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Series Shurpu: Rituales sirio-babilónicos en

el culto judeo-cristiano.
¿Que son las series Shurpu? Se denomina “Series Shurpu” a un conjunto de textos
cuneiformes -nueve tablillas para ser exactos –recopilados en la Babilonia entre el año
1030-1005 a.c. aprox. , si bien se las considera, estudiadas individualmente, como de
origen probablemente sumerio-acadio. En su generalidad este tipo de escritos, describen
las invocaciones y lecturas mágicas que los médicos, ó “asus”, y sacerdotes mesopotámicos
debían realizar para expulsar, cuando supuestamente los conocimientos médicos fallaban, los
demonios y maleficios causantes de la aflicción del enfermo ó del poseído. La creencia era
que muchos de los padeceres del ser humano eran el resultado de sortilegios realizados por
“invocadores de poderes demoníacos”, los”kassatu” ó “kassaptu”, los hechiceros y brujas .
Éstos rituales mágicos de “purificación” eran la forma de combatir y expulsar del cuerpo los
espíritus malignos causantes de tales males, y que eran realizados fundamentalmente
mediante la recitación de fórmulas para, ó bien para reclamar la intercesión de los dioses
protectores, la expulsión del ser infernal, ó ambas. Estas invocaciones que estaban
acompañadas de diversos rituales mágicos, caso por ejemplo de la cremación de la imagen
del hechicero. “Cremación” ó su nombre traducido a la lengua acadia, “Shurpu“, y que dá
nombre a éste conjunto de ceremoniales.
La relación entre los exorcismos mesopotámicos y los rituales de sacrificio en la religión
hebrea ha sido sobradamente probada, en lo que respecta a los rituales del “Yom
Kippur” judíos y los “ritos de sustitución” sumerio-acadios. - Los “ritos de sustitución”
consisten en fundamento el hacer que un tercero , ya sea animal ó persona, cargue con los
pecados ó males del ente que se desea sea exonerado, ya sean personas, bestias ó
posesiones en general - . pues no son pocos los estudios que sobre los actos sacrificares
israelitas, demuestran, que en su generalidad, su más que evidentes orígenes en los cultos
de Akkad, y aunque no existan una excelsa información publicada en el caso de los
exorcismos mesopotámicos en relación con los rituales hittitas, pre-islámicos ó cannanitas,
no cabe duda que existen evidencias de su paralelismo con pasajes del culto bíblico.
« …Para el hombre sabio, el habla (el dios Ea/Enki..) . Un cordero es el sustituto de un
hombre, un cordero el da por su vida. La cabeza del cordero, el da por la cabeza de hombre.
El cuello del cordero, el da por el cuello del hombre. Las carnes del cordero, el da por las
carnes del hombre…» Pasaje de texto asirio-sumerio . “Die kelienachriften und das
Alte Testament”. H. Zimmern. pag. 597.
«Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto (ganado muerto en sacrificio) y será
aceptado para expiación suya.» Levítico 1:4. Reina Valera 1960.
Tres tipos de textos rituales aparecen en los escritos de invocaciones mesopotámicas:
Los “Udug-hul” que en grandes líneas se refieren a las aflicciones no provocadas por una
demoníaca agresión; Los “Maqlu” que corresponden a maleficios de tipo espiritual, pero que
no son consecuencia de una transgresión personal hacia las divinidades, si nó fruto de la
brujería; Y los“Surpu”, del tipo espiritual, pero que son consecuencia de acciones
desconocidas, ya sea por acto u omisión, atribuibles al poseído , y que han ofendido a los
dioses. Si bien, en el primer caso, sería el “Asus” quien posiblemente dirigiera las
jaculatorias, en los restantes procedimientos, ante su dificultad y graves consecuencias, se
hacía necesaria la participación de un exorcista, los llamados “asipu”. En general, las
ceremonias dirigidas por estos exorcistas, ó ceremonias “Asiputu”, mantenían un
procedimiento dividido en dos partes: Primero se trataba de discernir el tipo de “ser
espiritual” que ocasionaba el mal. El descubrimiento del demonio poseedor se conseguía
dilucidar mediante determinadas “claves” ó signos que aparecían en la sintomatología del
poseído, bien mediante la recitación mágica de una lista de seres malignos - La conocida
como “lista shurpu de demonios” – y estudiando las reacciones del enfermo ante su
nominación ó bien mediante el estudio del habitual comportamiento ulterior del padecedor -
estas circunstancias incluían tanto posesiones, incluido esclavos, como personas vinculadas a
su círculo familiar y habitual – . Determinado el fantasma ó espíritu causante de la aflicción,
se procedía a una exortización que incluía la rogatoria a las vinculadas lesas deidades que
le enviaron y que consistía en aplacar su ira, si éste fuera el motivo, ó directamente
dirigidas a expulsar al demonio poseedor. Estos procedimientos estaban determinados hacia
la restauración de un general“equilibrio universal” que la aparición de tales seres en el
mundo terrenal, implicaba.
« Yo te invoco (texto perdido…), a vosotros grandes dioses. (…) dios (…) y diosa Isthar,
señores del arrepentimiento. Los únicos y verdaderos (…) , el único y verdadero dios, Ea
(¡?), la única y verdadera diosa, Isthar. Por los pecados de (X) , hijo de (X), de quién Él es
dios, de quien Isthar es diosa. El ésta enfermo y afligido, lleno de pena y sinsabores. ¿Ha
ofendido él a su dios..? ¿Ha ofendido él a su diosa…? ¿Habló él de negar su gracia..? ¿Hablo
él de su gracia negar..? ¿Ha él (…) señalado con el dedo..? ¿Ha tomado a los dioses en
vano..? ¿ (…) mientras susurraba..? (…) ¿Ha renegado el de Ea..? ¿Ha renegado el de
Isthar..? ¿(…), hablando de demonios..? ¿(…) hablando con odio..? ¿(…) hablando con
desvergüenza..? » Pasaje de invocación. Series Shurpu, tablilla II. “Die
Beachworumgatafeln Shurpu, Beitröge sur Kentniss der Babylonichen Religion”. H.
Zimmern.
“Es un hecho comprobado que el concepto y las representaciones más antiguas de ángeles y
demonios, en referencia al mundo divino, hay que situarlos en época sumeria, de donde
pasarían a la religión sirio-babilónica y luego al mundo hebreo…”. (F. Lara. La civilización
sumeria. Pag. 177)
« (Oremus… ) Deus qui culpa offenderis: poenitentia placaris: preces populi sui supplicantis
propitius tespice & flagella tuae iracundiae, quae pro peccatis nostris meremur averro (¿?).
Omnipotens aeternae Deus salvus aeterna credentium, exaudi nos pro famulo tuo infirmo
pro quo misericordiae tua imploramus auxilium, ut reddita sibi sanatitae, gratiarum tibi in
Ecclesia… » Pasaje de “En la que se contienen los exorcismos para exorcizar a los
energúmenos ya poseídos por el Demonio ” Parte Segunda “De la practica de
Exorcistas y ministros de la Iglesia”. Padre Benito R. Noydens. 1693 d.c.
« (Oremos…) Oh Dios, ofendido por el pecado: por la penitencia aplacado: escucha las
suplicas de tu pueblo castigado y flagelado por tu ira, merecedora por nuestros pecados.
Todopoderoso y eterno Dios de la eterna salvación, ten piedad de nosotros y de tu siervo
enfermo, por el que imploramos la ayuda de tu misericordia y su sanación, como regalo a tu
Iglesia… »
Una comparativa más exhaustiva entre “Las series Shurpu” y el “Manual del Exorcista” de
S. Juan de la Cruz, - y que este último evidencia demasiado la precariedad de mis fuentes,
ya que es más fácil encontrar literatura accesible de los “desvaríos” de Z. Sitchin, , que de
los temas aquí tratados ¡Porqué sera..? –nos demuestra que incluso en las “temáticas
exorcistas” se producen excelsos paralelismos, ya que no sólo se exortizan a los padecedores
de brujería y hechizamientos, a los animales improductivos, a los silos que pierden grano, a
las casas defectuosas, ó las más conocidas posesiones espirituales por delitos contra las
divinidades y posesiones demoníacas, si nó que incluso se llegan a exorcizar, con plena
evidencia de convergencia, las pandemias y las plagas. - cosa que no nos debe hacer
extrañar, porque hasta bien entrado el siglo XVIII , en España, se seguían abriendo
expendientes inquisitoriales contra langostas y pulgones por atentar contra los campos de
labrantío-
Referencias y textos:
“Possesion and exorcism in the New Testament and early Christianity” Eric Soresen (2004)
“Cuneiform parallels to the Old Testament” R.W. Rogers (2009)
“The Surpu incantations and Levítico V; 1-5″ M.J. Geller (1980)
“De la práctica de Exorcistas y ministros de la Iglesia” Padre Benito Remigio Noydens.
(Edición 2010)

Series Shurpu: Serie babilónico-kassita.


