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CENÁCULOS Y

PENAS LITERARIAS
por ILDEFONSO PEREDA VALDÉS

El cenáculo más importante de co- paredes del santuario, porque del ce-
mienzos del siglo XX fue la Torre de náculo, en aquella "santa santorum''
ios Panoramas, al que presidía como de la poesía, encontraba su atmósfera
pontífice máximo Julio Herrera y cálida y cordial.
Reissig. Estaba ubicado en la calle Itu- ¿Quiénes eran los contertulios que
zaingó esquina Reconquista en una recogían fervorosamente el credo del1
vieja casa que aún se conserva intacta mago de la Torre de los Panoramas?
y que después de pasar por varios ava- César Miranda, Andrés Demarchi, Ju-
lares se transformará, como un digno lio Lerena Joanicó, Pablo Minelli Gon-
final, en la sede del Instituto Nacional zález, Toribio Vidal Belo, José lila Mo-
del Libro, dependencia del Ministerio reno, Carlos López Rocha y Teodoro
de Cultura y hoy es el Museo Herrera Herrera y Reissig. Aves de paso fue-
y Reissig. "La casa era área, dice un ron Florencio Sánchez, Alvaro Arman-
cronista, en pleno cielo, entre nubes. do Vasseur y Mas y Pi. En 1900 cuando-
Desde su ruinosa abertura se veía luen- se iniciaba en Montevideo la renova-
gc faja de mar, un mar inmenso, agita- ción total del romanticismo bajo la in-
do y quejumbroso en los dias inverna- fluencia modernista de Julio Herrera
les; azul cornu ensueño, sosegado y pen- y Reissig, otro grupo de iniciados en
sativo. Por esas aberturas penetraba las nuevas doctrinas estéticas sin que
existiera una conexión directa con la
triunfante el pampero en los días gri-
Torre de los Panoramas, fundaron de-
ses sin sol y sin alegría. Allí vivía Ju- safiando el incomprensivo ambiente
üo Herrera y Reissig. Allí se reunían montevideano de entonces una agru-
ios poetas y los soñadores. Las paredes pación de cultores de la Gaya Ciencia
estaban cubiertas de grabados de Gus- que en ciertos aspectos por su evoca-
tavo Doré. De allí el nombre, Al pie ción de la Edad Media en su acta de
de cada grabado un soneto. Doré ilus- fundación parecía un cenáculo román-
traba a la Torre y sus poetas ilustra- tico. Se llamó el CONSISTORIO DEL
ban a Doré". En la Torre de los Pano- GAY SABER. La descripción del am-
ramas, alejado de la vulgaridad vivía biente pobre y estrecho del Consisto-
el poeta alentando a los poetas jóve- rio se debe a uno de sus contertulios,
'"•es. A pesar de la amargura provoca- el historiador José María Fernández
da por la enfermedad que lo aqueja- Saldaña, que escribió sobre él una pá-
ba y por ese desacuerdo fatal con el gina evocativa. "Era una pieza larga y
ambiente que lo rodea más allá de las

