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La esclavitud en las colonias europeas

Cuando en 1441 Antón Gonsalves introdujo en Portugal diez negros, podemos


entender que se dio inicio al comercio negrero en Europa, siendo que en 1517 Fray
Bartolomé de las Casas pidió a Carlos I la introducción de mano de obra esclava negra
para atender el trabajo de las minas de La Española y de Jamaica.
En 1518 Carlos I autoriza a Lorenzo de Garrevod a pasar 4.000 negros a
América. Durante los años 1518-1519 tiene lugar una fuerte epidemia de viruelas en el
Caribe que diezma drásticamente la población aborigen, y acelera el aumento de la
población negra, procedente de Guinea, con componentes del Congo, de Nigeria y de
Angola.
En 1553 partían de Londres los primeros mercantes rumbo a África, siendo que
en 1562 John Hawkins transportaba a las Antillas el primer cargamento de esclavos
africanos bajo bandera inglesa, y en 1595 los holandeses envíaban su primera
expedición a Guinea.
Desde este momento, y hasta la supresión del tráfico, el golfo de Guinea sería el
principal núcleo de extracción de esclavos.

Los portugueses habían constituido con aquellas tierras una circunscripción


político-militar conocida como “Distrito de Biafra”, asegurándose de este
modo por un tiempo el control de gran parte del negocio de la trata,
preponderancia que en lo referente a las Indias Occidentales -con mucho el
primer consumidor- convirtióse en monopolio durante los ochenta años de
unidad ibérica. (Vilar: 268)

Pero ni el número de esclavos transportados ni las condiciones aplicadas se


parecían grandemente a lo que posteriormente ocurriría. En 1612 los ingleses se
establecieron en las Bermudas; en 1616 Holanda empezaba a colonizar la Guyana; en
1618 los ingleses se establecían en el río Gambia, y en 1619 introducen los primeros
esclavos negros en Virginia.
Con los asentamientos británicos, holandeses y franceses se da inicio a un tráfico
transatlántico que alcanza niveles nunca antes vistos. Pero no serían negros los primeros
esclavos que sirvieron en las colonias europeas, siendo que los introducidos hasta el
momento eran esclavos blancos, principalmente irlandeses.

Era, según su relación, más que inhumano el trato que los plantadores daban
á estos esclavos blancos: limitada y perversa la comida, casi nulo él vestir, el
reposo escaso, y tan frecuentes y crueles los castigos, aplicados
moerdnitenaria por mero capricho ó entretenimiento, que algunos infelices
morían á manos de sus brutales dueños. Uno de éstos hubo y se hizo
tristemente famoso en la isla de San Cristóbal, nombrado Betesa, que llegó á
dar muerte con su látigo á más de cien criados de los seducidos en Francia é
Inglaterra. Los plantadores y piratas de esta Nación sólo se diferenciaban de
los de procedencia francesa en ser algo más crueles. Servían entre ellos los
contratados siete años, y cuando iban á cumplir los seis, mortificábanles sus
dueños con tan atroces castigos, que les impelían á suplicar se les revendiese
á otros amos, aun sabiendo que alargaban así la servidumbre de cuatro á
siete más; dándose el caso de prolongar algunos infelices, en esta forma, su
esclavitud hasta veinte años. (Alsedo 2013:)

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Por otra parte, las colonias no estaban autorizadas a producir nada que no fuese
demandado por Inglaterra, y los colonos debían suministrarse de las mercancías
producidas en la metrópoli. Nadie podía importar ni exportar nada que no fuese
británico.
Pero algo cambiaría en 1619 cuando un barco holandés hubo de repostar en
Jamestown (Virginia). A cambio de los suministros dejó 20 africanos que llevaba a
bordo. Fueron los primeros negros que entraban en las colonias de Norteamérica.
¿Y los nativos?... Serían exterminados

En los momentos en que los indios reclamaron la propiedad de tierra de valor


agrícola, la coexistencia simplemente fue descartada. Si resistían la
expropiación, entonces podían y debían, como dijo Locke, «ser destruidos
como un león o un tigre, una de esas bestias salvajes, con las que el hombre
no puede convivir ni estar seguro». (Ferguson)

Por qué Inglaterra prefirió el exterminio de los indios a su esclavización es una


pregunta que nos es respondida por Hug Thomas.

Los colonos norteamericanos continuaron con esclavos indígenas a lo


largo del siglo XVIII, pero, por razones que nada tenían que ver con lo
moral, sino más bien por' miedo a que los cautivos indígenas
provocaran guerras entre las tribus de las que procedían; por esto
algunas colonias prohibieron su importación, entre ellas
Massachusetts, Connecticut y Rhode Island (entre 1712 y 1714).
(Thomas 1997: )

En 1625 los franceses se apoderaron de Haití, donde recalarían esclavos


procedentes de Dahomey. Luego, Holanda trasladaría bantúes de Suráfrica a La
Guayana, y los ingleses tendrían sus caladeros principales en la Costa del Oro (Ghana) y
en Nigeria.
En 1630 Inglaterra inicia la industria azucarera en Barbados, y siete años
después, en 1637, Francia construye el fuerte de San Luis del Senegal, al tiempo que
Holanda toma las posiciones africanas de Arguin, Gorea y Elmina, hasta la fecha en
poder de Portugal, convirtiéndose en estos momentos en los puertos de mayor tráfico,
controlados por la Real Compañía de África. El objeto de esta compañía era suministrar
anualmente 3.000 esclavos a las colonias azucareras.

