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COLEGIO NUEVA YORK

FILOSOFIA

NOMBRE_________________________________________

CURSO______11_________ FECHA___________________

TRATADO DE FILOSOFIA DE LA RELIGION

El fenómeno religioso
La religión es un hecho evidente. Se trate de pueblos primitivos o de pueblos
modernos, de culturas rudimentarias o de culturas tecnificadas, la religión aparece
siempre como un elemento nuclear. Incluso en naciones aconfesionales o
agnósticas, la religión persiste como sistema de creencias, como fuente de moralidad
y como elemento ritualizador.
El hecho religioso se ofrece al filósofo como un problema: ¿por qué existe
universalmente la religión? ¿Es algo necesario para la explicación del sentido de la
existencia? /Es un mecanismo sustitutorio de explicaciones más científicas?
¿Pueden coexistir la religión y la ciencia?

Noción de religión
Para explicar el hecho religioso, los filósofos han intentado definir la religión
etimológicamente, recurriendo a dos fuentes distintas:
Cicerón deriva esta palabra de relego-ere, que significa "releer", "revisar". Según este significado, son hombres
religiosos "los que tratan con diligencia, repetidamente y como releyendo, lo que pertenece al culto de los dioses".
Religión vendría a ser, en este sentido, como una dedicación constante al culto de la divinidad.
Para Lactancio, la palabra religión se deriva del verbo latino religo-are, que significa "ligar", "sujetar". "Estamos
obligados por este vínculo —dice-— y atados fuertemente con Dios".
Por tanto, y en sentido estricto, "religión" sería el conjunto de prácticas en que se reconoce la existencia de un ser
superior.

El hecho religioso
El hecho religioso consiste en una superposición de actos parciales. Esos actos, que se integran en el hecho
religioso, pueden dividirse en dos grandes grupos:
a) Actos de toma de conocimiento, mediante los cuales el ser humano se representa a Dios. Estos actos. tienen
cuatro motivaciones principales: la naturaleza, el arte, la historia y el hombre.
La inmensidad de ciertos paisajes conducen a la idea de Dios como ordenador del universo. Las obras de arte
suelen ser explicadas por una "inspiración" sobrehumana que tiene a Dios como causa. El proceso histórico puede ser
concebido como el desarrollo de la voluntad de Dios. Por último el hombre, como sujeto de profecías o visiones,
puede llevar a Dios.
b) Actos de toma de posición en los cuales el hombre reacciona ante ese ser superior que se representa
mediante el conocimiento. Pueden ser emocionales, como la fe, la seguridad, la esperanza, el temor, la reverencia,
la humildad, la devoción y el amor, y prácticos, como dar gracias, rogar, hacer votos, bendecir, maldecir, alabar,
obedecer, sacrificar y adorar.

E L ORIGEN DE LO RELIGIOSO EN EL HOMBRE

El hombre primitivo
La religión es fruto de un proceso de maduración de la conciencia del hombre que parte de la prehistoria.
El hombre primitivo se enfrentó a un mundo hostil en el que la subsistencia jugaba un papel central. Este hecho
provocó en el hombre interrogantes acerca de la vida y de la muerte y sobre los enigmas de la naturaleza, a la vez
que fue creando la conciencia de una realidad superior.
El hombre procuró acogerse a esa realidad superior de distintas maneras: primero utilizó el tabú, luego la magia
y, por último, pudo llegar al concepto de religión.

El tabú
El tabú era un rito de purificación que consistía en mantener apartado todo aquello que era considerado anormal
o impuro respecto de la realidad superior. De ahí tabú lo impuro o poco digno.
Debido a que ante lo impuro lo mejor es alejarse, huir, evitarlo, era preciso entonces establecer qué cosas no se
podían tocar y qué acciones no se podían realizar. A todas estas normas prohibitivas se les denomina con el
nombre de tabúes de prohibición.
Sucedía también que las normas de los tabúes podían ser violadas y que quien lo hacía quedaba contaminado.
Para liberarse de esa impureza, era preciso que la persona se sometiera a baños o aspersiones. Estos rituales
constituían los tabúes de purificación.

