Libro Parte 3 Módulo - Líderes Conforme Al Corazón de Jesús

BIENVENIDO A LA
ESCUELA DE LÍDERES
3º MÓDULO
E n esta etapa, seguiremos profundizando sobre los diferentes

aspectos que dentro del plan de Dios han de manifestarse Reverendo Claudio
en nuestra vida. El Señor nos llama a continuar hacia adelante para glorificar su nombre en
nosotros.
Es nuestro más profundo anhelo ver la gloria de Dios manifestada, tanto en el crecimiento
espiritual, como en las victorias cotidianas que cada hermano en Cristo experimenta al
aproximarse a nuestro Señor.
Indudablemente, sin la ayuda del Espíritu Santo nunca podríamos lograrlo.
Durante el 3ª Nivel de la Escuela de Líderes aprenderemos detalles más avanzados de nuestra
vida cristiana como ejemplos en conducta y testimonio para los demás. Aspectos fundamentales
acerca del liderazgo cristiano se abrirán frente a ti llevándote a un mayor compromiso con el
Señor.
Recorrerás historias y enseñanzas profundas que nos deja la palabra de Dios acerca de aquellos
hombres y mujeres que marcaron la historia con su testimonio, su fe, su conducta, su
compromiso, etc. Aprenderás a discernir actitudes y disfrutarás de las grandes victorias que Dios
nos da.
El amor y la compasión de Dios manifestados en las paginas de la Biblia nos alentaran a
continuar adelante deseando ser transformados en cristianos ungidos, maduros, espirituales,
verdaderos líderes cristianos, llenos del Espíritu Santo, que viven en permanente comunión con
Dios.
Encontrarás en cada ejemplo testimonios vivos que reflejan la condición del ser humano, sus
virtudes y defectos, pero que bajo la poderosa mano de Dios, han hecho de estas mismas
personas ejemplos de testimonio, fe y conducta, dignos de ser imitados.
Es importante que puedas completar cada una de las clases de este 3ª Modulo de la Escuela de
Líderes. Será un tiempo de enorme bendición y aprendizaje para ti.
¡Sigue Adelante conquistando las promesas de Dios para tu vida!
3º Modulo ESCUELA DE LÍDERES - LÍDERES CONFORME AL CORAZÓN DE JESÚS - CONSEJERÍA PRÁCTICA 2
PARTE 2
LÍDERES
CONFORME
AL
CORAZÓN
DE JESÚS

La Iglesia Rey de Reyes comienza sus actividades en el barrio de Belgrano en 1986, pastoreada por el Reverendo
Claudio Freidzon y su esposa Betty, pertenece a la Unión de las Asambleas de Dios (U.A.D.), Organización
Evangélica de amplia trayectoria y de las más antiguas del país, Perteneciente a la C.E.P. (Confraternidad Evangélica
Pentecostal) y a A.C.I.E.R.A. (Asociación Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina).
Fichero de Culto N° 14, Personería Jurídica N° 37.567, Entidad de Bien Público N° 5392.
Desde sus comienzos hizo un permanente énfasis en el mensaje de salvación para cada persona a través de Jesucristo
y su obra redentora, el discipulado y formación del nuevo creyente, y la edificación y unidad familiar.
Templo Central / Oficinas: Ciudad de la Paz 2330 , Capital Federal ( C.P. 1428), Buenos Aires, Argentina
Tel.: 4789-0047
Página Web: www.reydereyes.sion.com e-mail: iglesia@reydereyes.sion.com
Nueva Revisión: Diciembre 2005
Edición, Redaccción, Compilación, Adaptación y Diseño interior:

Pastor Gerardo Frühwirth
Diseño de Tapa: Daniel Gómez

ESCUELA DE LÍDERES
ÍNDICE – 3 MÓDULO – ESCUELA DE LÍDERES
MATERIA TEMA PÁG.
PARTE 2 1. El líder conforme al corazón de Dios 7
2. El líder que tiene la Visión de Jesús 11
LÍDERES 3. El líder lleno del Espíritu Santo 17
CONFORME AL 4. El líder dispuesto a servir 19
CORAZÓN DE 5. El líder que ama a las almas 23
6. El líder que vive sobre el nivel de la Mediocridad 29
JESÚS 7. El líder que hace que las cosas ocurran 37
8. El líder victorioso 41
9. Cómo formar potenciales líderes 45
10. El costo de hacer discípulos 53
11. Cualidades a tener en cuenta al levantar a un 57
líder
PARTE 3 1. ¿Eres prisionero de la apariencia? 63

2. Victoria sobre el Rechazo 69
CONSEJERÍA 3. Victoria sobre el Rechazo (2º Parte) 75
PRÁCTICA 4. Sanando las heridas de la infancia 81
SANANDO LAS 5. ¡Aprendamos a perdonar! 87
6. Cuando es difícil entender a nuestro cónyuge 93
HERIDAS DEL ¿Qué hacemos?
PASADO 7. ¿Qué le sucede a mis hijos? 103
8. Edifica tu familia sobre la roca 111
9. ¿Cuál es la actitud correcta en relación al cuerpo 115
de Cristo: La Iglesia?
10. La importancia de cómo relacionarnos con las 119
personas
11. Forjando el carácter de Cristo en nuestras vidas 123
12. No dejes por la mitad lo que has comenzado 127

EL LÍDER CONFORME AL
CORAZÓN DE DIOS
I. ORA POR SUS DISCÍPULOS Y LOS BENDICE:
“Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros,

siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por
todos vosotros” (Fil. 1.2-4).
Pablo oró por sus discípulos deseando para ellos lo mejor: “las
más ricas bendiciones y plena paz”.
II. SIENTE GOZO POR LA COOPERACIÓN Y UNIDAD:
“por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora” (Fil.
1.5).
Este versículo nos revela que trabajaban juntos, en equipo, para un mismo objetivo: “dar a
conocer las buenas nuevas de Jesucristo”.
III. VE A SUS DISCÍPULOS CON LOS OJOS DEL SEÑOR:
“estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la

perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Fil. 1.6).
Pablo estaba plenamente convencido, tenía la seguridad en su corazón de lo que el Señor iba a
hacer con ellos. Sabía que lo que Dios había comenzado a hacer en ellos iba a ir en aumento.
No tenía una visión negativa de sus discípulos, sino positiva, veía en el plano espiritual lo que el
Señor iba a hacer con cada uno de ellos.
IV. LLEVA EN EL CORAZÓN Y EN EL ALMA A SUS DISCÍPULOS Y

COMPARTE TODO CON ELLOS:
“como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en el

corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del evangelio, todos
vosotros sois participantes conmigo de la gracia” (Fil. 1.7).

Se ocupaba de ellos. Disfrutaban juntos las bendiciones de Dios y también se apoyaban
mutuamente en los momentos difíciles. Nuevamente vemos que trabajaban juntos para un
mismo objetivo: “Defender la verdad y hablar a otros de Cristo” (defensa y confirmación del
evangelio).
V. LOS AMA ENTRAÑABLEMENTE CON EL AMOR DE DIOS Y SE LO

EXPRESA A ELLOS A TRAVÉS DE SUS ACTITUDES:
“Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable

amor de Jesucristo” (Fil. 1.8).
El amor que Pablo sentía hacia ellos era un amor genuino, era el amor de Dios fluyendo a
través de su vida hacia ellos.
Únicamente a través de este amor podemos ver a nuestros discípulos con los ojos de Dios y
trabajar juntos en unidad. Sólo el Señor puede unirnos en ese amor. Él desea hacerlo, pero
¿estamos dispuestos a dejar de lado nuestro egoísmo, celos, envidia, y despojarnos de todo lo
carnal para que el Espíritu Santo pueda actuar?
“Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad”
(1 Jn. 3.18).
VI. VELA PARA QUE SUS DISCÍPULOS TRANSMITAN TAMBIÉN DEL

AMOR DE DIOS HACIA LOS DEMÁS:
“Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y
en todo conocimiento” (Fil. 1.9).
VII. VELA Y ORA PARA QUE SUS DISCÍPULOS CREZCAN EN

CONOCIMIENTO Y DISCERNIMIENTO ESPIRITUAL:
“Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y
en todo conocimiento” (Fil. 1.9).
En el N.T. conocimiento (gr. epignosis) no es simplemente conocimiento en el intelecto sino

comprensión espiritual en el corazón.
Se refiere a la revelación de Dios conocida por experiencia propia e implica tener una relación
personal con el Señor.
VIII. VELA POR LA SINCERIDAD Y LA PUREZA:

“para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el
día de Cristo” (Fil. 1.10).
a. Sincero significa: “sin ninguna mezcla del mal”, “modo de expresarse sin fingimiento”.
¿Cómo podemos ser sinceros?:
- Mediante el amor que el Espíritu Santo derramó en nuestro corazón (Ro. 5.5).
- Mediante la llenura del Espíritu Santo (Tito 3.5-6).
- Andando en la verdad con el Señor y con los demás.
“He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho

comprender sabiduría” (Sal. 51.6).
“El hombre de verdad tendrá muchas bendiciones...” (Pr. 28.20).
“Estas son las cosas que habéis de hacer: Hablad verdad cada cual con su
prójimo; juzgad según la verdad y lo conducente a la paz en vuestras
puertas. Y ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su prójimo, ni
améis el juramento falso; porque todas estas son cosas que aborrezco, dice
Jehová” (Zac. 8.16-17).
“Así que celebramos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de
malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de
verdad” (1 Co. 5.8).
b. Irreprensible: “Que nadie tenga nada que reprocharle”, intachable”, “sin tropiezo”.
IX. SU DESEO ES QUE SUS DISCÍPULOS SEAN EJEMPLO Y LE DEN

SIEMPRE LA GLORIA A DIOS:
“llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y
alabanza de Dios” (Fil. 1.11).
En la versión de la Biblia viviente dice: “y que siempre estén haciendo lo que es bueno
y noble, con lo cual demostrarán que son hijos de Dios y traerán gloria al
Señor”.
Debemos anhelar que nuestros discípulos tengan en claro cuán importante es el ejemplo que
nosotros le damos a otros. ¿Cómo actuamos, cómo hablamos, cómo pensamos, cómo nos
expresamos, etc. etc.? Lo mismo que nosotros hagamos, harán ellos también. ¡No nos
olvidemos de ser ejemplo, testimonio y ante todo ¡SIEMPRE DARLE LA GLORIA A DIOS!

EL LÍDER QUE TIENE LA
VISIÓN DE JESÚS
“Un visionario posee la capacidad
para transformar lo absurdo en algo
hermoso, convertir lo vil y
despreciable en algo puro y hacer
de lo débil algo fuerte”. C.C.D.
I. INTRODUCCIÓN:
La oración de Jesús por sus discípulos en Juan 17 nos sirve

de marco de referencia para la exposición de las cualidades
que vamos a mencionar a continuación.
II. CUALIDADES DE UN LÍDER CON LA VISIÓN DE JESÚS:
a. Reconoce que su equipo se lo entregará Dios:
“He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los
diste; y han guardado tu palabra” (Jn. 17.6).
• Dios preparó el equipo que cada uno de nosotros necesita.
• Pertenecen al Señor, y es nuestro deber, llevarlos a que lo conozcan a Él.
• Debemos entrenarlos en la Palabra para que la guarden.
b. Es reconocido por su equipo como una persona de fe y totalmente

dependiente de Dios:
“Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti...” (Jn. 17.7).

• Los discípulos de Jesús reconocieron que el Señor dependía totalmente de Dios, y en
cada uno de sus actos vieron que Jesús se movía en el plano de la fe.
c. Es fiel al mensaje que comunica:
“porque las palabras que me diste, les he dado, y ellos la recibieron, y han conocido
verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste” (Jn. 17.8).
• El líder no comunica su propia visión, sino que respeta la línea de autoridad que viene
de Dios, este respeto y fidelidad brinda paz y seguridad a su equipo.
d. Siempre ora por sus discípulos:

Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son” (Jn.
17.9).
• El líder siempre está cuidando a su equipo en oración.
• El líder debe levantar un cerco de protección en oración alrededor de sus discípulos.
e. Sus discípulos transmiten lo que han recibido del líder:

“y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío, y he sido glorificado en ellos” (Jn. 17.10).
• Lo que el líder recibe de parte de Dios si lo transmite, esto mismo repercutirá en los
demás de una manera consecuente.
f. Vela para que permanezcan firmes y por la unidad:

“Y ya no estoy en el mundo, mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los
que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros” (Jn.
17.11).
• Clama al Señor con fe para que puedan superar cada prueba, pidiendo específicamente
para ellos:
- protección: “guárdalos en tu nombre”,
- unidad: “para que sean uno”.
g. Protege a su equipo:
“Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste,
yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se
cumpliese” (Jn. 17.12).
• ¿Cómo se guarda o protege?:
- En oración,
- Ministrándoles,

- Con discernimiento,
- Apoyándolos en todo.
h. Deja enseñanzas que perduran:

“Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí
mismos” (Jn. 17.13).
• Las enseñanzas de la Palabra que el líder ha compartido en el poder del Espíritu Santo
perdurarán y producirán gozo en el corazón.
i. Es diligente en la formación de su equipo:
“Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como
tampoco yo soy del mundo” (Jn. 17.14).
• Se ocupa de darles el alimento sólido para que crezcan.
j. Los fortalece en oración:
“No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal” (Jn. 17.15).
• Siempre está orando para que el Señor le permita a él y a su equipo, vencer las
tentaciones del mundo por medio de la fe.
• Aunque han crecido en todas las áreas de su vida, el líder decide no soltarlos en oración
ni por un solo momento.
k. Tiene seguridad de la conducta de sus discípulos:
“No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo” (Jn. 17.6).
l. Prepara a su equipo para que vivan en santidad:
“Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” (Jn. 17.17).

• La santidad se transmite conviviendo con las personas y Jesús así lo hizo con su equipo, y
cada uno de ellos llegó a parecerse al Maestro.
m.Como Jesús, aprovecha cada situación para enseñar a su equipo:
“porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron...” (Jn. 17.8ª.).

• No hubo momento propicio que el Señor no aprovechara para impartir sus enseñanzas a
los doce, tenía la firme intención de capacitarlos para que cumplieran la misión que les
encomendaba y esto lo impulsaba a compartir de lo suyo en medio de todas las
circunstancias posibles.
n. Prepara a su equipo para la obra evangelística:
“Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo” (Jn. 17.18).
• El líder debe preparar a su equipo para que desarrollen la visión mediante el trabajo
evangelístico.
o. Se mantiene en santidad:
“Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la
verdad” (Jn. 17.19).
• Constantemente se está examinando.
p. Ora por los doce de sus doce:
“Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la
palabra de ellos...” (Jn. 17.20).
q. Se preocupa por reproducir su carácter en su equipo, tal como lo

hizo el Señor:
“La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno”
(Jn. 17.22).
• Podemos decir que al transmitir su espíritu, el Señor estaba dando su propia vida al
equipo.
r. Lucha por la perfección de la unidad:
“Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que
tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado” (Jn. 17.23).
• El líder sabe que la perfecta unidad viene como fruto de una relación más allá de lo
natural, pues, es establecida por los mismos lazos del Espíritu Santo y las personas ya no
son un punto más de un conglomerado sino que son parte activa dentro de un
organismo vivo como lo es el cuerpo de Cristo.
s. Los hace parte de todo:

“Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos están conmigo,
para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la
fundación del mundo” (Jn. 17.24).
• Jesús no fue egoísta, estuvo dispuesto a compartir todo con sus discípulos.
t. Conoce al Señor y su equipo también lo conoce:
“Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que
tú me enviaste” (Jn. 17.25).
u. No deja de guiarlos en el conocimiento del Señor:
“Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún... (Jn. 17.26).
v. Anhela que el amor sea el fundamento de todo:
“...para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos (Jn. 17.26b.).
• En el genuino amor es importante una entrega total. El líder cuida que su equipo alcance
un grado de madurez en amor, un amor sincero, genuino, “ágape”, que proceda de
Dios y se consolide en sus corazones.

EL LÍDER LLENO DEL ESPÍRITU
SANTO
Fil. 1.6: “Estando persuadido de esto, que el que
comenzó en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo”.
Ef. 5.18: “...antes bien sed llenos del Espíritu”.
I. PASA POR EL QUEBRANTAMIENTO: (Hch. 9.1-18).
a. El Señor se revela a Pablo (v.3 y 4).

Cuando Jesús se le revela, Pablo cae del caballo. El quebrantamiento nos hace caer del
caballo, o sea a través de él morimos definitivamente a nuestro orgullo, a creernos algo y de
esa manera permitir que el Señor se revele a nuestras vidas.
b. Pablo comienza un diálogo con el Señor ¿Quién eres Señor? (v.5):

Le llamó Señor. Jesús quiere que le reconozcamos como Señor de nuestras vidas no
solamente en palabras, sino en hechos, permitiendo que Él gobierne nuestros pensamientos,
nuestras actitudes, nuestras decisiones, etc.
c. Pablo escucha la voz de Jesús y obedece a lo que Él le dice (v.6-8).
d. Pablo hizo ayuno (v.9). El quebrantamiento nos lleva a buscar del Señor.
e. Pablo recobra la vista, y es lleno del Espíritu Santo (v.17 ...y seas lleno del
Espíritu Santo”).
II. ES SENSIBLE A LA GUÍA DEL ESPÍRITU SANTO EN

TODAS LAS ÁREAS:
Ejemplos:
a. Pedro estaba orando cuando el Señor le habla para que vaya a lo de Cornelio (Hch.
10.9).

b. La iglesia en Antioquía estaban ministrando al Señor, y ayunando cuando el Espíritu Santo
les habló (Hch. 13.1-5).
c. El Espíritu Santo era el que guiaba a Pablo en cada viaje, aun cuando no tenía que ir a
determinado lugar (Hch.16.6-10). El Espíritu Santo le hablaba a Pablo, porque Pablo
deseaba realmente hacer la voluntad de Dios y era sensible a su voz.
III. TIENE COMO OBJETIVO EXTENDER EL EVANGELIO POR

DOQUIER:
Ej. de Pablo: (Hch. 20.24).
IV. SABE ASIMILAR CON VALOR LA ADVERSIDAD:
a. Pablo y Silas no se quejaron en medio de la adversidad, sino que alabaron a Dios (Hch.
16.23-25).
b. ¿Cómo reaccionamos frente a las pruebas?:
Nuestra primer arma es la alabanza. No le demos lugar a la depresión, tristeza, queja,
negativismo.
Ejemplo de Pablo: (2 Co. 11.23-33).
V. TRANSMITE A OTROS LO QUE DIOS LE DA Y VELA POR

LA SANA DOCTRINA:
“Cumple tu ministerio”. (v.5).
a. 2 Timoteo 2.2-5 – No guarda nada para sí, porque sabe que cuánto más da, más Dios le
da a Él, y de esa manera puede seguir bendiciendo a otros.
VI. ANDA EN EL ESPÍRITU TODO EL TIEMPO:
a. “¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a

acabar por la carne?” (Gá. 3.3).
¿Qué había sucedido? Habiendo comenzado por el Espíritu, intentaban vivir en la carne, por
su propio esfuerzo, la obra que el Espíritu había comenzado. Los gálatas comenzaron bien,
pero vemos como luego comenzaron hacer de lo religioso, de las normas lo más importante,
dejando de lado el amor y comenzando a dar lugar a las obras de la carne (Gá. 5.13-26).
b. “Si tú vuelves a reconocer que el Espíritu Santo es tu fuerza y tu auxilio, y
renuncias a todo lo carnal y vuelves a dejar llenarte y guiarte por Él,
volverán tus días de hermosura y verás la gloria de Dios revelada en tu
vida”. “Nada te servirá de nada si no llegas a comprender que tienes que
vivir cada día bajo el poder del Espíritu Santo”.

EL LÍDER DISPUESTO A
SERVIR
I. INTRODUCCIÓN:
Servicio es amor en acción. Es la demostración de que
en verdad nos hemos negado a nosotros mismos. El
amor cuando es auténtico, nos lleva a la comunión, y la
comunión al servicio. Servir es dar la vida por nuestros
hermanos. Servir es compartir lo que tenemos con los que no tienen y lo necesitan. El factor
práctico más importante es disponer de nuestro TIEMPO. Servir es dar la VIDA, y en la práctica
dar la vida equivale a dar tiempo a los demás.
“Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino
voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo
señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.
Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de

gloria” (1 Pedro 5.2-4).
II. EL EJEMPLO DE JESÚS:

“El que se une al Señor, un espíritu es con él” (1 Co. 6.17).
• Cristo no vino para ser servido, sino para servir (Jn. 13.4-5).
• Servir es identificarse con el necesitado, dar y darse.
• Jesús resalta el contraste entre los gobernantes de este mundo y sus discípulos (Mt. 20.24-
28).
• Jesús entregó su propia vida por amor a los demás (Fil. 2:5-9).
III. SERVIR A LOS DISCÍPULOS ES SERVIR A CRISTO:

“...Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber;
fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo y me cubristeis; enfermo, y me
visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.
Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos
hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?
¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?
¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?
Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a
uno de estos mis hermanos más pequeños, a mi lo hicisteis” (Mt. 25.31-40).
Dios es nuestro Padre y Cristo nuestro hermano mayor. Cada vez que ayudamos o servimos a
uno de sus hermanos, el Señor lo computa como si se lo hubiéramos hecho a él.
IV. ¿A QUIÉN DEBEMOS SERVIR?:

a. A los de nuestra casa, a la familia.
“Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado
la fe, y es peor que un incrédulo (1 Ti. 5.8).
b. A los discípulos que tenemos.
“sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido
de Dios, y a Dios iba, se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la
ciñó. Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a
enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido” (San Juan 13.3-5).
c. A los de la familia de la fe.
“Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la
familia de la fe” (Gá. 6.10).
d. A todos, al prójimo.
(Gá. 6.10; Lucas 10.25-37 – El buen Samaritano).
V. PODEMOS SERVIR CON TODAS NUESTRAS

CAPACIDADES:
a. Capacidades materiales:
(1 Juan 3.17; Efesios 4.28; Santiago 2.14-17).

b. Capacidades físicas, habilidades y energías:
(Tito 2.7; 3.8-14; Hebreos 13.16).
c. Capacidades intelectuales:
d. Capacidades afectivas:
(1 Pedro 1.22; Romanos 12.9; Romanos 12.9).
e. Capacidades espirituales:
Orando unos por otros (Efesios 6.18; Santiago 5.16).
Enseñando y exhortando (Col. 3.16, 1 Tes. 5.11).
VI. ¿CÓMO DEBEMOS SERVIR?:

a. No para ser vistos (Mt. 6.1-4).
b. Motivados por el amor (1 Co. 13.3).
c. Con alegría (2 Corintios 9.7, 1 Pedro 4.9).
d. Con fe y liberalidad (Lucas 6.38; Romanos 12.8; 2ª
Corintios 9.6-15).

EL LÍDER QUE AMA A LAS
PERSONAS
¿CUÁL ES LA CLAVE PARA LAS

RELACIONES CON LOS DEMÁS?
a. La regla de oro:
“Así que, todas las cosas que queráis que los

hombres hagan con vosotros, así también
haced vosotros con ellos” (Mt. 7.12).
• En este sencillo mandamiento, Cristo nos enseñó dos cosas acerca del desarrollo de las
relaciones con los demás:
1. Necesitamos decidir cómo queremos que nos traten;

2. Luego debemos comenzar a tratar a los demás de esa manera.
“SI QUIERES QUE LAS PERSONAS ACTÚEN CORRECTAMENTE CONTIGO,

ACTÚA TÚ CORRECTAMENTE CON ELLAS”.
CINCO FORMAS EN LAS QUE TÚ DESEAS QUE LOS DEMÁS TE

TRATEN:
a. Tú deseas que los demás te alienten:
“Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras” (1 Ts. 4.18).
“También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos que alentéis a
los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con
todos” (1 Ts. 5.14).

No existe mejor ejercicio para fortalecer el corazón que el de extender la mano y ayudar a
las personas a levantarse. Nadie mantiene relaciones profundas con personas que lo hacen
quedar mal, más bien, las evita y busca a las que creen en uno y lo alientan.
b. Tú deseas que los demás te amen y te aprecien:
“Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad,

mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros
entrañablemente, de corazón puro” (1 Pedro 1.22).
William James ha dicho: “El principio más arraigado en la naturaleza humana es el deseo
ardiente de ser apreciado por los demás”.
c. Tú deseas que los demás te perdonen:
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a

otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo (Ef. 4.32).
Casi todos los problemas y las tensiones emocionales provienen de conflictos sin solucionar,
de no haber sido capaces de desarrollar relaciones adecuadas con las personas. Debido a
eso, muchas personas sienten profundamente el deseo por un perdón total. Saber perdonar
constituye el ingrediente básico y necesario para una relación sólida. El perdón nos libra de
la culpa y nos permite interactuar positivamente con otras personas.
d. Tú deseas que los demás te escuchen:
“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo
para hablar, tardo para airarse” (Stg. 1.19).
En la medida en que las personas adquieren mayor autoridad, en ocasiones denotan

impaciencia para escuchar. Un oído sordo es la primera señal de una mente cerrada. Si no
se han hecho el hábito de escuchar, cuidadosa e inteligentemente, no van a ser capaces de
recibir la información que necesitan.
e. Tú deseas que los demás te comprendan:

“Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros
tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con
el Padre, y con su Hijo Jesucristo” (1 Jn. 1.3).
• ¿Cómo te sientes cuando te han malinterpretado? ¿Soledad? ¿Frustración? ¿Desilusión?

¿Resentimiento?
• Peter Drucker sostiene que el 60% de todos los problemas administrativos son el
resultado de una mala comunicación. Un importante especialista en temas
matrimoniales señala que por lo menos la mitad de los divorcios son el resultado de una
mala comunicación entre los cónyuges.
• La comunicación es fundamental para la comprensión.
f. Conclusión:
La palabra menos importante:

YO (es la que menos resultados logra)
La palabra más importante:

NOSOTROS (es la que logra mayores resultados) – (RELACIONES)
Las dos palabras más importantes:

MUCHAS GRACIAS - (APRECIO)
Las tres palabras más importantes:

YO TE PERDONO – (PERDÓN)
Las cuatro palabras más importantes:

LO HAS HECHO MUY BIEN – (ALIENTO)
Las seis palabras más importantes:

A MÍ ME GUSTARÍA CONOCERTE MEJOR – (COMPRENSIÓN- COMUNICACIÓN)
RASGOS DE UNA PERSONA CON AMOR:

• La clave para desarrollar el AMOR: Preocuparse más por hacer que los demás se
sientan bien con respecto a sí mismos que por hacer que ellos se sientan bien con respecto
a ti.
a. CUIDADO:
(Mt. 9.35-38).

