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ESPERANZA
MENSAJES
DE
ESPERANZA
Una serie de mensajes que traen esperanza
en un mundo donde el dolor, el fracaso, los
sufrimientos, traiciones y la muerte nos
atormenta. Te invito a reflexionar y caminar
cada día con DIOS.
PUNO
2010
I G L E S I A A D V E N T I S TA D E L S É P T I M O D Í A
DIOS PERMITIÓ QUE TE EQUIVOCARAS
Tu historia personal, desde su comienzo al presente; y del presente hacia su final, no ha
estado ni estará a la deriva, aunque por momentos tú así lo hayas sentido…
A lo largo de tu caminar por esta vida, Dios ha estado pendiente de todos tus pasos… Es
cierto que hubo momentos que diste pasos tan errados, que tuviste que enfrentar
consecuencias de tristeza, dolor y frustración. Pero eso no indica que Dios estaba
desentendido de ellos.
Dios sabía perfectamente lo que decidías y la acción que eso conllevaba de tu parte; pero
te dejó actuar aún en aquellas decisiones que no eran las correctas. Dios permitió que te
equivocaras, para que te dieses cuenta de lo importante que es tomarle en cuenta a Él en
cada paso que des, por muy pequeño e insignificante que parezca…
Dios ha mostrado en su palabra, cuáles son las pautas claras y precisas que hemos de
tomar en cuenta en nuestras decisiones por la vida.
Las decisiones no se toman por lo que tú piensas que así es; no se toman por los
sentimientos que dominan tu corazón; ni tampoco por los deseos que tienes. Las
verdaderas decisiones se toman teniendo como única base las pautas doctrinales, éticas y
morales que nuestro Señor Jesucristo ha dejado establecidas en forma clara en su palabra;
si tomas otra base, vas por mal camino.
Ahhh!!! Si yo en el pasado hubiese decidido y actuado conforme a esas pautas, cuántos
dolores me habría evitado; pero lo importante es que un día llegué a comprender que para
tener el respaldo de Dios en todo lo que emprendiera, debía tomar en cuenta no solamente
mis puntos de vista, sino los de Él.
Así que no te olvides de tomar en cuenta a Dios en todos tus proyectos para que todo te
salga bien; es más, él en su soberanía sabia y perfecta es quien te ha sacado de donde
estabas, para traerte allí donde justamente estás hoy, pero también para conducirte en su
voluntad hacia donde él lo tiene preparado, hasta cuando llegue el momento de tu paso
final por este mundo.
Si Dios permitió que te equivocaras, fue para enseñarte que eres libre; pero esa libertad
te trae consecuencias de mal o bien; de mal si vives en posición contraria al punto de vista
de Dios; pero de bien si vives de acuerdo a los lineamientos que él ha dejado establecidos
en su palabra.
Recuérdalo: Pese a tus errores pasados, Dios te ha traído a este punto tal, para que
aprendas a caminar de su mano y en su voluntad a través de los áridos, espinosos y
engañosos caminos del mundo.
“Y EN EL DESIERTO HAS VISTO QUE EL SEÑOR TU DIOS, TE HA TRAÍDO, COMO TRAE EL
HOMBRE A SU HIJO, POR TODO EL CAMINO QUE HABÉIS ANDADO, HASTA LLEGAR A ESTE
LUGAR”. Deuteronomio 1:31
SACRIFICIO DE CRISTO
Iglesia adventista del séptimo día
AVLC2010
Aquel tráá gico 11 de
Septiembre Sám Huis
corríáá desesperádo de un
ládo párá otro buscándo
noticiás á cercá de sus
esposá que trábájábá en
el Wold Tráde Center,
mientrás eso Melisá, lá
esposá, llámábá párá cásá
y dejábá párá su esposo
un mensáje en lá
secretáriá electroá nicá el
mensáje decíáá: Sám yo
solo quiero que sepás que
te ámo estoy presá y creo
que voy á morir pero
quiero que sepás que te
ámáreá párá siempre.
