Sei sulla pagina 1di 5

El Poder De Los Principios

Correctos
Richard G. Scott
Of the Quorum of the Twelve Apostles
“A pesar de que son fáciles de encontrar, los principios verídicos no son fáciles de
seguir a menos que formen parte de un estilo de vida establecido,”

Casi todas las semanas, durante unas horas, tengo una experiencia que me deja
profundamente conmovido y lleno de gratitud, admiración y confianza en el
futuro. Como parte del proceso que emplea la Primera Presidencia para llamar
misioneros regulares, por medio de la inspiración, algunos de los Apóstoles
examinan todas las semanas entre quinientas y ochocientas recomendaciones que
vienen de todas partes del mundo. La vida de cada uno de los candidatos es una
reseña de sacrificio, devoción, testimonio y fe.
Nuestro programa misional deja perplejos a los que no entienden las raíces
espirituales que tenemos, pues no pueden comprender que las jóvenes estén
dispuestas a dedicar un año y medio, y los muchachos dos años de su vida, para
enseñar principios religiosos, con un horario estricto y las normas mas elevadas
de disciplina personal, al mismo tiempo que renuncian a su vida social y a otros
intereses privados. Tampoco pueden figurarse por que esos jóvenes trabajan para
pagarse la misión, a veces con la ayuda de familiares y amigos, cuando no les es
posible elegir a dónde ni con quien irán a prestar servicio.
A estos jóvenes se unen matrimonios maduros, que dejan atrás una casa cómoda,
nietos y vida social, y algunos hasta lo hacen varias veces, para ir a vivir a
lugares remotos del mundo en circunstancias muy modestas. Muchos de ellos
tienen que aprender otro idioma y pasar por la experiencia de costumbres muy
diferentes, aceptando dificultades que no están seguros de poder vencer. Sin
embargo, esos jóvenes y esos matrimonios vuelven del servicio prestado con gran
sacrificio personal agradeciendo al Señor el haber tenido ese privilegio. No hay
nada en el mundo que se le pueda comparar.
¿Que crea este valiente ejercito de mas de cuarenta y ocho mil misioneros que
van voluntariamente a servir a su prójimo? ¿De dónde sacan su fortaleza? La
respuesta a estas preguntas se encuentra en el poder de los principios correctos,
que explicare a continuación.
La obediencia a los principios
verdaderos siempre ha resultado en beneficio del hombre. Los intrépidos
polinesios atravesaron el vasto océano en frágiles embarcaciones para llegar a su
destino, a miles de kilómetro de distancia. No lograron esta hazaña por
casualidad sino poniendo en practica la obediencia total a ciertos principios
probados de navegación. Se prepararon concienzudamente y no sucumbieron a
las tentaciones que los habrían desviado de su curso o los habrían atrasado en su
jornada. De la misma manera, nosotros podemos estar seguros de alcanzar dignos
objetivos en la vida si comprendemos y seguimos con constancia los principios
correctos que se basan en la verdad revelada.
Los principios son anclas de seguridad, como el espigón o la clavija que utiliza el
alpinista para conquistar lo que de otro modo serian riscos inalcanzables. Si tu los
empleas te ayudaran a tener confianza en circunstancias que te resulten nuevas o
diferentes y te proveerán protección en las tormentas de adversidad de la vida.
Toda la tragedia que las personas acarrean sobre si por violar los mandamientos
del Señor se podría evitar si se obedeciera fiel y constantemente la verdad
revelada. El poder motivador de los principios correctos hará que tu vida sea una
experiencia feliz y satisfactoria.
Examinando los primeros años de la vida de una persona, es posible entender que
lleva a los misioneros a sacrificarse para servir a los demás. El libro de
Proverbios contiene este principio: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando
fuere viejo no se apartara de el” (Proverbios 22:6).
Cuando la madre esta en el hogar, por lo menos durante las horas en que los hijos
se encuentran allí, es capaz de determinar cuales son las necesidades de cada uno
de ellos y encontrar la forma de satisfacerlas. Su instinto maternal, que ha
recibido de Dios, le ayuda a percibir el talento y las habilidades particulares del
niño y a fomentarlas y fortalecerlas. Consideremos estos ejemplos que
demuestran cómo bendice a los niños el amor compasivo y la sensibilidad de los
padres, y, en particular, de la madre:. Una madre oyó a su hijo de cuatro años
decirle al hermano, de seis; “Yo no creo en Jesús”. Su hermanito le contestó:
“Eso me pone triste”. Al darse cuenta de lo que pasaba, la madre se concentro en
tratar de ayudar a su hijito a comprender mejor al Salvador; colocó una lamina
del Redentor en su cuarto y continuó enseñando a todos sus hijos mas
detalladamente sobre el Maestro. Un tiempo después, el menor de aquellos dos
niños le dijo: “Mamá, tu eres mi mejor amiga, casi como Jesús”.
