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índice

Las mujeres recibimos...

5_ Prólogo.
6_ Introducción.
10_ Violencia de género y medios de comunicación.

16_ Violencia de género y victimización de las políticas estatales.

28_ La ley como tecnología del género.

...pero también repartimos.

38_ Perversiones de género: mujeres asesinas, la construcción


histórica de las «chicas malas».

46_ Passat apetent, present jactanciós.

Barcelona, desembre 2012.

Edició: HERSTORY (Difusora feminista) - www.nodo50.org/herstory -


Dipòsit legal:
Contacte: putaseinsumisas@riseup.net
Prólogo

Esta publicación es fruto de conocimientos y experiencias personales y profesionales, deba-


tes y disputas que nos daban pistas de los modos de confrontación que nosotras, como mu-
jeres o personas socializadas como tales, utilizamos también para reflexionar sobre el modo
en que nos enfrentamos al conflicto, con resultados no siempre reconfortantes. Iniciamos este
camino con ímpetu y fuerza y lo terminamos con más dudas que certezas. Nuestra primera
finalidad como activistas fue la de encontrar los medios que nos demostraran que nuestro ob-
jetivo era loable, que demostrara que las mujeres eran capaces de usar la violencia en cual-
quier contexto con la misma brutalidad que los hombres. Empezamos intentando encontrar
los argumentos que nos podían acercar a lograr nuestro fin, sin preguntarnos si el fin no sólo
era posible, sino sobretodo deseable. Las máscaras debían caer y nos dimos cuenta de que
no había nada incuestionable, no podía haber nada prohibido y ningún tema debía aparcarse
por corrección política. No se trataba entonces de demostrar la dicotomía patriarcal inversa,
es decir, de mostrar como justa sólo aquella violencia ejercida por las mujeres, ni tampoco de
mostrarlas como víctimas eternas; si de verdad era necesario poner en juego las aberraciones
del sistema de género, era necesario partir de la desmitificación, la humildad y la aceptación
de la incoherencia.

Putas e insumisas es un recorrido de intereses, no un análisis exhaustivo. Cada una de las


personas que formaban parte del proceso, establecieron los temas que por cuestiones emo-
cionales, políticas o de conocimiento guiarían su participación, generándose de esta forma
varios ejes de interés y por tanto una conjunción de autorías. Todos los artículos de la publi-
cación tienen un estilo, una marca irrenunciable y personal que es fruto del esfuerzo de la
persona que lo firma en conjunción con el esfuerzo del grupo por aportar, iluminar y guiar el
proceso de conocimiento y redacción. Toda producción de conocimiento en los contextos de
los movimientos sociales, incluso la presente publicación, está plagada de citas y alusiones a
personas académicas y expertas, muchas de ellas alejadas completamente de los contextos
activistas. Reconocer la autoría de aquellas para las que la tarea del conocimiento no se paga
a través de los sucios medios del sistema neocapitalista, es reconocer que esta tarea es tan
importante como aquella para la que es necesario colocarse una capucha. Ahora bien, como
es imprescindible destacar, nunca el proceso de creación intelectual es fruto de la disertación
personal y contemplativa de una única persona, sino que ésta ha sido nutrida no sólo de sus
compañeras de debate, sino también de sus vecinas, familiares, colegas, etc. porque incluso
la necedad o la ignorancia son información nada desdeñable.

Por suerte, supimos descartar las certezas, en un inicio incuestionables, inmiscuirnos en la


deriva del pensamiento confrontado, dejando fluir las ideas que emergían en el proceso. In-
tentamos no caer en el academicismo ni en la obcecación, aunque aún ahora dudamos de
si el producto ha cumplido su cometido, estamos seguras de poder defenderlo aquí y ahora.
Mañana, ya veremos.

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Putas
e insumisas

Introducción
La revista que tienes en tus manos es el intento de realizar una aproximación a la cuestión de ces de su propio género. Si a este hecho le sumamos que la violencia, en algunos casos, es
la violencia y la feminidad, partiendo de la dicotomía impositiva que, estableciendo roles di- ejercida contra aquellos a los que su designio genérico obligaría a cuidar y obedecer, tales
ferenciados entre ambos géneros, supone a las mujeres como más pacíficas y conformadas. como esposos o hijxs, la vulneración se convierte en una aberración.
En contraposición, la masculinidad queda establecida como impetuosa, irrefrenable y vio-
lenta, hecho que acrecienta la indefensión y la sensación de vulnerabilidad de las mujeres. En cuanto a la violencia contra las mujeres, debemos apuntar que partimos de una visión
holística de la misma, según la cual, esta no es únicamente fruto de un sistema de domina-
Partimos de la concepción de la violencia, no como un producto ahistórico, sino como un ción heterosexista, sino que es fruto de la complejidad de factores que se interseccionan en
elemento sometido a las contingencias e interpretaciones de cada grupo social en cada mo- la configuración de la composición identitaria. Factores de clase, de etnia, de salud, etc. son
mento y época determinada. La violencia como constructo social, supone que el significado elementos que influyen en la forma en que esa violencia se ejecuta y, sobretodo, en la forma
de la misma dependerá de la interpretación que de ella hagan aquellos grupos dotados de en que esa violencia se visibiliza pasando a formar parte de la res publica.
legitimidad para la creación de significados y discursos de validez.
No queremos en ningún caso realizar un análisis exhaustivo sobre el concepto de la violencia,
La mayor intromisión de los poderes estatales como mediadores y resolutores de los conflic- sino mostrar la relatividad del uso y el significado en función de los discursos socialmente
tos sociales en las actuales sociedades tecnificadas, ha provocado una mayor intolerancia disponibles.
al uso de la violencia.

Las clases medias, como gestoras de las normas de las élites del poder, mantienen la legi- PUTAS E INSUMISAS
timidad social de los valores morales de las mismas. La clase media como grupo formado
por el mercado laboral tecnocrático, debe a éste su ascenso, debiendo por tanto defender Hemos considerado importante para la elección del título utilizar formas de subversión del
su legitimidad, ante el riesgo de desclasamiento y de pérdida de prestigio e influencia social. lenguaje que desafiaran los significados hegemónicos. Partimos de un ejercicio de decons-
Ahora bien, es de suponer que todos aquellos individuos excluidos, aquellos seres alteri- trucción, es decir separando una forma de su significado dominante, para posteriormente
zados, expulsados del paraíso tecno-capitalista, al no compartir los valores del sistema y, a apropiarnos de ella, utilizándola para transformar sus significados en un nuevo concepto re-
menudo tener que desenvolverse con los valores de su propio habitus, desarrollen menos volucionario.
resistencias ante el uso de la violencia.
Partir de la referencia al movimiento francés «Ni putas ni Sumisas» en la composición del títu-
No pretendemos caer en el ejercicio simplista de la idealización de la violencia, sino poner lo, es el primer ejercicio deconstructivo que nos sirve para situarnos en una lucha alejada de
en cuestión las concepciones absolutistas respecto a la misma. La violencia no es usada las finalidades del mismo. Cabe señalar, que algunas de las miembros principales del movi-
únicamente en conflictos interpersonales, sino que esta es ejercida contra grupos enteros miento «Ni putas ni sumisas» fueron reclutadas por el Gobierno de la presidencia de Nicolas
de población como medio de coacción y amenaza. Además la violencia no tiene porque Sarkozy. Por ejemplo Fadela Amara, presidenta de la organización, fue reclutada por Sarkozy
materializarse mediante el uso de la fuerza, sino que, en muchas ocasiones, la violencia para encabezar la Política de la Ciudad en el Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Este movi-
puede consumarse mediante la amenaza constante y duradera, por ejemplo de la pérdida miento se basó en tres puntos principales para mediatizar sus reivindicaciones: el escándalo
de un puesto de trabajo o de beneficios sociales, instigando al miedo y a la docilidad, con de las violaciones colectivas, el crimen brutal de la joven Sohane1 y el debate sobre la ley
las repercusiones en la salud de aquellos que somos los destinatarios de tales amenazas por contra los signos religiosos.
parte de dirigentes políticos.

En este sentido, de la misma forma que la violencia de determinados grupos sociales será
deslegitimada dado su carácter no autorizado por los estamentos de poder correspondien-
tes, la violencia femenina es presentada como una doble vulneración. De esta forma, las
mujeres que ejercen violencia vulneran, no sólo las directrices estatales que limitan el uso de 1 Sohane Benziane, era una chica de origen árabe que vivía en una ciudad dormitorio francesa. En el año 2003
la violencia al ejercicio de aquellos representantes de las mismas, sino también las directri- fue quemada viva por un vecino de su misma edad por no actuar de forma recatada, según los mandamientos del Islam.

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El feminismo del movimiento «Ni Putas, ni Sumisas», sirvió a los intereses xenófobos del go-
bierno francés y se dedicó a estigmatizar al hombre árabo-musulmán de los suburbios. Este
feminismo mediático acabó instrumentalizado con fines políticos, incidiendo en la división de
los géneros en las barriadas y promoviendo el aumento de la islamofobia. Por otra parte, este
movimiento produjo también efectos contradictorios que se materializaron principalmente en
la invisibilización del sexismo mayoritario de la sociedad francesa en su conjunto, legitiman-
do la discriminación a las minorías étnicas sin cuestionarse las diferentes formas de racismo
en el interior del movimiento feminista blanco y la universalización de sus principios al hablar
en nombre de «todas las mujeres».

Por otra parte, la elección del apelativo «putas», en el título de la presente revista es usado,
no como una negación, ni tan siquiera como una reivindicación en su significado originario,
sino como un uso subversivo. Somos conscientes que este término ha estado reivindicado
de forma abusiva y a pesar de no sentirnos identificadas con la retórica postmoderna, con-
sideramos que el análisis lingüístico del postestructuralismo, permite la resignificación y la
legitimización de ciertos términos estigmatizados. El calificativo «putas» es el término con el
que probablemente pudieran ser llamadas muchas de las mujeres que se nombran en la pre-
sente publicación, ya que este es usado como término estigmatizador hacia todas aquellas
que no cumplen con su normativa hegemónica de género.

Y por supuesto, insumisas, usado en este caso no como ejercicio de resignificación ya que
nos adherimos al sentido clásico del término, mediante una reivindicación terminológica: la
de la insumisión como forma de incumplimiento. Porque para bien o para mal muchas mu-
jeres han sido insumisas a los comportamientos que su rol de género les había asignado.
Para bien o para mal, porque muchos de estos comportamientos, pueden ser moralmente
reprobables, lo que subvierte la naturalización del pacifismo y la bondad femenina.
Las mujeres recibimos...
Por último y en cuanto a la estructura de la revista, esta se divide en dos partes. La primera
parte centra aquellos artículos que tratan sobre las violencias generizadas, aquellas vio-
lencias que sufren las mujeres por designio genérico. Hemos querido, en este apartado,
nombrar algunas de las violencias contra las mujeres más invisibilizadas, por no poder ser
instrumentalizadas para legitimar el papel protector de las estructuras estatales.

La segunda parte de Putas e Insumisas tratará sobre las violencias ejercidas por mujeres, ya
sea en el cumplimiento poco ortodoxo de su rol femenino en el ámbito privado, ya sea en la
intromisión en el ámbito público, mediante su participación en luchas armadas y conflictos
sociales.

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Putas
e insumisas

que abogan por el cambio social tión de su infraestructura ni de sus


quienes suelan considerar a la gente contenidos, dejando que esta res-
receptáculos pasivos de manipula- ponsabilidad recaiga en las manos de
ción ideológica (Castells, 2000: 210). unos pocos que se encuentran con
Manuel Castells mediante el análisis una herramienta capaz de crear una
de investigaciones que vienen a de- opinión pública generalizada y homo-

Violencia de género y
mostrar por ejemplo, la escasa in- geneizadora, esto es, la capacidad de
fluencia de los medios publicitarios crear moral, de modificar e influenciar
en la elección del objeto de consumo, la opinión de la sociedad. Y si bien es

medios de comunicación
considera apocalípticas ciertas visio- cierto que estos calarán de manera
nes sobre la influencia de los medios diferente según las circunstancias in-
de comunicación en las decisiones dividuales y cómo interactuamos con
Valerie Solanas, feminista radical, autora del
de las personas. Ahora bien, a pesar ellos, no se puede negar que se trata Manifiesto SCUM.
de reconocer que las personas no de una gran influencia.
son seres completamente indefensos
La visibilización de la violencia de género como fenómeno social ha ante las estrategias de persuasión de
los medios, estos han logrado inclu- La presencia de la violencia
sido en gran parte orquestada desde los medios de comunicación. so que grandes grupos de población de género en los medios de
Desde el caso de Ana Orantes, paradigmático de la influencia de los apoyen, o al menos consientan, in-
tervenciones armadas en principio in-
comunicación
medios y su capacidad para hacer realidad aquello de lo que hablan, justificadas. La creación de enemigos
De entre los diferentes medios con-
contra los que protegerse, la percep-
la violencia de género ha sido un hecho mostrado por los medios ción selectiva de las agresiones a los
siderados de comunicación masiva,
la televisión es todavía el de más in-
de comunicación como un fenómeno conflictivo entre dos individuos derechos humanos en determinados
países, la creación de discursos va-
fluencia. En el caso de la violencia de
género, el 89% de la población se en-
aislados vaciados de connotaciones sociales. Esto ha tenido diferen- cuos de fácil adhesión para legitimar
intervenciones bélicas, etc. son estra-
tera de las noticias a través de ésta,
tes consecuencias en la forma en que la violencia de género ha sido tegias utilizadas por la propaganda
mientras que el 65 % lo hace a través
de los periódicos, y el 44 % por la ra-
estatal para fabricar consenso y en-
percibida por la población consumidora de estos medios. caminar al rebaño desconcertado 1 a
dio.
En España, hasta la década de los
comulgar con los intereses del poder.
90, este tipo de noticias prácticamen-
te no aparecían por televisión, ya que
Irene En España, hasta la década se consideraban sucesos del ámbito
privado que no concernían al resto de
de los 90 este tipo de la sociedad.
noticias prácticamente no Desde entonces se han sucedido
Los medios de comunicación En las modernas democracias catódi- cos están de hecho influenciados por
aparecían por televisión, toda una serie de cambios sociales y
y su influencia en el individuo cas (Ramonet, 1995), ante la crisis de la situación política del gobierno que legislativos en torno a la violencia de 1 Término utilizado por Walter
las grandes máquinas coaccionado- los gestiona. ya que se consideraban género. Una de las primeras noticias Lippmann, periodista americano e im-
Los medios de comunicación hoy en ras (familia, escuela, Iglesia, ejército), En la actualidad, la realidad del po- sucesos del ámbito privado sobre el tema, aparecida en los me- portante analista político, vinculado con
(Ramonet, 1995:58) la televisión y la der mundial escapa con mucho a los comisiones de propaganda americana
día se han convertido en una parte que no concernían al resto dios, fue el de Ana Orantes que, tras que tenían como finalidad producir en
imprescindible de cualquier sociedad información recibida por Internet son estados e implica la emergencia de denunciar a su pareja en televisión,
las principales y más válidas trans- nuevos poderes que trascienden las de la sociedad. fue asesinada. Este caso provocó un
la población, mediante las nuevas téc-
moderna, ofreciendo contenidos que nicas de propaganda, la aceptación de
informan de la actualidad a la par que misoras de los valores que dotan de estructuras estatales (Butros, Butros revuelo mediático que incluso pudo algo inicialmente no deseado (Choms-
sacian las necesidades de ocio de la legitimidad a los actuales sistemas. Gali, 1995:57). Entre estos nuevos ser precursor del debate en torno a ky,1995:10). Su idea principal consistía
Pero a excepción de Internet, los en la fabricación de consenso mediante
población. Sin embargo, el problema surge poderes, uno de los más importantes, la legislación y el posicionamiento de
viejos mass media no facilitan la in- la intervención propagandística de una
Los llamados medios de comunica- cuando tenemos en cuenta que la temibles y dotado de mayor legitimi- las instituciones al respecto. Desde
formación y expresión de quienes clase especializada de hombres respon-
ción de masas, como principal fuente inmensa mayoría de los medios de dad performativa es el de los medios entonces, la presencia de casos de sables, capaces de entender lo que con-
los consumen, dado que son básica-
de información, ejercen una gran in- comunicación son empresas privadas de comunicación de masas. Para Ma- este tipo de violencia en los medios venía al rebaño desconcertado; ideas,
mente unidireccionales. Salvo excep-
fluencia sobre el imaginario colectivo con sus propias influencias e intere- nuel Castells, resulta irónico que sean fue aumentando considerablemente y que sólo los que tienen acceso a vislum-
ciones, el ciudadano no dispone de brar aquellas cosas que escapan a la
y sobre nuestros propios valores. ses económicos, y los que son públi- precisamente aquellos pensadores convirtiéndose en una de las reivindi-
capacidad de interacción en la ges- gente en general, podían vislumbrar.

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Violencia de género y medios de comunicación Putas
e insumisas

