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Buenos días respetada tutora y compañeros

Quiero compartir con ustedes algunos apartes que extraje del video “Los siete pecados de la
memoria” el cual fue una entrevista de Eduard Punset con Daniel Schacter, profesor de psicología
de la U. de Harvard y especialista en memoria y neuropsicología y autor del libro Los siete pecados
de la memoria.

Eduard Punset:
“Sin memoria, no hay pasado. ¡Pero sin memoria tampoco hay vida! Y sin memoria tampoco hay
futuro”

Cuando recordamos, o cuando imaginamos lo que viene, se activan partes muy parecidas del
cerebro. Y, sin embargo, siendo tan importante, ¡qué poco sabemos en la calle de cómo funciona
la memoria!

Daniel Schacter:
Cuando observamos el cerebro, ciertamente resulta difícil encontrar un único lugar en el que se
aloje un recuerdo concreto, como el recuerdo de una experiencia pasada. Ahora sabemos que hay
regiones cerebrales que son importantes para el almacenamiento de cierto tipo de información.
Sin embargo, el recuerdo de una experiencia concreta se compone de fragmentos de información
que se guardan en lugares distintos del cerebro y, cuando recordamos, cuando tenemos la
experiencia de rememorar el pasado, lo que sucede es que estos pedacitos de información
vuelven a unirse desde las diferentes partes del cerebro.

Y cuando evocamos una experiencia del pasado, miramos atrás y recordamos las vacaciones del
verano pasado, cuando nos acordamos de que fuimos a un concierto, de la música que sonaba, y
del aspecto que tenía todo, lo que probablemente sucede es que hay partes de nuestro cerebro
visual, y partes de nuestro cerebro auditivo que se activan. Y el hipocampo ayuda a reunificar
estos fragmentos de información. Entonces, todas las piezas vuelven a unirse, y es lo que
experimentamos como recuerdo.

Eduard Punset:
¡Es fantástico! Una cosa que me fascina de tus últimas investigaciones y libros, y que creo que
supone una gran contribución, es que dices que cuidado, que existe una especie de conexión
íntima entre recordar el pasado e imaginar el futuro…

De hecho, tienes una fotografía genial en la que se ve cómo se activan las mismas partes del
cerebro al recordar el pasado o al imaginar lo que se hará en el futuro. ¡Es fantástico! ¿Qué
significa, en realidad?

Daniel Schacter: Pues bien, se trata de una pregunta muy interesante, ¡estos descubrimientos de
nuestra investigación son apasionantes! Tienes razón: si se realiza un experimento sencillo en el
que se le pide a alguien que recuerde, por ejemplo, una experiencia que ha tenido en el pasado
que implique una mesa, y luego imagine una experiencia que pueda tener en los próximos días o
semanas que también implique una mesa, veremos que se activan muchas regiones cerebrales
similares en ambos casos, y en la misma medida. Y las imágenes que reflejan la actividad cerebral
serán muy, muy parecidas. Es importante recalcar que esta actividad también incluye el
hipocampo, que como ya hemos dicho, se activa para reunificar los elementos que constituyen la
memoria. También se activa al imaginar algo que no ha pasado pero que puede suceder... Y surgen
consecuencias muy interesantes del hecho de que utilicemos el hipocampo y otras partes del
cerebro de un modo similar para recordar, y para imaginar.

Eduard Punset:
Para imaginar… Veamos ahora los fallos de la memoria, una parte esencial de tu libro Los siete
pecados de la memoria. Haces una división y dices que tres de estos pecados son omisiones. El
resto son comisiones, como al cometer suicidio… cometemos el error que hará que olvidemos las
cosas.

