de su orificio era casi id%ntico al
diámetro de su cuerpo, lo cual !abría podido !acer
pensar en la sección de una tubería de no !aber sido
por sus labios piscícolas, "ue me miraban con mirada
de labios, Jesos labios desagradables "ue se abrían y
cerraban con un ruido obsceno, esas bocas en forma
de salvavidas "ue se #ampaban mi comida antes de
devorarme a míK
Me acostumbr% a reali#ar a"uella tarea con los ojos
cerrados. 5ra una cuestión de supervivencia. Mis
manos de ciego desmenu#aban la galleta y la
lan#aban !acia adelante, al a#ar. Una salva de 8pluf
pluf glup glup9 me indicaba "ue la trinidad, al igual "ue
una población !ambrienta, !abía seguido el rastro de
mis experimentos de balística alimentaria. =ncluso sus
ruidos resultaban innobles, pero me !abría sido
imposible taparme los oídos.
2ue a"u%lla la primera ve# "ue sentí asco. 5s curioso.
$ntes de la edad de tres años, recuerdo !aber
contemplado ranas atropelladas, !aber moldeado
cerámica artesanal con mis !eces, !aber anali#ado
con detalle el contenido del pañuelo de mi !ermana
acatarrada, !aber puesto mi dedo sobre un tro#o de
!ígado crudo de ternera, todo ello sin un ápice de
repulsión, animada por una noble curiosidad científica.
$sí "ue :por "u% la boca de las carpas provocaba en
mí a"uel v%rtigo !orrori#ado, a"uella consternación de
los sentidos, a"uellos sudores fríos, a"uella mórbida
obsesión, a"uellos espasmos del cuerpo y de la
mente< Misterio.
$ veces pienso "ue nuestra única especificidad
individual radica precisamente en esto/ dime lo "ue te
da asco y te dir% "ui%n eres. &uestras personalidades
son nulas, nuestras inclinaciones resultan a cual más
banal. 1ólo nuestras repulsiones nos definen
realmente.
4ie# años más tarde, estudiando latín, me tropec% con
la siguiente frase/ arpe diem.
$ntes de "ue mi cerebro pudiera anali#arla, un viejo
instinto interior ya !abía traducido/ 8Una carpa al día9.
Depugnante adagio donde los !aya, "ue resumía mi
calvario de antaño.
7a traducción correcta era, por supuesto, 8Lo#a del
día9. :Lo#a del día< J;u% te crees tú esoK :ómo
"uieres go#ar de los frutos de lo cotidiano cuando,
antes del mediodía, sólo piensas en el suplicio "ue te
espera y si, por la tarde, te mac!aca lo "ue !as visto<
=ntent% no pensar en ello. 'or desgracia, no existía
aprendi#aje más difícil. 1i fu%ramos capaces de dejar
de pensar en nuestros problemas, seríamos una
especie feli#.
5ra tanto como decirle a 1anta (landine, en la fosa de
su martirio/ 8JIenga, no pienses en los leones,
vengaK9
omparación fundada/ cada ve# más, tenía la
impresión de "ue era mi propia carne la "ue
alimentaba las carpas. $delgac%. ras la comida de los
peces, me llamaban para comerF no podía probar
bocado.
4e noc!e, en mi cama, la oscuridad se poblaba de
bocas abiertas. (ajo mi almo!ada, lloraba de terror. 7a
autosugestión era tan intensa "ue los enormes
cuerpos escamosos y flexibles me acompañaban entre
las sábanas, me abra#aban, y su jeta be#uda y fría me
morreaba. 5ra la impúber amante de fantasmas
pisciformes.
:3onás y la ballena< JMenuda bromaK 5staba a buen
recaudo en el vientre cetáceo. 1i por lo menos !ubiera
podido servir de relleno de la pan#a de la carpa, !abría
estado a salvo. &o era su estómago lo "ue me
repugnaba, sino su boca, el movimiento de válvula de
sus mandíbulas "ue me violaba los labios durante
eternidades nocturnas. $ fuer#a de frecuentar criaturas
dignas de 3erónimo (osco, mis insomnios, antaño
maravillosos, se convirtieron en un martirio.