La magia
Posteriormente, el hombre primitivo quiso dominar las fuerzas del bien y del mal para beneficio propio. Entonces
produjo una serie de creencias y prácticas según las cuales los individuos privilegiados o magos, podían influir
sobre las cosas y manipularlas. Así apareció la magia.
De la magia podemos señalar las siguientes características:
• Es un acercamiento a la realidad superior, contrariamente al
tabú, que buscaba evitarla.
• Para comunicarse con la realidad superior el mago no usa
mediaciones, sino que lo hace directamente.

El rito religioso
La religión, tal como la entendemos hoy, es superior al tabú y a la magia, pues en esta caso el hombre busca
establecer relaciones efectivas con la divinidad sometiéndose a ella.
Para lograr la relación con la divinidad se hace uso de unas mediaciones que pueden ser simbólicas o materiales. Al
conjunto de todos los ritos de una religión se le conoce con el nombre de culto.

L A ESENCIA DE LA RELIGIÓN
Debido a la amplitud de lo religioso y a su inclusión en casi todas las esferas de la vida humana, resulta difícil distinguir lo
que pertenece a la esencia del hecho religioso y lo que es mero atributo. La aplicación del método hermenéutico a las
diversas manifestaciones de lo religioso puede ayudarnos.

El método hermenéutico
Hermenéutica es una palabra de origen griego que significa interpretación. Originariamente, el término se aplicó a la
interpretación de la Biblia. Posteriormente ha pasado a significar la interpretación de cualquier fenómeno, efectuada
de forma científica.
Este método incluye los siguientes pasos:
• Seleccionar los datos históricos que identifiquen lo religioso a través de testimonios pasados.
• Describir las formas y hechos comunes de las religiones: culto, signo, milagros, etc.
• Organizar los datos según un esquema determinado.
• Entender el sentido de las experiencias vividas por el sujetoreligioso.
• Proponer una interpretación global del fenómeno religioso.

Lo esencial de la religión
La esencia de la religión se ha establecido siguiendo el método hermenéutico. Incluye dos momentos inseparables:
a) Presencia del misterio: lo santo, lo oculto, lo sagrado, o aspecto objetivo de la religión.
b) Reconocimiento o respuesta personal del sujeto, o aspecto subjetivo de la religión.
Tal ámbito de realidad religiosa es descrito por Rudolf Otto (1869-1937) con las siguientes categorías:
— Numinoso: fuerza o realidad que está fuera de mí y de la que dependo.
— Tremendum: su presencia provoca desde sentimientos sosegados hasta terror, horror y espanto.
— Mysterium: lo absolutamente otro, que no puede concebirse.
— Fascinans: lo augusto y admirable, que lleva a experiencias místicas de beatitud.
El hombre se encuentra ante un poder que le afecta, tanto a él como a los objetos con que se relaciona, que, por
eso son considerados sagrados. En resumen, hay dos características comunes en el misterio: su absoluta trascendencia,
es decir, que supera lo visible y concreto, y su permanencia en el hombre ya que está íntimamente presente en él y lo
salva.

EL ATEÍSMO

Noción
La palabra "ateísmo" procede de los términos griegos a, que significa "sin"; y theos, "Dios". Por tanto, y atendiendo a su
sentido etimológico, "ateo" es el hombre o el sistema que no acepta la existencia de la divinidad.
Dentro del ámbito filosófico, el ateísmo se muestra más radicalizado en el materialismo y en ciertas tendencias
existencialistas.
El ateísmo materialista
En general, materialismo se opone a espiritualismo; es, por tanto, un sistema filosófico para el cual la materia es el
principio fundamental de la realidad y a la cual se reducen todas las cosas. Cuanto existe es materia o composición
de materia.
El espíritu es concebido como una forma más sutil de materia, o una segregación de ella. "Nuestra conciencia y
nuestro pensamiento —dice Engels— por trascendentes que nos parezcan, sólo son productos de un órgano material
corpóreo, el cerebro".
A lo largo de la historia, el materialismo ha revestido diversa. 1 modalidades aunque todas se atienen al principio
fundamental hay una materia eterna e increada que es el principio originario de todas las cosas y a la cual todas las
cosas se reducen. En el sistema filosófico materialista no hay lugar para Dios.