Daniel Schacter:
Hablemos primero sobre lo que llamo «los pecados de omisión». Básicamente se trata de tipos
distintos de olvidos, de maneras diferentes de olvidar. Y sí, he sugerido que hay tres tipos
principales, al primero de los cuales denomino «transitoriedad», y tiene que ver con algo que
todos conocemos en nuestra vida cotidiana, que es que, por lo general, los recuerdos tienden a
debilitarse con el tiempo. Son transitorios, efímeros. La transitoriedad, por ejemplo, se refiere al
hecho de que recordarás menos partes de esta conversación de aquí a un año. Alguna información
se desvanecerá con el paso del tiempo.

Hay un segundo tipo de olvido que llamo «distractibilidad», que es diferente de la transitoriedad.
Esto es cuando olvidamos, por ejemplo, dónde hemos dejado las gafas. Normalmente, ponemos
las gafas en cualquier sitio sin prestar atención a lo que hacemos… y si no prestamos atención a lo
que hacemos en el momento de hacerlo, nunca llega a la memoria de una manera que permita
almacenar. Por eso lo llamo distractibilidad, y también puede pasar, de hecho, en el momento de
recordar.

Un tercer tipo de olvido es lo que denomino «bloqueo». Esto se refiere a que, a veces, podemos
tener información almacenada en la memoria, podemos estar prestando atención, podemos estar
intentando recordar, pero sin embargo, no nos sale… a menudo nos pasa con los nombres de la
gente. Es esta sensación de tener algo en la punta de la lengua…. Somos conscientes de que
sabemos algo, sabemos que está ahí, pero no podemos acceder a ello.

LA IMPORTANCIA DE PODER OLVIDAR


Eduard Punset: Una cosa que dices sobre esto de recordar u olvidar las cosas es que no solamente
es importante retener recuerdos, sino también olvidar. Es decir, es necesario olvidar algunas cosas
para poder seguir adelante.

Daniel Schacter: Exacto.


Es una de las cuestiones importantes que hay que mencionar sobre los «pecados» de la memoria;
y los llamo pecados porque solemos percibirlos negativamente, pero también tienen una parte
positiva, adaptativa, como acabas de decir. No sería deseable tener un sistema de memoria que
mantuviera absolutamente todos los fragmentos de información trivial. ¡Tenemos que olvidar
ciertas cosas para hacer espacio a las cosas importantes!

Eduard Punset:
Sí, y no solamente olvidar… a veces bromeo con mis nietas y les pregunto:
“¿qué habéis desaprendido hoy en la escuela?» en lugar de «¿qué habéis aprendido?”, porque
creo que a veces es más importante desaprender que aprender, ¿verdad?
Daniel Schacter:
Sí, y esto también nos ayuda a entender algunos tipos de errores de la memoria. Por ejemplo, un
pecado de comisión se produce cuando cometemos un error a la hora de recordar. Y a uno de
ellos lo llamo “atribución errónea”. Este error se produce cuando recordamos algún aspecto de un
acontecimiento correctamente, pero recordamos su fuente incorrectamente. Por ejemplo, un caso
destacado tiene que ver con la mala identificación de un testigo presencial, e implicó a un
psicólogo llamado Donald Thomson, que también estudia la memoria. Se le acusó de violación por
culpa del recuerdo de una testigo ocular, una mujer a la que habían violado brutalmente. ¡Ella
recordaba su cara con tantos detalles que la policía fue a por él y se le acusó de violación! Pero él
dijo: “¿Qué por qué no puedo haber cometido esta violación de ninguna manera? Pues porque
mientras violaban a la mujer, yo estaba concediendo una entrevista en televisión sobre, mira por
donde, la memoria y las distorsiones de la memoria, ¡no pude ser yo!”. Y resultó que la mujer
había estado mirando el programa, y recordaba su cara de la televisión pero la atribuyó –
erróneamente- al violador. Este es un ejemplo bastante extremo de atribución errónea, pero
todos cometemos este tipo de error alguna vez. ¡De hecho, podría hacer que cometieras un error
de atribución errónea en los próximos minutos!

