Sei sulla pagina 1di 117

Registro

N°16
Taller de poesía para jóvenes
Casa Museo Isla Negra
Fundación Pablo Neruda

J u a n E d u a r d o D í a z
Director taller de poesía Isla Negra
© Registro N°16
Taller de poesía para jóvenes
Casa Museo Isla Negra
Fundación Pablo Neruda

Selección y prólogo
Juan Eduardo Díaz
Derechos Reservados
juaneduardodiazc@gmail.com

Fotografía portada
Marc Tolumert

2 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
IMPRESO EN VALPARAÍSO, CHILE / PRINTED IN VALPARAÍSO,
CHILE
Prólogo

Registro N°16 es la segunda publicación del


taller de poesía para jóvenes de la Casa Museo
Isla Negra, de la Fundación Pablo Neruda.
Antes de la poesía, y como registro de las
actividades del taller, queremos destacar que en
este período, iniciado en abril y concluido en
diciembre del 2016, contamos con las visitas al
taller de destacados autores, como la poeta Alicia
Salinas, con quien, en el marco de la presentación
de su libro Última Esperanza, y previo a este,
dedicó un espacio para compartir parte de su obra
y su proceso creativo con los talleristas.
En otra ocasión desarrollamos un animado
conversatorio poético con algunos representantes
de los escritores del taller literario Morada de
Hechiceros de El Tabo, con quienes logramos
crear un ambiente grato.
En el marco de la gira del taller
Latinoamericano contamos con la visita de los
poetas Patricio Morales de Chile, Alí Calderón de
México, Federico Díaz-Granados de Colombia,
también los poetas Augusto Horta, Darío Dassie,
Juan Ignacio Domínguez y Lorena Isuani de
Argentina y Roberto Oropeza de Bolivia. Todos
ellos, más los encargados del taller, los poetas
Jaime Quezada, Tamym Maulén y Felipe Poblete,
además del poeta David Bustos. En esta
oportunidad se vivió una jornada de poesía y

R e g i s t r o N ° 1 6 /3
camaradería, experiencia por supuesto necesaria
para la formación de los poetas de nuestro taller.
Para la clausura de esta versión 2016 del
taller, contamos con la visita del poeta Enrique
Winter, quien además de darse el tiempo de
conocer y comentar los textos desarrollados por
los talleristas, compartió con nosotros su
experiencia como creador y también presentó
parte de su obra en una lectura poética junto a los
poetas de la Casa Museo Isla Negra.

De los jóvenes poetas que fueron parte del


taller y que componen esta antología, he de iniciar
la presentación con Héctor Piri Latapiat, quien
nos ofrece una selección de poemas en prosa y en
un tono melancólico, con imágenes, a veces
cotidianas, pero que no se alejan de la sensación
de desolación que queda en el ambiente. En su
poema Inadvertida creación nos dice:
“La dosis de lo onírico hace levitar, extirpar
el blanco del presente, ignorar hasta el primitivo
palpite que dio ritmo a los pasos que oscilan entre
el nacimiento y la respiración de la prosa, pulmón
del universo.”

Continúan los poemas de Ana Vallejos


Cotter, quien se ubica en una plataforma marina
desde donde canta a la naturaleza, para dar con
todos los sentido y hacer de estos los poemas que
componen su selección. En su poema Los
Nómades ella nos canta:

4/ T a l l e r d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
“Decantamos por aire, por tierra y por mar,/
y nos expandimos como los continentes en los que
caímos,/ llenando nuestro corazón perpetuo/ de
todos los colores bajo el sol.”

Emanuel Suarez, por su parte nos ofrece un


mundo que dialoga con lo filosófico, con la mirada
siempre crítica, que apunta a un entorno a veces
belicoso y extraño. En su poema No me pertenece
el poeta nos dice:
“No hay seres auténticos/ solo criaturas
alienadas/ eyaculadas sobre la tierra// Constructos
que no se/ saben constructos// Solo hay entes/ que
no se han pensado así mismos/ nunca”.

Los poemas de Pablo Albornoz nos entregan


esa particular visión del entorno, como en un
merodeo cotidiano por la ciudad recién baldeada,
como limpiada para aparentar y ocultar eso que
no pasa desapercibido por el ojo del poeta. En su
poema inflexión nos canta:
“Un ave confinada/ a guardar sus alas.//El
transeúnte que vaga atónito/ por calles que no lo
parieron.”
Siguen los poemas de Daniel Garnett, quien
nos propone la posibilidad de detenernos un
momento y contemplar el escenario en que nos
movemos de la mano de un ser desconocido o
quizá no. Con su poema Sobre la cama el poeta
nos sacude:

R e g i s t r o N ° 1 6 /5
“La luz sobre la tierra/ es la sangre de las
madres/ cuando paren a sus lirios/ en la floresta
de la casa// la hojas son los gritos/ del mundo
enmudecido/ al ver raíces secas/ en medio de la
cama”.

Víctor Alarcón, en sus poemas ubica el


tema del amor como con una energía que
proviniera del cosmos, a ratos geografía de la
emoción de un ella que se asoma silenciosa. En un
poema sin título el poeta nos seduce:
“Podríamos hacer con un beso el amor,
suntuoso momento oportuno, a la brevedad la
eternidad te espera, misteriosa y curiosa la
próxima historia, tus ojos encandilan mi reloj de
arena.”

Los poemas de Carlos Stäger ofrecen una


composición de imágenes que decantan en un
espacio íntimo que además dialogan con un
mundo a veces colorido, terrenal, a veces etéreo.
En su poema Libertad declara:
“Nunca dijiste nada y volaste/ Dejaste atrás
tu estela de colores, arcoíris de sonrisas/ Tus ojos
eran casi iguales a los míos, perdidos en
pensamientos inefables”

Quien cierra esta antología es el poeta Juan


Pablo Elgueta, sus texto tienen una disposición en
la página que conserva el verso convencional pero
que interviene con palabras en una fuente

6/ T a l l e r d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
superior a la del resto del poema, ofreciendo de
este modo una posible lectura alternativa o un
discurso entre líneas. Una filosofía intimista es la
temática que Elgueta aborda en sus poemas,
donde la contemplación y el espacio ideal son el
escenario preciso para sentarse a cavilar y
escribir. En su poema Árbol nos dice:
“Abro al cielo los brazos una y mil veces/
Nací entendiendo que la gravedad y la materia/
son sólo puntos de referencia”.