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angosta ¿on ,un balcón en el que nunca rio del Gay Saber fue la visita en dis-
había sol, dos puertas laterales coordi- tintos momentos de dos grandes líri-
nadas y otra que daba a un corredor o cos Leopoldo Lugones y Julio Herrera
galería cerrada con vidrios comunes. y Reiasig. César Miranda que había
La escalera era un fatigoso y oscuro concurrido a algunas sesiones del pri-
caracol de madera que concluía bajo mer Consistorio fue el "trait d'uníon"
un tragaluz sin ventana abierta al cie- entre la Torre y el Consistorio y fue él
lo. El mobiliario se reducía a dos ca- quien llevó al Consistorio al lírico de
tres, cuatro sillas, un lavatorio, una "los peregrinos de piedra". La visita
cómoda que nunca se veía cerrada, una de Lugones tuvo trascendencia y de la
mesa de luz y una percha de madera lectura de sus sonetos, surgió, sin duda,
de cuatro anillos. Adornaban las pa- la polémica literaria de quien imitó a
redes una lámina de Víctor Hugo: la quien, Lugones a Herrera o Herrera a
puesta de so¡ de Riviere, cromo triste, Lugones, en la que intervinieron en
oíros dos retratos, multitud de dibujos favor de una u otra tesis Rufino Blan-
míos, una pipa y algunos apuntes de co Fombona, José P ere ir a Rodríguez y
Quiroga". Horacio Quiroga.
El segundo Consistorio que se reunía No cabe duda que tanto la Torre de
en la casa de la calle Cerrito 113, no los Panoramas, como el Consistorio,
tenía mejor estampa. Dos de sus con- ejercieron profunda influencia en la
tertulios, José María Delgado y Alber- evolución de ¡a poesía uruguaya desde
to Brignole, dijeron en su "Vida y el simbolismo al modernismo, pero esta
obra de Horacio Quiroga", "que se res- influencia no se hizo sentir en su épo-
piraba allí una fragancia de ruina poé- ca, sino años después. Los dos cenácu-
tica como en la Itálica, de Caro. Her- los de refinado esteticismo y dandysmo
mosos pájaros poblaban la arboleda. fueron tradición al mente continuados
En el centro, cubierta de musgo, una por dos cenáculos bohemios; EL POLO
estatua de mujer en actitud de volcar EAMBA y BOHEMIA. Los contertulios
el cántaro sobre la pila". de la peña del Café Polo Bamba y los
do la revista "Bohemia", imitaban la
El CONSISTORIO DEL GAY SA-
vestimenta y las "poses" antiburguesas
BER, estaba gobernado por un Pontí-
de los personajes de la novela de En-
fice, Quiroga, un Arcediano, Ferrando,
rique Murger: "Escenas de la vida bo-
un sacristán, Jaureche. un campanero,
hemia". Usaban grandes meJenas, som-
Brignole, y dos monagos, Asdrúbal
breros aludos, corbatas sueltas de co-
Delgado y Fernández Saldaña. Además.
lores estridentes, con preferencia el
de sus consecuentes iniciados asistían
rojo. Se expresaban con frases lapida-
a las sesiones: Julio Lorenzo, Emilio
rias y chistes ingeniosos, cuando no hi-
Barbaroux, Eduardo de las Muñecas y
rientes, que repetían .sus admiradores
como artista plástico oficial: Vicente
de café. Tal indumento caracterizaba a
Puig.
los poetas, editores, periodistas y co-
La decadencia del Consistorio del merciantes con veleidades literarias,
Gay Saber se inicia cuando los neo- que concurrían asiduamente al Café de
trovadores se convencen de que han vi- Severino San Román, o al Café de la
vido hasta ahora en un nihilismo ab- calle Defensa y Carapé donde se reu-
soluto, y cuando las actividades perso- nía "Bohemia". Tal era la forma de
nales de algunos de ellos los alejan del vestir un tanto uniforme de Leoncio
cenáculo. Sus sesiones se hacen más Lasso de la Vega, Ernesto Herrera, Al-
espaciadas y en vez de reunirse diaria- berto Maccíó, de Florencio Sánchez.
mente, se reunían con intervalos. El Contrastaba el dandysmo de Roberto
suceso más trascendente del Consisto-

