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LA ORALIDAD EN EL NUEVO CODIGO DE LO CONTENCIOSO

ADMINISTRATIVO

Conferencia durante el seminario sobre el nuevo Código administrativo y


procesal de lo contencioso administrativo Ley 1437 de 2011. Universidad
Santo Tomás. Abril 1º de 2011. Bogotá.

INTRODUCCION

Lo primero que debo decir en honor a la verdad es que cuando se


empezó a socializar la idea de la oralidad en el nuevo código de procedimiento
contencioso administrativo, pensando en los distintos tropiezos que había
tenido el esquema del proceso laboral ordinario, donde la práctica que nos
tocó vivir, en el mejor de los casos, fue la del proceso dictado en los juzgados
laborales, por la especialidad en la que me desempeño hoy del derecho
laboral administrativo, pensando en la efectividad y operatividad del sistema
oral y los enormes volúmenes de procesos que resolvemos en esta
especialidad, no fui su defensora. Quizá por la formación un tanto ligada a
una tradición procesal con apego a las formas escritas, aunada a la
preocupación por la insuficiente infraestructura técnica y operativa que se
requiere para poner en marcha este sistema, no obstante que vengo de una
generación de pregrado donde recibimos una importante formación en
oralidad con exámenes casi en su totalidad orales, pero también con
práctica en oratoria en preparación para la intervención por aquella época,
en las audiencias públicas en los procesos penales, donde la oratoria llevó a
esas audiencias prolongadas, sin dejar de mencionar que el sistema actual
penal todavía requiere muchos ajustes y preparación para eliminar los altos
niveles de impunidad.

Tampoco puedo dejar de mencionar que por razones históricas, tengo


gran apego al actual código contencioso administrativo, decreto 01 de 1984,
cuya primera parte, produjo enorme y positivo impacto en las comunidades
de nuestro país, sobre todo en los lugares más apartados, en una época en
donde, por ejemplo, el ejercicio del derecho de petición en la práctica, frente a
los poderes locales solo podía ejercer quien participaba de la misma afiliación
política del mandatario de turno. Entonces este instrumento procesal fue
verdaderamente revolucionario por la época, adicionado con la ley 57 de
1985; introdujo un avance significativo en el ejercicio del derecho de control
ciudadano sobre el poder ejecutivo, a partir del conocimiento de la ejecución
presupuestal y de las actuaciones administrativas que pasaron a tener
publicidad real. Además en su parte esencial de lo contencioso
administrativo, no hemos registrado mayores dificultades después de la
entrada en vigencia de la Constitución de 1991 a cuyos principios es
imperativo recurrir, incluso también porque allí ya se había propuesto el
comienzo de la oralidad que hasta ahora ha sido letra muerta, y hablo del
actual artículo 147 del C.C.A.1 modificado por el artículo 28 del Decreto 2304
de 1989, lo que dice desde ya, que la implementación de la oralidad como
instrumento eficaz dependerá de los jueces y juezas.

En la norma actualmente vigente, la audiencia pública en lo que


podría ser el comienzo de un juicio oral solo procede a petición de parte, no
es oficioso el trámite, de modo que no ha tenido efectividad que se quisiera
en la práctica, aunado a que si la petición se hace ante quien privilegia el
trámite escrito, puede concluir señalando que no se ha precisado los puntos
de derecho o de hecho materia de discusión en la audiencia, y en
consecuencia se niegue.

Sin embargo, creo que el giro que en el sistema actual se propone,


tiene mucho que ver con el papel del juez en la dirección del proceso, y si
tenemos ejemplos de que hemos funcionado bien con el proceso escrito, con
este nuevo sistema, lo tenemos que hacer mucho mejor, a juzgar por los
resultados en el derecho comparado y en el actual proceso laboral ordinario,
de cara a los principios constitucionales modernos de publicidad,
inmediación y para el cumplimiento de los fines de una administración de
justicia transparente, pública, oportuna y cumplida, coherente con los
principios en los que se inspira la Constitución de 1991.

I. APRECIACIONES PRELIMINARES

En su concepción más simple, la oralidad como forma de


comunicación de las culturas primitivas, llamadas sin historia por la

1
Artículo 147. LAS AUDIENCIAS PÚBLICAS. En todo proceso es potestativo del Consejo de Estado y
de los Tribunales Administrativos conceder audiencias públicas, por petición de alguna de las partes,
para dilucidar puntos de hecho o de derecho.

Las audiencias deberán solicitarse en el término de traslado para alegar de conclusión y efectuarse
antes que el proceso entre al Despacho del Ponente para sentencia.

La audiencia se celebrará con las partes que concurran; cada una de ellas podrá hacer uso de la
palabra por una vez durante treinta minutos, pero el Presidente de la Sala o Sección puede,
prudentemente, prorrogar este plazo. Las partes que hayan intervenido podrán presentar un resumen
escrito de sus alegaciones orales, dentro de los tres (3) días siguientes al de la audiencia.

En la audiencia se podrá proferir la sentencia, para lo cual se decretará un receso de hasta dos (2)
horas. En este caso la sentencia se notificará en estrados, estén o no presentes las partes".
antropología clásica, por nuestras raíces andinas, mucho nos queda de esa
práctica de recurrir a la activación de la memoria para dejar nuestros legados
a los hijos y a las generaciones futuras, como los recibimos nosotros por
tradición oral que nos ha traído multiplicidad de conocimientos en las
distintas áreas de la ciencia, hábitos, tradiciones, representaciones y
simbolismos, que en forma más humana si se quiere, se transmitieron, y con
los cuales las generaciones presentes luchamos por rescatar, interpretar y
descifrar la cultura primitiva para que no se pierda por la ausencia de la
memoria escrita propia de las llamadas culturas avanzadas.

En las comunidades indígenas americanas y este antecedente es lo


único verdaderamente propio, sus autoridades ejercían y mantienen un
proceso de justicia oral, dejado a salvo por la Carta de 1991, y con el que la
Rama Judicial ha iniciado la coordinación necesaria para evitar los conflictos
de jurisdicciones entre el sistema nacional judicial y el sistema ancestral
propio de cada pueblo, comunidad o dentro de cada Resguardo configurado a
partir de la Colonia, en orden a mantener viva esa forma de organización y
justicia interna propias para hacer efectivo el respeto de la jurisdicción
especial indígena .