caciones de diferentes asociaciones tras caminaba por la calle. “¿Está us- «(…) vivían varias personas inmigra-
de mujeres. El gobierno, presionado ted bien?”, le preguntó. “Sí, sí, no crea das, en lo que popularmente se ha
por éstas, creó la «Ley Integral Con- usted que estoy borracho. Sólo un dado a llamar como “piso patera”. La
tra la Violencia de Género» que se poco mareado”, dice ella que contes- víctima, de 29 años, ha sido identifi-
empezó a redactar en el año 2000, tó. El hombre, de 47 años, se apoyó cada como E.C.S. y, como su agresor,
pero no se aprobó hasta el 2004. a continuación en un coche aparcado también tiene pasaporte boliviano.»
Esta reforma de la legislación no ha frente al portal de su vivienda. Pasa-
disminuido las cifras de mujeres ase- dos unos minutos accedió al interior. Podemos apreciar cómo en la mayo-
sinadas; en el año 2008 fueron 75, 55 Unas horas antes o después de esta ría de noticias se aportan en exceso
en el año 2009 y 73 en el año 20102, escena, eso está aún por determinar, detalles arbitrarios y morbosos de
ya que no ha cambiado la estructura Francisco estranguló a su mujer, Car- manera reiterada, incluso de testi-
social que existe en torno al género men, de 54 años, con la que compar- monios poco fiables, que convierten
y que es la verdadera causante de tía una habitación de alquiler en la la noticia en una simple crónica de
este problema. De la misma manera localidad madrileña. Tras perpetrar el sucesos y restan seriedad al análisis
ha pasado en otros momentos, como crimen se echó a la calle.» que se podría hacer más allá de los
con las leyes de protección a meno- detalles concretos. En muchos casos
res después de casos que escanda- se coloca al agresor en posiciones no
lizaron a la población hasta exigir un Claros ejemplos de ello son racionales como el alcoholismo o las
cambio en las leyes. Como el caso del los supuestos abusos de enfermedades mentales; la delincuen-
padre de Mari Luz, la niña asesinada cia o la inmigración; o bien problemas
por un pederasta reincidente, que se Berlusconi a menores o la socio-económicos. Desde un análisis
reunió con Zapatero y poco después denuncia por violación al estructural de la violencia, estos ele-
anunciaron reformas del sistema pe- ex director del FMI, que ni mentos son sin duda importantes a la
nal en relación a casos de violación y hora de valorar posibles detonantes
pederastia. Un enfoque ampliado suceso dramático y puntual y no como siquiera se evidencian como de la agresión concreta. Ahora bien,
Un análisis realizado sobre el número
el fenómeno cultural que representan. violencia de género. si se toman como únicos elementos
La ONU, en la «declaración sobre Siguiendo esta línea, en los medios de análisis, obviando los factores de
de noticias aparecidas en el periódico
la eliminación de la violencia contra sólo se habla de lo privado y se des- género interseccionados que vulnera-
El Mundo, nos dice que a finales de
la mujer» definió la violencia de gé- contextualiza desligándolo de lo públi- «El marido de la víctima, un hombre bilizan a las mujeres, estos datos pa-
los 80, aparecía una noticia por se-
nero como «todo acto de violencia co o social, como un caso excepcio- de 77 años que sufría problemas psi- recen presentarse como justificación
mana y a finales de las noventa, dos
basado en el género que tiene como nal y aislado. Un ejemplo de ello es el cológicos, fue arrestado como pre- del agresor. Pero no sólo la víctima
noticias al día sobre violencia de gé-
resultado posible o real un daño físi- hecho de que se suela apuntar como sunto autor del apuñalamiento. El queda en una mala posición, sino que
nero. También a partir de los noventa,
co, sexual o psicológico, incluidas las causa a los problemas concretos del juez encargado del caso ordenó su al vaciarse a los protagonistas del su-
las instituciones, interesadas en ser
amenazas, la coerción o la privación agresor o la víctima: en la mayoría ingreso en la Unidad de Salud Men- ceso de condicionantes estructurales,
las salvadoras del género femenino,
arbitraria de la libertad, ya sea que de las noticias aparecidas en tele- tal del Hospital Virgen de la Luz de el agresor a su vez, queda presenta-
aumentaron las campañas de apo-
ocurra en la vida pública o en la vida visión se hace mención a un abuso Cuenca. Según las mismas fuentes, do como un monstruo desnaturaliza-
yo hacia las mujeres que sufren la
privada». de drogas, enfermedades mentales, no consta que existieran denuncias do, un varón que no cumple con su
violencia. Sin embargo aportaban, y
No todas las noticias que podrían adicciones de todo tipo o problemas de maltrato con anterioridad a la agre- función asignada: proteger a la mu-
siguen aportando, una visión victimi-
analizarse bajo esta definición son de adaptación social grave; o incluso sión. La pareja, que tiene dos hijos, jer. Esta idea de los agresores como
zada de la mujer sin hacer tampoco
tratadas como violencia de género. circunstancias personales de la agre- tenía asistencia domiciliaria, ya que monstruos sociales, dificulta mucho
un análisis profundo de la raíz social
En general, la gran mayoría de las dida, como haber rehecho su vida, la tanto el hombre como la mujer pade- a las víctimas de violencia de género
del problema.
que aparecen en los medios están custodia de los hijos, y lo que es más cían trastornos mentales.» identificar a sus parejas como tales,
relacionadas con la violencia física, grave, el juicio respecto a las precau- puesto que la imagen que suelen te-
Así pues, si bien la normalización de
pasando por alto otras situaciones ciones tomadas por la agredida en «Vecinos de la mujer que ha apare- ner de ellos no se corresponde con la
la presencia de los casos de violencia
que se podrían considerar también relación con la inexistencia de denun- cido muerta en Alcorcón han ase- visión aterradora y monstruosa mos-
de género en los medios se puede
violencia contra la mujer. cias previas, incumplimiento de orden gurado que su pareja se encuentra trada por los medios.
considerar un paso adelante, en tanto 2 Según cifras del Informe Anual
La mayoría de noticias sobre violen- de alejamiento, etc. en prisión por un delito de tráfico de Según un análisis de la prensa espa-
que ha ayudado a sensibilizar a gran sobre Víctimas Mortales de la Violencia
parte de la sociedad, quizás el enfo- cia de género que aparecen en te- drogas, aunque apuntan que a veces ñola escrita de 1997 a 2001, las noti- de Género y Violencia Doméstica en el
levisión están plagadas de detalles Vamos a ver a continuación algunos “salía de permiso”. A tenor de la situa- cias de este periodo no contemplaban ámbito de la pareja o expareja 2010,
que actual de estas noticias deba ser
macabros y no suele realizarse un ejemplos concretos: ción de su marido, éste, de nacionali- en su mayoría ni las causas (sólo un
del Consejo General del Poder Judicial.
revisado. http://www.observatorioviolencia.org/
análisis más allá del reclamo del mor- «La vecina se quedó sorprendida al dad española, estos vecinos no creen 25,6 %) ni las consecuencias (sólo un upload_images/File/DOC1306844610_
bo. Estas noticias se tratan como un ver a Francisco tambaleándose mien- “que haya sido él”.» 11,7 %) de los malos tratos. victimas_2010.pdf

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Violencia de género y medios de comunicación Putas
e insumisas

Además, si bien el entorno es una forma, en algunos contextos, violencia Por otro lado, a las agredidas se las de lo colectivo. Se habla de por qué BIBLIOGRAFÍA
fuente de información, el rigor perio- doméstica puede ser percibido como representa como excepciones socia- un hombre concreto agrede a una
dístico requiere contrastar la informa- una forma eufemística de referirse al les, y se las juzga incluso destacan- mujer, y no por qué en general los
ción, tal y como se hace en la mayoría maltrato o al asesinato de mujeres por do en muchas noticias que no había hombres utilizan la violencia contra
de las noticias relacionadas con deli- motivos patriarcales, ya que se pre- denuncias previas, o que habían des- las mujeres. Se debería analizar las Dossier de prensa: Mujer, violencia y Damián Moreno Benítez. De «vio-
tos. El tratamiento de las noticias de tende, intencionadamente o no, pre- obedecido la orden de alejamiento, construcciones en torno al género, los medios de comunicación. Ministerio lencia doméstica» a «terrorismo
violencia de género en este aspecto sentar una realidad problemática con privando a estas mujeres de la auto- roles de poder y el modelo de familia de trabajo y asuntos sociales. Institu- machista»: el uso argumentativo de
es diferente del resto. En las noticias unas circunstancias concretas. gestión libre de crítica de su vida pri- como estructura de relación. to oficial de radio y televisión. Madrid, las denominaciones en la prensa.
que hacen referencia a delitos comu- vada y de sus conflictos y presentan- Los medios nos muestran el mode- 2002. M. 51220-2002. Discurso & Sociedad. 2010, Vol. 4(4),
nes, y no digamos aquellas que tratan do a los medios institucionales como lo de feminidad que debemos tener 893-917.
cuestiones de delitos financieros o es- La representación de la la única vía posible de resolverlo. presente, como género subyugado Vives Cases, Carmen; Martín Lla-
peculativos, los medios no se arries- mujer en las noticias sobre Si no somos capaces de elaborar un al masculino, pasivo, dependiente y guno, Marta; Ruiz Cantero, María Representación de género en los
gan a utilizar información poco fiable violencia de género análisis crítico, la información que re- cosificado como objeto de deseo. Y Teresa. informativos de radio y televisión.
o no suficientemente contrastada. En cibimos está colmada de estereotipos aunque nos muestren la imagen de La violencia familiar y contra las mu- López Díez, Pilar. RTVE e Instituto
contraposición, las noticias sobre vio- y prejuicios, sobretodo el de la ima- las feministas institucionales y la pari- jeres en los medios de comunicación de la Mujer. Madrid, 2002.
La representación que las mujeres tie-
lencia de género utilizan testimonios gen de la mujer como víctima indefen- dad en la política, la imagen de éstas escritos. Alternativas. Cuadernos
nen en los medios es escasa. En las
de vecinas y vecinos, informaciones sa que potencia el proteccionismo y la sigue siendo la de la mujer tradicional, de Trabajo Social. 2002, nº 10, pp. Vives Cases, Carmen; Martín LLa-
noticias de radio y televisión en Espa-
de transeúntes, valoraciones mora- incapacidad de autodefensa y eman- madre y preocupada por la estética. 387-393. guno, Marta; Ruiz Cantero, María
ña, las mujeres representan el 14 %
les o subjetivas de personas que su- cipación. Teresa. La violencia familiar y contra
del total de las personas entrevista-
puestamente conocían a alguna de Informe sobre víctimas mortales de la las mujeres en los medios de co-
das en radio; los hombres, el 86 %.
las partes, etc. Esta falta de rigurosi- En un fallido intento de mejorar la violencia de género 2010. Observa- municación escritos. Alternativas.
Respecto a la televisión, las mujeres
dad supone una desvalorización de gestión de las noticias y los datos torio estatal de la violencia de género Cuadernos de Trabajo Social. N. 10.
entrevistadas en los telediarios son
los hechos que repercute en la idea sobre violencia de género se publicó y doméstica. Ministerio de Sanidad, Universidad de Alicante, 2002. ISSN
el 18%; los hombres, el 82 %. Tam-
social que se mantiene de este tipo el «Manual de Urgencia sobre el Tra- Política Social e Igualdad. Centro de 1133-0473, pp. 387-393.
bién en otro estudio, este de 1993,
de violencia: la del conflicto privado tamiento Informativo de la violencia Publicaciones. Madrid, 2011. ISBN:
se recoge el papel de la mujer como
que compete a víctimas y culpables y, contra las Mujeres» (texto aprobado 978-84 937545-5-6. Mujer, violencia y medios de comuni-
víctima en el 18,46 % del total de sus
como mucho, a su entorno doméstico. en el I Foro nacional «Mujer, violencia cación. Dossier de prensa. Ministerio
representaciones, relacionado con las
Otro indicador es la diferencia a la y Medios de Comunicación» en el año Butros Butros Ghali. En: de trabajo y asuntos sociales, Grupo
agresiones, violaciones, malos tratos,
hora de tratar los casos que se dan 2002 promovido por el Instituto Oficial Ramonet,Ignacio y Chomsky, Noam RTVE. Madrid, 2002. ISSN 51220-
etc. El informe señala que en las no-
en circunstancias socioeconómicas de RTVE y el Instituto de la Mujer) (1995) Cómo nos venden la moto. 2002.
ticias se destaca la situación de in-
bajas y el enfoque completamente di- defensión, impotencia y temor de las que entre otras cosas recomienda: Barcelona, 1995. Icaria. Pg.57.
ferente que se les da a los que impli- mujeres, y que se resalta la presencia «no incidir en el carácter de excep-
can a personajes de la esfera pública de la agresión. cionalidad de cada muerte y agresión Castells, M. La era de la información.
o política. grave sino aportar una visión de con- La sociedad red. Alianza Editorial.
En el análisis de noticias aparecidas junto, que muestre la cotidianidad de Madrid, 2000.
Claros ejemplos de ello son los su- en medios escritos, las organizacio- violencia para muchas mujeres, de
puestos abusos de Berlusconi a me- nes feministas actuaron como fuen- clara causalidad cultural y basados Castells, M. Los nuevos medios de
nores o la denuncia por violación al te informativa en una proporción de en el binomio de superioridad del va- comunicación, Seminario Los medios
ex director del FMI, que ni siquiera se noticias muy poco significativa (4 %), rón-inferioridad de la víctima… apor- de comunicación entre los ciudada-
evidencian como violencia de género. dato que resulta especialmente bajo tar información por parte de personas nos y el poder. World Political Forum.
Podemos encontrar por ejemplo la de- si se tiene en cuenta que otro tipo de expertas en el tema, y contextualizar Venecia en San Servolo (Italia), 23 y
finición del tipo de violencia tratada en organizaciones sirvieron de portavo- la noticia en la existencia de medidas 24 de junio de 2006.
los medios según el léxico utilizado. ces en el 61 % de las noticias. Entre judiciales, sentencias en casos simi-
Casi siempre nos encontramos con ellos, destaca la voz de los vecinos lares, etc. Es importante el lenguaje Concha Fagoaga. La violencia en
el adjetivo doméstica. En este caso, (51,7 %), profesionales de los ámbi- que se utiliza, evitando el morbo o el medios de comunicación. Maltrato
al relacionar el sustantivo violencia tos jurídico-legislativo (21,4 %) y polí- sensacionalismo, así como evitando en la pareja y agresión sexuada.
con un ámbito locativo (la casa, el tico (12,9 %). A pesar de ser las más el enjuiciamiento innecesario de la Dirección General de la Mujer, Con-
hogar) diluye las posibles causas de adecuadas para el análisis de este víctima, etc.» sejería de Servicios Sociales de la
esa violencia, que estaban presente problema no son la fuente más impor- Comunidad de Madrid, 1999. ISBN:
en el complemento de género, y elude tante a la que se recurre. No existe en los medios un análisis 8445116657.
la referencia a los actores intervinien- del patriarcado y de las causas pro-
tes en esos hechos violentos. De esta fundas de la violencia de género des-

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Putas
e insumisas

Foucault. Considero imprescindibles Lo que nos advierte Collin es que en


sus aportaciones en cuanto a la ca- la crítica a este sujeto prototípico de
pacidad performativa de los discur- la modernidad, no podemos eludir la
sos jurídicos, es decir la capacidad terrible paradoja a la que nos enfren-
de los mismos para crear la realidad tamos las mujeres: si por una parte,
que nombran ocultando este ejercicio nuestra irrupción en los diversos ám-
mediante la suposición de un sujeto bitos del conocimiento y de la vida so-

Violencia de género y victimización preexistente a la ley. cial ha contribuido a la enunciación de


la muerte del sujeto filosófico; por otra
parte, esta muerte se ha anunciado

de las políticas estatales


La filosofía postmoderna antes de que las mismas mujeres (o
elude el conflicto político de al menos la mayoría de ellas) pudie-
ran acceder al estatuto de sujeto, ne-
las mujeres en tanto que su cesario aunque fuera para anunciar
dominación en un contexto su propia muerte.
heteropatriarcal, al crear Desde tendencias filosóficas postmo-
Las mujeres que han sufrido o sufren violencia por parte de una ilusión de reconciliación dernas se afirma la muerte del sujeto,
la muerte del sujeto metafísico pro-
enunciando la indiferencia
sus parejas o ex parejas han sido convertidas en el máximo de los sexos.
piciada por el giro femenino en la fi-
losofía, es decir por la reapropiación
exponente de la victimización estatal y han servido estraté- de unas supuestas características
atribuibles a las mujeres por parte
gicamente para positivizar el papel del Estado y de sus cuer- Hablaremos de ello más adelante.
Antes, creo importante hacerme eco
de esta filosofía. Si la racionalidad, la
universalidad, la unicidad, etc. son las
pos de seguridad. Sin caer en paranoias culpabilizadoras e de algunas de las críticas feministas características «esenciales» del suje-
a la postmodernidad, y al giro filosó- to moderno no atribuibles a las alteri-
intentando mantener una perspectiva de género coherente fico propiciado por la misma, princi- dades, al erigirse estas últimas como
palmente las de la filósofa Françoise portadoras de verdad, serán sus va-
con un pensamiento anti-autoritario, trazaremos algunos Collin. Estas aportaciones proporcio- lores los que, mediante este giro, se
nan un esquema previo que dota al/ convertirán en la garantía de validez
apuntes críticos respecto a la reforma legislativa elaborada la lector-a de herramientas para po- de los nuevos preceptos: alteridad,
ner en cuestión la crítica radical a la no-uno, diferencia, differance1, indefi-
con el fin de, en principio, erradicar la violencia de género. ley, tanto como a otros instrumentos nidad, etc. De esta forma, las carac-
reformistas utilizados para paliar las terísticas femeninas, que subvierten
graves consecuencias de la violencia en sí mismas las pretensiones de
Laura Macaya contra las mujeres. verdad del sujeto universal, quedan
expropiadas a las mujeres para pasar
a formar parte de un conjunto de auto-
La filosofía postmoderna: es- atribuciones de los filósofos hombres
Cuando denuncian la tradición Antes de iniciar el presente artículo, de partida epistemológico al artículo
del pensamiento dominante como querría realizar un prefacio en que se que pretende facilitar la lectura.
pejismos radicales que legitiman de este modo su postu-
ra. El hombre filósofo de la postmo-
operación de dominio instrumental a especificara mi posicionalidad. Consi- dernidad, como sujeto con capacidad
través de la dualización del sujeto y dero un deber ético explicitar que mi En primer lugar, considero que el pen- La filosofía postmoderna ha despla-
zado ese sujeto unitario masculino en enunciadora, anuncia el devenir mu-
del objeto y la asimilan a la posición paradigma interpretativo no surge del samiento postmoderno ha proporcio- jer de la filosofía seleccionando cier-
masculina, las mujeres, las feminis- ejercicio individual de pensamiento nado valiosos marcos interpretativos pos de la alteridad, de lo no-uno, en un
ejercicio que Collin denomina como el tos atributos de la feminidad que son
tas, avanzan pues sobre una tierra racional, sino que éste es más bien para el desplazamiento de la unicidad re-esencializados en las mujeres em-
quemada; ya hace algún tiempo que un punto de intersección entre mis sa- del sujeto de la modernidad. «devenir mujer» de la filosofía. Cuan-
do las feministas denuncian el andro- píricas, pero expropiados a las mis-
ese sujeto-amo al que se oponen se beres, mi experiencia y mi asignación Es por este motivo que para el análi- mas en su dimensión filosófica.
ha hecho el harakiri, al menos en el identitaria. En este sentido, esta posi- sis de la ley he utilizado a dos autorxs centrismo deben tener en cuenta que
espacio filosófico. cionalidad no agota mi subjetividad ni que pueden incluirse dentro del para- la denuncia no tiene ya motivo, pues-
to que desde la filosofía postmoderna, La posición postmoderna en cuanto
los múltiples papeles que ésta puede digma interpretativo de los estudios al sujeto supone que al relegitimar lo
Collin, 2006:22 desarrollar, pero establece un punto postmodernos: Judith Butler y Michel la verdad está de su lado.
femenino, no como atributos de un 1 Derrida, 1972.