El ateísmo existencialista
El existencialismo es un sistema filosófico de nuestra época que reduce la filosofía al estudio y conocimiento profundo
de la existencia humana concreta. De ahí toma su denominación.
A partir de la existencia humana ciertos existencialistas llegan a la existencia de Dios; pero hay otros que la niegan
dando origen así al existencialismo ateo, entre cuyas figuras más representativas se destacan Martín Heidegger y
Jean Paul Sartre.
Al hacer el análisis de la existencia humana, Heidegger establece que el hombre se encuentra arrojado a este
mundo" procedente de la nada; y que es un "ser-para-la muerte", es decir, destinado también a la nada.
Cerrado así a toda esperanza de supervivencia, el hombre está sobrecogido por la "angustia vital", un sentimiento
a través del cual se nos revela que estamos arrojados a este mundo y destinados a morir irremisiblemente. Dios, como
se ve, no aparece en el sistema filosófico heideggeriano.
El existencialismo de Sartre va más lejos aún en su ateísmo.
Si Heidegger ignora la existencia de Dios, Sartre afirma que Dios es un imposible, una contradicción. Según él, Dios
tendría que ser al mismo tiempo un ser "en-sí", pleno, sólido y necesario, y un ser "para-sí", que es la nada. Es decir,
Dios sería al mismo tiempo el ser y la nada, lo cual es contradictorio

EL HUMANISMO MATERIALISTA
Feuerbach: "Dios es una ilusión"
Para Feuerbach, mientras el hombre necesite de algo absoluto persistirá la
alienación.
Por ejemplo, si el hombre necesita de Dios para afirmarse a sí mismo, algo suyo
se pierde, esto es, el hombre queda alienado. Hay que afirmar más bien que, para
el hombre, el ser supremo no es Dios, sino el mismo hombre.
Feuerbach critica el cristianismo y a todas las religiones. Para él, "lo humano es lo
divino" y la nueva religión será la política.
Afirma Feuerbach que una vez que el hombre ha llegado a la plenitud de su
conciencia, tiene que deshacerse de la ilusión de ese Dios exterior, recuperar
cuanto había perdido y formar el "Reino del hombre".
Una vez que el hombre ha negado al Dios exterior y se ha endiosado a sí mismo,
busca un sucedáneo; pero le parece que el hombre concreto e individual es algo
ridículo para una idea tan grande, y entonces recurre a la comunidad.
El amor a Dios queda suplantado por el amor y la comunión de los individuos; esta comunión o comunidad es
necesaria para que el individuo tome conciencia de su individualidad. De esta manera, la religión debe ser reemplazada
por el humanismo, y el amor a Dios reemplazado por el amor al hombre.

Marx: "La religión aliena al hombre"


Marx critica la religión, en todos sus aspectos, como una fuente de alienación.
• Critica a la Iglesia en cuanto institución histórica, cuya práctica a través de los siglos no ha sido en modo alguno,
salvo en el cristianismo inicial, liberadora.
• Critica al cristianismo, al que considera como una justificación ideológica de la burguesía, cuyo poder legitimó, como
legitimó en el pasado el de la aristocracia.
• Critica, en general, a la religión mágica como una super estructura ideológica que interpreta la realidad y que, en
cierto modo, tiende a objetivarla. Como el mito es falso, la objetivación que de él se derive también lo será.
En el caso concreto de los mitos, el marxismo supone expresamente la idea de un Dios paternalista, exterior al
hombre y trascendente al mismo, la idea de un cielo o un infierno eterno y, en general, toda una serie de ideas que
ejercen influencia negativa en el quehacer diario de las personas.
• Critica a la religión, cualquiera que sea y en su totalidad. Es la misma esencia de lo religioso la que es rechazada por
Marx en cuanto inhibidora de la acción liberadora del hombre.
H UMANISMOS ATEOS DEL SIGLO XX