En el derecho foráneo y ajeno a aquel ancestral, tradicionalmente


hemos conocido que la oralidad es propia de los sistemas angloamericanos y
germánicos. Primero en los sistemas del “common law”, o con influencia
británica, recogida luego en Alemania, pero la oralidad no es extraña al
sistema románico continental, si se toma en cuenta que el derecho romano
tenía componentes de oralidad bajo la regla que el conflicto era decidido en
forma pública como indicador de sumisión a los tribunales públicos. Y allí se
daba plena aplicación a la inmediación en tanto la comparecencia al juicio
era obligatoria para quienes tenían capacidad procesal sin que se admitiera
la representación: nemo alieno nomine lege agüere potest2. El procedimiento
era siempre público y los ciudadanos tenían entrada libre, excepto los
esclavos.

Después quizá hasta el reinado de Adriano, esto es en la era del


derecho “honorario o de gentes” se conservaron las mismas características
procesales con libre apreciación de la prueba, la inmediación y la oralidad.
Pero también según indican doctrinantes y estudiosos del Derecho Romano3
que en el procedimiento romano coexistían tres sistemas fundamentales: el
de acciones de la ley, el formulario y el extraordinario. El formulario fue
creado con la lex aebutia, al lado de la legis actio, permitiendo que el
ciudadano escogiera entre los dos sistemas: el escrito o formulario y el oral o

2
Antonio Francoz Rigalt, CONFERENCIA ORALIDAD EN EL PROCESO CIVIL. Publicada en Internet. Profesor
emérito de la Universidad de Anahuác, México.
3
Von Mayr, Roberto. HISTORIA DEL DERECHO ROMANO, citado por el profesor Rigalt. Ob. Cit.
el de las acciones de la ley, con la autorización del Magistrado. Y en el
extraordinario predominaba el juicio oral.

También se dice que en la época del Bajo imperio o Clásico, en el que


se unifican los dos sistemas de derecho, el jus Pentium y el ius civile y se
codifica la ley por Justiniano, que concluyó la obra del Emperador Teodosio
II, el Corpus Juris Civile, se puede establecer que tanto en los Codex, como
en el Digesto, en las Institutas y en las Novísimas, el proceso era oral,
público y concentrado.

Después de la época romana predominó el proceso escrito y secreto,


que viene a modificarse con la Revolución Francesa y la codificación
Napoleónica, adoptando el sistema mixto. Así que en Francia en el Code de
Procedure civile, de 1807, se consagraba la oralidad y la escritura. Este
código que ha pasado por varias reformas, en todas se conserva la oralidad.
El código procesal de Austria de 1895, consagró la oralidad, la inmediación,
concentración, publicidad, autoridad judicial y libre apreciación de la prueba
por el juez, así como la garantía de una justicia rápida y barata.

En el derecho Alemán también se implementó la oralidad, aunque en


la época del nacionalsocialismo se limitaron los poderes de las partes,
reforzando el principio dispositivo, con amplios poderes del juzgador que
debía defender el Estado nacionalsocialista.

En Italia, en la época de Mussolini, el proceso era político para


restaurar la autoridad del poder judicial, asegurar el interés público, la
conciliación y la moralización procesal. Posteriormente, con el código de
1940, redactado por Calamandrei, Carnelutti, Redenti y Conforti, adoptaron
un código que se dijo era Mussoliniano pero no fascista y allí el juez , según
Carnelutti, “era intermedio entre el juez espectador y el juez dictador” En este
proceso donde no se fijó términos para el aplazamiento de las audiencias, el
proceso se volvió interminable.

En Latinoamérica todos los países están la era de la implementación


de la oralidad, después de la experiencia en penal y laboral, como ocurre en
Colombia, donde la oralidad se ha consagrado en el proceso penal acusatorio
ley 906, en el laboral con la ley 1149 de 2007 desde el año 2008, en el penal
para adolescentes y en el régimen disciplinario para abogados después de la
ley 1123 de 2007, con buenos resultados en laboral, habrá que hacer un
serio balance en penal dado que se juzga en el tiempo mínimo pero los
procesos de flagrancia, y la Fiscalía al parecer todavía tiene mucho que
hacer para llevar la prueba al juez, como disponer de los medios para el
recaudo de la prueba, de modo que no es exagerado decir que la impunidad
va más allá del 50%, y en todo caso, los éxitos de este sistema mucho
depende de los recursos para su implementación, como indica la experiencia
en los disciplinarios que van camino de vuelta a la escritura por falta de
recursos y sólo a iniciativa de algunas magistradas ha sido posible la
aplicación.

Este sistema consagrado en el código de procedimiento administrativo


y de lo contencioso administrativo, ley 1437 de 2011, hemos de entenderlo
bajo la égida de que es necesario fortalecer procedimientos simples, rápidos y
eficientes que se materialicen en mayores garantías para las reclamaciones
de los ciudadanos, y entonces propio es alejar la idea que se pueda caer en la
simplicidad de las decisiones que preocupan en el sistema oral.

Estamos aquí frente a una nueva normativa, que seguramente no


gusta a algunos, pero responde al esfuerzo del Consejo de Estado y el
Congreso para adaptar el código a la Constitución de 1991, que venimos
aplicando a no dudarlo, pero en un país donde las decisiones de los jueces
están sometidas a la ley, la permanente comparación del código con la norma
constitucional bajo la regla del artículo 4º constitucional, no deja de
presentar inconvenientes dada la generalidad de las normas constitucionales
a cuya interpretación se recurre consultando los fines, sin embargo muchas
veces los jueces y juezas hacen un análisis reducido y he ahí los
inconvenientes.

Propongo, entonces que analicemos estas figuras que trae el nuevo


código, desentrañando los fines perseguidos con la oralidad consagrada en
la segunda parte del nuevo código, correspondiente al procedimiento de lo
contencioso administrativo, y en esa perspectiva, claro es que se busca
cumplir los principios de celeridad, eficacia, eficiencia, participación,
transparencia e inmediación en el trámite de los procesos que posibiliten el
derecho de los usuarios de la administración de justicia a obtener una
justicia pronta y cumplida, y este derecho impone a su vez, un imperativo
para jueces (as) y magistrados (as) de responder a esos requerimientos, de
modo que estoy segura que todas y todos hemos de preparar la mente y el
espíritu para que nuestra actuación de litigantes, jueces, ministerio público y
auxiliares de la justicia, en este nuevo sistema resulte altamente útil y no se
convierta en una forma inoperante y carente de sentido en el trámite
procesal, o en el peor de los casos entorpecedora del trámite célere que
propone la reforma, que necesariamente por la forma como se ha
consagrado, continuará parcialmente en forma escrita.

