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ciencia social. A diferencia de lo que ocurre en las ciencias exactas, en las cuales la
marco conceptual común. Por supuesto, los estudios sobre lo religioso no son la excepción,
tuvieron dos efectos contrarios. Por un lado, Marx, Durkheim y Weber fueron algunos de
los que pusieron las bases sobre la conformación de lo religioso como objeto de estudio
independiente. Sin embargo, por otra parte, la interpretación que de ellos se hizo ocasionó
que el estudio de lo religioso fuera desplazado a un segundo término dentro de las ciencias
sociales.
religioso. Junto con lo anterior, se presenta en general la forma en que los estudios
algunos de los intentos por construir un nuevo paradigma, con base en los artículos de
Warner y Kurtz.
la secularización. Casi todos los autores clásicos de la teoría sociológica, como Marx,
1
Weber, Durkheim, coincidían sobre el desplazamiento de las instituciones religiosas y su
atrás viejas formas, factores y unidades de producción, también serían “obsoletas” sus
primera como disciplina social. Este autor afirma que los fundadores de la sociología no
sólo buscaban explicaciones racionales sobre la realidad social, como representantes del
Postiluminismo occidental, sino ofrecer una base científica-moral para remplazar los
muchos de los gigantes intelectuales del siglo XIX, como Marx, Durkheim y Freud, fueran
como una lucha entre dos cosmovisiones distintas, tanto a nivel colectivo como individual.
1
Hervieu-Léger, Daniéle, “Por una sociología de las nuevas formas de religiosidad: algunas cuestiones
previas”, México, IES UNAM, 1996, p. 23; Parker, Cristián, Otra lógica en América Latina, religión popular
y modernización capitalista, México, F.C.E., 1993, pp. 121, 129
2
Kurtz, Gods in global village, Pine forge press, 1995, p.6
2
relación sociología-teología su puede caracterizar como de amor-odio. No sólo es una lucha
dicotómica, lo cual explica el rechazo radical entre los dos sistemas, sino una relación
funcional entre ambas, puesto que los tres clásicos que se consideran en este trabajo desde
religiosos. Por lo tanto, la idea marxista de que todo sistema tiene en su seno las semillas de
para algunos es más un sistema totalizador de pensamiento, una visión total de la vida
humana, por lo que se parece mucho a un sistema religioso.4 Sin embargo, para otros esto
revolución, no como un tratado filosófico.5 Sin embargo, lo cierto es que en su obra este
autor tiene una visión del desarrollo lineal y progresivo, eurocentrista y determinista.
3
La relación de Weber con su piadosa madre y su racional padre ilustra la tensión entre ambos sistemas. Sin
embargo, el rompimiento entre religión y ciencia no es automático ni total, pues se puede rechazar la
institución eclesiástica y su sistema filosófico y mantener la esperanza en sus funciones éticas y morales,
como Durkheim y Weber. Id., ibidem., pp. 7-8 El joven Marx se mueve en los círculos académicos prusianos,
en los cuales el sistema filosófico hegeliano deshecha el sistema religioso pero mantiene viva la idea del Ser
supremo.
4
Pals, Daniel, Seven theories of religion, Oxford, University Press, 1996, p.125
5
Gurvitch sostiene que el deseo de Marx de promover la praxis por sobre la teoría, lo llevó a sacrificar la
reflexión filosófica por la acción revolucionaria. En primer lugar, se malinterpretó a Marx porque él y Engels
dieron por sentado que sus lectores entendían a Hegel y no lo explicaron, no contaron que Hegel pasara de
moda. En segundo lugar, cuando alcanzaron la fama, Engels y Marx ya no estaban, y sus lectores no conocían
sus escritos de juventud, que no fueron publicados hasta mucho más tarde, cuando nadie entendía ya la
relación de Marx y Hegel, excepto el lugar común de su supuesta rivalidad irreconciliable. Esta
descontextualización se agravó por el hecho de que la gran teoría de Marx inevitablemente se convirtió en
una escolástica, interpretada en forma dogmática y descontextualizada, como caída del cielo y explicada “por
ella misma”. Incluso un concepto tan central en Marx, la alienación del hombre, se encuentra por completo en
Hegel. Por lo tanto, la tesis del autor es que Marx parte de Hegel y no contra Hegel. Gurvitch, G., Dialéctica y
sociología, Alianza editorial, Madrid, 1971, p.225
3
Considera a la religión como el opio del pueblo, puesto que como una institución de la
proporciona una felicidad ilusoria, por lo que es necesario abolirla para acceder a la
felicidad real.6 En este sentido, constituye un paliativo, un escape a la opresión de las clases
propietarias, y para los pobres que sufren la explotación es una forma de evadirse de la
realidad, por lo que lo que la famosa metáfora ilustra la necesidad de la religión como una
adicción. No sólo es una herramienta de legitimación del orden existente, sino que también
La misma religión aliena la conciencia del hombre, pues al igual que el capitalismo
la religión toma valores que son propios del hombre y se las asigna a Dios. La alineación
una realidad religiosa subordinada a la base económica, sólo un mero reflejo de las
6
Pals, op. cit., p.141
4
había alcanzado la modernidad.7 Por supuesto, en prospectiva, Marx profetizaba el
De los tres clásicos, las nociones de Marx sobre la religión fue la más influyente en
la ciencia social. Sin embargo, al reducir el fenómeno religioso a un mero reflejo de la base
económica, tuvo el efecto de inhibir el estudio de lo religioso. 8 Sus ideas sobre la religión,
uno de los puntos de referencia obligados en las ciencias sociales, es Max Weber.