$ngustia añadida/ de tanto padecer los besos
piscícolas, :acaso iba a cambiar de especie< :&o iba
a convertirme en pe#< Mis manos recorrían mi cuerpo,
al acec!o de alucinantes metamorfosis.
4ecididamente, tener tres años no traía nada bueno.
7os nipones tenían ra#ón al situar en esa edad el final
de la edad divina. $lgo AJtan prontoKA se !abía
perdido, más valioso "ue todo y "ue no se recuperaba
 jamás/ una forma de confian#a en la perennidad
benevolente del mundo.
7es !abía oído comentar a mis padres "ue pronto iría
al parvulario japon%s/ una intención "ue sólo auguraba
desastres. :ómo< :$bandonar el paraíso< :Unirme
a un rebaño de niños< JMenuda ocurrenciaK
6 !abía algo más grave. =ncluso en el mismo seno del
 jardín, se detectaba cierta in"uietud. 7a naturale#a
!abía alcan#ado una especie de saturación. 7os
árboles eran demasiado verdes, demasiado frondosos,
la !ierba era demasiado rica, las flores explotaban
como si se !ubieran alimentado demasiado. 4esde la
segunda mitad del mes de agosto, las plantas
rebosaban del mo!ín a!ito de la mañana siguiente a
una orgía. 7a fuer#a vital "ue yo !abía experimentado,
contenida en cada cosa, se estaba convirtiendo en
pesade#.
1in saberlo, veía revelarse dentro de mí una de las
leyes más terribles del universo/ lo "ue no avan#a
retrocede. 5xiste el crecimiento y existe la decadenciaF
entre ambos no !ay nada. 5l apogeo no existe. 1e
trata de una ilusión. $sí, no !abía verano. 5xistía una
larga primavera, un aumento espectacular de las
savias y de los deseos/ pero a partir del momento en
"ue a"uel crecimiento terminaba, comen#aba la
decadencia.
$ partir del "uince de agosto, la muerte gana la
partida. 5s cierto "ue ninguna !oja da la menor señal
de c!amuscarseF es verdad "ue los árboles siguen
siendo tan frondosos y "ue su inminente alopecia
resulta inimaginable. 7as plantas abundan más "ue
nunca, los arrietes prosperan, todo !uele a edad de
oro. 6, sin embargo, no se trata de la edad de oro, por
la simple ra#ón de "ue la edad de oro es imposible,
por la simple ra#ón de "ue la estabilidad no existe.
$ los tres años, no sabía nada de todo eso. Me !allaba
a años lu# del rey "ue, al morir, grita/ 87o "ue debe
terminar ya !a terminado9. Babría sido incapa# de
formular los t%rminos de mi angustia. 'ero sentía, sí,
sentía "ue se preparaba la agonía. 7a naturale#a
!abía ido demasiado lejos/ a"uello escondía algo.
1i lo !ubiera comentado con alguien, me !abrían
explicado el ciclo de las estaciones. $ los tres años,
uno no recuerda el año anterior, todavía no !a podido
constatar el eterno retorno de lo id%ntico, y una nueva
estación constituye un desastre irreversible.
$ los dos años, uno no se da cuenta de estos cambios
y no les da ninguna importancia. $ los cuatro, uno los
detecta, pero el recuerdo del año precedente los
banali#a y desdramati#a. $ los tres años, la ansiedad
es absolutaF uno lo ve todo y no comprende nada. &o
existe jurisprudencia mental "ue consultar para
tran"uili#arse. $ los tres años uno tampoco tiene el
reflejo de preguntar en busca de una explicación/ uno
no es for#osamente consciente de "ue los mayores
tienen más experiencia, y puede "ue en eso no se
e"uivo"ue.
$ los tres años, uno es un marciano. Desulta
apasionante pero terrorífico ser un marciano reci%n
llegado a la ierra. Uno observa los fenómenos
in%ditos, opacos. &o posee ninguna llave. Bay "ue
inventarse leyes a partir de estas únicas
observaciones. Bay "ue ser aristot%lico durante
veinticuatro !oras al día, lo cual resulta
particularmente extenuante cuando uno nunca !a oído
!ablar de los griegos.
