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Sai Baba y el Ashram Gufa

SAI BABA Y EL ASHRAM GUFA


POR
SWAMI MAHESHWARANANDA

En los tiempos heroicos, el Señor Krishna dio a los hermanos Pandavas y su esposa
Draupadi una vasija que nunca faltaba el alimento, por la cual pudieron vivir ellos y
además cumplir su deber real de alimentar a quienes lo necesitaban. En nuestros días,
Sri Sathya Sai Baba derrama Su gracia sobre un especial grupo de aspirantes
espirituales, y entregándoles Akshaya Patra, una vasija de cualidades aún más
extraordinaria, los envía a los Himalayas a fundar el ashram más inusitado que haya
existido.

La pérdida y el rescate de la prodigiosa vasija, la presencia de Babaji, el swami de mil


años de edad, el redescubrimiento de la Soma, la planta de la eterna juventud que
parecía extinguida de los tiempos arios, entre otros sucesos asombrosos, forman parte
de la historia del ashram Gufa, cuya esencia reside en la fe y la entrega de los devotos y
el amor prodigado por Sathya Sai Baba, el amor de Dios que rinde frutos maravilloso
cuando se encuentra con el esfuerzo y el anhelo del hombre.

Con frecuencia habíamos oído de este raro pero muy importante centro de peregrinación
y de lo que allí ocurre. Nuestros hermanos que llegaban de Mithila y Nepal nos hablaban
de los devotos que viven en el sagrado lugar y de su elevado entendimiento y desarrollo
espiritual. Sus narraciones eran muy conmovedoras... La historia de la llegada de los
devotos designados por Bhagavan Baba para ir a este lugar es en sí muy extraña y
emocionante.

Durante su vida, el avatar realiza innumerables lilas que se basan en el amor puro y
verdadero que hay entre Él y sus devotos. Al cantar las glorias de Sus lilas, la gente
santifica el terreno de su corazón y pueden sembrar ahí la semilla del amor; cuando
germina, la riega con las narraciones de los milagros de Bhagavan hechas en compañía
de los buenos y los nobles. Gradualmente, esta planta de amor va echando raíces, cada
vez más firmes, en el corazón de los devotos, y crece y se vuelve un gran árbol que los
provee de los frutos de la liberación. Son ese amor y esa devoción lo que ayuda al devoto
a cruzar este océano mundano. Este libro se ha preparado justamente con las sagradas
intenciones de que crezcan en el devoto su amor y dedicación al Señor".

Swami Maheshwarananda.

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Sai Baba y el Ashram Gufa

INDICE

Página

 Prefacio …………………………………………………………………………. 3
 Prólogo a la segunda edición ………………………………………………… 5
 Prólogo a la tercera edición …………………………………………………… 6
 El ashram Sri Nara-Narayana Gufa. El viaje. ..……………………………… 7
 El episodio de Urvashi Kund. El duodécimo compañero ………………….. 13
 La extraña enredadera ………………………………………………………… 19
 Dos sabios en el ashram Nara-Narayana ……………………………………. 21
 Los sabios de los Himalayas ………………………………………………….. 26
 Una evaluación crítica …………………………………………………………. 31
 Una interpretación crítica ……………………………………………………… 32
 Epílogo ………………………………………………………………………….. 38
 Apéndice: Encarnación de Sri Nara-Narayana ……………………………… 42

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Sai Baba y el Ashram Gufa

PREFACIO

Este testimonio acerca del ashram Nara-Narayana se basa en la narración de Swami


Maheshwarananda, cuyo original escribió en idioma hindi. Al leerlo, me di cuenta que no
sólo era emocionante, sino que también proporcionaba una visión de los innumerables
lilas de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba desde una perspectiva por completo diferente.
Fue tan revelador, que sentí que sería egoísta de mi parte no compartir con mis
hermanos devotos la alegría que sentí al leer el manuscrito.

El lenguaje es algo muy intrincado y sutil. Expresar las ideas y los sentimientos de
cualquier autor aunados a sutiles percepciones en un campo como la espiritualidad,
resulta extremadamente difícil, en especial para alguien como yo, más bien inexperto en
este terreno. Me hice la pregunta y enseguida llegó la respuesta interna. El Señor, en su
misericordia, me concedió su aprobación y proseguí. Con respecto a la autenticidad de la
narración, fui a visitar al autor a su lugar de residencia en Prashanti Nilayam para ver si
quería comentar algo. Respondió lo siguiente:

"Unos días antes del festival de Dasara de 1978 visité Prashanti Nilayam por primer vez.
Igual que cualquier otro visitante, tenía muchas preguntas en mente, pero al ver al Señor
me conquistó. En 1982 Swami me ordenó que me quedara y desde entonces estoy aquí".

"Durante mi estancia me enteré de la visita de un mahatma que venía de Janakpur, la


frontera de la India con Nepal. Lo acompañaba un atractivo joven de aproximadamente
28 años de edad. Bhagavan les concedió una entrevista y, ansioso por saber lo que el
Señor les había dicho, al día siguiente fui a ver al mahatma. Me informó que el Señor le
había dicho que siguiera estrictamente la disciplina de tapas (austeridades, ascetismo).
Cuando le pregunté por el joven que lo acompañaba, me informó que había recibido una
gracia especial de Bhagavan. Lo que el mahatma me reveló fue simplemente
extraordinario. El joven pertenecía a una rica y próspera familia de Janakpur. Baba
amaba tanto a ese joven que Él mismo, con apariencia de monje, llegó hasta el jefe de la
familia y le pidió al joven como su bhiksha1. El joven inició su maestría, se graduó y luego
dejó su hogar y sus pertenencias y adoptó la vida de renunciante (sanyasa). "El joven
visitó Prashanti Nilayam dos veces entre 1979 y 1980 y tuve la ocasión de conocerlo y
reunirme con él. Cuando visitó Prashanti en 1982, Bhagavan le pidió que se quedara en
el ashram; eso me acercó más a este joven. En 1983, él y un grupo de diez personas
visitaron en Bangalore a Swami, quien le pidió que se fuera a Prashanti Nilayam y
esperara ahí. Cuando Baba regresó al Nilayam, llamó a dos de los integrantes del grupo
y se les unió una persona más. Fue entonces cuando el Señor les entregó la Akshaya
patra y les pidió que fueran a los Himalayas a ejecutar tapas. "El grupo partió hacia los
Himalayas. El joven asceta, aunque era mi amigo íntimo, no me dijo que Bhagavan les
había entregado la Akshaya patra. Lo supe por medio de otro devoto, Sri Shyam Sundar,
de Hyderabad; pero como el joven sanyasi no me lo había dicho, no lo creí. En 1986,
este joven, que para entonces era el jefe del ashram Gufa, visitó Prashanti Nilayam por
instrucciones de Swami y vivió tres meses en el alojamiento "Ganesha". Sin embargo,
como venía con una apariencia diferente a la que tenía cuando abandonó el ashram, la
1
Ofrenda, regalo, recompensa.

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Sai Baba y el Ashram Gufa

gente no lo reconoció. Cuando yo hablé con él y le pregunté acerca del Akshaya patra,
me contestó con evasivas. Entonces yo le oré al Señor durante tres días. Al cuarto recibí
la respuesta y así, sin que se lo pidiera, el sanyasi llegó a donde yo estaba una noche a
las 8 y me narró con gran detalle todo lo que aquí escribo. Los comentarios, sin embargo,
son míos. No me atreví a escribir nada sino hasta después de recibir la inspiración de
Bhagavan".

La narración contiene muchos términos en sánscrito relacionados con la espiritualidad.


Su significado es tan sutil, que no existen términos en otros idiomas para sustituirlos con
justicia. Por eso los he respetado. Hay también muchas citas del Ramayana de Tulsidas
y de otras escrituras. En general se usa el hindi, pero muchas palabras están escritas en
algunas lenguas hermanas. Faltaría a mi deber si no expresara mi gratitud a Sri K. M.
Radhakrishnan quien mecanografió este escrito a pesar de tener tantas ocupaciones.
Estoy muy agradecido con Sri Shantabhai Tailor, quien financió la impresión del libro. El
lector erudito puede encontrar algunos errores en la presentación del material, espero
que comprenda y disculpe. Las edades de varios de los personajes a los que me refiero
datan de 1986 y pueden calcularse según esta fecha.

Jai Sai Ram


B. P. Mishra
Prashanti Nilayam
30 de septiembre de 1989

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Sai Baba y el Ashram Gufa

PROLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN

La gracia de Bhagavan es ilimitada y sus lilas, sin precedente, sino fuera así, ¿cómo se
podría entender la rápida venta de la primera edición de este libro? En diez días se
agotaron los dos mil ejemplares y como la demanda continuaba, nos sentimos animados
a publicar esta segunda edición. El crédito de la popularidad del libro no es para su auto o
(aún menos para su editor), el secreto reside en las glorias del Señor. Su voluntad puede
volver realidad lo imposible. Tulsidas a dicho con toda razón: "Oh Señor, sólo Tu
misericordia y Tu voluntad pueden hacer que un mudo hable, que un cojo suba hasta la
cima de una gran montaña. ¡Oh Señor! Tú que puedes destruir totalmente las impurezas
del corazón, ten piedad de mí".

Esta misma oración la ofrecemos al Señor Sainath. Hemos recibido muy valiosas
sugerencias a propósito de contenido y la producción del libro y tratamos de seguir
algunas de ellas, pero con otras no es posible pues son del dominio exclusivo del autor.
Sin embargo, como devoto, en lo personal siento que en cuestiones de devoción no hay
lugar para la lógica y la razón, toda su estructura se basa en la fe y en la entrega.
Bhagavan ha dicho: "No hay razón para el amor, no hay estación para el amor". Así
sumerjámonos profundamente en el océano de su amor y disfrutemos de la
bienaventuranza que nos concede a todos sus hijos.

El editor
Ahmedabad
15 de marzo de 1990

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Sai Baba y el Ashram Gufa

PROLOGO A LA TERCERA EDICION

OH NONE, UNLESS THIS MIRACLE HAS MIGHT, THAT IN BLACK INK MY LOVE
MAY STILL SHINE BRINGHT

Shakespeare

Son extraños y sutiles los caminos del Señor Sai. Sus lilas, interminables y más allá de la
imaginación. Todavía me pregunto cómo este pequeño libro, que es apenas un osado
intento por describir Su gloria, pudo captar la mente y la confianza de los lectores. La
abrumadora respuesta de los hermanos devotos nos ha animado a imprimir esta tercera
edición; sin embargo, no sabemos si podremos cubrir la demanda del libro durante las
celebraciones del cumpleaños de Bhagavan. ¡Que el Señor nos ayude!

En esta edición tratamos de que los errores fueran mínimos. Agradecemos a Sri V. M. R.
Sharma el tiempo que empleó en la revisión de las pruebas y sus valiosas sugerencias.

El nuestro es un servicio a los pies del Señor sin la intención de obtener un beneficio
material. Sólo anhelamos que Su amor y Su gracia nos den la posibilidad de actuar como
sus dignos instrumentos para difundir Su mensaje.

El editor
Prashanti Nilayam
1º de agosto de 1990

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Sai Baba y el Ashram Gufa

EL ASHRAM SRI NARA-NARAYANA GUFA. EL VIAJE.

Con frecuencia habíamos oído de este raro pero muy importan te centro de peregrinación
y de lo que allí ocurre. Nuestros hermanos en Sai que llegaban de Mithila y Nepal nos
hablaban de los devotos que viven en aquel sagrado lugar y de su elevado entendimiento
y desarrollo espiritual. Sus narraciones eran muy conmovedoras. En marzo de 1987 tuve
la rara oportunidad de conocer al director de esta ashram, quien había llegado a
Prashanti Nilayam por mandado de Bhagavan Baba. Esto me concedió la oportunidad de
conocerlo y saber con detalle lo que sucedía en el sagrado ashram Gufa. Todo lo que oí
me causó tal impresión, que sentí que no estábamos viviendo en Kali Yuga -La Era de
Hierro-, sino en Sathya Yuga -La Era de la Verdad-, y que si Kali Yuga existía era sólo en
los laberintos de la ignorancia, donde el hombre se pierde a causa de sus temores
imaginarios.

Yo conozco al director de este ashram (que prefiere permanecer en el anonimato) desde


1978. Tuve la oportunidad de conocerlo y de disfrutar de su valiosa compañía cuando
visité Prashanti Nilayam por primera vez para tener el darshan de Bhagavan. Se trata de
un hombre joven, de 35 años, originario de Janakpur, en el distrito de Mithila, estado de
Hyderabad, tiene un postgrado de matemáticas y es muy versado en las escrituras
hindúes. Esto es lo que narró acerca del ashram Gufa: A 40 km. aproximadamente en
dirección noreste del templo de Badrinath, está situada una montaña llamada Narayana
Parvata. Al pie de la montaña hay una gran cueva cuya entrada ve al norte. Dentro de la
cueva corre un arroyo de agua dulce y cristalina en un extremo, pero el resto de la cueva
está seco. Los Himalayas están llenos de cuevas, pero en la mayoría de ellas el agua
fluye desde varios puntos y son muy húmedas, como la cueva Amarnat. Sin embargo,
aquella cueva en particular está seca, por lo que se puede habitar. Por instrucciones de
Bhagavan, un grupo de once personas viven ahí, dos de ellos son ancianos, avanzados
no sólo en edad sino también en experiencia espiritual y conocimiento de las escrituras.
Tuvieron la gran fortuna de recibir la gracia de Swami hace quince años y están
totalmente capacitados con los medios para alcanzar la realización del Alma, en lo que
han tenido un gran progreso. Naturalmente merecen las felicitaciones de sus hermanos
devotos y el resto de todos nosotros. Estos ancianos se conocen como Sri 108 Swami
Vamadeoji Maharaj y Sri 108 Swami Virajanandaji Maharaj, quienes a su avanzada edad
se mantienen en perfecta salud. Los otros nueve miembros del grupo vivieron en Nepal o
Mithila. Todos ellos tienen grados de maestros en humanidades o en ciencias y algunos
el doctorado en filosofía. Todos son jóvenes entre 30 y 35 años de edad. Son también
altamente instruidos en el campo de la educación espiritual, versados en las sagradas
escrituras y en la cultura antigua de la India. Al escuchar los inspiradores argumentos de
estos afortunados jóvenes, llega fácilmente el diálogo entre Krishna y Arjuna en el Gita.
Arjuna siempre inquisitivo, le pregunta a Krishna: "¡Madhusudhana!2, si alguien que
practica Yoga deja su cuerpo antes de llegar a su meta, ¿qué consecuencia tendrá?" Al
decir esto, Arjuna expresó también sus conjeturas: "Krishna, yo creo que el practicante de
Yoga que no llega a la meta corre la misma suerte que una nube en el cielo cuando se
encuentra un fuerte ventarrón que la dispersa. Las fluctuaciones y el dominio de maya lo

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Un apelativo de Krishna: "El que destruyó al demonio Madhu".

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Sai Baba y el Ashram Gufa

destruyen por completo porque, infortunadamente, ha fallado como sadhaka al no


alcanzar la meta durante su vida". Kabir describió con precisión este hecho al decir:

"El hogar de Sai está muy lejos. Llegar ahí es como trepar una palmera. Si lo logran,
obtendrán la esencia del amor divino, pero si resbalan y caen, se harán pedazos".