Mostrar genuino interés por las necesidades y los intereses más profundos de otras personas.
b. AYUDA Y ACCIÓN:
“Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos
administradores de la multiforme gracia de Dios” (1 Pedro 4.10).
Dar de sí mismo a los demás, ser servicial. Hacer que las cosas ocurran.
La mejor forma de ayudar a sus discípulos es descubrir sus dones personales y alentarlos a
desarrollar esas dotes y luego educarlos para que las utilicen.
c. SENSIBILIDAD:
“Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo”
(Gá. 6.2).
Sentir y responder.
d. MOTIVACIÓN Y ALIENTO:
“Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo
hacéis. Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre
vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en
mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros" (1 Ts.
5.11-13).
• ¿Trasmites esperanza o desesperación a las personas que te rodean?
• ¿Piensas lo mejor, crees lo mejor y expresas lo mejor con respecto a los demás?
• ¿Cómo alentamos y motivamos a los demás? En primer lugar tenemos que

sentirnos satisfechos con nosotros mismos. Después podemos, tanto verbal como
activamente, creer en los demás y esperar que ellos respondan de manera positiva.
• “Un hombre grande es aquel que nos hace sentir más grande cuando estamos junto a
él”.
ESCOLLOS PARA QUE FLUYA EL AMOR:

a. El orgullo:
Una persona orgullosa tendrá la tendencia a despreciar a los demás, a sentir cierto aire de
superioridad. Las personas nunca seguirían o se identificarían con una persona que sólo
piensa en su condición social y en su posición (Stg. 4.6).

b. La inseguridad:
Las personas inseguras no están dispuestas a arriesgarse. Prefieren mantenerse en una
posición cómoda y, probablemente, carente de emociones (Salmo 78.53).
c. El malhumor:
Este rasgo de inmadurez va en detrimento de las relaciones personales. Las personas
malhumoradas son inconstantes, y por, consiguiente, personas de las que no se puede
depender. Nunca puede haber confianza en la persona que está sujeta al malhumor o que
tiene un carácter hosco (Ef. 4.31).
d. El perfeccionismo:
El perfeccionismo es la necesidad obsesiva de actuar sin cometer errores. Este afecta la
creatividad y la libertad, y aleja a las personas. Raramente los perfeccionistas consiguen
afirmarse ellos mismos; por lo tanto, resulta muy difícil que puedan afirmar o valorar a los
demás (Gá. 6.1).
e. La susceptibilidad:
Las personas susceptibles están constantemente curando sus heridas. Miran hacia su interior
y no se percatan de las necesidades de los demás. Por supuesto, no logran la admiración de
la gente.
f. El negativismo:
Por definición, el negativismo es lo contrario al carisma. Una persona que constantemente
mantiene una actitud negativa se convierte en una fuerza depresiva y no inspira confianza.
(Ej. 10 espías).
III. NUESTRO MÁXIMO EJEMPLO DE AMOR: JESÚS:

El AMOR comienza en la cruz de Jesucristo. Veamos Filipenses 2.3-11, donde encontramos a
Pablo colocando la humildad del propio Jesucristo como un objeto a seguir:
“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad,
estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los
otros.
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que
aferrarse,
sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los
hombres;
y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es
sobre todo nombre,

para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los
cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”.

EL LÍDER QUE VIVE SOBRE EL
NIVEL DE LA MEDIOCRIDAD
Un llamado a la excelencia
El peor desperdicio de nuestros recursos naturales,

son aquellas personas que nunca alcanzan su
potencialidad.
Avance por la senda de la vida,
dejando atrás el nivel de la mediocridad,
Y extiéndase hacia nuevos horizontes:
¡la excelencia!
Si usted piensa que no puede hacerlo; ¡no podrá!
Si piensa que sí puede, con toda seguridad lo logrará.
Sólo el esfuerzo de alcanzar la excelencia lo hará sentirse como nuevo.
Una buena reputación se gana realizando lo que parece imposible.
Apunte bajo: ¡Mediocridad!
Apunte alto: ¡Excelencia!
I. CONFRONTAR LA MEDIOCRIDAD REQUIERE PENSAR

CON CLARIDAD:
a. Comienza en tu mente:
• La mente es el blanco del enemigo:

“Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra
milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando
argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo
todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Co. 10.3-5).
Debido a la que la mente humana posee el secreto para volar, el enemigo de nuestra
Alma la ha hecho el blanco de su ataque. Afectando nuestra manera de pensar, es
capaz de mantener nuestra vida en un nivel de mediocridad.
• Nos convertiremos en lo que pensamos:
“Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él” (Pr. 23.7).
El secreto para vivir una vida de excelencia es pensar con excelencia. Se trata de
programar nuestra mente con la clase de información que nos libere “la palabra de

Dios”. Libres para ser todo lo que Dios propuso que fuéramos. ¡Libres para remontarnos
como el águila!
Todas las personas que modelan un alto nivel de excelencia, han ganado la batalla de
la mente. Sin importarles los riesgos, han decidido desempeñar el papel
de una pluma activa que escribe con tinta, en vez de un secante pasivo
que absorbe lo que otros hacen.
• La conquista de la mediocridad: una metamorfosis mental:
1. Memorizar: La mejor manera de comenzar este proceso de higiene mental es con

la muy importante disciplina de memorizar pasajes bíblicos. Desalojar los
pensamientos negativos requiere acción agresiva. Una fuerte estrategia de asalto es
utilizar varias promesas victoriosas como por ejemplo: (1 Co. 15.57,58; Pr. 21.31;
2 Co. 2.14; Fil. 4.13; 1 Jn. 5.4; Is. 40.31; Salmo 119.9-11; Éx. 14.13,14; 1
Co. 16.13; Mt. 7.7-8; Jer. 15.16; Ef. 6.13-14; Is. 41.10; Jn. 16.33).
2. Aplicar: Sitúate en las páginas de la Biblia. Usa el yo, el mí, el mío y tu nombre
cuando encuentre afirmaciones significativas, como por ejemplo:
“Pues aunque (yo) ando en la carne, no milito según la carne, porque las
armas de (mi) milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la
destrucción de fortalezas, (yo estoy) derribando argumentos y toda altivez
que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo
pensamiento a la obediencia a Cristo”.
3. Analizar: Tan pronto te des cuenta de que estás respondiendo negativamente

o que estás a la defensiva, piensa, analiza la situación. Lleva cautivo esos
pensamientos a la obediencia a Cristo.
b. Te cuesta la entrega:
• Jesús en el pasaje de Lc. 14.25-33 nos habla de tres aspectos importantes:
1. Las relaciones personales: (Lc.14.26).

Cuando Jesús menciona que debemos “aborrecer” a padre y madre, esposa, hijos, y
hermanos, no sugiere que debamos tratarlos irrespetuosamente. Lo que enfatiza es la
posibilidad muy real de competir en nuestra lealtad entre Él y los que amamos
profundamente.
2. Las metas y los deseos personales: (Lc. 14.27).
Habla de rendir nuestras metas y deseos personales a su autoridad. Es decir un no
firme a lo que nosotros queremos, y decirle sí a lo que Dios quiere. Cuando alguien

era visto “llevando su propia cruz” en el primer siglo, todo el mundo entendía que
iba camino a la muerte. Jesús emplea esta palabra para describir la muerte de
nuestros anhelos personales y en su lugar seguirlo a Él completamente.
3. Las posesiones personales: (Lc. 14.33; 1 Ti. 6.6, 17-19).

Los discípulos pueden ser dueños de algunas cosas, pero nada se puede adueñar de
ellos.
Las águilas que se encumbran donde el aire es puro no llevan exceso de equipaje. Si
queremos volar como las águilas, debemos librarnos de las cadenas del
materialismo.
II. SUPERAR LA MEDIOCRIDAD SIGNIFICA

VIVIR DIFERENTE:
a. VISIÓN:
• Visión es ver la vida con los ojos de Dios, ver las situaciones como Él
las ve. Tener visión es la capacidad de ver la presencia de Dios, de
percibir su poder, de concentrarse en el plan de Dios a pesar
de los obstáculos. Generalmente nuestra visión de las cosas
no es la misma que la de Dios y debemos aprender a ver
las cosas como Él las ve. Ej. 1 Sa. 16.7; Is. 55.8-9.
• Características de la visión:
1. Actitud: La visión afecta la actitud. Se

vuelve optimista en vez de pesimista. No un
positivismo insensato, como el de alguna fantasía, pues estás viendo a Dios en las
circunstancias. De manera que cuando hay una situación que intenta derribarte, no
te amedrentas, ni te das por vencido. Más bien dices: “Señor, este es tu momento.
Aquí es donde tú tomas el mando. Tú estás en esto”. Caleb y Josué vieron los mismos
obstáculos que los otros diez espías, pero ellos tenían una actitud diferente.
¿Recuerdas sus palabras? “Más podremos nosotros que ellos”.
2. Fe: Significa tener una fuerte convicción en el poder de Dios. Significa negarse a
ceder a la tentación, al cinismo y a la duda. No permitir que el hastío te domine.
3. Capacidad: Las supuestas “imposiblidades” son oportunidades para ensanchar

nuestras capacidades.

William Janes dijo: “Comparado con lo que debemos ser, estamos sólo medio
despiertos. Nuestros fuegos están sofocados, el tiro de nuestras chimeneas cerradas.
Estamos usando sólo una pequeña parte de nuestros recursos...”
4. Determinación: Es permanecer firme cuando las cosas se ponen difíciles.
5. Entusiasmo: Palabra formidable que se origina en el vocablo griego entheos, “Dios

dentro de uno”. Es la capacidad de ver a Dios en una situación, lo que hace
emocionante el acontecimiento.
b. DETERMINACIÓN:
“Determinarás así mismo una cosa, y te será firme, y sobre tus caminos
resplandecerá la luz” (Job 22.28).
• La determinación Implica la aplicación de la disciplina para permanecer firme a pesar de

los obstáculos o las desventajas.
• Nada funciona mejor en el ministerio que la persistencia; persistencia en la piedad,

determinación en ser diligentes en el estudio de la Palabra, persistencia en mantener las
prioridades, determinación de trabajar con la gente: 2 Ti. 4.2: “Predica la palabra;
insiste a tiempo y fuera de tiempo”. Es una hermosa manera de decir:
“¡Persiste!. Hazlo cuando viene naturalmente y cuando es duro. Hazlo
cuando sientas hacerlo y cuando no lo sientas. Hazlo cuando hace calor y
cuando hace frío. Sigue haciéndolo. No te rindas”.
• La gente que vuela como las águilas, que vive por encima del arrastre de
la mediocridad es gente de sueños.
- Tiene una fuerza divina que la motiva porque ha recibido sueños de Dios.
- Dios compara al cristiano como a un águila:
“pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán
alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se
fatigarán” (Is. 40.31).
- El símbolo del águila es un emblema de valor, de nobleza, de poder.
- El águila siempre anda en las alturas y así tiene una visión amplia. Los lugares donde
habita son: el agua, ríos, lagos, corrientes de aguas.
El Señor nos pastoreará en aguas de reposo, nos hará meter en los ríos de aguas
vivas.
- El nido del águila es un nido acogedor, un lugar de protección. En el Salmo 91.4
vemos como Dios es el que nos cubre con sus alas.
- El águila se limpia y saca sus plumas viejas, los cristianos debemos limpiarnos y sacar
las amarguras, los resentimientos, para poder volar alto.
- El águila le gusta volar y vivir en las alturas, con una amplia visión. Jesús quiere que
seamos como las águilas, que tengamos una visión amplia, la VISIÓN DE JESÚS.

• Dos soñadores con determinación: JOSUÉ Y CALEB:
- diez vieron el problema; - dos vieron la solución.
- diez vieron los obstáculos; - dos vieron las respuestas.
- diez se dejaron impresionar por - dos estaban impresionados

el tamaño de los habitantes; con el tamaño de Dios.
- diez se enfocaron en lo que no - dos se concentraron en lo que se

se podía lograr; podía obtener por el poder de Dios.
La persistencia demostrada por Caleb y Josué fue extraordinaria. Ninguno era más
inteligente o de mayor talento que los otros diez. Simplemente poseían Visión,
Determinación y Sueño (Nm. 14.8-9).
c. PRIORIDADES:
• Nunca volaremos como águilas hasta que estemos dispuestos a determinar quién o qué
viene primero. La vida nos pone por delante cientos de posibilidades. Algunas son
malas. Muchas son buenas. Unas pocas, las mejores. Pero cada uno tiene que decidir:
“¿Cuál es mi elección? ¿Cuál es mi razón para vivir?”. En otras palabras, “¿qué toma el
primer lugar en la vida?”.
• Las prioridades son siempre difíciles de determinar. Además, hay veces que pensamos
estar dando en el blanco, cuando no es así. Si nuestro corazón es íntegro, Dios
negará con gracia pero con firmeza las cosas que le pedimos si no están
dentro de su voluntad.
• Sin embargo, no nos quedan muchas posibilidades. Jesús nos dio nuestra máxima
prioridad: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas
estas cosas os serán añadidas” (Mt. 6.33).
...y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de

entre los muertos, para que en todo tenga la preemincencia” (Col. 1.18).
Los que están entregados realmente a la excelencia dan a Él la máxima prioridad. Nuestra
elección de prioridades determina nuestro nivel de vuelo. Dicho de otra manera: Cualquier
cosa que esté en primer lugar, si no es Cristo solo, está en mal lugar. La vida es como una
moneda; la puedes gastar de cualquier manera que quieras, pero sólo una vez. ¿En qué la
estás gastando? ¿Cuál es, en realidad, la prioridad de tu vida? ¿Quién y qué es primero en
tu hogar, en tu trabajo, en tus posesiones, en tus relaciones, en el servicio?

d. RESPONSABILIDADES:
Hay principios bíblicos predominantes en cuánto a la responsabilidad:
1. La responsabilidad ante Dios es ineludible e inevitable (Mt. 12.35-36; Ro. 14.10-

12).
2. La responsabilidad ante los líderes espirituales es ordenada por Dios y beneficiosa
para nosotros: (He. 13.17).
¿Por qué dar cuenta? Porque los líderes espirituales han recibido entre otras
responsabilidades, la difícil tarea de “velar por vuestras almas”. Y no sólo eso,
también dice que nos es provechoso.
Ejemplos bíblicos:
• Lot era responsable ante su tío Abraham.
• José fue responsable ante Potifar.
• Nehemías era responsable ante Artajerjes.
• Onésimo era responsable ante Filemón.
III. EXCELENCIA EN TODOS LOS ASPECTOS:

a. En la integridad.
b. En la ética.
c. En el aprendizaje.
d. En las relaciones.
e. En la sujeción, etc. etc.
En su Palabra leemos: “Si hay virtud (excelencia) alguna...
en esto pensad” (Fil. 4.8).
EL MUNDO NECESITA HOMBRES Y MUJERES...

Que no se puedan comprar;
cuya palabra sea su garantía;
que pongan su carácter por encima de la riqueza;
que tengan opiniones y voluntad;
que sean más grandes que sus vocaciones;
que no titubeen en correr riesgos;
que no pierdan su individualidad en la multitud;
que sean tan honrados en las cosas insignificantes
como en las importantes;
que no transijan con lo malo;
cuyas ambiciones no se limiten a deseos egoístas;
que no digan que lo harán “porque todo el mundo lo hace”;
que sean fieles a sus amigos en los buenos informes y en los malos;

en la adversidad y en la prosperidad;
que no crean que la astucia, la sagacidad y la terquedad son las
mejores cualidades para alcanzar el éxito;
que no tengan vergüenza o miedo de defender la verdad
cuando ésta sea impopular;
que puedan decir “no” con énfasis,
aunque el resto del mundo diga “sí”.

EL LÍDER QUE HACE QUE
LAS COSAS OCURRAN
I. ¿CÓMO LOGRAR QUE LAS
COSAS SE REALICEN?:
a. Nicholas Murray Butler, ex presidente de la

Universidad de Columbia, dijo:
“Hay tres clases de personas en el mundo:
1. las que no saben ni se interesan por lo que está
ocurriendo,
2. las que obserban lo que está ocurriendo,
3. y las que hacen que ocurran las cosas”.
b. El verdadero líder que busca del Señor, tendrá la capacidad para hacer que las cosas se
realicen; actuar para ayudar a que los que están con él trabajen en un ambiente donde se
sientan animados y motivados hasta el punto en que cada uno descubra sus talentos y estos
puedan ser desarrollados en su plenitud para que la Palabra de Cristo sea extendida por
doquier y así muchos conozcan al Señor.
II. EL EJEMPLO DE MOISÉS:

Uno de los más notables ejemplos es la instrucción que Jetro dio a Moisés unos 1.500 años
antes del nacimiento de Cristo (Éx. 18.13-17). A continuación aparecen estos versículos junto
con algunas de las ideas y principios de administración que sugieren:
13. Aconteció que al día siguiente se sentó Moisés (Observación e inspección

a juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo delante personal)
de Moisés desde la mañana hasta la tarde.
14. Viendo el suegro de Moisés todo lo que él ha- (Interrogatorio; investigación pa-
cía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que ra discernir)
haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú
solo, y todo el pueblo está delante de ti desde
la mañana hasta la tarde?
15. Y Moisés respondió a su suegro: Porque el
pueblo viene a mí para consultar a Dios.

16. Cuando tienen asuntos, vienen a mí; y yo juz- (Resolución de conflictos.
go entre el uno y el otro, y declaro las or- Corrección)
denanzas de Dios y sus leyes.
17. Entonces el suegro de Moisés dijo: No está (Criterio)

bien lo que haces.
18. Desfallecerás del todo, tú, y también este pue- (Evaluación del efecto sobre el lí-
blo que está contigo porque el trabajo es de- der y sobre el pueblo)
masiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú
solo.
19. Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios (Preparación , consejo, represen-

estará contigo. Está por el pueblo delante de tación, establecimiento de pro-
Dios, y somete tú los asuntos a Dios. cedimientos)
20. Y enseña a ellos las ordenanzas y las le- (Enseñanza, demostración, espe-
yes, y muéstrales el camino por donde de- cificación del trabajo, delega-
ben andar, y lo que han de hacer. ción)
21. Además escoge tú de entre todo el pueblo (Selección, delegación de auto-

varones de virtud, temerosos de Dios, varo- ridad y asignación de responsa-
nes de verdad, que aborrezcan la avaricia; bilidades)
y ponlos sobre el pueblo por jefes de milla-
res, de centenas, de cincuenta y de diez.
22. Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y (Amplitud del control, evalua-
todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos ción del juicio, límites de la de-
juzgarán todo asunto pequeño. Así alivia- cisión, manejo en casos de ex-
rás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos cepción)
contigo.
23. Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú (Exposición de los beneficios)

podrás sostenerte, y también todo este
pueblo irán en paz a su lugar.
24. Y oyó Moisés la voz de su suegro, e hizo (Prestar atención, llevar a cabo)
todo lo que le dijo.
25. Escogió Moisés varones de virtud de en- (Elección, selección, asignación

tre todo Israel, y los puso por jefes so- de responsabilidades y límites)
bre el pueblo, sobre mil, sobre ciento,
sobre cincuenta, y sobre diez.

26. Y juzgaban al pueblo en todo tiempo; el (Evaluación del juicio, manejo
asunto difícil lo traían a Moisés, y ellos juz- de casos excepcionales)
gaban todo asunto pequeño.
27. Y despidió Moisés a su suegro, y éste se
fue a su tierra.
LAS CUALIDADES DE MOISÉS:

El Nuevo Testamento nos ofrece un comentario más bien amplio sobre las notables cualidades
de líder que tenía Moisés, las cuales lo capacitaron para el éxito (He. 11).
a. Fe: (vers. 24: “Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de
Faraón”).
b. Integridad: (vers.25: “escogiendo antes ser maltrato con el pueblo de Dios, que gozar de
los deleites temporales del pecado”).
c. Visión: (vers. 26: “teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de
los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón”).
d. Decisión y determinación: (vers.27: “Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey;
porque se sostuvo como viendo al invisible”).
e. Obediencia: (vers.28: “Por la fe celebró la pascua y la aspersión de la sangre, para que el

que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos”).
f. Coraje y responsabilidad: (vers.29: “Por la fe pasaron el mar Rojo como por tierra
seca; e intentando los egipcios hacer lo mismo, fueron ahogados”).
2- ¿CÓMO OBTENER MEJORES RESULTADOS?:

Si un líder ha de actuar decisivamente para obtener resultados, tiene que seguir ciertos
principios:
a. Determina los objetivos en oración: Toma un tiempo de oración para que el Señor te
muestre la estrategia y la manera de llevar a cabo las cosas. Determina los resultados finales
que quieres lograr y cuándo quieres lograrlos. Escríbelos, exacta, breve y claramente.
b. Planifica las actividades necesarias: Decide qué actividades principales deben

realizarse para lograr los objetivos: objetivos generales, específicos, a largo plazo, a
mediano plazo e inmediatos. Hazte preguntas con respecto a cada actividad propuesta: ¿Es
necesario? ¿Es importante? ¿Por qué?.

c. Organiza un programa: Haz una lista de todas las cosas importantes que deben
hacerse. Recuerda que las cosas urgentes no son necesariamente importantes. Dwight D.
Eisenhower dijo: “Lo importante raras veces es urgente, y lo urgente raras veces es
importante”. Ordena todo según el orden de prioridades. Estudia detenidamente cada
actividad. Identifica los pasos esenciales que debes dar según su orden de importancia.
Hazte preguntas con respecto a cada paso: ¿Cuál es su propósito? ¿Por qué es necesario?
¿Dónde debe llevarse a efecto? ¿Cuándo debe realizarse? ¿Quién debe hacerlo? ¿Cómo
debe hacerse?
d. Prepara un calendario: Es decir, prepara un programa de trabajo. Establece un límite

de tiempo para la realización completa de cada paso. No permitas que el tiempo se te
escape sin actuar. Sigue el calendario desde el principio hasta el fin.
e. Establece un punto de control: Determina dónde y cuándo analizarás el avance en

relación con los objetivos. Establece puntos de referencia. Haz los necesarios ajustes.
f. Clarifica las responsabilidades: Clarifica todas las responsabilidades, autoridades y

relaciones que has delegado, y ten el cuidado de que estén supervisadas.
g. Mantén canales de comunicación: Mantén completamente informados a tus:

superiores, ayudantes, discípulos. Haz que para ellos sea fácil mantenerte informado sobre
todos los asuntos pertinentes esenciales para lograr que las cosas funcionen bien.
h. Desarrolla la cooperación: El éxito en la realización depende grandemente del grupo

de personas que trabajan juntas. Aclara cuáles son los resultados que esperas lograr; indica
claramente lo que se espera de cada individuo. De otro modo es casi seguro que los
movimientos perdidos, las incomprensiones y las fricciones retarden el progreso.
i. Resuelve los problemas: El hecho de pensar en grupo multiplica el pensamiento

individual y coordina las capacidades de los miembros del grupo. Cualquier interferencia o
problema debe ser resuelto lo antes posible:
1. Descubre el problema; clarifícalo. Ataca un solo problema a la vez. Analiza las
causas y las condiciones que contribuyeron a provocarlo.
2. Desarrolla posibles soluciones; selecciona la mejor.
3. Determina un plan de acción, y ponlo en práctica.
4. Revisa los resultados en función de mejoramientos y objetivos. Adquiere,
explora, clasifica, asimila, prueba, actúa.
j. Da crédito a lo que se debe dar: Da el debido reconocimiento y el crédito a todo el

que te ayude a lograr con éxito los objetivos que el Señor te dio para realizar.

EL LÍDER VICTORIOSO
3- INTRODUCCIÓN:
Una imagen correcta, es producto de una vida

equilibrada, y ésta viene cuando el hombre logra
comprender que fuimos hechos a imagen y
semejanza de Dios.
“Porque somos hechura suya, creados en
Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que
anduviésemos en ellas” (Ef. 2.10).
4- CARACTERÍSTICAS DEL LÍDER VICTORIOSO:
a. Un corazón sano:
“El ánimo del hombre soportará su enfermedad; más ¿quién soportará al

ánimo angustiado?” (Pr. 18.14).
• Para que la bendición plena de Dios esté en nuestras emociones, es importante que
cada cual haga un alto en el camino y si siente que le han ofendido, debe perdonar de
todo corazón, incluyendo a aquellos que le han rechazado, que han producido heridas
profundas en su corazón.
• Todo líder que quiere vivir en victoria, debe tener un corazón sano y esto implica:
1. Renunciar al resentimiento: No albergues en tu corazón ningún sentimiento de

odio, ni de rencor, que son los encargados de producir la amargura.
2. Perdonarse a sí mismo: No dejes que tus pensamientos te acusen, o que los

errores que cometiste en el pasado le condenen. Debemos entender que no hay
ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús.

3. Considerar siempre que el perdón es una decisión: Ninguna persona se
siente con el ánimo de perdonar, pero el perdón debe ser una decisión de la
voluntad, que acompañada de la fe produce la santidad.
b. Una persona llena de fe, llena de virtud:
• El líder de fe es aquel que prosigue al blanco superando las circunstancias y sabiendo

que el camino de la fe consiste en conocer los pensamientos de Dios, y actuar de
acuerdo a lo que Él ha mandado. La fe llama a las cosas que no son como si fuesen, es
la que nos lleva a conquistar lo imposible.
• La fe y la virtud van muy unidas. Pablo dijo: “Añadid a vuestra fe, virtud”.
La palabra virtud viene del griego “areté” y se refiere a la excelencia.
Se dice de un excelente violinista a quien después de presentar un recital se le acercó
una niña para decirle: “Daría mi vida por tocar como usted lo hace” a lo que el músico
respondió: “Eso fue lo que yo hice, di mi vida para poder tocar así”. La excelencia se
obtiene como fruto de una vida de fe, esfuerzo, disciplina, dedicación y perseverancia.
La fe es un soporte que se requiere para alcanzar la vida virtuosa.
c. Una persona que adquiere conocimientos:
El Señor dijo: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento” (Os. 4.6).
• El conocimiento debe venir como resultado de una excelente relación con

Dios, ya que Él mismo es quien puede abrir nuestro entendimiento para que las
Escrituras nos sean reveladas, y esto demanda de nuestra parte un tiempo de quietud en
la meditación de la Palabra de Dios.
• El Espíritu Santo es el que conoce hasta lo más íntimo de Dios y Él nos

hablará si estamos dispuestos a escucharlo y a escudriñar su Palabra. Job dijo que las
cosas que no entendía, las investigaba.
d. Es piadoso con afecto fraternal:
“Gozaos con los que se gozan, llorad con los que lloran” (Ro. 12.15).
El afecto fraternal debe ser añadido a la piedad, y éste consiste en expresar amor a nuestros
hermanos. El amor fraternal es expresivo: cuando alguien pasa por una prueba, debemos
identificarnos con su dolor, con su necesidad y tratar el asunto como si fuera nuestro.
e. Derriba argumentos:

“...para esto apareció el hijo de Dios para deshacer las obras del diablo” (1
Jn. 3.8).
“Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria,
quitándola de en medio y clavándola en la cruz” (Col. 2.14).
Lo único que canceló definitivamente todos los argumentos del diablo, fue la obra redentora
de Jesús en la Cruz, ya que Él, al morir, esta tomando nuestro lugar. Cuando creemos en
esto y tomamos la autoridad que Él nos dio, todo argumento del pasado desaparece
inmediatamente, y es cuando los poderes demoníacos, al no tener de qué aferrarse, tienen
que soltarnos definitivamente.
f. Vive en santidad y tiene dominio propio:
“Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas” (Cantares 2.15).
No permite aquellas pequeñas indiscreciones que lo puedan llevar a la destrucción.
g. Tiene su carácter controlado por el Espíritu Santo:
Digo pues: “Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne”

(Gá. 5.16).
“Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el
que toma una ciudad” (Pr. 16.32).
• Del mismo modo que el árbitro tiene muchas veces que expulsar a un jugador de la
cancha sacándole tarjeta roja, el enemigo quiere hacer lo mismo con aquellos que no
tengan control de su carácter. Pablo dijo: “No sea que habiendo sido heraldo
para otros, yo mismo venga a ser eliminado” (1 Co. 9.27).
• Debemos entender que algunos jugadores del equipo contrario tratan de provocar a los
de nuestro equipo para que incurran en faltas. Cuando alguien posee el dominio propio,
no reacciona con violencia, y esa fe que le da el ánimo para perseverar hasta el fin.