Una golondrina no !ace verano. $ los tres años, a uno
le gustaría saber a partir de "u% cantidad de
golondrinas se puede creer en algo. Una flor marc!ita
no !ace otoño. 4os cadáveres de flores tampoco, sin
duda. 5so no impide "ue la in"uietud se instale. :$
partir de cuántas agonías florales uno deberá, en su
cabe#a, activar la señal de alarma de la muerte en
camino<
ual !ampollion de un creciente caos, me encerr% a
solas con mi peon#a. 1entía "ue a"uel objeto estaba
en posesión de informaciones cruciales "ue
ofrecerme. 'or desgracia, no comprendía su idioma.
2inales de agosto. Mediodía. 5s la !ora del suplicio.
Ie a dar de comer a las carpas.
Ynimo. 6a lo !as !ec!o tantas veces. Bas sobrevivido.
1ólo es un mal rato "ue !ay "ue pasar.
ojo las galletas de arro# en la despensa. Me acerco
al estan"ue de piedra. 5l sol perpendicular !ace
centellear el agua como si fuera aluminio. 7a superficie
lisa y brillante no tarda en verse maleada por tres
saltos sucesivos/ 3esús, María y 3os% me !an visto y
saltan, "ue es su modo de anunciar "ue la comida
está lista.
uando !an terminado de tomarse por peces
voladores Alo cual, teniendo en cuenta su grosor,
resulta totalmente obscenoA, instalan sus jetas
abiertas a ras de agua y aguardan.
7es lan#o tro#os de comida. 5l ramillete de bocas se
abalan#a. 7os tubos abiertos engullen. Una ve# !an
deglutido, reclaman todavía más. 1u garganta está tan
abierta "ue si uno se inclinara un poco podría verles
!asta el estómago. Mientras continúo distribuyendo la
pitan#a, me siento cada ve# más obnubilada por lo "ue
me muestra esa trinidad/ normalmente, las criaturas
esconden el interior de su cuerpo. :;u% ocurriría si la
gente ex!ibiera sus entrañas<
7as carpas !an transgredido este tabú primordial/ me
imponen la visión de su tubo digestivo a la intemperie.
:e parece repugnante< 5n el interior de tu vientre
ocurre lo mismo. 1i este espectáculo te obsesiona
tanto, "ui#ás es por"ue te reconoces en %l. :$caso
crees "ue tu especie es diferente< 7os tuyos comen
menos suciamente, pero comen, y en el interior de tu
madre, de tu !ermano, tambi%n ocurre algo parecido.
:6 tú, "u% te crees< 5res un tubo procedente de otro
tubo. 5stos últimos tiempos !as tenido la gloriosa
sensación de evolucionar, de convertirte en materia
pensante. (agatelas. :$caso la boca de las carpas te
pondría tan enferma si no vieras en ellas un innoble
reflejo de ti misma< Decuerda "ue eres tubo y en tubo
te convertirás.
Bago callar esa vo# "ue me dice cosas terribles. Bace
dos semanas "ue, cada mediodía, me enfrento al
estan"ue de los peces y constato "ue, lejos de
acostumbrarme a esa abominación, cada ve# me
afecta más. :6 si esa repugnancia, "ue !abía
considerado una d%bil menudencia, un capric!o, fuese
un mensaje sagrado< 5n ese caso, tengo "ue
enfrentarme a %l para comprenderlo. engo "ue dejar
"ue !able la vo#.
Mira, pues. Mira con los ojos bien abiertos. 7a vida es
lo "ue ves/ membrana, tripas, un agujero sin fondo "ue
exige ser rellenado. 7a vida es ese tubo "ue engulle y
"ue permanece vacío.
Mis pies están junto al estan"ue. 7os observo con
recelo, ya no me fío de ellos. Mis ojos se levantan y
contemplan el jardín. 6a no es a"uel cofre "ue me
protegía, a"uel recinto de perfección. ontiene la
muerte.