El oficio poético requiere de un


compromiso invaluable con uno mismo, con el
paisaje y el clima, con la piel y la tierra, requiere
de una conexión, una fijación distinta y especial,
si se compara con la fijación común y corriente.
Octavio Paz, en un texto titulado “Pablo Neruda
en el corazón” declara que “La poesía es la señal
divina del hombre”. Al mismo tiempo se imagina
al poeta de Isla Negra en su hábitat misterioso y
potente, y cuya cita transcribo íntegra para no
entorpecer la conexión: “ Y allí, junto a las
lágrimas, en el corazón secreto de la madera, en
el canto agrio y desgarrado de los panes, allí, en
el mundo de lo real, de lo real hasta la
desesperación, encontró la poesía a Pablo […] Y
su poesía no fue jamás un poema, un hermoso
poema, sino un fluir vivo, vencedor, apasionado
hasta hundirse en el fondo de la materia sonora y
silenciosa; un fluir espeso, impuro, como una gran
y confusa corriente trágica; semejante al parto de

R e g i s t r o N ° 1 6 /7
las mujeres, el fuego de los volcanes, al esperma
del hombre; persistente como la sangre, poderoso
como las lavas o el aire de transparente pecho y
con el candor, el misterio inocente de la piel del
mundo: la piel del hombre, la piel de los caballos,
la piel del vino, la del mar, la de la melancolía.
Poesía lunar y solar, del cielo, del subcielo y del
sobrecielo.”
Así como Octavio Paz miraba a Pablo
Neruda es como quisiéramos que a este ramillete
de jóvenes poetas los vieran el día de mañana.
Esperamos que en la lectura de sus obras se logre
esa conexión mágica con el despreocupado lector.
Que sus poemas tengan la capacidad de hacerlos
volar a otros mundos, otros espacios, otros
estados y tiempos.
Aquí están estos poetas, los devolvemos a
una sociedad que nunca los mira, ni los lee, pero
que en el momento menos esperado se los
encontrarán de frente. En una vitrina cualquiera,
con el resonar, en la portada, de un nombre que
jamás recordarán dónde fue que los leyeron o
escucharon, pero que tendrán hilvanado como un
retazo de tela a la imagen, al verso que los hizo
llorar de alegría o pena.
Ya vendrán otros a componer las selvas
líricas del mañana que seguro no disfrutaré. Es el
honroso precio del oficio.

Juan Eduardo Díaz


Director taller de poesía

8/ T a l l e r d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Casa Mueso Isla Negra
Fundación Pablo Neruda

R e g i s t r o N ° 1 6 /9
Isla Negra con su paisaje de rocas y mar
encabritados, fueron fuente de constante
inspiración para Pablo Neruda. En su casa museo,
en la actualidad, un grupo de jóvenes talentosos,
busca encantarse y dar forma a sus creaciones
poéticas así como lo hiciera el vate.
Registro número 16, recoge el resultado del
dedicado trabajo que han realizado durante el año
2016 bajo la dirección del poeta Juan Eduardo
Díaz. Este volumen se suma a la colección de
antologías que, desde hace más de una década,

10 / T a l l e r d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
publica la Fundación Pablo Neruda como fiel
testimonio del interés en la búsqueda de nuevas
voces que enriquezcan la poesía nacional.

Carolina Rivas
Directora Casa Museo de Isla Negra
Fundación Pablo Neruda

R e g i s t r o N ° 1 6 / 11
12 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Héctor Piri
Latapiat

R e g i s t r o N ° 1 6 / 13
Por desear

¿De qué sirven las miradas si no traen

14 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
pensares, suspiros y palabras que aflojen el nudo
surcador de las líneas de nuestra miseria? Esa
que rompe narices y saca la bilis de tu voz,
creando versos escasos de felicidad,
estrangulando corazones.
Si tienes la osadía, ¡escúpela!
El aliento cincela la piedra de la
conformidad, por querer lo que es libre, por
buscar lo que no se desea.

Otra vez

Y como siempre quedo solo, hago un tributo


en la oscuridad sin que nadie más sepa, que yo
sepa.

R e g i s t r o N ° 1 6 / 15
Nada más

Todo el sufrimiento, todas las lágrimas, no


serán suficientes. Incomprensible encrucijada del
arrebato, lo que no está en tus manos.
¿Qué será de ti mamando de las sombras,
vagabundeando en el tiempo?
A nosotros sólo nos queda alzar las copas
en tu nombre.

Victimados

Fatigable impotencia la de la espera,


impredecible diagnóstico, tal vez dicte una
condena.
Ningún perfume logrará encantar la gala de
la podredumbre hacia lo innombrable. No hay
óleo que logre restaurar las grietas del tiempo en
este disfraz del tormento, acribillado por el
desastre y el desapego.

16 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Obsesión incógnita

Aún imploro a tu saliva que se seca en mi


palma, a tu sonrojez siamesa a mi iris. Tus pupilas
que tatuaron en mi sien la incógnita de atravesar
los siete cielos, tus manos deshaciéndose en mi
cuello, perpetuando mi memoria.
Mis cuerdas no cantan otro amor, mis
latidos necesitan una melodía de valor y mis
respiros un abrazo por siempre.
El monstruoso magnetismo que me posee,
me hace desear haber muerto en tu pecho.

?-05-16

La frecuencia leve pero arrasadora de mi


desolación, pulula secuestrada por la niebla entre
los pinos y su sombra, rogándole a las hojas que
no marchiten con mi pasar, porque hay más de un
culpable.
El vaguido de las olas me persuade de que
no vale la pena, que no soy el afortunado.
¿Será dádiva o anatema comprender más
allá de lo que recuerdan mis ojos?

R e g i s t r o N ° 1 6 / 17
¿Cuántos latidos en la profundidad bastarán
para acoger un destello y hacerlo mío?
La frecuencia leve pero arrasadora de mi
desolación, no me permite saberlo.

No te olvido

Tú que cantas como ave en delirio, que te


desgarran por dentro labios de versos.
Porque haces del alma, encargas tus
canciones al vacío.
Vistes el cebo e insistes como las olas, te
faltan corazones y más vidas
Valoras y atesoras porque sabes que no hay
halo ni venalidad.
Recibes más del amor que resistes, aunque
traiga pulgas
Tú que lo intentarías de nuevo bajo el
barro, caminando sin rodillas, aunque sabes que
no hay recompensa en este espejismo.

Lalo

Qué se yo dónde da pie a su albedrío o


dónde culmina su trampa. Cómo culebreó para
acecharnos y cuánto lleva aquí menos, si no se

18 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
huele. He visto sus hilos en algunos, su sombra en
otros. Su mirada parte si no eres cómplice de su
aliento, que platica con dichas dimensiones donde
no existen puntos ni comas. Entonces imagino que
rima en cada cabeza distinto, para unos melodía,
para otros grilletes. Onírico he palpado su silueta,
más nunca encontré su ombligo, porque su
intención es la de la flecha, porque no sabe de
egos.
La encuentro sincera, tanto como el olor a
perro mojado.