Yo pienso ahora en la cruz de Cristo, aquel
trágico viernes en la tarde en medio de las
tinieblas del calvario, Jesús abría los brazos y
te decía hijo, voy a morir solo quiero que sepas
que te amaré para siempre no me importa
quien eres ni como vives nunca dejaré de
amarte. Yo quisiera que te acuerdes de esto: el
Señor Jesús no te ama por lo que eres, por lo
que tienes, por lo que haces o por lo que no
haces Él simplemente te ama y si su amor no
es capas de conquistarte nada más lo será.
¿Por qué hoy día no vas a trabajar con la
seguridad del amor maravilloso de Jesucristo?
A fin de llegár á ser hijos e hijás de Dios, debemos sepárárnos del mundo.
"Sálid de en medio de ellos, y ápártáos, dice el Senñ or,... y sereá á vosotros Pádre,
y vosotros me sereá is á míá hijos e hijás".
Háy un cielo delánte de nosotros, uná coroná de vidá que gánár. Pero soá lo se
dáráá lá recompensá ál vencedor. El que gáne el cielo debe entrár revestido del
mánto de justiciá. "Y todo áquel que tiene está esperánzá en eá l, se purificá á síá
mismo, ásíá como eá l es puro". (1 Juán 3: 3). En el cáráá cter de Cristo no hábíáá
desármoníáá de ninguná especie. Y eá stá debe ser nuestrá experienciá. Nuestrá
vidá debe estár dominádá por los principios que regíáán lá suyá.
Por medio de la perfección del sacrificio hecho en favor de la raza culpable, los
que creen en Cristo, al venir a él, pueden ser salvados de la ruina eterna...
Que nadie sea engañado de tal manera por el enemigo como para pensar que es
una condescendencia para algún hombre, por talentoso o culto o digno que sea, la
aceptación de Cristo. Cada ser humano debe mirar al cielo con reverencia y
gratitud, y exclamar con asombro: "Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para
que seamos llamados hijos de Dios".
Tal vez Dios quiere que nosotros conozcamos a unas cuantas personas
equivocadas antes de conocer a la persona correcta, para que al fin
cuando la conozcamos, sepamos ser agradecidos por ese maravilloso
regalo.
Una de las cosas más tristes de la vida es cuando conoces a alguien que
significa todo y solo para darte cuenta que al final no era para ti y lo tienes
que dejar ir.
Hay cosas que te encantaría oír que nunca escucharás de la persona que
te gustaría que te las dijera, pero no seas tan sorda(o) para no oírlas de
aquel que las dice desde su corazón.
AHORA ES EL MOMENTO
Dios puede enviarte
atardeceres hermosos, mares
inmensos para que disfrutes de
su belleza, cielos extensos para
que te goces de su hermosura,
cielos estrellados para que veas
que eres parte de una gran
creación, flores multicolores
para que observes que todos
somos diferentes pero juntos
formamos una gran paisaje…
puede enviarte muchas
bendiciones para que seas feliz y
tal vez tú nunca verlas. Pero
nunca es tarde siempre hay un nuevo!!!
Busca la felicidad, ahora es el momento… no tienes que ir muy lejos ni
esperar el día correcto. Puede ser ahora mismo. Quédate un rato solo
contigo mismo y mira… mira hacia tu interior. Reconoce que eres un ser
especial, único, importante para este mundo porque así lo decidió el
Creador.
Conoce todo lo que habita en ti, valórate, perdónate, ámate, trabaja con
aquellas cosas que de modificarlas te harán una mejor persona. Luego de
ese encuentro contigo mismo, encontrarás a Dios habitando en Ti y con él
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una gran felicidad. Y ese mismo estado de plenitud y realización, es el que
te hará ver las bendiciones que recibimos a diario y ser más feliz.
Que el amor de Dios y su infinita paz te acompañen siempre en este
lindo caminar donde todos somos hijos del mismo Padre Celestial. Y muy
juntos de la mano en armonía deberíamos estar.
UN GRAN HOMBRE
Mi padre acariciándome el rostro, me dijo:
“Hija mía, enamórate de un gran hombre y no volverás a llorar”…
¡El mundo será completamente distinto!
¿Para qué quieres a un hombre que te abandonará por un cabello más
claro?, ¿por unos ojos de otro color?, ¿o por un cuerpo más esbelto?
Encuentra a ese GRAN HOMBRE, que sepa admirar la verdadera belleza
que hay en ti.