El Señor Krishna respondió en tono severo a esta pregunta. Primero le advirtió a Arjuna
con un regaño amoroso: "Nunca vuelvas a hacer una pregunta como ésta", y luego
contestó: "Mis devotos nunca son destruidos. Sólo quienes se dejan engañar por maya
tienen ese trágico fin". Enseguida dijo Arjuna: "Ahora bien, puede nacer como ser
humano, pero tal vez le toque un hogar pobre". Esta vez Krishna contestó irritado por la
insistencia de Arjuna: "¡No, nunca! Mis devotos no nacen dentro de una familia pobre o
indigente. Mas bien nacen en familias ricas o prósperas, aunque austeras". Lo que se ha
mencionado en el párrafo anterior se puede aplicar en forma apropiada a los once
miembros del ashram Nara-Narayana: ninguno de ellos proviene de una familia pobre.
Todos pertenecen a familias nobles, prósperas y muy amorosas. Ninguno de ellos es de
mentalidad estrecha ni tiene ideas limitadas; todos están inspirados por los más altos
ideales de la vida. Ninguno sufre de apego mundano. Cuando Bhagavan Baba les ordenó
que en los siguientes tres años entregaran a sus familiares todas sus riquezas y
pertenencias e hicieran todas las donaciones y caridades que quisieran, ya que Él se
haría cargo de todas sus necesidades devocionales y espirituales, acataron la orden con
reverencia y se consideraron muy afortunados. Se deshicieron de toda su riqueza -que
ascendía a millones de rupias- casi de inmediato. Así, es evidente, como lo dice el Gita,
que todas estas almas eran en realidad grandes personalidades, muy elevadas y
avanzadas, debido a su progreso espiritual desde sus vidas anteriores. En ashram se
encuentra en una cueva que mide aproximadamente 13 metros de ancho y 6 de alto. Una
parte de la montaña Narayana, donde Bhagavan Nara Narayana hizo Su penitencia, se
llama Sierra Urvashi. Cerca de ahí está un profundo valle por el cual fluye el río Rishi
Ganges. A orillas del sagrado Ganges se encuentra el famoso sitio que se menciona en
los Puranas como Shamyaprash. Ahí fue donde Maharishi Veda Vyasa nombró al Señor
Ganesha su escribano y le dicto el Panchama Veda, el Mahabharata y otros invaluables
libros sagrados. Después con la divina inspiración del devarishi Narada, escribió,
rebosante de devoción, el Srimad Bhagavata. A la izquierda de Rishi Ganges está la
cordillera Urvashi, lugar donde Bhagavan Sri Sathya Sai Baba, la actual encarnación de
Dios, ha fundado el ashram Gufa, donde sólo los videntes y devotos de muy alto orden
pueden estar. A un lado de este ashram está Urvashi. El propio Sri Sathya Sai Baba ha
explicado el significado espiritual y mitológico de este sagrado lugar; en resumen es
como sigue:

Durante Sathya Yuga, Urvashi Kund era un lugar donde el Señor Narada Narayana
acostumbraba hacer Su penitencia. Cuando el Señor estaba absorto en sus
austeridades, Indra, el señor de los cielos, envió a Kamadeva junto con un grupo de
apsaras (las bailarinas celestiales) para poner a prueba al Señor. Todos sus esfuerzos
por distraer al Señor Nara Narayana fallaron, y Kamadeva y su comitiva tuvieron que
aceptar su derrota, como tuvo que aceptarla durante Rasalila3 en la época de Krishna.
3
Pastoras de Brindaban.

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Sai Baba y el Ashram Gufa

Las apsaras y Kamadeva se sentían muy apenados por su conducta y oraron humil-
demente y con gran anhelo por el Señor: "¡Oh omnipresente, omnisciente Narayana, que
la victoria sea contigo, Tu gloria es infinita! ¡Tú eres la encarnación de la supremacía y la
dignidad! Cometimos una grave ofensa, Tú podrías habernos castigado, y en vez de eso
nos has perdonado. Así como una niño sentado en el regazo de su abuelo está siempre
inquieto y bromea con él de muchas formas, a veces jalándole la barba e incluso
pegándole en las mejillas, porque no sabe lo que hace, nosotros nos hemos comportado
contigo de la misma forma indigna, bajo la influencia de nuestra naturaleza díscola. No
obstante, igual que el abuelo tolera esas travesuras del niño y en vez de sentirse molesto
sólo muestra amor hacia él, así tú nos has tratado como niños ignorantes y nos has
perdonado. ¡Cuánta generosidad, oh Señor!

De esta forma, Kamadeva y las apsaras presentaron sus disculpas ante el Señor una y
otra vez, y suplicaron que les permitiera volver al cielo. El siempre bondadoso Narayana
sonrió gentilmente y dijo: "No es propio de una persona que se vaya con las manos
vacías cuando a hecho una visita a este lugar ante Mi presencia. Esperen un momento y
lleven un poco de prasadam al Señor Indra".

Al decir esto, el Señor Narayana creó varias apsaras de belleza indescriptibles, y dijo a
Kamadeva: "Entrega estas apsaras a Indra como presente de Mi parte." Al contemplar a
las bellas bailarinas, Kamadeva y su escolta se sintieron muy deprimidos; humildes y
anhelante oraron al Señor diciendo: "¡Os Señor!, cuando Indra vea estas apsaras
estaremos condenadas, pues ni en gracia ni en belleza nos parecemos a ellas y seremos
arrojadas del cielo por nuestro amo". Con una dulce sonrisa, Narayana respondió: "Sin
embargo, no es propio que se vayan así, es contra las reglas de la etiqueta. Está bien,
lleven sólo a la más sencilla de las apsaras". Al decir esto, Narayana les confió a Urvashi.

Cuando llegaron al cielo, Indra vio a Urvashi y se sintió fascinado por su belleza. Ella era
sin duda la más bella entre todas y por lo tanto, Indra la hizo líder de las apsaras en el
cielo.

La victoria de Narayana sobre Kamadeva, aunque fue un juego divino, es una victoria en
el verdadero sentido. Lo que vemos a diario en el mundo es diferente; aquí, el ganador se
vuelve arrogante por la alegría de su victoria y el perdedor sufre en silencio su vergüenza
y si derrota. Pero en este caso el vencedor, Narayana, no se sintió afectado en absoluto
por su victoria, estaba totalmente libre de cualquier sentimiento de orgullo. Kamadeva
también se despojó de su vergüenza y su remordimiento cuando recibió a Urvashi como
obsequio. Después de este incidente, Nara-Narayana abandonó este ciclo y fue a vivir a
un lugar desconocido al otro lado de la montaña. Lo hizo porque quería evitar el contacto
con otros dioses que pudieran acercarse a Él por su victoria sobre Kamadeva.

Por voluntad divina, el lugar donde el Señor Nara-Narayana hizo su penitencia se


convirtió en un gran lago, y se conoce ahora como el Urvashi Kund o Urvashi Sarovar. La
presente encarnación, del Señor Shiva, estableció el ashram Gufa para sus devotos muy
cerca de ese sagrado lago. La historia de la llegada de los devotos designados por
Bhagavan Baba para ese lugar, es en sí muy extraña y emocionante. En 1983, Bhagavan
les pidió a doce personas que fueran a Bangalore. El grupo incluía a los once devotos

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Sai Baba y el Ashram Gufa

antes mencionados y una persona más, también buscador espiritual. Se quedaron como
invitados durante 15 días. Él los visitaba diariamente y les daba disciplina e instrucción
necesaria acerca del sadhana y satsang (devoción y reunión con fines espirituales).
Posteriormente todos partieron hacia Prashanti Nilayam, donde Baba bendijo a los doce
devotos con una entrevista, después de darle las instrucciones necesaria les dijo lo
siguiente:

"En Dwapara Yuga el Dios del Sol bendijo a Draupadi con una vasija divina. Esta
maravillosa vasija ayudó a Draupadi a alimentar a los cinco Pandavas y a los brahmanes
invitados que llegaban a la hora de la comida. El alimento nunca faltaba, pues el
recipiente era milagroso y multiplicaba cualquier cosa que se colocaba en él, de manera
que se podía alimentar a cuanta gente había. El rishi Dhaumya le había pedido a
Yudhistira, el mayor de los hermanos, que celebrara una ceremonia para complacer al
Dios del Sol, y gracias a esto los Pandavas recibieron la vasija divina". El Señor agregó:
"La vasija que les entrego es todavía más maravillosa; es superior a la que recibió
Draupadi. En la vasija divina que ella poseía, se tenía que poner un poco de alimento y
luego orar mientras se cocinaba. Como resultado de la oración, la comida se volvía
akshaya (ilimitada). La vasija que ahora les doy no necesita ni oración ni poner ningún
ingrediente; cuando Yo note que tienen hambre, el alimento que ustedes quieran
aparecerá de inmediato en la vasija, por Mi divina voluntad. No sólo comida, tendrán
además leche, jugo de fruta o cualquier otro artículo que necesiten. Vayan y vivan en le
cueva solitaria de los Himalayas, lleven esta vasija y practiquen, bajo Mi dirección, la
forma más elevada de meditación que los llevará al estado de trance y los unirá
directamente con el Principio Átmico. Lo que no logra ron en sus nacimientos anteriores,
obténganlo ahora".

Los dos sadhakas se postraron ante Bhagavan y le ofrecieron su reverencia. Después,


todo el grupo partió hacia los Himalayas, con las bendiciones de Bhagavan y con la vasija
divina. Durante un año estuvieron viajando por diferentes lugares de los Himalayas en
territorio de Nepal, pero pronto se dieron cuenta que por dondequiera que llegaban, la
gente empezaba a reunirse hasta formar una multitud para pedirles audiencia y
asistencia espiritual, lo cual obstaculizaba sus prácticas de penitencia y hacía descender
el nivel de su sadhana. Decidieron entonces marcharse a Badrinath en busca de algún
lugar solitario, lejos del alcance de la gente, donde pudieran calmar su sed de intenso
sadhana. Serpenteando por los Himalayas, el grupo avanzó hasta llegar al templo de
Badrinath y luego, cruzando el Rishi Ganges, se dirigieron al lago Urvashi, situado al este
de Badrinath. En el camino tuvieron que pasar una noche en la montaña bañada de
nieve, teniendo como refugio una gran roca, ya que el terreno era demasiado peligroso y
difícil. No tuvieron problemas de comida, pues la vasija divina les proporcionaba la
necesaria, y gracias a su vida de ascetismo y a las bendiciones de Bhagavan, el efecto
de frío era mínimo. A la mañana siguiente, aproximadamente a las diez, llegaron a
Urvashi. Era el mes de junio de 1984. Cuando el grupo arribó. Bhagavan Sainath hizo un
lila inimaginable. Tan pronto como se sentaron en padmasana, después que habían
tomado su baño ritual en el lago, perdieron todo contacto con este mundo y entraron
inmediatamente en trance. Era un estado muy elevado en el que permanecieron no dos o
tres horas, si dos o tres días, sino dieciocho días. Los devotos se pueden imaginar la
gran hazaña. Los sadhakas se encontraban en los Himalayas, a un altura de

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Sai Baba y el Ashram Gufa

aproximadamente 5000 m, de donde por la falta de oxígeno la respiración se vuelve


difícil. El viento soplaba a una gran velocidad. En todo el espacio bajo el cielo abierto
había una terrible onda fría, y bajo esas condiciones los devotos de Sai Baba
permanecieron en estado de meditación durante dieciocho días. La gente como nosotros,
que vive en el Kali Yuga, podría dudarlo, pero el hecho es que estos devotos lograron
emprender, con buen resultado, el samadhi de alto grado por primera vez en su vida
debido a la infinita gracia del Señor encarnado, Bhagavan Baba. Tal logro estaba más
allá de cualquier esfuerzo humano, pero todo acto de Dios tiene un propósito y este lila
tenía varios, de los cuales uno era mostrar el principio de la devoción.

Dice una antigua sentencia basada en todos los Sastras:

"El Señor Rama es accesible a todo aquel que tenga un corazón puro y sencillo, pero si
alguien quiere buscar sus favores por medio de trucos, el Señor Chaturbhuja estará fuera
de su alcance".

El lila de Sainath antes mencionado también tiene el propósito de mostrar la verdad de


este precepto. Los detalle son como sigue: Cuando el grupo salió de Prashanti Nilayam,
además de los once integrantes del grupo había una persona más. Se trataba de un gran
devoto de Bhagavan Sainath. Como parte de Su gracia, el Señor había materializado un
reloj y un anillo para dárselos a este devoto, muy listo y que confiaba más en la razón que
en la fe. Cuando en Prashanti Nilayam se le dio la orden de partir al grupo de los once, el
Señor llamó este hombre aparte y le dio una orden diferente, prohibiéndole que
acompañara al grupo. "Al observar tu temperamento y tu naturaleza, he decidido que
practiques un sadhana diferente". Lo que se le había pedido era que obedeciera con
reverencia las órdenes del Señor, pero como se creía demasiado listo e inteligente, no lo
hizo; le dijo a Bhagavan que él acompañaría al grupo y que los disculpara. Una vez más
el Señor le explicó: "Mira soy más bondadoso contigo que con cualquier otro de los once
y tú definitivamente gozas más de Mi gracia porque a ellos les estoy ofreciendo el camino
de la penitencia, pero en ti, como el rey Janaka, estoy derramando toda Mi gracia, y te
estoy ofreciendo tanto Yoga (disciplina) como bhoga (disfrute). En cuanto a todas estas
personas, les ordené que renunciaran a sus riquezas que poseían a raudales, símbolo de
complacencia en los placeres mundanos, y les asigné una penitencia estricta para
alcanzar la liberación total; en tu caso no sólo gozarás de ilimitadas riquezas, también
adquirirás dominio del Yoga Vidya gracias a mis bendiciones. Debes escuchar Mi consejo
y no acompañarlos". A pesar de la insistencia de Bhagavan, el joven no obedeció; se fue
con el grupo y llegó a Urvashi. Además hizo otro truco. A su mente llegó una duda: pensó
que sus compañeros podrían abandonarlo en el camino para acatar las órdenes de
Swami e ideó un plan para protegerse de esa posibilidad. Colectó el dinero que los otros
miembros del grupo llevaban para los gastos que se les presentaran en el camino y lo
guardó, e hizo lo mismo con la vasija divina que Bhagavan les había dado. De este modo
se convirtió en el líder del grupo y empezó a hacerse cargo de todo lo relacionado con el
viaje. Pero cuando el grupo de devotos llegó al lago Urvashi, eran sólo once. El
duodécimo, su líder, se entretuvo en el camino, rezagándose, y así arribó más tarde,
cuando ya los otros devotos, por la voluntad divina, estaban en trance. Al llegar al santo
lugar y ver a todos los devotos en ese estado, fue presa de la ilusión. Creyó que todo
aquello era un acto de hipocresía; a tal grado estaba confundido, a pesar de haber

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Sai Baba y el Ashram Gufa

llegado a Urvashi Kund, lugar fundado por el propio Narayana, olvidó tomar su baño ritual
y en vez de eso empezó a ridiculizar a sus amigos y lo siguió haciendo durante casi
media hora. Al ver que no había reacción, ni siquiera un leve movimiento por parte de sus
compañeros, sus dudas crecieron. Empezó a sospechar que algo malo les pasaba; de
otro modo, no era posible que, aunque los había estado molestando durante media hora,
se mantuvieran inmóviles; algún ruido, movimiento, risa, algo podrían haber hecho. Se
acercó más a ellos y toco sus cuerpos; estaban helados y duros como piedras. Muy
sorprendido pensó que estaban muertos. Examinó su pulso y notó que no tenían (el pulso
se detiene cuando se está en samadhi). Finalmente, llegó a la conclusión de que todos
sus compañeros estaban muertos. Así pues, con gran dolor, lloró durante más de una
hora.

Un poco más tarde, su mente estaba hundida en toda clase de argumentos


contradictorios. "Sai Baba es un mentiroso, Él es el responsable de la muerte de mis
amigos. Nos mintió, todo lo que nos ha dado también debe de ser falso". Lo más
desafortunado de todo esto fue que olvidó por completo que durante el viaje a Urvashi
Kund, la Akshaya patra que les había regalado Bhagavan había satisfecho todas sus
necesidades de alimento, proporcionándoles leche, fruta, o cualquier otra cosa; inclusive
todo lo que obtenían como caridad de las personas que encontraban en el camino se
debía a la gracia divina. Pero en aquel momento no tenía conciencia de la situación,
estaba confundido y, recogiendo todos los artículos que Baba les había dado, los arrojó al
lago. Luego regresó a Rishikesh vía Badrinath, y decía a toda la gente que se encontraba
en el camino que los miembros del grupo habían muerto en circunstancias trágicas.
Estaba dando por verdadero algo que era falso. Lo que los santos declararon antes se
comprobó literalmente: "El Señor Rama es accesible a todo aquel que tenga un corazón
puro y sencillo, pero si alguien quiere buscar favores por medio de trucos, el Señor
Chaturbhuja estará fuera de su alcance".