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Violencia de género y victimización de las políticas estatales Putas
e insumisas

sexo efectivo, sino como pertenencia Si bien las aportaciones de la filoso- de modificarlo o devenir de otra forma atendiendo las demandas de los co- y rigurosa al feminismo es el estado nes de los sexos. (Esteban, año 26 de
re-apropiable con independencia del fía postmoderna positivizan los valo- es una traición a lo femenino y una lectivos afectados por ella, como un paranoide de algunas de las propues- la era Orwell, textual)
sexo (masculino o femenino), elude la res peyorizados de lo femenino, esto asimilación con el mundo masculino elemento liberador o como posible ex- tas puramente estéticas, puramente
situación social y política de las mu- es posible dada la capacidad perfor- de dominio. Así, la reivindicación del presión de una justicia efectiva. ofensivas e insultantes, no por sus Finalmente y como guinda del pas-
jeres. La filosofía postmoderna elude mativa de quien realiza la transmu- sujeto para las mujeres es un ana- He querido partir de esta afirmación formas, pero sí por su contenido, su- tel, desentraña las causas últimas de
el conflicto político de las mujeres en tación. Como nos advierte Collin el cronismo, un abandono de las igua- para que en ningún momento se pon- poniendo al quórum lector como una la violencia «entre los sexos»2 que,
tanto que su dominación en un con- mea culpa del sujeto falogocéntrico les para situarse al lado de los más ga en cuestión la intención previa del masa homogénea, ignorante y furiosa según esta autora, son exactamente
texto heteropatriarcal, al crear una ilu- Occidental no afecta el lugar de quien fuertes, aunque como bien es sabido, artículo, sin significar esto que no con ganas de encontrar al cabeza de dos: la trágica naturaleza de la con-
sión de reconciliación enunciando la lo pronuncia, es decir, la crítica al su- nunca como ellos. Si Audre Lorde ya sea imprescindible también una crí- turco que compense la mediocridad dición humana y, sobretodo, la acción
indiferencia de los sexos. Collin nos jeto monolítico de la modernidad y la afirmaba que las herramientas del tica hacia aquellos argumentos que existente. de la máquina estatal capitalista que
advierte: «no es lo mismo lo femeni- recuperación de los valores propios amo no destruirán nunca la casa del comúnmente se utilizan para criticar mediante la promulgación de leyes di-
no de un hombre que lo femenino en de aquellos grupos subalternos no amo, para muchas feministas no es la Ley anteriormente mencionada. En el citado artículo «Legislar contra vide a la población, destruyendo «las
una mujer y a la inversa y por tanto, la capacitados o reconocidos para la un misterio que la asimilación acrítica Muchos de los aspectos tomados en el amor…», la autora señala como instituciones naturales de la vida so-
indiferencia de los sexos se muestra creación de pensamiento, no priva de a lo hegemónico o la transformación consideración para evaluar la efecti- responsable de la violencia de género cial». De esta forma, y siempre des-
falsa en la praxis.» autoridad a quien realiza la crítica. El de lo hegemónico a partir de atributos vidad de la LO 1/2004 son puestos a las políticas estatales y al feminis- de la perspectiva de Prado Esteban,
filósofo hombre, protagonista del giro femeninos no constituyen un cambio en cuestión, tal y como veremos más mo, culpables de instigar el odio de pueden deducirse algunas cuestio-
femenino de la filosofía, no cuestiona de estatus para las mujeres empíri- adelante, pero lo que resulta más es- las mujeres hacia los hombres, lo que nes: 1. Lxs humanxs somos malxs
«Los hombres disponen de la posición desde la que habla, elude cas, para aquellas mujeres para las calofriante es el oportunismo y la falta a su vez, al recrudecer los términos en determinadas circunstancias. 2.
el hecho de que la construcción de la que su condición sexuada implica de rigurosidad de los análisis que se de la relación, provoca el aumento de Anteriormente (especificar cuándo,
todo un orden simbólico, diferencia tiene como base el dominio mucho más que poder clamar la de- hacen desde perspectivas libertarias. la rueda de la violencia. ya es demasiado) había un sistema
económico y sexual en su y se permite hablar desde lo femenino construcción de las certezas. O como Una de las aportaciones más polémi- en el cual el convivencialismo era la
beneficio y las mujeres no de las mujeres, sin las mujeres, he- escribió alguien en un fanzine punk cas y difundidas, ha sido probable- [el crecimiento de las muertes de mu- clave para la vida en común de forma
cho que en sí mismo denota una po- en referencia al creciente movimien- mente, la aparecida en la publicación jeres por sus parejas] es producto pacífica y amorosa. 3. Antes de la Ley
debemos suponer que van sición de poder. Esta inversión de los to queer: «Los hombres disponen de Esfuerzo en su número 4: «Legislar precisamente del enconamiento, el 1/2004 y de la intromisión legislativa
a abandonarlo al ofrecerles valores tradicionales genera además todo un orden simbólico, económico y contra el amor: La Ley de Violencia resentimiento, y la hostilidad que la en los asuntos privados no existía la
la posibilidad de vestir con que se contemple las demandas del sexual en su beneficio y las mujeres de Género y construcción del Estado ley, la machacante propaganda de los violencia contra las mujeres.
faldas.» feminismo como algo superado. El no debemos suponer que van a aban- policial y totalitario» de Prado Este- medios y el sistema educativo, entre Más allá de la indignación que algu-
feminismo como movimiento político donarlo al ofrecerles la posibilidad de ban. Al igual que en la sociedad, en otras causas, genera en las relacio- nas puedan sentir ante la descarada
se encuentra en la paradoja de, por vestir con faldas.» nuestros contextos libertarios, existen
una parte, necesitar la reivindicación ciertas posturas que, homogeneizan-
Collin se refiere a la filosofía pero de un sujeto desde el cual articular do toda forma de feminismo, propug-
ésta, en tanto que creación de una sus demandas y, por otra parte, la Violencia de género y victimi- nan el rechazo al mismo. Reacciones
élite académica, sirve como creadora permanente tensión para no normati- zación de las políticas más o menos mayoritarias, más o
de los discursos socialmente dispo- vizar las prácticas y experiencias de estatales menos hegemónicas que, con argu-
nibles en sus formatos mainstream, las mujeres en un sujeto fundacional mentos demagógicos (qué decir de la
desde los discursos de los medios, del feminismo que resulte excluyente La pretensión de este artículo es defensa del amor del texto de Prado
hasta los discursos jurídicos, pasan- con la diversidad. De esta forma, los analizar de forma crítica y desde una Esteban) asimilan estatismo con femi-
do incluso por aquellos discursos de filósofos de la indiferencia sexual, al perspectiva libertaria, la Ley Orgáni- nismo, presentando un problema es-
las organizaciones y grupos políticos anunciar la muerte del sujeto parecie- ca 1/2004 de 28 de diciembre de Me- tructural, como el de la organización
más radicales: las expresiones de ran advertir a las mujeres feministas didas de Protección Integral contra heteropatriarcal de la sociedad y las
superioridad masculina son percibi- de que ya va siendo hora de cam- la Violencia de Género (en adelante instituciones, como una festivalera lu-
das como resquicios de una sociedad biar la hoja de ruta, ya que el hecho LO 1/2004). Ahora bien, no se trata cha de sexos. El feminismo puede, sin
anacrónica. En paralelo a todo esto, de reclamar una posición legitimada únicamente de criticar la presente lugar a dudas, ponerse en cuestión,
se impone un espejismo de indiferen- desde la que hablar o un sujeto que ley, pudiendo en su caso modificarse sobretodo presentando tal movimien-
ciación sexual que sirve para ocultar emerja aunque sea para anunciar su para adaptarse a la realidad de una to como algo no homogéneo, como
las desigualdades y violencias mate- desaparición, supone una asimila- forma más justa, sino que más bien una lucha parcial instrumentalizable y
riales y simbólicas a las que se ven ción con las posturas falogocéntricas. se parte de la concepción de la Ley y que, en muchas de sus formas, ado-
sometidas las mujeres, pero también Si ahora lo «bueno», desde donde de los elementos jurídicos como dis- lece de una defensa de las institucio-
otros colectivos alterizados, como por emerge la verdad es lo femenino y cursos performativos del poder. En nes estatales, las cuales, a su vez, se
ejemplo las identidades etnificadas, lo femenino está representado por este sentido, se dificulta la posibilidad legitiman mediante la instrumentaliza-
patologizadas, etc. aquello que nos es dado a las muje- de apreciar la reforma legislativa, aun ción de sus demandas. Ahora bien, lo
res en tanto que tales, las intenciones que sobrepasa la crítica feroz, radical

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Violencia de género y victimización de las políticas estatales Putas
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ignorancia de la autora y la utilización En el citado artículo ha cometido algún delito relacionado y el 31/05/2008 en toda España, un Estas creencias normativas naturali-
de lugares comunes, inexactitudes e con el maltrato a mujeres, pero no to- 23,3 % de los mismos fueron sobre- zan la dicotomía hombre/mujer, cuyo
inconcreciones, debería reflexionar-
«Legislar contra el amor…», dos ellos se encuentran en prisión por seídos, el 16 % inhibidos y el 2,9 % rol característico queda reformulado
se sobre el momento en el cual nos la autora señala como estos delitos, tal y como apunta Prado archivados, dictándose sentencia en en la antítesis víctima/agresor.
encontramos. Momento en que un responsable de la violencia Esteban, sino que se encuentran en el 55,9 % de los casos. De este 55,9
texto de estas características se pu- de género a las políticas prisión por otros delitos pero acumu- % de los procedimientos penales ter- En relación con todo esto, las po-
blica, no sin críticas pero tampoco sin lan también delitos de violencia de gé- minados en las fechas anteriormente líticas que pretendan erradicar la
adhesiones. Para realizar una crítica estatales y al feminismo, nero, los cuales pueden acarrear o no indicadas, un 74 % de las sentencias violencia contra las mujeres que no
seria o al menos respetuosa con el culpables de instigar el odio penas privativas de libertad. fueron condenatorias, de las cuales contemplen la complejidad de este fe-
dolor ajeno debiera como mínimo de- de las mujeres hacia los acaban en prisión efectiva entre un nómeno, inciden en la visión de la vio-
mostrarse que somos capaces de ir Pero lo que sin lugar a dudas resul- 10 y un 15 %. 7 lencia como un hecho parcial, a pesar
más allá de las fobias personales. Y hombres, lo que a su vez, ta más sorprendente, es el ejercicio de promulgar el carácter estructural
para muestra un botón, la autora del al recrudecer los términos predictivo de la autora cuando afirma Ahora bien, estos datos no minimizan de las mismas. En este sentido, la LO
mencionado texto llega a acusar a las de la relación, provoca el que, puesto que como afirma el go- la realidad, sólo en los seis primeros 1/2004 incide en la parcialización del
mujeres víctimas de violencia por par- bierno, las denuncias por violencia de meses de 2009, el número de reclu- fenómeno y victimiza a las mujeres
te de su pareja o expareja de «fémi-
aumento de la rueda de la género sólo representan una cuarta sos por violencia de género se incre- debido a la intrínseca naturaleza de
nas confidentes y colaboradoras» con violencia. parte de las que se deberían poner, mentó un 39,4 %8 , siguiendo la estela la normas jurídicas.
los cuerpos represivos y el aparato los varones encarcelados por violen- punitiva de los actuales sistemas de
estatal cuando recurren a denunciar ley. Según información del Ministerio cia de género podrían llegar a treinta control. La tipificación de nuevos de- 1. Victimización en el alcance
a sus agresores. Comparto con lxs de Interior, el total de la población pe- y seis mil en caso de que denunciaran litos y la creación de nuevos grupos de la ley. La definición delictiva por
compañerxs de la Felguera su deseo nitenciaria en España a enero del año todas las mujeres víctimas de violen- victimizados, que sirven como bien exclusión: defensa del matrimonio
de que en cada pueblo existieran rote 2010, era de 76.215 personas priva- cia. Por ejemplo en Cataluña, según jurídico a proteger, justifican las nue- y de la pareja monógama y hetero-
2 Cabe señalar que esta autora
zoras dispuestas a la acción directa, das de libertad. Si tenemos en cuenta información extraída de las encuesta vas políticas de control basadas en el sexual.
no menciona en ningún momento la teo-
ría de género. Se refiere en exclusiva a pero coincido también en que la rea- que, en la misma fecha, había 3.797 de victimización del año 2010 realiza- control preventivo, el encarcelamien-
términos como violencia entre los sexos. lidad hoy es bien distinta3 y no única- varones en prisión por delitos de vio- da por el Departament d’Interior de to masivo y la punitividad y, desde En primer lugar cabe apuntar que la
mente en los sectores de población lencia de género, el porcentaje, nada la Generalitat, la denuncia formal de luego, la violencia de género no es LO 1/2004 tiene por objeto actuar
3 La Felguera, Los ideólogos de
más favorables al sistema, sino que la desdeñable, es de 5,26 % y no del 13 las agresiones machistas no llegan al una excepción. Ahora bien, de ahí a contra la violencia que, como mani-
la victimización del violador y el discur-
retórica revolucionaria de Prado Es- %. Este error de cifras viene determi- 18 % de los episodios considerados la culpabilización y la humillación de festación de la discriminación, de la
so ideológico de la violencia sexista.
Noviembre de 2009. En respuesta a la teban que propone la «recuperación nado por otra inconcreción que hace delictivos por las propias víctimas. las mujeres víctimas de violencia va situación de desigualdad y las relacio-
publicación anónima: La miseria del fe- del amor como vínculo sublime» para referencia al número de varones que Ahora bien, el cálculo exponencial del un trecho. nes de poder de los hombres sobre
minismo. acabar con esta «violencia entre los se encuentran en prisión por delitos texto «Legislar contra el amor…» es las mujeres, se ejerce sobre éstas por
sexos» es poco menos que absurda, tipificados en la LO 1/2004. Según la poco menos que de ciencia ficción ya parte de quienes sean o hayan sido
Diario «Público», 4 de julio de
4
2009.
pueril e irresponsable. autora del texto «Legislar contra el que, dejando de lado lo ridículo de un Violencia de género, entre la sus cónyuges o de quienes estén o
amor…» los varones encarcelados ejercicio predictivo de tal envergadu- problemática social y la pan- hayan estado ligados a ellas por re-
5 Datos extraídos de las esta- En primer lugar, el tratamiento de los por violencia de género son nueve ra, la denuncia es el primer paso de tomima institucional: cons- laciones similares de afectividad aun
datos, que hace la autora del tex- mil en este momento. El momento al un proceso a partir del cual sólo una sin convivencia. En este sentido, la
dísticas de la Secretaría General de Ins-
truyendo género
tituciones Penitenciarias. to «Legislar contra el amor...», es que hace referencia puede ser ayer parte de los casos acaban en proce- ley reduce a efectos prácticos de su
inexacto. La utilización estadística sin mismo o hace dos años, cosa que so penal y de ésta, otra parte impli- jurisprudencia la violencia de género
6 Datos extraídos del «Informe Las violencias contra las mujeres es-
citar fuentes ni fechas parece un in- hace variar las cifras, dado que de ca una sentencia condenatoria con a: violencia contra las mujeres; vio-
de Datos de denuncias procedimientos tán basadas en la creación de mitos
tento por ocultar la autoría o dificultar los 2.615 presos que había a finales pena de prisión. Además, por ejem- lencia en el marco de la pareja hete-
penales y civiles registrados, órdenes de en torno a la feminidad y la masculi-
protección solicitadas en los Juzgados el acceso a los datos que maneja para de 2008 por violencia de género, se plo en el año 2010, un 11,86 % de rosexual y monógama.
nidad que naturalizan las característi-
de Violencia sobre la Mujer y sentencias realizar sus «objetivas» afirmaciones. pasó a 3.645 al término de junio del las denuncias presentadas ante los cas que se asignan a cada uno de los
dictadas por los órganos jurisdicciona-
Lo curioso es que no es necesario año 20094 . Además, como ya hemos Juzgados de Violencia sobre la Mu- Reducir el concepto de violencia de
les en esta materia en el año 2010» del géneros establecidos en la dicotomía.
falsear los datos para criticar la ley, apuntado anteriormente los varones jer acabaron con una renuncia de la género a violencia contra las mujeres
Consejo General del Poder Judicial. Estos mitos respecto a la feminidad
pero ella quiere ir más allá, utilizando en prisión por delitos de violencia de mujer al proceso6 . Por otra parte, la supone la esencialización de la no-
incluirían la contemplación de las mu-
7 Datos extraídos del «II Infor- la demagogia, las cifras «estremece- género eran 3.797 en enero de 2010, terminación de los juicios de violencia ción de género a la categoría mujer
jeres como «propiedad de»; indivi-
me Estatal del Observatorio de violencia doras» y los argumentos populistas y aunque aumentan hasta 8.190 si te- contra la mujer es diversa, desde el (Bonet, 2007). Este supuesto obvia,
dualidades no completas o con falta,
sobre la mujer, 2009» elaborado por el
espectaculares. nemos en cuenta aquellos que cum- sobreseimiento hasta las sentencias por tanto, la existencia de otras vio-
Ministerio de Igualdad del Gobierno de objetos, cosas o cuerpos y, por último,
plen condena o están preventivos con absolutorias o condenatorias. De he- lencias generizadas como pueden
España. sujetos débiles y pacíficos excluidos
Según Prado Esteban, el 13 % de la alguna infracción de violencia machis- cho, de los 160.078 procedimientos ser las violencias ejercidas contra
del ejercicio de la violencia y nece-
Diario «Público», 4 de julio de población reclusa son varones casti- ta en su historial5 . Esto quiere decir penales en materia de violencia de transexuales, varones con masculi-
8 sitados de protección (Biglia, 2005).
2009. gados por delitos tipificados en dicha que un 12 % de la población reclusa género terminados entre el 29/6/2005 nidades no normativas, etc. incidien-

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e insumisas

do en la percepción dicotomizada de convertido ahora en agresor. La «figu- individual del varón que ejerce una re- do legitimado de la racionalización señalar que la diferencia salarial en- como única solución la punitividad y
las construcciones de género. De la ra natural de protección» es sustituida lativa fuerza contra la mujer, sino que económica hace ganar adeptos al tre hombres y mujeres en el mercado el encierro de los infractores.
misma forma, la violencia de género por la agencia estatal que legitimará éste activaría en cada uno de sus ac- sistema. laboral español se situaba a finales
queda reducida, a efectos discursi- de esta forma su papel benefactor. tos, las convenciones que se asignan del año 2008 en torno al 26,3 % en
vos y mediáticos, a la violencia en el históricamente a su rol de género, En este sentido, la adhesión del ac- detrimento del sueldo de las mujeres. 2. La ley como creadora de
contexto de la pareja heterosexual y El carácter estructural de la violencia rol de género que, en los modernos tual gobierno, promotor de la LO Además de esto y como ya hemos categorías sociales. (víctima de
monógama quedando establecida la de género haría referencia a las vio- sistemas neoliberales, se avala, por 1/2004, a las políticas de recortes apuntado, la distribución temporal en violencia de género/ hombre vio-
familia nuclear como el bien jurídico lencias derivadas de los procesos de ejemplo, en el ejercicio de su activi- económicos y sociales y la pérdida la organización capitalista de los mo- lento).
a proteger al obviar las violencias que jerarquización que se establecen en- dad laboral. Es decir, la masculinidad progresiva de soberanía por adhe- dernos sistemas neoliberales impone
sufren las mujeres en el ámbito insti- tre aquellas categorías sociales dota- o los roles y comportamientos asig- sión a las políticas impuestas por unos tiempos subyugados a la racio- Foucault afirma que los sistemas ju-
tucional, laboral, etc. das de privilegios de género, como la nados a ella son imprescindibles para las grandes corporaciones del neo- nalización y a la maximización de be- rídicos de poder producen a los suje-
de los varones blancos, heterosexua- el ejercicio de una actividad laboral liberalismo, muestran la parcialidad neficios económicos, en perjuicio de tos a los que más tarde representan
El sistema jurídico se establece, en les y las categorías subyugadas como exitosa. de dicha ley, presentando la violen- aquellas actividades que se dedican a (Butler, 2007:47). El poder jurídico
la LO 1/2004 como estamento neu- las mujeres, los varones homosexua- cia contra las mujeres como fruto de la sostenibilidad y cuidado de la vida produce los sujetos a los que poste-
tro, reduciendo la violencia de géne- les, las lesbianas, los y las transexua- De esta forma, valores históricamen- la ideología perturbada de algunos humana y de la comunidad. En este riormente dice representar, aludiendo
ro a un conflicto entre dos personas les, transgéneros, etc. El término te asignados a la masculinidad, tales hombres. Es decir, las políticas de sentido, promover ayudas «de pago a una supuesta existencia anterior y
físicas, lo que invisibiliza los factores violencia estructural remite a la exis- como la competitividad, la raciona- reestructuración económica suelen único», mientras que, por otra parte, natural de los mismos. De esta forma,
estructurales que promueven la re- tencia de un conflicto entre dos o más lización, la maximización de benefi- afectar en mayor medida a aquellos se promueven políticas económicas la estrategia legislativa consistente en
producción de tales violencias. Esta grupos de una sociedad (normalmen- cios a costa del bienestar personal, colectivos más vulnerables. Si bien en detrimento de los intereses de la la apelación a un sujeto anterior a la
invisibilización del carácter estructural te caracterizados en términos de gé- etc. son valores premiados en los es cierto que las tasas de desempleo población en general y en concreto ley, legitima la hegemonía reguladora
de la violencia sitúa el conflicto en el nero, etnia, clase, nacionalidad, edad actuales sistemas de organización han aumentado sobre todo entre los de las que suelen acabar siendo las de esa misma ley (Butler, 2007:48).
marco de las relaciones personales, u otros) en el que el reparto, acceso o socio-económica, valores reproduci- varones representantes del anterior responsables del cuidado y bienestar
lo que victimiza a las mujeres al indivi- posibilidad de uso de los recursos es dos, cada vez más, por grupos socia- modelo de cabeza de familia, las de la misma, es poco menos que per- En este sentido, cabe señalar por
dualizarse en ellas la figura de «des- resuelto sistemáticamente a favor de les anteriormente vetados para ello, mujeres divorciadas, viudas, las per- verso. ejemplo, la definición legislativa de
protección». Las mujeres «víctimas alguna de las partes y en perjuicio de como las mujeres y lxs homosexua- sonas etnificadas, los y las menores, los comportamientos aceptables y
de violencia» son percibidas como las demás, debido a los mecanismos les, pero también los varones de las etc. siguen siendo aquellos colectivos aquellos que pueden ser penados,
seres sin agencia necesitados de la de estratificación social. En este sen- clases trabajadoras que acceden (o con más riesgo de caer a estados de para construir la categoría de delin-
... la violencia de género
protección de la que se han visto des- tido, la violencia contra las mujeres, más bien, accedieron) a las clases pobreza y extrema pobreza. De esta cuente o, en el caso que nos ocupa,
provistas por su «natural protector», no derivaría únicamente de la acción medias urbanas. Este acceso al mun- forma, la implantación de políticas queda reducida, a efectos la percepción que crea respecto a los
de corte neoliberal, que imponen la discursivos y mediáticos, a agresores y las víctimas de violencia
ideología de la racionalización eco- la violencia en el contexto de género la propia Ley que pretende
nómica en todos los apartados de la erradicarla.
vida, relegitima un modelo basado en de la pareja heterosexual
los valores que históricamente se han y monógama quedando Como ya hemos apuntado, dado que
asignado a la masculinidad, para los establecida la familia no se toma en consideración el carác-
cuales cada vez se aceptan mayor ter estructural de la violencia, el fenó-
número de adeptxs. Uno de los ejem-
nuclear como el bien meno queda reducido a un conflicto
plos que pueden mostrarse respecto jurídico a proteger al obviar entre dos personas físicas. De esta
a esto en la LO 1/2004, es el artículo las violencias que sufren forma, el agresor queda representa-
27 de Ayudas Sociales según el cual do como un perturbado y no como un
las mujeres en el ámbito
Cuando las víctimas de violencia de elemento que reproduce, en versión
género careciesen de rentas supe- institucional, laboral, etc. extrema, sus imposiciones de géne-
riores, en cómputo mensual, al 75 % ro, hecho que genera la consabida
del salario mínimo interprofesional, retahíla de vecinxs y conocidxs que
excluida la parte proporcional de dos La promulgación de leyes que pre- tras el suceso aparecen en los mass
pagas extraordinarias, recibirán una tenden combatir la violencia contra media para expresar su sorpresa por
ayuda de pago único, siempre que las mujeres, sin estructurar, por otra el «acto atroz» cometido por alguien
se presuma que debido a su edad, parte, condiciones económicas, so- a quien consideraban perfectamen-
falta de preparación general y espe- ciales y simbólicas que permitan po- te «normal». Y por supuesto que lo
cializada y circunstancias sociales, la ner en cuestión el modelo de distribu- es, cuando se afirma de forma inte-
víctima tendrá especiales dificultades ción genérica en todos sus ámbitos, resada que ciertos posicionamien-
para obtener un empleo (…). Cabe parcializa la cuestión, encontrándose tos consideran a todos los varones