Tablilla I
Este tipo de escritos, enseñan las invocaciones y lecturas mágicas que los médicos-
sacerdotes, “asus”, mesopotámicos debían de realizar para expulsar, cuando los
conocimientos empíricos fallaban, los demonios y maleficios causantes de la aflicción del
enfermo ó poseído. Estos ritos podían también formar parte de los procedimientos
propiamente médicos como ritos “asépticos”. A continuación se expone la primera tablilla de
una serie de nueve que se suponen recopiladas durante la dinastía kassita de Babilonia
sobre, seguramente, textos anteriores sumerios y acadios.
Tablilla neo-babilónica con círculos concéntricos (CBS 01766) University Museum,
Philadelphia.
«(1) Cuando dispongas los rituales para las Ŝurpu, tu deberás de preparar un brasero. (2)
Pondrás un “nap-pa” de un extremo al otro del brasero, (3) (y) lo rodearás con un circulo
mágico hecho de harina. (4) Recitarás el conjuro “Yo soy un hombre puro” esparciendo (a
tu alrededor) agua; (5) Enciende una antorcha con un mechero de sulfuro (¿?); “Bil.gi,
sabio, adorado en el país, (6) río que te renuevas constantemente” cuando purifiques al
paciente, recitarás. (7) Colocarás la (…) antorcha en la mano del paciente que prenderá el
brasero. (8) (Recitarás el) conjuro: “¡Yo tomo la antorcha, para exorcizar al demonio!”(9)
(Después de tí) harás pronunciar al paciente el conjuro: “¡Será exorcizado, grandes dioses!”
(10) (y) para sí, el “lu-išib”, recitará el conjuro: “¡Así sea!”. El paciente vertirá [agua sobre
la] harina. (11) El “lu-išib” le exorcizará con el [nap-pa envuelto en ] harina y lo lanzará
contra el fuego. (12) La oración: “Pedimos a Anu y Antu suspender y proteger del
padecimiento” (tu recitarás). (13) Esparce agua sobre el paciente. Una cebolla, un rosario de
cuentas (¿?), un trozo de esterilla (¿?), un vellón de lana y un mechón rojo de pelo de cabra
tu sostendrás en tus manos, (15) para pasar sobre el paciente. (16) Recita el conjuro: “Una
diabólica maldición en forma de Gal5.lá.gin8, yo expulsaré.” (17) Harás pronunciar al
(paciente) [lo mismo y depositarás], entonces los objetos del exorcista entre las manos del
paciente. (18) Pelará entonces la cebolla y la lanzará al fuego (19) arrancará las cuentas
del rosario (¿?) y las echará al fuego (20) Deshará la esterilla (¿?) y hará lo mismo, tomará
hilos de la lana y hará lo mismo, (21) tomará el mechón de pelo y hará lo mismo, tomará el
pelaje rojo y lo mismo hará. (22) El paciente cogerá un puñado [de grano] (…), (23) (…)
que se pasará sobre si mismo y que arrojará al fuego.(24) (…) [El conjuro:] “¡ Somete, oh
fiero Giš-bar! ” (25) (…)
( A partir de aquí, la tablilla está perdida…)
Alternativa I (6′) [Conjuro: "¡Así sea!"] (7′) [Segunda tablilla de] Šurpu. (8′) [Conjuro:
"Toma)] la antorcha”. (9′) [Conjuro: "Como] ésta cebolla” (10′) [Conjuro: "Como] éstas
cuentas” (¿?). (11′) [Conjuro:] “Como (éstos) retales” (12′) [Conjuro:] “Como (éstos) hilos
de lana”. (13′) [Conjuro:] “Como (éstos) mechones de pelo” (14′) [Conjuro:] “Como (éste)
vellón rojo” (15′) [Conjuro: "Como (éste) puñado de] grano de (…) (16′) Conjuro: “Yo soy
un gam-ma-ha-ku-ma”.
Alternativa II (2′) [Conjuro:] “¡Somete, oh Giš.bar!” (3′) [Conjuro:] “Estornuda” (4′)
Conjuro: “Tu doblez” (¿?) (5′) Conjuro: “Tú, ‘juramentada’. quien le ha tocado” (6′)
Conjuro: “‘Juramentada”, hija de Anum” (7′) Conjuro: ” Tú indeseable” (8′) Conjuro: “Tu
tamarisco” (9′) “Yo te he aplastado, (y) te expulso” (10′) “Dis [lo dijo], Dis ip-šur” (11′)
Tercera tablilla de Šurpu. (12′) Conjuro: “Una diabólica maldición en forma de Gal5.lá.gin8″
(13′) Conjuro: “Río” (14′) Conjuro: “Bil.gi ap-kal”. Cuarta tablilla de Šurpu (15′) Conjuro:
“Solitario tamarisco [que crece] en el Cielo” (16′) Conjuro: “Tomo mis curvadas mazas, en el
final” (17′) Sexta tablilla de Šurpu (18′) El conjuro: ” Mi dios, yo sé que no (recitarás) lo
próximo (19′) Tablilla de Ag-sur-a-ni.
Series Shurpu. Serie babilónico-
kassita.Tablilla II (de los pecados y los
dioses).
Enlazada con el cuerpo central de las invocaciones, tablilla I, para la conjuración de
posesiones demoníacas en la religión mesopotámica, la tablilla II de las series Šurpu, puede
ser dividida en tres partes: Una primera donde se identifica al poseso y se hace dictado,
como pecador confeso, de una relación de faltas que el individuo haya podido realizar -
recordar que éstas series están vinculadas, a diferencia de las “maqlu“, a supuestos
sacrilegios contra los dioses – y que reconoce que pueda haber cometido contra lo humano
para luego afirmar su desconocimiento de hechos sacrílegos ó vinculados con los dioses
- recordar que las violaciones ante los dioses pueden tener también características hacia lo
humano protegido por el “dios hechizador” –, jurando tanto por sus dioses personales, como
por los de sus allegados, así como por los de los señores y dioses patronales de su ciudad.
En un segundo término el oficiante inscribe la posibilidad que haya sido presa de artes por
parte de los “kassatu” ó “kassaptu”, brujos y hechiceras, ó bien que haya sido por propia
voluntad - voluntad de la cual se arrepiente -, haciendo una relación de los sortilegios que
sobre acontecimientos, posesiones, y útiles de habitual manejo pueden ser vía de acceso
para posteriores posesiones demoníacas. Por último hace una relación de los principales
dioses que tanto pueden ayudar a la exorcización, como por ser ruego a la deidad causante
de enviar al demonio, a la cual se pide indulgencia.
ó (1) [Conjuro, para deshacerlo], grandes dioses, (2) [dios y] diosa, señores del perdón.
(3) [NN, el hijo de] NN, cuyo dios es NN, cuya diosa es NN (4) [Quién está...] enfermo, en
peligro (de muerte), afligido, atribulado. (5) El que ha comido lo que es im[puro] para su
dios, que ha comido lo que es impuro para su diosa. (6) El que dijo “no” por “si”, quien dijo
“si” por “no”, (7) que puso el dedo (acusatorio) [en las espaldas de] su [acólito], (8) [que
calumniador], comentó lo que no está permitido decir, (9) [que....(...)] infama, (10)
[que....(...)]…deshonestamente, (11) [que repudió a su dios], que despreció su diosa. (12)
[El que...(...)], habló de prácticas demoníacas,(13) [que....], habló (sobre) temas
prohibidos, (14) [que como cizañero], causó desgraciados sucesos como para ser contados,
(15) que juró en vano, (16) que está siempre presente [....(...)....], (17) [que dice [...],
[que] siempre habla exageraciones, (18) [quien...], se ha aprovechado de la debilidad
femenina, (19) que [a....una mujer] ha hecho abandonar su ciudad, (20) que enfrentó a hijo
[contra padre], (21) el que enfrentó a padre contra hijo, (22) el que enfrentó a hija con
madre, (23) el que enfrentó a madre con hija, (24) que enfrentó a nuera con suegra, (25)
el que enfrentó a suegra con nuera, (26) que enfrentó a hermano contra hermano, (27) que
enfrentó a amigo/a contra amiga/o, (28) que enfrentó a compañero/a contra compañera/o,
(29) quien no liberó a un cautivo, quien no redimió a un hombre de su contrato (de esclavo),
(30) el que no permitió a un prisionero ver la luz (del día), (31) el que dijo a un cautivo:
“Permanece en cautiverio”,(y) al hombre con contrato (de esclavo): “Mantengo (sus
condiciones) férreas”. (32) El desconoce el crimen contra dios, desconoce el pecado contra
la diosa. (33) por el que repudió al dios, por el que despreció a la diosa, (34) sus pecados
son contra su dios, sus crímenes son contra su diosa. (35) El está lleno de desprecio hacia su
padre, lleno de odio hacia su hermano mayor. (36) Despreció a sus parientes, ofendió a su
hermana mayor, (37) Entregó en medida pequeña y recibió en medida grande, (38) El
afirmó: “Hay”, cuando no había, (39) el afirmó: “No hay”, cuando había. (40) H[abló] de
temas indebidos, habló de cuestiones indecentes. (41) El habló con palabras insolentes,
[ha]bló [....](42) El us[ó] una contabilidad amañada, (y) [no us]ó [la contabilidad legal],
(43) asentó ingresos que no iban dirigidos a él (y) no asentó ingresos que iban dirigidos a él.
(44) El que despojó al hijo legítimo, [no dando cur]so a los derechos del hijo legítimo. (45)
El que colocó un falso “kudurru” (y) no levantó el [verdade]ro “kudurru”, (46) el que
removió marcas, fronteras y “kudurreti”. (47) El que entró en casa de su vecino, tuvo
relaciones con la mujer de su vecino, derramó la sangre de su vecino, (50) vistiéndose con
los ropajes de su vecino. (51) Que no vistió a un hombre joven cuando iba desnudo. (52)
El que apartó a un prometedor joven de su familia, (53) empujado a torvo clan, (54) usado
en espera para el (….) (55) Su boca es honesta, su corazón es falso, (56) su boca dice “si”,
su corazón dice “no”,(57) en cualquier situación el pronuncia falsas palabras.(58) El que
(….), se estremece y tiembla (de rabia), (59) el que destroza, rechaza y lanza al viento (¿?)
(60) acusado y convicto, de provocar rumores, (61) equívocos, robos e incitaciones al robo,
(62) manipulando para endemoniar, (63) su boca es (….) mentira, sus labios desorden y
violencia. (64) El que tiene conocimiento de temas deshonestos, que ha aprendido saberes
prohibidos. (65) El que ha conseguido su posición de los débiles, (66) traspasó los límites de
lo justo,(67) cometió actos indecentes, (68) utilizó sus manos para hechizar y practicar la
brujería. (69) Porque de los alimentos prohibidos ha comido, (70) porque muchos pecados
cometió, (71) porque al consejo dividió, (72) porque la voluntad unitaria del colectivo
socavó, (73) porque en general renegó del dios y la diosa, (74) porque prometió de palabra
y obra, pero no lo hizo, (75) omitió el nombre de su dios en su ofrenda de incienso, (76) en
la purificación, (por ello) desvirtuada e invalidada, (77) (….) apartó cosas (para el dios,
pero) se las comió, (78) para después, de forma irrespetuosa, comenzar a rezar. (79)
arruinó la ofrenda que había sido preparada (80) haciendo pasar hambre a su dios y a su
diosa con ello, (81) permaneció en pie en las asambleas para decir cosas impropias.
(82) Deshaced (el conjuro), porque ha jurado que de tales hechos el era inconsciente, (83)
ha jurado que el tomó (alguna cosa) después, (84) el ha jurado que ocultó alguna cosa
después, (85) ha jurado sobre la severa falta que cometió, (86) ha jurado en el caso de
asesinato, (87) ha dirigido sus dedos (su plegaria) hacia una deidad protectora (en el texto
sumerio hace referencia a un “lama.šu.si” ó amuleto contra demonios “lama.šu”), (88) ha
jurado por la deidad protectora de (su) padre y de (su) madre, (89) ha jurado por la deidad
protectora de (su) hermano y hermana mayor, (90) ha jurado por la deidad protectora de
(su) amigo/a y compañera/o, (91) ha jurado por la deidad protectora de (su) dios y rey,
(92) ha jurado por la deidad protectora de (su) Señor y Señora; (93) pisoteó sobre la
sangre (ofrenda) (94) usó la misma cuando ya estaba ofrecida, (95) comió lo que era
impuro en su ciudad, (96) reveló (al extranjero) los asuntos de su ciudad, (97) dió mala
reputación a su ciudad.
(98) El fue puesto en contacto con un hechicero, (99) un hechicero fue puesto en contacto
con él, (100) durmió en la cama de un hechicero, (101) se sentó en la silla de un hechicero,
(102) comió en la mesa de un hechicero, (103) bebió de la copa de un hechicero. (104) Ha
preguntado, ha preguntado; (105) ha preguntado por rituales de cama, (106) ha
preguntado por rituales de silla, (107) ha preguntado por rituales para la mesa, (108) ha
preguntado por ritos para bebedizos, (109) ha preguntado por rituales para la luz del candil,
(110) ha preguntado por rituales para antorchas,( 111) ha preguntado por rituales para
fuelles, (112) ha preguntado por ritos para tablillas y cinceles, (113) ha preguntado para
rituales “sûtu” y para rituales”qa”,(114) ha preguntado por ritos para establos, (115) ha
preguntado por ritos para animales (domésticos), (116) ha preguntado por ritos para
acequias, (117) ha preguntado por ritos para lo bueno, (118) ha preguntado por ritos para el
río, (119) ha preguntado por ritos para la barca, el barco, la balsa, (120) ha preguntado por
ritos para el “sol naciente” y para la “puesta del sol” (En el texto habla del dios Utu-ši, “si-it
Utu-ši” y “e-rib Utu-ši”), (121) fue preguntado por rituales para los dioses y diosas de Anu,
los santuarios de la tierra, (122) fue preguntado por los rituales en los santuarios del Señor
y la Señora, (123) ha preguntado por los rituales de abandonar la ciudad y por rituales de
entrar en la ciudad, (124) preguntó por los rituales de entrada por la puerta de la ciudad y
por ritos para salir por la puerta de la ciudad (125) ha preguntado por los rituales de entrada
en la casa y por rituales de salida de la casa, (126) fue preguntado por rituales de estar en
la calle, (127) fue preguntado por rituales en el templo, (128) ha preguntado por rituales
para el(andar del) camino.
(129) Deshazlo, o Šamaš, tu que juz[gas], (130) deshazlo (encantamiento), Šamaš, Señor
de las alturas y las profundidades [....], (131) tu eres el único (dios) que administra justicia
a los dioses, tu eres el rey de todos los países, (132) con tu mandato la justicia queda
dictada, (133) ¡Que justicia habría en su tierra con anterioridad a ti! (134) Deshazlo, “rim-
nu-u” (exorcista) de los dioses, misericordioso dios, Amar-ud (Marduk), (135) Deshazlo,
dios regente de nuestro templo, expulsalo, dios regente [....], (136) Deshazlo, dios de los
pecadores, (137) Deshazlo, dios U.gur (Nergal), señor de la absolución, (138) deshacezlo
dioses Šuqamuna y Šimaliya, (139) Deshacedlo, grandes dioses y diosas, tantas veces como
haya sido invocado (el demonio), (140) Deshazlo, “Ki.ne”, ¡Hijo de E[a]!, (141) (porque)
deshacerlo pueden el Señor y la Señora, (142) deshacerlo pueden Anu y Antu, (143)
deshacerlo puede En-lil, rey, creador de todas las cosas, (144) deshacerlo puede Ninlil, reina
del Ekiûr, (145) deshacerlo puede el Ekiûr, la vivienda de la Esposa, (146) deshacerlo puede
Enki, deshacerlo puede la diosa Ninki, (147) deshacerlo puede el dios En-shar, deshacerlo
puede la diosa Ninshar, (148) deshacerlo puede Ea, rey del Apzû, (149) deshacerlo puede el
Apzû, la casa de la sabiduría, (150) deshacerlo puede Eridu, deshacerlo puede Ešapšu, (151)
deshacerlo puede Amar-ud, rey de los Igigi, (152) deshacerlo puede la diosa Saparnitum,
Señora del Esagil, (153) deshacerlo pueden el Esagil y Ka.dingir.ra (Babilonia), (154)
residencia de los grandes dioses, (155) deshacerlo pueden el dios Pa u (Nabû) y Nanâ en
Ezida, (156) deshacerlo puede la diosa Tasmetum, la gran nuera, (157) deshacerlo pudiera
el dios Dikud, el consejero de Esagil, (158) deshacerlo pudiera el dios Iqbidumqi, el que
intercede (con) acertadas palabras, (159) deshacerlo pudiera Bad.an.ki (Dêr) y
E.dim.gal.kalam.ma, (160) deshacerlo pudieran el dios Gal y Deritum, (161) en Susa,
pudieran Inšušinak (162) y Lahuratil deshacerlo, (163) pudieran Jabru, Humba[n](a),
[Nap]rušu deshacerlo, (164) esos sublimes dioses, (165) Pudieran desde los cuatro puntos
cardinales del Sur, Norte, Este y Oeste, (166) los siete “sibittu” volar sobre el, (167)
deshaciendo su encantamiento. (168) Pudiera Ishtar deshacerlo en la Uruk de los toisones,
(169) pudiera Nineanna (Inanna, Reiner sugiere Belet-ajakki…) deshacerlo en el Eanna, sus
aposentos, (170) pudiera la diosa Annunitum deshacerlo en Agade, la ciudad de sus
de[licias], (171) pudiera [A]gade deshacerlo, [pudiera] Eul[mash deshacerlo], (172) pudiera
Išhara deshacerlo, la señora del hogar de la humanidad, (173) pudiera Šiduri deshacerlo,
diosa de la sabiduría, (174) protectora de la vida, (175) pudiera Irra, Irra-gal, Irra-kal.kal,
deshacerlo, (176) pudiera Laz, Haja, Luhušû deshacerlo, (177) pudieran Lugal.edin.na,
Latarak, (178) Sharrahu deshacerlo, (179) pudiera el Guerrero Shamash (Sul Utu) , por
mencionarle, deshacerlo, (180) pudieran Ti.bal, Sag.kud, Sag.uš (Kajamanû), (181)
Immerija, deshacerlo, (182) pudieran Alioth (parte Osa Mayor), las Pleyades, Sirio, Marte,
(183) la diosa Narudu deshacerlo, (184) pudiera Hendursanga, la estrella Sibzianna
deshacerlo, (185) pudieran los dioses y diosas, tantos como han sido invocados, (186)
desvincularlo hoy a él, (187) y de NN, hijo de NN, los pecados, (188) los errores, los
crím[enes], (189) las [ofen]sas, encantamientos, (190) pueden ellos [elimin]ar, [pueden
ellos ....], (191) olvidar, des[hac]er, (192) pudieran ellos expulsar su posesión. Final del
formulario de encantamientos. —- (193) Encantamiento: “El efecto de cualquier
encantamiento sobre este hombre, hijo de su dios, ha terminado”. Segunda tabla de Šurpu.

