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Institución Educativa
Código: F10012020
JOAQUIN DE CAYZEDO Y CUERO
1. Etapa de Iniciación
Diagnóstico, ¿Qué sabemos del problema? Planteamiento del problema
A veces me parece que una de las razones por las cuales las cosas no ocurren de acuerdo con nuestras
reflexiones es porque pensamos de modo equivocado. Es más, ¡ya está equivocado creer que las cosas
ocurrirán de acuerdo con lo que pensamos! Pensar es un proceso más desvinculado de la realidad de lo
que solemos creer. Pensar tal vez sea nuestra tentativa de “adivinar” la realidad. Y esto está sujeto a
errores muy graves y peligrosos. Especialmente cuando nos tornamos muy auto-suficientes en nuestros
procesos interiores y dejamos de confrontarlos con la realidad efectiva.
Cuando establecemos relación entre los acontecimientos, estos pueden tener una secuencia lógica
absoluta. Cuando se dice que un muchacho se ha vuelto homosexual porque ha pasado a rechazar a las
mujeres, en virtud de tener una madre extremadamente autoritaria y dominadora y un padre pasivo y
sumiso, a quien él no admiraba, se trata de una bella explicación, que está muy de acuerdo con la lógica de
nuestro pensamiento psicológico. Pero ¡es preciso ver si esto es verdad! El hecho de ser una bella y lógica
explicación no garantiza que sea verdadera. Hay muchos homosexuales que no han tenido ese tipo de
madre o padre. En contrapartida, muchos heterosexuales han tenido una madre castradora. Por tanto, es
peligroso extraer conclusiones apenas por la coherencia interna de los pensamientos, sin tener en cuenta
los hechos reales.
Hay personas inteligentes que tienen la tendencia, desde pequeñas, a desarrollar y sofisticar el
pensamiento lógico y a buscar la coherencia entre sus pensamientos. Estas personas se quedan fascinadas
por ese rompecabezas, ese juego de almacenar, organizar y establecer relación entre ideas y hechos. La
actitud es laudable y aguza terriblemente la inteligencia y el sentido crítico. Lo terrible es que comienzan a
tomar posición frente a los hechos nuevos, de la manera siguiente: esto es verdadero o correcto porque
está de acuerdo con mi sistema de pensar; aquello es falso o mentiroso porque no se combina con los
datos lógicos acumulados en mi cerebro. Esto es más grave de lo que se pueda pensar, pues las personas
son obligadas a rechazar todos los hechos nuevos que no se encajan con los ya catalogados. ¿Cuál es el
resultado de eso? El sistema de pensar se vuelve cerrado. A partir de ahí no hay posibilidad de nuevos
avances de gran calado. La persona, a veces muy joven, ya se ha vuelto vieja porque es refractaria a las
novedades.
Ser joven de cabeza es tener el espíritu abierto. Y esto significa estar dispuesto a prestar atención a cosas
que no son lógicas. Es decir, a cosas que no están de acuerdo con lo que ya sabemos. Aquí va otro ejemplo,
de un acontecimiento personal que ha marcado definitivamente mi vida y mi modo de pensar. Yo tenía unos
18 años y, durante mis vacaciones en un balneario había presenciado unos experimentos con telepatía que
me dejaron perplejo y confuso. Pero no tuve dudas de que el fenómeno existía. Cuando volví a Säo Paulo, fui
a conversar con mi padre. Él era un gran médico, muy culto y respetado por todos cuantos lo han conocido.
Le dije: “La telepatía existe de veras”. Él me miró de modo severo y dijo: “Tonterías, eso no existe”. Yo
repuse: “Sí que existe. Yo lo he presenciado y he puesto la mayor cautela para certificarme de que aquello
no era un truco”. Él respondió de modo categórico y definitivo: “¡Eso es un absurdo! Es lógico que telepatía
no existe”. O sea: aquello que no cabía en su sistema lógico ¡no podía existir! La lógica, para él, valía más que
la realidad. Si la realidad no se combinase con sus reflexiones sobre la vida, que se fastidiase la realidad.