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Violencia de género y victimización de las políticas estatales Putas
e insumisas

9 El subrayado es mío. como potenciales agresores, lo que parece “muy conveniente” que la opi- que promueven su pervivencia. Con
en realidad se está tergiversando es nión de las mujeres sea escuchada y ello no pretendo afirmar en ningún
10 «El País», 2 de marzo de 2002. precisamente esta idea. La masculi- sostiene que se evitarían muchos pro- caso que los varones agresores sean
11 Larrauri, E. y Antón, L. (Nov.
nidad tradicional remite a un compor- blemas y reconciliaciones indeseadas irresponsables de sus actos o que
2008) Estudi sobre l’aplicació en l’àmbit tamiento que implica subyugación de si un grupo de expertos le explicara el deba exculpárseles de sus acciones
judicial de les mesures de protecció in- las mujeres y de los propios hombres motivo del alejamiento9» («El País», de violencia contra las mujeres, úni-
tegral contra la violència de gènere apro- hacia las exigencias de su propia 13-05-2011). camente se intenta poner en cuestión
vades pel legislador l’any 2004. Centre normativa hegemónica de género. El la solución legislativa y estatal para
d’Estudis Jurídics i Formació Especialit-
zada.
comportamiento masculino, según la acabar con los mismos. Dado que
construcción dicotómica intergenérica La masculinidad tradicional la solución legislativa se basa en el
exige el uso de la fuerza para mante- remite a un comportamiento castigo y la punitividad hacia los com-
ner y «proteger» aquello que conside- portamientos que, por agenda mediá-
ra «propiedad de», mientras que para que implica subyugación tica o política o por suponer riesgo a
las mujeres se exige la sumisión a los de las mujeres y de los la continuidad pacífica del sistema,
valores de la pasividad y el pacifismo. propios hombres hacia las puedan resultar potencial o material-
mente peligrosos, no dispone de los
En contraposición, la mujer víctima
exigencias de su propia medios para solucionar problemas
de violencia es presentada como ser normativa hegemónica de que tienen que ver con los malestares
sin agencia, incapaz y necesitado de género. creados en un contexto de injusticia
protección, cuando no como persona social y distribución desigual de los
que, fruto de las consecuencias de beneficios materiales, sociales y sim-
la violencia, ha quedado inhabilitada No considero que sea necesario un bólicos. Esta construcción dicotómica
para la toma de decisiones persona- grupo de expertos para explicar a una oculta la historicidad coercitiva de ta-
les. Como muestra de ello, cabe se- mujer que el alejamiento de su agre- les actos de violencia contra las mu-
ñalar la reciente propuesta de la Co- sor es conveniente con la finalidad de jeres al responsabilizar y punitivizar al
misión Europea en la cual se pretende preservar su integridad física, emocio- varón concreto, dada la imposibilidad
la extensión de la protección u orden nal y social. Ahora bien, la gran pro- de juzgar la historia. En este caso, la capacidad y en la agencia individual el ámbito de la pareja, recogidas en
de alejamiento en caso de desplazar- blemática de estas situaciones es que reproducción de dichos actos es, sin y colectiva, pero también incide en la el artículo 153 del CP, señalan que el
se a otro país de la Unión Europea. difícilmente la decisión de abandono lugar a dudas, un hecho que mantie- figura del estado benefactor. El pacto porcentaje de condenas en las sen-
En dicha propuesta se evalúa la po- del agresor se produce mediante un ne viva y legítima tal historia y ésta social, según el cual los individuos ce- tencias respecto a este delito es del
sibilidad de aplicación de la orden de cálculo racional de costes y benefi- es la responsabilidad de aquellos que den parte de sus libertades al estado 59,9 % y las penas impuestas por lxs
protección aún sin el consentimiento cios. Desde estas perspectivas se los cometen. a cambio de protección social, se for- jueces/as son, en un 60,8 % de los
de la víctima con argumentos como presenta a la mujer como incapaz de talece al aumentar los riesgos vitales casos, penas de prisión.
la incapacitación o la dependencia de tomar sus decisiones, aun aquellas y sociales ante el proceso autodes-
las mujeres a causa de la relación de que puedan ponerla en peligro, pero 3. La intermediación estatal tructivo de las modernas sociedades Ahora bien, estas penas de prisión
violencia sufrida. lo que puede parecer una protección como forma de resolución de con- tecnológicas. A consecuencia de todo quedan suspendidas en un 70,7 %
a corto plazo supone una merma de flictos interpersonales. ello, la población carcelaria aumenta, de los casos. La suspensión puede
Ante la posibilidad de que en la orden autonomía tal que la incapacita para siendo España el segundo país eu- aplicarse en aquellos casos en que
de alejamiento pueda contemplarse desarrollar cualquier estrategia pro- Los actuales sistemas de control su- ropeo con más población penitencia- la persona condenada por violen-
la opinión de la mujer sin perjuicio de pia de resistencia individual o para la ponen un endurecimiento de la pu- ria, con 146 presxs por cada 100.000 cia ocasional no haya cometido an-
la decisión judicial, la abogada Con- búsqueda de apoyo y solidaridad en nitividad mediante el endurecimiento habitantes, por detrás sólo del Reino teriores delitos, se haya satisfecho
suelo Abril no está de acuerdo. «No contextos no institucionales. de las penas, la tipificación de nuevos Unido, con 149 presxs por 100.000 la responsabilidad civil derivada del
olvidemos que a veces la víctima no delitos, la política de tolerancia cero habitantes10. delito, estableciéndose a su vez una
está en condiciones de opinar sobre De esta forma, señalar al agresor con la pequeña delincuencia y la prio- resolución motivada por el juez/a
su relación con el maltratador. Hay como origen ficticio de sus actos, ocul- rización de la prisión. En este sentido, el estudio realizado atendiendo a la peligrosidad criminal
casos de dependencia emocional tando la genealogía de los mismos, por Elena Larrauri y Lorena Antón11 del sujeto, así como la existencia de
y económica. No podemos pedir al es decir ocultando la organización La tipificación de nuevos delitos supo- en el que se evalúa la aplicación de otros procedimientos penales contra
Estado que asuma la protección de socio-económica, política y simbólica ne una merma de la autonomía de lxs las reformas penales operadas en la él. Estas penas suspendidas, corres-
las víctimas y que luego no proteja en torno al modelo dicotomizado de individuos al aumentar la intervención presente LO 1/2004, resulta esclare- pondientes al 70,7 % de los casos en
a aquellas que por vulnerabilidad o distribución intergenérica, culpabiliza estatal en la resolución de conflictos cedor. Estas autoras, en su análisis los que la persona ha sido condenada
dependencia decidan rechazar el ale- al individuo concreto, desresponsabi- o en la lucha contra la injusticia, he- de la aplicación de las reformas en a prisión, quedan compensadas en el
jamiento», sostiene. Sin embargo, le lizando a las instancias e instituciones cho que, por una parte incide en la relación con el maltrato ocasional en 86,5 % de los casos con reglas de

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Violencia de género y victimización de las políticas estatales Putas
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conducta consistentes en la prohibi- estatal apunta más bien a una tenden- En este sentido, en el apartado de ir más allá del caché revolucionario mos esquemas judiciales, morales BIBLIOGRAFÍA
ción de aproximación a determinados cia punitivizadora, basada en criterios recomendaciones educativas de la ante el grupito de turno. o pragmáticos, debido a la dificultad
lugares y la obligación de realizar pro- de eficacia y represión, y en la merma mencionada LO 1/2004, se hace es- que supone elaborar desde la con-
gramas formativos o de tratamiento de la autonomía de la población, que pecial énfasis en la transmisión de va- La ley y las propuestas institucionales ciencia individual y no desde el temor
en materia de violencia de género. no tanto en un interés del legislador lores que promuevan la igualdad y la son soluciones inmersas en la lógica a la estigmatización y la presión de Biglia, B. (2005) T.D: Narrativas de
por acabar con la injusticia social que resolución pacífica de conflictos. En instrumental del sistema. Tomemos grupo. Por este motivo y partiendo de mujeres sobre las relaciones de
representan, por ejemplo, las violen- este sentido, cabe señalar que la vio- como ejemplo la Ley 1/2004. Esta mi imposibilidad de proponer fórmu- género en los Movimientos Sociales.
La tipificación de nuevos cias ejercidas contra las mujeres. lencia de género no podría calificarse ley se establece con la finalidad de, las mágicas, lxs libertarixs debemos Universidad de Barcelona.
delitos supone una merma como conflicto, dado que no supone en principio, erradicar la violencia de elaborar nuevos ejes de pensamiento
3. 1. Mujer y mediación estatal. una falta de entendimiento entre am- género, estableciendo los medios que y actuación en lugar de adherirnos a
de la autonomía de lxs Bonet, J. (2007) Problematizar
bas partes, sino un ejercicio delibera- el sistema considera coherentes para las estrategias disponibles. las políticas sociales frente a la(s)
individuos al aumentar la En este mismo sentido, la mediación do de poder y dominio de una parte este fin. Lo prioritario en este discur- violencia(s) de género. En Biglia, B.
intervención estatal en la estatal y la merma de autonomía para sobre otra. Por otra parte promover el so legislativo son los medios, pero en y San Martín, C. Estado de Wonder-
resolución de conflictos o en aquellas personas con un estatuto de pacifismo entre las mujeres es incidir ningún caso hay una reflexión en tor- bra. Barcelona: Virus.
autonomía mermado por asignación en su propia normativa hegemónica no a la finalidad de la misma ley. El
la lucha contra la injusticia, de género, como son las mujeres, de género que le impide poder defen- fin en sí mismo, la erradicación de la Butler, J. (2007) El género en dispu-
hecho que por una parte tampoco es un buen augurio. derse de las agresiones masculinas. violencia de género, no es discutido ta, Barcelona: Paidós.
incide en la capacidad y ni analizado y queda presupuesto en
Si la violencia, incluso aquella des- un perverso juego de evidencias. Por Butler, J. (1997) Lenguaje, poder e
en la agencia individual tinada a defenderse, es una herra- 4. ¿Tenemos propuestas los y qué son evidentes, en qué momento identidad. Madrid: Síntesis.
y colectiva pero también mienta negada a la mujer, de acuerdo las anarquistas? Algunos apuntes se convirtieron en evidentes y qué in-
incide en la figura del estado con la existencia de mitos prescrip- finales. tereses hay detrás de esa evidencia Collin, F. (2006) Praxis de la diferen-
tivos en torno a la feminidad que es algo que escapa al gran público:
benefactor. construyen a las mujeres como seres
cia. Barcelona: Icaria.
Este último apartado no pretende es- es necesario erradicar la violencia
pasivos y pacíficos, la promulgación tablecerse como conclusión y escapa de género por que todo el mundo lo
De las penas ejecutadas, no suspen- legislativa que tenga como finalidad la a mis capacidades formalizar un pro- sabe. Este lugar común permite al
didas, la pena más aplicada es la de protección estatal de las mujeres en tocolo de actuación y propuestas en gran público eludir todo un camino de
los Trabajos en Beneficio de la Comu- exclusión de otros grupos sociales, la lucha contra la violencia de género. concienciación ética necesario para
nidad, en un 47,5 % de los casos, se- incide en la incapacidad defensiva No escapa a nadie autodenominado un cambio real de la percepción so-
guida de la pena de suspensión con de las mismas. No pretendo negar libertario que los cambios parciales cial en torno a la violencia de géne-
reglas de conducta, que se aplica en en ningún caso, que la violencia que en el marco del actual sistema socio- ro. El público receptor de dicha ley se
un 34,3 % de los casos. Cabe desta- sufren las mujeres, es brutal, espe- económico no son más que medidas adhiere al discurso legislativo y sus
car, por último, que un 10,4 % de las cífica y distinta que la de otros gru- reformistas que pueden paliar, pero órganos enunciadores se convierten
personas que han cometido un delito pos sociales en base precisamente a no acabar, con las jerarquías existen- en los máximos estandartes de la de-
de maltrato ocasional han ido a pri- una organización social, económica tes. Esta afirmación llevaría a deducir fensa de esta problemática social.
sión. De esta forma apreciamos que y simbólica que avala un sistema de que sólo un proceso revolucionario
la LO 1/2004 endurece las caracte- valores heteropatriarcal. Ahora bien, con su consecuente reformulación De esta forma, como libertarixs nos
rísticas de las penas que se imponen este mismo sistema de valores cons- de los mecanismos de poder inscri- quedan por lo menos dos opciones,
por delitos de semejante gravedad, truye una idea de la feminidad y de tos, no sólo en las instituciones, sino reproducir esta lógica instrumental
aplicándose, por lo general penas la masculinidad con base dicotómica, también en las subjetividades, sería buscando soluciones pragmáticas
graves. También cabe destacar que según la cual los varones son los que la solución para acabar con la domi- que sin duda serán reformistas e in-
muchos casos de maltrato ocasional, incorporan la violencia como norma- nación de género y todas las demás. coherentes, o bien escapar de esta
contemplados en el artículo 153 del tiva hegemónica de género. En este Ahora bien, para no caer en falacias lógica instrumental y plantearnos los
CP, esconden hechos de maltrato ha- contexto, la masculinidad ejecutora y utopistas que nos permitan eludir la fines. Ahora bien, gran parte de los
bitual (173.2 CP), hechos difícilmente violenta se contrapone con una femi- complejidad de la inmediatez a la es- movimientos feministas han caído
probables dadas las características nidad pasiva, pacífica y sumisa, am- pera de la «victoria final», creando un en un proceso de autocomplacen-
de este tipo de violencia y su carácter bos polos opuestos de una dicotomía sinfín de discursos vacuos basados cia, integrados en el sistema, gracias Nota de la autora: Este artículo se
privado. necesaria para la configuración del en fórmulas mágicas que posponen a propuestas como las de dicha ley, terminó de escribir a finales del año
orden social. La promulgación legis- la supervivencia ajena (es decir, ya por otra parte, incluso aquellas pro- 2010, hecho que puede ocasionar
En definitiva, y aunque la efectividad lativa incide en la indefensión de la sobrevivirán tus hijas, a lo mejor) o puestas que emergen de procesos que algunas de sus aportaciones ha-
de la LO 1/2004 es difícilmente eva- población en general y efectivamente, bien culpan a quien sufre, es impres- colectivos fuera de las instituciones, yan quedado desfasadas o bien de-
luable por el momento, la mediación en mayor medida de las mujeres. cindible analizar el presente e intentar en ocasiones reproducen sus mis- bieran ser actualizadas.