5ntre la vida Abocas de carpas "ue engullenA y la
muerte Avegetales en lenta putrefacciónA, :"u%
eliges< :;u% es lo "ue te da menos ganas de
vomitar<
6a no reflexiono. iemblo. Mis ojos vuelven a las jetas
de los animales. engo frío. 1iento náuseas. Me
flojean las piernas. &o luc!o. Bipnoti#ada, me dejo
caer en el estan"ue.
Mi cabe#a se golpea contra el fondo de piedra. asi
inmediatamente, el dolor del golpe desaparece. Mi
cuerpo, convertido en algo independiente a mi
voluntad, se da la vuelta, y me encuentro en posición
!ori#ontal, a media profundidad, como si !iciera el
muerto un metro debajo del agua. 6 allí permane#co,
inmóvil. 7a calma se restablece a mi alrededor. Mi
angustia se !a !undido. Me siento muy bien.
5s curioso. 7a última ve# "ue me a!ogu% sentía dentro
de mí una rebelión, una rabia, una intensa necesidad
de librarme de todo a"uello. 5sta ve#, en absoluto. 5s
cierto "ue lo !e elegido. &i si"uiera noto "ue me falte
el aire.
4eliciosamente serena, contemplo el cielo a trav%s de
la superficie del estan"ue. 7a lu# del sol nunca resulta
tan !ermosa como vista desde debajo del agua. 5s
algo "ue ya pens% durante mi primer a!ogamiento.
Me siento bien. &unca me !abía sentido mejor. Iisto
desde a"uí, el mundo me parece perfecto. 5l lí"uido
me !a digerido !asta tal punto "ue ya no provoco ni un
solo remolino. $s"ueadas por mi intrusión, las carpas
se mantienen aga#apadas en un rincón y no se
mueven. 5l fluido !a cuajado en una calma de aguas
muertas "ue me permite contemplar los árboles del
 jardín como a trav%s de un gigantesco monóculo. 5lijo
mirar exclusivamente los bambúes/ nada, en nuestro
universo, merece ser tan admirado como los bambúes.
5l metro de espesor acuático "ue me separa de ellos
exalta su belle#a.
1onrío de felicidad.
4e repente, algo se interpone entre los bambúes y yo/
una d%bil silueta !umana aparece y se inclina !acia
mí. 'ienso con disgusto "ue esa persona intentará
repescarme. Una ya no puede ni suicidarse tran"uila.
'ero no. 5l prisma del agua me va revelando
lentamente los rasgos del ser !umano "ue !a
descubierto mi presencia/ se trata de Cas!imaHsan.
=nmediatamente dejó de sentir miedo. 5s una aut%ntica
 japonesa de antaño y, además, me odia/ dos buenas
ra#ones para "ue no me salve.
5fectivamente. 5l rostro elegante de Cas!imaHsan se
mantiene impasible. 1in moverse, me mira fijamente a
los ojos. :$caso se da cuenta de "ue estoy contenta<
&o lo s%. $ saber lo "ue puede pasar por la cabe#a de
una japonesa de antaño.
4e una cosa estoy segura/ esa mujer dejará mi muerte
a salvo.
$ medio camino entre el más allá y el jardín, empie#o
a !ablar, en silencio, dentro de mi cráneo/
81abía "ue acabaríamos entendi%ndonos, Cas!imaH
san. $!ora todo va bien. uando me estaba a!ogando
en el mar y veía a la gente "ue, desde la playa, me
miraba sin intentar salvarme, me ponía enferma.
$!ora, gracias a ti, los comprendo. 'ermanecían tan
tran"uilos como lo estás tú. &o "uerían perturbar el
orden universal, el cual exigía mi muerte a causa del
agua. 1abían "ue salvarme resultaría inútil. 5l "ue
debe morir a!ogado morirá a!ogado. 7a prueba es
"ue mi madre me sacó del agua y a!ora vuelvo a estar
a"uí.9
:1e trata de una ilusión< Me parece "ue Cas!imaHsan
está sonriendo.
8Baces bien en sonreír. uando el destino de alguien
se cumple, !ay "ue sonreír. Me alegra saber "ue no
volver% nunca más a dar de comer a las carpas y "ue
no abandonar% nunca 3apón.9
5sta ve# lo veo con claridad/ Cas!imaHsan sonríe A
Jpor fin me sonríeKA y se aleja sin darse prisa. $ partir
de ese momento, me "uedo a solas con la muerte. 1%
con certe#a "ue Cas!imaHsan no avisará a nadie. &o
me e"uivoco.