Pancha

Todavía abundaba inocencia cuando la


conocí. Sentí una conexión.
Tal vez su endeble y honesta mirada me
atraía, tal vez el silencio nos hacía cómplices,
nunca supe la razón.
Como un mimo deslumbré a la desdicha,
que arrebató la tímida emoción, desmembró mis
pensamientos e interrogué en vano a la
inmensidad.
¿Cómo discernir que su silenciosa y fugaz
existencia, fuera, sin delicadeza, sin misericordia,
arrojada al cuenco del olvido?
Nunca se lo dije.

R e g i s t r o N ° 1 6 / 19
A la sombra

Aunque a veces no la vea, sé que siempre


volverá, como el pánico al averno y aquí análoga
estará para gritarme ¡tierra firme! Convirtiendo
mis ralos pasos en atisbos. Traumando mi temple.
Sincera a través de la carne ella se anclará
al hueso, y reprochándome hasta el fin en un
diario murmullo que intimida, me recordará que
en aquel infausto momento ya no seré su
compañía.

Por vida

Porque siempre iré a tu encuentro, que mi


último suspiro se vaya con tu aliento.
Porque sólo nos desvaneceremos en el
tiempo, que en mi última lágrima vaya tu
recuerdo.

20 / T a l l e r d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Pupilas inadaptadas

Bajo el ocaso burlón, estas cunetas


lagrimeadas son testigo de la exclamación de mis
ojos, al ver el despecho de mi fortuna chapotear
en ciénagas de heces.
Por no ser vistos, por no ser escuchados.

Inadvertida creación

La dosis de lo onírico hace levitar, extirpar


el blanco del presente, ignorar hasta el primitivo
palpite que dio ritmo a los pasos que oscilan entre
el nacimiento y la respiración de la prosa, pulmón
del universo.

R e g i s t r o N ° 1 6 / 21
Batracio

Como hechizado batracio por ahí, agrio de


veneno, la saliva desconfiada y anudadas las
costillas.
Apenas puedo discernir, perdido, brincando
por cerros, castillos y desagües. Con la esperanza
de coincidir con el beso del desencanto.

Sin rostro
(Istrella, la primera de la noche)

Prematura se corrompió mi visión,


convulsionó mi anhelo y trajo la náusea a mi
aliento.

22 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
El aprender de la maestra más bruta como
se pierde en el tablero, mas sin una razón o una
explicación válida para un novato peón.
Me embargó la ira, rezongando me despojó
y tildó mi mapa con recuerdos que no me
acompañaron. Fantasmas que no entraron en mi
cuarto, que no limpiaron mi vómito.
Sí, la ilusión nos dio la espalda, aturdió
latidos, excomulgó cordura y envenenó lenguas
inconformes, defecando materia gris.
La ausencia dilató el lazo, diluyó el tesoro
del espejismo en leche podrida, amarga.
La cuna no se meció y el chalcito rosado
ahora es un ala de murciélago, mudo manto
oscuro.

Tumor

Interna vastedad de tugurios cavernosos,


con portales intapiables y sin escapatoria.
Sebosos mesones, exilio de susurros
encantadores, rumores de hastío, ira y cuanto
más.
Exóticos olores de rasgos azarosos, incienso
de añoranza en el tumor de mis entrañas.

R e g i s t r o N ° 1 6 / 23
Nefastásia

Cuando la vi por primera vez, estremeció


mis pensamientos, apretó mi pecho.
Era su destello, en el iris polizonte la
decepción, la confusión.
Ella, neuronas de Belcebú.
Nunca olvidaré a la desdichada, fría,
insatisfecha, tormentosa. Ella traía la furia, ella
sabía a tragedia.

Carrera

Cuando se escabulleron los últimos


vestigios de luz, todo estaba ahí. No sé si lo
buscaste, pero encontró tus venas y corrió el
veneno los cien días planos hacia la negra.
No lo supiste, pero algo sentiste entre tu
aliento y tu recto.
Demasiado tarde para levantar las vallas, la
huincha flameante ya tocaba el suelo.

24 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Cuerda floja

Borracha la diabla destilando su historia.


Se durmió en cuna de oro, pero despertó
fermentando en el patio del peor antro, como una
perra con tiña y baba de rabia. Rejurgitando
desahogos, sus palabras son ladridos.
Presa de la vida, drama incontrolado, jamás
cicatrizado.
La desazón hincha su armadura, flagelos
del recuerdo, inhibido presente, no futuro.
Temporal alborotando su ser, extorsionando su
sentir.
Sola, incomprendida, tratando de forzar
una dicha.
Extremada ya, equilibrista al borde del
gollete.

Mi Meica

Cuando realmente nací, caí en que la


atrocidad camina entre nosotros. Escuché ese
sonido lento, opaco, oculto. Como el sumergirse.
Recuerdo; el mar estaba crespo, las
gaviotas relinchaban y tú te regocijabas como el

R e g i s t r o N ° 1 6 / 25
humo. Tu claridad y sencillez, aura de quiltro, me
hicieron respirar distinto y mientras te apreciaba,
sanaba.

¡Socorro!

A veces aprender a crecer duele, como


cuando niño lo hacías y dolían los huesos.
También ver algunos despreciar lo que
anhelo, amar lo que odio. Me lapida.
Ese vértigo me deja deambulando entre las
corrientes como una insignificante bolsa errando
por los cielos, atrapada a veces en alguna rama,
sin saber conocerse, sin saber dónde caer.
Aterrizaje forzoso, un yermo, al parecer
todo acabó.
No hay un camino, un faro, un sorbo, un
latido. Entonces me siento como un Asperger que
quiere amar, pero no lo dejan.

Poema Estocolmo

26 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Te imagino desnuda acercándote hacia mí,
con la misma emoción que embarga a un ladrón, y
temblando yo como tu víctima anhelando en mi
interior que dejes parte del botín. Así, volverás
una y otra vez, por más.
Entonces yo no sabré de piedad.

Notas de locura

Quisiera entender las notas de mi locura.


Caprichos ansiosos por conocer, como presenciar
mi entierro y observar los que por mí llorarían de
verdad.
¿El óbito nos dará el código?
Porque lo imposible lo que quiero, que
seamos uno en el féretro del sol y delirar de calor.
Que melodías inmortales nos escolten hacia el
rumbo perdido de lo intangible. Y que la música
de nuestra historia gire insesante libre por los
aires de generaciones y generaciones.

R e g i s t r o N ° 1 6 / 27
Autoflagelo

Despierto sin saber que estoy feliz, el


zumbido del fastidio sagaz me erosiona a través
de las milésimas.
A tientas en los estragos me sostengo, me
siento como las manos que nunca encontraron,
sin esencia, apartado de mi ser.
Vacío endógeno, tan cotidiano y sin
importancia como el velorio de una hormiga bajo
la buganvilia.
Futura devastación, holocausto hipócrita,
decibeles sociópatas, amantes en serie, carnales y
puercos.
Tardío, trato de zarpar de la catástrofe de
mi alma, pero se avecina otro tsunami de lujuria.