Entre 1636 y 1640 la media de esclavos vendidos en Pernambuco fue de entre


mil y mil ochocientos, mientras que en los seis años siguientes, de 1641 a
1646, la cifra se fue incrementando de 1188, a 1337, a 2312, a 3948, a 5565 Y
volvió a bajar a 2589. "Sin los negros y los bueyes, nada podría esperarse de
Pernambuco», le dijeron en 1640 al Heeren XIX, la suprema autoridad de la
Compaüía de las Indias Occidentales. (Thomas 1997: 181)

Pero la carrera no hacía sino comenzar. Así, en 1641 es ocupado el territorio de


Angola y Benguela por los holandeses, y Suecia no se quedaba a la zaga y en 1645
protegía su particular mercado construyendo el fuerte de Christianborg en Accra, Costa
de Oro, siendo que en 1657 lo perdería en favor de Dinamarca, y en 1662 Holanda
adquirió el control exclusivo de la trata en el Golfo de Guinea
Este frenesí esclavista se movía en torno al azúcar. Los esclavistas no dudaban
en ejercer todo tipo de acciones, sin dejar aparte la piratería. En ese sentido y en este

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tiempo, Holanda ocupó el noroeste de Brasil, especialmente dotado para el cultivo de la
caña, y ese fue el inicio de un incremento sin precedentes de la mano de obra esclava
africana en la zona.
La toma de Curaçao por parte de Holanda, acaecida en julio de 1634, significó
un fuerte espaldarazo a la evolución del esclavismo, siendo que en ella tuvieron un
importante trampolín para acceder a la España americana, donde tuvieron gran influjo
comercial apoyado con el aporte de la comunidad sefardí.

A partir de este momento, para España el comercio de esclavos se transformó


en el poco envidiable asunto que tenía que tratar con sus pasados y
potenciales enemigos. La reacción española fue predeciblemente orgullosa y
poco realista: casi un cuarto de siglo después de 1640 la importación de
africanos a Hispanoamérica, donde la demanda era en ese momento baja,
estuvo terminantemente prohibida. Sin embargo, los esclavos se importaban
de modo ilegal a través de las recién establecidas colonias holandesas,
inglesas y francesas del Caribe. En 1662, España cedió con reticencia a la
realidad y resucitó el sistema del asiento. (Browser: 142)

Para hacerse una idea de la carrera esclavista llevada por Europa, es necesario
señalar las superficies de las islas ocupadas en el Caribe por las potencias europeas.
Dejando Jamaica aparte, baste señalar que el año 1625, franceses e ingleses tomaron
San Cristóbal; en 1628, Inglaterra ocupaba Barbados (431 km2) y Nevis (que junto a
San Cristóbal suma una extensión de 269 km2; en 1632 tomaba Montserrat (102 km2)
y Tobago (300 km2); en 1634 Francia ocupaba San Bartolomé (22,1 km2) y Santa Lucía
(617 km2); en 1635 Guadalupe (253,8 km2) y Martinica (1128 km2), mientras Holanda,
en 1634 ocupaba Curaçao (444 km2) y tomaba asiento en Guayana , y Francia, en 1604
se instalaba en Guayana y el gobernador francés de San Cristóbal, Le Vasseur, tomaba la
isla de Tortuga (180 km2). Y esas extensiones de terreno eran superpobladas de
esclavos.
Ese frenesí esclavista comportaba no pocos conflictos entre las naciones
implicadas en la trata; así, en 1651, la Compañía Británica de las Indias Orientales
arrebataba Santa Elena a los holandeses, y un año después es Holanda quién toma el
cabo de Buena Esperanza.
Estaban tomando posiciones para el control del tráfico esclavista y del comercio
en general, siendo prioritario dominar las rutas comerciales de España, cuestión que
queda manifiesta en la trayectoria y en las instrucciones de Cromwell para la toma de
Jamaica objeto que se revela en todas las instrucciones de 10 de octubre de 1665 para el
Mayor General Richard Fortescue, primer gobernador inglés de Jamaica.
En esos dos sentidos, por circunstancias diversas, España estaba desaparecida,
pero también estaba desaparecida en la misión llevada a cabo anteriormente. Por eso,
traiciones de por medio, en 1655 perdía Jamaica, isla que acabaría siendo centro del
tráfico negrero, a favor de Inglaterra.
Fue en estos momentos cuando Inglaterra, Francia y Holanda lograron arrebatar
a España multitud de enclaves en el Caribe que dedicaron muy especialmente a la
producción azucarera, y fue en estos momentos cuando se disparó la población esclava
en la región. En apenas un siglo, las colonias inglesas importaron más de 2.000.000 de
esclavos, y a finales del siglo XVIII, las colonias francesas concentraban cerca de un
millón, cifras que, en comparación con los esclavos existentes en las Antillas españolas
representaban más del 2000% de éstas, en las que no había más de 100.000, y en cuanto
al régimen de esclavitud, es tema para tratar aparte.

