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EL FUTURO DE LOS ALIMENTOS

JOSÉ D. GUARÍN P. (A00058096)


La cadena informativa británica BBC, de la mano del periodista George Alagiah
muestra en el documental The future of food las dificultades que atraviesa el sistema
alimenticio en el mundo y las consecuencias devastadoras para la humanidad entera que
podrían llegarse a dar en caso de no tomar acción en el momento oportuno. Partiendo del
documental mencionado, el objetivo de este ensayo es responder a la pregunta: ¿Cuáles son
los problemas que a nivel global enfrenta nuestro sistema actual de alimentación?
El sistema de alimentación actual atraviesa varios problemas, que son retratados por
el documental en varios rincones del globo. De acuerdo con los expertos que toman parte del
filme, la humanidad podría atravesar un proceso de hambruna en el futuro como
consecuencia de la falta de alimentos. Los problemas más apremiantes son principalmente
cuatro, los cuales serán tratados con mayor detalle más adelante: escasez de agua, escasez
de petróleo, cambio climático y calidad de los alimentos.
El agua es un ingrediente vital para el proceso de producción de alimentos, tanto de
origen vegetal como de origen animal; por lo que la escasez de éste es uno de los grandes
problemas que debe enfrentar el sistema alimentario actual. La problemática alrededor de
este líquido preciado surge a raíz de las dificultades que tienen las personas y las empresas
agrícolas para regar los cultivos, puesto que, cada vez es más difícil encontrar agua para
utilizarla. Esto conlleva a que se deba cavar cada vez más profundamente la tierra con el
objetivo de encontrar agua subterránea que sea útil al cultivo. La consecuencia de esta
situación es la disminución en la producción de alimentos.
A manera de ejemplificar la problemática de la escasez del agua, George Alagiah
muestra el caso de una provincia india de Punjab ubicada al norte de la capital, Nueva Delhi.
Punjab es una provincia que tradicionalmente se ocupa de la producción de trigo a gran
escala, sin embargo, su producción ha ido disminuyendo a lo largo de una década, al punto
en el que han tenido que importar este cereal para satisfacer la demanda interna. ¿La razón?
La escasez del agua. Los agricultores deben cavar cada vez más profundo para obtener agua,
y la que obtienen no es de la mejor calidad. La población tiene la preocupación de que algún
día la tierra que ancestralmente han cultivado no les proporcione más alimentos.
Después de haber sido un ungüento que servía para todo y no servía para nada, desde
el final del siglo XIX, con el desarrollo de la industria y de otros grandes inventos como el
automóvil y los aviones, el petróleo ha venido a jugar un papel preponderante en las
dinámicas globales. De él se pueden obtener miles de productos que sirven para toda clase
de cosas.
Para la industria alimentaria el petróleo tampoco pierde su papel preponderante. El
comercio, es decir, exportación y la importación de alimentos depende del petróleo; los
medios de transporte, los fertilizantes, la fumigación, la siembra, la cosecha, los procesos de
almacenaje y el procesamiento de los alimentos dependen en gran medida del petróleo. Esa
dependencia crea una amenaza para la seguridad alimentaria de muchos países que están
sujetos a la importación de alimentos, pues, en caso de acabarse el petróleo, no tendrían
como proporcionar sustento a sus habitantes.
En la década de 1990, después del colapso de la Unión Soviética, Cuba, dependiente
casi por completo del petróleo de esta, entró en un periodo histórico conocido como Periodo
especial, acuñado por el entonces líder Fidel Castro. Este periodo se caracterizó por el
desabastecimiento de casi todos los productos que se necesitaban en la isla. Como respuesta
a esta situación, los cubanos empezaron a reemplazar las grandes extensiones de cultivo de
caña de azúcar que utilizaban para la exportación por cultivos de frutas y vegetales que
suplieran la demanda interna. El objetivo era depender en menor medida del petróleo y de
los alimentos importados, y asegurar la alimentación de sus habitantes.
Atraído por esta solución, Alagiah visita una granja local cubana con cultivos de
diversos alimentos en pequeños espacios. De acuerdo con el técnico de la granja, Fernando
Funes Monzote, esta forma de cultivo es varias veces más eficiente que las grandes