¿CÓMO FORMAR LÍDERES
POTENCIALES?
“Las personas que están bajo tu
liderazgo son como diamantes,
tu tarea es pulirlos para que
brillen” C.C.D.
I. INTRODUCCIÓN:
El propósito que hubo siempre en el corazón de Dios fue formar personas. Por esta razón el
Señor Jesús dijo: “Edificaré mi iglesia”. La palabra edificar significa dar forma, construir; lo
cual implica cuidar de las personas mediante entrenamiento, edificación, incluyendo nuestro
ejemplo, a través de gran labor ética, de responsabilidad, de carácter, de constancia, de
comunicación, de confianza en los demás.
II. LA FORMACIÓN ES FUNDAMENTAL:
a. ¿Qué aspectos son importantes para tener en cuenta en la formación de

líderes?:
1. La confianza:
• La confianza se debe ganar día a día, conlleva responsabilidad, fiabilidad, requiere

constancia. La gente no sigue a un líder que no inspira confianza.
2. Valóralos como personas:
• Las personas deben ser valoradas por lo que son, no tanto por lo que hacen. Un
padre debe mirar y admirar a sus hijos porque son sus hijos.
• ¿Qué significa valorarlos?:

- Apreciarlos por lo que son,
- Tratarlos como personas individuales,

- Invertir tiempo en ellos,
- Darles amor y afecto,
- Motivarlos y ayudarlos a crecer.
3. Cree en ellos:
“...a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo

hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a
todo hombre; para lo cual también trabajo; luchando según la potencia
de él, la cual actúa poderosamente en mí” (Col. 1.28-29).
• Pablo aprendió a ver a las personas con los ojos de la fe.

El amonestó y enseñó que toda sabiduría está en la doctrina de la Palabra de Dios.
Hizo un trabajo intenso en cada persona pues su meta era presentar perfecto en
Cristo Jesús a cada hombre.
• La formación de cada individuo implica un trabajo constante:

- llamarlos,
- visitarlos,
- tener paciencia,
- luchar en oración contra los poderes adversos.
• Creer en los demás, viéndolos con los ojos de la fe motiva y libera el

potencial que hay en ellos.
Podemos ver en lo que se pueden convertir las personas, animándolos a crecer y
creyendo que llegarán a ser lo que el Señor quiere para ellos a través del poder del
Espíritu Santo.
4. Reconoce la labor de los fieles:
“Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres
fieles que sean idóneos para enseñar también a otros” (2 Ti. 2.2).
“Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es
digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno
de vosotros abunda para con los demás; tanto, que nosotros mismos nos
gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en
todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis” (Ts. 1.3-4).
• Ejemplo de Isaac Newton y Edmund Halley. Halley descubrió el cometa que lleva su
nombre, animó a Newton (que descubrió la ley de la gravedad después de observar

la caida de una manzana), a escribir su gran obra, corrigió sus notas, hizo gráficos,
la editó, supervisó su publicación y financió la impresión.
Newton empezó a recoger las recompensas. Halley recibió poco crédito, pero fue
parte del avance científico.
• La labor de quienes nos rodean debe ser reconocida, y es necesario para

ello expresar nuestro agradecimiento para que ellos también se sientan estimulados y
motivados a seguir adelante. Debemos aprender a reconocer los logros de aquellos
que trabajan codo a codo con nosotros, hombro a hombro.
5. Exhorta y corrije con mansedumbre:
“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois

espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a
ti mismo, no sea que tú también seas tentado” (Gá. 6.1).
• Aprende algo importante: antes de usar una actitud drástica piensa en la otra
persona que falló como si fueses tú mismo y pregúntate: ¿cómo me gustaría que me
trataran?
• Cuando un soldado es herido en la guerra, lo que debe hacer su compañero no es

darle el tiro de gracia, sino ayudarlo, a curarlo y a sacarlo al otro lado. Sana a un
herido y verás que nunca olvidará ese favor, dale el tiro de gracia, y su
sangre clamará venganza.
6. Vela por la unidad del grupo:
“solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz” (Ef.

4.3).
• ¿Qué puede romper la unidad del Espíritu?:

El pecado.
• ¿Qué fue lo que afectó la unidad en la época de Israel?:

El pecado.
En principio ellos avanzaban unidos como un solo hombre, de esta manera
conquistaban naciones enemigas y se enfrentaron a la amurallada ciudad de Jericó,
las murallas cayeron y el pueblo vio cómo sus enemigos fueron desechados por el

poder de Dios. Pero cuando fueron a pelear contra la pequeña ciudad de Hai, sus
moradores se levantaron contra ellos y los doblegaron, les vencieron y mataron a
varios; ante esta derrota los israelitas oran y dicen: Señor, ¿qué pasó?, y la respuesta
de Dios fue: “Israel ha pecado” (Josué 7.10), la unidad había sido afectada
por el pecado de un solo hombre llamado Acán.
• Mantener al grupo en unidad implica conservarlos en continua

santidad, libre de todo pecado de competencia, orgullo, celos, envidia,
etc. etc.
¡No olvides! El pecado de uno solo afecta los resultados positivos de todo el grupo.
Ningún líder debe ser tolerante ni consentir el pecado en alguno de sus discípulos.
7. Dales una mano de apoyo:
• Un grupo se afirma cuando ve sobre sí un

permanente apoyo de su líder.
• No basta con conocer las necesidades

espirituales de quienes integran su equipo de
apoyo, sino demostrar a ellos el interés tuyo
para ayudarles a solucionarlas.
• Es fundamental que aprendamos a

conocer las necesidades espirituales
del grupo y atenderlas de manera prioritaria, procurando examinar si
verdaderamente tuvieron un encuentro genuino con Jesús y están firmes en la roca
que es Cristo, lo cual se refleja en un cambio en cuanto a la pasada manera de vivir.
“...si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados,
conforme a la verdad que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera
de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los
deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos
del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la
verdad” (Ef. 4.21-24).
8. Concéntrate en ellos:
“Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que
Cristo sea formado en vosotros” (Gá. 4.19).

• El líder debe concentrarse en ellos hasta verlos formados, lo cual demanda inversión
de tiempo y oración constante.
• El apóstol Pablo menciona que este trabajo de formación le había costado dolores
de parto, y como es del conocimiento de todos, este es un dolor muy intenso. Pablo
estuvo dispuesto a orar por ellos y a gemir por ellos, a dedicarle tiempo hasta que
Cristo sea formado.
9. Forjando lazos de compañerismo con ellos:
“El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo, y amigo hay más
unido que un hermano” (Pr. 18.24).
“Así que, si me tienes por compañero, recíbele como a mí mismo” (Flm.
1.17).
• Con el equipo debe mostrarse una relación estrecha. Deben existir lazos
de unidad y compañerismo, sin que por ello se deje reconocer la autoridad espiritual.
• Con el equipo debe haber una “relación transparente”. Los líderes de

éxito reconocen sus errores, aprenden de ellos y luchan por corregirlos; no los
ocultan a su autoridad espiritual.
10. Trabaja en equipo:
“Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; porque el
sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor” (1 Co. 9.2).
“Yo planté, Apolos regó, pero el crecimiento lo ha dado Dios” (1 Co. 3.6).
• Cada miembro del equipo constituye un papel importante, es un
elemento clave. Pablo da a entender que uno predica y a otro es que se le
convierten, pero es Dios el que da el crecimiento.
• El líder debe ser consciente de la necesidad de involucrar a todos los del

equipo en un solo cuerpo que se impulsará en conjunto hacia el logro de las
metas.
• Nadie obtiene la victoria solo, cada batalla que se gana en el proceso hasta lograr
los objetivos, depende del trabajo hombro a hombro, entre el líder y todos los que
están alrededor de él.

11. Exhiba constancia:
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en

la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es
en vano” (1 Co. 15.58).
• No hay nada que pueda tomar el lugar de la persistencia. El talento no lo tomará.
No hay nada más común que los hombres que tienen talento pero no tienen éxito. El
genio no lo tomará. La educación no lo tomará. Sólo la persistencia y la
determinación son irresistiblemente poderosas” Calvin Coolidge.
12. Sé ejemplo de motivación para tus líderes:
• Alguien dijo: “El ritmo del jefe es el ritmo de la empresa, el ritmo del líder es el ritmo
del grupo”.
• Somos llamados a no ser perezosos sino diligentes. Si tú estás involucrado en la

visión que el Señor le dio a la iglesia, serás una influencia tremenda para los demás.
Tú vida es un punto de referencia, los demás querrán imitar tu fe, tu entrega, tu
dedicación, tu santidad y eso es poderoso.
13. Sírvelos, así como Jesús sirvió a sus discípulos:
“Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para

ganar a mayor número” (1 Co. 9.19).
• Una de las mayores preocupaciones de Pablo era que muchos conozcan a Cristo, y
por lo tanto, estuvo dispuesto a bajarse de su posición y colocarse al nivel de las
personas a las que él quería llegar. Él había aprendido el secreto del servicio.
• Como líder es fundamental saber que mi deber es servir, y servir ayuda a la

formación.
14. Enséñales a crecer:

• El crecimiento de cada individuo es posible, pero siempre y cuando se realice en él
una dedicada labor de enseñanza, en otras palabras, el crecimiento se imparte, se
trata de algo que las personas pueden lograr en la medida en que se les guíe y se les
motive para ello. Es necesario formar a los miembros del grupo de la misma manera
como un padre enseña a sus hijos.

• Hay varias etapas en el proceso de crecimiento:
1. el niño gatea,
2. da los primeros pasos,
3. camina,
4. corre.
En todas estas etapas el padre lo estimula para el desarrollo y celebra cuando el niño
comienza a caminar. Esto ayuda mucho en el proceso de crecimiento, sobre todo
cuando la motivación va acompañada de afecto, palabras de aliento y buenas
actitudes; de igual forma debe comportarse uno con su equipo: debe tener una
estimulación permanente para el crecimiento.
• ¿Cómo aprenden a caminar, cómo crecen?: (Ej. Pablo, Timoteo).
¾ Con enseñanza, motivación, estimulación (como vimos anteriormente).
¾ Colocándonos nosotros mismos como ejemplo. El ejemplo lo determina

todo (1 Ti. 4.12). Pablo le dice a Timoteo que sea ejemplo en:
• Palabra
• Conducta
• Amor
• Espíritu
• Fe
• Pureza
¾ Que sepan que no es en sus fuerzas humanas, ni por obras, sino

por la fe, por el poder del Espíritu en ellos (Fil. 3.9). Pablo demuestra
que el poder de la resurrección era real en su vida (Fil. 3.10) y su mayor deseo
era que ellos conocieran ese poder que actuó en Jesús.
¾ Procurar a que conozcan a Jesús de una manera personal. Pablo

procuró llevar a los filipenses justamente a ello, por eso dijo: “A fin de
conocerlo” (Fil. 3.10).
¾ Tenemos el reto de brindar a los miembros del equipo la

oportunidad de conocer la verdad, y esa verdad está centrada en
la persona de Jesucristo.
¾ Alimentarlos con la Palabra: invertir tiempo en la formación de cada

persona abriéndoles las Escrituras, enseñándoles las verdades bíblicas (1 Ti.
4.13).

¾ Que no se conformen con lo que ya han alcanzado, sino que
siempre sigan buscando más (Fil. 3.12). Lo conquistado ya no es desafío
(Fil. 3.13).
¾ Motivándolos a que no aparten sus ojos de la meta (Fil. 4.19). Pablo

no apartaba sus ojos de la meta y motivaba a los filipenses a seguir esforzándose
hasta alcanzarla tal como él lo hacía.
¾ Permitir que los miembros del equipo desarrollen sus dones. Pablo le
sugiere a Timoteo: “no descuides el don que hay en ti” (Fil. 3.14). El líder
debe reconocer que los miembros de su equipo tienen dones y que es importante
desarrollarlos.
¾ Que tengan cuidado de ellos mismos (Fil. 3.16). Si el enemigo no los

puede hacer caer en pecado, su trabajo es colocarle la cascarita para que
resbalen. Debemos enseñarles que deben estar atentos, vigilando con cuidado y
que ellos son los que deciden si van a pisar la cáscara o no.
¾ Que puedan sentir una misma cosa, o sea, estar en el mismo sentir.
Pablo dice que todo el que sea perfecto debe sentir una misma cosa, y que si otra
cosa sentimos, Dios se encargará de revelarlo (Fil. 3.15)
¾ Que puedan involucrarse de lleno en la visión. “No hay liderazgo sin

visión”. No es suficiente con tener idea de la visión, es importante y necesario
ponerla en práctica cada día y transmitirla a los demás.
¾ Que puedan reproducirse en otros. Una vez que la persona está siendo
formada, podrá formar también a otros, los cuales a su vez lo transmitirán a
otros.

EL COSTO DE HACER
DISCÍPULOS
I. ¿QUÉ SIGNIFICA “HACER

DISCÍPULOS”?:
a. El que uno discipule a otro implica que

un cristiano más maduro asume la responsabilidad por el crecimiento espiritual total de un
cristiano menos maduro en una relación de padre-hijo, discipulador-aprendiz. Es ayudar a
otro a ser semejante a Cristo.
b. Discipular a alguien implica hacer lo posible para que de ahí en adelante decida obedecer
la Palabra de Dios en su carácter, relaciones y comportamiento y hacer todo lo que pueda
para que otros hagan lo mismo.
c. El alcance del discipulado incluye llevar a una persona desde ser un no-creyente hasta ser
un creyente maduro que sepa ministrar y que sepa repetir el mismo proceso con otras
personas.
d. Así como hay varios factores que influyen en el desarrollo y el crecimiento de un bebé recién
nacido, así sucede también con el nacido de nuevo:
“Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas
las detracciones, desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no
adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis
gustado la benignidad del Señor.
Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas
para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed
edificados como casa espiritual, y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios
aceptables a Dios por medio de Jesucristo” (1 P. 2.1-5).
• He aquí alguno de los factores de crecimiento:
- Alimentación:
Diariamente es necesario asimilar la leche no adulterada, a través de la lectura y
meditación de la Palabra Dios.
- Aire y Sol:
La oración es el oxígeno del alma. Sin oración fallecerás y no soportarás los problemas.

- Ejercicio:
Camina a través de la fe. Camina de la mano de Jesús. Pon en acción lo que aprendas
en la palabra.
- Reposo:
Descansa confiadamente en Dios, en cualquier circunstancia. Él cuida de ti.
- Limpieza:
Mantén tu corazón renovado constantemente; sólo puede ser limpio con la poderosa
Sangre de Cristo.
- Cuidado:
No descuides la comunión con otros; sé fiel a la iglesia de Cristo para edificarte.
- Control Médico:
Examina periódicamente tu estado espiritual y gozarás de vigor y salud.
Si descuidas estos cuidados, estancarás tu crecimiento, pero si te ocupas de

ellos, desarrollarás cada día más en tu vida cristiana y serás de gran
influencia para otros.
II. LA MULTIPLICACIÓN ESPIRITUAL LLEVA UN COSTO:

a. Cada persona que esté discipulando a otros tiene que asegurarse de que la calidad de vida
que logra producir en otros sea de la misma calidad de vida que él mismo tiene y esto es
muy costoso. Solamente hay que recordar el trabajo involucrado en tener hijos carnales
para tener una idea somera del costo y el trabajo que lleva.
b. Jesús les advirtió a sus discípulos sobre el costo de hacer discípulos cuando dijo en Jn.
12.14: “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la
tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto”. Producir calidad
de vida en tus discípulos te costará la vida. Hay que “perder” la vida en otros si quieres que
tu vida cuente para algo.
c. El grano de trigo sano que muere para producir mucho fruto no produce gavillas estériles.
Cada grano de cada espiga, es decir, el fruto del trigo, tiene la misma calidad de vida que
el grano original tenía. Por eso, el próximo año cada uno de esos granos de la segunda
generación produce mucho fruto. Luego la tercera generación se reproduce con la misma
calidad. Algunos producirán a ciento, otros a sesenta y otros a treinta por uno.
Debemos procurar que la Palabra que predicamos y enseñamos caiga en buena tierra y que
produzca resultados capaces de reproducirse, algunos a ciento, otros a sesenta y otros a
treinta por uno.

III. FACTORES QUE IMPIDEN LA MULTIPLICACIÓN:
Ahora, como en la reproducción física, hay ciertos factores que impiden la reproducción
espiritual:
a. La falta de intimidad y comunicación causa esterilidad:
• Los esposos que no tienen intimidad, cuya relación se ha deteriorado, difícilmente van a
tener hijos.
• Jesús les dijo a sus discípulos: “El que permanece en mí, y yo en él, éste lleva
mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” (Jn. 15.5).
Uno no puede multiplicarse solo; tiene que haber una comunión estrecha con el Señor
para que un creyente lleve fruto.
b. El temor causa esterilidad:

“Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia,
bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os
conturbéis; sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad
siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia
ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”
(1 P. 3.14-15).
• Los expertos en la fertilidad humana nos dicen que aunque todo estuviera perfectamente
bien en lo físico, el temor puede causar que una pareja no pueda concebir.
• En el campo espiritual los temores son los que impiden el fruto espiritual:
- Temor para testificar.
- Temor de ser rechazado o criticado.
- Temor al futuro.
- Temor a la situación económica.
- Temor de no dar fruto, etc.
c. La enfermedad causa esterilidad:

• Muchas veces las parejas no pueden tener hijos porque hay alguna enfermedad o algún
impedimento físico que evita la concepción.
• En la vida cristiana el pecado es la enfermedad que causa esterilidad.

Ejemplo:
- El relato de Acán en Josué 7 ilustra el poder del pecado para quitar la vitalidad.
Acán cometió su pecado en secreto, pero ese pecado causó la derrota de todo el
pueblo.

• El pecado quita el poder de Dios en nuestras vidas. Muchas veces ni estamos
conscientes de los pecados que nos despojan del poder de Dios. Uno puede perder el
poder de Dios sin siquiera darse cuenta que lo ha perdido. Sansón se levantó sonante y
campante después de que Dalila le cortó el cabello, sin darse cuenta que se le había ido
el poder de Dios. Desafortunadamente muchos de nosotros seguimos ministrando,
cumpliendo con las funciones y obligaciones del ministerio, pero sin el poder... y
pretendemos no darnos cuenta.
• El amante de Cantarse hace una observación que viene al caso en este contexto:
“Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas”
(Cnt. 2.15). No eran animalotes que arruinaban las viñas, sino unas zorras pequeñas.
Muchas veces no es que caemos en pecados horrendos, sino que son los pecados
“pequeños” que destruyen el poder de Dios en nuestras vidas y quitan la capacidad de
tener un ministerio discipulador.
IV. ELEMENTOS NECESARIOS PARA LA MULTIPLICACIÓN:

a. Una persona de oración:
“...A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.
Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies” (Mt. 9.37).
Un discipulador irá constantemente, día tras día, delante de Dios, implorándole que levante
a hombres y mujeres que sean capaces de reproducirse.
b. Una persona que se sature con la Palabra de Dios: “La palabra de Cristo more en
abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría,
cantando con gracia en nuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos
espirituales” (Col. 3.16).
Sin esto no hay fruto. La persona que se acerca a la Palabra de Dios únicamente para
preparar su clase para el grupo nunca deberá pensar que podrá lograr una gran
multiplicación espiritual. El poder de la Palabra obrando en la vida del hombre es lo que le
da la vitalidad que permite la producción de reproductores.
c. Una persona obediente a Dios:

“El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será
amado por mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré a él” (Jn. 14.21). Sólo el hombre y la
mujer que conoce bien a Jesucristo podrá producir reproductores y este conocimiento
solamente llega a los que caminan en obediencia a Dios.

Cualidades a tener en
cuenta al levantar un líder
Siete cualidades que los discípulos y la
iglesia tuvieron en cuenta para
seleccionar líderes y delegarles
diferentes tareas y autoridad:
Analizando las diferentes traducciones vemos lo

siguiente del pasaje de Hechos 6:3
(RVA) “Buscad, pues, hermanos de entre vosotros a siete varones de buen

testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de
este trabajo.”
(BLA) “Por eso, elijan con cuidado a siete hombres para que se encarguen de
este trabajo. Tienen que ser personas en las que todos ustedes confíen, que
hagan lo bueno y sean muy sabios y que tengan el poder del Espíritu Santo.”
(BLD) “Por lo tanto, amados hermanos, seleccionen de entre ustedes a siete

hombres sabios, llenos del Espíritu Santo y que gocen de buena reputación, y
pongámoslos al frente de este trabajo.”
1.- Ellos debían “buscar”, “elegir con cuidado”, “seleccionar”

Significa entonces, que no todos calificaban para ocupar ese lugar, ni para realizar esa tarea.
Eran personas puntuales, había que buscarlas y elegirlas (seleccionarlas).
Una mala elección podía causar aún un problema mayor. Una buena elección podía ayudarles
a resolver el problema. ¿Sabemos elegir bien?
• ¿Cuándo convocamos a alguien lo hacemos con cuidado?
• ¿Elegir es seleccionar, bajo qué principios, criterios o fundamentos lo hacemos?
• ¿Elegimos por acomodo, privilegio, familia... conveniencia?
• ¿Comprendemos el compromiso que estamos delegando, le damos las facultades a la
persona que elegimos para hacerlo?
2.- Tenían que ser personas de “entre vosotros”

El significado “entre vosotros” es que sean parte de... personas que están comprometidas con el
grupo... personas que conocen al grupo y el grupo las conoce también. No personas ajenas, de
otro lugar, ni sin compromiso, tenían que ser de entre ellos.... de adentro del grupo.

Si queremos convocar a alguien:
• ¿Está identificada con el pueblo, con la iglesia?
• ¿Es parte comprometida? ¿Tiene puesta la camiseta?
• ¿Las personas la o lo conocen?
• ¿Está metida o metido con los demás?
3.- Tenían que ser personas de “buen testimonio”, personas en las

que “todos ustedes confíen”, que “gocen de buena reputación”
En otras palabras, debían ser personas que el grupo conocía por su testimonio. Debían ser
personas en las cuales confiaban.
Este punto es muy importante, dado que estas personas serían elegidas para realizar un trabajo,
pero también para ser personas de autoridad a las cuales se les iba a confiar el manejo de
dinero y recursos (alimentos) para suplir la necesidad del pueblo.
Su buen testimonio, los transformaba en personas dignas de confianza.
Para ejercer autoridad y poder ser eficaces en el trabajo y tarea que se nos encomienda,
debemos aprender a depositar confianza en nuestros semejantes.
Los 12 discípulos debían de confiar en ellos, y el pueblo de entre el cual habían sido elegidos
también.
¿Qué significa confianza, confiar?

Dícese de la persona en la que se puede confiar, y de aquella que se tiene un trato familiar. /
Depositar en uno, por la buena opinión que de él se tiene, la hacienda, el secreto, el trabajo, u
otra cosa.
A la persona que se quiere elegir para asignar una tarea determinada
• ¿Cómo es su testimonio en el hogar?
• ¿Cómo es su testimonio frente al mundo?
• ¿Es una persona en la cual puedo confiar?
• ¿Tengo un trato familiar con esta persona?
• ¿Cuál es la opinión que la iglesia tiene de él, y el mundo...?
• ¿Estoy dispuesto a delegarle autoridad y confiar que lo hará?
4.- Tenían que ser personas “que hagan lo bueno”

Sus acciones se ven reflejadas por la bondad, no son egoístas, vanidosos, no son avaros, no
son orgullosos... saben hacer lo bueno.
La persona que pensamos convocar:
• ¿Es buena?
• ¿Practica el bien y la bondad con los demás?
• ¿Qué concepto tiene su familia, sus hermanos en la fe, la gente del mundo que lo
conoce?
• ¿Cómo es su carácter, cómo trata a los demás, es amable?
5.- Tenían que ser personas “llenos del Espíritu Santo” o “que
tienen el poder del Espíritu Santo”

Personas espirituales, personas que tienen comunión con el Espíritu Santo.
Vidas en quienes se puede ver reflejado el poder de Dios. Dios está con ellos.
Tendríamos que preguntarnos cuando convocamos a alguien:
• ¿Es espiritual?
• ¿Conoce y vive el poder del Espíritu Santo?
• ¿Podemos ver en su testimonio el respaldo de Dios?
• ¿Cuáles son sus frutos?
6.- Tenían que ser personas con “sabiduría”, que sean “muy
sabios”
La sabiduría implica => CONOCIMIENTO y APLICACIÓN (su conducta y aplicación,
prudentes en sus vivencias en los negocios y en la vida)
En otras palabras:
• ¿Saben aplicar en la vida práctica el conocimiento que han adquirido?
• ¿Saben lo que tienen que hacer y cómo hacerlo?
• ¿Son prudentes en la aplicación de su conocimiento?
• ¿Son prudentes en su conducta?
7.- Tenían que ser personas a las cuales se les “puede encargar
este trabajo”, o “poner al frente de este trabajo”
No perezosos, no vividores, no personas que no se esfuerzan.
Tenían que ser personas responsables y comprometidas, a quienes si se les encargaba una
tarea, se podía confiar plenamente que la ejecutarían.
Por otro lado la frase que se utiliza en ambas traducciones implica algo importante... tenían que
ser personas a las cuales se les “podía encargar....”, “poner al frente...”
Significa esto, sujetas a sus autoridades, obedientes, que se ponen bajo la autoridad de quién
les encomienda una tarea o trabajo.
Pero también tenían que ser personas que se podían poner al frente... que irían delante
marcando con su testimonio y ejemplo el camino a seguir. “Poner al frente” significa que los
demás los verían y evaluarían su trabajo, estarían en un punto visible “al frente” lo cual
demandaba responsabilidad.
Debiéramos de preguntarnos al levantar y elegir un nuevo líder, o cuando convocamos a

alguien a que nos ayude en la obra de Dios.
• ¿Es trabajador?
• ¿Le gusta trabajar?
• ¿Es obediente?
• ¿Se sujeta a la autoridad?
• ¿Sabe rendir cuentas de su trabajo?
• ¿Lo podemos poner en un lugar visible como ejemplo – al frente?
• ¿Cumpliría fielmente con la tarea encomendada?
• ¿Sería de testimonio su trabajo o de tropiezo?
• ¿Cuál sería la repercusión al poner a esta persona al frente de…?