Referencias:
“Šurpu, a collectión of sumerian and acadian incantations” Erica Reiner (1958)

EL SEÑOR DE LAS MOSCAS


El señor de las moscas

El otro dia viendo, como suelo hacer todas las tardes,


"Saber y Ganar", maravilloso programa de la 2 que nunca
me cansaré de recomendar, escuche que Belcebu significa
el señor de las moscas, pido perdon por mi supina
ignorancia, pero alguien podría explicarme por qué señor
de las moscas??? Es que me dejó bastante extrañado

26/Jul/2006 10:20 GMT+1 Perfil ∙ Privado

Galland #2 ∙ ▲
Emperador - Administrador RE: El señor de las
moscas

No es facil explicarlo
para ello tendrias que
tener en cuenta lo que
para los Israelitas
significaba la adoracion
a Baal (un dios cananeo)
al cual Jehova ordeno
destruir por su extrema
maldad, incluso hoy
muchos argumentan que
el Dios del antiguo
testamente era cruel por
este exterminio.

Yo te explico lo de señor
de las moscas y si tienes
alguna duda ya sabes.
(posiblemente una
alteración de Baal-zebub,
que significa: “Dueño de
las Moscas”, el Baal
Mensajes: 14.206 adorado por los filisteos
Desde: 30/Abr/2005 en Eqrón. También
Beelzeboul y Beezeboul,
que posiblemente
significan: “Dueño de la
Morada [Habitación]
Excelsa”; o, si es un
juego de palabras con el
término hebreo
extrabíblico zé∙vel
[excremento]: “Dueño del
Excremento”).

“Beelzebub” es una
designación aplicada a
Satanás, el príncipe o
gobernante de los
demonios. Los líderes
religiosos acusaron
blasfemamente a
Jesucristo de expulsar
demonios por medio de
Beelzebub
26/Jul/2006 13:06 GMT+1 Perfil ∙ Privado ∙
Web

Wotan_ZZ #3 ∙ ▲
Esclavo - Expulsado RE: El señor de las
moscas

Escrito originalmente por


canal22

El otro dia viendo, como


suelo hacer todas las
tardes, "Saber y Ganar",
maravilloso programa de
la 2 que nunca me
cansaré de recomendar,
escuche que Belcebu
significa el señor de las
moscas, pido perdon por
mi supina ignorancia,
pero alguien podría
explicarme por qué señor
Mensajes: 732 de las moscas??? Es que
Desde: 10/Jun/2005 me dejó bastante
extrañado

Este apodo del señor de


las moscas se lo dan los
Israelitas a esta deidad,
y esto se debia a que a
esta deidad contaba con
muchos sacrificios
animales (igual que ha
Jehova), pero le daban
poca higiene entonces
era normal ver esta
deidad rodeada de
moscas, de ahi el nombre
SEÑOR DE LAS MOSCAS.

Tambien hay que aclarar


que esta deidad era muy
seductora al pueblo
Judio, y esto lo puede
confirmar el mismo
Galland (que conocera
mas estos pasajes de
memoria). costo mucho
erradicar esta creencia
entre los Judios (si es
que se erradico y
termino sustituyendo a
Jehova, que es mi teoria)
ahi esta el pasaje biblico
donde hay un reto entre
clerigos para ver quien
tenia mas poder si Baal o
Jehova.

