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Llama

La detección de la llama es muy importante desde el punto de vista de


seguridad. Los quemadores de gas o fuel-oil, utilizados en los hornos o en las
calderas de vapor, necesitan, para que su funcionamiento sea correcto, que
la llama producida por el combustible sea estable, de calidad y que se
mantenga en estas condiciones mientras el quemador esté en marcha. Ante
un fallo en la llama, el sistema de protección debe actuar, inmediatamente,
excitando el circuito eléctrico de enclavamiento previsto en la instalación
para que el conjunto "caiga" en seguridad y evite la entrada de combustible
sin quemar, eliminando así el peligro de su eventual encendido y explosión
subsiguiente.

Clasificación:
Los detectores de llama aprovechan varias características de la llama para su
funcionamiento: calor, ionización y radiación.

 Detectores de calor
El calor lo utilizan los detectores térmicos formados por bimetales,
termopares, varillas de dilatación y dispositivos a expansión de líquidos
que proporcionan un control relativamente satisfactorio en
instalaciones domésticas.
 Detectores de ionización – rectificación
 Detectores de radiación
Los detectores basados en la radiación se fundan en la energía que una
llama irradia en forma de ondas que producen luz y calor, es decir, en
la detección de línea visual de la radiación emitida en las bandas
espectrales para determinar si una llama es real.
Los detectores disponibles pueden clasificarse como sigue:
a) Los detectores de radiación visible
Son de dos pos: sulfuro de cadmio y óxido de cesio. El primero, que
es el más utilizado, consiste en un elemento de sulfuro de cadmio
que varía su resistencia de forma inversamente proporcional a la
intensidad luminosa, mientras que el segundo consiste en un tubo
de vacío que con ene un cátodo y ánodo emitiendo electrones
cuando la luz incide sobre su superficie. La aplicación de estos
detectores requiere una llama luminosa quedando su uso limitado
a quemadores de combustibles líquidos. Son incapaces de
diferenciar la luz procedente de una llama de la de otras fuentes
(luz natural, refractario, etc.).
b) Los detectores de radiación infrarroja
Emplean la célula de sulfuro de plomo cuya resistencia eléctrica
decrece al aumentar la intensidad de radiación. La célula de sulfuro de
plomo no distingue entre la radiación infrarroja emitida por el
refractario o por la llama. Sin embargo, la emisión de energía radiante
de la llama ene una característica parpadeante que permite, a un
circuito electrónico especialmente concebido, discriminar entre la
señal de llama y la señal uniforme del refractario. No obstante, el
movimiento de los gases calientes frente al refractario puede simular
este parpadeo, excitando a la célula.
c) Los detectores de radiación ultravioleta
Consisten en un tubo que contiene dos electrodos, normalmente de
tungsteno. El tubo es de material permeable a la radiación ultravioleta,
cuarzo por ejemplo, y está lleno de un gas inerte. El funcionamiento es
similar al de un tubo Geiger. Si una radiación ultravioleta penetra en el
tubo e incide sobre el cátodo, éste emite electrones que son atraídos
por el ánodo a causa del campo eléctrico establecido entre ambos.
Este proceso ioniza el gas en el tubo, con lo que éste conduce una
corriente. Para asegurar una verificación constante de la presencia de
llama es preciso interrumpir, periódicamente, la tensión entre cátodo y
ánodo, con el n de que se establezca la conductividad del tubo un
número de veces por segundo, dado que dicho tubo presenta, una vez
excitado, una descarga automantenida en tanto que exista un campo
eléctrico entre los electrodos. La ventaja principal de los detectores de
radiación ultravioleta es su total insensibilidad a las radiaciones
infrarrojas y visibles no siendo afectados, por este motivo, por las
radiaciones del refractario caliente. Dado que ambas llamas de gas y
de fuel-oil generan radiaciones ultravioletas, estos detectores son
idóneos para instalaciones mixtas.

Planificación e instalación de los detectores


La planificación e instalación de detectores de llama requieren considerar la naturaleza del
incendio, la zona protegida, las condiciones medioambientales, las capacidades y limitaciones del
detector y las expectativas del usuario. Por ejemplo, ¿qué es más importante, seleccionar un
detector que activa la alarma unos segundos más rápido, o un detector con una inmunidad
superior contra las falsas alarmas?

 Tipo de combustible
Debe realizarse una evaluación sobre los combustibles que presentan el mayor riesgo de
incendio, por ejemplo, si son hidrocarburos o inorgánicos, líquidos o gaseosos. Esto
determinará el tipo de detector de llama adecuado. Las fuentes potenciales de falsas
alarmas también deben ser consideradas, al igual que factores medioambientales como la
presencia de vapor de petróleo, grasa y condiciones climáticas /medioambientales
extremas.

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