J. Gunnar Zapata Zurita* Mi querido lector, usted habrá podido percibir algunas características en espacios informativos de determinados canales de televisión: Priorización en la difusión de noticias policiales respecto a otras noticias, la exhibición de imágenes a víctimas de accidentes previa a una investigación, la presentación de imágenes referidas a personas en estado de ebriedad o imágenes que capturan el desarrollo de determinados delitos, como el asalto a ebrios por niños callejeros o linchamientos a personas. A estas características, se adicionan la composición de titulares exagerados, la utilización de música incidental de corte dramático y la difusión de desfiles de lencería, sobre todo femenina. Un monitoreo realizado a espacios informativos televisivos, desarrollado por el Instituto de Investigaciones de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Mayor de San Simón, destaca: un abordaje amplio de temas pero en la mayoría de los casos, con un matiz concebido como novedoso. Por otro lado, en otros espacios se han encontrado notas de investigación periodística que aclaran denuncias, exhibiendo documentos o pruebas de veracidad a la información difundida. No se puede negar, en las tendencias actuales del periodismo, la búsqueda de la novedad se impone a la difusión de la verdad. Los temas novedosos y extraordinarios fuera de lo cotidiano, atraen más fácilmente, la atención ser humano y los medios de comunicación lo advierten así, pero la atracción por lo novedoso puede no ser sostenida a lo largo del tiempo, porque en todo lo nuevo, no siempre se halla lo importante. En la naturaleza humana, satisfacer la incertidumbre por lo extraordinario y en determinados casos, el morbo, resulta una actitud más provocativa que lograr la comprensión total de un hecho, claro que esto a la larga se diluye, considerando la capacidad reflexiva del ser humano. Al difundir la novedad, cada medio intenta disputarse cuotas de pantalla preferente, es decir incrementar los niveles de audiencia o “rating” entre la población, como si se tratase de un mercado demandante de bienes o servicios. Este aspecto ha contribuido a una competencia agresiva. La preocupación por atraer un mayor nivel de la audiencia, inclusive llega a ser priorizada porque desemboca en un mayor interés de los anunciantes, lo cual se traduce en una posterior contratación de servicios por publicidad o propaganda. Paulatinamente, la preocupación por el nivel de audiencia desplaza a la preocupación del esclarecimiento de la información en los medios de comunicación. La información difundida por determinados medios, se ajusta a cuestionados pero convincentes parámetros donde impera la novedad; si un trabajo periodístico no está dentro de éstos, con seguridad no será difundido. Bajo este aspecto, se puede considerar un proceso de censura, o más propiamente expresado autocensura por parte del medio a las noticias de investigación que no “atraigan al público”. La intención del personal gerencial en un medio de comunicación, constituido como sociedad comercial, es obtener lucro, a partir de los servicios de difusión publicitaria o venta de espacios; esta intencionalidad es legítima, precisa y no se la discute. Sin embargo, el propósito de todo equipo de prensa es, ante todo, investigar e informar la verdad. Por lo contemplado en algunos noticieros, al parecer los intereses periodísticos sucumben ante los intereses de lucro del medio. La novedad atrae mucho más que la difusión de la verdad, sobre todo en profundidad, y consume menos recursos como menor cantidad de tiempo en su realización. La priorización de la novedad antes que la profundidad en un tema se convierte paulatinamente en la característica exclusiva de los medios de comunicación comercial.
* Investigador Responsable del Proyecto “Derecho a la Información: Situación Actual y Reformas a la Legislación Boliviana” y Catedrático de la Universidad Mayor de San Simón.
Gunnar Zapata Zurita Cel. 70344214 Email: gzapata@supernet.com.bo
Respeto mucho su opinión, querido lector y le invito a corroborar estos datos. En el próximo noticiero o revista informativa que observe, diferencie aquellas notas de investigación. La novedad es importante pero no es la única característica de una información seria y confiable. Lo novedoso puede no ser importante, como ya señalé anteriormente, sobre todo cuando los datos son exagerados o distorsionados. Si usted amigo lector, observa este tipo de datos, debe estar consciente que ellos no pueden ser catalogados como información. Recordemos que la información de acuerdo al artículo 106° de la Constitución Política del Estado Plurinacional es un derecho pleno de la ciudadanía y es menester su defensa contra el engaño y la desinformación.