El rey Salomon tenia una


gran devocion por Baal,
lo estimaba mas que ha
Jehova, es suficiente
darle una leida al test. de
salomon y veremos hasta
conjuros e invocaciones
de este rey a esta
deidad.

En el grimorio Judio,
ellos tienen un conjuro
para invocarlo y lo
utilizan ampliamente el
dia de hoy, en este
GRIMORIO judio, ellos
por medio de rituales
pueden controlar a esta
deidad, sin necesidad de
venderle su alma
(segun). y asi recibir
todos los poderes que
Baal, que segun estos es
muy poderoso, ya que
BAAL colma a la gente
con riquezas y poder, con
la condicion de ser
crueles con el ser
humano.

Según el evangelio
apócrifo de Nicodemo,
Belcebú no era el señor
más poderoso del
Infierno en un principio.
Éste papel lo
desempeñaba Satanás,
"príncipe y capitán de la
muerte". Pero tras la
crucifixión de Cristo,
Satán habló con Belcebú
en las puertas del
Infierno y se vanaglorió
de que estaba a punto de
traerse a Jesús al reino
infernal. De lo que se
alegraba mucho, porque
consideraba al nazareno
un enemigo que le había
quitado más de una
víctima. Pero Belcebú
rogó al que entonces era
su Maestro que no
intentara tan peligrosa
aventura, pues "el mero
poder de su nombre [de
Cristo] le perturbaba a él
y a su impía reunión".

"Entonces el Infierno,
recibiendo a Satán el
Príncipe, le dijo con
reproche y dolor: 'Oh,
Príncipe de la Perdición y
Jefe de la Destrucción,
Belcebú, despreciado por
los ángeles, escupido por
los justos, ¿por qué
querrías hacer eso?
Crucificaste al Rey de la
Gloria y, en el momento
de su muerte, nos
prometiste grandes
botines: y como si fueras
un loco, no supiste lo que
hacías. Y he aquí que
este Jesús ha echa-do a
volar por el brillo de su
majestad [sobre] todas
las oscuridades de la
muerte, y ha roto las
sólidas profundidades de
[nuestras] prisiones, y ha
dejado partir a los
prisioneros y ha liberado
a los que estaban atados
[en el tormento]. Y todos
los que se lamentaban en
nuestros tormentos se
burlan de nosotros
ahora, y mediante sus
plegarias nuestros
dominios han sido
vencidos y nuestros
reinos conquistados, y
ningún hombre ni nación
nos teme ya. Oh, Príncipe
Satán, padre de todos los
malvados, ateos y
renegados, ¿dónde
haremos [lo nuestro]
ahora? Aquellos que
desde el principio hasta
ahora habían
desesperado de la vida y
de la salvación, ahora no
se escucha ninguno de
sus rugidos habituales,
ninguno de sus gemidos
resuena en nuestros
oidos, ni hay rastro de
lágrimas en la faz de
ninguno de ellos. Oh,
Príncipe Satán, Guardián
de las Llaves del
Infierno, todos los
beneficios que habías
obtenido mediante el
árbol del fruto prohibido
y la pérdida del paraíso,
los has perdido ahora por
el árbol de la cruz y todo
tu regocijo ha perecido.
De aquí en adelante,
conocerás los tormentos
eternos y dolores
infinitos que vas a sufrir
en mi mazmorra para
siempre. Oh, Príncipe
Satán, autor de la muerte
y cabeza de todo orgullo,
deberías haber buscado
primero la materia del
Mal en este Jesús.
¿Cómo te aventuraste a
crucificar injustamente y
sin causa a aquél sobre
el que no encontraste
reproche, y a traer a
nuestro reino al inocente
y justo, y perder la culpa
y la descreencia y lo
malvado de todo el
mundo?' " [...].

"Conforme discutían el
asunto, una voz
atronadora, que sonaba
como el huracán,
proclamó: 'Alzad las
puertas, Oh, vosotros los
Príncipes, y el Rey de la
Gloria en-trará'.
Aterrorizado, Belcebú
apartó a Satán de la
Boca del Infierno, e
indignado le dijo que si
tanto quería una
conquista divina, que
combatiese con Jesús él
mismo. Entonces
Belcebú salió, cerrando
con fuerza las puertas, y
ordenó al resto de los
demonios que
protegiesen el camino
con toda la fuerza que
pudiesen concentrar."

"Pero dentro, las almas


habían escuchado la
explosiva voz de Cristo y
avanzaban, empujando a
los espíritus malignos,
intentando
desesperadamente
hablar con el Sabio. El
temor dio a los demonios
fuerza suficiente para
hacer retroceder a las
almas y para proteger las
puertas aún más
firmemente, pero nada
podía parar a Je-sús que
avanzaba. Pisoteó a
Satán, quitó a Belcebú
todos sus poderes y, con
una sola palabra, soltó
las cadenas de las almas
prisioneras. Todos los
santos cautivos en el
Infierno quedaron
liberados, unieron sus
manos y volaron al Cielo.
Y con-forme Jesús iba a
irse también, se giró a
Belcebú y le dijo: 'Satán
el Príncipe que-dará en
tu poder para siempre,
en lugar de Adán y su
estirpe, incluso aquellos
que son mis justos' "
(Evangelio de Nicodemo,
VII [XXIII]).

En la época medieval
también se consideraba
que Belcebú tenía
grandes poderes. Era
muy difícil encargarse de
él, una vez se le había
conjurado con éxito. Un
ex-perto del siglo XIX,
McGregor Mathers,
señaló que "la
invocación para hacer
visible la aparición de
potencias tan temibles
como Amaymon, Egyn y
Belcebú probablemente
produciría la muerte
inmediata del exorcista;
tal muerte presenta-ría
los síntomas de la
epilepsia, la apoplejía o
el estrangulamiento".

Uno de los ritos


utilizados para conjurar a
Belcebú era el siguiente:
BELZEBUB
LUCIFER
MADILON
SOLYMO
SAROY
THEU
AMECLO
SAGRAEL
PRAREDUN
VENITE
BELZEBUTH
AMEN

El Museo Británico aloja


un manuscrito que
contiene otra llamada a
Belcebú. Di-ce así:

"Te conjuro, ligo y


exhorto por Lucifer,
Belcebú, Satanás,
Jauconill y por su poder,
y por el homenaje que les
debes.
Y también te exhotro por
la Triple Corona
de la cabeza de Cerbero,
por Estigia y Fegitón,
por tu compañero y
diablo mayordomo
Baranter,
que atormentes y
castigues a este
desobediente
demonio hasta que le
hagas aparecer
corporalmente
a mi vista y que
obedezca mi voluntad y
las órdenes de cualquier
cosa que te exhorte
o te ordene. Fiat, Fiat,
Fiat".

Según los Inquisidores,


en los Sabbaths de las
brujas Belcebú era señor
y maestro sobre todos
los ritos, y eran en su
nombre que se negaba a
Jesús. Daban la
Eucaristía con el sello de
Belcebú, en vez del
símbolo de Cristo, en los
pedazos de pan. Las
brujas -siempre de
acuerdo al Inquisidor-
cantaban entonces:

"Belsabub goity,
Belsabub beyty"

Esto significa "Belcebú


arriba, Belcebú abajo".
Tras formar un
semicírculo alre-dedor
del altar y tumbarse en
el suelo, tragaban "dos
bocados de una mezcla y
una medicina infernal, de
tan horrible sabor que
sudan para tragarlo, y
tan frío que las congela".
Belzebú copulaba
entonces con todos los
participantes y esa
cópula iniciaba una orgía
desenfrenada.

En el siglo XVII, Belzebú


y otros demonios
poseyeron a una monja,
la Hermana Madeleine de
Demandoix, del Convento
de las Ursulinas cerca de
Aix-en-Provence. Bajo su
poder, la desventurada
monja fue obligada a
retorcerse en el suelo
mientras exponía sus
órganos genitales.
También tenía extrañas
visiones de sodomía y
canibalismo. Finalmente,
Belcebú fue exorcizado,
para nunca volver a ese
convento.

EN LA ACTUALIDAD EL
JUDIO ELIPHAS LEVI lo
rescato de la
exclusividad judia para
que los gentiles tambien
pudiesen adorarlo sin la
intervencion de los rabbi.
y actualmente BAAL, es
la principal deidad de los
mas poderosos de este
mundo, contando entre
sus fieles devotos
grandes empresarios,
banqueros, politicos y en
especial altos grados de
la masoneria le rinden
como su deidad mas
importante. En las
mismas casas de
Saddam Hussein se
encotraron numerosas
imagenes de esta deidad,
al igual en la
organizacion Skull and
bones donde salen los
presidentes de EEUU,
esta el culto a esta
deidad.

Lo unico que puede


vencer a este enorme
poder es el enorme poder
de la CRUZ.

seria la eterna lucha


entre el PODER y el
AMOR.

26/Jul/2006 19:31 GMT+1 Perfil ∙ Privado

hispapista #4 ∙ ▲
Legionario Miles RE: El señor de las
moscas

Wotan:im-pre-sio-nante
este foro tiene mucho
nivel

Mensajes: 66
Desde: 09/Jul/2006

26/Jul/2006 19:48 GMT+1 Perfil ∙ Privado

Galland #5 ∙ ▲
Emperador - Administrador RE: El señor de las
moscas

perfecto wotan, tan solo


y como veo que sale a
hilo sigo con el tema que
esta bueno, aaaah, ahora
me viene a la mente mi
amigo capellancastrense
(como hecho de menos a
mi cura chileno favorito,
me dara una gran alegria
cuando este de regreso).

Veamos, es muy cierto lo


que dices de Salomon, al
final de su vida
influenciado por las
muchas mujeres que
tenia que eran
Mensajes: 14.206 extranjeras (o sea no
Desde: 30/Abr/2005 eran judias) pues fue
adoptando diferentes
influencias Baalicas, es
por ello que si
estudiamos bien los
pasajes de las escrituras
relativas a estos ultimos
momentos de su vida
podemos pensar que es
posible que no tenga la
salvacion de la mano de
Dios ya que peco contra
el Espiritu Santo y por
tanto ese pecado es la
muerte definitiva (en las
escrituras se dice
muerte segunda, aquella
de la que no hay
resurreccion) paso a
poner datos concretos y
parte de la historia de
Israel y Baal, ya vereis
que hay mucho entrecot.
Los israelitas entraron
en contacto con Baal
cuando llegaron a
Canaán alrededor del
año 1473 a.E.C.
Encontraron que sus
habitantes adoraban a
una multitud de deidades
parecidas a las de
Egipto, aunque tenían
otros nombres y algunas
características
diferentes. Sin embargo,
la Biblia señala que Baal
era el dios principal de
los cananeos, y los
descubrimientos
arqueológicos confirman
su preeminencia (Jueces
2:11). Aunque no era el
dios supremo de su
panteón, era el más
importante para ellos,
pues creían que tenía
poder sobre la lluvia, el
viento y las nubes, y que
solo él podía salvar a la
gente así como a sus
animales y cosechas de
la esterilidad e incluso la
muerte. Sin la protección
de Baal, Mot, el dios
vengativo de Canaán, de
seguro les enviaría
calamidades.