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Putas
e insumisas

Estas transformaciones de los siste-


mas penales a partir de finales del
s.XVIII, y que configuraron lo que
Foucault denominará como «socie-
dad disciplinaria» (Foucault, 2002),
se basaron en tres principios rectores.
En primer lugar, en la consideración
del crimen como hecho cuya consi-

La ley como tecnología


deración debe realizarse al margen
de valoraciones morales o religiosas.
El crimen debe ser reconocido como
infracción y ruptura de una ley esta-

del género blecida previamente por el sistema


legislativo del poder estatal y, por tan-
to, antes de la existencia de la ley, no
puede existir infracción, ya que ésta
es dependiente de la anterior en una
Los modelos punitivos y correccionales impuestos históricamente relación de incumplimiento.

sobre los individuos han estado, en todas las épocas históricas, fuer- En segundo lugar, estas leyes formu-
El panóptico, del griego (pan-, todo; -opsis, visión), es un modelo de cárcel ideada y diseñada por el
ladas por el aparato legislativo, deben
temente «generizados», estableciendo motivos y modos de castigo ser representativas de aquello que es
filósofo inglés Jeremy Bentham en 1791.

diferentes para hombres y mujeres, creando a su vez, subjetivida- útil a la sociedad en su conjunto, de-
clarando como infracción aquello que
des fuertemente dicotomizadas (Almeda, 2001). Vamos a proceder a la perjudica o le es nocivo. La moral,
sino a todo el entramado social (Al- también como Bentham, la forma que
la religión o el discurso natural, que-
examinar la forma en que se han modificado las estructuras punitivas dan al margen de la elaboración legis- meda, 2002:49) como prevención de fue recogida e instaurada por las au-
lativa de la infracción. posibles conductas delictivas. Se pre- toridades de forma mayoritaria fue la
de castigo penal y social, sobretodo a partir del s.XVIII, para favore- configura de esta forma, una socie- de la pena privativa de libertad o re-
cer los intereses de la nueva clase emergente, la burguesía. Por otra Y, en último lugar, el crimen queda de-
finido como un hecho que damnifica
dad en la cual cada ciudadano ejerce
un papel auto-preventivo como juez
clusión en centros penitenciarios, la
cual representaba el castigo principal
parte, veremos también como estas modificaciones funcionan en re- a la sociedad (Foucault, 2003:97), no de sus propios actos, mediante la en todos los códigos penales promul-
relacionado con el pecado o la falta. interiorización de los valores del sis- gados a finales del s.XVIII y principios
lación con los sistemas de distribución social, económica y simbólica tema, con la finalidad de trasladar la del XIX (Almeda, 2002).
del patriarcado. Esta última consideración del delito o
crimen, conlleva la consideración del
responsabilidad a cada individuo de
la pervivencia de la colectividad. Si la Para explicar la imposición mayori-
criminal o delincuente como alguien infracción era un mal social que afec- taria de la pena privativa de libertad,
que damnifica, perturba o se muestra taba a la pervivencia de toda la colec- en detrimento de todo el abanico pro-
Laura Macaya contrario a los principios e intereses tividad y cada uno de los individuos puesto por los reformadores ilustra-
de la sociedad, mediante la ruptu- formaba parte de ella, gracias a los dos, Almeda (2002) señala dos tesis
ra del pacto social, que lo convierte derechos de ciudadanía obtenidos, principales: por una parte, la desarro-
en un enemigo interno de la misma un delito era una ofensa contra cada llada por Foucault que apunta a que
El arte de las distribuciones públicamente en toda su crueldad, el eran fruto de las costumbres «bárba-
(Foucault, 2003). Esta ruptura del uno de los miembros de la misma. la cárcel era el elemento indispensa-
y el disciplinamiento de los enfoque moderno convertirá la pena- ras del Antiguo Régimen», que debían
pacto social y la consideración como ble para una nueva concepción de
cuerpos lidad y el castigo en un instrumento modificarse según los nuevos ideales
«enemigo social» del delincuente, Este cambio de idea respecto a los poder basada en la vigilancia discipli-
para doblegar voluntades (Almeda, de la Ilustración. Se trata con todo
conlleva la dejación de la protección principios rectores de la penalidad, naria. La privación de libertad permi-
A finales del s.XVIII se configura una 2002:47). La obra del marqués italia- ello, de adaptar la penalidad a los nue-
que, mediante este pacto, se asegura conlleva también una modificación tía poner en práctica los dispositivos
nueva forma de entender el castigo. no Cesare Bonesana de Beccaria, De vos valores «humanistas», los cuales
al/la obediente. de las formas en que esta se aplica de control de la nueva clase burguesa
Si hasta el momento el castigo había los delitos y las penas, publicada en situaban al «hombre» como centro
sobre las personas condenadas. En- emergente, el arte de las distribucio-
tenido como finalidad la «ejemplariza- 1764, refleja las ideas ilustradas res- y origen de toda la existencia social,
Por ello, como apunta Elisabet Al- tre todas las formas de penalidad que nes (Foucault, 2002:130).
ción» y la venganza, infligiendo for- pecto a la dureza de las penas mante- otorgándole los derechos de la liber-
meda: la pena no había de dirigirse propusieron los teóricos promotores
mas de ejecución y sanción exhibidas nidas hasta ese momento, las cuales tad y la igualdad con sus semejantes.
exclusivamente a la voluntad del reo de la reforma, como Beccaria, pero

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La ley como tecnología del género Putas
e insumisas

Pero para esta función además, el po- los beneficios que está convencido de to, las condiciones socio-económicas
der judicial necesita de toda una serie poder obtener (De Giorgi, 2005:54). desfavorables y las privaciones socio-
de poderes laterales que complemen- materiales. En las nuevas sociedades
ten su función de vigilancia y correc- Esto supondrá que las únicas medi- de control, en consonancia con los
ción: instituciones médicas, psicoló- das posibles ante este tipo de desvia- ideales del discurso neoliberal, al
gicas, psiquiátricas, pedagógicas y ciones consistirán, según esta visión, sujeto delincuente se le considera
criminológicas para la corrección, y en el endurecimiento de las penas y como plenamente capacitado de to-
policía para la vigilancia (Foucault, los castigos, de manera que estos mar elecciones racionales y por tanto,
2003). De esta forma, se deriva un sean mucho más pesados (incluso capaz de realizar una valoración cua-
poder epistemológico, un saber ex- desproporcionados y violentos) que si económica (costes y beneficios) de
traído a partir de la observación y es- los beneficios que se pretenden ob- sus conductas desviadas y de la con-
tudio de los individuos, para el cual, tener. veniencia de llevarlas a cabo. El de-
las cárceles, manicomios, escuelas y lincuente es ahora la contrafigura del
fábricas son laboratorios que permi- «hombre hecho a sí mismo»; si éste
ten esta tarea, con el fin de estable- representa el éxito de aquellos indi-
Casa de Misericordia de Pamplona creada en 1706.
cer códigos y modelos de predicción
De esta forma, se deriva un viduos capaces de superar cualquier
que establezcan grupos de población poder epistemológico, un contrariedad para triunfar sólo con
para los cuales se asignan caracterís- saber extraído a partir de proponérselo, el delincuente simple-
El espacio disciplinario tiende a divi- el cambio de necesidades punitivas, la pena más utilizada para castigar a ticas determinadas. mente ha escogido el camino desvia-
dirse en tantas parcelas como cuer- siendo la cárcel el elemento más útil las mujeres pobres, mendigas, huér-
la observación y estudio de
do, en una especie de maduración ra-
pos o elementos que repartir hay. (…) para abarcarlas. fanas, vagabundas y/o pequeñas de- A finales del s.XIX, la labor multidisci- los individuos, para el cual, cional de sus elecciones personales.
Se trata de establecer las presencias lincuentes. Desde su creación hasta plinar de la penalidad disciplinaria ha las cárceles, manicomios,
y las ausencias, de saber dónde y Ahora bien, ambas perspectivas ig- inicios del siglo XIX, las Casas de convertido la criminalidad y su cons- escuelas y fábricas son A la vez, este posicionamiento incide
cómo encontrar a los individuos, ins- noran que si a finales del s.XVIII y Misericordia constituían la institución trucción paradigmática, la de la perso- en la naturalización de estos compor-
taurar las comunicaciones, interrum- principios del XIX la pena privativa más importante de reclusión y asis- na delincuente, en el principal objeto
laboratorios que permiten tamientos, ya que si el contexto y las
pir las que no lo son, poder en cada de libertad fue instaurada de forma tencia de estas mujeres consideradas de estudio de las diversas disciplinas esta tarea, con el fin de condiciones sociales no influyen en
instante vigilar la conducta de cada mayoritaria como método punitivo de «desviadas». que junto con la judicial intervienen en establecer códigos y esta toma de decisiones, cabrá apun-
cual, apreciarla, sancionarla, medir los estados occidentales, las mujeres su corrección. Las conductas crimina- tar que son las capacidades naturales
las cualidades o los méritos. Procedi- estaban siendo recluidas para «refor- La penalidad del s.XIX abandona, les se esencializan y se establecen
modelos de predicción que de las personas las que determinan
miento, pues, para conocer, para do- mar» y «corregir» sus «inclinaciones como hemos visto, la finalidad de uti- criterios orgánicos que justifican la establezcan grupos de el éxito o el fracaso social.
minar y para utilizar (Foucault, 2002: perversas» desde finales del s.XVI. lidad social y defensa de los intereses delictividad y la conducta desviada de población para los cuales
131). generales de la sociedad para irse determinados individuos.
Las Casas Galera, de principios del desviando hacia una perspectiva de
se asignan características
La segunda tesis que explica el predo- siglo XVII, fueron establecimientos de control y reforma psicológica y moral La perspectiva disciplinaria de la pe- determinadas. La mujer frente a los siste-
minio de la cárcel por encima de otros reclusión destinados exclusivamente de los individuos, de la forma en que nalidad, junto con los enfoques positi- mas disciplinarios de con-
modelos de penas, se basa en un en- a mujeres. Estas primeras cárceles se había estado desarrollando con los vistas de finales del s.XIX son el caldo trol: la ley como tecnología
foque económico-estructural, según femeninas aportan algunas claves in- cuerpos femeninos, aunque mante- de cultivo para lo que Allessandro De El poder disciplinario, productor de de género
el cual la difusión y mantenimiento terpretativas para comprender la con- niendo una diferenciación de funcio- Giorgi ha denominado las sociedades “cuerpos dóciles” (De Giorgi, 2002)
de la pena privativa de libertad, iría cepción que los sistemas punitivos nes para ambos. de control actuarial (De Giorgi, 2005) cuya principal herramienta de discipli- Las aportaciones de la criminología
en relación con los cambios del pro- han mantenido y construido sobre la contemporáneas. namiento era la institución carcelaria, crítica feminista, así como los estu-
yecto económico, político y social de subjetividad femenina y su relación Para mejorar la eficacia de esta pena- deriva, a partir de la segunda mitad dios de la psicología socio-construc-
la nueva clase social emergente, la con la vulneración de la norma. Estos lidad, se incorporan nuevos elemen- Según los criminólogos de la nueva del s. XX, estas funciones hacia otras tivista y deconstructiva, aportan una
burguesía. En el mundo occidental del centros de reclusión exclusivamen- tos en su aplicación, la prevención derecha, el sujeto criminal es un indi- estructuras de tratamiento. Ahora nueva perspectiva criminológica que
s. XIX se produjeron grandes cambios te femeninos tenían una orientación punitiva y el concepto de peligrosidad viduo plenamente capaz de decidir si bien, en ambos momentos se mantie- cuestiona las explicaciones sexistas
socio-económicos y políticos: la modi- marcadamente moralizadora cuyos social. La penalidad pasa a ejercer un lleva a cabo o no un comportamiento nen constantes los puntos de referen- de la delincuencia femenina, tanto
ficación de las formas de producción y objetivos iban dirigidos a corregir la control sobre la potencialidad de los desviado. (…) La elección racional del cia del proyecto disciplinario: produc- la de los primeros positivistas como
acumulación de capital a raíz de la in- naturaleza «viciada» de las mujeres. individuos, es decir, no tanto sobre la sujeto desviado se asimila a un com- ción de sujetos útiles por medio de Lombroso y Ferrero (1895), como la
dustrialización, el aumento los atenta- legalidad de los comportamientos de portamiento económico: el delincuen- penas útiles (De Giorgi, 2005:51). de los funcionalistas entre los que
dos contra la propiedad como conse- Las Casas Galera alojaban un nú- los individuos, sino sobre lo que pue- te potencial, en el momento en que La nueva criminología contempla la Almeda (2003) destaca a Thomas
cuencia de estos cambios y la nueva mero muy restringido de mujeres, la den hacer, son capaces de hacer, es- actúa, se comporta como un actor del conducta delictiva vaciada de los con- (1967) y Pollack (1961).
importancia del valor tiempo, hechos mayoría eran recluidas en las Casas tán dispuestos a hacer o están a pun- mercado que valora los costes que dicionantes psico-sociales, sin tomar
todos ellos en estrecha relación con de Misericordia que representaban to de hacer (Foucault, 2003:101-102). está dispuesto a soportar respecto a en cuenta el contexto hostil del suje-

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La ley como tecnología del género Putas
e insumisas

Cesare Lombroso fue considerado el enfermeras o monjas. Y su compor- ciencias jurídicas, se inicia un análi- género. Esta reformulación se corres- Además, como afirma Pitch, esta
padre de la antropología criminal a tamiento delictivo se produce por un sis, ya no sólo de las formas de casti- pondería con la crítica al derecho que concepción mantiene la rigidez de las
raíz de su obra L’ uomo delinquente, defecto en su socialización primaria al go que se infligen a las mujeres, sino afirma que el mismo es masculino. concepciones binarias de lo masculi-
publicada en 1876 y en la que ela- no haber aprendido los roles y diná- del papel que el derecho y en concre- Se ha podido constatar que estas le- no y lo femenino, no sólo en su opo-
boró una serie de teorías sobre el micas tradicionales familiares. to el derecho penal ha tenido en la yes formuladas de manera neutral se sición rígida y autoexcluyente, sino
comportamiento de los delincuentes configuración de la feminidad. aplican de acuerdo a una perspectiva sobre todo en lo monolítico de ambas
y de tipologías criminales según su Otra visión muy distinta la otorga la masculina y toman como medida de acepciones, según la cual, cada una
conducta. Fue, junto a su yerno Fe- jurista del s.XIX Concepción Arenal, Smart (1992) identifica tres momen- referencia a los hombres (blancos de de las categorías no dispone de dife-
rrero, uno de los pocos que estudió la quien critica las perspectivas sexistas tos en la posición feminista respecto clase media) (Larrauri, 1995:12). rencias en su interior.
delincuencia femenina. Para Lombro- de la delincuencia femenina, afirman- al derecho, los cuales no son lineales
so las personas que delinquen sufren do que: Las costumbres, las leyes, el sino que han convivido y conviven: En último lugar, la perspectiva de un
síntomas de anormalidad y peligrosi- género de la vida... concentran en la el derecho es sexista, el derecho es En este sentido, desde el derecho sexuado no exige una cate-
dad y llevan incorporado el estigma familia la vida de la mujer... sus vir- masculino, el derecho es sexuado goría fija o un referente empírico para
de la degeneración; siendo las mu- tudes son domésticas y con gran fre- (Pitch, 2003:255). feminismo y su influencia Varón o Mujer (Pitch, 2003:256), per-
jeres que delinquen especialmente cuencia sus crímenes también; esta en la criminología y las mitiendo en cambio un análisis del
degeneradas ya que, no solamente circunstancia puede contribuir a que La denuncia del derecho como sexis- ciencias jurídicas, se inicia mismo y sus múltiples estrategias de
violan las reglas legales sino también aparezcan más graves sin que lo ta, supone una redacción legal que conexión entre género y sistemas rí-
las normas sociales de su condición sean en realidad (Arenal, 1991: 113). discrimina a las mujeres, negándo-
un análisis, ya no sólo de gidos de significación binarios. Se tra-
femenina. Esto las convierte, según Las concepciones de Concepción les recursos y reconocimiento de las las formas de castigo que ta de un análisis que nos permita ver
Lombroso y Ferrero, en doblemente Arenal serán precursoras de la crimi- ofensas que contra ellas puedan co- se infligen a las mujeres, la forma en la cual el género opera en
peligrosas. Las delincuentes tienen nología crítica feminista, que se ba- meterse, actuando de forma no obje- el derecho y cómo este produce el gé-
sino del papel que el
para estos autores cualidades de la sará en el cuestionamiento de la na- tiva y prejuiciosa. nero. El derecho queda definido como
criminalidad masculina, además de turalización de los comportamientos derecho y en concreto el uno de los sistemas productores no
las peores características femeninas: desviados femeninos, para mostrar Como contraposición a lo que Smart derecho penal, ha tenido sólo de la diferencia de género, sino
Retratos de mujeres en la versión francesa de astucia, rencor, falsedad; convirtién- cómo ésta ha servido para justificar la denomina como el momento sexista en la configuración de la también de la subjetividad e identidad
1887 del libro L’uomo delinquente, de 1876, dose así en una combinación «anti- aplicación de políticas punitivas dife- del derecho, determinadas propues- a la que la individua está vinculada
escrito por el médico y criminólogo italiano, natural» de los dos sexos. renciadas para las mujeres. Será a tas feministas sostuvieron la nece- feminidad. y asociada (Pitch, 2003, 257). Con-
padre del positivismo criminológico, Cesare
partir de los años 80, con los escritos sidad de formular leyes de carácter cebir el derecho de esta forma, po-
Lombroso.
La concepción sexista de la delin- de mujeres criminólogas (como Ca- igualitario, que fueran aplicadas indis- niendo en evidencia sus estrategias
cuencia femenina ha sido dominante rol Smart, Pat Carleb, etc.), cuando tintamente sobre hombres y mujeres. La versión más actual del igualita- de sexuación, convierten al mismo en
en la disciplina criminológica hasta los se empiecen a integrar los escritos La perspectiva de la discriminación rismo feminista, responde a este una tecnología de género, que cons-
años 80 del s. XX. Las tesis de Polla- feministas y la «teoría de los roles da por hecho que vivimos en una so- momento del derecho que Smart truye a la Mujer, en contraposición al
ck (1961) añaden a las argumentacio- sociales diferenciales», dando una ciedad justa, en la cual sólo hay que denomina como masculino y alude Varón y, a su vez, a la Mujer en par-
nes de Lombroso y Ferrero, la «tesis explicación del porqué de las parti- incorporar a las mujeres (Bodelón, a la materialización de los derechos, ticular en sus múltiples vertientes: la
de la caballerosidad», según la cual cularidades delictivas de las mujeres 2009:111), finalidad de las políticas mediante políticas y legislaciones que Puta, la Criminal, la Mala Madre, etc.
las mujeres seducen a los jueces y señalando la necesidad de diferenciar igualitarias. Este imaginario igualita- promuevan las condiciones básicas
policías por lo que estos se muestran entre sexo y género. Las ideas de la rista de los modernos sistemas neo- para el acceso de todo el mundo a los El derecho penal, por su parte, no es
mucho más benévolos con ellas que criminología feminista, a través de liberales ha provocado una particular mismos derechos, pudiendo incluso un elemento que funcione de forma
con los hombres. Para este autor las estudios empíricos, analizan las ca- concepción de la autonomía, según la elaborarse legislaciones de carácter independiente sino que se interre-
mujeres son falsas y mentirosas de- racterísticas y particularidades de las cual el sistema ofrece los elementos positivo, es decir, aquellas con carác- laciona con otros sistemas de saber
bido a su pasividad sexual que es lo prisiones femeninas desde una pers- de triunfo de forma universal y el que ter compensatorio para los colectivos que intervienen en el control y la crea-
que las induce a delinquir. pectiva de género, permitiendo de no triunfa es «por que no quiere» o no vulnerables. Ahora bien, estas pers- ción de subjetividad, entre los que po-
esta forma hacer visibles las proble- es capaz de escoger acertadamente pectivas inciden en el carácter victi- demos encontrar de forma destacada
Thomas (1967) por su parte conside- máticas de esta tipología de centros los elementos que lo conduzcan al mizado de las mujeres, requiriendo la la psicología y las ciencias «psi».
ra que los deseos básicos de la ac- o módulos a la vez que se demuestra éxito. intervención y protección estatal, ante
ción social se derivan de los instintos que la política penitenciaria que se la dejación de funciones de sus pro- Como apunta Tamar Pitch (2009), el
biológicos y son canalizados hacia está aplicando en estas instituciones Posteriormente, la crítica feminista al tectores naturales, padres y maridos, derecho penal tiene al menos tres
fines sociales mediante el proceso de es marcadamente sexista y discrimi- derecho favoreció una reformulación como ocurre, por ejemplo, en la Ley objetivos: en primer lugar la preven-
socialización desarrollado en el seno natoria hacia las mujeres. y/o promulgación de aquellas leyes Orgánica 1/2004 de Medidas de Pro- ción e inhibición de acciones lesivas,
de la familia. La valoración social de de carácter marcadamente discrimi- tección Integral contra la Violencia de configuradas como delitos, mediante
la mujer está vinculada al papel que En este sentido, desde el feminismo natorio que han pasado a ser expre- Género. la amenaza de pena; en segundo lu-
desempeñan como madres, esposas, y su influencia en la criminología y las sadas de forma neutral respecto al gar, la construcción de estas accio-

