Sei sulla pagina 1di 4

1 0 S Í N T O M AS D E L A T I B I E Z A E S P I R I T U AL

Hay muchos que dicen “Amar a Dios”, pero cuando vemos sus actos ni por cerca lo
demuestran. La Palabra describe a este tipo de personas como tibias e indecisas
Santiago 1:8
Marcos 12:30
Lucas 10:27
Juan 6:60-66

1.En cuanto a Dios: La mayoría lo ven como su “Mesero Celestial”, alguien que esta
sólo para servirles y darles bendiciones. Para ellos Dios está distante y lo pintan más
que nada como una religión.
2.En cuanto a la Biblia: La leen muy poco o simplemente no la leen. A pesar que
dicen ser cristianos, se acostumbran a leer solo los versículos que les comparten ya
sea en la Iglesia o de otras personas y más que nada solo se aprenden las promesas
de Dios para luego repetirlas en momentos de desespero.
3.En cuanto a la salvación: Muchos no la entienden, pese a llamarse “hijos de
Dios”. Piensan que para obtenerla tienen que hacer miles de cosas y algunos dudan
de su seguridad eterna. Otros ni la comparten, simplemente se conforman con que ya
no se irán al infierno.
4.En cuanto a la oración: Sus oraciones son puras peticiones, oran con ganas solo
cuando tienen problemas o tienen intereses personales. No piden por su relación con
Dios o por la vida de los demás.
5.En cuanto a su fe: Es muy débil, son personas que se desmoronan y se desaniman
fácilmente en las cosas de Dios. Son aquellos que se creen cualquier cosa y la Palabra
de Dios habita poco en ellas, pues no escrudiñan las Escrituras.
6. En cuanto a la Iglesia: Por lo general le cuesta asistir porque siempre hay un
asunto más importante, y si llegan a ir la mayoría de las veces es por costumbre o
compromiso. La ven como un “Centro social” y como un lugar donde se llenan ciertas
necesidades.
7. En cuanto a su familia y amigos: Solo se acercan a Dios para que les ayude a
tener una familia prospera y bonita. En el caso de los solteros para que les regale su
esposa (o). Sus amistades solo son para pasar un rato ameno y no hacen que
busquen de Dios, se conforman si andan metidas en alguna “Secta cristiana” y no les
muestran las verdades bíblicas.
8. En cuanto a los problemas: No entienden que son para su crecimiento, piensan
que por ser cristianos no deberían sufrir, y por lo general si les pasa algo trágico en
sus vidas, tienden a enojarse y a irritarse rápidamente contra Dios, culpándolos de
todo el mal que les atañe.
9. En cuanto al mundo y los pecados: No hay mucha diferencia en el si es cristiano
o no. Se deja influenciar demasiado por las cosas del mundo, se aleja fácilmente de
Dios, no tiene temor por Él y no busca cambiar su mentalidad pecaminosa.
10. En cuanto a ser un discípulo: Lo ve como algo opcional y selectivo, es parcial
en sus decisiones y no quiere sacrificarse por Cristo.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA DE ESTO?

“Yo conozco tus obras; que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero
por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.”–Apocalipsis 3:15-
16
DIEZ ORACIONES QUE PUEDES HACER CADA DÍA PARA GANAR RENUEVO
PERSONAL Y EXPERIMENTAR UNA VIDA DE CONTINUO AVIVAMIENTO:

· Señor, cámbiame (Sal. 85:/) - Oración por un renuevo y cambio.


· Señor, me humillo ante Ti (Is. 57:15) - La Biblia es clara en que la humillación es
algo que debemos hacer (Stgo. 4:7; 2 Cr. 7:14).
· Señor, límpiame (1 Jn. 1:9) - Oración por una profunda limpieza de pecados,
incluso los pecados inconfesos.
· Señor, sáname (Stgo. 5:13-16) - Oración por sanidad física, pero también por
recuperación espiritual de heridas pasadas.
· Señor, santifícame (1 P. 1:16) - Oración por una conducta santa en tu vida.
· Señor, guíame (Jn. 4:34) - Oración por la guía diaria del Señor.
· Señor, lléname (Ef. 5:18) - Oración por la llenura diaria del Espíritu Santo.
· Señor, úngeme (Lc. 4:18-19) - Oración por preparación para servir al Señor.
· Señor, úsame (1 Cor. 12:12-30) - Oración por buena voluntad para estar
involucrado en el servivio de la congregación.
· Señor, envíame (Mt. 28:18-20) - Oración por una participación en la expansión del
Reino de Dios.
CUANDO NO AMAMOS A DIOS
COMO LO AMÁBAMOS ANTES.

