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revisió bibliográfica

Adaptación muscular al ejercicio

Alicia Megias y Ana Saborido


Departamento de Bioquímica. Facuitad de Ciencias. Univesidad Complutense. 28040 Madrid. España

Introducción técnica de microdisección que permite el análisis


de fibras individuales a partir de biopsias ha facili-
La práctica sistemática de ejercicio fisico induce tado la extensión de tales estudios a humanos,
una gran variedad de alteraciones en el organismo habiéndose enfocado éstos sobre los dos diferen-
que incluyen desde cambios morfológicos a modi- tes tipos de respuesta adaptativa inducidos por los
ficaciones funcionales y metabólicas e incluso me- regímenes de entrenamiento clásicamente deno-
joras en la coordinación de las actividades regula- minados "de fuerza" y "de resistencia".
doras de los sistemas nervioso y hormonal. Tales Los programas de entrenamiento "de fuerza",
modificaciones suponen en última instancia una que inciden sobre grupos de músculos sometidos
respuesta a un incremento en las demandas de la a ejercicios de alta intensidad y corta duración,
fibra muscular, tanto en lo que se refiere al aporte producen un aumento de la capacidad del músculo
de nutrientes que serán utilizados para la obten- esquelético para desarrollar fuerza. Los músculos
ción de energía metabólica, como a las necesida- hipertrofiados de los levantadores de pesas y cul-
des de oxigeno requerido para la oxidación de turistas constituyen un ejemplo del resultado de
dichos sustratos. A su vez, el propio músculo es- esta respuesta adaptativa en su forma extrema. ,
quelético experimenta en el proceso de adecua- En contraste, los programas de entrenamiento
ción a las necesidades impuestas por los diferen- de resistencia orgánica que utilizan ejercicios de
tes tipos de actividad física, una serie de importan- menor intensidad y larga duración inducen un in-
tes transformaciones que resultan facilitadas por cremento del consumo máximo de oxigeno sin mo-
su heterogeneidad cualitativa y notable plasticidad. dificar apreciablemente la fuerza del músculo.
Los primeros estudios acerca de los efectos pro- Ejemplos de este tipo de adaptación se encuentran
ducidos por el ejercicio físico sobre el músculo en los músculos de corredores de media y larga
esquelético se remontan al siglo pasado. En 1897 distancia, esquiadores de fondo, ciclistas o nada-
Morpurgo describió la hipertrofia del músculo sar- dores. Aunque diferentes clases de actividad física
torio de perros sometidos a entrenamiento, pun- pueden producir grados variables de ambos tipos
tualizando que era debida a verdadera hipertrofia y de respuesta simultáneamente en el mismo-mús-
no hiperplasia. Ya en el siglo actual, y a partir de la culo, en casos extremos, es posible conseguir de
década de los 50, la investigación en relación con manera prácticamente exclusiva uno y otro tipo de
los efectos del entrenamiento sobre el músculo se perfil adaptativo, tal como sucede en los músculos
ha diversificado abordando aspectos morfológicos, de los levantadores de pesas.
bioquímicos y fisiológicos. En estos estudios se Los resultados conseguidos con cada uno de los
han utilizado preferentemente animales de experi- programas de entrenamiento resultan pues eviden-
mentación debido a la facilidad para la obtención tes con la mera inspección visual de las caracterís-
de las muestras biológicas y al hecho de que, en ticas físicas de los atletas que los practican. Cabria
los roedores, es posible seleccionar músculos mix- sin embargo plantearse la siguiente cuestión: ¿qué
tos o bien músculos compuestos predominante- cambios básicos producen en el músculo esquelé-
mente por uno u otro tipo de fibras, situación que tico los distintos regímenes de entrenamiento y
no se da en humanos cuyos músculos están cons- cuáles son sus causas? O en otros términos: ¿cuál
tituidos por mezclas de los diferentes tipos de fi- es la base molecular de estas diferentes respues-
bras. La introducción por Essen y col. (1975) de una tas adaptativas? Para una mejor comprensión de

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las transformaciones inducidas por el ejercicio físi- fase de relajación, de modo que la velocidad a la
co, conviene mencionar previamente algunos as- cual se realicen estos procesos, determinará la
pectos fundamentales relacionados con la hetero- velocidad de contracción y relajación de la fibra
geneidad fibrilar del músculo esquelético. muscular. También se han obsesrvado diferencias
estructurales en el sistema de túbulos T (Eisenberg
y Kuda, 1976) cuyo significado funcional no está
Composición y metabolismo energético todavía aclarado.