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Hemos concluido que todo S es P en el contexto universal, es decir que: “todos los humanos son mortales”,
si esta afirmación es válida diríamos que no podrían haber seres humanos
inmortales, ya que una afirmación es en cuanto se es y no admite una segunda. Para
el caso de las verdades absolutas, hay un margen de error contenido en el
subjetivismo, a lo cual se podría categorizar la manera como el sujeto contiene la
información y su grado de verdad, lo que no se discute es que la verdad en sí es, no
depende de nada más, a este fenómeno es lo que llamamos enunciados categóricos,
por lo tanto la relatividad está en el sujeto “engañado”. Las afirmaciones de nuestra
realidad se interpretan de manera literal, inferencial o de manera crítica, para ello
nos expresamos a través de proposiciones, una proposición es una oración
enunciativa, es decir, una oración que afirma y que puede ser interpretada de manera
verdadera o falsa. Las proposiciones pueden ser simples o complejas. Una proposición simple es aquella
que no puede descomponerse en partes que sean a su vez proposiciones. Las proposiciones simples se
llaman también proposiciones atómicas. Una proposición compleja es aquella que puede descomponerse
en proposiciones simples, también son llamadas proposiciones moleculares o macro estructuras.
En la Lógica Proposicional, para simbolizar las proposiciones simples se recurre a las letras minúsculas del
alfabeto, comenzando por la letra “p” y después siguiendo el orden alfabético. Para representar los valores
de verdad de una proposición utilizaremos dos números el “1” y el “0”. El número “1” representa que esa
proposición es verdadera, y el número “0” representa que esa proposición es falsa. Se denomina
constantes lógicas o conectivas a las partículas que sirven para unir proposiciones simples y convertirlas en
fórmulas complejas.
Ejemplo:
P: América es Campeón de futbol de liga Colombiana. La proposición o el enunciado corresponde a algo en
particular, observe qe una proposición puede ser denominada por una letra, en este caso :p, cada vez que yo
coloque “p” estare sintetizando la proposición, tambien se dice: “simplificar”: América es Campeón de futbol
de liga Colombiana = P. como ustedes sabran esta proposición puede ser verdadera o falsa.
Igualmente sabemos que en este caso America es un equipo histórico, por lo tanto, no requiere de ningun
elemento formal de la lógica para buscar entender que es un grande del mundo y que nadie podrá borrar esa
historia ya que fue escrita, hecha. Si siente molestia por estos dato, cambie de equipo. (…..risas)
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xiv. “Si tuvieran que justificarse ciertos hechos por su enorme tradición entonces, si estos hechos son
inofensivos y respetan a todo ser viviente y al medio ambiente, no habría ningún problema. Pero
si los hechos son bárbaros o no respetuosos con los seres vivientes o el medio ambiente, entonces
habría que dejar de justificarlos o no podríamos considerarnos dignos de nuestro tiempo.”
Dentro del estudio de la lógica, también podemos encontrar otro enfoque: La lógica informal. En
contraposición con la lógica formal que estudia la, la lógica informal estudia los modos correctos de
argumentar teniendo estructura de los argumentos sin tener en cuenta los contenidos de los enunciados
en cuenta los contextos del diálogo y las cuestiones que se deben tratar.
Por tanto, la lógica informal construye una verdad mediante una discusión de ideas, dando validez a los
que mantienen una coherencia desde un punto de vista lógico, y que por tanto son válidos como
argumentos en una discusión, son correctos. Así, habrá otro tipo de razonamientos que no siguen este
razonamiento, y por tanto carecerán de validez para ser utilizados en argumentaciones.
Conocer y manejar la lógica informal nos ayudará a dotar de coherencia, adecuación, lógica y sentido a
nuestros argumentos en diálogo. ¿Qué es un buen diálogo? Respondemos a esta pregunta cumpliendo
con las principales reglas del diálogo, que serán primordiales para el buen desarrollo de éste:
2. Etapa de resolución
Consolidación de conceptos y resolución de problemas
3. Etapa de cierre
Consolidación de conceptos y conclusiones
Actividad No 6.
