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PROPÓSITO: PASTORAL
TEMA: EVIDENCIAS MORALES DE
UN VERDADERO CREYENTE
FE VS. RELIGIÓN:
LA GUERRA ENTRE LA RELIGIOSIDAD Y VERDADERA CRISTIANDAD
SANTIAGO 1:26,27
INTRODUCCIÓN:
El dilema moral actual identificado por las diferentes tendencias socio políticas,
todo el asunto de la diversidad de género y la liberalidad de pensamiento, han hecho
tambalear al cristianismo actual. Si a todo esto se le suma que la Iglesia cristiana
ha mostrado tener cierto alejamiento de los preceptos bíblicos, teológicos y
doctrinales; la poca trascendencia de la evidencia de cambio y transformación moral
y espiritual en los creyentes esta acompañada de una falta de conocimiento,
obviamente, y práctica de los principios y valores bíblicos. Afirmar que estamos en
los tiempos de decaimiento moral que la Biblia plantea también es un hecho. El Dr.
Yattencey Bonilla, Ministro de La Iglesia de Dios en Quito, Ecuador, afirma lo
siguiente:
“En el presente siglo estamos viviendo la evolución o involución del
sentimiento religioso. Existe un pluralismo en nuestra Cristiandad que llega a
extremos como iglesias con un propio concepto cristológico, que se funda en
teologías, dogmas y sistemas dedicados a cautivar gente, que se aprovecha o
hace caso omiso de sus dramas, conflictos y pobreza. Muchos tratan de aceptar
la oferta de un Cristo, hecho solamente para responder a sus necesidades, un
Cristo mágico, que les ofrece dejar de sufrir y satisfacer todas sus carencias, sin
el mayor esfuerzo.”
I. Fe (Santiago 2:14,15)
La fe, según Santiago, no es simplemente algo teórico o verbal. No se trata de
simplemente una afirmación, declaración o decreto, según se practica por parte de
muchas congregaciones cristianas y en especial de corte neo pentecostal. La fe es
una acción fundamentada en una convicción, y así debe ser manifestada por todo
creyente. Es una convicción que mueve al ser humano común a realizar actos
conscientes y directos en beneficio de alguien más, y en sumisión a Dios. Una
persona de fe, no solo se preocupa por los demás, hace algo al respecto y vive
aquel amor incondicional para con otras personas. Sus fuerzas, habilidades y afecto
lo descarga en todos y en especial con los más necesitados. La Nueva Traducción
Viviente expresa esto así: “Amados hermanos, ¿de qué le sirve a uno decir que
tiene fe si no lo demuestra con sus acciones? ¿Puede esa clase de fe salvar a
alguien? Supónganse que ven a un hermano o una hermana que no tiene qué
comer ni con qué vestirse.” Las palabras de Santiago remarcan la idea clara, no
solo de una ayuda social, más bien de una intencionalidad objetiva de la condición
de las personas. Aplicar esto en un sentido muy actual, podría decirse que todo
aquel que pasa por una situación difícil o complicada lo convierte en la oportunidad
del creyente para manifestar su fe. La fe, planteada en este caso, viene a ser una
manifestación del cambio en la vida real. La fe, según Santiago, es más que simple
creencia religiosa, es vida práctica.
La religiosidad actual establece, a diferencia incluso de la religiosidad del
catolicismo tradicional, una vida llena de lujos como muestra o manifestación de
respaldo divino. A este pensamiento se le conoce como “teología de la prosperidad”,
la cual está relacionada más con el pensamiento filosófico hedonista que con fe
piadosa. El hedonismo es el pensamiento filosófico que se fundamenta en dar
satisfacción a los deseos naturales como fin moral, es decir, según esta tendencia
la moralidad máxima se alcanza cuando son satisfechos los deseos naturales por
inmundos que estos sean. Según el Dr. Yattencey: “La Cristología postmoderna es
usada para las grandes empresas religiosas, donde el pastor de éxito es el que tiene
la mayor cantidad de miembros…” la razón de esto, según Bonilla, es porque así se
muestra “el respaldo divino”. Planteado de otra forma, la fe ya no es el éxito de la
comunidad cristiana, son logros cuantitativos y no cualitativos los que cuentan
actualmente.
CONCLUSIÓN:
La iglesia actual tiene el desafío de presentar a Cristo en un mundo indiferente,
sensual y dependiente de muchas cosas materiales. El problema es que el creyente
está inmerso en dicha cultura y contexto. El pensamiento concluyente es: “Este es
el verdadero cristianismo que cambia la mente de las personas y estas a su vez
pueden reflejar la realidad interna del reino.”