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Automóvil Smart

En el verano de 2006, DaimlerChrysler anunció que el automóvil Smart sería ofrecido en venta en
Estados Unidos al año siguiente. Lanzado en Europa en 1998, el diminuto Smart nunca había
obtenido ganancias para su empresa matriz. Cuando Dieter Zetsche (quien apareció en anuncios de
Chrysler para la televisión estadounidense como “Doctor Z”) se convirtió en director general de
DaimlerChrysler a principios de 2006, el asunto del automóvil Smart fue una de sus principales
prioridades.

Al momento del anuncio, la leyenda del Smart había existido durante 15 años. En 1991, Nicolas
Hayek, presidente de Swatch, anunció planes para desarrollar un “automóvil Swatch” impulsado por
electricidad junto con Volkswagen. En ese momento, Hayek dijo que su meta era construir “un
automóvil citadino de alta calidad, ecológicamente inofensivo, para dos personas” que se vendiera
aproximadamente en 6,400 dólares. El concepto del Swatchmobile se basó en la convicción de
Hayek de que los consumidores se apegan emocionalmente a los automóviles del mismo modo como
lo hacen con los relojes. Al igual que el Swatch, el Swatchmobile (denominado oficialmente con
“Smart”) fue diseñado para ser asequible, duradero y sofisticado. Desde el principio, Hayek notó que
la seguridad sería otro asunto estratégico de ventas y declaró: “este automóvil tendrá la seguridad
contra choques de un Mercedes”. Los paneles exteriores compuestos montados sobre un bastidor
de carrocería en forma de caja permitirían a los propietarios cambiar los colores reemplazando los
paneles. Además, Hayek visualizó un automóvil que casi no emitía contaminantes, gracias a su motor
eléctrico. El automóvil también ofrecería un funcionamiento a base de gasolina, usando un motor
miniatura altamente eficiente capaz de alcanzar velocidades de 80 millas por hora. Hayek predijo
que las ventas mundiales llegarían a un millón de unidades, representando Estados Unidos alrededor
de la mitad del mercado.

Gracias al éxito del automóvil Smart en Europa, varios modelos se han


agregado a la familia Smart. Entre ellos están el convertible Smart Roadster
y el Smart Forfour (un modelo de cuatro puertas). Se introdujo un SUV (el
Smart Formore) en 2006. El modelo original será rebautizado como Smart
City Coupé. Un observador señaló: comprar un Smart se parece menos a
comprar un automóvil pequeño y más a comprar un iMac, un Blackberry
PDA o una caja de sushi para llevar”.

En 1993 terminó la alianza con Volkswagen. En la primavera de 1994, Hayek anunció que había
incluido a un nuevo socio de empresa conjunta. La unidad Mercedes-Benz de DaimlerBenz AG
invertiría 750 millones de marcos alemanes en una nueva fábrica ubicada en Hambach-
Saargemuend, Francia. En noviembre de 1998, después de varios meses de retrasos en la
producción y repetidos aumentos de costos, Hayek vendió el 19 por ciento restante de la
participación de Swatch en la empresa conjunta, conocida oficialmente como Micro Compact Car
GmBH (MCC), a Mercedes. Un vocero indicó que la negativa de Mercedes de usar un motor híbrido
de gasolina y electricidad fue la razón por la que Swatch se retiró del proyecto.

La decisión de los directivos de Mercedes de tomar el control total de la empresa era consistente
con su estrategia de hacer uso de sus habilidades de ingeniería y ampliar el atractivo de la empresa
más allá del segmento de lujo del mercado automotriz. El presidente de Mercedes, Helmut Werner,
comentó: “con el nuevo automóvil, Mercedes desea combinar ecología, emoción e intelecto”.
Alrededor del 80 por ciento de las partes de Smart son componentes y módulos diseñados y
abastecidos por proveedores externos y subcontratistas conocidos como “socios de sistemas”. La
decisión de establecer la planta de ensamblaje en Francia desalentó a los sindicatos alemanes, pero
los directivos de Mercedes esperaban ahorrar 500 marcos por automóvil. La razón: los trabajadores
franceses trabajan 275 días al año, en tanto que los trabajadores alemanes trabajan en promedio
sólo 242 días; además, los costos de mano de obra son 40 por ciento más bajos en Francia que en
Alemania.
MCC argumenta que en Smart Ville, como se conoce a la fábrica, sólo se requieren 7.5 horas para
terminar un vehículo, 25 por ciento menos tiempo del que requieren los mejores fabricantes
automotrices del mundo. Los socios de sistemas llevan a cabo las tres primeras horas del proceso.
Una empresa canadiense, Magna International, comienza soldando los componentes estructurales,
pintados posteriormente por Eisenmann, una empresa alemana. Ambas operaciones se realizan
fuera de la sala de ensamblaje principal; después, una banda transportadora traslada la carrocería
a la sala principal. Ahí, VDO, otra empresa alemana, instala el panel de instrumentos. En esta etapa,
los módulos y las partes fabricados por Krupp-Hoesch, Bosch, Dynamit Nobel e Ymos se entregan
para su ensamblaje por los empleados de MCC. Para fomentar la integración de los empleados de
MCC y los socios de sistemas y recalcar la necesidad de calidad, ambos grupos comparten un
comedor común con vista a la sala de ensamblaje principal.

