El desarrollo de la conciencia de clase proletaria debe ser considerado como una unidad.

El
objetivo final no puede ser separado de ninguno de los momentos del proceso. La medida y la
señal de una relación justa entre partido y clase no pueden ser descubiertas sino en la
conciencia de clase del proletariado. De un lado, La unidad objetiva real de la conciencia de
clase constituye el fundamento del lazo dialéctico en la separación organizativa entre clase y
partido. De otro, la falta de esa unidad, los diversos grados de aceleración y profundidad de
esa conciencia en los diversos individuos, grupos y capas del proletariado, acarrean la
necesidad de la separación organizativa entre el partido y la clase. La unidad de la conciencia
representa en última instancia la unidad del ser social que está en su fundamento.

“El partido comunista no tiene intereses diferentes de los del conjunto de la clase obrera en su
totalidad y se esfuerza, en todos los recodos de la lucha, por defender no los intereses de
algunos grupos o de algunas profesiones, sino los de toda la clase obrera”.

Autoorganización de masas es el potencial rebasamiento económico y político de la

cosificación capitalista.

La auto-organización de masas: Para llevar a cabo dicha actividad, las masas se dotan
de los organismos que les resultan más idóneos para el cumplimiento de los fines
específicos impuestos por el desarrollo de la lucha en general, constituyéndose de ya
en dichos organismos los gérmenes de la futura sociedad comunista, al contener la
potencialidad de rebasamiento económico y político de las relaciones capitalistas.

La concepción marxista revolucionaria coloca como centralidad la consideración de las

masas y su conciencia como los factores determinantes de cualquier tipo de acción
política. La auto-organización de masas constituye de este modo la expresión material
del desarrollo de la conciencia de las masas, por lo que no puede estar en
contradicción con la concepción marxista del partido revolucionario y la acción
revolucionaria consciente. No existen entre ellas (actividad auto-organizada de masas /
acción revolucionaria consciente / partido revolucionario) diferencias cualitativas, sino
que sólo de carácter cuantitativo. La subjetividad de las masas y la subjetividad de un
partido revolucionario no pueden representar polos opuestos, sino que ambas se
complementan dialécticamente como componentes de la conciencia de clase del
proletariado, es decir, el desarrollo de ésta debe ser considerado como una unidad. Se
deben rechazar como antimarxistas y tributarias de la ideología burguesa a las
concepciones que depositan “la conciencia” exclusivamente en los aparatos
partidarios, en desmedro de la “espontaneidad” de las masas y su auto-organización,
es decir, rechazando la posibilidad de un desarrollo cualitativo de la conciencia de las
masas en el pasaje de la acción parcial a la acción colectiva. En contraposición a estas
concepciones, seguimos reafirmando que en la actividad independiente y autónoma de
las masas reside todo el secreto de la revolución Proletaria.