PARTE 3
CONSEJERÍA
PRÁCTICA
SANANDO
LAS
HERIDAS
DEL PASADO

¿ERES PRISIONERO DE LA
APARIENCIA?
I. ¿QUÉ ES LA APARIENCIA?:
La apariencia es sólo la forma externa y no lo que
realmente somos.
II. NUESTRA VIDA INTERIOR ES

MUCHO MÁS IMPORTANTE QUE LA VIDA
EXTERIOR:
a. El apóstol Pablo dice en 2 Co. 4.16 que aunque el hombre exterior se va desgastando
(progresivamente), el interior se renueva día a día (progresivamente).
b. En Ro. 14.17 vemos que el reino de Dios no consiste de bebida (cosas externas) sino que
es justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo (cosas internas).
Lc. 17.21 dice que el reino de Dios está DENTRO DE TI.
c. Si Jesús es tu rey, el reino que Él desea gobernar es tu vida interior: tu

mente, tu voluntad, tus emociones, tus deseos, etc.
No importa cuántas dificultades o pruebas estés pasando en tu vida exterior, si por dentro
estás completo no sólo podrás sobrevivir, sino que disfrutarás de la vida.
d. Muchísimas personas parecen tener todo externamente, pero por dentro están destruidas.
Necesitamos comprender que la mayor preocupación del Señor es nuestra
vida interior. Mt. 6.33 declara que debemos buscar primero el reino de Dios (recuerda
que está dentro tuyo) y su justicia y entonces las demás cosas serán añadidas.
e. Isaías profetizó acerca de la venida del Mesías: ...No juzgará por lo que vean sus
ojos, ni sentenciará por lo que oigan sus oídos (Is. 11.3).
Vemos que las rocas son generalmente duras, feas y toscas por fuera pero hermosamente
bellas por dentro. Mirando solamente el exterior ¿quién pensaría siquiera la asombrosa
belleza que se esconde bajo la superficie?. Así es la gente. Dios ve el interior. Él ve las
posibilidades. Él ve el espíritu. Los demás ven lo externo.
III. ¿CÓMO PODEMOS DARNOS CUENTA SI VIVIMOS EN LA

APARIENCIA?, ¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?

a. La persona que vive en la apariencia no cree ser digna de ser
querida:
• Como no se cree digna de ser querida, usa los patrones del mundo (dinero, estatus
social, vestimenta, talentos naturales, “desempeño dentro de la Iglesia”, etc.) para
demostrarse a sí misma y a los demás que es valiosa.
• Vive una vida miserable, siempre tratando de demostrar que tiene valor y que es digna.
• No importa cuánto éxito exteriormente pueda tener una persona; hasta que no sepa
quién es en Cristo Jesús jamás será una verdadero triunfador. Fil. 3.3 nos exhorta: “...
nos gloriamos en Cristo Jesús, no poniendo la confianza en la carne”.
b. La persona que vive en la apariencia gasta mucha energía y

tiempo valioso tratando de evitar ser rechazada:
• Se convierte en “complace hombres”, ya que siente que se tiene que
ganar el amor de los demás de esta manera. (Ef. 6.6; Col. 3.22).
• Esa persona no es capaz de recibir amor aunque se lo ofrezcan libremente. Cree que
puede recibir amor de Dios y de los demás, sólo cuando su comportamiento sea
perfecto y aprobado. Sintiendo que se tiene que ganar el amor de los demás, puede que
dedique su vida entera a tratar de complacer a los demás.
Puede que tema que si no complace a la gente, le quitarán su amor, lo
rechazarán o hasta lo abandonarán. El recuerdo de esas experiencias
dolorosas con frecuencia evitan la libertad en la relación. Después de todo,
razona, si puede mantener feliz a todo el mundo, no lo van a rechazar. Para evitar el
dolor, levanta paredes a su alrededor para no ser lastimada.
Eso no tiene sentido. Es imposible vivir en este mundo si no estamos dispuestos a ser
lastimados. La gente no es perfecta, por lo tanto, nos lastimamos y nos desilusionamos
los unos de los otros. Ven a Jesús con tus viejas heridas y comienza a recibir su gracia
sanadora. Cuando alguien te lastime, llévale a Jesús esa herida. No dejes que se infecte.
Con la ayuda del Señor, puedes sobreponerte al rechazo y sentirte completo “en ÉL”.
c. La persona que vive en la apariencia piensa que la aceptación

depende de la actuación, y se consume haciendo en vez de ser:
Debido a que temen ser ellos mismos, se pasan la vida simulando ser lo que no son,
simulando que les gusta la gente que detestan, simulando que disfrutan yendo a ciertos
lugares o haciendo cosas que detestan, simulando que todo está bien cuando no es así. Esa
gente es miserable porque tiene miedo de ser honesta, tiene temor de ser confrontada.
d. La persona que vive en la apariencia no puede mantener

relaciones sanas y duraderas:

No sabe cómo recibir amor o coloca una demanda desequilibrada en su cónyuge exigiendo
que le dé lo que sólo Dios puede dar. La frustración resultante puede arruinar el
matrimonio.
IV. ¿CUÁLES SON LAS RAÍCES DE LA APARIENCIA?, ¿CÓMO

PODEMOS IDENTIFICARLAS?:
a. Lo primero que tienes que darte cuenta es que el fruto en tu vida
(el comportamiento) viene de alguna parte:
La persona que es violenta, lo es debido a algo. La persona que vive en apariencia, su

conducta es el fruto malo de un árbol malo que tiene malas raíces.
b. Los frutos podridos vienen de raíces podridas; los buenos frutos

provienen de buenas raíces:
Es importante darle una mirada de cerca a sus raíces.

Si son desagradables, están lastimadas o fueron maltratadas, la buena noticia es que
puedes arrancarlas de esa tierra mala y transplantarla en la buena tierra de Jesucristo para
que pueda arraigarse y nutrirse en él y en su amor (Ef. 3.17; Col. 2.7). Jesús lo injertará
en Él. Si como rama estás injertado en él, la raíz y la vid (Jn. 15.5) comenzarás a recibir
toda la “savia” (todas las riquezas de su amor y gracia) que fluye de él.
c. Es necesario quitar la raíz del problema:

• Muchas veces trabajamos arduamente para cambiar nuestro comportamiento, pero no
quitamos la raíz del problema. Esto es como cuando cortamos la mala hierba en su
parte visible, pero no arrancamos la raíz. La raíz sigue viviendo y seguirá produciendo
nuevos brotes de problemas.
• Cuando queremos deshacernos de la apariencia, pero no quitamos la

raíz de ella: rechazo, abuso, vergüenza, culpa, imagen inadecuada
recibida de los padres, etc. sufriremos de los nuevos brotes que saldrán:
depresión, negativismo, autocompasión, temperamento explosivo,
resentimiento, etc. Seguiremos siendo una persona por dentro y otra por
fuera.
• Darás la impresión de ser una persona confiada por fuera, pero si tú confianza no está
basada en lo que eres en Cristo sino en la aceptación de los demás, en tu apariencia, en
tus logros y en otros factores externos, estarás aturdido y confundido en tu interior.
¿Alguna vez abriste el refrigerador y sentiste mal olor? Tú te diste cuenta entonces que
había algo podrido, pero para saber qué era lo que producía el mal olor, tuviste que
sacar todo. El mismo principio se aplica a tu vida personal. Si tienes problemas con la
apariencia, puede que se deba a que hay algo descompuesto en tu interior. Tendrás que

hacer una búsqueda, vaciar todo y hasta hacer una selección para llegar a la raíz del
problema y sacarlo, renunciar a ello, desecharlo para siempre para que todo sea nuevo
y fresco.
• Arrancar raíces muchas veces puede ser traumático y doloroso. Ser replantado,
arraigado e injertado es un proceso que lleva tiempo. Pero recuerda que las promesas
de Dios las heredamos con fe y paciencia (He. 6.12) por lo tanto, sé paciente. Dios
siempre termina lo que empieza (Fil. 1.6), Él es el Autor y Consumador (He. 12.2),
pero hay un punto importante: TÚ DEBES ESTAR DISPUESTO, TÚ DEBES QUERER
SER LIBRE DE LA APARIENCIA PARA SER TU MISMO.
• Podrás pasarte toda la vida luchando con la conducta externa (el fruto malo) pero
asomará por algún lado si no te ocupas de la raíz. EXAMINA TU VIDA A TRAVÉS
DE ESTOS DOS ÁRBOLES. ¿CON CUÁL DE ELLOS TE SIENTES
IDENTIFICADO?
V. ¿QUÉ ES NECESARIO PARA SALIR DE LA APARIENCIA?:

a. Recibir el incondicional, inamovible y perfecto amor de Dios es la
clave para nuestra sanidad:
• Muchos de nosotros creemos que Dios nos ama, pero

CONDICIONALMENTE.
La Biblia nos enseña que Dios nos ama incondicionalmente. Su perfecto amor por
nosotros no se basa en nuestra perfección. No está basado en nada más que en sí
mismo. Dios es amor (1 Jn. 4.8). El amor no es su ocupación, es lo que Él es. Dios
siempre nos ama, pero no ama el pecado sino que lo aborrece. Con frecuencia dejamos
de recibir su amor porque nos cerramos a él, especialmente, si nuestro comportamiento
no es bueno. Cuando fallamos dejamos de recibir el amor de Dios porque nosotros
mismos empezamos a castigarnos sintiéndonos culpables y condenados. (Textos con
referencia al amor de Dios hacia nosotros: 1 Jn. 4.16-19; 1 Jn. 4.9-11; Ro. 8.35; Ro.
8.38-39; Ef. 3.17-19; Ro. 5.5; Is. 49.16).
• Cuando una persona genuinamente llega a conocer y creer que Dios, que
es perfecto, lo ama en su imperfección, recién entonces empieza a creer
que la gente lo puede amar de la misma manera.
Comienza a desarrollar confianza y es capaz de aceptar el amor que se le ofrece. Llega
a comprender que no tiene que ser perfecto para recibir aceptación, amor y ayuda del
Señor.

En Éx. 19.5, el Señor le dice a su pueblo que ellos son su “especial tesoro entre
todos los pueblos”. Esas palabras se aplican a nosotros en el día de hoy como en
aquella época a los hijos de Israel.
En Jn. 3.18, Jesús le dice a Nicodemo que nadie que crea en Él será condenado
(rechazado). Puede que tú no te sientas como un tesoro, ni siquiera te sientas aceptable,
pero lo eres. En Ef. 1.6, Pablo dice que todos los que creemos en Cristo hemos sido
"ACEPTOS EN EL AMADO”. Esto te da un sentido de dignidad y valor especial.
• Cuando comienzas a creer que eres aceptado y amado por Dios,

entonces puedes aceptarte y amarte a ti mismo y por consiguiente amar
a los demás.
Es imposible amar de verdad a los demás sin recibir primero ese amor de Dios.
b. Cuando crees y recibes el amor de Dios, logras satisfacer tus

necesidades más básicas de amor y de valor:
Ya no necesitarás que la gente esté constantemente “afirmándote”, esto es, haciéndote sentir
seguro de ti mismo. Como todo el mundo, tienes necesidades de relacionarte con otros,
pero ya no tienes que buscar tu valor en la afirmación de la gente.
c. El saber que tu valor y dignidad no están en lo que haces sino en

quién eres en Cristo, hará que ya no tengas que actuar para la
gente:
Decidirás que si te aman lo harán por lo que sos y no por lo que haces. De todas maneras,
sabrás que Dios te ama. Es sumamente importante ser amados por lo que somos y no por lo
que hacemos.
d. Cuando sabes que tienes valor en tu identidad y no en tu

actuación o comportamiento, puedes quitar tu mente de lo que
los demás piensen de ti:
Podrás entonces enfocarte en ellos y en sus necesidades en vez de pensar que es lo que ellos
piensan de ti, podrás expresarte libremente en vez de estar actuando algo que no sos. Esta
es la base para tener relaciones saludables, duraderas y cariñosas.

VICTORIA SOBRE EL
RECHAZO
I. INTRODUCCIÓN:
a. “El rechazo es la ausencia o la

percepción de la ausencia de amor
significativo, en otras palabras,
aceptación incondicional”:
Esto da como resultado el rechazo de sí mismo y una
baja auto-estima, por ejemplo, una imagen pobre de sí
mismo, que resulta en rechazo a otros, y por tanto,
produce más rechazo hacia la víctima original.
Una lucha interminable por obtener aceptación es un claro síntoma del ciclo de rechazo que
está en operación.
b. El rechazo es un monstruo de tres cabezas:
• El rechazo en si mismo:
El rechazo recibido produce que a la persona le cueste recibir amor y por consiguiente
dar amor a los demás.
• El temor al rechazo de los demás:

Como ha sido rechazado teme las relaciones cercanas que podrían causarle
posteriormente una herida mayor. Teme aceptar el amor de otros y se mantiene a
distancia, muchas veces desconfía de las personas por temor a ser rechazado, o hace
cosas para agradar a los demás por más que no las sienta, las hace por el simple hecho
de tener temor a ser rechazado nuevamente.
• El autorechazo:
Es el tercer elemento que se agrega a este tormento. La persona que se siente rechazada
decidirá que hay algo malo dentro de sí que hace que los otros no gusten de ella. Vuelve
sus pensamientos a su interior, se hace introvertida y comienza a odiarse a sí misma por
lo que es. Esto es el autorechazo.
II. ¿QUÉ TIPOS DE RECHAZO EXISTEN:

a. Rechazo manifiesto (abierto o evidente):
• Un niño no deseado o no amado. Ejemplo: Un padre que dice: “Ojalá que nunca
hubieras nacido”.
• “No sirves para nada, ni nunca servirás”.
• “Eres una mala persona”.
• “Nunca llegarás a ser una persona de éxito”.
• Largos períodos lejos del niño.
• Golpear al niño por enojo o frustración.
• Tener una aventura amorosa.
• Divorciarse de su pareja.
• Criticar al niño constantemente.
• Intento de aborto como por ejemplo pegarle al vientre, ingerir pastillas, levantar cosas
pesadas (Puede producir en el niño claustrofobia, deseos de morir, de suicidarse).
b. Rechazo oculto, usualmente no intencionado:

• Sobreprotección, sofocamiento (por lo general con niños, pero, no es raro en el
matrimonio). Ejemplo: evitar que alguien se convierta en una persona totalmente
funcional.
• Actuación premeditada, amor condicional. Ejemplo: “Te amo SI....”

Nota: Hay tres reacciones diferentes en los niños por el amor condicional:
- Actuar excesivamente para buscar aceptación.
- Apartarse.
- Rebelión.
• Muerte prematura de los padres, que significa la pérdida de la fuente principal de

aceptación.
• Muerte de un cónyuge.
• Cuando nace varón y los papás querían niña o viceversa. Entonces son
“super buenos”, para cubrir la culpa de rechazar al niño. (Puede producir en la criatura
un daño en su sexualidad, en su identidad. Va a tener la tendencia de hacer más
cosas de hombre (si querían varón y fue una niña) tratando de decir de alguna manera:
"lamento haber nacido mujer, pero trataré de hacer todo lo posible para

agradarles” y viceversa. Muchas veces esto puede abrir la puerta a un espíritu de
homosexualismo y lesbianismo).
• Concepción muy temprana después del matrimonio.
• Concepción demasiado cercana al nacimiento del hijo anterior.
• Último niño no deseado. (Puede producir en el niño un sentimiento de no sentirse

cómodo en ningún lugar, sentirse que no encaja, que está demás).
• Cuando la madre perdió una criatura anterior. Si el que nace luego es de otro
sexo el niño es rechazado. (Además de sentirse rechazado, generalmente ese niño se
siente responsable de suplir la falta de la criatura anterior, de llenar el vacío que quedó
por la falta de su hermano/a).
• Los partos difíciles comúnmente producen rechazo o temores en la

criatura. Ejemplos: cesáreas; cuando el cordón umbilical se enrolla en el cuello del
bebé, hay falta de oxígeno; o cuando se lleva el bebé a una incubadora y se le separa
del cariño y el calor de la madre; cuando se utiliza fórceps, etc. (Puede producir ataques
de pánico, temores a la muerte, sensación de sofocarse, etc.).
• El niño que “cambió la vida”. Si los padres no querían al niño, pero ocultan ese
sentir, se inclinarán demasiado a una forma de probar que el niño sí es deseado.
• Privación del amor materno o paterno. Ejemplo: confinamiento largos en

hospitales durante la infancia o niñez, hogares de niños, etc.
• Preocupaciones financieras en la familia.
• Rechazo por problemas físicos.
• Incapacidad de los padres para comunicar su amor al niño en forma

verbal, física o ambas.
• Comparaciones desfavorables de favoritismo con hermanos o parientes.
• Suicidio de alguno de los padres, es lo máximo en el rechazo a sí mismo y a los

demás.
• Divorcio de los padres.
III. ÁREAS QUE PROPAGAN EL RECHAZO:

a. En el matrimonio:
• El cónyuge, que antes del matrimonio ha experimentado rechazo

significativo, no sabe cómo dar o recibir amor y nunca ha aprendido la
confianza básica.
• Los sentimientos de rechazo, de inferioridad, impiden la participación en
actividades de rutina, como:
- Intentar tareas que tengan el riesgo de fracasar.
- Disfrutar del tiempo de ocio.
- Establecimiento de metas a largo plazo.
• Los cónyuges bien adaptados usualmente no comprenden el

comportamiento neurótico de una persona rechazada.
Las personas que tienen un patrón de rechazo desde su niñez, a menudo indicarán
rechazo en situaciones o conversaciones donde no existe rechazo alguno. Pero, con
frecuencia las personas rechazadas se casan entre sí y siguen un patrón de rechazo
mutuo. Ya sea real o imaginaria, una interpretación falsa de ciertos hechos abre viejas
heridas y amplía el rechazo supuesto o verdadero. La personalidad rechazada no sabe
cómo obrar normalmente en un ambiente de amor y se siente “fuera de control”.
• Otro resultado común del rechazo es adherirse como una sanguijuela a

otra persona que le proporcione el amor que ha buscado.
Monopolizar el tiempo y el afecto de esta persona y los celos extremos son comunes. La
persona agobiada desea terminar la relación y así se demuestra como parece, que los
temores más profundos de la persona rechazada son ciertos.
• Las personas rechazadas no pueden permitir que sus amigos verdaderos

tengan derecho a ser independientes sino que muchas veces tratan de
controlarlos y sin querer, dan lugar a otro rechazo.
• El rechazo produce rechazo.

Una madre o un padre que fueron rechazados no pueden dar verdadero amor (dan
amor distorsionado) y generalmente transmiten este espíritu a sus hijos.
b. En la escuela:
En los niños que vienen de hogares donde hay rechazo, el mensaje: “Te voy a aceptar si
haces un buen trabajo”, puede ahondar significativamente el estado de rechazo. Avergonzar
a un niño por su mal manejo, también profundiza el rechazo.
c. Entre hermanos o parientes:

Aun cuando los padres acepten y traten a los niños justa e igualmente, las comparaciones
y/o la rivalidad de unos con otros pueden producir sentimientos de inferioridad.

Pueden surgir patrones exagerados de rechazo si la cadena de rechazo comienza por los
padres que también están en rechazo.
IV. SÍNTOMAS QUE GENERA EL RECHAZO Y EL ABAN-

DONO:
Se manifiestan en forma de sentimientos que, en ambos casos, tienen su origen en las
emociones heridas de un individuo, a saber:
a. Baja autoestima, sentimientos de Inferioridad, odio/disgusto de sí mismo.
b. Inseguridad, sentimiento de no ser amado, soledad crónica.
c. Incapacidad de expresar los sentimientos.
d. Inadecuación, debilidad, timidez.
e. Miedos, temores y dudas.
f. Auto condenación, culpa (tanto, real como imaginaria).
V. SIGNOS COMUNES DEL RECHAZO:

Cuando un individuo que posee estos estados mentales se relaciona con otras personas en
circunstancias donde hay presiones, podemos esperar los siguientes problemas:
a. Depresión.
b. Hostilidad.
c. Ansiedad.
d. Escapismo por medio del trabajo excesivo, televisión, alcohol, relaciones fuera del
matrimonio, pornografía, drogas, lectura, estudios y pasatiempos.
e. Enfermedades físicas (psicosomáticas).
f. Rebeldía: “como nadie me ama, haré mi propia voluntad”.
g. Hechicería, dominación o manipulación de los demás (aun los niños son capaces de hacer
estas cosas).
h. Comerse las uñas.
i. Chuparse el dedo.
j. Nerviosismo.
k. Problemas crónicos de lujuria.
l. Fantasía.
m. Pensamientos obsesivos.
VI. ADAPTACIONES AL RECHAZO:

Las cosas mencionadas a continuación son métodos comunes que casi toda la gente emplea
como reajuste a los sentimientos de rechazo:
a. Perfeccionismo:

“Esperan inconscientemente que por lograr algo perfecto, alguien les ha de
decir con señales de aprobación: Creo que eres maravilloso. ¿Cómo obtuviste eso? ,
etc.”. El perfeccionista se halla físicamente sometido a guardar metas de cumplimiento
irreales e innecesarias. Siente que el desempeño perfecto es la clave para la aceptación.
Siempre que pude, el diablo pone cargas superpesadas; en cambio, Jesús afirma que su
carga y su yugo son livianos y ligeros (Mt. 11.30).
b. Compasión y responsabilidad falsas:

La persona que no se siente amada, se desespera por encontrar relaciones donde se
encuentre amada. Por ejemplo una mujer cristiana puede comprometerse en
relaciones potencialmente peligrosas (yugo desigual, etc.) diciendo que siente compasión
para hablarle a la otra persona de Cristo o de ayudarla. Dice que siente compasión por
ayudarlo, pero su compasión es falsa. En realidad, inconscientemente, está buscando
satisfacer sus propias necesidades de amor. La tentación que encuentra es demasiado
grande y cae en pecado sexual. La “salida” puede ser evitar las relaciones cuyas bases están
en la compasión falsa o en la responsabilidad falsa.
c. Codicia material:
La ausencia de amor produce un gran vacío en la vida. Ese vacío se llenará pronto con una
cosa o con otra. Satanás siempre anda alrededor para ofrecer sus sustitutos en vez de amor.
Como Satanás no tiene amor que pueda brindar, se limita a reemplazarlo con codicia. La
codicia puede ser en muchos campos: poder, dinero, reconocimiento, sexo, fama, etc., que
vienen a ser como una especie de cura para el vacío de amor. El amor satisface, mientras
que la codicia nunca proporciona satisfacción. Siempre deja una herida y un vacío mayores.
Las cosas materiales nunca sustituirán el amor, ni todo el dinero del mundo, ni todo lo que
el dinero puede comprar, jamás llenarán la necesidad de amor en la vida de alguien.
d. Concupiscencia sexual:
Las personas a quienes se les ha robado el amor que merecían, son
especialmente vulnerables a las tentaciones de los pecados sexuales. Quien
sufre hambre de amor se engaña si piensa que su necesidad de amor se llena al satisfacer
su apetito sexual por medios ilícitos.
e. Represión:
La represión se define como “la exclusión de la conciencia”. Por ejemplo: tranquilizantes,
una botella de licor, algunas distracciones, nos harán olvidarnos del problema por un
momento, pero el problema sigue sin resolverse. Es necesario eliminar las raíces para que
haya una sanidad genuina y verdadera.
f. Llamar la atención:
La gente que se siente rechazada, ignorada e inferior, con mucha frecuencia desarrolla
comportamientos extraños para atraer la atención.

VICTORIA SOBRE EL
RECHAZO (2ª Parte)
VII. REQUISITOS INDISPENSABLES Y

NECESARIOS PARA LA LIBERACIÓN:
a. Estar dispuesto a aprender o sea a admitir su problema de
rechazo:
Hay muchos cambios que se necesitan. Se deben cambiar las antiguas maneras de pensar y
de reaccionar. Se deben echar atrás los patrones de malos hábitos,
pensamientos erróneos acerca de uno mismo y de Dios, y luego se cambian
las actitudes y el comportamiento.
La disposición para aprender se halla dentro de la voluntad del individuo.

Si queremos ser libres del rechazo, humildemente tenemos que aprender que
tenemos un problema de rechazo, lo cual genera en nosotros complejos de
inferioridad, problemas de relacionarnos con aquellas personas que nos
rechazan de alguna manera verbalmente o con actitudes, querer agradar a
nuestros seres queridos o a los que amamos por temor a ser rechazados
nuevamente, etc., etc.
Si tenemos esos síntomas es necesario para ser libres que lo confesemos y

hablemos con alguien, éste es el principio de la liberación.
b. El perdón:
Perdonar a todos los que nos hayan ofendido es una condición absoluta
para la liberación.
En el momento en que se detiene el perdón, comienza la dureza en nuestro corazón. Si
esperamos el perdón de Dios y poder vernos a nosotros como Él nos ve, es necesario que
primero perdonemos a aquellos que de una u otra manera nos han rechazado.
Jesús habló de un siervo que tenía con su señor una enorme deuda sin que pudiera hacer ni
un solo abono. El siervo se humilló y le suplicó a su amo que fuese paciente. El señor del
siervo fue movido a compasión y le perdonó toda la deuda.
Ahora, el hombre a quien se le había perdonado su inmensa deuda, después rehusó
perdonar a un consiervo que le debía una suma ínfima.
“Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le
debía” (Mt. 18.34). A nosotros se nos aplica la siguiente afirmación de Cristo: “Así

también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su
hermano sus ofensas” (Mt. 18.35).
¿Qué nos hará nuestro Padre celestial si fallamos en perdonar a los demás? ¡Nos entregará
a los verdugos! ¿Qué son los verdugos?: Es un tormento que se puede manifestar en la
mente, las emociones, el cuerpo físico o en las circunstancias de la vida.
Es una cosa muy seria no perdonar a otros sus ofensas.
• El perdón no es un sentimiento, es una decisión racional, un acto de la

voluntad.
Dios dice que si esperamos su perdón, también debemos perdonar. Si elegimos no
perdonar, podemos esperar ser atormentados HASTA CUANDO LO HAGAMOS.
• El perdón también se debe extender a uno mismo.