Por lo que se refiere a las proteínas contráctiles y
Los músculos esqueléticos de las diversas espe- reguladoras se ha demostrado que un buen núme-
cies de mamíferos, incluyendo el hombre, están ro se presenta como isotermas, es decir, diferentes
constituidos por fibras musculares que presentan formas moleculares de una misma proteína, las
distintas propiedades histoquimicas, fisiológicas, cuales poseen función biológica semejante pero
morfológicas y bioquímicas. En 1955, Padykula y secuencia de aminoácidos ligeramente distinta.
Hermán describieron una técnica de tinción histo- Así, en músculo esquelético humano, las cadenas
química para la ATPasa miofi.brilar que permitió pesadas de la miosina pueden existir como formas
discriminar estos diferentes tipos de fibras. En fun- embrionaria, neonatal, lenta (tipo I) y dos rápidas
ción del patrón de tinción después de una preincu- (tipos HA y IIB) (Billeler y col., 1981a; Whalen, 1985).
bación en medio alcalino, Engel (1962) las clasificó Las cadenas ligeras, a su vez, se presentan como
en dos grupos principales que denominó tipo I y dos formas lentas, que son las predominantes en
tipo II. Posteriormente, Brooke y Kaiser (1970) ob- las fibras de tipo I, y dos formas rápidas que, en
servaron que las fibras de tipo II podían ser dividi- proporciones distintas son las únicas existentes en
das en tres subgrupos NA, IIB y IIC, según su res- las fibras de tipo HA y IIB (Billeler y col., 1981; Fitzsi-
puesta a la tinción para la ATPasa miofibhiar des- mons y Hoh, 1981). Igualmente se han descrito iso-
pués de preincubación a diferentes valores de pH formas de la tropomiosina, los componentes de la
ácido. Más recientemente, se han descrito otros troponina y de la proteína C (Dhoot y Perry, 1979;
tipos minoritarios designados como IB y IIC-IB que Billeler y coL, 1981b; Baumann y col., 1984; Dhoot y
presentan patrones ligeramente distintos de los col., 1985).
que exhiben ios tipos principales (Schantz y Hen-
riksson, 1983). En conjunto, las fibras de tipo IIC, IB En la expresión de las diferentes isotermas están
y IIC-IB se suelen denominar fibras IM por presen- involucrados distintos mecanismos. Mientras, por
tar un comportamiento intermedio entre las fibras ejemplo, las 5 formas moleculares de la cadena
tipo I y tipo II respecto a la ATPasa miofibrilar.
Tabla 1. Resumen de las principales características de los dis-
Fisiológicamente, las fibras de tipo I, muestran tintos tipos de fibras.
contracción lenta mientras que las de tipo II, exhi- •I Tipo que posee mayor capacidad oxidativa en huma-
ben contracción rápida, estando la velocidad de nos.
contracción directamente relacionada con la activi- 2 Tipo que posee mayor capacidad oxidativa en roe-
dores.
dad de miosina ATPasa existente en ambas pobla-
ciones. Atendiendo a esta propiedad asi como a su
aspecto, se emplean los términos fibras rojas de CLASIFICACIÓN
contracción lenta, fibras rojas de contracción rápi- SEGÚN TINCIÓN
HISTOQUÍMICA
da y fibras blancas de contracción rápida para refe- (ATPasa miofibrilar)
rirse a las fibras de tipo I, HA y IIB, respectivamente.