7
Incluso no todas las naciones europeas eran modernas en tiempos de Marx, pues frente a Inglaterra, se
encuentran otras en vías de desarrollo y otras, como Rusia, francamente muy lejos, que según el esquema de
Marx tendría muchos rasgos del feudalismo.
8
Por ejemplo en México la falta de atención a estos temas, principalmente en la década de 1970 y 1960, se
debió, entre otros factores a que la mayoría de los investigadores, comprometidos con el paradigma marxista
y el estructuralista, los cuales consideraban lo religioso como una manifestación ideologizante de las clases
dominantes, o como una estrategia imperialista de penetración cultural. Casillas, R., “La pluralidad religiosa
en México: descubriendo nuevos horizontes” México, UNAM, 1996, p. 71; Parker, op. cit., p. 46 Esto no
cambió hasta que marxismo cayó en desprestigio y se multiplicaron las casos del protagonismo social de la
religión, como Afganistán, Revolución islámica en Irán, la permanencia de la religión en la ex -Unión
Soviética, etc.
5
de los estudios culturales y religiosos.9 Para Weber las sociedades se desarrollan de lo
racionalización: conforme la sociedad se vuelve más compleja, y pasa de una forma de vida
tradicional a una moderna, las relaciones entre los individuos se transforman también. De
Por supuesto que las instituciones sociales también cambian y, conforme el proceso de
vuelve más compleja, sus instituciones religiosas también cambian, así es que para Weber
existen dos tipos principales de religión: La religión tradicional o mágica de las sociedades
9
En realidad es difícil hablar de una teoría sobre la religión en Weber, pues no sistematizó sus ideas para
conformar una. Sin embargo, en La ética protestante y el espíritu del capitalismo, su única obra concebida
como un libro, y en muchos de sus escritos, se puede observar el interés por la religión y su función social.
10
Religión racional en tanto un sistema formalizado e institucionalizado, con un cuerpo de especialistas y
creencias complejos.
6
sociedad para explicar la persistencia de la religión, y el surgimiento de múltiples opciones
informal, más flexible en organización y abierta en cuanto a valores y creencias), junto con
los clásicos como Marx y Durkheim también tenían), sino sólo a ciertos sectores, lo cual
idea que las sociedades son producto de las acciones humanas, las cuales vienen porque las
11
Para Weber, el espíritu del capitalismo es la mentalidad que aspira al lucro, una ganancia racionalmente
legítima, ejerciendo sistemáticamente una profesión o trabajo. Según él, dicha mentalidad ha encontrado su
realización en la moderna empresa capitalista. Weber, M., La ética protestante y el espíritu del capitalismo,
México, Colofón, 1998, pp.68, 228, 257. Para Weber, la ética protestante, especialmente la calvinista, preparó
el camino para el espíritu del capitalismo, y no lo dice sólo por el caso alemán que trata en su libro La ética
protestante, sino por sus observaciones en los Estados Unidos, en los que la adscripción a una secta es una
especie de garantía de solvencia en los negocios. Esto es así porque en la mentalidad religiosa de algunas
iglesias, se he formado la idea de que Dios bendice con riquezas a aquel cuya conducta es recta. Gerth,H. And
Wright Mills, translators, editors (1973) from Max Weber: Essays in sociology, New York, Oxford University
press, pp. 313, 320, 321
7
personas hacen cosas de acuerdo a ciertos ideales, actitudes y valores. Por ejemplo, no sólo
el interés material guía a los norteamericanos a pertenecer a una secta o en una asociación o
fraternidad, sino el honor y privilegios que conlleva.12 Por lo tanto, sólo al conocer el
Por todo lo anterior, debemos concluir que dichos conceptos, y otros que no se pudo
discutir, han sido y son fundamentales en el discurso sociológico sobre religión. Si bien la
explicación de Weber sobre el origen del ethos del capitalismo moderno ha sido
12
Sobre el caso norteamericano, Weber creía que con el tiempo sería una sociedad tan secularizada como las
europeas, a pesar de presentar ciertas especificidades. Id., ibid., pp.310, 321
13
Weber, op.cit., pp. 264-266
8
comunidad, este autor se pregunta qué podría sustituirlos. 14 Durkheim logra formar una de
las más originales e influyentes teorías sobre la religión, cuyos elementos más importantes
sociedades muy tradicionales es tan fuerte que obstaculizan toda innovación La lealtad y el
compromiso se logran a través de los símbolos, y el más elemental de todos, que yace en el
impacto en las sociedades, y en las religiones. En este sentido señala cuatro tendencias: 1)
revolución industrial, política y social, en los cuales los intereses privados y monetarios son
los valores sagrados producidos y controlados por la iglesia, cuyo control estaba siendo
14
Para él lo sagrado sólo revive y se manifiesta en la misma sociedad. La función social de la religión es
lograr la lealtad, el compromiso individual a la sociedad. Éstos se logran a través de los símbolos y las
practicas rituales.