28 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
A n a Va l l e j o s C o t t e r

R e g i s t r o N ° 1 6 / 29
Dejar de amar

Tener que ser yo


quien extirpe el canto de mi garganta
quien reniegue del mar profundo
tormentoso que tanto amé

30 / T a l l e r d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Yo quien
corte las Mutisias más hermosas que ha dado la
tierra
para dejar vacíos los matorrales calmantes
silenciados a la vida
sin canto y sin color

Romper mis sueños


Yo quien los soñé
año tras año
estrellas fugaces se llevaron su consuelo
iluminaban la noche solo para desatar sus cuerpos
y hacer arder de llamas todos los bosques
todos los árboles
hasta su último palpitar.

Quise salvarlos tantas veces


y llevé sus raíces, mis raíces hasta el mar.
Pero él no siempre fue de hermosas aguas
cristalinas
A veces era un desconsiderado, mal amante
quien retiraba sus aguas de las raíces que
morían de sed
Gotas de esperanza mandó con la brisa
pero la llama nunca la apagó
Pues en su egoísmo quería para sí todas sus aguas

¿Cómo decirle al árbol que hay que cortarlo?


Cuando ha crecido tan verde, tan frondoso

R e g i s t r o N ° 1 6 / 31
Ha llenado el cielo de color con sus flores
de cantos con sus aves que en él hacen su hogar.
Mas ya no puede soportar el dolor de sus raíces
en una tierra seca carente de mar.

32 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
La ventana

I
El día me llama, ilumina mi ventana el sol.
La noche me llama, y el viento abre mi puerta.
Despierta.
Ven.
Pero las disecciones me nublan, y el sol se apaga
mi ventana.
Las distracciones me borran, y mi puerta se queda
abierta,
golpeando caracolas.

II
Puedo quedarme en mi habitación,
y entretenerme con las vidas que desfilan entre
mis dedos,
siempre más abajo,
ninguna es la mía.
Si me aburro me hago contar historias que me
hagan vibrar,
no las inventé,
no tuve que hacerlo.
Desde un mismo punto en el tiempo
y el espacio
pude vivir una vida plena,
hundida en los colchones
de mi comodidad.

R e g i s t r o N ° 1 6 / 33
III
¿Plena?
Tenía palabras en la boca, pero las olvidé.
Tenía historias que escribir por mi vida y por mi
puño,
pero fue más fácil relegarme al espectro.
Cuando la holgura de mi mente está en mis
manos: pequeña luminosa y obediente,
totalmente mi servicio aunque me regrese
siempre al mismo lugar.

IV
Temporal.
Tu nombre dice que terminarás pronto,
tus vientos se los llevará el tiempo
con ellos te llevarás árboles, aves
pero no te vi,
no vi cómo cambió el paisaje desde que llegaste,
estaba perdida con otra ventana que no era la
mía,
y no vi las nubes que dejaste en mi puerta,
no sentí cuando me viniste hablar
y lanzaste tus aves contra la corriente.

34 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Querías decirme algo
que la comodidad sólo logra estancar,
que la vida se vive en el esfuerzo,
que los días pasan
y yo hipnotizada los dejo pasar.
¿Cuántas horas?
¿Podrían resumirse en años?
¿Cuántas horas?
y de mi ninguna palabra

Los Nómades
Una flor abraza todas sus semillas contra su
pecho
y le susurra promesas de hogar
antes de soltarlas al viento,
no volverán a verse jamás.

Nuestra línea tiene alas para cruzar los océanos,


y acumular paisajes y perspectivas del sol en las
retinas.

Nuestros ojos son un archivo familiar en


dependencia,
no lo elegimos,
nos llama
y caemos
aun cuando nos creímos distintos.

Aquellos que nos miran impresos sobre la


chimenea nos condenan,

R e g i s t r o N ° 1 6 / 35
ninguno se quedó,
es por el defecto de nuestras consecuencias,
e ignora apático nuestros intentos de echar raíz.

De buscar una tierra para llamarla hogar,


de tatuarnos un hogar para soñar con la
pertenencia,
la Tierra nos está vedada por una sangre que quiere
verse siempre nueva.

Decantamos por aire, por tierra y por mar,


y nos expandimos como los continentes en los que
caímos,
llenando nuestro corazón perpetuo
de todos los colores bajo el sol.

De tanto andar nos hemos perdido el rastro,


mas nuestra herencia se comprende en viaje.
Ruina

Peces,
miles,
brillan bajo mis pies,
y el sol
baila bajo el mar,
renacido en nácar.

Tantos.
Pueden inundar las aguas.

36 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Suben y bajan a la superficie,
nunca los había visto,
con todas mis horas en el mar.

Ese día fueron un regalo,


tantos, tan pequeños, tan bellos,
copiosos como la lluvia,
infinitos como puesta de estrellas.

¿Serán los mismos


que luego fueron a varar a una playa lejana?
Ahogaron aves con su muerte,
costas,
casas,
niños.

¿Cómo?
Si hace días nadaban sanos bajo mi bote.
Juntos celebramos su abundancia:
Lobos,
pelícanos,
piqueros,
gaviotas,
hombres.

Hoy,
se arrastran sus cuerpos contra arenas blancas,
en desolación se apagó su luz de vida
monótonos sus cadáveres,
repitentes a las olas.

R e g i s t r o N ° 1 6 / 37
Te m p o r a l

El viento
puede
hacerme sentir como en
el mar.

38 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Desde mi ventana
puedo verlo
transformado
veleto loco
e irreconocible.

Ha seducido a los árboles


que en trance
parecen haber tomado un barco.

Eucaliptos como mástiles


se sacuden
ondeando sus copas
y cantan coralmente:
"hacemos olas, nos volvimos mar."

En la playa,
el viento que levanta el mar
deja mis labios salados.

Trenes de olas se
persiguen en en el horizonte
como dragones blancos.

Corren veloces
dejando tras ellos
estelas como cabellos.

Se alzan al cielo
como paredes de agua,

R e g i s t r o N ° 1 6 / 39
que al caer
retumban
haciéndole eco al viento
que se mueve entre los árboles.

Oscurece,
la tormenta se va
quedando sin luz.

Para resistir la batalla se


funde en sus destellos propios.

La lluvia no ha dejado de caer,


quiere bajar el cielo
gota a gota,
llevarlo a la tierra
para nutrirla de azul.

40 / T a l l e r d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
R e g i s t r o N ° 1 6 / 41
Emanuel Suárez

42 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
R e g i s t r o N ° 1 6 / 43
Nuevo mundo

Ese nuevo mundo nunca fue nuevo


solo para ellos
esos que ahora somos nosotros
nosotros que somos nada.