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La ley como tecnología del género Putas
e insumisas

nes como delito o mal colectivamente las colocará en el otro lado de la dico- las luchas feministas. Ambas autoras se hayan convertido en adeptos al favorecidos a través de los diversos
reconocido; y, en último lugar, la in- tomía, el de las pérfidas. recalcan que la tendencia defendida sistema, sin obtener además el reco- sistemas de castas o clases construi-
cidencia en la esfera social y cultu- El recurso al derecho penal también por algunas feministas actuales que nocimiento del que sigue disponiendo dos históricamente. De hecho, el de-
ral para transformar las actitudes o es problemático para el feminismo en buscan el apoyo y la autoridad del el sujeto legitimado del sistema so- recho y el sistema legislativo han sido
modelos difusos o potencialmente tanto culpabiliza individualmente al Estado para poner en práctica objeti- cial: el hombre blanco, heterosexual los principales órganos enunciadores
peligrosos respecto del fenómeno ti- agresor, eludiendo que éste, general- vos políticos feministas (Butler, 2001) y de clase acomodada. en la construcción de estas identida-
pificado como mal social. Estos dos mente, se encuentra apoyado por un rompen con los esfuerzos por enfren- des estigmatizadas, pero también los
últimos objetivos harían referencia al sistema socio-económico y simbólico tarse y desafiar al Estado y a su auto- responsables del castigo y la exclu-
carácter performativo de la ley, según que avala y reproduce las lógicas que ridad que no es más que la autoridad El derecho no es un recurso sión de estos mismos colectivos. La
el cual, los sistemas jurídicos de po- permiten su desarrollo en un contexto de quién representa, el poder hetero- válido para la obtención de misma idea de derecho lleva implícita
der producen a los sujetos a los que patriarcal de «dicotomización» gené- patriarcal. la libertad la construcción de un sujeto autori-
más tarde afirman representar, produ- rica. zado, dotado, como hemos visto, de
ciendo y escondiendo posteriormente Esta idea se relaciona con la clásica valores y capacidades moralmente
Somos débiles, o actuamos como si
esta creación mediante un supues- oposición anarquista a la representa- elevadas.
lo fuésemos por miedo a parecer dis-
to sujeto «anterior a la ley» (Butler, El éxito de los actuales tividad. Bakunin, pensador anarquista
tintxs. (…) estamos convencidxs de
2007). del s. XIX, ya se oponía a la participa- Los requisitos de racionalidad exigi-
sistemas democráticos se ción de los trabajadores en la política que tenemos derecho a ser estúpidxs
dos a las partes y a todos aquellos in-
En este sentido, la criminología fe- ha basado en la creación burguesa por considerar que esta par- e ignorantes, a ser perdedores.
tegrantes válidos para la participación
(A.M. Bonnano, 2005: 3-4)
minista, sobre todo aquella que ha de cada vez más sujetos de ticipación fortalecía al propio sistema en el sistema legislativo y su poder,
dudado del papel emancipador del derechos: homosexuales, explotador de los intereses del prole- excluyen a quien no manifieste las
derecho para las mujeres, junto con tariado (Dolgoff, 1976). En este mismo El recurso a la protección estatal, me- capacidades de racionalidad previs-
las perspectivas deconstruccionistas mujeres, inmigrantes, etc. sentido, las mujeres anarquistas, fue- diante el uso de su aparato legislativo, tas por los teóricos (Pitch, 2003:267).
y socioconstruccionistas, nos pue- Este hecho ha permitido ron muy críticas con la participación puede resultar tentador en tanto que Estos requisitos son principalmente la
den servir como eje de análisis para que, cada vez más política femenina en las instituciones remite a una idea de protección frente autonomía y la independencia, la ca-
concebir el dispositivo del discurso estatales y en el recurso del derecho a los abusos indiscriminados ilegíti- pacidad para separarse de los otros.
jurídico como creador de una subjeti- colectivos, anteriormente para la consecución de determinados mos. Pudiera parecer, según la idea El derecho ha tratado como margina-
vidad femenina basada en el tándem expulsados del sistema, se derechos o prerrogativas. transmitida por los propios sistemas, les, inferiores y diversos a todos los
bondadosa-víctima/pérfida-culpable. hayan convertido en adeptos que el sistema legislativo cumple una que no se corresponden con el mo-
No es necesario que diga que no me función protectora de aquellos colec- delo normal de individuo autónomo
La lógica penal, construye un esce-
al sistema, sin obtener opongo al sufragio femenino con el tivos más vulnerables, frente a los y competente. El derecho tiende a
nario antagónico en el que se enfren- además el reconocimiento argumento convencional de que no abusos y atropellos de lxs poderosxs. negar la dependencia recíproca de
tan dos actores, los cuales quedan del que sigue disponiendo está capacitada para ello. No encuen- Ahora bien, si tenemos en cuenta todos y a acentuar la dependencia de
desnudados de connotaciones so- tro ninguna razón ni física, ni psicoló- que de los cerca de 500 delitos que personas que son «diferentes» (Mi-
el sujeto legitimado del prevé el Código Penal español, sólo
ciales. Los ofensores y las víctimas gica, ni mental por la cual una mujer now, 1990:10). Como apunta Minow,
del discurso penal son desnudados sistema social: el hombre no pueda tener la igualdad de dere- dos delitos son las causas del encar- el sujeto autorizado del derecho, no
de sexo-género, pudiendo hombres blanco, heterosexual y de cho a votar que el hombre. Pero esto celamiento del 74 % de las personas es tanto aquel que disfruta de las ca-
o mujeres, ocupar cualquiera de los clase acomodada. no me ciega hasta llegar a aceptar la presas en España: el robo y el tráfico pacidades exigidas, sino aquel que
papeles de la dicotomía. El problema absurda afirmación de que la mujer de drogas (Barañí, 2002), apreciamos dispone de capacidad performativa
añadido a esta pretendida neutrali- conseguirá aquello en lo que el hom- que las cárceles se encuentran plaga- para enunciar discursos de validez y
dad, es la atribución a las mujeres del bre ha fracasado. (…) asumir que ella das de personas sin recursos econó- autoatribuirse los valores contenidos
estatuto de víctima, lo cual, por una En definitiva, respecto a la cuestión tendrá éxito en purificar algo que no micos y con difícil acceso a un lugar en el mencionado discurso.
parte, implica pasividad y, por otra, in- de los derechos, entendidos estos es susceptible de purificarse, es adju- reconocido en el entramado social.
dividualiza la problemática de género. como aquellos establecidos por el Es- dicarle poderes sobrenaturales (Gold- La lógica de los derechos, bien ope-
tado y sus organismos, partimos de man, 2008: 135). Podríamos pensar que esta descom- re a través de la negación del estatus
Las mujeres acostumbran a ser vícti- la concepción de que la libertad y la pensación es fruto de la configuración discriminado, o bien a través de la
mas de delitos y no tanto quienes los autonomía femenina nada tienen que El éxito de los actuales sistemas de- injusta de los actuales sistemas neo- posición del estatus como exigencia
cometen, atribuyéndoseles el estatu- ver con ellos. mocráticos se ha basado en la crea- liberales, con su desigual distribución de derechos, produce perversamen-
to de víctima, para el cual es indis- En este sentido, nos adherimos a las ción de cada vez más sujetos de de riqueza y estatus. Pero lo cierto es te estatus discriminados (Pitch, 2003:
pensable la proclamación continuada posturas anti-representativas de femi- derecho: homosexuales, mujeres, in- que, la configuración de los estados y 274), siempre necesita la contraposi-
de su «inocencia» y «pasividad». En nistas como Judith Butler y Luce Iriga- migrantes, etc. Este hecho ha permi- de sus sistemas legislativos, es indi- ción con un «otro» del que distinguirse
contraposición, aquellas mujeres que rai en la defensa de la necesidad de tido que cada vez más colectivos, an- sociable de la historia de la opresión para convertirse en merecedor de ta-
rompan con este hecho esperado, se oposición a la intervención estatal en teriormente expulsados del sistema, y explotación de los colectivos menos les derechos. Ejemplos de esto los po-

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La ley como tecnología del género

demos encontrar en las luchas de los BIBLIOGRAFÍA


movimientos gay por la obtención del
derecho al matrimonio. Los colectivos
de gays y lesbianas implicados en es-
tas luchas, tendían a diferenciarse de
la promiscuidad que se les asignaba,
Almeda, E. (2002) Corregir y castigar. Goldman, E. (2008) La palabra como
para erigirse como reproductores de
El ayer y hoy de las cárceles de muje- arma. Madrid. La Malatesta. La Lagu-
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res. Barcelona. Bellaterra. na. Tierra de fuego.
convivencia heterosexual, modelo so-
bre el cual se elaboran las relaciones
Almeda, E. (2003) Mujeres encarcela- Larrauri, E., Varona, D. (1995) Vio-
análogas. Esta reclamación u obten-
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ción de derechos, exigía la creación
Barcelona. EUB.
de un otro; el homosexual perverso y
Arenal, C. (1991) El visitador del pre-
lascivo, condenado a la invisibilidad
so. Madrid: Asociación de Colabora- Minow, M. (1990) Making all the Diffe-
o al castigo social. La reclamación
dores con las Presas/ ACOPE. rence: Inclusion, Exclusion and Ame-
de derechos necesita de la creación
rican Law. New York. Cornell Univer-
de sujetos políticos fundadores, que
Bodelón, E. (2009) Feminismo y de- sity Press.
dejan fuera de la definición la vasta
recho: mujeres que van más allá de
experiencia de las múltiples individua-
lo jurídico. En Nicolás, G. y Bodelón, Pitch, T. (2003) Un derecho para dos.
lidades que se amparaban bajo esa
E. (comps) (2009) Género y domina- Madrid. Trotta.
categoría.
ción. Críticas feministas del derecho y
el poder. Barcelona: Anthropos y Ob- Pitch, T. (2009) Justicia Penal y li-
De esta forma, el recurso de los de-
servatori del Sistema Penal i els Drets bertad femenina, en Nicolás, G. y
rechos resulta no sólo perverso, sino
Humans. Bodelón, E. (comps) (2009) Género
a su vez inoperante: por una parte,
y dominación. Críticas feministas del
cada derecho obtenido genera nue-
Bonanno, A.M. (1988) La tiranía de la derecho y el poder. Barcelona. An-
vas discriminaciones y, por otra par-
debilidad. Madrid. Lecturas Estriden- thropos y Observatori del Sistema
te, favorece la conformación de los
tes. (Fanzine) Penal i els Drets Humans.
«sujetos ganadores de derechos» a
los valores del sistema, con el consi-
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Putas
e insumisas

Perversiones de género: mujeres


violencia familiar, vejación social). logizándola por el hecho de actuar de
Menos aún que lo haga «sin motivos manera no esperada.
aparentes», cuando la violencia es de

asesinas, la construcción histórica


tipo simbólico (medios de comunica- «La iconografía destinada a configu-
ción, imposición social, dominación rar la imagen de la mujer como un
masculina). La incomprensión social ser malvado surge precisamente a

de las «chicas malas»


ante una mujer violentada está fuer- raíz de las transgresiones cometidas
temente asociada a la imagen de la por las más célebres de las grandes
mujer como sujeto pasivo. “pecadoras” de una civilización incli-
Con esto no pretendo apoyar ninguna nada, en exceso, a valorar con fondos
hipótesis estándar que justifique a las maniqueístas las actuaciones huma-
mujeres cuando ejercen violencia. La nas» (Laia Climent y Marina López,
La feminidad construida como pacífica y conformada necesita de la violencia como construcción social, 2009:119).
tienen una connotación diferente se-
contrafigura de una idea de mujer que responda al tándem patriarcal gún el momento histórico. En función
mujer buena/mujer malvada. La contrafigura, construida históricamen- de la construcción social de género La violencia como
se configura la legitimidad del uso de
construcción social, tiene
te desde los dispositivos de poder, se ha basado en la idea de una la violencia para hombres y mujeres.
Por ejemplo, no se hace el mismo una connotación diferente
mujer agresiva, perversa, loca o puta, con dominio de herramientas tratamiento ante un hombre homi- según el momento
cida que ante una mujer homicida.
como el engaño, la perversión, la emocionalidad excesiva o la sexua- En el caso de mujeres homicidas no
histórico. En función de
la construcción social de
lidad estratégica. En el presente artículo daré pinceladas de esta sólo se juzga el homicidio en sí, sino
además su papel como mujer que ha género se configura la
Aileen Wuornos, ejecutada en 2002 en
Florida (EE. UU.) por medio de inyección
construcción histórica, tan necesaria para el patriarcado, como la mu- transgredido la normativa de género, legitimidad del uso de la letal.
juicio que en el caso masculino no es
jer conformada y sumisa a su normativa hegemónica de género. necesario porque no transgrede esa violencia para hombres y
normativa. mujeres.
La violencia ha sido y es ejercida tan-
Lorena to por hombres como por mujeres, Ya desde los inicios de nuestra his-
pero tampoco sería correcto afirmar toria occidental encontramos escritos
que ambos, hombres y mujeres, pue- que nos recuerdan esta relación de
Este artículo toma como referencia la comprensión mutua difíciles de expli- que la normativa de género designa den convertirse en iguales ejercién- la mujer con la maldad: Lilith reclama
violencia ejercida por mujeres en el car con los discursos socialmente dis- para el rol femenino. Si nos creemos, dola, es decir, que las mujeres son sus derechos a Adán en nombre de
marco familiar. Violencias que ade- ponibles. No creo que estas prácticas tal como las teorías esencialistas afir- igual de sádicas que los hombres o la Igualdad. Fue condenada a engen-
más son ejercidas desde los múlti- puedan ser moralmente aprobadas man, que las mujeres son pasivas y que los hombres son igual de pertur- drar monstruos. Eva, después de la
ples roles femeninos asignados por ya que, en muchos casos no suponen pacíficas por biología, siempre cae- bados que las mujeres. siniestra Lilith, decide comer el fruto
la distribución tradicional de género: comportamientos liberadores para remos en desconcierto ante la ac- del árbol del conocimiento. Fue expul-
esposa, madre, puta, cuidadora… las propias mujeres e incluso, repro- tuación de las mujeres que no sólo La violencia por parte de las mujeres sada del paraíso. Pandora, en su an-
Frecuentemente, estas violencias son ducen la brutalidad de las violencias ejecutan violencia de la manera más es histórica en cuanto a que desde helo de investigar, dejó abrir su caja
ejercidas por las mujeres en el ámbi- masculinas. A pesar de esto, todas y extrema, como los casos que aquí tiempos inmemorables han usado llena de males contra la humanidad.
to privado o doméstico, espacio his- cada una de estas experiencias pue- mencionaremos; sino que además métodos violentos de defensa y/o La maldad femenina tiene un largo
tóricamente relegado a las mujeres, den aproximarnos a espacios históri- subvierten su rol superando crisis vio- ataque. Salvo casos politizados espe- recorrido a lo largo de la historia en
y sus principales víctimas son hom- camente invisibilizados o estigmatiza- lentas que la sociedad heteropatriar- cíficos, la violencia que han ejercido la literatura, en el arte o el cine, que
bres, niñxs y, en menor medida, otras dos para, a partir de ellos, reescribir cal genera, venciendo con esta acti- ha sido mayoritariamente de manera recuerda e infunda el temor hacia la
mujeres. Esta violencia desmiente el nuestro pasado y presente y ser un tud el papel de sexo débil que reduce particular e individual, normalmente mujer cuando incumple su contrato
mito femenino de la pasividad y el poco más dueñas de nuestro destino. a las mujeres a la eterna fragilidad: en el marco de lo doméstico. Por este social.
pacifismo y subvierte la identidad de Cuesta comprender que las mujeres no se espera que la mujer combata motivo, la violencia de las mujeres ni
mujer basada en el cumplimiento de también puedan ser crueles y tener después de un abuso o una agresión está inscrita como fenómeno social, La falta de análisis sobre la violencia
un destino, hecho que a su vez gene- la sangre fría para asesinar. Es difí- (violación/abuso sexual, maltrato físi- ni hay un reconocimiento a esa ma- ejercida por las mujeres a lo largo de
ra redes invisibles de solidaridad y de cil, claro está, si nos guiamos por lo co/psicológico, violencia doméstica, nera de actuar femenina, salvo pato- la historia es en sí mismo un dato, así

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e insumisas

como la escasez de información de nación contra las acusadas que son Ahora bien, en una sociedad hetero-
muchas de ellas, de las que apenas víctimas de violencia doméstica. Los patriarcal, las mayores violencias
hay referencias más que a nivel anec- resultados mostraron que las víctimas que se ejercen serán ejercidas hacia
dótico, como Madame Popova, que de violencia doméstica tienen mayo- mujeres, niñxs, homosexuales, tran-
más adelante nombraré. res tasas de condenas y sentencias sexuales y todxs aquellxs que no se
más largas que todos los demás adapten al sujeto por excelencia del
Casos que aquí mencionaré han sido acusados de homicidio, incluyendo sistema patriarcal.
llevados a la gran pantalla, como aquellos con antecedentes penales «No es suficiente el ser iguales a los
Monster (Patty Jenkys, 2003), un film violentos. hombres cuando los hombres actúan
que recoge la vida de Aileen Wuor- como bestias». Barbara Ehrenreich,
nos. «Monstruo» es el nombre que 2004.
usualmente se adjudica a las mujeres La familia como punto de
cuando abandonan el papel de pasi- partida Antes de seguir, haré un breve apunte
vas-pacíficas y adoptan el de violen- sobre la incorporación de la mujer en
tas. La familia, tal como afirman Domè- las políticas de igualdad, con el úni-
nech e Iñíguez «es uno de los con- co fin de situar la diferencia entre la
Wuornos fue ejecutada en 2002 en textos donde la violencia se produce violencia ejercida por mujeres desde
Florida (EE. UU.), acusada de haber de una forma más espectacular, alar- el aparato institucional y la violencia
cometido 7 asesinatos, los que según mante, inesperada y cruel. Todas las ejercida desde la ilegalidad o la no
su declaración cometió en defensa combinaciones son posibles y de ello permisividad por normativa genérica.
propia mientras ejercía la prostitu- dan testimonio diario los medios de La incursión en las políticas de igual-
ción. Tuvo una vida compleja desde comunicación». dad, promovidas en gran parte por
su infancia: abusos sexuales por par- Esta violencia intrafamiliar puede pa- sectores feministas, instrumentaliza-
te de familiares, prostitución, robos, recer un fenómeno moderno, pero das por el Estado y llevadas a cabo
atracos, arrestos, cárcel. Su vida es- es tan antigua como la misma fami- por el gobierno, junto con la equipara-
tuvo llena de odio y violencia: «Me co- lia. Las mujeres han ejercido violen- ción, dentro de estas políticas, de mu-
rre tanto odio por las venas que si me jeres con hombres, ha llevado a que Marie Madeleine de Brinvilliers, famosa envenenadora francesa del s. XVII.
cia contra sus maridos, contra hijxs y
Phoolan Devi, denominada «la reina de los dejan viva, aunque sea cumpliendo otros parientes desde siempre. Sólo mujeres dentro del ejército, policía y
bandidos», tomaba las aldeas ordenando a los cadena perpetua, mataré otra vez», cuerpos privados de seguridad del
ricos que le entregaran sus posesiones para dar
que ahora se hace un tratamiento es-
parte a los pobres.
declaraba Wuornos antes de morir. pectacular y mediático. Estado, hayan llegado a experimentar
El caso de Aileen Wuornos fue co- la misma legitimidad en cuanto a ejer-
nocido a nivel mundial, pero son mu- «¿Qué es más probable, que una mu- cer violencia, control, ser injustas y a esta sorpresa: eso es el ejército, eso tido al colectivo femenino adentrarse
chas las mujeres que se han visto en jer agreda a su compañero o que éste cometer los mismos abusos. Es de- son las guerras y ese es el papel que en las filas de los brazos ejecutores
papeles similares. En EE. UU. exis- agreda a aquella?, ¿qué es más pro- cir, han aclarado, desde esta manera acaban ejerciendo sus protagonis- de violencia. Si nos remitimos a la
te el Michigan Women’s Justice and bable, que hijos o hijas agredan a de entender la igualdad, que lo que tas, hombres y también mujeres, que Alemania del Tercer Reich, encontra-
Clemency Project, que trabaja para sus padres o viceversa?, ¿que las se intenta es que las mujeres puedan actúan como ejecutorxs de violencia mos casos documentados de mujeres
pedir la libertad de mujeres encarce- hermanas agredan a sus hermanos ser igual de bestias que el ya no tan desde organizaciones heteropatriar- nazis que asesinaron en campos de
ladas por asesinar en defensa propia a al revés? Hay un patrón en esas opuesto (llegado a este punto) sexo cales. concentración de manera sádica y
contra sus abusadores y fueron con- agresiones que no parece adaptar- masculino. despiadada. Léase por ejemplo la his-
denadas a cadenas perpetuas (www. se a las probabilidades esperadas. Desde estas políticas de igualdad, toria de Brigitte, la sanguinaria.
umich.edu/-clemency). Según ellas, Cada uno/a puede agredir a cualquier Generó mucha polémica el caso de se presume del aumento de mujeres
hay evidencias que sugieren que las otro/a, sí, es cierto. Pero las cosas Lynndie England, la militar estadouni- dentro de los cuerpos de seguridad. La violencia no es herencia específi-
mujeres que matan en defensa propia suceden de manera distinta la mayor dense que torturó presos iraquíes en Por ejemplo, uno de cada cuatro as- ca de un sexo, pero en esta sociedad
se enfrentan a un mayor castigo que parte de las veces, siguiendo patro- la prisión de Abu Ghraib durante la pirantes a Mossos d’Esquadra es una heteropatriarcal está generizada, y es
otros acusados. Un estudio realizado nes y normas que consiguen regu- ocupación en Iraq, recogiendo imáge- mujer, según un titular del diario El por ello por lo que establecemos dife-
por el Proyecto de Indulto de las Mu- lar la dirección de la violencia y que nes de sus torturas en fotografías que País (31/10/2007). El porcentaje ha rencia a la hora de hablar de ella. Se-
jeres Maltratadas de Michigan sobre constituyen la marca de un tipo de recorrieron el mundo. Demostró, sien- ido en aumento de tal manera que se gún quien la ejerza tiene caracterís-
las condenas y sentencias de homici- sociedad concreta». do mujer, la imagen deplorable de su sitúa a los Mossos como uno de los ticas diferentes. Cuando las mujeres
dios durante un período de tres años supremacía blanca-occidental sobre cuerpos policiales europeos con más ejercen violencia subvierten su rol.
desde 1986 hasta 1988, inclusive, en La construcción social de la violencia. hombres musulmanes. Ahora bien, si presencia femenina. Pasan de ser pasivas-pacíficas-dado-
el condado de Oakland, Michigan, re- Domènech e Íñiguez. se aplauden los planes de igualdad, Pero no son sólo los planes de igual- ras de vida, a ser agresivas-violentas
veló niveles alarmantes de discrimi- Athenea Digital, nº 2 otoño 2002. no acabo de entender de dónde viene dad los que en la historia han permi- convirtiéndose en «monstruos», des-