15 En su análisis de las formas más elementales, él encuentra en el principio totémico la creencia más básica
de las religiones; no en las creencias de dioses y cosas sobrenaturales, sino la creencia en una fuerza
impersonal y poderosa (física y moralmente) sobre la vida del clan, la cual trabaja en el interior de las
personas. Durkheim, E., Las formas elementales de la vida religiosa, México, Colofón, 1991, p. 208 El grupo
siente la gran obligación y compromiso de observar las ceremonias, y a través del principio totémico. Formar
entre los integrantes una profunda lealtad. Esto se da entre pentecostales, la obligación de asistir, escuchar
atentamente el sermón, de brincar y gritar para darle un golpe a Satanás. Para comprenderlo se necesita
analizar qué es exactamente el totem, es un símbolo, un símbolo de la sociedad. Pals, op. cit., p. 103
9
control social, el cual no requiere ya a la iglesia como maestra de la moralidad (la cual no
privados, esta nueva libertad personal con respecto a los sistemas tradicionales es una
espada de dos filos, por un lado representa la autorrealización, y por otro la soledad y la
Para otros estudiosos como Roland Campiche, Cristián Parker y Marie Hervieu-
disidencia religiosa salida del catolicismo, sino también por las nuevas tendencias
significados a lo largo del siglo, siguiendo a Carl Dobbelaere, Fortuny afirma que la
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El mismo concepto de anomia ha cobrado importancia en los últimos tiempos. Ha sido utilizada y
redeterminada no sólo en estudios sobre religión, en este sentido Merton y la quiebra de identidades
colectivas son buenos ejemplos. Si bien Durkheim previó que la religión sería recluida al ámbito de la vida
privada (las creencias), lo que en efecto ha ocurrido en algunos países europeos, no imaginó que algunos de
los investigadores de la religión, y de los procesos de globalización, explicarían a la anomia como uno de las
causas del llamado resurgimiento religioso.
17
Parker, op. cit., p. 117; Hervieu-Léger, op. cit., p. 44
10
instituciones, de la iglesia y del Estado; c) el cambio religioso o las transformaciones en las
el cual concluye que el suicidio egoísta y el suicidio anómico (anomia, griego: sin ley) son
quiebra de identidades colectivas son buenos ejemplos. Si bien Durkheim pensó que la
religión sería recluida al ámbito de la vida privada (las creencias), lo que en efecto ha
religión, y de los procesos de globalización, explicarían a la anomia como uno de las causas
elaborar una teoría alternativa a la secularización. Según Lester Kurtz, en la aldea global es
18
Fortuny, Patricia, Creyentes y creencias en Guadalajara, México, CIESAS, 1999, p.22; Bastian, Jean P.,
La mutación religiosa de América Latina, para una sociología del cambio social en la modernidad
periférica, México, FCE, 1997, pp. 7-11
19
Wallece, & Wolf, Contemporary sociological theory continuing the classical tradition, New Jersey,
Prentice hall, 1980, p. 23
11
esencial estudiar lo religioso, y presenta un panorama somero de las principales teorías-
metáforas20 que se han utilizado por la ciencia social norteamericana y europea en las
postrimerías del siglo XX. En primer lugar la teoría del Dosel Sagrado, de Peter Berger,
quien afirma que la religión es una protección que provee seguridad a la vida de las
que compartir las funciones como constructor del nomos con otras cosmovisiones, como la
ciencia.