Quienes aceptaron los dictados de Bhagavan con reverencia, triunfaron al establecer la


unidad con el Señor por medio del samadhi, y comenzaron a vivir en el sagrado Urvashi
Kund, donde el mismo Señor Nara Narayana había hecho penitencia. Pero a quien actuó
astutamente y con poca fe, la gracia de Swami no lo alcanzó, debido a su proceder. Lo
que el Señor quiere es entrega total y no astucia.

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Sai Baba y el Ashram Gufa

EL EPISODIO DE URVASHI KUND. EL DUODÉCIMO COMPAÑERO

Conforme transcurrieron los días, los once devotos que estaban en trance en Urvashi
entraron en estado de meditación profunda y los cambios del clima, el ventarrón helado y
las nevadas tuvieron muy poco efecto sobre ellos. El mundo externo no tenía ninguna
importancia para ellos. El decimoctavo día, alrededor de las diez de la mañana, casi
todos salieron de su trance al mismo tiempo. Se sintieron extremadamente animados por
los dieciocho días en los cuales tuvieron el privilegio de beber el néctar de la cercanía del
Señor todopoderoso. La fusión del ser con el Ser divino es una rara experiencia, al
alcance sólo del verdadero devoto. El periodo de dieciocho días les pareció de no más de
40 minutos. De pronto, uno de los devotos miró al reloj que traía; era un reloj automático
con calendario y así se dieron cuenta del tiempo que habían permanecido en meditación.
Estaban muy sorprendidos, pues no sabían si habían estado una hora o dieciocho días
en samadhi. Cavilando en ese punto, se percataron que había sido una gracia especial
de Bhagavan Sainath; Él hace cualquier cosa por sus devotos. La extensión y relajación
del tiempo había sido uno de sus milagros. Existen innumerables ejemplos de milagros
que Bhagavan ha hecho en sus encarnaciones previas. Como Krishna, transportó a los
residentes de Mathura a Dwaraka mientras dormían, para salvarlos de la brutal invasión
del poderoso Jarasandha. Los ciudadanos de Mathura se dispusieron a dormir en su
pueblo y cuando despertaron descubrieron que se encontraban en Dwaraka. Lo más
maravilloso fue que cuando despertaron sentían una completa familiaridad con la ciudad
Dwaraka, como si hubieran vivido ahí durante años. El tiempo y el espacio carecen de
importancia para el Señor cuando viene a servir al más querido de sus devotos. Durante
Su encarnación como Rama, convirtió un día en un año. De nuevo como Krishna,
mientras realizaba rasalila, hizo que la noche se prolongara seis meses. El milagro del
Señor Sainath, el Avatar de nuestra era, pertenece a esta misma categoría.

Anuló todas las reglas del tiempo para sus devotos y los trasladó del mundo regido por el
tiempo al mundo dirigido por la gracia. Los devotos estaban extasiados pensando en eso
cuando ocurrió un segundo milagro. De pronto recordaron a su acompañante número
doce; ¿dónde estaba su líder? Buscaron alrededor pero no lo vieron por ninguna parte.
Se preocuparon pues la vasija divina y todo su dinero estaba bajo su custodia. ¿Cómo
podrían sobrevivir a esa altura sin la ayuda de la vasija divina? Ése fue el primer
pensamiento en la mente de todos. Finalmente, dejaron todo en manos del
misericordioso Señor. "El siempre compasivo Sainath que nos mantuvo sanos durante
dieciocho días, sin comida y sin agua, quien nos protegió del frío tan severo de los
Himalayas, sin duda también nos cuidará en el futuro, así que, ¿por qué preocuparnos?
Con esta resolución, se incorporaron para iniciar la búsqueda de alguna cueva apropiada
para vivir permanentemente. Esta era la primera orden del Señor. Habían caminado
apenas unos doscientos metros cuando encontraron una espaciosa y bonita cueva. De
un rincón de ella brotaba un arroyo de agua cristalina. Se sintieron encantados al verla y
se sentaron ahí para descansar. Sin embargo, la preocupación empezó a inquietarlos
otra vez: ¿cómo podrían sobrevivir sin la Akshaya patra? "El Señor ya nos la dio una vez,
la perdimos por nuestro descuido y negligencia", se reprochaban. Finalmente decidieron
sentarse a meditar, pues estaban seguros de que Bhagavan Sainath los ayudaría.
Durante la meditación, dos de ellos vieron que la vasija se encontraba en el fondo del

13
Sai Baba y el Ashram Gufa

lago. Al principio creyeron que era la ilusión, pero mientras meditaban vieron
repetidamente la misma escena, y se les ocurrió que era mejor ir al Urvashi a cerciorarse.
En el momento en que se acercaron a la orilla del lago y vieron sus tranquilas y cristalinas
aguas, descubrieron la divina vasija en el fondo. Aunque el lago tenía más de trescientos
metros de profundidad, el agua era tan transparente como la del Manasarovar, lo cual
permitía ver con claridad hasta el fondo. El problema entonces era otro; ya que habían
localizado la Akshaya patra, pero, ¿qué podrían hacer para rescatarla? Sumergirse en
esa profundidad y con el agua helada no era cosa de chiste. Discutieron y pensaron en
todas las formas posibles para sacar la vasija, sin encontrar solución. Finalmente
concluyeron que era una tarea fuera de su alcance. Lo mejor sería, pensaron, ponerse a
orar a Bhagavan Baba para que fuera en su rescate. El jefe del grupo, que había
permanecido callado durante un momento, de pronto dijo: "Bhagavan Baba nos ha dado
esta rara Akshaya patra y hemos disfrutado de la mejor comida, de prasad, durante un
año. ¿Esto es algo común? ¿No creen que ha sido Su gracia y Su amor lo que lo hizo
crear una vasija para dárnosla? Conservarla y cuidarla es nuestra responsabilidad. Es
impropio causarle problemas a Bhagavan por cada insignificancia". Lo más seguro es
que el mismo Bhagavan estuviera utilizando al nuevo líder como medio, y por eso
inclusive una tarea tan difícil como extraer la vasija del fondo del lago le pareció una
empresa muy sencilla. De pronto se levantó y caminó hacia el Urvashi para recuperar la
vasija divina, pidiendo a sus compañeros que oraran a Bhagavan para que lo llevara al
éxito en su intento.

Este devoto tenía la habilidad de contener la respiración durante una hora o un poco
más, gracia a su disciplina y práctica del pranayama. Oró y se lanzó al lago. Llegó a una
profundidad considerable y siguió directo a donde estaba la vasija; la tomó y empezó el
ascenso; pronto llegó a la superficie del agua y nadó hacia la orilla. El rescate de la vasija
tardó aproximadamente cuarenta minutos. Sin embargo, como el agua del lago estaba
casi congelada, al salir cayó al suelo inconsciente. Parecía no tener vida; sus
compañeros le dieron masaje en todo el cuerpo durante media hora repitiendo el nombre
de Bhagavan Sainath. Poco a poco fue volviendo en sí y en unos minutos se recobró por
completo.

La alegría invadió a todo el grupo. Ya tenían otra vez la vasija divina que les había dado
su amado Bhagavan, que sin duda era más preciosa para ellos que su propia vida. Al fin,
sus problemas estaban resueltos: gracias a las bendiciones del omnipresente Señor
Sainath, tenían una espaciosa cueva donde vivir, una fuente de agua fresca para beber y
el Akshaya patra, que les ofrecería la comida que requerían. Empezaron entonces a
atender otros detalles menores, antes de finalmente instalarse para iniciar los cantos
devocionales y la meditación. La cueva estaba a una altura de casi seis metros, así que
se las ingeniaron para construir unos peldaños que los ayudaron a subir y bajarse de ella.
La dividieron en doce apartamentos, levantando pequeñas paredes para separarlos. Uno
de ellos, el duodécimo, fue destinado para el templo de Bhagavan Sainath, y en él
colocaron la fotografía del Señor en un pedestal. Con canto de mantras y gran
veneración adoraron inclusive a la vasija divina, que pusieron a los pies del Señor.
Recolectaron diferentes objetos y materiales para hacer la adoración y el Arathi4. De este
4
La deidad que se adora.

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Sai Baba y el Ashram Gufa

modo, cada uno de los devotos empezó a vivir en el apartamento que se le destinó, y la
meditación, la adoración y el Arathi se volvieron parte de su vida cotidiana.
Les llevó más o menos dos semanas empezar esta rutina, y una vez instalados
empezaron su sadhana de tiempo completo. Se retiraban a descansar a las 9 p.m. y se
levantaban a las 2:30 a.m., terminaban sus abluciones de la mañana a las 4:00, ofrecían
sus oraciones a Bhagavan Sai Baba y seguían con canto de bhajans y Arathi. A las 4:30
se sentaban a meditar y lo hacían durante doce horas cada día. Tres de los devotos eran
agnihotris5, por lo que suspendían la meditación a las ocho de la mañana para hacer su
agnihotra, y enseguida entraban en samadhi nuevamente. A las 4:30 p.m. concluían su
meditación, practicaban un ligero ejercicio físico para fortalecer sus músculos, se
aseaban y media hora después entraban en el templo de Sainath para el darshan, quita-
ban la tapa de la vasija divina y encontraban comida recién cocinada y lista para ingerir.
Tomaban el prasad con gran júbilo. Un rato después, realizaban su adoración nocturna,
bhajans y Arathi. A las 8:00 p.m. la vasija divina estaba llena de leche hervida. Después
de beber un vaso de leche caliente, entablaban un debate sobre espiritualidad durante
media hora como parte de su programa de estudio personal. Exactamente a las 9:00 se
retiraban a dormir. Esa era su rutina. Una vez estuvieron en trance durante tres días y
tres noches. Al cuarto día, cuando volvieron a la conciencia y destaparon la vasija divina,
en vez de comida estaba llena de jugo de frutas fresco y delicioso. Si después de tres
días sin moverse el devoto ingiriera cualquier otro tipo de comida, su sistema digestivo se
podría dañar. Estar sentado durante largo periodo altera el funcionamiento de los
intestinos, y el jugo de fruta ayuda a normalizarlo. A eso se debe que la mayoría de los
yoguis beben jugo de frutas después de una continua y larga meditación. Naturalmente,
cuando encontraron jugo de fruta -que les pareció celestial en la vasija divina- se sintieron
inundados de alegría y le agradecieron a Bhagavan el esmero que mostraba para
atenderlos. Pudieron ver que el Señor Sai no sólo es el padre para ellos, también es la
madre amorosa; ¿quién si no ella iba a proporcionarles tanto cuidado? Estaban
convencidos de que la madre Sai derramaba inmenso amor y afecto sobre ellos, pues
¿quién si no la madre se ocuparía de llevarles tan celestial y refrescante jugo de fruta? La
vida en la cueva estaba ya bien organizada y regulada. La vasija divina les proporcionaba
-según fueran sus necesidades- comida, leche, jugo de frutas. No sólo eso, sino algunas
veces, alrededor de las cinco de la tarde, cuando los sadhakas se sentaban a tomar su
prasadam, los sidhas y yoguis -de entre quinientos y mil años de edad- que habitaban en
el interior de los Himalayas, entraban en la cueva para participar del prasadam. En el
momento en que aparecían en la cueva, el contenido de comida en la vasija divina se
multiplicaba, y los sabios se sentían muy felices porque el alimento que ingerían se lo
ofrecía el mismo Bhagavan Sainath. Por eso, todos los devotos que llegaban ahí se
sentían totalmente alegres y despreocupados; sabían que no tenían motivo para
preocuparse por sus necesidades mundanas, ya que el Padre omnipotente asumía esa
responsabilidad de cuidarlos. Sin embargo, en algunos momentos la preocupación los
inquietaba al pensar en el duodécimo acompañante. "¿A dónde se iría? ¿Qué le habrá
pasado?" Esos pensamientos asaltaban sus mentes. Transcurrió un mes y medio. Ya
habían terminado su meditación diaria a las 4:30 p.m. y estaban descansando en el suelo
del templo cuando se les reveló Bhagavan Sainath. Todos se postraron ante el Señor y le
pidieron a la encarnación del amor que les concediera la gracia de ocupar el lugar que le
5
Adoradores de Agni, el dios del fuego.

15
Sai Baba y el Ashram Gufa

habían destinado en el templo. Bhagavan, con su gentil y encantadora sonrisa, derramó


Su amor y Su gracia sobre todos los presentes, tomó asiento y haciendo abhayahasta 6
les pidió que se sentaran. Les preguntó si vivían bien, les respondió importantes
preguntas y satisfizo su curiosidad. Bhagavan dijo: "Han podido llegar a este lugar
solitario y sagrado entre los sagrados gracias al impulso que Yo les di. Están
preocupados por su duodécimo compañero; escuchen lo siguiente..." Bhagavan contó la
historia del devoto que había desaparecido, como se relató con anterioridad. Final mente,
el Señor dijo: "Yo le había pedido que no los acompañara, pero no Me obedeció;
naturalmente tuvo que ser víctima de la ilusión, pero está bajo Mi gracia y misericordia en
dondequiera que esté. Así como me han entregado sus preocupaciones, ésta también
dénmela y conságrense por completo a su instrucción espiritual".

Enseguida el Señor hizo un vívido relato de los antecedentes mitológicos del lago
Urvashi, tal como se narró antes. Bhagavan se refirió después a la preocupación de los
tres agnihotris que vivían ahí. Estaban preocupados porque sin ghi y otros objetos para
los rituales de sacrificio, no sería posible que hicieran su diario agnihotra, el ritual de
adoración al fuego, que a través de los siglos ha llegado a ser una ceremonia tradicional
familiar. El Señor les aseguró que eso no sucedería, que por su sankalpa la vasija divina
les proporcionaría 2 kg. de ghi y material para el fuego del sacrificio suficiente para dos
meses, y esto se repetiría cada vez que fuera necesario. Después de asegurarles esto,
Sai Baba se volvió invisible. Desde entonces Bhagavan Baba aparece ante estos devotos
de nivel espiritual elevado cada uno o dos meses; dirige sus asuntos del ashram, los guía
y les da instrucciones cuando es necesario. Una ocasión, cuando todos habían terminado
sus alimentos, a las cinco de la tarde, apareció el Señor; el líder de grupo lamentó no
haber contado con la presencia del Señor Sai durante la me rienda. ¡Qué gran gozo les
habría proporcionado! Por su puesto que la aparición del Señor les causó inmensa
alegría. De repente vieron hacia la vasija sagrada y se sorprendieron al verla llena de
jugo de fruta. Inmediatamente sirvieron doce vasos y el pidieron al Señor que aceptara
tomar uno con ellos. El Señor ordenó que colocaran un vaso frente a cada uno y les pidió
que lo bebieran primero ellos, sólo así los complacería. Aunque era impropio, nadie se
atrevió a desobedecer, e hicieron lo que Swami les pedía. Al dar el primer sorbo,
percibieron que el jugo era demasiado amargo, lo cual se reflejó en la expresión de sus
rostros. El Señor sonrió y les preguntó, aunque él ya lo sabía: "¿Qué pasa? ¿Está
amargo? Está bien, tráiganme sus vasos". Los devotos lo hicieron, Bhagavan mojó la
punta de sus dedos en el líquido de su vaso y roció los demás; les dijo que bebieran y le
dijeran cómo estaba el jugo. El primer sorbo les dio una sensación de frescura y alegría
que claramente se notó en sus rostros. Los devotos y el Señor rieron; parecía un juego,
sin embargo, el Señor estaba impartiendo una profunda enseñanza. El mundo de la
ilusión está siempre lleno de pesar, la experiencia del mundo es siempre amarga, la
felicidad es sólo un intervalo entre dos sufrimientos, es como un alto en el viaje. Se
pueden detener un poco para descansar y relajarse, pero luego deben continuar con la
jornada, que es larga y difícil. También la felicidad es breve en este mundo de ilusión,
mientras el sufrimiento y el dolor perduraban, mas si obtienen aunque sea una gota de la
gracia del Señor, la amargura del sufrimiento se convierte en dulzura y alegría. Ustedes

6
Frente al que la ve para indicar "No temas".

16
Sai Baba y el Ashram Gufa

comienzan a saborear esa dulzura y al final el jiva se funda con el Señor. Así son los lilas
de Bhagavan Sainath, todos conllevan un mensaje espiritual.