Otra buena madre siempre les ha leído las Escrituras a sus niños para enseñarles
la verdad. Mientras la familia se hallaba viviendo en otro país, donde no había
buenas escuelas, dedico mucho tiempo y energías a enseñarles ella misma, con
grandes dificultades pero con asombrosos resultados. Una vez, el padre fue a
ayudar a su hijita de cinco años a dar la oración antes de acostarse, y la encontró
arrodillada, expresándole a su Padre Celestial sus pensamientos mas íntimos.
Percibiendo la presencia de su papa, la niña levantó la vista y el le dijo: “¿Sabes
la felicidad que siente nuestro Padre Celestial cuando tu hablas con El?” A lo que
ella respondió: “Pero papa, yo voy a hablar con El toda mi vida”.
Había otra madre que leía a sus hijos historias del evangelio desde que eran muy
pequeños. Una vez, al leer sobre la crucifixión de Cristo, su hijito de dos años y
medio empezó a llorar. La mama se dio cuenta de que era un niño
espiritualmente sensible. Con los años, aquel niño se ha convertido en un joven
integro y disciplinado que ama al Señor y obedece Sus mandamientos. La
profanidad, algo tan común en la actualidad, le resulta particularmente ofensiva;
pero cuando la evita, igual que a otros males, lo critican diciendo que es un
“santurrón”. Aunque esto le es difícil ahora, si continua en su determinación de
seguir por el camino de la rectitud, llegara a ser un marido, padre y líder
extraordinario.
Al pequeño Clayton, de dos años, le gustaba oír a la familia hablar de una de sus
abuelas, que era misionera en Suazilandia, África, y muchas veces cruzaba los
brazos, inclinaba la cabeza y decía: “Buela en misión. Jesús. Amen”. Cuando la
abuelita regresó, el no la reconoció hasta que ella le dijo: “Clayton, yo soy la
abuela que estaba en la misión”. Inmediatamente, una amplia sonrisa iluminó la
carita del niño que corrió hacia ella y le echó los bracitos al cuello. Todos esos
nietos quieren ahora ser misioneros.
tu imaginar cuales serán los frutos duraderos que producirían las semillas de la
verdad que con tanto cuidado y reflexión cultivas en el suelo fértil de la mente y
el corazón confiados de tu hijo? Hace poco, examine los antecedentes de varios
misioneros y encontré que hay una fuerte relación entre los misioneros
excepcionales y las madres que permanecieron en su hogar, cuidando de su
familia, muchas veces a costa de gran sacrificio personal y económico. Citare
comentarios de obispos y presidentes de estaca sobre algunos de los misioneros
que recomendaban, cambiando los nombres de las personas. Esto no es mas que
una fracción de los miles de ejemplos que vemos y que honran a las madres que
se sacrificaron quedándose en la casa para cuidar a su familia para beneficio de
sus hijos.
“Kevin es uno de los mejores jóvenes que he conocido; es un líder innato,
habilidoso, inteligente y de gran talento, con quien todos se sienten a gusto. Ha
leído seis veces el Libro de Mormón y posee un fuerte testimonio, que adquirió
por medio del estudio, el servicio, las pruebas y el sacrificio. En el presente, tiene
una beca para ingresar como estudiante a una facultad de medicina”.
“Lorraine es una de las jóvenes mas extraordinarias de la Iglesia. Será un placer
para cualquier presidente tenerla en su misión”.
“Roy es el tipo de muchacho con quien desearía que mi hija se casara algún día”.
“Brad es uno de los muchachos mas selectos que conozco. Enfrenta los
problemas como si el Señor le estuviera hablando al oído”.
“Pierre proviene de una buena familia y ha ganado el mismo todo el dinero para
pagarse la misión. No se deja desviar por la presión social y siempre ha sido un
líder; ora regularmente, estudia las Escrituras y es muy apegado a su familia y a
los principios del evangelio. Invariablemente hace primero las cosas mas
difíciles”.