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e insumisas

articulando su normativa de género curar la tuberculosis. Murió asesina- manera continuada pueden acabar mujeres, defendiendo la violencia Esas razones no exculpa que lleguen
y por lo tanto haciendo «monstruosi- da por sus compañeras reclusas en trastornando a mujeres como posible- de género para mujeres adúlteras, a ser crueles, brutales o desmedidas.
dades», aberraciones de género. El el patio de la cárcel de Reina Amalia, mente le sucedió a la mujer que acu- justificando la violación de mujeres Ese odio o rabia, más que justificable,
ejemplo más evidente para demostrar en Barcelona. chilló a su novio tras llamarla «gorda» sexualmente promiscuas o presunta- que muchas mujeres han podido sen-
este calificativo es el caso de mujeres en público de forma reiterada (EFE, mente disponibles, etc. Además, en tir por haber sido o por ser maltrata-
que han asesinado a sus hijxs. Cuan- «Aún no se han encontrado estudios 31/08/2009). los casos en que las mujeres acumu- das, muchas lo han encauzado hacia
do cometen un infanticidio u homicidio representativos que evidencien la len otros factores de vulnerabilidad otros sentimientos, no todas lo han
de unx menor no sólo serán juzgadas aparición de algún trastorno psico- Pese a que son muchas las historias social, como la etnicidad, evitarán convertido en sed de venganza. No
como homicidas, sino que además el patológico en las mujeres asesinas y noticias de mujeres que han asesi- las denuncias para no estigmatizar son los impulsos los que diferencian
juicio moral será demoledor. Una mu- seriales». Aproximación al perfil de la nado a sus hijxs, niñxs, personas a su en mayor medida al colectivo étnico a unos sujetos de otros, sino la po-
jer que mata a unx niñx es la comple- mujer asesina en serie. Sandra Mile- cargo u a otras mujeres, cuando co- de pertenencia, esto suponiendo que sibilidad que tiene la mayoría de no
ta antítesis de la madre patriarcal, es na y Andrea Guerrero. meten homicidios en su mayoría es ambos cónyuges dispongan de per- ceder a ellos.
una mujer completamente desnatura- contra hombres. Al menos es lo que miso de residencia, ya que en caso Valerie Solanas ofreció una solución
lizada y un monstruo social. El primer caso documentado de una denota la prensa. Es difícil corroborar contrario se suma la posibilidad de en 1968 con su Manifiesto SCUM: ex-
homicida serial es el de la condesa datos con cifras, pues no hay creadas extradición del cónyuge, hecho que la terminar al sexo masculino. Y no tuvo
Conocido es el caso de Enriqueta húngara Elisabeth Bathory (1560- estadísticas por victimarios de sexo ni mujer tampoco suele desear. mucho reparo en descargar su rabia
Martí (1868-1913), más conocida 1614), la Condesa Sangrienta, quien por el Instituto de la Mujer, ni por el Ins- contra Andy Warhol, disparándole a
como la vampira de Barcelona o la tras la muerte de su marido se dice tituto Nacional de Estadísticas. «Liberé a más de trescientas muje- matar por haberle robado una obra
vampira del Raval, asesina en serie, que mató y torturó a 300 mujeres res e hice un gran trabajo alejando de teatro escrita por ella.
secuestradora y proxeneta de niñxs. de entre 12 y 18 años, a las que de- esposas infelices de sus tiranos», O como Helene V. Druskowitz, (Aus-
Mató a decenas de menores con los sangraba para obtener el «elixir de La violencia no es herencia confesó Madame Alexe Popova quien tria 1856-1918), quien definió al hom-
cuales elaboraba remedios de curan- la juventud», ritual que practicó du- específica de un sexo, por solidaridad con las mujeres, por bre como la madición del mundo. (Der
dera que vendía a la burguesía para rante una década. Si bien existían justicia o por complicidad femenina, Mann als Logische und Sittliche Un- Aristócrata húngara, perteneciente a una de las
rumores de las desapariciones, las pero en esta sociedad en Rusia, entre el año 1879 y 1909, möglichkeit und als Fluch der Welt,
familias más poderosas de su país. Ha pasado a
la historia por haber sido acusada y condenada
autoridades no actuaron porque se heteropatriarcal está regentó una agencia para librarse de 1905). por ser responsable de una serie de crímenes
trataba de campesinas; sin embargo, generizada , y es por ello maridos molestos. Se dice que co- motivados por su obsesión por la belleza que
cuando la víctima fue una noble, el braba poco o nada por sus venenos No son los impulsos los que le han valido el sobrenombre de «la Condesa
rey ordenó tomar el castillo y apare-
por lo que establecemos y muchas veces hacía ella misma el Sangrienta».
cieron los cadáveres. Bathory, quien diferencia a la hora de trabajo. Asesinó a unos 300 maridos,
diferencian a unos sujetos
se dice, «practicaba las ciencias ocul- hablar de ella. novios y amantes que maltrataban a de otros, sino la posibilidad
tas», nunca se declaró culpable ni fue campesinas. La descubrieron cuando que tiene la mayoría de no
procesada, quizá porque pertenecía una clienta arrepentida la denunció.
a una acaudalada familia de Transil- La institución legislativa, como hija del La condenaron a muerte y fusilaron
ceder a ellos.
vania. Pero en castigo fue tapiada en periodo moderno, es una de las prin- en 1909. Nunca delató a sus cómpli-
su dormitorio, sólo dejaron unas ren- cipales herramientas de las que dis- ces y, además, alegó en su defensa:
dijas por las que entraba el aire y la pone el hombre-ciudadano libre para «Nunca maté a una mujer».
comida. Después de cuatro años mu- establecer los límites de lo aceptable En Nagyrév, Hungría, durante la I
rió. Sus cómplices, dos «hechiceras», en una sociedad determinada. Dentro El concepto «defensa» lo emplea- Guerra Mundial, la vida de muchas
fueron quemadas vivas. de la definición de hombre-ciudadano mos cuando hablamos de mujeres mujeres cambió cuando sus maridos
Bathory fue malvada, sin duda, su ac- quedan excluidas muchas otras iden- que agreden en un sistema vertical, fueron reclutados para luchar por el
titud fue moralmente reprobable, pero tidades, para las que el recurso legal, donde cuentan históricamente con Imperio austrohúngaro. En la misma
al mismo tiempo estaba cumpliendo a pesar de la igualdad formal de las abusos sexuales, sometimiento a época se establecieron en la zona
con imposiciones de género como actuales instituciones democráticas, la maternidad, la familia, la hetero- campamentos para prisioneros que
la belleza: conseguir «la fuente de la suele estar, cuanto menos, deslegiti- sexualidad, normas masculinas de disponían de libertad controlada. Es-
eterna juventud», ser siempre jóve- mado. Por ello, no es extraño que las convivencia en el espacio público y tos jóvenes se convirtieron en aman-
nes. La exigencia del cuerpo perfec- mujeres desconfíen, en algunas oca- privado... Todo ello se convierte en tes de muchas mujeres que, libres de
to ha desquiciado a muchas mujeres siones de una institución que no las re- un tema más complejo aún, porque maridos, aprovecharon la oportuni-
llevándolas no sólo a ejercer violencia presenta al haber sido establecida en podríamos afirmar que la mayor parte dad.
hacia sí mismas (anorexia, bulimia), función de los intereses del prototípico de ataques violentos ejecutados por Esta situación acabó cuando sus
sino también hacia lxs demás. «ciudadano libre», el hombre blanco. mujeres pueden tener una raíz en la maridos, padres, hijos y otros pa-
Una de las mujeres campesinas detenidas en
Esas exigencias sumadas al menos- Las leyes han actuado, en función de opresión que éstas sufren por cues- rientes volvieron a casa al acabar la
Nagyrev el año 1929, por el envenenamiento de precio y vejación que sufren algunas los períodos históricos, castigando el tión de género. guerra. Ellos ya no eran los mismos
unas 300 personas. mujeres por parte de sus parejas de abandono de hogar por parte de las que cuando tuvieron que marchar. La

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Perversiones de género: mujeres asesinas, la construcción histórica de las «chicas malas» Putas
e insumisas

guerra cambió sus vidas: lisiados, hi- entre ellas Fazekas, que se quitó la homicidio como muerte natural y sin fue demasiado tarde para volvérselo violenta porque no existe una teoría
permasculinizados, habían cumplido vida antes de ser detenida. sufrimiento. No acechan ni buscan a a colocar. criminalizadora de estos hechos. El
con su rol exageradamente y espe- su víctima, porque está ahí: duermen pensamiento femenino está fuera de
raban que sus mujeres curaran sus Las mujeres tienen una antigua tra- con él y está en el hogar mismo: el El 13 de abril de 2011, Antena 3 in- control por no saberse entender en
heridas. Pero ellas habían subvertido dición de envenenadoras (arsénico, marido, seguido de parientes enfer- formaba que una mujer se introdujo una sociedad heteropatriarcal que las
el suyo, ya no estaban esperando cui- matarratas,...), un modus operandi mos o ancianos, y en casos extremos veneno en su vagina para matar a su anula como sujeto político.
dar de sus maridos ni hacerse cargo que las distingue. Debido a la confi- los hijos, por pobreza, muchas veces marido mientras éste le practicaba
de ellos. guración sociohistórica de la diferen- acompañados del subsecuente suici- sexo oral. Mirar atrás y recoger todas las expe-
ciación dicotómica de los comporta- dio de la madre». riencias de mujeres que han partici-
Julia Fazekas era partera y una mujer mientos entre hombres y mujeres, se pado en repertorios violentos es una
valorada en el pueblo por cubrir nece- puede hablar de un «modo hombre» El asesinato sexual es una forma de Si la normativa de género forma de tener en cuenta la experien-
sidades médicas al no haber ningún de matar, el que trascurre tras una violencia típicamente masculina de impone a los varones la cia dentro de la violencia y poder ha-
hospital en la zona. Ayudó a muchas confrontación, y de un «modo mujer», la cual las mujeres quedan por lo ge- cer una feminización de ésta útil para
familias a deshacerse de embarazos donde las formas son más sutiles. Si neral exentas: la agresión sexual o ostentación del uso de la entender o resolver conflictos donde
no deseados. Por la práctica de abor- la normativa de género impone a los la amenaza de la misma es utilizada fuerza, debemos admitir que no podemos ni debemos pedir protec-
tos ilegales fue detenida diez veces varones la ostentación del uso de la por el sistema heteropatriarcal para las mujeres, a diferencia, ción a un Estado que, ante todo, es
entre 1911 y 1921. fuerza, debemos admitir que las mu- atemorizar a las mujeres como clase. heteropatriarcal.
Fazekas suministró arsénico a las jeres, a diferencia, no necesitan ha- «(...) El crimen de lujuria, el asesina-
no necesitan hacer esta
esposas descontentas. Usaba una cer esta demostración. Las mujeres, to por violación, el asesinato serial y demostración. No se trata de hacer una apología de
fórmula casera (arsénico obtenido salvo casos excepcionales, no asesi- el asesinato recreacional son expre- la violencia, pero sí de incluirla dentro
mediante la ebullición de tiras de pa- nan porque se calienten en una pelea siones nuevas para un nuevo tipo de de posibilidades de acción y de poder
pel atrapamoscas) que acabó provo- después de alcoholizarse. crimen. Este asesinato, de ninguna Los calificativos de «viuda negra», analizar maneras colectivas de usar
cando unos 300 muertos. Los enve- manera carece de motivación, ya que «vampira» o «vampiresa», «ángel de la violencia recogiendo conclusiones
nenamientos comenzaron en 1914 y la violación, la tortura, la mutilación y la muerte»… han sido usados por no y praxis que dentro del feminismo ra-
finalizaron en 1929. Las leyes han actuado, en finalmente el exterminio nos hablan querer poner un nombre serio o rigu- dical se han mantenido en los últimos
María Varga envenenó a su esposo, función de los períodos de un “asesinato sexual” como un roso a un hecho cometido por muje- años.
héroe de guerra ciego, cuando la acu- históricos, castigando el asesinato sexualmente político, como res, pero no esperado de ellas.
só de «traer demasiados amantes a un terrorismo fálico funcional», seña- El jefe de la Brigada de Investigación
casa»; María Szendi declaró: «Maté abandono de hogar por la Julia Monárrez (Feminicidio sexual Criminal de la policía italiana declara-
a mi marido porque siempre quería parte de las mujeres, serial en Ciudad Juárez: 1993-2001). ba en el diario La Vanguardia: «Uno
tener el control. Es terrible la forma defendiendo la violencia se asombra de que alguien como ella
en que los hombres siempre quie- En ocasiones, las mujeres actúan pueda haber hecho eso» (La Van-
ren todo». Rose Hoyba afirmó que lo
de género para mujeres «haciendo daño» a su víctima pero guardia, 10/06/2011) . Este titular se
mató porque era «aburrido». adúlteras, justificando no tienen intención de matar, sólo refiere a Estíbaliz Carranza, arresta-
Algunas no se conformaron con ma- la violación de mujeres le cortan su miembro viril. Un caso da el 10 de junio de 2011 por haber
tar a sus esposos, sino que también conocido fue el de Lorena Bobbit, el asesinado a su ex marido en 2008 y a
sexualmente promiscuas o
asesinaron a sus hijos y se mataron cual apareció en titulares de prensa su ex novio en 2010. Estíbaliz declaró
entre ellas. El uso del veneno para presuntamente disponibles, en 1993. Con un cuchillo de cocina, que había sufrido maltrato físico por
solucionar problemas fue cada vez etc. mientras su marido dormía le cortó el parte de las dos víctimas, a las cuales
más común en la comunidad de Na- pene, que terminó tirando al borde de mató y descuartizó. Encontraron res-
gyrév. una carretera. Según su declaración tos humanos en el sótano de la he-
Los móviles recurrentes son motivos sintió «un impulso irresistible» ante ladería que ella regentaba, dentro de
Una carta anónima enviada a un dia- económicos: deudas, precariedad. O las agresiones de su marido. Fue de- un contenedor cubierto de cemento.
rio, según Béla Bodó (Tiszazug: a pasionales: infidelidad, celos. Tam- clarada inocente pero ingresada 45 En un artículo posterior en el diario El
social history of a murder epidemic, bién es un motivo decisivo en muchos días en un hospital de salud mental. Mundo (20/06/2011), se le dieron los
2003), acusaba a las mujeres de la casos el maltrato físico. «A diferencia Monju Begum, una mujer del sur de siguientes sobrenombres: «Baronesa
región de los envenenamientos. 51 del homicida serial macho», explica Bangladesh, cortó el pene a su ve- de hielo», «Viuda negra», «Heladera
de ellas fueron detenidas en julio de Amalia Rivera (¿Por qué matan las cino para defenderse de un intento asesina» (El Mundo 12/6/2011), «Lady
1929 vinculadas a unos 140 casos mujeres?, 2006), «las mujeres no de violación, (Público, 31/05/2011). asesina» (El Universal, 20/06/2011).
de asesinato. Muchas cumplieron sus destazan el cadáver ni torturan a la Luego llevó el miembro en una bolsa
condenas en la cárcel, 6 fueron con- víctima; generalmente usan vene- como prueba a una comisaría, según Hay una tierra de nadie que permite a
denadas a muerte y 3 se suicidaron, no en dosis bajas para registrar el informó la policía a la prensa, aunque las mujeres comportarse de manera

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Putas
e insumisas

biològica ni determinista vers l’ús a l’estatus d’heroica i, sobretot, lluny 1 En aquest sentit resulten inte-
de la violència per part de les dones de la idea misògina que relega el pa- ressants les apreciacions de la historia-
dora Michelle Perrot: “(...) Actualment
podem començar a repensar quines per de la dona en un estadi secun- una història “sense les dones” sembla
mancances del present projectem dari, privat i consagrat des de la im- impossible. Malgrat això, no sempre ha
constantment en la recerca del nostre posició, sí que és d’interès analitzar existit. Almenys en el sentit col·lectiu del
passat antiautoritari i femení. els contextos històrics que ens situen terme, que no engloba només les biogra-
davant les màximes mobilitzacions fies, les vides de les dones individuals,
sinó les dones en el seu conjunt i a llarg
Si mirem al passat, certament podrem femenines tant a nivell qualitatiu com