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de las Carreras, el de Herrera y Reis- Alberto Lista, y más tarde en el café
sjg, "con su americana negra, un plas- de la calle Defensa y Carapé. Compo-
trón de faya, su sombrero blando y sus nían el grupo Julio Alberto Lista.
guantes grises" con la bohemia de los Leoncio Lasso de la Vega, Alberto Las-
concurrentes al Café de Severino San places, Ernesto Herrera. Orosmán Mo-
Román situado en la esquina de ]a ratorio (hijo), José Pedro Bellán, Cé-
calie Ciudad el a y Colonia. Tenemos sar Mayo Gutiérrez y Carlos Gamba.
referencias de dos peñas del Polo Mam- La reiteración de casi los mismos nom-
ba, una a la que concurrían asidua bres entre el "Polo Bamba" y "Bohe-
mente periodistas y hasta gramáticos, y mia", demuestra la uniforme estructu-
otra peña más espectacular y ruidosa, ra espiritual de ambos cenáculos, en lo
más renombrada por la calidad de sus que se refiere a ideologías, con caídas
poetas, que presidia con gesto olímpico al anarquismo individualista y el des-
y trascendente Aurelio del Hebrón precio hacia las normas clásicas o bur-
(Alberto Zum Felde). A la primera, guesas. Uno de sus componentes con-
más modesta, pertenecían Luis María fesó, por otra parte que e] grupo se
Guinasso, Guillermo Busch, Carlos Ca- llamó "Bohemia", porque era natural
llorda y Callorda, los hermanos Valla- que se cediera al influjo de las magis-
rme, el gramático español Francisco trales "Escenas de la Vida bohemia"
Gómez Marín y esporádicamente, Flo- de Enrique Murger. En la revista "Bo-
rencio Sánchez. La gran peña animosa hemia", colaboraron los mejores escri-
y vocinglera, era el escándalo del Café tores uruguayos de la época: José En-
Polo Bamba. La integraban además de rique Rodó, Julio Herrera y Reissig,
Zum Felde, Manuel Medina Bentancort, Samuel Blixen, Carlos Roxlo, Javier
Ángel Falco, Julio Deheza, Horacio de Viana y Alonso y Trelles (El Viejo
Dura y el infatigable alentador y ami- Pancho).
go de poetas, editor fervoroso de He-
rrera y Reissig, de Lasso de la Vega, Como cabe a tan gran individualidad
de Delmira Agustiní, Orsini Beriaiii y egolátrica, Roberto de las Carreras,
otro editor y famoso librero, Claudio fundó su propia capilla en el Café Mo-
García, figura pintoresca e irascible, ka, ubicado en la esquina de Sarandi
ton su aspecto flaubertiano, pero de y Policía Vieja, con puertas de entra-
un fondo muy bondadoso, y que no da por ambas calles. Asistía a esta pe-
tuvo recompensa económica en su cru- ña, además de Roberto de las Carre-
zada de editar a los autores naeionaias ras, pontífice máximo, a quien llama-
en numerosos volúmenes de sti biblio- ban sys acólitos "EL Divino Maestro",
teca "Ariel", sino la satisfacción per- Aurelio del Hebrón (Alberto Zum Fel-
sonal de haber contribuido a 'a difu- de) que con su aspecto rubicundo de
sión en sus valores más positivos a la ascendencia germánica lucia una me-
cultura uruguaya. Concurrían también lena hasta el cuello y al que llamabaní-
Ricardo Elíseo Gómez y Alberto Las- "Príncipe del Idea]". Teodoro José
places; este último perteneció a tres Barboza, secretario perpetuo e incon-
cenáculos: "Polo Bamba", "Bohemia" dicional admirador del "genio" iras-
y "La Cruz del Sur", cible y donjuanesco del Café Moka, y
luciendo una melena de segunda cate-
goría: Carlos María de Vallejo. Con esta
"Bohemia" se fundó en 1908 con la peña terminan las tertulias bohemias.
Publicación de la revista dei mismo
nombre que duró escasamente un año, En un Café de la calle 25 de Mayo
pero el grupo sobrevivió. Se reunía la entre las de Ituzaingó y Juan Carlos
Peña "Bohemia" en la primera época, Gómez, el Café Irígoyen, se reunió dii-
en la trastienda del comercio de Julio zante muchos años una peña literaria