La fuerza que impulsaba


el culto de Baal eran los
ritos sexuales. Hasta los
objetos religiosos
relacionados con este
dios, como las columnas
y los postes sagrados,
tenían connotaciones
eróticas. Parece ser que
dichas columnas piedras
labradas en forma de un
símbolo fálico
representaban a Baal, la
parte masculina de la
unión sexual. Por otra
parte, los postes
sagrados eran objetos de
madera o árboles que
representaban a Aserá,
la consorte de Baal, el
elemento femenino
(1 Reyes 18:19).

La prostitución en los
templos y los sacrificios
de niños también eran
aspectos importantes del
culto de Baal (1 Reyes
14:23, 24; 2 Crónicas
28:2, 3). El libro The Bible
and Archaeology dice:
“En los templos de los
cananeos había
prostitutos y prostitutas
(hombres y mujeres
‘sagrados’), y se
practicaba toda clase de
excesos sexuales. Los
cananeos creían que
tales ritos de alguna
manera hacían que
prosperaran las
cosechas y las
manadas”. Esa era al
menos la justificación
religiosa, aunque dicha
inmoralidad sin duda
satisfacía los deseos
carnales de los
adoradores. ¿Cómo,
entonces, sedujo Baal el
corazón de los
israelitas?
Tal vez muchos israelitas
hayan preferido practicar
una religión que les
exigiera poco. Si rendían
culto a Baal se libraban
de observar la Ley, lo que
incluía guardar el sábado
y una multitud de
restricciones morales
(Levítico 18:2-30;
Deuteronomio 5:1-3). Es
posible que la
prosperidad material de
los cananeos haya
convencido a otras
personas de que era
necesario apaciguar a
Baal.

Los santuarios
cananeos, conocidos
como lugares altos y
ubicados en los
bosquecillos de las
estribaciones de las
montañas, deben de
haber constituido un
hermoso telón de fondo
para los ritos de
fertilidad que allí se
realizaban. En poco
tiempo, los israelitas ya
no se conformaron con
frecuentar estos lugares
sagrados de los
cananeos, sino que
construyeron los suyos
propios. “Ellos también
siguieron edificándose
lugares altos y columnas
sagradas y postes
sagrados sobre toda
colina alta y debajo de
todo árbol frondoso.”
(1 Reyes 14:23; Oseas
4:13.)

Ante todo, el culto de


Baal era atrayente a la
carne (Gálatas 5:19-21).
Las prácticas sensuales
excedían el deseo de
poseer abundantes
manadas y cosechas. Se
glorificaba el sexo. Este
hecho se hace patente
en las muchas figurillas
que se han desenterrado
que tienen rasgos
sexuales exagerados y
que representan la
excitación sexual. El
banqueteo, el baile y la
música preparaban el
ambiente para el
comportamiento
licencioso.

Podemos imaginarnos
una escena típica a
principios del otoño. En
un entorno natural,
saciados de comida y
estimulados por el vino,
los adoradores bailan. La
danza de la fertilidad
tenía el propósito de
despertar a Baal de su
inactividad veraniega a
fin de que bendijera la
tierra con lluvia. Bailan
sin cesar en derredor de
las columnas fálicas y
los postes sagrados. Los
movimientos, sobre todo
los de las prostitutas y
prostitutos del templo,
son eróticos y sensuales.
La música y los
espectadores los incitan
a seguir bailando. Y
probablemente, cuando
la danza alcanza su
punto máximo, los
bailarines se retiran a las
cámaras de la casa de
Baal para tener
relaciones inmorales
(Números 25:1, 2;
compárese con Éxodo
32:6, 17-19; Amós 2:8).

Aunque esa forma de


adoración sensual atrajo
a muchas personas, el
temor también llevó a los
israelitas al culto de
Baal. La pérdida de la fe
en Jahve, el temor a los
muertos y al futuro, así
como la fascinación por
el ocultismo, los condujo
al espiritismo, que a su
vez conllevaba ritos
sumamente depravados.
The International
Standard Bible
Encyclopedia menciona
cómo los cananeos
honraban al espíritu del
difunto en su adoración
de antepasados: “Se
celebraban fiestas en la
tumba o en los túmulos
de la familia, y se
realizaban ritos de
borrachera y sexualidad
(quizás incesto) en los
que se creía que
participaban los
fallecidos”. Tomar parte
en estas prácticas
espiritistas y
degradantes separó a los
israelitas cada vez más
de su Dios, Jahve
(Deuteronomio 18:9-12).

Los ídolos y los ritos


relacionados con estos
también atrajeron a los
israelitas que preferían
andar por vista, y no por
fe (2 Corintios 5:7).
Incluso después de haber
presenciado milagros
espectaculares
realizados por la mano
invisible de Jehová,
muchos israelitas que
salieron de Egipto
sentían la necesidad de
tener un recordatorio
visible de él (Éxodo 32:1-
4). Algunos de sus
descendientes también
desearon adorar algo
visible, como los ídolos
de Baal (1 Reyes 12:25-
30).

La lucha por ganar el


corazón de los israelitas
se libró durante siglos,
desde que llegaron a las
llanuras de Moab, poco
antes de entrar en la
Tierra Prometida, hasta
que se les deportó a
Babilonia. La ventaja
varió con el tiempo. En
ocasiones, la mayoría de
ellos eran leales a Jahve,
pero con frecuencia
preferían a Baal. Una de
las causas principales
era que se relacionaban
con los vecinos
paganos.

Después de su derrota
militar, los cananeos
pelearon de forma más
sutil. Vivían cerca de los
israelitas y animaban a
estos conquistadores a
adoptar a los dioses del
país. Los jueces
valientes, como Gedeón
y Samuel, combatieron
esa tendencia. Samuel
exhortó al pueblo:
“Quiten de en medio de
ustedes los dioses
extranjeros, y dirijan su
corazón inalterablemente
a Jehová y sírvanle solo
a él”. Por algún tiempo
los israelitas prestaron
atención a la exhortación
de Samuel y “quitaron los
Baales y las imágenes de
Astoret, y empezaron a
servir solo a Jehová”
(1 Samuel 7:3, 4; Jueces
6:25-27).

Tras los reinados de Saúl


y David, Salomón empezó
a ofrecer, en sus últimos
años, sacrificios a dioses
extranjeros (1 Reyes
11:4-8). Otros reyes de
Israel y de Judá
siguieron el mismo
proceder y se rindieron
ante Baal. No obstante,
los profetas y reyes
leales, como Elías, Eliseo
y Josías llevaron la
delantera en la lucha
contra el culto de Baal
(2 Crónicas 34:1-5).
Además, durante este
período de la historia de
Israel hubo personas que
permanecieron fieles a
Jehová. Incluso durante
la época de Acab y
Jezabel, cuando el
baalismo estaba en su
apogeo, 7.000 personas
se negaron a ‘doblar las
rodillas ante Baal’
(1 Reyes 19:18).

Finalmente, una vez que


los judíos regresaron del
exilio en Babilonia, ya
no volvió a mencionarse
el culto de Baal. Al igual
que las personas a
quienes se alude en
Esdras 6:21, todos se
‘separaron de la
inmundicia de las
naciones del país, para
buscar a Jehová el Dios
de Israel’.

Aunque el culto de Baal


desapareció hace mucho
tiempo, aquella religión
cananea y la sociedad
moderna tienen algo en
común: la exaltación del
sexo. Las tentaciones
que llevan a la
inmoralidad sexual
parecen saturar el aire
que respiramos (Efesios
2:2). “Estamos luchando
contra las potencias
invisibles que dominan
en este mundo de
tinieblas, contra las
fuerzas espirituales del
mal habitantes de un
mundo supraterreno”,
advierte Pablo (Efesios
6:12, Traducción
interconfesional).

Estas “potencias
invisibles” de Satanás
promueven la
inmoralidad sexual para
esclavizar a la gente en
sentido espiritual (Juan
8:34). En la sociedad
permisiva de la
actualidad, las personas
se entregan al
desenfreno sexual,
no como si fuera un rito
de la fertilidad, sino más
bien como un medio para
sentirse realizadas o
para hacer lo que les
plazca. Y la propaganda
es igual de persuasiva.
Los mensajes sexuales
impregnan la conciencia
de la gente mediante el
entretenimiento, la
música y los medios de
publicidad. Los siervos
de Dios no son inmunes a
este ataque. De hecho, la
mayoría de los que caen
en el pecado son
personas que han
sucumbido a tales
prácticas. El cristiano
verdadero permanecerá
casto únicamente si
repudia de continuo
estas insinuaciones
inmorales (Romanos 12
.

Otra advertencia tiene


que ver con la pérdida de
fe, “el pecado que
fácilmente nos enreda”
(Hebreos 12:1). Parece
ser que muchos
israelitas aún creían en
Jehová, pero se dirigían
a Baal como el dios que
protegería sus cosechas
y les suministraría sus
necesidades diarias.
Quizás pensaban que el
templo de Jehová,
situado en Jerusalén,
estaba demasiado lejos,
y que no era práctico
obedecer Sus leyes. El
culto de Baal exigía poco
y era conveniente,
incluso podían ofrecer
humo de sacrificio a Baal
desde sus propios techos
(Jeremías 32:29). Es
posible que se hayan
envuelto en el culto de
Baal simplemente
participando en algunos
ritos o hasta haciendo
ofrendas a Baal en el
nombre de Jahve.

Un saludo
Galland.
El Diablo en tierras de Canaán
12.10.07 | 08:12. Archivado en Biblia en general
o
o
El mundo cananeo, sobre el que asentaron los hebreos -como
dijimos y que hoy ocuparía grosso modo una buena parte de
Palestina, Fenicia y parte de Siria- también creía en demonios,
y la prueba está en que los textos descubiertos durante el siglo
pasado de Ugarit, en Canaán, que se van traduciendo poco a
poco, nos hablan de multitud de prácticas mágicas muy desarrolladas para
defenderse de ellos; es decir, había en Canaán un catálogo de exorcismos y
conjuros contra los demonios maléficos.