La filosofía existencialista
Desde Aristóteles hasta el siglo XX, la reflexión filosófica se preocupó más de la esencia del hombre que de las
vicisitudes de su existencia. Después de la Primera Guerra Mundial un grupo importante de filósofos empezó a
reflexionar sobre la existencia concreta del hombre, dando lugar al existencialismo.
Señalemos algunos aspectos de esta corriente:
• Es una reacción contra el racionalismo. Para el existencialismo la verdad humana no puede reducirse a lo
racional; debe incluir también todo lo humano: pasión, dolor, incertidumbre.
• Percibe al hombre profundamente ambiguo, contradictorio. El hombre es libre, pero todo parece condicionarlo; es
limitado, pero experimenta un extraño parentesco con la eternidad.
• Cree que el hombre crea sus propios valores. Cuando elegimos algo estamos creando el valor de ese algo. Por eso,
para el existencialismo, no hay una moral universal; la moral es un arte que cada cual crea según su propio estilo.
• Presenta un proyecto de vida en el que el hombre tiende a atribuirse o a adquirir los atributos de la divinidad.
Como para muchos existencialistas Dios no existe, esta aspiración es por esencia una aspiración frustrada.

El humanismo ateo de Sartre


Sartre refleja en sus escritos la angustia del hombre, su confusión, porque no encuentra en nada ni en nadie la
explicación de su existencia. "El hombre no es otra cosa que lo que él se hace [...], lo que él proyecta. El primer intento
de existencialismo es poner al hombre en posesión de su ser y hacer reposar sobre él mismo la responsabilidad de su
existencia".
Admitir a Dios equivaldría a una especie de suicidio, ya que "Dios es la mayor amenaza para nuestra libertad". Debe
rechazarse la noción de Dios como algo irreconciliable con la libertad humana.
Suprimido Dios, han de suprimirse también los preceptos morales que se suponían divinos, quedando como
prerrogativa del hombre crear su propia moral. Pero todo proyecto humano está condenado al fracaso. "El amor es
imposible. [...] el hombre es una pasión inútil".

El humanismo agnóstico de Heidegger


Heidegger se pregunta pocas veces sobre Dios y nunca responde a esta cuestión, porque "Dios está siempre oculto
para la filosofía".
Para Heidegger, el hombre moderno ha perdido el sentido de lo sagrado y, por eso, "si Dios existe, el hombre moderno
es incapaz de encontrarlo". Pero si el hombre no puede encontrarse con Dios, sí puede encontrarse consigo mismo
en la experiencia de la muerte, de la culpabilidad, del tiempo, de la finitud.

E L OBJETO DE LA RELIGIÓN

Un reconocimiento de dependencia
El hecho religioso constituye un reconocimiento existencial de nuestra dependencia respecto a un ser superior,
poder oculto e inmenso, considerado "como algo que se vuelve amistosamente al hombre y le dispensa bienes; o, por
el contrario, como algo que se enfrenta hostilmente con él y le causa daño".
El hecho religioso proporciona cierto conocimiento del objeto religioso al cual tal hecho se ordena; pero se trata de
un conocimiento confuso que han tratado de precisar y distinguir dos corrientes filosóficas actuales: la fenomenología
y la teoría de los valores.
Para la primera, el objeto religioso es "lo santo"; para la segunda, la "persona santa".

Lo santo
Aunque resulta difícil definirlo, puede decirse que lo santo se manifiesta en primer lugar como una fuerza operante en
el hombre y en la naturaleza.
Esta fuerza viene revestida de enorme poder y envuelta en un misterio tremendo e impenetrable, que. no puede ser
desentrañado por la mente humana. Es algo majestuoso o numinoso, que infunde pavor y a la vez veneración. Es, a la
vez, terrorífico y fascinante.
Todas estas atribuciones convienen a Dios concebido como padre amoroso y severo, legislador del mundo, juez y señor.

