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Teología de la Creación: Fundamentos e implicaciones para la iglesia

David del Salto, Ph. D.

“La creación, en los términos de las escrituras hebreas es menos un asunto concerniente a los
inicios que una descripción teológica del continuo compromiso de Dios con el mundo” (W.
Dyrness).
La importancia de la cuestión:

1. “Cualquier error acerca de la creación da lugar a errar en cuanto a Dios”. (Tomas de Aquino, Suma
Contra Gentiles II.3). Esto es así porque la pregunta acerca de la acción de Dios en el mundo
ineludiblemente toca la cuestión de la misma identidad de Dios.

2. Porque el latinoamericano tradicionalmente ha estado muy ligado a la tierra. Una verdadera


teología latinoamericana, en un momento u otro, va a encontrarse con esa cuestión en su
reflexión.

3. Las culturas apegadas a la tierra tienden a ser más “holisticas”, haciendo una distinción menos
radical entre sujeto-objeto, y a la larga, entre sujeto y sujeto. La teología de la creación provee el
marco para ese tipo de reflexión, y contrarresta las nociones que niegan o devalúan la experiencia,
el cuerpo, la materia, el mundo, la cultura, el juego, la mente, el conocimiento.

4. La teología de la creación hace contextual a la teología.

5. Por la tensión entre apego y valoración a la tierra y desprecio a lo material en ciertas escuelas
gnósticas de pensamiento. La teología de la creación provee bases para una visión cristiana de la
realidad.

6. Por nuestra responsabilidad con la tierra y la creación, frente a realidades actuales como el
desarraigo, la migración, el consumo indiscriminado de los recursos naturales, los cambios
climáticos, etc.

7. Por la necesidad de una espiritualidad integral.

8. Por la necesidad de una teología que de cuenta de toda la tradición bíblica y cristiana según la
cual Dios es redentor de todo lo creado.

9. Porque la teología de la creación nos obliga a pensar en el propósito de Dios para toda la creación.

10.Porque la teología de la creación nos desafía comenzar nuestra teología con la creación y el
propósito de Dios para la misma, en lugar de hacerlo en y con el pecado y el mal del mundo.
11.Porque la teología de la creación provee las bases para un adecuado entendimiento de la relación
creador-creatura y creatura-creatura.

12.Porque la teología de la creación nos ayuda a entender la relación iglesia-mundo, iglesia-cultura, y


nos provee bases para valorar y juzgar cristianamente nuestras sociedades y nuestras culturas.

13.Porque la teología de la creación nos provee una forma distintivamente cristiana de exploración de
la relación de Dios con el mundo.

Tesis e implicaciones sobre la teología de la creación:


{slide=Tesis 1: La creación es un acto de la libre y soberana voluntad de Dios}

Explicación:
La creación viene a la existencia no por alguna necesidad en Dios. La creación es producto de la
libre voluntad de Dios. Dios no tiene ninguna obligación intrínseca que lo haya obligado a crear.

Implicaciones:
1. Si la creación es un acto de la libre voluntad de Dios concluimos que Dios es libre. Tenemos base
para afirmar su trascendencia.

2. Si la creación es un acto de la libre voluntad de Dios concluimos que la creación es contingente.

3. Si la creación corresponde a la voluntad de Dios deducimos que Dios crea el mundo con propósito.
La creación fue hecha con propósito y dirección. Es un proyecto, no termina con el acto inicial de
creación.

{slide=Tesis 2: La creación es una expresión del abundante amor de Dios}

Explicación:

Si bien Dios no estaba obligado a crear, crea de sí mismo, movido por el amor que fluye al y desde
el interior de la trina deidad. Dios crea el mundo como expresión de su amor.