Además de estas diferencias en las propiedades - pH alcalino TIPO 1 TIPO II
contráctiles, las fibras musculares presentan distin- - preincubación a TIPO IM TIPO HA TIPO IIB
pH ácidos ' (lie, IB,
tas características morfológicas y bioquímicas. Así, IIC-IB)
se ha comprobado que el volumen relativo del re-
tículo sarcoplásmico, determinado por microsco- CARACTERÍSTICAS
pía electrónica, es superior en fibras de tipo II (Ei- FISIOLÓGICAS
senberg y Kuda, 1976) y en consecuencia, el rendi- - velocidad de
miento en fragmentos de retículo sarcoplásmico contracción lenta media rápida
por gramo de músculo de contracción rápida, es (F. rojas) (F.rojas) (F.blancas)
aproximadamente el doble que el obtenido con ACTIVIDAD
músculos de contracción lenta (Fiehn y Peter, 1971). MIOSINA ATPasa
En músculos de rata, el tiempo de contracción pa-
rece estar correlacionado con el volumen de las CARACTERÍSTICAS
METABÓLICAS
cisternas terminales (Kugelberg y Thornell, 1983).
Ello es lógico considerando que el retículo sarco- - Capacidad
plásmico es la estructura celular responsable de la glucogenolitica +
liberación de los iones Ca-^ activadores de la con- - capacidad
tracción muscular y su posterior captura durante la oxidativa -m-'

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pesada de la miosina se transcriben a partir de ciones como respuesta al entrenamiento encami-
diferentes genes, las formas rápidas de la cadena nadas a conseguir la máxima economía celular y a
ligera se producen a partir de un único gen por retrasar la aparición de la fatiga muscular. Numero-
transcripción diferencial (Booth y Morrison, 1986; sos estudios han demostrado que la capacidad
Swynghedauw, 1986). oxidativa del músculo se incrementa notablemente
Las características metabólicas de los diversos después de programas de entrenamiento de resis-
tipos de fibras varían ampliamente en dependencia tencia (Edstrom y Grimby, 1986), siendo necesario
de la utilización preferente de unos u otros sustra- un período mínimo de ejercicio submáximo de 2 a
tos con el fin de obtener la energía necesaria para 4 semanas para observar tal respuesta. La magni-
el proceso de la contracción muscular. tud del cambio depende de la intensidad del ejerci-
Todas las fibras rápidas exhiben una alta capaci- cio y de la duración total del mismo.
dad glucogenoiítica pero difieren en su capacidad Este incremento está acompañado por un au-
oxidativa, que es baja en las fibras IIB y elevada en mento paralelo en la capacidad de regeneración
las de tipo HA. En cuanto a las fibras de tipo I de ATP, vía fosforilación oxidativa, debido a un
(contracción lenta), poseen bajos niveles de enzi- mejor acoplamiento de este proceso y al elevado
mas glucogenoliticas y moderada o alta capacidad nivel de control respiratorio que exhiben las mito-
respiratoria dependiendo de las especies. Asi, en condrias del músculo entrenado. A todo ello sub-
humanos son las que muestran mayores niveles de yace un incremento en las actividades de las enzi-
enzimas oxidativas, mientras que en roedores es- mas mitocondriales involucradas en la degrada-
tos niveles son inferiores a los que presentan las ción aeróbica de los sustratos.
fibras tipo HA. Las fibras IM se asemejan a las de El entrenamiento induce asimismo un aumento
tipo I, aunque poseen una mayor actividad gluco- de la actividad de las diferentes enzimas responsa-
genoiítica. La Tabla I resume las principales carac- bles de la activación, transporte y 8-oxidación de
terísticas de los distintos tipos de fibras. ácidos grasos y la oxidación de cuerpos cetónicos,
lo que se traduce en una mayor capacidad de la
musculatura para la oxidación de las grasas, que
Adaptaciones del músculo esquelético llegan a ser el principal combustible metabólico
en el entrenamiento de resistencia durante los períodos prolongados de ejercicio ae-
orgánica róbico.