4iñarla re"uiere su tiempo. Bace una eternidad "ue
estoy entre dos aguas. Iuelvo a pensar en Cas!imaH
san. &ada resulta más fascinante "ue la expresión de
un ser !umano "ue os mira morir sin intentar salvaros.
7e !abría bastado con meter la mano en el estan"ue
para devolverme a la vida de niña de tres años. 'ero si
lo !ubiera !ec!o, no !abría sido Cas!imaHsan.
4e todo lo "ue me está ocurriendo, lo "ue más me
alivia es "ue ya no volver% a tenerle miedo a la
muerte.
5n )O+E, en N@ina?a, isla del sur del 3apón, ocurrió,
:"u%< &o encuentro las palabras para describir
a"uello.
2ue justo despu%s de la capitulación. 7os !abitantes
de N@ina?a sabían "ue la guerra estaba perdida y "ue
los americanos, "ue ya !abían desembarcado en su
isla, iban a avan#ar sobre su territorio entero. ambi%n
sabían "ue la nueva consigna era no luc!ar.
$llí se acababa su información. 'oco antes, sus jefes
les !abían dic!o "ue los americanos los matarían a
todos/ los insulares se !abían "uedado con esa
convicción. 6 cuando los soldados blancos empe#aron
a avan#ar, la población empe#ó a retroceder. 6 fueron
retrocediendo a medida "ue el enemigo victorioso iba
ganando terreno. 6 llegaron al extremo de la isla, "ue
terminaba en un alto y abrupto acantilado dominando
el mar. 6 como estaban convencidos de "ue iban a
matarles, la inmensa mayoría de ellos se lan#ó !acia
la muerte desde lo alto del promontorio.
5l acantilado era muy elevado y, debajo, la orilla
estaba eri#ada de afilados arrecifes. &inguno de los
"ue se precipitó al vacío sobrevivió. uando los
americanos llegaron, se "uedaron !orrori#ados ante lo
"ue vieron.
5n )OXO visit% a"uel acantilado. &ada, ni si"uiera una
pancarta, recuerda lo "ue allí ocurrió. Miles de
personas se suicidaron durante !oras sin "ue el lugar
pare#ca sentirse afectado. 5l mar engulló los cuerpos
"ue se !abían despac!urrado contra las rocas. 5n
3apón, el agua sigue siendo una causa de muerte más
corriente "ue el seppu@u.
Desulta imposible permanecer en ese lugar sin intentar
ponerse en la piel de los "ue se lan#aron a a"uella
muerte colectiva. 5s probable "ue muc!os se
suicidaran por temor a ser torturados. ambi%n resulta
verosímil "ue el esplendor de a"uel lugar animara a
otros a cometer a"uel acto "ue simboli#aba la
soberbia patriótica.
5so no "uita "ue la ecuación primera de a"uella
!ecatombe sea la siguiente/ desde lo alto de a"uel
magnífico acantilado, miles de personas se mataron
por"ue no "uerían "ue les mataran, miles de personas
se lan#aron !acia la muerte por"ue le tenían miedo a
la muerte. Bay a"uí una lógica de la paradoja "ue me
deja estupefacta.
&o se trata de aprobar o desaprobar un gesto
semejante. &o les sirve de nada, por otra parte, a los
cadáveres de N@ina?a. 'ero insisto en pensar "ue la
mejor ra#ón para el suicidio es el miedo a la muerte.
$ los tres años no vi nada de todo a"uello. 5spero a
palmarla en el estan"ue de las carpas. 4ebo de estar
aproximándome al gran momento, ya "ue veo cómo mi
vida empie#a a desfilar ante mí. :$caso es por"ue mi
vida es corta< &o consigo ver los detalles de mi
existencia. 5s como cuando uno viaja en un tren tan
rápido "ue no consigue leer los nombres de las
estaciones teóricamente sin importancia. Me da lo
mismo. Me sumerjo en una maravillosa ausencia de
angustia.