Nunca llegaremos

En la eterna búsqueda
por el cosmos

nunca llegamos
solo caemos
al caos.

44 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Está pasando y no lo vemos

Un respiro un bostezo un pestañeo


cientos de ellos caen sin darme cuenta
Una lágrima un sollozo un aullido
holocaustos infinitos.

Útiles y usables

Centenar de jóvenes críos


formados en líneas
cual milico raso domesticado
repitiendo como loros
aquel himno
ante aquellas figuras
puestas al frente y arriba

Todo funcionando como industria


como producto
mercancía
número

R e g i s t r o N ° 1 6 / 45
precio
ente
cosa
útil
y usable.
No me pertenece

No hay identidad
en una tierra sin su propia historia
solo hay esa ajena historia
traída con violencia
la cual nos tuvo
cual partera

No existe el ser originario


en la periferia
solo una mixtura
caótica

No hay seres auténticos


solo criaturas alienadas
eyaculadas sobre la tierra

Constructos que no se
saben constructos

Solo hay entes


que no se han pensado así mismos
nunca

46 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Estas ropas
esta lengua
esta historia
esta occidentalidad
no me pertenece
así como los distintivos rasgos
de aquellos que si fueron de esta tierra
tampoco.

Haikus

Tempo de vida
Una burbuja hermética
Nada eyectada

El agua cae
No es lluvia más bien es
Fusión de lágrimas

Corre el río así

R e g i s t r o N ° 1 6 / 47
Como los pensamientos
En el silencio

¿Dejarse llevar?

Esta marcha no es como me la cuentan


no hay camino por donde dejarse ir
ni señales que indiquen direcciones
las corrientes no nos llevan
las corrientes hay que hacerlas

El observador

Pienso
que la vida no se trata solo de usar
y desusar el tiempo
sino también de volverlo ambiguo, inmedible
y detenerlo.

48 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Cristales Herméticos

Qué es este desierto inmenso, solitario y vacío


sino un reflejo de los ojos de quien ante el se
postra
de un cristal hermético y frío
contemplando lo eterno, un espejo infinito

yo estoy frente a ese espejo


y a través de él caigo, caigo sumergido
a un fluido gélido color vino
no es un mar de flora y fauna
es la oscuridad que me inunda y ahoga

Fluye a través de tractos y venas


de pies a cabeza
me embriaga y me quema

R e g i s t r o N ° 1 6 / 49
Pero aun así no me inmuto
me dejo llevar por este abrasador veneno
por este momento exquisito y único

Es este el reflejo de esos cristales


transparentes serios húmedos
ven a través de si mismos
ven el frío gélido y nulo.

Se me va el tiempo

Ahí permanecía tranquilo


sin saber qué hacer o adonde ir
contemplando la sequedad de los minutos
lo tosco de la atmósfera
asfixiado en los segundos

Dieciséis con cinco


ahora las agujas van más y más rápido
yo puedo esperar pero ellas no
ellos tampoco
ustedes no lo creo.

50 / T a l l e r d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Caballero andante

No tengo lanza, ni escudo


ni caballo rocinante
¿Armadura de hierro?
¡Mi coraza es de carne!
Con mi equipo listo
pronto suena Andante
Adagio
Capriccioso
Cantabile
Allegro Vivace.

R e g i s t r o N ° 1 6 / 51
52 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Pa b l o A l b o r n o z

R e g i s t r o N ° 1 6 / 53
Al Oriente

De fondo,
se alza por sobre
nuestros hitos de cemento
aquella gran ola petrificada
que de un momento a otro
desistió en su deseo

54 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
de reventar este hormiguero.

Quizás
decidió cobijarnos en su seno
con ciega esperanza.

O simplemente
se detuvo a contemplar
con maquiavélica paciencia
como estas bestias
con cruces en la frente,
monedas en las cuencas
le ahorran el trabajo.

Nostalgia

Volver a caminar
por venas cansadas.

Vestir al tronco seco

R e g i s t r o N ° 1 6 / 55
con sus hojas caídas
a ver si los pájaros
se animan a jugar.

Desvestir el viejo ropero


una y otra vez,
en busca de ese algo,
que sabemos

Ya no está.

Inoportuno

Un gesto
tan leve como una hoja

56 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
que camina sobre el viento
y tan breve como un beso
de la gota al cemento,
bastó para resquebrajar
cada una de las páginas
de este libro
que parecía tan nuevo.

1 a.m

La luna es un pequeño botón de nácar


que duerme sobre ese apacible lago.

Invita a mis ojos,


ese par de niños defraudados,
a contemplar como ese lienzo sin marco
vierte su sangre de acuarela.

No es más que el reflejo


del corazón oxidado por pertenecer
a mi cuerpo de humano.

Fuga

R e g i s t r o N ° 1 6 / 57
Libera al maltrecho animal
de su jaula encefálica.

Que aúlle su rabia


a la luciérnaga de sangre
que yace en las nubes.

Rompe cada miedo


como el compulsivo brote,
que con tal de beber
una gota más de sol,
apuñala toda piel
que le interponga
el suelo.

Oficio

58 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Caminar sobre el desierto
que es este papel

Esculpir cada verso


a punta del suicidio
o renacimiento constante
que significa
escarbar recuerdos
e interrogar anhelos.

Convertir en unas cuantas gotas de tinta


el alma abnegada por el tedio.

Inflexión

Un ave confinada
a guardar sus alas.

El transeúnte que vaga atónito


por calles que no lo parieron.

La guitarra que ha quedado ciega


sin las únicas manos
que comprendían

R e g i s t r o N ° 1 6 / 59
su verbo de venas y madera.
Un beso

Es como
dibujar pequeñas alas
a piedras de colores
para que surquen
brevemente
el cielo rutinario.

Es ser capaz
de entender
que en la más ínfima
de las semillas
descansa entera

la vida

60 / T a l l e r d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Lápiz

Se condensa
en la cúspide
la cicatriz dejada
por los desvelos del rouge,
la intermitente
pero indeleble dicha
de la conversación amiga
y el vaso abandonado
por un líquido insaciable.

En cada
letra eyectada
se entrelazan
las imágenes secas
por mi otoño
y la tierra que gestará
a un nuevo ser arbóreo

En la punta de este lápiz


estrechan sus manos
el autómata descascarado
por el verso realidad
y el infante capaz
de crear el mundo.

R e g i s t r o N ° 1 6 / 61
Superar

Limpio de las malezas


mi pecho descuidado
planto en él
manos ansiosas
por nacer
en ignotos rostros.

Dejo de acariciar
erosionados libros
tiernamente los ubico
en sus estantes
pues se
que del poema venidero
solo han sido
el prefacio

62 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Jacarandá

De la mano de mi abuelo,
siempre los vi.

