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Austin Sarat

Para un argumento similar dentro de un contexto diferente, ver Merry, 1987.


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Como sostiene Merry, en Estados Unidos los grupos menos poderosos "por lo general
no piensan que el orden legal haya producido una sociedad justa y equitativa. C o n
frecuencia el derecho sirve como recurso en las luchas por el poder... L a legitimidad
tiene muchas facetas: no es sólo cuestión de creencias y valores sino también de prácticas
Conformismo, oposición
y estrategias sociales. Quizás el poder y la resistencia de la legitimidad de las autoridades
jurídicas en la sociedad estadounidense, a pesar del hecho de que no cumplen con su y resistencia: un estudio
promesa de justicia y equidad, sean el resultado de su utilidad..." (id., 31). Ver también
Hyde, 1983: 379. sobre conciencia jurídica
6 7 Si por algo están desilusionados, es por el hecho de que el sistema de asistencia no
se toma en serio las necesidades humanas.
6 8 Hablar de la constitución legal de la identidad es hablar sobre cómo "se crea por y
a través de una serie de discursos diferentes" la subjetividad humana, y reconocer que en
PATRICIA EWICK"
alguna medida el derecho contribuye a definir lo que significa ser una persona. " L a
creación de sujetos de derecho implica el reconocimiento del 'derecho' como el 'sujeto'
activo que nos... da vida" (Hunt, 1985: 15). Sin embargo, la creación de sujetos de SUSAN S . S I L B E Y ***
derecho nuncaes en su totalidad producto del derecho del Estado. Se da a través de
complejas interacciones entre los actores del Estado y los particulares, mediante la
articulación de una visión del ser en la jurisprudencia, y la apropiación de tales visiones
en las relaciones sociales. Ver, por ejemplo, Hunt, id.
Es así como muchos de los usuarios de la asistencia pública luchan por resistirse a la
definición oficial de su subjetividad. Luchan por salvar su dignidad de la burocracia
impersonal en la cual se ven envueltos. Luchan por eludir las normas jurídicas que los
degradan, o por crear una imagen del derecho a través de la cual puedan expresar sus
puntos de vista sobre las normas. Sin embargo, para ellos, la lucha por eludir el derecho
o por encontrar en él un lugar significativo resulta a veces abrumadoramente difícil,
puesto que sus compromisos con la burocracia de la asistencia son permanentes, y los
diferenciales de poder dentro de esa burocracia son enormes. Ver Elman, 1966.
Nuestro sentido de ser personas puede provenir de ser atraídos a
una unidad social más amplia; nuestro sentido de personalidad puede
surgir mediante las maneras insignificantes en las que nos oponemos
a tal atracción. Nuestra posición está respaldada por las sólidas edifi-
caciones del mundo, mientras que nuestro sentido de identidad per-
sonal reside en las fisuras (Goffrnan, 1961: 320).
N o hay un único sitio del gran Rechazo, alma de la revuelta, fuente
de toda rebelión, ni ley pura de lo revolucionario. H a y más bien una
pluralidad de resistencias y cada una de ellas es un caso especial:.. .las
resistencias... están distribuidas de manera irregular; los puntos, los
nudos o los centros de resistencia están dispersos en el tiempo y el
espacio en densidades variables..., inflamando ciertos puntos del cuer-
po, ciertos momentos de la vida, cierto tipo de comportamiento... Así
como la red de relaciones de poder termina por formar una red más
densa que pasa a través de aparatos e instituciones, sin estar exacta-
mente localizada en ellos, el enjambre de puntos de resistencia atra-
viesa las estratificaciones sociales y las unidades individuales (Foucault,
1980a).

I. Introducción
E l presente ensayo comienza con la historia de la experiencia de una
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mujer con el derecho. Luego ubicamos esta historia de Millie Simpson entre
muchas que estamos recolectando como parte de un esfuerzo por descri-
bir variaciones en la conciencia jurídica, en la forma como las personas
comunes - y no los profesionales del derecho- comprenden el derecho y le
encuentran sentido. Sugerimos que esta comprensión cotidiana es un as-
pecto esencial de la vida y del poder del derecho. A continuación, revisa-
mos e interpretamos la historia de Millie Simpson como parte de lo que
James Scott denomina "la trascripción oculta" (1990: 202), actividades y
concepciones protegidas de la vista pública en situaciones y prácticas de
dominación. Estas transcripciones ocultas contienen formas de resisten-
cia que son "algo similar a los ritos de venganza ocultos, mediante los cua-
les los perseguidos dan rienda suelta a su rabia" (Eliot y Deronda, 1969,
citado por Scott, 1990: 1). E n nuestro proyecto, no sólo buscamos resis-
tencias enmascaradas al poder y a la dominación, sino también actos y acuer-
dos desarticulados y dados por sentado que legalizan el poder, y que
constituyen, a la vez, interacciones sociales habituales. Específicamente,
buscamos las representaciones del derecho dentro de estas transcripciones
ocultas. N o vemos el derecho como algo externo a la vida social, como algo
• mima tifien y suián S. 5llb«y CONFORMISMO, O P O S I C I Ó N Y RESISTENCIA.
UN E S T U D I O S O B R E C O N C I E N C I A J U R I D I C A