“La base de la creación es el amor trinitario de Dios. Puesto que el ser trinitario de Dios es la
comunión constituida en la libertad de las relaciones de las tres personas trinitarias, la creación
puede ser un acto libre no (simplemente) un ejercicio arbitrario de la voluntad de Dios sino una
expresión del ser de Dios como amor”. (C. Schwobel, 1992)

Implicaciones:
1. Puesto que la creación es obra divina y una expresión del amor de Dios, podemos afirmar que la
creación es valiosa. Si bien la creación es limitada y contingente, por cuanto la creación no es
Dios, es la obra de arte de Dios en la que él se goza. Esta tiene valor propio pues fue hecha por
Dios. Es buena por lo que ella es en sí misma (Cp. Gen. 1:4; 10b; 12b; 18b; 21b; 24b; 31b).
“La bondad de la creación radica no en su valor instrumental (utilidad para el ser humano) sino en
el hecho de ser creación de Dios y en el hecho de que Dios le está invirtiendo atención hasta su
perfeccionamiento y culminación por el Espíritu de Dios, por medio de Jesucristo”.

2. La naturaleza y bondad de la creación de Dios dignifica al ser humano. Somos valiosos por ser
creación de Dios. Los verdaderos criterios de valor, belleza y dignidad son los que vienen del
Creador, no de las empresas comerciales al servicio de intereses egoístas.

3. La naturaleza y bondad de la creación de Dios ponen límites al uso de la creación. No la podemos


usar indiscriminadamente, no tenemos derecho a destruirla, peor aún, para el beneficio de unos
pocos solamente.

El propósito de Dios para la creación debe ser nuestro mapa/guía. Eso es lo que llena y plenifica a
las creaturas. Pero, por supuesto, eso también nos impone responsabilidad.

{slide=Tesis 3: Dios creó el mundo “de la nada”}

Explicación:

Dios no dependió de ningún material pre-existente para crear el mundo. Dios no dependió de nada
fuera de él para crear. Así que, todo lo que existe tiene su origen y se debe a Dios.

“La tesis de que la creación divina es creatio ex nihilo, se desarrolló en los primeros siglos del
cristianismo como un resumen de los elementos centrales del testimonio bíblico sobre la creación,
en respuesta y reacción a nociones religiosas y filosóficas de la época”.

Implicaciones:

1. A diferencia de Dios, quien es infinito y eterno, el universo tuvo un principio

2. Esta doctrina excluye toda idea de emanación que despersonaliza la relación creador-creatura.

3. Creador y creatura son dos realidades distintas. Por esa razón, a Dios no se lo identifica en la
Biblia con ninguna de las fuerzas de la naturaleza (el uso de lenguaje figurado para describir a
Dios no es identificación). Tampoco se diviniza a la naturaleza. Nunca se confunde a Dios con la
naturaleza.

4. Esta doctrina fue especialmente importante en Nicea, donde se discutió acerca de la identidad de
Jesucristo. El “origen” del Hijo es radicalmente distinto al “origen” del universo. El Hijo es
eternamente engendrado (originado) del Padre. El universo no siempre existió; en su lugar, la
Biblia afirma que la creación es un acto de la Palabra de Dios.

Decir que Dios creó de la nada testifica del poder de Dios para hacer “nuevas todas las cosas,”
hacer cosas nuevas (Cp. Heb. 11:1-3; Rom. 4:17). De sí mismo Dios crea, hace lo imposible, da
vida, crea posibilidades. Dios es la fuente del ser, de la vida y por tanto, de nuestra esperanza.

{slide=Tesis 4: Dios nos creó con la capacidad de y estableció las condiciones para que nos
pudiéramos relacionar con él}

Explicación:

A pesar de que la creación es una realidad radicalmente distinta al creador, Dios la hizo de manera
que hubiera relación entre Creador y creatura. Por un lado, la creación (más específicamente el ser
humano) fue hecha con la capacidad de interactuar y relacionarse con su creador. Por otro lado,
siendo distinto a la creación (trascendencia), Dios se acerca a, e interactúa con la creación
(inmanencia). Incluso, Dios se “arriesga” a crear al ser humano con libertad, a fin de que la posible
relación sea autentica. Dios le da espacio, y es desde su libertad que el ser humano puede
relacionarse o no con su creador.