Después de aceptar el perdón de Dios, debemos perdonarnos a nosotros mismos. El
acusador dirá: “No mereces ser perdonado. Lo que hiciste es imperdonable. Debes
llevar la vergüenza y la culpa de tu pecado el resto de tu vida”. Esto es una mentira del
diablo y debemos decidir perdonarnos a nosotros mismos.
c. Tomar la autoridad que el Señor nos dio y echar fuera los

“recuerdos recurrentes”:
Las heridas del pasado deben ser sanadas. Es necesario echar fuera de
nuestra mente los “recuerdos recurrentes” porque este es un demonio
experto en mantener viva la memoria de los errores pasados.
Es como si este maligno tuviese una videoteca de grabaciones con registros detallados de
todos los hechos dolorosos en la vida de una persona y los reprodujera una y otra vez en
la mente de su víctima. El enemigo usa estos estimulantes de la memoria para mantener
vivos los recuerdos tristes de las heridas que se sufrieron.
• La remebranza continua de las ofensas pasadas, conserva vivos el odio,

la amargura y la falta de perdón.
El apóstol Pablo habla de su decisión de dejar todas las cosas viejas atrás (Fil. 3.13-14).
Deberíamos aplicar este principio a las heridas que sufrimos en el pasado.
• Si mantenemos vivos en la memoria los hechos desagradables y

dolorosos del ayer, también arruinamos el presente y echamos a perder
cada día que viene.
Tales añoranzas no sirven a ningún propósito útil.
• Debemos aprender a desechar los pensamientos que quiere poner el

enemigo de los recuerdos pasados, y declarar en voz audible que ya
hemos perdonado a esas personas que nos han rechazado o hecho daño.

d. Arrepentimiento:
El Señor requiere honestidad y humildad completas cuando vamos delante de él:
“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis
pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame por el
camino eterno” (Sal. 139.23-24).
Por lo general, las heridas experimentadas son más obvias que las heridas administradas. Es
mucho más fácil reconocer el pecado en la vida de alguien que en la propia. ¿Cuántas
veces hemos rechazado a otros y les hemos sido causa de penas y sufrimientos? La única vía
para recibir el perdón de Dios es entrar en su presencia por la puerta del arrepentimiento.
EL ARREPENTIMIENTO ES EL PRELUDIO DE LA LIBERACIÓN. JAMÁS PODRÁ
HABER LIBERACIÓN SIN UN ARREPENTIMIENTO GENUINO.
e. Reconciliación:
La reconciliación es la restauración de relaciones rotas. Dios, por medio de la cruz, logró la
restauración.
“...Dios... nos reconcilió consigo mismo por Cristo...” (2 Co. 5.18).
En griego la palabra que se traduce “reconciliación” implica un cambio completo, un
cambio de la enemistad a la amistad.
Cuando Jesús derramó su sangre, hizo posible un cambio total en todas las cosas, y ese
cambio es la reconciliación. Por medio de ella quienes una vez eran enemigos de Dios,
vinieron a ser hijos y se convirtieron en participantes de su naturaleza divina.
DIOS DESEA RELACIONES RESTAURADAS. PERDONAR A OTROS ES EL
PRELUDIO DE LA RECONCILIACIÓN que es un tema con dos aspectos: Uno tiene que
ofrecerla y el otro la debe aceptar. El proceso de la reconciliación entre dos personas se
cumple cuando uno inicia la restauración de las relaciones y la otra la acepta.
Aunque no podemos obligar a los demás a que se reconcilien con nosotros, Dios ha hecho
saber con toda y simple claridad que nunca debemos permitirnos que ningún fracaso para
obtener reconciliación sea por nuestra culpa.
“Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los
hombres” (Ro. 12.18).
Puede ser edificante, contemplar una relación restaurada entre quienes han tenido heridas
profundas. Se deber tener en mente que la prueba de una verdadera reconciliación exitosa
es el establecimiento de la paz. Si una relación que se restablece es pacífica, libre de
contiendas y discordias, entonces no hay temor sino gozo.
f. Estabilidad en el amor de Dios:

• Hay una razón básica por la cual Jesús a pesar de haber sido herido,
pudo conservar su estabilidad: ESTABA SEGURO EN EL AMOR DEL PADRE.

Jesús fue “despreciado y desechado (rechazado) entre los hombres” (Is.
53.3), pero no sufrió de alteraciones en su personalidad, porque estaba seguro en
el amor del Padre.
Pudo ceder a la voluntad de su Padre, inclusive hasta la muerte en la cruz, porque sabía
que el Padre le amaba. Pudo soportar el terrible rechazo de la humanidad porque su
ancla estaba en el amor de su Padre.
“El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano” (Jn.
3.35).
“...el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace...” (Jn.
5.20).
La fidelidad del amor de Dios Padre, más que la fidelidad del amor humano, da
seguridad y fortaleza para soportar y salir de las lesiones y heridas. Es un error común
suponer que cuando falla el amor humano, también ha fallado el amor de Dios.
• Como para que podamos conservar la estabilidad, a pesar de las

adversidades que sufran de manos de otros, Jesús nos dejó las siguientes
palabras de firmeza y valor:
“...el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado...” (Jn.
16.27).
En una persona la herida del rechazo tiene el mismo efecto sobre la confianza en el
amor que un riel roto en un tren: descarrilamiento. ¿Cómo se puede confiar de nuevo en
el amor? JAMÁS NINGÚN AMOR HUMANO NOS DARÁ UNA GARANTÍA
ABSOLUTA CONTRA EL FRACASO O LA DESILUSIÓN. TAN SÓLO HAY UN
AMOR QUE NUNCA FALLARÁ: EL AMOR DE DIOS.
• La confianza en el amor divino, crea seguridad en el hombre interior.
g. Estabilidad en el amor humano:

• La confianza en el amor de Dios es el fundamento que suministra valor
para el riesgo de las relaciones humanas que se basan en el amor.
Se usa el término “riesgo” porque es un hecho que todo amor humano es susceptible de
fracaso. Sin embargo, entre más nos rodeamos con un amor humano estable, más fácil
nos será vencer las repercusiones de las heridas que se originan en el rechazo.
• El amor entre los miembros del cuerpo de Cristo tiene que ser “sin
fingimiento”.
Pablo escribió:
“El amor sea sin fingimiento...” (Ro. 12.9).
Esto quiere decir que no haya disimulos, falsedades o hipocresías. Hay muchas personas
que han sido rechazadas y heridas por sus propios familiares y están hambrientas de
amor. La iglesia, la familia de Dios, está para suministrar un clima de sanidad a quienes
se les ha robado el amor en muchas áreas de su vida.
• ¿Cómo puede uno saber que ha obtenido la estabilidad en el amor?:

- Es posible dar amor a los demás sin exigir reciprocidad.
- Si hay nuevas heridas de rechazo, se puede cubrirlas con perdón. No habrá malas
reacciones equivocadas de ira, resentimiento o auto-compasión.
h. Liberación:
• Liberación es salvación. La palabra griega “soteria” denota sanidad, conservación,

liberación y salvación.
Este término abarca todas las bendiciones derramadas sobre los hombres en Cristo por
medio del Espíritu Santo.
El Señor derrotó a Satanás, destruyó las obras del diablo y dio potestad a sus seguidores
contra todo poder y fuerza del enemigo (Lc. 10.19).
• Los creyentes se apropian de la liberación cuando confrontan el rechazo

con la autoridad dada por Dios. LA LIBERACIÓN ES UN CAMINO PARA LA
SANIDAD INTERIOR. Dios la ha provisto con ese objetivo.
• El espíritu de rechazo es el responsable de las mayores inestabilidades en

la personalidad. LA SANIDAD INTERIOR SE VIVE Y
EXPERIMENTA A MEDIDA QUE SE ECHA
FUERA ESTE ESPÍRITU.
i. Llenar la casa:
• Quien recibe la liberación es responsable de
llenar su propia casa. En las Escrituras no hay
ningún ejemplo donde Jesús llene la casa de
alguien por él. Otros pueden ayudar, pero en
verdad la responsabilidad pertenece
exclusivamente al recién liberado.
• Un vaso ya limpio se debe llenar con lo opuesto de aquello

que tenía. Si se expulsó el temor, se debe reemplazar con fe.
Si se echó el rechazo, se debe reemplazar con amor, aceptación. En
otras palabras, es necesario llenarse con el carácter y la naturaleza de Cristo mismo.
Cuando el interior del vaso se ocupa completamente con el amor de Dios y la
aceptación de ese amor, la aceptación a uno mismo, no hay más sitio para el rechazo
de los demás, ni el autorechazo.
• La llenura de la casa se cumple al REEMPLAZAR EN DEFINITIVA LA

MENTIRA DEL ENEMIGO POR LA VERDAD DE LA PALABRA DE DIOS.
Nuestro vaso debe ser llenado con la VERDAD DE DIOS.

j. Recibir el consuelo de Dios:
• La liberación trata con sólo una parte del problema causado por el rechazo. La
liberación se puede comparar con la limpieza de la infección que hay en una herida y
que complica cualquier lesión existente. Y, desde luego, evita que la herida sane pero
una vez que se elimina, la lesión en sí se puede sanar. Esta analogía nos permite
comprender por qué se necesita más de un paso para completar la sanidad de las
heridas que causa el rechazo.
• Después que se quita la infección, entonces se puede curar la herida inicial:

- Las heridas del rechazo causan pena y tristeza.
“...por el dolor del corazón el espíritu se abate (se rompe y se hiere)”
(Pr. 15.13).
- La medicina para el dolor es el consuelo.
“...Voz fue oída en Ramá, llanto y lloro amargo; Raquel que lamenta
por sus hijos, y no quiso ser consolada...” (Jer. 31.15).
• ¿De dónde viene el consuelo?:

El consuelo se recibe de Dios.
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de
misericordias y Dios de toda consolación, que nos consuela en todas nuestras
tribulaciones...” (2 Co. 1.3-4).
• ¿Cómo se obtiene el consuelo?:

Viene como un don de la gracia de Dios. Se consigue de la misma manera como se
logra la salvación del pecado.
• La sanidad interior se recibe en la misma forma que la sanidad física.

Podemos pedir con fe y ser sanos (Mt. 9.22).
En este mismo día nuestro Señor y Salvador, lleno de ternura y con su infinita compasión
eterna (He. 13.8), hace a toda persona que ha sufrido las heridas causadas por el
rechazo la misma pregunta que dirigió al paralítico enfermo del estanque de Betesda:
“...¿QUIERES SER SANO?” (Juan 5.6).
Rinde y entrega todas esas heridas, esos sufrimientos tan hondos y tan grandes, a Jesús.
Recibe el bálsamo de su misericordia y sé libre. Elige ser consolado por su eterno amor.
h) El Espíritu Santo quiere sanar el rechazo en nuestras vidas, pero

para ello es necesario 3 cosas:
a. La rendición del control de nuestras vidas al señorío de Cristo.
b. Creer a las verdades de quiénes somos realmente (y de lo que no somos) tal y como lo
revela la Escritura.

c. El llenamiento continuo del Espíritu Santo en nosotros. “Mas yo haré venir sanidad para ti, y
sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Este es
.................. (coloque su nombre) de la que nadie se acuerda” (Jer. 30.17).
Dios tiene una promesa específica frente al rechazo y el abandono:
“Aunque mi padre y mi madre me dejaren, con todo, Jehová me recogerá” (Sal.
27.10).
“Dios en su amor nos predestinó para ser adoptados hijos suyos por medio de
Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de
su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado” (Ef. 1.5-6).

SANANDO LAS HERIDAS
DE LA INFANCIA
“Porque tú formaste mis entrañas; tú me
hiciste en el vientre de mi madre.
Te alabaré; porque formidables,
maravillosas son tus obras; estoy
maravillado, y mi alma lo sabe
muy bien.
No fue encubierto de ti mi cuerpo,
bien que en oculto fui formado, y entretejido
en lo más profundo de la tierra.
Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro
estaban escritas todas aquellas cosas
que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas.
¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de
ellos!
Si los enumero, se multiplican más que la arena; despierto, y aún estoy contigo.
De cierto, oh Dios, harás morir al impío; apartaos, pues, de mí, hombres
sanguinarios” (Sal. 139.13-19).
I. LA VIDA EMPIEZA DESDE EL MOMENTO DE LA

CONCEPCIÓN:
a. El bebé puede ser influenciado negativamente en el vientre de su madre. Algunas personas
fueron dañadas en su interior antes de haber nacido.
b. El versículo 15 del Salmo 139, en hebreo grafíca todos los músculos, todos los tendones.
Tú fuiste entretejido, entrelazado, fuiste formado en el vientre de tu madre. Fue Dios que te
puso allí. Es Dios el que te da vida.
En el versículo 16 vemos que cada una de las partes que poseemos fueron escritas en el
libro de Dios.
II. LA HERIDA DEL RECHAZO ES LA HERIDA MÁS

PROFUNDA QUE EXISTE:
a. El rechazo hiere el alma y lo paraliza:
Cuando analizamos el rechazo comprendemos por qué muchas personas están paralizadas
aún en su vida cristiana cuando uno sabe que tienen mucho para dar. Es como que hay

algo que las detiene y no pueden avanzar a lo que el Señor las ha llamado a ser. Es
justamente porqué hay heridas de rechazo no sanadas, no tratadas.
• Ro. 8.26.
En este versículo cuando dice “debilidad” en el griego se interpreta como parálisis.
Esto significa que no nos podemos mover porque estamos paralizados, pero el Espíritu
Santo nos va a sacar a luz las cosas del pasado que nos produjeron esa parálisis.
• Ejemplos:
- Vemos que padres que siempre están enojados hacen que los hijos
sean de la misma manera.
Ef. 6.4 nos dice: “no provoquéis a ira a vuestros hijos”.
Si has vivido en un hogar donde siempre había ira y contienda, probablemente
transmitirás a tus hijos lo mismo, si es que no fuiste sanado en esa área.
La ira es un problema muy grande. Si tu padre o tu madre te pegaba siempre o era
muy estricto, o tal vez te rechazó, esto hará de ti un adulto muy enojado. Cuando te
tocará disciplinar a tus hijos sucederá como alguien que toca un botón y entonces
empiezas a castigar a las criaturas y no puedes parar.
- Vemos que padres que siempre han criticado a sus hijos, que han
visto solamente lo negativo en ellos hacen que los hijos sean de la
misma manera.
Tal vez para tu madre o tu padre nunca era suficiente todo lo que hacías. Todo era
negativo, nunca dijeron una palabra buena respecto a ti. Sabemos que un pequeño
grano de negatividad lleva muy lejos.
- Las criaturas que fueron abusadas de chicos, se convierten en aquellos

que abusan a sus criaturas cuando son adultos.
- Las criaturas que nunca se les ha dado la oportunidad de hablar, ni

nunca se les ha expresado amor, hacen que los hijos sean de la
misma manera.
Esas personas les cuesta comunicarse abiertamente y utilizan lo que llamamos
“comunicación indirecta”, les cuesta decir a la gente lo que sienten realmente. Tal
vez tu padre o madre nunca te dijeron “te quiero”. Seguramente ellos también fueron
víctimas de esa falta de amor.
- Las criaturas que se criaron en un ambiente cristiano de legalismo o

perfeccionismo, hacen que los hijos sean de la misma manera.
Recuerda: “la letra de la ley mata, pero el Espíritu da vida”.
b. Cuando disciplinamos tenemos que preguntarnos con qué

espíritu estamos haciéndolo:

• Si disciplinas a tus hijos con odio, no te estás moviendo por el Espíritu de
Dios, entonces, en lugar de traer corrección sana, vas a dañar el espíritu humano de
ellos. Si te das cuenta que has dañado o estás dañando a tu hijo, hoy es el día de
liberación. Hoy el Señor quiere librarte del rechazo que tú mismo recibiste o falta de
amor, el Señor sanará tu corazón y quitará tu amargura y tu ira.
• Es necesario que hablemos lo positivo de nuestros hijos. Nuestros hijos se

tornarán en aquello lo que les estamos enseñando, disciplinando.
Piensa en cuántas cosas negativas salen de tu boca por día. Con esto no estamos
diciendo que no les digan que no, sino se puede decir no de una manera positiva.
Ejemplo: Puedo decirle a mi hijo: “Yo te digo que no y punto, se terminó” y le puedo
decir con amor: “Si comes esto, te va a dar dolor de estómago y porque yo te quiero no
quiero que te suceda esto”. ¿Puedes ver la diferencia?
c. ¿Cómo saber si el espíritu humano de una

criatura fue herido?:
• Cuando ese hijo no viene nunca a decirte: “Te quiero mamá,

te quiero papá”, o cuando ellos tienen un terrible temor a
ser corregidos porque la disciplina se está ejerciendo con odio, ira.
• Los hijos responden de diferentes maneras al odio, pero

cuando están heridos se cierran como una flor que se cierra.
Hay cierta clase de animal marino que cuando uno lo pincha se cierra y
cuando alguien ha sido pinchado, ha sido tratado con odio, termina
como ese animal cerrándose en su espíritu humano y siendo dañado.
• Diferentes maneras de los hijos de reaccionar frente al

rechazo, frente al odio, cuando no han recibido sanidad interior:
- Si eres introvertido, te convertirás en una persona que se aísla, y hay una tendencia
que la depresión tome parte de tu vida.
- Si eres muy extrovertido, serás una persona desafiante y rebelde.
- A veces las criaturas que han sido rechazadas, se convierten en los que quieren
suicidarse. Creen que no son dignos de vivir, qué no hay por qué vivir. Esto causa en
las personas deseos de morir, expresan “ojalá me muera y punto”.
III. ¿CÓMO PODEMOS SER SANOS PARA LUEGO TRATAR

DE MANERA DIFERENTE A NUESTROS HIJOS?:

a. Mira a tus padres como víctimas:
Tienes que darte cuenta que ellos estaban quebrantados, porque gente quebrantada
produce quebrantamiento.
La gente que está herida, hiere a los demás todo el tiempo.
El Señor quiere que los perdones.
b. Identifica las fortalezas de una paternidad equivocada:

Identifica --- la crítica
--- la ira
--- los maltratos físicos
__ el abuso, etc., etc.
c. Ora y suelta los juicios que has pensado o pronunciado sobre

ellos:
“de que nunca te quisieron, que nunca supieron entenderte, que no te escucharon, que no te
dejaron disfrutar tu niñez haciéndote trabajar duramente, que nunca te trataron con amor,
que te rechazaron, que te desplazaron, que eran más importantes tus hermanos que vos, etc.
etc.”
IV. CONSEJO PARA AQUEL QUE HA RECHAZADO UN HIJO:

a. Orar pidiendo perdón a Dios:
“Señor te pido perdón por haber rechazado a mi hijo/a. No quería rechazar a mi criatura, no
quería herirlo, sana a mi hijo/a. Dame la sabiduría para orar con ellos, para que puedan ser
completamente sanos en el nombre de Jesús”.
b. Tomar un momento de diálogo con tu hijo/a:

Muchas veces es importante que dialogues sobre el tema con tu hijo. Muchos hijos saben
qué es lo que ocurrió cuando nacieron, problemas en el parto, rechazo, etc. Es importante
hablar con ellos en forma individual, pidiéndoles perdón por las cosas que hemos hecho o
que han ocurrido aún sin saber que esto le pudiera ocasionar un daño o herida y luego
decirles:
“Fue Dios el que te dio la vida. Fuiste planeado en el corazón de Dios, no
eres un error. Estamos contentos como padres de que hayas nacido
mujer/hombre”.
c. Orar por él:

“Señor, gracias por mi hijo/a. Yo te pido que sanes las memorias de su infancia de cuando
yo lo rechacé, de cuando yo no le dediqué suficiente tiempo por tener que ocuparme
también de sus hermanos, etc. etc. Espíritu Santo sana el corazón quebrantado de

........................ y llena el lugar del corazón donde él sentía ese dolor con tu amor. Que él
pueda comprender lo mucho que tú le amas y lo mucho que nosotros lo amamos. Te
bendigo hijo/a y echo fuera de tu vida todo espíritu de rechazo, que seas libre para ser la
persona que el Señor creó para que seas”.
d. Luego abrázalo y dile cuánto lo amas:

Dile que él no es una carga, sino alguien precioso para Dios y para ustedes. Dile cuánto lo
amas y que es el don de Dios para tu vida. Dile que él/ella son muy importantes para Dios.
V. ORACIONES MODELOS RELACIONADAS CON EL

RECHAZO:
a. Oración de alguien que fue rechazado:
“Padre celestial, tu Palabra dice que tú me has dado la vida. En el Salmo 139 me has dicho
que tú me formaste en el vientre de mi madre. En el Salmo 27.10 me has dicho que:
“aunque mi padre y mi madre me dejaren, con todo, vos me recogerás”. Yo
perdono a mi madre/padre por haberme rechazado. Señor Jesús te pido que me des la
visión de cuánto tú me amas y has planeado que yo exista. Sana las heridas que el rechazo
produjo en mi corazón y quita ese dolor. Líbrame de toda culpa y atadura que me tiene
paralizado/a, en mi vida espiritual, en mi relación con los demás. Rodéame con tu amor.
Suelto ahora toda condenación de mi vida, todo espíritu de angustia, espíritu de enojo y ese
sentido erróneo de culpa lo echo fuera de mi vida.
Espíritu Santo te doy gracias por sanarme”.
b. Oración pidiendo perdón por haber abortado:

“Señor me perdono por haber hecho un aborto, por haber cometido este hecho tan horrible.
Padre, perdóname porque cuando lo hice no comprendía lo que hacía. Perdóname en el
nombre de Jesús.
Muéstrame Señor que ese bebé está bien. Te pido que me lo muestres a través de mi
corazón o a través de una visión que ese bebé está contigo. Espíritu Santo te pido que sanes
el luto y el trauma que esto me ha producido”.
c. Oración modelo para ser libres, soltando juicios hacia nuestros

padres de la manera en que ellos nos criaron:
“Padre celestial, en el nombre de Jesús, yo suelto todo juicio que pronuncié en contra de mi
madre, en contra de mi padre, porque ej. era legalista, me criticaba, me pegaba, me
insultaba, me abandonó de pequeño/a, nunca me tuvo en cuenta, no me quiso o quiso más
a mi hermano/a que a mi. Suelto esos juicios en contra de mi familia porque me rechazaron
y te digo:
Mamá, Papá, Hermano/a te perdono por el rechazo, por compararme con mis hermanos, te
perdono por cada cosa que me sucedió, que me produjo dolor a mi corazón y me hizo sentir

odio. Los perdono y sé que ustedes también fueron víctimas del rechazo. Suelto esos juicios
en contra de ustedes y los perdono y declaro delante de Dios que los amo.
Rompo el poder de todos los juicios levantados en contra de ellos en el nombre de Jesús, y le
ordeno al dolor, a la angustia, al enojo, que salga en el nombre de Jesús. Espíritu de rechazo
que vino por este dolor te ordeno que salgas de mi vida en el nombre de Jesús, espíritu de
odio y de ira suelta mi vida en el nombre de Jesús y me declaro libre”.
d. Oración de perdón por las cosas cometidas contra nuestros

propios hijos:
“Padre, perdona mi odio, perdona las cosas incorrectas que he hecho y dicho a mis hijos.
Los suelto de toda palabra que pronuncié contra ellos y te pido que los sanes y que los libres.
Gracias por hacerme libre y ayúdame de ahora en más a corregir las cosas que he hecho
mal con mis hijos, ayúdame a demostrarle el amor, a decirle que los amo, a ejercer una
disciplina sana, que los haga crecer y amarte a ti por sobre todas las cosas. También en esta
hora decido perdonarme a mí mismo por toda acto de violencia, de ira, cometido contra mis
pequeños. Me perdono y sé que me vas a sanar y a restaurar por completo para que yo
pueda darles el amor y la disciplina que ellos necesitan”.
VI. PASOS A TENER EN CUENTA PARA LA MINISTRACIÓN

DE SANIDAD INTERIOR DE RECHAZO:
“Dios en su amor nos predestinó para ser adoptados hijos suyos por medio de
Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de
su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado” (Ef. 1.5-6).
a. En primer lugar expresar a la persona que es muy posible que este suceso haya provocado
una atadura en su vida, que debe entregar al Señor.
b. Llevar a la persona a reconocer la falta de amor de la cual fue objeto.
c. Guiar a la persona a renunciar a todo sentimiento de abandono y rechazo que experimentó.
d. Pedir al Espíritu Santo que corte toda atadura emocional, espiritual y física que este hecho
pudo haber provocado.
e. Tomar conocimiento de la historia familiar de la persona; si sus padres también fueron

rechazados y abandonados se debe cortar toda atadura de herencia sobre la vida del
individuo.
f. Conducir al ministrado a perdonar a quienes le rechazaron. Si bien desde una perspectiva

humana puede llegar a ser comprensible que alguien tenga odio, bronca o resentimiento

por quienes le abandonaron y rechazaron, es importante remarcar que éstos son
sentimientos contrarios a la voluntad de Dios.
g. Tomar autoridad y en el nombre de Jesús reprender, atar y echar fuera a todo espíritu
inmundo que haya tomado autoridad sobre ese rechazo y abandono.

¡APRENDAMOS A PERDONAR!
I. INTRODUCCIÓN:
Vivimos en un mundo lleno de rencores, resentimientos, amarguras y

corazones quebrantados, y si no se hace frente a tales problemas y
se resuelven, los mismos afectarán también a la unidad del cuerpo
de Cristo, desgarrarán las relaciones y lo dividirán todo: desde las
familias hasta los amigos, la iglesia, etc. ¡Necesitamos el perdón!
II. EL PERDÓN ES EL ACEITE DE LAS RELACIONES:
a. El perdón es el aceite lubricante de las relaciones, el cual reduce la fricción y

permite que los individuos se aproximen unos a otros.
b. Las personas rencorosas son incapaces de formar relaciones profundas,

duraderas e íntimas. Por muy inteligente o hábil que tú seas, si no sabes perdonar,
jamás podrás llegar a una relación con nadie – ésta se verá desgarrada por conflictos no
olvidados, debido a que no has sabido perdonar.
c. Las amistades sin perdón no son duraderas. Para que dichas amistades se
desarrollen, debe existir la seguridad de que uno puede fallar a los ojos de su amigo y ser
aún querido y plenamente perdonado.
d. En el matrimonio, un esposo o una esposa rencorosos destruyen la

posibilidad de realizar todo el potencial de intimidad que hay en esa
relación, especialmente en el área de la comunicación. El otro cónyuge vivirá en
un constante temor de ofenderlo, y así será reacio a comunicarse sinceramente por miedo a
que su pareja se aproveche. La amargura y el resentimiento acabarán dominando la
relación entre ellos.
e. Por el contrario, el perdón cuando se lo practica regularmente en el

matrimonio, en la familia, lleva a una mayor intimidad al engendrar la
comunicación franca. Si alguien te ama a pesar de tus faltas y te acepta incluso despúes
de haberlo agraviado, tú no puedes menos que responder a esa persona con un amor
todavía más profundo.

