Sei sulla pagina 1di 6

¿QUÉ ES LA TERAPIA GESTALT?

Es una psicoterapia de orientación para lograr el crecimiento personal y


satisfacción por las metas logradas en cada etapa de la vida. Se propone
desarrollar el potencial humano con enfoques positivos. La terapia Gestalt se
considera la Tercera Fuerza Humanista en la psicología postmoderna. Otros
expertos la llaman psicoterapia existencial, para establecer relación sana entre
la persona y el mundo que la rodea.
La Terapia Gestalt es una terapia perteneciente a la Psicología Humanista (o
Tercera Fuerza), la cual se caracteriza por no estar hecha exclusivamente para
tratar enfermedades, sino también para desarrollar el potencial humano.

La publicación, en 1951, de Gestalt Therapy: Excitement and Growth in the


Human Personality, (conocido también como PHG, por las iniciales de sus
autores), y escrito por Paul Goodman y el catedrático de psicología de la
Universidad de Chicago, Ralph Hefferline, a partir de un manuscrito de Fritz
Perls, establece las bases fundamentales de la terapia Gestalt.

La terapia Gestalt se enfoca más en los procesos que en los contenidos. Pone
énfasis sobre lo que está sucediendo, se está pensado y sintiendo en el
momento, más que en el pasado. En este sentido, se habla del aquí y ahora, no
para dejar de lado la historia de la persona, sino que esta historia se mira desde
el presente, cómo se viven, afectan, etc.… los hechos pasados a día de hoy. La
persona es quien es, entre otros, por lo que ha vivido.

Desde esta perspectiva, se utiliza la aproximación fenomenológica y el método


del “darse cuenta” (awareness), prestando atención a las percepciones,
impactos emocionales y cómo hacemos con esto, cómo actuamos. El terapeuta
devuelve al paciente justo esto, dejando a un lado los prejuicios y adoptando la
postura de “no saber”, no dando nada por supuesto. Con esto, se pretende que
la persona sea consciente de cómo impacta y es impactada por su entorno,
haciendo más consciente su manera de hacer, así como la vivencia de ello, con
lo que podemos discernir qué son respuestas fijadas del pasado, que a día de
hoy ya no tienen sentido, y descubriendo nuevas maneras de hacer que le sean
más útiles, aprendiendo a adaptarse y ajustarse a cada situación.
La Terapia Gestalt también es heredera de la Teoría de Campo de Kurt Lewin,
de donde extrae que el organismo (en este caso el individuo) es inseparable,
indivisible del entorno, por lo que afecta y es afectado por este. La Gestalt, deja
de mirar al individuo aisladamente para considerarlo un elemento más de la
situación, de tal manera que la persona crea y es creada por la situación, es actor
y actuante de ella.

¿CUÁLES SON SUS OBJETIVOS?

1. Ciclo de la experiencia y sus bloqueos.

Etapa interna:

 Reposo. Inicia el ciclo de la experiencia y es el punto de inicio de una


nueva experiencia. Es el vacío fértil en el que se puede dar nuevos
sucesos.
 Sensación. (siento cosas novedosas). Se siente algo que aún no se
identifica. Se crea una tensión desconocida.
 Formación de figura. (sé que quiero y que necesito). Se identifica una
figura clara, el organismo identifica lo que necesita satisfacer.
 Movilización de la energía. (cargo la pila, pero todavía no voy). Se reúne
la energía indispensable para llevar a cabo lo que la necesidad demanda.

Etapa externa:

 Acción. (empiezo a descargar energía). La persona se moviliza hacia la


satisfacción de su necesidad.
 Contacto. (es el intercambio). Se une el organismo con el satisfactor y se
obtiene el placer de cubrir la necesidad.
 Retiro. (no necesito nada). Se inicia la asimilación o alienación para pasar
de nuevo al reposo.
2. Recuperar nuestras proyecciones.

Proyectar es ponerle a otros/as lo que nosotros sentimos, pensamos, hacemos,


etc. Aunque nos parezca mentira esto nos ocurre más a menudo de lo que
pudiéramos creer. Por ejemplo, quedo con un amigo, no tengo ganas de verle
porque estoy enfadado con él, le pongo mala cara y le trato mal. Mi amigo decide
irse y yo lo que percibo de la situación es: “¿Qué le pasa conmigo? ¿Estará
enfadado?

3. Conciencia de nuestras polaridades.

Hablamos de Polaridades cuando hablamos de extremos de un continuo, entre


los cuales puede haber un punto cero. Las Polaridades son importantes desde
la óptica de la Terapia Gestalt porque abordan las diferentes cualidades
psicológicas de los individuos, que pueden ser entendidas como opuestos en un
continuo.