La máxima expresión de dicho acercamiento, y la condición de posibilidad del mismo es la


encarnación del Hijo, por la acción del Espíritu, en la que Dios mismo se hace parte de la creación

{slide=Tesis 5: La creación es obra trinitaria}

Explicación:

La creación es el resultado del trabajo conjunto del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. En la obra
de la creación, el Padre crea por medio del Hijo y el Espíritu (las dos manos de Dios). La creación
es hecha por medio (a través) del Hijo (Col. 1:16-17). La creación fue “estructurada” por el mismo
que luego se encarnaría, y como tal sería parte del orden creado (Jn. 1:1-3, 14). Es por esa razón
que el Hijo es el medio a través del cual Dios mantiene relación con lo creado.

El Espíritu Santo es el poder de Dios para hacer todas las cosas. Es el poder de Dios en acción. La
tarea del Espíritu en la creación es dar vida y ejecutar la voluntad de Dios y la obra del Hijo en el
mundo (Gen. 1:2). La tarea del Espíritu es conducir lo creado por el Padre, por medio del Hijo, a su
perfección.

La teología de la Trinidad y la teología de la creación:

Puesto que la creación fue hecha “por medio de Cristo”, se puede decir con Ireneo y Atanasio que
la cristología es pieza clave de la doctrina de la creación. De hecho, la cristología permitió la
articulación de la doctrina de la creación, particularmente creación de la nada. La cristología hizo
posible concebir la relación de Dios con el mundo, en la que los dos se relacionan en forma
contingente y no necesaria (Si se hubiera mantenido esta noción, el deísmo y el panteísmo nunca
hubieran sido considerados como se lo hizo en determinados momentos de la historia del
pensamiento).

Implicaciones:

1. La obra de la Trinidad en la creación no puede dividirse. Si el Padre actúa en la creación, también


actúa en la redención. Si el Hijo actúa en la redención, también actúa en la creación. Si el Espíritu
actúa en la santificación, también actúa en la creación.

2. El Dios que da vida en la creación es el Dios que da vida en la redención. El Espíritu que da vida al
individuo es el Espíritu que vivifica todas las cosas. La obra redentora del Hijo alcanza a toda la
creación.
{slide=Tesis 6: El clímax de la creación es el día de descanso}

Explicación:

El momento culminante de la creación no es la creación de Adán y Eva, sino el día de descanso


(sabbath) en el que la creación glorifica a su creador, y Dios se deleita en su obra.

Implicaciones:

1. En el primer día de descanso (sabbath) Dios mira la bondad, belleza y grandeza de su obra, y se
deleita en ella. Pero ese día de descanso es también un signo y un anticipo de la culminación de la
creación (Jubileo). Los años de jubileo cumplen una función similar. Son signo del Jubileo final
(justicia, paz, bienestar para todos en la presencia de Dios), pero a su vez son símbolos para los
días de descanso de cada semana y en general para el diario vivir del pueblo de Dios.

2. Bien podemos decir, entonces, que la voluntad de Dios para su creación es la experiencia del
jubileo en todas las áreas de la vida, experiencia que sin embargo aguarda su culminación.
{slide=Tesis 7: La creación y la redención se relacionan íntimamente}

Explicación:

Puesto que el Hijo y el Espíritu Santo actúan junto al Padre en la creación, y puesto que la creación
es un proyecto que aguarda plenificación, debemos entender que creación y redención son actos
complementarios, relacionados íntimamente. En el Antiguo Testamento se destaca que la noción
de un nuevo futuro es coloreada por el tema de la creación. Esa visión incluye no solo a Israel sino
a todo lo creado. En el Nuevo Testamento se acentúa el hecho de que el mismo Hijo que es el
creador es quien restaura y redime esa creación para llevarla a ser lo que fue el plan de Dios para
ella. Así que, sin confundirlas, debemos esforzarnos por apreciar la relación de estas dos obras de
Dios.
Pero el tema de la redención nos coloca también frente al problema del mal. El mal es aquello que
impide o molesta que la creación llegue a ser o a cumplir el propósito de Dios. El mal es aquello
que corrompe o quiere corromper el plan de Dios y la creación misma. En el centro del mal está la
cuestión del pecado de la raza humana. El mal, entonces, no es algo que tiene relación con o se
origina en la materia (o en Dios), pues Dios creó el mundo material. El mal es algo extraño a la
creación y debe ser destruido.