que actúa o sobre lo que se actúa; por el contrario, intentamos encontrar que solía estar en casa en las tardes. E s t a es la historia, tal como Millie se
los hilos del derecho y de la legalidad dentro del tejido de las vidas corrientes la contó a Judy, luego a C a r o l Richards, y luego a todos los que se la pre-
y de los acontecimientos cotidianos.
guntaron, incluyéndonos a nosotras.
Varios meses antes, durante un período de dos o tres semanas, Millie
II. Millie Simpson
había aparcado s u M e r c u r y 1984 frente al edificio de apartamentos donde
Durante cerca de nueve años, Millie Simpson viajaba todos los días
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vivía, y una de sus amigas la había llevado y traído del trabajo. Tenía poco
de lunes a viernes desde su apartamento en la sección South W a r d de
dinero en efectivo, y no disponía de dinero suficiente para pagar el seguro
N e w a r k hasta la mansión de estilo colonial de los Richards, de diez h a -
del auto; necesitaba tiempo para ahorrarlo, y no deseaba usar el auto mien-
bitaciones, en el suburbio de Short H i l l s , donde trabajaba como emplea-
tras no estuviese asegurado. U n a mañana temprano, llegó la policía y le
da doméstica. Aun cuando Millie no podía darse el lujo de tener un auto
entregó unos comparendos por abandonar el lugar de un accidente y por
último modelo, ni un mantenimiento mecánico confiable, un automóvil
tener un auto que no estaba amparado por el seguro. Millie no podía creer-
le era, sin embargo, esencial para desplazarse las diez millas de distancia
lo, y les explicó que no había estado usando el auto por no tener el seguro.
que debía recorrer para llegar a su trabajo y regresar a casa. Adicional-
De todas maneras, los comparendos le fueron entregados. Cuando la policía
mente, el auto era necesario para las tareas que desempeñaba para la fa-
partió, Millie estaba preocupada pensando que no investigarían lo que ella
milia Richards -traer el mercado, llevar la ropa a la lavandería y, en los
les había dicho. Comenzó a indagar por su cuenta y descubrió que el hijo
últimos años, conducir a los ancianos padres de Bob Richards cuando
de una de sus amigas, quien había estado viviendo en su casa, había toma-
necesitaban ir a la tienda, al salón de belleza y a la peluquería. Durante
esos nueve años, Millie había tenido varios autos usados y defectuosos, do las llaves del auto sin su autorización y había estrellado su auto contra
fabricados en Estados Unidos, quizás media docena de ellos. L a antigüe- otro que estaba aparcado detrás. Luego salió de paseo en el auto y regresó
dad y la lamentable condición de estos autos, los accidentes y los robos antes de que llegara la policía y de que Millie advirtiera que no estaba en
explican el cambio frecuente de autos por parte de Millie. Durante estos su lugar. E l auto estaba en el mismo sito donde Millie lo había dejado, pero
nueve años, hubo varias ocasiones en las cuales Millie no tuvo auto. E n - tenía una abolladura nueva en la parte de atrás.
tonces tomaba un tren desde Newark, o alguno de sus amigos la condu- Millie se presentó al juzgado en la fecha que aparecía en el comparen-
cía hasta la casa de los Richards y luego utilizaba uno de los autos de la do. E l juez le preguntó si deseaba declararse culpable; ella respondió que
familia para realizar las tareas que hemos mencionado. Algunos años atrás, no, que no era culpable. Millie pensó que el juez estaba sorprendido; le
dado que Millie tenía dificultades para encontrar u n auto a u n precio había preguntado si el auto estaba asegurado, y si había abandonado el l u -
razonable, los Richards le dieron uno de sus vehículos usados del que gar de u n accidente. E l l a admitió que el auto no estaba asegurado, pero
pensaban deshacerse. afirmó que no lo había estado conduciendo y que, por consiguiente, no
había estado involucrada en ningún accidente. Su auto había sido usado sin
A fines de octubre de 1989, Millie se dirigió a su trabajo en el tren de
autorización por el hijo de una amiga, y era el joven quien se había acci-
E r i e Lackawana, aseó la casa, y le dejó una nota a Carol Richards diciendo
dentado. Según Millie, el juez señaló en el alegato de Millie "inocente
que no podía conducir y que, por esta razón, le sería imposible hacer las
porque no estaba conduciendo el auto", y fijó otra fecha para la audiencia.
diligencias acostumbradas. C a r o l Richards y Millie habían descubierto que
E n este punto hay un desacuerdo entre el relato de Millie y el archivo ofi-
la manera más confiable de comunicación entre ellas era dejar notas en la
cial, donde se indica que Millie sí se declaró culpable. E l juez le preguntó
mesa de la cocina. L a s conversaciones personales o telefónicas eran poco
también si deseaba un defensor de oficio, y, después de llenar unos formu-
frecuentes. Carol salía a trabajar antes de que Millie llegara, y regresaba a
larios en otra oficina del juzgado, se le asignó un abogado. Pocas semanas
casa después de que Millie se había ido; nunca adoptaron la costumbre de
más tarde, sin haber recibido ninguna comunicación de su defensor públi-
hablar por teléfono, porque el número telefónico de Millie cambiaba a
co, Millie se presentó de nuevo en el juzgado, sin abogado. E l juez tenía
menudo y en ocasiones suspendían el servicio. Millie, sin embargo, habla-
un fajo de papeles en frente de él; Millie creyó que contenía la informa-
ba habitualmente con la hija menor de los Richards, Judy, una adolescente
ción que había suministrado anteriormente. Por esta razón, Millie no
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UN E S T U D I O SOBRE C O N C I E N C I A J U R I D I C A

explicó esta segunda vez, como lo había hecho antes, lo que le había suce- cia jurídica. E l término "conciencia jurídica" es usado por los científicos
dido a su auto. Sin ninguna discusión, sostiene, el juez la encontró culpa- sociales para referirse a las maneras como la gente da sentido al derecho y
ble, le dijo que su licencia de conducir sería suspendida por u n año, que a las instituciones jurídicas, esto es, a las concepciones que dan sentido a
debía pagar una multa de $300 dólares, y asistir a quince horas de servicio las experiencias y acciones de la gente . Específicamente, intentamos tra-
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comunitario. E l defensor de oficio llegó en ese momento, dice Millie, des- zar el mapa de las intersecciones de raza y clase con concepciones del de-
pués de que el juez había emitido su sentencia. recho y de las instituciones jurídicas . E n este caso, Millie Simpson es una
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Cuando su hija narró a Bob y a C a r o l Richards el relato de Millie, y mujer afronorteamericana que complementa su sueldo anual de $18.000
cuando obtuvieron los detalles acerca de lo que había sucedido con el auto, dólares como empleada doméstica con varios trabajos de tiempo parcial.
el hecho de que había sido el hijo de su amiga quien lo conducía, las accio- Sus empleadores, los Richards, son blancos. Bob Richards es el dueño de
nes y responsabilidad de Millie y la falta de compromiso del defensor de una compañía nacional de servicios que él fundó, y C a r o l Richards es una
oficio, los Richards decidieron llamar a un abogado para que les informa- académica de las ciencias de la salud y administradora. S u ingreso combi-
ra si podía hacer algo por Millie. Bob Richards refirió este asunto a la fir- nado es superior a los $350.000 dólares al año. Algunas de las personas que
ma de abogados que aconsejaba a la compañía donde trabajaba. U n o de los entrevistamos se han presentado ante juzgados penales de primera instan-
litigantes de esta firma se reunió con Millie. Después de investigar el esta- cia como lo hizo Millie, otros ante juzgados civiles para casos más graves,
do del caso en los archivos del juzgado, y descubrir que en ellos aparecía procesos de divorcio, demandas menores, o como jurados. Otros de los que
que Millie se había declarado culpable, el abogado David Stone presentó respondieron a esta investigación, sin embargo, nunca se presentaron como
una moción para abrir el caso de nuevo y retirar la declaración. Stone acu- parte de un proceso, como testigos o jurados. E l presentarse ante un juz-
dió luego al juzgado y atestiguó que Millie Simpson se había presentado gado o el tener experiencia jurídica formal es pertinente en la formación
pocas semanas antes, sin un abogado, y que aun cuando había afirmado que de la conciencia jurídica, mas no indispensable. Estamos interesadas en
comprendía lo que estaba ocurriendo, en realidad no entendía la gravedad describir las variedades de la conciencia jurídica de los ciudadanos, hayan
de los cargos, como tampoco las implicaciones de haber sido declarada tenido o no experiencias formales con estas instituciones.
culpable. Stone habló también con la oficina del fiscal, quien le dijo que
E l interés por la conciencia jurídica se deriva de nuestro empeño por en-
ellos no asumirían ninguna posición y estarían dispuestos a abrir de nuevo
tender el poder del derecho y su papel en las relaciones sociales. E n la vida
el caso si el juez lo autorizaba.
cotidiana, el término "derecho" denota una gran variedad de fenómenos. Puede
Cuatro o cinco semanas más tarde, Stone y Millie se presentaron de incluir el trabajo de la Corte Suprema, tanto como el de los juzgados y los tri-
nuevo ante el juez Tyler, el mismo juez que la había declarado culpable, y bunales de apelación del gobierno federal y estatal. Puede referirse también al
con quien se había reunido Stone para pedirle que abriera el caso otra vez. trabajo de otros profesionales del derecho, legisladores, funcionarios encar-
E n esta última presentación, Stone relató los hechos, los mismos hechos gados de la aplicación de la ley, agentes e inspectores. Para muchos, la ley evo-
que Millie había reportado desde un comienzo -que otra persona había ca imágenes de multas de tránsito, restricciones para el expendio de bebidas,
usado el auto, se había accidentado y había abandonado el lugar del acci- empresas criminales, reglamentos de votación e impuestos. Anidada dentro de
dente, pero que esta persona no era Millie Simpson. N o se llamó a ningún estas diversas imágenes, hay una persistente concepción del derecho como
testigo, no se presentó ninguna prueba que corroborara los hechos, y a instrumento o herramienta (Silbey y Bittner, 1982: 399), como un recurso dis-
Millie no se le pidió que atestiguara. E l juzgado la declaró inocente y reti- ponible para arreglar los asuntos sociales de una manera que puede trascen-
ró los cargos. Se le regresó la suma de la multa que había pagado y se le der el presente y predecir mejor el futuro . A l tratarse de un recurso disponible,
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habilitó de nuevo su licencia de conducir .3