Quizás Marcos sea el mas preparado de todos los jóvenes que he recomendado.
Por su testimonio y amor al prójimo, ha tomado a muchos amigos ‘bajo el ala’
ayudándoles a estabilizarse. Tiene diez hermanos, y honra a sus padres en todos
los aspectos. Me dijo que estaría ayunando y orando la semana en que se
considere su llamamiento misional”.
“Marie es fuerte, inteligente y dedicada; tiene iniciativa y sabe adónde quiere
llegar. Proviene de un hogar fuerte, donde se le han grabado los ideales y valores
centrados en el evangelio. Toda su
vida ha sido un gran ejemplo de servicio y rectitud”.
“Dale tiene una buena base en el evangelio, la cual proviene de su estudio
personal y de la influencia de su familia, que siempre lo ha apoyado. Es el mayor
de cinco hijos y siempre ha hecho lo correcto. Tiene licencia de conducir, pero
cuando la compañía de seguros aumentó la póliza, el devolvió la licencia
voluntariamente para que sus padres no tuvieran que pagar tanto”.
“Rodney es un joven excelente. Pasó cierto tiempo en las fuerzas armadas y
consiguió que toda la compañía orara con el antes de dar los exámenes; algunos
incluso fueron con el a la Iglesia”.
“no parece de este mundo!”
“Mac tiene una beca de atletismo, y esta próximo a lograr su meta de ir a las
Olimpiadas como representante de su país. Sin embargo ha decidido ir a una
misión”.
“Marco es un muchacho limpio y es un placer estar con el; aunque no es
demostrativo, es firme. Tiene siete hermanos, y hace poco ganó su rango de
Scout Aguila, no porque se hubiera descuidado, sino por haber estado muy
ocupado desde que tenia trece años, trabajando para ayudar a mantener a su
numerosa familia”.
“Layne es un amable gigante, predispuesto a dar el buen ejemplo. Buen
estudiante, ha pospuesto la educación universitaria con el fin de ganar dinero
para la misión. Con el objeto de ayudar a mejorar la situación económica de la
familia, ha vendido unos caballos por los que sentía gran cariño”.
“Lee es completamente responsable. Como evidencia de su fe baste decir que en
este momento su madre se encuentra entre la vida y la muerte, a pesar de lo cual
el esta deseando ir a la misión. Su comentario es: ‘Se que eso es lo que quieren el
Señor y mis padres”‘.
Hay muchos miles de jóvenes como estos que he descrito, y muchos otros siguen
aumentando las filas.
¿Cuánta gratitud han de sentir las madres de estos jóvenes al ver algunos de los
frutos de su sacrificio! Ellas tienen la visión de la enorme influencia que han
tenido al enseñarles obediente y pacientemente la verdad, porque fueron capaces
de ver mas allá de los platos de comida, de la ropa para lavar, de la tediosa rutina,
de los esfuerzos con los deberes escolares y de las largas horas junto a la cama de
un hijo enfermo.
El presidente Benson ha enseñado que la mujer que tiene hijos debe estar en su
hogar para cuidarlos. El ha dicho: “Nos damos cuenta de que algunas de nuestras
hermanas son viudas o divorciadas, y que otras se encuentran en circunstancias
especiales en las que, por necesidad, deben trabajar durante un tiempo. Pero estos
casos son la excepción, y no la regla” (Folleto A las madres de Sión, folleto,
1987). Las hermanas que se hallen en estas circunstancias merecen recibir del
Señor mayor inspiración y fortaleza; no es así con las que salen a trabajar sin
razón justificada.
Padres, no cometan el error de intervenir para evitar o atenuar las consecuencias
que deben sufrir sus hijos cuando desobedecen deliberadamente los
mandamientos. El hacerlo da validez a principios falsos, puede dar lugar a
pecados mas serios y disminuir la posibilidad de arrepentirse.
Habrá padres que quizás tengan hijos que no sigan sus enseñanzas y elijan
caminos completamente diferentes. Nuestro Padre Celestial tiene repetidamente
esa misma experiencia. Aunque algunos de Sus hijos han empleado su libre
albedrío para tomar decisiones contrarias a los consejos de El, el Padre continua
amándolos. Por otra parte, estoy seguro de que nunca se ha echado la culpa de las
decisiones insensatas de Sus hijos.

Potrebbero piacerti anche