La demanda la realiza el marido de la paciente, que es quien plantea los
problemas que en los últimos dos años ha experimentado su mujer, hasta qué punto puede considerarse un problema psicológico y si es necesario un tratamiento. La paciente se llama Lucía, tiene 65 años y estudios secundarios. Nació en Madrid, donde ha vivido hasta la actualidad. Son cuatro hermanos (dos mujeres y dos hombres) y ella es la pequeña. Se casó muy joven y tuvo tres hijos (ahora independizados), por lo que en la actualidad no tiene ninguna responsabilidad. En cuanto a su vida social, sale todos los fines de semana a comer y cenar con su marido y otras parejas de amigos. Además, tiene un grupo de amigas con las que se reúne una vez por semana para tomar café. Por otro lado, también tiene una red de apoyo muy importante de sus hijos. Se trata de una persona con un desarrollo intelectual normal que, a partir de un determinado momento de su vida, experimenta un cambio significativo en su comportamiento a raíz de diferentes problemas de salud (presenta una polineuropatía que le afecta principalmente a las piernas). Se encuentra deprimida, duerme mal y ha ganado algo de peso. Lucía, en la primera entrevista, informa que se siente triste y con pocas ganas de nada debido a su enfermedad, aunque sale e intenta afrontar la enfermedad no lo consigue, tiene pensamientos negativos como “voy a quedarme en una silla de ruedas”. Y, en otras ocasiones, presenta arrebatos de rabia, aumento de la irritabilidad y ansiedad. Su aspecto físico es muy bueno y se muestra colaboradora, sin embargo, en algunos momentos parece no estar presente. Está cansada de ir a médicos que al final no le dan ninguna solución y sí muchas pastillas cuya naturaleza no es capaz de señalar (pastillas para dormir, para relajarse, vitaminas,…). Viene a esta consulta porque su marido le ha insistido tanto…que al final accedió. Ya acudió a dos psiquiatras con anterioridad. Tiene tres hijos de 45, 43 y 40 años de edad. Todos ellos viven en Madrid por lo que la visitan con mucha frecuencia. Se puede decir que el contexto familiar es afectivo, además tiene siete nietos de edades entre los 18 y los 6 meses de edad. Por otro lado, no practica ninguna actividad física debido a la pérdida de fuerza en las piernas, por lo que pasa mucho tiempo sentada o tumbada. Se entretiene haciendo sopas de letras. No viaja mucho, dos veces al año, en total dos semanas de vacaciones porque su marido todavía trabaja (empresario) y no le gusta demasiado ir de vacaciones.