En efecto, se propone este código desarrollar la oralidad, que viene en


esta obra consagrada como parte de un sistema mixto, y sus progresos nos
darán la pauta para continuar con la implementación de un proceso oral que
permita avanzar hacia un marco ideológico de una justicia con visión
humanista y democrática que fortalezca la libertad, la igualdad y la dignidad
humana4, sin restar la profundidad de análisis que compromete la decisión
judicial.

Creemos que en ningún sistema la oralidad reemplaza totalmente la


escritura, porque de todas maneras se deja constancia escrita de la decisión
y en efecto en el código procesal de lo contencioso administrativo de
Colombia, ya lo decía el Dr. Enrique Ostau de Lafont Pianeta5 en el seminario
sobre este nuevo código en la Biblioteca Luis Angel Arango, que aquí, el
concepto de oralidad no es ausencia de mecanismo escrito, sino que cuando
se habla en términos de oralidad, se acoge un sistema mixto.

Al establecer la oralidad cobra importancia el registro de las


actuaciones procesales a través de medios que permitan su conservación y
reproducción y dados los distintos medios de control, denominación propia
del nuevo código, la oralidad en el proceso contencioso administrativo
requiere de matices o variaciones importantes.

1.- DESVENTAJAS

2.1 Carencia de recursos para su implementación.

2.2 En los procesos cuya pretensión es de simple nulidad o electoral


donde se presenta discusión tan solo de derecho, no hay diferencia entre
proceso escrito y oral.

2.3 Dificultad para la programación de las audiencias en el tiempo.

2.4 Las decisiones en el proceso oral pueden caer en la simplicidad y


falta de análisis.

2.5 Falta de preparación de los jueces y abogados.

2. VENTAJAS

2.1 La oralidad tiene varias ventajas sobre todo para aquellos procesos
en los que los hechos son controvertidos y se requieren elementos de

4
Luis Paulino Mora Mora, Presidente de la Corte Suprema de Costa Rica, con ocasión de la expedición del nuevo
código procesal contencioso administrativo. 2006.
5
Enrique Ostau de Lafont Pianeta. Seminario de Divulgación del Nuevo Código Procesal administrativo y de lo
contencioso administrativo. Biblioteca Luis Angel Arango. 2011
convicción no solo documentales (confesión, declaración de parte,
dictámenes periciales, prueba testimonial, etc). Y debemos decir entonces,
que la oralidad tiene un valor diferente para los procesos que se desatan a
través del medio de control de simple nulidad, o para algunos de nulidad y
restablecimiento del derecho donde las diferencias entre un proceso escrito y
oral no son protuberantes. En efecto en aquellos donde los hechos no son
controvertidos y no hay que resolver más que cuestiones de derecho, la
oralidad serviría tan sólo para aclarar puntos de hermenéutica jurídica
planteados y para la formulación de alegatos; y en aquellos en los que
existen hechos controvertidos y se debe resolver con fundamento en pruebas
documentales, los documentos serán examinados en la audiencia con la
directa contradicción de la parte contra quien se opone el medio de prueba
documental, lo que evita malos entendidos, errores y aún olvidos.

En cambio para los primeros es decir para aquellos donde los hechos
son controvertidos, (sustituciones pensionales, procesos disciplinarios,
retiros del servicio por insubsistencia del nombramiento o supresión de
cargos, reparación directa y contractuales), donde se necesita prueba
pericial, testimonial, confesión, etc., la oralidad cumple un papel
fundamental, puesto que se produce un contacto directo e inmediato entre la
prueba y los jueces y juezas, se pone en marcha el principio de la
inmediación, que les permitirá formarse convicción a través de la prueba que
aprecia directamente.

1.2 La oralidad así concebida en este sistema es garantía de acierto y de


una justicia rápida, simple y económica, propósitos que se quieren desde la
época de la Revolución Francesa, cuando al interior de la Asamblea se dio un
intenso debate sobre la reforma al sistema judicial para superar el Ancien
Regime y no por ello los jueces y juezas han de sustraerse a su obligación de
proferir la decisión con la profundidad de análisis que cada caso comporta.

Este sistema trata de responder al aumento desmedido de la demanda


de justicia desde el punto de vista cuantitativo, que ha aumentado la carga
de trabajo y hace ver una baja en la productividad y en consecuencia falta
de credibilidad en el sistema jurídico por parte de la ciudadanía.

1.3 Jueces y juezas asumen un papel más activo que le permiten dominar y
conducir en forma más eficaz el proceso. Y es por este camino que la justicia
debe responder a la sociedad con una actividad adaptadora para atender las
exigencias en un medio extremadamente complejo azotado por la violencia
que tiene múltiples causas como el desarraigo cultural, el desplazamiento
forzado, el terrorismo, la criminalidad organizada, la corrupción y la
discriminación.
Y en este escenario, la forma de dirección del proceso en fundamental.
En efecto, la experiencia del derecho francés enseña, más allá de las
técnicas del case managment del mundo anglosajón que también permiten la
dirección eficaz del proceso, responsabilizar a las partes y especialmente a
los abogados en su trabajo de argumentación y reconstrucción probatoria
de los hechos de manera que ejerzan su deber profesional con lealtad al
proceso para llevar a la culminación exitosa. De allí que se diga que el
enfoque anglosajón es “dirigista y regulatorio” en tanto que el enfoque francés
“es consensual y cooperativo”6, pero en ambos sistemas se busca un proceso
más justo, más equitativo y más eficiente.

1.4 Se logra una mayor democratización, humanización y socialización del-


proceso, y más veracidad de la prueba7, en desarrollo de los artículos: 2º
de la Carta, que al consagrar el “Estado social de derecho” trae a la memoria
de inmediato un proceso judicial socializado y público, y el artículo 228
según el cual la administración de justicia es función pública, con
decisiones independientes de sus jueces. “Las actuaciones serán públicas y
permanentes con las excepciones que establezca la ley y en ellas prevalecerá
el derecho sustancial. Los términos procesales se observarán con diligencia y
su incumplimiento será sancionado. Su funcionamiento será desconcentrado y
autónomo”.

La propuesta es abandonar el triste papel del juez árbitro y la falta de


compromiso de los abogados. Mucho depende de quien conduce el proceso
para buscar la colaboración armónica de los litigantes a nombre de las
partes, ministerio público e intervinientes en el trámite, en torno a superar
las barreras de la justicia rogada, que entra en conflicto con la Carta de
1991. La limitación que tiene el juez es por supuesto el respeto por el objeto
de litigio y hacer posible el ejercicio pleno del derecho de contradicción,
porque la verdad real no se puede investigar a cualquier precio pero el juez
y las partes tienen el deber de buscar la justicia material, y el juez el deber
de protección de la parte más débil en el proceso.

