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Antecedente histórico de la “ESCUELA TECNICA

INDUSTRIAL”en Venezuela

Publicado el 7 julio, 2015 por Educación y Trabajo

Luís Caballero Mejías fue el hombre que dejó huella como


organizar y educador, en su labor creadora de los estudios
industriales en el país.

luia c mejias foto

En 1935 le fue confiada la Dirección de la Escuela de Artes y


Oficios de Caracas, y convencido de lo que debían emprender las
nuevas generaciones produce los cambios necesarios en la
estructura del plantel, y en 1937 logra que el Ministerio de
Educación le dé el nombre de Escuela Técnica Industrial, institución
de prestigio que a su vez fue el origen de las otras escuelas
industriales.

eti luis caballero mejias

Antecedente histórico de la,”ESCUELA TECNICA INDUSTRIAL”


Proceso expansivo

1.-El Decreto del 14 de abril de 1884 que creó la Escuela de


Artes y Oficios para hombres.Esta escuela representó la adopción
del sistema artesanal de aprendizaje en Venezuela.

2.La transformación en 1935 y 1937 de la antigua Escuela de


Artes y Oficios en Escuela Técnica Industrial.

Esta transformación estuvo enmarcada por dos hechos


significativos:

a) La adopción del sistema de adiestramiento manual,b) la


designación de Luis Caballero Mejías como Director de la ETI.

El trabajo manual, el cual había sido percibido con


connotaciones peyorativas en círculos sociales, comenzó a ser
considerado como un elemento importante para el proceso de
desarrollo económico que se iniciaba con el nacimiento de la
actividad petrolera.

3.- La Convención de la Federación Venezolana de Maestros de


1936, en la cual se trazaron por primera vez lineamientos para
elaborar planes integrales para la educación técnica.

4.-La impresionante expansión de la educación técnica a partir


de 1958, período en el cual se creó una gran cantidad y variedad de
escuelas técnicas y el Ince.
La Fortaleza de la Escuela Tecnica Industrial sus docentes:

Cuando Luis Caballero Mejías dirigía la ETI de Caracas y en los


años subsiguientes hasta que fue desintegrada por el primer
gobierno de Rafael Caldera, el recurso docente y el personal
directivo eran fortalezas. Las asignaturas académicas estaban a
cargo de excelentes profesores del Instituto Pedagógico de Caracas.
Las asignaturas profesionales estaban bajo la responsabilidad de
ingenieros graduados con valiosas experiencias que transmitir. Las
prácticas de laboratorios y talleres las dictaban calificados técnicos
extranjeros y venezolanos, actualizados en sus respectivas
especialidades. Destacó en este renglón un grupo excepcional de
técnicos españoles que se encontraba en Venezuela en condición de
exilados de la dictadura de Francisco Franco y que se dieron
totalmente por la causa de esta escuela.
Los ayudantes de taller eran peritos y operarios con
experiencia práctica actualizada, capaz de orientar a sus estudiantes
en el taller y ayudarles a resolver problemas. Los jefes de
especialidad tenían la responsabilidad de seleccionar al personal
docente y auxiliar, se clasificaban en primera (materias
académicas), segunda (básicas comunes a varias especialidades) y
tercera (profesionales de la especialidad). Las horas de tercera eran
mejor pagadas y estaban a cargo de ingenieros, esto permitía
competir por los mejores recursos con universidades como la
Universidad Central de Venezuela.
Para los inicios de la década de los sesenta, Venezuela se
encontraba en medio de un interesante proceso de expansión de sus
seis más importantes experiencias en educación técnica. La pionera
de las escuelas industriales fue la Escuela Técnica Industrial de
Caracas (ETI), luego bautizada con el nombre de Luis Caballero
Mejías. Esta escuela inició la formación de técnicos en 1952 y graduó
su primera promoción en 1954. (ver foto). Sirvió de modelo para la
creación de las Escuelas Técnicas Industriales de Cabimas, San
Cristóbal, Valencia, Ciudad Bolívar, Puerto Ordaz y Maracaibo. Como
parte de esa expansión, se comenzó a discutir y motivar la creación
de un instituto politécnico. Dentro del concepto de educación
técnica, un politécnico significa la continuación en el nivel superior
de toda la formación técnica que un joven podría haber adquirido en
su educación formal y no formal de escuela básica y media. Para esa
época, los técnicos ETI, por ejemplo, habían estado dos años en un
ciclo básico que contemplaba 20 horas semanales de práctica y
tecnología de talleres, más cuatro años de formación tecnológica en
su especialidad. El ingeniero Rafael Tudela presentó un proyecto
para transformar la Escuela Técnica Industrial de Caracas en
instituto politécnico, pero no encontró apoyo en los círculos
políticos de turno en el poder.Por otra parte, la dirigencia
educacional de esa época aceptó una oferta electoral del Presidente
Rómulo Betancourt para crear un instituto politécnico, pero la
responsabilidad por el diseño fue entregada a personas que nunca
conocieron el significado de la educación técnica y que decidieron
cerrar sus oídos a las expectativas de este sector. En consecuencia
crearon una escuela tradicional de ingeniería, comenzando por un
extraño híbrido denominado Licenciado en Ingeniería, el cual no
encontró cabida en la estructura ocupacional de las empresas y
generó presiones hasta que se pasó de inmediato a formar
ingenieros a partir de bachilleres. Este segmento de la historia tiene
mucha importancia, por cuanto se tiende a creer que la destrucción
de la educación técnica comenzó con la generalización del
bachillerato.
Quienes así piensan, olvidan que el primer daño se hizo al
negar a los técnicos el camino lógico al nivel superior, por la vía del
politécnico. Visto en una perspectiva estrictamente política y
partidista, quienes comenzaron la expansión que aquí se describe
(década de los sesenta), se negaron a crear el verdadero politécnico
y de esa forma sirvieron a la educación técnica en bandeja para que
sus rivales la destruyeran (década de los setenta).

Fotos de Luis Caballero M

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