Una vez, los once devotos también quisieron participar de la alegría y los juegos con
Bhagavan. Ya estaban hastiados de comer sambhar y arroz todos los días, así que
decidieron orar para pedir un cambio de menú. Siempre que tenían tiempo oraban y le
pedían a Bhagavan que hiciera en la comida algún cambio que fuera del agrado de ellos.
Oraron continuamente durante tres días sin ningún resultado. Luego cambiaron su
táctica, empezaron a practicar sathyagraha. Pero su forma de ser agitadores fue peculiar.
En nuestros días somos testigos de una forma distorsionada de sathyagraha. Están de
moda las huelgas, los sabotajes y el terrorismo en nombre de la resistencia pasiva; estos
son actos vergonzosos. Los japoneses son superiores en este respecto. Puede ser que
su forma de expresar insatisfacción no concuerde con la forma correcta de sathyagraha,
pero es menos absurda y apasionada que la de la India. Cuando los japoneses presentan
sus demandas y no obtienen una respuesta favorable del gobierno, aumentan su jornada
de trabajo: si trabajan ocho horas, empezarán a trabajar nueve, diez, a veces once. En
otras palabras, prefieren imponerse más dolor y sufrimiento antes de trastornar la
economía nacional y propiciar que la nación tenga pérdidas. Sin embargo, la resistencia
que se basa en la verdad y la rectitud (sathyagraha) es de nivel todavía más elevado,
significa que si nuestra posición se basa en verdad, entonces Dios -que es la
encarnación de la verdad- definitivamente vendrá en nuestra ayuda, será testigo de la
posición que defendemos y hará que los demás la acepten. Si esto no se realiza, significa
que nuestro corazón no es puro y por eso Dios no escucha nuestros ruegos. Tendremos
entonces que adoptar medidas para limpiar nuestro corazón de toda impureza, para que
nuestras oraciones, que de ahí surgen, obtengan respuesta. Mahatma Gandhi, el santo
de la era moderna, recurrió sólo a este método. Cuando se percató de que la gente
ignoraba sus sugerencias y acciones para propiciar el bienestar de la humanidad, se
impuso un ayuno que duró veinte días. En lo tiempos antiguos, esta era la práctica que
seguían los devotos como Dhruva y Prahlada. Siempre que Prahlada veía que su padre,
Hiranyakashipu, golpeaba sin misericordia a los brahmanes inocentes porque eran
devotos de Vishnú, se arrojaba al suelo y lloraba. Su padre le decía amorosamente: "Mi
querido hijo, sólo estoy castigando a los adoradores de Vishnú, ¿por qué te sientes tan
enfada do y agraviado?" Prahlada, con lágrimas en los ojos, respondía: "Respetable
padre, cuando castigas a estos santos y brahmanes, yo experimento el mismo dolor que
ellos". Hiranyakashipu consideró esa respuesta como una falta de comprensión de su hijo
y empezó a golpear a los santos y brahmanes otra vez. Prahlada adoptó entonces el
recurso de la resistencia pasiva, dejó de comer y beber agua y ayunó cuatro días
seguidos. Hiranyakashipu le preguntó el motivo de esa actitud y él respondió que no le
prestaba ninguna atención a sus sinceras súplicas, por lo cual sentía que había
impurezas en su corazón; de otro modo, habría obtenido una res puesta positiva. Si una
oración nace de lo más profundo de un corazón, no la dirijas a los hombres, Dios mismo
la va a escuchar; con base en ello, Prahlada dijo: "Padre he iniciado este ayuno para
purificar mi ser interno; cuando lo logre, estoy seguro de que podré ablandar tu corazón y
hacer que consideres mi punto de vista". Como sabemos, finalmente Dios escuchó sus
oraciones y se presentó como el Señor Narasimha para proteger a su devoto.

17
Sai Baba y el Ashram Gufa

Los devotos de la cueva también recurrieron a este método. Al ver que sus oraciones no
tenían respuesta y que no había cambio en su menú diario, concluyeron que su corazón
definitivamente estaba contaminado por algunos malos pensamientos y que necesitaba
purificación mediante penitencias. Así, dejaron de ingerir incluso el alimento que tomaban
a las cinco de la tarde y se limitaron a beber un vaso de leche a las ocho, antes de ir a
dormir. Incluso aumentaron el periodo de su meditación hasta las 18:30. Uno de ellos
expresó una duda: "¿Creen acaso que este acto signifique una falta de respeto a la
comida que nos da Bhagavan Baba?" Otro encontró una salida: sugirió que se
recolectara la comida que proporcionara la vasija divina para ofrecerla a los santos que
bajaban de los Himalayas a visitarlos. Como hacía mucho frío, no existía la posibilidad de
que la comida se echara a perder. De este modo decidieron los devoto la estrategia para
su resistencia pasiva. La siguieron tres días y al cuarto la devoto estaba llena de
verduras, germinados y chapatis. Sus oraciones habían sido escuchadas y todos estaban
alegres por su triunfo. Es una pena que nosotros los hindúes hayamos olvidado el
sathyagra ha, la forma de resistencia pasiva basada en la verdad y la penitencia.
Actualmente, cualquier movimiento de no cooperación degenera en violencia y causa
incalculables pérdidas a la nación. Esto es como un suicidio. La pérdida de la prosperidad
nacional se compensa finalmente con impuestos adicionales al pueblo, por lo que
nosotros somos los perdedores.

El más grande de nuestros ancestros, el santo Manú, afirma en su Sutri: "Los que nacen
en Bharata (La India) sirven como modelo al mundo gracias a su ideología de resistencia
pasiva que se basa en la verdad". En el Rig Veda también existe un mantra, Neta
sindhunam, esto es, "El pueblo de Bharata guiará al mundo".

La actual encarnación divina, Bhagavan Sathya Sai Baba, también difunde Su mensaje
de los cinco valores humanos -Verdad, Rectitud, Paz, Amor y No violencia- hacia los
cinco rincones del mundo. En otras palabras, así como nuestro cuerpo sin alma no tiene
sentido, la vida sin los cinco principios establecidos por Bhagavan, carece de todo
significado. A eso se debe que Sathya sea la palabra que antecede a Sai Baba, el
nombre que se le asignó a la encarnación del Señor.

18
Sai Baba y el Ashram Gufa

LA ENTRAÑA ENREDADERA. LOS DOS SABIOS

Ya se mencionó que el Señor les dio el Akshaya patra a once de sus devotos, quienes
llegaron a la cueva ubicada en la montaña Nara Narayana y emprendieron su meditación
y penitencias. Desde entonces el Señor se presenta ante ellos en la forma y el momento
que lo determina Su voluntad y los guía en su sadhana, el sendero interno.

LAS ENREDADERA SOMA Y OTRAS HIERBAS MEDICINALES,


DIPONIBLES.

Unas de las actividades importantes en el ashram Nara Narayana es la preservación del


fuego agnihotra, para lo cual es necesario que siempre haya leña disponible, por lo que
los sadhakas deben salir cada mes a recolectarla. El ashram está situado a más de 5000
m de altura, no hay vegetación en sus cercanías y deben bajar unos 10 km. para llegar a
donde se encuentran los leños.

A los inexpertos les puede parecer sencillo, pero tiene sus riegos. Sin embargo, cuando
el Señor está con nosotros, nada es imposible, y el milagro ocurrió. Éste aconteció al
proveer hierbas medicinales que son muy raras, como la enredadera soma o somalatha.
En el periodo védico, los yagas o rituales de sacrificio y los agnihotras se efectuaban sólo
gracias a la enredadera soma. El jugo de esta planta se ofrecía a los dioses como Indra y
Varuna durante el ritual. Sólo así se les complacía y ellos concedían las bendiciones para
que hubiera abundancia de granos, riquezas y otros bienes necesarios para la existencia
y la conservación de la vida. En los Sastras7 hay referencias a la soma y su maravillosa
virtud de kayakalpa, que destruye todas las enfermedades y restaura la juventud a los
ancianos y decrépitos. En nuestra época mucha gente podría pensar que kayakalpa es
una ficción. Entre 1940 y 1950, el reverendo 108 Swami Vishnudasa Tapasvi le hizo
kayakalpa a unas diez personas muy conocidas, incluyendo al Pandit Madan Mohan
Malaviya, el rajá Sabeh de Manikpur, el rajá Sabeh de Suketu y Sabed de Mandi. Él
mismo se aplicó el tratamiento de kayakalpa y llegó a la edad de 185 años. El tratamiento
recibió una gran publicidad a través de varios periódicos de América y Europa y la gente
había aceptado que era la octava maravilla del mundo, pero los resultados se debían al
uso sistemático y metódico de la soma. Existen en los Vedas una referencia acerca de
las montañas Muzban. Es ahí donde la soma crecía y se extendía en denso folla je. Con
el tiempo, los arios se dispersaron hacia las partes del este y sur de la India,
abandonando su lugar de origen, hasta que llegó el momento en que dejaron de utilizar la
planta soma. También la fe tuvo su efecto y la mayoría de los relatos divinos de la
naturaleza escasearon al paso del tiempo. Desde la era de Sathya a la de Threta, de la
de Threta a la de Dwapara y de ésta a la de Kali, no se vieron en ninguna parte. La
enredadera somalatha no fue una excepción, por lo cual en los yajnas que se llevan a
cabo en el actual Kali Yuga se ha estado usando putiklatha en lugar de somalatha. La
putiklatha es de calidad inferior a la somalatha y crece en ciertas partes de la montaña
Vindhya.

7
Escrituras antiguas.

19
Sai Baba y el Ashram Gufa

Como se sabe, lo que es divino no perece nunca. Aparece sobre la superficie y notamos
su presencia, desaparece y decimos que se ha extinguido. Sin embargo, la verdad que
se acepta es que el universo provee todo lo que el hombre pueda concebir, pero está
disponible sólo para los intrépidos y emprendedores. Si el hombre se recrea en actos
malvados, tales cosas quedan fuera de su alcance. Una vez que el hombre se libera de
todos los deseos materiales, que son como grilletes, y además purifica su corazón, los
dones divinos vuelven a aparecer y el hombre los puede obtener si hace un esfuerzo
sincero. Este principio eterno de la naturaleza se manifestó a los buscadores de Dios que
residen en el ashram Nara Narayana. Mientras recolectaban leña tenían que adentrarse
en el bosque. Una ocasión vieron de lejos una extraña planta, y al aproximarse la
reconocieron: era aquella rara y divina enredadera llamada somalatha. Dos de los
integrantes del grupo eran expertos en ciencias médicas y en Ayurveda, por lo que nos
les llevó mucho tiempo identificarla y se sintieron muy emocionados de encontrarla.
Llevaron la planta al ashram en procesión ceremonial y cantando mantras védicos. En la
cultura hindú no consideramos materia inerte a las hierbas o a las medicinas; por el
contrario, nos merecen un gran respeto ya que están benditas por los devas y contienen
un elemento divino en ellas. Por eso, efectuamos el ritual prescrito siempre que traemos
una planta de los bosques.

Un día, cuando el Señor se presentó ante ellos, colocaron la planta en frente de Él y Él


les confirmó que se trataba de la somalatha. El hecho es que obtuvieron esa divina
medicina únicamente por la gracia de Bhagavan Sainath. De otro modo, sería imposible
obtener estas eficaces medicinas en la actual era de Kali. Más tarde, el Señor plantó la
enredadera en un lugar apropiado. Es posible que en el futuro se propague en los
alrededores del ashram Nara Narayana.

Los sadhakas también descubrieron otra maravillosa y divina planta. Si se unta en los
ojos el jugo de sus hojas proporciona una rara capacidad visual, por la cual incluso
estando en la más completa oscuridad, se ve como si se estuviera en plena luz del día.
Estos devotos también han encontrado otras valiosas plantas.

20
Sai Baba y el Ashram Gufa

DOS SABIOS EN EL ASHRAM NARA NARAYANA

Dios desciende a la tierra para el bienestar de la humanidad. Sean pobres o ricos,


célebres o insignificantes, inmersos en asuntos mundanos o ajenos a ellos, padres de
familia o monjes, todos se benefician de la presencia del Señor. No obstante, por lo que
podemos llamar coincidencia, entre los que han renunciado al mundo para convertirse en
sanyasis, muy pocos tienen contacto cercano con Bhagavan Baba. Por lo tanto, es
pertinente hablar acerca de dos de esos miembros del grupo de once sadhakas. Sri
Swami Vamadeva Maharaj Swami Vamadeva tiene 104 años de edad. El motivo para
que optara por sanyasa (renunciación) fue el fuerte anhelo de obtener sadhana
chatushtaya. Como se sabe, quien basa su vida en el discernimiento y el desapego como
parte de los seis tipos de riqueza y está dotado de las cuatro virtudes de viveka, vairagya,
shadsampati y mumuksha (discernimiento, desapego, las seis virtudes y la búsqueda de
la liberación) en gran medida está llamado a optar por la vida de sanyasi. Estas cuatro
virtudes se conocen como sadhana chatushtaya.

Desde este punto de vista, Swami Vamadeva fue muy afortunado, pues estaba dotado
con las cuatro virtudes cuando optó por sanyasa. Se ha visto con frecuencia que incluso
los renunciantes que poseen todas las virtudes se vuelven víctimas de la tentación de
establecer una tradición de discípulos y construir un ashram de ladrillos y piedra. Swami
Vamadeva merece reconocimiento porque en vez de pedir a otros que se volvieran sus
discípulos consideró más apropiado controlar su mente y sus sentidos y volverse amo de
los mismos y durante su vida dirigió todos sus esfuerzos a este fin. La experiencia de
todos hasta ahora es igual. "Si tu mente te vence estás perdido. Si conquistas a tu mente,
saldrás victorioso. El universo entero es amigo de aquel que controla su mente y sus
sentidos". En otras palabras, la persona que admite que su mente la derrote, arruina su
vida en este mundo como en el otro, pero aquel que subordina su mente y la hace su
esclava, aumenta las oportunidades en ambos mundos: adquiere nombre y fama en este
mundo y liberación en el otro. Esto es lo que hizo Swami Vamadeva.

El punto de vista de Swamiji respecto a la vida en los ashram también es diferente.