Passat apetent, present jactanciós


plaç. Aquesta història és relativament re-
trobar-hi casos de dones que ens po- quantitatiu. En la travessia d’aquesta cent; a grans trets té uns quaranta anys
drien temptar a dibuixar una genealo- cerca històrica és impossible no topar (...)”. Font: PERROT, MICHELLE. Mi his-
gia rupturista femenina que encaixa amb una realitat tant punyent com toria de las mujeres. Ed. Buenos Aires.
amb els mateixos paràmetres d’herois real i no per això menys destacable: Argentina. Pàg. 13.
i/o màrtirs polítics vanagloriats. Des les dones, tot i que no com a veritat 2 Pot semblar aquesta una afir-
(...) Las mujeres somos el conjunto de madres de la sociedad. de les nihilistes russes 3 , les cigarre-
res 4 , les dones de La Comuna de Pa-
totalitzadora, generalment, no es mo-
bilitzen per motius ideològics entesos
mació agosarada però malauradament
no es pot negar aquesta cerca insacia-
¿Cómo hemos de permitir que nuestros hijos se maten?¿Hemos de rís entre elles Louise Michel, la que va sota sigles de grup, partit o sindicat, ble. Un exemple és l’ús recorrent de les
sufragistes elevant-les pel simple fet
rebre exiliats per la bomba de canvis ni per reivindicacions econòmiques
contemplar impasibles este fratricidio? Nosotras podemos y debe- nous a Londres, les pétrolouses i trico- particulars al camp o a la fàbrica,
d’utilitzar la violència en el cas britànic,
oblidant que lluitaven per un Sufragi
teuses 5 les heroïnes de la Revolució
mos oponernos a que los hombres tomen las armas. Hermanas pru- Francesa 6 , conegudes anarquistes
però intervenen molt activament quan
el que està en joc són les condicions
Censitari i que coetànies a elles i havien
altres dones treballadores completament

sianas, hermanas francesas: ved como los gobiernos despóticos de com Francisca Saperas, Teresa Cla-
ramunt, Teresa Manyé, Salut Borràs
generals de subsistència de les seves
famílies: la possibilitat d’alimentar els
alteritzades i crítiques amb les mateixes.
S’han pogut llegir doncs articles que

la tierra, bajo el pretexto de las nacionalidades, obtienen con nues- entre altres si ens cenyíssim, ara, en animals a les terres comunals, per
posen al mateix sac com els de Sylvia
Pankhurst i Emma Goldman, o d’altres,
l’àmbit llibertari. exemple, o els preus del pa. Lluny de
tros hijos y esposos, ejércitos con que satisfacer su voracidad, de- la concepció de Thompson de consi-
només per una sed quantitativa en nom-
bre i intensitat que assedegui l’afany legi-

jándonos cruelmente huérfanas o viudas, en la indigencia. (...) ¡Her- Palesa com a evidència històrica la derar això, una economia moral, Te- timador del batibull ideològic actual dins
de l’autoanomenat feminisme autònom.
capacitat per a l’acció política tant an- mma Kaplan en parla com a quelcom
manas, todas!: opongámosnos a las guerras, protestemos en todas tiautoritària, com violenta i/o elevada molt més enllà d’una equació de va- 3 En aquest sentit resulta interes-
sant la lectura de la historiadora Marga-
partes y sin desperdiciar medios. (...) ret Maxwell: “(...) Aquestes dones varen
mantenir amb fermesa que no eren femi-
nistes. Elles es veien a sí mateixes com
a companyes iguals als seus companys,
“Carta de les dones de la FRE-AIT (La Internacional)” lluitant pels mateixos objectius. (...) Mal-
grat tot, en la presentació de les seves
Barcelona, 7 d’agost de 1870 històries de vida s’hi pot veure reflectida
la frustració vers els humils rols que se’ls
assignà en la patriarcal societat de l’era
tzarista, la qual cosa, evidentment ca-
Neus Olivé rregava un transfons erradicador de la
tutel·la masculina. (...) Entre altres, elles
eren senyoretes del camp, professores,
noies d’escola, oficinistes, doctores i fins
i tot ballarines. Moltes d’elles conspiraren
Mirar de buscar referents femenins i basada en l’acció directa o bé en l’ús nom, ni pels seus escrits o oratòria i, i portaren a terme atrevits atacs sobre
revolucionaris que responguin a les d’una violència premeditada i reivin- un gest que en negui el despreci his- les vides dels oficials tsaristes des d’un
expectatives del nostre present i a dicada, i entre les quals, això s’hagi toriogràfic, rebut tant des de la doctri- extrem de l’imperi Rus fins l’altre. Aques-
tes sovint anaren a Moscou -amb el bit-
les, moltes vegades, il·lusions mili- concebut com quelcom quotidià, ens na històrica durant dècades com des
llet pagat per l’Estat- per romandre a la
tants a les quals ni tan sols podem deixem al tinter tota una her-story 1 de les aspirants a moviments polítics presó de Butyrki, la disperció s’assenyalà
aspirar a començar a vehicular sol ser que ens pot aportar molta llum sobre encegats per reforçar-se en passats després del 1900 per aquelles que foren
una cerca recorrent. Exaltant doncs, aquest passat i present tant desitjat i majestuosos 2. Sense haver de caure sentenciades a viure empresonades en la
només passatges històrics de dones que, a més a més, pot convertir-se en en l’aforisme que considera l’exercici duresa de Sibèria. (...)”. Font: MAXWELL,
MARGARET. Narodniki women. Russian
que hagin encaixat en aquest ideal de tot un exercici d’humiltat i reconeixe- de la violència com a masculina dins
Dones durant la Revolució Francesa. Les dones participaren molt activament a la Revolució de women who sacrificed themselves for the
puresa militant, organitzades sota una ment als afanys de totes aquelles del binarisme patriarcal o sense obli- París, sent el moment més intens durant la tardor de 1793. Recordem la marxa de dones sobre dream of freedom. Pergamon Press. Es-
ideologia agitadora i una estratègia dones que no han destacat pel seu dar que no hi ha cap predisposició Versalles durant les jornades d’Octubre de 1789. tats Units d’Amèrica. 1990.

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Passat apetent, present jactanciós Putas
e insumisas

4 A partir del 1812 aquestes lors morals, ho raona destacant que, la multitud”, concretament el 1971. La Revolució Russa de febrer de 1917 riogràfiques, també en els seus mar-
operàries constituiran el primer ofici ma- sobretot, aquestes dones pensen que A Thompson se l’ha exaltat molt per va tenir una gran influència a tots els ges, ja que allà podem trobar aspec-
nufacturer en el que treballaran al marge
del camp. La Real Fábrica de Tabaco a
els aliments, la vida d’una persona innovar, en el seu moment, en quant nivells en el Dia Internacional de la tes oblidats que ens poden mostrar
Sevilla, una de les més grans d’Europa, són molt més importants que la pro- a història social, però merament mas- Dona. Tot i que el 8 de març es cele- el veritable paper que van tenir i, de
la d’Alacant i la de Madrid aglutinaran pietat privada. Segons Kaplan la mo- culina, John Scott fou qui en feu una brava a Rússia des del 1914, el 1917 fet, fent aquest exercici podem trobar,
el major nombre de cigarreres, unes bilització de les dones és molt alta i crítica i, precisament des del debat ini- les dones russes s’amotinaren da- potser no el justificant del present,
12.000 aprox. A mitjans del segle XIX, en sempre és major en els moviments ciat s’ha anat posant en rellevància la vant la manca d’aliments donant inici però sí en ell un llegat del qual podem
augment cap a 1880. A partir del 1828
a causa de les seves pèssimes condi-
descentralitzats o en els que adopten her-story fins a dia d’avui ser un àmbit al procés revolucionari que acabaria sentir-nos hereves.
cions laborals i baixos salaris segons formes d’organització més flexibles o quasi obligatori en tots els doctorats el mes d’octubre d’aquell mateix any. Si el rol de la dona era la criança i
productivitat començaran a organitzar- localistes. Però aquestes sempre es aspirants a un mínim reconeixement 8 Els fets del 8 de març de 1917 (23 protecció de la seva família, podem
se. Crearan “Hermandades” de Recolza- plantegen davant de tot el problema . Sobre el mateix tema trobem també de febrer calendari ortodox) van està trobar a la dona en revoltes relacio-
ment Mutu, protagonitzaran revoltes de de la seva família, de la supervivèn- la famosa guerra de les farines de Pa- protagonitzats per dones, van ser la nades amb aquests fets, sent, en
gran impacte entre 1830 i 1842, etc.
Font: MUÑIA, ANA. Rebeldes periféricas
cia, la conservació de la vida, el que rís de 1775 que fou un motí causat pel porta d’entrada a la Revolució Russa certa manera, la protagonista dels
del siglo XIX. Ed. La linterna sorda. Ma- moltes vegades ha portat a titllar-les preu excessiu del pa abans de la Re- i segons tot sembla apuntar, van ser mateixos.
drid. 2008, pg. 32 tot menyspreant-les com a conserva- volució Francesa. Historiogràficament els que feren que el Dia Internacional
dores. Des del punt de vista de Kaplan es dóna molta importància a aquesta de la Dona es passés a celebrar sen-
5 Les anomenades petroleres
això suposa que en cert sentit les do- revolta parisenca ja que alguns asse- se més canvis el dia 8 de març fins a
de La Comuna de París, terme tan ne-
nes són més profundament socialistes guren que fins aquí el paper actiu en l’actualitat 11 .
Si el rol de la dona era la
gativament utilitzat per premsa burgesa
d’arreu del món i amb exemples de diaris que els homes ja que el que es propo- aquestes revoltes fou el de les dones criança i protecció de la
Louise Michel destacada anarquista francesa i
liberals espanyols com El Imparcial de sen és canviar la vida, canviar el mode mentre que a partir d’aquí els homes En síntesi, en la vella historiografia, seva família, podem trobar una de les principals figures de la Comuna de
1871, les categoritzaven d’incendiàries de vida. A banda de la competitivitat cada vegada eren més presents en bàsicament liberal i marxista, quan a la dona en revoltes París, va ser també escriptora, poeta i educa-
responsables d’incendis. I d’altra banda,
en qualitat socialista assenyalada per les protestes alimentàries. Al marge s’interpretava el moviment obrer o el dora. Va ser la primera a enarborar la bandera
les anomenades teixidores (tricoteuses),
l’autora, innecessària des del meu dels debats historicistes aquests no mateix Estat (polítics, partits, exèrcit, relacionades amb aquests negra. Amb el seu carisma es convertí en un
protagonistes d’un dels més primerencs
esclats de l’era insurreccional, la Marxa punt vista, si que és de vital importàn- deixen de ser alguns dels exemples etc) com a centre del discurs històric, fets, sent, en certa símbol del moviment anarquista.
de Dones sobre Versalles del 5 d’octubre cia parar-se en la primera de les seves d’aquell segle XVIII en el que el paper la dona apareixia als marges i exclo- manera, la protagonista
de 1789, irades pels alts preus i reflexions: el punt d’esclat femení re- dels aferrussaments femenins tenen sa de la Història. Hem de pensar que
l’escassetat dels aliments. Sense figures
lacionat amb la subsistència i la cura. un perfil clar. històricament el patriarcat ha exclòs a dels mateixos.
centrals de lideratge foren anomenades
les treballadores “Mares de la nació”. la dona dels centres de poder i deci-
Situem-nos al segle XVIII, època ante- La Setmana Tràgica seria un altre bon sió i que, fins i tot, quan tenia un pa-
6 Imatges de les quals després rior a la revolució liberal capitalista, on exemple de radicalitat femenina 9, Do- per important de decisió, com podien Les dones eren, dins de la seva mar-
seran recollides per La Tramuntana, pu- trobem documentació que ens parla lors Marín explica com Mola Montes ser sectors concrets industrials al ginalitat, el principal agent polític de
blicació satírica republicana força lliber-
tària.
de l’acció activa de les dones durant cridava a tancar les fàbriques i fou la segle XIX i primeres dècades del se- la vida als carrers de ciutats, pobles
els motins per caresties i distribució primera detinguda de la Setmana Trà- gle XX, podia patir la marginació dels i viles. Les dones també estaven
7 RENOM, MERCÈ. Acció direc- del pa de febrer i març de 1789 de Bar- gica. Entre les processades per a la homes de la mateixa classe social. presents en determinats sectors in-
ta i protestes alimentàries . Les dones en celona, Sabadell, Mataró, ... els clams Setmana Tràgica tant hi podem trobar Només caldria recordar certs parà- dustrials i la seva conflictivitat social
els moviments socials urbans preindus-
de Sant Feliu de Llobregat, l’assalt de dones burgeses, obreres com prostitu- metres trobats a congressos obrers, va se font de mites polítics, com va-
trials: Catalunya en el context europeu.
Publicat a Borderías i Renom, 2008 . carros de Vic el mateix any (en por- tes 10. En diverses fotografies d’arxius on la dona era tractada com un és- ren resultar les obreres del Carme 9 Radicalitat femenina en el sen-
taven el pa de Barcelona), els avalots podem veure dones a les barricades i, ser amb un rol específic (criança de (Anoia), les quals van ser empresona- tit col·lectiu del terme ja que tot i no ocu-
8 Exemple anomenat no per exal- i amenaces de motí pel proveïment per primera vegada, l’Església veurà la descendència) i un element que des durant una vaga i foren mitifica- par el 100% de les dones coetànies del
tar les trajectòries academicistes, encara moment si que era generalitzat en moltes
d’aigua a Sabadell el 1769 primer, i una part de les dones com a enemi- feia empitjorar les condicions laborals des pel moviment obrer, especialment d’elles sense necessitar d’una prèvia or-
que tampoc per repudiar-les, però sobre-
tot per fer notar com en l’àmbit de la his-
després, el 1770 per impedir que el gues. El leitmotiv de la Setmana Trà- de la classe obrera (ja que cobraven el de caire anarquista. I, si parlem ganització entesa com a “política” o for-
tòria (extensible a la resta d’àmbits oficio- marquès fes valdre el dret de proveï- gica anirà molt lligat amb l’enviament menys), o certs passatges de la Gue- de l’anarquisme, malgrat trobar-nos mal intercoordinada entre totes elles.
sos) és tant políticament correcte escriure ment d’aigua a casa seva.7 Les pro- dels marits i els fills al front del Marroc rra Civil dels anys ‘30 del segle XX, amb paràmetres misògins sota certs
sobre el tema de les dones que fins i tot testes alimentàries de finals del XVIII (en aquest cas, seria molt semblant a on el paper de la dona va ser en molts seguidors de les doctrines de Proud- 10 Informació referent a la con-
acaba sent en molt casos una obligació ferència efectuada per la Dolors Marín
eren generals a moltes parts d’Europa la revolta a Gràcia contra les quintes casos, fins i tot en els ambients lliber- hon, per exemple, podem constatar dins el context del seminari d’estiu del
que l’ha denotat com a temàtica clixé.
Valgui doncs com a exemple per tal de
i les dones hi eren molt presents, la l’any 1870). Sense això és impossible taris, de comparses de l’acció política un interès molt important al voltant de 2009 de la UPF “Revoltes en femení. Do-
deixar a una banda les posicions victimis- historiografia liberal ha descrit aques- entendre totes les accions de boicot dels homes. l’alliberament de la dona, ja fos mit- nes en moviments socials al llarg de la
tes en quant a l’estudi del tema. Pel que tes revoltes com a esclats de violència protagonitzades per les dones així jançant teories i pràctiques al voltant història i en els temps presents”.
fa a la seva connexió amb l’anarquisme, irracional, jo ho definiria, més aviat, com la paralització de les fàbriques, Cal continuar cercant aquest paper, de l’alliberament sexual, la seva inde-
els moviments antipolítics, autogestiona- 11 ÁLVAREZ GONZÁLEZ, ANA
com la política dels i les excloses. el port, les vies de tren estirant-hi els aquesta anomenada her-story, hau- pendència vers el matrimoni i tot un ISABEL. Los orígenes y la celebración
ris, ... evidentment és ínfima tal i com ho
són les temàtiques anomenades.
Sobre l’època, Edward Thompson seus cossos per a paralitzar el trans- rem de cercar, aleshores, no només a corpus teòric i pràctic que en alguns del Día Internacional de la Mujer, 1910-
escriu el llibre “L’economia moral de port ferroviari. la part més notòria de les fonts histo- aspectes, ja al segle XIX, s’avançava 1945 KRK-Ediciones, Oviedo.

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Passat apetent, present jactanciós

gurament, si els mirem en perspectiva, podrien ser per-


fectament complementaris. Per una banda, existeixen
investigacions que parlen d’una genealogia, en el cas de
l’anarquisme, feminista, tal i com va realitzar de forma
més que satisfactòria Laura Vicente al voltant de la figura
de Teresa Claramunt, però també és cert que en vàries
converses entre companyes més i menys juvenils com
Antònia Fontanillas, ens trobem una dona que es mostra
contrària a tot allò que giri al voltant de sustentar aquesta
suposada genealogia anarcofeminista o feminista revolu-
cionària. Ella ens serveix d’exemple experimentat entre
les quals no creien/uen que moviments com Mujeres Li-
bres fossin feministes, afirmava que eren dones que volien
la revolució conjuntament amb els homes i que no tenien
res a veure amb els feminismes (burgesos) d’aleshores.
Els termes, malgrat tot, són importantíssims, en-
globen i sintetitzen les identitats paupèrrimes actuals per
molt que assegurem està per sobre les etiquetes. Va exis-
tir o no aquesta genealogia anarcofeminista o feminista
revolucionària? El mateix dilema històric és traslladable al
present jactanciós: quan es parla de grups de dones anar-
quistes i de grups anarcofeminstes es parla del mateix?
En quant a la perspectiva històrica, tot i que gens fàcil, es
tracta d’un clau menys ardent. Crec que la resposta és sí i
no al mateix temps. Podem pensar en aquesta afirmativa-
ment si considerem que és un “invent” discursiu (tal i com
Laura Vicente reconeix) sota els paràmetres de la societat
actual, però alhora útil per entendre el nostre llegat i els
possibles antecedents o exemples a tenir en consideració
en la nostra praxis actual, però la resposta és no, si volem
creure que tota dona, només pel sol fet de ser-ho i par-
ticipar en lluites socials, era una persona part d’aquesta
Dones revolucionàries durant la Comuna de París, dones que per la seva hipotètica genealogia. Trobarem dones lluitadores, sí, fins
gran participació en les lluites polítiques i revolucionaries, van ser deno- i tot organitzades de manera “específica”, també, però al-
minades per les forces reaccionàries i les aristocràcies burgeses com les
Pétroleuses, és a dir, les Incendiàries. hora, trobarem dones que anaven a missa cada dia, que
davant conflictes laborals jugaven el paper d’esquirols i,
en definitiva, amb tota una sèrie de rols equiparables als
dels homes i que en el seu conjunt formaven part d’una
a teories i pràctiques més pròpies dels feminismes de la majora adepta i submisa als poders instaurats. Així doncs
segona onada i posteriors. Tampoc hem d’oblidar el paper aquest no és de ben segur un debat sobre categories i as-
important que van tenir les dones en el desenvolupament similacions ideològico-pràctiques a les mateixes.
i afiançament dels moviments revolucionaris, en certa ma-
nera, gràcies a la seva marginalitat, eren els subjectes
perfectes per fer circular informació, estructurar les llui-
tes en períodes de clandestinitat o en aculturitzar futures
generacions en ideals revolucionaris. En certa manera, al
ser considerades com a subjectes secundaris, eren de vi-
tal importància pel desenvolupament dels moviments que
podríem catalogar com a revolucionaris o antisistèmics.

Per a finalitzar aquesta reflexió, voldria esmentar un pa-


rell d’aspectes en aparença contradictoris però que se-

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* Frase textual expresada por un
hombre, parte de un proceso judicial,
acusado por un delito de malos tra-
tos en el ámbito familiar. La otra parte
del proceso es su pareja sentimental,
Daniela (nombre ficticio), la cual era
la «puta» que pretendía apuñalarlo y
que al defenderse del ataque de éste
con un palo, es acusada de un delito
de lesiones.
El recurso de casación presentado
por la acusada Daniela, con el fin de
que pueda apreciarse legítima de-
fensa en su ataque, es desestimado
por el Tribunal Supremo. El hecho
de desestimarse el recurso, valida
la anterior sentencia de la Audiencia
Provincial de Madrid, que condena
a Daniela por lesiones a 3 años y 6
meses de prisión y a la prohibición de
aproximarse a Jorge a menos de 500
metros y de comunicarse con él por
el periodo de 5 años. El acusado, Jor-
ge, es sentenciado a 6 meses de pri-
sión y a la prohibición de acercarse a
Daniela a una distancia menor de 500
metros o comunicarse con ella du-
rante un periodo de 1 año y 6 meses.
El Tribunal Supremo en el ATS (Auto
del Tribunal Supremo) 9545/2010, to-
mando como referencia los hechos
reflejados en la sentencia de la Au-
diencia provincial de Madrid, explica
que Jorge y Daniela mantienen una
«riña mutuamente consentida» (ATS
9545/2010, pg. 5), la cual termina
cuando la Guardia Civil llega al domi-
cilio.

«Los agentes de la Guardia Civil in-


tervinientes relataron a la Sala juzga-
dora como al acudir al lugar de autos
vieron la puerta de la casa rota, que
la acusada portaba unas tijeras, que
Jorge estaba ensangrentado con un
palo en la mano y que espontánea-
mente les dijo “esta puta me quiere
apuñalar”. De igual forma, el Guardia
Civil NUM000 habló con la acusada
que le manifestó que él le había gol-
peado y le enseñó los moratones.»
(ATS 9545/2010, pg. 4)

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