el derecho puede cumplir una serie de funciones, desde el control social ruti-
nario y la solución de conflictos, hasta programas específicos de ingeniería
III. El estudio de la conciencia jurídica social. Sin embargo, cualesquiera que sean las funciones y disfunciones a cuyo
Millie Simpson es una de las 440 personas que hemos entrevistado en servicio está el derecho, a menudo reproduce normas, actividades y relaciones
Nueva Jersey como parte de un estudio sobre la diversidad de la concien- que existen con independencia del derecho. E n este sentido, el derecho es una
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recreación o reinstitucionalización específica de las relaciones sociales en un gen de la acción agregada de los individuos. L a tradición clásica liberal en
contexto más restringido, relativamente discontinuo y profesionalizado . 7 la teoría jurídica y política utiliza este concepto de conciencia. Según este
Sabemos que los usos del derecho llegan a definir su contenido . Pero el
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enfoque, " l a sociedad política es... una asociación de individuos autode-
dominio profesional del derecho, aunque a menudo esencial para acceder a terminados que concertan sus voluntades y reúnen su poder en el Estado
él, no describe plenamente su uso . Para conocer los usos del derecho no sólo
9 con fines de mutuo interés" (Wolff, 1965: 5). Según esto, la conciencia es
necesitamos saber cómo y quiénes lo usan, sino también cuándo y quiénes tanto razón como deseo. N o obstante, de acuerdo con la ideología liberal,
no lo usan . L a manera como el derecho es experimentado y entendido por
10 el deseo, que no se examina ni se explica, "es la parte motora, activa o prin-
los ciudadanos ordinarios cuando ellos deciden invocar el derecho, evitarlo cipal de la personalidad... L o que diferencia a unos hombres de otros no es
o confrontarlo es una parte esencial de la vida del derecho. que comprendan el mundo de una manera distinta, sino que desean diferentes
G r a n parte de la academia jurídica, tanto en la teoría del derecho como cosas, incluso cuando comparten la misma concepción del mundo" (Unger,
en las indagaciones empíricas de las ciencias sociales, no ha estado en ab- 1975: 39-40). E n este caso, la personalidad humana es independiente de la
soluto plenamente satisfecha con la capacidad que tiene esta concepción historia; el hombre puede y hace la historia.
instrumental del derecho - c o m o recurso disponible- de comprender a Siguiendo esta concepción "actitudinal" de la conciencia jurídica, gran
cabalidad el lugar del derecho en la sociedad. E n lugar de limitarse a ofre- parte de las ciencias sociales de la posguerra en Estados Unidos trataron
cer una técnica para servir y resolver exigencias particulares, los académi- de documentar la variación en las creencias, las actitudes y las acciones de
cos jurídicos y quienes usan el derecho como arma política, han reclamado sus ciudadanos como u n medio para explicar la forma de las instituciones
con frecuencia un propósito más elevado para el derecho". Mínimamente, políticas y jurídicas de su país. Irónicamente, a pesar de centrarse en la
tales posturas conciben el derecho como una forma de ordenamiento nor- capacidad de los deseos, las creencias y las actitudes individuales para m o l -
mativo: en otras palabras, como el marco de obligaciones y responsabili- dear el mundo, la investigación resultante no describe las variaciones i n -
dades atinentes a la ciudadanía. Desde esta perspectiva, hablamos de un dividuales sino un profundo consenso normativo de base amplia. A u n
sistema "jurídico" porque, como lo dijo Llewellyn hace casi medio siglo, cuando los ciudadanos expresaron un persistente escepticismo acerca de
el derecho hace "que nos movamos de maneras más o menos claras" . Aun 11 la equidad de las instituciones jurídicas, parecían estar comprometidos tanto
cuando parte esencial del derecho se refiere a los casos en los cuales éste es con la deseabilidad como con la posibilidad de realizar los ideales jurídi-
violado, el derecho más a menudo es acatado que violado. E n nuestra i n - cos de tratamiento equitativo y justo' . 5

vestigación, intentamos ver cómo el derecho nos hace movernos de ma- Recientemente Alan L i n d y T o m Tyler documentaron el apego de los
neras más o menos claras, y cuáles son estas maneras. Buscamos acceder al ciudadanos estadounidenses a estos mismos ideales de equidad y debido
significado del derecho en la vida de los ciudadanos corrientes - l a forma proceso, lo que se caracteriza ahora como justicia procedimental (1988) . 14