7a tercera persona del singular retoma poco a poco
posesión del 8yo9, "ue me sirvió durante seis meses.
7a cosa cada ve# menos viva siente "ue vuelve a
convertirse en el tubo "ue "ui#ás nunca dejó de ser.
'ronto, el cuerpo no será más "ue tubo. 1e dejará
invadir por el elemento adorado "ue proporciona la
muerte. 2inalmente liberado de sus funciones inútiles,
la canali#ación dejará paso al agua, a nada más.
4e repente, una mano agarra el bulto yaciente por la
piel del cuello, lo sacude y lo devuelve brutalmente,
dolorosamente, a la primera persona del singular.
5l aire penetra en mis pulmones, "ue !abían creído
ser bran"uias. Me duele. Lrito. 5stoy viva. Decupero
los ojos. Ieo "ue es &is!ioHsan la "ue me !a sacado
del agua.
Lrita, pide ayuda. 5lla tambi%n está viva. orre !acia
la casa llevándome en bra#os. 5ncuentra a mi madre,
"ue, al verme, exclama/
AJDápido, vamos al Bospital de CobeK
&is!ioHsan la acompaña corriendo !asta el coc!e. 5n
una me#cla de japon%s, de franc%s, de ingl%s y de
gemidos, le c!apurrea en "u% estado me !a
repescado.
Mamá me lan#a sobre el asiento trasero y arranca.
ircula a toda pastilla, lo "ue resulta absurdo cuando
uno intenta salvar la vida de alguien. 4ebe de pensar
"ue estoy inconsciente, ya "ue me cuenta lo "ue me
!a ocurrido/
A5stabas dando de comer a los peces, !as resbalado
y te !as caído al estan"ue. 5n circunstancias
normales, !abrías nadado sin ningún problema. 'ero
en tu caída tu frente !a c!ocado contra el fondo de
piedra y !as perdido el conocimiento.
7a escuc!o con perplejidad. 1% perfectamente "ue eso
no es lo "ue me !a ocurrido.
=nsiste preguntándome/
A:Me entiendes<
A1í.
5ntiendo "ue no tengo "ue decirle la verdad. 5ntiendo
"ue vale más limitarse a esa versión oficial. 4e !ec!o,
ni si"uiera veo con "u% palabras podría contarle eso.
&o cono#co el t%rmino suicidio.
Bay, sin embargo, algo "ue deseo dejar claro/
AJ&o "uiero dar de comer a las carpas nunca másK
A'ues claro. e comprendo. e da miedo volverte a
caer al agua. e prometo "ue no volverás a darles de
comer.
'or lo menos, algo !emos salido ganando. Mi gesto no
!abrá sido en vano.
Ae coger% en bra#os e iremos juntas a darles de
comer.
ierro los ojos. Iuelta a empe#ar.
5n el !ospital, mi madre me lleva a urgencias. 4ice/
Aienes un agujero en la cabe#a.
5so sí es noticia. 5stoy encantada y "uiero saber más/
A:4ónde<
A5n la frente, donde te !as dado el golpe.
A:Un agujero grande<
A1í/ estás perdiendo muc!a sangre.
Me pone los dedos sobre la sien y me los muestra
cubiertos de sangre. 2ascinada, meto mi dedo índice
en la !erida abierta, sin saber "ue estoy subrayando
mi propia locura.
A1iento una fuente.
A1í. 1e te !a abierto la piel.
ontemplo mi sangre con deleite.
AJ;uiero verme en un espejoK J;uiero ver el agujero
de mi cabe#aK
Aálmate.
7as enfermeras se ocupan de mí y tran"uili#an a mi
madre. &o escuc!o lo "ue dicen. 'ienso en el agujero
de mi frente. 6a "ue no me dejan verlo, lo imagino.
=magino mi cráneo agujereado a un lado. Me
estreme#co de %xtasis.
Iuelvo a poner el dedo/ "uiero entrar por el agujero en
mi cabe#a y explorar el interior. Una enfermera me
toma suavemente la mano para impedírmelo. Uno no
puede poseer ni si"uiera su propio cuerpo.
AIamos a coserte la frente Adice mi madre.
A:on !ilo y aguja<
AMás o menos.