El aumento en la actividad de esta amplia varie-
El, entrenamiento de resistencia es capaz de in- dad de enzimas mitocondriales, que resulta del
ducir modificaciones tanto en el tamaño de las incremento de sus niveles, se correlaciona ultraes-
fibras musculares, como en su perfil metabólico. tructuralmente con un aumento de la masa mito-
Por lo que se refiere a los efectos inducidos por condrial total referido tanto al tamaño como al nú-
estos tipos de ejercicios sobre el tamaño de las mero de las mitocondrias.
fibras, en los diversos estudios realizados con ci- Es importante señalar que estos efectos ocurren
clistas y corredores, así como con animales some- en todos los tipos de fibras, dependiendo la magni-
tidos a entrenamiento, se han obtenido resultados tud de los mismos del grado de participación de
discrepantes. Así, en unos casos se ha observado cada fibra individuai en ios ejercicios físicos practi-
aumento de tamaño de todo tipo de fibras muscu- cados (Essen-Gustavsson y Henriksson, 1984). Así,
lares, o principalmente de la población de tipo I, aunque en Individuos sedentarios las fibras tipo I
mientras que en otros no se aprecian variaciones tienen una capacidad oxidativa muy superior a la
significativas o incluso se produce una reducción de las fibras tipo II, en atletas muy bien entrenados
del tamaño de las mismas (Edstróm y Grimby, pueden alcanzarse valores elevados en ambos ti-
1986). También se ha descrito recientemente que pos de fibras.
un programa intensivo de entrenamiento aplicado En contraste al marcado efecto producido sobre
a esquiadores de fondo durante 8 semanas, indu- las enzimas mitocondriales, el entrenamiento de
cía una homogeneización del tamaño de las fibras, resistencia parece afectar solo ligeramente las ac-
debido al aumento de las más pequeñas y a la tividades de las enzimas glicolíticas, siendo la res-
reducción de las más grandes (Schantz y col., puesta variable según el tipo de fibra. La enzima
1983). Este tipo de respuesta podría estar encami- hexoquinasa, necesaria para la utilización de la
nada a conseguir un valor óptimo de la relación glucosa transportada por vía sanguínea, es una
área/volumen de la fibra muscular que satisfaga excepción a este comportamiento general puesto
las necesidades de fuerza a desarrollar (favorecida que su actividad resulta incrementada (Saltin y
por un aumento de tamaño) y permita una buena Gollnick, 1983).
difusión del oxigeno y los sustratos y metabolitos Un aspecto interesante en relación con el meta-
necesarios para la obtención de energía (más favo- bolismo de hidratos de carbono, es el hecho de
rable en las fibras más pequeñas). que los depósitos de glucógeno son más elevados
Respecto al perfil metabólico de las fibras mus- en los individuos entrenados debido a la mayor
culares, también experimenta importantes adapta- actividad de las enzimas responsables de su sínte-

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sis. Igualmente, estos sujetos consumen sus reser- entrenamiento de fuerza podría contrarrestar la
vas musculares de glucógeno más lentamente que atrofia de las fibras de tipo II que se produce con la
los sedentarios, lo cual es importante en orden a edad, y Howaid (1984) apunta que la adaptación de
evitar la aparición de fatiga muscular durante el los músculos a sus demandas funcionales, da lu-
ejercicio prolongado. Dos factores principales pue- gar a cambios temporales en la ultraestructura y
den justificar el lento consumo de los depósitos función metabólica de las fibras de tipo I, aseme-
musculares de glucógeno: por una parte, el ya jándolas a las de tipo II, cuando el músculo se
mencionado incremento en la utilización de grasa somete a intensos entrenamientos de velocidad.