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de profesionales y políticos, de poetas telectual del Uruguay" (t. 3), dice de
y aficionados a la poesía y de eruditos. esta revista: "Publicación efímera co-
La época de la bohemia literaria había mo casi todas, las de su género, fue la
pasado definitivamente. Los poetas ya antena virgen que recibió los primeros
no llamaban la atención con sus largas mensajes radiográficos del Creacionis-
melenas y sombreros aludos. Un poeta mo y los ealigramas cubistas de Apg-
de aquella época decía en su autobio- llinaire. Fue en sus páginas que apa-
grafía: ''No tomo morfina, ni cocaína, recieron por primera vez en el Uru-
ni fumo, ni bebo alcohol. Me baño to- guay, comentarios y traducciones de
dos los días, uso el pelo corto y los Cocteau, de Jacob, de Jules Romains,
trajes sin mancha". Se explica que los de Vildrac de Reverdy y la pléyade
integrantes de la peña del Café Irigo- compleja de corifeos ultraístas y crea-
yen vistan con pulcritud y elegancia. cionistas españoles movimiento que
Algunos como el Dr. Carlos María entonces agitaba el ambiente intelec-
Prando se destacaban por su acicala- tual de Europa teniendo como centro
miento afectado en el vestir. Casi todos París, Berlín y Milán. V en las notas
ellos gozaban de una posición econó- biográficas y bibliográficas de "An
mica desahogada, algunos eran hasta Anthology of Contemporary Latín
ricos y ocupaban altos cargos, minis- American Poetry" de Dudde Fitts. de
tros, diputados, jerarcas de la Banca. New York, se dice de esta revista: "Los
Así como las peñas bohemias trascen- Nuevos" inician el comienzo del expe-
dían a anarquismo, la peña del Café nmentalismo en América". "Los Nue-
Irigoyen trascendía a socialismo, a pe- vos" ocupaban un pequeño local en lá
sar del aspecto burgués de sus conter- calle Misiones 1489, donde se reunían
tulios, por influencia del leader del los poetas vanguardistas. A la sede de
Partido Socialista asiduo concurrente, "Los Nuevos" concurrían, Arturo Car-
y uno de sus más destacados miem- bonell Deballi, encargado de la sección
bros, Emilio Frugoni, aunque política- bibliográfica de la revista, Víctor Bo-
mente había concurrentes de la peña nifacino, que habló en "El Ateneo"
que eran blancos o colorados: Ismael acerca de las nuevas tendencias lite-
Cortinas, político nacionalista, de rele- rarias (Ultraísmo, creacionismo). En
vancia y dramaturgo, Fernán Silva i;na crónica de un diario local se decía
Valdés, que ya era el autor de "Agua comentando la conferencia de Víctor
del Tiempo", el poeta Julio Raúl Men- Eonifacino, autor de varias novelas y
hilaharzu, Carlos María Cantú, drama- libros de poesías, y una biografía de
turgo, y Buenaventura Caviglia (hijo), Hivera: "La escasez de público demos-
erudito filólogo, Julio Silva Valdés, au- tro el poco interés por las nuevas ten-
tor de un libro de poesías: "Oriental", dencias literarias". Concurrían al ce-
con in-clinación vocacional por los es- r.áculo de los nuevos, el escultor En-
tudios históricos; Carlos Zum Felde, rique Lussich, Carlos César Lenzi, crí-
pceta y bancario, Orestes Baroffio, ar- tico teatral de la revista, Julio Raút
ouitecto y cronista, Lorenzo Mérola, Mendilaharzu, Luis Eduardo Pombo,
famoso cirujano, Héctor Dupont y Juan critico literario, José María Arocena
Carlos Neto, banearios, Eduardo Rodrí- Blanco, Marcos Muñiz, Ofelia Calo Be-
guez Larreta, Director de "El País" y rro y Mario Esteban Crespi.
Pablo Blanco Acevedo, historiador.
Después de "Los Nuevos" se forma-
En 1920 aparece en Montevideo la ron sendos cenáculos adscriptos a las
revista "Los Nuevos", dirigida por Fe- revistas "Teseo" y "La Cruz deJ Sur".
derico Morador e Ildefonso Pereda El grupo "Teseo" capitaneado por
Valdés. Zum Felde, en su "Proceso In- Eduardo Dieste, se reunía en el Café

