Daniela Taba, Angélica Jaramillo, Juan José Iral,, Juan Manuel

Valencia, Stiven Cardona.

Universidad Pontificia Bolivariana
16 de agosto de 2018

Ensayos de la teoría psicosexual

Tomo VII
1. El dique, será la parte moral o bien un filtro, que llevará a una edificación de unos
poderes anímicos, que a su vez, son los que harán una angostura en la pulsión sexual. Al
inicio se cree que esto es de orden cultural, mediante el contacto progresivo del niño(a)
con esto y sus instituciones, pero se llegará a la certeza de que también procede de una
fuente orgánica.
2. La amnesia infantil, la cual estará presente en la mayoría de seres humanos, hasta el
séptimo u octavo año de vida, El sujeto tenía en sí una forma de demostrar, sentimientos,
exteriorizar dolores y alegrías de una forma más humana, y también se tenía un vago
inicio de juicio. Durante esta época, la vida sexual está más vigente que en cualquier otra
época de la vida, como también es preciso mencionar que, los fenómenos que suceden
pudieron haber dejado una huella muy profunda que será una determinante para el
desarrollo posterior.
3. El estado de excitación sexual lleva consigo una tensión, la cual siempre estará llevara en
sí, el displacer, cuando esto se junta junto con el estado de excitación, esto conlleva a una
experiencia poco placentera. Por lo tanto, el displacer siempre estará presente en una
experiencia de excitación.
4. El placer previo está relacionado claramente, con el peligro de un buen desarrollo de una
meta sexual, porque cuando este (El placer previo) se vuelve demasiado grande, sería poco
eficiente a la contribución de la tensión sexual. El placer previo se puede volver a adherir
a la vida posterior de una persona, en una compulsión refractaria, esto se da mediante la
fijación, que es el acoplamiento a una etapa infantil determinada, usualmente de orden
erótico.
5. La pérdida de las estructuras genéricas masculinas, mediante una etapa del ciclo de vida,
como puede ser la adultez mayor, o bien una operación, no genera una terminación de la
libido o de la potencia del sujeto. Este hecho, no será un detonante de una disminución de
la vida anímica del sujeto el cual se vio enfrentado a un evento de estos en su vida.

6. Antes de los 4 años, poco después del periodo de lactancia, se dejan representaciones
inconscientes de memoria, quienes definen y determinan el desarrollo del carácter, es
decir, si la sintomatología se enferma luego de la pubertad, o si por el contrario, persiste

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 sana. Por tanto, el periodo sexual se omite y asimismo se sustituyen los recuerdos
conscientes -amnesia infantil-, los cuales través del psicoanálisis se convierten en
consciente aquello relegado, eliminando una compulsión.

7. Durante la niñez se completa la elección del objeto que más adelante sería particular en
el desarrollo de la pubertad. El compuesto de los diferentes afanes sexuales se enfocan
hacia una persona en singular, debido a que en ella quieren lograr su meta y objetivo. La
vida sexual se constituye en la infancia, la cual posteriormente se exterioriza después de la
pubertad; en donde al unir las pulsiones parciales y su sometimiento al primado de los
genitales (reproducción) se establece como la ultima fase de la organización sexual.

8. Al existir una necesidad de reincidir la satisfacción sexual, se separa la necesidad de

buscar alimento ya que el niño comienza a utilizar su propia piel para succionar. Al ser
consciente de que esto es menos atractivo, su interés disminuye y lo dirigirá a explorar en
otra persona la parte idónea: los labios. Y si el valor erógeno de los labios se mantiene
hasta volverse obstinado, se convertirán en adultos con costumbres de beber o fumar.

9. La pulsión sexual no es únicamente evocada por la estimularon de la zona genital, sino

también por el afecto y el amor. Un exceso de cariño por parte de los padres (neuróticos)
aceleran y precipitan la maduración sexual en el niño, aportando así con su
apasionamiento a avivar la disposición del niño para contraer una neurosis.

10. Los niños presentan comportamientos nostálgicos por la persona amada cuando
experimentan situaciones extrañas. El niño actúa como el adulto, es decir, al no poder
satisfacer su libido la transfiere en angustia, mientras que cuando ya es adulto y se ha
convertido neurótico por una libido insatisfecha, siente aflicción como cuando era
pequeño con miedo a quedarse solo.

11. La amnesia infantil que ocurre en la mayoría de los seres humanos, cubre los primeros
años de la infancia hasta el octavo año de vida aproximadamente, es difícil generar
recuerdos de estos periodos de tiempo, mas sin embargo son sumamente interesantes ya
que durante estas épocas, reaccionábamos con vivacidad frente a las impresiones,
sabíamos exteriorizar dolor y alegría de una manera humana, mostrábamos amor, celos y
otras pasiones que nos agitaban entonces con violencia, y aun pronunciábamos frases que
los adultos registraban como buenas pruebas de capacidad de juicio.

12. Concluimos entonces que en la infancia hay actividad sexual, lo cual se manifiesta por
ejemplo en el chupeteo del pulgar (sexualidad oral), en el autoerotismo, Esto significa que
en el cuerpo infantil existen zonas erógenas, que constituyen fuentes de placer sexual. Por
consiguiente, el fin sexual infantil no es otro que el de hacer surgir placer por estimulación
de la zona erógena elegida.

13. En la pubertad aparece un nuevo fin sexual, hacia el cual tienden todos los instintos; la
zona genital. Lo más singular de la pubertad es el crecimiento de los genitales externos y
el desarrollo de los genitales internos (capacidad para producir semen y para recibirlo).

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 Este aparato es puesto en actividad por tres clases de estímulos: - Medio externo
(excitación de las zonas erógenas) - Medio interno (factores orgánicos) - Vida anímica (el
receptor de estímulos internos).

14. En la mujer la zona erógena directiva es el clítoris, y en el hombre, el glande. En el caso

de la mujer, ella deberá cambiar posteriormente la zona erógena del clítoris a la vagina,
mientras que en el hombre no ocurre ningún cambio.

15. En la infancia no se encuentra ni un fin único ni un objeto único: hay varios instintos
orientados cada uno hacia su zona erógena (oral, anal, fálica, etc.), encontrándose
también inclinaciones hacia el objeto ya sean de (amor y odio tanto hacia el padre como
hacia la madre).

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