Pero no conocemos bien los diablos del mundo cananeo. Sin embargo,
pensamos, que se reflejan de algún modo en los seres maléficos del folclore
hebreo antiguo que debió de asumirlos. En efecto, leyendo con cuidado la
Biblia y a pesar de que en el culto israelita no existía de modo oficial ninguna
prescripción para defenderse de los demonios ni se habían compuesto
oraciones para suplicar a Yahvé que protegiera al pueblo ante sus ataques,
caemos en la cuenta de que los hebreos creían en la existencia de seres o
genios maléficos.
En Levítico 17 se nos dice que los israelitas durante la travesía del desierto
ofrecían sacrificios a los seirim ("los peludos"), una suerte de seres peligrosos
que vivían entre las arenas o las ruinas.
También creían los primitivos judíos que por la noche circulaba una diablesa
peligrosa, llamada Lilit, emparentada sin duda con el demonio babilónico Lilitu,
el "Nocturno", dios también de las tormentas.
En Deuteronomio 32,17 prohíbe el legislador que los israelitas den culto a
los shedim, vocablo que a falta de mayor precisión se traduce por "demonios"
en general. Se piensa hoy que estos shedim serían en principio los ayudantes
o el cortejo, es decir el plural del dios Shedu del panteón babilónico, que era
una especie de divinidad en forma de toro que unas veces aparece como genio
benéfico y otras como maléfico. El nombre de shedu se relaciona con la
raíz shud ‘ser fuerte’; pero como en hebreo el verbo shadad significa ‘devastar’,
para los judíos los shedim serían “los espíritus ‘devastadores’ por
antonomasia”.
También en los desiertos moraban otros genios maléficos,
llamados iyyim o tsiyyim (“los sedientos”), que según la imaginación popular
debían de tener forma de chacales o gatos salvajes.
Según Génesis 4,7 existía un demonio llamado robets (relacionado con
el rabitsu babilonio "el agazapado") que atacaba a los hombres y que en
concreto fue el que incitó a Caín a matar a su hermano.
Por Levítico 16,17s sabemos que todo el pueblo creía en la existencia de un
demonio poderoso, llamado Azazel, que habitaba en el desierto, y al que eran
enviados los pecados del pueblo el gran día de la purificación, pecados
introducidos dentro del cuerpo de un macho cabrío gracias a un acto mágico, la
imposición de las manos del Sumo Sacerdote.

Así que el mundo primitivo cananeo tenía multitud de demonios, pro todavía no
se veía una estructura organizada, ni un “jefe” que ejerciera el control sobre
todos ellos.
LOS VIAJES AL INFRAMUNDO

Nuestra versión resulta especial, porque cuando el héroe baja al inframundo halla riquezas; pero
lo esperado es que allí se encuentren tres (o una) doncellas que hay que rescatar.

Juan Oso no es un relato donde los motivos de la representación de la muerte aparezcan de la


forma típica. Encontramos que el nacimiento milagroso, que suele ir asociado a los cuentos de los
viajes al país de la muerte, está sustituido por otro propio del héroe mitológico; que el rapto de la
doncella no es el móvil que dirige a Juan al inframundo. En efecto, Juan encuentra a las princesas
en el submundo y las rescata; pero esa presencia en el otro mundo justifica el viaje de Juan, no lo
causa; podría pensarse que se ha usado el conocido motivo de la joven raptada para glorificar el
viaje de Juan. Encontramos también, relacionado con lo anterior, que Juan emprende su épica
aventura acompañado de otros héroes sin seguir un rumbo o meta concreta; esto supone ausencia
de viajes o traslados fabulosos.

Es claro que el cuento del Oso se aleja, en muchos aspectos, del desarrollo más frecuente de los
viajes al otro mundo, sin embargo sería erróneo negar tal naturaleza a nuestro cuento. Pensemos
en la presencia del desplazamiento, tema clave en los ritos de iniciación, como supuesto viaje al
más allá. Nos referimos a la llegada del duende que se presenta dejándose caer a pedazos, de que
ya hemos hablado. Aunque, referente a este hecho, podemos preguntamos si el relato mantiene la
memoria de un rito ancestral o incorpora un motivo ajeno pero verosímil. (Parece creíble, hecho
de mentalidad, que el cielo pueda dejar caer sobre la tierra despojos animales, humanos e,
incluso, pequeños anfibios. Valerio Máximo [Hechos..., I, VI, 5] asegura que, en determinada
ocasión, cayeron pedazos de carne sobre la tierra que fueron comidos parcialmente por las aves o
estuvieron incorruptos durante varios días algunos que fueron respetados por las aves).

Tengamos en cuenta, también, la presencia del duende, que podría equipararse al guardián del
reino inferior que aparece en los relatos típicos de descendimientos ofreciendo, finalmente, los
objetos mágicos. En nuestro cuento, según las versiones completas, el objeto mágico donado es
una oreja del propio duende. Tampoco olvidemos, entre otros motivos, la lucha con los seres
monstruosos para rescatar a la princesa (o las tres princesas, según las versiones más
completas).

Los viajes al mundo del más allá forman parte de la mentalidad de todas las culturas tradicionales.
El mito cananeo de la "Lucha entre Ba'lu Môtu" (Mitos y Leyendas de Canaan, pp. 216 ss.),
rescatado de entre los restos milenarios de Ugarit, recoge el descenso (la muerte) del dios Ba'lu al
reino subterráneo de Môtu. Este mito, junto a los otros, muestra muchos motivos reconocibles en
el folklore. Cuando a Ba'lu le dan orden de ir al infierno, recibe toda una serie de instrucciones y
parte de su actividad preparatoria consiste en asegurar la sucesión, en propiciar la fertilidad:

Escuchó Ba'lu el Victorioso


amó a una novilla en (la tierra de) «Peste»
a una vaca en los capos de Playa-Mortandad.
Yació con ella setenta y siete veces,
fue montada ochenta y ocho;
y (concibió) y parió un muchacho
[…]
el ánimo de un novillo tuvo su hijo.

Snorri Sturluson (Textos... de los Eddas, XLIX): "Y cuando los dioses se reunieron [después de la
muerte de Baldr], habló Frigg y preguntó quién de entre los Ases, para tener todo su amor y
favor, quería viajar al infierno e intentar encontrar a Baldr y pedirle a Hel que lo dejara marchar,
si es que quería permitir a Baldr que volviera a Asgard" (p. 70).

Véase, por otra parte, la relación del ciclo vida-muerte con el del germinativo en las sociedades
agrícolas, así como la importancia de la fertilización de la madre Tierra relacionada con la
capacidad sexual (cf. nuestro cuento Diecisiete, posible resto de esta concepción). Por otro lado,
recuérdese el nacimiento de Juan Oso.

Sigue el mito narrando la aflicción de Llu por la muerte de Ba'lu y su deseo de ir tras el dios
fallecido. Después es 'Anatu quien baja en busca de Ba'lu con su "tánica ritual", exige la liberación
del dios muerto, acaba con el rey del mundo inferior, Môtu, y posibilita la vuelta a la vida a Ba'lu.

Recordemos que 'Anatu tiene un parecido asombroso con el héroe popular vencedor de monstruos
por su habilidad guerrera. En el mito de "El Palacio de Ba 'lu" (p.185), exclama: "Sí, amordacé a
Tunnanu, cerré su boca, /aplasté a la Serpiente tortuosa, al Tirano de siete cabezas; aplasté al
Amado de llu, Arsu, /...". Además 'Anatu recibe el encargo de hacerse con el secreto del rayo,
amenaza a llu, el Toro, para que se haga un palacio a Ba'lu, porque no es admisible que el rey de
los dioses no lo tenga, y se encarga a Hayyanu que haga el palacio. La actividad de este artesano
nos recuerda la de los herreros. Así sigue el poema:

Hayyanu subió a los fuelles (de la fragua)


en las manos Hasisu (cogió) sus mangos;
fundió plata, derritió oro, fundió por miles (de siclos),
oro fundido por miríadas.
Fundió un dosel y un lecho
un estrado divino de veinte mil (siclos).

Seguidamente, la madre reina hace un conjuro donde, entre otras cosas, acerca

un puchero al fuego,
una cazuela encima de las brasas (p. 185).

Decide Ba'lu que su palacio no tenga ventanas para que "no desaparezca (Pidrayu), hija de la
luz.", ni se le resista Yammu y ni le escupa. Y, para concluir el trabajo,

encendieron fuego en la casa,


llamas en el palacio.

que duraron siete días, al cabo de los cuales "se había convertido la plata en láminas, el oro
transformado en ladrillos" (pp. 205-206).

En una palabra, Ba'lu es ahora señor del fuego. Llama la atención, a nuestro propósito, que Ba'lu,
después de celebrar un banquete con los dioses y tomar posesión de sus villas, envía mensajeros
a Môtu, dios del infierno, para anunciarle que ha construido su palacio. Las recomendaciones que
hace a los emisarios son parcialmente las mismas que él recibirá cuando es llamado por Môtu en
el primer mito que hemos mencionado.

Evidentemente, no se puede hacer parangón entre los motivos de nuestro cuento y los elementos
narrativos cananeos; pero debemos admitir que hay ciertas coincidencias enmarcadas en el mismo
tema del descendimiento al otro mundo: indicaciones para desenvolverse en el infierno, los
pucheros en el fuego como parte de un conjuro o ritual, el dominio del fuego, la propia lucha entre
el héroe de superficie y los dioses o seres inferiores. Referente al escupir de Yammu, tengamos
presente que en otro mito anterior Ba'lu tuvo que enfrentarse a él y que lo hizo con una "maza
doble", arma mágica fabricada por Kôtaru. Es decir, que el vencido (mediante una maza) podía
escupir, tal como lo hace nuestro duende que es vencido por un cachiporrazo de Juan.

Coincidentemente, la mentalidad precolombina pone en relación al mundo inferior con el señorío


del fuego. En este caso, el padre de los dioses habita la zona sombría inferior y, a la vez, domina
el fuego. Un himno (Literaturas de la América Precolombina, p. 103) lo describe de la siguiente
forma:

El que está encerrado en nubes,


el viejo,
que habita en las sombras de la región de los muertos,
el señor del fuego y del año.

