Sei sulla pagina 1di 2

PRECENTADO POR: Adrian Pantoja Trejo

PRECENTADO A: Arístides Obando

FECHA: catorce (14) de octubre del dos mil diecinueve (2019)

INTRODUCCION
En el siguiente texto encontraremos como es capaz la filosofa Hannah Arendt de
neutralizar emociones por hechos pasados y dar un punto de vista de como la maldad es
tan efímera y fugaz, que no ciertamente se debe ser un mostro para cometer actos
“impuros” ya que todo lo que brilla no es oro.

RESUMEN
En 1961, en Israel, se inicia el juicio de Adolf Eichmann por genocidio contra el pueblo
judío durante la Segunda Guerra Mundial. Hannah Arendt plantea en su libro “Eichmann
en Jerusalén” (1963), lo banal que puede ser la maldad. Pese a vivir en carne propia la
brutalidad del genocidio alemán, su punto de vista ante Eichmann es que, él simplemente
siguió las reglas, normas que lo regían en ese entonces; el solo obedecía órdenes. Con
esto plantea que, si se eximen la responsabilidad, cualquier tipo de persona cometería
auténticas atrocidades.

PALABRAS CLABES
NAZIS, GENOCIDIO, JUDIO, CRITICA, CONFORMISMO, CONTRADICCION, NEUTRO,
MALDAD, RESPONSABILIDAD.

PUNTO NEUTRAL (La Banalidad Del Mal)


Durante el juicio celebrado a Adolf Eichmann, Hannah Arendt observa prudencialmente la
clase de persona que es Eichmann. Todos lo tildan de genocida y de que es uno de los
principales culpables de la crueldad que recae sobre el pueblo judío.
Eichmann fue el responsable de la logística del genocidio, él se encargaba de conducir a
los judíos, a través de los trenes a los campos de concentración; era el que diseñaba el
conjunto de la estructura ferroviaria y como estos millones de judíos eran trasladados de
un lugar a otro para ser asesinados, por tal razón Eichmann fue acusado tanto de los
crímenes contra el pueblo judío como también por crímenes contra la humanidad.
La controversia que trae el libro de Hannah es que toma una posición neutral sobre el
asunto y formula una opinión fuera de lo común, fuera de todo lo que las multitudes
esperan; se aleja de la mediocridad del ser humano y de esa facultad que tiene el hombre
de tirarle más fuego a la hoguera, de agravar la situación, de hablar de lo mismo de una
manera burda la cual solo busca la aprobación de las personas que quieren, no, aún más
que eso, que necesitan que les digan, que si que todo lo malo, lo detestable, lo
repugnante de este mundo esta enfrascado en esa persona tomando el camino fácil para
llegar a esta opinión que ya todos la esperaban y que al oír estas palabras poder sentirse
identificados, pero ¿por qué? Es simple, porque el hombre siempre quiere encontrar algo
o alguien a quien atribuir las desgracias por las cuales paso, pasara o está pasando. Todos
buscamos la escusa mas fácil, culpar a alguien para qué con ello, lavarnos las manos. Lo
impresionante de postura de Hannah Arendt es que pese a que fue una de las victimas del
movimiento Nazi, alejo todo venganza, moral y se limitó a observar el comportamiento del
susodicho, de aquel individuo que por ser el protagonista del transporte de miles de judíos
que iban directo a su fin debería causar repulsión, ser un ser desagradable e inhumano, un
mostro. A los ojos de Hannah Arendt este era un tipo cualquiera, semejante a todos, al
papá que trabaja de sol a sol y que por ello no permanece mucho tiempo en su casa y con
su familia, al soldado que pasa largo tiempo fura de casa defendiendo su patria, pero deja
a su esposa sola en casa, al abogado que defiende a un violador ¿por qué? Por que
simplemente ese es su trabajo… Arendt se da cuenta en el juicio de Adolf Eichmann que
cualquier tipo de persona sin necesidad de ser malvada puede cometer los mas terribles
crímenes, simplemente lo que debe hacer es dejar de pensar, seguir las normas que lo
rigen; en este caso la educación recibida por los Nazis encaminada hacia una obediencia
ciega la cual permite que los soldados cometan las mas terribles atrocidades sin pensar en
las consecuencias.
En conclusión, puedo decir que cualquier tipo de persona, que estuviese sometida a una
educación Nazi pudo cometer tales actos; aun también toda persona que se le exima de
responsabilidad alguna es capaz de desembocar acciones similares o aún más anormales
que las cometidas por Adolf Eichmann. A esto Hannah le llamo La Banalidad Del Mal.

Potrebbero piacerti anche