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A partir de este momento Jamaica llegó a ser el mayor exportador de azúcar a
escala mundial.

A principios del siglo XVIII, Jamaica presentaba desde el punto de vista


demográfico, una pequeña élite de hacendados blancos y una mayoría de
esclavos negros. Sin embargo, esta mayoritaria población negra registró altas
tasas de mortalidad debido a las enfermedades, el exceso de trabajo y a las
severas y miserables condiciones de vida de las plantaciones; como bien
afirma Turner, “La esclavitud en Jamaica mataba”. (Rezzonico)

Y aunque la carencia de derechos sería la norma en las colonias europeas, en


1661 fue promulgado en Barbados el Código de la Esclavitud, que pretendía regular el
castigo de los cimarrones, pero que finalmente significó amparo legal para las técnicas
de castigo ya aplicadas con anterioridad.

Ya en el preámbulo del Código se establecía que los negros serían tratados


como bienes muebles (Chattel Property) en las cortes de la isla. Dicho
preámbulo rotulaba a los negros como “una especie de gente pagana, salvaje,
insegura y peligrosa” (Citado por Scott & Shade 66). El Código de
Esclavitud de Barbados de 1661, no sólo significó la institucionalización
legal de la esclavitud sino también sirvió como base y modelo para los
Códigos de Esclavitud adoptados en otras colonias británicas, como los de
Jamaica de 1664 y 1696, entre otros. (Rezzonico)

Y no sería sólo Barbados... En 1663 Maryland proclamó unas leyes por las que
todos los negros eran considerados esclavos, extendiéndose su condición a su
descendencia. Y en 1664 se estipulaba que los esclavos debían serlo de por vida, al
tiempo que se prohibía el matrimonio entre mujer blanca y hombre negro, siendo
condenada a esclavitud perpetua la mujer que casase con un negro.
No fueron los únicos códigos. Sirva como muestra el código de esclavos de
Virginia, proclamado en 1682 . En el mismo se dictó la pena de muerte a todo aquel
esclavo que escapase de sus amos.
Sirva, para remarcar la existencia de códigos de esclavos, que el adoptado en
Jamaica no permitía a los amos matar arbitrariamente al esclavo, aunque si resultaba
muerto accidentalmente durante el castigo, no había responsabilidad jurídica.
Códigos posteriores, como el de 1696, condenaba al asesino a ser quemado en la
mano, y en 1717, se prohibió mutilar a los esclavos, bajo pena de cien libras.

el código de esclavos de 1664, explícitamente, delegaba derechos estatales


soberanos al dueño de esclavos decretando que todos los delitos menores
serían juzgados y resueltos por el dueño del esclavo o esclavos. Además de
legitimar la facultad directa de los propietarios para castigar a sus esclavos,
el Estado proporcionaba los recursos para la punición de éstos en forma
privada por parte de sus amos. En ese sentido, los amos podían contratar
empleados gubernamentales, tales como el “common whipman” (azotador
común, usual), para flagelar a sus esclavos. Este azotador parece haber sido
un individuo empleado por la jurisdicción cuyos servicios también podían ser
comprados por el dueño de la plantación. (Rezzonico)

Y es que en estos momentos, los esclavistas sentían la necesidad de promulgar


códigos especiales para los esclavos. De ahí que Francia, como consecuencia de la
revuelta acaecida en Martinica promulgase el Code Noir el año 1685, por el cual se

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obligaba bautizar a todos los negros (art 2), prohibía cualquier otra religión (art. 3) y
obligaba a respetar los domingos y fiestas de guardar (Art. 6), se prohibía a los negros
portar armas (art. 15), las reuniones eran castigadas con penas que podían llegar a hasta
la muerte (art. 16); se les prohibía el comercio (art 18-19), se estipulaba el mínimo de
comida para los impúberes (art. 22), se les prohibía el alcohol (art. 23), a los amos se les
obligaba a la manutención y el vestido de los esclavos (art. 24-25-26), a cuidar al
esclavo en la vejez (art 27). Los esclavos podrían ser procesados (art 32), pero no
podrían ser parte (art 31), estipulaba pena de muerte al esclavo que agrediese al amo (art
33), el robo podía acarrear la pena de muerte (art 35), el esclavo que huía durante un
mes, era condenado a la mutilación de las orejas y si llegaba a dos meses, se le cortaba
un brazo (art 37), el esclavo podía ser fustigado por el amo, pero no mutilado ni
ejecutado (art 42), los esclavos eran declarados bienes muebles (art 44), se respeta la
unidad familiar (art. 47).
Evidentemente, el Código Negro ratificaba lo ya actuado, con pequeños matices.
Cualquier falta cometida por un esclavo sería juzgada por un Consejo de Guerra que al
fin tenía la posibilidad de ordenar el fusilamiento.
Estos códigos, si sirvieron de algo, fue para el crecimiento de las colonias, que lo
conocieron de forma espectacular a lo largo del siglo XVIII, y lógicamente, el mayor
crecimiento humano estuvo representado por la esclavitud negra, que si en 1690
representaba el ocho por ciento de la población, en 1770, alcanzaba ya el veintiuno por
ciento. En ochenta años, poblaciones como Boston, Nueva York, Filadelfia o Charleston
habían duplicado o triplicado su población, siendo que, en números absolutos, las
colonias británicas pasaron de contar con un total de 250.000 personas en 1700 a
1.600.000 a mediados de siglo, siendo variada la distribución racial. Jamaica acabaría
convirtiéndose en una isla cuyos habitantes negros rondaban el 100% de la población, y
en otras zonas, como Virginia, el porcentaje se quedaba en el cincuenta por ciento.
Y en esa crecimiento estaban implicados directamente los esclavistas, que
pasaron a crear granjas de crianza.
El precio de las mujeres esclavas en edad de tener hijos se elevó
espectacularmente, existiendo planes de reproducción que tenían previsto que cada
esclava diese a luz un hijo por año. En ese propósito destacaron colonias como Virginia,
Carolina del Norte, Maryland, Kentucky, Tenesse y Missouri.
Y el trato legal, acorde con el Código, estricto.