1.5. El componente escritural que subsiste permitirá tranquilidad a las


partes quienes pueden ejercer su defensa y contradicción para evitar
exponerse a sorpresas, omisiones y errores y será obra de todos, buscar la
seguridad y la certeza, si partimos del hecho que todos los abogados son
auxiliares de la justicia. En todo caso en las audiencias si hubiere
modificaciones, aclaraciones o rectificación, la contraparte siempre tendrá la

6
Nuevas Tendencias en la dirección judicial del proceso. Módulo de formación de la Escuela judicial Rodrigo
Lara Bonilla. Consultor: Eduardo López Medina.
7
Ernesto Jinesta Lobo .Miembro de la Comisión Redactara del Proyecto de Código Procesal Administrativo, de Costa Rica. Profesor de la Maestría de
Derecho Público de la Universidad de Costa Rica. Juez del Tribunal Contencioso Administrativo
oportunidad de ejercer su derecho de contradicción y defensa y pedir y
aportar la contraprueba.

1.6 El poder directivo que asumen juezas y jueces permitirá evitar las
dilaciones innecesarias, injustificadas y ejercer aún su poder sancionatorio,
sin quebrantar el debido proceso y el derecho de defensa, de modo que centre
el debate en los aspectos que interesan para dirimir el litigio y sobre todo
buscar la justicia, la igualdad y la verdad. Y esta propuesta la comparten
legislaciones como la francesa y americana, bajo la idea que es el juez quien
debe dirigir el proceso, y no las partes.

Eso sí requerimos buenas juezas y jueces imparciales para dar plena y


clara aplicación al artículo 228 constitucional respecto al conflicto que es
objeto de discusión. Deberán simplificar, precisar y clarificar los hechos
controvertidos alegados por las partes, así como los medios de prueba
pertinentes, ejercer el poder oficioso en el horizonte de la justicia y la
equidad, hacer uso de las ayudas por medios electrónicos que permitan
rápidamente tener a disposición las normas aplicables al caso concreto y la
jurisprudencia, de modo que se trabaje en torno a lograr los fines propuestos
de una justicia pronta y cumplida, posible con cualquier sistema si se cuenta
con esa voluntad y compromiso que exige el actual momento histórico en
nuestro país donde debemos actuar bajo los principios de una verdadera
ética pública que rescate al país de esta aguda crisis donde campea la falta
de compromiso con lo público, y aún la inanición, donde ya la esperanza
está en el sistema educativo que debe fortalecerse y en la justicia garante de
un verdadero estado social de derecho.

Se acusa al proceso escrito, de ser el causante de la dilatación y de la


mora, en contraposición, se plantea la oralidad para agilizar los trámites, de
modo que la experiencia nos dirá si se cumplen estos propósitos, pero en
todo caso, el sistema funcionará con la colaboración de las partes y la
preparación no solo de jueces sino también de los litigantes como auxiliares
de la justicia.

EL NUEVO SISTEMA EN EL CODIGO DE PROCEDIMIENTO DE


LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

El nuevo código nace para hacer eficaces los principios


constitucionales que ya hemos mencionado. Prevé la presentación de la
demanda y contestación por escrito, y se elimina la fijación en lista. Así
mismo se autoriza el uso de los medios electrónicos. Se prevé la
posibilidad de conciliación en cualquier estado del proceso mecanismo de
solución que no es nuevo, en cuya intervención la posición del juez no puede
ser tomada como prejuzgamiento, consagración que tranquiliza a los jueces.
Se autoriza al juez (a) para decretar pruebas de oficio y se desarrolla el
principio de concentración de la prueba.

ETAPAS DEL PROCESO

En el capítulo V de las “Etapas del proceso y competencias para su


instrucción” se señalan la distintas Etapas (Art. 179), “…aplicables al
proceso para adelantar y decidir todos los litigios respecto de los cuales este
Código u otras leyes no señalen un trámite o procedimiento especial, en
primera y en única instancia…”. Ellas son:

Se previó la audiencia de alegaciones y juzgamiento en segunda


instancia, con idéntico diseño de la celebrada en primera instancia, cuando
el ponente así lo decida, porque puede él decidir que no es necesaria tal
audiencia, como lo señala el numeral 4 del artículo 247.

1.- Primera etapa.- Comprendida entre “la presentación de la demanda


hasta la audiencia inicial”.

2.- Segunda etapa.- “ Desde la finalización de la anterior hasta la


culminación de la audiencia de pruebas”, y,

3.- Tercera etapa.- “..desde la terminación de la anterior, comprende la


audiencia de alegaciones y juzgamiento y culmina con la notificación de la
sentencia”“

Dispone el artículo 179 que: “Cuando se trate de asuntos de puro derecho o


no fuere necesario practicar pruebas, el juez prescindirá de la segunda etapa y
procederá a dictar la sentencia dentro de la audiencia inicial, dando
previamente a las partes la posibilidad de presentar alegatos de conclusión”.

A. AUDIENCIA INICIAL.

Dispone el artículo 180 una “ Audiencia inicial” que se llevará a cabo, “


Vencido el término de traslado de la demanda o de la de reconvención
según el caso”, donde “.. el Juez o Magistrado Ponente, convocará a una
audiencia que se sujetará a las..” reglas allí previstas 8:

8
1.- Oportunidad. La audiencia se llevará a cabo bajo la dirección del Juez o Magistrado Ponente
dentro del mes siguiente al vencimiento del término de traslado de la demanda o del de su prórroga o
del de la de reconvención o del de la contestación de las excepciones o del de la contestación de la
demanda de reconvención, según el caso. El auto que señale fecha y hora para la audiencia se
notificará por estado y no será susceptible de recursos.

2. Intervinientes. Todos los apoderados deberán concurrir obligatoriamente. También podrán asistir
las partes, los terceros y el Ministerio Público.

La inasistencia de quienes deban concurrir no impedirá la realización de la audiencia, salvo su


aplazamiento por decisión del Juez o Magistrado Ponente.

3. Aplazamiento. La inasistencia a esta audiencia solo podrá excusarse mediante prueba siquiera
sumaria de una justa causa.

Cuando se presente la excusa con anterioridad a la audiencia y el juez la acepte, fijará nueva fecha
y hora para su celebración dentro de los diez (10) días siguientes, por auto que no tendrá recursos.
En ningún caso podrá haber otro aplazamiento.

El juez podrá admitir aquellas justificaciones que se presenten dentro de los tres (3) días siguientes a
la realización de la audiencia siempre que se fundamenten en fuerza mayor o caso fortuito y solo
tendrán el efecto de exonerar de las consecuencias pecuniarias adversas que se hubieren derivado
de la inasistencia.