Es importante para la salud psicológica tener integrados (es decir, disponibles)


todos los puntos del continuo porque dependiendo de la situación necesitaremos
situarnos en algún punto de dicho continuo. Si tenemos anuladas alguna de
estas polaridades tal vez es porque nos la han reprimido, entonces no podremos
adaptarnos bien porque necesitaremos utilizar comportamientos que nos
ofrecería la polaridad negada en algunas situaciones. Además, aunque
neguemos la polaridad ésta sigue funcionando, pero fuera de nuestra conciencia
y la podemos proyectar a otro o no darnos cuenta.

4. Relación con uno mismo.

Las relaciones importantes que hemos tenido en nuestro pasado, nos pueden
marcar para toda la vida sin darnos cuenta. De alguna forma las internalizamos,
aceptando un modelo de relación, y de esta forma se convierten en nuestras
“partes” o “personajes”. Cada una de estas partes tiene sus propias creencias,
emociones, sentimientos y motivaciones.

Si nos llevamos bien con alguna parte nuestra, la vida fluye y no hay ningún
problema. La dificultad y tensión puede aparecer cuando por alguna razón nos
llevamos mal con alguna.

5. Heridas emocionales.

Poder reconocer nuestro dolor nos permite reconocer nuestras antiguas heridas
para poder desinfectarlas. El mejor desinfectante del que disponemos son
nuestras emociones.
Las cuatro emociones básicas son alegría, tristeza, rabia y miedo. Son
universales, las encontramos en todas las culturas y edades, forman parte de
nuestro diseño biológico. Nos permiten relacionarnos con nosotros mismos, con
los demás, con lo que nos sucede y con lo que nos sucedió, para poder digerirlo.
Estas nos permiten conectar con el dolor, metabolizarlo y disolverlo. Las
emociones nos permiten transitar nuestro sufrimiento, entrar y salir de él. Dar
espacio a la herida es dar espacio a las emociones que nos despiertan. Si no
usamos lo emocional para destilar nuestras heridas, éstas quedan bloqueadas,
infectadas y contaminan nuestro vivir.

6. Aquí y ahora.

La idea de «el aquí y el ahora», de la experiencia inmediata y del presente, es


uno de los principios más importantes y a la vez más difíciles de mantener
cuando se realiza la terapia gestáltica. ¿Por qué? Por la sencilla razón que las
personas tienden a hablar continuamente del pasado y de sus experiencias como
si fueran hechos históricos.

Por eso, con el objetivo de fomentar la conciencia del ahora, se les sugiere que
se comuniquen en tiempo presente. Para lograr este objetivo se les suelen hacer
las siguientes preguntas: ¿Qué te está pasando ahora mismo? ¿De qué tienes
conciencia ahora? ¿Qué estás sintiendo en este instante? ¿Qué necesidad
sientes que está surgiendo en ti en este momento? De esta forma se promueve
un intercambio en «aquí y ahora».

Obviamente, esto no significa que el material pasado no tenga importancia, pero


en la Terapia Gestalt se intenta incorporar ese material a la experiencia presente,
y para ello, cuando surge, se le pide a la persona que lo haga y lo exprese como
si lo estuviera viviendo ahora mismo, como si ese sentimiento que ha aparecido
estuviera sucediéndole ahora.

7. Relación paciente – terapeuta.

La relación que el terapeuta establece con el paciente es determinante para el


éxito o el fracaso del tratamiento. Es más determinante que la técnica que se
utilice y la teoría de la que se parta, dado que éstas son aplicadas a través de la
actitud que el terapeuta toma frente al paciente.

Es importante encuadrar la relación terapéutica como una relación de ayuda y


entender que, como tal, debe facilitar el desarrollo y la maduración de la persona
con la que trabajamos. Aquí conviene recordar que para Perls madurar es ir
pasando de la dependencia (propia de la etapa infantil) al autoapoyo propio del
adulto con un funcionamiento saludable.

El o la paciente tiene identificados aspectos sintomáticos que le molestan:


accesos de cólera incontrolables, dificultades en la relación con los demás,
conflictos de pareja o familiares, crisis de angustia, obsesiones que van
obstaculizando su cotidianidad, enfermedades psicosomáticas, insatisfacción
persistente… También puede acudir a la consulta con una sensación de malestar
generalizado viendo que algo o mucho en su vida no funciona. Pide ayuda para
curarse, para sentirse mejor, y viene con todas sus maneras de evitar
sensaciones, recuerdos…Es decir, con las defensas que le “permiten” mantener
la sintomatología.

Los gestaltistas, con su presencia y sus intervenciones van a ayudar al paciente


a que se dé cuenta de qué hace y de cómo participa en la generación de estas
situaciones o pensamientos que le hacen sufrir. Compartimos con otros
enfoques dinámicos y humanistas que el sujeto es responsable de su vida.
Entendemos que el trabajo de irlo asumiendo es curativo.

Potrebbero piacerti anche