Durante todo el siglo XVIII, el código virginiano de la esclavitud incluía lo


siguiente: Si se atrapa al esclavo, el juzgado del condado tendrá
competencias para imponer castigos al esclavo en cuestión, bien sea por
desmembramiento o cualquier otra forma de castigo, que a su discreción
considerase adecuado, para la reforma de tal incorregible esclavo, y para
aterrorizar a los demás de tales prácticas.(Zinn 2005)

Al amparo de las prácticas esclavistas llevadas a cabo por los europeos,


Portugal, que sí, desde el descubrimiento llevó a cabo transporte de esclavos y sí, cuenta
como país implicado en la trata, entre 1720 y 1730 transportó ingentes cantidades de
esclavos negros a Minas Gerais, en Brasil, que hasta 1810 recibiría cerca de dos
millones de esclavos africanos, siendo que , contrariamente a lo acaecido en las colonias
europeas, gran parte de ellos fueron manumitidos y se mezclaron con la población no
negra.
El desarrollo de la minería de oro en Brasil estaba intervenido directamente por
Inglaterra, que desde su separación de España en 1640, y como sucedería con el resto de
España en 1808, ya era, en rigor, colonia inglesa.

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Pero, en rigor, las Antillas Menores (Barbados, S. Kitts, Antigua, Santa Lucía,
Martinica y Guadalupe) eran las principales sociedades esclavistas del Caribe. Mediado
el siglo XVIII, la Jamaica británica y el Santo-Domingo francés se habían convertido en
los mayores y más brutales centros de explotación, acumulando un volumen de esclavos
que rivalizaba con el de Brasil, siendo que geográficamente se trata de dos regiones
incomparables, y acumulando unos índices de mortandad y de baja natalidad sin
parangón, consecuencia de los abusivos sistemas de trabajo, que llevaban a los esclavos
a la extenuación.
El alto índice de defunciones y la baja natalidad posibilitó que, en 1750, el
Parlamento británico diese libertad al comercio de negros, como esclavos, desde y hacia
cualquier parte de África entre Sallee, en el sur de Berbería, y el Cabo de Buena
Esperanza, a todos los súbditos del rey de Inglaterra, y como consecuencia, en 1754 las
colonias británicas tenían una mayoría absoluta de población esclava y los puertos de
Londres y de Bristol eran los más importantes del mundo en este comercio.
Entre 1756 y 1763 tiene lugar la guerra de los siete años. En el curso de la
misma, en 1758, el comodoro Augustus Keppel tomó para Inglaterra Gorée, en el África
Occidental, a los franceses. Otro puerto de embarque esclavista de primer orden
quedaba así al servicio de Inglaterra.
Pero el cambio estaba cercano; Inglaterra estaba tramando el cambio en el
concepto de esclavitud, más acorde a los métodos que anunciaban los teóricos del
liberalismo, y en 1787 Thomas Clarkson funda en Londres la British Antislavery
Society, que luego es la base de asociaciones similares en los demás países europeos y
americanos.
Mientras tanto, los métodos permanecían incólumes; así, a finales del siglo
XVIII la producción de barcos negreros en Inglaterra conoció un especial auge, en
parte merced al establecimiento en Cuba de toda una estructura esclavista bajo control
británico. Desarrollaron la actividad de tal forma que, en 1806, de los 62 barcos
entrados en el puerto de La Habana que se dedican al negocio de la trata, todos
consignados por casas locales, 58 eran de bandera y tripulación norteamericana.
Es el caso que en la octava década del siglo XVIII, más de medio millón de
esclavos trabajaban en las condiciones señaladas en el Caribe británico, y de hecho, la
idea de que la esclavitud era legítima era común, entendiéndose que sin ella no sería
posible la supervivencia del sistema económico británico... y sin embargo, en 1807
Inglaterra prohibió el comercio de esclavos y el 1 de agosto de 1838, los esclavos de las
colonias inglesas se vieron libres al haberse decretado la abolición de la esclavitud....
Pero en el interín, el número de esclavos residentes se había duplicado con relación a
los existentes sesenta años antes.
En cumplimiento de la nueva situación, Inglaterra había llevado a cabo una serie
de acciones; así, mientras el crecimiento del número de esclavos en la Antillas se
aceleraba, ocupó Sierra Leona en 1787, para destinarla a recibir a los esclavos negros
repatriados. Los primeros fueron los residentes en la metrópoli. Los esclavos ingleses no
serían destinados a Sierra Leona, ya que el sitio, calificado como idóneo para los
negros, era calificado de inhóspito para ellos. En su lugar serían destinados a Australia
y a Nueva Zelanda.