La persona santa
La santidad ha sido considerada como un valor estrictamente personal, de ahí que "lo santo" sólo pueda darse de un
modo eminente en la persona santa.
En cuanto ésta posee en sí misma todos los valores positivos, también se dan en ella la justicia, la absoluta perfección
moral, y en general, todas las perfecciones en grado sumo: la misericordia, la sabiduría, la bondad, la omnipotencia, la
omnipresencia.
En algunas religiones, este personalismo llega a límites extremos. No sólo conciben un Dios personal sino también en
forma de hombre (antropomorfismo).
Tanto lo santo como el conjunto de valores que en la santidad se implican y que se hallan realizados en la persona
santa, sólo pueden responder a un ser único, a Dios. Pero el objeto religioso, Dios, no se manifiesta a la humanidad de
un modo tan claro y evidente.
Más aún, puede decirse que, en la historia del pensamiento, Dios constituye el problema religioso básico. Un problema
que empieza por hacer cuestionable incluso la misma existencia de Dios, negada por ciertas corrientes de
pensamiento.

L AS DIMENSIONES DEL HECHO RELIGIOSO

Aspectos fundamentales
El encuentro del hombre con la divinidad se logra mediante cuatro aspectos centrales del hecho religioso, que son
válidos para todas las religiones: la doctrina, el culto, las normas de comportamiento o ética y la comunidad de fe.

La doctrina
El hombre de todos los tiempos y sociedades se ha encontrado frente a problemas e interrogantes sobre el sentido
de la vida, el porqué de la muerte, el origen del cosmos o cómo liberarse de las fuerzas que actúan en él y le impiden
una auténtica vida social.
Son cuestiones razonables que resultan naturales para el hombre en cuanto individuo y como miembro de la sociedad.
Las múltiples respuestas que da la religión a estas exigencias de la naturaleza profunda del hombre, y con las cuales
la sociedad trata de resolver los problemas de su existencia histórica, constituyen primeramente un sistema de
creencias y convicciones que se conocen con el nombre de doctrina.
Los elementos doctrinales están íntimamente vinculados a los mitos. Estos integran el aspecto sagrado de la religión
y vienen a configurarse como tradiciones sagradas en cuanto sus protagonistas resultan seres sobrenaturales.
Entonces las tradiciones y creencias sobre su existencia y sus acciones heroicas, son recibidas con una veneración
que se transfiere necesariamente al objeto, prescindiendo de que éste sea real o ideal.
Por otra parte, una de las funciones de las formas doctrinales es hacer entrar al creyente en relación con los valores-y
personajes que trascienden el nivel concreto. Es relación con lo numinoso. El hombre descubre un tipo de relación con
un mundo que se le escapa de su poder y al cual no encuentra cómo dominar.

El culto
En la religión el pensamiento y la acción están íntimamente unidos y además son inseparables. Las creencias no son
fenómenos espirituales sino que siempre están asociados con formas concretas de acción.
Esa acción tiene un especial significado para el creyente, que mediante unos ritos rememora y actualiza hechos ya
ocurridos. Al conjunto de esos ritos se le llama culto, el cual contiene unos valores considerados santos.
La religión le ofrece la posibilidad al hombre de relacionarse con la divinidad. Ese encuentro se realiza mediante los ritos
sagrados. Un hecho importante de los ritos es la presencia de "objetos sagrados". En la antigüedad eran el rayo, la
tempestad, el viento, etc. En la actualidad es el cáliz, la cruz, etc.
En suma, el culto es una práctica encaminada al contacto del hombre con la divinidad en ceremonias llenas de
significados diversos, según lo que se esté celebrando.