En este caso, el juez resolverá sobre la justificación mediante auto que se dictará dentro de los tres
(3) días siguientes a su presentación y que será susceptible del recurso de reposición. Si la acepta,
adoptará las medidas pertinentes.

4. Consecuencias de la inasistencia. Al apoderado que no concurra a la audiencia sin justa causa


se le impondrá multa de dos (2) salarios mínimos legales mensuales vigentes.

5. Saneamiento. El juez deberá decidir, de oficio o a petición de parte, sobre los vicios que se hayan
presentado y adoptará las medidas de saneamiento necesarias para evitar sentencias inhibitorias.

6. Decisión de excepciones previas. El Juez o Magistrado Ponente, de oficio o a petición de parte,


resolverá sobre las excepciones previas y las de cosa juzgada, caducidad, transacción, conciliación,
falta de legitimación en la causa y prescripción extintiva.

Si excepcionalmente se requiere la práctica de pruebas, se suspenderá la audiencia, hasta por el


término de diez (10) días, con el fin de recaudarlas. Al reanudar la audiencia se decidirá sobre tales
excepciones.

Si alguna de ellas prospera, el Juez o Magistrado Ponente dará por terminado el proceso, cuando a
ello haya lugar. Igualmente, lo dará por terminado cuando en la misma audiencia advierta el
incumplimiento de requisitos de procedibilidad.

El auto que decida sobre las excepciones será susceptible del recurso de apelación o del de súplica,
según el caso.
Según indica la norma, la oralidad tiene que ver con la estructura del
juicio, en tanto interpuesta que sea la demanda y habiéndose notificado al
demandado en la forma prevista, se citará a una audiencia inicial dentro del
mes siguiente al vencimiento al término de traslado de la demanda, por auto
que se notifica por estado, donde el juez deberá decidir de oficio o a petición
de parte sobre los vicios que se hayan presentado y adoptará las medidas de
saneamiento que fueren necesarias para evitar sentencia inhibitoria, se
resolverá sobre las excepciones previas9 y las de cosa juzgada, caducidad,
transacción, conciliación, falta de legitimación en la causa y prescripción
extintiva.

Si excepcionalmente se requiere la práctica de pruebas, se suspenderá la


audiencia, hasta por el término de 10 días con el fin de recaudarlas y al
reanudarla se decidirá sobre tales excepciones.
De prosperar las excepciones se dará por terminado el proceso, que
también culminará por incumplimiento de los requisitos de procedibilidad.

El auto que decida sobre las excepciones será susceptible del recurso de
reposición o de súplica según el caso.

7. Fijación del litigio. Una vez resueltos todos los puntos relativos a las excepciones, el juez
indagará a las partes sobre los hechos en los que están de acuerdo, y los demás extremos de la
demanda o de su reforma, de la contestación o de la de reconvención, si a ello hubiere lugar, y con
fundamento en la respuesta procederá a la fijación de litigio.

8. Posibilidad de conciliación. En cualquier fase de la audiencia el juez podrá invitar a las partes
a conciliar sus diferencias, caso en el cual deberá proponer fórmulas de arreglo, sin que ello
signifique prejuzgamiento.

9. Medidas cautelares. En esta audiencia el Juez o Magistrado se pronunciará sobre la petición de


medidas cautelares en el caso de que esta no hubiere sido decidida.

10. Decreto de pruebas. Solo se decretarán las pruebas pedidas por las partes y los terceros,
siempre y cuando sean necesarias para demostrar los hechos sobre los cuales exista
disconformidad, en tanto no esté prohibida su demostración por confesión o las de oficio que el Juez
o Magistrado Ponente considere indispensables para el esclarecimiento de la verdad.

En todo caso, el juez, antes de finalizar la audiencia, fijará fecha y hora para la audiencia de
pruebas, la cual se llevará a cabo dentro de los cuarenta (40) días siguientes” .

9
Art. 97 del C.de P.C.. Falta de jurisdicción, falta de competencia, compromiso, inexistencia del demandante o
demandado, incapacidad por indebida representación ,falta de prueba del heredero, ineptitud de demanda por
falta de requisitos formales, medio de control indebido, no comprender a todos los litisconsortes necesarios,
pleito pendiente, no haber ordenado la citación de otras personas que la ley dispone citar, notificación
defectuosa.
En esta audiencia inicial el juez fijará el litigio, una vez resueltos todos
los puntos relativos a las excepciones, indagando a las partes sobre los
hechos en los que están de acuerdo, y los demás extremos de la demanda o
de su reforma, de la contestación o la reconvención si a ello hubo lugar,
teniendo como base las respuestas.

También podrá el juez en esta audiencia invitar a las partes a conciliar


sus diferencias, proponiendo fórmulas de arreglo sin que ello signifique
prejuzgamiento y se pronunciará sobre las medidas cautelares pendientes.

Finalmente se decretarán las pruebas una vez establecidos los hechos que
deben ser probados, sobre los cuales se presenta controversia o no exista
conformidad, determinando previamente qué medios necesarios de prueba
se requieren, o por ejemplo, aquellos que necesitan una previa actuación
procesal, como es el caso de la exhibición de documentos y del informe de
peritos. Podrá el juez decretar de oficio las pruebas necesarias y finalmente
fijará la fecha en la que se recaudarán las pruebas, la que se llevará a cabo
dentro de los 40 días siguientes.

Por la inasistencia sin justa causa a la audiencia, el juez puede sancionar


hasta con 2 salarios mínimos legales mensuales y sólo será aplazada por
una vez por justa causa o fuerza mayor, con la obligación de fijarla dentro de
los 10 días siguientes.

Sobre el alcance de este contenido referido al aplazamiento por única vez,


similar al acogido en la ley 1149 de 2007 de reforma al código de
procedimiento laboral, la Corte Constitucional tuvo la oportunidad de
pronunciarse sobre la constitucionalidad de esa norma en la sentencia C-
317 de 2008 con ponencia del Dr. Jaime Córdoba Triviño, declarándola
exequible. En esa oportunidad el demandante decía que : “…..se viola el
orden justo y otros valores esenciales del Estado social de derecho, dado que
a su juicio “no es justo” que una de las partes pueda solicitar aplazamiento y
la otra sin embargo quede vinculada a la segunda fecha fijada por el juez, sin
que pueda solicitar un nuevo aplazamiento.” Vulnerando el artículo 13 de la
Constitución porque dispensa un trato desigual a las partes procesales:
mientras una de ellas tuvo la oportunidad de solicitar aplazamiento por una
justa causa, una vez aplazada la audiencia, la otra pierde el derecho a pedir
un nuevo aplazamiento y finalmente vulnera el debido proceso.