Eduard Punset:
Esto depende mucho de las convicciones, ¿no? A veces pienso que muchas personas toman
decisiones, no en función de lo que ven, de lo que es bueno o malo, sino en función de lo que
creen, de sus convicciones; si es bueno o malo, moral o inmoral.

Daniel Schacter: Es verdad: esto también tiene un papel muy importante en la memoria. De
hecho, está muy relacionado con el siguiente pecado de comisión, que yo llamo “sesgo”.

Eduard Punset:
Sesgo.

Daniel Schacter:
Sesgo retrospectivo. Esto se refiere a que los recuerdos a menudo están influenciados y
distorsionados por nuestros conocimientos, sentimientos y creencias actuales. De nuevo, no es
que simplemente desenterremos algo que sucedió en el pasado de una manera totalmente
neutral, sino que a veces lo que sabemos, creemos y sentimos en el presente afecta a nuestras
evocaciones de lo que creemos que sucedió en el pasado. Ha quedado claro en nuestras
investigaciones.

Eduard Punset:
Probablemente muchas conductas dogmáticas y crueles, o incluso terroristas, tienen que ver con
esta capacidad que mencionas, ¿no?

Daniel Schacter:
¡Creo que probablemente sí! Porque si tus creencias te hacen distorsionar el pasado para
adecuarlo a lo que crees, entonces esas creencias se acaban reforzando y se vuelven mucho más
fuertes.

Eduard Punset:
Es difícil entender cómo se las arregla la gente para vivir sin saber todas estas cosas… ¿no?
Daniel Schacter:
Bueno, sí, en el caso de la memoria, entender la memoria es importante no solamente para
comprender nuestras vidas, sino también, por ejemplo, para casos como el que hemos comentado
antes de los recuerdos de los testigos oculares; donde es fundamental entender si sus recuerdos
son exactos o no lo son, ¡porque un recuerdo impreciso de un testigo ocular puede provocar que
personas inocentes vayan a la cárcel!

Eduard Punset:
Dan, después de tantos años estudiando tan profundamente la memoria, ¿te fías más o menos de
la memoria que hace 30 años?

Daniel Schacter:
¡Vaya! ¡Buena pregunta! Pues depende… creo que confío mucho menos en la memoria para los
detalles concretos de lo que sucedió hace mucho tiempo. Ahí es donde creo que está a menudo la
vulnerabilidad de la memoria: en recordar detalles concretos, y especialmente las circunstancias
en las que sucedió una experiencia. Pero también creo que la memoria funciona muy bien a la
hora de recordar el significado general de nuestra experiencia, el sentido general de lo que nos ha
pasado. Por tanto, me parece que la memoria funciona muy bien a la hora de conservar el sentido
general, la esencia, la importancia de lo acontecido, aunque no sea tan fiable como nos gustaría a
la hora de conservar todos los detalles concretos.

Eduard Punset:
Teniendo en cuenta lo que dices, tal vez nos ayude también a construir el futuro, lo nuevo.

Daniel Schacter:
Y ésta es ahora la novedad que nos llama la atención a los que trabajamos en este campo…
intentamos entender cómo utilizamos la memoria para imaginar el futuro, lo que haremos en
nuestra vida. Hasta el momento, solíamos pensar en la memoria como algo exclusivamente
relacionado con el pasado, pero ahora, teniendo en cuenta nuestra investigación más reciente,
cada vez nos interesa más el papel de la memoria como algo que nos permite pensar en el futuro,
y esto es algo que estudiaremos mucho más en lo sucesivo.

Eduard Punset:
O sea que, como decíamos al comienzo, realmente la memoria no sólo nos sirve para el pasado,
para explicarnos lo que ha sido nuestra vida, sino para concebir, para diseñar, para pensar lo que
será nuestro futuro. Es impresionante ¿no? Ver que cada vez, cada vez, la separación supuesta
entre futuro y pasado, entre vida y no vida, entre lo que es inerte y lo que está vivo, es más
borrosa.

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