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Dailia Plath

Composicion 2
8/4/2019
Para un lector de un libro o un cuento, el tipo de narración no destaca tanto
como el trama o los personajes. Por otra parte, para los autores, la elección de un tipo
de narrador específico vendría ser una elección crucial para los temas en su escritura.
Por lo general, existen tres tipos básicos de narradores: la protagonista o la primera
persona, la tercera persona testimonio y la tercera persona omnisciente. Sin embargo,
como se ve en las siguientes obras expuestas, la narración parece menos fija y más
como un espectro. La narración de una historia sirve como una herramienta literaria
con intención del autor. Cada punto de vista distinto logra un propósito específico en el
contexto de la obra literaria. Tres cuentos de la literatura peruana en el siglo XX
proveen ejemplos del espectro de los narradores y del efecto de la narración en el tema
general: “El mundo es ancho y ajeno” de Ciro Alegría, “Los Cachorros” de Mario Vargas
Llosa y “Dos Indios” de Bryce Echenique.
En el libro “El mundo es ancho y ajeno”, se trata de la vida comunitaria en una
comunidad andina durante unos años en conflicto con un hacendado sobre la tierra. Se
narra en tercera persona testimonio; es decir, un narrador que solamente describe
hechos y observaciones sobre los personajes de la trama. Por ejemplo, un párrafo de la
vida diaria explica, “Los seres que se habían dado a la tarea de existir allí, entendieron,
desde hacía siglos, que la felicidad nace de la justicia y que la justicia nace del bien de
todos. Así lo había establecido el tiempo, la fuerza de la tradición, la voluntad de los
hombres y el seguro don de la tierra. Los comuneros de Rumi estaban contentos de su
vida”. Aunque no se describe la comunidad en una manera negativa, se provoca un
sentido del “otro”, o la alteridad que el narrador siente sobre su posición relativa a esta
comunidad. Cuando se escribe sobre una comunidad y los personajes en esta manera,
causa la distancia que ilustra una distancia entre culturas. En este caso, se consideran
dichas culturas como la cultura indígena peruana y la de un extranjero de este grupo
étnico. Implícitamente, se expone las dificultades en la comprensión de culturas
distintas a través de la literatura en la época literaria del indigenismo en Perú a través
de la tercera persona testimonio.
Conocido por su manera única de narración, Mario Vargas Llosa utiliza un
narrador omnisciente en el cuento “Los Cachorros” para contar la historia de unos niños
limeños, centrada en la vida de un chico que fue castrado en un accidente raro. Sin
embargo, no se considera la escritura en tercera persona ya que habla en una voz
colectivo con el sujeto “nosotros”. Para introducir los personajes, el cuento empieza con
el frase, “Todavía llevaban pantalón corto ese año, aún no fumábamos, entre todos los
deportes preferían el fútbol y estábamos aprendiendo a correr olas, a zambullirnos
desde el segundo trampolín del Terrazas, y eran traviesos, lampiños, curiosos, muy
ágiles, voraces”. En vez de hablar sobre los personajes como “El mundo es ancho y
ajeno”, esta obra habla de una perspectiva personal, una dentro de la historia
directamente. El narrador representa la voz del barrio con la narración caótica con
onomatopeyas exageradas. Se describe la escena central con el niño castrado de esta
forma: “A veces ellos se duchaban también, guau, pero ese dia, guau guau, cuando
Judas se apareció en la puerta de los camarines, guau guau guau, solo Lolo y Cuéllar
se estaban bañando: guau guau guau guau...oyó los ladridos de Judas, el llanto de
Cuéllar, sus gritos, y oyó sus aullidos, saltos, choques, resbalones y después solo
ladridos…”. El lector vive con los niños; oye lo que oyen y está en el medio de su
diálogo. Al hacerlo, el autor logra el propósito de conectar la realidad con las
creaciones literarias y por eso conectar con más gente.
Por último, el relato corto “Dos Indios” escrito por Alfredo Bryce Echenique
provee un ejemplo de otro lugar en el espectro de narración en la literatura. Se trata de
dos hombres peruanos en Europa los cuales pasan tiempo recordando memorias y
tomando vino con su diálogo amigable. A diferencia a los otros dos obras de escritura,
el narrador de este cuento tiene los pensamientos personales y unas acciones propias.
No obstante, el narrador no tiene un nombre, como los otros narradores. Asimismo, hay
elementos de tercera persona cuando se explica el personaje de Manolo. Se relata de
Manolo, “Le gustaban esas revistas italianas con muchas fotografías en colores; o
porque cuando abandonó Roma la primera vez, hacía calor como para quedarse
sentado en un Café, y le daba tanta flojera tomar el tren. No sabía explicarlo. No
hubiera podido explicarlo, pero en todo caso, no tenía importancia”. El narrador no sabe
todo de este personaje, como un narrador de tercera persona testimonio, pero todavía
se describe como un conocido, como alguien cerca de Manolo. El uso de la primera
persona permite que el personaje principal recuerda la historia de los recuerdos de su
amigo para comentar más profundamente en la importancia de la memoria y la
nostalgia como una parte de la identidad. En el medio de una conversación, el narrador
afirma, “Comprendo, Manolo. Comprendo. Te gustan tus recuerdos y por eso te gusta
pasar las horas sentado en un café. Si tu recuerdo está allí, presente, todo va bien.
Pero si los recuerdos empiezan a faltar, y si no hay nada más…”. Luego, Manolo
exclama, “Es el caso de esas palabras. Me he olvidado de esas palabras, y son
inolvidables porque creo que me dijo… ¡No, no sé!”. En el diálogo específicamente, se
demuestra que los recuerdos y las emociones cercanas a estos personajes proveen
una fuente de conexión crucial a su identidad en una situación de desarraigo, como los
hombres en un país extranjero. Se alcanzan estos temas a través de una mezcla de
narración personal e impersonal en este cuento.
Pensando en todo lo expuesto anteriormente, el espectro de los puntos de vista
de una obra literaria revela un propósito más o menos escondido a primera vista del
lector común. Los autores llevan a cabo unos comentarios de los temas de sus libros y
cuentos a través de una herramienta critical: la voz narrativa. En “El mundo es ancho y
ajeno”, se manifiesta la distancia entre las culturas del escritor y las comunidades
indígenas con la tercera persona testimonio que cuenta sobre una comunidad como un
ajeno. El ejemplo de “Los Cachorros” ilustra cómo un lector puede experimentar la vida
de los personajes a través del uso de una voz colectiva y omnisciente para conectar la
realidad en un barrio limeño con la experiencia de leer este relato. Finalmente, “Dos
Indios” examina la importancia de los recuerdos en la identidad en un lugar extraño
cuando un narrador protagonista relata una historia sencilla con los pensamientos
personales pero distantes y un diálogo más revelador. Las semejanzas en las obras, tal
como un narrador sin un nombre específico, juntas con las diferencias en el tipo
específico de la narración evidencian el espectro de los narradores y sus objetivos
ubicuos en la literatura. Con cada pedazo de la literatura, siempre hay que tomar en
cuenta la voz narradora para capturar la esencia de lo que se lee y aprovechar el
significado en la vida real.

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