La Corte dijo que la “ La norma acusada da una oportunidad para que en el


caso en el cual exista una causa que justifique la inasistencia a la
audiencia…., el juez pueda aplazar, por una sola vez, su realización. Esta
oportunidad puede ser utilizada, en igualdad de condiciones, por cualquiera de
las partes, siempre que concurra una justa causa para ello. Por tal razón, la
Corte encuentra que no existe, en el presente caso, un trato diferenciado a
personas o a grupos de personas determinados o determinables. En efecto,
frente a la primera citación judicial, todas las partes procesales se encuentran
en idéntica posición. Así mismo, frente a la segunda citación, todas las partes
procesales se encuentran en idéntica situación. En efecto, en este segundo
momento procesal, las reglas para todas las partes son idénticas. Las razones
para justificar la inasistencia para una y otra parte son las mismas. Las
consecuencias de la inasistencia, para una y otra parte, son las mismas. No
parece entonces claro que exista un trato diferenciado que pueda dar lugar a
un reproche por violación del principio de igualdad.”

“Tampoco procedería comparar, como parece sugerirlo la demanda en algunos


de sus apartados, a las dos partes pero en momentos distintos del proceso,
pues este ejercicio ni siquiera permitiría formular adecuadamente el juicio de
igualdad.”

Dijo así que “…..la expresión cuestionada es el resultado legítimo de la


potestad de configuración del legislador en materia procesal. En este caso,
como se refleja en los antecedentes de esta providencia, en la ponderación de
los distintos valores, principios y derechos que se ven comprometidos en el
diseño del procedimiento judicial, el legislador optó por dar una sola
oportunidad a las partes del proceso laboral para aplazar la audiencia de
conciliación y señaló la causa que justifica este aplazamiento y las
consecuencias del incumplimiento. El resultado de esta ponderación, al menos
en cuanto respecta a la expresión demandada, no parece irrazonable ni
desproporcionad y no vulnera, como ya fue expuesto, el derecho a la igualdad.

AUDIENCIA DE PRUEBAS:

Prevé el artículo 18110 que la audiencia de pruebas se llevará a cabo


sin interrupción durante los días consecutivos que se requieran sin exceder

10
“Artículo 181. Audiencia de pruebas. En la fecha y hora señaladas para el efecto y con la dirección
del Juez o Magistrado Ponente, se recaudarán todas las pruebas oportunamente solicitadas y
decretadas. La audiencia se realizará sin interrupción durante los días consecutivos que sean
necesarios, sin que la duración de esta pueda exceder de quince (15) días.

Las pruebas se practicarán en la misma audiencia, la cual excepcionalmente se podrá suspender en los
siguientes casos:

1. En el evento de que sea necesario dar traslado de la prueba, de su objeción o de su tacha, por el
término fijado por la ley.

2. A criterio del juez y cuando atendiendo la complejidad lo considere necesario.


de 15 días, las cuales se practicarán en la misma audiencia, que solo se
podrá suspender para dar traslado por el término legal o por criterio del juez
cuando lo considere necesario.

Concluida la audiencia, y dentro de la misma, se deberá señalar fecha


y hora para la audiencia de alegaciones y juzgamiento, que se surtirá en un
término no mayor de 20 días, pero trae aquí la norma una consagración que
puede dar lugar a que se omita la audiencia para dictar sentencia previas las
alegaciones, cuando consagra que cuando el juez considere innecesaria la
audiencia de alegaciones y juzgamiento, puede ordenar las alegaciones por
escrito dentro de los 10 días siguientes a la audiencia de pruebas, caso en el
cual la sentencia se proferirá en los 20 días siguientes a la expiración del
término concedido para alegar. Y finalmente, una norma muy útil es que el
término para que el Ministerio público intervenga, será el mismo dispuesto
para las partes.

La oralidad implica un cambio sustancial en la labor del juez, toda vez


que no sólo debe resolver de inmediato las diversas cuestiones procesales
que se presentan y se planteen en las audiencias, sino en correspondencia
con la inmediación; de modo que se necesitan habilidades distintas a las
necesarias dentro del proceso actual esencialmente escrito. En esta
audiencia, puede establecer los elementos necesarios para llegar a la
convicción de la resolución.

Las dos primeras audiencias inicial y de pruebas, en los Tribunales se


surten bajo la dirección del ponente a la que pueden concurrir los demás
miembros de la Sala.

B. AUDIENCIA DE ALEGACIONES Y JUZGAMIENTO

Esta audiencia se surte ante el juez o la Sala de decisión, con la


integración mayoritaria, cuando el proceso no ha concluido en las
condiciones del inciso final del artículo 181. En la fecha y hora señalada, se
escucharán los alegatos en su orden así: al demandante, a los intervinientes
de la parte activa cuando los haya, al demandado, intervinientes de la parte

En esta misma audiencia el juez y al momento de finalizarla, señalará fecha y hora para la audiencia de
alegaciones y juzgamiento, que deberá llevarse a cabo en un término no mayor a veinte (20) días, sin
perjuicio de que por considerarla innecesaria ordene la presentación por escrito de los alegatos dentro de
los diez (10) días siguientes, caso en el cual dictará sentencia en el término de veinte (20) días siguientes
al vencimiento de aquel concedido para presentar alegatos. En las mismas oportunidades señaladas
para alegar podrá el Ministerio Público presentar el concepto si a bien lo tiene.”
pasiva, Ministerio público, hasta por 20 minutos cada uno. Y el juez tiene la
potestad de interrogar a los intervinientes si a bien lo tiene.

Concluidas las intervenciones, es potestativo del juez o jueza indicar el


sentido de la decisión en forma oral, de inmediato aunque las partes se
hayan retirado de la audiencia, y emitirá por escrito la sentencia dentro de
los 10 días siguientes.

Si no fuere posible indicar el sentido de la decisión, en cuyo caso dejará


constancia de las razones por las cuales no puede decir oralmente el sentido
de la decisión, dictará la sentencia dentro de los 30 días siguientes. ( artículo
182)11

C. ACTAS DE REGISTRO DE LAS ACTUACIONES Y DILIGENCIAS

Se dispone la obligación de levantar una acta de cada audiencia ( leer).

“Artículo 183. Actas y registro de las audiencias y diligencias. Las


audiencias y diligencias serán presididas por el Juez o Magistrado Ponente.
En el caso de jueces colegiados podrán concurrir los magistrados que
integran la sala, sección o subsección si a bien lo tienen. Tratándose de la
audiencia de alegaciones y juzgamiento esta se celebrará de acuerdo con el
quórum requerido para adoptar la decisión.