En 1785 el gobierno británico quiso aligerar sus prisiones, que estaban


abarrotadas, enviando a condenados a Sierra Leona. Edmund Burke, el
gran orador parlamentario, salvó a los presos de este destino al
manifestarse con pasión en contra de mandarlos a lo que veía como
una muerte segura en África. Entonces se escogió como alternativa el

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lugar, al parecer más salubre, de Botany Bay, en Australia. (Thomas
1997: 342)

En 1788 Inglaterra inició la dominación de Australia en la actual Nueva Gales


del Sur con el arribo de una flota de 11 navíos con casi 1.500 ingleses a bordo.
Convictos por los delitos más nimios que habían sido deportados en régimen de
esclavitud, y durante más de 80 años unos 165.000 convictos fueron transportados a los
presidios. Los últimos convictos que fueron trasladados a la fuerza a Australia llegaron
en 1868.
La deportación en muchas ocasiones formaba parte de un proceso de selección
física para el trabajo duro. En cierto sentido el sistema de convictos era una forma de
esclavitud, aunque los convictos podían esperar su liberación tras haber cumplido su
sentencia, y sus hijos eran libres desde su nacimiento. Muchos se enriquecieron y
pasaron a formar parte de la clase de los colonos, y su turbio origen a menudo era
convenientemente olvidado o encubierto.
Este hecho significó el inicio del genocidio en los pueblos aborígenes, que
tuvieron que competir por conservar sus recursos vitales. La desestructuración de la
sociedad aborigen, la pérdida de sus territorios de caza y de recolección provocó graves
hambrunas… Los efectos combinados de las enfermedades, de la pérdida de sus tierras
y de la violencia directa redujo la población aborigen en un 90% entre 1788 y 1900.
El mismo año que Inglaterra ocupaba Sierra Leona, Estados Unidos prohibía la
esclavitud en el territorio al norte y oeste del río Ohio, y tres décadas después, en 1820,
eran ya doce los estados que habían abolido la esclavitud.
Pero se hace necesario destacar que estos abolicionistas no lo eran por
cuestiones humanitarias, y esa afirmación tiene como base las ideas de los mismos, de
las que podemos empezar a entresacar algunas.

Para Jefferson, del mismo modo que existen graduaciones entre las razas
animales y distintos estadios en la evolución, los negros eran notablemente
inferiores a los blancos, sin dejar por ello de ser seres humanos. (Aparisi
1990:)

Y es necesario hacer hincapié en el dato, no vaya a pasar desapercibido: En 112


años exterminaron al 90% de la población aborigen.
En relación a la masacre estadounidense de los indios es interesante saber qué opina
Carlos Marx, contemporáneo del asunto. Dice Marx:

Bakunin reprochará a los americanos una “guerra de conquista” que


ciertamente asesta un duro golpe a su teoría fundada sobre la “justicia y la
humanidad”, pero que fue declarada pura y simplemente en interés de la
civilización. ¿O es que acaso es una desgracia que la espléndida California
sea arrebatada a los mejicanos perezosos que no sabían qué hacer con ella?
La “independencia” de unos cuantos californianos y tejanos españoles puede
padecer por ello... Pero ¿qué es todo esto al lado de hechos tan importantes
para la historia del mundo?”. (“Neue Rheinische Zeitung”, 15 – Febrero –
1849) (Savater, F. (1978). Panfleto contra el Todo. Barcelona: Dopesa, p. 97-
98)” (Sáez)

Como contrapartida a la forma de entender la vida, veamos la opinión de un


soldado norteamericano participante en el expolio de México:

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Una cosa en particular me gustó mucho, y era la igualdad de todas las clases
ante el altar de Dios. Porque aquí [en México] vi arrodillándose... al
orgulloso castellano en cuyas venas corría la pura sangre de Cortés, al
amarillo azteca, al estúpido indio y al decrépito negro, juntos, codo con codo;
las distinciones de razas, de color, de riqueza, de clase era [sic] dejada de
lado o desconocida y todos parecían considerarse mutuamente, al menos en el
santuario, como iguales ante Dios. En una ocasión (y me alegro de que fuera
un suceso común) vi a una muchacha española, bonita, joven y rubia,
evidentemente de la clase superior, arrodillada y enfrente mismo de ella
estaba un viejo mendigo negro en la misma posición, mientras que al lado del
negro estaba un caballero castellano y su hijito... todos elevando devotamente
sus oraciones... sin ni siquiera un pensamiento de “banco para negros” o
“asientos de los pobres”, y entonces deseé que fuera así en mi propia tierra
nativa, donde presumimos que todos los hombres son libres e iguales. (Un
soldado de Ohio) (cf. Slotkin, The Fatal Environment, p. 186). De interés
excepcional es el abandono de muchos soldados irlandeses y católicos de su
lealtad americana, no simplemente desertando sino transfiriendo su lealtad a
México. El famoso batallón San Patricio, que se distinguió en Buena Vista,
fue formado por Santa Anna con esos desertores, cuya voluntad de combatir
testimoniaba su motivo para desertar. (cf. Slotkin, The Fatal Environment, p.
187). Desde 1845, Irlanda estaba sufriendo la epidemia de la patata. Los
irlandeses cultivaban la tierra de los ingleses, pero se alimentaban de
pequeños huertos de patatas que, al ser atacados por un insecto, ocasionaron
la muerte de cientos de miles y la emigración de otros muchos a Estados
Unidos. En Irlanda había comida, cereales y ganado, pero estaba destinada a
bocas inglesas. Inglaterra, tras tres siglos de colonización de la isla, había
confiscado el 95 por ciento de las tierras a los nativos. Los soldados
irlandeses del ejército norteamericano comprendieron que la guerra de
Méjico – una guerra ofensiva en pro de la extensión de la esclavitud– era un
acto de tiranía, como la que ellos sufrían en su patria, y decidieron ponerse
de parte de la justicia, pasándose al bando mejicano.” (Sáez)

Evidentemente estamos ante una cosmovisión, la británica, que poco tiene que
ver con la cosmovisión hispánica. En medio de una campaña mundial para la supresión
de la esclavitud, resulta curioso comprobar qué pensamientos anexos eran propios de
aquellos que se abanderaban como campeones del abolicionismo. Así, Abraham Lincoln
declaraba:

No soy partidario -nunca lo he sido, bajo ningún concepto- de la igualdad


social y política entre la raza blanca y la raza negra... Existe una diferencia
física entre ellas que les impedirá, siempre, vivir juntas en igualdad social y
política. Existe naturalmente una situación de superioridad e inferioridad, y
mi opinión es asignar la posición de superioridad a la raza blanca». (Sáez)

Se oponía a la esclavitud, y esa idea la utilizó para defender sus intereses


políticos y económicos, pero no podía ver a los negros como a ciudadanos con igualdad
de derechos, sino que pretendía su libertad con el único objetivo de mandarlos a África.
De hecho llegó a expresar públicamente:

Diré, pues, que no estoy, ni nunca he estado, a favor de equiparar social y


políticamente a las razas blanca y negra (aplausos), que no estoy, ni nunca he
estado, a favor de dejar votar ni formar parte de los jurados a los negros, ni
de permitirles ocupar puestos en la administración, ni de casarse con
blancos...

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Y hasta que no puedan vivir así, mientras permanezcan juntos debe
haber la posición superior e inferior y yo, tanto como cualquier otro, deseo
que la posición superior la ocupe la raza blanca. (Zinn 2005)

Y si de presidentes de los Estados Unidos hablamos, hay que señalar que para
Thomas Jefferson no era posible que blancos y negros vivieran bajo un mismo
gobierno, y negaba la relación entre ellas si no era mediante la sumisión.
Era absolutamente contrario a la mezcla entre las dos razas, circunstancia que se
basaba fundamentalmente en su creencia en la inferioridad de los negros. En sus «Notes
on the State of Virginia», afirmaba:

Entre los romanos la emancipación sólo requería un esfuerzo. Una vez


manumitido el esclavo podía mezclarse sin manchar la sangre de su amo (ya
que fundamentalmente se trataba de esclavos blancos) . Pero, entre nosotros
hace falta un segundo esfuerzo, desconocido para la historia . Una vez
liberado, debe ser desplazado más allá de la posibilidad de una mezcla.
(Aparisi 1990: 462)