Según él, este cuerpo nos proporciona refugio y es el verdadero ashram para avanzar en
la búsqueda de Dios y finalmente se funde con Él. Como tal, este cuerpo humano, dice,
es el verdadero ashram porque nos da ashraya (refugio) a los buscadores de la Verdad,
que es Dios. Todas las demás formas de ashram no tienen sentido. De este modo, si no
se tienen discípulos ni se posee un complejo de edificios al que llamen ashram, no surge
la idea de propiedad y riqueza ni el apego por la forma material. Esto lleva de inmediato a
un sentido de desapego y renuncia que se afirma conforme transcurre el tiempo. Hace
veinte años, Swamiji entendió que en los años por venir, al aumentar su edad, su cuerpo
se debilitaría y estaría expuesto a toda clase de enfermedades. Entonces, ¿por qué no
dejar su cuerpo voluntariamente? En ese tiempo tenía aproximada mente 85 años de
edad. Existe una secta de sanyasis, en particular los avadhutas, que siguen el sistema
Rishabhadeva, que de forma voluntaria dejan su cuerpo físico. Swami Vamadeva decidió
alcanzar la liberación siguiendo esta tradición. Cuando todo el bosque donde el santo
Rishabhadeva estaba absorto en meditación fue abrazado por el fuego y reducido a
cenizas, Rishabhadeva ofreció su cuerpo mortal a aquel fuego y por eso obtuvo la divina

21
Sai Baba y el Ashram Gufa

bienaventuranza. Vamadeva pensó: "Yo debería ir a Kashi, donde el Señor Shiva reside y
donde las aguas sagradas del Ganges lavan todos nuestros pecados, para poder entrar
en el estado de moksha ofreciéndome a las corriente de la Madre Ganga". Con este plan
en su mente se fue a Kashi y, meditando en el Señor Shiva, se lanzó al Ganges. En ese
momento ocurrió un milagro. El santo estaba meditando en el Señor Shiva, el de la tez de
alcanfor y adornado con cenizas, ¡pero lo que vio fue una figura ataviada de azafrán, con
una corona de cabello sobre la cabeza y levantando una mano en abhaya mudra! (el
ademán de protección). La figura se manifestó durante unos minutos y luego
desapareció. Además ocurrió otro milagro: cuando el sabio se sumergió en el Ganges, al
principio de hundió profundamente en el agua, pero al siguiente momento su cuerpo
apareció en la superficie y comenzó a flotar en una dirección, sin que él hiciera ningún
esfuerzo, como si fuera un trozo de madera. Había avanzado escasamente unos 200 m
en esa situación cuando sucedió un tercer milagro: una gran ola se levantó de las
tranquilas aguas del Ganges, llevó su cuerpo a la orilla del río y regresó, con lo cual las
aguas se volvieron a la calma. Swami Vamadeva tomó la firme determinación de
quedarse en ese preciso lugar donde la Madre Ganges lo había depositado. Pensó: "Voy
a entrar en trance aquí mismo, en padmasana. Durante las lluvias, cuando el Ganges se
desborde, seré arrastrado por las aguas. Una vez que haya ofrecido este cuerpo al Señor
Shiva y a la Madre Ganges que descansa en Su cabeza, ya no necesitará protección,
ellos lo cuidarán, si esa es Su voluntad". Esa misma noche, el juguetón Señor Sainath
hizo que un oficial del ejército, devoto suyo, tuviera un sueño, en el cual vio que
Bhagavan Baba hacía que un sanyasi se sentara en su regazo y Él le regalaba dulces
para que los comiera, como se haría con un niño. El semblante de Baba era el de una
madre amorosa observando al santo, que en su regazo parecía un niño. Al despertar el
devoto se sintió inundado por un sentimiento de amor y reverencia hacia el Señor; pensó:
"¡Qué afortunado es este sanyasi! El Señor Sai lo trata como a un inocente niño y con
sus propias manos lo alimenta con ladus. Si yo pudiera tener siquiera una fugaz visión de
este santo, me consideraría extremadamente afortunado". Los videntes han dicho:
"Cultiven la amistad no con el Señor, sino con los devotos, pues mientras Dios les
concede la riqueza y la prosperidad, un devoto les proporciona el acceso al Señor
mismo". En otras palabras, sólo pueden llegar al Dios por medio del satsang, la compañía
de los buenos y los venerables. Como buen devoto, este hombre empezó a orar, uniendo
sus manos: "¡Oh Señor Sai!, permíteme tener un vislumbre de Tu bienaventurado santo;
mi vida tendrá en verdad sentido si me concedes la oportunidad de servir a un alma tan
elevada como ésta". A la siguiente noche, este devoto Sai fue a la orilla del río Ganges a
caminar. Apenas había avanzado unos cien metros cuando se encontró con el santo que
había visto en su sueño, sentado en posición padmasana y absorto en meditación. El
devoto se sintió inundado de alegría y cayó postrándose a sus pies. Al darse cuenta de la
inmensa fortuna, uniendo las palmas de las manos empezó a orar a Bhagavan Baba.
Swami Vamadeva se sorprendió y le dijo: "Nunca te he visto y tampoco conozco a tu Sai
Baba; nunca antes hemos tenido comunicación ni relación alguna, ¿cómo puedes, pues,
alabarme? No es necesario". El devoto le contó entonces su sueño de la noche anterior y
agregó al final: "Le pedí a Sai Baba que me concediera tu dharshan y la oportunidad de
servirte. Es un privilegio y una gran fortuna que mi oración haya sido respondida tan
pronto. Ahora tengo la dicha de conocerte, pero no es suficiente; te pido te que seas tan
amable de acompañarme a mi humilde hogar y me concedas la oportunidad de servirte
durante algún tiempo".

22
Sai Baba y el Ashram Gufa

Fue así como Swami Vamadeva supo de la existencia de Sai Baba, mediante un sueño
de un devoto. ¡Extraños son los juegos del Señor! De inmediato recordó la divina figura
que se había manifestado ante él cuando meditaba en el Señor Shiva antes de hundirse
en el Ganges. La descripción de Sai Baba que el devoto le dio coincidía exactamente con
la Divinidad que se le había manifestado. "¿Es Sai Baba la encarnación del Señor
Shiva?", se preguntó. La voz interna dijo: "Eso sólo podrás confirmarlo cuando
acompañes al devoto de Sai, te quedes durante algún tiempo y escuches lo que te diga
acerca de su Señor".

El swami, sin embargo, tenía una dificultad que explicó al devoto. "Tú sabes que yo soy
sanyasi avadhuta y que paso la vida en el bosque; no puedo aceptar la hospitalidad de
un grihasta". El devoto respondió: "Swami, conozco muy bien la forma en que vives,
puedo conseguir que te hospedes en un lugar que te complacerá".

Uno puede llamar a lo siguiente coincidencia o lila de Bhagavan. En las orillas del río
Manikarnika hay un campo de cremación. Ahí se encuentra un buen número de sanyasis
devotos del Señor Shiva, meditando en Bhutbhavana Bhagavan Sankar8. Un día antes
del encuentro de este devoto con Swami Vamadeva, uno de esos sanyasis había muerto
y la cabaña que ocupaba quedó disponible. En Varanasi, el crematorio que está en las
orillas del Manikarnika es el favorito de los ascetas. Todo el día y toda la noche se puede
ver alguna pira ardiendo y esto refuerza el sentimiento de vairagya en los sanyasis y les
recuerda la futilidad del mundo material. El devoto informó esto al swami y le propuso que
ocupara la cabaña que estaba vacía si le parecía adecuada. Vamadeva aceptó gustoso
esta propuesta. Swami Vamadeva se quedó en la cabaña cerca del campo de cremación
durante algún tiempo. Fue allí donde tuvo la oportunidad de saber con más detalle acerca
de Bhagavan Baba a través de las experiencias que escuchaba, de las fotografías que
con alegría contemplaba y de la descripción que hacía el devoto de los lilas de Baba.
Llegó un momento en que se sintió inundado de amor por Bhagavan y lo embargó un
intenso anhelo de tener Su dharshan. No pudo resistirlo más. Se unió al grupo de
devotos que ahora se encuentra en el ashram Nara Narayana y se presentó con ellos en
Whitefield para recibir las bendiciones de Bhagavan Baba. Él fue uno de los once
miembros del grupo que Baba seleccionó para ir a quedarse en el ashram de la cueva.
Así fue como un santo que estaba inmerso en el espíritu de viaragya tuvo contacto con el
Señor encarnado. Sri Swami Virajananda Maharaj al igual que Swami Vamadeva, Swami
Virajananda es un sanyasi de alto orden, muy instruido, y está por completo desapegado
del mundo. Tiene actualmente cien años de edad; sin embargo, su extraordinaria salud le
permite efectuar viajes muy largos. Llevaba una vida de penitencia en una ermita al otro
lado del río Ganges, en el ghat de Dashashwamedha, en Kashi. Era un asceta en todo el
sentido de la palabra; virtuoso, entendedor, muy versado en las escrituras y, no obstante,
humilde, modesto. Tenía un gran número de discípulos, que llevaban una vida pura,
noble y digna bajo su guía. Hace aproximadamente veinte años supo de la encarnación
del Señor. En 1970 visitó Prashanti Nilayam acompañado con quince o veinte de sus
discípulos y vivió veinte días en el ashram. Como siempre ocurre, los lilas de Baba son
impredecibles. Algunas veces son tan extraños, que aun los más grandes rishis y los
8
El Señor como protector de todos los seres vivos.

23
Sai Baba y el Ashram Gufa

videntes se dejan llevar por la ilusión. Nuestra mitología está llena de historias que
ilustran esto. Sita, la consorte del Señor Shiva, dudó del Señor Rama cuando éste
vagaba por el bosque, y quiso poner a prueba Su divinidad ignorando las advertencias
del mismo Shiva. Por su parte, Narada, el gran sabio, se enfureció cuando Narayana lo
transformó dándole la apariencia de un mono y él mismo ocupó su lugar casándose con
la bella princesa Vishwamohini. Un incidente similar aconteció con Swami Virajananda.
Después de pasar veinte días en Prashanti Nilayam, llegó a la siguiente conclusión:
"Baba es una divinidad para los extranjeros y para los ricos. Una encarnación de Dios es
una encarnación de amor y no distingue entre los pobres y ricos, pero en el caso de Baba
esto no parece cumplirse. Hemos estado aquí veinte días y durante este tiempo no se
molestó en preguntarnos ni una sola vez quiénes somos o de dónde hemos venido. Él no
puede ser Premaswarupa". Con esta impresión en la mente, les pidió a sus discípulos
que se alejaran de ahí de inmediato y se encaminaran hacia el norte de la India. Pasaron
la primera noche en Dharmavaram y ocuparon dos cuartos; en uno de ellos se quedó él
solo y en el otro sus discípulos y ayudantes. Al caer la noche alguien dijo a su puerta:
"¿Puedo pasar?" El swami asintió y entró un extraño, quien amablemente ofreció un
saludo al asceta y le dijo: "Swamiji, Bhagavan Sainath me mandó a pedirte que tengas la
bondad de acompañarme a Putaparti ahora mismo. Por favor, prepárate para ir conmigo".
El swami estaba muy disgustado y replicó con menosprecio: "¡No, claro que no iré! Puede
que sea el Señor de los ricos, pero no el nuestro, no es amable ni atento, no es la
encarnación del amor como afirma". Sin embargo, el visitante replicó su petición, esta vez
con más firmeza: "¡Maharaj! Se me ha confiado esta misión y no me iré de este lugar
hasta que me acompañes. El auto nos espera afuera, te llevaré y te traeré en el mismo
vehículo". Hubo un intercambio de palabras entre ellos y finalmente el swami decidió
acompañarlo. "Después de todo -pensó-, no me llevará más de dos horas y media ir y
volver en auto". En cuanto Swami Virajananda llegó a Prashanti Nilayam, Bhagavan
mandó por él para que subiera a su recámara. Al momento de entrar en el cuarto trató de
lanzar una descarga de insultos y reclamos en contra de Bhagavan Baba, pero el Señor
sonrió y le dijo gentilmente: "Primero cenemos y luego puedes preguntarme lo que
quieras y como quieras". La cena se sirvió de inmediato ahí mismo. Al terminar, el swami
se sentó frente al Señor. Un segundo después, Baba abrió Su mano derecha y se la
mostró. El swami miró la mano de Bhagavan durante unos segundos y se puso muy
nervioso y empezó a sudar profusamente; su rostro reflejaba ansiedad y miedo. Todas
sus preguntas fueron contestadas. El swami vio en la mano de Baba su propia cabaña y
su grupo de discípulos. Además oyó claramente la voz de Bhagavan: "Amor, amor,
amor... -decía el Señor-. ¿Qué es el amor? ¿Crees que dejar una familia de seis o siete
miembros para reunir a tu alrededor a unos cuantos miles de personas sea muestra de
amor verdadero? Abandonaste tu casa, pero ahora estás con frecuencia preocupado por
adquirir unas cuantas cabañas construidas como ashrams. La realización del Ser,
verdadera meta de esta vida, se ha quedado muy atrás; ahora estás más interesado en
tus discípulos y en tus cabañas. Eso no es amor, es apego, moha. La esencia de la vida
es el amor, no el deseo; la devoción, no la codicia y la gloria temporal". Fue la experiencia
más importante en la vida del swami. Nadie le había hablado sobre cuestiones
espirituales ni expuesto la hipocresía de la que somos víctimas al seguir nuestro
sadhana. Por primera vez la amarga verdad estaba ante él, y el mismo Bhagavan Baba
se la mostraba. Así él descubrió a Dios en la forma de Baba, a Narayana en la forma de

24
Sai Baba y el Ashram Gufa

Nara, a Madhava en la forma de Manava9. De inmediato cayó a los pies del Señor y se
postró ante Él. Con gran humildad le pidió que lo iniciara con un mantra y le diera Sus
enseñanzas. El Señor le dijo: "El mantra se otorga sólo a los discípulos, o sea, a quien se
ha entregado en forma total a la Voluntad Divina". Bhagavan le dijo que estaba más
interesado en sus discípulos y en su ashram que en el Atma Sidhanta (el principio del
alma) y en la búsqueda de la salvación. ¿Qué sentido tenía entonces otorgarle
upadesha? (instrucción espiritual). El asceta entendió lo que el Señor quería decir, ofreció
sus saludos con gran humildad y solicitó su permiso para partir. Bhagavan sonrió y le dijo:
"Espera un momento". El swami se sentó y se quedó dormido por un segundo, al
momento siguiente, al despertar, estaba en su cuarto en Dharmavaram, y no en
Putaparti. El swami estaba sorprendido. ¿Cómo pudo cubrir una distancia de casi 45 km.
en un segundo, cuando ni siquiera dio un paso para dejar el lugar en donde estaba
sentado en la recámara de Bhagavan? Sólo meditaba y su mente estaba enseguida a los
pies de loto del Señor, sólo recordarlos era un acto de gracia. En ese instante recordó lo
que dicen los Upanishad acerca de los atributos del avatar: Apani Paado Jayano Grahita.
Goswami Tulsidas dijo lo mismo en las siguientes palabras: "El Señor es Aquél que
camina sin usar Sus pies, oye sin usar Sus oídos, disfruta todos los sabores sin usar Su
lengua, es elocuente sin usar Su boca y es un vidente, un profeta". Así como Bhagavan
viaja por la tierra y por los mares sin moverse físicamente, también puede hacer, cuando
es necesario que el que disfruta de Su gracia haga lo imposible para un ser humano. Así
es como el swami llegó ala conclusión de que todo lo sucedido se debía a la suprema
gracia del Señor. Como era imposible para él cubrir esa distancia y llegar a
Dharmavaram en tan breve tiempo, no había duda, Sri Sathya Sai Baba era Dios. Al
llegar a Kashi llamó a sus discípulos y les dijo con sinceridad: "En mi ignorancia, los hice
mis discípulos y me declaré gurú, pero la verdad es que Dios es el verdadero Gurú. Es
una fortuna que para nosotros que el Señor Brahman, el Creador, Conservador y
Destructor de este universo, haya descendido a la tierra en la persona de Bhagavan Sri
Sathya Sai Baba. Aceptémoslo todos, ustedes y yo, como nuestro real y verdadero
Gurú". Enseguida se liberó de todo apego hacia sus discípulos y a su ashram y se
entregó a una severa penitencia. Al saber la sencillez de su vida y de su ardiente
devoción, Bhagavan lo llamó a Prashanti Nilayam en 1982 y lo seleccionó como miembro
del grupo que iría a establecerse en el ashram Gufa. Es muy satisfactorio observar que
los ascetas que han tomado la senda del nivriti marga y que viven como sanyasis, han
empezado a reconocer la encarnación del Señor Sai. En 1987 hubo en Prashanti Nilayam
una reunión de sadhús del estado de Andhra Pradesh. Ante un gran número de
reconocidos sadhús, sanyasis y eruditos que se reunieron en esa ocasión, Sri Swami
Bhumananda Sarasvati, entonces presidente de la Sadhú Samaj (sociedad de los rishis)
y los dos presidentes anteriores, reconocieron el descenso de Bhagavan a la tierra en la
persona de Sri Sathya Sai Baba. Tenemos la esperanza de que otros estados sigan este
ejemplo.
LOS SABIOS DE LOS HIMALAYAS

En los tres primeros capítulos vimos que Bhagavan dio la Prasad patra a un grupo de
once devotos. Estos devotos se establecieron en el ashram Gufa en la montaña Nara
Narayana, a 40 km. al noroeste del templo de Badrinath. Todos ellos son aspirantes de
9
Narayana y Madhava son nombres de Dios; nara y manava significan hombre.

25
Sai Baba y el Ashram Gufa

nivel espiritual muy elevado y empezaron a practicar samadhi. Bhagavan Baba se


manifiesta en ese sitio de vez en cuando y les impartía enseñanzas muy valiosas
respecto a su sadhana. También lograron rescatar algunas hierbas medicinales como la
somalatha. Hemos visto como dos sanyasis muy avanzados en su camino espiritual
llegaron a conocer a Bhagavan, y que más tarde se unieron al grupo de aspirantes que el
Señor envió para que practicaran penitencias y samadhi en el ashram. Seguramente es
muy interesante saber lo que dicen acerca de Bhagavan los sabios de los Himalayas,
quienes están dotados con grandes sidhis (poderes).