Para efectos de su registro se tendrán en cuenta las siguientes reglas:

11
“Artículo 182. Audiencia de alegaciones y juzgamiento. Sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso
final del artículo anterior, esta audiencia deberá realizarse ante el juez, sala, sección o subsección
correspondiente y en ella se observarán las siguientes reglas:

1. En la fecha y hora señalados se oirán los alegatos, primero al demandante, seguidamente a tos
terceros de la parte activa cuando los hubiere, luego al demandado y finalmente a los terceros de la parte
pasiva si los hubiere, hasta por veinte (20) minutos a cada uno. También se oirá al Ministerio Público
cuando este a bien lo tenga. El juez podrá interrogar a los intervinientes sobre lo planteado en los
alegatos.

2. Inmediatamente, el juez, de ser posible, informará el sentido de la sentencia en forma oral,


aún en el evento en que las partes se hayan retirado de la audiencia y la consignará por escrito
dentro de los diez (10) días siguientes.

3. Cuando no fuere posible indicar el sentido de la sentencia la proferirá por escrito dentro de los
treinta (30) días siguientes. En la audiencia el Juez o Magistrado Ponente dejará constancia del
motivo por el cual no es posible indicar el sentido de la decisión en ese momento.”
1. De cada audiencia se levantará un acta, la cual contendrá:

a) El lugar y la fecha con indicación de la hora de inicio y finalización, así


como de las suspensiones y las reanudaciones;

b) El nombre completo de los jueces;

c) Los datos de las partes, sus abogados y representantes;

d) Un resumen del desarrollo de la audiencia, con indicación, cuando


participen en esta, del nombre de los testigos, peritos, intérpretes y demás
auxiliares de la justicia, así como la referencia de los documentos leídos y
de los otros elementos probatorios reproducidos, con mención de las
conclusiones de las partes;

e) Las solicitudes y decisiones producidas en el curso de la audiencia y las


objeciones de las partes y los recursos propuestos;

f) La constancia sobre el cumplimiento de las formalidades esenciales de


cada acto procesal surtido en la audiencia;

g) Las constancias que el Juez o el magistrado ponente, o la Sala, Sección o


Subsección ordenen registrar y las que soliciten las partes sobre lo
acontecido en la audiencia;

h) Cuando así corresponda, el sentido de la sentencia;

i) La firma de las partes o de sus representantes y del Juez o Magistrado


Ponente y de los integrantes de la Sala, Sección o Subsección, según el
evento. En caso de renuencia de los primeros, se dejará constancia de ello.

2. En los casos en que el juez lo estime necesario podrá ordenar la


transcripción literal total o parcial de la audiencia o diligencia, para que
conste como anexo.

3. Se deberá realizar una grabación del debate, mediante cualquier


mecanismo técnico; dicha grabación deberá conservarse en los términos que
ordenan las normas sobre retención documental.”

Este procedimiento, es aplicable para todos los procesos previstos en el


código, salvo para aquellos que se hayan fijado reglas especiales como por
ejemplo en el trámite de la pretensión de nulidad por inconstitucionalidad
cuyo trámite se rige por lo normado en el artículo 18412

12
Artículo 184. Proceso especial para la nulidad por inconstitucionalidad. La sustanciación y
ponencia de los procesos contenciosos de nulidad por inconstitucionalidad corresponderá a uno de los
Magistrados de la Sección respectiva, según la materia, y el fallo a la Sala Plena. Se tramitará según
las siguientes reglas y procedimiento:

1. En la demanda de nulidad por inconstitucionalidad se deberán indicar las normas constitucionales


que se consideren infringidas y exponer en el concepto de violación las razones que sustentan la
inconstitucionalidad alegada.

2. La demanda, su trámite y contestación se sujetarán, en lo no dispuesto en el presente artículo, por


lo previsto en los artículos 162 a 175 de este Código. Contra los autos proferidos por el ponente solo
procederá el recurso de reposición, excepto el que decrete la suspensión provisional y el que rechace
la demanda, los cuales serán susceptibles del recurso de súplica ante la Sala Plena.

3. Recibida la demanda y efectuado el reparto, el Magistrado Ponente se pronunciará sobre su


admisibilidad dentro de los diez (10) días siguientes. Cuando la demanda no cumpla alguno de los
requisitos previstos en este Código, se le concederán tres (3) días al demandante para que proceda a
corregirla señalándole con precisión los requisitos incumplidos. Si no lo hiciere en dicho plazo se
rechazará.

4. Si la demanda reúne los requisitos legales, el Magistrado Ponente mediante auto deberá admitirla y
además dispondrá:

a) Que se notifique a la entidad o autoridad que profirió el acto y a las personas que, según la
demanda o los actos acusados, tengan interés directo en el resultado del proceso, de conformidad con
lo dispuesto en este Código, para que en el término de diez (10) días puedan contestar la demanda,
proponer excepciones y solicitar pruebas. Igualmente, se le notificará al Procurador General de la
Nación, quien obligatoriamente deberá rendir concepto;

b) Que se fije en la Secretaría un aviso sobre la existencia del proceso por el mismo término a que se
refiere el numeral anterior, plazo durante el cual cualquier ciudadano podrá intervenir por escrito para
defender o impugnar la legalidad del acto administrativo. Adicionalmente, ordenará la publicación del
aviso en el sitio web de la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo;

c) Que el correspondiente funcionario envíe los antecedentes administrativos, dentro del término que
al efecto se le señale. El incumplimiento por parte del encargado del asunto lo hará incurso en falta
disciplinaria gravísima y no impedirá que se profiera la decisión de fondo en el proceso.

En el mismo auto que admite la demanda, el magistrado ponente podrá invitar a entidades públicas, a
organizaciones privadas y a expertos en las materias relacionadas con el tema del proceso a
presentar por escrito su concepto acerca de puntos relevantes para la elaboración del proyecto de
fallo, dentro del plazo prudencial que se señale.

En el caso de que se haya solicitado la suspensión provisional del acto, se resolverá por el Magistrado
Ponente en el mismo auto en el que se admite la demanda.
También se prevén términos distintos en la pretensión de nulidad
electoral, y en este caso, la audiencia inicial lo será para proveer el
saneamiento, fijar el litigio y decretar las pruebas y cuando la cuestión en
debate es de puro derecho, se procederá de la misma manera prevista para el
proceso ordinario. Y las audiencias de pruebas y alegatos y sentencia
también se regirá por las mismas reglas del proceso ordinario.