El Smart City Coupé salió oficialmente a le venta en Europa en octubre de 1998. Con el propósito de
crear una identidad de marca distintiva, se estableció una red de concesionarios independientes para
Smart. En retrospectiva, esta decisión resultó ser muy costosa. Las ventas tuvieron un inicio lento
rodeado de inquietudes acerca de la estabilidad del vehículo. Ese problema se resolvió con un
sofisticado paquete electrónico que vigila el deslizamiento de las llantas. Los comediantes de
programas de televisión nocturnos se burlaron del automóvil de raro aspecto y lo llamaron “bota para
esquiar motorizada” y “mochila con ruedas”. El panorama de ventas era más prometedor en el Reino
Unido; el rápido ritmo de ventas en Gran Bretaña era especialmente notable porque MCC fabricaba
sólo modelos con volante a la izquierda (el Reino Unido es el único país de Europa donde la norma
son los automóviles con volante a la derecha). Los observadores de la industria señalaron que el
afecto de los británicos por el Austin Mini, un vehículo pequeño que apareció por primera vez en la
década de 1960, parecía haberse extendido al Smart. A pesar de este éxito, MCC redujo su meta de
ventas anuales de 130 mil a 100 mil. Robert Easton, presidente asociado de DaimlerChrysler,
confesó en público que estaba escéptico sobre el futuro del vehículo. En una entrevista con
Automotive News, dijo: “es posible que concluyamos que es una buena idea, pero cuyo tiempo
simplemente no ha llegado”.

En el año 2000, entre un interés cada vez mayor por la marca, el Smart excedió su meta de ventas
revisada. Wolf-Garten GmbH & Company, una empresa alemana de equipo de jardinería, anunció
planes de convertir al Smart en una cortadora de césped adecuada para usarla en campos de golf.
Las versiones tanto convertible como de motor a diesel se agregaron a la línea de productos. En
2001, los directivos de DaimlerChrysler anunciaron planes de investigar el mercado estadounidense
para determinar las perspectivas para el Smart. El anuncio llegó cuando los estadounidenses
enfrentaban fuertes aumentos en los precios de la gasolina. Entre 2001 y 2006, se introdujeron al
mercado estadounidense varios otros automóviles pequeños con un límite de precios de 10 mil a 14
mil dólares, como el Chevrolet Aveo (fabricado por Daewoo), el Toyota Yaris y el Honda Fit. Un reto
de llevar el Smart al otro lado del Atlántico es la fortaleza del euro con relación al dólar.

“La marca Smart es capaz de obtener una rentabilidad sostenible y será rentable de 2007 en
adelante. Trabajamos con base en un costo casi 50 por ciento menor de lo usual. El tiempo de
producción en la planta de Hambach, Francia y el tiempo de ensamblaje del nuevo automóvil son 20
por ciento menores que con su predecesor”. Ulrich Walter, presidente y director general de la
División del Noreste de Asia de DaimlerChrysler, ex presidente y director general de Smart.

En 2018 smart anunció su salida del mercado mexicano afirmando: “”El camino a la electrificación
es uno largo, que requiere grandes inversiones y con ello vienen grandes retos, sin embargo una
marca como smart -pionera y disruptiva- es el vehículo ideal para que la marca que inventó el
automóvil, dé ese primer gran paso, convirtiendo por primera vez todo el portafolio hacia totalmente
eléctrico. Con motivo de esta estrategia global y con el fin de entregar siempre el mejor producto a
nuestros clientes, smart México ha decidido seguir trabajando en adecuaciones para el auto
derivadas de las particulares características de nuestro país”.

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