Un breve poema lírico azteca nos hace suponer que la concepción del mundo inferior por las
culturas precolombinas no difería de la de nuestras mentalidades ancestrales:

Abandonados con la tristeza


quedamos aquí en la tierra.
¿En dónde está el camino
que lleva a la región de los muertos,
al lugar de nuestro descanso,
al país de los descarnados? (Ibid., p. 124).

Se trata pues, de un mundo inferior con caminos de acceso concretos.

Debemos, no obstante, volver sobre las cunas de nuestras culturas occidentales para recordar
algunos aspectos más de los viajes al otro mundo. El mito acadio, de origen sumerio, "El descenso
de Ishatar a los infiernos" (Mitos Sumerios y Acadios, pp. 401-405) está íntimamente relacionado
(como los mencionados cananeos) con los problemas de la fecundidad. Ishtar dirige sus pasos a
"la Tierra sin Regreso, al reino de Ereshkigal", al "camino donde no hay sendero que posea
retorno". Al llegar a las puertas de entrada, recita una serie de amenazas al portero que comunica
el hecho a Ereshkigal que autoriza el paso de la visitante. Ishtar debe cruzar siete puertas y,
ritualmente, debe despojarse de una prenda en cada una de ellas. Como Ishtar es recluida por
deseo de Ereshkigal, "el toro no monta la vaca, el asno no se acerca a la burra, /en la calle el
hombre no fecunda a la doncella, /...". El rey, conmovido, concibe una imagen, y crea a
Asushunamir, un eunuco, para que baje a rogar por la vuelta de Ishtar. Tras largas indecisiones,
la reina del infierno ordena a su visir Namtar que rocíe a Ishtar con el agua de la vida. Cumplido el
requisito, Ishtar comienza el camino de vuelta y realiza el ritual inverso: viste una prenda en cada
puerta.

Recordemos las recomendaciones que Gilgamesh hace a Enkidu cuando éste va a bajar a los
infiernos por el pukku y el mikku, pero que Enkidu omite; constituyen todo un listado preceptivo
ritual: no usar vestidos limpios, prescindir de ungüentos, de bastón, de sandalias, de gritar,... La
no observancia de los preceptos supone la retención de Enkidu. Gilgamesh debe pedir a Enki que
abra los Infiernos para que libere a Enkidu (Mitos Sumerios..., pp. 153 ss.).

"El Descenso de Inanna a los Infiernos " (supra, pp.


175 ss.) es otro mito sumerio, recogido en tablillas del segundo milenio a. de C., donde aparece el
mismo ritual de despojamiento de vestidos en la bajada al inframundo y la intercesión de Enki que
envía los alimentos de vida para la resurrección de Inanna; pero aunque se obre la vuelta a la
vida, la salida del Infierno es más difícil; los Anunnaki advierten: "¿Quién, de entre los que han
bajado a los Infiernos, ha podido salir indemne de los Infiernos ? / ¡Si Inanna (quiere) salir de los
Infiernos / que nos entregue a alguien en su lugar!". El esposo, Dumuzi, queda en el infierno en
sustitución.

La importancia de la muerte, de su mundo, es de sobra conocida en la cultura egipcia (véase, por


ejemplo, la Mitología Egipcia, de Müller, caps. V-VI y X-XII). Destaquemos únicamente dos
aspectos: la desmembración de Osiris y su esparcimiento por Egipto y la identificación de la
entrada al inframundo en "un agujero en el suelo en U-pe ", en Abidos, lugar en que cayó la
cabeza del dios. Tengamos en cuenta que Osiris fue el señor de la vida y la muerte, el dios de los
muertos y los abismos identificados con el propio Nilo. Osiris, esencialmente, representaba el ciclo
germinativo, el ciclo de vida y muerte.

También en India, encontramos los inevitables conflictos entre los dos mundos. Como ejemplo
recordemos la historia entre el dios de la Muerte, Yama, y un devoto de Ixora omnipotente. El
penitente engendra a Marcandan, también devoto de Ixora. Llegada la hora de la muerte del
joven, Yama viene por él; pero éste se niega y se encomienda a Ixora. Como Yama no respeta ni
la imagen de Ixora, perece en combate. Sin dios de la Muerte, nadie fallece; los dioses piden a
Ixora que restituya la vida a Yama (Perés, Leyendas..., pp. 92-94). La literatura india recoge
infinidad de casos de vuelta desde la muerte. En Cuentos del Vampiro, la línea de separación de
ambos mundos es poco marcada; recordemos, por ejemplo, cómo Viravara recibe la vida tras
sacrificarse por su rey (pp.51-60), o cómo la joven enamorada resucita al ladrón cuando Bhairava
le concede un deseo (pp. 114-118). Sin duda, la historia más sugestiva del libro es la del rey que
se enamoró de una ninfa por la descripción que le hace su ministro Dirghadarshin. Cuando el rey
se sumerge en el océano por la joven, se oye una voz que dice que ésta había sido esposa del rey
Yashahketu en otra vida y que venía por ella con toda justeza. La historia termina con la vuelta al
mundo superior; la pareja se introduce en un estanque, "cuyo mecanismo secreto transportaba a
la gente al mundo terrestre. Abrazándola, el rey se dejó caer en el estanque con la joven y se
encontró de pronto en el estanque de su propia ciudad" (n.° 12).

Marco Polo (Libro de las Maravillas, cap. CLIII) explica la mentalidad China por la que se concibe la
vida y muerte como continuidad. Los cuerpos de las personas poderosas eran llevados a las piras,
y junto a ellos se colocaban figuras de animales, caballos, siervos... que iban a acompañar al
señor a la otra vida. El fuego era el elemento que separaba éste del otro mundo. Los hombres de
la provincia de Mangi, dice Marco Polo (p. 322) no temen a la muerte "ni se preocupan de ella, con
tal que vaya acompañada de honores [...], se dan a menudo muerte". No olvidemos que las
figuras que acompañan al muerto en su viaje al otro mundo, tal como dice Marco Polo, son, en lo
moderno, la sustitución de los seres reales (esposa, siervos...) y animales que ancestralmente
fueron inmolados junto al señor fallecido.

La mentalidad greco-romana también concibió la muerte como un viaje sin retorno hacia otro
mundo; pero también desarrolló ciertos viajes con vuelta y, desde luego, la posibilidad de que los
mortales pudiesen comunicarse con los muertos. Frazer (El Folklore..., pp. 398 ss.) nos habla de
los lugares concretos, oráculos de los muertos, únicas aberturas por las cuales los espíritus
ascendían o descendían de un mundo a otro. Dice que uno de los oráculos se encontraba en
Aornum, en la región de Tesprotia. Nos describe el paisaje actual y asegura que la grandeza de la
profundidad de las barrancas, el río discurriendo por la garganta, las aguas desplomándose
forman un conjunto de "soledad y desolación" que "llega a oprimir la mente y a despertar en ella
sentimientos de temor religioso y melancolía". También nos habla Frazer de otros oráculos y de
algunos casos asombrosos en que fueron puestos a prueba y no fallaron.

Ulises (Odisea, X) acudió a un oráculo y las almas, activadas por la sangre del sacrificio
ascendieron por el Erebo: "Ascendieron, reunidas, las sombras de muchos difuntos; novias y
jovenzuelos y ancianos que mucho sufrieron y muchachas con penas recientes en sus corazones"
(p. 169). Pero Ulises no deja que se le acerquen las almas a la sangre del sacrificio hasta que
Tiresias no le informa; no deja que beba ni su propia madre. Por lo demás, la historia de Ulises
recuerda en muchos aspectos al arquetipo de nuestro cuento, aunque es precisamente en los
pasajes que nuestra versión omite. Otro héroe que recuerda mucho en varios aspectos a nuestro
popular Juan es Hércules; tengamos presente también su viaje al mundo inferior (Apolodoro, pp.
61-62), de donde rescató a Teseo; aunque tuvo que dejar a Perítoo; su periplo fue posible porque
pudo iniciarse en los misterios de Eleusis (nuestro héroe, Juan, por otra parte, posee muchos
rasgos de los que caracterizan a Hércules). El mismo Apolodoro (p. 28) nos menciona el rescate
de Alcestis que murió por su esposo y fue rescatada por Core, o "según algunos Heracles luchó
con Hades y se la llevó arriba con él".

La mitología griega recoge otros descensos, pero, sin duda, el más conocido es el de Orfeo
(Apolodoro, p. 12). Orfeo no consigue el rescate de Eurídice porque incumple la única condición
que le habían impuesto los dioses para que pudiese subir a su esposa. Luis Gil (Transmisión
Mítica, p. 123) establece que con esta concepción del mito se "representa la imposibilidad
metafísica" del regreso del país de Hades. El mismo autor repara en que Orfeo es ya una figura
alejada de las viejas imágenes de héroes épicos investidos de gran fortaleza física y vigor y coraje
bélicos. El Orfeo que aparece en el mito del descendimiento está provisto, por contra, de nuevas
armas: el razonamiento y la persuasión, las limitaciones humanas, "las quejas, súplicas y
argumentaciones", que es lo único que puede oponer a las potencias de ultratumba. Perés (La
Leyenda y el C..., p. 52) asegura que el descendimiento mítico del sintoísmo japonés, el de
Izanagi es exacto al de Orfeo. Izanagi baja al Iomi tsu Kuni, infierno japonés con la misma
prohibición que Orfeo, prohibición que no cumple.

Evidentemente, ciertas concepciones mitológicas griegas fueron introduciéndose por los caminos
del pensamiento y la lógica, aunque no se desterrase la tradición, especialmente por parte del
pueblo. Referente a nuestra visión de la muerte, debemos tener en cuenta cómo fue
evolucionando la concepción de la misma, cómo se llegó a concebir el lugar del infierno como
espacio de premio y castigo. Eaco, Radamanto y Minos, más Triptólemo, fueron en su día
tribunales de las almas a las que distribuían según su mérito: destinaban las buenas a los Campos
Elíseos, las malas se reservaban para el Tártaro, mientras que las tibias se confinaban en los
prados de los asfóledos.