La vida en el ashram Gufa se lleva bajo una muy estricta disciplina, aunque de vez en
cuando se enriquece con la visita de los grandes sabios que han vivido en las faldas de
los Himalayas por más de quinientos años, algunos mil. Ellos han hecho las siguientes
observaciones respecto a la encarnación de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba.

1. SRI AVADHUTJI

Sri Avadhutji vive en la cima de la montaña Kaka Bhusundi. Cuando visitó el ashram por
primera vez, hubo algunos debates sobre religión. Durante estas discusiones, se le
planteó una pregunta: ¿Cuál es su opinión acerca de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba,
encarnación de Shiva? Como respuesta recitó el siguiente sloka del Gita:

Na me viduh suraganah prabhavam na mahashayaha


Ahammadirhi devanam maharshinam cha sarvashaha.

En esta estrofa, el Señor Krishna le dijo a Arjuna: "¡Oh, Arjuna!, nadie, ni siquiera los
dioses o los rishis, pueden saber acerca de Mí, el encarnado, ¿cómo podría entonces
saberlo la gente común? Yo soy Adikarta, el Creador original de todos estos dioses y
maharishis".

Sri Avadhut agregó: "Cuando hasta los dioses que inicialmente se fundieron en la
Divinidad y los grandes rishis que establecieron el contacto con el Señor por medio de la
recitación de mantras sagrados, fallaron en reconocer la realidad del Señor, ¿qué puedo
esperar yo?"

Unos días más tarde, se le planteó otra pregunta relacionada con la encarnación del
Señor. Esa vez su respuesta fue diferente. Declaró: "Son muy afortunados quienes tienen
la dicha de tener el darshan de Dios encarnado y reciben Su gracia y Su alimento de
cada día en la Prasad patra que Él les dio. Respecto a nosotros, el avatar no nos permite
ni siquiera Su proximidad, así que para nosotros es imposible obtener Su gracia y Sus
bendiciones".

Es evidente, pues, que Sri Avadhut aceptó a Sri Sathya Sai Baba como Dios encarnado y
también trató de acercarse a Él. Que haya fallado en su intento es una cuestión diferente.

2. UN VEDANTI PARIVRAJAK SIDHA PURUSHA.

26
Sai Baba y el Ashram Gufa

Se debe recordar que nadie tiene el valor de preguntar los nombres de estos sabios, ya
que en el Vedanta sadhana, "nombre y forma" se consideran falsos. Se le hizo la misma
pregunta a un sabio a quien sólo podemos referirnos como vedanti y contestó: "Sí, el
Señor Shiva ha descendido a la tierra en la forma de Sai Baba, pero lo que es
sorprendente es que no nos permita a los sidhas acercarnos a Él".

3. MAHAVATAR BABA.

Los lectores deben estar familiarizados con esta personalidad. Existen varias referencias
llenas de respeto acerca de él en el libro Autobiografía de un yogui, de Sri Sri Swami
Paramahansa Yoganandaji. Varios aspirantes de elevado nivel espiritual, tanto de la India
como de otros países, llegan a él para pedirle su guía. Mahavatar Baba, de quien se cree
tiene más de mil años de edad, tiene el mérito de haber revivido el antiguo sadhana del
Kriya Yoga. El director del ashram Gufa fue el único que logró obtener una entrevista
personal aunque estrictamente privada. Le planteó la misma pregunta acerca de Sai
avatar. Mahavatar Baba contestó: "Tengo conocimiento de los tres avatares del Señor
Shiva. Yo recibí el darshan de Sai Baba de Shirdi y del presente avatar Sri Sathya Sai.
También tengo conocimiento del futuro avatar del Señor Shiva en la forma de Prema
Sai".

4. BABA SUNDARDAS (NATH)

Existe una historia popular acerca de este mahapurusha en el templo de Badrinath.


Hablando acerca de sus ancestros, los residentes de este centro de peregrinación decían
que hace aproximadamente 125 años, Baba Sundardas favoreció a cada uno con su
darshan. Él llegó a la perfección en la práctica del pranayama. Un día, en presencia de
todos, ascendió al cielo; desde entonces terminaron sus apariciones públicas, pero los
grandes sadhakas todavía pueden verlo y hablar con él. Todos los devotos que viven en
el ashram Gufa pudieron obtener su darshan y una conversación con él, pues llega ante
ellos con frecuencia. Tres años después de que empezó a visitar el ashram, también se
le pidió su opinión acerca del avatar Sri Sathya Sai. Cortésmente afirmó: "Cuando oí por
primera vez acerca del avatar, no lo podía creer, pues la mayoría de los rumores resultan
ser falsedades. En cuanto a la posibilidad de analizar de cerca la personalidad del avatar,
está absolutamente fuera de mi alcance, no soy apto para esta tarea. Es verdad que he
llegado a un nivel más elevado que aquel donde las ilusiones del mundo confunden a una
persona, pero no he experimentado propiamente el principio divino. Hablando con
sinceridad, sólo si se ha experimentado la Divinidad en el verdadero sentido es posible
reconocer al avatar, porque la encarnación de Dios no es otra cosa que la manifestación
de lo Divino, del mismo Brahman".

Poco tiempo después, Baba Sundardas estaba muy feliz. Declaró: "Desde que empecé a
disfrutar de su compañía y a oír las historias sagradas acerca de Bhagavan Baba,
además de leer los libros sagrados como el Mahabharata de Jaimini, estoy convencido
de que Bhagavan ha descendido a la tierra. Ahora espero recibir Sus bendiciones".

5. EL MAHABHARATA DE JAIMINI.

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Sai Baba y el Ashram Gufa

Existen varias razones para que los sidhas que viven en el los Himalayas visiten el
ashram Gufa. Una de ellas es participar del prasad que produce la vasija divina; otra
razón es la vida tan austera que llevan los once devotos que viven ahí, casi siempre
absorto en una estricta penitencia. Hay una tercera razón y ésta es la oportunidad de
estudiar un raramente disponible y sagrado libro: el Mahabharata de Jaimini. Baba
Sundardas ya se refirió a estas escrituras. El autor de esta gran epopeya fue el principal
discípulo de maharishi Veda Vyasa, el rishi Jaimini. Su mayor logro fue la exposición
correcta y detallada del Purva Mimamsa Darshan. Este darshan shastra (escritura acerca
de la visión de lo Divino) es el compendio de todos el conocimiento respecto al
karmakanda y la ejecución de los yajnas. Es uno de los seis conocidos Darshanas.
Maharishi Jaimini escribió otro libro épico referente a ciertos incidentes extraordinarios y
reveladores que no se encuentran en el Mahabharahita escrito por maharishi Veda
Vyasa. Esta epopeya se llama Mahabharata de Jaimini. Una parte importante de la
literatura espiritual de la India fue destruida durante las invasiones extranjeras que hubo
en varias épocas. Podemos imaginar el número de escrituras y otros libros sagrados que
había en la biblioteca Saraswati, de Srinagar, cuando leemos que los invasores no sólo
se apropiaron de la valiosa literatura que se encontraba ahí sino que usaron los libros
como puente para cruzar el río Vitasta. Así mismo, en el Fuerte Rojo, de Delhi, se usaron
libros preciosos y escrituras antiguas durante casi seis meses como combustibles para
calentar el agua en los baños reales. El norte de la India tuvo que enfrentar varios
ataques y muchas escrituras tan valiosas como la obra de Jaimini fueron destruida y si
acaso se había conservado una copia, no era accesible al público. De los dieciocho
parvas (capítulos) de la gran epopeya sólo se encuentra disponible el que se refiere al
Yajna Ashwamedha. De los otros diecisiete no se sabe nada. Ashwamedha Parva lo
publicó la editorial Gita Press, de Gorakhpur. Otros de los grandiosos milagros de
Bhagavan Baba es que se haya encontrado el Mahabharata de Jaimini intacto,
conservado en una caja de las cuevas de la montaña. La persona que lo encontró no
conocía el sánscrito por lo cual le llevó el manuscrito al director del ashram, experto en
esa lengua. La particularidad de este libro es que contiene un recuento detallado y
completo de la vida de Bhagavan Sathya Sai Baba, encarnación del Señor Shiva.
Menciona el nombre del avatar y ofrece una relación completa de Su dinastía, y contiene
algunos de los maravillosos milagros del Señor, indicando el principio de la nueva era al
establecer una verdadera religión dentro de la tradición Sathya yuga. Los sidhas que
visitaron el ashram Gufa tuvieron la buena fortuna de examinar con detalles este sagrado
libro. Se maravillaron al verlo y leer su contenido. Además supieron que hace más de
cinco mil años el gran muni Jaimini, que era más avanzado espiritualmente que ellos,
predijo la encarnación del Señor Sainath. Estos sidhas expresaron su gratitud sincera a
los residentes del ashram Gufa por haberles brindado la rara oportunidad de leer este
sagrado libro que fue descubierto gracias a su esfuerzo desinteresado. De esa manera
expresó Baba Sundardas también su agradecimiento al referirse al Mahabharata de
Jaimini.

6. DEVARAHA BABA.

Este gran sabio no vive en los Himalayas, aunque sí a las orillas de los ríos sagrados que
tienen su origen en dichas montañas. Reside en el primer nivel de una construcción de
madera, cerca de la confluencia de los ríos Ganges, Yamuna y Sarasvati, y debido a su

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Sai Baba y el Ashram Gufa

relación con estos ríos se le considera un yogui de los Himalayas. Se estima que tiene
cuatrocientos cincuenta años de edad. Es un antiguo conocido del director del ashram
Gufa; en una ocasión, éste le preguntó su opinión acerca de Bhagavan Sri Sathya Sai
Baba y Devaraha afirmó en términos muy claros y enfáticos que Bhagavan Baba era la
encarnación del Señor Shiva. "Él es Parabrahman encarnado", dijo. El director del
ashram quería que aclarara más ese punto y le dijo: "Maharaj, me siento muy agradecido
que usted haya disipado la duda que por largo tiempo había estado en la mente de la
gente; pero, ¿podría ser tan amable de decirme cuál es la razón para guardar en secreto
este hecho, al que no teníamos acceso ni yo ni otros miembros de mi familia, a pesar de
que lo hemos visitado durante décadas?"

Devaraha Baba estaba sereno y tranquilo; replicó en un tono grave: "No es correcto
hablar de estos asuntos a menos que se pregunte específicamente por ellos. Tiene que
haber, primero, un verdadero buscador. Además, hay otra razón importante: el Señor
encarnado ha prohibido a los sidhas mencionar este hecho; por eso no podemos discutir
este asunto ni siquiera entre nosotros. Este misterio respecto a la encarnación de
Bhagavan Sainath se puede discutir de forma breve entre los sadhakas altamente
realizados y que son en verdad inquisitivos". Guardó silencio un instante, luego con
tranquilidad dijo: "No está remoto el momento en que los videntes, sabios y santos de
todo el país se reúnan en Putaparti para recibir las bendiciones del Señor encarnado."10

7. REVERENDO MAHARISHI BHRIGU BABA.

Maharishi Bhrigu es conocido en todo el mundo por sus acertadas predicciones. Dotado
de una sutil inteligencia divina, hizo innumerables predicciones de las cuales nos hemos
enterado por medio del Bhrigu Samhita. Casi todas se han cumplido en su momento.
¿Qué mayor homenaje se le podría ofrecer a Maharaj Bhrigu que lo que el omnipotente y
omnipresente Señor Krishna dijo acerca de él en el Srimad Bhagavata Gita? Al explicar
su omnipresencia, el Señor decía: "Maharshinam Bhriguraham"; es decir, "Entre los
maharishis, Yo soy Bhrigu". Un maharishi ocupa un lugar más elevado que los rishis y en
esa categoría de maharishis, Bhrigu está en la cúspide. Bhriguji ha dado una detallada
información acerca de la encarnación de Bhagavan Sainath por medio de su inmortal
obra llamada Bhrigu Samhita. Los seguidores de maharishi Bhrigu formaron una
asociación llamada Manav Dharma Sangh. Hace aproximadamente veinticinco años,
cuando se estableció esta institución en Delhi, maharishi Bhrigu instruyó a su fundador
para que antes de iniciar su sagrada misión visitara Putaparti y recibiera las bendiciones
de Bhagavan Baba. Así lo hizo y después fundó la organización Manav Dharma Sangh,
la cual cuenta con varias ramas diferentes en diferentes partes del país. La referencia es
suficiente para mostrar la importancia que para Maharishi Bhrigu tiene Bhagavan Baba, la
encarnación del Señor Shiva.

10
Dejó su cuerpo mortal y tomó mahasamadhi.

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Sai Baba y el Ashram Gufa

UNA EVALUACIÓN CRÍTICA

La pregunta surge enseguida: ¿Por qué el Señor no permite que los sidhas se acerquen
a Él? La respuesta es: no ha llegado el momento de que el Señor se revele
públicamente. Si se permite que los sidhas se acerquen a Él para obtener sus
bendiciones, todos los aspirantes espirituales seguirían su ejemplo y se suscitaría un
interminable desfile, pues pensarán que si los sidhas lo han aceptado como el avatar,
sería necio de su parte no aceptarlo también. Muy pronto Sai será reconocido
universalmente como Dios. De hecho, el propósito primordial de un avatar es hacer que
la gente adquiera consciencia de Su llegada, pero según Su plan, hay un momento para
cada cosa. A todos les llegará la oportunidad de tener su darshan, sparshan y
shambhashan (visión, conversación y contacto, respectivamente). Igualmente, existen un
momento en el que sólo unos cuantos elegidos pueden acercarse a Él.

Para ilustrar esto, durante la encarnación de Vishnú como Rama, el Señor Shiva
encontró al príncipe exiliado en la selva llorando la pérdida de Su esposa, Sita, y
preguntándole a los árboles y a las plantas si la habían visto en algún lugar. Al ver al
Señor del universo en tan lamentable condición, Shiva también se llenó de tristeza y
sintió el deseo de acercarse a Él y ofrecer Sus oraciones, pero inmediatamente el
discernimiento lo rescató y recordó el favor que Brahma le había concedido a Ravana.

"Ravana había orado para pedirle a Brahma que, ya que debía morir, le permitiera ser
víctima de un hombre y no de un dios; por eso Vishnú bajó a la tierra en la forma de
hombre como Rama. Así que si voy y oro ante Él como Paramatma, no se cumplirán las
palabras de Brahman", pensó Shiva.

Uno puede cuestionar: ¿cómo podrían ellos equivocarse? Después de todo, el mismo
Shiva es el Param Gurú de todos los sidhas y el más alto en jerarquía de los dioses. Pero
eso era lo que debía evitarse. Si Shiva empezaba a orar a Rama, todos los otros dioses,
sidhas rishis y santos también lo harían, y el aspecto de Dios en el avatar Rama sería
conocido para todos y ya no sería tratado como hombre. Para cumplir con el don que
Brahma le había concedido, Rama no mataría a Ravana, quien se jactaría diciendo: "¡Oh
Señor de Señores!, baja Tu arco y Tus fechas. Brahma, el creador de este universo, me
ha concedido un don: nadie excepto un hombre puede matarme. Pero Tú no eres
hombre; Tú eres Ishwara, dotado e investido de Divinidad. Aunque un hombre, en
realidad eres Dios, no puedes matarme". Por lo tanto, mientras Ravana viviera, Rama se
comportaría como cualquier otro ser humano, pero una vez que muriera, todos los
dioses, incluyendo a Shiva, ofrecerían sus reverencias a Rama como encarnación del
Señor Vishnú, como el Supremo Maestro.

Así como Shiva tuvo que ofrecer sus reverencias a Rama desde lejos y en secreto,
Bhagavan Baba no permite que los rishis y los sidhas lo conozcan. Sin embargo, no está
lejos el momento en que todos los dioses tomarán forma humana e irán a Putaparti junto
con los rishis y los munis a ofrecer sus reverentes saludos al Señor y buscar Sus
bendiciones.