en que las transacciones y las relaciones habituales llegan a asumir o no un Tyler y L i n d demuestran que la gente evalúa sus experiencias jurídicas en
carácter jurídico, y los modos en que la forma de la vida cotidiana está términos de procesos y formas de interacción, y no en términos de los re-
moldeada por el derecho. L o s estudios sobre la cultura jurídica y la con- sultados de tales interacciones (Tyler, 1990). E n otras palabras, las actitu-
ciencia se ocupan de los problemas referentes al lugar y el significado del des acerca del derecho se correlacionan fuertemente con las opiniones
derecho en la vida de los ciudadanos corrientes. acerca de la equidad de los procedimientos utilizados por las autoridades
jurídicas, y no con el hecho de que la persona gane o pierda en ese proce-
A. La conciencia como actitud so. A las personas les importa tener autoridades neutrales y honestas, que
Algunos académicos conciben la conciencia como las ideas y las actitu- les permitan exponer sus puntos de vista y que las traten con dignidad y
des de los individuos que determinan la forma y la textura de la vida social. respeto (id., 138). E s t a investigación actitudinal sugiere que si "los po-
E n síntesis, esta concepción de la conciencia sugiere que grupos sociales seedores salen adelante" (Galanter, 1974: 95/71) es porque los ciudadanos
de todo tipo y tamaño (familias, grupos de compañeros, grupos de traba- valoran el procedimiento más que la sustancia. L a estructura estratificada
jo, corporaciones, comunidades, instituciones jurídicas y sociedades) sur- del sistema jurídico se apoya entonces en una "conciencia procedimental",
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representada en los compromisos ciudadanos con la equidad formal más sirven para fortalecer y legitimar la inequidad del ordenamiento económi-
que con la equidad sustantiva. co existente. L a equidad formal ejemplificada en el derecho al debido pro-
ceso suministra " u n marco estable y aparentemente neutral dentro del cual
B. La conciencia como epifenómeno pueden florecer los intereses de la clase burguesa en la acumulación y la
E n el otro extremo de este continuo de concepciones de la conciencia, maximización de las utilidades"; pero el debido proceso y la equidad for-
algunos académicos consideran la conciencia como un producto adicional mal también ayudan a convencer "a los desposeídos de que tienen el dere-
del funcionamiento de las estructuras sociales más que como un agente cho jurídico y, por ende, una real oportunidad de acceder a la burguesía"
formativo que moldee tales estructuras. Así, los académicos marxistas y (1973: 6). Balbus sostiene también que la forma específica del derecho l i -
estructuralistas argumentan que los individuos son sólo los portadores de beral reproduce las características esenciales del capitalismo en lo que de-
las relaciones sociales y, por consiguiente, son las relaciones sociales y no nomina la forma mercantil del derecho (1977: 571)- Sugiere que tanto en
los individuos aquello que constituye el objetos propio del análisis. el capitalismo como en el derecho liberal, los medios generalizados de sig-
Siguiendo esta perspectiva, algunos académicos consideran tanto el nificación e intercambio (por ejemplo, el dinero, los derechos individua-
derecho como la conciencia jurídica como epifenómenos; esto es, una es- les) se utilizan para oscurecer y distorsionar la variación dentro de estas
tructura económica determinada que produce el correspondiente ordena- categorías. Aun cuando este enfoque nos acerca a examinar cómo piensa
miento jurídico. Estos trabajos describen a menudo cómo las necesidades la gente y cómo utiliza las instituciones jurídicas, con excesiva frecuencia
de la producción y de la reproducción capitalista moldean el comportamien- este trabajo ha sido altamente teórico y abstracto, y difícil de relacionar con
to y la conciencia jurídicos. L o s estudios se centran en la producción y la observaciones de las prácticas y las instituciones jurídicas específicas.
práctica del derecho, en cómo se acomodan a los intereses de clase, y en la
estratificación y las inequidades que resultan de ello' .
5
C. La conciencia como práctica cultural
Las recientes investigaciones desde esta perspectiva estructuralista su- Hemos descubierto que cuando escuchamos las historias que nos cuenta
gieren que el ordenamiento jurídico se desarrolla en repuesta a conflictos la gente acerca de acontecimientos de su vida, de su vecindario, de adqui-
e inconsistencias generados por el modo capitalista de producción, y no rir y vender bienes, de tratar con funcionarios públicos en las escuelas, en
como un instrumento directo de intereses de clase específicos. "Para legi- las agencias locales del gobierno y en las registradurías, éstas revelan una
timar las inconsistencias y la irracionalidad nacidas de la contradicción de complejidad que desmiente ambas concepciones. Así, en lugar de adoptar
la economía, el ordenamiento jurídico construye mitos, crea instituciones una de las posiciones anteriormente descritas, concebimos la conciencia
de represión e intenta armonizar la explotación con la libertad, la expro- como parte de un proceso recíproco en el que los significados que los i n -
piación con la elección, los acuerdos contractuales intrínsecamente dividuos le confieren al mundo - y al derecho y a las instituciones jurídi-
inequitativos con una ideología del libre albedrío" (Chambliss y Seidman, cas, como parte de ese mundo- se repiten, forman patrones y se estabilizan;
1982). N o obstante, incluso dentro de esta formulación más compleja, el
y estas estructuras institucionalizadas llegan a hacer parte de los sistemas
derecho y la conciencia jurídica siguen siendo productos y no productores
de significado utilizados por los individuos (Giddens, 1987). Entendemos
de las relaciones sociales .
que la conciencia se forma dentro de las acciones sociales y es modificada
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U n a posición alternativa dentro de la tradición estructuralista conside- por ellas (Marshall, 1983:63, 288). E s , entonces, "menos una actitud mental
ra la conciencia jurídica como una de las maneras en que las organizacio- incorpórea, que un conjunto de prácticas y repertorios más amplio"
nes sociales producen los medios para autorizarse, apoyarse y reproducirse. (Fantasía, 1988:12), inventarios que están disponibles para la investigación
A l centrarse en la función legitimadora del derecho, la investigación des- empírica (Swidler, 1986: 273; Bourdieu, 1977).
cribe cómo el derecho le ayuda a la gente a ver sus mundos, público y pri- Concebida de esta manera, la conciencia no es fija, estable, unitaria ni
vado, como algo natural y no como algo construido a través de la interacción consistente. Por el contrario, consideramos la conciencia jurídica como algo
social' . Balbus, por ejemplo, argumenta que los rasgos del derecho libe-
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local, contextual, pluralista, llena de conflictos y contradicciones. L a s ideas,
ral, tales como las pretensiones altamente valoradas de equidad formal, las interpretaciones, las acciones y las formas de actuar que colectivamen-
Patricia Ewlck y Susan $. Sllbey C O N F O R M I S M O , O P O S I C I Ó N Y ftESISTtNCIM:
UN E S T U D I O S O B R E C O N C I E N C I A JURIDICA

te representan la conciencia jurídica de una persona pueden variar con el que son maniobras dentro de un terreno organizado e impuesto por "un
tiempo (para reflejar el aprendizaje y la experiencia), o con las interacciones poder ajeno" (id.). P o r oposición a las tácticas, las prácticas estratégicas,
(para reflejar diferentes objetos, relaciones o propósitos). E n la medida en tales como las de los tribunales y las del derecho, reclaman para sí un lugar
que la conciencia emerge en la práctica social y es forjada en y al rededor autónomo propio, un propre. Desprovistas de un lugar semejante, las prác-
de acontecimientos e interacciones localizados (la disputa con un vecino, ticas tácticas se encuentran en enorme desventaja. U n a táctica:
un caso penal, un plomero que pareció trabajar pocas horas, pero cobró Por consiguiente, no tiene la opción de planear una estrategia ge-
muchas), una persona puede expresar, a través de palabras o de acciones, neral, ni de ver al adversario en su conjunto dentro de un espacio dis-
una conciencia plurifacética, contradictoria y variable. tintivo, visible y objetivable. Opera en acciones aisladas, golpe a golpe.
A u n cuando la conciencia jurídica pueda ser, según esta perspectiva, Aprovecha las "oportunidades" y depende de ellas, al no poseer una
emergente, compleja y móvil, tiene, sin embargo, forma y patrones. Las base sobre la que pueda acumular sus ganancias, construir su propia
posibles variaciones de la conciencia jurídica están circunscritas situacional posición y planear ataques sorpresivos. No puede conservar lo que
y organizacionalmente. E n lugar de hablar acerca del significado como un gana... Debe hacer uso vigilante de las fisuras... en la vigilancia de
proceso individualizado, resaltamos el hecho de que hay, dentro de cual- los poderes de propiedad. Pesca en ellos. Crea sorpresas en ellos... Es
quier situación o contexto, sólo un número limitado de interpretaciones una treta engañosa (id.).
disponibles para conferir sentido a las cosas y a los acontecimientos.
Análogamente, el acceso y la experiencia dentro de las situaciones de las A pesar de ser oportunistas y transitorios, los compromisos tácticos con
cuales surgen las interpretaciones está disponible diferenciadamente. Aquí, tales poderes institucionales son elementos cruciales de conciencia, aun-
la atención sobre la conciencia enfatiza su construcción colectiva y las res-
que a menudo se ignoren. C o m o lo observa Erving Goffman, " e l sentido
tricciones que operan en cualquier contexto o comunidad determinados,
de ser una persona puede provenir de sentirse atraído por una unidad so-
así como el trabajo del sujeto en la elaboración de interpretaciones y la
cial más amplia; nuestro sentido de personalidad... [no obstante], surge de
asignación de significados.
las maneras insignificantes en que nos resistimos a esa atracción. Nuestra
L a historia de Millie Simpson, tal como nos la narró, y a medida que posición está respaldada por las edificaciones sólidas del mundo, mientras
investigamos más sobre ella al entrevistar a sus empleadores y al abogado que nuestro sentido de identidad personal reside a menudo en las fisuras"
que la representó en su apelación, ilustra el carácter complejo y diverso de (1961: 320). L a conciencia jurídica de Millie surge del juego de estrategia
la conciencia jurídica. L a historia de Millie ilustra también el poder de la y táctica, poder y resistencia.
autoridad institucionalizada y las limitaciones y las oportunidades que tal
autoridad ofrece para la construcción de la conciencia jurídica. C o n el trans- IV. Retomando a Millie Simpson
curso del tiempo, implicada en diferentes tipos de interacciones y con di- Cuando Millie nos describió su experiencia, inicialmente nos impresio-
ferentes actores, Millie siguió caminos más o menos claros, tal como se lo nó la forma en que aceptó las interpretaciones y acató las instrucciones de
indicó el derecho. E n ocasiones, sin embargo, se desvió de estos caminos.
cada uno de los actores jurídicos que interactuaron con ella. Aun cuando sabía
Ella llevó al juzgado ciertas disposiciones, implicaciones prácticas y rela-
que no era culpable de conducir un auto sin seguro, ni de haber abandona-
ciones particulares, que aparecen todas en su narrativa y son indispensa-
do el lugar de un accidente, cumplió diligentemente con las obligaciones que
bles para comprender los acontecimientos tal como los experimentó.
le imponían los comparendos, aceptó su culpabilidad jurídica y de inmedia-
Anidadas en el recuento de Millie, hay historias de acatamiento, resisten-
to asumió la responsabilidad de las penas que le impuso el juzgado, dispo-
cia y oposición.
niéndose a pagar la multa y a trabajar en el servicio a la comunidad.
Según Michel de Certeau, las prácticas cotidianas se dan por lo general L a intervención de Millie la primera vez que se presentó ante el juzga-
dentro del "espacio del otro" (1987), esto es, en los sitios, las reglas, los do estuvo conforme con el libreto radicado en el juzgado. Cuando fue i n -
vocabularios, las clasificaciones y los discursos de las instituciones. L a s terrogada, negó haber abandonado la escena del accidente y se lo explicó
prácticas cotidianas pueden ser concebidas como tácticas en la medida en
al juez:
Patricia Ewlck y Susan S. Sllbey C O N F O R M I S M O , O P O S I C I Ó N Y R E S I S T E N 11 A :
UN E S T U D I O SOBRE C O N C I E N C I A J U R I D I C A