Las normas morales


Todas las religiones han incluido en sus prácticas un conjunto de principios o normas que tienen por objeto orientar el
comportamiento de los creyentes.
El conjunto de normas o leyes morales de las religiones han tenido dos orígenes: primero, por exigencia misma de la
vida en comunidad; segundo, por una serie de mandatos que nacen de los ritos.
Desde el origen mismo de las religiones, el hombre vio la nece-sidad de crear unas "reglas de acción", pues la vida en
comunidad exigía el ordenamiento de las funciones de cada miembro así como las líneas de autoridad. Esas leyes se
sistematizaron de acuerdo con las creencias que compartía el grupo.
A su vez, la práctica de los ritos sagrados dio lugar a otra clase de normas que esencialmente contienen prohibiciones y
mandatos.
Desde luego que estas normas son aplicables al momento del culto, sin embargo, en muchas religiones las normas no
están unidas al rito, de modo que esas prácticas rituales no buscan modificar la conducta del hombre sino ayudarle en
la contemplación y la oración.
La comunidad de fe
También es característico de las religiones el hecho de que los valores religiosos no son vividos individualmente sino
en grupo o comunidad. Si bien es cierto que cada creyente lleva su propia experiencia religiosa, también es cierto que
esa experiencia es compartida por el grupo de creyentes o comunidad de fe.
Toda práctica y vivencia individual de la religión es auténtica si comparte la creencia de la comunidad, pues es el
grupo el que busca una relación efectiva con la divinidad. El grupo vive en una "hermandad" al vivir y compartir la misma
fe.
En nuestro medio, ese sentido comunitario de la religión se ha perdido por la creencia generalizada de que la
salvación es individual.
De otra parte, la doctrina, el culto y las normas éticas no tienen sentido si no son practicadas por la comunidad de fe.
Es la comunidad la que acepta las creencias y las leyes de comportamiento.
Finalmente debemos anotar que:
• Las doctrinas religiosas hacen continua alusión a la práctica de los valores religiosos en relación con los
demás.
• Las normas éticas buscan el mejoramiento de la conducta del creyente para beneficio de la comunidad.
Igualmente, el culto está estructurado según la participación del grupo de creyentes, quienes cumplen diversas
funciones dentro del mismo.

Lo religioso en la Modernidad

La llegada de la modernidad es un acontecimiento de gran importancia, pues revolucionó todos los aspectos de la vida
humana y permitió establecer nuevas comprensiones del ser humano, en especial de su dimensión religiosa.
En esta época, la razón se convirtió en el único criterio de verdad y los avances científicos fueron considerados como la única
solución la los problemas de la humanidad.
En este contexto, el aspecto religioso también debió acomodarse a los nuevos criterios de la razón y de la ciencia, y sus
dogmas y doctrinas tuvieron que pasar por su crisol.
Así las cosas, la religión como tal desapareció, pero tuvo que acomodarse a las exigencias que le planteó el nuevo contexto.
De Igual manera, también los filósofos contribuyeron a repensar la religión en los términos que les exigía la razón.
Varios movimientos religiosos y filosóficos en el desarrollo de sus reflexiones plantean un Dios ordenador, que maneja todo
con exactitud y con precisión matemática y que dispone todo para que el universo marche sin ninguna equivocación.
Las preguntas que debemos formulamos en este punto son las siguientes: ¿es éste el Dios de los cristianos? ¿Qué tipo
de dios crea la edad moderna? Seguramente que la respuesta que hasta el momento podemos dar es que en la
concepción inicial del cristianismo, Dios no es ordenador y matemático, sino un Dios que es Padre, Creador y amoroso.
En tal sentido, junto con la nueva perspectiva de la modernidad, también se desvirtúa la imagen inicial de Dios y
asume una nueva connotación: la exactitud y la perfección como rasgos fundamentales de su realidad.
Así, reafirmamos la idea que cada época y cada cultura valida y valora su propia idea de Dios y de lo religioso, de acuerdo
con sus propias circunstancias.