En ese sentido, la política inglesa de deportar a Sierra Leona fue redondeada por
los Estados Unidos con un hecho idéntico: la conquista , en 1821, de un territorio
frontero a Sierra Leona, que recibiría el nombre de Liberia, siendo su capital Monrovia,
en honor al presidente usense James Monroe.
Fue la culminación, poco exitosa por otra parte, de una iniciativa que no le
correspondía a él, sino a Thomas Jefferson, quién ya en 1779, cuando iniciaban la
liberación de esclavos, y siendo poseedor de 260 esclavos, dio pie a un proyecto de ley
por el que los libertos debían abandonar los Estados Unidos en el plazo de un año bajo
pena de quedar al margen de la ley. El mismo proyecto era extensivo a los mulatos y las
mujeres blancas, sus madres.
Si la medida no tuvo total cumplimiento fue debido a la ingente cantidad de
esclavos que desconfiaba profundamente de semejante repatriación. No se cumplió la
medida, pero con la abolición, los esclavos acabaron sufriendo condiciones en conjunto
peores a las padecidas durante la esclavitud, y condenadas a la marginalidad,
incrementándose en la población el sentido racista que fue fomentado desde pocos años
después del primer arribo de esclavos negros a las colonias británicas con el fin de
enfrentarlos a los esclavos blancos y evitar así, en lo posible sublevaciones conjuntas.
Y si no se llevó a efecto el masivo éxodo de esclavos liberados, sin embargo
cuajó socialmente la política de marginación .
En medio de estas convulsiones, la situación de los esclavos en los Estados
Unidos se veía alterada, motivo por el cual muchos esclavos de las plantaciones de
arroz y algodón de Carolina del Sur, Georgia y Alabama, se refugiaron en los territorios
españoles de la Florida, donde eran aceptados como hombres libres.
La población negra en estos momentos representaba el 20% de los habitantes de
los Estados Unidos1, y la amenaza de revuelta era manifiesta, por lo que, resultando
imposible la repatriación, no se hizo mención a la existencia de la población negra (ni
para qué citar a la india) en la declaración de independencia, siendo que, por otra parte,
los Estados Unidos tomaban el testigo de Inglaterra en el práctico monopolio de la trata
atlántica.

El hecho de decir que la Declaración de Independencia, incluso en su propio


enunciado, estaba limitada al concepto de "vida, libertad y
1
Tengamos en cuenta que los indios habían sido llevados al extremo de la extinción

9
felicidad para los machos blancos" no significa denunciar a los creadores y
firmantes de la Declaración, que tomaron las ideas de los machos
privilegiados del siglo dieciocho. (Zinn 2005)

Mientras tanto, y como complemento necesario para redondear la política


británica en lo tocante a la transformación del hecho esclavista, se produjo la que sin
duda fue la principal rebelión de esclavos. Era el año 1791, y el lugar, Haití. La rebelión
continuaría hasta 1804, con el acceso a la independencia, pero ya en 1794 la
Convención francesa había decretado la abolición de la esclavitud en las Antillas
francesas.
Se suceden unos años en los que el movimiento abolicionista se expande, siendo
que en 1803 Dinamarca se convierte en la primera nación moderna en hacerlo. En 1807
Inglaterra abole la trata y en 1808 se prohíbe la entrada de esclavos en las colonias
inglesas 2y en los Estados Unidos, pero esa es una cuestión que no sería totalmente
atendida, ya que aunque fue gradualmente abolida en los estados norteños, no sucedió
lo mismo en el sur, donde fueron trasladados los esclavos de los estados que la habían
abolido, cuestión esta que movió fuertemente la economía.
Y al compás del movimiento abolicionista se reproducían las conjuras y las
sublevaciones, que tuvieron especial significado en Carolina del Norte, Georgia y
Mariland. En 1830 los negros en Estados Unidos, con 2.328.642 individuos,
representaban el 20 por 100 de la población total, y la rebelión general era una
obsesión .
Pero el gobierno no estaba dispuesto a que fuese la iniciativa de los rebeldes
la que lograra el fin de la esclavitud. Bien al contrario, el final del régimen esclavista
estaría sometido al dictado de los amos, cuyas motivaciones no eran precisamente
humanistas, sino economicistas. , y a ello se volcó Abraham Lincoln combinando a la
perfección las necesidades del empresariado, la ambición política del partido
republicano, y la retórica del liberalismo.

2
La población esclava sufrió la siguiente variación en estas fechas:
Colonias ................ Años Esclavos Años Esclavos
—— ———— —— ————
Antigua ....................... 1817 32.269 1831 29.537
Barbadas ..................... 1817 77.493 1832 81.500
Bermudas .................... 1822 5.242 1831 3.915
Berbice......................... 1818 24.549 1831 20.645
Demerara y Esequibo 1817 77.867 1829 69.467
Dominica ..................... 1817 1 7.959 1831 14.232
Granada ....................... 1817 28.029 1831 23.604
Jamaica ....................... 1808 323.827 1829 322.421
Monserrate ................. 1817 6.610 1828 6.262
Nieves .......................... 1817 9.602 1831 9.142
San Cristóbal .............. 1817 20.168 1831 19.085
Santa Lucía ................. 1815 16.285 1831 13.348
San Vicente ................. 1817 25.218 1831 22.997
Tabago ......................... 1819 15.470 1832 12.091
Trinidad ....................... 1808 21.985 1831 21.302
Las Vírgenes ............... 1818 6.899 1828 5.399
Bahamas ...................... 1822 10.888 1831 9 705
———— ————
720.360 684 652
(Saco 1879 Vol II: 110)

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Lincoln pudo usar su habilidad para combinar los intereses de los muy
ricos y los de los negros en un momento en el que esos intereses se
encontraron. Y pudo vincular estos dos intereses con los de un sector
creciente de americanos: los nuevos ricos blancos, de clase media, con
sus ambiciones económicas e inquietudes políticas. (Zinn 2005)