extensiones de monocultivo, y también es una alternativa para la dependencia de las
importaciones de alimentos y del petróleo. Alagiah aprovecha su visita para expresar su
preocupación por su país natal, Reino Unido, dado que es un importador neto de petróleo y
al mismo tiempo es cada vez más un mayor importador de alimentos, lo que significa que en
cualquier momento puede atravesar un “periodo especial”.
A parte de la escasez del agua y de la escasez del petróleo, el cambio climático es otro
de los grandes problemas que atraviesa el sistema de alimentación. Éste puede provocar
gravísimas sequías o grandes inundaciones y lluvias, en todo caso, genera grandes catástrofes
que afectan la producción de alimentos y la vida de las comunidades.
Las personas dedicadas a la producción de alimentos, tanto de origen vegetal como
animal, se guían por las temporadas de lluvia y de sequía. No obstante, el cambio climático
hace que las lluvias no se presenten cuando se les espera, o que se presenten más de lo que
se esperaba, es decir, hay un cambio abrupto en los tradicionales periodos de lluvia y sequía,
lo que hace que los cultivos y el ganado se pierdan, y con ellos, los alimentos.
Kenia, país del este del África, es un ejemplo de los efectos del cambio climático. Este
país sufre ciclos de sequía cada vez más intensos, haciendo que los ríos se sequen, que el
ganado desaparezca y que las poblaciones rurales vean en peligro su existencia. Alagiah visitó
a la mítica población Masái para comprender la situación. Uno de los pobladores de esta tribu
comentó que, como consecuencia de las sequías que azotan a esta nación, pasó de tener
cerca de 700 cabezas de ganado a tener 30, que llaman la atención por su estado famélico.
Los pobladores Masái se encuentran en una situación vulnerable, puesto que, de continuar
las fuertes sequías, su supervivencia puede verse comprometida.
A varios kilómetros de Kenia, las granjas de Hampshire, Reino Unido, también son
testigos de los efectos del cambio climático. De acuerdo con un trabajador entrevistado por
Alagiah, la producción de trigo en la granja ha disminuido y el cambio climático hace que, por
una parte, la situación sea cada vez más díscola para la producción de alimentos
rentablemente. Por otra parte, la reducción de la oferta de alimentos y la creciente demanda
de éstos provoca que estos suban de precios, reduciendo el poder adquisitivo de las personas
y dejando a personas en situación de vulnerabilidad.
El último, pero, no menos importante problema que enfrenta el sistema actual de
alimentación tiene que ver con la calidad de los alimentos. Es decir, hay una gran variedad de
alimentos, normalmente económicos, que tienen ingredientes de baja calidad y que son
perjudiciales en grandes cantidades para el organismo humano. Dada su “ventaja económica”
sobre alimentos frescos y nutritivos, muchos productos, principalmente frutas y verduras
presentan menores niveles de consumo, lo que conlleva a que sea menos rentable producir
este tipo de alimentos.
Tal y como presenta Alagiah, la seguridad alimentaria no sólo consiste en asegurar el
abastecimiento de comida, sino también, en qué clase de alimentos se consume. De acuerdo
con la doctora Corina Hawkes, los productores de comida económica normalmente recurren
a ingredientes de baja calidad como aceite de palma, harina modificada, grandes cantidades
de azúcar y sal, entre otros; y disfrazan los productos haciendo creer a las personas que son
saludables. Esto significa que hay muchas personas que atraídas por los alimentos
económicos y “saludables” están saturando su cuerpo de sustancias que no son adecuadas
en grandes proporciones.
En conclusión, los principales problemas que afronta el sistema actual de alimentación
son la escasez del agua, la escasez del petróleo, el cambio climático y la calidad de los
alimentos. Esto demuestra que el sistema alimentario ha llegado a un límite en el que debe
transformarse y repensarse para hacer posible la alimentación de la población actual y de las
generaciones futuras. Esto incluye plantear maneras de utilizar los recursos de una manera
más razonable y eficiente, pues de no ser así, la humanidad estaría condenada a sufrir años
de hambrunas y padecimientos.
Bibliografía:
Alagiah, G., BBC. (2007). The future of food (Documental).

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