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"Tupi Nambá", en su viejo local de la venes escritores que formaban un nue-
calle Juncal y Buenos Aires. En el vo frente con "La Cruz del Sur" y ata-
primer número de la Revista "Teseo" caban a la literatura oficial y filistea.
Et publicó un registro de Jos miembros Existió conexión y fraternal amis-
de la agrupación recientemente funda- tad entre el movimiento argentino
da que pretendía ser una tabla de je- "martinfierrista" de la revista "Martin
rarquía de nuestra cultura, separando Fierro" — que contaba con el apoyo
a los escritores por géneros: novela, de Jorge L. Borges, Ricardo Molinari,
poesía, ensayos y a los plásticos, en Francisco L. Bernárdez, Carlos Mas-
pintores, escultores, grabadores, etc.
tronardi — y el movimiento del crucero
La campaña más importante realizada
por el grupo "Teseo" en favor de la li- del sur, como antes había existido la
bertad de pensamiento, fue el mani- misma conexión entre el ultraísmo es-
fiesto en apoyo del Rector de la Uni- pañol y "Los Nuevos". Es curíeso ob-
versidad de Salamanca, Don Miguel ele servar este hecho: que los animadores
Unamuno, por su confinamiento en la de los movimientos de "Martín Fierro"
isla de Fuente ventura, por la dictadura y "La Cruz del Sur", Ever Méndez y
de Primo de Rivera, redactado por el Alberto'Lasplaces, pertenecían a una
Dr. Carlos Vaz Ferreira, alegato en fa- generación anterior a la de los jóvenes
vor de la libertad que culminó con un que prohijaron, y no fueron tránsfugas
gran acto público en uno de nuestros a su generación, sino comprensivos con
teatros. Colaboraron asiduamente en la juventud. "La Cruz del Sur" no ol-
"Teseo", Enrique Casaravilla Lemos, vidó, no obstante, a los valores del 900
el poeta oficial del gnipo. Pedro Lean- con notas tituladas: "Cómo conocí a"
dro Ipuehe, que era colaborador de la evocando las siluetas de Delmira Agus-
revista, pero no concurría a la peña, tini, Florencio Sánchez, a Lasso de la
Juan Parra del Riego, gran poeta pe- Vega, Rafael Barret y a Herrera y
ruano, admirado y querido por todos, Reissig, al que se le dedica un número
que dio a conocer en la revista "Te- especial, y publicó notas referentes a
seo" algunos de sus mejores poemas: los valores de la hora, Zavala Muniz,
"La Serenata de Suray Surita y sus po- Fabini y a los plásticos Figari, Cúneo
li ritmos". Justino Zabala Muniz, era y Arzadun. Al cenáculo de "La Cruz
una de las figuras más importantes de
del Sur" concurrían Alvaro y Gervasio
"Teseo" y acababa de publicar su "Cró-
nica de Muniz"; Enrique Dieste, Emi- Guillot Muñoz, Humberto Zarrilli, Ma-
lio Oribe, Carlos M. Princivalle, Ma- rio Esteban Crespi, Julio Verdié, Ma-
nuel de Castro e Ildefonso Pereda Val- nuel de Castro, Julio Morenza, Alfredo
dés. Mario Ferreiro e Ildefonso Pereda
Valdés,
Si Eduardo Dieste había sido el pa- "Teseo" y "La Cruz del Sur" termi-
dre espiritual de 'Teseo", la paterni- naban su misión cuando llegó de Es-
dad de "La Cruz del Sur" se debe a paña Julio J. Casal para radicarse de-
Alberto Lasplaces. El ex "bohemio" se finitivamente en el Uruguay. Reeditó
convirtió en el animador de los escri- Casal la revista "Alfar" y aglutinó a
tores de la "nueva sensibilidad", he- su alrededor una peña, que se reunía
cho que demostró el espíritu renovador en un Café de Pocitos y a la que con-
ce Lasplaces pues la mayor parte de currían los colaboradores de '"Alfar":
sus compañeros de la revista "Bohe- Juvenal Ortiz Saralegui, Uruguay Gon-
mia" no se renovaron a través del zález Poggi, Felipe Novoa, Mariano
tiempo. En tanto, Lasplaces poseído de Olivera Ubios, Rafael Casal Muñoz,
un
gran dinamismo animaba a los jó- etc.