Luego me presenté en el juzgado y el juez me preguntó si me de- tas dos ocasiones distintas. L o s modos espacializados del conocimiento
claraba culpable. Yo no soy culpable. Luego me dijo, "¿su auto no tiene abstrajeron a los actores de sus interacciones continuas y los fijaron en r e -
seguro?" M i auto no tenía ningún seguro, entonces dije, " M e declaro presentaciones, momentos y actuaciones estáticas e impersonales. E l dra-
culpable". Entonces le estaba explicando lo que había ocurrido, pero ma creado por el juzgado -los significados y las interpretaciones, tanto de
él descubrió que yo no estaba conduciendo el auto.... "Está bien, los acontecimientos como de la identidad jurídica de M i l l i e - fue derivado
h u m . . . , no puedo escribir culpable porque usted no estaba conducien- de su posición en criterios, formas y registros impersonales, o más exacta-
do el auto, ¿verdad?" Entonces me dijo, "anotaré inocente y fijaré otra mente de su yuxtaposición a ellos, y no del contexto y la experiencia de
fecha para que regrese'" . 8
interacciones y relaciones continuadas. L a interacción humana que Millie
creyó que sería concretada en el texto fue más bien anulada por él.
Millie supuso que el juez había sido persuadido por su relato cuando Para Millie, la espacialización de su historia en la forma del texto tam-
pareció registrar su explicación, designar un defensor de oficio y fijar una bién le confirió autoridad. Durante nueve años, Millie había recibido ins-
fecha para la segunda audiencia. Su participación en la primera presenta- trucciones escritas de parte de su empleadora: qué compras debía hacer,
ción ante el juzgado fue oral y oportuna, pero en su opinión, fue transfor- qué habitaciones debía asear, a quién debía conducir. Todas sus funciones
mada y distorsionada cuando se registró de otra manera. E l l a creyó que su como ama de llaves eran registradas diariamente en las notas que le deja-
explicación había entrado a formar parte del territorio institucionalizado ban sobre la mesa de la cocina. Estas instrucciones daban forma, conteni-
del juzgado. E l texto escrito, espacio colonizador, después de todo, do y dirección al día de Millie. A l llegar cada mañana, sencillamente hacía
concretiza y hace a la vez visibles y permanentes las fugaces y transitorias lo que decía la nota de papel. L o mismo sucedería, pensó, con el juez. Millie
intervenciones. A l ocupar un papel, Millie creyó que podía entrar al ámbi- describió acontecimientos yuxtapuestos, afirmaciones, incluso acciones
to del poder estratégico. S u caso, tal como ella acertadamente lo entendió, observadas, en un mundo donde estaban conspicuamente ausentes la ac-
fue espacializado y hecho visible: registrado, archivado y rotulado. Creía ción y la voluntad humanas. L a percepción de Millie del juzgado y del juez
que esta versión física de su historia provocaría el recuerdo del juez cuan- reflejaba su propia experiencia del mundo: un espacio en el cual las cosas
do él leyera "el texto". "Cuando se va a un juzgado", dijo Millie, "lo re- le ocurrían a la gente, y no uno en el que la gente hace las cosas. Incluso el
cuerdan a uno; usted sabe, no hace mucho tiempo que estuve allí. N o me juez, en palabras de Millie, "sólo tenía que leer el texto y hacer lo que de-
ausenté por tanto tiempo; usted sabe, muchos lo recordarán porque leye- cía allí". Continuidad, causa y efecto estaban ausentes. E s t o no se debe, sin
ron el texto". embargo, a que Millie no reconociera un ámbito moral, un todo estructu-
Siendo una extraña, sin experiencia en los caminos de lo "propio", Millie ral, como tampoco a que fuese inmune a la acción. Para Millie, el princi-
supuso que su segunda presentación ante el juzgado sería una continua- pal principio ordenador era tan evidente, tan necesario, tan presente, que
ción de la primera. Así, cuando regresó al juzgado, pensó que no era nece- no requería ninguna articulación. Para ella, el orden de las cosas, el poder
sario repetir lo que ya había dicho al mencionar los mismos detalles acerca del Estado, la comodidad y facilidad con la cual la gente blanca negociaba
de que no era ella quien conducía el auto, ni había abandonado el lugar estas cosas, simplemente estaba ahí; no era necesario formularla. Para
del accidente, hechos que había relatado en la audiencia anterior. " N o les Millie, las cosas sencillamente sucedían dentro de este terreno; no necesi-
relaté la historia porque él, él tenía el texto allí ante sus ojos. Supuse..., taban ser explicadas.
supuse que él sabía cómo eran las cosas". Durante nuestras entrevistas, Millie expresó por primera vez su escep-
D e hecho, en lugar de la continuidad que ofrece la interacción compar- ticismo respecto a la primera presentación ante el juzgado: "Algunos de ellos
tida y la memoria, las interacciones de Millie con el juzgado, al estar en- probablemente ni siquiera leyeron el texto, sólo leyeron lo que necesita-
carnadas en "el texto", en un espacio físico y no temporal, se transformaron ban leer para saber por qué estaba allí... E l segundo juez actuó como si ni
en dos puntos diferentes e inconexos: la primera presentación ante el juz- siquiera supiera por qué había regresado, ustedes saben". E n este punto,
gado, y la segunda. L a s reglas, las clasificaciones y los procedimientos Millie reconoció las limitaciones del texto escrito para ordenar y organi-
operativos del juzgado homogeneizaron el tiempo y lo congelaron en es- zar las interacciones humanas, así como las oportunidades que tales limi-
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taciones ofrecían para la acción humana. Entró al terreno del juzgado que se le impuso, pero lo hizo sin tener que soportar su pleno peso. Aminoró
atemorizada y confusa, dijo, momentáneamente encandilada por este or- el poder del derecho sin enfrentarse a él. L o "evitó" sin abandonarlo.
den "ajeno" pero poderoso. Esperaba salir rápidamente; salió, dijo, de- Pero la historia de Millie no termina con su resistencia táctica a la apa-
cepcionada pero de alguna manera con más experiencia en los caminos rente victoria del juzgado. Millie regresó al juzgado varias semanas más
de lo "propio". tarde, esta vez con un abogado local experimentado en estrategias jurídi-
Anidada en el recuento de Millie de conformidad y aceptación, está tam- cas formales y locales. Ahora, protegida por la armadura de la ayuda de los
bién la historia de la resistencia. L a resignación y la sumisión ante la ley Richards, Millie regresó para desafiar al juzgado en sus propios términos,
fue negada por una maniobra táctica del tipo que describe D e Certeau. A l dentro del espacio del derecho. Parte de este desafío implicaba definir y
hablarnos de cómo organizó su servicio a la comunidad, requerido como caracterizar de nuevo las personas y los acontecimientos que Millie había
una de las tres penas por condena en los dos cargos en su contra, Millie relatado antes con sus propias palabras. L a s historias se convirtieron en
hizo una pausa, rió, y nos dijo, como apelando a nuestra complicidad, que testimonios; un préstamo no autorizado se convirtió en hurto, y un tardío
le había sugerido al funcionario del juzgado que podía trabajar en una iglesia abogado de oficio se convirtió en una condena sin el beneficio de una de-
donde había estado prestando servicios voluntarios desde hacía varios años. fensa. E l relato de Millie acerca de cómo el hijo de una amiga había usado
" L o hago de todas maneras (risitas). L o hago de todas maneras, ¿Ven? su auto sin su autorización se transformó, en el recuento del abogado Stone,
Entonces no era ningún problema, ustedes saben; así que él firmó el texto en u n testimonio ante el juzgado acerca del hurto de un auto. U n malen-
y dijo que estaba bien que lo hiciera, ustedes saben, que trabajara allí, pero tendido se convierte en un crimen. Millie es identificada, no como una
yo lo hago de todas maneras". madre cuyo huésped ha entendido mal su hospitalidad, sino como una víc-
Al sugerir este trabajo como cumplimiento de su obligación jurídica de tima del crimen. E l hecho de que el abogado de oficio se haya presentado
prestar un servicio a la comunidad, Millie introdujo con éxito su mentira tarde a la audiencia de Millie dejó de ser una confusión y una falta de pun-
en el espacio del derecho y, al hacerlo, desvió por un momento la trayec- tualidad en la apelación ante el juzgado, y se convirtió en evidencia de que
toria del poder. Combinó elementos heterogéneos de su biografía -devo- no se había dado el debido proceso y en justificación para un nuevo juicio.
ta de su iglesia, voluntaria, acusada- para crear y aprovechar la oportunidad Estas intervenciones movilizaron y a la vez se basaron en construccio-
de entrar en el espacio del derecho, haciéndolo "habitable" ( D e Certeau, nes jurídicas cuidadosamente diseñadas para lograr objetivos instrumentales
1987). E s más, su victoria fue más que transitoria. C o m o Millie se tomó el específicos. Menos preocupado por la rectitud moral, la biografía, la iden-
trabajo de señalar, "él firmó el texto". Así, con su treta, tuvo éxito allí donde tidad o la sensibilidad, el desafío de Millie se articuló entonces explícita-
antes había fracasado, para infiltrar el texto dominante. mente dentro del espacio discursivo del derecho. E n un compromiso
E n la trascripción de nuestra entrevista con Millie hay un segundo público y una victoria oficial, y no en el placer privado de su resistencia.
momento especial de risa y placer. Millie nos describió cómo había burla- Aun cuando evidentemente de mayor trascendencia que sus tácticas ante-
do la ley; descubrió uno de aquellos puntos institucionales vulnerables, una riores de resistencia, Millie pareció mitificada por y, a la vez, casi indife-
de aquellas fisuras a las que se refiere Goffman (1961: 320). Cuando se rente ante la batalla luchada en su nombre:
disponía a salir del juzgado, mientras organizaba el cronograma para el pago M e reuní con él allá y aguardé a que me llamaran y, ah, me llama-
de las multas y para el servicio comunitario, a Millie no se le pidió que ron y yo me acerqué a la mesa. Y ni siquiera sé lo que dijo el juez, no
entregara su licencia de conducir. Salió del juzgado con la licencia en la podía siquiera entender lo que decía. Y el abogado me lo dijo, dijo
mano. Concluyó que, aunque había sido condenada, habían olvidado apli- "Está bien, ya está, todo terminó". Yo me encontraba allí y ni siquie-
car esta pena. Puesto que tenía la licencia, creía que podía continuar con- ra.... ni siquiera sabía de qué estaba hablando.
duciendo, pero, nos dijo, optó por no hacerlo. Millie concretó su visión de
ser una buena mujer y una buena ciudadana, aun cuando el juzgado hubie- Para los Richards, y para muchas de aquellas personas que están habi-
ra decidido otra cosa. tuadas a disputarse dentro del espacio del derecho, el contacto con lo jurí-
E n estos dos casos, Millie se sometió a la autoridad de la ley y aceptó la carga dico se asume desde un sentido de rutina y acreditación, quizá solamente
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como una entre varias experiencias utilizadas para establecer la posición tó; era igual a los que se ven en la televisión. Así era como debían ser las co-
social, defender la personalidad y construir identidad. E l desafío de Millie sas. E l l a lo reconoció así y procedió de acuerdo con eso.
dependió, al final, de su acceso a la experiencia y a los recursos financieros Pero la experiencia de Millie no es sólo una experiencia de conformis-
de los Richards. A l actuar como sus patrones, Bob y C a r o l Richards ex- mo; también comprometió el terreno jurídico y desafió sus reglas. Aquí, Millie
tendieron el alcance de su participación rutinaria y estratégica en un mer- se rehusó a aceptar la decisión jurídica y movilizó recursos extrajurídicos para
cado de transacciones segmentadas, funcionales y mercantilizadas para desafiarla con éxito. Millie Simpson ganó su apelación a pesar de las protec-
incluir en ellas a Millie. ciones al debido proceso, y no gracias a ellas. L o s procesos jurídicos pue-
Así, al depender de su posición subordinada en un ámbito, Millie consi- den haber reivindicado a Millie, pero su reivindicación no dependió de su
guió escapar a su subordinación en otro. E l que Millie pudiera desafiar con posición como ciudadana y de los derechos universales presuntamente
éxito la ley hace de la suya una historia atípica. E l reto tenía como premisa garantizados por tal posición. Por el contrario, la reivindicación de Millie
su relación particular con un empleador relativamente poderoso. Para la dependió de su participación en una aproximación al ordenamiento feudal
mayoría de las personas desprovistas de poder o de posición social, la única al que el derecho liberal se ha opuesto históricamente. C a r o l Richards nos
alternativa al conformismo es la resistencia: la caza furtiva, la apropiación o comentó que se trataba "de la historia típica del racismo estadounidense.
el silencio. Para obtener justicia, la mujer pobre y negra necesita una mujer rica y blan-
ca". Según esta versión, la historia termina con la reinscripción de Millie
V. Conclusión en u n sistema de dominación para el cual el derecho no ofrece salida.
L a historia de Millie Simpson revela el carácter múltiple y contingente Desde otra perspectiva, la historia de Millie no es una de subordinación
de la conciencia jurídica. Forjada en el juego entre opción y restricción, la total ni de desafío. E s también una historia de resistencia. Foucault usa la
conciencia jurídica de Millie refleja a la vez las estrategias institucionalizadas palabra "esquivar", u n término de la esgrima que significa eludir o ama-
practicadas por el juzgado y las resistencias tácticas de Millie. Su raza, su gar, para describir formas de resistencia similares a las de Millie. Estas tác-
clase y su género, expresados en los elementos específicos de su biografía, ticas son una especie de antidisciplina que, al igual que el poder disciplinario
moldearon su experiencia con el juzgado y permitieron esas formas espe- al que se oponen, son dispersas y están distribuidas de manera invisible en
cíficas de conciencia. Su conformismo, incluyendo su fe en el papel y su la vida cotidiana. Evasiones, tretas y amagos como éstos rara vez dejan una
deferencia hacia él, hizo eco en su experiencia como empleada doméstica, impronta estructural. N i el derecho ni las prácticas judiciales de Nueva
en la cual diariamente recibía y seguía instrucciones escritas. S u evasión Jersey se modificaron ni fueron afectadas por las tácticas evasivas de Millie.
táctica dependió del hecho de ser miembro de una iglesia y de su historia Sin embargo, éstas no fueron intrascendentes. Pues con la finta exitosa, la
como voluntaria. Su desafío fue condicionado por su relación de depen- espada también yerra su objetivo, y tampoco ella deja una impronta. P o r
dencia de sus empleadores, más experimentados y ricos. un momento, gracias al azar y al engaño, desde el punto de vista de Millie,
Al hacer énfasis en el conformismo de Millie, su relato puede ser leído el poder se volvió impotente. Millie obtuvo un inmenso placer del engaño
como una ilustración del poder hegemónico del derecho. L a historia de Millie del que hizo objeto al juzgado. A u n cuando estaba relativamente distan-
revela su sometimiento y su deferencia al abrumador poder de los procesos ciada del desafío jurídico organizado por el abogado Stone, Millie Simpson
jurídicos institucionalizados. A l entrar al juzgado, Millie creía en el proceso. se sentía triunfante en la victoria privada que había ganado dentro de las
Siguió sus reglas y acató sus procedimientos. Nunca faltó a una citación del fisuras de la institucionalidad.
juzgado y siempre llegó a tiempo. E l sistema parecía funcionar, como se lo E l hecho de que las resistencias tácticas, como la de Millie Simpson, sean
habían dicho algunos amigos con quienes había hablado. E l l o s le habían victorias fugaces y transitorias de los desposeídos, y no sean creadas por
narrado la larga espera, la alta tarima detrás de la cual estaba el juez, cómo el ellos sino que dependan de las oportunidades que se les presentan, signifi-
juzgado estaba lleno de gente que se paseaba mientras que los acusados ca que a menudo se ignoran por considerarse triviales y provistas de poca,
ocupaban su lugar en la parte posterior de la sala, y cómo la policía tenía un si acaso alguna, importancia política. N o obstante, ignorar la resistencia
espacio asignado dentro del juzgado. E r a un juzgado corriente, nos comen- táctica con base en su intrascendencia política es transformar una serie de
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interrogantes empíricos acerca de las relaciones entre resistencia y cam-