Hoy con cierto afecto


me detengo y aprecio
estos pequeños candiles
que se elevan sobre la pared,
como una mano
como un recuerdo
que se niega a ser tragado
por el ataúd
que forma el cemento y este invierno.

Cada botón es
un retazo de inocencia fragmentada.

Estas flores son el niño


que desdibujé
y me olvidó.

R e g i s t r o N ° 1 6 / 63
Instante

Los caminos
se volvieron migajas

Las fotografías escurren


como témpera azul por mi rostro,
caen, una a una
sobre tus manos suaves
pero frías.

Tu mirada, casi vacía


liberó el eco de la vida al crepitar.

64 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Domingo

Hoy pesan las palabras


que se quedaron apresadas
tras esos dientes
y aún más aquellas
que se escaparon por la rendija.

Aquel recuerdo inoportuno


que empaña la ventana
me viene a herir con sus cadenas
hechas de arterias oxidadas
con la excusa de que el flagelo
mantendrá la esperanza.

Qué tan hondo me puede arrastrar,


aquello que no quiero soltar

R e g i s t r o N ° 1 6 / 65
Cuántos latidos serán bebidos
con tal de apaciguar sed tan áspera

Cuánto he de vaciarme, con tal


volver a la superficie

Hoy me doy cuenta


que lo que está
en el rincón más lúgubre
del pecho.

Es lo que más pesa.

Actitud

Cuando el cielo muestra


su semblante más hirsuto
libero cetáceos de nylon
para que jueguen
con su azul inerte.

Cuando la ciudad,
serpiente de escamas férreas,
me viene a engullir
con su lengua de asfalto
la clavo al piso
con un tallo de margarita
y le susurro:

66 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Las circunstancias
son excusas,
no quimeras.

Daniel Garnett

R e g i s t r o N ° 1 6 / 67
68 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Los paridos

Detrás del rostro del hombre


existe un conjunto de flores
que surge sobre el mar
como la voz de la madre
que piensa a los niños del mundo
como un animal sin reflejo
que forma parte de su piel
como si el útero
fuera a llevarla

R e g i s t r o N ° 1 6 / 69
a su propio nacimiento
a su propio parto
a su propia fecundación.

Detrás del rostro del hombre


existe un tiempo inmóvil
que se dilata hasta sangrar
con la venida de los paridos
que forman parte
de una singularidad
adherida a los animales
con reflejo

Ve r d e s r e f l e j o s

El sabor inundó el cerebro


Imágenes y recuerdos remecieron el mundo
mientras el agua
bailaba sobre los pies del hombre

Esto es obra del sabor


color naranja

70 / T a l l e r d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
olor a nada.

y sucedió
que bajó la mirada como un ave
buscando
el recuerdo de su especie
como un niño buscando
regocijo en una madre muerta,
dos lunas lo miraron
sobre un espacio blanco,
palabras difusas entre labios rojizos
como vida de cordero alimentando un universo
sepultaron
al hombre de las ideas

y otro ser caminó contigo


y otros labios invadieron las rayas del contorno.

De un segundo a otro
cayó al pozo de la inconsciencia
no entendió de ruidos, no entendió del mar
Y así el sol
se apagó
como la vida de una planta ignorada
entre aguas verdes
que un día
sacrificó a sus crías
por el bien de ser lo que estaba escrito en la
sangre
mientras el hombre

R e g i s t r o N ° 1 6 / 71
depositando en sus manos
los miedos
y las penas
de una generación desnuda
reía
sobre la carne
del animal desecho
que entregó más vida
que la historia
de todos
los hombres
cuando la saliva
en las bocas arrugadas
de los que nacieron mudos
hervía de ira,
como una tierra intentando dar a luz a una cría
muerta

A casa

A casa fue marchando

72 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
la sombra
de lo que no se sabe vivo
aquél que canta y sueña
todos los réquiem del mundo

a casa fue llorando


el abismo
de penas abrazadas
a piernas de mujeres
como orquídeas dando amor
a una tabla bajo tierra
a casa vuelve el miedo
mirando
cabizbajo
los ojos de la madre
soñando nuevamente
el parto de sus hijos

Sobre la cama

R e g i s t r o N ° 1 6 / 73
Las raíces de la tierra
son las piernas de las madres
aferrándose a la vida
como flor a la muerte

La luz sobre la tierra


es la sangre de las madres
cuando paren a sus lirios
en la floresta de la casa

la hojas son los gritos


del mundo enmudecido
al ver raíces secas
en medio de la cama

74 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
El cuarto

En la entrada de los bosques


van los ojos caminando
como el hombre
sobre sí cuando cree su discurso.

Los ojos van bailando


al encuentro del recuerdo
las manos
las penas
los mundos infinitos,
son fractales
saliéndose del pecho
y la boca
los huesos
hablando con el frío
como el hombre a sí mismo
cuando cree su discurso en la orilla de la cama
las manos
las penas
los tiempos infinitos
al secarse las raíces de su tierra
los ojos de sus ojos
antes que el sol fuera brillante
mucho antes que naciera el pensamiento
Todos los segundos

De a poco van las lunas

R e g i s t r o N ° 1 6 / 75
dibujando a mano alzada las estrellas
de la noche
todos los segundos
las caricias
los susurros
de cuchillas perfilando el corazón
de sus manos
de sus ojos
de la vida de los niños
de los días eternos
que nos van quedando
bajo el árbol de la tierra infértil
que escapa con sus manos
de la lluvia
de los soles
y los perros
como el te amo de los labios secos
que un día dios
te succionó del ser
todos los segundos voy oyendo
los pasos
tus llantos
y los guardo en la vasija
de mis ojos
como el miedo tras la impronta
de tu savia y tu violencia

76 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Los Nardos

El cuarto se hace grande


tras tus ojos dibujando con caricias
de papel
a los nardos que no están y que existen
en la casa sin las sombras
de sus cuerpos
y tus manos que dibujan la locura.

Los nardos van hablando


de su pronto nacimiento
cuando el tiempo que es el mismo
que desgarra la corteza de la tierra
de los dedos y los ojos de la madre
que no alcanza con sus manos
la belleza de sus flores
y que cambia con sus labios
los segundos de sus niños

R e g i s t r o N ° 1 6 / 77
To d a s l a s m u r a l l a s s e d e r r u m b a n

Si pudieran las raíces conversar con las murallas


los anzuelos de los barcos tornarían a sus dueños
y el trigo de los panes volvería a la tierra
como el niño perturbado a los brazos de su madre.

Si pudieran las raíces


caminar hacia la arena
la memoria de los granos volvería a su origen
como el trozo de la loza desprendido en su caída y
la tierra
al perihelio cada año.