Me costó trabajo comprender que GRAN HOMBRE no es el que llega más
alto, ni el que tiene más dinero, o casa, ni el que vive rodeado de mujeres,
ni mucho menos el más guapo.
Un verdadero y gran hombre es aquel ser humano lleno de
transparencia, que no oculta sus verdaderos sentimientos ni se refugia en
vicios y cortinas de humo.
Un gran hombre, es quien admira a una mujer por sus cimientos morales
y grandeza interior.
Un gran hombre, es el que camina de frente, es aquel que no miente y
sabe llorar su dolor.
Hoy estoy felizmente casada. Y ese GRAN HOMBRE con quien me casé,
no era ni el más popular, ni el más perseguido, ni el más solicitado, ni
mucho menos el más adinerado.
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Ese gran hombre es quien nunca me hace llorar. Es quien me hace reír
por lo mucho que hemos logrado, y por estos tres hijos que llenan
nuestras vidas.
Ese gran hombre, me ama tanto, que me quiere por quien soy. Y por lo
que somos juntos…
Haz crecer a ese GRAN HOMBRE que llevas dentro… para que encuentres a
una gran mujer.
MAÑANA PUEDE
SER TARDE
Si estás enojado con alguien,
y nadie hace por arreglar la
situación… arréglala tú. Tal vez
hoy, esa persona todavía
quiere ser tu amiga(o), y si no
la arreglas, tal vez mañana
puede ser muy tarde.
Si estás enamorado de
alguien, pero esa persona no
lo sabe… díselo. Tal vez hoy,
esa persona también esté
enamorado(a) de ti y si no lo dices hoy, tal vez mañana puede ser
muy tarde.
Si te encuentras con ganas por darle un beso a alguien… dáselo. Tal
vez esa persona también quiere un beso tuyo, si no se lo das hoy, tal
vez mañana será muy tarde.
Si todavía amas a una persona que crees que te a olvidado…
díselo. Tal vez esa persona siempre te ha amado y si no se lo dices
hoy, tal vez mañana será muy tarde.
SANSÓN
Sansón acababa de matar
mil filisteos con una quijada
de asno; pero después de
esa victoria compuso un
verso en el que atribuyó
toda la gloria a su fuerza y
no al Dios de su fuerza. Dios
siempre está deseoso de
darnos victorias pero sabe
que muchas veces los
fracasos son más didácticos
que las victorias para
llevarnos a depender más de
Él. Sansón olvidó al Señor de su fuerza, inmediatamente comenzó a
sentir las consecuencias de su apartamiento de Dios, la sed
implacable lo atormentó y lo llevó casi a la muerte.
Sabes, Dios nos quiere enseñar una lección
extraordinaria hoy, un día Sansón lleno del
Espíritu de Dios fue capaz de matar por sí solo
a mil filisteos al día siguiente ese mismo
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Sansón sin Dios estaba a punto de morir
víctima de las circunstancias. La historia
bíblica dice entonces abrió Dios la cuenca que
hay en lehí y salió de ahí agua, sansón bebió,
recobró su espíritu y se reanimó.
Lo que Jesús está diciendo es que cuando en
tu vida llega un momento en que tú sientes
que no puedes hacer nada, todavía resta la
oportunidad Divina, dale a Él la oportunidad de
vencer en tu vida.
SAMUEL
Samuel vivió en días
cuando las personas no
querían escuchar a Dios,
eso no quiere decir que
Dios no quisiese
comunicarse con el
hombre. Dios siempre
trató de hablarle al ser
humano; pero ha veces el
hombre endurece su
corazón a la voz de Dios.
Fue en esas circunstancias
que Dios se presentó a
LA JUSTICIA
Hace muchos siglos atrás,
el profeta Jeremías dijo: en
sus días será salvo Judá e
UN DÍA DE
VICTORIA
LA LLUVIA MATUTINA
Desde mi ventáná miro el
ceá sped seco de Brásiliá y
pienso: otrá vez se murioá el
ceá sped, sábes, lá mesetá sobre
lá cuál se levántá Brásiliá tiene
un climá ingráto, de Máyo á
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Setiembre no cáe uná solá gotá de águá, lá humedád llegá á
líámites álármántes, uno mirá el ceá sped y siente dolor, dá lá
impresioá n de que nuncá máá s volveráá á renácer, de que
definitivámente estáá muerto; pero un ámigo se ácercá y me dice:
tuá no conoces el ceá sped de Brásiliá, esperá que cáigán lás
primerás lluviás y de állíá, de donde piensás que yá no existe nádá,
renáceráá el ceá sped.