Esa idea moderna de Dios se fue llenando de conceptos abstractos y de las expresiones de tipo lógi co y racional que el
contexto le fue brindando, de los sucesos históricos que marcaron la época y de las diversas influencias y exigencias derivadas
de la expansión cultural europea.
Cada época marca y aporta sus elementos propios al sentir religioso de los pueblos, por lo que asume que el hecho religioso
es además histórico, social y localizado.
Cada religión va moldeando de acuerdo con la dinámica que le imprimen el contexto, la tradición y los cambios políticos
y sociales, de modo que no es posible hablar de una religión pura o de unos principios religiosos alejados de las
circunstancias o de los intereses de las personas.

El nihilismo y la muerte de Dios


Con el surgimiento del pensamiento vitalista, especialmente con autores como Shopenhauer y Nietzsche, lo religioso se
comprende desde una perspectiva cada vez más natural y menos espiritual Para este tipo de pensamiento, la religión
no es más que un convencionalismo, una realidad abstracta que en nada ayuda al desarrollo de la vida humana.
El planteamiento del nihilismo es una propuesta que va en contra de la propuesta religiosa, en especial de la religión
cristiana, que niega las pulsiones de vida y los instintos porque los considera malos y pecaminosos.
En este sentido lo religioso es contra natural porque es una negación de la vida y de sus impulsos más originales.
Por otro lado, la racionalidad, con todas sus taras, llegó a su punto más alto en el momento que desplazó a Dios y le dio
muerte. En una sociedad racionalizada, Dios no tiene cabida y por ello Dios ha muerto.
Esta es la afirmación más fuerte que hace Nietzsche y por la que fue cuestionado por sus contemporáneos, e incluso
muchas de sus obras fueron censuradas hasta hace pocos años.
La concepción materialista de lo religioso
En esta línea de reflexión sobre la racionalidad y la religiosidad, surgen pensamientos como los de Feuerbach y Marx,
quienes plantean la no-existencia real de Dios el hecho religioso como una invención o como una proyección de las
necesidades humanas.
Para este tipo de pensamiento, lo que en realidad existe son las cosas físicas y las necesidades materiales de los seres
humanos.
La religión es un invento, cuyo sustento se encuentra en las necesidades materiales y en la ideología de la clase dominante.
Frente a las necesidades materiales, las religiones muestran soluciones abstractas, como la resignación y la
compensación en un más allá, y mediante esta estrategia, la clase dominante se aprovecha y abusa del poder explotando a
las demás clases sociales y convenciendo a las personas que el problema es de conversión espiritual y no de hechos
concretos de justicia social.
Lo religioso en la época con temporánea
En la época contemporánea se continúa el proyecto de la modernidad, pues se mantiene como único criterio de verdad a
la razón.
Por tanto, en esta época se inscriben las corrientes filosóficas que se desarrollaron en los últimos años del siglo XX y
que señalan nuevos caminos, nuevas propuestas filosóficas y nuevas alternativas de vida.
El excesivo énfasis que la modernidad puso en la razón llevó a grandes catástrofes de la humanidad, como la ocurrida en el
contexto de la Segunda Guerra Mundial.
Frente a estas situaciones, se desarrollaron movimientos políticos, culturales, económicos, sociales, etc., que buscan
rescatar otras dimensiones de la vida humana que permitan volver a su sentido originario y que faciliten una convivencia
digna, tolerante y pacífica.
En este contexto, y con el reconocimiento de los errores históricos ,que las religiones han apoyado, el contexto del mundo
contemporáneo se muestra abierto, comprensivo y tolerante con las diferentes posturas religiosas.
Cada grupo y cada persona hoy se siente capaz de formular su propia experiencia como parte de una nueva religión o como
su religión.
Esta situación ha generado desconcierto y confusión respecto del verdadero sentido del hecho religioso y de las mismas
religiones en la actualidad.
Dado el pluralismo cultural, el auge de las comunicaciones y la facilidad para desplazarse a diversos lugares, en forma
física o virtual, en la actualidad las personas se sienten atraídas por experiencias diversas y situaciones que les ofrezcan
nuevas sensaciones de vida.
Así, se ha generado una especie de "sincretismo religioso", que implica una mezcla de teorías, creencias, experiencias y
ritos de diversas religiones, sin necesidad de matricularse dentro de alguna en particular.
En muchos casos, y desde algunas perspectivas de interpretación, ésta es la alternativa más acertada para superar
los problemas interreligiosos que se han presentado a través de la historia.
Sin embargo, lo que ha ocurrido en la práctica es que la falta de tolerancia religiosa y la falta de criterios que permitan
fundamentar dichas vivencias personales, ha terminado en una mayor división y una incomprensión del hecho
religioso como tal. En opinión de algunos expertos, nos encontramos ante la "feria de las religiones", es decir, en un gran
centro comercial donde cada uno ofrece su producto y unos compradores con o sin información que desean adquirirla.
Como el mundo actual se caracteriza por el libre mercado, las religiones han pasado a ser un producto más, que se ofrece, se
vende y se compra según las necesidades del cliente.
Lo interesante es que para todas las propuestas religiosas hay personas dispuestas a militar en ellas y a conformar grupos.
Pero tales grupos no son compactos y no garantizan la continuidad propia, ni la sus miembros, pues en muchos casos lo
religioso se ha vuelto un simple "cosmético", que puede adquirir quien lo desee y lo use hasta cuando lo necesite y luego lo
deseche.