deficiencia del dosel sagrado y captar la diversidad que implica la noción de la aldea
global. Esta metáfora visualiza al campo religioso como un mercado, en el cual los
por los empresarios espirituales. En algunos trabajos en México se utiliza esta metáfora
por Max Weber y en realidad es más una metáfora que teoría. Ésta ilustra la relación entre
ideas e intereses o entre cultura y estructura social. Según esta idea, cada grupo social tiene
cierta preferencia, de acuerdo a sus intereses, por determinadas ideas religiosas. Las
20
Kurtz afirma que ante la complejidad del fenómeno religioso y la gran cantidad de métodos cuantitativos y
cualitativos para estudiarla, los científicos sociales tienden a ser eclécticos, por lo que para hacer clara la
visión sobre el objeto de estudio utilizan herramientas conceptuales como metáforas. Kurtz, op. cit., p.8
12
que existen circunstancias históricas involucradas en la elección, por lo que ésta no es
hegemónicas apoyarían determinada tradición religiosa por sobre otra para apoyar sus
intenciones.22 De la misma forma, explica el por qué los grupos humanos de diversas
situaciones sociales prefieren determinadas creencias religiosas por sobre otras. Las
ingresos muy arriba del promedio se mostraría más proclive a adoptar total o parcialmente
nuevo paradigma que responda a las peculiaridades del fenómeno religioso en los Estados
Unidos, las cuales no han sido respondidas por la teoría de la secularización, o han sido
insumos teóricos de otros paradigmas, como el del mercado religioso. Según Warner, la
21
Id. ibid., pp.13, 15
22
Esto no significa que en todos los casos las aspiraciones políticas esgrimieran la religión como un recurso
totalmente utilitario. Por ejemplo, la antigua monarquía judía se apoyaría en una tradición yavhista para
unificar el reino, y cientos de años después los exiliados preferirían retomar elementos de esta tradición a
adoptar las de los persas, lo cual hubiera sido más práctico bajo nuestra óptica.
23
Por lo tanto, analizando el desarrollo histórico de la religión estadounidense, es posible apreciar que es
originada por una desinstitucionalización. Warner, “Toward a new paradigm for the sciological study of U.S.
religion”, en American journal of sociology, vol 98, Num. 98, 1993, pp. 1050-1051
13
teoría de la secularización está construida con base en la experiencia europea, y su
aplicación a otros contextos como el norteamericano deja grandes espacios sin explicación.
fines del siglo XIX. De una forma u otra, las teorías sobre el fenómeno religioso se han
ellos. Las razones de su permanencia son variadas, por ejemplo, por la atracción que los
clásicos ejercen sobre la ciencia social, o la dependencia teórica con respecto a Europa, o
bien por asumir como ciertas las premisas de progreso lineal y la convergencia, que
Qué es lo que queda del paradigma de la secularización. Por el momento, y con base
en las lecturas, al parecer sólo algunos insumos teóricos y ciertas tendencias observadas en
la mutación religiosa. Como la metáfora de Weber sobre las afinidades electivas, y algunos
tendencias de la relación entre urbanización y cambio religioso, que mantienen todavía una
esperanza de validación. Por ejemplo, la tendencia de grupos sociales golpeados por las
“popular”, mientras que los considerados clases medias tienden al catolicismo institucional.
otro indicador que puede servir de evidencia tanto el paradigma secularizador como a la
14
nueva alternativa de la desinstitucionalización. Lo único que se puede asegurar es que los
que pugnan por reformular la secularización, o quienes la han desechado, han constatado la
BIBLIOGRAFÍA
Bastian, Jean P., La mutación religiosa de América Latina, para una sociología del cambio social
en la modernidad periférica, México, FCE, 1997
Durkheim, Emile, Las formas elementales de la vida religiosa, México, Colofón, 1991
Gerth,H., & Wright Mills, translators, editors from Max Weber: Essays in sociology, New York,
Oxford University press, 1973
Hervieu-Léger, Daniéle, “Por una sociología de las nuevas formas de religiosidad: algunas
cuestiones previas”, en Identidades religiosas y sociales en México, Giménez, Gilberto (Coord.),
México, IES UNAM, 1996
Parker, Cristián, Otra lógica en América Latina, religión popular y modernización capitalista,
México, F.C.E., 1993
Wallece, & Wolf, Contemporary sociological theory continuing the classical tradition, New Jersey,
Prentice hall, 1980
Weber, Max, La ética protestante y el espíritu del capitalismo, México, Colofón, 1998
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