 Cuando nuestros intereses terrenales son más importantes para nosotros que las cosas
espirituales.
 Cuando preferimos mirar TV y leer cualquier otra cosa, menos la Palabra de Dios.
 Cuando no tenemos deseo de orar.
 Cuando conocemos la verdad en nuestra mente pero no la practicamos en nuestras vidas.
 Cuando hacemos muy poco esfuerzo en testificar a los perdidos.
 Cuando tenemos tiempo para todo lo demás menos para estudiar la Biblia.
 Cuando no nos conmovemos delante de la Palabra de Dios.
 Cuando los creyentes están enemistados y no sienten deseo de reconciliarse.
 Cuando los esposos y esposas cristianos no están orando juntos.
 Cuando nuestros matrimonios sólo co-existen en lugar de estar llenos del amor de Cristo.
 Cuando nuestros hijos están creciendo moldeados por el mundo delante de nuestra vista y
paciencia.
 Cuando nos preocupamos más por la educación intelectual de nuestros hijos que en la
situación de sus almas.
 Cuando el pecado es tolerado en la iglesia.
 Cuando permitimos que el chisme, el criticismo y la falta de amor nos domine.
 Cuando nuestro canto y nuestra adoración en la iglesia es carente de vida.
 Cuando nuestros corazones están fríos y nuestros ojos secos.
 Cuando estamos aburridos con la alabanza.
 Cuando necesitamos que haya diversión para venir a la iglesia.
 Cuando no extrañamos la compañía del pueblo de Dios.
 Cuando nos pesa dar para la obra del Señor.
 Cuando no ejercemos nuestra fe en el poder de Dios.
 Cuando estamos más preocupados por lo que otros piensan de nosotros, que lo que Dios
piensa acerca de nosotros.
 Cuando el fuego se ha apagado en nuestros corazones, nuestros hogares y en nuestra
iglesia.
 Cuando estamos tan ciegos que no nos damos cuenta de que necesitamos de un
avivamiento.

«He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado


su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y
vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no
oír.» Isaías 59:1-2,
LOS OBSTÁCULOS DEL CORAZÓN
PARA NUESTRO CRECIMIENTO ESPIRITUAL

1.- ¿Hemos perdonado a todos? ¿Existe alguna malicia, rencor, odio o enemistad en
nuestros corazones? ¿Alimentamos resentimientos, y hemos rehusado reconciliarnos?
2.- ¿Nos ponemos coléricos? ¿Nos exaltamos por dentro? ¿Es verdad que aún perdemos
los estribos? ¿Acaso la ira se apodera en ocasiones de nosotros?
3.- ¿Hay sentimientos de celos? Cuando se prefiere a otro antes que a nosotros, ¿nos invade
la envidia? ¿Tenemos celos de aquellos que pueden orar, hablar, y hacer las cosas mejor
que nosotros?
4.- ¿Nos volvemos impacientes e irritables? ¿Acaso hay pequeñas cosas que nos abruman
y enojan? ¿O somos dulces, calmados e inconmovibles bajo todas las circunstancias?
5.- ¿Se nos ofende fácilmente? Cuando la gente no se da cuenta de nuestra presencia y nos
esquiva sin dirigirse a nosotros, ¿nos duele? Si se hace mucho de otros y a nosotros se nos
deja a un lado, ¿cómo nos sentimos acerca de ello?
6.- ¿Hay algún orgullo en nuestros corazones? ¿Nos hinchamos? ¿Nos creemos mucho en
nuestra propia posición?
7.- ¿Hemos sido deshonestos? ¿Están nuestros negocios abiertos y limpios de toda
censura? ¿Damos un metro por un metro, y un kilo por un kilo?
8.- ¿Hemos estado murmurando de otras personas? ¿Calumniamos el carácter de
otros? ¿Somos chismosos y entremetidos?
9.- ¿Criticamos sin amor, duramente, severamente? ¿Estamos siempre hallando fallos y
buscando las equivocaciones de los demás?
10.- ¿Le robamos a Dios? ¿Le robamos tiempo que le pertenece a Él? ¿Hemos retenido
nuestro dinero?
11.- ¿Somos mundanos? ¿Nos gusta el brillo, la pompa, y la gloria de esta vida?
12.- ¿Hemos robado? ¿Tomamos cosas pequeñas (O GRANDES) que no son nuestras?
13.- ¿Anidamos en nosotros un espíritu de amargura hacia otros? ¿Hay odio en nuestro
corazón?
14.- ¿Están nuestras vidas llenas de ligereza y de frivolidad? ¿Es nuestra conducta
indecorosa? ¿Consideraría el mundo por nuestras acciones que estamos de su lado?
15.- ¿Hemos dañado a alguien y no hemos hecho restitución?
16.- ¿Estamos preocupados o ansiosos? ¿Dejamos de confiar en Dios en cuanto a nuestras
necesidades temporales y espirituales?
17.- ¿Somos culpables de inmoralidad? ¿Te gustan las revistas o películas pornográficas?
¿Dejamos que nuestras mentes aniden imaginaciones impuras e impías?
18.- ¿Somos veraces en nuestras afirmaciones, o exageramos y con ello transmitimos falsas
impresiones? ¿Hemos mentido?
19 ¿Somos culpables del pecado de incredulidad? A pesar de todo lo que Él ha hecho por
nosotros, ¿rehusamos aún creer Su Palabra? ¿Murmuramos y nos quejamos?
20.- ¿Hemos cometido el pecado de la falta de oración? ¿Somos intercesores? ¿Oramos?
¿Cuánto tiempo pasamos en oración? ¿o Hemos permitido que las muchas ocupaciones
desplazaran a la oración de nuestras vidas?
21 ¿Estamos siendo negligentes con la lectura de la Palabra de Dios? ¿Cuántos capítulos
leemos al día? ¿Somos estudiosos de la Biblia?
22 ¿Hemos dejado de confesar a Cristo de una manera abierta? ¿Nos avergonzamos de
Jesús? ¿ o Estamos testificando a diario?
23 ¿Estamos con una carga por la salvación de las almas? ¿Tenemos amor por los
perdidos? ¿Hay alguna compasión en nuestros corazones por los que están pereciendo?
24 o. . . .Hemos perdido nuestro primer amor y ya no tenemos fervor hacia Dios.
«Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis
pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad» (Sal. 139:23, 24

Potrebbero piacerti anche