Tál vez tuá te esteá s preguntándo, queá tiene que ver el ceá sped de
Brásiliá conmigo, yo te respondo: mucho.
Si tuá yá tienes compánñ erá y estáá en cásá seráá sin dudá párá todá
lá vidá, entonces házlá feliz y ágrádece á Dios por dejárte vivir ál
ládo de lá mujer que ámás. Millones de hombres, que no tienen
esá dichá, dáríáán lá vidá por lográrlo; pero el tiempo lo destruye
todo, con los ánñ os lá bellezá de tu ámádá yá no seráá lá mismá, su
álmá estáráá intáctá, o tál vez háyá enriquecido; pero fíásicámente
comenzáráá s á verlá de otrá mánerá y es que su juventud poco á
poco se iráá álejándo. Cuándo eso sucedá ojáláá recuerdes que ellá
no es uná flor que lleváste á cásá por uná temporádá. Que es lá
mujer que despertoá en ti el noble de los sentimientos, lá mismá
jovencitá que elegiste párá formár un hogár y que ellá dejándo
todo se fue contigo.
¿QUÉ ES LA FE?
El áutor de lá epíástolá
á los Hebreos dice:
“pero sin fe, es
imposible ágrádár Dios”
porque es necesário que
el que se ácercá á Dios
creá que EÉ l existe y que
recompensá á los que lo
buscán. Sábes? Tener fe
es confiár, tener fe en
Dios es confiár en Dios;
pero nádie puede
confiár en álguien que no conoce, y nádie puede conocer á uná
personá si no convive con eá l. Es por eso que si tuá quieres tener fe
en Dios, tienes necesáriámente que pásár tiempo todos los díáás
meditándo en EÉ l, conversándo con EÉ l, diálogándo con EÉ l, el
resultádo seráá que áprenderáá s á conocerlo y sábráá s que EÉ l no te
fállá, y que cuándo en tu vidá suceden cosás que no estáá s
comprendiendo, por átráá s de todo eso el Senñ or Jesuá s sigue
ámáá ndote.
PARÁBOLA DE LA HIGUERA
Un díáá Jesuá s y sus discíápulos se
ácercábán á Jerusáleá n. En está
oportunidád no estábán con sed,
estábán con hámbre, y de repente
vieron á lo lejos lá siluetá de uná
enorme higuerá llená de hojás y
cuándo uná higuerá tiene ese áspecto
es porque generálmente estáá cárgádá
de higos. El máestro y sus discíápulos
corrieron; pero ál llegár cercá quedáron decepcionádos porque lá
higuerá no teníáá higos, soá lo teníáá hojás.
BUSCA PRIMERO
EL REINO DE
DIOS
El Senñ or Jesucristo dijo en
el sermoá n de lá montánñ á:
“Buscá primerámente el
Reino de Dios y su Justiciá,
y todás estás cosás os seráá n
ánñ ádidás”.
Lo que EÉ l estábá
queriendo decir, es que empezár el díáá con Jesuá s es lo que háce lá
diferenciá; pero está vidá estáá llená de áctividádes, que luego ásíá
que sáltámos de lá cámá corremos como locos párá el
cumplimiento de nuestro deber, no le dámos tiempo á Jesuá s, no
párámos párá ábrir lá bibliá, párá orár, párá meditár, párá decirle
UN NUEVO AÑO
Hoy es primer díáá del ánñ o y quiero invitárte á mirár á lá cruz de
Cristo, pero míárálá vácíáá, no háy nádie en ellá, y sábes ¿por queá ?