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El subjetivismo y el relativismo
Johannes Hessen
El escepticismo enseña que no hay ninguna verdad. El subjetivismo y el relativismo no van tan lejos.
Según éstos, hay una verdad; pero esta verdad tiene una validez limitada. No hay ninguna verdad
universalmente válida. El subjetivismo, como ya indica su nombre, limita la validez de la verdad al sujeto
que conoce y juzga. Éste puede ser tanto el sujeto individual o el individuo humano, como el sujeto
general o el género humano. En el primer caso tenemos un subjetivismo individual; en el segundo, un
subjetivismo general. Según el primero, un juicio es válido únicamente para el sujeto individual que lo
formula. Si uno de nosotros juzga, por ejemplo, que 2 x 2 = 4, este juicio sólo es verdadero para él desde
el punto de vista del subjetivismo; para los demás puede ser falso. Para el subjetivismo general
hay verdades supraindividuales pero no verdades universalmente válidas. Ningún juicio es válido más que
para el género humano. El juicio 2 x 2 = 4 es válido para todos los individuos humanos; pero es por lo
menos dudoso que valga para seres organizados de distinto modo. Existe, en todo caso, la posibilidad
de que el mismo juicio que es verdadero para los hombres sea falso para seres de distinta especie. El
subjetivismo general es, según esto, idéntico al psicologismo o antropologismo.
El relativismo está emparentado con el subjetivismo. Según él, no hay tampoco ninguna verdad absoluta,
ninguna verdad universalmente válida; toda verdad es relativa, tiene sólo una validez limitada.
Pero mientras el subjetivismo hace depender el conocimiento humano de factores que residen en el
sujeto cognoscente, el relativismo subraya la dependencia de todo conocimiento humano respecto
a factores externos. Como tales considera, ante todo, la influencia del medio y del espíritu del tiempo, la
pertenencia a un determinado círculo cultural y los factores determinantes contenidos en él.
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Teoría del Conocimiento Johannes Hessen
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A todos nos ha ocurrido oír hablar de un tema que parece importante -de Arte o de Cibernética, de Literatura
o de Cosmología- sin acabar de entender o ver claro lo que se dice. La experiencia es frustrante, sin duda, pero
puede ser también fructífera. Aquí desearía mostrar que este «no verlo claro» puede incluso ser una meta, un
ideal a conquistar.
Es quan dormo que hi veig cZar, dice el verso de Foix, que sin duda podría complementarse con un «es al estar
despierto cuando lo veo oscuro».
En efecto, ocurre a menudo que las cosas se desenfocan y se hacen borrosas cuanto más nos acercamos a
ellas: como si padeciésemos todos una especie de hipermetropía teórica. Frente a lo que nos importa poco,
tenemos casi siempre la sensación de que ya sabemos «de qué va» y pronto lo despachamos con el primer
tópico que nos viene a mano: «Sí, claro, es un típico profesor despistado, una niña cursi, un izquierdoso pasado
de rosca, un americano ingenuo, un analfabeto que va de posmoderno, etc.» que está mal informado”
sentencia que podríamos completar aun, como hicimos antes con “solo creemos entender perfectamente…
aquello que, en el fondo, del fondo, nos importa”. » La clásica discusión de si hay que conocer algo antes de
amado o viceversa quedaría así matizada por nosotros: sólo el amor o interés que por una persona o una cosa
tenemos nos hace sentir el alcance de nuestra ignorancia respecto de ella. Sólo la ternura del corazón nos da
la medida de la dureza y torpeza de nuestro entendimiento.
Tomado de Xavier Rubert Porqué la filosofía.
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CUADERNOS DE FILOSOFÍA: José Adolfo Moran Vanegas. Universidad del valle del Cauca. Colombia.