30
Sai Baba y el Ashram Gufa

Hace veinte años, el Señor hizo una afirmación similar. Estaba desayunando con algunos
devotos cercanos, quienes le propusieron lo siguiente: "Swami, se habla de Tus lilas y
Tus milagros se comentan en cada hogar de los países más importantes del mundo. Por
ello queremos organizar una conferencia en la que participen todos los buscadores
espirituales a nivel internacional, y declarar desde este foro que Dios, el creador de este
universo, ha llegado a la Tierra. Al hacer esto, la humanidad entera obtendrá el beneficio
de la presencia del Señor". Bhagavan Baba los escuchó y esbozando una sonrisa dijo,
lleno de compasión: "Sus sentimientos hacia sus semejantes son loables y los respeto,
pero ese momento todavía está lejano. Antes debo traer hacia Mí a las personas que en
sus vidas previas han tratado de acercarse a Mí por medio de su sadhana. Llegará el
tiempo en que el mundo entero sabrá de la existencia del avatar por medio de una
declaración pública. Sin embargo, si ustedes, impulsados por su sentido del deber,
desean transmitir esta verdad para hacerla del conocimiento de sus compañeros y
amigos, pueden hacerlo a un nivel personal". Esta es una razón importante por la cual
Bhagavan Baba no permite a los sabios y los sidhas lo conozcan. Podemos entender
fácilmente por qué Swami, en general, no permite a nadie escribir acerca de Él en una
forma que pudiera compararse a una declaración pública. Por ejemplo, cuando los
sadhakas del ashram Gufa solicitaron permiso para publicar la referencia a Bhagavan
Baba en el Mahabharata de Jaimini, Él lo negó. Asimismo, Irani Ma, una de las antiguas
devotas de Bhagavan, quería publicar lo que el profeta Mahoma escribió en uno de sus
famosos libros, Océano de Luz. En este libro se mencionan con detalle veintisiete
atributos relativos al avatar; Sai Baba no concedió permiso parea su publicación.
Igualmente, Archaya Ganjur Narayana, de Bangalore, tiene en su poder un relato original
de Sai Charitamrutum. Éste fue escrito por Suka Muni hace cinco mil años. En él hay una
descripción detallada acerca de la encarnación del Señor Sai en el Kaliyuga11. Algunos
de los seguidores de Sai se acercaron a Bhagavan y le pidieron permiso para publicar tan
importante documento; Baba no se lo concedió.

11
Ver Divinidad Viviente, de Shakuntala Balu, publicado en esta misma serie ("La profecía de Suka Nadi", pág. 63).
Editorial Yug, 1990

31
Sai Baba y el Ashram Gufa

UNA INTERPRETACIÓN CRÍTICA

Hemos hablado acerca de la Patra prasad que Bhagavan Baba dio a la los once
sadhakas que partieron a los Himalayas para establecerse en el ashram Gufa. Ahí viven
permanentemente y se han consagrado por completo a su sadhana y a samadhi. Los
sidhas y los rishis bajan de vez en cuando de los Himalayas al ashram para participar del
prasadam, y cuando se les pregunta acerca de Bhagavan Baba también expresan su
opinión. El autor ha considerado estos puntos de vista de los sidhas de una manera
crítica.

El editor.

Al considerar la opinión que los sidhas ha expresado acerca de Bhagavan Baba, es claro
que han reconocido la importancia del avatar, aunque también han expresado su
incapacidad para apreciar la verdadera naturaleza del Señor en toda Su grandeza, y citan
los versos del Gita: “Si los dioses, que se hallan establecidos en forma absoluta en el
estado de Divinidad, y los maharishis, que pueden ver el pasado, el presente y el futuro al
invocar los sagrados mantras, expresan su debilidad ante la manifestación del avatar,
¿cómo podríamos nosotros, los seres humanos comunes, comprender algo acerca de
Él?” La pregunta que surge de inmediato es: si los sidhas que habitan en los Himalayas,
que son almas realizadas, no son capaces de identificar al avatar, ¿está verdaderamente
al alcance de la capacidad humana entender algo acerca de Su realidad? Otra pregunta
importante es: si Bhagavan Baba les ha negado a los sidhas y a los santos acercarse a
Él, ¿hasta donde pueden hacerlo los seres comunes? Por otro lado, si estos devotos
tuvieran acceso a Él, no hay garantía de que no llegaran a merecer Su desaprobación y
por ello fueran expulsados. Una multitud de preguntas como ésta surgen en la mente del
hombre común.

Todas estas interrogantes tienen, sin embargo, una respuesta sencilla. ¿Hasta qué punto
se ha entregado uno a Dios? Si la entrega es total, no habrá dificultad para alcanzarlo
tanto física como espiritualmente, y tampoco habrá problemas para identificar al avatar.
El Señor mismo concederá al devoto una oportunidad para disfrutar de la gloria de la
visión del avatar. Desafortunadamente, los sidhas carecen de ese espíritu de entrega
total al Señor. El ego que han en ellos porque son sidhas y porque saben más que el
resto de la humanidad, les impide entregarse completamente a los pies de loto de
Bhagavan. Aun si ese sentimiento de entrega está presente en alguno de ellos, es en
forma muy limitada. La razón es sencilla: el hombre no está libre, tampoco del ego de ser
virtuoso. El espíritu de entrega total al Señor se presenta con más facilidad en los
devotos sencillos, en las mujeres y los hombres comunes; en cambio a los intelectuales,
pensadores y sidhas se les “atraviesa” su ego. El sloka del Gita que citan estos grandes
aspirantes espirituales y los que han alcanzado su meta, contiene la palabra Adi, que nos
indica la razón de su impotencia para comprender al avatar. “Ahamadirhi devanam...” El
Señor Krishna se refiere aquí a la peculiaridad de la naturaleza humana. Siempre que el
hombre ejecuta algún acto, piensa en su mente que él lo ha hecho, que él es el hacedor;
se olvida de recordar al Señor. Cada quien recuerda lo que ha hecho, pero olvida con
facilidad lo que se ha hecho por él. Lo que uno inventa, construye o descubre, lo recuerda

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Sai Baba y el Ashram Gufa

muy bien, pero olvida quién fue su creador. Existe una referencia respecto a Brahma, el
creador, en el Ramayana. Brahma visitó la ciudad de Mithila junto con otros dioses para
asistir a la celebración del matrimonio de Sri Rama. Al ver la fastuosidad y la belleza de la
ciudad, quedó sorprendido.

Había una razón: como creador, pensó que todo el universo era Su creación, y Mithila no
era la excepción, pero en Mithila todo era nuevo, único y de exquisita belleza, en tal
grado que ni siquiera Él pudo imaginarlo. Esto demuestra qué tan limitada era la visión de
Brahma. Había llegado ahí para ser testigo de la divina boda del Señor Rama con Sita.
Era una rara ocasión. Lo que se suponía que Él debía hacer era ofrecer Sus reverencias
a los pies de loto del Señor Rama, pero en vez de eso se ocupó de descubrir los objetos
de Su creación. Estaba absorto en el pensamiento de Su propia gloria -de cómo
Brahman, con sus catorce lokas (mundos), había sido creado por Él; el planeta Tierra
(Bhuloka) sólo era uno de esos catorce, y Mithila, una de las ciudades sobre esa tierra-. Y
era ahí donde la boda de Rama y Sita se iba a celebrar, así que el crédito era de Él.
Estaba absorto en su pensamiento egoísta, pero al llegar a Mithila y no encontrar huellas
de Su creación, se sintió perturbado, Su ego quedó hecho trizas y se dio cuenta de Su
error. Mithila y Ayodhya fueron los lugares escogidos para los lilas de Bhagavan, incluso
antes de Su encarnación. Este sencillo hecho fue olvidado por Brahma. Esta verdad es
muy clara en el avatar Krishna: apenas había abandonado Su cuerpo físico toda la
ciudad de Dwaraka se hundió en el océano y comenzó la era de Kali. Asimismo, tan
pronto como Sri Rama dejó Su cuerpo terrenal en el ghat Guptar, en el río Sarayu, y
terminó Su lila, las ciudades divinas de Ayodhya y Mithila12 también se hundieron. Fue
natural también que Ayodhya y Mithila existieran en el mundo físico creado por Brahma.
Como Brahma estaba obsesionado por el ego del deber que le había tocado cumplir, el
de crear el universo, veía la divina ciudad de Mithila como parte de Su creación. Así
recordaba sólo lo que había creado, y lleno de alegría y de satisfacción, olvidaba quién lo
había creado a Él. Por lo tanto el Señor Shiva el más grande preceptor en el ejercicio de
la devoción tuvo que explicar a los dioses que se habían reunido en Mithila para
presenciar la boda de Rama y Sita, la importancia de ese auspicioso momento. Les dijo:
“¡Oh dioses!, no se dejen engañar por lo que ven y los llena de asombro; piensen un
poco y con paciencia. No es una boda más, es la boda del Señor mismo, así que puede
suceder cualquier cosa. ¿Por qué dudarlo?” Le dijo a Brahma: “La verdad básica sólo la
podrás entender si te liberas de las cadenas del ego de ser el creador y meditas
profundamente en que hay un Ser Supremo que te ha creado. “El Señor Shiva, el
enemigo de Kamadeva, estableció que los cuatro objetivos -artha, dharma, kama y
moksha- se conceden a quien se consagra al servicio del Señor Rama y de la madre
Sita”. Fue una alusión indirecta a Brahma para que no se dejara confundir por Su
intelecto e inundara Su corazón de auténtica devoción. Brahma aceptó este consejo del
Señor Shiva con agrado y así, cuando llegó la ocasión del encuentro de Radha con
Krishna en Dwapara yuga, que presenciaron todos los dioses del cielo, la actitud de
Brahma fue totalmente diferente: estuvo presente en el bosque cercano a Nandgaon; sin
embargo, Su forma de ver las cosas fue por completo distinta. El incidente se describe en
los Puranas como sigue:

12
Todavía existen pero su esplendor ha terminado.

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Sai Baba y el Ashram Gufa

Un día Krishna fue al bosque a cuidar a las vacas mientras pastaban. El día se volvió
especial debido a esta rareza. Su padre, Baba Nanda, Su hermano mayor, Balabhadra, y
Su amigo Sridama ya se habían marchado a casa y Krishna se quedó solo. Radha, la
consorte de Krishna, estaba preocupada; recordó que en otros días podía ver a su Señor
cuando cruzaba por aquel camino acompañado de Balabhadra y Sridama. “Pero ahora,
ya todos los demás se fueron a casa, sólo Krishna y sus vacas no han regresado”.
Pensando en Krishna, fue en su búsqueda y llegó al sitio en donde Él estaba parado bajo
un árbol. El Señor Krishna ya no estaba solo. Empezó a caminar lenta mente por el
bosque, acompañado de Su invisible shakti manifestada en la forma de Radha. Música
celestial fluía de su flauta en forma de divinas melodías; era casi de noche y oscuras
nubes azules cubrían el cielo. En esa rara ocasión apareció Sri Brahma. Sentado sobre
un cisne empezó a descender suavemente a la tierra, frente a Krishna y Radha. De
inmediato Krishna le ofreció Sus saludos; también ofreció Sus oraciones a Brahma como
creador de los Vedas, que son el fundamento de toda la creación. Brama le habló así al
Señor: “¡Oh Krishna!, la gente de Bhuloka es realmente afortunada porque Tú has
descendido a la tierra para aligerar su carga y desechar el peso de su maldad. A tu
izquierda está Tu lila shakti, Radha, la que está siempre presente en Tu corazón. Así
como el fuego y su poder de quemar son inseparables y no existen como dos fuentes de
energía, sino que son una e indivisible, así como el agua y sus olas, aunque aparecen en
dos formas distintas, son esencialmente una, así Tú y Sri Radha son eternamente uno y
lo mismo. Has asumido dos formas humanas para manifestar Tu lila a Tus devotos. Así
como tienes la obligación de ejecutar lilas, también es Tu obligación de mantener loka
maryada13. Así pues, se compasivo y acepta la alianza matrimonial entre Tú y Srimati
Radha en esta ocasión tan auspiciosa. Esta alianza sagrada en verdad no te beneficiará
a Ti de ninguna forma, pero Yo sí seré beneficiado inmensamente, ya que, en términos
espirituales, será tomada como la unión de jñana y bhakti, y como Yo tendré la
oportunidad de actuar como sacerdote, la forma integrada de jñana y bhakti eternamente
morará en Mi corazón y Me ofrecerá la más alta recompensa que se pueda imaginar,
esto es, fundirme con el Señor”. El incidente anterior aclara que la forma de pensar de
Brahma había experimentado un cambio total en los tiempos de la encarnación del Señor
Krishna. No había huellas de ego en Él, lo cual no ocurrió en los tiempos en que visitó
Mithila en la era del avatar Rama. Estaba afligido porque no vio ahí ninguna maravilla de
su creación. En aquel tiempo no era el objetivo primordial de Brahma ser testigo de Dios
y de Su gloria, lo que quería era ver su propia gloria, lo cual no pudo encontrar en
ninguna parte de Mithila. La ocasión de la boda del Sri Rama es especialmente
importante por otra causa. Se puede hacer una comparación entre el hombre común y el
hombre virtuoso, el erudito: mientras que el hombre común está siempre entregado a su
Señor, ya que no hay otro camino, el hombre virtuoso y erudito no tiene la capacidad de
beneficiarse de su proximidad con el Señor. Por un lado están los habitantes de Mithila,
que decoraron toda la ciudad con amor, devoción y habilidad en esa tan auspiciosa
ocasión del matrimonio de Sita, y por otro existen personalidades como Brahma e Indra.
Hay dos referencias en cuanto al pueblo de Mithila, gente común que era feliz en el reino
de Janaka.

13
Loka maryada se refiere al gobierno o conducción del mundo; literalmente, "mantenerlo dentro de los límites de las
leyes que lo rigen".

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Sai Baba y el Ashram Gufa

En Mithila, el hombre común era tan próspero que incluso Indra, el monarca del cielo, no
podía evitar sentirse atraído por ellos. El cielo, con toda su riqueza y encanto, palidecía
hasta la insignificancia comparado con Mithila.

La otra referencia alude a la belleza de Mithila después de que fue adornada por sus
habitantes con la mayor delicadeza y habilidad. La pregunta que surge es, que siendo
Indra y Brahma los más elevado en las respectivas jerarquías ¿quien podría competir con
Indra en cuanto a comodidades materiales y a la felicidad que brindan y quién podría
sobrepasar a Brahma en lo referente a su poder creador? Después de todo, cualquier
material que los ciudadanos hubieran usado tendría que haber sido creación de Brahma,
ya fueran flores, hojas, cortinas de ceda, oro y plata, gemas y piedras preciosas. Además,
la naturaleza toda con sus encantos y bellezas, las colinas, los valles, los arroyos, las
cascadas, las nubes, el arcoiris, el sol, la luna, el amanecer, el ocaso, las diferentes
estaciones del año, todo es creación de Brahma y nada más. Si es así ¿cómo podría la
belleza de Mithila y la prosperidad de sus habitantes superar la creación de Brahma y la
riqueza de Indra? La razón detrás de este misterio radica en que los ciudadanos hicieron
su trabajo con espíritu de humildad. El Ramayana describe su actitud ante el trabajo de
esta forma:

Los ciudadanos pensaron primero en Sri Rama, en el amor del sus amores, y luego
ofrecieron sus plegarias a Brahma. “Sabemos absolutamente que este universo es la
creación de Brahma, y la fuerza vital y la energía que vamos a emplear para decorar
Mithila nos las otorga el Señor Rama, pues no somos sino títeres en Sus manos. De
hecho, el hacedor, el acto y el impulsor original de ese acto no es otro que Dios mismo. Si
Dios es todo, ¿por qué dejarnos llevar por el sentimiento de que estamos haciendo esto o
que hemos hecho aquello? De ese modo estaban totalmente libres del sentimiento de
ego y entregados a los pies de loto de Bhagavan. Con esa actitud, incluso la persona
más común puede llegar a obtener un éxito mucho mayor que Brahma, el creador, y ser
más próspera que Indra, el señor de los cielos. No es que lo logre propiamente, sino que,
como se ha entregado por completo al Señor, es Su voluntad la que reina. El Señor
derrama Su gracia sobre Sus bhaktas. Para un devoto así no existe tiempo ni distancia; la
gracia del Señor lo eleva más allá de éstos, y el devoto reside todo el tiempo en un
mundo lleno de Su gracia, más que en este mundo terrenal. Es un hecho así de simple.
Mientras tengan ego, vivirán en el mundo limitado por el tiempo y el espacio, pero en el
momento de su entrega entran en el mundo de la gracia del Señor. Todas las acciones
que se ejecuten en el mundo limitado por el tiempo sufren de apego y las riquezas que en
él se adquieren son mancha das por la avaricia, pero mientras vivan en el mundo de la
gracia de Swami sus acciones serán motivadas por la devoción, la fortuna que adquieran
los guiará hacia el contento. La devoción y el contento son, por mucho, superiores al
apego y a la avaricia. Esta fue la razón por la cual los ciudadanos de Mithila obtuvieron
una fortuna mayor que la de Indra y embellecieron su ciudad más que el mismo Brahma.
Obviamente, Brahma e Indra están dotados de conocimiento, poder, autoridad y otras
virtudes más, pero aunque viven cerca de Bhagavan, están lejos en cuanto a devoción;
en cambio, la gente común que vive en Mithila y en Ayodhya es la personificación de la
devoción. Este argumento es válido en el caso de los sidhas, quienes, debido a sus
poderes yóguicos, son víctimas de su ego y tienen dificultades para reconocer que
Bhagavan Sathya Sai Baba es el avatar. Naturalmente, tienen que esperar y sufrir antes

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Sai Baba y el Ashram Gufa

de obtener la señal del Señor para llegar a ÉL y obtener Su gracia. Los verdaderos
devotos creen en la entrega total y cada mañana se reúnen en Prashanti Nilayam para
tener al menos un vislumbre del Señor.