Porque Jesuá s resucitoá ; quiero que sepás que en lá cruz del
cálvário cuándo Jesuá s estábá muriendo, el diáblo pensoá que hábíáá
vencido lá bátállá, pero por cuánto tiempo?, uno o dos díáás; pero
ál tercer díáá lá tierrá se ábrioá y lá muerte tuvo que dár y sábes
cuál es el mensáje de lá Cruz? Que el enemigo puede
ápárentemente derrotárte, pero ¿cuáá nto tiempo durá su victoriá?,
uno o dos díáás tál vez, pero siempre háy un tercer díáá de
resurreccioá n, y este ánñ o puede ser el gránde ánñ o de lá mediá
vueltá de tu vidá.
MARÍA JOSÉ
El díáá que mi Máríáá Joseá nácioá en verdád no sentíá grán álegríáá, porque lá
decepcioá n que sentíáá párecíáá ser máá s gránde que el grán ácontecimiento que
representá tener un hijo. Yo queríáá un vároá n, á los dos díáás de háber nácido fui
á buscár á mis dos mujeres. Uná Lucíáá páá lidá y lá otrá rádiánte y dormiloná. En
pocos mese me dejeá cáutivár por lá sonrisá de Máríáá Joseá y por el negro de su
mirádá fijá y penetránte, fue entonces cuándo empeceá á ámárlá con locurá. Su
cáritá, su sonrisá y su mirádá no se ápártábán ni un instánte de mi
pensámiento, todo se lo queríáá comprár, lá mirábá en cádá ninñ o o ninñ á, hácíáá
plánes, todo seríáá párá mi Máríáá Joseá .
Este reláto erá contádo á menudo por Rándolf, el pádre de Máríáá Joseá . Yo
támbieá n sentíáá grán áfecto por lá ninñ á, que erá lá rázoá n máá s gránde párá vivir
de Rándolf, seguá n decíáá eá l mismo.
-pero mi ámor si ápenás tienes diez ánñ itos, no te párece que fáltá mucho
tiempo párá esá fechá.
-bueno pápi, tuá siempre dices que el tiempo pásá volándo áunque yo nuncá lo
he visto por áquíá. Lá conversácioá n se extendíáá y todos párticipámos de ellá, ál
cáer el sol regresámos á nuestrás cásás.
Uná mánñ áná me encontreá con Rándolf en frente del colegio donde estudiábá
su hijá, quien yá teníáá cátorce ánñ os, el hombre se veíáá muy contento y lá
sonrisá no se ápártábá de su rostro. Con grán orgullo me mostroá el registro de
cálificáciones de Máríáá Joseá , erán notás impresionántes, ninguná bájábá de 20
puntos y los estíámulos que le hábíáán escrito sus profesores erán reálmente
conmovedores, feliciteá ál dichoso pádre y le inviteá un cáfeá .
Fue un Domingo muy tempráno cuándo nos dirigíáámos á misá, cuándo Máríáá
Joseá tropezoá con álgo, eso creíámos todos y dio un tráspieá s, su pápáá lá ágárroá de
inmediáto párá que no se cáyerá. Yá instáládos en nuestros ásientos vimos
coá mo Máríáá Joseá fue cáyendo lentámente sobre el bánco y cási perdioá el
conocimiento, lá tomeá en mis brázos mientrás su pádre buscábá un táxi y lá
lleváá bámos ál hospitál. Allíá permánecioá diez díáás y fue entonces cuándo le
informáron que su hijá pádecíáá de uná gráve enfermedád que áfectábá
seriámente á su corázoá n; pero no erá álgo definitivo, que debíáá prácticárle
otrás pruebás párá llegár á un diágnoá stico firme. Los díáás ibán tránscurriendo,
Rándolf renuncioá á su trábájo párá dedicárse ál cuidádo de Máríáá Joseá , su
mádre queríáá hácerlo pero decidieron que ellá trábájáríáá pues sus ingresos
erán superiores á los de eá l.
Ese mismo díáá por lá tárde llámáron á Rándolf, el ásunto erá gráve, su hijá
estábá muriendo, necesitábán un corázoá n pues el de ellá no resistiríáá sino
unos 15 oá 20 díáás máá s.