En el siglo VI se concretan ciertas corrientes racionalistas. Los pitagóricos hablan de la posibilidad


de una comunicación mental con los dioses; las personificaciones míticas se tornan en
abstracciones del pensamiento lógico. Es también en este siglo cuando surge el orfismo como
sociedad específica que aceptaba una forma de vida bien determinada regida por normas que iban
desde la vestimenta y las dietas alimenticias a la práctica de ciertas actividades iniciáticas
encaminadas a la preparación del viaje al país de Hades. Se esforzaron por conocer aspectos tan
concretos como las disposiciones y emplazamientos del infierno que les permitiera poder moverse
sin trabas por los pasillos subterráneos una vez muertos. Amold van Gennep (Los Ritos de Paso,
cap. VI: "Misterios Antiguos ") nos explica las prácticas que se efectuaban en Eleusis; entre otras
cosas había un viaje "a través de una sala dividida en compartimentos sombríos, cada uno de los
cuales representaba una región de los infiernos" (p. 104). Apollonios de Tianes (Vida..., lib. IV, en
Novela Griega, pp. 404-405) nos explica cómo puede relacionarse con los seres del otro mundo. El
es un pitagórico y posee esa cualidad. Lo hace, asegura, no como se dice que lo hizo Ulises "ni
evocando a las almas mediante sangre de corderos [...], sino dirigiéndole [se refiere a Aquiles, de
quien Damis había solicitado información] el ruego mediante el cual los indios dicen valerse a
propósito de sus héroes". En efecto, Apollonios invocó a Aquiles y "produjese una breve sacudida
toda en torno al túmulo y de él salió un hombre joven, de cinco codos de alto". El joven habló y
comunicó que se encontraba bien, se quejó de las pocas ofrendas que le tributaban los tesalios y
reconoció que Helena no fue raptada, sino que estuvo en Alejandría y que, cuando lo supieron, si
continuaron combatiendo, fue por tomar Troya y no retirarse en la deshonra. Es muy interesante
la exposición que Filostratos nos hace (pp. 272-287) sobre la vida de Pitágoras y el pitagorismo
porque nos muestra ciertas coincidencias con el nacimiento y formación de muchos héroes, como
vemos en otras partes: gestación maravillosa (un día, la madre vio a Proteo, dios egipcio con
capacidad para transformarse, y le preguntó que de quién daría a luz, y Proteus contestó que de
él), el sueño de la madre próximo al nacimiento (el sueño le dice que acuda a un valle donde hay
un santuario. En aquel valle un coro de cisnes la rodean cuando duerme y, a sus gritos, despierta
dando a luz a Pitágoras mientras un rayo ilumina la tierra), juventud prodigiosa. Del pitagorismo,
explica varias prácticas sobre el vestido, la comida... y la devoción al árbol sagrado, al laurel en
que quedó convertida la joven Dafne, hija del río Ladón.

Sobre lo anterior, no olvidemos las enseñanzas finales de Apuleyo en El Asno de Oro. Lucio, aún
en forma asnal, recibe la visita nocturna de Isis (pp. 567 ss.) que le asegura que cuando muera,
después de descender a los Infiernos, la verá en los Campos Elíseos y que, si se dedica a su
servicio, podrá prolongar su vida más de lo previsto. Tras comer las rosas. Lucio vuelve a su
apariencia humana y se dedica por completo a la iniciación en los preceptos esotéricos del
sacerdocio de Isis y Osiris que nos son descritos. En su consagración, se revelan algunos secretos
de ella. También en Las Láridas (cap. XV), Apuleyo nos refiere la vida de Pitágoras, cómo tomó la
sabiduría de los distintos pueblos tras el cautiverio en poder de Cambises: de los magos de
Zoroastro, de los egipcios, etc. Y, el mismo Apuleyo, en El Demonio de Sócrates, nos habla de los
demonios, tal como los denominan los griegos, como de mensajeros "entre los hombres y los
dioses, estos demonios llevan y traen de unos a otros, de una parte las demandas, y de otra los
socorros; intérpretes con unos, genios bienhechores con otros... " (en la ed. de Las Metamorfosis,
p. 300).

En cierto modo, esta concepción nos recuerda la egipcia que poseía el Libro de los Muertos como
guía para orientarse en los caminos de la vida y la muerte y los que unían a ambos. El propio
Eurípides (Heracles, 610-615) menciona los ritos órficos: "Tuve la suerte de contemplar los ritos
de los iniciados". En Reso (965-975): "Pues está obligado conmigo a honrar a los amigos de Orfeo
[...], y, del mismo modo que el profeta de Baco en el rocoso Pangeo, como dios será venerado por
los iniciados en los misterios". Es claro que Eurípides refleja posturas no determinadas; recoge
diversas corrientes y fluctúa entre la vieja tradición y el nihilismo, pasando por el escepticismo:
"Mas si una deidad así lo dispone, la muerte se marcha hacia Hades llevándose los cuerpos de los
hijos" (Hec., 1109-1115). "Si es que existe algo bajo tierra" (Heracl., 590-599). "-Hija, no es lo
mismo morir que seguir viviendo. Lo uno significa la nada, en lo otro hay esperanza" (Tr., 650-
640). "La fortuna me ha arrebatado en un solo día, como un pájaro, hasta el éter" (Heracles,
510).

Platón (La República o el Estado, X) refiere como verdadera la historia de Er el Armenio. Er, que
había muerto en una batalla, iba a ser recogido entre los cadáveres corruptos, cuando se halló que
estaba vivo. Seguidamente nos cuenta sus experiencias en el otro mundo. Esta historia sigue la
línea de todos los relatos sobre las visiones en la frontera de la muerte, de los testimonios de
viajes atemporales y siderales que están hoy muy extendidos.

El Corán (sura 38) dice: "Dios llama a las almas cuando mueren y cuando, sin haber muerto,
duermen. Retiene aquellas cuya muerte ha decretado y remite las otras a un plazo fijo". Podemos
suponer, con esto, que las almas gozan de la presencia de Dios en otros mundos por medio de
una muerte temporal, el sueño, hasta la llamada definitiva. El sura 17 del Corán refiere el viaje
nocturno de Mahoma desde Meca a Jerusalén. En esa noche, Mahoma visitó el cielo y el infierno.
El editor pone de manifiesto la dificultad que entraña interpretar este episodio; para unos refleja
un hecho real acaecido el año 621 y para otros un sueño.

La mentalidad cristiana no rechaza la idea de un infierno como lugar para las almas de los
muertos. Cuando Jacob (Génesis, 37, 36) ve la túnica ensangrentada de su hijo y piensa que ha
muerto, expresa su deseo de ir al Seol, o Infierno: "Quiero descender enlutado junto a mi hijo, al
Seol". Sin embargo, el infierno de los cristianos es lugar punitivo para las almas perversas,
semejante al Tártaro griego.

San Pablo (Efesios, 4, 9-12) asegura que Cristo, de igual forma que subió al cielo, había
descendido "a la parte más profunda de la tierra". San Pablo (1 Ep., 3, 18-21) proclama la
liberación de los espíritus presos por la acción de Cristo "muero en la carne " y por medio del
bautismo (símbolo de iniciación).

La doctrina cristiana insiste constantemente en este hecho: "El murió por nosotros en la carne
para rescatarnos de la tiranía de la muerte. Descendió al Hades y franqueándolo liberó las almas
allí encerradas desde siempre. Fue sepultado y resucitó al tercer día, venció a la muerte y nos
regaló su victoria" (Barlaam y Josafat, p. 50).

En El Especulo (cap. XLIX, todo él titulado "Del Infierno"), leemos:

Segund dize Sant Ysidoro en el catorzeno libro de las Etimologías infierno es dicho en latyn de
"infra", que quiere dezir "baxo", porque es baxo, en medio de la tierra. Onde es llamado coraçón
de la tierra porque es en medio della, asi commo el coraçón es en medio de la animalia. E de aquí
es que de Ihesu Christo es dicho que estouo en el coraçón de la tierra, conviene saber en el
infierno del linbo" (p. 229).

Conviene cerrar este apartado con la concepción de tantos pueblos que cultivaron la figura del
chamán. De Mircea Eliade (Historia de las Creencias, III, pp. 2934), podemos extraer las
siguientes afirmaciones que podrían resumir toda una teoría del origen de los cuentos y justificar
tantos motivos de hechos maravillosos que los pueblan: En otros tiempos, los «primeros
chamanes» volaban realmente por las nubes a lomos de sus «caballos» (es decir, sus tamboriles);
podían asumir cualquier forma y realizaban milagros que sus descendientes actuales son
incapaces de repetir.

Gracias precisamente a esa capacidad de viajar por los mundos sobrenaturales y de ver a los
seres sobrehumanos (dioses, demonios) y a los espíritus de los muertos ha podido contribuir el
chamán de manera decisiva al conocimiento de la muerte [...].

Los paisajes que contempla el chamán y los personajes con los que se entrevista en el curso de
sus viajes extáticos por el más allá son minuciosamente descritos por el mismo chamán durante el
trance o después del mismo. El mundo desconocido y aterrador de la muerte adquiere forma, se
organiza de acuerdo con unos tipos específicos, termina por presentar una estructura y, con el
tiempo, se vuelve familiar y aceptable. A veces, los habitantes del mundo de la muerte se hacen
visibles; adquieren un rostro, muestran una personalidad y hasta una biografía. Poco a poco se
hace objeto de conocimiento el mundo de los muertos y hasta se revaloriza la misma muerte,
sobre todo como rito de paso hacia un modo de ser espiritual. En resumidas cuentas, los relatos
de los viajes extáticos de los chamanes contribuyen a «espiritualizar» el mundo de los muertos, a
la vez. que lo enriquecen con formas y figuras cargadas de prestigio.

Las aventuras del chamán en el otro mundo, las pruebas a que es sometido durante sus
descensos extáticos a los infiernos y en sus ascensiones celestes recuerdan las aventuras [sic] de
los personajes de los cuentos populares y de los héroes que pueblan la literatura épica. Es muy
probable que muchos «temas», motivos, personajes, imágenes y estereotipos de la literatura
épica, sean, en última instancia, de origen extático, en el sentido de que se tomaron en préstamo
de los chamanes cuando éstos narraban sus viajes y aventuras en los mundos sobrehumanos. Ese
puede ser el origen, por ejemplo, de las aventuras atribuidas al héroe buriato.

Evidentemente, nuestro cuento popular refleja y comparte unos materiales conceptuales y


narrativos familiares a la mentalidad universal de todos los tiempos: Juan el Oso encierra las
características propias de los héroes ancestrales (zoomorfos,...), muestra rasgos típicos del
individuo que ha superado los ritos de iniciación, posiblemente ha ingresado en el gremio de los
herreros, alquimistas, o chamanes, dominadores del fuego y capaces de moverse en la frontera de
los dos mundos. Es capaz, como lo fue Orfeo y algunos héroes míticos, de bajar al mundo
subterráneo (mundo de los muertos) y moverse por él, tal como los pitagóricos que conocían los
secretos de Hades.

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