EL DOGMA DE MARÍA MADRE DE DIOS
María, toda de Dios y tan humana
Murad Afonso
Abstract. ¿Todavía madre de Dios? El enunciado dogmático sobre la maternidad divina,
actualmente resulta complejo interpretarlo e incluso sostenerlo dentro de una compresión de la fe
tan atomizada que no es capaz de situar a María a lado del salvador.
I. Hacia una recompresión de los Dogmas
marianos.
Resulta comprensible reconocer que los
enunciados de fe que la Iglesia a desarrollado
a los largo de dos milenios, son enunciados
que expresan la dimensión soteriologica del
evento Jesucristo dentro de la historia
humana, al observar los evangelios podemos
reconocer que el centro lo ocupa la obra
redentora de Jesús en su pasión muerte y
resurrección, por lo tanto, todos los demás
enunciados son relativos ha este.
De ahí que, cuando nosotros estudiamos los
fundamentos bíblicos, de los dogmas
marianos nos quedamos con los tres o cuatro
textos de siempre y que el fondo son mas
texto cristológicos que marianos.
Ahora bien, cuando analizamos el lugar de
Maria dentro de la fe primitiva
inmediatamente descubrimos que todo lo que
se predica de Maria, como lo hemos tenido
desarrollando en paper anterior se dice en
relación a la obra redentora de Jesús, por lo
tanto, objetivamente hablando, los dogmas
Marianos son dogmas Cristológicos y se
edifican sobre los presupuestos de la
divinidad-humanidad en la persona del verbo,
el dogma de Maria madre de Dios, es quizá el
ejemplo mas claro dentro de la historia del
dogma, por dos razones concretas,
primeramente; decir que Maria es madre de
Dios se entiende en relación con la afirmación
de la unidad en Jesús, para fundamentar que
Jesús desde su primer instante de su
existencia temporal conserva su naturaleza
divina, en estado kenotico, que subsistente a
pesar de la circunstancia que asume, por lo
tanto, hablar sobre la maternidad divina es
hablar sobre la divinidad de Cristo.
Juan Armando Bueno
Sin embargo, la segunda razón nos muestra
que la maternidad divina, también expresa la
dimensión antropológica, sin poner en tela de
juicio la divinidad de Jesucristo, al observar
estas razones podemos darnos cuenta que la
lógica que esta a la base del concilio de Efeso
y del enunciado mariológico intentan explicar
porque Cristo es uno, ahora bien, dentro de
este silogismo es reconoce que el papel de
Maria es capital pues sirve como piedra de
toque para acceder al aspecto soteriologico de
la obra redentora de Jesucristo.
II. A Jesus por María
Espero que nuestra propuesta no le resulte
tan descabellada, entonces para la piedad
popular este aspecto parecería sensato (a
Jesus por Maria) pues se sitúa dentro de los
vínculos nociones de fe, sin embargo para la
gran mayoría de los teólogos resulta chocante,
impropio e incluso demasiado osado, pero
creemos conveniente reconocer que los
misterios de Cristo y del hombre, se vinculan
de un modo más intrínseco en el dogma
mariano de la maternidad divina, por lo tanto,
quizá una prudente reinterpretación o
exégesis de los dogmas marianos se deben
hacer a la luz de los enunciados cristológicos
y viceversa, porque los dogmas aparte de
estudiarse su contexto histórico, también
deben interpretarse en relación a las demás
verdades de fe, por la siguiente razones,
primero porque los dogmas son vinculantes (a
la comunidad que lo enuncia) y segundo
porque los dogma situados en su contexto
tradicional se vinculan entre ellos, de ahí que
el núcleo de un dogma comparta sus premisas
con otros, o como es el caso del dogma de la
maternidad divina sea una vía de acceso a los
dogmas cristologicos.