El sur de los Estados Unidos, si bien producía una amplia gama de bienes de
consumo (azúcar, arroz, tabaco, maíz), tenía su economía centrada muy especialmente
en el cultivo de algodón , que si en 1800 producía 320.000 balas, en 1861 eran
4.000.000. Y la mano de obra estaba compuesta por esclavos negros, cuyo número, en
ese mismo periodo, había pasado de medio millón a cuatro millones.
Así, aunque la importación legal de esclavos a los Estados Unidos quedó
prohibida en 1808 y la esclavitud ilegalizada en numerosos estados a comienzos del
siglo XIX, permaneció vigente en el sur hasta la década de los años 1860, cuando la
enmienda 13 de la Constitución la declaró extinta. Pero la verdad es que no fue hasta el
final de la II Guerra Mundial cuando se adoptaron medidas determinantes. No cabe
duda que el proceso de Nuremberg tuvo sus secuelas; una, la citada, y otra, en Oceanía,
el fin de la caza de aborígenes. Y es que resultaba sarcástico que los autores de estas
actuaciones dilatadas durante siglos fuesen justamente la acusación de los supuestos
crímenes de la Alemania Nacionalsocialista.
Por otra parte, si la esclavitud estaba prohibida en los estados norteños, lo era de
forma nominal. Los negros libres no tenían la misma libertad que el resto de la
población, hasta el extremo que, para 1860, los negros, para poder votar, debían
demostrar la posesión de bienes por valor de 250 dólares, exigencia que no era aplicable
a los blancos.
Es en estos años cuando se produce un rosario de supresiones nominales, tanto
de trata como de esclavitud. Finalmente, la esclavitud había cambiado de nombre, y las
actuaciones al respecto, también.

Entre 1818 y 1858 sucedieron fuertes enfrentamientos entre la población


sureña de Estados Unidos y los pueblos seminoles (indígenas y
afrodescendientes) de la Florida. Las personas estadunidenses intentaron
capturar a las esclavizadas que habían escapado e impedir nuevas fugas, a la
vez que intentaban adueñarse de territorios más fértiles. Los resultados de
estas guerras fueron el desplazamiento de los seminoles y mascogos hacia
reservas indígenas en otros estados, por ejemplo, Oklahoma, y la anexión de
los territorios de la Florida a la nación del norte.(velázquez 2012: 30)

Para completar la parodia, en 1821 Se constituye en Inglaterra la Sociedad


Antiesclavista, presidida por William Wilberforce, y el mismo año, la American
Colonization Society desembarca en la Costa de los Granos el primer cargamento de
negros libres que dio origen a Liberia.
Pero esa libertad no pasaba de ser una parodia, pues ni Locke, ni Voltaire, ni
Diderot, ni Rousseau, ni por supuesto Wilberforce y tantos otros materialistas que se
manifestaron contra la institución esclavista, sentían otra cosa que desprecio por quienes
estaban sometidos a ella, a quienes con dificultad les reconocían su condición de
persona.
Por otra parte, no debemos olvidar que el movimiento abolicionista se centró en
el ámbito atlántico, pero justo en ese momento, además de la esclavitud de los súbditos
británicos que estaban siendo transportados a Australia y Nueva Zelanda, estaba muy

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presente en la India, siendo que en 1833 el parlamento británico rechazó aplicar la
abolición en estas colonias.
Para la década de 1840, la India continuaba con un régimen esclavista,
con un intenso tráfico al amparo de la corona británica.
Y en los Estados Unidos también seguían jugando con dos barajas.

Era el gobierno nacional el que, a la vez que aplicaba tímidamente la ley que
tenía que acabar con el comercio de los esclavos, aplicaba sin
contemplaciones las leyes que fijaban el retorno de los fugitivos a la
esclavitud. Fue el gobierno nacional el que, durante la administración de
Andrew Jackson, colaboró con el Sur para eliminar el envío de literatura
abolicionista por correo en los estados sureños. Fue el Tribunal Supremo de
los Estados Unidos el que declaró en 1857 que el esclavo Dred Scott no podía
exigir su libertad porque no era una persona, sino una propiedad. (Zinn
2005)

No en vano, Jackson era negrero, especulador inmobiliario,y exterminador de


indios.
Pero la historia de la esclavitud inexorablemente estaba encaminada a sufrir un
cambio radical y casi inmediato: En 1863 Holanda suprimió la esclavitud en sus
colonias americanas; dos años después quedó abolida en todo el territorio de los Estados
Unidos, y en 1873 Inglaterra impuso al sultán de Zanzíbar el fin de la trata; en Cuba se
suprimió en 1880, y en Brasil en 1888.
Y los métodos de la Edad Moderna siguieron usándose mientras se convertían en
los nuevos métodos actualmente vigentes. Así, destaca la actuación de Bélgica en el
Congo llevada a cabo hasta 1914.

Las plantaciones de caucho y los ferrocarriles de la Asociación Internacional


fueron construidos con trabajo esclavo y las ganancias iban directamente a
los bolsillos del rey Leopoldo II. Fue tal la rapacidad de su régimen que el
coste en vidas humanas debido a los asesinatos, el hambre, la enfermedad, la
reducción de la fertilidad, ha sido estimado en diez millones de personas, la
mitad de la población existente. (Ferguson)

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