III. ¿QUÉ ES EL PERDÓN?:
a. Perdonar significa: “abandonar el resentimiento”, “hacer borrón y cuenta
nueva”, “liberar de una deuda”, “cancelar el castigo”, “aceptar
personalmente el precio de la reconciliación”.
b. Perdonar es un verbo activo que no nos permite sentarnos a esperar que la otra persona se
arrepienta. De igual manera que Cristo murió por nosotros cuando aún éramos pecadores,
perdonar significa dar el primer paso con objeto de sanar una relación.
c. Perdonar es también: “Renunciar a..., o desprenderse de...” Si alguien viola tus

derechos, perdonarlo significa renunciar al derecho que tienes de reacción, por mucho que
sientas que la venganza está justificada. Perdonar quiere decir otorgar gracia, no
exigir justicia –una respuesta que va en contra de todo lo que enseña nuestra sociedad.
f. ¿Qué pasaría si Dios insistiera en ajustarnos las cuentas cada vez que pecamos? Hace
mucho que habríamos sido fulminados. Nunca pedimos a Dios que haga justicia en nuestra
relación con Él, sino siempre misericordia, gracia, pero exigimos justicia en nuestra relación
con la gente.
“El mundo nos dice que odiemos, y Dios que amemos. El mundo dice que debemos
vengarnos, y Dios que perdonemos. ¿Por qué? Porque la base de nuestro perdón es lo que
Jesucristo hizo en la cruz por nosotros. Pablo escribe a los “En quien (en Jesús)
tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados” (Col. 1.14).
g. La base de este perdón se describe en “Sabiendo que fuisteis rescatados... no con

cosas corruptibles como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo,
como de un cordero sin mancha y sin contaminación” (1 P. 1.18,19). La base
misma sobre la que Dios nos perdona no es algo que nosotros hayamos hecho, sino más
bien lo que Jesucristo es, y lo que Él ha hecho por nosotros en la cruz. Este es, pues,
también nuestro modelo para perdonar a otros. Por lo tanto nuestro criterio para
perdonar es el ejemplo de Cristo – un perdón absoluto e inmediato. Si
embargo, la mayoría de nosotros, jamás soñaríamos con perdonar a algunas de las
personas a las que Él perdonó. En Lucas 7 vemos cómo Jesús perdona a la mujer
pecadora, y en Juan 8 lo vemos hacer lo mismo con la mujer sorprendida en adulterio...
¡El incluso perdonó a los hombres que le crucificaron! En situaciones en que nosotros
habríamos denunciado o avergonzado a otros rápidamente, la descripción de la vida de
Jesús es de un perdón constante.
IV. EL ALCANCE DEL PERDÓN:

a. El perdón de Dios es completo. Sal. 103.12 dice: “El alejó de nosotros nuestros
pecados cuanto está lejos el oriente del occidente”. Esta frase es una alusión
específica a la eternidad: el alcance del perdón de Dios es eterno.

b. Para resolver los conflictos que se presentan en nuestras relaciones
interpersonales, debemos primero solucionar el que tenemos con Dios y ser
perdonados por Él. Además necesitamos perdonarnos a nosotros mismos. Muchas veces
confesamos nuestros pecados, pero luego nos dejamos asediar por el sentimiento de
culpabilidad. Con esto último estamos diciendo implícitamente que la muerte en la cruz no
es suficiente para borrar todos nuestros pecados.
V. ¿A QUIÉN DEBEMOS PERDONAR?:

a. A cualquiera que nos haya airado, herido, maltratado u ofendido...
empezando por nuestro cónyuge.
Necesitamos perdonar a nuestros hijos cuando nos hieren.
Debemos perdonar a nuestros padres, a sus hermanos, a todos los miembros de la familia.
Debemos perdonar a nuestros hermanos en la Iglesia.
Debemos perdonar a nuestros compañeros de trabajo.
Necesitamos perdonar a gente del pasado, y también a aquellos de nuestro alrededor que
nos persiguen, nos intimidan, nos acosan, nos atacan y nos irritan.
Debemos perdonar a todo aquel que nos dañó.
En Hechos 7.60 leemos que Esteban, mientras lo estaban apedreando, exclamó: “Señor,
no les tomes en cuenta este pecado”.
b. El perdón incluye nuestra relación con el Señor, con nosotros mismos y con
los demás. Es algo que lo abarca todo.
VI. ¿CUÁNDO DEBEMOS PERDONAR?:

El perdón debe otorgarse, ofrecerse o recibirse sin más tardar. El tiempo que pasa entre la
herida y el ofrecimiento de nuestro perdón, es realmente un indicador de la firmeza de nuestro
andar con Dios.
VII. ¿POR QUÉ NO PERDONAMOS?:

a. Rencor (Ef. 4.30,32).
b. Celos (Stg. 3.14-16)

El odio que el rey Saúl sentía por David tenía sus raíces en los celos, y por lo general no
queremos perdonar a alguien que posea algo que creemos que deberíamos tener nosotros.
c. Enojo (1 S. 18.8-10)
d. Miedo.

Tal vez no perdones porque tienes miedo de que vuelvan a herirte. Cuando te ofreces para sanar
la relación, estás actuando de acuerdo a la voluntad de Dios, ya sea que el otro acepte o no tu
oferta.
e. Autocompasión. “He sentido más heridas que nadie y no puedo seguir perdonando”.
f. Desplazar la culpa. “Yo estoy en mi derecho a hacer lo que hice”.
g. La simple y pura rabia contra una persona puede hacer que no perdones
(Ef. 4.26).
h. El orgullo. El orgullo dice: “No necesito esta relación, ni a esa persona”.
i. El no querer olvidar. Olvidar no supone ser incapaces de recordar una situación, sino
que, significa pasar por alto o dejar a un lado determinado suceso, negándonos a permitir
que las heridas del pasado nos obsesionen tanto que no podamos disfrutar de las alegrías
del presente. “Olvidar significa no ser controlado ya más por las heridas y por el deseo de
desquitarse”.
j. La indignidad del ofensor: Decidimos que esa persona no merece ser perdonada.
Ahora, ¿qué hicimos nosotros para merecer el perdón de Cristo?
k. La ofensa repetida. “Ya te he perdonado cinco veces, y no pienso hacerlo de nuevo”.

Recuerda, Dios nos perdona y vuelve a recibirnos sin reservas.
Nuestra reacción natural es perder la esperanza con alguien después de unos pocos
intentos. Sin embargo debemos extendernos hacia otros en perdón por la fe, aun cuando no
queremos hacerlo.
l. La revancha.
Deseamos ver fracasar al otro en un proyecto o una relación importante. Queremos causar
a esa vida un sufrimiento igual o mayor al que esa persona nos ha producido a nosotros.
Pero la Biblia manda: “No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno
delante de los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad
en paz con todos los hombres” (Ro. 12.17,18). Y en He. 10.30 Dios dice: “Mía es
la venganza, yo daré el pago”.
VIII. LO QUE NO ES EL PERDÓN:

a. El perdón no es meramente decir “Lo siento”.
Pedir perdón consiste en expresar: “Lo siento, ¿quieres perdonarme? Es bueno especificar
qué es aquello por lo cual busco perdón.

b. El perdón no es algo condicional ni posible de ganar.
No podemos pedirle a alguien que cambie primero para poder perdonarlo. “Tal vez si
cambias en esto te voy a perdonar”. El verdadero perdón no pone condiciones.
c. El perdón no es un sentimiento.
Hay veces cuando ciertamente no sentiremos el perdón a otros, pero tendremos que hacerlo
por fe y obediencia. El perdón es un acto de voluntad.
d. El perdón no lleva cuentas.

No podemos tomar nota mentalmente cada vez que ocurre algo y pensar que estamos
perdonando. En 1 Co. 13.5 Pablo nos recuerda que el amor “no guarda rencor”, lo que
significa que debemos amar a la persona y responder a ella de la misma forma que antes
de que ocurriera el agravio.
e. El perdón no consiste en tolerar el pecado.

El hecho de que hayas resuelto el daño recibido perdonando, no significa que sea
indulgente con una mala acción.
f. El perdón no consiste simplemente en decir: “Bueno, olvidémoslo”. Uno no

olvida las cosas que pasan, sino que éstas más bien se convierten en una causa de irritación
o resentimiento. El olvidar no trae como consecuencia el perdón; pero sí sucede: el perdón
produce el olvido.
g. El perdón no debe confundirse con la tolerancia.

Tolerar un problema perpetuamente no resuelve nada ni ayuda a una relación.
h. El perdón no se esfuerza por dar una lección al ofensor.

i. El perdón no implica que no vaya a haber consecuencias.
j. El perdón no implica que las personas a quien haya perdonado vayan a

cambiar.
Nosotros no somos responsables de las acciones de los demás.
IX. LO QUE SÍ ES PERDÓN:

a. El perdón es una expresión de fortaleza, no de debilidad. El tratar de sanar una
relación por medio del perdón es una verdadera señal de fortaleza de carácter.
b. El perdón es una expresión del amor que toma la iniciativa. ¿Has pensado
alguna vez: “¿Por qué debo perdonarla/o si ella/él no me han pedido perdón?”. No
obstante el amor de Dios nos constriñe a dar el primer paso. En 1 Jn. 4.10 leemos:
“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en
que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en propiciación por nuestros

pecados”. Si el Señor hubiera esperado a que nosotros nos arrepintiésemos y pidiéramos
perdón, aún estaríamos perdidos.
c. El perdón tiene en vista tres objetivos.

1. Reconciliación entre dos individuos.
2. El perdón promueve la unidad en el cuerpo de Cristo (Col. 3.12-15).
3. Sanidad emocional.
d. Las relaciones y los matrimonios pocas veces se deshacen por un solo desacuerdo.
Cualquier explosión que surge es generalmente sólo el último conflicto de una acumulación
de éstos, en los que no ha habido perdón ni reconciliación.
e. En Mr. 11.25, Jesús nos dice que cuando estamos orando debemos perdonar cualquier
cosa que tengamos contra otros; e inmediatamente después del Padrenuestro, en Mt.
6.14,15 expresa: “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará
también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los
hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras
ofensas”.
f. Richard Strauss escribe: “Una persona que ha admitido sinceramente la vileza de su propio
pecado, y ha experimentado la bendición del perdón de Dios, no puede menos de
responder con perdón hacia otros”. EL MAYOR PODER DISPONIBLE HOY EN DÍA PARA
RESOLVER CONFLICTOS ES DAR Y RECIBIR PERDÓN.
ORACIÓN DE UN CORAZÓN PERDONADOR: “Señor, gracias por tu perdón; gracias

porque Jesucristo murió en la cruz por mis pecados y puedo ser perdonado totalmente. Gracias
porque cuando puse mi fe en ti fui perdonado por tu sangre, y no por ninguna obra mía. Padre,
enséñame a perdonarme a mí misma y a los que me rodean. Quiero perdonar como tú
perdonas, y tomar la iniciativa ofreciendo perdón. Dame la fuerza necesaria para tragarme mi
orgullo y pedir perdón cuando haya agraviado a alguien. Sáname de todo sentimiento de
amargura. Señor, te pido sanidad y consuelo. Permíteme ser un canal de tu perdón para el
mundo. Amén”.

CUANDO ES DIFÍCIL
ENTENDER A NUESTRO
CÓNYUGUE ¿QUÉ
HACEMOS?
LOS LENGUAJES DEL AMOR
I. INTRODUCCIÓN:
a. Las personas hablan diferentes lenguajes de amor. En el área de la lingüística hay idiomas
principales, tales como el japonés, chino, español, inglés, portugués, griego, alemán,
francés, etc. La mayoría de nosotros crecimos aprendiendo el idioma de nuestros padres, el
cual viene a ser nuestra primera y principal lengua, la nativa. Más tarde podemos aprender
otros idiomas, pero por lo general con mucho esfuerzo. Estos vienen a ser nuestros idiomas
secundarios. Hablamos y entendemos mejor nuestro idioma nativo; nos sentimos más
cómodos hablando este idioma. Si nos encontramos con alguien que habla solamente su
idioma principal, que es diferente del nuestro, nuestra comunicación será limitada. Las
diferencias de idioma han separado y dividido a la cultura humana. Si queremos
comunicarnos en forma efectiva entre las diferentes culturas, debemos
aprender el idioma de aquellos con quienes deseamos comunicarnos.
b. En el área del amor es igual. Tu lenguaje emocional amoroso y el lenguaje de tu

cónyuge pueden ser tan diferentes como el chino del español. No importa
cuánto te empeñes en expresar el amor en español, si tu cónyuge entiende solamente chino
nunca entenderán cómo amarse el uno al otro. Rara vez un esposo y una esposa tienen el
mismo lenguaje amoroso principal. Tenemos la tendencia de hablar nuestro
lenguaje amoroso principal, y nos confundimos cuando nuestro cónyuge no
entiende lo que estamos comunicando. Queremos expresar nuestro amor pero el
mensaje no llega, sencillamente porque hablamos lo que para ellos es un lenguaje
“extranjero”.
c. Si queremos ser efectivos comunicadores de amor, debemos estar

dispuestos a aprender el lenguaje amoroso más importante de nuestro
cónyuge.

d. Hay básicamente 5 lenguajes amorosos, cinco maneras en que las personas hablan
y entienden el amor. El número de formas para expresar el amor dentro de un lenguaje de
amor, está limitado solamente por su imaginación. Lo que importa es hablar el
lenguaje amoroso de tu cónyuge.
e. Una vez que identifiques y aprendas a hablar el lenguaje amoroso principal

de tu cónyuge, creo que habrás descubierto la clave para un matrimonio
duradero y lleno de amor. Si queremos que él o ella sientan el amor que
tratamos de comunicar, debemos expresarlo en su lenguaje amoroso
principal.
Entender los cinco lenguajes del amor y aprender a hablar el lenguaje principal de amor de
tu cónyuge puede afectar radicalmente la conducta del él o ella. Las personas se comportan
en forma diferente cuando sus tanques de amor están llenos. Mantener lleno el
tanque del amor es tan importante para el matrimonio, como es mantener
el nivel correcto del aceite para el automóvil. Manejar su matrimonio con un
“tanque de amor” vacío puede ser mucho más grave que tratar de manejar
su carro sin aceite.
f. Una vez que la experiencia de enamorarse ha seguido su curso natural (recuerda que el
promedio de duración del enamoramiento es de dos años), regresaremos al mundo de la
realidad y volveremos a ser nosotros mismos. BIENVENIDOS AL MUNDO REAL DEL
MATRIMONIO, donde siempre hay cabellos en el lavabo y pequeñas
manchas blancas sobre el espejo; donde se discute por la forma en que se
gasta el papel higiénico y por si la tapa del inodoro debe estar abierta o
cerrada. Es un mundo en donde los zapatos no caminan solos hasta el ropero
y los cajones de la cómoda no se cierran por sí mismos, donde a las
chaquetas no les gusta colgarse ni las medias se meten en el lavarropas
cuando está funcionando. En este mundo, una mirada puede herir y una
palabra puede destrozar. El matrimonio parece ser un campo de batalla. Él
expresará sus deseos, pero sus deseos serán diferentes de los de ella. Él
desea sexo pero ella está demasiado cansada. Él quiere comprar un auto
nuevo, pero ella dice: “¡Eso es absurdo!”. Ella quiere visitar a sus padres,
pero él dice: “No me gusta pasar mucho tiempo con tu familia”. Él quiere
participar en el torneo de fútbol y ella responde: “Amas al fútbol más que a
mí”. Poco a poco la ilusión de la intimidad se esfuma y los deseos individuales, emociones,
pensamientos y patrones de conducta se ejercen solos.
g. Ahora, si el amor es una decisión, entonces ellos tienen la capacidad de amar después de
que la obsesión del enamoramiento ha muerto y de que han regresado al mundo real. Esa
clase de amor comienza con una actitud, con una manera de pensar. El que decide amar
encontrará una manera de expresar esa decisión. El propósito del amor no es lograr
algo que usted quiere, sino hacer algo por el bienestar de la persona que
ama. “...El amor no busca lo suyo...” (1 Co. 13.5).
h. Ahora, veamos los cinco lenguajes del amor:

II. LOS LENGUAJES DEL AMOR (Los abarcaremos en 5 grupos):
1. PALABRAS DE AFIRMACIÓN:
“Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para los
huesos” (Pr. 16.24).
Salomón escribió: “La muerte y la vida están en poder de la lengua” (Pr.
18.21).
“La congoja en el corazón del hombre lo abate; mas la buena palabra lo
alegra” (Pr. 12.25).
• Las palabras penetran, especialmente cuando son dichas por alguien a quien
amamos, alguien en nuestras familias, o alguien cercano a nosotros. Las palabras
personales tocan nuestras almas con poder extraordinario. ¡El efecto de las palabras es
tremendo!
- Las palabras hieren o curan.
- Las palabras destruyen o construyen.
- Las palabras critican o alaban.
- Las palabras expresan dureza o ternura.
- Las palabras dicen la verdad o la mentira.
• Las palabras de aprecio son comunicadores de amor. Se expresan mejor en

afirmaciones directas y simples tales como: “Te ves muy bien con ese vestido”; “Eres la
mejor cocinera del mundo!; “Gracias por lavar los platos esta noche”.
• Palabras de ánimo:
La expresión “dar ánimo” significa “inspirar valor”. Todos nosotros tenemos
aspectos en los que nos sentimos inseguros. Nos falta valor, y esa falta de valor a
menudo nos impide hacer las cosas positivas que nos gustaría hacer. Todo el potencial
latente dentro de tu cónyuge en sus áreas de inseguridad está esperando tus palabras de
ánimo.
El animar requiere primeramente mirar el mundo desde la perspectiva de tu cónyuge.
Debemos primero saber qué es lo importante para nuestro cónyuge.
• Palabras amables:
A veces nuestras palabras dicen una cosa, pero el tono de nuestra voz dice otra.
No olvides, “la suave respuesta quita la ira”. Cuando tu cónyuge está enojado, si
quieres ser amoroso no debes responderle de la misma manera, sino con palabras
suaves.
• Palabras humildes:
“Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como
conviene” (Pr. 25.11).
El amor hace peticiones, no demandas.

Si hacemos conocer nuestras necesidades y deseos como peticiones, estamos dando una
guía, no un ultimátum. El esposo que dice: “¿Te acuerdas de esos pasteles de manzana
que haces? ¿Sería posible que hicieras uno esta semana? ¡Me encantan!, está dando a
su esposa una guía de cómo amarlo y así estrechar su intimidad. Por otro lado, el
esposo que dice: “No he tenido un pastel de manzana desde que el niño nació. No
puedo imaginarme que no haya tenido un pastel de manzana en dieciocho años”, tales
demandas no favorecen la intimidad para nada.
2. TIEMPOS DE CALIDAD:
“Aprovechando bien el tiempo...” (Ef. 5.16).
• Es sentarse juntos, hacer una actividad juntos, dando un paseo, saliendo solamente los
dos a comer afuera, y mirándose el uno al otro, conversando, dándose mutuamente una
atención completa.
• La unión tiene que ver con una atención completa. Ej.: Cuando un padre está
sentado en el piso haciendo rodar una pelota hacia su hijo de dos años, su atención no
está concentrada en la pelota sino en su hijo. Por ese breve momento están juntos. Pero,
si su padre está hablando por teléfono mientras hace rodar la pelota, su atención está
diluida. Algunos esposos y esposas piensan que están pasando el tiempo juntos cuando,
en realidad, están solamente viviendo en estrecha proximidad. Están en la misma casa al
mismo tiempo, pero no juntos. Un esposo que está mirando los deportes en la televisión
mientras habla con su esposa, no le está dando tiempo de calidad porque ella no
obtiene su atención completa.
• Tiempos de calidad significa dedicar tiempo el uno al otro. La actividad es

un vehículo que crea el sentido de unión. Lo importante con el padre haciendo rodar la
pelota hacia el hijo de dos años no es la actividad misma, sino los sentimientos que se
crean entre el padre y su hijo.
Emplear el tiempo juntos en un propósito común significa que nos preocupamos el uno
por el otro, que disfrutamos estando el uno con el otro, que nos gusta hacer cosas
juntos.
• Conversación de calidad:
Diálogo comprensivo, donde los dos individuos están comunicando sus experiencias,
pensamientos, sentimientos y deseos en un contexto amistoso e ininterrumpido. La
conversación de calidad se concentra en lo que estamos oyendo, escuchando
comprensivamente lo que tiene que decirme. Le haré preguntas, no para importunarlo,
sino con un verdadero deseo de entender sus pensamientos, sentimientos y deseos.
Algunos consejos prácticos en la conversación de calidad:
1. Mantén contacto visual cuando tu cónyuge habla.
2. No escuches a tu cónyuge y a su vez estás haciendo algo más al mismo tiempo.
3. Escucha los sentimientos.
4. Observa el lenguaje del cuerpo.
5. Rehusa interrumpir.
• Aprender a conversar:
Muchos de nosotros aprendimos a negar nuestros sentimientos, pero es importante así
como escuchamos al otro, nosotros revelar a la otra persona también nuestros
pensamientos. Una forma de aprender este nuevo patrón es estableciendo un tiempo
diario de comunicación, en el que cada uno contará tres cosas que le hayan sucedido
ese día, manifestando cómo se sintió frente a esos acontecimientos.
• Actividades de calidad:
Las actividades de calidad pueden incluir cualquier cosa que uno o ambos tengan
interés. El énfasis no está en qué hacen sino en por qué lo hacen.
Las actividades de calidad pueden incluir cosas como escuchar música juntos, ir de pic-
nic, tomar largas caminatas o lavar juntos el auto en un caluroso día de verano, etc. etc.
¿Y dónde encontramos tiempo para tales actividades, especialmente si ambos tienen
vocaciones fuera del hogar? Hacemos el tiempo, lo mismo que lo hacemos para
almorzar y cenar. ¿Por qué? Porque es tan esencial para nuestro matrimonio como lo
son las comidas para nuestra salud. ¿Es difícil? ¿Requiere una planificación cuidadosa?
Sí. ¿Significa que tenemos que dejar de lado algunas actividades individuales? Tal vez.
¿Significa que hacemos cosas que particularmente no disfrutamos? Ciertamente. ¿Son
de valor? Sin ninguna duda. ¿Qué saco yo de eso? El placer de vivir con un esposo/a
que se siente amado y sabe que ha aprendido a hablar fluidamente en su lenguaje de
amor.
3. RECIBIENDO REGALOS:
“Dad, y se os dará, medida buena, apretada, remecida y rebosando darán

en vuestro regazo; porque con la misma medida que medís, os volverán a
medir” (Lc. 6.38).
• Uno tiene que pensar en alguien para darle un regalo. El regalo mismo es un símbolo de
ese pensamiento. No importa si cuesta dinero; lo que importa es si estuviste pensando
en él. Y no es ese pensamiento en la mente solamente lo que cuenta, sino el
pensamiento expresado al buscar y conseguir el regalo, y entregarlo como expresión de
amor.
• Los regalos son símbolos visuales del amor.
Si el lenguaje principal de amor de tu cónyuge es recibir regalos, tú puedes ser un
excelente dador, porque este es uno de los lenguajes de amor más fáciles de aprender.
Si descubres que el lenguaje principal de amor de tu cónyuge es recibir regalos, tal vez
entenderás que comprar regalos para él o ella es la mejor inversión que puedes hacer.
Está invirtiendo en tu relación y llenando su tanque emocional de amor, y con un tanque
de amor lleno, él o ella probablemente te retribuirá el amor en un lenguaje que tu
entenderás.
• El regalo de uno mismo: Lo llamo “el regalo de uno mismo”, o el regalo de la

presencia. Estar allí cuando tu cónyuge lo necesita habla muy alto para aquel cuyo
lenguaje principal de amor es recibir regalos.
La presencia física en el momento crítico es el regalo más poderoso que tú puedes dar, si
el lenguaje principal de amor de tu cónyuge es recibir regalos.
Si la presencia física es tan importante para ti, también es importante que tú lo hagas
saber. No esperes que él lea la mente.
4. ACTOS DE SERVICIO:
“Como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el
fin... se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se
ciñó. Luego puso agua en un lebrillo y comenzó a lavar los pies de los
discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido” (Jn. 13.1,4,5).
• Uno de los principales lenguajes de amor de Jesús era el servicio.

Él dijo de sí mismo: “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido,
sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mr. 10.45).
• Tales acciones, como cocinar, servir una mesa, lavar platos, pasar una aspiradora,
limpiar una cómoda, quitar las manchas del espejo, sacar la basura, cambiar los
pañales del niño, pintar un dormitorio, etc. todos son actos de servicio. Requieren
pensamiento, planificación, tiempo, esfuerzo y energía. Si se hacen con un espíritu
positivo, son en verdad expresiones de amor.
El apóstol Pablo resumió esa filosofía cuando dijo: “Servíos los unos a los otros en
amor” (Gá. 5.13).
• No se olvide: Las peticiones dan dirección al amor, pero las demandas detienen el
flujo del amor. La manera de expresar tus sentimientos a tu cónyuge es lo más
importante. Si se lo planteas como una demanda o como un reproche no servirá para
nada.
5. TOQUE FÍSICO:
“Y les presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a
los que los presentaban” (Mr. 10.13).
• El contacto físico es también un poderoso vehículo para comunicar el

amor marital. Tenerse de las manos, besarse, abrazarse y tener relaciones sexuales
son los medios de comunicar el amor al cónyuge. Para algunos individuos, el contacto
físico es su lenguaje amoroso principal. Sin eso, no se sienten amados. Con eso, su
tanque emocional está lleno y se sienten seguros del amor de su cónyuge.
• El contacto físico puede producir o romper una relación. Puede comunicar

odio o amor. No cometas la equivocación de creer que el toque que te brinda placer a
ti, también le brinda placer a tu pareja. Si el lenguaje principal de amor de tu cónyuge
es el contacto físico, nada es más importante en el caso de la mujer, que tenerla entre
los brazos cuando llora.
III. EL DAR AMOR ES UNA DECISIÓN DE CADA DÍA:

a. ¿Cómo podemos hablar el lenguaje de amor del otro cuando
estamos llenos de dolor, ira y sentimiento por las faltas pasadas?
La respuesta a esta pregunta está en que somos personas que podemos tomar decisiones,
tantos buenas como malas. En el pasado pudimos haber criticado y hecho cosas hirientes,
pero el habernos equivocado en el pasado no quiere decir que nos equivocaremos en el
futuro. Cuando perdonamos y pedimos perdón y decidimos hablar el
lenguaje principal de nuestro esposo se producirán grandes cambios. El amor
no borra el pasado, pero hace diferente el futuro. Recuerda: “EL AMOR DE DIOS HA
SIDO DERRAMADO EN TU CORAZÓN” (Ro. 5.5), sólo hace falta liberarlo.
b. Llenar la necesidad de amor de mi esposo/a es una decisión que

tomo cada día. Si sé cuál es su lenguaje principal de amor y decido hablarlo, sus
necesidades más profundas serán satisfechas y él/ella se sentirá segura de mi amor. Si los
dos hacen lo mismo, las necesidades emocionales serán satisfechas y ambos vivirán con el
tanque lleno.
c. Cuando una acción no es algo natural para ti, es una expresión
de amor.
La clave es aprender el lenguaje principal de amor de su cónyuge, ¡y decidir hablarlo!
“ENTENDER LOS CINCO LENGUAJES PRINCIPALES DEL AMOR Y APRENDER EL
IDIOMA PRINCIPAL Y SECUNDARIO DEL AMOR DEL CÓNYUGE PUEDE AFECTAR
RADICALMENTE SU CONDUCTA”.
IV. ¿CÓMO PODEMOS DESCUBRIR EL LENGUAJE DE AMOR

PRINCIPAL DE NUESTRO CÓNYUGE?:
1. ¿De qué cosas se queja tu cónyuge de ti? Lo opuesto de lo que se queja es
probablemente su lenguaje de amor.
2. ¿Qué es lo que más a menudo te ha pedido su cónyuge? Lo que más ha pedido es,
probablemente, lo que lo haría sentir más amado.
3. ¿Qué cosas sabe que le agradan a tu cónyuge y le hacen sentir bien?
V. ¿CÓMO DESCUBIR SU PROPIO LENGUAJE DE AMOR?:
Hazte las siguientes preguntas:

1. ¿Qué cosas que tu cónyuge hace o deja de hacer te duelen más profundamente? Lo
opuesto de lo que te duele más es probablemente tu lenguaje de amor.
2. ¿Qué es lo que más a menudo ha pedido de tu cónyuge? Lo que más ha pedido es,
probablemente, lo que te haría sentirte más amado/a.
3. ¿En qué manera expresa, por lo general, su amor a tu cónyuge? Tu método de expresar
amor puede ser una indicación de que eso también te sentirte amado/a.
PARA APLICAR:
1. Pon en orden de preferencia (del 1 al 5) los puntos indicados abajo, de
acuerdo al lenguaje del amor que tu sientes que tu cónyuge necesita para
sentirse amado, aceptado, respetado, y apreciado. En el lenguaje principal
y secundario, o sea 1 y 2, pon al lado 4 ejemplos de cosas qué podrías
hacer.
• PALABRA DE AFIRMACIÓN:
• TIEMPOS DE CALIDAD:
• RECIBIENDO REGALOS:
• ACTOS DE SERVICIO:
• TOQUE FÍSICO:
2. Haz lo mismo que en el punto anterior, pero ahora indica el orden de

preferencia tuyo del 1 al 5. Luego en el 1 y 2 pon 4 peticiones de lo qué te
gustaría que tu esposo hiciera.
• PALABRA DE AFIRMACIÓN:
• TIEMPOS DE CALIDAD:
• RECIBIENDO REGALOS:
• ACTOS DE SERVICIO:
• TOQUE FÍSICO:
¿QUÉ LES SUCEDE A MIS
HIJOS?
APRENDIENDO A
SEMBRAR LO MEJOR
EN ELLOS
I. INTRODUCCIÓN:
“El que es enseñado en la palabra haga partícipe de toda cosa buena al que
lo instruye. No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el
hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne,
de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del
Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque
a su tiempo segaremos, si no desmayamos” (Gá. 6.6-9).
“COSECHAMOS LO QUE SEMBRAMOS”:

Para cosechar los frutos del amor, primeramente debemos sembrar las semillas del amor.
Muchas de las semillas tal vez sean sembradas con sacrificio, pero cuando llega el tiempo de
cosechar, los sacrificios serán completamente olvidados. Después de todo, cualquier logro
valioso en la vida requerirá cierto sacrificio de nuestra parte. Las “semillas del amor”
significarán un total compromiso con los hijos durante los pocos años que se tiene para
sembrar, antes de que uno pueda comenzar a cosechar.
II. SEMILLAS DEL AMOR:

a. Positivismo:
Se refiere a una vida de fe, a mirar las cosas como Dios las ve y no como las circunstancias
las presentan.
Ej.: De los 12 espías que fueron a ver la tierra prometida, 10 espías hablaron
negativamente, hablaron mal de la tierra, hablaron mal de los hombres y desalentaron a
todo el pueblo con un informe negativo (Nm. 13.31-33).
Caleb y Josué hablaron positivamente y trataron de motivar al pueblo diciendo:”Subamos
luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos”
(Nm. 13.30).
Es importante que siembres el mensaje positivo en el corazón de tus hijos, proclamando la
Palabra más allá de toda circunstancia, diciendo: “El Señor suplirá todas nuestras
necesidades; El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen y los
defiende; Gustad y ved que es bueno Jehová y dichoso el hombre que en él
confía”.
Sembremos la palabra de vida en los corazones de cada uno de nuestros hijos, el mensaje
positivo: “La Palabra de Dios”.
b. Integridad:
“presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza

mostrando integridad, seriedad” (Tit. 2.7).
• “Que lo que estemos enseñando, lo estemos viviendo”.