Pero el caos va creciendo en la mañana,


como el odio de los niños por los amos
que en sus lenguas perpetuaron la violencia.

78 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Somos desechables

I
La muerte vino a buscarte
y yo impotente palpando el cielo
como una ave siendo cazada
como el desecho de lo que hay
como si el viento fuera a olvidarte
y el color negro surcara el cielo.

II
La muerte vino a buscarnos
y al fin de todo no vino sola
la muerte trajo con su presencia
dos bolsas negras
que eran normales
y suficientes
para envolvernos
y arrojarnos al vertedero
de lo inexistente.

R e g i s t r o N ° 1 6 / 79
La taza de té

Sufren los días esperando brazos de vida


cuando las horas, los días, los años se nublan
como los ojos del árbol que sueña
en los brazos a sus raíces
como a los fuegos del fin mundo, como a los gritos
de madrugada.

Cuentan los versos del hombre los incontables


enfrentamientos
que tras desfiles de manzanilla acongojaron los
ideales
de las cucharas y las narices como epopeyas de
un nuevo mundo
cambiando el norte de los sentidos
de las veredas y arenales sobre las rocas
de la vivencia que traen penas y alegrías.

80 / T a l l e r d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Llaman los cantos celestes a las mascotas de lo
olvidado
a la que canta en la noche triste
todas las penas que ven sus manos
como en los sueños que ha mantenido
al sol, al hambre de los deseos que hay en los ojos
y en las palabras de un Dios ausente
al viento hambriento que parte el rostro en dos
mitades.

R e g i s t r o N ° 1 6 / 81
82 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Víctor Alarcón

R e g i s t r o N ° 1 6 / 83
Ataraxia en atardecer

Te encontrarás más allá de los eternos latidos,


casi donde convergen los sollozos soñadores, en
lugar de ilusiones resplandecientes, palabras

84 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
silenciosas, mortíferas, expectantes.

Un corte distanciado en el círculo fogoso, donde


los vientos apagan la brasa viviente, y yo paso a
ser el recuerdo viajero, perpetuamente danzante,
nunca más ardiente.

Las sombras se toman el cielo, le han ganado a la


chispa la batalla, sin mirar atrás avanzo
lentamente. Furia marina desatada contra la
orilla.

R e g i s t r o N ° 1 6 / 85
Podríamos hacer con un beso el amor, suntuoso
momento oportuno, a la brevedad la eternidad te
espera, misteriosa y curiosa la próxima historia,
tus ojos encandilan mi reloj de arena.

86 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Cuando la noche se torna sin sentido,
desde durante y después de la vida,
te acompaña clamante la estrella,
titilante su presencia dentro del manto oscuro
infinito.

R e g i s t r o N ° 1 6 / 87
Menú del día:

Cocinamos juntos, un menú de caricias mutuas al


dente, los distintos sazones condimentados
resaltando sabores en la profundidad del plato, un
extenso manantial de abrazos sabor caramelo,
vaivenes horizontales avanzando hacia la
eternidad.

Nuestras almas en su punto, doradas, precisas,


amadas, mellizas.

Totalmente contrarias al azar de su existencia...

88 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Soy tu motivo, pero no tu consuelo.
Tu motivo de llanto, un dolor más que un encanto.
Una cama de clavos en el día más nublado de tu
alma.
No soy el hombro. Soy el ardor.
Y el corazón palpitando al unísono junto al tempo
de la pena. Solo eso soy.

R e g i s t r o N ° 1 6 / 89
Lo que pareció calma plena, se vio transformado
en llanto.

Una voz lúgubre recordando


lo bello que significó el límite entre el fin y el
comienzo.

Un vago intento de disfrazar de lo que se es


capaz,
a lo desganado sin sentido.

Ni el más remoto esfuerzo de erradicar lo que se

90 / T a l l e r d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
dice sobre sí.

R e g i s t r o N ° 1 6 / 91
Carlos Stäger

92 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
El Borracho

Mimetizado en el aire oclusivo


Determino que mi tiempo se convierte en magia
sin objetivos
Busco un millón de maneras de quebrar las
atmósferas
Pero en el intermedio soy capturado en mar, dulce

R e g i s t r o N ° 1 6 / 93
abstracto frasco
Parado en el borde de alguna indeterminable y
temible figura
Que imponente, encuentra palabras para dialogar
Enfrento al fin que lo compone, sucumbo exaltado
a su existencia
Me encuentro ahí como un niño sin ganas de
nada, miedo y rabia que corren en ríos de una
fascinante mente
Alguien robó el amor, jamás lo mencionaré, sería
una tortura, el fin de mi poesía
Todo sería en vano, común.

Te r r í c o l a

94 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
En una nave de mimbre comencé a viajar
En las nubes moradas de atardecer una
serendipia
Amenacé al enano loco que merodea en reflejos
de cielo y se sienta en cada década a convertirla
en tiempo
Entre lunas hacemos chocar nuestros
pensamientos para conseguir tinto en unas
cuantas gotas
Que probablemente en sangre terminen
mezcladas, cuando los satélites estallen en miles
de colores
Tengo que admitir que a veces miro al reflejo
inaudito de mi antigua vida
Sin darme cuenta que hace mucho, deje de vivir
en un planeta.

R e g i s t r o N ° 1 6 / 95
Vo l a n t í n C o r t a d o

En las plantas veo los errores de antaño


Hojas verdes llenas de vida
Caen en el desgaste de los tiempos
No ver, estar ciego
Un símbolo antipersonal invade con líneas,
números que escuchan mis ojos
Con un lápiz ella destruye mi presente
Con otro yo destruyo su mente
Pupilas triangulares, miro la selva
Buscan al ritmo de canciones
Sienten el ramo de rosas del centro
El fondo abisal del universo
Por las ventanas del cuerpo
Veo ignorancia
Al cuerpo volátil encerrado
Acechado por búhos
Quieren descuartizar mi mente
El reloj me detiene
Arcoíris opacos son disparados del corazón
De mi espalda subconsciente escapa
Millones de colores desaparecieron

96 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Billones de humanos perdidos
Yo, hace días que me perdí, cielo.

Planta Madre

Desde el lago
Nacen arboles abisales
Sus raíces germinan en el cielo
Con garras esqueléticas
Cuelgan de las telarañas
Las canteras de humanos que llaman
Quieren vida
El verde opaco de las sombras
Calma el insomnio de la creación
Cestas con almas llueven
Caen liberando labios desolados
Brilla mi alma en el silencio
Algo quiere nacer.

R e g i s t r o N ° 1 6 / 97
País de las Maravillas

Contento se fue, lleno de incógnitas


Soltando de su puño apretado, el ramo de
planetas
Se descompuso en trasgos de pétalos
Afinados en frecuencia de universo
Vacío etéreo que llena su iris con colores
discontinuos
Al paso de 5 cartas dijo que se le escapó la mente
Nunca se dio cuenta que lo llamaban errante.