NOTAS
bio social en un presupuesto teórico. C o m o lo han observado Milovanovic
* Tomado de 26 New England Law Review (1992).
y T h o m a s en relación con los esfuerzos frecuentemente rutiles de los abo-
** Departamento de Sociología, Clark University, Worcester, Massachusetts.
gados carcelarios, "precisamente el asunto de pasar de ser una práctica *** Departamento de Sociología, Wellesley College, Wellesley, Massachusetts.
mundana a convertirse en una práctica rebelde es un algo empírico, y es 1 L a investigación para este trabajo fue parcialmente financiada por el State Justice
posible que las consecuencias de un acto sean visibles únicamente en un Institute, SJI-89-12R-A-061, Clark University y Wellesley College. Las autoras desean
futuro" (1989: 48, 57). Examinar estos interrogantes empíricos exige re- agradecer a Elizabeth Shuster por su excelente labor como asistente de investigación; a
conocer las prácticas a menudo invisibles y no reconocidas de los débiles Lee Cuba, Tom Cushman, Chrisnne Harrington, Jack Katz, Alma Merians, Frank
Munger, David Nelken, Tamar Pitch, Austin Sarat, Alison Young y a los miembros del
contra los fuertes. L a resistencia, en la medida en que constituye formas
Seminario de Amherst por sus comentarios y apoyo.
de conciencia, maneras de operar y de hacer, puede prefigurarle desafíos
Los nombres de los personajes han sido cambiados para proteger su identidad; los
mayores y estratégicos al poder. A través de los compromisos cotidianos
2