- Nunca permitas que sus hijos hurten. Deben aprender a devolver lo que sacaron a
otros en el colegio, o a pagar lo que agarraron en el supermercado sin que los
veamos, etc. Si tú no lo orientas, el niño va a pensar que esto es algo normal.
- Nunca permitas la mentira. Enséñales a que digan la verdad cueste lo que cueste.
- Nunca enséñales a copiarse en los exámenes o jactarse de ello. No permitas la
deshonestidad en sus hijos.
- No permitas que se insulten entre hermanos.
- No permitas la violencia, ni verbal ni física. Házle pedir perdón a aquel a quien
agredió.
c. Espiritualidad, no religiosidad:
Esto significa llevar a nuestros hijos a que entren en una vida de fe y de

amistad con el Señor.
Dentro de nosotros hay una naturaleza espiritual que necesita alimentación.
¡Cuántas mujeres cocinamos a diario para nuestros hijos! De la misma manera es
necesario que nos ocupemos de su alimento espiritual. Los padres son los que van a hacer
que sus hijos tengan amor y compromiso por las cosas espirituales, que amen la Palabra de
Dios. Es importante que tengamos un altar familiar donde podamos dialogar, contarnos los
problemas, compartir la Palabra de Dios y orar juntos.
d. Espíritu de conquista:
Que entiendan que si conquistamos algo no debemos conformarnos con eso.

Cuando Dios creó al ser humano lo hizo un conquistador.
Satanás ha querido matar el espíritu de conquista. Mantén el espíritu de conquista en tu vida
y en la de tus hijos. Dales todo el apoyo para ello.
e. Motívalos a que tengan una autoimagen equilibrada:
Muchas de las crisis que tienen nuestros hijos es el fruto del rechazo. El espíritu de rechazo
deteriora la autoimagen. Que la autoimagen equilibrada sea la correcta, que tu hijo no vaya
más allá, pero tampoco se sienta inferior. Es necesario que se vea como Dios lo ve. El
modelo de una imagen correcta se llama “Jesús de Nazaret”.
f. Autodisciplina:
No consientas que tus hijos pierdan el tiempo, enséñales autodisciplina, pero no al estilo
militar sino con amor, porque los padres motivan con el ejemplo.
g. Llévalos a que tengan relaciones humanas correctas:
Enséñales como saludar y tratar a las personas. Enséñales a relacionarse con primos, con
amigos y que nunca permitan entre ellos los celos, las críticas, enséñales a amar a las
personas a través de su propio ejemplo.
h. Perdón:
Los niños aprenden a perdonar al observarte a ti. ¿Cómo perdonas a la persona

que te ha ofendido? En cada situación estás enseñándoles silenciosamente a tus hijos
mediante tu ejemplo. Cuando tus hijos te han herido o desilusionado, ¿eres
capaz de perdonar y olvidar? Cuando no perdonas ni olvidas acarreas una carga que
se convierte en algo que divide y separa.
i. Tomar tiempo para escucharlos:
La forma en que escuchas a tus hijos, significará para ellos una de dos cosas:
“No me molestes, estoy muy ocupado”, o bien, “Nunca estoy tan ocupado
como para no poder escuchar lo que tienes que decirme”. Lo primero hará que el
niño se encierre más en su soledad, y comenzará a sentir que es una carga y no merece ser
escuchado. Lo segunda da al niño la seguridad de ser respetado y considerado como un ser
humano valioso y digno de ser escuchado.
Alguien ha dicho que el verdadero acto de escuchar requiere dos elementos:
1. concentración: en lo que se está diciendo, lo que no se está diciendo, lo que se está

diciendo indirectamente, y lo que realmente se está tratando de decir.
2. dominio propio: para no reaccionar apresuradamente, o exageradamente, y para no
interrumpir o criticar lo que se está diciendo.
j. Buena comunicación:
Comunicarás aceptación o crítica, amor o rechazo, por la forma en que

hables a tus hijos. El tono de tu voz, la mirada de tus ojos, la forma en que
toques o acaricie al niño, hablará más fuerte de lo que realmente digas con
tus palabras. Es muy importante que estemos dispuestos a comunicar amor a nuestros
hijos.
k. Una correcta disciplina:
Esta es una semilla muy importante. La disciplina y el amor nunca deben ir

separados, porque involucran una relación entre padre e hijo. Debe haber
igualdad de disciplina y de amor. Cuando se usa correctamente la disciplina, ésta da
estabilidad a la familia. Los chicos necesitan comprender las reglas de la familia, porque les
dará seguridad al moverse diariamente entre los límites que ellas proveen.
Ejemplo para aplicar: En un parque de reserva salvaje había una manada de elefantes
recién nacidos. Cuando la madre de dichos elefantes vio a la gente venir, presintió que esto
consistía en un peligro para los pequeños, y por lo tanto procuró que su bebé se mantuviera
con la manada. En cambio, en esa forma típica de los pequeños, éste quería deambular
fuera del grupo. Ella gruñía para captar su atención, pero él la ignoraba. Finalmente,
después de sus advertencias, ella se dirigió hacia él y le dio unos golpes en la cola con la
trompa. El comprendió inmediatamente lo que su madre quería y se volvió obedientemente
hacia el grupo. Momentos después la madre caminaba a la par del bebé y lo frotaba con su
gran cuerpo como si estuviera haciéndole una amorosa caricia. Esa madre y su hijo
parecían tener una buena relación, con un correcto equilibrio entre el amor y la disciplina.
III. CONCLUSIÓN:
a. Cuando plantas un huerto, implica un sacrificio de tu parte el preparar la tierra, sembrar las
semillas, regar, quitar la maleza, poner insecticida, etc., pero el día en que aparece el
primer maíz fresco, y lo preparas para servirlo a la mesa, y pruebas ese delicioso, dulce y
tierno maíz, te olvidas del sacrificio del tiempo, las energías, y el arduo trabajo. Lo mismo
ocurre con tus hijos. Cuando cosechas la primera tanda de frutos, y obtienes ese primer
sabor de satisfacción, ya no te acuerdas más de los sacrificios que significó lograr esa meta.
Cuando ves a tu hijo o a tu hija marchar sobre la plataforma del día de su graduación, para
recibir el diploma que ha significado 12 ó 13 años de formación, en ese momento rebosas
de gozo y no te acuerdas de las cosas desagradables que han ocurrido. Las noches que
durmió poco cuando estaban enfermos, los enfrentamientos que le hirieron el corazón, el
día que rompieron varias piezas de tu mejor vajilla, y hasta la gran suma de dinero que ha
costado formar ese hijo, todo parece desaparecer en el pasado cuando recibes ese primer
sabor de la satisfacción de un trabajo bien hecho y de una meta lograda.
b. El gozo duradero no les viene a los padres por ver a sus hijos triunfar en este mundo, si al
mismo tiempo no están caminando en la verdad. Todo el mundo quiere la felicidad para sus
hijos, y el camino de la felicidad es la obediencia a los principios de Dios. 3 Juan 4 dice:
“No tengo yo mayor gozo que éste, el oír que mis hijos andan en la verdad”. Son los padres
los que juegan el papel humano más importante en ayudar a sus hijos, a que tengan un
Encuentro real y verdadero con Jesús.
PARA REFLEXIONAR:
LOS HIJOS NO ESPERAN
Hay un tiempo para anticipar la llegada del bebé, un tiempo para consultar al médico;
Un tiempo para hacer dieta y ejercicios, y un tiempo para preparar el ajuar.
Hay un tiempo de maravillarse en los caminos de Dios,
Sabiendo que éste es el destino para el cual fui preparada.
Un tiempo para soñar lo que será este niño cuando crezca,
Un tiempo para pedirle a Dios que me enseñe a criar al hijo que llevo en mis entrañas.
Un tiempo para preparar mi alma para alimentar la suya.
Pues muy pronto llega el día en que nacerá,
Porque los hijos no esperan.
Hay un tiempo para alimentarlo durante la noche, para cólicos y biberones.

Hay un tiempo para mecerlo y un tiempo para pasearlo por la habitación.
Un tiempo para ejercer la paciencia y la abnegación,
Un tiempo para mostrarle que su nuevo mundo es un mundo de amor, de bondad y de
dependencia.
Hay un tiempo para maravillarme de lo que él es, ni mascota ni juguete,
sino una persona, un individuo, un ser creado a imagen de Dios.
Hay un tiempo para reflexionar acerca de mi mayordomía. Para saber que no puedo poseerlo.
Que no es mío; que he sido elegida para cuidar de él, para amarlo, disfrutar de él,
edificarlo y responder ante Dios por él.
He resuelto hacer lo máximo a mi alcance,
Hay un tiempo para tenerlo entre mis brazos y contarle la historia más hermosa que jamás haya
oído.
Un tiempo para mostrarle a Dios en la tierra, en el cielo y en la flor, y enseñarle a maravillarse y
sentir asombro.
Hay un tiempo para dejar a un lado los platos sucios y llevarlo al parque a jugar.
De correr con él una carrera, hacerle un dibujo, atrapar una mariposa y darle compañerismo
lleno de alegría.
Hay un tiempo para señarle el camino y enseñarle a orar con sus labios de niño,
Enseñarle a amar la Palabra de Dios, y el día de Dios,
Hay un tiempo para cantar en vez de renegar, sonreír en vez de fruncir el ceño,
De secar lágrimas y reírse de los platos rotos.
Un tiempo para compartir con él mis mejores actitudes, mi amor por la vida,
mi amor por Dios, mi amor por los míos.
Hay un tiempo para contestar a sus preguntas, a todas sus preguntas,
Porque quizá vendrá el momento en que no querrá escuchar mis respuestas.
Hay un tiempo para enseñarle muy pacientemente a obedecer, a poner en sus lugares los
juguetes.
Hay un tiempo para mostrarle lo hermoso del deber cumplido, de adquirir el hábito de leer la
Biblia, de gozarse en la comunión y adoración en medio de los suyos.
De conocer la paz que viene por la oración.
Hay un tiempo para verlo partir valientemente a la escuela,

y extrañar su manera de estar siempre alrededor mío.
De saber que hay otros que atraen su interés, pero de saber que estaré allí
para responder a su llamado cuando vuelva de la escuela.
De escuchar con interés sus descripciones de lo acontecido en ese día.
Hay un tiempo para enseñarle a ser independiente, a tener responsabilidad, autodisciplina, de
ser firme pero afectuosa, de saber disciplinarlo con amor.
Porque pronto llegará el momento de dejarlo partir y de soltar los lazos que lo sujetan a mi
falda.
Hay un tiempo para atesorar cada instante fugaz de su niñez,

Sólo dieciocho preciosos años para inspirarlo y prepararlo.
No voy a cambiar este derecho natural por ese “plato de lentejas” llamado posición social, o
reputación profesional, o por un cheque de sueldo.
Una hora de dedicación hoy podrá salvar años de dolor mañana.
La casa puede esperar, los platos pueden esperar, la pieza nueva puede esperar,
Pero los hijos no esperan.
Llegará el momento en que ya no habrá más puertas que golpean, ni juguetes en la escalera, ni
peleas entre ellos, ni marcas en las paredes.
Entonces podré mirar atrás con gozo y no con pesar.
Será el tiempo de concentrarme en un servicio fuera de mi hogar.
De visitar a los enfermos, a los que han perdido a sus seres queridos,
a los desanimados, a los que no tienen instrucción.
Para entonces dar mis servicios a “los más pequeñitos”.
Habrá un tiempo para mirar atrás y saber que estos años de ser madre no se desperdiciaron.
Pido a Dios que llegue el momento en que pueda ver a mi hijo hecho un hombre íntegro y
recto, amando a Dios y sirviendo a los demás.
Dios mío, dame la sabiduría para saber que hoy es el día de mis hijos.
No existen los momentos de poca importancia en sus vidas.
Que sepa comprender que no hay carrera mejor,
Ni trabajo más remunerador,
Ni tarea más urgente.
Que yo no postergue ni descuide estar labor,
Que pueda aceptarla con gozo, y que con la ayuda del Espíritu,
y por tu gracia, me dé cuenta
Que el tiempo es breve, y que mi tiempo es hoy,
HELEN M. YOUNG
EDIFICA TU FAMILIA SOBRE LA ROCA
“La sabiduría edificó su casa, labró sus siete columnas” (Pr. 9.1).
I. EL MATRIMONIO ESTABLE:
a. El matrimonio estable es tan poderoso como una ciudad amurallada, donde todos los que
están dentro de ella viven seguros.
“Sea la paz dentro de tus muros, y el descanso dentro de tus palabras” (Sal. 122.7).
b. El líder debe entender que su primera conquista tiene que ser la de su

familia.
No podemos transmitir a otros lo que nosotros mismos no estamos haciendo.
“...que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el
que no sabe gobernar su casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)” (1 Ti. 3.7).
c. Cuando Dios estableció el matrimonio, delegó funciones muy específicas para cada uno de
los cónyuges.
- AL HOMBRE:
El Señor le confió el liderazgo de la familia, lo cual no se debe confundir con un gobierno
dictatorial, por el contrario, el hombre debe responder como líder a todas las necesidades de
su hogar.
“...porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de

la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se
entregó a sí mismo por ella...
Así también los maridos deben amar a las mujeres como a sus mismos
cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y
la cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su
cuerpo, de su carne y de sus huesos” (Ef. 5.23,25,29,30).
“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor
a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de
la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo” (1 P. 3.7).
¿De qué le vale a un hombre que alcance el éxito en la empresa, o en su ministerio, si

deja que su hogar se desintegre?
- A LA MUJER:
El Señor le dio la función de ayuda idónea, o sea, estar apoyando a su esposo en todo lo
que sea necesario. 1 P. 3 nos muestra que lo más importante de una mujer es lo interno
(obviamente sin descuidar su aspecto físico, lo cual es también importante). Cuando leemos
las características que nos menciona “un espíritu afable y apacible” nos damos cuenta que
esto solamente lo puede tener una mujer con:
1. un corazón sano y,
2. que está en permanente comunión con el Espíritu Santo.
¡Qué puedas ser una de éstas mujeres!, como dice el versículo siguiente “...Aquellas santas
mujeres”.
“Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no
creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando
vuestra conducta casta y respetuosa.
Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos

lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y
apacible, que es de grande estima delante de Dios.
Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban
en Dios, estando sujetas a sus maridos...” (1 P. 3.1-6).
¿Estás preocupándote por estar al lado de tu esposo, con tus hijos o son más
importantes todas las hermanas que tú aconsejas? ¡CUIDADO!
II. LA RELACIÓN CON LOS HIJOS Y EL TIEMPO COMPARTIDO CON

ELLOS:
a. Los hijos son la extensión de nuestro carácter, pero se hace necesario cultivar tiempo con
ellos. El tiempo que empleamos para sembrar la Palabra en sus corazones jamás se borrará
de ellos. ¡Pero no olvides! No solamente es sembrarla con palabras, sino con nuestras
actitudes diarias.
“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;
y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y
al acostarte, y cuando te levantes.
Y las atarás como una señal en tu cuello, y estarán como frontales entre tus ojos; y las
escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas” (Dt. 6.6-9).
b. Cada uno de nuestros hijos debe saber que cuenta con nosotros, para su protección y su
cuidado. Son personas que el Señor nos ha dado para cuidar y formar.
“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” (Pr. 22.6).
“No rehúses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá” (Pr. 23.13).
“La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su
madre” (Pr. 29.15).
c. Muchos han descuidado su vida familiar y prácticamente sus hijos no cuentan con sus
padres. Es hora de darnos cuenta que los primeros que nos necesitan son los nuestros, y el
Señor traerá la armonía a nuestro hogar, si le pedimos sabiduría a Él y estamos dispuestos a
dedicar tiempo.
“El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los
padres...” (Mal. 4.6).
d. La mayor bendición que podemos tener es que el reflejo de lo que se que se desarrolla en el
interior de nuestra casa, con nuestro cónyuge, con nuestros hijos repercutará e influenciará
en todo lo demás que emprendamos en el servicio al Señor. Esa paz que reina en tu hogar,
la querrán tener los demás que te rodean y el mundo está necesitado justamente de eso.
“ Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos” (Sal.
127.3).
e. Hijos agradecidos por la atención y cuidado de sus padres, serán pilares para el
sostenimiento y la proyección del ministerio que el Señor nos ha encomendado.
“He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas
en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud” (Sal. 127.4-5).
¿CUÁL ES LA ACTITUD CORRECTA EN
RELACIÓN AL CUERPO DE CRISTO:
LA IGLESIA?
5-
I. INTRODUCCIÓN:
a. Jesús estableció la iglesia. La está edificando y la dirige (Col.1.18; Col. 2.19;
Ef. 1.22-23; Ef. 4.15-16). Nosotros, como el cuerpo de Cristo, compartimos su vida y
estamos bajo su control. La manera en que funciona el cuerpo físico es haciendo lo que la
cabeza le dice que haga. Esto necesita que cada parte del cuerpo esté funcionando
debidamente, obedeciendo las señales provenientes de la cabeza.
El cuerpo de Cristo funciona de la misma manera.
b. No podemos ser independientes: Esto sería parecido a quitarte la mano y esperar que
funcione independientemente del cuerpo.
Los miembros del cuerpo de Cristo necesitan estar debidamente relacionados con la Cabeza,
Jesucristo, y los unos con los otros.
Para que un discípulo se desarrolle, necesita reconocer que su desarrollo ocurrirá sólo
cuando encuentre su lugar en el cuerpo local de Cristo, y se comprometa a hacer lo que
Jesús le pide que haga.
Tu actitud hacia tu iglesia local reflejará algo de tu actitud hacia su cabeza, Jesucristo.
II. ¿CÓMO CUMPLIR TU FUNCIÓN EN EL CUERPO DE

CRISTO?:
a. Sé lleno del Espíritu Santo (1 Co. 12.13).
b. Desempeña tu papel sin envidiar el de otro. Usa tus dones y habilidades para servir al
cuerpo como buen administrador de Jesucristo (1 Co. 12.15-16; 1 P. 4.10).
c. Haz sitio para otros (1 Co.12.17) y no intentes hacerlo todo tú mismo. Puede que otros
hagan algunas cosas mejor que tú.
d. Conoce tu lugar en el cuerpo (1 Co. 12.18-20) porque esto trae seguridad y confianza
(Ro. 12.3).
e. Admite tu necesidad de otra gente (1 Co. 12.21). No seas tan independiente que no te
puedan ayudar, aconsejar, ni corregir.
f. Valora a otros creyentes (1 Co.12.22-24) y anímales.
g. Cuida del cuerpo (1 Co. 12:26), practica la hospitalidad (Ro. 12.13; 1 P. 4.7), y busca
maneras prácticas para compartir y ayudar a tus hermanos en la iglesia (He. 10.24; Gá.
6.10).
h. Haz que el amor sea tu meta y desea de todo corazón los dones espirituales (1 Co. 13.1-
3; 1 Co. 14.1).
III. ¿CUÁL DEBERÍA SER NUESTRA ACTITUD LOS UNOS CON

LOS OTROS EN EL CUERPO DE CRISTO?:
- Amarnos los unos a los otros (Jn. 13.34-35; Jn. 15.12,17; 1 Ts. 3.12; 1 Ts. 4.9; 1 P.
1.22; 1 Jn. 3.18; 1 Jn. 4.7, 11-12).
- Animarnos los unos a los otros (1 Ts. 4.18; He. 3.13; He. 10.25).
- Estimularnos los unos a los otros hacia el amor y buenas obras (He. 10.24).
- Fortalecernos los unos a los otros (1 Ts. 5.11).
- Edificarnos los unos a los otros (Ro. 14.19).
- Amonestarnos los unos a los otros (Col. 3.16).
- Instruirnos los unos a los otros (Ro. 15.14).
- Servirnos los unos a los otros (Gá. 5.13; 1 P. 4.10).
- Soportarnos unos a otros (Ef. 4.2; Col. 3.13).
- Perdonarnos unos a otros (Ef. 4.32; Col. 4.32).

- Ser amables los unos con los otros (Ef. 4:32).
- Tener compasión unos a otros (Ef. 4:32; 1 P. 3.8).
- Ser leales los unos con los otros (Ro. 12.10).
- Honrarse los unos a los otros (Ro. 12.10).
- Vivir en armonía los unos con los otros (Ro. 12.16; 1 P. 3.8).
- Ser amigables los unos con los otros (1 P. 3.8).
- Ser benévolos unos con otros (Ef. 4.2; 1 P. 3.8).
- Ser pacientes unos con otros (Ef. 4.2).
- Aceptarnos unos a otros (Ro. 15.7).
- Someternos unos a otros (Ef. 5.21).
- Vestirnos de humildad los unos hacia los otros (Ef. 4.2; 1 P. 5.5).
- Enseñarnos los unos a los otros (Col. 3.16).
- Vivir en paz unos con otros (Mr. 9.50; Ro. 12.18).
- Confesar nuestros pecados unos a otros (Stg. 5.16).
- Orar unos por otros (Stg. 5.16).
- Ofrecer hospitalidad unos a otros (1 P. 4.9).
- Saludarnos unos a otros (Ro. 16.16; 1 P. 5.14).
- Tener comunión unos con otros (1 Jn. 1.7).
- Estar de acuerdo unos con otros (1Co. 1.10).
- Sobrellevar las cargas los unos de los otros (Gá. 6.2).
IV. COSAS QUE NO DEBEMOS HACER LOS UNOS A LOS
OTROS EN EL CUERPO DE CRISTO:
- No morder ni devorarnos unos a otros (Gá. 5.15).
- No provocar ni envidiarnos unos a otros (Gá. 5.26).
- No odiarnos unos a otros (Tit. 3.3).
- No juzgarnos unos a otros (Ro. 14.13).
- No mentirnos unos a otros (Col. 3.9).
- No calumniar ni hablar mal unos de otros (Stg. 4.11).
- No murmurar unos contra otros (Stg. 5.9).
- No ir a juicio unos contra otros (1 Co. 6.1-8).
LA IMPORTANCIA DE CÓMO
RELACIONARNOS CON LAS PERSONAS
I. INTRODUCCIÓN:
A la gente no le importa cuánto sabes, hasta que saben cuánto te interesan.
- John C. Maxwell
La habilidad de trabajar con la gente y desarrollar relaciones es absolutamente indispensable

para un líder efectivo.
II. ¿QUÉ PUEDE HACER UNA PERSONA PARA CULTIVAR

BUENAS RELACIONES COMO LÍDER?:
a. Comprende a la gente:
• La primera habilidad de un líder es entender cómo piensa y siente la

gente.
Al trabajar con otros, reconozca que todos, ya sean líderes o seguidores tienen algunas
cosas en común:
- Les gusta sentirse especiales; por lo tanto, hazle cumplidos sinceros.
- Quieren un mejor mañana, por lo tanto, muéstrale esperanza.
- Desean que alguien los dirija, por lo tanto, navega con ellos.
• Un líder tiene que tratar a las personas como individuos.

La habilidad de mirar a cada persona, escucharla con atención sin distraernos con otras
cosas, es un factor importante en las relaciones. Esto significa tratar a cada uno
individualmente.
• Rod Nichols, experto en mercadotecnia dice que en los negocios, esto es particularmente
importante: “Si usted trata con cada cliente de la misma forma solo logrará éxito en un
25 o un 30 por ciento de sus contactos debido a que solo se habrá acercado a un tipo
de personalidad. Pero si aprende a trabajar efectivamente con todos los
tipos de personalidades podrá tener éxito con el 100% de sus contactos”.
• Tenemos que pedirle al Señor el discernimiento para poder tratar a cada
persona que está bajo nuestro cuidado. Cada persona es diferente y Dios nos
dará la estrategia para ministrar a cada uno en la manera más efectiva y precisa.
• En Mt. 22.39 dice: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Ahora, si de veras amo a
alguien, tendré un vivo interés en esa persona. Me sentiré impulsado a comprender las
intenciones y sentimientos detrás de sus palabras, por lo tanto lo escucharé con
atención. Jesús fue nuestro ejemplo. Él tomó tiempo repetidas veces para escuchar con
atención y paciencia a los individuos, aun cuando pasaba a través de las multitudes
sofocantes. Nunca estuvo demasiado ocupado para detenerse y escuchar.
b. Ama a la gente y confronta los problemas con cuidado:
• Quien no ame a la gente no puede ser un líder verdaderamente efectivo, del tipo que la
gente quiere seguir.
• Muchas veces tendremos que corregir a las personas, pero la pregunta es ¿cómo lo
hacemos? :
- Existe una manera constructiva de confrontar y ésta es presentando el cuadro total.