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Sai Baba y el Ashram Gufa

EPILOGO

Al entregar la vasija divina a los devotos, Bhagavan Baba les dio instrucciones para que
no hicieran ninguna publicidad respecto a ella. Les dijo: “Si experimentan algún milagro,
por pequeño que sea, debido a su sadhana, sentirán el deseo de hacer le publicidad, eso
está en su naturaleza; pero no lo hagan.”

Es natural que el omnipresente y omnipotente Señor hable así. Con Su sola voluntad
crea los tres mundos y los catorce bhuvanas, crea las montañas infranqueables, como
los Himalayas, el insondable océano y los grandiosos pancha bhutas14, todo es la obra de
Su voluntad. Así, enviar a once devotos, verdaderos aspirantes, con la Akshaya prasad
patra a una altura de más de 5000 m, fue como un juego de niños para Él. No es de
sorprender que no quiera que se le dé a esto ninguna publicidad. Sin embargo, hay otro
importante aspectos de Sus lilas. De los muchos objetivos por los que Dios encarna en la
tierra, uno de ellos se describe así:

“El Señor sin forma asume una forma para poder realizar Sus lilas que no pueden
llevarse a cabo sin un cuerpo.”

Durante Su vida, el avatar realiza innumerables lilas que se basan en el amor puro y
verdadero que hay entre Él y sus devotos. Al cantar las glorias de Sus lilas, la gente
santifica el terreno de su corazón y puede sembrar ahí la semilla del amor. Cuando
germina, las riega con las narraciones de los milagros y lilas de Bhagavan que se hacen
cuando están en compañía de los buenos y los nobles. Gradualmente, esta planta del
amor va echando sus raíces, cada vez más firmes, en el corazón de los devotos, y crece
y se vuelve un gran árbol que los provee de los frutos de la liberación o moksha. Son ese
amor y esa devoción al Señor lo que ayuda al devoto a cruzar este océano mundano.
Este libro se ha preparado justamente con las sagradas intenciones de que crezcan en el
devoto su amor y dedicación al Señor.

Existe otra razón. Un buen grupo de devotos del Señor, que sabe de Su presencia física,
ocupan puestos de responsabilidad tanto en la India como en otros países. Swami les ha
pedido que desempeñen sus puestos como verdaderos servidores públicos. Sin
embargo, en su vida cotidiana se enfrentan con situaciones de verdadero reto para ellos,
por lo que necesitan un reforzamiento de su fe. Esto es posible cuando incrementan su
conocimiento respecto a la gloria de Bhagavan, la cual está siempre en expansión y es
cada vez más conmovedora. El mismo Señor dice: “Es muy difícil que la gente cercana a
Mí entienda que Yo soy Bhagavan, sólo un sadhaka que esté siempre alerta lo puede
lograr.”

¿Por qué? Goswami Tulsidas dio una bella explicación de este enigma en su obra Sri
Rama Charit Manas.

14
Los cinco elementos básicos.

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Sai Baba y el Ashram Gufa

Es muy difícil comprender los aspectos nirguna y nirakara del Señor, pero para los
devotos que creen en la sagunopasana15, la adoración del Señor encarnado en esta
Tierra con todos los atributos de un ser humano, es extremadamente difícil conocerlo.”

La cita anterior resulta paradójica, ya que la opinión popular sostiene que


nirgunopasana16 es la más difícil de las dos formas de adoración. Inclusive en el Gita el
Señor Krishna afirma de la adoración de Dios sin forma y sin atributos es muy difícil.
Adorar a Dios con una forma y un nombre es mucho más fácil, ¿por qué entonces
Tulsidas ha hecho tal afirmación? La explicación que se da es la siguiente: Desde el
punto de vista del sadhana, adorar a lo sin forma y sin atributos es difícil. El saguna
marga, en comparación, es más fácil, pero si se consideran las dudas y las ilusiones en
las que se cae, el sadhana que se basa en saguna bhakti es más difícil. En nirguna
sadhana, la no dualidad es la meta esencial. “No existe nada más que Brahman en toda
la creación”, por eso no hay nada de qué dudar. La duda sólo surge cuando existe dos o
más cosas; pero ¿qué habría de dudar si no existe nada más que Brahman? El Vedanta
dice: “Si es totalmente cierto que Brahman es omnipresente, ¿por qué hemos de
mantener alguna ilusión o sentirnos afligidos?”

Pero en el sadhana que se basa en la devoción a un Dios con una forma definida y que
posee atributos definidos específicos -y que desde luego, es el principio fundamental
para todos los aspirantes- hay siempre contradicciones y dudas. ¿Con qué contradicción
se enfrenta un sadhaka? Tulsidas comenta: Los lilas del Señor son sencillos y a la vez
complejos. Siempre están llenos de misterios y algunas veces son engañosos. Debido a
la sencillez de estos lilas, el devoto común empieza a dudar si la Deidad que adora es
realmente Dios o no, pues se ve, habla y se comporta como una persona común. Cuando
el Señor encarna, todas sus actividades son iguales a las de las personas comunes:
come, bebe, habla y duerme como cualquier persona y esto ocasiona que la gente piense
que no hay nada especial en Él; es como cualquiera de nosotros. Cuando Bhagavan
ejecuta algún lila, todo parece misterioso, son incomprensible todos sus actos; incluso a
los grandes eruditos, munis y sidhas les resulta difícil entenderlo y se confunden, surgen
las dudas.

Los más difícil es cuando algún lila de Bhagavan es al mismo tiempo sencillo y complejo.
Existen un buen ejemplo de un lila como ese durante la encarnación de Krishna. Cuando
era muy joven, Krishna se reunía con otros jóvenes pastores y participaba en todos sus
juegos y diversiones, comían juntos y a veces hasta les hacía trampa en los juegos.
Subal, Sudama y otros amigos le jugaban bromas engañándolo a veces, cuando jugaban
lo llamaban Kanhaiya, Kanha y a veces Kanna. En ocasiones fingían reñir con Él o se
montaban sobre Su espalda, y sin darle importancia empezaban a comer antes de
ofrecerle a Él. Fue entonces cuando Brahma, el creador de los Vedas, pasó por ahí. Al
encontrar a Krishna dedicado a esas actividades y a los pastores tomándose esas
libertades con Él, por un momento dudó de la divinidad de Krishna y la sometió a prueba.
Así, el mismo lila de Bhagavan fue fácil de entender para los pastores, pero estaba más

15
Adoración de Dios encarnado con atributos, en una forma físicamente perceptible.

16
Adoración de Dios en cuanto principio abstracto, sin forma ni atributos.

38
Sai Baba y el Ashram Gufa

allá de la comprensión de Brahma. Igualmente, Bhagavan Baba ha hecho varios lilas que
son a la vez sencillos y complejos.

Tomemos sólo uno en relación con el ashram Gufa. Al llegar al lago Urvashi, el
duodécimo miembro del grupo de sadhakas arrojó al lago la vasija divina el anillo y el
reloj que Bhagavan les había dado; se alejó de ahí y retornó a su lugar de origen. Dudó
de la divinidad de Bhagavan Sainath. La lección de estos lilas es sencilla:

“Aquel que no se deshace de su ego ni se vuelve puro y sencillo para entregar se


totalmente a Dios, no puede entender la maya de Bhagavan”. Aunque este devoto fue
afortunado por haber estado cerca del Señor, no acató las órdenes que le dio; desde
luego no pudo entender a la Divinidad, por eso se alejó del camino espiritual hasta el
grado de ya no poder retomarlo, mientras que aquellos que se entregaron completamente
a la voluntad del Señor ganaron Su gracia. Pero este lila tiene otra dimensión misteriosa
para los once miembros del grupo. Ninguno de ellos sabía esto. Hasta que el Señor se
manifestó en el ashram Gufa, Él mismo develó ese misterio. Bhagavan les reveló que
cuando los once sadhakas del grupo se propusieron orar para pedirle Su ayuda y
recuperar la vasija divina que estaba en el fondo del lago, el líder del grupo se opuso a la
idea y Él mismo se sumergió en las profundidades del lago y rescató el Prasad patra. Era
una hazaña imposible de realizar y nadie, en condiciones normales, la podía haber
logrado con éxito. Fue la voluntad de Bhagavan Sainath la que hizo que el líder se
opusiera primero a la propuesta y luego se ofreciera para lanzarse al lago a recuperar la
vasija. Al escuchar esta revelación hecha por Bhagavan, uno de los miembros-aspirantes
le preguntó, guiado por su curiosidad: “Maharaj, el acto fue extremadamente difícil; ¿no
crees que habría sido más fácil que en vez de inspirarlo para arriesgarse, Tú mismo te las
hubieras ingeniado para recuperar la vasija? De hecho, el líder logró rescatarla, pero
cayó inconsciente y casi muere; con gran dificultad volvió en sí después de la media
hora”. El Señor sonrió y dijo: “Fue como si lo hubiera hecho Yo. Esa fue Mi voluntad”.
Todos los presentes se sorprendieron. Para calmar su curiosidad y sorpresa, Bhagavan
dijo: “El verdadero misterio de este lila consiste en que este hombre estaba destinado a
morir ese día en particular. Su vida había terminado y ese día debía morir; nació con un
periodo de vida de 33 años y algunos meses y ya los había cumplido. Esta calamidad fue
destinada al hacerlo caer en inconsciencia durante media hora. La agonía que habría de
sufrir antes de morir fue equivalente a la media hora que estuvo inconsciente. Además,
se le dio una prórroga de vida de ciento veinte años. Tuve que hacerlo porque este
devoto se ha entregado totalmente a Mí; también en sus nacimientos previos había
llevado una vida piadosa, llena de nobles acciones”.

Todos sabemos que Bhagavan Sainath había prolongado la vida del devoto americano
Walter Cowan. Respecto al devoto de Urvashi Kund, el Señor dijo a Yamaraja17 lo
siguiente: “En todos sus nacimientos anteriores, este jiva ha efectuado actos sagrados y
ha llevado una vida pura, y en esta vida todavía no ha logrado su meta, es decir, culminar
su sadhana orientado hacia moksha, así que su tiempo de vida puede prolongarse”. Este
punto fue destacado por Bhagavan en un contexto diferente. Así como a un comerciante
honesto el gobierno lo trata con consideración si llega a perder su negocio haciéndole un
17
El dios de la muerte, Yama.

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Sai Baba y el Ashram Gufa

préstamo a largo plazo y con bajo interés Dios también le pidió a Yamaraja que le
concediera unos años de vida al señor Walter Cowan y al efectuar un lila en Urvashi
Kund, el líder del grupo de los devotos quien renació en ese mismo cuerpo y continuará
viviendo ciento veinte años más a partir de ese día.

Después de escuchar esa revelación del misterio en Urvashi Kund, los devotos ahí
presentes se quedaron sorprendidos. Se dieron cuenta de que externamente los actos de
Swami, que no son más que Sus lilas, parecen sencillos, pero internamente tienen un
significado muy profundo y una gran complejidad. La verdad es que nadie intentaría
jamás conocer al Señor considerándose a sí mismo demasiado sabio. Renunciación y
entrega son los únicos medios para acercarse a Él. El día llegará en que Él mismo revele
su misterio a sus devotos.

Así como los devotos del ashram Gufa lograron conocer los misterios de Bhagavan
Sainath por la gracia de Sai, también otros pueden beneficiarse de las experiencias
narradas anteriormente. Todos debemos ser muy cautos en lo que se refiere al Señor; no
debemos considerarlo una persona común al observar sus sencillos lilas de cada día, ni
tampoco una persona que está fuera de nuestro alcance por ser tan misterioso, tan difícil
de entender. No permitamos que ninguna duda entre en nuestra mente; nuestra fe en el
Señor debe ser inconmovible como una montaña. Con frecuencia Sainath brinda la
oportunidad a Sus devotos para que le pidan algo que les gusta. Ése es un momento de
prueba para ellos. No deben pedir al Señor nada más que Su gracia eterna y fe absoluta
en los pies de loto de Bhagavan. Antes de terminar debo expresar mi sincera gratitud al
director del ashram Gufa quien me narró con detalles todos los hechos cuando estuvo
aquí. Con todo el corazón en el servicio a Sai, Maheshwarananda, Prashanti Nilayam.

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Sai Baba y el Ashram Gufa

APENDICE

La encarnación del Señor Nara Narayana establece un ideal de penitencia en la más


sacra de las sagradas tradiciones relativas a los avatares. Entre libros muy famosos que
se refieren a los veinticuatro avatares del Señor Vishnú, el Bhaktamala de Nabhadas
ocupa un lugar muy especial. Además Nara Narayana el avatar también es conocido
como Badripati, y bajo este nombre continúa conservando su santidad en el templo
sagrado de Sri Badrinath situado en las faldas de los montes más sagrados: los
Himalayas. El mismo Señor Narayana nació en Murthi, una de las hijas de Daksha. Se
manifestó en dos formas -Nara y Narayana-. En el momento de Su nacimiento, asumió la
apariencia de un gran tapas vi. Su cabellera era rizada, su color azul claro, había un aura
brillante alrededor de su rostro y tenía brazos largos y fuertes. Poco tiempo después de
su nacimiento solicitó permiso a Sus padres y partió hacia el sagrado templo de Badrinath
para hacer penitencia. Desde entonces está completamente absorto en tapas, y se
quedará en ese estado hasta que termine este kalpa18.

El carácter de Nara Narayana es la encarnación de un verdadero tapasvi (asceta) que


logró vencer a Kamadeva de una forma singular. Otros dioses también obtuvieron la
victoria sobre Kamadeva, pero tuvieron que recurrir a la ira para lograr su objetivo. Por el
contrario, el Señor Nara Narayana pudo someter a Kamadeva con Su amor y
generosidad. Por tal motivo, estableció el ideal más alto del verdadero tapasvi. Además
del Bhaktamala, existen referencias detalladas acerca de Nara Narayana en el Srimad
Bhagavata Purana, en el Mahabharata y en otros Puranas.

Sai Baba y el ashram Gufa se terminó de imprimir en noviembre de 1992 en los talleres
de Editora y Distribuidora Yug, Hamburgo 290, México, D. F.

18
Un kalpa equivale a 4320 millones de años. Significa la duración de un universo, en otras palabras, el período de
manifestación o actividad cósmica al final del cual viene el período de disolución o reposo.

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