Libertad

98 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Espero te vuelvas a encontrar
Ya que elocuente partiste
Todo, superfluo para ti
Nunca dijiste nada y volaste
Dejaste atrás tu estela de colores, arcoíris de
sonrisas
Tus ojos eran casi iguales a los míos, perdidos en
pensamientos inefables
Tu desenlace es infinito y será
Solo que, me mentiste cuando dijiste que no
sabías soñar.

R e g i s t r o N ° 1 6 / 99
100 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Juan Pablo Elgueta

R e g i s t r o N ° 1 6 / 101
Origen

En un abrir y cerrar de ojos,

Veo

Cientos de universos se derriten.

Sin pensar
102 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
dejo caer mis barreras y siento.

Desde aquí

Oigo palpitar el corazón de una mariposa


pasado y presente se aceptan al fin

Presiento

Lo imaginado no siempre es irreal


Arranco el arpón de la memoria

Penetro

Hasta lo más hondo de mis deseos


veo sus ramificaciones, busco causas,
me someto al desierto.

Fugaz y perpetuo

Como el pensamiento de Dios,


mi densidad mortal se resiste
y el tiempo deviene un concepto

El poder de las ilusiones frustradas


me devuelven a la niñez

En el origen

Donde la muerte se encuentra con la vida,


En un ciclo sin fin,

R e g i s t r o N ° 1 6 / 103
Las preguntas se hacen rocas de sal

De los ojos guardo la perfección


Soy consciente de la fatalidad

Lo que tuve por cierto


Nunca fue más sólido
Que la suma total de mis recuerdos.

Nada en mente

Llené mi mente de Nada

Y de súbito

Las lágrimas se convirtieron en piedras

104 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Llené mi mente de Nada

Y la calma

Hizo al río avanzar


Llené mi mente de Nada
y pude oler el perfume

De la distancia

Llené mi mente de Nada


y el silencio nos encontró
con las raíces en el aire
Me sentí seguro como nunca

En el camino

La soledad es puente y unión


Llené mi mente de Nada
y el corazón se transformó en guía
Llené mi mente de Nada
y accedí a la realidad,
más allá de la conciencia
donde las cáscaras

Arden

En un incendio de llamas azules

llené mi mente de Nada


y renuncié a definir lo que

R e g i s t r o N ° 1 6 / 105
Soy.

¿Quién habla?

¿Quién habla cuando me hablo?

Será lo conocido observando su ignorancia


106 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
o la presencia eterna que dice:

¡No morirás!

¿Quién habla cuando me hablo?

Quizá sea la voz del infinito,


teñida y falseada por el oprobio
de la costumbre
que desde las mazmorras
del autoengaño grita:

¡Vuelve la vista¡
¡Esto es sólo ilusión¡

¿Quién habla cuando me hablo?

Tal vez sea el susurro del blanco fuego


que harto de consumirse en formas
y azuzado por el silencio

Dice:

Tras el velo de la carne


Se esconde la verdad

¿Quién habla cuando me hablo?

La insistencia del inconsciente


que perdido en la noche oscura
mira su reflejo en la fuente

R e g i s t r o N ° 1 6 / 107
donde asoma su libertad

¿Quién habla cuando me hablo?


¿Qué habla cuando

Yo

hablo?

Organización

Se buscan

108 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
poetas felices para formar sindicato.
Requisitos para ingresar:
Ninguno
(No es necesario experiencia ni pergaminos de
clase alguna)
Burlas y dudas, felicitaciones e insultos
a
sindicatodepoetasfelices@gmail.com

Desde lejos

R e g i s t r o N ° 1 6 / 109
De cuando en cuando pensaba
que caminar
de nube en nube
me haría siempre flotar
Pero
Cuando cerré los ojos y desperté
Vi
Que
Desde
Lejos
los objetos se tornan inmóviles
y la verdad que les infunde vida
no es ajena
a mí.

Preguntas respuestas

110 / T a l l e r d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Me preguntaste en qué creía
Y te dije que en ti, en mí
y en toda forma y figura
que nace y se desintegra
que aparece y suspira

Me preguntaste dónde estaba


Y te dije que en ti, en mí y
en todo lo que ha sido,
es y puede ser

Donde sea que te pienses


Donde quiera que te halles

Me preguntaste por qué había venido


Y te dije que siempre había estado
Tú tenías miedo de verte
Era la voz de todos
la que impedía escucharnos

R e g i s t r o N ° 1 6 / 111
Árbol

Abro al cielo los brazos una y mil veces


Nací entendiendo que la gravedad y la materia
son sólo puntos de referencia
Por eso mi corazón demora
catorce lunas nuevas en latir
y mi vista contempla sin dolor
el fuego ardiente de los astros

Beba o no
me abrace el sol más tórrido
o me azote el viento más feroz

Siempre estoy ahí


porque sé crecer
porque aprendí a crecer

De otra forma no tendría hermanos

Incandescentes
Ni maestros que abren camino entre las rocas

Mi piel es dúctil, múltiple, diversa


De la copa a la raíz y de la semilla al fruto
mi sustancia es el milagro
Si quieres encontrarme

112 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Órbita y conciencia son Humanidad
Ve n g o

Vengo
de una tierra
donde hay hombres
que no saben
cómo mirarse
porque cuando lo hacen
el delirio de su porfía
por miedo
los vuelve locos

Él

Él está de frente
tras el reloj, el tiempo.
A cada segundo pasado,
a cada momento lo que no fue.
Esperando lo que será,
arde en ansias de futuro

R e g i s t r o N ° 1 6 / 113
Negándose a Ser, ve morir la esperanza
A manos de la ilusión.
Brotaron

En la aridez de las elucubraciones,


los supuestos, las definiciones, los conceptos,
las relaciones
los compromisos, las esperanzas, los recuerdos y
las nostalgias
Estallaron
La luz de lo inesperado
lo olvidado, lo superado, lo perdonado, lo
trascendido, lo desatado.
cavando, tallando, soltando
rompiendo, quebrando, abriendo,
soñando, despertando
Subo y bajo
enciendo, apago
del centro a la periferia
y de un extremo al otro
Soy camino
quien observa
el que busca y que encuentra

114 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
Índice

R e g i s t r o N ° 1 6 / 115
Héctor Piri Latapiat / 11
Ana Vallejos Cotter / 25
Emanuel Suárez / 37
Pablo Albornoz / 47
Daniel Garnett / 61
Víctor Alarcón / 75
Carlos Stäger / 83
Juan Pablo Elgueta / 91

116 /Taller d e p o e s íí a C a s a M u s e o I s l a N e g r a
R e g i s t r o N ° 1 6 / 117

Potrebbero piacerti anche