En la pretensión de control inmediato de legalidad de los actos, también


se fijan unas reglas distintas previstas en el artículo 18513.

5. Vencido el término de que trata el literal a) del numeral anterior, y en caso de que se considere
necesario, se abrirá el proceso a pruebas por un término que no excederá de diez (10) días, que se
contará desde la ejecutoria del auto que las decrete.

6. Practicadas las pruebas o vencido el término probatorio, o cuando no fuere necesario practicar
pruebas y se haya prescindido de este trámite, según el caso, se correrá traslado por el término
improrrogable de diez (10) días al Procurador General de la Nación, sin necesidad de auto que así lo
disponga, para que rinda concepto.

7. Vencido el término de traslado al Procurador, el ponente registrará el proyecto de fallo dentro de los
quince (15) días siguientes a la fecha de entrada al despacho para sentencia. La Sala Plena deberá
adoptar el fallo dentro de los veinte (20) días siguientes, salvo que existan otros asuntos que gocen de
prelación constitucional.

13
Ley 1437 de 2011. “Artículo 185. Trámite del control inmediato de legalidad de actos.
Recibida la copia auténtica del texto de los actos administrativos a los que se refiere el control
inmediato de legalidad de que trata el artículo 136 de este Código o aprendido de oficio el
conocimiento de su legalidad en caso de inobservancia del deber de envío de los mismos, se
procederá así:

1. La sustanciación y ponencia corresponderá a uno de los Magistrados de la Corporación y el fallo a


la Sala Plena.

2. Repartido el negocio, el Magistrado Ponente ordenará que se fije en la Secretaría un aviso sobre la
existencia del proceso, por el término de diez (10) días, durante los cuales cualquier ciudadano podrá
intervenir por escrito para defender o impugnar la legalidad del acto administrativo. Adicionalmente,
ordenará la publicación del aviso en el sitio web de la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo.

3. En el mismo auto que admite la demanda, el Magistrado Ponente podrá invitar a entidades públicas,
a organizaciones privadas y a expertos en las materias relacionadas con el tema del proceso a
presentar por escrito su concepto acerca de puntos relevantes para la elaboración del proyecto de
fallo, dentro del plazo prudencial que se señale.

4. Cuando para la decisión sea menester el conocimiento de los trámites que antecedieron al acto
demandado o de hechos relevantes para adoptar la decisión, el Magistrado Ponente podrá decretar en
el auto admisorio de la demanda las pruebas que estime conducentes, las cuales se practicarán en el
término de diez (10) días.
En los procesos de nulidad por inconstitucionalidad y control inmediato
de legalidad, se prevé la intervención ciudadana para cuya cita se fijarán
avisos informativos sobre la existencia del proceso para su intervención
potestativa sin que se prevea audiencias públicas.

En códigos latinoamericanos como el de México y Costa Rica, esta


experiencia de un sistema con el componente de oralidad ha sido altamente
positiva, ponderada incluso en su avance por tratadistas españoles, no
obstante que en el caso de Costa Rica, fue inspirado en la ley Reguladora de
lo Contencioso Administrativo de 1998 .

Por ello esperamos que en nuestro medio cuando nos reunamos en un


escenario como este para hacer el balance de los avances y resultados de la
implementación de la oralidad, quienes nos sucedan en el análisis, puedan
registrar con estadísticas, la alta rentabilidad social que se propone la
reforma, que busca siempre servir mejor a los intereses de las personas
optando por actuar en forma menos gravosa con la máxima agilidad y
menores trámites.

Finalmente, algunas sugerencias y recomendaciones que se hacían para la


implementación del principio de la oralidad en el código laboral chileno,
desde el poder judicial, cuando llamaba a sus jueces y litigantes:

1. Oralidad es un sistema que tiene una lógica, no se debe confundir con


simple retórica.
2. Sea breve y conciso. Hable en forma concreta, clara y sin usar palabras
complicadas.
3. Estudie bien el caso y establezca una estrategia, elabore su teoría del caso,
puesto que es el centro del proceso. Tenga presente que en torno a la teoría
del caso giran los hechos y se articula la prueba.
4. Recuerde que un caso mal preparado tiene como consecuencia la falta de
credibilidad.
5. Debe aprender a pedir, saber expresar la pretensión es importantísimo.
6. Recuerde que durante las audiencias las partes están sujetas a control
recíproco y del juez.
7. El juez o el Tribunal es el director del proceso y debe velar porque se
cumplan los principios de debido proceso y oralidad

5. Expirado el término de la publicación del aviso o vencido el término probatorio cuando este fuere
procedente, pasará el asunto al Ministerio Público para que dentro de los diez (10) días siguientes
rinda concepto.

6. Vencido el traslado para rendir concepto por el Ministerio Público, el Magistrado o Ponente
registrará el proyecto de fallo dentro de los quince (15) días siguientes a la fecha de entrada al
Despacho para sentencia. La Sala Plena de la respectiva Corporación adoptará el fallo dentro de los
veinte (20) días siguientes, salvo que existan otros asuntos que gocen de prelación constitucional.”
8. Cuando ofrezca la prueba relaciónela con los hechos que pretende
demostrar.
9. Los peritos y testigos se deben acreditar para ganar la confianza de la
autoridad judicial; compete a la parte contraria su desacreditación, ya sea
del perito o del peritaje.
10. En cuanto a los testigos debe indicarse la relación de éste con el caso.
Los testigos son de las partes y son estas quienes deben extraer de los
mismos las proposiciones fácticas que sirvan a su tesis del caso.
11. Las partes deben tomar en cuenta las debilidades de la parte contraria.
En el contrainterrogatorio cada abogado director del proceso debe
desacreditar la prueba presentada por la contraparte.
12. Si estuviera en desacuerdo, recuerde el trámite dispuesto para los
recursos.
13. En la evacuación de la prueba se debe seguir una línea de examen de
interrogatorio (parte actora) y de contraexamen (parte demandada). En
cuanto a la prueba testimonial, en las preguntas narrativas hay que orientar
al testigo, aunque sean preguntas abiertas y directas. Debe preguntarse en
forma concreta para evitar divagaciones. Las partes pueden hacer uso de la
objeción para evitar las preguntas capciosas o sugestivas.
14. La audiencia inicial es una fase abreviada, saneadora y de filtro de
prueba. Es de fijación del litigio y se resuelven las excepciones.

No tenemos sino que empeñar la buena voluntad para que este sistema
funcione. Buena suerte en este aprendizaje y,

MUCHAS GRACIAS.

AMPARO OVIEDO PINTO

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