De allí la necesidad de hacer una verdadera reflexión entorno a las religiones y a los movimientos religiosos, pues es muy
fácil que en un mundo consumista y globalizado, el sentido de lo religioso comience a perder valor como dimensión de la
persona y adquiera un nuevo significado, como accesorio que se usa cuando haya necesidad.

Lo religioso en Latinoamérica

En Latinoamérica se ha dado un proceso acelerado en todos los campos, en especial lo relativo al sentido religioso.
Los primeros pobladores de estas tierras, los indígenas, tenían sus propias creencias, con sistemas bien organizados y
estructurados.
Adoraban sus dioses al estilo de las demás religiones antiguas, con creencias de tipo naturalista y cósmico.
Con la llegada del movimiento colonizador europeo, se rompe con esta experiencia cósmica y natural. La conquista es la
ruptura de las creencias tradicionales y la imposición de nuevas creencias, nuevos ritos y nuevas formas de vida
religiosa, con desconocimiento de la realidad y de la historia, propias de los pueblos conquistados.
Este momento marca un hecho histórico-religioso muy importante para Latinoamérica, pues a partir de entonces las
personas comienzan a "convertirse" y a creer en algo que no han vivido, que desconocen y que hace parte de una realidad
alejada a su situación.
Lo religioso nace en Latinoamérica con una religión impuesta y opresora, que castigaba, maltrataba y justificaba sus actos
en la "redención de las almas", lo cual generó actitudes de rechazo y violencia en los años que siguieron a la conquista.
A través del tiempo esta situación se repite y se mantiene una única religión, la católica, que permanece como enclave
cultural y parte de la tradición de los pueblos.
En los últimos años, las continuas divisiones de los grupos "protestantes" o denominados "cristianos", han generado una
pluralidad de grupos y de religiones, cuya organización y cuyas creencias son muy similares y mantienen ritos comunes.
De la misma forma como se han multiplicado los grupos, también se busca una mayor equidad entre ellos y se busca
formar una conciencia de respeto y tolerancia hacia los demás y sobre todo a sus formas de pensar y de creer.
Así mismo, las posiciones denominadas "ateas", "gnósticas" y "agnósticas" han tomado fuerza en las últimas décadas,
fenómeno que se explica por la creciente división de los grupos minoritarios, por la deserción en los grupos mayoritarios y por
la falta de un proceso real de formación religiosa que permita comprender mejor el sentido de las vivencias que se tienen.
En este caso, también se debe trabajar en la purificación de las creencias y pensar métodos que permita una mayor
comprensión del hecho religioso, de tal suerte que la opción de vida al respecto sea adecuada y seria, que permita vivir con
coherencia y con claridad.

BIBLIOGRAFIA

SUAREZ, Gabriel, SARMIENTO Héctor, Pienso II Filosofía y su Historia, Voluntad, 2004.

Santillana 11

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