Este ejemplo lo podemos ver en las Escrituras. Cristo consideró adecuado corregir a
varias iglesias. Se requería la confrontación, ya que estaban siendo insuficientes en
ciertas disciplinas. Dirigiéndose a la iglesia en Efeso, dijo: “Yo conozco tus obras, y tu
arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a
los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has
sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre,
y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda,
por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras” (Ap. 2.2-5).
- Observe el enfoque de Cristo:

1. Comenzó por plantear lo bueno: el arduo trabajo de los efesios, la perseverancia
y la sabia prudencia de los apóstoles. Primero los alabó por lo que estaban
haciendo bien. Luego, habiéndolos alabado,
2. Cristo empezó a hablar de la necesidad de un cambio “Has dejado
tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído”.
- Cristo usó el mismo enfoque con otras iglesias en el segundo y el tercer capítulo de
Apocalipsis. A la iglesia en Tiatira:
1. comenzó por enfatizar lo positivo: “Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y
servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las
primeras” (Ap. 2.19). Entonces, habiéndolos alabado,
2. Cristo los confrontó: “Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que
toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y
seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los
ídolos” (Ap. 2.20). Una vez más, Jesús presentó el cuadro completo.
- Cuando se origine la necesidad de corregir a alguien, antes del encuentro mismo

piensa en algo bueno y positivo acerca de esa persona. Después ora y pide palabras
de sabiduría junto con la reacción correcta a tus palabras. Al encontrarse con
esa persona, comienza primeramente a expresarle lo bueno, y luego
procede con firmeza pero también con amor a señalar el aspecto de
su vida que necesita el cambio. Aliéntalo a cambiar.
c. Extiende una mano, ayuda a la gente:
La gente respeta a un líder que tiene en cuenta sus intereses. Si tú te concentras en lo que
puedes poner en la gente en vez de en lo que puedes obtener de ellos, te amarán y
respetarán; y esto crea una gran base para establecer relaciones.
d. Arriésgate a decir frases como “significas mucho para mí”,

“gracias”, etc..
• La iglesia de Filipos era muy querida al corazón de Pablo. Fue la primera iglesia que se
fundó en Europa durante su segundo viaje misionero, y lo apoyó cuando se trasladó a
Tesalónica. De esta manera, debido a que los creyentes filipenses significaban tanto para
Pablo, él les permitió saber sus verdaderos sentimientos en una carta. “Porque Dios me
es testigo de como os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo” (Fil.
1.8).
Pero después, en la misma carta, añadió “...hermanos míos amados y deseados, gozo y
corona mía” (Fil. 4.1).
• Las personas y sus relaciones con Cristo eran tan importantes para Pablo que tenía que
expresar cuán especiales eran y cuánto significaban para él.
Pablo pronunció palabras de agradecimiento a quienes las merecían, estimulándolos de
este modo a ser aun más entusiastas. “Saludad a Priscila y a Aquila, mis
colaboradores en Cristo Jesús, que expusieron su vida por mí; a los cuales
no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles” (Ro.
16.3-4).
• Dile a las personas que amas cuánto significan para ti. El expresar gratitud por cosas
específicas será una introducción natural para decir a los demás cuán importantes son
para uno. Como resultado las personas serán edificadas y estimuladas.
• Dale gracias ante todo al Señor, agradécele por todo lo que Él significa para ti. Luego
también dale gracias a aquellos que comparten tus luchas en el servicio, dale gracias
por cada momento compartido, por cada palabra dada, etc.
III. PARA REFLEXIONAR:

¿Cómo te relacionas con las personas? ¿Te mezclas bien con los extranjeros? ¿Interactúas bien
con todo tipo de personas? ¿Encuentras con facilidad algo en común? ¿Cómo manejas la
interacción a largo plazo? ¿Eres capaz de mantener las relaciones? Si tus habilidades
relacionales son débiles, tu liderazgo siempre sufrirá.
IV. APLICACIÓN PERSONAL:
• Cambia tu mente:
Dedica tiempo en meditar en cada uno de los versículos mencionados anteriormente y en
cada aspecto visto y dedica tiempo a observar y hablar con la gente para aplicar lo que
aprendiste.
• Dedica tiempo para interesarte y escuchar a otros:

Si no te preocupas por los demás como debieras, tienes que dejar de centrarte en ti. Haz una
pequeña lista de cosas que podrías hacer para añadir valor a tu familia, guías, discípulos,
amigos, etc. Trata de hacer una de ellas cada día. No esperes a tener deseos de ayudar a
otros.
• Corrige una relación dolorosa:

Piensa en alguna relación valiosa a largo plazo que se haya opacado. Haz lo que puedas
por repararla. Ponte en contacto con la persona y trata de reconectarte. Si habías fallado,
asume tu responsabilidad y discúlpate. Trate de entender mejor, amar y servir a esa persona.
V. CONCLUSIÓN:
En un cuento corto titulado: “El Capitolio del mundo”, Ernest Hemingway, ganador del Premio
Nobel, cuenta de un padre y su hijo adolescente, Paco, cuyas relaciones se habían roto.
Después que el hijo huyó de la casa, el padre comenzó un largo viaje en busca de él.
Finalmente, y como último recurso, puso un anuncio en el periódico local en Madrid, en el que
decía: “Querido Paco, reúnete conmigo frente a la oficina del periódico mañana al mediodía...
todo está perdonado... te amo”. A la mañana siguiente, frente a la oficina del periódico había
800 hombres llamados Paco, que deseaban restaurar una relación rota. Nunca subestimes
el poder de las relaciones en las vidas de las personas.
FORJANDO EL CARÁCTER DE CRISTO EN
NUESTRAS VIDAS
“...Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis
descanso para vuestras almas... (Mt. 11.29).
I. INTRODUCCIÓN:
a. El carácter es el verdadero “YO”, implica la mente, las emociones y la voluntad
influenciadas por nuestras experiencias, nuestra educación, creencias, etc.
b. La forma en que un líder trata con las circunstancias de la vida dice mucho
de su carácter. La crisis no necesariamente forma el carácter, pero sí lo revela. Se
NECESITA EL CARÁCTER DE CRISTO para estar dispuesto a arriesgar su éxito, su suerte,
e incluso su vida, pero no su integridad.
c. El desarrollo del carácter es el centro de nuestro desarrollo, no solo como líderes sino como
seres humanos.
II. ¿QUÉ DEBEMOS SABER SOBRE EL CARÁCTER:
a. Carácter es más que hablar:
“¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en
sabia mansedumbre. Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os
jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto,
sino terrenal, animal, diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y
toda obra perversa. Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después
pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos sin incertidumbre ni
hipocresía y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz” (Stg. 3.13-
18).
• Cualquiera puede decir que tiene integridad, pero la acción es el indicador real del
carácter. Tu carácter determina quién eres. Lo que eres determina lo que
ves. Y lo que ves determina lo que haces. Es por eso que nunca se puede
separar el carácter de un líder de sus acciones. Si las acciones e intenciones del líder
están en constante oposición, entonces mira a su carácter para encontrar el porqué.
b. El talento es un don, pero el carácter es una elección:
“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne”

(Gá. 5.16).
“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los
que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si
vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. No nos hagamos
vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros” (Gá.
5.22-26).
• Hay muchas cosas en la vida sobre las que no tenemos control. No podemos escoger a
nuestros padres. No podemos seleccionar el lugar ni circunstancias de nuestro
nacimiento y crecimiento. No podemos seleccionar nuestros talentos ni nuestro
coeficiente de inteligencia. Pero sí podemos escoger nuestro carácter. En realidad, el
carácter lo estamos creando cada vez que hacemos una elección: “evadir
o confrontar una situación difícil, doblegarnos ante la verdad o
mantenernos bajo el peso de ella, tomar el dinero fácil o pagar el
precio”. A medida que vivimos y hacemos decisiones, estamos formando
nuestro carácter. Decidamos vivir en el Espíritu, no dando lugar a los deseos de la
carne.
c. El carácter produce una buena relación con las personas:
“Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el
ejemplo que tenéis en nosotros” (Fil. 3.17).
“Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la
palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo” (1 Ts.
1.6).
• El verdadero líder siempre hace participar a otras personas. (Como dice el proverbio
sobre liderazgo, si piensas que eres un líder y nadie te sigue, estás solo dando un
paseo). La gente no confía en líderes que se sabe que tienen grietas en
sus caracteres, pero si confía en aquellos que revelan el verdadero
carácter de Cristo y desean imitarlo.
d. Los líderes no pueden ir más allá de los límites de su carácter:
“ Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois

espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti
mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas
de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. Porque el que se cree ser algo, no
siendo nada, a si mismo se engaña” (Gá. 6.1-3).
• ¿Has visto alguna vez a personas altamente talentosas que repentinamente se

desmoronaron cuando lograron cierto nivel de éxito?
• La clave de este fenómeno es el carácter. Steven Berglas, sicólogo de la Escuela de

Medicina de Harvard y autor de El síndrome del éxito, dice que la gente que alcanza
grandes alturas pero carece de un carácter sólido que los sostenga a través del estrés,
van de cabeza al desastre. Él cree que su destino está determinado por una o más de las
siguientes características: arrogancia, profundos sentimientos de soledad, una búsqueda
destructiva de aventuras, o adulterio. Cada una constituye un precio muy alto a pagar
por un carácter débil.
III. PARA REFLEXIONAR:

• Si crees que una de estas cuatro características que identifica Berglas te ha absorbido,
tómate un tiempo en oración para reflexionar. No pienses que el valle en el que ahora
estás pasará con el tiempo, con más dinero, o con un aumento de prestigio. Las grietas
no detectadas en el carácter solo se profundizan más y se vuelven más destructivas con
el tiempo.
• Aun si no tienes conflictos con algunas de estas cuatro áreas debes de todos modos
examinar la condición de tu carácter. Pregúntate si normalmente tus palabras y acciones
concuerdan. Cuando dices que vas a terminar un trabajo, ¿siempre lo terminas? Si le
dices a tu hijo que vas a asistir con él a un lugar o a su juego de pelota, ¿estarás allí?
¿Puede la gente confiar en tu apretón de manos como si se tratara de cerrar un
contrato?
• Cuando guíes a otros en tu casa, en el trabajo, en la iglesia, reconoce que tu carácter es

tu más importante posesión, más allá de lo que puedas realizar. . G. Alan Bernard,
presidente de Mid Park Inc., afirmó: “El respeto que se merece el liderazgo
requiere que la ética sea intachable. Un líder no solo está por encima de
la línea entre lo correcto y lo erróneo, sino que su posición debe ser bien
clara en las “áreas grises”.
IV. APLICACIÓN PERSONAL:
a. Para mejorar tu carácter haz lo siguiente:
• Busca las grietas. Pasa algún tiempo reflexionando sobre las principales áreas de tu
vida (trabajo, matrimonio, familia, servicio, etc.), identifica cualquier aspecto que hayas
pasado por alto y en el que hayas transigido o que no hayas cumplido con la gente.
• Busca patrones. Examina la respuesta que acabas de escribir. ¿Hay algún área en
particular donde tengas una debilidad o tengas algún tipo de problema que sea
recurrente? Los patrones detectables te ayudarán a diagnosticar asuntos de carácter.
• Afronta las consecuencias. El comienzo de la reparación del carácter viene cuando

enfrentas tus defectos, te disculpas y tratas con las consecuencias de tus acciones. Haz
una lista de las personas con las que necesitas disculparte por tus acciones, y hazlo con
sinceridad.
• Reconstruye. Una cosa es afrontar tus acciones pasadas, otra es construir un nuevo
futuro. Ahora que has identificado las áreas de debilidad, formula un plan que te
prevenga de volver a cometer los mismos errores. Renuncia al pasado y comienza a
andar en el Espíritu.
• Recuerda. “Por tanto nosotros todos, mirando a cara descubierta como en

un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en
la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2 Co. 3.18).
V. CONCLUSIÓN:
“sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de
grande estima delante de Dios” (1 P. 3.4).
Un hombre llevó a su pequeña hija a un parque de diversiones y ella inmediatamente corrió a

un quiosco y pidió un algodón de azúcar. Cuando el dependiente le entregó una inmensa bola
de algodón, el padre le preguntó: “Cariño, ¿estás segura que puedes comértelo todo?”.
“No te preocupes, papá” le respondió ella. “Soy mucho más grande por dentro que
por fuera”.
Eso es lo que el verdadero carácter es; más grande por dentro.
¡NO DEJES POR LA MITAD LO
QUE HAS COMENZADO!
¡ACABA LA OBRA QUE DIOS TE HA
ENCOMENDADO!
I. JESÚS FINALIZA LO QUE COMIENZA:
Jesús nunca ha comenzado nada que intente dejar inconcluso.

El Señor Jesucristo tuvo la ardiente pasión de acabar lo que Dios le dio que hiciera.
En un momento de su ministerio, Él dijo:
“Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra” (Jn. 4.34).
Éstas dos cosas eran las que lo mantuvieron inspirado aun cuando las circunstancias fueron
difíciles y se desató contra Él la persecución.
Su actitud era: “Debo acabar. Tengo que hacer mi obra”.
Las últimas palabras que Jesucristo dijo antes de morir en la cruz fueron: “Consumado es”.
Realizó lo que tenía por delante para hacer. Él cumplió su misión.
II. PABLO ACABÓ LA OBRA QUE SE LE ENCOMENDÓ:
El mismo espíritu que tuvo Jesús también lo tuvo el apóstol Pablo. Un hombre llamado Agabo
profetizó un día sobre el apóstol Pablo y dijo:
“Si vas a Jerusalén –lo cual era la voluntad de Dios para Pablo- serás encadenado. Serás
apresado, atado y entregado a los gentiles”.
“Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un profeta

llamado Agabo, quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los
pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en
Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los
gentiles.
Al oír esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalén.
Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón?

Porque estoy dispuesto no sólo a ser atado, mas aun a morir en Jerusalén por el
nombre del Señor Jesús” (Hch. 21.10-13).
Todas las indicaciones de esta profecía indicaban la muerte de Pablo. Pero Pablo, cuando oyó
esas palabras, no reaccionó con miedo. No se desvió de su camino. El dijo: “Estoy dispuesto no
sólo a ser atado, mas aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor”.
Ese mismo Pablo también dijo:
“Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo,
con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús,
para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios” (Hch. 20.24).
Pablo le escribió a su hijo espiritual, Timoteo, desde su celda en la cárcel de Roma cuando su
vida llegaba a su fin:
“He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” (2 Ti. 4.7).
III. TÚ DEBES FINALIZAR LO QUE COMENZASTE, TÚ DEBES ACABAR

TU CARRERA:
Dios finaliza lo que comienza. Jesucristo finaliza lo que comienza. El Espíritu de Dios, ese mismo
espíritu que estaba en Jesucristo, finaliza lo que comienza, y Él vive en ti. Así que tú tienes que
finalizar lo que has comenzado.
“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará
hasta el día de Jesucristo” (Fil. 1.6). “Jehová cumplirá su propósito en mí; tu misericordia, oh
Jehová, es para siempre; no desampares la obra de tus manos” (Sal. 138.8).
Dios la perfeccionará. Él continuará el crecimiento en ti hasta que fructifique a su debido
tiempo. Él no se separará de ti. Él estará a tu lado y nunca te dejará.
En ese mismo Salmo 138 el Señor dice que andará contigo en medio de la angustia. Él te
vivificará cuando desmayes en la angustia. Él derrotará a los enemigos. Y Él te salvará con su
diestra, lo cual significa con su fuerza.
IV. ¿CÓMO FINALIZAR LO QUE UNO COMIENZA?:
¿Qué requiere tener el corazón de uno que acaba la carrera? ¿Cuáles son los atributos de la
persona que finaliza lo que comienza? ¿Qué realiza el espíritu que permanece fiel hasta el fin?
Veamos los atributos que debemos recordar. Se encuentran en 1 P. 5.5-10:
“Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de
humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;
echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor
buscando a quien devorar;
Al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en
vuestros hermanos en todo el mundo.
Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis
padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca”.
1. Jesucristo es el absoluto Señor de su vida:
Jesucristo debe ser la prioridad suprema. Él debe convertirse en tu única fuente de seguridad en
esta vida. “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo
que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí
mismo por mí” (Gá. 2.20)”. No vivimos para nosotros mismos. No vivimos para este mundo.
Vivimos en Cristo, para Cristo, por causa de Cristo. Requiere un total cambio de corazón, un
total cambio de perspectiva, un total cambio de prioridad. Eso requiere cambiar la vida de este
mundo por la vida en Jesucristo.
2. Permanece en comunión con los creyentes:

Nadie termina nada solo. Tu capacidad para acabar algo está arraigado en tu relación con los
demás en el cuerpo de Cristo.
El que se ha propuesto acabar la carrera también tiene el espíritu de apoyar la autoridad dentro
del cuerpo de Cristo. No se rinde cuando las cosas se tornan difíciles. No permite que un
desacuerdo por algunas diferencias lo separe de sus líderes o de los demás miembros de la
iglesia. No permite que un punto doctrinal lo aleje de la asistencia regular a los cultos.
Tú nunca estarás ciento por ciento de acuerdo a todo la mayoría de las veces, en toda situación
o circunstancia. Pero en el pasaje de 1 Pedro 5.5. leemos: “Igualmente, jóvenes, estad
sujetos a los ancianos”.
Toma la decisión de permanecer bajo autoridad, porque detrás de ello hay bendición.
3. Se reviste de humildad:
Dice que Dios resiste a los soberbios. Ahora, ¿quiénes son los soberbios? Son los arrogantes,
los orgullosos, los altivos, los presumidos, los que hacen alarde de lo que hacen. Pero la Biblia
dice que Dios le da gracia a los humildes, les da favor y bendición.
1 Pedro 5.2-3 nos muestra cuál debe ser la actitud humilde. Es no ejercer la autoridad que se
nos delegó con autoritarismo, ni teniendo señorío sobre los demás, sino sirviendo y siendo
ejemplos de la grey. “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no
por fuerza, sino voluntariamente, no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como
teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey”.
4. Echa toda su ansiedad y preocupaciones en Jesús:

Si nos aferramos a un problema con nuestra preocupación y no se lo entregamos al Señor, el
Señor no puede hacer nada por él. Pero si echamos sobre Él toda nuestra preocupación por
una situación difícil, Él puede resolverla.
Los hombres y las mujeres de Dios que tienen el espíritu de acabar la carrera tienen los ojos en
la meta. Ven lo que Dios puede hacer, lo que Dios quiere hacer y lo que Dios hará. No se
atascan en la preocupación por las circunstancias del pasado o del presente. Oran con fe por
sus circunstancias creyendo que Dios resuelve esas circunstancias. Escuchan lo que Dios les
manda hacer. Y entonces marchan adelante en su vida para hacer lo que Él dice.
5. Está velando y firme en la fe:

Nunca pierde de vista el hecho que está en guerra.
Velar significa estar precavidos en todo momento.
Una persona firme es alguien que está arraigado, afirmado, inconmovible y determinado.
Siempre permanece en estado de alerta. Sé consciente de que el enemigo puede atacarte en
cualquier momento. Tenga la armadura puesta cada día y resista las tentaciones.
6. Se determina a acabar la carrera:

Resuelve que la batalla vale la pena ganarla. No huyas asustado de la lucha. Usa el poder de
la oración. Toma tus armas de la lucha espiritual y sé un vencedor.
Lucha hasta que acabes la batalla. Ten el propósito de finalizar la carrera. “Determinarás
asimismo una cosa, y te será firme, y sobre tus caminos resplandecerá luz” (Job. 22.28).
V. ¿ESTÁS DETERMINADO A HACER LA VOLUNTAD DE JESÚS Y

ACABAR LO QUE DIOS TE HA LLAMADO A HACER?:
No son los débiles soldados de Dios los más perseguidos. No son los soldados más tímidos de
Dios quienes reciben los embates más fieros del infierno.
Sé que si estás lleno del Espíritu Santo vas a ser atacado, porque el enemigo te considera una
amenaza.
Pero tú tienes que conocer a Jesús y saber que Él es tu Señor, tu Salvador, tu Libertador, tu
Vencedor.
Si te mantienes fiel a Él, entonces esta batalla y toda otra batalla son batallas de Dios. Por lo
tanto, a pesar de los ataques del diablo, no te disgustes. No te sientas débil. Tienes que estar
listo para marchar. No te canses, ni te desalientes.
El Señor Jesús quiere que te enfrentes resueltamente al enemigo. Y Cristo que está en ti vencerá.
No eres ningún agotado, débil, tratando de sobrevivir. SOS EL HACHA DE GUERRA DE

DIOS. No sos un creyente insignificante que trata de vivir lo mejor que pueda en este complejo
mundo. ¡No sos ese hombre! Sos el instrumento de Dios.
No estás resistiendo en tu propia armadura. Estás vestido de la armadura de Dios. No estás

resistiendo en tu propia fuerza, sino en la fuerza de Jesucristo. No estás dependiendo de tu
propia reputación, ni en tus buenas obras, ni en tus talentos; sino que estás dependiendo de la
justicia de Jesucristo, cuya sangre derramada compró para ti los derechos al reino de Dios y su
paz y su gozo.
Ha llegado el momento de permanecer firme y avanzar, y

dedicarse a luchar la buena batalla hasta el fin.
Cuán terrible sería para uno que al llegar al final de la vida tuviera que decir: “Sé qué me
llamaste a hacer esto Señor; pero no lo hice”.
Un día estarás delante del Señor y Él te dirá: “Te di destreza, talentos, oportunidades y recursos.
¿Qué hiciste con ellos? ¿Adónde fue a dar todo eso? ¿Cómo empleaste tu tiempo? ¿Cómo
usaste tus recursos? ¿Cómo invertiste los años que te di en la tierra?”
Que puedas estar delante de Dios y decir: “¡Señor, aquí hay una nación para ti! Aquí hay
ovejas que fueron salvadas como resultado de mi fidelidad. No me di vencido frente a la
adversidad. No me rendí cuando el diablo me tentó a rendirme. No me detuve cuando la gente
me dijo que ya había hecho bastante y que debía tomarme un tiempo de descanso. Mantuve la
fe, y ahora por tu gracia ¡he acabado la carrera!
Ten la mentalidad de un guerrero.

Busca a Jesús como tu prioridad exclusiva, tu diana espiritual cada mañana.
Aprende a marchar en victoria, reclamando sus promesas, permaneciendo firme en su fe
mientras Él dirige tus pasos, y alabándolo.
LUCHA HASTA QUE ACABES LA BATALLA.

NO DEJES POR LA MITAD LO QUE HAS EMPEZADO.
¡NO TE RINDAS!
Cuando las cosas vayan mal y el camino parezca cuesta arriba,

Y si tus recursos se agotan y tus deudas subieran,
Sonríe, todo lo puedes en Cristo, Él es tu fortaleza.
Si las preocupaciones te tuvieran agobiado o frustrado
Y el fracaso estuviese a la puerta ¡LUCHA!
Si Dios es contigo, ¿quién contra ti?
Se puede vencer si perseveras,
Y si el paso es lento, el triunfo puede estar a la vuelta de la esquina.
Decídete a luchar, pero no solo,
Jesucristo ya ha vencido y en el sos más que vencedor, por su amor.
Desarrolla tu fe y ¡Recuerda!
Sin fe es imposible agradar a Dios.
“Mas yo en ti confío, oh Jehová; digo:

Tú eres mi Dios. En tu mano están mis tiempos.
Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo”
(Sal. 31.14-16).

Libro Parte 3 Módulo - Líderes Conforme Al Corazón de Jesús

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BIENVENIDO A LA

E n esta etapa, seguiremos profundizando sobre los diferentes

3º Modulo ESCUELA DE LÍDERES - LÍDERES CONFORME AL CORAZÓN DE JESÚS - CONSEJERÍA PRÁCTICA 3

Página Web: www.reydereyes.sion.com e-mail: iglesia@reydereyes.sion.com

Nueva Revisión: Diciembre 2005

Edición, Redaccción, Compilación, Adaptación y Diseño interior:

Diseño de Tapa: Daniel Gómez

3º Modulo ESCUELA DE LÍDERES - LÍDERES CONFORME AL CORAZÓN DE JESÚS - CONSEJERÍA PRÁCTICA 4

PARTE 3 1. ¿Eres prisionero de la apariencia? 63

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“Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros,

II. SIENTE GOZO POR LA COOPERACIÓN Y UNIDAD:

III. VE A SUS DISCÍPULOS CON LOS OJOS DEL SEÑOR:

“estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la

IV. LLEVA EN EL CORAZÓN Y EN EL ALMA A SUS DISCÍPULOS Y

“como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en el

3º Modulo ESCUELA DE LÍDERES - LÍDERES CONFORME AL CORAZÓN DE JESÚS - CONSEJERÍA PRÁCTICA 7

V. LOS AMA ENTRAÑABLEMENTE CON EL AMOR DE DIOS Y SE LO

“Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable

VI. VELA PARA QUE SUS DISCÍPULOS TRANSMITAN TAMBIÉN DEL

VII. VELA Y ORA PARA QUE SUS DISCÍPULOS CREZCAN EN

En el N.T. conocimiento (gr. epignosis) no es simplemente conocimiento en el intelecto sino

VIII. VELA POR LA SINCERIDAD Y LA PUREZA:

3º Modulo ESCUELA DE LÍDERES - LÍDERES CONFORME AL CORAZÓN DE JESÚS - CONSEJERÍA PRÁCTICA 8

¿Cómo podemos ser sinceros?:

“He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho

IX. SU DESEO ES QUE SUS DISCÍPULOS SEAN EJEMPLO Y LE DEN

3º Modulo ESCUELA DE LÍDERES - LÍDERES CONFORME AL CORAZÓN DE JESÚS - CONSEJERÍA PRÁCTICA 9

La oración de Jesús por sus discípulos en Juan 17 nos sirve

II. CUALIDADES DE UN LÍDER CON LA VISIÓN DE JESÚS:

a. Reconoce que su equipo se lo entregará Dios:

• Dios preparó el equipo que cada uno de nosotros necesita.

• Pertenecen al Señor, y es nuestro deber, llevarlos a que lo conozcan a Él.

• Debemos entrenarlos en la Palabra para que la guarden.

b. Es reconocido por su equipo como una persona de fe y totalmente

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c. Es fiel al mensaje que comunica:

d. Siempre ora por sus discípulos:

e. Sus discípulos transmiten lo que han recibido del líder:

f. Vela para que permanezcan firmes y por la unidad:

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h. Deja enseñanzas que perduran:

i. Es diligente en la formación de su equipo:

j. Los fortalece en oración:

k. Tiene seguridad de la conducta de sus discípulos:

l. Prepara a su equipo para que vivan en santidad:

“Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” (Jn. 17.17).

m.Como Jesús, aprovecha cada situación para enseñar a su equipo:

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p. Ora por los doce de sus doce:

q. Se preocupa por reproducir su carácter en su equipo, tal como lo

r. Lucha por la perfección de la unidad:

s. Los hace parte de todo:

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t. Conoce al Señor y su equipo también lo conoce:

u. No deja de guiarlos en el conocimiento del Señor:

“Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún... (Jn. 17.26).

v. Anhela que el amor sea el fundamento de todo:

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Ef. 5.18: “...antes bien sed llenos del Espíritu”.

I. PASA POR EL QUEBRANTAMIENTO: (Hch. 9.1-18).

a. El Señor se revela a Pablo (v.3 y 4).