como sustrato energético y por otra, la reducción Existen también estudios que sugieren que cier-
de la velocidad global de la glicolisis atribuida a la tos programas de entrenamiento pueden dar lugar
menor estimulación de la enzima clave en este a un aumento en el número de fibras musculares,
proceso, la fosfofructoquinasa, como consecuen- probablemente por división longitudinal de las mio-
cia de una más elevada relación citoplásmica ATP/ fibhllas preexistentes. Debe señalarse que aunque
ADP en el músculo entrenado (Holloszy y Booth, en animales se ha descrito un claro incremento en
1976). el número de fibras tras un programa prolongado
Estas adaptaciones resultan también ventajosas de entrenamiento de fuerza (Gonyea, 1980), hasta
al evitar la acumulación de concentraciones eleva- el momento se carece de datos concluyentes so-
das de lactato que contribuyen asimismo al desa- bre la existencia de este fenómeno en humanos
rrollo de la fatiga muscular. Otros factores pueden sometidos a este tipo de entrenamientos.
igualmente contribuir a la menor producción de
En cuanto a la adaptación del perfil metabólico
lactato, siendo quizás el más importante una ma-
del músculo, los resultados tampoco son tan claros
yor capacidad para transferir equivalentes reducto-
como en el caso del entrenamiento de resistencia.
res desde el NADH citoplásmico a la cad.ena respi-
Así, se ha observado que los entrenamientos de
ratoria mitocondrial, a causa de un incremento in-
velocidad parecen producir un aumento en las acti-
ducido por el ejercicio en los niveles de las enzi-
vidades de las enzimas glicolíticas, mientras que el
mas de la lanzadera malato-aspartato (Schantz y
metabolismo oxidativo no varía (Boros-Hatfaludy y
col., 1986).
col., 1986). Por el contrario, los programas de le-
vantamiento de pesas no dan lugar a variaciones
en las enzimas que catalizan la glicolisis anaero-
Adaptaciones del músculo esquelético bia, aunque parecen originar un descenso sustan-
cial (disminución por término medio del 30%) en
en el entrenamiento de fuerza las actividades de las enzimas implicadas en el
sistema aerobio (Fox, 1984). Por otra parte, se ha
Los entrenamientos de fuerza que requieren rea-
descrito en los músculos de los levantadores, de
lizar un gran esfuerzo muscular frente a una eleva-
pesas un aumento de la concentración de ATP,
da resistencia, está claramente establecido que
fosfocreatina y glucógeno, aún cuando no se han
son un estimulo que incrementa tanto el volumen
detectado cambios en las actividades enzimáticas
muscular como la fuerza. La hipertrofia muscular
del sistema ATP-fosfocreatina (sistema alactácido
inducida por el ejercicio se debe a un aumento en
anaerobio). El incremento en los niveles de fosfá-
el tamaño de las fibras musculares individuales
genos tiene como finalidad poder proporcionar al
(Edstrom y Grimby, 1986). Este incremento consta-
músculo con gran rapidez la energía que necesita,
tado en la sección transversal de las fibras se rela-
aunque el metabolismo glicolítico anaerobio (lactá-
ciona directamente con la tensión que son capaces
cido) es cuantitativamente el más importante en la
de ejercer, y viene acompañado por un aumento
producción del ATP que consume el músculo en
proporcional en el contenido miofibrilar de las mis-
los esfuerzos breves e intensos.
mas. Hay que señalar que, en general, la hipertrofia
muscular no es tan acusada en las mujeres como Por otro lado, el entrenamiento de fuerza no pa-
en los hombres, aún cuando las ganancias relati- rece originar un aumento de la capacidad respira-
vas de fuerza sean las mismas. toria y la densidad mitocondrial (Svedenhag, 1985).
La hipertrofia parece ser más destacada en las Se ha demostrado que en los músculos de los
fibras de tipo II tanto en humanos como en anima- levantadores de pesas, el volumen relativo que
les; así, se ha comprobado que la sección transver- suponen las mitocondrias disminuye como conse-
sal de las fibras de contracción rápida supone un cuencia del aumento de tamaño de las fibras mus-
mayor porcentaje respecto al área total del múscu- culares (Fox, 1984).
lo en los levantadores de pesas que en los sujetos Conviene tener presente, que aunque los cam-
no entrenados o en los atletas que practican de- bios básicos inducidos por estos dos tipos clásicos
portes de resistencia (Fox, 1984). No hay evidencia de entrenamiento, el de resistencia y el de fuerza,
de que el entrenamiento de fuerza de lugar a inter- están bastante bien documentados en la actuali-
conversión entre fibras rápidas y fibras lentas, aun- dad, los mecanismos subyacentes a los mismos
que Larsson (1982) ha sugerido que un intenso distan todavía de ser entendidos.