Fue el viernes por lá tárde cuándo consiguieron un donánte, lás cosás ibán á
cámbiár. El domingo por lá tárde yá Máríáá Joseá estábá operádá, todo sálioá
como los meá dicos lo hábíáán pláneádo, ¡eá xito totál! Sin embárgo Rándolf no
hábíáá vuelto por el hospitál y Máríáá Joseá lo extránñ ábá muchíásimo. Su mámáá le
decíáá que yá todo estábá bien, seríáá eá l quien trábájáríáá párá sostener lá fámiliá.
Máríáá Joseá permánecioá en el hospitál por 15 díáás máá s, los meá dicos no hábíáán
querido dejárlá ir hástá que su corázoá n estuvierá firme y fuerte y ásíá lo
hicieron.
Al llegár á cásá todos se sentáron en un enorme sofáá y su mámáá con los ojos
llenos de láá grimás le entregoá uná cártá de su pádre.
“Máríáá Joseá , mi grán ámor, ál momento de leer mi cártá debes tener quince
ánñ os y un corázoá n fuerte látiendo en tu pecho, esá fue lá promesá de los
meá dicos que te operáron, no puedes imáginárte ni remotámente cuáá nto
lámento no estár á tu ládo en este instánte, cuándo supe que ibás á morir
decidíá dár respuestá á uná preguntá que me hiciste cuándo teníáás diez ánñ os y
lá cuál no respondíá.
Iglesia adventista del séptimo día
AVLC2010
Decidíá hácerte el regálo máá s hermoso que nádie jámáá s há hecho. Te regálo mi
vidá enterá sin condicioá n álguná párá que hágás con ellá lo que quierás, ¡Vive
hijá!, te ámo.
Máríáá Joseá lloroá todo el díáá y todá lá noche. Al díáá siguiente fue ál cementerio
y se sentoá sobre lá tumbá de su pápáá , lloroá como nádie lo há hecho y susurroá :
pápi, áhorá puedo comprender cuáá nto me ámábás, yo támbieá n te ámábá
áunque nuncá te lo dije por eso támbieá n comprendo lá importánciá de decir, te
ámo y te pediríáá perdoá n por háber guárdádo silencio, en ese instánte lás copás
de los áá rboles se movieron suávemente, cáyeron álgunás flores y uná suáve
brisá rosoá lás mejillás de Máríáá Joseá , ál solá mirádá ál cielo se levántoá y cáminoá
párá cásá.
MENSAJE DE JESÚS
¿Por queá te confundes y te ágitás ánte los problemás de lá vidá?
EL ANILLO
El joven se ácercoá á su máestro y con áire de desáá nimo le preguntoá :
¿Máestro, por queá me siento tán pocá cosá que no tengo áá nimo ni
fuerzás párá hácer nádá? Todos me dicen que no sirvo, que no hágo
nádá bien, que soy torpe y bástánte tonto. ¿Coá mo puedo mejorár? ¿Queá
puedo hácer párá que me váloren máá s?
El máestro, sin mirárlo, le dijo:
-Cuáá nto lo siento muchácho, no puedo áyudárte, primero debo resolver
mi propio problemá. Quizáá s despueá s... de pronto se detuvo y háciendo
uná páusá ágregoá : si quisierás áyudárme tuá á míá, podríáá resolver mi
problemá con máá s rápidez y despueá s tál vez puedá áyudárte.
- Encántádo máestro, titubeoá el joven, pero sintioá que otrá vez se le
teníáá en poco y que sus necesidádes volvíáán á ser desátendidás.
-Bien-, dijo el máestro. Se quitoá un ánillo que llevábá en el dedo
pequenñ o y se lo entregoá ál muchácho dicieá ndole: Tomá el cábállo que
-Sieá ntáte, le dijo el máestro despueá s de escuchárlo: Tuá eres como este
ánillo, uná joyá, váliosá y uá nicá. Como tál, soá lo puede eváluárte
verdáderámente un experto ¿Por queá permites que cuálquierá te digá
tu válor? Y diciendo esto, volvioá á ponerse el ánillo en el dedo pequenñ o.
“Muchos pretenden decirnos quiénes somos y cuál es nuestro
valor como personas, pero sólo quien nos diseñó, sólo nuestro Dios
está calificado para hacerlo. Si quieres saber quién eres y cuál es el
propósito de tu vida, tienes que preguntarle sólo a Él”