&o recuerdo "ue me durmieran. odavía me parece
estar viendo al m%dico encima de mí, con un enorme
!ilo negro y una aguja, cosiendo el ojal de mi sien,
como un costurero retocando un modelo ante la misma
cliente.
$sí terminó lo "ue fue mi primera Ay !asta el día de
!oy, únicaA tentativa de suicidio.
&unca les cont% a mis padres "ue no fue un accidente.
ampoco les cont% la extraña ausencia de reacción de
Cas!imaHsan. 1in duda le !abría ocasionado
problemas. Me odiaba y debió de sentirse satisfec!a
con mi próxima muerte. 1in embargo, no excluyo la
posibilidad de "ue sospec!ara la aut%ntica naturale#a
de mi gesto y respetara mi elección.
:$caso experimentaba despec!o por continuar con
vida< 1í. :Me sentía aliviada de "ue me !ubieran
repescado a tiempo< 1í. Npt%, pues, por la
indiferencia. Me daba lo mismo, en el fondo, estar viva
o muerta. $"uello sólo significaba un apla#amiento.
odavía !oy, soy incapa# de responder con seguridad
a la siguiente pregunta/ :!abría sido mejor "ue el
camino terminase a finales de agosto de )OP* en el
estan"ue de las carpas< :ómo saberlo< 7a
existencia nunca me !a molestado, :pero "ui%n me
asegura "ue, en el otro lado, todo !abría sido más
interesante<
&o tenía demasiada importancia. 4e todos modos, la
salvación sólo es una escapatoria. Un día, ya no será
posible andarse con dilaciones, y ni si"uiera las
personas mejor intencionadas del mundo podrán !acer
nada.
7o "ue recuerdo con certe#a es "ue, cuando estaba
entre dos aguas, me sentía bien.
$ veces me pregunto si no estaba soñando, si a"uella
aventura iniciática no era un espejismo. 5ntonces me
miro al espejo y veo, sobre mi sien i#"uierda, una
cicatri# de una admirable elocuencia.
7uego ya no volvió a ocurrir nada más.
$M>7=5 &NBNM(. 5scritora belga, nació, en la
ciudad japonesa de Cobe el )- de agosto de )OP.
4urante sus primeros años de vida, como
consecuencia de las obligaciones diplomáticas de su
padre, esta admiradora de autores como 4enis
4iderot, Marcel 'roust, 5ric 5mmanuel 1c!mitt,
3ac"ueline Barpman y 6o@o Nga?a vivió en !ina,
5stados Unidos, 7aos, (irmania y (anglades!.
6a adolescente, esta mujer "ue domina a la perfección
el idioma japon%s y, desde )OO0, no !a dejado de
publicar obras de forma anual, se instaló en la capital
de (%lgica para estudiar 2ilología Dománica en la
Universidad 7ibre de (ruselas, una institución en la
"ue no se sintió demasiado cómoda debido a "ue su
apellido recordaba a una familia de la alta burguesía
católica y a un !ombre de extrema derec!a. 4e todas
formas, &ot!omb terminó allí su formación y, una ve#
"ue obtuvo la licenciatura, regresó a o@io y comen#ó
a ganarse la vida como int%rprete en una prestigiosa
empresa.
iempo más tarde, esta aficionada del mundo de las
letras encontraría en la escritura una efica# vía de
escape "ue le permitía expresar pensamientos y
sensaciones y la alejaba del monstruoso mundo de la
anorexia "ue la atrapó cuando sólo tenía )- años de
vida.
5se periodo fue duro y se prolongó por varias
temporadas pero, por fortuna, $m%lie, "uien se
considera 8una gran fetic!ista del c!ocolate9, pudo
dejar atrás esa etapa y centrar toda su atención en la
literatura, un ámbito "ue le permitió darse a conocer y
brillar a nivel internacional.
5stupor y temblores, Bigiene del asesino, 5l sabotaje
amoroso, $tentado, Metafísica de los tubos, (rillante
como una cacerola, osm%tica del enemigo,
4iccionario de nombres propios, (iografía del !ambre,
4iario de Lolondrina y &i de 5va ni de $dán son sólo

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