La encarnación, muerte y resurrección del Hijo, por el poder del Espíritu de Dios, es el medio por el
cual la creación es redimida de su esclavitud al mal. A su vez, la redención total de la creación será
completada sólo al final de la historia. Mientras tanto, anticipaciones de la perfección final de la
creación (prefiguradas en la resurrección de Jesucristo) son logradas hoy, allí donde Jesucristo, por
la acción del Espíritu es reconocido como Señor.

Implicaciones:

1. La redención tiene un alcance y consecuencias cósmicas. Se cuestiona, pues, una concepción


antropológicamente reducida de la redención que relativiza la importancia del orden creado. Se
cuestiona, entonces aquellas visiones de la espiritualidad y la misión de la iglesia que tienden a
reducir el significado y la realidad de la vida cristiana y de la iglesia en el mundo.
2. La redención del ser humano es integral, alcanza a la persona en la integralidad de sus relaciones.
Se cuestiona, pues, una concepción semi-gnóstica de la vida humana que encuentra difícil
relacionar alma y cuerpo y mantener la importancia del último, y más seguro, de los dos.

{slide=Tesis 8: El ser humano ocupa un lugar distintivo en la creación de Dios}

Explicación:

Ninguna teología de la creación estaría completa si no se pusiera atención al lugar del ser humano
en dicho proyecto puesto que el ser humano ocupa un lugar distintivo dentro de la creación. Si
bien es cierto que el ser humano es hecho del polvo (solidaridad con el resto de la creación),
también es cierto que es hecho a la imagen de Dios (Gen. 1:26-27).

La cuestión de la imagen de Dios en el ser humano se ha explicado de diversas maneras: 1) la


capacidad racional y espiritual del ser humano; 2) el mandato y la capacidad de administrar la
creación; 3) el hecho de ser varón y mujer; 4) la dignidad del ser humano. Sin embargo, aun
cuando estos conceptos tienen elementos de verdad, no podemos entender la imagen de Dios en
el ser humano aparte de Jesucristo, la imagen de Dios (Col. 1). Jesucristo es el prototipo del ser
humano. El es quien nos hizo y hacia quien nos dirigimos. Como imagen de Dios, Jesucristo es el
“original” y nosotros esperamos ser formados/perfeccionados y corregidos de acuerdo a ese
original (Rom. 8:29).

Implicaciones:
1. Por haber sido creado a la imagen de Dios, el ser humano es una entidad cualitativamente distinta
frente al resto del orden creado.

2. El respeto a la vida y a la dignidad humana tiene su explicación en el mismo origen del ser
humano, creado por Dios a su imagen.

3. Debemos asegurar y promover la dignidad de todo ser humano. Nuestras iglesias deben ser
centros de promoción de la dignidad humana, sin pretender que “ya reinamos con él”. La
promoción de la dignidad humana nos debe llevar a la solidaridad y al compromiso con los más
necesitados, debe llevarnos a un servicio empático a los más humildes, no a pretender que porque
estamos en Cristo ya tenemos la vara mágica que nos resuelve todos los problemas de la vida.

Todo ser humano, por ser creación de Dios, merece un profundo respeto. No tenemos licencia para
abusar o desvalorar a quien es distinto a nosotros.

{slide=Tesis 9: La creación (y el propósito de Dios para la misma), no la caída, debe ser el punto de
arranque para la reflexión teológica.}

{/slides}

Conclusión:

La teología de la creación es una “teología crítica”, pues separa a Dios de la creación y del orden
existente. Critica el actual estado de cosas no identificando a Dios con lo dado. Pero la teología de
la creación también es una “teología de esperanza” pues testifica de Dios quien no solo hace el
mundo, sino que también se hace parte de la creación (en la encarnación) para dar lugar a
una nueva creación.

La teología de la creación es teología del ser humano. Valora sus potencialidades, aunque
reconoce también sus limitaciones. La teología de la creación ineludiblemente nos lleva a pensar
en la teología de la salvación, de la revelación, de la providencia, en la doctrina de la trinidad, en
la escatología, en la teología del mundo, en la antropología, en la ecología, en la ética y en la
misión de la iglesia. He allí su importancia para la iglesia.

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