nombres de los lugares, vecindarios y ciudades son reales.


con el poder, las personas identifican las fisuras y los puntos vulnerables
3 Vale la pena mencionar que Stone se había desempeñado como fiscal en este
de instituciones como el derecho. Tomar conciencia de estas aperturas
mismo juzgado durante varios años antes de dedicarse a la práctica privada, y conocía
puede ser u n anticipo necesario, aun cuando no suficiente, de la resisten- bien al juez Tyler. Stone cree que su relación anterior con el juez Tyler ayudó a que el
cia política' .9
proceso avanzara sin dificultades y a que se aceptara la apelación. Sin embargo, cree que
el resultado habría sido el mismo con independencia de quién fuera el abogado de Millie,
Cada una de estas lecturas de la historia de Millie Simpson hace parte
siempre y cuando tuviera un abogado.
del proyecto de describir las relaciones sociales de poder. E n lugar de una
Weber (1947) identifica "el complejo significativo subjetivo de la acción" como el
4

celebración sentimental de la debilidad, el prestar una seria atención a las objeto de la sociología. Describe la interpretación subjetiva de la acción como un
tácticas de la resistencia, a las bases del conformismo, a la movilización de esfuerzo por entender la conducta humana en términos de "los conceptos de las
la oposición, permite una descripción más completa del poder. L a s formas entidades colectivas" (id.). Estos conceptos se encuentran, según él, "tanto en el sentido
de conciencia de Millie surgieron del poder institucional contra el cual común como en la juridicidad y en otras formas técnicas de pensamiento..." (id.).
actuaba; los relatos de conformismo, oposición y resistencia exponen las Incluso lo que Weber encuentra significativo es el carácter dual de acción/conciencia en
el que los pensamientos o conceptos "tienen un significado en las mentes de personas
técnicas del poder. C o n independencia de su importancia política, estas
individuales, en parte como algo que existe realmente y en parte como algo que posee
"transcripciones ocultas", estas "narraciones de los marginados" ( D e autoridad normativa" (id.). Para Weber, las ideas son reales y poderosas. Los actores se
Certeau, 1987) se destacan como importantes por derecho propio. N o s orientan hacia los demás y hacia las entidades colectivas en términos de estas ideas,
recuerdan que "nuestra actividad cotidiana práctica contiene una compren- conceptos o conciencia. Weber sugiere, por ejemplo, que "la 'existencia' de un Estado
sión del mundo-subyugada, tal vez, pero presente" (Hartsock, 1990:172). moderno... consiste en el hecho de que la acción de diversos individuos se orienta a la
L a s variaciones identificables en la conciencia jurídica representan las ex- creencia de que existe o que debería existir..." (id.). Más recientemente, Roger
Cotterrell sostiene también que "el estudio sociológico del derecho se ocupa
periencias ambivalentes y cambiantes y las concepciones que tienen hom-
principalmente de la influencia de ideas de acción" (1984), pero especialmente de "ideas
bres y mujeres a medida que se mueven en las instituciones legales y otros
expresadas en la dogmática jurídica o presupuestas en ella" (id.). Sin embargo, prosigue,
espacios de poder. C o m o lo ilustra la historia de Millie, los momentos de la sociología no puede tratar a estas ideas jurídica como dadas, sino "que debe tratar de
resistencia son a menudo las partes más memorables de la travesía. Igno- comprender sus orígenes en las prácticas sociales y ... en el 'sentido común'" (id.). Para
rar las tácticas de Millie por ser transitorias y privadas es reinstaurar las un análisis y una crítica de la obra de Cotterrell, ver Silbey, 1991: 809.
relaciones de poder a las que se oponen. Desconocer estas intervenciones ^ E n su mayoría, los estudios empíricos sobre la conciencia jurídica se han ocupado
de ciudadanos blancos de clase media y trabajadora. Ver Greenhouse, 1986; Merry, 1990;
es negar su significado dentro de la biografía particular de Millie y su rela-
Engel, 1983: 803; 1984: 551; Merry y Silbey, 1984: 151; Yngvesson, 1988: 409. Aun
ción con el d erecho, la iglesia y su empleador. Desconocer estas fintas y
cuando algunos de los estudios sobre la conciencia jurídica se han centrado en asuntos
tretas momentáneas es negar las dimensiones de la identidad de Millie, importantes para los ciudadanos de color (ver, por ejemplo, Bumiller, 1988; Sarat 1990:
forjada en las fisuras del derecho. 343/219, rara vez han hecho comparaciones sistemáticas entre grupos raciales y étnicos.
Ver también Friedman, 1985; Tyler, 1990; White, L., 1990: 1.
Patricia Ewlck y Susan S. Silbey

