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Según CARL SCHMITT, la teoría de las garantías institucionales, tiene fundamento en la existencia
de ciertas instituciones que requieren ser reguladas constitucionalmente, a fin de garantizar su
especial protección y principalmente hacer imposible su supresión por via de legislación ordinaria (
Schmitt, 2001, p175), INSTITUCIONES tales como, el testamento, el matrimonio, la propiedad
privada. Que deben ser regulados y definidos sus alcances desde la Constitucion.
Según Luigi Ferrajoli (2010, p113) la teoría de las Garantias Constitucionales, se encuentra
sustraída a la forma de producción establecida para la legislación ordinaria, por lo tanto solo
puede ser modificada por normas de nivel superior, y en caso de incoherencia entre los
contenidos o significados de las leyes ordinarias y la garantía constitucional, prevalece esta ultima
en virtud de la LEx superior derogat lex inferiori
~o~
Ahora bien, el mismo precepto señala que “[l]a ley establecerá un régimen
especial para las universidades del Estado”, es así como la Ley 30 de
1992, por la cual se organiza el servicio público de la educación superior,
previó un régimen singular para las universidades oficiales al ordenarles
que se organicen “como entes universitarios autónomos” (art. 57) (2),
previsión que ha llevado a la Corte Constitucional a ubicarlos como
órganos autónomos e independientes en los términos del artículo 113
constitucional, habida cuenta de que en atención a su singular naturaleza
jurídica y a las funciones asignadas, no pueden integrarse a ninguna de
las ramas del poder público, por lo que su organización tiene un régimen
particular y especial, con capacidad de autodeterminación ajena a la
injerencia indebida de las ramas del poder público, en especial del
ejecutivo (3).
~o~
En ponencia para primer debate del proyecto de ley numero 300 de 2017,
el presidente de la comisión sexta WILMER RAMIRO CARRILLO, ha
establecido que:
“Artículo 4º. La Educación Superior, sin perjuicio de los fines específicos de cada
campo del saber, despertará en los educandos un espíritu reflexivo, orientado al
logro de la autonomía personal, en un marco de libertad de pensamiento y pluralismo
ideológico que tenga en cuenta la universalidad de los saberes y la particularidad de
las formas culturales existentes en el país. Por ello, la educación superior se
desarrollará en un marco de libertades de enseñanza, de aprendizaje, de
investigación y de cátedra.”
“Artículo 213. Las actuales Instituciones Tecnológicas y las que se reconozcan con
arreglo a la ley son Instituciones de Educación Superior.”
En reiterados pronunciamientos la Corte Constitucional ha declarado que la
autonomía universitaria es una condición que se le reconoce a todas las
Instituciones de Educación Superior (Sentencias C-195 de 1994, C-475 de 1999 y
C-506 de 1999, entre otras):
“De este modo, el principio constitucional que aboga por la autonomía universitaria
actúa como límite en la actuación de los poderes públicos, a fin de evitar cualquier
forma de injerencia indebida en la libertad de acción y autodeterminación de estos
institutos de educación superior en la consecución de sus fines, la cual debe de
todas formas darse dentro de los parámetros constitucionalmente establecidos.”