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Las últimas peñas fueron "El salón tores, músicos, recitadores nacionales y
de artes y letras", la peña del Café extranjeros. Muchos concertistas de fa-
"Armonía" y "Meridión". ma dejaron su semilla en aquella peña
El salón de artes y letras tuvo su variada, heterogénea y vibrante. En
sede en la Asociación de Empleados tila se sintió la presencia permanente
de. Correos y Telégrafos, en la calle de Ángel Falco, de retorno al Uruguay
San José 1138, y fue fundada por di- después de una larga ausencia, de Pa-
cha Asociación con fines culturales. blo Minelli González, Ernesto Pinto,
Sus primeros presidentes fueron Ilde- Vicente Morelli, Juan Carlos Gómez
fonso Pereda Valdés y Vicente Carre- Haedo, Abelardo Rondan. Animadores
ra. Los actos más originales de este de la peña "Armonía" fueron Mirtha
salón fueron las críticas públicas que Castillo, Mario Dufort y Alvarez, Ra-
se hicieron de los poemas de los poe- món Alvarez y Zulma de Alvarez.
tas jóvenes que leían sus composicio- La última peña montevideana fue
nes ante un público atento y culto. ''Meridión" convocada por Humberto
Mirta Gandolfo debió sufrir aquella Zarrilli y que tenía su sede en un sa-
dura prueba de su iniciación poética. lón de la calle San José entre Cuareím
Participaron de los actos como confe- e Ibicuy. Por ella desfilaron todos los
renciantes, o recitando sus poemas: poetas de Montevideo, pero no dejó
Héctor Silva Uranga, Ledo Arroyo To- sino un recuerdo efímero, muy dis-
rres, Pedro Leandro Ipuche, Nicolás tinto al que dejaran los núcleos de
Fusco Sansone y Carlos Abayubá Ola- "Teseo", "La Cruz del Sur" y "Los
ve. Nuevos" que pudieron mantener, al
La peña del Café "Armonía" reunió menos por unos años, sus órganos de
un grupo heterogéneo de poetas, pin- publicidad.

#CGRRE GRAVE RIESGO EL ASEGURADO CONTRA INCENDIO QUE NO


COMUNIQUE CAMBIOS EN SU GIRO

íd'íS ¿uelen controlar su seguro de Jnc-enciio para uno determinada -


C'D5O de negociUy q j e can el correr del fSeffipo, por inclusión de nuevos renglones o
modjf ¡catión pardal del CJÍTO, ifegoíi a \a peligrosa situación de que producido un
íinreaírfl, lamentablemente no tienen seguro aur*q**e la péHra este vigente. Esta deter-
mina, cerno se comprenderá, que no percibirán un iofa ceníéiifno par cartcepíc de in-
demnización.
Cabe señalar, a vía de ejemplo, que si una persono aseguVo un depósito de íru'os
del país y con'«i transcurso deí tiempo deposÜa forraíe» en el mismo íocaí, sin curiar
<ei correspondiente aviso ol asegurador, está violando invo lunfa Ha me fiíe eí contraía por
lí'usiún de un elemento peligroso;
t o mismo ocure en e! caso é« tornEfcins fliíe incorporan -a tu giro la recarga de
garrafas de ivpergás.
Tanto tino como otro ca&o — así domo en muchos que pu#dtn presentarse — agro-
van e\ riesgo asegurado, siendo necesario que lüt Iríteresüdúi comuniquen al Sania de
Seguras la nueva situación para adecuar ef contrato a la reefidod.

Sófo asi le evitorg qi>e el asegurada na perciba Éncfemnización err caso de un


eventual siniestro,

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