atributo del propósito, el derecho es impensable; sin el atributo del efecto, no puede
E n el proyecto más amplio del que proviene este ensayo, hemos podido delimitar decirse que el derecho 'prevalezca' en una cultura, que tenga 'ser' en ella". "Pero hay
mejor las relaciones entre raza, clase y conciencia de lo que puede hacerse respecto de un más en el derecho que regulación y prevención deliberadas y en gran medida efectivas.
solo caso. Según el análisis preliminar realizado de las entrevistas completas (440), E l derecho tiene la peculiar tarea de ordenar el desorden social existente. E l derecho,
hemos aproximado la composición racial de cuatro condados de Nueva Jersey: uno por consiguiente, existe también para los casos de violaciones del derecho..." (id.).
primordialmente blanco, uno con la mayor concentración de hispanos, y dos condados 1 3 Para una revisión de estas publicaciones, ver Sarat, 1977: 427.
racialmente mezclados (37% no blancos, 20% no blancos). 1 4 Ver también Thibaut y Walker, 1975; Sheppard, 1985: 953; Lerner y Whitehead,
6 Ver, por ejemplo, Chayes, 1959: 31,32; Fried, 1981. Estos autores hacen énfasis en
1980: 219.
la creación corporativa de la obligación mutua a través del derecho. No obstante, la
capacidad quetienenlas formas jurídicas de comprometer el futuro depende de su 1 5 Kolko, 1963; 1965; Linebaugh, 1975: 65; 1981: 76; Pearce, 1976; Wallace y
habilidad para apelar a la fuerza organizada del Estado. Para discusiones acerca de las Humphries, 1981: 140; Whitt, 1982; Barnett, 1979: 171; Chambliss, 1964: 67; Harring,
relaciones entre el derecho y el uso de la fuerza en los grupos sociales, ver American Banana 1977: 873.
Co. versas UnitedFruit Co., 213 U.S. 347, 356-57 (1909) (Holmes, J.); Weber, 1966; 1968; Algunas de estas publicaciones se han centrado en la "falsa conciencia", o
1 6

Holmes et al., 1941: 212. Hay un amplio volumen de publicaciones donde se distingue el incapacidad de los sujetos, especialmente de los miembros de la clase trabajadora, de
concepto de derecho como un cuerpo de reglas garantizado por la fuerza, del concepto del percibir sus verdaderos intereses o reconocer intereses opuestos. Cf. Hunt, 1984-85: 11;
derecho como un cuerpo de reglas sobre la fuerza. Ver Olivecrona, 1971; Kelsen, 1990; Balbus, 1971: 151.
Ross, 1959. Ver también Hart, 1990, donde sostiene que la fuerza como coerción es un Ver Gabel, 1980: 25; Genovese, 1976; Sumner, 1979; Rifkin, 1980: 83.
1 7

medio para la realización del derecho, y no un rasgo esencial del concepto de derecho , 8 Las citas están tomadas de transcripciones de las entrevistas realizadas en 1991
como tal. Si el derecho no es un cuerpo de reglas garantizadas por la fuerza, sino un cuerpo para el proyecto dirigido por Silbey y Ewick, cuyo título era "Varieties of Legal
de reglas acerca de la fuerza o reglas que gobiernan la coerción, como lo argumenta Consciousness: The Place of Law in the Lives of Ordinary Americans", transcripciones
Kelsen, Olivercrone y Ross, la sencillez y la elegancia de la formulación que logran parece
inéditas que se conservan en los archivos de P. Ewick y S. Silbey.
eludir los problemas recurrentes de teoría jurídica y eleva la idea del derecho como
1 9 James Scott sugiere que "Prestar cuidadosa atención a los actos políticos
regulación de la fuerza a una posición especial. U n argumento conciso y persuasivo en
disfrazados u ocultos nos ayuda a trazar el mapa del ámbito de posibles desacuerdos. E n
favor del derecho como sistema de reglas acerca de la fuerza se encuentra en Bobbio, 1965:
estos casos, creo, encontraremos por lo general las bases sociales y normativas de formas
321. Para una discusión relacionada con lo anterior, ver Cover, 1986: 1601.
prácticas de resistencia (lo que los maestros, por ejemplo, llaman rehuir, robo y escape de
Ver Bohanon, 1965: 33.
los esclavos), así como los valores que podrían, si se dan las condiciones apropiadas,
7

Para los manifiestos "canónicos" de esta posición, ver Llewellyn, 1960; Levi, 1949: 5.
apoyar formas más dramáticas de rebelión. E l punto es que ni las formas cotidianas de
8

9 E l agente profesional es como el derecho mismo; está disponible de diversas


resistencia, ni las insurrecciones ocasionales, pueden ser comprendidas sin hacer
maneras para sus clientes/ciudadanos. Delimitar los diferentes accesos al derecho y a sus
referencia a los espacios sociales secuestrados donde tal resistencia puede ser alimentada
agentes profesionales es la ocupación primordial de los sociólogos del derecho. E s
y donde adquiere significado" (1990: 20).
importante señalar que la diversidad de accesos al derecho no es simplemente una
función de los recursos económicos, sino una interacción entre clase social, género, raza,
normas culturales y las disposiciones sustantivas de la dogmática jurídica. Ver, por ejemplo,
Black, 1989; Silberman, 1985; Trubek et al., 1983; Carlin et al., 1966; Mayhew y Reiss,
1969: 309; Galanter, 1974: 95/71; 1975: 347; 1983: 4; Miller y Sarat, 1980-81: 525.
1 0 Cf. Crenson, 1971; ver también Engel y Steele, 1979: 295.
1 1 Para una versión fuerte sobre una perspectiva jurídica más elevada o de derecho
natural, ver Strauss, 1953; cf. Selznick, 1961: 84; Arkes, 1986. Incluso allí donde no hay
tesis acerca de un ordenamiento moral, o éstas son débiles, buena parte de lafilosofíadel
derecho argumenta en favor de un ordenamiento racional que no es meramente una
regulación instrumental. Ver, por ejemplo, Rawls, 1971; Fuller, 1964; Dworkin, 1975:
1057.
1 2Llewellyn y Hoebel, 1941: 20. "Uno de los principales propósitos del derecho es
hacer que la gente se mueva de maneras más o menos claras; el derecho, en efecto, hasta
cierto punto hace que la gente se mueva de maneras más o menos claras. El derecho se
propone canalizar el comportamiento de tal forma que impida o evite el conflicto; y el
derecho, en una medida importante, canaliza de esa forma el comportamiento. Sin el

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