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Importancia de los factores genéticos nozigóticos, corroborando la idea anterior (Thibault
y col., 1986).
Se sabe que la distribución en fibras de tipo I y II Estos datos y la ausencia de evidencias experi-
de los músculos de los atletas que practican distin- mentales indicando transformación de fibras como
tos regímenes de entrenamiento es diferente, con respuesta a diferentes tipos de ejercicio, han con-
un claro predominio de las fibras de tipo I en los ducido a la creencia de que el predominio de uno u
deportistas que hacen ejercicios de resistencia y otro tipo de fibras en los músculos de los atletas
de las de tipo II en aquellos que realizan entrena- está genéticamente determinado, como resume la
mientos de fuerza o velocistas. Esto ha planteado conocida frase "el deportista nace, no se hace".
la cuestión de si tales diferencias se deben a facto- Sin embargo, recientemente se ha descrito que,
res genéticos o a que el entrenamiento, en si mis- en respuesta a regímenes de entrenamiento parti-
mo, es capaz de inducir transformaciones entre los cularmente intensos, se produce transformación
principales tipos de fibras, de modo semejante al de las fibras de tipo II a fibras de tipo IM, en las que
observado en los experimentos de inervación cru- coexisten isoformas lentas y rápidas de las proteí-
zada o estimulación eléctrica crónica (Sarzala y nas contráctiles y reguladoras y cuyas característi-
col., 1982). Conviene puntualizar que no deben cas morfológicas y metabólicas son muy semejan-
confundirse los cambios en el metabolismo ener- tes a las de las fibras de tipo I. La aparición de tales
gético de las fibras musculares inducidos por el fibras se ha interpretado como un signo de trans-
ejercicio y descritos anteriormente, con las modifi- formación de fibras de tipo II a fibras de tipo I
caciones que han de ocurrir para que, por ejemplo, inducida por el ejercicio físico (Schantz, 1986). Esto
una fibra de tipo II se transforme en una de tipo I. sugiere que con regímenes de entrenamiento cui-
Esta transición implicaría represión de los genes dadosamente diseñados seria posible inducir la
que codifican para las isoformas características de transformación de un cierto porcentaje de fibras
las fibras "rápidas" y expresión de aquellos que rápidas a lentas, con las ventajas que ello podría
codifican para las isoformas características de las suponer en orden a reducir el coste energético
fibras "lentas", lo cual, evidentemente, supone un requerido para desarrollar una cierta cantidad de
cambio mucho más profundo que la simple adap- trabajo en esfuerzos prolongados y aeróbicos y
tación metabólica. retrasar la aparición de la fatiga muscular. Sin em-
Los análisis llevados a cabo con biopsias mus- bargo, la proliferación de tales fibras seria contra-
culares de gemelos mono y dizigóticos de ambos producente en aquellos casos en los que la veloci-
sexos, revelan que la proporción de los distintos dad es un factor decisivo, puesto que el efecto
tipos de fibras, es similar en los gemelos monozi- sería una pérdida de la capacidad "explosiva" del
góticos, pero no en los dizigóticos, confirmando atleta. Esto subraya la importancia que la adecua-
que el genotipo es fundamental en la determina- da selección del régimen de entrenamiento tieoe
ción de la composición en distintos tipos de fibras en orden a conseguir el máximo rendimiento de-
de los músculos de un individuo dado (Komi y COI.Í= portivo del atleta según la especialidad.
1977). Recientemente se ha demostrado que las
respuestas adaptativas inducidas por el ejercicio
son también similares en parejas de gemelos mo-

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